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FUENTES HISTÓRICAS A TRABAJAR DE ACUERDO A CADA HIPÓTESIS

HIPÓTESIS: SOBRE LA CRISIS ECONÓMICA.


Heraclio Bonilla (1979)

Guano y deuda externa fueron los dos términos de una ecuación que colocaron
al estado peruano en una situación particularmente vulnerable frente a las crisis
financieras internacionales. Por otra parte, la política de precios fijadas por el
gobierno peruano para la venta del guano estimulo la búsqueda en Europa de
bonos alternativos al fertilizante peruano, tanto naturales como sintéticos.
Ambos procesos tuvieron dramático desenlace a comienzos de la década del 70,
cuando una aguda crisis financiera cerro los créditos externos al Estado Peruano
y cuando el agotamiento de los mejores depósitos del guano, asociado a una
fuerte competencia de los abonos sintéticos producidos en Europa, redujeron en
un 30% el nivel de venta del guano peruano. Para una economía que dependía
enteramente de los prestamos externos y que no había logrado desarrollar
recursos alternativos, las consecuencias de estas crisis fueron muy graves. Ni la
monopolización (1872), ni la expropiación (1875) de las “oficinas” salitreras, el
recurso que se pensaba reemplazaría al guano, pudieron atenuar sus efectos.
Pero pese a su gravedad esta crisis no constituía sino el preludio de desastres aún
mayores.
Fernando Lecaros (1979)

Para obtener fondos con que sufragar los cargos de la deuda exterior, después de mediados de 1875, el gobierno
peruano inicio negociaciones en Europa; después de negociar y cancelar un contrato con cierta casa francesa, el
gobierno peruano concluyo por fin con el consentimiento de los obligacionistas franceses e ingleses un contrato
con una sociedad británica llamada Peruvian Guanon Company, limited, organizada especialmente por la empresa
londinense de Raphael and sons. Según este contrato (el llamado contrato Rafael) la Peruvian Guanon Company,
limited venderia 1,900.000 toneladas de guano a 1210 por tonelada y, de los recursos obtenidos después de
deducir un cargo fijo por gasto pagaría al gobierno peruano 700.000 al año en plazos mensuales, y el resto
descontados ciertos pagos a Dreyfus, a los tenedores de los títulos. La Guanon Company, procedió a exportar
guano a Europa con arreglo a este convenio, pero los resultados fueron de lo mismo desalentadores. A diferencia
de los que había ocurrido con los representantes de ventas que tenían el monopolio en los anteriores contratos del
guano, la Guanon Company tuvo que competir con otro vendedor de guano la compañía Dreyfus que trataba de
vender sus tenencias de abono. Esta competencia hiso bajar los precios del producto y redujo el volumen de
ventas de Guanon Company.
Pero más grave fue a la larga, otra serie de acontecimientos que vinieron a reducir las ventas y los ingresos las
montañas del guano, al parecer inagotables estaban a punto de acabarse. La calidad inferior del abono que se
obtenía en las guaneras perjudicaba su precio y se encontraban con la competencia de otros fertilizantes
nitrogenados: Los nitratos. El ingreso que tuvo el gobierno peruano del contrato Rafael y de los contratos de ventas
concertados para otros mercados era insuficiente para cubrir sus necesidades. Ya no pudo obtener más préstamos.
Dentro del País las construcciones de ferrocarriles habían quedado suspendidas por orden oficial del 13 de agosto
d 1875 y solo se pudieron reanudar permitiendo a Meiggs que imprimiera papel moneda ( billetes de Meiggs), el 1
de enero de 1876 cuando la deuda exterior era de 31,840,220, el gobierno del Perú suspendió el pago de sus
títulos de la deuda pública exterior y quedo en mora. El gobierno peruano estaba en banca rota.
Jorge Basadre (1919)

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