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TARDE
TARDE
1:50
REPRESENTACIÓN DRAMÁTICA:
Daniel, un Hombre de Fe
(Parte 2)
— Daniel 5:1-6:28; 10:1-12:13 —
Ya vimos que el profeta Daniel demostró tener fe cuando era joven. Pero ¿qué
pruebas le esperaban, y cómo lo fortalecería Jehová? Veámoslo ahora, en la
segunda parte de la historia Daniel, un hombre de fe.
¡Qué historia tan animadora! Igual que Daniel, nosotros le pedimos a Jehová que
nos ayude y nos proteja. La siguiente canción habla de nuestra confianza en Dios.
La canción se titula ¡Jehová será tu Salvador! Cantemos la canción 150.
Ya vimos que el profeta Daniel demostró tener fe cuando era joven. Pero ¿qué pruebas le
esperaban, y cómo lo fortalecería Jehová? Veámoslo ahora, en la segunda parte de la historia
Daniel, un hombre de fe.
¡Aquí están! ¡Por Nebo! ¡Istar! ¡Y Marduk, el más grande de los dioses! ¡Sí! ¡Sí! Llamen a los
sabios. ¡Llamen a los sabios! No sé lo que es eso. —El rey...— —No parece que sea un
presagio. — No hay nada de esto en los libros, ¿verdad? ¿Están aquí todos los sabios? Los
mejores del reino. Necesito hablar con el rey, por favor. Mi señor, su madre está aquí. Oh, rey,
vive eternamente. En tu reino hay un hombre que tiene el espíritu de dioses santos. Él te dirá
la interpretación. ¿Y quién es? Daniel. ¿Daniel? ¿Quién es Daniel? ¿Eres tú Daniel? Sí, mi
señor. He oído que tú eres capaz de dar interpretaciones. Pues bien, si eres capaz de leer la
escritura y revelarme su interpretación, haré que te vistan de púrpura, que te pongan un collar
de oro en el cuello y que seas el tercer gobernante en el reino. Quédate con tus regalos. Dales
tus premios a otros. Aun así, le leeré la escritura al rey. El Dios Altísimo le dio a
Nabucodonosor el reino, la grandeza, la honra y la majestad. Pero, cuando su corazón se
volvió arrogante, se le quitó el trono de su reino y se le quitó su dignidad. Pero tú, Belsasar,
no humillaste tu corazón, aunque sabías todo esto. Al contrario, desafiaste al Señor de los
cielos. Hiciste que te trajeran los recipientes de su casa. Y luego tú y tus nobles, tus
concubinas y tus otras esposas bebieron vino de ellos. Y alabaste a dioses de plata y oro,
dioses que no ven nada ni oyen nada ni saben nada. Pero no le diste gloria al Dios que tiene
tu aliento en sus manos, y todos tus caminos. La mano la ha enviado él. Esta es la
interpretación de las palabras: MENÉ: Dios ha numerado los días de tu reino y le ha puesto
final. TEQUEL: tú fuiste pesado en la balanza y eres deficiente. PERÉS: se dividió tu reino y se
le dio a los medos y a los persas. Rey Darío, este es Daniel, un judío cautivo de los babilonios.
¿Interpretaste tú la escritura de los dioses? No. No fui yo, oh, rey. Fue mi Dios, el Dios de
Israel. Nos convendría tener un sátrapa que comprenda a los cautivos. Reconozco que ser
sátrapa no es una posición tan alta como la que Belsasar te dio. Mi señor, Daniel rechazó los
regalos y honores que Belsasar le ofreció. Un hombre que no se deja comprar. No serás uno
de los sátrapas, serás su supervisor. Tura, anuncia su nombramiento en todo el reino. Quiero
que los que están robando del tesoro sepan que tendrán que rendir cuentas. Daniel, vas a
hacer un buen trabajo. Solo con la ayuda de Jehová. ¿Por qué cobran tantos impuestos por
las tierras? ¿Otra revuelta? Esta vez es mucho peor. Vengo de cobrarle los impuestos a un
administrador. ¿Te pagó? Sí, pero se niega a pagarnos “nuestra parte”. Yo tuve el mismo
problema. Dicen que lo que estamos haciendo es extorsión. ¿Qué ha cambiado? Daniel. ¿Le
han ofrecido algo, para que sea más razonable? No acepta ni un siclo de plata. Daniel dice
que lo que ya le pagan es suficiente. No sean tan ingenuos. Es una fachada para ganarse al
rey. No le durará. Darío se va a cansar de él muy pronto. Mi señor, parece que hay una
discrepancia en las cuentas del tesoro. Tienes que ser valiente para decir eso aquí. Sé que
son malas noticias. Lo analizaremos bien. Daniel, el tiempo que llevas aquí te ha hecho muy
sabio. ¿Cuántos años han pasado? Más de 70 años. Cuéntame más. Háblame de los sueños
que le interpretaste a Nabucodonosor. Las interpretaciones vienen de mi Dios, Jehová. Él fue
el que me reveló los sueños. ¿De verdad llevo más de 70 años en Babilonia? ¡La profecía de
Jeremías! “Cuando se hayan cumplido 70 años, les pediré cuentas al rey de Babilonia y a esa
nación por su error”. La muerte de Belsasar... ¡Se cumplió! ¿Qué significará esto para el
pueblo de Dios? “Cuando se cumplan 70 años en Babilonia, yo dirigiré mi atención a ustedes
y [entonces] cumpliré mi promesa trayéndolos de vuelta a este lugar”. ¡Judá! Tengo que orar
a Jehová y confesar el pecado de mi pueblo. Oh, Jehová, escucha. Oh, Jehová, perdona. ¡Oh,
Jehová, presta atención y actúa! No tardes, oh, Dios mío, por causa de ti mismo. Daniel, he
venido a ayudarte a comprender y entender. Cuando empezaste a suplicar, se emitió un
mensaje y he venido a informártelo. Sobre tu pueblo y sobre tu ciudad santa se han fijado
70 semanas para poner fin a la ofensa, para acabar con el pecado. Daniel, Azarel y Ana están
aquí. Hola, Daniel. ¡Cuánto me alegro de verlos! Éfer, ven, siéntate conmigo. Tengo buenas
noticias. ¿Qué noticias? Jehová nos dijo hace mucho que volveríamos a Judá. Volví a leer la
profecía de Jeremías. Esto es lo que dice Jehová: “Cuando se cumplan 70 años en Babilonia,
yo [...] cumpliré mi promesa trayéndolos de vuelta a este lugar”. Setenta años. Eso quiere
decir que el pueblo regresará pronto. ¿Cómo estás tan seguro? Jehová envió a un ángel que
me lo dijo. ¿Un ángel? Me dijo que la ciudad y el templo serán reconstruidos. Y por fin vendrá
el Mesías. Tú vas a ver el templo reconstruido. ¿Y no será peligroso? Jehová está deseando
darle a su pueblo cosas buenas. Él le dijo a Isaías que no tendremos hijos para que sufran,
porque son la descendencia compuesta por los que Jehová ha bendecido. —Y si Jehová lo
dice...— —Se hará realidad. — Pero la tierra está desolada. Nos harán falta constructores
buenos para la reconstrucción. Entonces, ¿vas a regresar a Judá? Espero que sí. Sería bueno
que se les diera mantenimiento a los caminos. Si no, la situación empeorará cuando llegue la
temporada de lluvias. Tura, encárgate de eso. ¿Cómo es que sabes tantas cosas? Yo no tengo
el mérito de eso, señor. Yo no... Tenemos muchos hombres importantes que nos dan la
información que necesitamos. Daniel, ¿qué pasa con el sátrapa de Susa? ¿Hay que
reemplazarlo? Mis hombres lo han estado investigando. Ese sátrapa ha estado robando
dinero del palacio. —Eso... ¡es imposible! — —¿No es tu sobrino, Otanes? — Lo es. Y te
garantizo que es un hombre honrado. Debe haber un error. ¿Cómo puede Daniel conocerlo
mejor que yo? Hablaré con él y resolveré esto. Los medos y los persas no somos tan
intolerantes como... estos judíos. Lo solucionaremos. Muy bien. Háganlo pronto. Eso es todo.
Señor, siento interrumpirle. Tiene visita. Lo único que hacen los judíos es orar. No podría
servir al rey como lo hago sin la ayuda de Dios. ¿Servir al rey? ¿Intimidando a los sátrapas?
Hice lo que tenía que hacer. Un extranjero no tiene derecho a decirnos lo que tenemos que
hacer. Hago lo que hago por el rey. Ya oímos lo que hiciste por el rey Nabucodonosor. Hiciste
que se volviera loco. —Eso fue un mensaje de Jehová. — —Llámalo como quieras, — pero...
no te metas en nuestros asuntos. Si piensas que es fácil quitar a un sátrapa, imagínate lo fácil
que es deshacerse de un viejo judío como tú. Es un honor estar ante ti. ¿Saben por qué los
mandé llamar? No, mi señor. El sátrapa que Daniel sugirió reemplazar, ¿qué pasó con él? Sí,
nosotros investigamos bien el asunto. ¿Fue negligente? No. ¿Incumplió sus deberes? No,
señor. ¿Envió al tesoro todos los impuestos que cobró? No falta ni un solo siclo de oro ni un
solo litro de cerveza. Eso no es lo que dijo Daniel. Daniel sirvió a los reyes de Babilonia bien,
pero... Es muy viejo. Otanes quiere decir que es muy mayor para confiar en su criterio. Sus
ideas están anticuadas. Además, es un judío. Somos tolerantes con todos los pueblos. Por
supuesto. —Claro que lo somos. — —Daniel, estábamos hablando de ti. — Tenías razón.
Hubo una revuelta en Susa. Quieren un nuevo sátrapa. Uno que no les robe. —Pero señor,
seguro...— —¡Basta! — Yo envié a mis propios inspectores, en los que confío. Daniel, tú
destacas sobre estos hombres. Imagina lo que lograría si fueras mi primer ministro. Quizás
podamos hablar con el rey. No servirá de nada. Daniel lo está manipulando. Necesitamos
acusar a Daniel de algo que Darío no pueda pasar por alto. Pero nadie ha podido acusarlo de
nada. Por ahora. Reúne un equipo que investigue nuestras leyes, seguro que ha violado
alguna. Tú, pregunta a los mercaderes, inspectores, funcionarios..., a cualquiera que pueda
acusarle de algo. Háganle saber al que lo acuse que recibirá una buena recompensa.
Tenemos los registros babilonios Busquemos algún escándalo en el que Daniel pueda estar
implicado. No hay nada en los registros. ¿Encontraste algo? No falta ni un siclo de plata.
De hecho, cuando Daniel investiga un asunto, la corrupción desaparece. Sigue investigando.
Nadie habla mal de él. Todo el mundo lo quiere. El rey confía en él. Normalmente, nadie les
hace caso a los comerciantes extranjeros cuando les roban. Pero Daniel los defiende,
investiga lo que pasa y obliga a los ladrones a devolverles lo que les robaron. Hasta sus
amigos están limpios. Nabucodonosor prohibió que se hablara en contra de su Dios.
Supuestamente, ese Jehová los salvó del horno cuando se negaron a adorar un dios
babilonio. ¿Los judíos no adoran a otros dioses? Eso parece. Acabas de solucionar el
problema. Katu, Otanes, ¿qué es lo que quieren? Oh, rey Darío, vive eternamente. Esta
Babilonia de la que tú eres rey es poderosa, pero su gente es muy variada. Hay babilonios,
egipcios, griegos y otros. Sí, Otanes, ya lo sé. Eres el rey legítimo, pero un extranjero recién
llegado. La gente debe adaptarse, si no, el reino podría volverse inestable. ¿Qué sugieren?
Todos los funcionarios reales, prefectos, sátrapas, altos funcionarios y gobernadores se han
puesto de acuerdo en que se emita un decreto real y una prohibición. Que durante 30 días el
que le haga una petición a un dios o a un hombre en vez de a ti, oh, rey, debe ser arrojado al
foso de los leones. Tenemos que impedir que la gente se rebele. Recuerda lo que pasó en
Susa. Ahora, oh, rey, emite el decreto y fírmalo para que no se pueda cambiar, de acuerdo con
la ley de los medos y los persas. Que no se puede anular. Nuestro imperio está
experimentando el mayor periodo de paz y prosperidad de su historia. Los recientes actos de
rebeldía ocurridos en Susa, así como otros actos similares llevados a cabo por grupos
radicales, amenazan nuestro estilo de vida, un estilo de vida que no sacrificaremos bajo
ningún concepto. En honor a la gloriosa libertad que garantiza el imperio y como recordatorio
de su soberanía, yo, Darío el medo, emito el siguiente decreto: Durante 30 días cualquiera que
le haga una petición a un dios o a un hombre en vez de al rey, debe ser arrojado al foso de los
leones. ¿No irás a casa a orar, ¿verdad? Azarel, ya me conocen, y mis enemigos también. Oro
con la ventana abierta tres veces al día, todos los días. Si cediera, aunque fuera un poco,
¿qué pensarían? Que dejaste de orar por completo. O peor aún, que cambié mi adoración a
Jehová por mi vida. Conozco a Jehová y, si confío en él, me premiará. No sé cómo lo hará,
pero lo hará. Pídanle a Jehová que yo no pierda la fe, que todos la mantengamos, sin importar
lo que pase. Tengo algo para ti. La cena está lista. “Jehová es mi luz y mi salvación. ¿A quién
le tendré miedo?”. “Óyeme, oh, Jehová, cuando grito por ayuda; concédeme tu favor y
respóndeme. [...] Tu rostro, oh, Jehová, trataré de encontrar. [...] Tú eres quien me ayuda;
no me abandones, no me dejes, mi Dios de salvación”. Oh, rey, vive eternamente. ¿No es
cierto que firmaste una prohibición que dice que durante 30 días cualquiera que le haga una
petición a un dios o a un hombre... En vez de a ti, oh, rey. ... será arrojado al foso de los
leones? Sí, así quedó establecido de acuerdo con la ley de los medos y los persas. ¿Cuál es
el problema? Daniel, uno de los desterrados de Judá, no te ha obedecido, oh, rey, ni tampoco
ha obedecido la prohibición que firmaste. Ora todos los días, tres veces. ¿Daniel? No puede
ser cierto. ¿Están seguros? Ni siquiera lo ha negado. ¿Alguien lo vio? Todos nosotros lo
vimos, señor. Somos testigos. Pero ya es viejo. ¿Sabe lo que hace? Es un alto funcionario.
Seguro que sabe lo que significa obedecer al rey. Váyanse. ¿Arrestamos a Daniel? Yo me
encargaré de él. Daniel debe ser castigado, para que sirva de ejemplo. Lo quitaré de su cargo,
y abandonará la ciudad mañana por la mañana. Mi señor... Todos sabrán que la ley hay que
obedecerla. Pero la ley dice claramente que el culpable debe ser echado al foso de los leones,
mi señor. Ya sé lo que pretenden. ¿Es que no tienen vergüenza? La ley de los medos y los
persas dice que no se puede cambiar ningún decreto o prohibición que el rey haya emitido.
Solo queremos que el rey reciba la honra que se merece. Llévenlo al foso. Tu Dios, a quien
sirves con constancia, te rescatará. ¡Quiten la piedra! ¿Daniel? Daniel. Oh, rey, vive
eternamente. ¡Está vivo! ¡Súbanlo! Mi Dios envió a su ángel y cerró la boca de los leones, y
no me hicieron ningún daño, pues se me ha considerado inocente ante él. Y tampoco te he
hecho nada malo a ti, oh, rey. Armenia ahora es mía. Daniel no supo aprovecharse de ella. Sus
caballos son perfectos para nuestra caballería. Yo también me quedaré algunos. Está bien,
quédate tú con Armenia. Yo me quedaré con Bactriana y sus piedras preciosas. ¿No es
demasiado pronto para que se dividan el reino de Daniel? ¡Miren en el cuarto de atrás! ¿Qué
significa todo esto? ¡Quedan arrestados por delitos contra el rey Darío! A quien el rey mandó
arrestar fue a Daniel, no a nosotros. Daniel fue arrestado y echado al foso. Y fue liberado esta
mañana, sin un solo rasguño. ¡No puede ser! Puede que los leones no tuvieran hambre. O que
estén enfermos. ¿Enfermos? ¿Sin hambre? Échenlos al foso con sus familias, que prueben
sus teorías. ¡Nooo! —¡No hagas esto, yo te serví! — —¡Nooo! — —¡No, por favor! — —¡Nooo!
— Doy la orden de que la gente de todo rincón de mi reino debe temblar de temor ante el Dios
de Daniel. Porque él es el Dios vivo y permanece para siempre. Su reino nunca será destruido.
“Él rescata, salva y realiza milagros y cosas impresionantes en los cielos y en la tierra, porque
ha rescatado a Daniel de las garras de los leones”. ¿Darío escribió eso? Se lo ha enviado a
todo el mundo. Estábamos muy preocupados. ¿Te asustaste? Tuve mucho miedo. Pero
Jehová nos ayuda cuando tenemos miedo. A ellos les da miedo ir a Jerusalén. ¡Éfer! No lo
hemos decidido todavía. ¿Y tú? ¿Qué vas a hacer? El rey dice que todos podemos ir.
Me encantaría ir..., pero creo que ya es demasiado tarde para mí. Entonces, yo tampoco
quiero irme. Oh, no, no, no llores. Si te vas, verás una ciudad mucho mejor que la que yo dejé.
Verás cómo se cumplen las profecías. Y podrás ver una ciudad llena de gente que adora a
Jehová y un nuevo templo, el edificio más hermoso de toda la Tierra. ¿Viste al vecino de al
lado? No, no lo vi en todo el día. El otro día vi a Elí. Mantente cerca de Jehová. Él te va a
bendecir. “Una cosa le he pedido a Jehová [...]: que pueda vivir en la casa de Jehová todos
los días de mi vida para contemplar la bondad de Jehová y recrearme mirando su templo”.
Daniel, necesitas descansar. Daniel, eres un hombre muy valioso. He sido enviado a ti.
No tengas miedo, Daniel. Tus palabras han sido oídas desde el primer día en que te decidiste
de corazón a entender y a humillarte delante de tu Dios. He venido a hacer que entiendas lo
que le ocurrirá a tu pueblo en la parte final de los días. No me queda aliento. Y no tengo
fuerzas. No tengas miedo, hombre muy valioso. Ten paz. Sé fuerte. Sé fuerte. Habla, mi señor,
porque me has fortalecido. Te informaré de las cosas anotadas en los escritos de la verdad:
“¡Mira! Surgirán tres reyes más en Persia, y el cuarto acumulará mayores riquezas que todos
los demás”. Mi señor, ¿cuál será el resultado de estas cosas? Feliz el que se mantiene a la
expectativa. Sigue adelante hasta el fin. Descansarás, pero al fin de los días te levantarás para
recibir tu parte. Si comemos eso, desobedeceremos a nuestro Dios. ¿Temes a tu Dios?
Le temo. Las interpretaciones vienen de mi Dios, Jehová. Yo sé que él me revelará tu sueño.
Jehová está deseando darle a su pueblo cosas buenas. Conozco a Jehová y, si confío en él,
me premiará. No sé cómo lo hará, pero lo hará.
2:45 pm
Un edificio que esté construido con hormigón armado puede aguantar fuertes
terremotos. Un árbol con raíces fuertes y profundas puede permanecer de pie
aunque tenga que soportar muchas tormentas. Un atleta, después de un riguroso
entrenamiento, puede acabar con éxito un decatlón, una competencia de atletismo
de 10 pruebas. Bueno, tal como un edificio, un árbol o un atleta pueden ser
poderosos, los siervos de Jehová también podemos ser poderosos gracias a la fe.
En este discurso hablaremos de cómo la fe —que viene del espíritu santo, la fuerza
más poderosa del universo puede fortalecernos para superar cualquier… y repito,
“cualquier” prueba, problema o tentación que se nos presente. Y, aunque no nos
sintamos poderosos física o emocionalmente, la fe nos hace poderosos en sentido
espiritual. Y el poder espiritual es mucho más valioso que el físico o el emocional.
Si somos fuertes espiritualmente, seremos como Abrahán. Busquemos juntos
Romanos 4 y veamos qué dice sobre Abrahán, desde el versículo 18.
Aunque Abrahán tenía casi 100 años, y probablemente a veces se sintiera débil
física y emocionalmente, su fe lo hizo poderoso. De hecho, su fe lo hizo tan
poderoso que estaba segurísimo de que se cumpliría la promesa tan extraordinaria
de que Sara, su esposa, con 90 años, daría a luz un hijo. Estaba totalmente
convencido. Y, aunque aquello parecía imposible desde un punto de vista humano,
él no tenía la más mínima duda. De la misma manera, si tenemos una fe fuerte,
estaremos seguros de que todas las promesas de Jehová se cumplirán, sin importar
lo extraordinarias que parezcan. No vamos a tener ni la más mínima duda.
Teniendo presente el ejemplo de Abrahán, piense en un siervo de Jehová muy
mayor y con enfermedades crónicas. Podría parecer débil, pero esa apariencia
externa puede ser muy engañosa. Si ese hermano tiene el poder de la fe, es
realmente fuerte, como lo fue Abrahán. Esta maravillosa asamblea se preparó para
fortalecer nuestra fe, para que sea tan fuerte, tan poderosa, que podamos aguantar
cualquier prueba, problema o tentación que se nos presente. Y no habrá nada que
impida que seamos leales a Dios. Vamos a repasar ahora cómo cada día de esta
asamblea y la emocionante historia de Daniel han fortalecido nuestra fe.
Hablemos primero del VIERNES. El texto temático estaba tomado de Lucas 17:5:
“Danos más fe”. Esas fueron las sinceras palabras de los apóstoles de Jesús al darse
cuenta de que necesitaban más fe, y con humildad se la estaban pidiendo. ¿No nos
pasa a nosotros lo mismo? Sabemos que necesitamos más fe, y humildemente le
pedimos a Jehová que nos la dé. Pero la pregunta es ¿contestará Jehová nuestras
súplicas y nos dará fe? ¡Claro que sí!
El viernes vimos algunas de las maneras en las que Jehová nos contesta cuando
somos humildes y le pedimos fe. Como aprendimos el viernes, Jehová nos da fe
principalmente por medio de dos libros: la Biblia y el libro de la creación.
La primera serie de discursos nos mostró que la Biblia nos ayuda a tener fe en la
existencia de Dios, en la propia Biblia —la Palabra de Dios—, en las normas
morales de Dios y, por supuesto, a tener fe en el amor de Dios. Hablando de la
primera parte, ¿cómo nos ayuda la Biblia a tener fe en la existencia de Dios? Pues,
por ejemplo, en sus páginas encontramos argumentos con una lógica aplastante,
como el de Hebreos 3:4. ¿Recuerdan qué dice? Dice:
Hebreos 3:4 — “Claro, toda casa es construida por alguien, pero el que ha
construido todas las cosas es Dios”.
Ninguna persona que esté en sus cabales creería que una casa bonita se diseñó y
se construyó sola. Con mucha más razón, nadie en su sano juicio debería aceptar
la idea de que todas las cosas bonitas que vemos en la naturaleza se diseñaron y se
construyeron solas, o que son el resultado de la casualidad. Donde hay diseño, hay
siempre un diseñador. Vamos a poner un ejemplo. ¿Cuántas veces tendría que
arrojar pintura negra de una lata en una pared blanca hasta conseguir un mapa
perfecto de la ciudad de Nueva York, hasta que cada gota de pintura se esparza
perfectamente y dibuje sus calles, autopistas, túneles, puentes, pasos elevados y
monumentos, y cada cosa con su nombre? ¡Podría hacer eso millones de veces!
Y jamás conseguiría un mapa perfecto de la ciudad de Nueva York. ¿Y qué le
parece esto? Supongamos que sigue intentándolo durante 100.000 millones de
años, y, al final, le sale el mapa de una ciudad. Pero no, no es la ciudad de Nueva
York, es Warwick, Nueva York. Ahora tiene que empezar de nuevo si quiere
conseguir la ciudad de Nueva York. Claro, esto es solo una broma. Pero piense en
esto: una célula del cuerpo humano tiene un diseño mucho más complejo, mucho
más detallado que el mapa de una ciudad. El cuerpo de una persona está
compuesto de unos 100 billones de estas impresionantes células, que trabajan
perfectamente coordinadas.
En el tercer discurso, vimos que la Biblia nos ayuda a tener fe en las normas de
Dios. Nos dice cuáles son, nos anima a obedecerlas, y, al hacerlo, nos protegemos
física, emocional y espiritualmente. Somos felices, tenemos una buena conciencia
y nos va bien en la vida. Así no nos veremos obligados a aprender a base de malas
experiencias. Un refrán dice que “la experiencia es la mejor maestra”. ¡Totalmente
falso! La experiencia te enseña a base de golpes. Jehová es el mejor maestro.
Nuestro Dios, Jehová, hace “sabio al inexperto”, según Salmo 19:7.
En el cuarto discurso, vimos que la Biblia nos ayuda a tener fe en el amor de Dios.
Lo hace principalmente explicándonos que Dios entregó a su Hijo primogénito
para que muriera por nosotros y tuviéramos vida eterna. Pensémoslo, cuando la
gente da algo, ¿qué es lo que suele dar? Algo que les sobra o lo que no vayan a
necesitar. Pero Jehová dio lo más valioso que tenía, y eso le causó mucho dolor.
La evolución dice que los humanos descendemos de los simios. ¿Cómo podemos
sentirnos felices y amados pensando que nuestro padre fue un simio? Pero nuestro
auténtico Padre, Jehová, es la personificación del amor.
En LA TARDE DEL VIERNES, vimos la segunda serie de discursos, que abrió el libro
de la creación. Adentrarnos en este libro puede fortalecer nuestra fe. Hablemos del
primer discurso, que era sobre las estrellas. Isaías 40:26 dice que Jehová creó las
estrellas y que “a todas las llama por su nombre”. Párese a pensar en esto: ¿cuánto
tiempo le tomaría a usted nombrar solamente las estrellas de la Vía Láctea si dijera
un nombre por segundo? José, Pablo, Raquel, Sara... Bueno, los científicos calculan
que hay cerca de 400.000 millones de estrellas tan solo en la Vía Láctea. Si dijera
una por segundo, tardaría 400.000 millones de segundos. ¿Y cuánto es eso?
¡12.684 años! Más del doble del tiempo que ha pasado desde la creación de Adán.
Y después puede empezar con la siguiente galaxia. Y los científicos calculan que
debe haber dos billones de galaxias en el universo. Eso es igual a cinco veces la
cantidad de estrellas que hay en la Vía Láctea. Pensar en estos números puede dar
dolor de cabeza. Pero Jehová las creó, las mantiene y llama a cada una por su
nombre. En el discurso se explicó que, si Jehová puede hacer eso, no tendrá ningún
problema en recordar y volver a crear a todos los que están durmiendo en las
tumbas.
El segundo discurso se centró en la página del libro de la creación que habla de los
océanos. ¡Qué poderosos son! Pero el que los hizo es muchísimo más poderoso.
No hay duda de que nuestro poderoso Dios puede protegernos ahora y hasta el
final de la gran tribulación. El tercer discurso analizó la página que habla de los
bosques, y se nos explicó que los bosques tienen la impresionante capacidad de
repararse y renovarse a sí mismos. Y el asunto es que aquel que tuvo la sabiduría
para crear estos bosques sin duda sabe cómo reparar todo el daño que el hombre
le ha causado al planeta Tierra. El cuarto discurso se centró en el viento y el agua.
Y vimos que Jehová, en el pasado, usó el viento y el agua —especialmente en
forma de granizo— para vencer a sus enemigos y salvar a su pueblo. Y los volverá a
utilizar en el Armagedón. El quinto discurso nos enseñó el fascinante mundo de los
animales marinos, y vimos el animal más grande que existe en la Tierra: la ballena
azul. ¡Y menudo apetito tiene esta ballena! Según el video, puede comer toneladas
de alimento al día. Pero Jehová la alimenta. Y, si puede hacer eso, ¿acaso no puede
alimentarnos y cuidarnos si seguimos buscando primero el Reino? Ahora tenemos
más fe en que puede hacerlo y lo hará. El último discurso habló del increíble
cuerpo humano. Como se explicó, tiene la asombrosa capacidad de curarse y
autorrepararse cuando sufre daños. Piense en esto, si su auto se estropea o se
araña, ¿se arregla solo? No creo. ¿Qué pasaría si, cada vez que nos arañamos, nos
golpeamos o nos hacemos daño, nuestro cuerpo no se curara? En poco tiempo
nuestro aspecto sería lamentable. Pero Jehová, que hizo el cuerpo con esa gran
capacidad, podrá curar todas las enfermedades, rejuvenecernos y evitar que nos
enfermemos en el nuevo mundo. Y él ha prometido que lo hará.
La tercera serie de discursos volvió a hablar del libro que más fortalece nuestra fe,
la Biblia. Se habló de algunas personas que llegaron a tener una gran fe y de lo
que hicieron para conseguirla. Y, aunque estaban rodeados de personas sin fe,
ellos lograron tenerla. Seguro que fortaleció nuestra fe analizar el ejemplo de Abel,
Enoc, Noé, Moisés y los discípulos de Jesús. Estamos más decididos que nunca a
imitar a estos siervos fieles y no a aquella gente sin fe. Y sabemos que nos irá muy
bien, porque tenemos el mismo Padre y ayudante, que nos dará espíritu santo,
como lo hizo con ellos. Las tres series de discursos del viernes nos mostraron
claramente que Jehová nos responde cuando le pedimos más fe por medio de dos
libros: la Biblia y el libro de la creación.
Bueno, la pregunta es ¿nos dará Jehová más fe cuando se la pidamos? Desde luego
que sí. Una ayuda importante que ya nos ha dado son las profecías que
encontramos en la Biblia. Tan solo las profecías de Daniel han ayudado a millones
de personas a tener una fe muy fuerte. Por ejemplo, las profecías que se han
cumplido sobre el rey del norte y el rey del sur nos han fortalecido mucho.
A continuación veremos un VIDEO sobre este tema, que apareció en el programa
de mayo de JW Broadcasting®, presentado por el hermano Cook.
¡Qué video tan impactante! ¿Se fortaleció su fe al ver la exactitud del cumplimiento
de estas profecías? Estamos seguros de que sí. Y estamos completamente
convencidos de que el resto de esa profecía, incluida nuestra salvación, se va a
cumplir. Pronto, Cristo defenderá al pueblo de Dios y pondrá fin a este sistema
malvado. Sigamos estudiando a fondo estas y otras profecías. Si lo hacemos, la fe
que tenemos en nuestro sabio, todopoderoso y amoroso Padre seguro que será más
fuerte.
Hablemos ahora del PROGRAMA DEL SÁBADO, que tuvo como texto temático
Judas 3: “Luchen con todas sus fuerzas por la fe”. En la serie de discursos “Luchan
con éxito por la fe”, vimos que muchos que no están casados y muchos que están
casados con alguien que no sirve a Jehová están venciendo en su lucha por la fe.
Deseamos felicitarlos y decirles que los queremos. El discurso de bautismo animó
a los nuevos discípulos a seguir fortaleciendo su fe. Les damos una calurosa
bienvenida a todos los recién bautizados. Jehová los ama mucho, el Cuerpo
Gobernante los ama mucho, sus hermanos también los aman mucho, y estamos
muy felices de que ahora formen parte de la familia unida de incansables
luchadores por la fe. Las dos series de discursos de la tarde nos ayudaron a ver que
podemos demostrar nuestra fe dando de nuestro tiempo, energías y cosas
materiales para apoyar la obra del Reino y ayudar a otros. Y se habló de cosas
específicas que podemos hacer. Por ejemplo, aprender un nuevo idioma, mudarnos
adonde se necesite ayuda, solicitar ir a la Escuela para Evangelizadores, colaborar
en un proyecto de construcción o apartar algo para la obra del Reino. El discurso
“Luchen con todas sus fuerzas por la fe” nos recordó que, como sucede en todas
las luchas, en nuestra lucha tenemos enemigos. Por ejemplo, tenemos que rechazar
las mentiras de los apóstatas y los cuentos falsos de otros opositores que pretenden
sembrar dudas y debilitar nuestra fe. Satanás es muy hábil usando insinuaciones,
medias verdades y mentiras. Por eso, no nos sorprende que los medios de
comunicación, a menudo manipulados por apóstatas, líderes religiosos y otros
opositores, también se valgan con frecuencia de insinuaciones, medias verdades y
mentiras para atacar a la organización de Jehová. Piensen en esto: la fe es parte del
fruto del espíritu, es algo que Jehová nos da para fortalecernos, mientras que las
dudas son una herramienta que el Diablo utiliza para debilitarnos. ¿Recuerdan lo
que le dijo Satanás a Eva? “¿De veras les dijo Dios que no pueden comer de todos
los árboles del jardín?”. “¿De verdad les dijo eso?”. ¿Por qué lo preguntó así? Para
sembrar dudas y acabar con su fe; y lo consiguió. Y, en nuestro caso, si no tenemos
cuidado, las dudas pueden acabar con nuestra fe. Pero una fe fuerte impide que
entren dudas en nuestra mente y corazón. Sigamos hablando un poquito más de
los apóstatas. Supongamos que un apóstata toca a su puerta y le dice: “Me gustaría
entrar en su casa, sentarme con usted y enseñarle algunas ideas apóstatas”. No lo
escucharíamos ni un minuto, le diríamos que se fuera por donde vino. Pero ¿y si
ese mismo apóstata tratara de entrar en su casa a través de la televisión o la
computadora? Pues, hermanos, deberíamos rechazarlo con la misma
contundencia. Segunda de Juan 10 dice que “si alguien viene a ustedes y no trae
estas enseñanzas, no lo reciban en sus casas”. Que no entren ni por la puerta ni
por la televisión o la computadora. Es triste que algunos se engañen a sí mismos
pensando: “Si escucho a este apóstata en la televisión o en internet, o leo su libro,
veré lo equivocado que está y tendré una fe más fuerte. Y, si alguien usa sus
argumentos en la predicación, estaré preparado para responder. ¡Qué forma de
pensar tan insensata! Sería como si pensáramos: “Si pruebo comida apestosa y
podrida de la basura, eso me ayudará a reconocer cualquier comida en mal
estado”. Pues no sería muy sabio, ¿verdad? En vez de envenenar nuestra mente con
ideas apóstatas, escuchamos a Dios todos los días leyendo la Biblia, así
fortalecemos nuestra fe.
Y, por cierto, ¿CÓMO LUCHÓ DANIEL CON TODAS SUS FUERZAS POR LA FE?
Algo que hizo fue no ceder ante la presión. ¿Se imaginan la presión a la que tuvo
que enfrentarse cuando le ofrecieron los manjares y el vino del rey? ¿Cómo fue
capaz de rechazarlos? La respuesta la podemos encontrar en Daniel 1:8. Ahí dice:
¿Se fijaron? Daniel ya había decidido “en su corazón” lo que iba a hacer. Y lo hizo
porque estaba convencido de que cualquier cosa que Jehová le pidiera era por su
bien. Igual que Daniel, tenemos que luchar con todas nuestras fuerzas por la fe.
¿Lo están presionando ahora en la escuela, en el trabajo o incluso en casa para que
ceda? Si es así, por favor, no se rinda y no ceda. Medite en el ejemplo de Daniel y
luche por su fe. Decídase a obedecer a Jehová, porque obedecerlo siempre es lo
mejor, y, si lo hace, nunca se arrepentirá. A Daniel también lo presionaron con
amenazas. ¿Se imaginan cómo se sintió Daniel cuando se enteró de que su
siguiente oración podría costarle la vida? ¿Qué lo ayudó a mantenerse fiel? Vamos
a buscar Daniel 6:10 para encontrar la respuesta.
Daniel 6:10 — “Pero, tan pronto como Daniel se enteró de que el decreto se
había firmado, fue a su casa, que tenía las ventanas de la habitación de la
azotea abiertas hacia Jerusalén. Y siguió arrodillándose, orando y alabando a
su Dios tres veces al día, tal como siempre había hecho hasta ese momento”.
Él sabía que eso era lo correcto y no dudó en hacerlo. Daniel era constante en su
adoración. Daniel 6:16 dice que el profeta servía “con constancia” a su Dios.
La Atalaya explicó que la palabra original que se traduce como constancia
básicamente significa “moverse en círculo”, que da la idea de continuidad. Daniel
nunca interrumpió su adoración a Jehová, tal como la línea de un círculo no se
interrumpe, no tiene fin. Por favor, presten atención a la siguiente
ESCENIFICACIÓN, en la que un hermano se enfrenta a un posible arresto. Pero
pensar en el ejemplo de Daniel lo ayuda a seguir sirviendo a Jehová con
constancia en medio de esas circunstancias tan difíciles.
HERMANO: Al final me
arrestaron.
HERMANO LEYENDO UNA CARTA:
Te extrañamos mucho, pero estamos muy
orgullosas de ti. Sabemos que pase lo que pase
en el juicio mantendrás tu fe, y nosotras también.
Tal como le ocurrió al hermano del video, a nosotros nos perseguirán. Segunda a
Timoteo 3:12 dice:
Timoteo 3:12 — “Todos los que desean vivir con devoción a Dios en unión con
Cristo Jesús también serán perseguidos”.
Mediante un ángel, Jehová le aseguró a Daniel que era valioso y que seguía siendo
útil para él. Daniel se dejó animar por Jehová. Y, después, Jehová le reveló la
emocionante profecía del rey del norte y del rey del sur, que Daniel escribió para
nuestro beneficio. Aunque era mayor y estaba débil, este valioso hombre seguía
siendo muy útil para Jehová.
¡Qué video tan conmovedor! ¿No es cierto? Y usted, ¿no puede hacer todo lo que
le gustaría por culpa de los achaques de la edad? Entonces, piense en el ejemplo
de Daniel y deje que Jehová lo anime. Y recuerde, las cosas que hizo en el pasado
todavía son muy valiosas para Jehová. Nunca las olvidará. Y todo lo que haga
ahora por él, aunque parezca poco, también es muy valioso para Dios. Los
animamos a todos, sean jóvenes o mayores, a imitar a Daniel y a no dejar de
luchar con todas sus fuerzas por la fe.
Hablemos ahora del programa de hoy (DOMINGO), el texto temático está sacado
de Mateo 21:21: “Si tienen fe [...] pasará”. Por la mañana fortaleció mucho nuestra
fe escuchar la serie de discursos “Imitemos a las mujeres de fe”. En cada uno de
los discursos, se habló del ejemplo de una mujer de fe que se enfrentó a desafíos
enormes como montañas. Sara tuvo que dejar una vida cómoda para empezar a
vivir como una nómada. Y, durante muchos años, no pudo tener hijos. Rahab tuvo
que actuar con decisión y arriesgar su vida para proteger a los espías israelitas y
ponerse del lado del pueblo de Dios. Además, tuvo que dejar la vida inmoral que
llevaba. Ana continuó sirviendo a Jehová a pesar de que durante muchos años fue
estéril y Peniná se burlaba de ella. A la niña israelita prisionera, una banda de
saqueadores sirios la separó por la fuerza de su familia, pero ella nunca dejó de
hablar con valor a otros sobre Jehová. María aceptó una misión difícil, la de dar a
luz, cuidar y educar al Hijo de Dios. La mujer fenicia fue valiente y le pidió a Jesús
con insistencia que ayudara a su hija, que estaba poseída por un demonio.
Y consiguió que la ayudara. Marta tuvo que pasar por la triste pérdida de su
hermano, pero siguió creyendo en que Jesús tenía el poder de resucitarlo. Las
hermanas Ishii y Toom, de las que se habló en el último discurso, son ejemplos de
fe de tiempos modernos. Las dos se negaron con valor a renunciar a su fe aunque
eso les costó estar en prisión muchos años. Y todo por ser testigos de Jehová. Todas
y cada una de estas mujeres se enfrentaron a obstáculos como montañas, pero
Jehová las recompensó por su fe. Ellas tenían fe en que Jehová las ayudaría, y
Jehová no las decepcionó nunca.
Y nosotros, ¿qué cosas buenas podemos esperar de Jehová si tenemos una fe fuerte?
Pues, hablemos de algunas de las cosas que esperamos que ocurran dentro de
poco. Por ejemplo, la parte final del sueño de la imagen de Nabucodonosor, que se
describe en Daniel 2, se cumplirá. Las cuatro partes superiores de la imagen de
Nabucodonosor son cuatro potencias mundiales que llegaron y se fueron, tal como
se profetizó. Hoy día, la potencia mundial de Estados Unidos y Gran Bretaña —
simbolizada por los pies de hierro y barro — es la que domina. Y está cada vez
más claro que esta última potencia mundial es una mezcla de hierro y barro que
no se mantiene unida. Y tal como el hierro mezclado con barro es más débil que el
hierro sólido, la potencia de Estados Unidos y Gran Bretaña es más débil que el
Imperio romano, del que salió, que era de hierro. La capacidad de Estados Unidos
y Gran Bretaña de actuar con la fuerza del hierro se debilita por culpa del barro;
personas que se alzan contra los gobiernos para reclamar sus derechos mediante
revueltas, campañas por los derechos civiles y movimientos independentistas. Ya se
profetizó en Daniel 2:42: “El reino será en parte fuerte y en parte frágil”. Y, hoy día,
este hecho está más claro que nunca. Pero, aunque esta potencia mundial está
debilitada, no va a acabar sencillamente autodestruyéndose. Busquemos Daniel 2 y
veamos cuál será su final. Es un texto muy conocido, Daniel 2:44.
Daniel 2:44, 45 — “En los días de esos reyes, el Dios del cielo establecerá un
reino que nunca será destruido ni pasará a manos de ningún otro pueblo. [...]
Hará añicos y pondrá fin a todos esos reinos, y será el único que permanecerá
para siempre, tal como viste que pasaba cuando se cortó una piedra de la
montaña, aunque no con manos humanas [sino las de Jehová], y la piedra hizo
añicos el hierro, el cobre, el barro, la plata y el oro. El Gran Dios le ha revelado
al rey lo que sucederá en el futuro. El sueño es verdadero y su interpretación es
digna de confianza”.
Este pasaje describe cómo el Reino de Dios, representado por la piedra, hará
añicos a todos los gobiernos humanos en el Armagedón. Y es interesante que
Daniel 2:34 diga que la piedra—“el Reino de Dios”, golpeará la imagen—“los
gobiernos humanos” en los pies de hierro y barro. Esto deja claro que el
Armagedón vendrá mientras aún domine la potencia formada por Estados Unidos y
Gran Bretaña, la última potencia mundial humana. Igual que Daniel, nosotros
tenemos fe en lo que dice el versículo 45: “El sueño es verdadero y su
interpretación es digna de confianza”. No hay ninguna duda, el Reino de Dios
destruirá a todos los gobiernos en el Armagedón mientras aún exista la potencia de
Estados Unidos y Gran Bretaña.
Tal como la parte final del sueño de la imagen se cumplirá dentro de poco,
también se cumplirá la parte final de la visión de Daniel que está en el capítulo 7.
En ese capítulo, Daniel describe cuatro bestias salvajes que simbolizan cuatro
potencias mundiales de la antigüedad. Es apropiado que se las describa como
bestias salvajes, porque no gobernaron con bondad, sino con dureza, como si
fueran bestias. Esas cuatro potencias mundiales son Babilonia, Medopersia, Grecia
y Roma; son las mismas cuatro potencias mundiales representadas por los cuatro
metales de la parte superior de la imagen de Nabucodonosor. Pero en el versículo
8 Daniel describe un cuerno que salió de la cabeza de la cuarta bestia —Roma—,
y ese cuerno tenía ojos, ese cuerno tenía boca, y esa boca hablaba con arrogancia.
Pues, este cuerno arrogante simboliza la potencia formada por Estados Unidos y
Gran Bretaña; de nuevo, la última potencia. ¿Y qué se predijo que pasaría a
continuación? Busquemos Daniel 7 para ver qué pasa después. Daniel 7, y
leeremos a partir del versículo 26.
Ahora bien, hay muchas otras profecías en el libro de Daniel, que no tenemos
tiempo de ver ahora, que se han cumplido al pie de la letra. Y el cumplimiento de
tantas profecías nos convence por completo de que estamos muy adentrados “en el
tiempo del fin”. Muy pronto seremos testigos del cumplimiento de Daniel 12:1,
donde dice que “Miguel, el gran príncipe”, se levantará, y habrá un tiempo de gran
angustia. Pero el pueblo de Dios se salvará, “todo el que esté anotado en el libro”.
Daniel 12:13 — “En cuanto a ti, sigue adelante hasta el fin. Descansarás, pero
al fin de los días te levantarás para recibir tu parte”.
Daniel le sirvió a Jehová fielmente hasta el final de su vida. Siguió adelante “hasta
el fin”, y ahora está descansando. Pero pronto se levantará, cuando resucite
durante el Reinado Milenario de Cristo para recibir su parte en el nuevo mundo.
Por favor, vean el siguiente VIDEO en el que escucharán la canción que luego
cantaremos para concluir esta asamblea. Les gustará mucho.
Pero, aunque estos tres enemigos son poderosos, nuestra fe “que viene del espíritu
santo, una fuerza invencible” nos hace más poderosos, como grupo y como
individuos, que estos tres enemigos juntos. Muy pronto nos atacará otro poderoso
enemigo. Este intimidante adversario es una coalición de naciones llamada Gog en
Ezequiel 38. Ese capítulo dice que Gog vendrá con “un ejército enorme, una gran
fuerza militar”. “Como nubes que cubren el país”, vendrán contra el pueblo de
Dios. Este escenario puede parecer aterrador. Pero, queridos hermanos, gracias a la
fe, ustedes serán más fuertes que Gog, y lo seguirán siendo hasta que Jehová
intervenga milagrosamente en el Armagedón. En realidad, el Armagedón es una
operación de rescate. Dios intervendrá y eliminará a Gog para siempre, lo barrerá
con “la escoba del exterminio”.