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Apuntes

Asamblea Regional del 2021


Poderosos Gracias a la Fe
SÁBADO | Judas 3

“Luchen con todas


sus fuerzas por la fe”

1:35 Video musical

1:45 Canción 24

1:50 Cómo demuestran fe nuestros hermanos de...


• ... África • ... Asia
• ... Europa • ... Norteamérica y Centroamérica
• ... Oceanía • ... Sudamérica

2:15 SERIE DE DISCURSOS: Entre con fe por la puerta para trabajar más

• Aprenda un nuevo idioma (1 Corintios 16:9)


• Múdese adonde se necesite ayuda (Hebreos 11:8-10)

TARDE
• Solicite ir a la Escuela para Evangelizadores del Reino (1 Corintios 4:17)
• Colabore con una obra de construcción teocrática (Nehemías 1:2, 3; 2:5)
• Aparte algo para la obra del Reino (1 Corintios 16:2)

3:15 Canción 84 y anuncios

3:20 REPRESENTACIÓN DRAMÁTICA:


Daniel, un hombre de fe (parte 1)
(Daniel 1:1-2:49; 4:1-33)

4:20 “Luchen con todas sus fuerzas por la fe”


(Judas 3; Proverbios 14:15; Romanos 16:17)

4:55 Canción 38 y oración de conclusión


TARDE

1:35 Video musical

1:45 Canción 24 ~“Subamos a la montaña de Jehová”

1:50 pm

Cómo Demuestran fe Nuestros Hermanos

La Fe Verdadera nos Motiva a Actuar. Y la Vida de Nuestros Hermanos de Todo el


Mundo así lo Demuestra. Seguro que Les Encantará Escuchar las Experiencias de
Hermanos de Seis Regiones Diferentes. Veamos Cómo Demuestran fe Nuestros
Hermanos.

“Por Medio de la Fe Derrotaron Reinos, Hicieron Justicia, Obtuvieron Promesas,


Cerraron la Boca De Leones, Apagaron la Fuerza del Fuego, Escaparon del Filo de
la Espada, Pasaron de Estar Débiles a Ser Fuertes, Fueron Poderosos en la Guerra e
Hicieron Huir a Ejércitos Invasores”. La Fe en Jehová Hizo que Personas Comunes y
Corrientes Hicieran Cosas Extraordinarias. Esta Clase de Fe Todavía Existe y Puede
Ayudarnos a Hacer Frente a Cualquier
Dificultad. Vamos a Viajar por el
Mundo Para Ver Cómo la Confianza
Absoluta en Jehová Ha Ayudado a
Muchos Hermanos a Enfrentarse a las
Pruebas. Visitaremos Varios Países Para
Ver Cómo Ha Ayudado la Fe a
Algunos Hermanos. Escuchemos su
Historia Contada por Ellos Mismos y
por Algunos de sus Amigos. Hagamos
Nuestra Primera Escala.
Cómo Demuestran Fe
Nuestros Hermanos de
“África”

ZAMANI MQATHUSELI: Sudáfrica es un país lleno


de contrastes y con una gran diversidad. Tiene
ciudades grandes y modernas, y lugares más
apartados y pobres. Esto presenta buenas
oportunidades para los voluntarios de construcción,
pero también implica grandes desafíos que ponen a
prueba su fe. Ese ha sido el caso de nuestra joven
amiga Namhla. Mi esposa y yo admiramos la fe que ella demostró al ofrecerse
como voluntaria y que también la ha ayudado a no perder la alegría.

NAMHLA SIMANGA: En mi familia, yo soy la única


testigo de Jehová. Lo que mi madre siempre ha
deseado para mí era que creciera, que fuera a la
universidad y que, con el tiempo, consiguiera un
trabajo muy bueno, en el que ganara muchísimo
dinero. Los hermanos de mi congregación
empezaron a construir un Salón del Reino, y yo a
veces iba a ayudarlos. Yo también quería sentir la alegría que sentían aquellos
hermanos cuando construían Salones del Reino. Cuando mi
madre se enteró de que yo también iba a participar en la
construcción de salones, no le gustó nada. Le parecía que
eso era perder el tiempo. Cuando llegué al lugar de la
construcción, yo no sabía hacer nada. Nunca había hecho
ninguno de esos trabajos, así que todo era nuevo para mí.
La verdad es que no es nada fácil. A veces acabo agotada,
tanto mentalmente como físicamente. Hay días en los que
me resulta difícil hasta leer la Biblia. Tan solo quiero
bañarme y meterme en la cama.

ZAMANI MQATHUSELI: Para nuestra amiga Namhla, lo más importante es tratar


de encontrar el equilibrio, porque para ella lo primero es su relación con Jehová, y
no el trabajo construyendo salones.
NAMHLA SIMANGA: Me di cuenta de que tenía que hacer
algo urgentemente, porque mi relación con Jehová ya
no estaba como antes. Así que decidí hacer cambios
en mi rutina. Decidí que, cada día, antes de ir a la
construcción, leería la Biblia y meditaría en ella.
También hice planes para salir a predicar todas las
semanas. La oración me ayudó mucho porque es la
única forma en la que le puedo contar a Jehová todo
lo que me preocupa. He podido comprobar personalmente
que Jehová me ha ayudado siempre.

ZAMANI MQATHUSELI: Nos hemos dado cuenta de que ahora ella es más
equilibrada.

NAMHLA SIMANGA: Mi madre me llamaba por teléfono y me preguntaba:


“Namhla, ¿cómo va la construcción?”. Y luego me decía: “Si ese trabajo te hace
feliz, a mí también me hace feliz”. Al principio tenía miedo, pero después la fe me
ayudó a confiar en que Jehová siempre estará ahí para ayudarme en todo lo que
haga.
Cómo Demuestran Fe
Nuestros Hermanos de
“Norteamérica”

SHANNON SLATTERY: Canadá es un país muy


variado, tanto por sus paisajes como por su gente.
Debido a la inmigración, en el país hay muchas
culturas e idiomas diferentes. Por eso muchos
hermanos han aprendido otros idiomas para
predicarles, como mi amigo Shaquille. Cuando
invitaron a Shaquille a Betel, yo también estaba
sirviendo allí, en la sucursal de Canadá. Era un placer ver a este joven que tenía
tantas metas y ver cómo Jehová le abría las puertas una por una. Él le había hecho
una promesa a Jehová cuando era más joven.

SHAQUILLE GREAVES: Siempre he querido ayudar a


esas personas que no tienen quien las ayude. Jehová
vio algo bueno en mí. Invirtió en mí, fue muy
paciente conmigo, y vi cómo utilizaba a los hermanos
para ayudarme. Al meditar en cómo es Jehová, quieres
imitarlo y quieres hacer cosas buenas por los demás.
Así que aprender un idioma me dio una gran
oportunidad para hacer eso. Empecé a aprender punyabí y jamás me he
arrepentido. Le dio un giro a mi servicio a Jehová. Mientras estaba sirviendo en
Betel, me puse muy muy enfermo. Era algo muy raro, no sabía qué me pasaba y
ningún médico supo decirme qué tenía. ¡Hasta mi
aspecto físico cambió! Me sentía muy mal, era un
sufrimiento constante. Muchas veces no quería que nadie
me viera. Cuando sirves en una congregación de habla
extranjera, se supone que estás ahí para ayudar, pero eso
es muy difícil cuando tú mismo necesitas que te ayuden.

SHANNON SLATTERY: Creo que todos sus amigos admirábamos su fe. La fe que
Shaquille demostró lo ayudó a superar ese problema. Y, aunque era un momento
muy difícil para él, siempre se aferró a Jehová.
SHAQUILLE GREAVES: Si hasta ahora Jehová siempre ha estado a mi lado, ¿por
qué voy a dudar de que lo seguirá estando?

SHANNON SLATTERY: No podía dormir, y al final tuvo que dejar Betel.

SHAQUILLE GREAVES: Al salir de Betel, mi salud fue empeorando cada vez más.
Estaba tan mal que llegó el punto en que los médicos temían que me fallara algún
órgano vital. Pero no me daban ninguna solución. Parecía que no había nada que
hacer.

SHANNON SLATTERY: Él siguió esforzándose en la congregación, aunque pasó


por momentos muy difíciles.

SHAQUILLE GREAVES: Tenía que ver mi situación de manera realista. Tenía que
ver cómo iba a poner el Reino en primer lugar y, a la vez, cómo iba a mantenerme
en sentido económico. Y, claro, también quería averiguar qué me estaba pasando y
qué podía hacer.

SHANNON SLATTERY: Al final, Shaquille decidió seguir


con el punyabí. Algo que hace Shaquille y que me gusta
mucho es que, cuando lee un relato bíblico, de verdad se
mete en él y se imagina que está allí. Siente que es el
protagonista de la historia. Meditar en lo que leía lo
ayudó a darse cuenta de que, aunque no viera la salida,
Jehová siempre iba a estar con él en los momentos difíciles.

SHAQUILLE GREAVES: ¿Que qué voy a hacer? Cumplir


con lo que le prometí a Jehová.

SHANNON SLATTERY: Shaquille sigue predicando a las


personas de habla punyabí junto a su esposa, y hasta da
clases de ese idioma. Es un pastor muy cariñoso.
Cómo Demuestran Fe
Nuestros Hermanos de
“Asia”

CRISTÓBAL DE DIOS (Superintendente de circuito):


Aquí la gente trabaja muy duro y busca seguridad a
través de trabajos estables. Esta influencia puede ser muy
dura para los hermanos, porque sienten que no pueden
expandir su ministerio. Cuando conocí a los Jatmiko,
comenzaron a servir como precursores. Se lo pregunté
directamente: “¿Quisieran ustedes ser usados por Jehová más plenamente?”.

KRISTANTIYO JATMIKO: ¡No sabía qué hacer!


MARDHA JATMIKO: Para nosotros, ser precursores ya
era mucho. La verdad es que era todo un logro.

CRISTÓBAL DE DIOS: Comencé a animarlos para que pensaran ellos en la Escuela


para Evangelizadores del Reino.

MARDHA JATMIKO: Nunca me imaginé que haríamos la


solicitud para asistir a la Escuela para Evangelizadores.
Nos gustaba la idea y queríamos que Jehová nos
usara. Pero ¿qué pasaría después de la graduación?
¿Adónde nos mandarían? ¿Cómo sería la vida allí?
KRISTANTIYO JATMIKO: Necesitábamos más fe,
así que oramos mucho a Jehová sobre el tema.
MARDHA JATMIKO: Jehová utilizó a los hermanos de la congregación para
responder mis oraciones.

CRISTÓBAL DE DIOS: Mardha..., ella tenía un trabajo


prestigioso. Varias veces se le ofrecieron becas para poder
continuar la educación superior, para que pudiera ella
avanzar en su carrera.
KRISTANTIYO JATMIKO: Los hermanos de la
congregación nunca criticaron a Mardha por el
trabajo que tenía. Más bien, siempre nos
contaban lo felices que eran haciendo más por
Jehová.
MARDHA JATMIKO: Cuando todavía no había
tomado la decisión, algunos hermanos me
preguntaban si tenía metas espirituales y querían saber qué me gustaría hacer.
Todas aquellas preguntas hicieron que me diera cuenta de que lo que quería hacer
era ir a la Escuela para Evangelizadores.

CRISTÓBAL DE DIOS: Se les invitó a que pudieran asistir a la escuela. Ellos


tuvieron que dejar sus trabajos, su casa, la
comodidad del lugar y la ciudad donde vivían.
Fueron asignados a una congregación pequeña.
Tuvieron que orar más para pedir a Jehová Dios
guía y dirección. Ellos, por el momento, están
sirviendo como superintendentes viajantes
atendiendo un circuito.

KRISTANTIYO JATMIKO: Mardha y yo estamos


convencidos de que no lo logramos por nuestros
propios méritos, sino gracias a la ayuda de Jehová.
MARDHA JATMIKO: Si deseamos servir a Jehová y
queremos serle útiles, Jehová nos utilizará de
muchísimas formas.
Cómo Demuestran Fe
Nuestros Hermanos de
“Oceanía”

KINI LAGAVAKATINI (Superintendente de circuito):


Fiyi es un país muy hermoso. Pero aquí también hay
mucha pobreza. Por ejemplo, la hermana Bakata tiene
muy pocos recursos económicos.

ALIVETA BAKATA: Mi esposo era un


hombre muy trabajador. Un día,
cuando estábamos en el agua,
escuché que me gritaba desde el
manglar. Cuando llegué adonde
estaba, me di cuenta de que le había
dado una especie de ataque cerebral.
A partir de ese día, tuve que hacer el trabajo de los dos. Tuve que
cultivar la tierra, ir a pescar... Fue una situación muy dura.

KINI LAGAVAKATINI: Cierto día, una hermana se puso enferma. Y, aunque la


hermana Bakata ya tenía bastante con sus problemas, se ofreció con gusto para
lavarle la ropa o limpiarle la casa a la hermana enferma. Recuerdo cuando el
ciclón Keni golpeó la isla de Kadavu.

ALIVETA BAKATA: Me asusté mucho al ver los daños que


el ciclón había hecho a nuestra casa. La cocina, que estaba
afuera, había salido volando. Cuando me enteré de lo que
les había pasado a los hermanos, me dio mucha lástima.
El viento había arrancado los techos de sus casas y las
paredes se habían derrumbado.

KINI LAGAVAKATINI: ¿Saben lo


que hizo la hermana Bakata? Solo
tenía 20 dólares fiyianos. No tenía nada más. Pero decidió
dárselo todo a los hermanos que lo necesitaban.
ALIVETA BAKATA: No tenía otra forma de ayudarlos. Jehová
es “el Dios de amor”. Como dice 1 Juan 4:8, el
amor es su principal cualidad. Ese amor me
impulsó a darles todo el dinero que tenía.
Aprendí que, aunque seamos pobres, todos
podemos ser generosos y ayudar a nuestros
hermanos. Cuanto más doy, más me da Jehová.
Hasta el día de hoy, siempre hemos tenido lo
que hemos necesitado.
Cómo Demuestran Fe
Nuestros Hermanos de
“Sudamérica”

DANIEL GUILLÉN FLORES (Superintendente de


circuito): Como muchos hermanos y hermanas en el
mundo, en el Perú se trabaja duro para poder
satisfacer las necesidades económicas. Benjamín y
Doris tienen que estirar el dinero hasta que pueda
cubrir las necesidades básicas.

DORIS VARGAS: Queremos dejar a nuestros hijos la


herencia espiritual.
BENJAMÍN VARGAS: Queremos que ellos puedan
servir a Jehová viendo cómo lo hacemos nosotros.

DORIS VARGAS: Vemos muchos videos que nos ayudan.


BENJAMÍN VARGAS: Recordamos mucho el video
de Abilio y Ulla. También tenían tres hijos. Y ellos se
mudaron a otro lugar, y ellos crecieron en un
ambiente espiritual muy bonito. Sirven a Jehová
ahora que son adultos. Entonces nos preguntamos:
“¿Podemos mudarnos nosotros a un lugar donde
haya más necesidad?”.

DANIEL GUILLÉN FLORES (Superintendente de


circuito): Ir a un lugar donde quizás no conocen es
cuestión de fe.

DORIS VARGAS: En un video de jw.org, nos ayudó mucho la familia de Inglaterra


que se mudó al Ecuador, que ellos primero fueron un mes. Entonces, nosotros
dijimos: “También tenemos que ir primero”. Salir a otro país sería muy
emocionante, sería súper, pero la situación económica no nos permite ir tan lejos.
BENJAMÍN VARGAS: Hicimos un viaje junto con nuestros
hijos buscando un territorio que tuviera necesidad, que se
llama Calango. El tiempo del viaje es aproximadamente
una hora y treinta minutos. Les gustó la geografía, bastante
vegetación... Muchas cosas que les llamaron la atención.
HIJO: Las cosas que me gustan en Calango son jugar, ir a
predicar...
DORIS VARGAS: No nos pudimos cambiar a la ciudad de
Calango debido a la situación económica que vive el pueblo.
BENJAMÍN VARGAS: Es difícil conseguir trabajo allá. Entonces decidimos, por esa
razón, viernes, sábado y domingo, viajar a Calango. Trabajar unos días acá, en
Pachacamac.
DORIS VARGAS: Y hemos sentido que Jehová nos está ayudando, porque hace que
podamos trabajar acá, y el dinero que juntamos en esos días nos puede servir para
estar allá con los hermanos.
BENJAMÍN VARGAS: Necesitamos saber simplificar las
cosas. Eso aprendimos de los videos de jw.org.
HIJO: Todo ese esfuerzo que hacen me demuestra a mí que
ellos aman de verdad a Jehová.

DANIEL GUILLÉN FLORES: Confían plenamente en que Jehová es nuestro Padre.


Es el papá, y un papá sabemos que cumple con sus hijos. Y esa fe es algo que los
motiva mucho a ellos.

BENJAMÍN VARGAS: Los videos de jw.org han sido el


empuje que necesitábamos. Necesitábamos esos videos para
poner manos a la obra y salir a otro lugar.
Cómo Demuestran Fe
Nuestros Hermanos de
“Europa”

Narrador: Por toda Rusia, nuestros hermanos han aguantado fielmente décadas de
persecución y prohibiciones. La familia Budenchuk, como muchas otras familias,
sigue enfrentándose a estos problemas.

TATIANA BUDENCHUK: El 12 de junio de 2018, a


las cinco y media de la mañana, unos agentes
armados entraron por la fuerza en nuestra casa.
Tiraron a mi esposo al suelo y lo esposaron. Después
de eso, lo pusieron en prisión preventiva durante
11 meses. Me daba miedo imaginar lo que le
estarían haciendo.

VERA POREZANOVA: Fue muy duro para Tatiana,


lloró muchísimo.

TATIANA BUDENCHUK: Me preocupaba no poder


cuidar de mis hijos yo sola. No sabía cómo cubriría sus
necesidades espirituales, emocionales y físicas. Orarle a
Jehová me tranquilizó y me ayudó a mantener la calma,
y a no dejarme llevar por las emociones ante la
injusticia que estábamos viviendo. Durante el juicio,
vinieron muchos hermanos y hermanas a darme su
apoyo. Eso fue muy animador y fortaleció mi fe. El 19 de
septiembre de 2019, el tribunal declaró culpable a mi
esposo y le impuso una pena de tres
años y medio en una colonia
penitenciaria. Después de eso, en
enero de 2020, sufrimos otra
desgracia. Una noche, a la una de la
madrugada, nuestra casa se quemó
por completo. Nos quedamos allí, frente a la casa, mirándola...,
y mi hijo Yégor sugirió que hiciéramos una oración.
No recuerdo la oración, pero sí recuerdo lo calmada que me sentí después.
Comenzaron a llegar automóviles a la casa, ¡eran los hermanos de la
congregación! Yo estaba muerta de frío, estaba temblando, y me abrigaron como si
fuera una niña pequeña. Nos trajeron té caliente, comida..., todo de la mejor
calidad. Un mes después del incendio, cuando trasladaron a mi esposo a la
colonia penitenciaria, unos funcionarios de la prisión le dieron una paliza. Cuando
me enteré de lo que había pasado, me sentí muy angustiada. Fue muy duro porque
quería ayudarlo y no sabía cómo. No sabía ni cómo estaba.

VERA POREZANOVA: Tatiana ha sido muy valiente al enfrentarse a las pruebas.

TATIANA BUDENCHUK: Le oraba a Jehová, a veces toda la noche. Y, entonces,


sentía como si él vendara mis heridas y calmara mi dolor. Mi esposo, Alexéi,
intenta cuidar de nosotros. Por ejemplo, cuando estaba en
prisión preventiva, nos escribía cartas para animarnos y yo las
leía con mis hijos.

CARTA DE ALEXÉI: Querida familia: Recuerden las cualidades


que necesitamos ahora. Aguante, valor, calma y, lo más
importante, fe. Me gusta pensar que, después del invierno,
siempre llega el verano. Después de la noche, siempre llega el
día. Y, después de los días más nublados, siempre sale el sol.

TATIANA BUDENCHUK: Una buena rutina espiritual y leer la


Biblia me ha dado fuerzas para aguantar las pruebas. También
nos preparamos para las reuniones y predicamos, aunque
reconozco que al principio me daba mucho miedo. Pero esta
situación me ha ayudado a ver la mano de Jehová. Me he
dado cuenta de que, a pesar de lo que estoy pasando, puedo ayudar a los demás.
Jehová nos ha apoyado hasta ahora, y estamos totalmente seguros de que lo seguirá
haciendo.

VERA POREZANOVA: Ver cómo ellos afrontan las pruebas con tanto valor, con esa
fe tan fuerte, me recuerda que nosotros también podemos ser fieles, que podemos
hacer feliz a Jehová y seguir sirviéndole sin desanimarnos.

TATIANA BUDENCHUK: Hemos aprendido a confiar más en Jehová y a


no dejarnos llevar por el pánico. Pasar por todas estas pruebas me ha hecho mucho
más fuerte, me ha ayudado a superar mis miedos. Además, ha fortalecido mi fe y
mi deseo de ayudar a los demás.
Narrador: Como vimos, nuestros hermanos de todo el mundo siguen demostrando
una fe fuerte. ¿CÓMO LO LOGRAN? Estudian la Biblia con regularidad, dedican
tiempo a meditar y le oran a Jehová para pedirle su guía. ¿QUÉ COSAS HAN
PODIDO HACER GRACIAS A SU FE? Han trabajado como voluntarios en la
construcción, han aprendido otros idiomas, han asistido a escuelas teocráticas, han
sido generosos aunque fueran pobres, han servido en lugares donde se necesitaba
apoyo para predicar y han seguido predicando a pesar de la persecución. Y Jehová
sabe que nosotros podemos hacer lo mismo. Sin duda, nuestra fe se hará más
fuerte si la demostramos haciendo más por Jehová.
2:15 pm
SERIE DE DISCURSOS:

Entre con Fe por la Puerta


Para Trabajar Más

Aprenda un Nuevo Idioma


1 (1 Corintios 16:9)
Hermano David Schafer
Ayudante del Comité de Enseñanza

Hermanos, ¿creen que se puede ver la fe? Vayamos, por favor, a Marcos, capítulo 2,
y notemos lo que dice la Biblia sobre esto. En este relato, Jesús está enseñando en
una casa llena de gente en Capernaúm. Y Marcos 2:2-5 dice lo siguiente:

Marcos 2:2-5 — “Así que muchos se juntaron allí, tantos que no cabía ni uno
más, ni siquiera a la entrada. Y él se puso a predicarles el mensaje. Entonces le
trajeron a un paralítico, al que cargaban entre cuatro hombres. Pero, como
había allí una multitud, no pudieron entrar con él hasta donde estaba Jesús. Así
que quitaron parte del techo justo encima de él, hicieron una abertura y bajaron
la camilla en la que estaba acostado el paralítico. Cuando Jesús vio la fe que
tenían, le dijo al paralítico: ‘Hijo, tus pecados quedan perdonados’ ”.

Así que sí. Sí se puede ver la fe. Se ve por las cosas que hacemos. Igual que otras
cosas invisibles, la fe se percibe por los efectos que produce. De hecho, Santiago
2:26 dice que “la fe sin obras está muerta”. Entonces, la pregunta es: “¿Pueden
otros ver mi fe? ¿Qué efecto está produciendo mi fe en mí?”. Vayamos, por favor, a
1 Corintios 16. Un efecto que produce la fe en los cristianos es que los motiva a
hacer más en el servicio a Jehová. Notemos cómo expresó esto el apóstol Pablo en
1 Corintios 16:9.

1 Corintios 16:9 — “Porque se me ha abierto una puerta grande para trabajar


más, pero hay muchos enemigos”.
Pablo aprovechó las oportunidades que tuvo para demostrar su fe. ¿Le ha abierto
Jehová una puerta para trabajar más a usted? En esta serie de discursos, vamos a
hablar de cinco oportunidades que podemos aprovechar para trabajar más en el
servicio a Jehová y hacer discípulos. Podemos esforzarnos para aprender un nuevo
idioma, mudarnos adonde se necesite ayuda, solicitar ir a la Escuela para
Evangelizadores, colaborar con una obra de construcción teocrática o apartar algo
para apoyar económicamente la obra del Reino. Ahora bien, ¿por qué hace falta fe
para aprovechar estas oportunidades? ¿Y qué bendiciones recibimos cuando lo
hacemos?

Primero, ¿POR QUÉ HACE FALTA FE PARA APRENDER UN NUEVO IDIOMA


CON EL FIN DE HACER DISCÍPULOS? Vayamos, por favor, a Zacarías 8.
Necesitamos fe para darnos cuenta de que lo que está ocurriendo hoy cumple
profecías bíblicas. Y la necesitamos para actuar de acuerdo con el propósito de
Dios que se indica en esas profecías. Veámoslo en la Biblia.

Zacarías 8:22, 23 — “Y muchos pueblos y naciones poderosas vendrán a


buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén y a suplicar el favor de Jehová’.
23 ”Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos: ‘En esos días, 10 hombres de

todos los idiomas de las naciones se agarrarán, sí, se agarrarán con firmeza de
la túnica de un judío y dirán: “Queremos ir con ustedes, porque hemos oído
que Dios está con ustedes”’”.

Los “10 hombres”: son las personas que reconocen que para tener la aprobación
de Jehová hay que relacionarse con quienes ya la tienen. El judío: se refiere al
mismo grupo que el “ustedes”. ¿Y quiénes son? Obviamente no son quienes se
niegan a usar el nombre de Dios ni quienes lo han quitado por completo de sus
traducciones de la Biblia. No. Se refiere a quienes adoran a Dios y usan su nombre:
Jehová. Son los cristianos ungidos por espíritu, “el Israel de Dios” que menciona
Gálatas 6:16. Y, como el número 10 puede representar un grupo completo en la
Tierra, los “10 hombres” representan a todos los hombres y mujeres que esperan
vivir para siempre en la Tierra. Pero notemos que el texto dice que no solo vienen
personas de todas las naciones, sino de “todos los idiomas de las naciones”, para
aprender las normas de Jehová Dios. Ahora bien, ¿cómo escucharán la voz del
“judío” en su propio idioma? Esa podría ser su puerta para trabajar más para
Jehová. Quizás algunos duden en aprender otro idioma y no se atrevan porque
requiere mucho tiempo y energía. Otros sienten que no son capaces de hacerlo. Y,
aunque es cierto que antes de tomar cualquier decisión tenemos que calcular los
gastos, lo que realmente se necesita es fe. ¿Acaso no puede el Dios que capacitó a
Bezalel, que detuvo el Sol para Josué y que le dio fuerza a Sansón también darle a
usted la capacidad, el tiempo y las energías para ayudar a quienes suplican el favor
de Jehová? Recuerden lo que dice Mateo 17:20: “Si tienen fe del tamaño de un
grano de mostaza, [...] nada les será imposible”. Y, como menciona Filipenses 2:13,
el espíritu santo puede darnos incluso “el deseo” de predicarles a quienes hablan
otro idioma. ¿Lo está motivando el espíritu santo ahora?

No olvidemos que Jehová también nos da muchas ayudas para aprender otro
idioma mediante su organización. En jw.org podemos leer, escuchar audios y ver
videos en más idiomas que en ningún otro sitio web. Tenemos la aplicación JW
Language y los cursos de idiomas que organizan las sucursales. Recordemos: si la
fe nos motiva a hacer sacrificios para servir a Jehová, él no solo nos ayudará a tener
éxito, sino que recompensará nuestros esfuerzos con muchas bendiciones. Por
ejemplo, una pareja de unos 60 años invitaba a las personas chinas a asistir a las
reuniones y muchos aceptaban. Por eso, decidieron aprender chino y, en 10 años,
habían estudiado la Biblia con 112 personas de habla china.

Pero claro, con tantos idiomas que hay, ¿cómo sé yo cuál tengo que estudiar?
Zacarías 8:22. ¿Quién está suplicando el favor de Jehová en su zona? Lo puede
saber preguntándoles a los ancianos o al superintendente de circuito.

En el siguiente VIDEO, veamos cómo actúa una pareja cuando se entera de la


necesidad que hay donde viven.

Gabriel: ¡Oh! No me lo esperaba. Gracias.


Hermano: La necesitarás.
Cuando Gabriel se fue a un lugar donde se necesitaba
ayuda, pensamos que quizás habíamos desaprovechado
nuestra oportunidad de hacer más por Jehová.
Hermana: ¿Por qué no empezamos ahora? Nunca es demasiado tarde.
Hermano: Sí, podríamos preguntarle al superintendente de circuito en su
próxima visita, pero me preocupa que nos sugiera...

Superintendente de circuito: aprender un nuevo idioma.


Pueden apoyar el grupo nuevo.
Hermano: Siempre habíamos pensado que aprender
otro idioma no era para nosotros. Pero el hermano
Lindstrom nos leyó Zacarías 8:23 y nos ayudó a ver que
podíamos poner nuestro granito de arena para que
personas de “todos los idiomas de las naciones”
aprendan de Jehová. Al principio, fue difícil. Pero, con
la ayuda de Jehová, poco a poco fuimos mejorando.

Jugando con la esposa juegos para aprender un


idioma nuevo: ¡Sí, muy bien! ¡Increíble!

Hermano: Aunque aprender el idioma nos costó mucho, encariñarnos con los
hermanos no nos costó nada.

Predicando:
Hermano: Ah… Ah... Eh... Yo no... Yo... no entiendo.
Amo de casa: Tú repetir de nuevo.
Hermano: Ah…
Amo de casa: Entren.
Hermano: Okey. Gracias.

Hermano: Es cierto, nunca es demasiado tarde.


Y estamos muy contentos de habernos decidido a hacer
más por Jehová.

¿Se fijaron en cómo demostraron fe Elliott y Corrine, y en cómo los bendijo Jehová?
Hablaron con el superintendente y él les dijo que había necesidad en un grupo de
otro idioma en su circuito. Después les leyó Zacarías 8:23. Más tarde, ellos leyeron
el texto otra vez y oraron juntos sobre el tema. Y luego se vieron los efectos que
produjo su fe. Se esforzaron mucho por aprender el idioma. También fueron
humildes y valientes, y usaron en las reuniones y la predicación lo que habían
aprendido. Así pudieron ayudar a quienes suplicaban el favor de Jehová.
Hermanos, así es como se hace. ¿Es fácil? No. Pero si dedicamos la energía y el
tiempo necesarios a aprender un idioma para hacer más por Jehová, podemos estar
seguros de que él hará que seamos felices en nuestro ministerio.
➡ Un matrimonio de Gran Bretaña dijo: “El ministerio en el campo de habla
extranjera ha sido una de las experiencias más emocionantes que hemos tenido
en los cuarenta años de servicio del Reino”. ¿Y por qué lo hicieron? Porque las
personas que están buscando a Jehová necesitan aprender en su propio idioma
lo que él quiere que hagan para salvarse.

➡ Durante una reunión en vietnamita, un hombre se levantó y, con lágrimas en los


ojos, dijo: “Gracias. Gracias por el empeño que ponen en aprender mi
complicada lengua. Estoy sumamente agradecido por las muchas cosas
maravillosas de la Biblia que estoy aprendiendo a mi edad”.

➡ Después de asistir a una asamblea de circuito en su lengua materna —el


albanés—, un hombre de unos 70 años, de Nueva York, dijo: “¡Este es el mejor
día de mi vida!”. Hizo planes ese mismo día para estudiar la Biblia con un
precursor que había aprendido su idioma, y tan solo unos años después fue
nombrado siervo ministerial.

Estas son las bendiciones que recibimos por demostrar fe. La fe se ve por las cosas
que hacemos. ¿Tendrá usted fe para entrar por esta puerta?

El hermano Samuel Herd, del Cuerpo Gobernante, presentará el siguiente discurso


de esta serie: “Entre con fe por la puerta para trabajar más. Múdese adonde se
necesite ayuda”.
Múdese Adonde Se Necesite Ayuda
2 (Hebreos 11:8-10)

Hermano Samuel Herd


Miembro del Cuerpo Gobernante

Mudarse a un lugar donde se necesite ayuda para predicar puede darnos un poco
de miedo. Antes de mudarnos, es imposible saber cómo será todo cuando vivamos
allí. Sin embargo, la Biblia puede darnos la sabiduría que necesitamos para
enfrentarnos a cualquier dificultad que surja. Tengamos fe en lo que nos dice. La fe
nos puede impulsar a aprovechar las oportunidades de servir más a Jehová. Por
favor, busquen Hebreos 11:8-10. Veremos que Abrán estuvo dispuesto a dejar una
vida cómoda y cerca de sus parientes para mudarse a otro país cuando tenía más
de 70 años. Eso fue una impresionante demostración de fe. Leamos Hebreos
11:8-10.

Hebreos 11:8-10 — “Por la fe, Abrahán obedeció cuando fue llamado, y salió
hacia un lugar que iba a recibir como herencia. Salió aunque no sabía adónde
iba. Por la fe vivió como extranjero en la tierra de la promesa, como si estuviera
en tierra extranjera. Vivió en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, que eran
herederos de la misma promesa que él. Porque él esperaba la ciudad que tiene
fundamentos verdaderos, de la que Dios es diseñador y constructor”.

Él no sabía adónde lo mandaba Jehová. Pero fue. Como tenía fe, sabía que la vida
de verdad no estaba en el lugar de donde venía, ni tampoco en el lugar adonde
iba. Él esperaba que se cumplieran las promesas de Jehová. ¿Se enfrentaron
Abrahán y Sara a dificultades en su nueva vida? ¡Claro que sí! A veces les
ocurrieron cosas que no esperaban. Pero ¿los ayudó Jehová? Busquemos Génesis
20:3-7. Para proteger su vida, Abrahán dijo que Sara era su hermana. Por eso, al
verla, el rey de Guerar pensó que podía tomarla como esposa. Aquellos momentos
fueron muy difíciles para Abrahán y Sara. ¿Cómo los ayudó Jehová? Leámoslo en
Génesis 20:3-7.

Génesis 20:3-7 — “Dios se le apareció a Abimélec de noche en un sueño y le


dijo: ‘Puedes darte por muerto debido a la mujer que has mandado traer, pues
ella está casada y le pertenece a otro hombre’. Sin embargo, Abimélec no había
tocado a Sara. Por eso preguntó: ‘Jehová, ¿destruirás a una nación que en
realidad es inocente? ¿No me dijo él “Ella es mi hermana”? ¿Y no me dijo ella
también “Él es mi hermano”? Yo estaba obrando de buena fe y sin mala
intención’. Entonces el Dios verdadero le dijo en el sueño: ‘Yo sé que has
obrado de buena fe. Por eso impedí que pecaras contra mí y no te permití
tocarla. Y ahora devuélvele la mujer a su esposo, porque él es profeta. Él orará
por ti y tú seguirás viviendo. Pero, si no se la devuelves, te aseguro que tú y
todos los tuyos morirán’ ”.

Hermanos, Jehová también estará con nosotros si tenemos fe y buscamos nuevas


maneras de servirle. Afrontaremos cualquier problema que surja y disfrutaremos de
bendiciones por servirle de esta manera. Es cierto que no sabemos todos los
problemas que nos podemos encontrar, pero podemos ir haciendo planes, buscar
un sitio donde mudarnos y hacer los cambios que hacen falta en nuestra vida.
¿Recuerdan lo que dijo Jesús en Lucas 14:28? Él explicó que, si alguien quiere
“construir una torre”, primero tiene que “calcular los gastos y ver si tiene suficiente
para terminarla”. Eso sí es práctico. Y nosotros podemos hacer lo mismo si estamos
pensando en mudarnos a un lugar donde hace falta ayuda. Si queremos probar lo
que se siente, podemos participar en una campaña de predicación organizada por
la sucursal o ir a un territorio donde rara vez se predica. ¿Le permiten sus
circunstancias mudarse adonde se necesite ayuda? Si le gustaría servir en otro país,
busque información y háblelo con los ancianos de su congregación. Usted puede
escribir una carta para que ellos la envíen a la sucursal del país adonde quiere ir.
Claro, quizás no pueda mudarse a otro país. ¿Qué otras opciones tiene? A través de
los ancianos, puede escribir a su sucursal para pedir información sobre qué
congregaciones de su país necesitan ayuda. Y el superintendente de circuito puede
decirle a qué congregaciones cercanas puede ayudar.

En el siguiente VIDEO, veremos cómo un hermano superó el miedo que le daba


mudarse a un sitio donde hacía falta ayuda.

Si me hubieran dicho hace unos años que me mudaría a un lugar donde se


necesitaran más publicadores, no me lo habría creído. Todo empezó cuando se
anunció una campaña especial de predicación. Mi amigo Samuel me animó a
que llenara una solicitud, igual que él.

Conversación con un amigo de la congregación:


Amigo: Bueno, ¿qué dices?
Gabriel: No sé... No, pero pásatelo bien.
Amigo: Sé que te encantaría, por eso te traje una solicitud también.
¡Piénsatelo!
Gabriel: Okey.

Sabía que podía hacer más. Pero estaba cómodo con la vida que llevaba.
Me gusta hacer las cosas a mi manera. La verdad es que me asustaba lo
desconocido. Tenía que ser sincero conmigo mismo. Cuando leí en Hebreos
11:8 sobre la fe de Abrahán, fue como si las palabras cobraran vida. “Salió
aunque no sabía adónde iba”. ¿Quién puede dirigir mi vida mejor que Jehová?
Una puerta se abrió delante de mí. Solo tenía que entrar por ella. Y lo que me
ocurrió cambió mi vida.

[Después de que Gabriel le muestra la solicitud al amigo…]


Amigo: Bien hecho.

Los resultados de la campaña fueron increíbles, y la experiencia me sacó de mi


zona de confort.

[conversación durante la experiencia vivida en la


campaña…]
- Ahora Gabriel va a probar un poco.
- Vamos, pruébalo, Gabriel.
- Come, come.
- Está bueno, sí, muy bueno.

Empecé a ver el ministerio desde otro punto de


vista, y quería hacer más. Así que calculé los
gastos y pedí ayuda a los ancianos de la
congregación para escribir a la sucursal. Recibí la
respuesta con algunas opciones, oré sobre el
asunto y busqué información antes de elegir.
Todavía no sabía cómo iba a ser mi nueva vida,
pero no me importaba. Fue muy difícil decir
adiós a los amigos, pero estaba listo para
cualquier cosa que Jehová me tuviera preparada.

¿Notaron la fe que demostró Gabriel y las recompensas que recibió? La verdad es


que el joven no había salido de su zona de confort. Pero otro hermano lo invitó a ir
con él a una campaña especial de predicación. Al principio, tenía miedo de
aceptar la invitación. Pero luego leyó la historia de Abrahán. ¿Y a qué conclusión
llegó? Pensó: “¿Quién puede dirigir mi vida mejor que Jehová?”. Le encantó
participar en aquella campaña especial. Era justo lo que necesitaba. Y lo último
que sabemos de él es que se muda a una congregación donde hace falta ayuda.
Ahora bien, puede ser que tengamos que hacer sacrificios y nos encontremos con
dificultades que no esperábamos. Pero tendremos muchas bendiciones y nos
sentiremos más cerca de Jehová. Hermanos, no debemos preocuparnos por las
cosas buenas que podríamos perdernos temporalmente. Jehová sabe lo que
necesitamos en cada momento, y no duden de que nos lo dará a su debido tiempo.
Lucas 12:31 dice: “Sigan buscando el Reino [de Dios] y entonces recibirán
todas [...] [las] cosas” que necesitan. Esté soltero, casado o tenga hijos, ¿ha pensado
en mudarse adonde se necesite ayuda? ¡Pues piénselo!

El hermano Mark Noumair, ayudante del Comité de Enseñanza, presentará el


siguiente discurso de esta serie: “Entre con fe por la puerta para trabajar más.
Solicite ir a la Escuela para Evangelizadores del Reino”.
Solicite Ir a la Escuela
3 Para Evangelizadores del Reino
(1 Corintios 4:17)

Hermano Mark Noumair


Ayudante del Comité de Enseñanza

Proverbios 10:22 dice: “La bendición de Jehová es lo que enriquece, y con ella él
no trae ningún dolor”. Jehová bendice a las personas que ama dándoles su
aprobación, su guía, y cuidándolas en sentido espiritual. Y si entramos con fe por la
puerta para trabajar más, le damos motivos a Jehová para que nos bendiga aún
más. Una de esas puertas es la Escuela para Evangelizadores del Reino. ¿En qué
piensa cuando escucha hablar de esta escuela? “Bueno, es una gran escuela para
quienes tienen las circunstancias ideales para poder ir”. O: “Es que soy demasiado
joven”. “No, ya estoy muy viejo”. “Ya estoy donde hace falta ayuda, aquí me
necesitan”. “Después de la escuela podrían mandarme a cualquier lado y eso
no me convence mucho”. Tranquilos, es normal sentirse así. Pero debemos tener
cuidado para que esos sentimientos no se conviertan en un obstáculo que nos
impida recibir las bendiciones de Jehová.

Pensemos en el ejemplo de Timoteo. Él entró por una puerta para trabajar más por
el Reino, y Jehová lo bendijo muchísimo. Timoteo recibió directamente de Pablo la
invitación de servir en una nueva asignación. A primera vista, estos hombres no se
parecían en nada. Imagíneselos. Pablo tenía más años y más experiencia. Timoteo
era más joven, tenía alrededor de 20 años. Pablo hablaba con valor, no se cansaba
de predicar ni se desanimaba ante la oposición. Por otro lado, la Biblia indica que
el joven Timoteo quizás era tímido, indeciso y también algo inseguro. Teniendo
esto en cuenta, ¿qué obstáculos pudo haber tenido Timoteo en su mente que le
pudieran haber impedido aceptar aquella invitación? Abran su Biblia en 2 Timoteo
3, y vamos a leer los versículos 10 y 11 para averiguarlo. 2 Timoteo 3:10, 11. Pablo
le escribió esto a Timoteo muchos años después, pero hay algo que podemos
aprender.

2 Timoteo 3:10, 11 — “Pero tú has seguido con cuidado mi enseñanza, mi


manera de vivir, mi propósito en la vida, mi fe, mi paciencia, mi amor y mi
aguante, y conoces la persecución y los sufrimientos que experimenté, como los
que soporté en Antioquía, Iconio y [notemos] Listra”.
¿Y de dónde era Timoteo? De Listra. Seguro que había visto cómo los enemigos de
Pablo lo hicieron sufrir mucho en Listra. ¡Si hasta le dieron una paliza! ¿Se imaginan
las dudas que tendría Timoteo cuando Pablo le tendió la mano y le pidió que lo
acompañara en sus viajes? Quizás incluso veía sus cicatrices cuando Pablo le
decía: “Ven conmigo”. Quizás pensara: “Si me voy con él, no va a ser fácil. ¿Sufriré
yo también? ¿Me pasará lo mismo?”.

Hablemos ahora de otro posible obstáculo en la mente de Timoteo. Este joven ya


estaba apoyando la congregación de Listra, que se había formado hacía poco
tiempo, y los hermanos hablaban muy bien de él. ¿Y ahora Pablo le pedía que lo
dejara todo, incluso a su familia y a sus amigos? Él podría haber pensado: “¡Me
necesitan! ¡Mi mamá me necesita, mi abuela me necesita! Ya acompañaré a Pablo
de aquí a unos años cuando tenga más experiencia”.

Otro posible obstáculo en la mente de Timoteo que lo podría haber frenado era
no saber adónde lo llevaría su nueva asignación. Listra era un pueblo pequeño,
rural, metido en un valle. Él conocía a la gente, la zona, la comida, el idioma, la
cultura... Sabía que irse con Pablo era lanzarse a lo desconocido. Seguro que se
preguntó: “¿Estoy listo para esto? Mi estómago ya está mal y ahora se va a poner
peor tan solo de pensar que tengo que irme con Pablo”. ¿Se identifica usted con
Timoteo? Sin duda, antes de decirle que sí a Pablo, tendría preocupaciones, y con
razón. Pero Timoteo era un hombre de fe. ¿Y cómo lo ayudó esa fe? Volvamos a las
palabras de Pablo en 2 Timoteo 3, pero esta vez leamos la parte b del versículo 11.

2 Timoteo 3:11b — “Aguanté toda esa persecución, [y noten esto] y el Señor me


rescató en todos los casos”.

Timoteo vio con sus propios ojos cómo Jehová rescataba y fortalecía a Pablo. Así
que ¡sí! Timoteo entró con fe por la puerta para trabajar más y sirvió junto a Pablo
por muchos años. Piense en todas las bendiciones que recibió por haber aceptado
la invitación del apóstol. Observó cómo Pablo superaba cada prueba sin perder
nunca la paz interior. Timoteo no se fijó en los inconvenientes o en el sufrimiento
de Pablo, sino que vio cómo la alegría de servir a Jehová lo sostenía. Presenció
cómo Jehová lo ayudaba en cada paso del camino. Como todos sabemos, con la
ayuda de Jehová, Timoteo superó sus dudas y su timidez, desarrolló todo su
potencial y llegó a ser un predicador entusiasta y un anciano excelente.
En el siguiente VIDEO, veamos qué ayudó a Gabriel a tomar la decisión de
solicitar ir a la Escuela para Evangelizadores del Reino.

Gabriel: En la asamblea, mi amigo Anton me


preguntó si iba a ir a la reunión de la Escuela para
Evangelizadores del Reino.

Anton: Hola, Gabriel. Hola, Anton. ¿Vienes?

Gabriel: Ah... ¿Adónde? A la reunión para la Escuela. Ah..., no... No había


pensado ir. Pero, bueno, iré.

Anton: Pues vamos. Y luego podríamos ir a...

Gabriel: Fui, pero no me entusiasmaba la idea. Pensé: “Yo ya tengo una


asignación, y me encanta”. No entendía del todo que ir a la escuela podría ser
una experiencia magnífica. Le hice algunas preguntas al superintendente de
circuito. Y entonces pensé: “Gabriel, esto es para ti. Todo lo que tienes que
hacer es llenar una solicitud por internet”.

Video llamada…
Gabriel: Pero eso fue hace meses.
Amigo: ¿Y qué te retiene?
Gabriel: Creo que Jehová me trajo aquí, y nunca he sido tan feliz. Pero
ahora se me abre otra puerta y... vuelvo a tener miedo.
Amigo: No importa lo que hayas conseguido, el
miedo a lo desconocido puede paralizarte.
A veces necesitas saber que Jehová te está
guiando y que te va a ayudar. ¿Recuerdas lo que
dice Filipenses 4:13? Léelo, y piensa en lo lejos
que has llegado gracias a Jehová.

Gabriel: “Tengo fuerzas para todo gracias a aquel que


me da poder”. Jehová lo tiene todo bajo control. ¿De
qué tenía tanto miedo?
Empacando…
Gabriel: Llevo demasiadas cosas.
Hermano: Bueno, es que la escuela son dos meses.
Hermana: Ustedes dos son igualitos, siempre quieren llevárselo todo.
Gabriel: ¿Saben? Voy a regalarles esto. Ya ha
tenido muchas aventuras, pero todavía está bien
para viajar.
Hermano: ¿En serio?
Gabriel: Sí, claro. Quién sabe, quizá la necesiten
pronto.

¿Demostró fe Gabriel? ¡Claro que sí! Es cierto que le daba miedo lo desconocido.
Pero Filipenses 4:13 le llegó al corazón, le dio el empujón que necesitaba. Ese
texto lo ayudó a confiar en Jehová, a demostrar fe y a hacer la solicitud para la
escuela.

Si usted también decide entrar por esa puerta, recibirá capacitación especializada y
le será más útil a Jehová y a su organización. Recuerde, no es un salto al vacío, en
el que uno no sabe lo que va a pasar. Es una decisión informada que tiene las
bendiciones de Jehová garantizadas. ¿Confiará en que Jehová lo ayudará en cada
paso del camino? Si lo hace, igual que Timoteo, comprobará personalmente que
“la bendición de Jehová es lo que enriquece”.

El hermano Robert Luccioni, ayudante del Comité de Publicación, presentará el


siguiente discurso de esta Serie: “Entre con Fe por la Puerta Para Trabajar Más.
Colabore con una Obra de Construcción Teocrática”.
Colabore con una
4 Obra de Construcción Teocrática
(Nehemías 1:2, 3; 2:5)

Hermano Robert Luccioni


Ayudante del Comité de Publicación

¿Le gustaría colaborar en una obra de construcción teocrática? Tal vez ha


escuchado que se están construyendo y renovando sucursales, y que se necesitan
más Salones del Reino y oficinas remotas de traducción. Por eso, quizás usted se
pregunte si podría participar. Esa es una meta buenísima. Como hemos visto en
esta serie de discursos, hace falta fe para trabajar más para Jehová. De igual modo,
también hace falta fe para colaborar en una obra de construcción teocrática. ¿Por
qué lo decimos? Bueno, normalmente nos preocupan dos cosas.

1) Quizás no tengamos experiencia. Tal vez no sepamos nada de construcción,


diseño, ingeniería o compraventa de propiedades, y por eso pensemos que
no estamos preparados para ayudar al Departamento Local de Diseño y
Construcción o LDC.
2) Puede ser que nos preocupe que, al principio, normalmente solo se invita a
colaborar de forma temporal. Por eso, quizás nos inquiete dejar nuestro trabajo
o a nuestros familiares para colaborar por un tiempo.

Bueno, si usted se siente así, sin duda, el ejemplo de Nehemías fortalecerá su fe.
Vayamos por favor a Nehemías 1:2, 3.

Nehemías 1:2, 3 — “En ese tiempo, Hananí —uno de mis hermanos— llegó con
otros hombres de Judá, y les pregunté por el resto de los judíos que habían
salido del cautiverio y también por Jerusalén. Ellos respondieron: ‘Los que
quedan allí en la provincia y sobrevivieron al cautiverio están en una situación
terrible y humillante. Las murallas de Jerusalén están destrozadas, y sus puertas
fueron quemadas’ ”.

Aquí Nehemías se entera de que hay un problema. ¿Qué creen que hizo? ¿Acaso
dijo algo como “Bueno, ya lo resolverán los hermanos que saben del tema”?
Veámoslo en Nehemías 2:5. Nehemías dijo lo siguiente:
Nehemías 2:5 — “Si al rey le parece bien y si este siervo tuyo tiene tu favor,
envíame a Judá, a la ciudad donde están enterrados mis antepasados, para que
pueda reconstruirla”.

Nehemías sintió el deseo de actuar, quería ayudar. Cuando se presentó la


oportunidad, demostró que tenía fe, tomó la iniciativa. ¿Pero necesitó fe Nehemías
para dar este paso? Pues claro que sí. ¿Y por qué lo decimos? En primer lugar, ¿qué
trabajo tenía Nehemías? ¿Era el encargado de los proyectos de construcción del
rey? ¿Era el arquitecto principal, el ingeniero o el urbanista? No, no era nada de
eso. En realidad, era el copero del rey. ¿Se lo imaginan diciendo: “Yo no tengo idea
de cómo construir murallas, ni siquiera sabría por dónde empezar. Me parece que
es mejor que lo haga otro”? No. En vez de eso, se dio cuenta de que había una
necesidad, vio que podía ayudar y actuó. Nehemías no permitió que su falta de
experiencia en construcción le hiciera echarse para atrás. Demostró fe. ¿Y qué
podemos decir de que aquello fuera una asignación temporal? Bueno, Nehemías
estuvo dispuesto a dejar su prestigioso trabajo como copero del rey. Claro, podría
haberse preguntado si su sustituto acabaría quedándose con su puesto de trabajo o
si podría recuperarlo cuando volviera de reconstruir las murallas de Jerusalén. Pero
Nehemías confió en que Jehová le mostraría amor leal y se acordaría de él. Vamos
a ver lo que dijo en Nehemías 1:5. “Dije:

Nehemías 1:5 — ‘Oh, Jehová, Dios de los cielos, el Dios grande e imponente
que cumple su pacto y les muestra amor leal a los que lo aman y obedecen sus
mandamientos’ ”.

¿Ven? Nehemías tenía fe en que Jehová le mostraría amor leal y en que se


encargaría de todo. ¿Y qué resultado tuvo la fe de Nehemías? Bueno, aunque al
principio Nehemías no era constructor, Jehová usó a este hombre para lograr algo
increíble. La verdad es que Nehemías tuvo un papel importantísimo en la
reconstrucción de las murallas de Jerusalén.

¿QUÉ APRENDEMOS? Que es necesario que tengamos fe si queremos participar en


obras de construcción teocráticas. Lo más importante es tener una amistad con
Jehová muy fuerte. Los hermanos y hermanas que se ofrezcan deben estar
dispuestos a trabajar. Los trabajos y las técnicas de construcción se pueden
aprender. Una fe fuerte nos dará la confianza de que, si nos invitan a la
construcción, Jehová nos ayudará a cumplir con nuestro trabajo y a desarrollar las
habilidades que necesitamos. Y la fe también nos ayudará a confiar en que Jehová
nos cuidará cuando termine nuestra asignación. En el siguiente VIDEO, veamos de
dónde saca el valor Sara para aceptar la invitación de ayudar en una obra de
construcción.

Una hermana: Hola, cariño. Ya estamos aquí.

Sara: Cuando recibí la invitación para colaborar en una obra de construcción


durante unas semanas, me alegré muchísimo. Pero después, al darme cuenta de
lo que tenía que hacer, me puse muy nerviosa. Estuve durante semanas orándole
a Jehová para que me diera valor para hablar con mi jefa.

Jefa: ¡Okey, Sara, puedes pasar! ¿Sí?

Sara: En primer lugar, quería darle las gracias por su


tiempo y por reunirse conmigo... Empecé a explicarle que
quería participar como voluntaria en una obra de
construcción. Me gustaría pedirle algunas semanas...

Jefa: ¿Tiempo libre? ¿Ahora? ¿Cuando más ocupados


estamos?

Sara: Bueno, sí, pero...

Jefa: Es tu decisión. Pero que te quede muy claro que no te guardaré el puesto.

Sara: De repente empecé a ver aquella oportunidad


maravillosa como algo arriesgado. ¿Me iba a complicar la
vida? Leí el relato del pueblo de Israel en los días de
Nehemías. Con su buena actitud demostraron que tenían fe.
Y las murallas de Jerusalén fueron reconstruidas por un
pueblo que puso todo su corazón en las obras. No quería perder la oportunidad
de servir a Jehová colaborando en esa construcción.

Sara a su jefa: —Aquí está mi carta de renuncia.


Jefa: Sara…

Sara: Tuve que tener fe en que Jehová bendeciría mi


decisión. No estoy segura de lo que me deparará el
futuro cuando regrese. Lo que sí tengo claro es que
Jehová me cuidará. Así que, por ahora, me voy a
concentrar en poner mi corazón en la obra.
¿Se identificó usted con Sara cuando fue a hablar con su jefa o cuando no sabía
muy bien qué decisión tomar? ¿Qué hizo para solucionar sus dudas? Bueno, ella
analizó el ejemplo de Nehemías y de otros, y eso le dio el valor para actuar.
Gracias a eso, disfrutó de muchas bendiciones. Muchos hermanos han tomado la
misma decisión que ella. Por ejemplo…

➡ Un matrimonio tuvo que dejar su vivienda y renunciar a su trabajo para ayudar


en un proyecto. Pero ellos reconocen que, cuando se estaban acabando los seis
meses de su asignación, comenzaron a ponerse nerviosos. Aun así, estaban
seguros de que Jehová los ayudaría. Y él los ayudó. Cuando regresaron,
llamaron a su anterior jefe, y él les ofreció el trabajo que tenían antes, pero con
mejores condiciones. Además, una semana después de haber vuelto
consiguieron una nueva vivienda.
➡ A otro hermano lo invitó el Departamento Local de Diseño y Construcción a
ayudar por algunos meses en un proyecto. En aquella época, trabajaba a tiempo
completo en una gran empresa que le ofrecía muchas ventajas, un buen sueldo,
un automóvil y una casa. Cuando pidió permiso para faltar al trabajo, le dijeron
que no era posible. Pero el hermano decidió aceptar igualmente la invitación
del LDC, así que lo despidieron del trabajo. Entonces, ¿qué iba a hacer cuando
se terminara su asignación? Bueno, buscó un trabajo de tiempo parcial que le ha
permitido seguir en el servicio de tiempo completo. Y ahora él es precursor
regular junto a su esposa y colabora como voluntario a distancia en la
construcción de una sucursal. Y hay muchísimas experiencias parecidas a estas.

Jehová predijo que, durante los últimos días, “una gran muchedumbre” lo adoraría
de la forma que él quiere. Y el cumplimiento de esa profecía ha hecho que se
necesiten urgentemente más Salones del Reino, de Asambleas, sucursales y oficinas
remotas de traducción. Claro, todos sabemos que, por culpa de esta pandemia, hay
menos proyectos de construcción teocráticos en este momento. Sin embargo,
todavía hay mucho trabajo que hacer, tanto ahora como en el futuro. Si su salud y
sus circunstancias se lo permiten, ¡ofrézcase para trabajar! Puede hacerlo llenando
las solicitudes A-19 y DC-50. Si lo necesita, los ancianos pueden ayudarlo a
llenarlas en jw.org. ¿Tiene usted la meta de colaborar en una obra de construcción
teocrática? Pues no dude de que también será poderoso gracias a la fe. ¡Dé el
paso! Sentirá el apoyo de Jehová y recibirá muchísimas bendiciones.
Aparte Algo
5
Para la Obra del Reino
(1 Corintios 16:2)

Hermano Gajus Glockentin


Ayudante del del Comité de Publicación

No hay ninguna organización que se pueda comparar con la organización de


Jehová. Todo lo que nos da y todo lo que hace por nosotros es gratis. Además,
Jehová nos invita a compartir lo que tenemos, pero no nos dice cuánto tenemos
que contribuir, es nuestra decisión. Ahora bien, ¿POR QUÉ NECESITAMOS FE
PARA CONTRIBUIR? Principalmente por dos razones:

1. Podríamos tener miedo a ser generosos por si no nos queda suficiente para
nuestros gastos. Bueno, es normal sentirse así. Y es que la vida es
impredecible, no sabemos lo que va a pasar mañana ni lo que podríamos
necesitar en el futuro.
2. Podríamos pensar que lo que damos es muy poquito, que es insignificante.
Quizás tengamos muy pocos recursos porque vivimos en un país pobre. O tal
vez nos cueste mucho cubrir nuestros gastos por otras razones.

Lo cierto es que nuestro punto de vista sobre las donaciones depende de nuestra
relación con Jehová. Nuestra manera de ver a Jehová, nuestra amistad con él,
deben reflejarse en todo lo que hacemos. ¿Y qué requiere esto? Fe. Por eso,
analicemos brevemente cómo pueden impedir estas dos preocupaciones que
seamos generosos y cómo la fe nos puede ayudar. La primera era el miedo a
no tener suficiente para cubrir nuestras necesidades. Por favor, hermanos, busquen
1 Corintios 16. Aquí, el apóstol Pablo mencionó un principio que debemos tomar
en cuenta al hacer donaciones. Este es el texto temático del discurso.

1 Corintios 16:2 — “El primer día de cada semana, cada uno de ustedes debe
apartar algo según sus posibilidades para que no se hagan colectas cuando yo
llegue”.

El apóstol Pablo animó a los cristianos a pensar con antelación qué dar. Es decir, les
dijo que analizaran sus circunstancias y entonces decidieran cuánto podrían donar.
Pablo estaba convencido de que, si lo hacían así, nunca les faltaría lo necesario.
Como Jehová lo había ayudado a él, sabía que a ellos no les faltaría nada. Estaba
totalmente seguro. Si aquellos cristianos tenían un corazón generoso, Jehová
también sería generoso con ellos.

¿Vemos por qué hacer planes con antelación demuestra nuestra fe? Cuando los
hacemos, ponemos a prueba a Jehová en el buen sentido. Cuando Jehová ve que
tenemos las prioridades correctas en la vida, nos protege y nos recompensa.
¿Verdad que les gustaría sentir que Jehová los cuida así? Queridos hermanos,
ustedes demuestran esta clase de fe. Muchos de ustedes deciden apartar algo de
dinero y, así, cuando van al salón, pueden contribuir. Otros analizan sus gastos y
sus ingresos y deciden cuánto donar regularmente por internet. Algunos de ustedes,
por sus circunstancias, quizás no puedan donar tanto como hacían antes, pero aun
así buscan la manera de contribuir. Jehová promete cuidarlos. ¿Confían en que esto
es así? Si lo hacemos, nuestra fe nos impulsará a dar con generosidad.

Veamos la segunda preocupación que podría impedirnos ser generosos. Quizás


estamos analizando nuestras circunstancias y ahora vemos que lo que podemos dar
es tan poquito que parece que no sirve para nada. ¿Todavía tienen la Biblia en
1 Corintios 16:2? ¿Recuerdan lo que decía? Vamos a leerlo otra vez.

1 Corintios 16:2 — “El primer día de cada semana, cada uno de ustedes debe
apartar algo según sus posibilidades”.

¿Se fijaron en que Pablo no fijó una cantidad mínima? En otra ocasión, habló de los
hermanos de Macedonia, que eran cristianos muy pobres. Aun así, rogaban tener el
honor de dar. Ellos dieron con alegría, y más de lo que podían dar. ¿Por qué?
Porque era para Jehová. Su situación no era fácil, por eso tal vez no pudieron dar
mucho de manera individual. Pero sabían que hacer donaciones era una manera
de demostrar que amaban a Jehová.

Hermanos, muchos de ustedes son como los cristianos de Macedonia. No tienen


muchas cosas, pero vemos la fe que demuestran todos ustedes. Son generosos a
pesar de sus circunstancias. No importa si lo que dan es muy poco. Están imitando
la generosidad de Jehová. Han comprobado por ustedes mismos lo que dijo una
hermana en una carta. Ella escribió: “Durante todos estos años solo he podido
dejar pequeños donativos en el Salón del Reino”. Y agregó: “Jehová me ha devuelto
mucho más de lo que yo he contribuido”.
Hasta los niños pueden aprender a apartar algo para
Jehová. Por ejemplo, de vez en cuando, aquí en
Warwick recibimos cartas y dibujos de algunos niños
que quieren darle algo a Jehová. Ahí nos cuentan
cuánto agradecen lo que hace la organización, en
especial los videos. Sus regalos nos conmueven y
no podemos ni imaginarnos lo contento que se pone
Jehová. Jehová nos ama por dar lo mejor que tenemos. Él valora hasta nuestras
donaciones más pequeñas, esas también son importantes y necesarias. Y Jehová se
fija en ellas. Se fija en que hemos demostrado fe.

En el siguiente VIDEO, veamos qué motivó a un matrimonio a ser más generoso.

Cuando un desastre azotó el norte del país, enseguida nos


ofrecimos como voluntarios para ayudar. Ver por lo que
estaban pasando los hermanos nos rompió el corazón.
Pero nos conmovió ver la generosidad de los hermanos de
la zona. Eran como los macedonios. Aunque no tenían
mucho, ofrecieron de todo corazón lo poco que tenían.
Cuando volvimos a casa, Madeline y yo nos decidimos a
ser igual de generosos. Estábamos tan agradecidos que lo
primero que hicimos fue revisar la cantidad de dinero que
estábamos contribuyendo a la obra mundial.

Hablando con sus esposa… ¿Qué te parece esta cantidad? ¿Te parece bien?
Madeline (esposa): Sí.

Demos gracias a Jehová. Buscamos maneras de ser


generosos con los que teníamos cerca. Nos dimos cuenta
de que podíamos dar más. Así que lo hicimos sin dudarlo.
Luego, invitaron a nuestra congregación a participar en
una campaña especial de predicación... por llegar al
mayor número de personas con las buenas noticias.

Hablando con sus esposa… ¿Crees que nosotros


podríamos esforzarnos un poquito más?
Madeline: Me encantaría.

Ayudar a los demás estaba a nuestro alcance. Y eso es exactamente lo que


hicimos.

Madeline: ¿Demasiadas cosas? Hablando con sus esposa… No, claro que no.
¿Notaron cómo la fe impulsó a este matrimonio a querer dar más? Por ejemplo,
confiaron en la promesa de Jehová de que los cuidaría cuando lo necesitaran.
¿Y qué hicieron? Se sentaron y analizaron sus circunstancias económicas. Después
oraron y decidieron cuánto iban a dar. Como dice el título del discurso, apartaron
algo para Jehová. Pero hicieron algo más. Compartieron lo que tenían con los
hermanos; les dieron alimentos y los invitaron a comer. Se dieron cuenta de lo
bonito que es que Jehová nos use para cuidar a los demás.

Hermanos, vivimos en la época más emocionante de la historia, y nunca más


tendremos oportunidades parecidas para demostrar nuestra fe. El apóstol Pablo las
comparó a una puerta grande que se abre. Y ahora pregúntese: ¿se le ha abierto
quizás a usted una puerta para aprender otro idioma? ¿O más bien su puerta lo
lleva a mudarse adonde se necesita ayuda? ¿Le recordó tal vez esta serie de
discursos que tiene la puerta abierta para asistir a la Escuela para Evangelizadores
del Reino? ¿O lo animó a entrar por la puerta para colaborar en una obra de
construcción teocrática? Y quizás este discurso nos ha recordado a todos que
podemos ser generosos y que tenemos el honor de apoyar la obra del Reino
haciendo donaciones, aunque sean pequeñas. ¿Quiere hacer más por Jehová y por
el Reino? ¿Qué puerta se le ha abierto a usted? No se sienta mal si tiene dudas, es
normal. Pero, por favor, no posponga su decisión innecesariamente. No piense que
las puertas siempre estarán abiertas. Nadie sabe cómo será su vida el día de
mañana. En otras palabras, la puerta que está abierta hoy para recibir maravillosas
bendiciones puede estar cerrada mañana. ¡Así que sea valiente! ¡Entre con fe por la
puerta para trabajar más! Y sentirá lo mismo que muchos hermanos y hermanas
que ya han dado el paso: nunca se arrepentirá. Demostremos que tenemos fe
haciendo todo lo que podamos por Jehová, nuestro amigo y nuestro Dios. Si lo
hacemos, tendremos una vida feliz ahora y eterna felicidad en el futuro.

Gracias, hermanos, por estas sugerencias tan prácticas, que nos ayudan a hacer
más por Jehová. Ahora cantaremos una canción que muestra nuestro deseo de
hacer más por el Reino. Es la canción 84, Servimos donde se nos necesite. Canción
84.

3:15 Canción 84 | “Servimos donde se nos necesite”


y anuncios
3:20 pm
REPRESENTACIÓN DRAMÁTICA:

Daniel, un Hombre de Fe
(Parte 1)
— Daniel 1:1-2:49; 4:1-33 —

Hermano Gary Breaux


Ayudante del Comité de Servicio

Seamos jóvenes o mayores, todos nos enfrentamos a pruebas de fe. Los cambios en
la vida presentan nuevos desafíos. ¿Cómo podemos hacerles frente con una fe
fuerte? Por favor, pónganse en la piel de los personajes de la historia de Daniel, un
hombre de fe (parte 1).

¡Qué historia tan emocionante! Y hay mucho más que aprender de la vida de
Daniel. Veremos la segunda parte en la última sesión de la asamblea. Al igual que
Daniel, nos enfrentamos a la oposición y a las mentiras que dicen sobre nosotros.
4:20 pm

“Luchen con Todas sus Fuerzas por la Fe”


(Judas 3; Proverbios 14:15; Romanos 16:17)

Hermano David Splane


Miembro del Cuerpo Gobernante

“Luchen con todas sus fuerzas por la fe”. Esas son palabras de Judas el medio
hermano de Jesús. Y es importante que las analicemos en su contexto. Vamos a
hacerlo. Por favor, busquen Judas 3 y dejen la Biblia abierta porque vamos a
analizar otro versículo de Judas. Eso nos ayudará a entender lo que Judas quería
decir. Judas 3 dice:

Judas 3 — “Amados, estaba haciendo todo lo posible por escribirles acerca de


la salvación que tenemos en común. Pero me pareció necesario escribirles para
rogarles que luchen con todas sus fuerzas por la fe”.

El propio Judas había estado luchando “con todas sus fuerzas por la fe”. Piensen en
esto: solo tres años antes, su hermano carnal Santiago murió apedreado por orden
del sumo sacerdote Ananías. Eso fue un ataque directo al pueblo de Dios. Y debió
haber sido muy doloroso para Judas y otros cristianos. Pero miren qué interesante:
Judas no está advirtiendo a sus hermanos sobre el sumo sacerdote Ananías o la
persecución. Él está hablando de otra cosa, de otro tipo de ataque, uno más sutil.
Leamos el versículo 4 para ver por qué escribió esta carta. Fíjense en las primeras
palabras: “La razón es”, o sea, “por esto es que les estoy escribiendo, hermanos”.

Judas 3 — “La razón es que entre ustedes se han metido disimuladamente


algunos [...] que hace mucho tiempo fueron señalados por las Escrituras para
su condena”.

Así que Judas estaba hablando de falsos hermanos, que eran un verdadero peligro
para las congregaciones, en cierto modo, un peligro mayor que la persecución
directa. ¿Y se fijaron en qué dijo sobre esos falsos hermanos? Que se habían
“metido disimuladamente”. Ocurrió en aquellos días, y también ocurre ahora.
Hermanos, esto es un asunto muy serio del que queremos hablar hoy. Piensen en
esto: ¿desapareció la congregación cristiana por culpa de la persecución en los
siglos segundo y tercero? No. Fue por culpa de falsos hermanos y enseñanzas
apóstatas. Así que el Diablo puede usar ataques directos. Puede usar la
persecución para tratar de machacar la estructura de la congregación cristiana.
Pero, a veces, trata de corromper la congregación desde adentro. Este es un ataque
sutil. Sea cual sea el método que use, tenemos que luchar. Nuestra fe está en juego.
Y vale la pena luchar por ella. Es un regalo de Jehová. Tenemos que protegerla.
Es parte del fruto del espíritu. Luchemos con todas nuestras fuerzas por la fe.

En este discurso no hablaremos de la persecución, sino de dos métodos sutiles que


Satanás usa para debilitar nuestra fe: la apostasía y comentarios negativos en los
medios de comunicación sobre los Testigos.

Hablemos primero de LA APOSTASÍA. Podríamos llamarla veneno espiritual.


Pensemos en el veneno, ¿cómo podemos evitar ser envenenados? Primero, tenemos
que saber reconocer el veneno y después evitarlo. El mismo principio aplica a las
enseñanzas que pueden destruir nuestra fe. Pero no siempre es fácil. Es verdad que
la mayoría de los hermanos no hablarían con los apóstatas a propósito, pero podría
ocurrir sin darnos cuenta. A veces recibimos cartas de hermanos que están
preocupados por algo que vieron en una página web, una acusación, un rumor
sobre nosotros o la organización... Y el problema es que no tienen ni idea de que
son los apóstatas los que están detrás. Y es que los apóstatas no se anuncian
diciendo: “Usted se encuentra en una página apóstata”. A menudo se hacen pasar
por Testigos sinceros que tienen dudas o preguntas. Y hay otros que, aunque no son
apóstatas, pueden causar tanto daño como ellos con sus comentarios negativos y
sus críticas. Hermanos, tenemos que tener cuidado, esto es serio.

Supongamos que, por curiosidad, usted entra en un chat o un foro de personas que
dicen que son testigos de Jehová —a lo mejor lo son, pero no lo sabe, no los
conoce—, y alguien empieza a hacer preguntas. “¿Vieron el último programa de
JW Broadcasting? ¿De verdad creen que fue animador?”. O “¿creen que los
hermanos que escriben los artículos de La Atalaya saben lo que es el mundo real?
¿Se darán cuenta de lo difícil que es la vida aquí afuera?”. Y luego otros responden
con comentarios negativos también. Usted no sabe si estas personas son apóstatas,
o solo son hermanos que están muy mal espiritualmente, pero ¿importa eso?
¿Cómo le hacen sentir? Cuando sale del chat, ¿se siente animado?, ¿con ganas de
ampliar su ministerio?, ¿más convencido que nunca de que Jehová tiene una
organización a la que usted ama y de la que se siente agradecido y orgulloso de
pertenecer? ¿O más bien se queda triste, inquieto o incómodo? Alguien podría
decir: “Tengo que participar en ese chat para ayudar a esas personas”. Pero es que
no deberían estar ahí. Aunque no sean apóstatas, no se están haciendo ningún
bien. Quedarse en ese foro para “ayudar” a alguien sería como tomarle de la mano
mientras se bebe el veneno y, además, beber un poquito para que no beba solo.
Tenemos que seguir el consejo que encontramos en Romanos 16:17. Pensemos en
el chat imaginario que acabamos de describir mientras leemos Romanos 16:17.
Piensen en todos los comentarios negativos que hay en ese chat —no sabemos
quién los dice—, y ahora leamos Romanos 16:17. Dice…

Romanos 16:17 — “Hermanos, ahora les ruego con firmeza que vigilen a los
que crean divisiones y obstáculos que van en contra de las enseñanzas que [...]
han aprendido, y que los eviten”.

Pensemos en el chat.
• ¿Crea divisiones?… Sí.
• ¿Podría ser un obstáculo para la fe?… Podría.
• ¿Va en contra de lo que hemos aprendido?… No tenemos ni que contestar esa
pregunta. Sea a propósito o no, esos comentarios podrían debilitar nuestra fe.
• ¿Qué debemos hacer? ¿Qué dice Pablo al final del versículo 17?… Dice que
los evitemos.

Ahora me gustaría decirles algo a los que participan en estos chats o foros. Tal vez
se valgan de ellos solo para desahogarse, por decirlo así. Quizás están pasando
algunas cositas en la congregación que no entienden... o decisiones de los
ancianos con las que no están de acuerdo... Así que escriben lo que piensan en el
foro para desahogarse, y así se sienten mejor. Pero ¿qué hay de los que lean sus
comentarios? ¿Cómo les afectarán? ¿No se sentiría fatal si por culpa de sus
comentarios negativos alguien dejara la verdad? Yo sé que usted no quiere que eso
ocurra. Así que, por favor, por favor, tenga cuidado con lo que diga. Bueno, alguien
podría decir: “Las advertencias sobre los apóstatas son para los que están débiles,
pero eso a mí no me afecta. Yo estoy fuerte espiritualmente”. Eso es como si un
levantador de pesas pensara que puede beber veneno y que no le pasará nada
porque él es grande y fuerte. No somos tan fuertes, tan espirituales ni tan
inteligentes como para que no nos afecte el veneno de las ideas apóstatas.

¿Cuándo podríamos sentirnos presionados a leer algo escrito por los apóstatas?
Piense en esta situación: usted tiene una estudiante de la Biblia, y el esposo le
envía a ella un enlace a una página apóstata, y le dice: “Lee esto para que veas
dónde te estás metiendo”. Su estudiante está preocupada y le pide que lo lea para
saber qué piensa. Pues no debería hacerlo, porque Pablo dice “evítenlos”. Así que
no deberíamos leer información apóstata o buscar en las redes sociales para ver
qué dicen de nosotros. ¿Qué podría decirle a su estudiante? Podría decirle algo así:
“Puedo entender que esto te preocupe bastante y es normal que quieras saber
dónde te estás metiendo. Una sugerencia. No tenemos nada que esconder, así que
cuando vayas a las reuniones presta atención a lo que dicen los hermanos. Fíjate en
cómo nos tratamos unos a otros. Averigua cómo se financia nuestra organización.
Conoce a los ancianos y a sus esposas. Saluda al superintendente de circuito y a su
esposa. Visita la central mundial o la sucursal, yo voy contigo, yo te ayudo. Quiero
que conozcas a fondo nuestra organización. Si lo haces, seguro que te darás cuenta
de que lo que dicen sobre nosotros es mentira”. Quizás se les ocurra algo mejor,
esta es solo una idea. Solo unas gotas de veneno en una bebida son suficientes
para hacer mucho daño. Los apóstatas a menudo mezclan algunas verdades con
mentiras. ¿Recuerdan a Elifaz, uno de los supuestos amigos de Job? Algo de lo que
dijo era verdad. Busquemos Job 5:13. Les doy un momento. A ver si lo que voy a
leer les suena familiar.

Job 5:13 — “Él atrapa a los sabios en su propia astucia para arruinar los
planes de los maquinadores”. “Atrapa a los sabios en su propia astucia”.

¿Les suena familiar? ¡Claro! El apóstol Pablo dijo lo mismo en 1 Corintios 3:19.
De hecho, la referencia marginal, la letra pequeñita que vemos aquí, nos lleva a
1 Corintios 3:19. Es posible que Pablo estuviera citando a Elifaz. Así que eso era
cierto, pero ¿qué pensaba Jehová de todos los argumentos de Elifaz? Vamos a leer
Job 42:7 para ver la opinión de Jehová.

Job 42:7 — “Cuando Jehová terminó de hablar con Job, Jehová le dijo a Elifaz
el temanita: ‘Estoy furioso contigo y con tus dos amigos, porque ustedes no han
dicho la verdad sobre mí como lo ha hecho mi siervo Job’ ”.

Algunas verdades mezcladas con mentiras. Además, parte de lo que dijo Elifaz
estaba inspirado por demonios. ¿Cómo lo sabemos? Él lo reconoció. Vayamos a Job
4:15-17. Les doy un momento, es muy interesante. Job 4:15-17. Elifaz dice…

Job 4:15, 16a — “Un espíritu pasó por delante de mi rostro; el vello de mi
cuerpo se erizó. Entonces el espíritu se detuvo, pero no reconocí su apariencia”.

Parémonos aquí por unos segundos. “No reconocí su apariencia”. Así que él
no sabía con quién estaba hablando, tal como alguien en un chat o en un foro
quizás no sepa con quién está hablando. Continuamos leyendo…
Job 4:16b, 17 — “Había una silueta frente a mis ojos; y, tras un silencio, oí una
voz: ‘¿Acaso puede el hombre mortal ser más justo que Dios? ¿Puede el hombre
ser más puro que su Creador?’ ”.

¿Debería sorprendernos que un demonio se involucrara en la conversación entre


Job y sus falsos amigos? Pues no. Aquello no era un asunto cualquiera. Era algo
importantísimo. Satanás había desafiado a Jehová delante de todos los ángeles
diciendo que ningún hombre sería íntegro bajo prueba. Aquel demonio estaba
usando a Elifaz para desmoralizar a Job y debilitar su fe. Job tenía que luchar por su
fe, y eso es lo que hizo.

En algunos lugares, hay un mayor número de apóstatas que en otros. Si usted vive
en una zona en la que hay muchos apóstatas, es posible que las personas de su
territorio los escuchen y quieran hablar de sus ideas con usted. En ese caso, ¿qué
debería hacer? No se ponga a discutir con los apóstatas. No lea sus comentarios.
Pídales a los ancianos o a otros hermanos experimentados ideas sobre cómo
responder a los amos de casa. ¿De verdad son tan venenosas las enseñanzas
apóstatas? Vamos a verlo. Prestemos atención al siguiente VIDEO.

A los cuarenta y tantos años, estaba divorciada,


tenía tres niños en casa, tenía tres trabajos, y
además me había alejado de la congregación.
Tenía un conocido que me decía que yo estaba en
una secta y que debía leer cierta información que
él me iba a dar.

Cuando tenía como 30 años, un compañero de


trabajo me vio intentando entrar en jw.org, y se
dio cuenta de que era Testigo. Entonces me contó
que conocía a alguien de otro país que podía
demostrarme que los Testigos no tenían la verdad.
Eso me dio curiosidad, y poco a poco empecé a
leer información apóstata.

Me crie en la verdad, y tomé la decisión de


dedicar mi vida a Jehová a los 16 años. Pero
empecé a juntarme con personas que ya
no estaban en la verdad y con gente que sabía
algunas cosas de Jehová y de su organización.
Y así fue como la apostasía empezó a afectarme.
BETTHIE SULLIVAN: Al leer aquella información, podía
ver que no era cierta. Pero, cuando te estás alejando de
la verdad, buscas una razón para no creer.

JUSTIN OCHOA: Empecé a llenar mi mente de diferentes


filosofías, diferentes ideas, y hasta empecé a estudiar
diferentes religiones. Y me convencí a mí mismo
de que solo era algo intelectual. Pero empezó a
cambiar mi modo de ver las cosas. Los ancianos
intentaron ayudarme, pero yo me puse a
rebatirles con mucha agresividad, hasta les dije que
la historia del arca de Noé era un cuento, que no era más
que un mito.

ALEXANDRE OLIVEIRA DE AQUINO: Las ideas apóstatas que estaba leyendo


empezaron a calar cada vez más hondo en mi corazón.
Dejé de leer nuestras publicaciones, dejé de asistir a las
reuniones, y al final abandoné mi rutina espiritual. Decidí
tratar de encontrar la verdad en otra parte. Me puse a
buscar un grupo que creyera en lo que yo sabía que la
Biblia enseñaba, pero no encontré ninguno.

BETTHIE SULLIVAN: Un domingo por la mañana, pasé por delante del Salón
del Reino y me dije a mí misma: “¡Ja!, ahí están,
esperando a que llegue Armagedón”. Pero, en cuanto ese
pensamiento se me vino a la mente, me dije: “Al menos
ellos se sienten bien consigo mismos, ¿puedes decir tú lo
mismo?”. La respuesta era “No”, me sentía fatal.

JUSTIN OCHOA: Los ancianos, usando muy bien las Escrituras y razonando
conmigo, me ayudaron a ver que me había dejado llevar, que me había dejado
atrapar, por filosofías humanas, por razonamientos falsos y vacíos.

ALEXANDRE OLIVEIRA DE AQUINO: Hice una


oración en la que le supliqué a Jehová que me mostrara
cómo encontrar la verdad. Y me quitó esa sensación de
vacío que tenía, un vacío espiritual.
BETTHIE SULLIVAN: Me di cuenta de que la amistad con Jehová es lo más
valioso que uno puede tener en la vida. Tenía que volver.

JUSTIN OCHOA: Empecé a estudiar la Biblia con la


actitud correcta. Quería que influyera en mi mente y en
mi corazón, y que me ayudara a cambiar mi conducta.
A medida que iba estudiando, notaba cómo Jehová me
bendecía. Jehová me ayudó a recuperar mi amistad con
él.

ALEXANDRE OLIVEIRA DE AQUINO: Empecé a usar el


nombre de Jehová y a hablar de él con otras personas.
Eso me hacía muy feliz. Comencé a tener muy buenos
resultados en la predicación. Es un gran honor poder
ayudar a alguien a amar a Jehová.

BETTHIE SULLIVAN: Me hacía muy feliz estar de


nuevo bajo las alas de Jehová y estar en paz conmigo
misma. ¡Cuánto nos ama Jehová! Él quiere ayudarnos.
¿Y qué mejor ayuda podríamos tener? No hay nadie
mejor en el universo.

Ahora hablemos del segundo desafío al que nos enfrentamos: LOS COMENTARIOS
NEGATIVOS SOBRE NOSOTROS EN LOS MEDIOS. Hay un principio que
podemos seguir, Proverbios 14:15. Dice:

Proverbios 14:15 — “El ingenuo se cree todo lo que le dicen, pero el prudente
mide bien todos sus pasos”.

Algunas personas se creen todo lo que leen en los periódicos o ven en la


televisión. Y usted, ¿debería hacerlo? Piense en esto: está predicando de casa en
casa y le sale una persona que le dice: “Ustedes, los Testigos, son malas personas.
Dejan morir a sus hijos, no creen en la medicina”. Y usted le pregunta: “¿Conoce a
algún testigo de Jehová personalmente?”. “No”. “Entonces, ¿de dónde sacó la idea
de que dejamos morir a nuestros hijos y de que no creemos en la medicina?”. Y la
persona dice: “Lo sé de buena fuente. Lo leí en el periódico”. Claro, y si está en el
periódico tiene que ser verdad, ¿no? No necesariamente. Recuerde que los
periodistas tienen fechas límite para entregar sus artículos, y puede que no tengan
tiempo ni ganas de corroborar los hechos. O puede que el redactor escriba un
artículo sin prejuicios, pero luego el editor lo cambie. Quizás al editor no le gustan
los testigos de Jehová o haya escuchado mentiras sobre nosotros. Qué triste que
tantas personas en el mundo se crean todo lo que leen. Hermanos, no hagamos lo
mismo; no seamos ingenuos, comprobemos bien la información. A veces, hay
programas en la televisión que hablan sobre los Testigos. Algunos de ellos son
razonables y justos, pero muchos, por no decir la mayoría, no lo son. Y, cuando
no lo son, a menudo es porque los productores ya tienen una opinión negativa
sobre los Testigos, y solo buscan información que apoye sus prejuicios. Y ¿a
quiénes acuden? A apóstatas y líderes religiosos. Y ellos les dicen a qué personas
entrevistar. Y ya sabemos lo que dirán esas personas. En el último momento, puede
que entrevisten a algún hermano para que el programa parezca imparcial, pero el
programa no estaba pensado para serlo. Estaba preparado para ser parcial y dar
una imagen negativa de los testigos de Jehová. Por otro lado, algunos medios de
comunicación son muy cuidadosos con lo que publican y quieren que todas las
partes implicadas estén representadas. Y, si hablan bien de los Testigos, habrá
consecuencias. Si un periódico publica algo positivo sobre nosotros, las Iglesias se
van a quejar: “Tenemos feligreses molestos. Están suscritos a su periódico y no les
gusta leer cosas positivas sobre los testigos de Jehová”. ¿El mensaje? “Si lo vuelven
a hacer, van a perder lectores”.

Ahora bien, a través de la historia, siempre ha habido informes negativos sobre el


pueblo de Jehová, no es algo nuevo. Piensen en los días de la reina Ester.
El malvado Hamán le da un informe negativo al rey Asuero. “Los judíos
no obedecen nuestras leyes, son una amenaza para la sociedad”. ¿Comprobó
Asuero si aquello era cierto? ¿Pidió pruebas? No. Asuero fue ingenuo, se dejó llevar
por lo que le dijo Hamán. Bueno, hoy día hay muchas personas como Hamán.
Y usan las mismas tácticas. De hecho, consiguen engañar a algunas autoridades.
Estas se creen las calumnias de los apóstatas. Si tan solo se molestaran en
contrastar la información. Sabrían que les están mintiendo, pero es que
no comprueban los hechos. Hermanos, esto también es triste, que las autoridades
se dejen llevar por las mentiras. Ustedes no se dejen llevar.

¿Alguna vez han escuchado hablar de los juicios mediáticos? Suele pasar esto:
alguien es acusado de un delito, el caso sale en todos los medios de
comunicación, y los medios presentan los hechos de tal modo que todo el mundo
que los oye cree que la persona es culpable. Para evitar que los denuncien por
difamación o calumnia, los periodistas escogen con mucho cuidado sus palabras.
Y hay que entender qué es lo que están diciendo. Este texto nos ayudará, Job
12:11. Es impresionante la cantidad de principios que estamos sacando de Job en
este discurso. Job 12:11. Aquí está hablando Job y dice:
Job 12:11 — “¿Acaso el oído no prueba las palabras como la lengua saborea la
comida?”. “¿Acaso el oído no prueba las palabras?”.

¿Qué quiere decir eso? Que, si nos enteramos de que los apóstatas van a salir en
un programa de televisión, ¿deberíamos verlo para ver si lo que dicen es cierto?
No. Básicamente significa comprobar cuál es la fuente de esas palabras. Si los que
hablan son apóstatas, ¿por qué deberíamos creer lo que dicen? Pongamos un
ejemplo: se encuentran un frasco con una etiqueta que dice “veneno”. ¿Necesitan
abrirlo y probar un poquito para ver si de verdad es veneno? La etiqueta dice que
es veneno. Volvamos al texto de Job. ¿De qué otra manera podemos probar las
palabras? Lo hacemos fijándonos en lo que de verdad significan las palabras.
Dijimos que los medios de comunicación y los periodistas escogen muy bien las
palabras para evitar denuncias. Supongamos que una noticia dice que alguien ha
sido acusado de un delito o que está siendo investigado. Bueno, tenemos dos
palabras: acusado e investigado. Eso no quiere decir que sea culpable.
O supongamos que alguien es condenado y va a la cárcel. Bueno, podemos decir
eso de los hermanos de Corea, fueron condenados y encarcelados. ¿Y por qué? Por
negarse a matar a otros. ¿Hicieron algo malo? Y, si un tribunal declara culpable a
alguien, como le pasó a Jesús, eso no significa que para Dios sea culpable. Así que,
hermanos, tenemos que reflexionar en estas cosas. Puede que leamos que una
persona o una organización es demandada, pero se llega a un acuerdo fuera del
tribunal. ¿Significa eso que la parte demandada es culpable? No necesariamente. Y,
en algunos países, a menudo los casos son juzgados por un jurado. ¿Y quiénes
están el jurado? Ciudadanos normales, sin conocimientos de leyes. Pero no solo
eso. Estos ciudadanos no siempre tienen acceso a todas las pruebas, porque el juez
y los abogados deciden qué datos darle al jurado. Así que es poco probable que se
sepa toda la verdad en el juicio. De hecho, es posible que ninguna de las partes
quiera que se sepa toda la verdad. A veces, los abogados omiten a propósito
información que pudiera perjudicar a sus clientes. Además, los miembros del
jurado tienen prejuicios, como todo el mundo, y hay quienes no son capaces de
dejarlos a un lado.

Voy a contarles una historia real. Hace un tiempo, un abogado me habló de un


caso que tuvo. Se trataba de un doctor acusado de negligencia médica. Y había un
jurado. En el juicio, se demostró claramente que el doctor era culpable. Pero el
jurado decidió que el paciente no recibiera ni un centavo. El abogado, confundido,
les preguntó a dos miembros del jurado después del juicio: “Por favor, ¿podrían
decirme qué parte del testimonio no creyeron?”. Le contestaron: “Bueno, es que
no lo tuvimos en cuenta. El doctor era tan atractivo que no queríamos que pagara
nada”. Con personas así juzgando, no sorprende que muchos abogados prefieran
resolver los casos fuera de los tribunales. Pero alguien podría decir: “Yo no creo en
los acuerdos fuera del tribunal, yo creo en la justicia”. Así que surge la pregunta
¿está mal llegar a un acuerdo para no ir a juicio? ¿Qué dice la Biblia? Veamos lo
que dijo Jesús sobre esto. Busquemos Mateo 5:25, 26. Es interesante que Jesús
hablara de este tema junto con otras cosas importantes que enseñó.

Mateo 5:25, 26 — “Si un adversario te lleva a juicio, trata de resolver las cosas
cuanto antes, mientras aún van de camino al tribunal, no sea que tu adversario
te entregue al juez, el juez te entregue al guardia del tribunal y tú acabes en
prisión. Te aseguro que de ningún modo saldrás de allí hasta que hayas pagado
la última monedita”.

Esto es interesante. Pensemos en la Ley de Moisés. ¿Decía la Ley que se podía


meter a alguien en la cárcel si no podía pagar una deuda? No decía eso. Para pagar
la deuda tenía que trabajar. O un familiar tendría que hacerlo. Así que, cuando
Jesús habla aquí de una prisión y de un juez, está claro que se refiere a lo que haría
un juez no judío. Por lo que no esperaríamos que fuera un juez justo. ¿Y qué
podría llevarlo a condenar a nuestro hermano? Bueno, quizás la otra parte lo haya
sobornado. O quizás tuviera prejuicios contra él por su raza o por su religión.
Fíjense en que Jesús no dijo que resolviera el asunto antes del juicio solo si era
culpable. Así que, hermanos, no seamos ingenuos. No se crean todo lo que leen.
Solo porque sea un artículo del periódico no significa que sea cierto. Y el que lo
escribió tiene su opinión, y puede estar equivocado. Y los productores de televisión
tienen sus propios intereses, prejuicios y puntos de vista.

Así que, hermanos, ¿QUÉ PODEMOS DECIR, ENTONCES, PARA CONCLUIR?


Nuestra fe está siendo atacada. Tenemos que luchar. Y Jehová nos da lo que
necesitamos para poder luchar. Algo que él nos da es la amistad de nuestros
hermanos. Satanás tratará de alejarnos de ellos, tratará de debilitar nuestra fe.
Intentará influenciarnos con malas compañías sin darnos cuenta. Pero Jehová nos
da amigos en la congregación, personas a las que conocemos, a las que amamos.
Personas que de verdad quieren lo mejor para nosotros. Recordemos el principio
que encontramos en Proverbios 13:20…

Proverbios 13:20 — “El que anda con los sabios se hará sabio, pero el que se
junta con los insensatos acabará mal”.
Usted conoce a los hermanos de su congregación, sabe que son sabios, sabe que
quieren lo mejor para usted. Pero, en un foro de internet, probablemente no sepa si
está andando con personas sabias, por lo menos al principio. Así que tenga
cuidado, y si la conversación se vuelve negativa sálgase. Satanás está detrás de las
enseñanzas engañosas de los apóstatas. Él es el “padre de la mentira”. Y los que
mienten están haciendo exactamente lo que hace su padre. Los apóstatas no tienen
nada que ofrecernos, hermanos. Lo único que ofrecen es odio. Solo ofrecen críticas
y comentarios negativos. Pero qué bien nos sentimos cuando estamos con quienes
aman a Jehová. Él nos da muy buenos amigos, compañías edificantes. Además, nos
da la verdad de su Palabra, y un conocimiento exacto de la verdad es la mejor
defensa contra la apostasía. Lea la Biblia todos los días y medite en ella. Preste
atención a las palabras. Fíjese en lo que quieren decir. Sea como los bereanos
mencionados en Hechos 17:10, 11. Vamos a leerlo.

Hechos 17:10, 11 — “Esa misma noche, los hermanos enviaron a Pablo y a


Silas a Berea. Cuando llegaron, fueron a la sinagoga de los judíos. Pero estos
judíos eran más nobles que los de Tesalónica, porque aceptaron la palabra con
muchísimo interés, y todos los días examinaban con cuidado las Escrituras
[todos los días examinaban con cuidado las Escrituras] para ver si estas cosas
eran tal como les decían”.

Pablo compara a los bereanos con los tesalonicenses. ¿Qué sabemos de los
tesalonicenses? En aquellos días no existía YouTube, pero parece que los
tesalonicenses escucharon el rumor de que “el día de Jehová” había llegado.
¿Quién esparció ese rumor? ¿Un apóstata? Puede ser. O también puede ser que
alguien lo escuchara y lo repitiera sin comprobar si era cierto. ¿Alguna vez ha
hecho eso? ¿Repetir algo que le contaron sin saber si era cierto? Creo que todos
debemos reconocer que hemos hecho eso alguna vez. Pero ¿cómo reaccionaron
los tesalonicenses? Se asustaron. Perdieron el buen juicio fácilmente. No queremos
que eso nos pase a nosotros. Cuando escuchemos algo, comprobémoslo. No lo
repitamos, no nos lo creamos, comprobémoslo. Colosenses 2:6, 7, el último texto
que vamos a leer en este discurso. Aquí Pablo explica cómo podemos evitar perder
el juicio fácilmente. Leamos este último texto…

Colosenses 2:6, 7 — “Por lo tanto, tal como han aceptado a Cristo Jesús el
Señor, sigan andando en unión con él [si hacemos eso, estaríamos andando con
alguien sabio], siendo arraigados en él, edificados sobre él [y noten lo que dice
ahora] y estabilizados en la fe, como se les enseñó”.
Si estamos estables en la fe, no nos dejaremos llevar por las acusaciones falsas de
los apóstatas ni de los medios. En tiempos de guerra, a menudo se esparcen
rumores falsos. Hermanos, estamos en guerra. Y tenemos que luchar con todas
nuestras fuerzas por la fe. Nuestra vida está en juego.

Gracias, hermano Splane, por este discurso tan interesante. Esta sesión nos ayudó a
proteger nuestra fe y a actuar con fe. ¿Qué veremos en las dos últimas sesiones?
El texto temático será Mateo 21:21, que dice en parte: “Si tienen fe [...] pasará”.
La siguiente sesión comenzará con una serie de discursos que habla de mujeres de
fe. Y estamos deseando escuchar el discurso público, titulado “Tengan fe en las
buenas noticias”. Ahora cantemos la canción 38, que dirige la atención a nuestra
fuente de poder, Jehová. La canción se titula Jehová te cuidará. Después de la
canción pueden hacer una oración para finalizar. Canción 38.

4:55 Canción 38 | “Jehová te cuidará”


y oración de conclusión

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