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Pongámonos de pie para cantar una canción que refleja muy bien lo que sentimos al salir a predicar.
La canción es la número 76, titulada Cuéntame lo que sientes. Canción número 76.
Pueden sentarse.
Los siervos de Dios predicamos las buenas noticias por todo el mundo, y nos hace muy felices ver que muchos
aceptan el mensaje. ¿Qué podemos aprender de lo que hacen los hermanos de todo el mundo? ¿Cómo podemos
ayudar a los de buen corazón a progresar? En el siguiente video, hermanos de seis lugares diferentes nos
contarán sus experiencias.
El hermano Mark Noumair, ayudante del Comité de Enseñanza, será el presentador. Acompañemos al hermano
Noumair para ver
“Cómo están viviendo la alegría de hacer discípulos nuestros hermanos” de todo el mundo
Si le preguntaran por dos hombres del primer siglo que fueron predicadores entusiastas, ¿en quiénes pensaría?
Posiblemente en Pablo y Bernabé. Los dos juntos viajaron a muchos lugares predicando las buenas noticias y
ayudando a muchas personas a conocer la verdad sobre Jehová.
Eso los hizo felices, a ellos y a otras personas. Hechos 15:3 dice:
“Así que la congregación los acompañó durante una parte del camino. Después, ellos siguieron adelante a
través de Fenicia y de Samaria. Y, al ir contando en detalle la conversión de gente de las naciones, alegraban
muchísimo a todos los hermanos.”
Cuando contaban sus experiencias, los hermanos se alegraban muchísimo. Aquello los animaba y los hacía
sentirse parte de una familia espiritual.
Hoy día, hay muchos hermanos como Pablo y Bernabé, que trabajan duro para encontrar a las personas de
buen corazón. Repasemos brevemente las cifras y veamos lo que hemos conseguido como familia espiritual
unida durante el pasado año de servicio.
Las buenas noticias se predicaron en 240 países y territorios. Cada mes, tuvimos un promedio de más de
8,4 millones de publicadores. Se dedicaron a la predicación más de 2.000 millones de horas.
Además, le alegrará saber que, por primera vez en 20 años, se bautizaron más de 300.000 personas.
Eso significa que, cada fin de semana, un promedio de 5.843 personas simbolizaron su dedicación a Jehová.
Y es posible que millones más acepten la verdad, pues se dirigieron una media de 9,6 millones de cursos
bíblicos cada mes, y más de 21 millones de personas asistieron a la Conmemoración. Le damos las gracias a
Jehová por hacer posible este crecimiento y a todos ustedes por su esfuerzo.
El Cuerpo Gobernante recibió bonitas experiencias, así como informes, del pasado año de servicio. Y quiere
compartirlos con todos ustedes ahora. ¿Les gustaría escuchar algunos de estos informes y saber lo que están
haciendo nuestros hermanos?
Pues... vamos allá. Conoceremos a publicadores de seis partes de la Tierra. Estos hermanos nos contarán
el efecto que ha tenido en ellos la obra de predicar.
Veamos un avance.
_________________________ AVANCE DE VIDEOS _____________________________
- Algunos se enfrentan a desafíos muy singulares. Cuando llueve, hay tanto fango que tenemos que quitarnos
los zapatos y llevarlos en la mano.
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- Otros han hecho cambios en su vida para servir más a Jehová.
- Cuando cumplí 60 años y me jubilé, mi esposa y yo nos ofrecimos para servir donde hiciera falta más ayuda.
- Él puede ver, pero no puede caminar. Y yo puedo caminar, pero no puedo ver.
- Veremos cómo la verdad puede cambiar la vida de las personas.
- Me sentí muy feliz. Pero me preguntaba: “¿De verdad puedo creer en eso?”.
- Eso me impresionó mucho y me hizo pensar en la clase de persona que era.
- Algunos han tenido que dejar malos hábitos. Otros, hacer frente a la presión. ¿Cómo lo han conseguido?
- Un día le dijo que eligiera entre su familia y Jehová.
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Como queríamos hablar con él más a menudo, lo invitamos a nuestra casa a analizar el texto diario con
nosotros. Así que empezó a venir todos los días a las siete en punto. Cuando llegamos a Latur, mi esposa y yo
apenas sabíamos hablar lenguaje de señas. Pero, cuando le dábamos clases de la Biblia a Sangram, él, a
cambio, nos daba clases de lenguaje de señas a nosotros.
Estábamos encantados, nos sentíamos muy muy felices.
En cuanto Sangram comenzó a estudiar la Biblia, empezó a hacer cambios en su vida y a aplicar lo que
aprendía.
Se cambió el peinado, dejó la asociación de sordos de la que él era el líder, y hasta cambió su personalidad.
Ya no reaccionaba mal cuando otros lo provocaban. Nos alegra tanto que Sangram estudiara la Biblia...,
porque eso le ha cambiado la vida por completo. En poco tiempo dejó casi todos sus malos hábitos. Pero aún
no había sido capaz de dejar de mascar tabaco. Como lo queríamos mucho, lo llevamos al dentista para que le
hicieran una limpieza dental.
Desde entonces, no ha vuelto a mascar tabaco. Seis meses después de empezar a estudiar la Biblia, lo
nombraron publicador. Y desde entonces no ha dejado de progresar. Ya hay una congregación de lenguaje de
señas en Latur.
Mi esposa y yo nos mudamos a otro grupo de lenguaje de señas. Ahora estamos sirviendo en Pandharpur.
Cuando nos encontramos con nuestros antiguos estudiantes en las asambleas y vemos lo que han progresado,
nos sentimos muy felices.
Pensar en el gran privilegio que tenemos de servir a Jehová nos llena de alegría. No hay palabras para expresar
lo que sentimos.
Cuando vieron la gran sonrisa de Sangram, ¿verdad que no pudieron evitar sonreír también?
Ese es el efecto que tiene la verdad en nosotros.
¿Y no es cierto que apreciamos los sacrificios que Alex y Anne hicieron para servir donde se necesita ayuda?
Tuvieron que aprender lenguaje de señas y mudarse lejos de su casa. Pero ¿cuál fue el resultado?
Alex dijo que servir a Jehová los llena de alegría. Está claro que Jehová los bendijo por haber estado
dispuestos a hacer sacrificios.
- Uno de los desafíos que tenemos es que nuestro territorio es muy pequeño para la cantidad de hermanos que
somos. Hay un publicador por cada 40 habitantes. Así que nos estamos concentrando en predicar en los
pueblos que hay alrededor de Jibou.
Y Jehová está bendiciendo el esfuerzo, porque ahora tenemos más estudiantes que están progresando.
- Cuando estaba en la escuela primaria y todavía no me había bautizado, ya hablaba de Jehová con una
compañera de clase. Se llama Oana. Le interesaba mucho la Biblia y tenía muchas preguntas.
Las dos teníamos 12 años. Un poco más tarde, me bauticé, y Oana fue mi primera estudiante de la Biblia.
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Le enseñé a prepararse bien para las clases. Por las tardes leíamos la Biblia juntas, y hasta apuntábamos en un
cuaderno nuestros textos favoritos. Además, para ayudarla a ver a Jehová como una persona real, hicimos
juntas varios proyectos de investigación. Por ejemplo, escribimos en una hoja de papel todas las cualidades
de Jehová y cómo podíamos imitarlo. Oana empezó a ir a las reuniones y hasta daba comentarios.
Me alegraba mucho verla tan feliz aprendiendo la verdad. Como era de esperar, no siempre fue fácil. A la
madre de Oana no le gustaba nada que su hija estudiara la Biblia conmigo. Le prohibió estudiar, y un día le
dijo que eligiera entre su familia y Jehová, y la echó de casa.
Oana tenía 16 años. Para animarla, leí con ella Isaías 41:10, 13, que dice que Jehová tiene agarrada nuestra
mano y que nos ayudará.
Hablamos mucho y oramos juntas. Una semana más tarde, Jehová respondió nuestras oraciones. La madre de
Oana se calmó. Y no solo la dejó volver a casa, sino que también le permitió asistir a las reuniones y que
siguiera estudiando la Biblia conmigo. Me puse tan contenta...
El 21 de julio de 2018, Oana se bautizó.
Por fin puedo predicar con mi hermana espiritual. Jehová me ha hecho muy feliz. No tengo palabras para
describir cómo me siento.
- Nuestro territorio es tan grande que es difícil llegar a todo el mundo. A veces hay que conducir casi dos horas
para llegar a ciertas partes.
- Algo que me encanta es que podemos usar la Biblia a menudo al hablar con la gente.
- La gente respeta la Biblia. Todos tienen una en casa.
- En estos últimos tres años, hemos visto cómo de un pregrupo han salido una congregación y cuatro grupos.
Todos estamos muy entusiasmados. Sinceramente, el tiempo que llevo predicando en este territorio ha sido el
más feliz de mi vida.
- Un día, predicando de casa en casa, hablé con una mujer llamada Jane, y se quedó con el libro “El hombre
más grande”. Cuando llegó la temporada de la Conmemoración, le dejé la invitación.
Mi esposa y yo volvimos el día antes de la Conmemoración y nos sorprendió que Jane dijera que les encantaría
asistir. Así que les ofrecimos un curso bíblico, y su esposo, Jerry, dijo que estudiaría toda la familia.
- Pero aquello no era lo que me habían enseñado, así que quería seguir estudiando para averiguar si lo que
estaba aprendiendo era la verdad.
- En cierta ocasión, Benjamin nos leyó un salmo que dice cómo será la vida en la Tierra, y dije: “¡Guau! Yo
siempre me imaginé haciendo en el cielo las cosas que me gusta hacer en la Tierra”. Me sentí muy feliz.
Pero me preguntaba: “¿De verdad puedo creer en eso?”.
- Al ir leyendo y estudiando la Biblia, me fui dando cuenta de que era muy poco lo que sabía sobre ella. Eso me
impresionó mucho y me hizo pensar en la clase de persona que era.
- En una de las ocasiones en las que visitamos a la familia, Ben y yo ya habíamos pensado de qué íbamos a
hablar ese día, pero al final no hablamos nada de la Biblia.
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Terminamos jugando a las cartas con ellos. Todos se quedaron con la boca abierta al ver que éramos personas
normales.
- La comunidad alemana de Pensilvania piensa que la obediencia estricta a los padres es muy importante para
agradar a Dios.
Un día, Jerry me dijo que su padre quería hablar conmigo.
- Aunque la intención de mi padre era buena, intentó que dejáramos de estudiar. Pero lo que él me contaba
de los Testigos era muy diferente de lo que yo veía en ellos. Ellos nos enseñaban utilizando la Biblia que
teníamos en casa.
¿Cómo nos iban a estar engañando? Se veía que estaban preocupados por lo que estaba pasando con su familia.
Ellos querían servir a Jehová, pero la familia los estaba presionando mucho.
- Para seguir progresando, tuvimos que pasar menos tiempo con la familia.
- A partir de entonces, Jerry y Jane progresaron muy rápido. Hicieron cambios en su vida, y experimentaron la
libertad que se siente al servir a Jehová.
Nos alegraba muchísimo ver que cada vez eran más felices.
- Hemos ganado 100 veces más de lo que hemos perdido. Predicar y ver que la gente se acerca a Jehová nos
emociona mucho y nos hace muy felices.
- Me encantaría que todo el mundo tuviera la misma esperanza y fuera tan feliz.
¿Qué pasó cuando Jerry y Jane leyeron con sus propios ojos las verdades de la Biblia?
Eso influyó mucho en sus pensamientos y emociones, y reveló quiénes eran en su interior. Y, ahora, ellos se
sienten muy muy felices sirviendo a Jehová con sus hijos.
Ben y Joanna usaron la Biblia con habilidad. Dejaron que la Palabra de Dios hablara por sí misma.
Y esta bonita experiencia, como el mismo Ben acaba de mencionar, los hizo muy felices, los alegró mucho.
Y esa alegría es contagiosa. Nosotros también la sentimos con solo verlos.
- En nuestro territorio, casi todo el mundo conoce la Biblia. Pero han aprendido enseñanzas falsas. A muchos
estudiantes les cuesta progresar porque sus costumbres y tradiciones entran en conflicto con las enseñanzas
de la Biblia. Muchos se enfrentan a la oposición de su familia y a la presión de sus vecinos.
También los animan a ponerse metas materialistas. Todas estas cosas son obstáculos para progresar
espiritualmente.
A pesar de estos obstáculos, hay quien se decide a estudiar la Biblia. Algunos han aceptado la verdad y se han
hecho amigos de Jehová. Poder enseñarles a las personas con la Palabra de Dios que Jehová es un Dios de amor
y ver cómo reaccionan... es una gran bendición.
- Yo le daba clases de la Biblia a una joven que quería ser Testigo. Pero para lograrlo tenía que vencer dos
obstáculos muy grandes. Uno era su carrera profesional, y el otro su familia no creyente. Yo no quería decirle
lo que tenía que hacer. Más bien, mi objetivo era ayudarla a entender lo que la Biblia enseña, que viera el
cuadro completo, para que ella tomara su propia decisión.
Trato de ser un buen ejemplo demostrándole que disfruto de la predicación. Quiero que ella vea que, cuando
salgo a predicar, estoy colaborando con Jehová. Aunque ella tenía un trabajo con un buen sueldo, no era feliz.
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Siempre estaba estresada. Entonces se fijó en los Testigos, que siempre están felices aunque prediquen bajo
el sol, bajo la lluvia... Se dio cuenta de que, si ponía a Jehová en primer lugar en su vida, sería realmente
feliz.
Cuando fue a decirle a su suegra que había renunciado a su empleo, su suegra le dijo: “¿Has dejado el trabajo?
¿Y ahora qué piensas hacer? ¿Dedicarte a predicar?”. Y ella le respondió: “La decisión que he tomado me hará
feliz. Y también hará feliz a Jehová”.
Ver el cuadro completo la ayudó a dar un paso a favor de la adoración verdadera y a apoyar la soberanía de
Jehová.
Asistí a la escuela de precursores con ella. Cuando lo pienso... me hace tan feliz verla disfrutar de esta labor,
de ayudar a otras personas a que también conozcan a Jehová. También me hace muy feliz que Jehová me haya
utilizado a mí para ayudar a otros a conocer la verdad y a adorarlo.
Es muy animador ver a personas como Lydia aprender la verdad y hacer cambios en su vida con la ayuda de
Jehová.
Y qué feliz tiene que sentirse su maestra, Edith, al ver que Lydia sigue sirviendo a Jehová. Como dijo Edith,
los estudiantes de la Biblia progresan gracias a la bendición de Jehová, porque él ve sus corazones.
Bueno, en este ratito le hemos dado la vuelta al mundo para escuchar estas experiencias.
¿Se ha fijado en qué cosas nos ayudan a vivir la alegría de hacer discípulos?
Yo me he fijado en las siguientes cuatro.
1) Lo primero que tenemos que hacer es buscar a las personas que tienen un buen corazón.
Nuestros hermanos de Nigeria, Fiyi y Bolivia predican las buenas noticias a pesar de las largas distancias, las
malas carreteras y el clima extremo.
Gabriel y Joseph trabajan en equipo para superar sus limitaciones, y su ejemplo nos anima a nosotros a hacer
más. Alex y Anne Das aprendieron lenguaje de señas y se mudaron a una ciudad que estaba a más de
800 kilómetros de su casa para ayudar allí.
2) Lo segundo que vimos es que, para ser buenos maestros, tenemos que cultivar el “arte de enseñar”.
Por ejemplo, sabemos que es muy importante usar la Biblia para ayudar a los estudiantes a razonar. Eso fue lo
que hizo Makereta. Ella usó las Escrituras para ayudar a su estudiante a sacar sus propias conclusiones sobre la
verdad.
Benjamin y Joanna también usaron con habilidad la Biblia para ayudar a Jerry y a Jane. Se valieron del poder
de las Escrituras para llegar a su corazón. Y, cuando se enfrentaron a oposición, Jerry y Jane lograron
mantenerse firmes porque estaban convencidos de que estaban aprendiendo la verdad de la Palabra de Dios.
3) En tercer lugar, aprendimos que, para ser buenos maestros, tenemos que ayudar a nuestros estudiantes a
tener buenos hábitos de estudio, a que tengan una rutina espiritual. Edith y Lydia se pusieron la meta de
no perderse ni una sola clase. Beatrice buscó maneras creativas de ayudar a su estudiante, como el proyecto
que se le ocurrió para ayudar a Oana a ver a Jehová como una persona real.
4) Y cuarto. En todas estas experiencias hemos visto que para hacer discípulos hace falta amor, verdadero
amor. Alex y Anne demostraron ese amor cuando llevaron a Sangram al dentista. ¿Y qué fue lo que impulsó a
Cletus a estudiar la Biblia? La alegría que vio en el pueblo de Jehová y el cariño con el que nos tratamos unos
a otros. Angeline dejó un trabajo muy estresante para poner a Jehová en primer lugar. ¿Por qué?
Porque vio que los testigos de Jehová, movidos por amor, están dispuestos a hacer sacrificios y salir a predicar,
con sol o con lluvia, y se dio cuenta de que eso los hace realmente felices.
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Como hemos visto, podemos sentir la felicidad que viene de Jehová cuando nos esforzamos por ayudar a los
demás y él nos bendice por hacerlo.
¿Verdad que nos ha emocionado ver y escuchar a nuestros hermanos abriéndonos su corazón?
Puede que nosotros tengamos que enfrentarnos a muchos problemas y desafíos, igual que Pablo y Bernabé.
Pero no son nada comparados con la alegría y la felicidad que sentimos al ayudar a otros a que conozcan a
Jehová y lo amen.
Ahí fuera, todavía quedan personas de buen corazón que necesitan escuchar la verdad. Experiencias como las
que acabamos de escuchar nos hacen ver que Jehová está acelerando muchísimo la obra en nuestros días.
La próxima vez que salga a predicar, imagínese que está trabajando hombro a hombro con sus hermanos de
todo el mundo. Como sucede en las labores de rescate, puede que nos parezca que no estamos encontrando
sobrevivientes en nuestra zona. Pero, con que se escuche un solo caso en el que se saque a alguien de los
escombros, todos los voluntarios redoblan sus esfuerzos.
Imagine la alegría que siente Jehová cuando nos mira y ve que sus siervos, por todo el mundo, estamos
trabajando hombro a hombro en la misión de rescate más importante de la historia.
Así que siga predicando, siga buscando entre los escombros de este sistema moribundo a los que suplican
ayuda. Si lo hace, va a ser muy feliz.
Es muy emocionante ver todo lo que están haciendo nuestros hermanos para que las personas escuchen las
buenas noticias. ¿Cómo podemos ayudar a nuestros estudiantes a progresar hasta la dedicación y el bautismo?
En la siguiente serie de discursos, veremos cinco campos en los que podemos ayudar a nuestros estudiantes.
Cada orador presentará al siguiente. El hermano Mark Sanderson, del Cuerpo Gobernante, presentará el
primer discurso, titulado
Antes de subir al cielo, nuestro Señor Jesucristo nos encargó una misión muy importante. Él dijo: “Vayan y
hagan discípulos de gente de todas las naciones. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu
santo”.
Seguro que usted recuerda perfectamente esas palabras. Jesús no quería que la gente simplemente conociera
sus enseñanzas; Jesús quería que la gente llegara a amar sus enseñanzas y que eso les motivara a actuar, a
vivir según esas enseñanzas y a convertirse en sus verdaderos discípulos.
Pero ¿por qué quería Jesús que las personas lo siguieran y obedecieran sus enseñanzas?
Bueno, es por lo que leemos aquí en Juan, capítulo 13, versículo 17. Fijémonos en lo que dijo Jesús:
“Ahora que saben estas cosas, serán felices si las ponen en práctica”.
¿La lección?
Jesús estaba diciendo que las personas encontrarían felicidad verdadera, encontrarían el camino de la
salvación, tendrían una amistad con su querido Padre celestial... si llegaban a conocerlo y a poner en práctica
las cosas que les había enseñado.
Pues bien, hermanos, en esta serie de discursos vamos a analizar cinco cosas diferentes que nuestros
estudiantes de la Biblia tienen que hacer, tienen que poner en práctica, para convertirse en verdaderos
seguidores de nuestro Señor Jesucristo.
1) Hablemos de la primera.
¿Qué es lo que más necesitan nuestros estudiantes de la Biblia? Bueno, es lo que Jesús dijo en Mateo, capítulo
5. Leámoslo juntos: Mateo, capítulo 5, versículo 3. Jesús dijo:
“Felices los que reconocen —¿notamos?— sus necesidades espirituales, porque el Reino de los cielos es de
ellos”.
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¿Qué aprendemos?
Bueno, Jesús mostró que las personas de corazón sincero sienten una necesidad espiritual.
Necesitan llegar a conocer a Dios y tener una relación personal con él para ser realmente felices. Así que
tenemos que enseñarles a nuestros estudiantes —lo primero de todo— que para llenar esa necesidad espiritual
tienen que conocer a su Padre celestial, Jehová.
Satisfacer esa necesidad, llegar a tener una relación con Dios, es lo que los hará realmente felices. Y esto
implica más que simplemente transmitir información.
Existe un dicho que probablemente conocemos. Dice: “Dale a un hombre un pescado y lo alimentarás un día.
Enséñale a pescar y lo alimentarás el resto de su vida”.
¿Cuál es la idea?
Si enseñamos a nuestros estudiantes a alimentarse espiritualmente, les abrimos el camino para que
fortalezcan su amistad con Dios, tengan una fe firme y se conviertan en verdaderos seguidores de Cristo.
En la escenificación que vamos a ver a continuación, fijémonos en cómo la maestra ayuda a su estudiante a
hacer precisamente eso.
¿Cómo podemos ayudar a nuestros estudiantes para que aprendan a alimentarse espiritualmente?
Desde el principio, desde que se establece el curso, tenemos que enseñarles cómo prepararse cada semana
para las clases. Puede que esto sea algo totalmente nuevo para ellos, así que tendremos que ir poco a poco,
paso a paso, para ayudarlos a prepararse.
También tendremos que enseñarles a comprar tiempo de otras actividades y a organizarse para prepararse
bien. Y nunca olvidemos felicitarlos. Como tal vez esto sea algo muy nuevo para nuestros estudiantes, cuando
se esfuerzan y se preparan, felicitémoslos.
Bueno, ¿y cuál es el siguiente paso? Se trata de algo que a veces olvidamos, hermanos. Hablamos de enseñar
a nuestros estudiantes a orar antes de cada sesión de estudio.
¿Por qué es esto importante? De nuevo, porque no queremos que nuestros estudiantes piensen solo en obtener
información. No queremos que vean su estudio solo como algo intelectual.
Queremos que piensen siempre en cómo lo que estudian está relacionado con su Padre celestial, Jehová.
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Así establecerán una relación personal con él. Como dice Proverbios, capítulo 2, si pedimos a Jehová
conocimiento, sabiduría, entendimiento... Jehová nos ayudará, y ayudará a nuestro estudiante a adquirir el
conocimiento que necesita para llegar a tener una buena amistad con él.
También queremos hacer cosas prácticas.
Queremos ayudar a nuestro estudiante a familiarizarse con las herramientas electrónicas que tenemos para
estudiar la Biblia. Eso implica ayudarlo a instalarse —en su teléfono, su tableta o cualquier dispositivo que
use— JW Library®, ayudarlo a usar la BIBLIOTECA EN LÍNEA, y así que pueda encontrar las respuestas a sus
preguntas.
¿Sabían que para febrero de este año la BIBLIOTECA EN LIÍNEA Watchtower™ estaba disponible en más de 700
idiomas?
¡Prácticamente todo el mundo tiene acceso a estas magníficas herramientas electrónicas!
Enseñémosles también jw.org® y JW Broadcasting®, y expliquémosles cómo mantenerse al día con los
contenidos de estos recursos que nos ha dado Jehová.
Bueno, les hemos enseñado cómo prepararse para las clases, cómo usar las herramientas electrónicas...
Ahora, ¿cuáles son los siguientes pasos que debemos dar para ayudarlos a alimentarse espiritualmente?
Bueno, como nos dice el Salmo 1, si queremos ser felices de verdad y estar bien alimentados en sentido
espiritual, tenemos que leer la ley de Dios y meditar en ella “día y noche”.
Así que tenemos que enseñar a nuestros estudiantes a adquirir la costumbre de leer la Biblia cada día. Y
¿cuál es el siguiente paso? También queremos que nuestros estudiantes aprendan a preparar las reuniones de
congregación. Bueno, si les hemos enseñado a usar JW Library, les resultará muy fácil, ¿verdad?
Básicamente, solo hay que darle al botón de las “Reuniones”. Y, cuando lo hacemos, aparece toda la
información de la reunión de entre semana y la de fin de semana.
¡Todo está ahí!
Eso ayudará a nuestro estudiante a ver que todo el programa de instrucción espiritual está a su disposición y
que puede beneficiarse de él. Y ¿qué hay sobre las preguntas que requieren investigar?
Bueno, hermanos, si tenemos un buen estudiante, seguro que nos va a hacer muchas preguntas.
Y aquí es donde a veces la cosa se nos hace un poco complicada. Nos encantaría ir directamente a la Biblia,
abrirla y responderle todas las preguntas que tiene. Pero ¿qué es lo mejor?
Bueno, queremos ser modestos. Y, en lugar de contestarle todas las preguntas que tenga, es preferible
usar las herramientas disponibles:
usar JW Library, usar la BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower y enseñar al estudiante cómo puede encontrar
las respuestas a sus preguntas sobre la Biblia.
El hermano Ronald Curzan, ayudante del Comité de Enseñanza, analizará el siguiente discurso de esta serie:
Nos alegra mucho ayudar a nuestros estudiantes a alimentarse espiritualmente para que sigan progresando en
sentido espiritual y acercándose cada vez más a Jehová.
El alimento espiritual que reciben en las clases todas las semanas y en su propio estudio personal es muy
beneficioso. Satisface esa necesidad espiritual que tienen.
Además les abre el apetito, como si tomaran un aperitivo. El aperitivo es algo que se toma antes del plato
principal. Sirve para abrir el apetito antes de empezar a comer. ¿Ha invitado ya a su estudiante a disfrutar del
plato principal de alimento espiritual en el Salón del Reino?
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Muchos lo han hecho, y han visto cómo sus estudiantes progresan todavía más y son más felices.
Pero algunos se retienen de hacerlo porque piensan que, si los invitan muy pronto, sus estudiantes se van a
sentir presionados. Sin embargo, eso es justo lo que nuestros estudiantes necesitan. Invitémoslos lo antes
posible. No lo dudemos.
Si no los invitamos, podríamos estar impidiendo su progreso espiritual. Piense en lo mucho que lo han ayudado
a usted las reuniones, y a su familia. Y piense en cómo ayudarán a su estudiante. El rey David sabía que solo se
puede ser feliz de verdad estando cerca de Jehová y adorándolo en su casa.
Veamos lo que él dice en el Salmo 65, versículo 4. Dice:
“Feliz el hombre a quien tú eliges y traes junto a ti para que viva en tus patios. Quedaremos satisfechos con
la bondad de tu casa, tu santo templo”.
Seguro que su estudiante está muy contento con las clases de la Biblia y con todo lo que está aprendiendo de
Jehová. Seguro que está muy agradecido. ¿Y qué significa ser agradecido?
Significa valorar las cosas buenas que los demás hacen por nosotros. Pero también significa demostrarlo y
hacer cosas buenas por ellos.
Al adorar a Jehová le demostramos que agradecemos y valoramos todo lo que él ha hecho por nosotros. Y,
cuando lo hacemos, él es feliz y eso nos hace felices.
En el siguiente video, veamos cómo Rita invita a Coral, su estudiante de la Biblia, a las reuniones.
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Es cierto que ir a las reuniones puede intimidar a algunos y ponerlos un poco nerviosos. Por eso es bueno
explicarles lo que pueden esperar cuando vayan a la reunión. Y una de las mejores maneras de hacer esto
es mostrándoles el video titulado ¿Cómo son nuestras reuniones?
Eso seguramente los va a tranquilizar y los va a ayudar a estar menos nerviosos cuando finalmente vayan al
salón.
También puede ayudar invitar a otros hermanos a las clases, para que cuando el estudiante por fin vaya a las
reuniones conozca ya a algunos de los hermanos y se sienta mucho más cómodo.
Y digámosles a los hermanos que nuestro estudiante va a venir a la reunión, para que cuando entre por la
puerta le den una cariñosa bienvenida y se sienta a gusto.
Eso es lo que Rita hizo con Coral, y funcionó muy bien. La ayudó a progresar.
Su estudiante es un invitado en la casa de Jehová. Haga que se sienta especial, haga que se sienta cómodo,
ayúdelo en lo que haga falta tanto antes como durante la reunión. Así que, antes de la reunión, ábrale el
apetito contándole lo que va a aprender cuando vaya. Es como enseñarle un menú y mostrarle cuál será el
plato principal.
¿Y qué tal si se ofrece para llevarlo al salón y, además, se sienta con él en la reunión?
También podemos asegurarnos de que tenga las publicaciones que se van a usar, ya sea en papel o
descargadas en su dispositivo electrónico.
Como hemos visto, las reuniones son el plato principal del alimento espiritual. Así que ayudarán a nuestros
estudiantes de muchas maneras. Serán más felices, van a seguir progresando y se acercarán cada vez más a
Jehová. El apóstol Pablo indica algunos beneficios más que obtendrán por ir a las reuniones. Por favor,
busquen conmigo la carta a los Colosenses, capítulo 2, versículo 7. En el versículo 6 dice que deben seguir
andando con Jesús. Y en el versículo 7 dice:
“Siendo arraigados en él, edificados sobre él y estabilizados en la fe, como se les enseñó”, y dice que deben
estar “llenos de agradecimiento”.
Su agradecimiento los motivará a querer ir a las reuniones y adorar a Jehová. Por eso, sigamos ayudando
con alegría a nuestros estudiantes a alimentarse espiritualmente y ayudémoslos a ver la importancia de asistir
a las reuniones todas las semanas.
Que sean parte de su vida; y así podrán vivir para siempre.
El hermano Kenneth Cook, miembro del Cuerpo Gobernante, presentará el siguiente discurso de esta serie,
titulado
Para entender lo importante que es ayudar a nuestros estudiantes de la Biblia a evitar las malas compañías,
pongamos el ejemplo de alguien que excava un túnel para buscar oro.
Excava muy profundo y por fin encuentra oro. ¿Qué debe hacer ahora?
Debe asegurarse de que la entrada esté protegida y de que sea estable. De lo contrario, alguien podría robar
el tesoro o la entrada podría derrumbarse.
Algo parecido tenemos que tener en cuenta para ayudar a nuestros estudiantes. ¿Verdad que trabajamos duro
para llegar al corazón de los que aceptan el mensaje?
Cuando lo conseguimos, gracias a la ayuda de Jehová, tenemos que seguir apoyándolos para que su corazón
esté protegido y seguro. Esto incluye proteger la fe que poco a poco están desarrollando. Si no, el Diablo
derrumbará todo lo que hemos conseguido y les robará su fe.
Si queremos ayudar a nuestros estudiantes a progresar, tenemos que tener claro por qué es tan importante
evitar las malas compañías. También tenemos que pensar en cómo ayudar a nuestros estudiantes a hacer eso.
Veamos primero por qué esto es tan importante. Para que nuestros estudiantes de la Biblia consigan la
amistad de Jehová, probablemente tendrán que cambiar algunos de sus amigos. ¿Por qué?
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Porque el progreso de un estudiante depende mucho de la clase de amigos que tenga. Proverbios, capítulo 13,
versículo 20, explica por qué esto es así. Vamos a buscarlo. Proverbios 13:20 dice:
“El que anda con los sabios se hará sabio, pero el que se junta con los insensatos acabará mal”.
Hasta aquí hemos estado viendo por qué debemos ayudar a nuestros estudiantes, ahora veremos cómo
podemos hacerlo. En el siguiente video, fíjense en cómo ayuda Rita a su estudiante de la Biblia a buscar y a
elegir buenos amigos.
- “No se dejen engañar. Las malas compañías echan a perder las buenas costumbres”.
Okey, pero ¿qué son las buenas compañías?
- Bueno, hacemos actividades sanas con los hermanos de la congregación. Nos juntamos para comer, hablar...
Algunos llevan instrumentos musicales y tocan nuestras canciones. Nos divertimos mucho.
- Ya... Eso no es lo mío.
- No es aburrido.
- Seguro que no.
- Bueno, y tú ¿qué haces?
- Eh... Tú no lo harías. No es sano, que digamos. Pero hay que divertirse.
- Sí, y lo hacemos. Ven a verlo. Vamos a juntarnos este fin de semana. ¿Quieres venir?
- No era la discoteca..., pero estuvo bien.
¿Se dio cuenta de cómo ayudo Rita a su estudiante a encontrar buenos amigos?
Por un lado, se puso en su lugar, ¿verdad? Rita sabía que su estudiante necesitaba ver y experimentar algunas
cosas por sí misma, así que hizo algo más, invitó a su estudiante a una fiesta con hermanos de la congregación.
Y es obvio que eso tuvo un efecto muy positivo en ella.
De igual manera, es importante que nosotros tratemos de entender cómo se sienten nuestros estudiantes.
Es natural que todos deseemos tener amigos. Recordemos eso si queremos ayudar a nuestros estudiantes,
pues puede ser difícil para ellos encontrar buenas amistades.
Al fin y al cabo, todo esto es nuevo para ellos.
Además, a medida que nuestro estudiante haga cambios en su vida para agradar a Jehová, algunos de sus
amigos probablemente lo rechazarán. Pero podemos prepararlo para eso enseñándole lo que dice la Biblia,
por ejemplo, en 1 Pedro 4:4. Ese versículo dice que la gente se queda sorprendida cuando ve los cambios que
hacemos en nuestra vida para agradar a Jehová.
Pero también dice que hablan muy mal de nosotros y que nos rechazan por haber cambiado.
Esto puede incluir a miembros de nuestra propia familia, y esa es una realidad que puede ser muy difícil de
aceptar para nuestros estudiantes.
¿Cómo podemos ayudar a nuestros estudiantes cuando eso suceda?
Ofreciéndoles otra opción. Además de ayudarlos a acercarse a Jehová, ayudemos a nuestros estudiantes
a reemplazar las malas compañías por buenas.
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Sea amigo de su estudiante. Preséntele a otros hermanos de la congregación. También, siempre que pueda,
después de las clases, quédese un ratito para hablar con él y conocerlo mejor. Pase tiempo con él.
Llame a su estudiante cuando esté enfermo. Interésese por él. Siéntese con él en las reuniones e invite a otros
a que lo acompañen a dar las clases. Y como vimos en el video, igual que Rita, invite a su estudiante a
actividades sociales con los hermanos.
Un anciano recuerda cómo lo ayudó un hermano antes de hacerse Testigo. Dice que el hermano pidió un día
libre en el trabajo solo para ver un partido con él. Y pensó: “Es una persona normal”. También es importante
que ayudemos a nuestros estudiantes de la Biblia a entender que las malas compañías no son solo las personas
que hacen cosas muy malas.
La Biblia dice que “el mundo entero [el mundo entero] está bajo el poder del Maligno”. Así que ayudemos con
tacto a nuestros estudiantes a entender que deben evitar la compañía de personas que parecen ser buenas
pero no tienen fe en el Dios verdadero.
En este discurso, hemos visto por qué debemos ayudar a nuestros estudiantes de la Biblia a evitar las malas
compañías y aceptar las buenas, y cómo podemos hacerlo. Recordemos, tenemos que ayudarlos a proteger su
corazón y asegurar su fe. Si su estudiante hace eso, evitando las malas compañías, seguro que conseguirá
amigos para toda la vida, incluido usted. Tanto si su estudiante es un miembro de su familia como si es alguien
a quien conoció en la predicación, los dos conservarán recuerdos muy bonitos y serán felices para siempre.
El hermano Anthony Morris, miembro del Cuerpo Gobernante, presentará el siguiente discurso de esta serie,
titulado
“Ayudemos a los estudiantes... a abandonar los hábitos que Jehová odia”
En este discurso de la serie, hablaremos de por qué y cómo ayudar a nuestros estudiantes a abandonar los
hábitos que Jehová odia.
En primer lugar, ¿por qué deben abandonar esos hábitos?
Los maestros necesitamos llegar al corazón de nuestros estudiantes para que entiendan que el Dios al que
adoramos quiere que cambien. Leamos un pasaje que seguramente muchos de ustedes recuerdan, en la
primera carta de Pedro, capítulo 1. Y podemos usar estas palabras para llegar al corazón del estudiante y que
entienda por qué debe abandonar ese hábito. Leamos los versículos 14 a 16:
“Como hijos obedientes, no dejen que los deseos que tenían antes en su ignorancia sigan moldeándolos; más
bien, al igual que el Santo que los llamó, sean santos en toda su conducta, porque está escrito: ‘Tienen que
ser santos porque yo soy santo’”.
Así que está muy claro. Hay cosas que nuestros estudiantes hacían antes, tenían ciertos hábitos o vicios antes
de conocer a Jehová, antes de conocer sus normas. Tienen que entender que él es el Santo y que tienen que
vivir de acuerdo con lo que pide el Dios santo al que adoramos. Y esto no es una sugerencia, sino que, como
muestra el versículo 16, es un mandato. Tienen que ser santos porque Jehová es santo.
Ahora, en el siguiente video, veamos cómo Rita ayuda a su estudiante de la Biblia a vencer un mal hábito.
- Rita y yo ya habíamos hablado de ello. La idea me asustaba un poco. No me veía capaz de hacerlo.
¡Yo yendo de casa en casa! Pero sabía que era lo correcto.
- Un publicador no debe consumir sin razones médicas sustancias que sean adictivas o que alteren la mente.
- ¿Sin razones médicas? Pero ¿ni siquiera para cuando estás estresado? Como, no sé, por ejemplo, marihuana.
Eso no está mal, ¿no? Es para el estrés.
- Me di cuenta de que no había entendido lo que significaba “razones médicas”.
—¿Nos vemos durante la semana?
—Está bien.
—Gracias, Coral.
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—Gracias.
- Volveremos. Y de eso hablamos las siguientes semanas.
- Okey. Efesios 4:23 dice: “Deben seguir renovando su forma de pensar”.
Entender que estaba mal fue fácil, pero dejar de hacerlo no era tan sencillo. Pensé que nunca lo conseguiría.
Liberarme de aquello para servir a Jehová fue maravilloso.
Ahora, hablemos sobre cómo ayudar a nuestros estudiantes. Vimos que Rita se esforzó por ayudar a su
estudiante cuando se enteró de que tenía un mal hábito. Analicemos algunas sugerencias sobre cómo podemos
ayudar a nuestros estudiantes a vencer un mal hábito.
Bueno, hay que ser claros y honestos al explicarles lo que dice la Biblia, pero debemos ser cariñosos y también
debemos hablarles con tacto. Estos hábitos son difíciles de vencer.
Así que no debemos juzgarlos o criticarlos, sino más bien imitar a Jehová y ser pacientes al ayudar a nuestros
estudiantes a poner en práctica lo que dice la Biblia. Es muy importante que el maestro entienda bien lo que
vamos a ver ahora, porque, si nosotros lo tenemos claro, podremos explicárselo a nuestro estudiante.
Recordemos las palabras de Efesios, capítulo 4. Y es importante que entendamos lo que vamos a leer aquí
sobre cómo dejar hábitos malos, vicios, que van en contra de los principios bíblicos.
Así que leamos Efesios, capítulo 4, versículos 22-24:
“Ustedes aprendieron que deben quitarse la vieja personalidad, que se corresponde con su comportamiento
anterior y que se va corrompiendo debido a los deseos engañosos de ella [es decir, de la vieja personalidad].
Deben seguir renovando su forma de pensar y deben ponerse la nueva personalidad que fue creada según la
voluntad de Dios, de acuerdo con la justicia y la lealtad verdaderas”.
Así que tenemos que entender bien esto y tenemos que enseñárselo a nuestros estudiantes.
Hay una vieja personalidad. Muchos de nosotros, antes de conocer la verdad, teníamos una vieja personalidad,
y entendemos muy bien lo que Pablo quiso decirles a los Efesios. Antes teníamos un comportamiento que
ahora ya no es aceptable. Pero la clave para poder ponerse la nueva personalidad y quitarse la vieja la
encontramos en el versículo 23:
Y, hermanos, cuando su estudiante se dedique y se bautice, cuando sirvan juntos a Jehová, tendrán un amigo
para siempre.
Ahora vamos a escuchar el último discurso de la serie. Lo va a presentar el hermano Geoffrey Jackson, del
Cuerpo Gobernante. El título es:
¿Cuál es la idea?
Que para que nuestros estudiantes amen a Jehová tienen que conocerlo bien, pero además tienen que ver que
Jehová ya los ama a ellos. Así que tenemos la responsabilidad de ayudarlos a identificar las muestras de amor
de Jehová, y así el amor que ellos sienten por él aumentará.
Podemos conseguirlo haciéndoles preguntas como estas:
¿cómo has visto en tu vida que Jehová te ama? O ¿qué te enseña este pasaje de la Biblia sobre el amor de
Jehová?
En otras palabras, aunque queremos que aprendan todo lo que Jehová ha hecho y para eso les explicamos qué
hace, cómo lo hace y cuándo lo hace; no debemos olvidarnos de lo más importante: ¿por qué lo hace?
La respuesta es por amor.
Y queremos ayudar a nuestro estudiante a ver eso.
El poder de Jehová le permite hacer lo que hace. Su sabiduría lo ayuda y lo guía, así como su justicia, a hacer
las cosas de la manera correcta. Pero ¿qué cualidad es la que le motiva?
Es el amor, ¿verdad? Pues preguntar por qué Jehová hace las cosas, nos ayudará a destacar esa idea. Así que,
al darles clases a nuestros estudiantes, tenemos que ayudarlos a ver que Jehová los quiere de verdad, que
quiere que les vaya bien en la vida.
Quizás podamos contarle a nuestro estudiante de qué maneras Jehová nos ha demostrado a nosotros su amor,
por ejemplo, cómo ha contestado nuestras oraciones.
Hay otro texto bíblico que puede ayudarnos mucho. Busquen conmigo, por favor, el libro de Isaías... Isaías,
capítulo 48, y vamos a fijarnos en los versículos 17 y 18. Isaías 48:17 y 18:
“Esto es lo que dice Jehová, tu Recomprador, el Santo de Israel: ‘Yo, Jehová, soy tu Dios, el que te enseña
por tu propio bien, el que te guía por el camino en que debes andar. ¡Si tan solo prestaras atención a mis
mandamientos! Entonces, tu paz llegaría a ser igual que un río, y tu justicia, como las olas del mar’”.
Hemos escuchado en los discursos y en los videos diferentes maneras en las que podemos ayudar a nuestros
estudiantes a progresar en sentido espiritual. Está claro que dar clases de la Biblia y ayudar a alguien a
hacerse discípulo no se trata solo de leer los párrafos de un libro y usar algunas técnicas de enseñanza.
Es mucho más que eso. ¿Qué más?
Bueno, recordemos que el apóstol Pablo tenía mucha experiencia haciendo discípulos. Así que vayamos a la
Biblia, a la primera carta a los Tesalonicenses, y vamos a fijarnos en lo que el apóstol Pablo dijo bajo
inspiración. Primera a los Tesalonicenses, capítulo 2, y vamos a leer los versículos 7 y 8:
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“Al contrario, los tratamos con amabilidad, como cuando una madre amamanta y cuida con ternura a sus
hijos. Así que, por el tierno cariño que les teníamos, estábamos decididos a darles no solo las buenas noticias
de Dios, sino también nuestras vidas, pues llegamos a amarlos mucho”.
Hermanos, tenemos que cuidar a nuestros estudiantes. Tenemos que preocuparnos por ellos, ayudarlos a
superar los problemas y los obstáculos que se encuentren por el camino. Y tenemos que ser sus amigos.
Bueno, es cierto que hacer discípulos es todo un desafío. Requiere mucho esfuerzo.
Pero ¡no se desanime! Puede conseguirlo con la ayuda de Jehová y con la de Jesucristo. Cuando Jesús nos dio
la comisión de ir y hacer discípulos, ¿qué fue lo que nos dijo? “Recuerden, estaré con ustedes”.
Con la ayuda de Jehová y con la ayuda de Jesús, podemos experimentar una inmensa alegría. ¿Cuál?
La alegría de ver a un nuevo discípulo llegar a amar a Jehová.
Muchas gracias, hermanos, por ayudarnos a ser mejores maestros de la Biblia. Ya nos queda menos para ver la
primera parte de la emocionante historia de Nehemías. Pero, antes, pueden ponerse de pie para cantar la
canción 110, titulada El gozo de Jehová.
Después de la canción, pueden permanecer de pie para escuchar algunos anuncios.
Canción número 110.
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