LOS KITSUNE

Los kitsune son una raza de zorros cambiaformas

conocidos por su amor por el engaño y el arte. Los
kitsune poseen dos formas: la de un atractivo
humano de constitución esbelta y ojos salientes, y
su verdadera forma, la de un zorro antropomórfico
que posee de 1 a 9 colas, éstas se acrecentan según
el poder y pueden otorgarle años de vida; llegando a
la novena cola, el kitsune en cuestión no conocería
la muerte natural y su poder sería descomunal. No
obstante, a pesar de que tienen una forma
claramente humana, cuentan con una marcada
diferencia con la raza de los cambiantes. Éstos
conservan rasgos bestiales así no estén
transformados, en cambio los kitsune no pueden
volver humanas sus orejas, conservando las de un
zorro.
Los kitsune se conforman actualmente en diásporas
y grupos pequeños y marginados, que rara vez se
presentan en sus formas reales, debido al genocidio selectivo que sufrió su raza en el pasado por el
poder mágico que se decía residía en sus múltiples colas, el cual se creía ayudaría a ganar la Última
Guerra.
También es importante recalcar que los kitsune cuentan con una religión alrededor de la figura
Daikitsu, una kitsune blanca de nueve colas. Muchas la consideran una deidad, otros aseguran que
era una entidad de gran poder que genuinamente existió entre los miembros de su estirpe, pero el
relato más sonado entre los kitsune supervivientes de la Última Guerra es aquel donde Daikitsu
utiliza sus últimas fuerzas para proteger a los pocos miembros de su especie con vida. En sus
últimas palabras los instó a nunca abandonar la senda del bien sin importar haber conocido la
crueldad de los pueblos terrenales.
Si bien varios kitsune permanecerían reacios a esta filosofía, muchos otros optarían por responder a
este rencor formado tras las masacres orquestadas en tiempos bélicos. Es así que la estirpe feérica
de los kitsune se separaría en dos subrazas: los zenko (kitsunes blancos, impolutos) y los yako
(kitsunes negros, corruptos).
Es de notar que no sólo los kitsune recuerdan a Daikitsu como un héroe de guerra o una deidad
personal, sino que varios veteranos recuerdan el peligro que supuso para sus filas la presencia de un
kitsune de nueve colas, y saben muy bien el potencial que reside en éstos. Es por eso que en
supervivientes de la Última Guerra existe un prejuicio y temor parcialmente fundado hacia los
kitsune, que no hace más que acrecentar el ciclo de violencia entre éstos y los humanos o sus
cercanos.