El domingo 14 de abril de 1985, en medio de un contexto de crisis económica y violencia política,

se desarrollaron las elecciones generales(Tuesta,1998), donde triunfo por primera vez en la

historia peruana el partido aprista. Su candidato Alan García (a los 36 años), se convirtió en el
presidente elegido democráticamente en el Perú. Su gran capacidad oratoria le permitió alcanzar
un masivo apoyo popular, pues aseguro que a la población que podía acabar con la subversión y
superar la crisis económica.

Frente a la crisis económica heredada del Belaundismo, García Propuso una política económica de
corto plazo calificada como “heterodoxa”, donde explica su plan: Para estabilizar y hacer crecer la
economía, el punto de partida seria el aumento de la población, esto se lograría mejorando los
salarios reales de los trabajadores, con el aumento del consumo, las empresas y los productos
agrarios aumentarían sus ventas, aumento de utilidades. Por consiguiente las medidas de corto
plazo fueron las siguientes: (Reyna,2000, p.36-37.) los salarios reales en un 18%,se congelaron los
precios de los alimentos, se redujeron la tasa de interés bancarios de 280 a 110%, la moneda fue
devaluando en 12%, el control de precios no se establecían por el mercado sino según lo que
establecía el gobierno, los varios tipos de cambio, el estado estableció el dólar MUC (mercado
único de cambios), orientado al sector exportador, que era el más barato que el dólar en el
mercado bancario o callejero. Esto fomento la especulación en el mercado paralelo que llego a
cotizar el dólar en 20.000 soles y la fuga de capitales.

Otro punto a tratar es la hiperinflación, frente a este problema, García tuvo resultados iniciales
positivos, pues llego a reducirse alcanzar el 60% anual. No obstante, su política de mejoramiento
de ingresos y subsidios creo un creciente déficit que se trató de compensar con la emisión de
billetes sin respaldo, pese a ello las reservas se vieron agotadas y las exportaciones perjudicadas
en el sector industrial. Esto genero un espiral hiperflacionaria que llego hasta el 7649% anual.
(Crabtre, 2005, p.208.

Para controlar este problema, García lanzo una de sus medidas más controvertidas, “La
estatización de la Banca” (Barrera, 2012, pp.132-133.) con esto se proponía tomar el crédito que
gozaba una minoría del país, sin embargo, los banqueros y empresarios rechazaron este intento.

Ello derivó en una gran especulación y en la escasez de productos de primera necesidad,

desempleo y la disminución del poder adquisitivo que marcaron la situación económica del país.
Los resultados del funesto experimento económico de Alan García están todavía en la memoria
colectiva de todos los peruanos: inflación ,a niveles astronómicos, escases de alimentos la
corrupción política ocasionada por el copamiento de estado por militantes apristas, así como la
violencia política el terrorismo dejaron al Gobierno muy debilitado.