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¿Qué son las técnicas de relajación?

La relajación son un conjunto de técnicas psicológicas que tienen como objetivo reducir el
nivel de activación, “calmarnos”. Es habitual que también se utilice como una herramienta
para poder “desconectar” y parar nuestros pensamientos, y para dar un alto en nuestro
ritmo de vida.

Los problemas psicológicos producen en multitud de ocasiones altos niveles de activación y


malestar. Por este motivo, las técnicas de relajación son ampliamente utilizadas en la
terapia psicológica.

Las técnicas de relajación además, han demostrado su eficacia en multitud de estudios


empíricos. Esta eficacia se ha constatado tanto como técnica en determinados trastornos
psicológicos (como por ejemplo: ansiedad, fobias, trastorno de pánico y agorafobia,
entrenamiento en habilidades sociales, etc.), como un recurso personal eficaz para el
afrontamiento de las dificultades del día a día.

¿Para qué sirven las técnicas de relajación? puedes ser feliz

Las técnicas de relajación como hemos dicho anteriormente sirven, principalmente para
calmarnos. Aunque este es su principal objetivo, cumplen también otras funciones muy
importantes.

El ser capaces de relajarnos, nos permite el poder realizar actividades o hacer


determinadas cosas que por nuestro nivel de activación antes no éramos capaces de hacer.
Por ejemplo, es bastante común que antes de realizar una actividad difícil o que nos
produce cierto temor nos encontremos muy nerviosos y nos cueste realizarla.

También, el poder relajarnos va a hacer que mejore nuestro rendimiento y hagamos


nuestras tareas con una mayor eficacia. Por ejemplo, cuando tenemos que realizar una
prueba muy importante o hablar de un tema delicado, es probable que nuestros nervios
aumenten y nos pueda ser perjudicial.
Por último, el ser capaces de relajarnos nos va a permitir disminuir las consecuencias de
nuestro ritmo de vida en nuestra salud. Si, a pesar de llevar un ritmo de vida agobiante o
estresante, somos capaces de realizar un alto y disminuir nuestro nivel de actividad y
activación los efectos nocivos de un ritmo estresante disminuirán.

Tipos de técnicas de relajación

Aunque las técnicas de relajación son un tipo de técnicas muy versátiles y resultan útiles en
multitud de trastornos y problemas psicológicos como los citados anteriormente, es
necesario realizar una evaluación para determinar qué técnica es más adecuada. La
elección de la técnica dependerá de los objetivos que se persigan, de características del
individuo y de cómo se presente la activación psicológica.

Respiración diafragmática

La técnica de respiración es una de las técnicas más conocidas de relajación. Como su


nombre indica, en esta técnica se va a trabajar mediante la respiración profunda o
diafragmática para disminuir nuestro nivel de activación. Es una técnica que muestra
grandes resultados y que permite una rápida reducción de la actividad fisiológica, además
de la posibilidad de aplicación en diferentes contextos.

Relajación muscular progresiva de Jacobsonrelajación

Esta técnica pone el énfasis en el aprendizaje de la relajación de los músculos que se


encuentran en tensión. De esta forma, a través de la relajación de los músculos se va a
conseguir que se produzcan efectos en el resto de sistemas orgánicos, disminuyendo el
ritmo cardiaco, enlenteciendo la respiración, disminuyendo la activación simpática, etc.
Relajación con imaginación

Esta técnica emplea el uso de la imaginación como herramienta para disminuir la activación
de la persona. A través de la evocación de escenas relajantes, la persona se recreará en las
sensaciones que le provoque esta imagen, trayendo estas sensaciones al momento actual.
De esta forma se consigue que la persona se relaje y además, pueda evocar otras
emociones agradables.

Mindfulness

El mindfulness o atención plena es una de las técnicas de relajación más en boga en la


actualidad. Es una técnica proveniente del budismo que busca la relajación a través de la
regulación atencional y la contemplación no valorativa (sin juzgar). El aprendizaje de esa
técnica supone un entrenamiento no sólo en relajación, sino en una actitud vital que ayuda a
no centrar la atención en los estímulos que no generan estrés y a centrarse en el presente.

¿Por qué aprender técnicas de relajación?

Las técnicas de relajación se emplean en el tratamiento de muchos problemas psicológicos


como los problemas de ansiedad, las fobias, las

habilidades sociales, el estrés, etc. Sin embargo, cualquier persona puede beneficiarse de
su aprendizaje ya que nos permite incorporar un recurso personal que podemos utilizar en
numerosas ocasiones.

Saber relajarse es una herramienta útil de la que cualquier persona puede beneficiarse, ya
que puede ser empleada en multitud de ocasiones. La puesta en marcha de esta técnica
permite mejorar el rendimiento y la concentración, disminuir la actividad cognitiva o mental
y, por su puesto, calmarnos.
Por último, otro beneficio de aprender a relajarse son las mejoras sobre nuestra salud física
que produce. Numerosos estudios científicos, han demostrado que el estrés y una elevada
activación fisiológica tienen consecuencias perjudiciales para la salud. Entre estas
consecuencias destacarían: el aumento de los dolores de cabeza, problemas de sueño,
aumento de peso, reducción del deseo sexual, aumento de la probabilidad de padecer
úlceras y enfermedades cardiacas, etc. Por lo que al aprender una herramienta que
ayudara a disminuir el estrés, evitara o disminuirá la probabilidad de aparición de problemas
de salud asociados.

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