Las enfermedades de transmisión sexual -ETS- (que anteriormente
se conocían como enfermedades venéreas), son infecciones que se contagian de una persona a otra usualmente durante el sexo vaginal, anal u oral. Son muy comunes y muchas personas con ETS no tienen síntomas. Por eso, es importante hacerte exámenes sin importar si tienes síntomas de las ETS o no. Sin tratamiento, las enfermedades de transmisión sexual pueden causar serios problemas de salud. La buena noticia es que hacerte los exámenes no es complicado y la mayoría de estas infecciones son fáciles de tratar. Se sabe que hay más de 30 bacterias, virus y parásitos diferentes que se transmiten por contacto sexual. Según las últimas estimaciones de la OMS, aproximadamente 38 millones de personas sexualmente activas de 15 a 49 años de edad en las Américas tienen una ITS fácilmente curable (Clamidia, gonorrea, sífilis y/o tricomoniasis). Las ITS pueden tener importantes consecuencias para la salud, incluidos síntomas en los genitales, complicaciones durante el embarazo, infertilidad, aumento en la probabilidad de transmisión del VIH y efectos psicosociales.
A nivel mundial, los esfuerzos para detener la epidemia de ITS
están guiados por la Estrategia Mundial de la Salud del Sector de Salud de las ITS, 2016-2021, que proporciona objetivos, metas y acciones prioritarias. A nivel regional, el Plan de Acción para la Prevención y el Control del VIH y de las Infecciones de Transmisión Sexual 2016-2021 apoya una respuesta acelerada, enfocada, más eficaz, innovadora y sostenible por los países de las Américas, allanando el camino hacia el objetivo de poner fin a las epidemias de SIDA y de las ITS como problemas de salud pública para 2030.
Clamidia Es una enfermedad de transmisión sexual muy común
causada por una infección bacteriana. A menudo no tiene síntomas, pero una vez diagnosticada es fácil de tratar. Verrugas genitales Son bultos que salen en la piel del área genital y alrededor del ano. Son causadas por ciertos tipos de virus del papiloma humano (VPH). Gonorrea Es una enfermedad de transmisión sexual común causada por una infección bacteriana. A menudo no tiene síntomas, pero es fácil de tratar una vez diagnosticada. Hepatitis B Es una enfermedad de transmisión sexual causada por un virus que puede producir enfermedad hepática (en el hígado) y que se transmite durante el sexo o por compartir objetos de higiene personal como máquinas de afeitar o cepillos de dientes. Herpes genital y oral Es una enfermedad de transmisión sexual común que infecta los genitales y la boca. Causa llagas o ampollas. No existe una cura, pero se pueden tratar los síntomas. VIH y SIDA El VIH es el virus que causa el sida. Es una infección que destruye el sistema inmunológico y que puede causar el SIDA. No existe cura, pero hay tratamientos que pueden ayudarte a mantenerte saludable. Papiloma humano El papiloma humano o virus del papiloma humano (VPH), es una enfermedad de transmisión sexual muy común, generalmente inofensiva y que desaparece por sí sola. Algunos tipos pueden llevar al cáncer. Sarna humana La sarna humana son pequeños parásitos que causan picazón. Se transmite por contacto de piel a piel, usualmente durante el sexo. Se puede curar. Sífilis La sífilis es una infección bacteriana común. Se cura fácilmente con medicamentos, pero puede ser peligrosa si no se trata. Tricomoniasis Es una enfermedad de transmisión sexual muy común y a menudo no tienen síntomas. Es una de las grandes causantes de la vaginitis. Se trata fácilmente.
Síntomas
Las enfermedades de trasmisión sexual o las infecciones de
trasmisión sexual pueden presentar diversos signos y síntomas, incluso la ausencia de síntomas. Es por eso por lo que pueden pasar desapercibidas hasta que ocurren complicaciones o hasta que se diagnostica a la pareja. Los signos y síntomas que pueden indicar una infección de trasmisión sexual incluyen:
Llagas o protuberancias en los genitales o en la zona oral
o rectal Dolor o ardor al orinar Secreción proveniente del pene Flujo vaginal inusual o con mal olor Sangrado vaginal inusual Dolor durante las relaciones sexuales Dolor e inflamación de los ganglios linfáticos, particularmente en la ingle, aunque a veces más extendidos Dolor en la parte inferior del abdomen Fiebre Erupción en el tronco, las manos o los pies Los signos y síntomas pueden aparecer unos días después de la exposición. Sin embargo, pueden pasar años antes de que tengas algún problema perceptible, según el organismo que provoque la infección de trasmisión sexual.
Causas
Las causas de las enfermedades de trasmisión sexual o infecciones
de trasmisión sexual pueden ser las siguientes:
Bacterias. La gonorrea, la sífilis y la clamidia son
ejemplos de infecciones de trasmisión sexual causadas por bacterias. Parásitos. La tricomoniasis es una infección de trasmisión sexual que la causa un parásito. Virus. Las infecciones de trasmisión sexual causadas por virus incluyen el virus del papiloma humano o VPH, el herpes genital y el VIH. Prevención
Hay varias maneras de evitar o reducir el riesgo de enfermedades
de transmisión sexual o infecciones de transmisión sexual.
Abstenerse. La manera más eficaz de evitar las infecciones de
transmisión sexual es no tener (abstenerse de) relaciones sexuales.
Mantener una pareja no infectada. Otra forma fiable de evitar
las infecciones de transmisión sexual es mantener una relación duradera en la que ambas partes de la pareja solo tienen relaciones sexuales entre sí y ninguna de ellas está infectada.
Esperar y realizar pruebas. Evita mantener relaciones sexuales
vaginales y anales con nuevas parejas hasta que ambos se sometan a pruebas de detección de infecciones de trasmisión sexual. El sexo oral es menos riesgoso, pero utiliza un preservativo de látex o un protector dental para evitar el contacto piel con piel entre las membranas mucosas orales y genitales. Vacunarse. Vacunarse temprano, antes de la exposición sexual, también es eficaz para prevenir ciertos tipos de infecciones de transmisión sexual. Existen vacunas para prevenir el virus del papiloma humano (VPH), la hepatitis A y la hepatitis B.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
(CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan la vacuna contra el virus del papiloma humano para niñas y niños de 11 y 12 años de edad, aunque puede administrarse a partir de los 9 años. Si no están completamente vacunados a los 11 y 12 años, los CDC recomiendan vacunarse hasta los 26 años.
La vacuna contra la hepatitis B generalmente se administra a los
recién nacidos, y la vacuna contra la hepatitis A se recomienda para los niños de 1 año de edad. Ambas vacunas se recomiendan para las personas que aún no son inmunes a estas enfermedades y para las que tienen un mayor riesgo de infección, como los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y las personas que consumen drogas ilícitas intravenosas. Usa condones y protectores dentales de manera consistente y correcta. Usa un nuevo preservativo de látex o protector dental para cada acto sexual, ya sea oral, vaginal o anal. Nunca uses un lubricante a base de aceite, como vaselina, con un preservativo de látex o un protector dental.
Los preservativos hechos de membranas naturales no se
recomiendan porque no son tan eficaces para prevenir las infecciones de trasmisión sexual. Además, ten en cuenta que si bien los condones de látex reducen el riesgo de exposición a la mayoría de las infecciones de transmisión sexual, proporcionan menos protección contra aquellas que conllevan llagas genitales expuestas, como el virus del papiloma humano o el herpes.
Además, los métodos anticonceptivos que no son de barrera, como
las píldoras anticonceptivas o los dispositivos intrauterinos (DIU), no protegen contra las infecciones de transmisión sexual.
No bebas alcohol en exceso ni uses drogas ilícitas. Si estás
bajo la influencia del alcohol o las drogas ilícitas, es más probable que corras riesgos sexuales.
Comunícate. Antes de cualquier contacto sexual serio, habla con tu
pareja sobre la práctica de sexo seguro. Asegúrate de estar de acuerdo específicamente en qué actividades estarán permitidas y cuáles no.
Considera la circuncisión masculina. En el caso de los hombres,
existe evidencia de que la circuncisión masculina puede ayudar a reducir el riesgo de contraer el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) de una mujer que lo tenga hasta en un 60 %. La circuncisión masculina también puede ayudar a prevenir la transmisión del virus del papiloma humano genital y el herpes genital. Considera el uso de la profilaxis previa a la exposición. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado el uso dos medicamentos combinados para reducir el riesgo de infección por VIH en personas que corren un riesgo muy alto.Son emtricitabina con tenofovir disoproxil fumarato (Truvada) y emtricitabina con tenofovir alafenamida fumarato (Descovy). Tu médico te recetará estos medicamentos para la prevención del VIH solo si no tienes ya la infección por VIH. Necesitarás una prueba de VIH antes de comenzar a recibir profilaxis previa a la exposición y, luego, cada tres meses durante el tiempo que la recibes.
El médico también examinará tu función renal antes de recetarte
Truvada y continuará haciéndolo cada seis meses. Si tienes hepatitis B, debe evaluarte un especialista en enfermedades infecciosas o hepáticas antes de comenzar la terapia.
Estos medicamentos se deben tomar todos los días, exactamente
tal y como se recetaron. Si tomas Truvada a diario, puedes reducir el riesgo de contraer el VIH a través del sexo en más del 99 % y a través del uso de drogas ilícitas inyectables en más del 74 %, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. Las investigaciones sugieren que Descovy es igualmente eficaz para reducir el riesgo de contraer el VIH a través de las relaciones sexuales. Sin embargo, Descovy no se ha estudiado en personas que tienen sexo vaginal receptivo. El uso de prevención adicional, como los condones, puede reducir aún más el riesgo y prevenir el contagio de infecciones de transmisión sexual.