Hola. Acabo de recordar cuando en clases conversábamos por celular.

No puedes comprender,
creo, con cuanta nostalgia choco en mis esos recuerdos. Recuerdo, principalmente, Diego Trip.
La verdad, sin fingir, me gustó mucho. Y yo quedé sorprendido, muy sorprendido, de cómo
conocías música que no la conocía ni el mismo Dios. Comprendí también que añoro demasiado
esos tiempos. Tú, eres singular, en demasía. Me pareces alguien bastante pesadita, un poco
floja, (mentira, un poco no) jodida también; no paras de joder a las personas que conoces, y
antipática, me llegas demasiado. Pero, me pregunto yo, si es así, ¿por qué me siento tan
absorto en ti? Puede ser porque eres, pues hermosa. Eres bellísima. Preciosa también. No solo
en sentido de apariencia. No puedo ser solo capaz de simplemente imaginarte mal. Todo lo
que haces es deslumbrante, y tengo que cerrar los ojos para no cegarme. Okei, no quiero
seguir escribiendo así, es demasiado cursi, ¿no? Ah, ya que. Bueno, yo te admiro desde la gran
distancia en la que nos encontramos presencialmente, de manera casi secreta. No sabes
cuanto te admiro, no importa cómo me burlo de ti. Te has vuelto una persona demasiado
especial e intrínseca en mi vida. Te has vuelto demasiado esencial. Sin conocerlo tú, de forma
inocente, me he transformado en un pobre a tu merced. Me gusta casi todo de ti, menos que
duermas tanto. Ah, y que tengas gustos por los yaoi. Fuchilas. Sí, si puedes azotarme y
pisarme, yo feliz. MENTIRA. Cortázar, Pizarnik, García Márquez, Borges y Neruda, talvez,
ayudan mucho a poder construir y ordenar lo que pienso. Ni idea porque te hablo de libros, tú
eres jota ele o girl pe. ¿Qué sentido ahora plantearse las cosas? Hace unos párrafos arriba
quería hablar sobre como en Chiclayo no se ven las estrellas en el cielo, pero en tus ojos las
había. Pero, qué estúpido, si he visto tan pocas veces tus ojos. No puedo hablar de ellos así,
pero, sin importar eso, estoy seguro que cualquier persona vería una constelación, ¿pero yo
podría ver algo más luminoso y fascinante? Lo que emanas, que es un nosequé. Intentaré
definir esto, pues. Es muy exagerado decir que emanas felicidad, pues no todo el tiempo estás
feliz, tampoco lo estás triste. Me parece más bien que lo correcto sería decir que es algo,
extraño, singular, finalmente algo bohemio. Te lo juro rosa, por lo más increíble que exista,
que no se puede lograr encontrar a alguien tan excéntrico y peculiar como tú. Eres demasiado
diferente, eres demasiado única. Me siento feliz, embriagado de tus gustos, tu apariencia, tu
personalidad. Me siento tan raro. Termine adicto a tu azul. Me has acompañado tanto en este
año, que creo que no lo podré recordar sin tu presencia. Eres idéntica a las canciones de Lamp.
Eres igual de preciosa que una melodía de Tokischa o de Fazzini. Quiero, déjame; por favor,
ganar en plato. Te doy fresas y rosas, pero déjame ganar, negra. Oye, nana, ¿tú crees que un
abrazo hubiera bastado para que nosotros nos sintamos bien? Ahora pues, déjame describirte
un poco sobre lo poco que me he atrevido a observarte. Cuando callas estas como ausente,
pareces disociar. Pero una palabra, una broma o chiste basta para que tu sonrisa ilumine la
sala. ¿O solo me pasa a mí? Ojalá que sí. Es muy celoso y egoísta querer que solo esa imagen y
plano te pertenezca solo a ti. Lo sé, pero es que, tu sonrisa, es muy agraciada y fina. Es algo tan
perfecto y, al mismo tiempo casual. No es nada forzada. Y se ve hermosa. No logro. No logro
comprender como eres tan bonita y trastornada. Oye, mándale un saludo a burbuja y a
bombón, porque eres bellota. Digo, porque eres un bombón. Ya me arrepentí de escribir eso.
Sé, algo, sobre tus gustos. Te gusta el chaufa, las fresas, el turrón. Te gusta Studio Ghibli. Sí, no
eres fan de nada, y tienes gustos inmensos de música, pero yo te identifico principalmente por
el jazz. Siempre me has dicho de cómo te gustaría ir a un club de este tipo de música. Ya, pero
ahora leyendo esta carta puedes decir preguntona, así que mejor hablo cuando mi opinión sea
un boleto para los estrobos u outsiders. Pero, ¿Por qué? ¿Por qué hay canciones tan tú? No sé,
oye. Te puedo invitar a caminar, y podemos escuchar lo que quieras. Yo, con tal de pasar
contigo algunos días, me emociono con la idea, y no puedo dejar de pensar en todo. Como que
me hizo daño escuchar la letra de ataquemos. Qué estresante te lo juro, no lo tomes a mal. O
sí, mejor sí. Es tu culpa ser tan bonita. era broma. El totoro se parece a ti.