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PANSELENIA ​-project-

CAPÍTULO EXTRA

CAZADORES DE GUERRAS
ORGULLO ETERNO

“¡Tres audaces almas se baten contra incontenibles masas de monstruos para abrirse
camino a través de una legendaria ciudad!” —
​ Descripción oficial del mapa.

INSPIRADO POR EL MAPA PERSONALIZADO DEL VIDEOJUEGO WARCRAFT III


“WARCHASERS”, CREADO POR BLIZZARD.
El almuerzo consistía en una ensalada de maná con ambrosía,
una comida digna de seres divinos y capaz de restaurar las
energías y el poder de aquellos afortunados en comerla. El Panteón
Santo en el que se hallaban les era familiar, porque ellos habían
inscrito sus nombres en la historia al derrotar al líder de la raza
reptiliana allí.
La Diosa Menor Selenia había sido castigada por sublevarse
contra los Dioses Mayores con la pérdida de la capacidad para
interactuar con el espacio-tiempo. Ella había raptado a tres
muchachos de una línea temporal pasada, pero paralela a la de
Panselenia para convertirlos en sus vasallos, encargados de hacer
su voluntad en el mundo mortal con el objetivo de convertirse en la
dueña de la raza humana. Sin embargo, sus “herramientas” se
dieron cuenta de sus intenciones y unieron fuerzas en contra de
ella para librarse de su yugo.
La joven deidad comprendió que estaba obrando mal cuando
los pueblos humanos iniciaron conflictos bélicos entre sí, siendo
estos manipulados por los reptilianos sobrevivientes de la última
guerra interestelar. No había cumplido su deber de resguardar a la
raza humana de las grandes catástrofes, en cambio, estaba
cediendo a su egoísmo y a su sadismo reprimido.
Una vez selladas las alianzas y firmados los tratados de paz
entre los pueblos, los héroes de Panselenia regresaron a su mundo
con la ayuda del Dios Mayor Febo. Un par de meses más tarde, en
la línea temporal alterna, formas de vida extrañas se desarrollaron
y multiplicaron en la superficie del abandonado y lúgubre planeta
Tierra. Los Dioses Mayores invocaron a los tres héroes una vez
más para enviarlos a investigar.
El dios Febo, un ser bondadoso y lleno de piedad, le pidió a
Selenia que pusiera a prueba las habilidades de los elegidos para
saber si los meses de descanso en su mundo los habían debilitado,
con la premisa de que ella había cambiado su comportamiento para
mejor y que los conocía lo suficientemente bien para evaluarlos.

Lautaro había aceptado la invitación de la diosa Selenia para


almorzar en nombre suyo y de sus amigos, porque estaba entre
sus políticas el nunca decirle que no a la propuesta de una chica
linda. Logró convencerlos de asistir, prometiendoles ser el único
culpable en caso de que algo malo ocurriera.
La tensión reinaba en el aire. Selenia terminó de comer, y con
una sonrisa picarona dirigida hacia sus tres ex-esclavos, habló.
— Hey, chicos, tengo algo divertido para vosotros…
El estómago de uno de ellos se alborotó: sabía que cuando
esa “mujer de mierda” decía algo relacionado con la diversión, iba
a pasarla mal. El otro gruñó y el restante le devolvió la sonrisa.
— Yo se que vosotros tres jugasteis a un videojuego que jamás
lograsteis completar… Os propongo, a modo de recompensa y
disculpas por vuestros esfuerzos y tribulaciones, que lo terminéis:
voy a buscar en mi depósito unas computadoras, para que juguéis
y acabéis con lo que tengaís que acabar. ¿Vale?— terminó de
hablar con un guiño y una sonrisa todavía más grande.
Los tres hombres asintieron al unísono. La idea de jugar a un
videojuego de su mundo parecía brindarles algo de solaz. Lautaro
le daba con el codo a sus amigos a modo de “¿Vieron? En el fondo
no es una chica mala”.

A Benjamín nunca le cayó del todo bien Selenia, porque a ella


le gustaba hacer notar su presencia desordenando los párrafos de
lo que sea que estuviere leyendo, y esto lo molestaba
enormemente. Joaquín estaba sentado en cuclillas, acariciando y
mirando su espada con atención, preguntándose si los poderes de
su amada hoja estaban vinculados a la deleznable mujer que le
sirvió el almuerzo unos minutos atrás. Lautaro afinaba su guitarra
mientras su mano izquierda se rascaba la nariz intermitentemente.
Unos minutos después ya estaban sentados al frente de un
escritorio gigante, con unos enormes auriculares en la cabeza, un
mouse luminoso en sus manos diestras y con las manos siniestras
sobre el teclado. Lautaro se dio vuelta para mirar a Selenia, quien
estaba observandolos recostada en un sofá decorado con
brillantina y ensuciado con las papas fritas que estaba comiendo.
— Venga, jugad de una vez. ¡Quiero veros trabajar juntos!
Joaquín comenzó una partida del mapa “Cazadores de
Guerras”, y cuando sus amigos se unieron, pulsó la tecla ENTER.
La cuenta regresiva apareció en sus pantallas.
5…
4…
3…
2…
1…
Selenia entonces sacó una mano de la bolsa de papas fritas,
hizo unos movimientos que vio en un anime de ninjas, y una luz
azul (vieja conocida de los chicos) los envolvió.
————————————————————————————————
Se dieron cuenta de la clase de broma que Selenia les estaba
jugando cuando vieron la oscura galería de piedra y el arco tallado
que marcaba su fin. La muy malentretenida ya los había sacado de
la línea temporal a la que pertenecían, y ahora los tenía encerrados
en el mapa más tedioso e infernal de Warcraft III.
—Escuchad, mis bonicos. ¿Recordáis que elegíais a un héroe
legendario para luchar y redimir su alma? No necesitáis eso. Ya no.
Vosotros os habéis vuelto muy poderosos para este desafío. Así
que no me queda otra que equilibrar un poco la balanza…

CHAT:​ ¡El nivel de Joaquín ha disminuido! 72 > 1


¡El nivel de Lautaro ha disminuido! 69 > 1
¡El nivel de Benjamín ha disminuido! 70 > 1
¡Los Ankhs iniciales se han removido!
¡El tope de nivel de esta partida es de 10!

—¡Muy bien! ¡Esto va a molar mucho! Jijijiji... Si lograís salir con


vida, os otorgaré el derecho de pedirme un deseo a cada uno de
vosotros. Adelante, queridos. Yo os alentaré desde mi sofá.
El ruido de interferencia que se escuchaba mientras Selenia
hablaba desapareció. La abrupta pérdida de poder fue percibida
por los muchachos cuando una extraña sensación de fatiga
recorrió sus cuerpos.
—Mis skills no están, ¡No están!— Lautaro abrió la IU y vio que su
lista de skills aprendidas había desaparecido, salvo por la pasiva
「Carisma」.
—Parece que tendremos que reaprenderlas mientras subimos de
nivel. Tenemos que evitar morir a toda costa, no tenemos Ankhs
esta vez.— murmuró Joaquín con los ojos como platos.
—Y aparte, la hija de puta nos dejó únicamente con cuatro skills
para aprender…— Benjamín vio que ya tenía aprendida la skill
pasiva「Técnica Karate」y tenía otras cuatro oscurecidas.
— ¡Esto es tu culpa, tarado! ¡No podés confiar en una mina que te
manda a decapitar monstruos para adornar sus cabezas con
brillantina como parte de una quest!— Joaquín agarró a Lautaro
por los hombros y lo sacudió con fuerza.
— Eh, ¿No que te gustaba masacrar monstruos?— el trovador le
hizo recordar al espadachín sus propias palabras.
— Eu, basta. Tenemos que salir de acá. Joaquín es el que mejor
conoce este lugar, así que nos guiará él.— Benjamín los separó,
cabeceó para atrás y dio un gran bostezo. Había estado leyendo
manga durante la madrugada, como siempre.
Cuando terminaron de comprobar sus skills, avanzaron
pasando el arco y asaltaron un par de campamentos murloc, unos
seres anfibios patéticos que atacan con conchas cortantes y
cuchillos de piedra. Los tres resultaron heridos de gravedad, y se
sentaron a descansar.

Murloc promedio. Tiene cara de pelotudo.

—¡Argh! ¡Duele!— los lagrimales de Joaquín abrían paso a su


contenido debido al dolor. Empleó「Luz Sagrada」para curar a
Lautaro, quien usaba sus「Acordes Mágicos」para aliviar al grupo.
​ — Lautaro usaba su guitarra para
—♫​Te la re comés, sos re gay♫
dedicarle canciones burlonas a sus amigos, cuyas ganas de
pegarle aumentaban a cada segundo, pero evitaban hacerlo debido
a la situación de emergencia en la que se encontraban.
— ¡Fejá me joderr Laumparo!— las palabras de Benjamín no fueron
muy claras porque estaba comiendo un pedazo de pan que tenía
guardado en su mochila. Los nudillos le sangraban de tanto
reventar cráneos de murloc y se había roto un par de dedos. Le
quedaba poco maná por haber usado su「Trueno Fugaz」.
Hace sólo unos minutos atrás, ellos solían ser los más
grandes guerreros de Panselenia. Ahora no eran más que un trío
de débiles. Selenia disfrutaba con todo el placer del universo cada
una de las lágrimas de Joaquín y el enojo de Benjamín hacia
Lautaro cada vez que este recitaba uno de sus ingeniosos versos.

Se quedaron aproximadamente media hora hasta rellenar sus


barras de vida y de magia, y continuaron. Se toparon con arañas
gigantes y un troll sacerdote que las cura​ba y vencieron. Los tres
subieron al nivel 2 y acordaron escoger sus habilidades pasivas.
Esta vez estuvieron listos con mayor rapidez y cambiaron de
dirección. Combatieron contra un gnoll supervisor, un perro
mutante bípedo que parecía ignorar la existencia del “día de
piernas” en el gimnasio, que los atacaba con una bola de acero
mientras ladraba a sus secuaces troll, quienes lanzaban hachas a
nuestros protagonistas.

Gnoll supervisor. Nadie sabe qué supervisa exactamente.


A continuación atacaron a un ogro de dos cabezas y a sus
arqueros gnoll, destruyeron la choza que los albergaba y robaron
sus Libros. Los tres se agarraron a pelear para decidir quién se
quedaba con cuál Libro. Fue toda una batalla, y decidieron que
Joaquín se quedaba con los de Inteligencia, Lautaro con los de
Agilidad y Benjamín con los de Fuerza.
Mientras el luchador y el espadachín estaban tirados al lado
de una enorme fuente de agua para esperar a sanarse, el trovador
salió a explorar por su cuenta, maravillado por el aspecto tétrico y
oscuro de la mazmorra.
— ¡¿QUÉ HACÉS BOLUDOOOO?! ¡NO VAYAS POR AHÍ! ¡HAY
ENEMIGOS!— Joaquín se levantó como un resorte y empezó a
hacerle señas a su amigo para que regresase.
— ¿Uhm?— Lautaro se dio la vuelta y vio a dos hechiceros a
caballo canalizando magia de fuego a través de sus bastones. La
terna los despachó a un mundo mejor, y el guitarrista aprendió la
lección del día: no separarse nunca del grupo estando débiles.

Bajaron las escaleras por las que corría el agua excedente


que surgía de la gran fuente, la cual formaba una pequeña catarata.
Fueron emboscados por un escuadrón de murlocs nocturnos.
Después de deshacerse de ellos, bajaron a la piscina natural
formada por la catarata proveniente de arriba, cuyo líquido parecía
ser i​nfinito.
Se encontraron con dos Elementales del Agua, y con un
enorme demonio rojo con alas que blandía una hoja gigantesca.
Rugió con ferocidad e invocó una「Lluvia de Fuego」mientras los
Elementales empleaban su agua cortante para intentar derrotar a
los aventureros.
Esa, claramente, no era una buena combinación de ataques, y
cuando el demonio terminó de castear su hechizo, se dio con que
sus guardias Elementales ya no estaban, y que tres enemigos
estaban acribillando su barra de vida. Sintió como Joaquín le
rebanaba un pedazo de su ala derecha, vio a Lautaro disparar con
su ballesta a unos cuantos metros de distancia, y escuchó cómo
las fuertes patadas de Benjamín le rompían las c​ostillas.
Muy cool y todo, pero un miniboss es un miniboss.

Se enfureció y usó「Lisiar」para inmovilizar a Lautaro.


Intercambió un par de espadazos con Joaquín y logró que perdiera
el equilibrio, y por último, agarró a Benjamín con su mano para
poder reventarlo contra el suelo y despedazarlo con su hoja.
No vió venir el Golpe Crítico de una espada que se clavó en
su nariz, ni tampoco a la multitud de flechas ígneas que le
atravesaron la garganta. Soltó a Benjamín y se revolcó en el suelo,
gritando de agonía y ahogándose con el agua de la piscina,
mezclada con su propia sangre verde. Mientras tanto, el grupo
descansaba, aliviado por la victoria.
Unos espantosos minutos después, confirmaron la muerte de
Kathulom, Guardia del Apocalipsis y miniboss de la primera zona.
Le quitaron la Llave de Luna que poseía y abrieron la puerta para
pasar a la siguiente fase. Cuando la cerradura cedió, una voz
profunda resonó en las paredes de la mazmorra:

DEJAD QUE LOS NECIOS ENTREN A SU PROPIA CUENTA Y RIESGO…

Masacraron a un grupete de gnolls pequeños que los


esperaban detrás de la chirriante puerta y luego acabaron con tres
hechiceros a caballo parecidos a los de antes. Se escabulleron,
pegados a la pared, y vieron a un zigurat en miniatura que
generaba necrófagos. Joaquín los exterminó con su「Luz
Sagrada」combinada con el「Trueno Fugaz」de Benjamín y
destruyeron a la abominable estructura.

Llegaron a un pasillo estrecho, que tenía trampas que


expulsaban llamas azules intensas. Las pasaron sin problema
alguno, y al final del pasillo notaron una bifurcación: un lado
atestado de necrófagos y trolls, y el otro de nerubianos y
necrófagos. Lo único que los cubría eran un par de pilas de cajas
de madera que milagrosamente aguantaban las arremetidas de los
monstruos.
Hicieron lo que todo gamer hecho y derecho que se respeta
hace. FARMEAR A LO BESTIA. Lautaro disparaba flechas al aire,
Joaquín spameaba su「Luz Sagrada」y Benjamín se sentó a
meditar con las piernas cruzadas, al notar que los puntos de
experiencia se comparten por igual en este mapa.

Los necrófagos al otro lado de las cajas devoraban a los


cadáveres de los caídos para recomponer partes de su cuerpo, a la
vez que los campeones devoraban el pan que quedaba de la
mochila de Benjamín para saciarse. Mientras descansaban, se
dieron cuenta de que habían llegado al nivel 6 con mucho esfuerzo.
Aprendieron sus mejores skills y apartaron una de las pilas de
cajas. Aniquilaron a los tediosos muertos vivientes combinando
sus ultimate a modo de prueba: el suelo era infectado por la magia
oscura de「Muerte y Putrefacción」, mientras que del cielo caían
enormes grupos de rayos globulares del「Campo Eléctrico」y las
llamaradas de「Lluvia de Fuego」aniquilaban a todo lo que
quedase, creando un espectáculo sin igual. Joaquín llamó a la
combinación “Llama Oscura Electrificante”, un nombre
pretencioso y cutre, pero exacto.
Intentaron forzar una puerta que hallaron al final de la
sección, pero el chat del juego alertó que se necesitaba la Llave de
Sol para pasar.
Rompieron las cajas que quedaban y entablaron una lucha
desigual contra los necrófagos, quienes fueron borrados de la faz
del mapa. Caminaron un buen rato, buscando la Llave de Sol por
todos lados, hasta que Benjamín la vio tirada al fondo de un
callejón. La recogieron — efectivamente, era una llave que parecía
reflejar la luz solar, ausente en este mapa — y regresaron a la
puerta que la requería.

Cuando la abrieron fueron atacados por jabalíes


enloquecidos, una cría de dragón azul y almas en pena que, con
sus desgarradores gritos, dañaban la audición de sus oponentes.
Los campeones vencieron una vez más, y se tiraron al suelo para
esperar a que la barra de vida de sus tímpanos se regenerara.
Durmieron una breve siesta, y al reanudar la marcha se
toparon con un edificio de excéntrica apariencia. Detrás de lo que
parecía ser el mostrador había un hombre obeso y rechoncho que
tenía puesto un sombrero con la leyenda “Big Al”.
En la vidriera podían verse Ankhs, diversas clases de
máscaras, pociones grandes y chicas, Zarpas de Ataque,
Talismanes de Salud, y un montón de cosas más. La variedad de
productos tentó a los muchachos a acercarse, y cada uno tenía
cantidades considerables de oro para gastar.
Big Al durante los eventos de “Cazadores de Guerras”. Suele ser mucho más tetón.

— ​Hey! Y’all! We’re havin’ some hot sales here!​— el hombre les
habló en inglés. Definitivamente era un vendedor, y el edificio era
su tienda.
— ​What do you have to offer?— ​ Joaquín respondió en inglés, con
una pronunciación algo oxidada por la falta de práctica.
— ¿Doo yuu jab purnografy?— Lautaro aprovechó el momento
para burlarse del idioma del gordo y así relajar un poco el
ambiente.
— ​Ah, yes. Have this, it’s and ol’ mag of mine. 100% free, don’t cha
worry.—​ el hombre puso en las manos de Lautaro una revista
porno de los ‘90, que tenía la tapa endurecida y arruinada por años
de absorción de semen. La tiró al suelo y empezó a gritar.
— ¡LÁVENME LAS MANOS! ¡GORDO PUTO!— las manos de
Lautaro se restregaban desesperadamente, mientras Benjamín le
aplicaba gran parte del frasco de alcohol que había sacado de la
mochila de Joaquín, quien observaba la graciosa situación a la vez
que contenía sus ganas de reír. Se dio la vuelta para dirigirse a su
chistoso y asqueroso interlocutor.
— ​What can you give us, apart from your dirty magazines?
—​ I sell magic items. If you are lookin’ for the best stuff in this
dungeon, then Big Al is your man! Kahahahaha!— ​ el tipo se señaló
a sí mismo con un gesto brusco, hundiendo su dedo pulgar en su
enorme glándula mamaria derecha. La peculiar carcajada hizo que
Joaquín deseara humillarlo con su infame “Gahahahaha!”, pero se
contuvo.
— ​What can that weird mask do, for example?​— Benjamín señaló
con el dedo a una máscara de que parecía sacada de un recital
metalero.

— ​Ah, yes. That beauty is the Mask of Death. It makes you recover
part of the damage you deal to your foe. It’s worth 2000 gold
pieces. Do you want it?
— ​Yep. Give me one, please.​— una vez realizada la transacción,
Benjamín se colocó la máscara y le dio una cachetada a cada uno
de sus amigos para comprobar su efectividad. Sin lugar a dudas,
ese era un producto de buena calidad.
— ​How much is that Ankh?— ​ Joaquín indicó con la cabeza a un
colgante que parecía tener un dije en forma de cruz.
—​ ​That’s an Ankh of Instant Reincarnation. When you die with this
thing on your body, it revives you…
—​ ​I already know how it works.
—​ ​Ah, anyways. One unit is worth 3000 gold pieces.
— ​Yes, give me one, please.​— Joaquín se colgó su nuevo Ankh y
miró a sus amigos. Lautaro vigilaba con odio a Big Al desde un
rincón y Benjamín le propuso probar las capacidades del objeto,
cosa que Joaquín rechazó al instante.
— Dejá de hacerte el ofendido, vení.
— ¿Cuánto oro tenés? Comprate algo.— Lautaro cedió, por
costumbre, a la presión de sus pares y compró dos pociones de
curación junto a un anillo de protección, desinfectando todo
cuidadosamente con alcohol etílico.
Se despidieron de Big Al, quien les deseó suerte. Al salir de la
tienda tenían, a la derecha, la puerta que habían abierto con la
Llave del Sol, y al frente bajaban a un canal muy poco profundo
que rodeaba a unas cuatro paredes ubicadas en el medio. En los
alrededores habitaban Elementales del Agua y murlocs grandes
junto a sus respectivos campamentos generadores. Dieron la
vuelta a la estructura central y eliminaron a los enemigos de la
zona con facilidad. Encontraron un portón que no lograron abrir, y
mientras Joaquín balbuceaba palabras mágicas, Lautaro escuchó
los gruñidos de los gnolls que estaban del otro lado y los
exterminó con la poderosa「Lluvia de Fuego」.

Hallaron la entrada a la estructura de cuatro paredes a la que


habían rodeado y entraron. Era una pequeña sala vacía con un
círculo de poder en el medio. Cuando dieron un par de pasos para
comenzar a explorarla, la figura espectral de un hombre anciano
apareció. Sus atavíos consistían en una túnica púrpura cubierta
por una capa negra, en la cabeza tenía puesto el cráneo de un
corcel, y con su mano derecha portaba un bastón más alto que él.
Era un nigromante, con toda seguridad.
Retrato del Guardián de Almas. Cobra la mínima.

— ¡¿Ya estáis aquí?! ¿Es que nunca cejaréis en vuestra


búsqueda?— el viejo les preguntó desdeñosamente.
— O te vas, o te purgo.— Joaquín se puso en posición de combate,
con su「Luz Sagrada」preparada para lanzarse.
— Soy el Guardián de Almas, y por más rudos que os creáis vos y
vuestros mentecatos camaradas, tenéis derecho a un premio.
Pisad el círculo, y dejad que vuestros corazones determinen su
recompensa…— la figura fantasmal del anciano se esfumó.
Los tres se colocaron dentro del círculo, y este brilló con
fuerza. La sala se tornó oscura y negra como la noche y una de las
paredes se iluminó, mostrando una lista:

BUENAS OBRAS NOTABLES DE JOAQUÍN LEMOINE


● Defender aldeas desprotegidas.
● Sanar a los enfermos.
● Salvar al mundo de los reptilianos.

BUENAS OBRAS NOTABLES DE LAUTARO BULSARA


● Aliviar a los corazones de la gente con su música.
● Destruir a la malvada organización “Fuerzas del Ayer”.
● Salvar al mundo de los reptilianos.

BUENAS OBRAS NOTABLES DE BENJAMÍN TAIBO


● Educar y difundir las ciencias a las personas.
● Asistir a los más vulnerables con el poco dinero que poseía.
● Salvar al mundo de los reptilianos.

MALAS OBRAS NOTABLES DE JOAQUÍN LEMOINE


● Masacre indiscriminada de insectos.
● Usar ojotas con las medias puestas.
● Ser un bastión del vil patriarcado.

MALAS OBRAS NOTABLES DE LAUTARO BULSARA


● Pagar Amazon Prime Video.
● Dejar que la superficialidad lo controle en ocasiones.
● Andar con pantalón corto y sandalias en invierno.

MALAS OBRAS NOTABLES DE BENJAMÍN TAIBO


● Spoilear todo lo que lee.
● Poseer una dakimakura doble faz.
● Haber disfrutado el Manifiesto Comunista.
:Calculando resultados…
:Generadores de monstruos destruidos de las secciones anteriores: TODOS
VAN AL PARAÍSO

Tres pares de ojos, dos verdes y cuatro marrones, gozaron de


una maravillosa visión: una plaza llena de árboles y arbustos
florales bien cuidados, junto a seres que parecían ser ángeles.
Cuatro de ellos se arrodillaron ante los guerreros, e hicieron señas
para que los siguieran.
Los ángeles se detuvieron y usaron su magia para hacer que
un cofre dorado apareciera. Otro ser alado sacó una llave de su
cinturón y lo abrió: adentro había una Esfera de Fuego, un
Talismán de la Evasión, una Zarpa de Ataque y un par de
Brazaletes Rúnicos. Los chicos se repartieron el equipamiento y
saludaron a los seres celestiales con una reverencia.
La IU mostraba que solamente les quedaban quince segundos
en el paraíso. Se sentaron en silencio en una de las bancas de la
plaza para disfrutar con los ojos cerrados del aire puro, el canto de
los pájaros, y la sensación de paz y tranquilidad que los
reconfortaba. Tal vez esta sería la última vez que experimentarían
algo similar al tan deseado descanso eterno.

Un destello blanco los cegó y ya estaban de vuelta en la sala


de antes. Vieron que el nuevo portón estaba abierto, y que su
camino estaba regado de gnolls apenas reconocibles por las
quemaduras.
— ¡Ja! ¡Somos imparables!— Lautaro tenía una sonrisa enorme,
estaba satisfecho al ver los cuerpos de sus víctimas.
— Parece que de verdad vamos a terminar este mapa, muchachos.
Gracias por ser tan épicos.— Joaquín también sonreía, y recordaba
su infancia jugando a Warcraft III.
— ​What can I say except, you are welcome!— B ​ enjamín dio su
clásica respuesta a los agradecimientos.
— ¿Pinta abrazo? No homo, de verdad.— los brazos abiertos de
Lautaro invitaban a sus amigos.

Juntos se sentían invencibles, y estaban determinados a


vencer a quien sea.
Pasaron por encima de los miserables gnoll y llegaron a un
espacio amplio, en cuyas esquinas habían campamentos
generadores de trolls lanzahachas, y en medio de ellos, un círculo
satánico cuyo fulgor era cada vez más fuerte.
Se dividieron para comenzar el combate, Lautaro y Benjamín
fueron a atacar a uno de los campamentos mientras Joaquín iba a
por el otro. ¡Pero cuando estaban a mitad de camino, un
gigantesco ser surgió del círculo con una gran onda expansiva!

Ra’Adom, un poderoso demonio de la raza anihilan. ¿Podrá acabar con los héroes?

— ¡¡UUOOOOGHHH!! ¡VENID, HÉROES! ¡VENID Y RECLAMAD LA


RECOMPENSA POR ESO QUE LLAMAÍS VUESTRO HONOR!—
Ra’Adom, Señor del Foso y aficionado de las mayúsculas, invitó al
trío a luchar. Su enorme lanza de punta doble instiló el verdadero
terror en todo aquel que la miraba, incluso en los trolls, quienes se
alejaron un poco de él por mero instinto de supervivencia.
Ra’Adom cargó a toda velocidad contra Joaquín, quien se
había quedado congelado del miedo, con las rodillas flexionadas y
listo para esquivar, pero no reaccionó a tiempo y lo embistió con
una de sus patas delanteras, al no haber maniobrado bien su lanza.
El espadachín salió disparado y se estrelló contra una de las
paredes de la sala del círculo. Seguía consciente y vivo gracias a
que era de nivel 9, pero claramente estaba en las últimas.
Lautaro destrozó a uno de los campamentos troll con su
「Lluvia de Fuego」, dejándolo con poca magia disponible, a la vez
que Benjamín, convertido en una máquina de matar, pulverizaba a
los trolls con sus potentes patadas y sus hábiles puñetazos.
Quedaba un campamento más, pero de ese se encargarían
después. Ahora la prioridad de ambos era rescatar a su ami...

go.
La lanza de Ra’Adom lo había ensartado sin problema. La
punta de la gigantesca arma se atascó con la coraza, así que su
enorme dueño la levantó y la sacudió un poco. Joaquín cayó
muerto y machacado, como si de un muñequito de trapo se tratase,
al agua del canal, tiñiéndola de bordó con su sangre. Selenia
escribió la letra “F” varias veces en el chat del juego mientras
lloraba de la risa.
— ¡NOOOOOOOOOOOOO!— Benjamín corrió, y en su puño
derecho cargó un「Golpe de Energía」, consiguiendo romper una
de las patas del coloso para quitarle velocidad.
— ¡JOACO, NO PUEDE SER!— Lautaro quedó impactado ante la
muerte de su preciado amigo, y decidió devolverle el favor al
asesino. Buscó en su alforja, y encontró un par de pociones de
curación. Le pasó una a Benjamín, las bebieron y se prepararon
para obtener su venganza.
El demonio anihilan se dio la vuelta y soltó una potente
carcajada. Lautaro logró subir a la llameante espalda del cruel titán
y, lleno de rabia, se dispuso a apuñalar sin parar con un cuchillo
envenenado a lo que parecía ser el cuello. Benjamín fue a ver a
Joaquín, aprovechando la falta de atención de Ra’Adom, cuyo
brazo derecho, al ser poco flexible, tenía serios problemas para
alcanzar al feroz joven que no paraba de dañarle las vértebras
cervicales.
Una luz tenue de color amarillo surgió del Ankh, y Joaquín se
levantó con la espada lunar, Misiltain, firmemente empuñada para
preparar su「Muerte y Putrefacción」. ¡Había revivido al módico
precio de 3000 G! Y estaba más determinado que nunca. Benjamín
alzó su mano a los cielos, invocando su「Campo Eléctrico」.
Lautaro vio la resurrección desde las alturas y bajó ágilmente, a
pesar del dolor de las quemaduras que cubrían su cuerpo, para
poder reagruparse con sus amigos.
Ra’Adom estaba aturdido y dolorido por sus heridas, y se
agachó para recoger su lanza, la cual había dejado caer para
intentar sacarse de encima a Lautaro. En aquel breve interín, sintió
como sus gruesas piernas parecían podrirse, dejándolo
inmovilizado.
— ¡AHHHHH! ¡MALDITOS! ¡VENID Y LUCHAD COMO HOMBRES!
Una lluvia de erráticas esferas eléctricas lo hicieron rugir por
el dolor. Le costaba mucho respirar.
— ¡GRAAAAHHH! ¡ESTO NO PUEDE ESTAR PASANDO!
Lo último que vio el Señor del Foso fue una tormenta de
oscuridad, electricidad y fuego. Antes de fallecer, dijo:
— HASTA LA PRÓXIMA, HÉROES. SOIS DIGNOS DE CONTINUAR.

La terna festejó el hecho de seguir con vida, y de haber


alcanzado el nivel 10. Esto significaba que las únicas formas de
fortalecerse eran equipando objetos más poderosos y recogiendo
Libros. Joaquín no olvidaría jamás el momento de su muerte,
habiendo aprendido la saludable lección de jamás quedarse quieto
a esperar a que una bestia enorme lo atropelle.
— No quiero repetir esto. Nunca más.— el espadachín observó con
horror a las paredes empapadas de sangre, y al agua del canal, que
mantenía un color rojo cada vez más claro. Luego miró a
Benjamín.— Hubiera muerto de verdad, de no haber comprado el
Ankh.
— Tengo una idea, para estar más seguros.— dijo el luchador.
Lautaro había regresado a la fuente del inicio para darse un baño y
sacarse algo de piel quemada. Todavía quedaba un campamento
troll en pie.
Cuando Lautaro regresó, se sentó a tocar la guitarra para
mantener a sus amigos en forma con los「Acordes Mágicos」,
mientras estos farmeaban el campamento troll para conseguir todo
el oro posible para comprar tres Ankhs. Una hora después,
volvieron a lo de Big Al y adquirieron un Ankh y dos pociones para
cada uno. Descansaron un rato, y usaron un portal que había
surgido en el mismo lugar en el que estaba el círculo satánico que
invocó a Ra’Adom.

Aparecieron en una mazmorra estrecha en la que se abrieron


paso entre dragones de hielo, salamandras colosales, sátiros
menores, kobolds e incluso torres mágicas que los hostigaban
constantemente. También su resistencia anaeróbica fue puesta a
prueba, cuando tuvieron que atravesar un puente corriendo
mientras esquivaban los cañonazos de un par de fragatas y un
acorazado que se encontraban en a ambos lados de la estructura.
Benjamín y Joaquín jadeaban intensamente por el esfuerzo,
mientras Lautaro simplemente se reía de ellos mientras estiraba
sus piernas.
Se enfrentaron con unos sasquatch ancianos, y uno de ellos
dejó caer una Llave de Sangre, con la que abrieron un portón. Lo
pasaron, y vieron que los llevaba a un largo camino con un giro a la
derecha. Observaron a sus alrededores por precaución y
empezaron a caminar.
— Si Selenia no nos hubiera debilitado tanto, estaría atacando con
hechizos en vez de flechas…— la miniballesta estaba hecha de
unobtanio y acero, haciéndola muy fuerte, pero el trovador seguía
prefiriendo la magia.
— ¿Cuánto falta para llegar al final del mapa? Si no me equivoco,
fue por acá que nos quedamos hace unos años.— Benjamín
intentaba recordar la última vez que habían jugado Warcraft.
— Falta todavía. Cuando giremos a la derecha, el viejo forro va a
salir diciendo que tenemos que activar dos plataformas para
despejar una barrera mágica. Es ahí donde tuvimos un error en el
juego y abandonamos.— la memoria de Joaquín seguía en buen
estado.
— Espero que no haya ningún bug que nos cague la partida.—
Lautaro guardó su guitarra en el estuche para centrarse en la
caminata.
— Lo dudo bastante, creo que todo estará bien.— el espadachín se
confiaba en el hecho de que no estaban jugando bajo una conexión
de internet normal, sino que era la magia de Selenia quien
mantenía a las computadoras unidas.
Tal y como lo había recordado Joaquín, se toparon con una
enorme barrera luminosa, y también con el Guardián de Almas.
— ¡UN MOMENTO! ¡No puedo creer que semejante grupo de necios
impertinentes haya llegado tan lejos! Sin embargo…— el viejo se
calmó un poco, y comenzó a acariciarse la barba— Hay que activar
dos plataformas para poder disipar esta barrera mágica.
Al este había una bajada que llevaba a una sección, y al oeste
otra que llevaba a una sala llena de pilares. Comenzaron
dirigiéndose al oeste, y de entre los pilares salieron hordas de
goblins suicidas, llevando explosivos atados a sus cuerpos para
matar a los héroes una vez que lograran chocar de lleno contra
ellos.
— ¡No huyáis, somos amigos!— las voces estridentes y
asquerosas de los goblins resonaron en el amplio salón mientras
perseguían a sus objetivos a los tropezones, llegando a explotar en
algunas ocasiones.
— ¡Por fin puedo ser como Goblin Slayer!— el「Trueno Fugaz」de
Benjamín impactó de manera certera en los atados de TNT,
consiguiendo su detonación a una distancia segura.
— ¡TENNO HEIKA! ¡BANZAI! ¡¡BANZAI!!— un par de goblins que
llevaban banderines del imperio del Sol Naciente salieron justo
detrás de Lautaro, el cual, por reflejo, se desplazó ágilmente a su
izquierda para evadirlos. Pero había olvidado que Benjamín estaba
ensimismado lanzando su magia a dos metros de distancia a la
izquierda. Se dieron de frente y se estrellaron torpemente contra el
duro suelo.
Puede que estos goblin no sean violadores, pero son unos hijos de mil puta

El pie de uno de los goblins que acababa de morir reventado


voló y le pegó en la espalda a Joaquín, quien estaba cerca de la
plataforma mágica. Sobresaltado, miró hacia atrás y vio que el
trovador y el luchador estaban chamuscados y malheridos,
intentando levantarse con muecas de agonía. Con la mano
izquierda usó su「Luz Sagrada」para curarlos, mientras que con la
derecha disparaba su letal「Espiral de Muerte」, y corrió hacia
donde estaban sus amigos y evitar que más goblins los alcanzaran.
Las leves ondas expansivas generadas por la espada
Misiltain bastaban para mantener a raya a los hombrecitos verdes y
herirlos de a poco. Estaban completamente rodeados, y Joaquín
sentía el castigo del ácido láctico recorriendo su cuerpo y la falta
de magia. Benjamín y Lautaro ya estaban de pie, luchando con
dificultad y osadía.
Una vez exterminados los goblins, se subieron a la plataforma
mágica del final de la sala para hacerla bajar y activarla. Lo que no
sabían era que un goblin se había escapado y ocultado cerca de la
barrera mágica, esperándolos impacientemente.
— ¡ALLAHU AKBAR!— el muy maldito jaló de su chaleco y explotó
a un solo metro de distancia de los chicos, quienes apenas habían
dado la vuelta a la esquina.
Hacía bastante tiempo que no se echaban a esperar a que sus
barras de vida y de magia se llenaran. Luego de descansar y
recuperarse, se dirigieron a la sala del este, en la que encontraron
salamandras colosales defendidas por torres mágicas. Las bestias
cayeron rápidamente bajo los efectos de「Muerte y Putrefacción」
y las torres fueron derribadas por el「Campo Eléctrico」. Sin lugar
a dudas, este había sido un enfrentamiento mucho más corto y
fácil que el anterior. Activaron la última plataforma, y cuando
volvieron a la bifurcación, la barrera mágica ya no estaba.

Había un largo camino en frente de los valientes aventureros,


en cuyos costados se veían muchos portones, uno al lado del otro.
— Chicos, prepárense. Esta es la galería de las arañas. Tenemos
que correr lo más rápido posible mientras los portones se abren
para dejarlas salir, y llegar a un círculo de poder que las eliminará
al instante.— Joaquín recordó las características del lugar, y
suspiró con resignación, porque tendría que correr.
— ¿Podemos matar a las arañas antes de que salgan?— preguntó
Benjamín. Le gustaba evaluar todas las posibilidades.
— No se puede, esos habitáculos que están detrás de los portones
tienen protección del juego.— respondió el espadachín.
— Tengo una idea, yo soy el mejor corredor de los tres, así que
déjenme la carrerita a mí.— las piernas de Lautaro estaban
preparadas para el desafío.
— Me parece bien.— aprobó Benjamín.
— ¡Bien ahí, Lauti! Recordá que tenés que deshacerte de una
barricada de cajas que te separará del círculo, así que prepará tu
「Lluvia de Fuego」.— Joaquín sintió un alivio tremendo al saber
que tendría que esforzarse menos, y se alegró de tener a un amigo
tan capaz como lo era Lautaro.
El carismático músico esbozó una sonrisa presumida, listo
para demostrar sus capacidades. Entonces empezó a correr a gran
velocidad, y los portones de los habitáculos que albergaban a las
arañas se abrieron para darles paso.
Lautaro ya era un puntito en el horizonte, mientras Joaquín y
Benjamín charlaban sobre cosas de las que sólo los hombres de
cultura hablan.
— En mi opinión, Kazuma debería haber podido usar su Steal para
robar el orbe que protegía el alma del Rey Demonio.
— Pero eso le hubiera quitado emoción al final, y sin la ayuda de
su party, no era lo mismo.
— Usted avaló la bomba al pueblo de Axel.
— ¡No, usted se tiene que arrepentir de lo que dijo!— las alegres
carcajadas de ambos iluminaron el oscuro ambiente de la
mazmorra, hasta que oyeron los gritos desesperados de Lautaro.
— ¡TAIBO, JOACO, AYUDA! ¡ME VAN A COMER LAS ARAÑAS!
En ese mismo instante, el dúo de asmáticos se adentró
rápidamente en el corredor, pisando arañas del tamaño de una
laptop constantemente. Agotadisimos, llegaron a la barricada de
cajas, en la que Lautaro estaba atorado y forcejeando con las patas
hacia arriba, intentando zafarse sin éxito.
— ¡¿Qué hiciste, boludo?!— preguntaron al unísono mientras
aniquilaban a los patéticos arácnidos.
— ¡Quise ver si podía saltar estas cajas pero no me salió!
¡Sáquenme!
Benjamín apartó las pesadas cajas de madera hasta llegar a
Lautaro, quien estaba sangrando por todos lados por el porrazo
que se comió y por las mordidas de las arañas. Joaquín
desmalezaba hábilmente a las desgraciadas para proteger a sus
camaradas, y unos segundos más tarde, todas murieron al
instante, de manera repentina.
Lautaro y Benjamín estaban de pie en el círculo de poder
anti-arañas, esperando al espadachín. Se rieron un rato, y se
sentaron a descansar. El mapa los había retado, y ellos lo estaban
superando. No iban a rendirse jamás.

Se levantaron y siguieron adelante, hasta encontrarse con el


portón de un garaje. Entonces apareció el Guardián de Almas,
quien en lugar de su atuendo de nigromante, llevaba puesto un
traje de mecánico.
— ¡MALDITOS SEAN! Vuestra determinación de alcanzar la libertad
resulta tediosa...— refunfuñaba el anciano, mientras usaba una
franela para secarse el sudor y la grasa de la frente.
— ¿Por qué te disfrazaste de mecánico?— la apariencia del
Guardián le recordaba a Joaquín de los abuelos que atienden
talleres de reparación de vehículos.
— Ufff… Eso no importa, pasad al garage. Es aquí donde
comenzará vuestro viaje.— el enorme portón metálico se levantó, y
los hombres entraron. El Guardián encendió la luz de la habitación.
Una 4x4 coupé de color verde era la atracción principal:
estaba blindada, tenía ruedas notablemente más grandes que las
de serie, con doble caño de escape y en la caja de carga había una
ametralladora pesada. Era obvio que el viejo la acababa de
ensamblar.

Imaginen algo como esto, pero mucho mejor

— Esta es una Toyota Hilux “Kai” Mk. IV Modelo A, con cañones


automáticos de 15 mm. por delante y una M2 atrás. Subid, y
veremos qué tal se desenvuelven...— dicho esto, el Guardián se
esfumó, no sin antes abrir la salida del garaje, la cual dejaba ver un
largo circuito de asfalto.
Los roles escogidos fueron: Benjamín como conductor (tenía
experiencia manejando camionetas), Lautaro como artillero frontal
(era lo más simple) y Joaquín operaba la Browning trasera (había
visto un par de videos acerca del tema). Se preguntaron el por qué
la pick-up japonesa estaba armada hasta los dientes, y decidieron
averiguarlo. El vehículo arrancó con toda la potencia de su motor
turbocargado de 500 HP y salieron del garaje.
Dieron el primer giro, y ciertamente no esperaban encontrarse
con una infinidad de guerreros esqueléticos, ansiosos de derribar
la camioneta. Joaquín lamentó ser el “tercer mejor amigo” del trío
en ese momento, y empezó a vaciar los magazines.
Eran cientos y cientos de esqueletos. Estaban armados con
espadas, hachas, lanzas, garrotes y hasta huesos.
Afortunadamente, aparte de ser numerosos, también eran
descartables. Benjamín pisó el acelerador, y comenzó el
enfrentamiento.

Ellos son los gamers más oprimidos por la sociedad, y están cabreados.

La camioneta se movía con algo de dificultad porque no


paraba de atropellar esqueletos. Lautaro movía el volante de los
cañones delanteros para mejorar su puntería, y pisaba el pedal de
disparo para derribar entre cuatro y cinco huesudos al mismo
tiempo. La Browning dañaba a las torres mágicas instaladas a lo
largo del circuito, y en ocasiones, Joaquín dejaba de disparar para
echar a espadazo limpio a los esqueletuchos que conseguían
subirse.
Siguieron así durante unos 15 minutos, hasta llegar a un
tramo totalmente despejado de enemigos. Bajaron de la camioneta
completamente exhaustos y estresados, y se quedaron a reposar
un largo rato antes de regresar y continuar la marcha. Mientras, los
cañones y la Browning se enfriaban.
El mortal avance de la Hilux ahora era más cómodo, ya que
Benjamín aprendió a alternar con mayor eficacia el freno y el
acelerador para embestir. Las torres le causaron poco daño a
Joaquín, dueño de una excelente resistencia contra la magia, y
caían como si fuesen parte de un grupito de dominós, una tras la
otra. Lautaro se dio cuenta de que los cuatro cañones delanteros
también podían disparar por separado, usando un par de palancas
que no había notado antes, y aprovechó su descubrimiento para
matar de manera más eficiente.
Arribaron a una sala en la que habían dos salamandras
colosales y dos Fiat 600 con ametralladoras instaladas en el techo.
La Hilux se posicionó de tal forma que los cañones apuntaran a las
bestias, y la ametralladora M2 a los automóviles. La camioneta
salió un poco maltrecha del enfrentamiento, pero victoriosa.

Finalmente, luego de andar un poco más, encontraron un


portón de garaje enorme que estaba resguardado por una Toyota
igual a la de ellos. Y dentro de la cabina estaban…
— ¡GÓMES! ¡Hijo de puta!— exclamó Joaquín, convencido de
haberlo matado unos meses atrás en un combate encarnizado para
defender un pueblito fronterizo. Gómes de Talassa era un
espadachín psicópata quien gustaba de molestar a la gente y
abusar de mujeres indefensas, al punto de aliarse con un grupo de
bandidos para vengarse del desprecio que recibía, y también para
poder raptar y desquitarse con todas las féminas que quisiera. Era
el conductor, y tenía la mirada fija en su rival.
— ¡Fitzgerald!— Lautaro vio al musculoso y albino líder de la
desbandada organización “Fuerzas del Ayer”, un grupo paramilitar
que comerciaba con armas de fuego, elementos prohibidos en
Panselenia desde los primeros tratados interestatales. El trovador
y su grupo lo habían derrotado para siempre al lanzarlo desde un
precipicio. Sonrió al identificar al flacucho que le había arruinado la
vida, y estaba preparado para devolverle el favor con su artillería
frontal.
— ¿¡QUÉ!? ¡Howitzer!— Benjamín distinguió al ex-rector de la
Universidad Claterdina por su calvicie. El hombre sabio y noble
que aparentaba ser era en realidad una cruza entre humano y
reptiliano, capaz de cambiar su apariencia para ocultar su
identidad. Planeaba destruir al continente de Panselenia para
satisfacer sus locos deseos de aniquilación total, pero el luchador
y su grupo lograron detenerlo en una batalla en las cercanías del
Imperio de Gradek. Su lengua bífida seseó con rabia, y sus pupilas
pasaron de ser humanas y redondas a ser verticales y salvajes, con
la Browning apuntando al vehículo oponente.
Selenia sonrió desde su sofá, mirando muy de cerca a los
monitores. Estaba realmente satisfecha por organizar con éxito un
reencuentro increíble, que le iba a hacer fluir la adrenalina.
Gómes pisó el acelerador con fuerza para intentar chocar a
sus enemigos, pero Benjamín esquivó bien, ahora los operadores
de las ametralladoras se miraban frente a frente. Joaquín lanzó un
「Espiral de Muerte」al detestable reptiliano y al instante
intercambiaron una corta cadena de tiros. Howitzer sintió cómo su
fuerza vital era drenada, pero su sed de venganza le permitió
bajarse a tiempo del vehículo para correr a velocidades
sobrehumanas, y atacar por detrás al espadachín, quien
combinaba su poder oscuro con la onda expansiva de su espada
para repeler al vil híbrido.
Las camionetas entablaron un combate relativamente parejo,
pero eventualmente los héroes lograron sacar ventaja gracias a
que todavía conservaban a Joaquín operando la ametralladora.
Gómes y Fitzgerald seguían con vida y salieron de la Hilux en
llamas, notablemente heridos. Howitzer se detuvo al lado de ellos,
agazapado y sangrando.
Benjamín, Lautaro y Joaquín hicieron contacto visual con sus
rivales. Los tres sabían que combinar sus ultimate no les serviría:
Howitzer era demasiado veloz, Fitzgerald les reventaría la cabeza
con su tecnomosquete mientras casteaban, y Gómes… Pues no
mucho. Él no era un tipo destacable. En un rápido cuchicheo de
equipo, decidieron enfrentarse cada uno por separado con su
enemigo de preferencia, sabiendo que ninguno de esos tres sabía
trabajar en grupo con gente que no conocían.

El musculoso albino se las vio con Lautaro, apuntando a su


pecho con el tecnomosquete.
— ​Hey, kiddo. ​¿Qué cosas del destino, no? Hora de que pagues
caro lo que me hiciste.— jaló del gatillo a la vez que una flecha en
llamas atravesó una de sus piernas robóticas, averíandola
gravemente.
Tantos Libros de Agilidad consiguieron que la velocidad de
Lautaro fuera inigualable. Los disparos del tecnomosquete no
lograron darle, y él acertaba casi todos sus flechazos. Esto se
debía, en parte, a que Fitzgerald no era poderoso por sí solo, sino
que solía estar siempre rodeado de numerosos roboguardias y eso
lo hacía parecer invencible. Cuando Lautaro logró inmovilizarlo, lo
finiquitó con una espléndida「Lluvia de Fuego」.

Lautaro durante el duelo contra Fitzgerald.

Joaquín se entretenía hiriendo poco a poco a Gómes, un


espadachín mucho menos talentoso que él, hasta que decidió
tomar la ofensiva: la Misiltain silbó, rompiendo el aire, e impactó
contra el estoque del talassiano, dejando inutilizable.
— ¡Te aborrezco, bruto salvaje! ¡¿Por qué siempre tienes que
ganar?! ¡¡Maldito!!— tenía el bigote empapado de sudor y de
sangre, y estaba mareado por seguir con la vista a los elegantes
ángulos que dibujaba la hoja mágica de su rival.
— Simple: a nadie le agrada los forajidos. Y me das pena.—
Joaquín mostró sus colmillos para manifestar su ferocidad, y
preparó el golpe de gracia para el fracasado narcisista.
Esto fue lo último que vio el violador bigotudo antes de morir otra vez.

Benjamín, en cambio, estaba perdiendo. Su rival era de otro


calibre, más poderoso. Tenía varias heridas abiertas y le faltaba
tanto el aire como la magia. Por otro lado, el reptiliano estaba más
machucado que una banana olvidada en el fondo de la mochila de
un estudiante, pero su innato aguante lo mantenía fuerte y en pie.
Lautaro y Joaquín llegaron al rescate de su amigo justo
cuando Howitzer iba a abrirle la garganta de un zarpazo. El brazo
verde y escamoso que se acercaba al cuello de Benjamín se separó
de su cuerpo gracias a un limpio corte de la Misiltain. Sorprendido
por la dolorosa amputación, Howitzer se quedó inmóvil y
encorvado, esperando a regenerar la extremidad perdida. Un
cuchillo se introdujo entre sus costillas, y al mismo tiempo una
espada le atravesó el pecho. La sangre azul, característica de su
raza, se escapó a borbotones, hasta que finalmente colapsó. El trío
festejó la victoria con un brofist triple, y se echaron a descansar.

La diosa lunar había preparado todo estando segura de que


los héroes iban a perder, y no podía creer que habían ganado
siendo apenas de nivel 10. Ella no tomó en cuenta todos los Libros
que habían estado recogiendo en el camino, y que aparte, conocían
muy bien a sus enemigos y eran guerreros experimentados. Sintió
una gran amargura cuando los vio asistirse el uno al otro, porque
envidiaba la férrea amistad que se profesaban.
La Hilux en la que habían estado conduciendo terminó el
encuentro inmanejable por los daños recibidos, así que entre los
tres la empujaron hasta la entrada del garaje final. Benjamín
levantó la cortina metálica fácilmente, y guardaron al bólido nipón.
Convenientemente, hallaron una mesa, tres sillas, y un frigobar con
botellas de agua y sandwiches de copetín.
— Gracias por sacármelo de encima, me cansé mucho
esquivando.— Benjamín agradeció la ayuda de sus amigos, y se
metió dos sandwiches enteros en la boca.
— Para eso estamos, ¿o no, Joaco?— Lautaro miró a Joaquín
esperando una respuesta, pero no la obtuvo al instante porque
estaba muy ocupado bebiendo frenéticamente el agua de una
botella. Cuando terminó, eructó estruendosamente.
— ¿Qué? ¿Dijiste algo?
— Decía que somos amigos, y que por eso siempre estamos para
ayudar al otro cuando lo necesita.
— Ah, así es. Hace ya siete años que nos conocemos.
— Son cinco años, no siete. Estuvimos juntos en primer año en el
2017, y ahora estamos en el 2022. Pero en realidad estamos en
Panselenia, en el año 2034. No, no, en Warcraft, ¿Qué año será?
— Uy, pará, analista.
— Sólo estaba corrigiendo a Joaquín.
— No cambien, pibes.— al ojiverde semialto (​ anita-reference)​ se le
escapó una risita.
Charlaron un poco más acerca de cosas triviales y mundanas,
y cambiaron de tema, para evaluar la situación actual.
— ¿Falta poco? ¿Qué sigue después?— una de las cuerdas de la
guitarra estaba muy gastada, y Lautaro la cambiaba mientras
preguntaba.
— Creo que cuando salgamos de este garaje llegaremos a la última
galería, donde nos enfrentaremos al jefe final.
— ¿Es el Rey Demonio?— en la mente de Benjamín aparecieron un
sinfín de archivillanos de las novelas y los mangas que leyó. Casi
todos compartían esta característica.
— Debe ser algún malo maloso, no recuerdo el nombre.
— ¿Y ustedes, que van a pedirle a Selenia cuando salgamos de
acá? Yo quiero que me permita conservar mis poderes cuando
regresemos a nuestra línea temporal, o que me haga un buen pete.
¡Jajajaja!— la idea de tener a una deidad lustrándole la “anaconda”
con la boca lo emocionaba bastante, pero Lautaro había madurado
durante sus peripecias. Iba a pedir lo primero.
— Me parece que no estás tomando en cuenta la posibilidad de que
no salgamos con vida. Pero creo que lo lograremos, y voy a pedirle
una bendición para que mi familia y mis seres queridos puedan
vivir sanos y felices.— Con un toque de realismo, Benjamín contó
su deseo.
— Yo quiero que me haga multimillonario, y sin trampas. Las
primeras cosas que compraría serían un jet bombardero, dos
destructores, tres mansiones en Taiwán, un teléfono Android 13…
— Ya sabemos, ya sabemos.— el trovador dejó la guitarra en la
mesa y se desperezó.— Empaquemos los sandwiches que quedan,
y vamos a terminar este mapa.

Salieron del garaje y se encontraron con un pequeño altar,


que no parecía estar consagrado a nadie en específico. En ese
momento, el colérico Guardián de Almas se manifestó.
— ¡¡¡¡¡MALDITOS SEAN, LOS TRES!!!!1!— el viejo gritó con furia, lo
que le provocó un ataque de tos.— Vuestra determinación de
alcanzar la libertad ya me aburre. Es irrelevante que estéis por
alcanzar las sagradas galerías del Señor de las Sombras. ¡Vuestra
aventura acaba aquí!
Un círculo de poder surgió bajo los pies de los muchachos, y
aparecieron en un camino hecho de cuarzo e iluminado por faroles,
rodeado a los costados por agua. En el suelo hallaron un mapa de
la zona, probablemente hecho por el Guardián:
Los primeros dos campamentos generadores estaban a la
vista: uno era de sátiros pregoneros, y el otro de slimes de fango
gigantes. El grupo avanzó y destruyó a ambos con facilidad.
Consiguieron un montón de Libros y de pociones, y en un
santiamén ya estaban asolando los siguientes generadores, que
producían sabuesos del infierno y megasalamandras de fuego.
Ganaron, pero estaban muy heridos debido al spawneo acelerado
de monstruos. En esos campamentos obtuvieron equipamiento de
primera, como la Capa de Llamas, las Botas Élficas, la Corona de
Reyes y un Ankh.
Continuaron su imparable avance, y aniquilaron en fracciones
de segundo a un esqueleto titánico de siete metros de alto que
servía como miniboss. Era un grandote de nivel 1, y parecía un
chiste comparado a todo lo que habían encontrado antes.
Sospecharon que fue un error por parte de los diseñadores.
Dieron un giro a la derecha, y vieron a dos Guardias del
Apocalipsis parecidos a Kathulom, el primero al que se
enfrentaron. Los vencieron sin mucho problema, y cuando se
abocaron al generador para derribarlo, dos Guardias más
spawnearon para defenderlo. Joaquín se quedó atacando a la
resistente estructura, mientras los otros dos mantenían a raya a los
demonios. Habían destruido, por fin, al último generador del mapa.

¡Por fin! ¡Algo digno de celebrar! ¡Adiós, monstruos molestos!

Siguieron caminando, y se toparon con un esqueleto titánico


como el de antes, pero este era de nivel 5, y visiblemente mejor
equipado. Lo derrotaron rápidamente para continuar y le dieron la
espalda a la pila de huesos. Joaquín sintió un mal presentimiento,
y giró su cabeza para ver a una tenue luz amarillenta que nacía
entre los restos del gigante.
— ¡El esqueleto tenía escondido un Ankh! ¡Matémoslo una vez
más!
Ahora sí, habían acabado con él. El siguiente miniboss era
otro esqueleto titánico, de nivel 7. Fue un combate más reñido,
pero menos sorpresivo gracias a que esperaron a que reviviera
para vencerlo otra vez de forma más cómoda.
Habían llegado, después de muchas dificultades, al final de
Cazadores de Guerras. Un arco de piedra, similar al que se
encuentra en la sala inicial, marcaba la entrada de la guarida del
Señor de las Sombras.
Era un demonio anihilan de color verde, y notablemente más
grande que Ra’Adom, quien además era de color azulado. Estaba
durmiendo, y venía acompañado de dos esqueletos titánicos con
Ankhs de nivel 10, y de una pequeña legión de sátiros menores.

Su nombre es Xaxion Drak’eem y es el jefe final. ¡Temblad ante él!

Como medida de seguridad, compararon sus estadísticas con


las del jefe. Dependiendo de qué tan grandes fuesen las
diferencias, cambiarían el método para confrontarlo.

NOMBRE Xaxion Joaquín Lautaro Benjamín


VIDA 5200 1100 1350 1375
MAGIA 1480 1000 725 850
DAÑO 63-70 55-65 51-63 63-70

ARMADURA 5 7 5 6
FUERZA 48 41 46 50*/68
AGILIDAD 23 44 49*/66 39
INTELIGENCIA 32 49*/65 42 47
*estadística normal a nivel 10/estadística mejorada por Libros
(las estadísticas incluyen las bonificaciones de los objetos equipados)
El trío se asombró sobremanera al enterarse de que el jefe
final no era tan poderoso como se lo imaginaban, pero estaba claro
que pegaba muy fuerte y que tenía mucho aguante.
Lautaro inició el combate haciendo que el enorme par de
masas de calcio armadas saliera a perseguirlos. Pegado al pilar del
arco, disparó una flecha a la cabeza de uno de los esqueletos, e
hizo lo mismo con el otro, para llamarles la atención. Esto los hizo
enojar, y el grupo se aseguró de que ni Xaxion ni los sátiros se
sobresaltaran asegurándose de combatir en una zona en la que no
pudieran verlos.
Los dos titanes huesudos probaron ser duros de matar, y una
vez vencidos, los héroes buscaron unas pociones de curación que
habían dejado tiradas cerca de los campamentos para sanarse más
rápido. Regresaron a la entrada de la guarida, y combinaron sus
ultimate para lanzarlos al mismo tiempo sobre el jefe final y sus
patéticos servidores.
Los sátiros murieron casi al instante, y Xaxion despertó de su
pesado sueño. Agitó su lanza y declaró:
— ​¿OSAÍS DESAFIARME? ¡¡ME AGASAJARÉ CON VUESTRAS ALMAS
SIN PIEDAD ALGUNA!! ¡VENID Y ACEPTAD VUESTRO DESTINO!

Algo inquietaba mucho a los campeones: la magia no parecía


hacerle ni cosquillas al jefe final. Xaxion salió de la zona de asedio
y cargó lentamente contra sus enemigos. Benjamín le dio con un
「Trueno Fugaz」, pero a través de la IU, vio que sus puntos de
vida no habían disminuido en lo absoluto.
Era inmune a los ataques mágicos.
— ¡Los hechizos no le hacen daño! ¡No los usen!
El Señor de las Sombras blandió su enorme lanza para
despanzurrar a Benjamín, a modo de venganza por haber revelado
su secreto, pero este, en vez de esquivar el ataque, detuvo
exitosamente el lanzazo con una patada alta.
La épica canción que ambientaba la batalla final se detuvo y
todos quedaron boquiabiertos, en estado de shock. No podían
creer lo que acababa de ocurrir. (Tienen mi permiso para remitirse
a la tabla de estadísticas de arriba, así saben el porqué pasó esto).
Conociendo las fortalezas y las debilidades de cada uno, los
héroes de Panselenia se dispusieron a atacar a Xaxion.
Lautaro intercambiaba su ballesta con su guitarra según la
situación, mientras Benjamín dominaba al demonio con su fuerza.
Joaquín se encargaba de matar a los sátiros y a los sabuesos
infernales que Xaxion invocaba constantemente, y apoyaba al
luchador dañando la gruesa piel con su espada.
Un rato más tarde, las patas del coloso comenzaron a
temblar, y se dejó caer, derrotado. Pocos segundos después,
murió. Ese había sido el combate más largo y extenuante de sus
vidas, y ahora, por fin, eran libres. El chat del juego los felicitó:

¡ENHORABUENA, GUERREROS! ¡¡Habéis logrado derrotar al


Señor de las Sombras!!
Después de semejante aventura, vuestros intentos de
alcanzar la libertad han llegado a buen fin. ¡Sois unos
verdaderos héroes! Vuestras almas pueden avanzar y
concederos por fin la paz.

Tras leer el mensaje, los chicos se abrazaron ​(no homo)​ ¡La


PumaGang finalmente consiguió completar el mapa “Cazadores de
Guerras”! La luz azul de siempre los envolvió, y abandonaron el
fantástico mundo de Warcraft.
_________________________________________________________

Ahora estaban de vuelta en el Panteón, sentados al frente de


las computadoras, las cuales mostraban la pantalla de victoria y
los resultados finales. Sintieron cómo sus niveles regresaban a
ellos. Los tres se levantaron a la vez, se sacaron los auriculares de
la cabeza y miraron con odio a Selenia.
— Wow, wow, ¡No intenteis matarme! Si lo hacéis, Panselenia será
destruida, al ser una extensión de mi misma.— la bella
embaucadora sudaba por el miedo que sentía, y sacó su hermoso
culo del sofá para poder alejarse de los coléricos muchachos.—
C-concederé vuestros deseos, ¿Vale?.
Los héroes respiraron hondo para calmarse. Seguían con
vida, su amistad se había fortalecido y ganaron experiencia de
combate, así que, al fin y al cabo, no había sido una mala situación.
Se turnaron para pedir sus deseos, y la diosa asintió con la cabeza.
Se sentó en el suelo con las piernas cruzadas y los ojos cerrados,
y en su mano aparecieron tres papelitos. Los repartió a sus
respectivos dueños.
— “Cheque válido por $300 dólares.” ¡¿QUÉ ES ESTO?! ¡Yo pedí
una fortuna!— Joaquín estaba furioso como un toro, y sus amigos
se aferraron a él para impedir que atacara a Selenia.
— S-si no me equivoco, en vuestro país, Argentina, el dólar está a
$500 ARS. Creo que no está nada mal, ¿no?
— “Ticket para una sesión de spa familiar, fecha a escoger.” ¡EH!
¡A donde está la bendición para mis seres queridos!— Benjamín
dio un pisotón. Ahora se había enojado de verdad.
— Pero los spa son una bendición, ¿no?
— “Cupón válido para un 60% de descuento en suplementos
vitamínicos” ¡FORRA! ¡Dije que quería conservar mis poderes, no
hacer dieta!— Lautaro arrugó el papel dentro de su puño.
— No me cabe duda de que te pondrás muy fuerte y bien sano con
esto, querido Lautaro. Perdonadme, es lo mejor que pude
conseguir para vosotros. Ahora bien, si me disculpáis...— Selenia
se teletransportó justo en el momento en el que el trío se
abalanzaba sobre ella para castigarla.

Para vengarse, robaron de su heladera casi todos los


paquetes de ramen instantáneo y de ambrosía. Escupieron el piso
y rompieron unos cuantos muebles. Usaron una pintura en aerosol
que encontraron en un armario, y escribieron “JUVENTUD
PERONISTA” en las paredes. También revolvieron los cajones, y se
apropiaron de cantidades importantes de ropa interior femenina.
Una vez felices con lo que habían hecho, abrieron un portal para
dirigirse a la casa de campo que tenían en el Reino de Lafentón.

— Muy bien, joven Selenia. ¿Qué me dices acerca de las


habilidades de los elegidos? ¿Por qué estás tan tensa?— preguntó
el dios Febo, ajeno a los recientes acontecimientos.
— N-no os preocupéis, simplemente temí por sus vidas durante las
pruebas. Esos tres son grandes guerreros, y os puedo asegurar
que sólo se han hecho más fuertes durante su ausencia.— Selenia
se postró ante Febo mientras respondía.

~FIN~
CONOCE A LOS PROTAGONISTAS

Joaquín Lemoine
Clase: Espadachín Mago
FUERZA​ mediocre
AGILIDAD​ buena
INTELIGENCIA​ alta
Velocidad de ataque: Rápida.
Velocidad de movimiento: Rápida.
VIDA:​ 450/450
MAGIA:​ 210/210
SKILLS:
「Misiltain」(pasiva fija): la espada lunar mágica. Otorga +10 de
daño, 20% extra de golpe crítico y permite atacar a unidades
aéreas.
「Aura Impía」(pasiva): un aura que prepara al guerrero y a sus
compañeros para luchar. Acelera la sanación de heridas y la
velocidad de movimiento.
「Espiral Oscuro」(activa, 80 de magia): un misil de oscuridad que
daña a enemigos vivos y sana a los aliados muertos vivientes.
「Luz Sagrada」(activa, 60 de magia): un haz de luz divina que
daña a enemigos muertos vivientes y sana a aliados vivos.
「Muerte y Putrefacción」(ultimate, 200 de magia): magia oscura
que arrasa con todo lo que se encuentre en su zona de efecto.

PERSONALIDAD: un joven diligente y sensato. Es formal y sereno.


No se lleva bien con personas agresivas o ruidosas. Es terco y algo
cobarde también. A veces peca de egoísta. Con sus amigos y
conocidos es alegre y simpático, pero mantiene la distancia con
personas desconocidas, a las que prejuzga con frecuencia.
HOBBIES: jugar videojuegos retro, salir a caminar, meditar y leer.
COLORES: azul y blanco.
ELEMENTOS FUERTES: oscuridad, luz.
ANÁLISIS DE GAMEPLAY: es un espadachín versátil gracias a que
puede blandir una gran variedad de espadas desde el inicio. Pero
sus estadísticas físicas (su aguante en especial) son mediocres,
volviéndolo algo frágil. Su apogeo llega cuando sus poderes
mágicos son activados, consiguiendo la capacidad de imbuir sus
espadas con magia y de usar, principalmente, magia oscura y
magia de luz. Es un excelente mata-magos. Sus skills ofensivas
subsanan su baja fuerza.

Benjamín Taibo
Clase: Mago Luchador
FUERZA​ alta
AGILIDAD​ normal
INTELIGENCIA ​alta
Velocidad de ataque: Rápida.
Velocidad de movimiento: Rápida.
VIDA:​ 475/475
MAGIA​: 190/190
SKILLS:
「Técnica Karate」(pasiva fija): habilidad básica enseñada en
escuelas de artes marciales. Si hay más de un enemigo atacándolo,
otorga +10 de daño y reduce en 10 el daño que recibe.
「Aura de Brillantez」(pasiva): un correcto uso de la lógica y la
razón aceleran la regeneración de magia suya y de sus
compañeros.
「Golpe de Energía」(activa, 110 de magia): acumula energía y se
la transmite a un enemigo violentamente mediante un buen
puñetazo. Hace daño y causa stun.
「Trueno Fugaz」(activa, 90 de magia): un veloz ataque a distancia
de magia eléctrica, puede dañar hasta tres oponentes en cadena.
「Campo Eléctrico」(ultimate, 180 de magia): hace que del cielo
caigan rayos globulares de gran tamaño alrededor suyo, causando
mucho daño a enemigos y estructuras.

PERSONALIDAD: es un joven tranquilo y brillante. No soporta las


injusticias y a veces no logra contener sus emociones,
manifestándolas sin darse cuenta y pareciendo impulsivo. Nació
con Síndrome de Asperger leve, lo que le dificulta socializar y lo
vuelve algo solitario. Es muy apasionado con respecto a sus
hobbies y puede hablar durante horas sobre ellos. Usa el sarcasmo
con frecuencia.
HOBBIES: leer novelas ligeras y manga, estar echado en la cama,
practicar sus patadas y estudiar matemáticas y física.
COLORES: negro y blanco.
ELEMENTOS FUERTES: electricidad y ánima (los 4 elementos).
ANÁLISIS DE GAMEPLAY: su poderío en el corto alcance y su
sobresaliente fuerza física le permiten eliminar a su oponente con
relativa facilidad. Cuando sus poderes mágicos son activados,
logra dominar, principalmente, la magia eléctrica, y con su
estadística de magia puede hacer estragos. Su velocidad y su
habilidad flaquean al inicio, y tampoco es un tanque. Esto se
corrige fácilmente con objetos y entrenamiento. Sobresale a la hora
de pelear contra muchos oponentes a la vez.

Lautaro Bulsara
Clase: Trovador Mago
FUERZA ​buena
AGILIDAD ​alta
INTELIGENCIA ​buena
Velocidad de ataque: Rápida.
Velocidad de movimiento: Rápida.
VIDA​: 520/520
MAGIA​: 200/200

SKILLS:
「Carisma」(pasiva fija): es su capacidad natural para trabajar en
equipo de forma eficaz y simpatizar con las personas. Hace que
sus aliados y él obtengan +5 de daño y +10% de reducción de daño
mientras estén cerca.
「Evasión」(pasiva): su agilidad y sus entrenados reflejos
consiguen que esquive ataques y hechizos con mayor facilidad.
「Acordes Mágicos」(activa, 50 de magia): imbuye su instrumento
con magia de apoyo y toca durante cuatro segundos, lo cual
reinicia el cooldown de las skills suyo y de sus aliados cercanos,
además de regenerar un poco de vida y un poco de magia.
「Flechas de Fuego」 (activable, 10 de magia por flecha): dispara
flechas ardientes con su ballesta, haciendo daño extra.
「Lluvia de Fuego」 (ultimate, 210 de magia): una tormenta de
llamaradas dirigida a una zona especificada por el hechicero. Muy
potente.

PERSONALIDAD: es sociable, extrovertido y carismático. Tiene


estilo y le gusta darse a conocer, especialmente con las mujeres.
Es atlético gracias a que entrena desde chico, pero su falta de
constancia lo limita. Le gustan las cosas simples. Se aburre y se
distrae con facilidad. Suele hacerse el tonto. A veces es superficial,
lo que dice la gente sobre él puede afectarlo de manera notable. Le
disgustan las personas crueles y vulgares.
HOBBIES: andar en bicicleta, hacer bromas, salir con amigos, ver
series de televisión y tocar la guitarra.
COLORES: rojo y negro.
ELEMENTOS FUERTES: fuego, viento.
ANÁLISIS DE GAMEPLAY: todas sus estadísticas (menos la fuerza)
están por encima del promedio, especialmente destaca su agilidad.
Tiene una menor variedad de skills que sus amigos y eso puede
perjudicarlo bastante en duelos 1v1. Pero su estadística de
Carisma, junto a sus skills de apoyo, lo hacen casi imparable al
estar en un grupo, aunque este sea pequeño. Cuando sus poderes
mágicos son activados, aprovecha su buena magia para luchar con
fuego o viento. Combate a largas distancias con magia de asedio o
su confiable miniballesta, y en el cuerpo a cuerpo blande un
cuchillo con celeridad.
NOTA DEL AUTOR

Mi camino de escritor comenzó cuando estaba en los


primeros meses de séptimo grado y no sabía para qué usar el
cuaderno de tapa dura que el gobierno me otorgó. Decidí dibujar
un comic crossover entre Dragon Ball, Sonic y Mario Bros, acerca
de las aventuras del protagonista, un personaje original creado por
mi llamado Darksorrow el Erizo (un recolor de Shadow the
Hedgehog).
Darksorrow se había retirado del ejército por cuestiones
ideológicas y se estaba quedando pobre. Publicó un aviso en el
diario diciendo que se ofrecía como guardaespaldas/detective y
recibió la llamada de una mujer que decía que en la mansión que
había heredado de su padre había ocurrido un asesinato, siendo
ella la única persona que habitaba el lugar.
Más tarde se unió Murdok el Erizo, un personaje original
creado por mi amigo José y juntos exploraron una isla misteriosa.
Eventualmente José no pudo participar más en la producción del
comic/novela debido a que estaba muy atrasado con las tareas y
me quedé solo con más de 100 páginas a color. Mis compañeros de
clase y de otras divisiones me veían todos los días para
preguntarme que ocurriría el próximo capítulo, y para leer todo el
cuaderno desde la primera página para volver a disfrutar mi obra.
Eso me ponía feliz y orgulloso, porque me hacía sentir mejor
aceptado en la escuela.
Un año después tiré el cuaderno a la basura porque me daba
vergüenza y no sabía cómo continuar la trama, que era un
verdadero bodrio y un fiel reflejo de mi tormentosa mente de
preadolescente.
Los libros que me marcaron de pequeño fueron Talos de
Esparta y Alexándros, la trilogía de Manfredi. Influenciado por
estas maravillosas obras, escribí la historia de un joven
espadachín llamado Juan, quien montado en su fiel llama (que
carecía de nombre) viajaba de poblado en poblado trabajando
como mercenario. La cosa no pasó de las 10 páginas A4, y borré el
documento por las mismas razones que acabaron con la existencia
del erizo Darksorrow.
A mediados del año pasado, mientras vendía la pastelería
preparada por mi madre en el puesto al lado del Super Día, se me
ocurrió escribir un poema en inglés, para probar mi vocabulario.

I am the one who watches


a lot of old messy witches
each one holding a candle
¡This is too much to handle!

As I brandish my sword,
I speak loudly my word:
“¡In the name of my Lord,
I shall fight you in accord!”

The old messy witches begin to chant:


“¡This boy will be little like an ant!”
Then I begin to rant:
“Who will be the first to start?”

As a ball of fire tries to burn my hair


I raise another blade, making mine a pair
I am inside the Witches’ Lair
¡Their sins will be repaid!

Extrañamente, me sentí intrigado hacia lo que acababa de


escribir, y pensé en elaborar una historia corta acerca de un
aventurero internándose en una cueva llena de brujas para rescatar
a una bella señorita. Ese hombre se convirtió en Don Gómes de
Talassa, un narcisista delirante y trastornado con síndrome de
héroe, quien sería el rival de Joaquín.
Anteriormente había intentado escribir una historia acerca de
un mercenario llamado Janiel, quien era transportado a la Luna, ya
poblada y adaptada para las incumbencias humanas, para cumplir
diversos encargos. Esto era para desarrollar mi primer videojuego
RPG, cuya decepcionante y corta demo terminó archivada en una
carpeta de mi computadora.
Ahí fue cuando se me ocurrió comenzar a elaborar a
“Panselenia ​-project-”​ , un universo de aventuras en el que la
humanidad habita la Luna porque el planeta Tierra había quedado
inhabitable debido a una serie de catástrofes. Los protagonistas
son tres jóvenes llamados Joaquín, Lautaro y Benjamín (fotocopias
mía y de mis mejores amigos) que vivían su día a día en su línea
temporal, hasta que fueron transportados al mundo de Panselenia
por obra de una diosa. Ustedes ya pueden imaginar el resto.
Muchas gracias por leer hasta el final, significa mucho
para mí. Me costó mucho encontrar la fuerza interior para sentarme
a escribir algo relativamente decente, y completar este “oneshot”
fue una necesidad tan imperiosa como la de ir al baño a defecar.
Gracias por tanto, perdón por tan poco.

ProPerino, octubre de 2020

tldr: tres pibes superan una dungeon

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