DESERCION UNIVERSITARIA EN COLOMBIA

La deserción universitaria es considerada un problema característico de las instituciones de educación

superior, que abarca una serie de factores sociales, económicos, académicos y psicológicos, que no solo
afectan el sistema educativo de un país, sino también tienen una incidencia negativa en su desarrollo y
crecimiento. De acuerdo con esto, en Colombia, la educación superior se encuentra reglamentada por la Ley
115 de 1994, en la que se manifiesta como un proceso de formación de manera permanente, cultural y social,
fundamentada en una concepción integral de la persona, así como de su dignidad, derechos y deberes. Según
el Consejo Nacional de Acreditación (CMA), este tipo de educación desempeña un papel fundamental al
transmitir el conocimiento de una manera eficaz, fortaleciendo la mejora de habilidades individuales, que les
permite a los jóvenes desenvolverse de manera competitiva en el mercado laboral (García & Saavedra, 2014).
En este pequeño ensayo se expone como la deserción universitaria está definida por diferentes
componentes, dentro de los cuales se pueden encontrar los externos, por ejemplo: los componentes
económicos que son bajos como los ingresos parientes, desempleo cabeza de familia, incompatibilidad entre
trabajo y análisis, también se encuentra la falta de apoyo familiar, situación económica precaria del alumno.
Los componentes académicos que están dados por el bajo rendimiento, elección inadecuada de la carrera,
repetición de materias. (Sánchez, Salcedo, & García, 2009).

El Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana, LEE. Afirma que

las cifras recopiladas entre los años 2000 y 2021 en el país, cuatro de cada diez alumnos
que ingresaron en una misma promoción a la universidad para obtener un título profesional
o se matricularon para seguir una formación superior técnica o tecnológica, desertaron del
sistema. De igual manera, cada semestre un diez por ciento de esos estudiantes, en
promedio, no continuó su carrera.

¿Las causas? La económica es, sin duda una de ellas. Es menos frecuente que se retiren de
la educación superior aquellos jóvenes pertenecientes al estrato 6 que los que se encuentran
en el estrato 1: en el primer caso la tasa llega al 7,1% y en el segundo se ubica en un 13,3%.
Muchos se ven obligados a abandonar sus estudios porque deben trabajar para sostenerse a
ellos o a sus familias, lo que al final se convierte en un círculo sin fin porque los desertores
de la academia verán más limitadas sus oportunidades.

La otra razón, de acuerdo con la investigación, tiene que ver con los rezagos en la
formación escolar de quienes se encuentran en la franja de mayor vulnerabilidad
socioeconómica. Es frecuente que los vacíos académicos de la educación básica y media,
más evidente en Colombia en el sistema público que en el privado, se sientan al entrar a los
centros universitarios y esa dificultad obligue a la deserción de un porcentaje alto de
estudiantes.

Se puede decir que al final se diferencian los inconvenientes vocacionales que se presentan como el no quedar
en la carrera preferida por el estudiante; problemas en ingreso a información y orientación. No se debe olvidar
que aparte de los componentes externos además hay los componentes internos que perjudica a cada persona
como, por ejemplo, los componentes individuales en los que se pueden encontrar la desmotivación, la
insatisfacción académica, inconvenientes de salud, desadaptación e inconvenientes emocionales.

En conclusión Colombia no obtendrá el desarrollo que se merece mientras sus jóvenes no tengan la
oportunidad de llegar a la universidad, darle continuidad a su formación, concluir sus estudios
superiores e ingresar a la fuerza laboral mejor capacitados.