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El tema de violencia es uno de los temas que más nos aquejan actualmente tanto a

hombres como a mujeres, es un tema que pareciera está muy distante de nosotros
hasta que nos toca en las fibras más sensibles como es la familia, las relaciones de
pareja, relaciones con los hijos, sin embargo no nos damos cuenta que es un tema que
está en toda nuestra vida, está presente en nuestras relaciones laborales, está
presente en la calle, en las instituciones a las que acudimos, en fin es un tema que está
a nuestro alrededor y muchas veces lo pasamos desapercibido.
Podemos mencionar que la Violencia de pareja se refiere al comportamiento de la
pareja o expareja que causa daño físico, sexual o psicológico, incluidas la agresión
física, la coacción sexual, el maltrato psicológico y las conductas del control.

La violencia siempre es una forma de ejercicio del poder mediante el empleo de la


fuerza (física, psicológica, económica, política, etc) e implica la existencia de un ¨arriba´
y de un ´´abajo ´´ reales o simbólicos, que adoptan habitualmente la forma de roles
complementarios, es decir el padre en contra del hijo; el hombre en contra de la mujer;
el maestro en contra del alumno, el patrono ·en contra del empleado , el joven en
contra del adulto mayor, siempre hay una relación de jerarquía vertical donde uno es el
que domina y el otro es el que se somete.
Debemos de entender que la violencia contra las mujeres es una forma de opresión y
de desigualdad no es cuestión de la naturaleza, sino que es un tema político.
¨Aristóteles teorizó la inferioridad física, intelectual y moral de las mujeres: “Parecen
hombres, son casi hombres, pero son tan inferiores que ni siquiera son capaces de
reproducir a la especie, quienes engendran los hijos son los varones”, (…). “son meras
vasijas vacías del recipiente del semen creador”. Aristóteles argumenta, además de la
inferioridad biológica de la mujer, la sujeción al hombre por su inferioridad psicológica y
moral ´´

Aristóteles decía que las mujeres es una especia de varón abortado, que no habían
alcanzado su plena completitud y por eso eran mujeres.
Este filosofo muy bien reconocido ponía en ese nivel a las mujeres, y ese pensamiento
se fue reproduciendo.
Se creía que las mujeres no podían ser ciudadanas porque eran débiles no solamente
físicas, sino también intelectualmente.
Se debe entender por violencia contra la mujer cualquier acción u omisión, basada en
su género, que cause muerte, daño psicológico, físico, patrimonial, económico, sexual
o la muerte tanto en el ámbito privado como en el público y está regulada en la Ley
General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Las Naciones Unidas define la violencia contra la mujer como ¨Todo acto de violencia
de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o
psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la
privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la
privada¨
Hoy en día se está luchando erradicar la violencia contra las mujeres y en proteger el
derecho humano de las mujeres a una vida libre de violencia.
La violencia se puede dar por medio de una acción o de una omisión, y hay diferentes
manifestaciones:
Violencia física se define como una forma de interacción que ocasiona o amenaza con
ocasionar daño de algún tipo al otro, ya sea mediante el sometimiento, la humillación,
el daño físico o psicológico. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud, se
define la violencia como “el uso intencional de la fuerza física y/o de amenazas contra
uno mismo, otra persona, un grupo de personas o una comunidad, que tiene como
consecuencia muy probable riesgos para la salud, daños psicológicos o la muerte”
Algunos ejemplos de violencia física pueden ser: golpizas, asaltos con armas de cuerpo
a cuerpo, arrollamientos con vehículos o agresiones físicas de cualquier tipo, disparos
con arma de fuego, violaciones (actos sexuales no consentidos), sin importar el sexo o
la orientación sexual de tanto víctima como victimario, castigos físicos que infringen
dolor, sufrimiento corporal o que causan malestares de salud de esta violencia.
Violencia psicológica es toda aquella agresión realizada sin la intervención del
contacto físico entre las personas. Se puede dar por una o más personas a la vez y se
manifiesta básicamente de forma verbal: descalificativos, humillaciones,
desvalorizaciones, menosprecios... Estas conductas ocasionan daño en la víctima a
nivel emocional y pueden darse en todos los ámbitos: familiar, escolar, social, laboral...
Además, en muchas ocasiones esta violencia puede empezar de forma sutil e ir
incidiendo poco a poco en la persona de forma que esta no se daría ni cuenta hasta
que ya se encuentre bajo el control del otro de forma dependiente, con miedo, con
coacción...
Violencia familiar: Es el acto abusivo de poder u omisión intencional, dirigido a dominar,
someter, controlar, o agredir de manera física, verbal, psicológica, patrimonial,
económica y sexual a las mujeres, dentro o fuera del domicilio familiar, cuyo agresor
tenga o haya tenido relación de parentesco por consanguinidad o afinidad, de
matrimonio, concubinato o mantengan o hayan mantenido una relación de hecho.
Violencia laboral y docente: Se ejerce por las personas que tienen un vínculo laboral,
docente o análogo con la víctima, independientemente de la relación jerárquica,
consistente en un acto o una omisión en abuso de poder que daña la autoestima,
salud, integridad, libertad y seguridad de la víctima, e impide su desarrollo y atenta
contra la igualdad.
Violencia en la comunidad: Son los actos individuales o colectivos que transgreden
derechos fundamentales de las mujeres y propician su denigración, discriminación,
marginación o exclusión en el ámbito público.

Violencia Patrimonial y/o Económica: Todo acto u omisión que implica perdida,
transformación, negación sustracción, destrucción, retención de objetos, documentos
personales, bienes muebles y/e inmuebles, valores, derechos o recursos económicos
destinados a satisfacer las necesidades de la mujer o del grupo familiar, incluyendo el
menoscabo, reducción o negación que afecten los ingresos de la mujer o el
incumplimiento de obligaciones alimentarias.

Violencia institucional: Son los actos u omisiones de las y los servidores públicos de
cualquier orden de gobierno que discriminen o tengan como fin dilatar, obstaculizar o
impedir el goce y ejercicio de los derechos humanos de las mujeres, así como su
acceso al disfrute de políticas públicas destinadas a prevenir, atender, investigar,
sancionar y erradicar los diferentes tipos de violencia.

Violencia feminicida: Es la forma extrema de violencia de género contra las mujeres,


producto de la violación de sus derechos humanos, en los ámbitos público y privado,
conformada por el conjunto de conductas misóginas que pueden conllevar impunidad
social y del Estado y puede culminar en homicidio y otras formas de muerte violenta de
mujeres.

Violencia Sexual es todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual u otro
acto dirigido contra la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona,
independientemente de su relación con la víctima, en cualquier ámbito. La violación
sexual se define o se entiende como la penetración, mediante coerción física o de otra
índole, de la vagina o el ano con el pene, otra parte del cuerpo o un objeto, así como
los frotamientos o tocamientos en dichas partes.
La violencia contra las mujeres afecta e impide el avance de muchas áreas e incluidas
la erradicación de la pobreza, la lucha contra el VIH SIDA y la paz y la seguridad.
Cuando hablamos de violencia feminicida, no nos referimos solamente a las muertes
violentas en contra de las mujeres, sino otras muertes, otras pedidas de las vidas de
las mujeres como el suicidio, como la muerte materna.
La violencia contra las mujeres y niñas se puede evitar, la prevención es posible y
esencial y los estados, los gobiernos, los organismos deben de trabajar, en prevenir la
violencia en contra de las mujeres.
Esto va a impactar en un mundo diferente, en un mundo donde las jerarquías no sean
verticales, que el poder no sea vertical, sino horizontal.
La violencia siempre es una forma de ejercicio del poder mediante el empleo de la
fuerza (física, psicológica, económica, política, etc) e implica la existencia de un ¨arriba´
y de un ´´abajo ´´ reales o simbólicos, que adoptan habitualmente la forma de roles
complementarios, es decir el padre en contra del hijo; el hombre en contra de la mujer;
el maestro en contra del alumno, el patrono ·en contra del empleado , el joven en
contra del adulto mayor, siempre hay una relación de jerarquía vertical donde uno es el
que domina y el otro es el que se somete.

El agresor tiene el propósito de degradar, tiene un aparente interés, es como una


serpiente, se hace ver amiga, que le importas, aparente sinceridad, pero es hiriente,
tiene una potente falta de respeto., es una daga escondida.
Puede hacer comentarios hirientes sobre la apariencia física por una falla aparente de
la otra persona, lo puede hacer con voz sutil.
A esto se le llama caricia negativa, es como una caricia con un guante de púas, porque
aparentemente están acariciando, pero están haciendo grietas.
El abusador se alimenta del sufrimiento del otro.

Es importante que un/una sobreviviente de violencia de género solicite información


sobre procedimientos legales para poder tomar decisiones informadas y proteger sus
derechos. La información sobre los procedimientos legales puede ayudar a las
personas sobrevivientes a comprender sus opciones y tomar decisiones informadas
sobre cómo proceder. Además, la información sobre los procedimientos legales puede
ayudar a las personas sobrevivientes a comprender sus derechos y cómo pueden
protegerlos. Por ejemplo, los sobrevivientes pueden tener derecho a una orden de
protección, que puede ayudar a mantenerlos seguros de futuros abusos. También
pueden tener derecho a asistencia legal gratuita o de bajo costo para ayudarles a
navegar por el sistema legal. En resumen, solicitar información sobre procedimientos
legales es un paso importante para que los sobrevivientes de violencia de género
puedan tomar decisiones informadas y proteger sus derechos.

La violencia de genero tiene consecuencias para la salud mental y física de las


mujeres, incluyendo trastornos mentales, suicidio, consumo de sustancias, autoestima
y autopercepción de la salud, problemas de salud crónicos, lesiones etc. Por esta razón
todos los agentes de salud deben de adelantar acciones de promoción, prevención,
atención y restitución de los derechos en salud a las victimas de violencia de genero.
La violencia de genero también puede ocasionar embarazos no deseados, abortos
provocados, problemas ginecológicos e infecciones de transmisión sexual, entre ellas
la infección por el VIH.
La función del sector de la salud
Aunque la prevención de la violencia contra la mujer y la respuesta a ella requiere un
enfoque multisectorial, el sector de la salud tiene una importante función que
desempeñar. El sector de la salud puede:
 Concienciar para que la violencia contra la mujer se considere inaceptable y sea
tratada como un problema de salud pública.
 Prestar servicios integrales de calidad centrados en las mujeres que padecen
este tipo de violencia y sensibilizar y capacitar a los prestadores de atención de
la salud para que atiendan sus necesidades con empatía y sin actitudes
moralistas.
 Prevenir la recurrencia de la violencia mediante la detección temprana de
mujeres y niños afectados por ella y la prestación de cuidados, servicios de
derivación y apoyo apropiados.
 Promover normas de género igualitarias como parte de las aptitudes para la vida
y la incorporación de una educación integral sobre sexualidad en los planes de
estudio dirigidos a los jóvenes.
 Generar pruebas sobre las medidas que funcionan y sobre la magnitud del
problema mediante la realización de encuestas de población o la inclusión de la
violencia contra la mujer en las encuestas poblacionales sobre demografía y
salud, así como en los sistemas de vigilancia e información sanitaria

Una persona que ha sido agredida sexualmente debe evitar bañarse, cambiarse de
ropa, limpiar las heridas, modificar el lugar del suceso, miccionar o defecarse en cuanto
a la valoración médica clínico forense porque estos actos pueden alterar o destruir
evidencia física que puede ser útil para la investigación y el enjuiciamiento de delito.
Cuando ocurre una violación sexual es importante evitar bañarse.
Por ejemplo, bañarse o lavarse después de un delito sexual puede eliminar evidencia
de fluidos corporales, como semen, saliva o sangre, que podrían contener ADN del
perpetrador. Cambiarse de ropa puede eliminar evidencia de fibras, cabello o piel del
perpetrador o de la víctima. Limpiar las heridas puede eliminar evidencia de rasguños,
mordeduras o lesiones que podrían ser útiles para identificar al perpetrador. Modificar el
lugar del suceso puede alterar la escena del crimen y hacer que sea más difícil para los
investigadores determinar lo sucedido. Miccionar o defecar puede eliminar evidencia de
fluidos corporales que podrían contener ADN del perpetrador.
.
Es importante recordar que la valoración médica clínico forense es un proceso
importante para recopilar evidencia y documentar lesiones. La persona que ha sido
víctima de un delito sexual es importante que busque atención médica lo antes posible
para recibir tratamiento y apoyo, y para preservar cualquier evidencia física que pueda
ser útil para la investigación y el enjuiciamiento del delito.
Es importante que las víctimas de violencia de género tengan acceso a servicios
legales y de apoyo, como asesoramiento jurídico, representación legal, servicios de
salud y servicios de apoyo emocional. Los obstáculos para el acceso a la justicia
pueden incluir la falta de recursos económicos, la falta de información sobre los
derechos legales, la falta de acceso a servicios de apoyo y la discriminación de género
La Ley orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género,
establece medidas de protección integral cuya finalidad es prevenir, sancionar y
erradicar la violencia de género y prestar asistencia a las mujeres, a sus hijos menores
y a los menores sujetos a su tutela, o guarda y custodia, víctimas de esta violencia. La
ley abarca aspectos preventivos, educativos, sociales, asistenciales, sanitarios y
penales. La violencia de género a la que se refiere la ley comprende todo acto de
violencia física y psicológica, incluidas las agresiones a la libertad sexual, las
amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad. La ley se enfoca de
manera integral y multidisciplinar, empezando por el proceso de socialización y
educación. La ley establece medidas de sensibilización e intervención en el ámbito
educativo, y se refuerza una imagen que respete la igualdad y la dignidad de las
mujeres. La ley también apoya a las víctimas a través del reconocimiento de derechos
como el de la información, la asistencia jurídica gratuita y otros de protección social y
apoyo económico. Además, la ley establece la orden de protección, un instrumento
legal diseñado para proteger a las víctimas de la violencia doméstica y/o de género
frente a todo tipo de agresiones. La orden de protección concentra en una única e
inmediata resolución judicial (un auto) la adopción de medidas de protección y
seguridad de naturaleza penal y de naturaleza civil, y activa al mismo tiempo los
mecanismos de asistencia y protección social establecidos a favor de la víctima por el
Estado, las Comunidades Autónomas y las Corporaciones Locales. Esto es, la orden de
protección unifica los distintos instrumentos de protección a la víctima previstos por el
ordenamiento jurídico y le confiere un estatuto integral de protección.

Algunas medidas para atender la violencia contra las mujeres son:


 Promulgar y aplicar leyes que fomenten la igualdad de género.
 Formular y poner en práctica políticas de promoción de la igualdad de género.
 Asignar recursos a la prevención y respuesta.
 Invertir en organizaciones de derechos de la mujer.
 Dar prioridad al financiamiento de un paquete de servicios esenciales que
incluyan la prevención de violencia de género.
 Reformar las leyes y políticas discriminatorias que propician la discriminación por
motivos de género, con el fin de ajustarlas al derecho internacional de los
derechos humanos;
 Transformar las normas sociales discriminatorias y los estereotipos de género
nocivos en estructuras sociales y relaciones de poder más igualitarias para todos
los géneros;
 Eliminar la violencia de género;
 Garantizar a todos el disfrute de la salud y los derechos sexuales y
reproductivos;
 Proteger y ampliar el ámbito cívico de las personas defensoras de los derechos
humanos de las mujeres y el movimiento feminista;
 Facilitar la participación equitativa de las mujeres, los hombres y las personas de
diversas identidades de género en la vida civil, política, económica, social y
cultural; y
 Velar por la igualdad de género en la Oficina del ACNUDH y dentro del sistema
de las Naciones Unidas.

La perspectiva de género en los conflictos armados es un tema complejo y


multifacético. Según un artículo de Derecho y Políticas Humanitarias, el género afecta
de manera compleja la forma en que las personas viven los conflictos armados, pero
algunas tendencias pueden predecirse. En particular, las mujeres y las niñas se ven
afectadas por una desigualdad de género estructural, incluso en contextos de conflicto.
Por lo general, las mujeres y las niñas tienen menos recursos financieros, menos
acceso a servicios esenciales y menor representación en los organismos encargados
de adoptar decisiones. Por lo tanto, las operaciones militares no tienen lugar en
contextos con “igualdad de condiciones” para las mujeres y las niñas. Es importante
que los profesionales de derecho internacional humanitario adopten una perspectiva de
género al intentar comprender y reducir los daños a las personas civiles
Es fundamental tener en cuenta que la perspectiva de género no solo se refiere a las
mujeres, sino que también incluye a los hombres y a las personas LGBTIQ+. Un
artículo de IDHC señala que el análisis de los conflictos armados y los procesos de paz
sigue dominado por una perspectiva patriarcal que invisibiliza las afectaciones
diferenciadas que sufren mujeres y niñas, omite las contribuciones de los movimientos
de mujeres a la construcción de la paz y relega las aportaciones de las investigadoras
feministas.
En resumen, la perspectiva de género en los conflictos armados es un tema complejo
que requiere una comprensión profunda y una atención cuidadosa. Es importante que
se adopte una perspectiva de género al intentar comprender y reducir los daños a las
personas civiles, y que se preste atención a las afectaciones diferenciadas que sufren
mujeres y niñas, así como a las contribuciones de los movimientos de mujeres a la
construcción de la paz.
“Mujer y conflicto armado” en su sexto informe enmarca como las violaciones
perpetradas sobre mujeres organizadas o defensoras de los derechos humanos se
constituye como uno de los hechos violentos de mayor gravedad, pues reviste de
connotaciones individuales y colectivas que lesionan de manera irreparable a las
víctimas de este tipo de delitos, a través de “… el control de la reproducción sobre
mujeres indígenas, afrocolombianas o de otras comunidades marginadas; dificultad en
el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva debido al control o a la disputa
territorial por parte de los actores del conflicto; imposición de prácticas de control de la
reproducción y del aborto sobre las niñas y mujeres combatientes; asesinato y violación
de mujeres cabeza de familia cuyas parejas estaban ausentes.
La violencia contra las mujeres y las niñas afecta la paz y la estabilidad en las familias y
las comunidades. Genera innumerables costos para las sociedades en materia del
cuidado de la salud, la educación, la protección social, la justicia y la productividad, lo
que impide que las economías alcancen su máximo potencial.
La solución radica en respuestas sólidas que incluyan invertir en la prevención. Sin
embargo, según los datos disponibles, es alarmante la escasa cantidad de recursos
económicos que los países están comprometiendo para contrarrestar la violencia
contra las mujeres y las niñas.
Apoyar e invertir en organizaciones por los derechos de las mujeres es fundamental
para erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas.

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