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Índice
PRÓ LO GO ......................................................................................................... 1 3
Luciano Andrenacci
Luciano Andrenacci1
1
Instituto del Conurbano, Universidad Nacional de Gral. Sarmiento (landrena@ ungs.edu.ar),
Argentina; y Programa de Capacitación en Gerencia Social del Instituto Interamericano de
Desarro llo So cial (INDES-BID) y el Fo ndo de Co mpensació n y Desarro llo So cial
(FONCODES), Perú (landrenacci@ foncodes.gob.pe).
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Apro ximació n a las teo rías
de la po lítica so cial a par tir
partir
del caso argentino 2
Björk, en Bachelorette
Intro d uc c ió n
2
Muchas de las ideas que aquí presentamos se deben a cuatro intensos años de trabajo
conjunto (1999-2002) en la asignatura Teorías de la Política Social de la Licenciatura en
Política Social de la Universidad Nacional de Gral. Sarmiento (UNGS); así como a innume-
rables discusiones con estudiantes que pasaron por esa materia en 2000, 2001 y 2002; y
con estudiantes de posgrado de la Maestría en Políticas Sociales de la Universidad de
Buenos Aires (UBA) 2000 y 2002. Agradecemos también a Alberto Barbeito, del Centro
Interdisciplinario para el Estudio de Políticas Públicas (CIEPP); a José Luis Coraggio (UNGS);
a Rosalía Cortés, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO); a Claudia
Danani (UNGS); a Fernando Falappa (UNGS); a Silvio Feldman (UNGS); a Marisa Fournier
(UNGS); a Estela Grassi (UBA); a Daniel Lvovich (UNGS) y a Adriana Rofman (UNGS),
entre muchos más, por el comentario y la discusión de muchas de estas ideas en versiones
anteriores de este trabajo o en foros formales o informales.
3
Instituto del Conurbano, UNGS (dsoldano@ ungs.edu.ar); y Facultad de Ciencias Sociales
(UBA).
4
Instituto del Conurbano, UNGS (landrena@ ungs.edu.ar), Argentina; y Programa de Ca-
pacitación en Gerencia Social del Instituto Interamericano de Desarrollo Social (INDES-
BID) y el Fo nd o d e C o m p ensac ió n y Desarro llo So c ial ( FO N C O DES) , Perú
(landrenacci@ foncodes.gob.pe).
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Presentamos aquí una síntesis de los abordajes más difundidos, sin pretensión de
exhaustividad.
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6
Ver TENTI FANFANI, Emilio: Estado y pobreza: estrategias típicas de intervención; Buenos
Aires, CEAL, 1989; ISUANI, Ernesto: “Bismarck o Keynes: ¿quién es el culpable?”; en
ISUANI, Ernesto; LO VUOLO, Rubén y TENTI FANFANI, Emilio: El Estado Benefactor. Un
paradigma en crisis; Buenos Aires, Miño y Dávila/CIEPP, 1991.
7
ISUANI (op. cit.), p. 11.
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8
Idem, p. 24.
9
Ver CORTÉS, Rosalía y MARSHALL, Adriana: Growth Model, State Social Intervention and
Labour Regulation - Argentina, 1890-1990 ; Ginebra, International Institute for Labor Studies,
1991; aparecido en Argentina como CORTÉS, Rosalía y MARSHALL, Adriana: “Estrategias
económicas, intervención social de Estado y regulación de la fuerza de trabajo. Argentina
1890-1990”; en Estudios del Trabajo nº 1; Buenos Aires, primer semestre de 1991; y
CORTÉS, Rosalía y MARSHALL, Adriana: “Política social y regulación de la fuerza de
trabajo”; en Cuadernos Médico-Sociales n° 65-66; Rosario, 1993.
10
Ver MARSHALL, Adriana: El mercado de trabajo en el capitalismo periférico. El caso de
Argentina; Santiago de Chile, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO),
1978; MARSHALL, Adriana: “El ‘salario social’ en la Argentina”; en Desarrollo Económico;
vol. 24, no. 93; Buenos Aires, abril-junio de 1984; MARSHALL, Adriana: Políticas públicas
y transferencia de ingresos: el “salario indirecto” antes y después de 1976 ; Documento de Inves-
tigación n° 34; Buenos Aires, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO),
noviembre 1985; y MARSHALL, Adriana: “Distribution du revenu, marché intérieur et
croissance en Argentine”; en Travail et Société vol. 13, n° 1; Ginebra, enero de 1988.
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11
Ver la segunda versión de LO VUOLO, Rubén y BARBEITO, Alberto: La nueva oscuridad
de la política social. Del Estado populista al neoconservador; Buenos Aires-Madrid, CIEPP-
Miño y Dávila, 1998 (la primera versión es de 1995); y luego LO VUOLO, Rubén; BARBEITO,
Alberto; PAUTASSI, Laura y RODRÍGUEZ, Corina: La pobreza… de la política contra la
pobreza; Buenos Aires - Madrid, Miño y Dávila-CIEPP, 1999.
12
La literatura que eligen es ESPING-ANDERSEN, Gøsta: Los tres mundos del Estado de
Bienestar ; Valencia, Alfons el Magnánim, 1993; Habermas (op. cit.); LUHMANN, Niklas:
Political Theory in the Welfare State ; Berlin – Nueva Yo rk, Walter De Gruyter, 1990;
O’CONNOR, James: The Fiscal Crisis of the State ; Nueva York, St. Martin’s Press, 1973; y
OFFE (op. cit.).
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LO VUOLO, Rubén: “¿Una nueva oscuridad? Estado de Bienestar, crisis de integración
social y democracia”; en BARBEITO y LO VUOLO (1998, op. cit.).
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14
Ver GRASSI, Estela; HINTZE, Susana y NEUFELD, María Rosa: Políticas Sociales, crisis y
ajuste estructural; Buenos Aires, Espacio Editorial, 1994.
15
Ver DANANI, Claudia: “Algunas precisiones sobre la política social como campo de
estudio y la noción de población-objeto”; en HINTZE, Susana (organizadora): Políticas
sociales: contribución al debate teórico-metodológico ; Buenos Aires, CEA/UBA, 1996.
30
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16
Al cierre de esta edición se publicaba LINDENBOIM, J. y DANANI, C.: Entre el trabajo y
la política. Las reformas de las políticas sociales argentinas en perspectiva comparada; Buenos
Aires, Editorial Biblos, 2003, que presumimos avanza en estos sentidos.
17
ROZAS PAGAZA, Margarita: La intervención profesional en relación con la cuestión social. El
caso del trabajo social; Buenos Aires, Espacio, 2001. Es la publicación de su tesis de Docto-
rado en Servicio Social, defendida en 2001 en la Pontificia Universidad Católica de São
Paulo, Brasil. Junto con el trabajo de PARRA, Gustavo: Antimodernismo y Trabajo Social;
Buenos Aires, Espacio, 2001; constituyen a mi entender los dos esfuerzos más importantes
de abordaje teórico de los problemas del campo del trabajo social en la Argentina.
18
ROZAS PAGAZA (op. cit.), p. 14.
19
Ver LO VUOLO, Rubén, BARBEITO, Alberto, PAUTASSI, Laura, RODRÍGUEZ, Corina: La
pobreza... de la política contra la pobreza; Buenos Aires, Miño y Dávila- Ciepp, 1999
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Ver CORAGGIO, José Luis: Política social y economía del trabajo. Alternativas a la política
neoliberal para la ciudad; Buenos Aires-Madrid, UNGS-Miño y Dávila, 1999, capítulo I.
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LO VUOLO et altrii (1999, op. cit.)
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REPETTO, Fabián: Gestión pública y desarrollo social en los noventa. Las trayectorias de
Argentina y Chile. Buenos Aires, Prometeo, 2002.
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REPETTO (op.cit.) p. 23.
24
Ver GRASSI, Estela: “Procesos político-culturales en torno al trabajo. Acerca de la
problematización de la cuestión social en la década del ’90 y el sentido de las ‘soluciones’
propuestas”; en Sociedad n° 16; Buenos Aires, noviembre de 2000. Se trata de una síntesis
de los argumentos centrales de la tesis doctoral de Grassi: Políticas y problemas sociales en la
construcción del Estado neoliberal asistencialista (1990-1998). Aportes a la antropología política en
la Argentina; Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires,
1999. Estas ideas fueron sistematizadas en GRASSI, Estela: Políticas y problemas sociales en la
sociedad neoliberal. La otra década infame (I) ; Buenos Aires, Espacio, 2003.
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25
Grassi parte de esa constatación para asegurar que el neoasistencialismo de la política
social argentina en los años ’90 surge de la disociación de considerar a la pobreza como
problema social, pero considerar al empleo como un problema estrictamente económico
(de agregados en el mercado de trabajo). En realidad esto es válido para cualquier proble-
ma en una organización social, es decir para cualquier problema político, en la medida en
que su existencia objetiva es menos importante que la manera en que se “devela” y se
“problematiza”; o que, siguiendo el tradicional modelo del análisis de políticas públicas,
un problema se transforma en “cuestión” y a partir de allí en política pública.
26
GRASSI (2000, op. cit.) p. 68.
27
Ibidem.
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Un excelente resumen en castellano de estas formas dominantes en PICÓ, Josep: Teorías
del estado de bienestar; México, Siglo XXI, 1990; y ALONSO, Luis Enrique: Trabajo y ciuda-
danía. Estudios sobre la crisis de la sociedad salarial; Madrid, 1° de mayo – Trotta, 1999. Fue
en realidad la “crisis” del Estado Social, desde fines de los años 1970, la que desencadenó
una creciente curiosidad por sus características y su génesis. Más de veinte años después, la
literatura tiende a ver en la “crisis” más bien un largo y lento proceso de reformas más o
menos importantes, tan largo y lento como había sido la propia “génesis”. Ver ESPING-
ANDERSEN, Gøsta: Welfare States in Transition; London, Sage, 1997 (el capítulo introductotrio
apareció como “Después de la Edad de Oro: el futuro del Estado benefactor en el nuevo
orden mundial”; en Desarrollo Económico vol. 36, no. 142; Buenos Aires, 1996).
29
Ver ESPING-ANDERSEN, Gøsta: Los tres mundos del Estado de Bienestar; Valencia, Edicions
Alfons el Magnànim – Generalitat Valenciana, 1993.
30
TITMUSS, Richard: Social Policy ; New York, Pantheon Books, 1974.
38
Cuadro 1
31
Ver, por ejemplo, MORENO, Luis: Ciudadanos precarios. La “última red” de protección social;
Barcelona, Ariel, 2000. Este último, basándose en Esping-Andersen, propone un cuarto
régimen que denomina “mediterráneo”; y que sirve para caracterizar a países, como Espa-
ña e Italia, en donde la regulación proveniente de esquemas de protección familiar o de
proximidad es una clave importante del sistema de protección social.
32
Para un resumen, ver BOYER, Robert: La Théorie de la Régulation. Une analyse critique;
Paris, La Découverte, 1986.
33
Podríamos decir, de modo general, que un enfoque relacional subraya la importancia de
los fenómenos que se producen en el acto mismo de la interacción social, independiente-
mente de las trayectorias y antecedentes previos de los sujetos en cuestión. Ver, por ejem-
plo, TILLY, Charles: La desigualdad persistente; Buenos Aires, Manantial, 2000.
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Cuadro 2
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Modelo simplificado de los esquemas de política social del Estado Social
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POLANYI, Karl: La gran transformación; México, Fondo de Cultura Económica, 1992. Ver
en especial la Segunda Parte, capítulos I (“Molino satánico”) y II (“Autodefensa de la
sociedad”).
35
POLANYI (op. cit.), p. 190.
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MARSHALL, Thomas Herbert: “Ciudadanía y clase social” (1950); en BOTTOMORE,
Tom y MARSHALL, Thomas Herbert: Ciudadanía y clase social; Madrid, Alianza, 1998.
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37
Idem, p. 33.
38
Idem, p. 22.
39
HABERMAS, Jürgen: Problemas de legitimación en el capitalismo tardío ( Legitimationsprobleme
im Spätkapitalismus, 1974); Buenos Aires, Amorrortu, 1986.
40
Resulta convente recordar que en este libro Habermas complejiza el legado parsonsiano
con un aparato categorial procedente de la teoría sistémica que ha trabajado con N.
Luhmann. Y que, además, la explicación integra la matriz fenomenológica y la teoría de la
acción comunicativa.
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Ver OFFE, Claus (ver Contradicciones en el Estado de Bienestar; Madrid, Alianza Editorial,
1990; y una versión menos lineal en Disorganized Capitalism. Contemporary Transformations
of Work and Politics; Cambridge, John Keane / Polity Press; 1985)
51
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Ver, por ejemplo, ROSANVALLON, Pierre: La crise de l’Etat-providence; Paris, Seuil, 1981; y
ROSANVALLON, Pierre: La nouvelle question sociale. Repenser l’Etat-providence; Paris, Seuil, 1995.
43
Como se sabe, la separación, profesionalización y burocratización del poder político en
“Estado” fue un proceso característicamente lento y singular en Occidente moderno. La
visión que separa sociedad civil y Estado fue un útil expediente político-ideológico, prime-
ro en la limitación del poder político soberano (y entonces compartido por todos los
republicanos), luego en la limitación del poder político sobre el mundo económico (y
entonces más definidamente republicano-liberal). El claro predominio de este último
pensamiento en las últimas décadas del siglo XX terminó de consolidar una visión dual
Estado-sociedad, una vez más, como en el siglo XVIII, teñida de polarización de valor. Ver
HALL, John: “In Search of Civil Society”; en HALL, John (editor): Civil Society. Theory,
History, Comparison; Cambridge, Polity Press, 1995. En política social, este dualismo
simplificante se plasma por ejemplo en los análisis que perciben al Estado como un agente
que recibe demandas de la sociedad, identifica en ella cuestiones clave y luego interviene
sobre ella en forma de políticas. También se suele plasmar en enfoques celebratorios de
una desestatización de la política social a favor de iniciativas asociativas, que en los últimos
años ha habilitado una suerte neo o re filantropización de la protección social.
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tica, además, antes del predominio del Estado (nacional) como agente
de política social, redes sociales locales, gremios o instituciones asociativas
(la Iglesia incluida) fueron los actores clave de la protección social; y
todo indica que nos hallamos en un proceso de desestatización relativa
de la política social, sobre el que retornaremos más adelante.
Volviendo a nuestra definición, la intervención de la sociedad sobre
sí misma debe pautar el proceso de integración social. ¿Qué es pues el
proceso de integración social? Como se sabe, la pregunta fue planteada
en términos de “lazo social” ( lien social) por Émile Durkheim en los
últimos años del siglo XIX44. En pleno proceso de transformación de la
vida material y de las representaciones sociales, Durkheim buscó los
lazos portadores de solidaridad que explicaban la continuidad de la
cohesión social aún en el cambio o la aparente ruptura. Los encuentra
en el proceso que denomina división del trabajo social. La división del
trabajo, además de sus aspectos materiales, implica una dimensión mo-
ral, presente incluso en las representaciones religiosas: la existencia de
una conciencia colectiva de las interdependencias sociales que se expresa
en reglas de conducta surgidas de la cristalización de costumbres y rela-
ciones entre los individuos. Si en las sociedades tradicionales esa con-
ciencia derivaba de la semejanza y la proximidad –solidaridad mecáni-
ca– en las sociedades modernas debe derivarse de la diferencia y la
interdependencia –solidaridad orgánica. El problema central de las so-
ciedades modernas era, para Durkheim, la crisis moral que se expresaba
en la propia inadecuación-insuficiencia de las reglas para garantizar la
actualidad del bien común en un mundo de intereses crecientemente
particulares, hecho que el francés denominaba anomia; y que identifica-
ba en determinadas modalidades “sociales” del suicidio.
Si sustituimos “constitución moral del lazo social” por “integración
social”, esta última aparece como un proceso a través del cual las socie-
dades diseñan, ponen en acto y gestionan los problemas de su cohesión
y sus formas de pertenencia. Para Robert Castel45 , quizás el más fino de
44
Ver fundamentalmente De la división del trabajo social (1893); Las reglas del método
sociológico (1895); El suicidio (1897); y La formas elementales de la vida religiosa (1912).
Gracias a Florencia Luci (UBA) por el excelente punteo de problemas que prefiguran en
Durkheim los debates de la política social moderna; realizado para el seminario Teoría de
la Política Social, de la Maestría en Política Social de la Universidad de Buenos Aires
(primer semestre de 2002).
45
CASTEL, Robert: Las metamorfosis de la cuestión social. Una crónica del salariado; Buenos
Aires, Paidós, 1997.
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La extensión del calificativo “social” a todo problema de integración es claramente la
universalización del uso moderno del concepto, como propusiera Jacques Donzelot. Ver
DONZELOT, Jacques: L’invention du social. Essai sur le déclin des passions politiques; Paris,
Fayard, 1984. En ese aspecto “social” no es más ilícito que el uso de conceptos como
“feudalismo” o “Estado de Bienestar”, es decir de conceptos ex post con un poder explica-
tivo que proviene de convenciones académicas.
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Como nos muestra Castel, una tecnología sofisticada permite, en diferentes etapas de la
historia de Occidente, discriminar entre los no integrados merecedores de asistencia y los
no integrado s susceptibles de represió n. El dispo sitivo diferenciado r ha tendido a
desdibujarse bajo el Estado de Bienestar pero nunca a desaparecer; y parece resurgir
contemporáneamente en los criterios de focalización de los programas asistenciales y en
los debates sobre criminalidad y seguridad ciudadana.
48
Dos trabajos capitales en este sentido son, por ejemplo, el de VEYNE, Paul: Le pain et le
cirque. Sociologie historique d’un pluralisme politique (1976); París, Seuil, 1995; y el de
GEREMEK, Bronislaw: La piedad y la horca. Historia de la miseria y de la caridad en Europa;
Madrid, 1989.
49
Ver CASTEL (op. cit) pp. 365-375.
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Hacia 1880, en la zona pampeana, el mercado de trabajo funciona ya de manera
predominantemente libre, con aproximadamente la mitad de los activos urbanos y rurales
asalariados en el sector capitalista. La salarización es inestable, cíclica y estacional, porque
predomina el empleo ocasional y de baja calificación en la producción agropecuaria
(incluidos su transporte y su comercialización), en la obra pública, en el servicio domés-
tico y otros servicios urbanos, en menor medida en la manufactura. Peones rurales y
jornaleros urbanos “entran y salen” del mercado, oscilando entre el cuentapropismo y la
salarización. Al mismo tiempo el trabajo por jornal va reemplazando al trabajo a destajo;
la remuneración aumenta su proporción en dinero; y los pagos comienzan a hacerse más
regulares y periódicos.Ver SÁBATO, Hilda y ROMERO, Luis Alberto: Los trabajadores de
Buenos Aires. La experiencia del mercado: 1850-1880 ; Buenos Aires, Sudamericana, 1992.
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51
Sobre la cuestión indígena en general ver MASÉS, Enrique: “Estado y cuestión indígena:
Argentina 1878-1885”; en SURIANO, Juan (compilador): La cuestión social en Argentina
(1870-1943) ; Buenos Aires, La Colmena, 2000. Para el Noroeste ver CAMPI, Daniel: “Eco-
nomía y sociedad en las provincias del Norte”; en LOBATO, Mirta (directora): El progreso,
la modernización y sus límites (1880-1916) ; Tomo V de la Nueva Historia Argentina; Buenos
Aires, Sudamericana, 2000. Para el Chaco ver LAGOS, Marcelo: La cuestión indígena en el
Estado y la sociedad nacional. Gran Chaco 1870-1920 ; San Salvador de Jujuy, Editorial de la
Universidad Nacional de Jujuy, 2000. Para el Sur ver BANDIERI, Susana: “Ampliando las
fronteras: la ocupación de la Patagonia”; en LOBATO (dir.; op. cit.).
52
Ver SURIANO, Juan: “Una aproximación a la definición de cuestión social en Argentina”;
en SURIANO (comp.; op. cit.); y ZIMMERMANN, Eduardo: Los liberales reformistas. La
cuestión social en la Argentina, 1890-1916 ; Buenos Aires, Sudamericana / Universidad de San
Andrés, 1995.
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Entre la segunda mitad de la década de 1850 y fines de la década de 1870 se fueron
conformando organizaciones de trabajadores con base étnica o con base en oficios. Con-
tribuían a cubrir necesidades básicas cuyos costos resultaban difíciles de sostener para
individuos o unidades familiares con ingresos monetarios inestables, tales como atención
médica, provisión de medicamentos y gastos funerarios. Las organizaciones de colectivida-
des cumplían además el rol solidarista de recepción y apoyo de los inmigrantes recién
llegados. Las sociedades de base corporativa mezclaban la ayuda mutua con la defensa del
oficio y las primeras experiencias de reivindicaciones colectivas. Algunas de estas últimas
eran generadas y sostenidas por patrones con ideas filantrópicas u organizaciones laicas de
las mismas características. Ver FALCÓN, Ricardo: “Los trabajadores y el mundo del traba-
jo”; en BONAUDO, Marta (directora): Liberalismo, estado y orden burgués (1852-1880) (tomo
IV de la Nueva Historia Argentina); Buenos Aires, Sudamericana, 1999; y RECALDE,
Héctor: Beneficencia, Asistencialismo Estatal y Previsión Social; Buenos Aires, Centro Editor de
América Latina, 1991, t.1, pp. 107-120.
54
Ver ISUANI, Ernesto: Los orígenes conflictivos de la seguridad social argentina; Buenos Aires,
Centro Editor de América Latina (CEAL), 1985; y FLIER, Patricia, “El desarrollo de la
seguridad social en Argentina: los seguros sociales. Del modelo ideal al posible”; en
PANETTIERI, José (comp., op. cit.).
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55
Ver ARMUS, Diego: “El descubrimiento de la enfermedad como problema social”; en
LOBATO (dir.; op. cit.); y “Consenso, conflicto y liderazgo en la lucha contra la tuberculo-
sis. Buenos Aires 1870-1950”; en SURIANO (comp., op. cit.).
56
Ver ARMUS, Diego: Los Médicos. Profesiones, poder y prestigio; Buenos Aires, CEAL, 1981;
GONZÁLEZ LEANDRI, Ricardo: “Notas acerca de la profesionalización médica en Buenos
Aires”; en SURIANO (comp., op. cit.); y RECALDE, Héctor: Higiene Pública y secularización;
Buenos Aires, CEAL, 1989.
57
Ver ARMUS, Diego y BELMARTINO, Susana: “Enfermedades, médicos y cultura higiéni-
ca”; en CATARUZZA, Alejandro (director): Crisis económica, avance del Estado e incertidumbre
política (1930-1943) ; Buenos Aires, Sudamericana, 2001; y BELMARTINO, Susana; BLOCH,
Carlos; CARNINO, María Isabel; y PRESELLO, Ana Virginia: Fundamentos históricos de la
construcción de relaciones de poder en el sector salud. Argentina, 1940-1960; Organización Pana-
mericana de la Salud, Publicación nº 27, 1991.
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Al igual que en el fin del Antiguo Régimen europeo, el fin de la sociedad colonial puso
en tensión los moldes locales de la caridad y promovió formas laicas y filantrópicas de
tratamiento de los problemas sociales que la época denominó “beneficencia”. La Sociedad
de Beneficencia de la Capital, fundada en 1823, monopolizó la asistencia social pública en
Buenos Aires (y sucedáneas hicieron lo propio en el Interior). Sus estrategias de interven-
ción no se apartaron sin embargo demasiado de aquéllas de la caridad eclesiástica, en la
medida en que siguieron caracterizándose por la sanción ejemplarizadora (los premios a
la “virtud”) o por una internación en instituciones disciplinarias cerradas que las constituyó
en formas de segregación. Ver TENTI FANFANI, Emilio: Estado y pobreza: estrategias típicas
de intervención; Buenos Aires, CEAL, 1989; MORENO, José Luis (compilador): La política
social antes de la política social. Caridad, beneficencia y política social en Buenos Aires, siglos XVII
a XX ; Buenos Aires, Trama/Prometeo, 2000; y ROZAS PAGAZA (op. cit.).
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Ver GRASSI, Estela: Las mujeres y la profesión de asistente social. El control de la vida
cotidiana; Buenos Aires, Humanitas, 1989.
60
Las instituciones públicas y privadas fueron proveyéndose de un “servicio social” que
atendía “casos sociales” con un fuerte sesgo de preocupación por la problemática materno-
infantil, incluyendo la provisión de bienes de consumo básico como alimentos (sobre todo
leche), ropa (sobre todo ajuares para recién nacidos), muebles (sobre todo cunas), otros
insumos básicos (carbón, leña), medicamentos y recomendaciones médicas. En menor
medida se otorgaban subsidios monetarios, intermediación para conseguir trabajo, obten-
ción de viviendas y detención de órdenes de desalojo, trámites de documentación, etc. Ver
TENTI FANFANI (op. cit.); y DI LISCIA, María Silvia: “Hijos sanos y legítimos. Sobre
matrimonio y asistencia social en Argentina (1935-1948)”; ponencia presentada a las VIII
Jornadas Interescuelas y Departamentos de Historia; Universidad Nacional de Salta, sep-
tiembre de 2001.
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Contra cierta idea generalizada de que hasta 1943 las relaciones en-
tre el Estado y las organizaciones de asalariados estuvieron caracteriza-
das exclusivamente por el enfrentamiento y la represión, hay evidencias
de un éxito relativo tanto en las medidas de lucha cuanto en los resul-
tados de las negociaciones colectivas61 . Estas habrían comenzado a re-
dundar en “estatutos de garantías” que incluyeron el nivel de salarios y
otras mejoras, “una nueva pauta en las relaciones laborales”, cuya ten-
dencia central habría sido la negociación. El conjunto de esquemas de
seguro social efectivamente disponibles –regulados por la ley pero no
obligatorios– continuó estando formado por las cajas previsionales de
algunos sectores de actividad y las de accidentes de trabajo. El debate
entre Estado, partidos políticos, organizaciones de asalariados y organi-
zaciones patronales mostraba, sin embargo, un creciente consenso res-
pecto de la extensión y la obligatoriedad del sistema de seguros socia-
les62 . El cambio hacia un patrón intervencionista del Estado en el nuevo
dominio de “lo social” cruzaba instituciones e ideologías, constituyen-
do una suerte de espíritu de época, cuya complejidad no se agotaba en
las nuevas necesidades económicas de un modelo en crisis.
Para todo esto, que se hallaba “en ciernes”, el período 1943-55 fue
una etapa histórica clave. En esa etapa cambió la intensidad y la rela-
ción entre las dos lógicas de la intervención social, aquéllas que llamá-
semos lógicas de intervención “en el centro” y “en las márgenes”. Se
61
GAUDIO, Ricardo y PILONE, Andrés: “El desarrollo de la negociación colectiva durante
la etapa de modernización industrial en la Argentina, 1935-1943”; en TORRE, Juan Carlos
(compilador): La formación del sindicalismo peronista; Buenos Aires, Legasa, 1988.
62
Ver LVOVICH, Daniel; FALAPPA, Fernando y ANDRENACCI, Luciano: “Beveridge en las
Pampas: el debate sobre el establecimiento del seguro social en Argentina en la década de
1940”; en X Encuentro de Cátedras de Ciencias Sociales y Humanísticas para las Ciencias
Económicas; Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Entre Ríos;
Paraná, 4 y 5 de junio de 2003.
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63
Al respecto ver JAMES, Daniel: Resistance and Integration: Peronism and the Argentine
Working Class 1946-1976 ; Cambridge, Cambridge University Press, 1988; SIDICARO, Ricar-
do: “Consideraciones sociológicas sobre las relaciones entre el peronismo y la clase obrera
en la Argentina, 1943-1955”; en Boletín de Estudios Latinoaméricanos y del Caribe n° 31;
Amsterdam, diciembre de 1981; y TORRE, Juan Carlos (compilador): La formación del
sindicalismo peronista; Buenos Aires, Legasa, 1988. Para la continuidad de esta pauta Esta-
do-sindicatos después de 1955 ver BUNEL, Jean: Pactes et agressions. Syndicalisme et relations
professionnelles en Argentine ; Lyon, Éditions du Centre National de la Recherche Scientifique
(CNRS), 1991; CAVAROZZI, Marcelo: Autoritarismo y Democracia (1955-1983) ; Buenos Ai-
res, Centro Editor de América Latina (CEAL), 1983; FERNÁNDEZ, Arturo: Las prácticas
sociales del sindicalismo (1976-1982) ; Buenos Aires, Centro Editor de América Latina (CEAL),
1985.
70
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
64
Estos aumentos se pueden medir directa o indirectamente. De manera directa, en 1955
los salarios reales se situaban por encima del 64% respecto al nivel alcanzado en 1945.
Como porcentaje del PBI, los salarios habían pasado de un 44% en 1943, a un pico en
1950 de 56%, quedando en 1955 en el 55%. Los cambios relativos al interior de los
sectores asalariados, por último, parecen haber beneficiado a los sectores no calificados, y
haber disminuido la brecha entre asalariados. Ver GERCHUNOFF, Pablo y LLACH, Lucas:
El ciclo de la ilusión y el desencanto. Un siglo de políticas económicas argentinas; Buenos Aires,
Ariel, 1998. De manera indirecta, se pueden medir como cambio en las formas de vida de
la po blació n, no tablemente co mo masificació n del o cio . Ver TO RRE, Juan Carlo s y
PASTORIZA, Elisa: “La democratización del bienestar”; en TORRE, Juan Carlos: Los años
peronistas (1943-1955) ; Tomo VIII de la Nueva Historia Argentina; Buenos Aires, Sudameri-
cana, 2002.
71
Luciano Andrenacci
65
El régimen de capitalización se transforma en régimen de reparto cuando los fondos que
entran por cotizaciones de activos sólo alcanzan para hacer los pagos de las prestaciones de
los pasivos. Entre las causas principales que propiciaron la descapitalización de las cajas y
su tendencia al déficit se suele señalar a la inflación, la baja rentabilidad de la parte
invertida de los fondos, el incremento de los haberes jubilatorios sin correlación en los
ingresos, y el retiro prematuro de los trabajadores activos. Ver FELDMAN, Jorge; GOLBERT,
Laura e ISUANI, Ernesto: Maduración y crisis del sistema previsional argentino; Buenos Aires,
Centro Editor de América Latina (CEAL), 1988.
72
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
66
Citado por TENTI FANFANI (op. cit.), p. 75.
67
Además de las visiones impresionistas de las biografías de Eva Duarte de Perón (en
especial ver DUJOVNE ORTIZ, Alicia: Eva Perón. La madone des sans-chemise ; Paris, Grasset,
1995) véase GRASSI (1989, op. cit.); TENTI FANFANI (op. cit.); PLOTKIN, Mariano:
Mañana es San Perón. Propaganda, rituales políticos y educación en el régimen peronista (1946-
1955) ; Buenos Aires, Ariel, 1993; VALLINA, Marcelo: O Peronismo e a Fundação Eva Peron.
O Longo Braço Do Regime ; Dissertaçáo de Mestrado; Universidad Federal do Rio de Janeiro,
1995; y ROZAS PAGAZA (op. cit.).
73
Luciano Andrenacci
74
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
68
Los Fondos Previsionales fueron unificados en tres cajas públicas: autónomos, comercio
e industria; y sus sistemas actuariales, co tizacio nes y regímenes de prestacio nes
homogeneizados. Las condiciones de retiro (edad y cantidad de aportes) y de percepción
de jubilación (cálculo de los montos según niveles de ingreso promediados en el tiempo)
fueron reguladas por la ley 18.037 de 1969.
69
La ley 18.610 determinó la integración obligatoria al sistema de Obras Sociales de la
totalidad de la población trabajadora con relación de dependencia, junto con sus familia-
res directos; y colocó la administración de los fondos en la órbita de las organizaciones
sindicales.
75
Luciano Andrenacci
civiles y militares. Así, aspectos clave del desarrollo del Estado Social
quedaron en el centro de un sistema político extraparlamentario 70 .
Como se sabe, la crisis del modelo de crecimiento económico y de las
formas de intervención del Estado Social trajo aparejada una paulatina
degradación de las condiciones de generación de empleo y de financia-
ción de la estructura de la protección social. Durante la segunda mitad de
los años ’70 y durante los años ’80 la Argentina presenció el crecimiento
de la pobreza, la caída en la tasa de generación de empleo, la saturación
del sector cuentapropista y las pérdidas de posición de los salarios reales
y de la calidad de la protección social de los asalariados. La alta homoge-
neidad social relativa que caracterizaba al país comenzó a abrir paso a
procesos “centrífugos” que quedaron de manifiesto en los años ’80.
Aunque la dictadura militar de 1976-83 significó un parteaguas en la
historia política y económica argentina, los cambios no redundaron en
una alteración definitiva del modelo de política social. El impacto más
importante se verificó en una fuerte restricción de la influencia sindical
en la negociación colectiva tripartita con Estado y patronales que permi-
tió una fuerte caída del salario real, un disciplinamiento represivo de la
mano de obra y la intervención del sistema de O bras Sociales. Este
disciplinamiento se apoyó en facciones del sistema sindical políticamen-
te proclives a la propia dictadura71 . El disciplinamiento represivo sobre
los asalariados se combinó con formas de terrorismo de Estado destina-
das a neutralizar la movilización social en organizaciones comunitarias
barriales que había sido una característica de los años ’70, a través de la
desaparición física (por encarcelamiento o asesinato) 72 . Es la dictadura,
por último, la que inicia el proceso de descentralización de la educación
pública y el de privatización parcial de los servicios públicos.
La transición democrática (1983-1991) fue una etapa de crisis abier-
ta del modelo de integración social, de las capacidades presupuestarias
70
Las convenciones colectivas de trabajo, por ejemplo, podían ser convocadas o suspen-
didas, el balance público inclinado hacia el capital o el trabajo, de acuerdo a la coyuntura
macroeconómica, claro; pero también a la coyuntura política o a la relación particular-
mente buena o mala de esa rama sindical con ese personal público. El sistema de conven-
ciones, por lo tanto, fue perdiendo centralidad como lugar de procesamiento de conflictos
laborales.
71
Ver FERNÁNDEZ (op. cit.).
72
Para el surgimiento del paradigma de desarrollo comunitario en el trabajo social ver
TENTI FANFANI (op. cit.). Para esto último combinado con el impacto de la dictadura ver
ROZAS PAGAZA (op. cit.).
76
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
Por las razones que reseñáramos más arriba, la economía del Estado
neoclásico implicó una profunda reforma del complejo de política so-
cial en los países capitalistas. La política de empleo contribuye a reformar
el mercado de trabajo garantista de la etapa anterior. De modo acorde al
diagnóstico que el nuevo complejo hegemónico neoliberal hace de la
coyuntura económica internacional de los ’70 y ’80, las intervenciones
públicas se orientan a la desregulación general del mercado de trabajo y
la reducción del peso relativo de los costos laborales. Esto implicó estra-
tegias de flexibilización de las pautas contractuales del fordismo, de
modo de acompañar los procesos de reducción y flexibilización de re-
cursos humanos en los sectores público y privado. También se plasmó
73
El sistema enfrentó por primera vez la posibilidad de cambios en la década de 1980,
cuando empezó a ser evidente el crecimiento de población sin cobertura formal y la
situación financiera delicada de los hospitales públicos y de las Obras Sociales (OOSS). El
decreto 2.367/86 puso en vigencia las leyes 19.337 de 1971 y 20.222 de 1973 que tenían
como objetivo procesos de descentralización hospitalaria con criterios de organización
regional. La ley del Seguro Nacional de Salud de 1988 (ley 23.661), por su parte, tenía
como objetivo integrar a las OOSS y al sistema público creando un seguro universal,
públicamente regulado, que abarcase a los trabajadores autónomos y a los “indigentes
asistenciales”. Pero la mayo r parte del pro yecto fue abando nada, resultando en un
reforzamiento del sistema de OOSS existente. El impacto real de la ley fue sólo la creación
de una Administración Nacional del Seguro de Salud (ANSSAL) con el objetivo de admi-
nistrar un fondo de compensación tendiente a disminuir las inequidades entre OOSS. Por
último, la ley de Obras Sociales (23.660 de 1988) devolvió el control de las OOSS a las
federaciones sindicales.
77
Luciano Andrenacci
78
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
79
Luciano Andrenacci
80
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
75
La más importante de las cuales ha sido el Plan Trabajar, complementado a partir de
2000 con el Programa de Emergencia Laboral, masificado desde 2002 con el Plan Jefes y
Jefas de Hogar Desocupados (todos cofinanciados por el Estado argentino y el Banco
Mundial), y con sucedáneos provinciales de los cuales el más importante, cuantitativamente,
es el Plan Barrios Bonaerenses de la provincia de Buenos Aires. Estos programas prevén la
financiación de la mano de obra para trabajos de relevancia comunitaria (infraestructura
vial, sanitaria y cultural de barrios vulnerables, así como emprendimientos de asociaciones
comunitarias locales), fijando criterios de selección de beneficiarios (desempleados, jefes
de familia o co n perso nas dependientes a cargo ). Funcio nan co mo co ntratacio nes
temporarias de muy baja remuneración, sin protecciones sociales adicionales, administra-
das por el Estado nacional e implementadas por provincias, municipios y organizaciones
no gubernamentales.
76
En 1994 la Ley de Reforma Previsional dividió al sistema en dos partes independientes:
una privada funcionando según criterios de capitalización y una pública para administrar
el sistema tradicional. La parte privada se conformó con un conjunto de empresas Admi-
nistradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) que recaudan las cotizaciones
previsionales capitalizándolas en fondos de inversión y compitiendo entre sí por la renta-
bilidad de operaciones financieras que se realizan dentro de unos marcos fijados por la ley.
El ANSeS (Administración Nacional del Seguro Social) por su parte, continúa administran-
do el sistema público de reparto. El criterio de prestación jubilatoria cambia sustancialmente
en el sistema de capitalización, puesto que se elimina el componente redistributivo que,
aunque marginal, caracterizaba al sistema público de reparto. En efecto, en el sistema de
reparto, la prestación jubilatoria se calculaba en base a un porcentaje indexable según el
costo de vida de los mejores salarios de la última etapa activa. Esto implicaba una reduc-
ción relativa, en la etapa de retiro, de las desigualdades de ingreso de la vida activa. En el
sistema de capitalización la prestación jubilatoria depende estrictamente de los montos
cotizados y del éxito de los movimientos financieros de la AFJP, lo cual tiende a plasmar
más fielmente en los montos de jubilación la estructura de ingresos de la población activa
y las coyunturas macroeconómicas.
81
Luciano Andrenacci
77
A través del decreto 2.284 de 1991 se inicia un proceso de desregulación de las Obras
Sociales (OOSS) que culmina con el decreto 9 de 1993, destinado a permitir la libre
elección de su OS por parte de los asegurados y limitando las restricciones a la libre
subcontratación de servicios por parte de las OOSS. El objetivo de la reforma era eliminar
gradualmente la relación entre OS y federación sindical, forzando la creación de un
conjunto más pequeño y homogéneo de prestadoras semiprivadas de salud que integre a
las OOSS y las empresas de medicina privada. El resultado fue un aumento de la fragmen-
tación sistémica, en la medida en que las OOSS administran un seguro de salud desfinanciado
por la dinámica del mercado de trabajo, mientras que las empresas de medicina privada
venden libremente servicios en el mercado de consumidores y al mismo tiempo a las
propias OOSS.
78
El decreto 578 de 1993 reglamentó por el funcionamiento de los Hospitales Públicos de
Autogestión (HPA), que habían sido creados por leyes nunca reglamentadas de los años
1971 y 1973. Los HPA continúan funcionando en la jurisdicción originaria (provincial o
municipal) pero con administraciones autónomas capaces de gestionar con un criterio
empresarial los aportes presupuestarios que les asigne su jurisdicción (de acuerdo a un
cálculo de rendimiento y tipo de población asistida) y los ingresos que el propio hospital
facture. En efecto, los HPA deben brindar atención médica a toda la población y, en forma
gratuita, a los pacientes carentes de recursos; pero están habilitados a “facturar prestaciones
a la población con cobertura social”. El modelo de los HPA enfrenta sin embargo graves
problemas para consolidarse, dadas las dificultades de pago de las OOSS y la baja capaci-
dad contributiva “voluntaria” de los usuarios.
82
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
83
84
Cuadro 3
Luciano Andrenacci
Los esquemas de política social del Estado capitalista clásico, del Estado social y del Estado neoclásico.
Regiones
Períodos
Política deltrabajo Política de serviciosuniversales Política asistencial
86
Cuadro 4
Luciano Andrenacci
Políticasde gestión de un m ercado de
trabajo con tendencia al
M ultiplicación y
cuentapropism o,eldesem pleo y la
Descentralización delsistem a educativo m asificación de
inform alidad,abandonando a la
hacia losnivelesprovinciales,con program as
dinám ica teóricam ente autom ática del
problem ascrecientesde financiam iento y sociales
m ercado de trabajo la regulación de
fragm entación entre jurisdicciones. focalizados;con
losagregadosde em pleo.
Estado Revisión de lascom petenciaspúblicasde objetivosque
Políticasde desregulación y
capitalista salud,autarquizando institucionesen un com binan el
flexibilización contractualcon
neoclásico contexto de m ultiplicación de la dem anda. sostén de la
tendencia a la reducción de costos
(1991-) Serviciosde infraestructura socialbásica subsistencia física
salarialesy la precarización
privatizados,con una regulación pública básica con
contractual.
focalizada en la garantía de tasasde dispositivosde
Rem ercantilización de la cobertura de
ganancia y una notoria laxitud en el neutralización de
losriesgosde la vida activa en form a
controlde la calidad de lasprestaciones. potenciales
de cuasim ercadosde gestión privada y
estallidossociales.
regulación pública en salud y
previsión social.
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
Rec ap ituland o
89
Luciano Andrenacci
90
La invenció n del desar
desarrro llo so cial
en la Argentina: histo ria de
“o pcio nes preferenciales
po r lo s po bres”7 9
79
Este artículo es parte de los resultados de la Tesis de Doctorado en Antropología Social
y Cultural de la Universidad de Sevilla denominada “Políticas asistenciales, pobreza y
representaciones sociales” defendida en marzo del 2003.
80
Universidad Nacional de Salta (UNSA), Argentina (sonialva@ unsa.edu.ar).
81
Los “artes de gobernar” serían ciertas virtudes, habilidades, mañas, distinciones, conjun-
to de reglas, dispositivos para influir sobre la vida de los otros, para gobernarlos, ver
FOUCAULT, Michel: “La gubernamentalidad”; en FOUCAULT, DONZELOT, GIGNON y
otros: Espacios de Poder; Madrid, Ediciones de la Piqueta, 1981.
Luciano Andrenacci
82
Ver para este tema ALVAREZ LEGUIZAMÓN, Sonia: “La transformación de las institucio-
nes de reciprocidad y control, del don al capital social y de la “biopolítica” a la “focopolítica”;
en Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales; Facultad de Ciencias Económicas,
Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales, Universidad Central de Venezuela;
Volumen 8, Número 1; Caracas, enero-abril de 2002.
83
Ver ESCOBAR, Arturo: La invención del Tercer mundo. Construcción y deconstrucción del
desarrollo; Grupo Editorial Norma, Bogotá, 1998; y “Antropología y desarrollo”; en Revista
Internacional de Ciencias Sociales, Antropología, temas y perspectivas; nº 154, UNESCO, París,
1997 (http://www.unesco.org/issj/rics154/escobarspa.html descargado el 5-09-2001). ES-
TEVA, Gustavo, “Desarrollo”; en SACHS, Wolfang, Diccionario del Desarrollo. Una guía del
conocimiento como poder; PRATEC (Proyecto Andino de Tecnologías Campesinas), 1996.
84
Conferencia de asunción de Harry Truman, 1949; citada por ESCOBAR (1998, op. cit.)
y SACHS, Wolfang: “The archaeology of the development idea”; en Plantet Dialectics,
explorations in environment & development; London, Zed Book, 1999.
85
A Mahbub ul Haq se lo considera uno de los gestores del nuevo paradigma del desarrollo
humanº Fue fundador del Tercer Foro Mundial, en 1973, y sirvió como consejero de la
Comisión Brandt sobre el Medio Ambiente. Fue gobernador del Fondo Monetario Interna-
cional y del Banco Mundial desde 1982 hasta 1988. Dentro del PNUD, fue consejero
especial del administrador y dirigió los informes de Desarrollo Humano de 1990 a 1995.
Ver SIERRA FONSECA, Rolando: “Mahbub ul Haq pensador del desarrollo humano”; en
Biblioteca de Ideas, Colección de Documentos del Instituto Internacional de Gobernabilidad;
Barcelona, 2001 (http://www.iigov.org).
92
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
bajo la influencia del FMI y el BM” había que ponerle un rostro humano”.
Este consistía en el desarrollo de “opciones posibles de políticas alterna-
tivas para balancear los presupuestos mientras se protegían los intereses de los
grupos más débiles y vulnerables de la sociedad”86 . Se trataba, en definitiva,
de cerrar la contabilidad nacional con cierto grado de compensación a
sus víctimas. En el primer informe de 1990, se entiende que el desarrollo
humano sería un proceso de “ampliación de las elecciones humanas re-
levantes” y un nivel de logro, entendido como “la medida de compara-
ción internacional del logro de estas elecciones”, que permite compara-
ciones estadísticas agregadas entre los Estados. El tema común, al me-
nos como manifestación de deseo, es el incremento de las “potenciali-
dades del individuo” y sus “posibilidades de elección”; pero en el mar-
co en una mercado cada vez más abierto, globalizado y desrregulado
que las restringe cada vez más. El Desarrollo Humano no puso ni pone
en cuestió n la necesidad del ajuste ni meno s aún el imperativo del
equilibrio fiscal en el que se basan estas medidas.
Nuestra hipó tesis po stula que el D esarrollo Humano pro mueve
paradojalmente políticas de acceso a apenas ciertos mínimos biológicos
no tan humanos. Junto a esto dice fortalecer capacidades (por medio
del incentivo a la participació n, la capacitació n para la gestió n y el
reforzamiento de las redes primarias). Se trata de convertir “activos”
(recursos escasos de los pobres) en satisfactores de sus necesidades. Esto
requiere de una revolarización y economización de las relaciones de
reciprocidad no mercantiles, menos institucionalizadas a nivel local,
como la autoayuda, por medio de un proceso de asignación de valor
económico a estos vínculos, denominados en el sistema discursivo del
Desarrollo Humano como capital social87. Por ello promueve la comu-
nidad como lugar de su realización. Junto a otros mecanismos de exclu-
sión, produce un mundo cada vez más dual y excluyente entre una
“economía social” o “mundo de pobres” donde priman relaciones no
mercantiles, la promoción de la autogesión de la propia pobreza y la
86
UL HAQ, Mahbub: Reflections on Human Development, Oxford University Press, New York,
Oxford, 1995, p. 25, traducción y cursivas nuestras.
87
Ver ALVAREZ LEGUIZAMÓN, Sonia (2002, op.cit.) y ALVAREZ LEGUIZAMÓN, Sonia:
“Capital so cial y co ncepcio nes de la po breza en el discurso del Banco Mundial, su
funcionalidad en la ‘nueva cuestión social’”; en ANDRENACCI, Luciano (organizador):
Cuestión social en el Gran Buenos Aires; Instituto del Conurbano, Universidad Nacional de
General Sarmiento - Ediciones Al Margen; La Plata, mayo del 2002, pp. 143-163.
93
Luciano Andrenacci
88
Cuando me refiero a población sobrante estoy utilizando el concepto de Marx en su
teoría de la superpoblación relativa desarrollada en el Capital.
89
Según Foucault (1981, op. cit.) la idea de policía tiene que ver con la de “gobierno y la
gestión de la familia”, la llamada “economía”. Foucault al momento en que este arte de
gobernar pasa del gobierno de la familia al de la población, lo denomina gubernamentalidad
que se traduce en la gubernamentalización de la vida privada y una domesticación del
mundo público de parte del Estado. En esta forma de gobernar particular, el Estado va
adquiriendo más importancia en sus tareas y funciones. Foucault llama al momento de la
gubernamentalidd, que surge en el siglo XVIII en Europa, como política de la vida, o
biopolítica a diferencia de la anátomo-política o política de los cuerpos. Consideramos que
en este proceso, se fueron constituyendo ciudadanos y trabajadores. Las tácticas de gobierno
le dieron un rol fundamental al Estado, en la definición de lo que le compete con relación
al bien común, lo que es público y lo que es privado, lo estatal y lo no estatal.
94
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
90
Entendemos como proceso de desgubernamentalización de la vida, el opuesto al descri-
to por Foucault de gubernamentalidad que se inicia a fines del siglo XVIII en Europa. Para
Foucault la gubernamentalidad sería el progresivo paso de una policía de familia a otra de
la población, por medio de la ampliación de las funciones, normas e instituciones guber-
namentales asociadas a la política de la vida o biopolítica. Actualmente se produce un
desplazamiento del control ejercido por las instituciones estatales hacia las instituciones
denominadas, justamente, no gubernamentales. Lo que antes era público estatal pasa a ser
privado y transferido a las “energías solidarias” de la sociedad civil. Creemos que el proceso
actual de retorno a la familia y la comunidad local puede entenderse como nuevas formas
de control de las poblaciones sobrantes - en proceso cada vez más intensos de empobre-
cimiento - y de la sociedad civil. Esta última es la categoría para denominar todas las
instituciones no estatales ni familiares que comienzan a hacerse cargo de la protección
social desgubernamentalizada, o no gubernamental. Estas son el nuevo blanco de regula-
ción y financiamiento estatal y privado neofilántropico y neobenéfico para las políticas de
foco. Esto modifica la economía política y marca un nuevo quiebre en las formas de
intervención social. Aquello que antes era esfera gubernamental se privatiza y deja de estar
gubernametalizado. Queda librado a recursos locales y familiares. Por otro lado, la econo-
mía política avanza regulando otros vínculos, al mismo tiempo que asigna valor económi-
co a las relaciones de reciprocidad no mercantil.
95
Luciano Andrenacci
91
Ver CASTEL, Robert: “Vulnerabilidad social, exclusión: la degradación de la condición
salarial”; en CARPIO, Jorge y NOVACOVSKY, Irene (compiladores): De igual a igual; Buenos
Aires, Fondo de Cultura Económica, 1999.
96
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
92
Para analizar los antecedentes del desarrollo comunitario ver ANDER EGG, Ezequiel:
Metodología y práctica del desarrollo de la comunidad; Buenos Aires, Editorial Humanitas,
1981; pp. 45-47. Y para un análisis crítico ver TENTI, Emilio: Estado y pobreza: estrategias
típicas de intervención (Tomo I); Bs. As., Centro Editor de América Latina, 1989, p. 85.
93
Para un abordaje más detallado de las concepciones sobre participación en el discurso
del Desarrollo Humano ver ALVAREZ LEGUIZAMÓN Sonia: “El discurso y la práctica de la
‘participación’ en los políticas sociales de ‘lucha contra la pobreza’, contradicciones y
ambivalencias”; en XXIII Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología; 29 de
octubre al 2 de noviembre de 2001, Antigua Guatemala.
97
Luciano Andrenacci
tutela al contrato 94 . Por otra parte, ciertas minorías antes tuteladas, pasan
de situaciones de tutela a ser objeto y sujeto de expectativas de dere-
chos. Más que adscribir a una visión teleológica de lo social que llevaría
en forma ineluctable hacia un mejor bienestar, pensamos que las políti-
cas sociales son un entramado de relaciones de fuerza donde los intere-
ses de dominio y las luchas sociales van constituyendo sujetos, ya sea
reforzando derechos como reproduciendo o creando nuevas desigual-
dades y configuraciones tutelares.
En esta línea, entendemos que las políticas sociales son una forma
particular de vínculos sociales recíprocos entre el Estado, el mercado, la
familia y las comunidades que adquirió la intervención social moderna
sobre las poblaciones sobrantes percibidas como amenaza o a ciertos
trabajadores y/o ciudadanos que era preferible integrar. La cuestión so-
cial moderna95, no es sólo producto de la forma en que se resuelve la
tensión entre igualdad jurídica y desigualdad social96 , a favor de un
proceso paulatino de generalización de igualdades y de un creciente
bienestar. No se trata de la concreción de un mito de “integración so-
cial” basado en solidaridades, producto de un contrato social mítico
que une a las personas de manera homogénea y perenne asignándoles
identidades universalizables como las del ciudadano o trabajador. Tam-
poco se busca suturar parcialmente la tensión entre igualdad jurídica
(personas libres e iguales) y desigualdad social. También están en juego
una variada gama de vínculos jurídico-sociales no necesariamente vin-
culados con la igualdad jurídica como los que llevan a la materializa-
ción del contrato, sino también vínculos de desigualdad inscriptos en
diversas relaciones de tutela que dan cuenta de una variada forma de
94
Para la descripción del largo proceso histórico de la tutela al contrato ver CASTEL,
Robert: Las metamorfosis de la cuestión social. Una crónica del asalariado; Bs. As., Paidós,
1997.
95
“La cuestión social es una aporía fundamental en la cual una sociedad experimenta el
enigma de su cohesión y trata de conjurar el riesgo de su fractura. Es un desafío que
interroga, pone de nuevo en cuestión la capacidad de una sociedad (lo que en términos
po lítico s se deno mina una nació n) para existir co mo un co njunto vinculado de
interdependencias” (Castel, 1997 op. cit, p. 20).
96
Según Jaques Donzelot la invención de lo “social” se produce luego de los conflictos que
se generaron luego de la declaración de igualdad jurídica, libertad y fraternidad, que
proclama la Revolución francesa y la desigualdad social que se materializa en las demandas
de las muchedumbres pobres a los asambleístas. Ver DONZELOT, Jaques: L’invention du
social; Paris, Fayard, 1984, pp. 28-30.
98
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
97
Para un mayor desarrollo de esta concepción sobre las políticas sociales y su vínculo con
los actuales procesos del paso del contrato a la tutela en la creciente hegemonía de las
políticas compensatorias o de Desarrollo Social ver ÁLVAREZ LEGUIZAMÓN, Sonia: “Po-
líticas sociales, Desarrollo Humano y construcción de la igualdad y la diferencia”; en
seminario internacional Globalización, reforma del estado, transformaciones laborales y políti-
cas sociales; Universidad Nacional de Salta y Universidad de Cádiz; Cádiz, 17 y 18 de
diciembre de 2004.
99
Luciano Andrenacci
98
Para un análisis teórico sobre la relación no unívoca entre las nominaciones y prácticas
del discurso del desarrollo y las prácticas de los sujetos/objeto de éstas ver FERGUSON,
James: “Anthropology and its Evil Twin. ‘Development’ in the constitution of a discipline”;
en COOPER, Frederick y PACKARD, Randall (editores): International development and the
Social Sciences. Essays on the history and politics of knowledge ; University of California Press,
Berkeley - Los Angeles - London, pp. 150-173. Para un análisis de la resignificación de las
prácticas y percepciones de estas políticas por parte de los sujetos/objetos de intervención
del Desarrollo Social ver ÁLVAREZ LEGUIZAMÓN, Sonia: “Percepciones de las nomina-
ciones de la pobreza, la focalización y la participación: historias de luchas clasificatorias”;
en Revista Síntesis; Buenos Aires, año 12, Nº 30, mayo de 2004.
99
Foucault considera que la aparición de la biopolítica está vinculada con una analítica
utilitaria de la pobreza en la que la enfermedad, la salud y el bienestar físico de los pobres
tienen que ver con los imperativos del trabajo y la necesidad de producción. Se trata de
gestionar sus “cuerpos” no para disciplinarlos, como en la etapa de la anátomo política,
sino para ayudarlos y si es preciso obligarlos a garantizar su salud (ver “La política de la
salud en el siglo XVIII”; en FOUCAULT, Michel; Saber y Verdad, Las Ediciones de la Piqueta,
Madrid, 1991, pp. 91-95).
100
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
100
Ver, en este volumen, el trabajo de SUÁREZ.
101
“La primera etapa de focalización tuvo lugar durante gobiernos militares; esto en cierta
forma ‘facilitó’ la implementación de las políticas. El consenso no formaba parte de los
requisitos de focalización”; Secretaria de Desarrollo Social (SDS): Sistema de Información,
Monitoreo y Evaluación de Programas Sociales (SIEMPRO); Buenoas Aires, 1996: pp. 33-34.
101
Luciano Andrenacci
102
Para un análisis de los modelos de gestión de las políticas sociales en América Latina y
su transformación actual, ver FLEURY, Sonia: “Política Social, exclusión y equidad en
América Latina en los 90”; en Nueva Sociedad Nº 156, Caracas, julio-agosto de 1998.
103
Según Esping-Andersen en el régimen de estado liberal predomina la asistencia a los
comprobadamente pobres, las transferencias universales son reducidas y los sistemas de
seguro son modestos y acotados. ESPING-ANDERSEN, Gosta: Los tres mundos del estado de
bienestar; Ediciones Alfons el Magnánim, Barcelona, 1993.
102
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
104
Secretaría de Desarrollo Social: Plan Social 1995. Políticas de promoción y solidaridad con
los más necesitados; Buenos Aires, 1995.
105
Este estudio fue el primero en América Latina. Se realizó con el apoyo de la Comisión
Económica para América Latina (CEPAL) y permitió crear los “indicadores de necesidades
básicas insatisfechas” para la Argentina, en base a la selección de ciertas condiciones sociales
de carencia de los hogares o precariedad de sus viviendas. Este partió de un estudio de
correlación entre ciertos indicadores de las características de los hogares y las viviendas e
ingresos de los hogares según línea de pobreza. Los indicadores que mayor correlación
tenían entre estas dimensiones fueron los que luego constituyeron los cinco indicadores de
necesidades básicas insatisfechas. Se mapeó así por primera vez, en un país de América
Latina, todo el territorio nacional según indicadores de necesidades básicas insatisfechas.
106
El programa, sancionado por la Ley 23056, sería administrado, “ejecutado, controlado
y evaluado, a nivel nacional, por una comisión ejecutiva dependiente del Ministerio de
Salud y Acción Social” de la época y un programa de emergencia de corto plazo, “destinado
a enfrentar la crítica situación de deficiencia alimentaria aguda”. Su duración se estimó en
dos años inicialmente pero, posteriormente, es prorrogado por cuatro años más.
103
Luciano Andrenacci
107
Consistiría en la entrega de una caja de comestibles mensual con alimentos conteniendo
el 30% de las calorías mensuales necesarias para un grupo familiar tipo. El programa tuvo
una amplia cobertura en todo el país. En 1984 se distribuyeron mensualmente 1,4 millo-
nes de paquetes de comida llegando a 5,6 millones de personas con un costo anual que
rondaba los 120 millones de dólares. En 1986 el presupuesto creció a 296 millones, de los
cuales el 92% se destinaba al suplemento alimentario y el resto a gastos administrativos.
Una encuesta realizada por el INDEC, en 1987, informaba sobre la cobertura alcanzada.
Por ejemplo en el cono-urbano bonaerense (que conforman los distritos del gran Buenos
Aires, fuera de los límites de la Capital Federal), el 42% de los pobres estructurales y el 19%
de las familias pauperizadas recibían cajas del Plan Alimentario Nacional (GOLBERT,
Laura: “Viejos y nuevos problemas de las políticas asistenciales”; en Serie de Estudios N° 12,
Fundación CECE (Centro de Estudios para el Cambio Estructural), mayo de 1996, p. 20).
Un estudio basado en entrevistas en profundidad de estrategias alimentarias a familias en
un barrio de la ciudad de Salta, comprobó que la caja servía para una semana de comida,
aproximadamente, de una familia (generalmente con dos mayores y cuatro menores). Ver
ÁLVAREZ LEGUIZAMÓN, Sonia: Estrategias familiares de vida en Salta; Informe Final de
beca de perfeccionamiento; CONICET, 1988).
108
Se preveía que las donaciones serían deducidas del impuesto a las ganancias.
104
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
109
Para 1986 se estimaba un total de 600.000 beneficiarios, lo cual representaba un 42%
del total de los niños en edad escolar con NBI. Ver TENTI FANFANI, Emilio: “Políticas de
asistencia y promoción social en la Argentina”; en Boletín informativo Techint no 248;
Buenos Aires, julio – agosto de 1987.
110
DI PRIETO, Luis (coordinador): Las políticas de asistencia y promoción social en la Argen-
tina. Una reseña histórica desde la perspectiva de las políticas públicas (Estudio Preliminar);
Subsecretaría de Proyectos sociales, Dirección Nacional de Programación Social - Direc-
ción de Investigación, Estudios y Fortalecimiento de los Programas Sociales; Buenos Aires,
1999, p. 66.
105
Luciano Andrenacci
111
STEWART, Frances: La protección de los pobres durante el ajuste en América Latina y el Caribe
en la década de 1980 ; Documento de Trabajo Nº 13, UNICEF, Bs. As., 1992, pp. 5-7.
112
La reforma del Estado y de la economía del período, se inicia el 18 de Agosto de 1989
con las leyes 23696/89 de “Reforma del Estado” que legisla sobre la privatización de las
empresas públicas y la 23.697/89 llamada de “Emergencia Económica y Social”.
106
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
113
En lo que hace a los efectos sobre la creciente pobreza de estos procesos, un documento
reciente sobre el “Panorama Social de América Latina” de la CEPAL muestra que el caso de
Argentina es particular ya que en vez de haberse reducido la pobreza extrema, como en
otros países, ésta ha aumentado. En lo que respecta a la distribución de la riqueza medida
en términos del índice de Gini, la Argentina es otro caso paradigmático. Pasó de ser uno de
los países con un grado de desigualdad medio (entre 0,4700-0,5199), en el conjunto de
los países latinoamericanos en 1990, a participar del grupo de países con mayor desigual-
dad junto con Brasil y Honduras en el 2004 (0,5800-1). Ver CEPAL: Panorama Social de
América Latina (documento informativo), Santiago, 2004.
114
Entre 1990 y 1994, el PBI crece casi el 35% pero el número de ocupados lo hace sólo
en un 6%. El trabajo asalariado se estancó, creciendo los ocupados en el sector informal y
cayendo las ocupaciones a tiempo completo. Aumenta el empleo en los servicios y cae en
la industria manufacturera, aumentan concomitantemente la duración media de la desocu-
pación, la tasa de desocupación de los jefes de hogar y el número de horas trabajadas de los
ocupados. Ver LO VUOLO, PAUTASSI, BARBEITO y RODRÍGUEZ: La pobreza.... de la
política contra la pobreza.; Miño y Dávila Editores - CIEPP, Buenos Aires, 1999, p. 166;
BECCARIA, Luis y LÓPEZ, Néstor: “El debilitamiento de los mecanismos de integración”;
en BECCARIA, Luis y LÓPEZ, Néstor (compiladores): Sin trabajo. Las características del
desempleo y sus efectos en la sociedad Argentina. Buenos Aires; UNICEF - LOSADA, 1996; y
MONZA, Luis: “La situación ocupacional Argentina”; en MINUJIN, Alberto (editor): Des-
igualdad y Exclusión. Desafíos para la política social en la Argentina de fin de siglo; Buenos Aires,
UNICEF - Losada, 1993.
115
Según Minujín y Kessler en la Argentina, el ingreso medio del conjunto de la población
cayó en las últimas dos décadas alrededor de un cuarenta por ciento, lo que significa que
para la gran mayoría de las familias el monto real de dinero con el que contaban por mes
se redujo brutalmente. Ver MINUJIN, Alberto y KESSLER, Gabriel: La nueva pobreza en la
Argentina. Bs. As., Ed. Temas de Hoy, 1995.
107
Luciano Andrenacci
116
Los índices de pobreza pasaron de un promedio del 17% a comienzos de los ‘80 a un
30% en 1998, los que luego de la salida devaluacionista adoptada en marzo del 2002
llegan a mas del 50%, lo que significa un incremento en el último período del 59%. La
desocupación abierta (al 13,2% en 1998) alcanza el 23% en abril del 2002, con un
incremento del 74,2%. La indigencia (7,8% en 1998) sube al 17,8% en abril del 2002, con
un incremento del 128%. Ver LOZANO, Claudio: “Contexto económico y político de la
protesta social de la Argentina contemporánea”; en Observatorio Social de América Latina;
septiembre de 2002: p. 4, en base a datos proporcionados por el INDEC y SIEMPRO.
117
Para una interpretación más acabada de esta forma particular de hacer política del
peronismo ver: GRASSI, Estela: “Procesos político-culturales en torno del trabajo. Acerca
de la problematiczación de la cuestión social en la década del ‘90 y el sentido de las
soluciones propuestas”, en Revista Sociedad N° 16, Facultad de Ciencias Sociales, Universi-
dad de Buenos Aires, noviembre de 2000, p. 54; SVAMPA, Maristella y MARTUCCELLI,
Danilo: La plaza vacía. Las transformaciones del peronismo . Buenos Aires, Editorial Losada,
1997; AUYERO, Javier: “Evita como performance. Mediación y resolución de problemas
entre los pobres urbanos del Gran Buenos Aires”; en AUYERO, Javier (compilador): ¿Favo-
res por votos? Estudios sobre clientelismo político contemporáneo; Bs. As., Editorial Losada,
1997; AUYERO, Javier: “Cultura política, destitución social y clientelismo político en
Buenos Aires. Un estudio etnográfico”, en SVAMPA, Mariestella (editora): Desde abajo. La
transformación de las identidades sociales; Universidad Nacional de General Sarmiento -
Editorial Biblos; Buenos Aires, 2000; AUYERO, Javier: La política de los pobres, las prácticas
clientelísticas del peronismo; Editorial Manantial, Buenos Aires, 2001.
108
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
118
El decreto es el número 400/89.
119
Estaba presidido por el Ministro de Salud y Acción Social e integrado por representantes
del gobierno, de las fuerzas Armadas, de la Iglesia Católica, de la Confederación General
del Trabajo y un representante de las organizaciones empresarias de la industria y del
comercio. En las provincias debía estar integrado por un consejo de iguales características.
120
Para un desarro llo del discurso minimista del Desarro llo Humano ver ALVAREZ
LEGUIZAMON, Sonia: “Los discursos minimalistas sobre las necesidades básicas y los
umbrales de ciudadanía como reproductores de la pobreza”; en ALVAREZ LEGUIZAMON
(editora): Trabajo y producción de la pobreza en Latinoamérica y el Caribe: estructuras, discursos
y actores, CLACSO - UNESCO, en prensa.
121
El programa tuvo una vida corta puesto que sus responsables entregaron chequeras de
manera discrecional a diputados, senadores y políticos partidarios. Cuando esta situación
se hizo pública, el Secretario de Salud y Acción Social se vio obligado a renunciar y se
suspendió el programa y en su lugar se propuso uno llamado PROSOCO (Políticas Sociales
Comunitarias) que prevé además de prestación directa alimentaria, sanitaria y asistencial,
subsidios para cubrir necesidades alimentarias y locativas (GOLBERT, 1996 op. cit,, pp.
21-22.
109
Luciano Andrenacci
122
Este gabinete estaría integrado por los Ministerios de Salud y Acción Social, del Interior,
de Trabajo y Seguridad Social, de Educación y la Secretaría General de la Presidencia de la
Nación (LO VUOLO, BARBEITO, PAUTASSI, RODRÍGUEZ, 1999 op. cit., p. 181; y DI
PIETRO, 1999 op. cit., pp. 71-72). Ver también la síntesis de los principales programas que
pretendía llevar a cabo el plan, en ídem, pp. 72-74.
110
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
123
Por decreto 667/91 se aprueba la estructura organizativa del Ministerio de Salud y
Acción Social integrado por cinco subsecretarías, de Salud; de Desarrollo de la Persona; de
Vivienda y Calidad Ambiental; de Proyectos; de Cooperación Técnica y de Administración
124
Texto del Decreto 667 (DI PIETRO, 1999 op. cit., p. 113).
125
La idea de striptease del Estado es del Subcomandante MARCOS: “La 4e guerre mondiale
a commencé”; en Le Monde diplomatique; Paris, agosto de 1997.
126
Por Decreto 783, de abril del ‘93, a dos meses del lanzamiento del Plan Social, se
reorganizan las Secretarías y Sub-Secretarías del Ministerio de Salud y Acción Social.
111
Luciano Andrenacci
127
Documento donde se sustenta la creación del “Sistema de Información, Monitoreo y
Evaluación de Programas Sociales” (SIEMPRO). Ver Secretaría de Desarrollo Social: Sistema
de Información, Monitoreo y Evaluación de Programas Sociales; Buenos Aires, s/f.
128
Según el mismo documento, el Estado de Bienestar en crisis “organizaba sus acciones en
función del salario y por esta vía ofertaba seguridad, integración y movilidad social a las
familias. Disponía de un marco regulatorio claro de funcionamiento (leyes, normas, etc.)
y de mecanismos de transferencia de ingresos directos e indirectos hacia los hogares más
pobres. En el proceso de acumulación estaba inserto lo social”.
129
Además a través del Gabinete Social, se intenta alentar “la integralidad de las políticas
sociales”, brindando impulso a los programas intersectoriales.
112
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
130
La Secretaría es creada por el decreto 227 del 14 de febrero de 1994 (Di Pietro; 1999
op. cit., p. 114).
131
Estas tres últimas nominaciones: la asistencia, la promoción y la acción social guberna-
mental fueron formas de saber e intervención tutelar que se sucedieron durante la segunda
mitad del siglo XX, dirigidos a las personas imposibilitadas de trabajar, a las comunidades
territoriales urbanas pobres y a las consideradas “incapaces” o “subdesarrollados”, como
niños, mujeres pobres, etnias inferiorizadas y poblaciones campesinas.
132
Secretaría de Desarrollo Social: Plan Social 1995. Políticas de promoción y solidaridad con
los más necesitados; Presidencia de la Nación, 1995, p. 12.
113
Luciano Andrenacci
133
El Estado, se dice, posee insuficiencia de “capacidad político-instrumental (...) para
proponer, diseñar y ejecutar las políticas y programas sociales demandados por la pobla-
ción”. “La “insuficiencia administrativa, técnica e instrumental, dificultó el mejoramiento
de las condiciones de vida de la población, a pesar del incremento de los recursos dispo-
nibles (gasto social) registrado en este período. La limitación de las capacidades técnicas
resulta particularmente marcada en el ámbito de los Estados provinciales que, como consecuen-
cia del proceso de descentralización, soportan el peso de haberse convertido en ejecutores
de variadas políticas sociales. La suma de estos factores, combinada con el incremento de
las demandas, da lugar a una realidad particularmente compleja y heterogénea. Es necesa-
rio, por tanto, dar respuestas innovadoras que reformulen los tradicionales modelos de interven-
ción” (SDS, 1995 op. cit., cursivas nuestras).
134
Secretaria de Desarrollo Social, SIEMPRO: Evaluaciones de Programas sociales (http://
www.siempro.gov.ar/programas% 20sociales/Evaluaciones/en% 20curso.htm).
114
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
135
Entre otros documentos, ver Secretaria de Desarrollo Social: Sistema de Información,
Monitoreo y Evaluación de Programas Sociales (SIEMPRO); Unidad de Financiamiento Inter-
nacional, Bs. As., 1996.
136
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) hablaba en 1988 de “la
urgente necesidad de la generación de una autoridad o ejecutivo social, en le más alto nivel
de la conducción administrativa. Tal autoridad podrá facilitar una armonización entre las
políticas económicas y las políticas sociales con vistas a elaborar una política pública
unificada. Así mismo, ella será un acto de tecnificación de la política pública en lo que hace
relación as sus dobles efectos económicos y sociales. La emergencia en la región de tales
autoridades o ejecutivos sociales facilitará así mismo la acción coordinadas y efectiva de las
políticas sociales, así como la difusión de informes sociales periódicos para conocer los
avances y retrocesos en el programa social, y más en concreto en el proceso de superación
de la pobreza” (PNUD: Proyecto regional para la superación de la pobreza, Base para una
estrategia y un programa de acción regional (documento técnico para discusión) ; Conferencia
regional sobre la pobreza en América Latina y el Caribe, Proyecto Regional para la supera-
ción de la pobreza RLA/86/004; Bogotá, Colombia, mayo de 1988, p. 51).
115
Luciano Andrenacci
137
Para más detalle acerca de la puja de poder entre gobernadores peronistas y la Secretaría
de Desarro llo So cial de la Nació n liderada po r el Licenciado Amadeo ver ALVAREZ
LEGUIZAMÓN, Sonia: “Políticas de desarrollo social, transformaciones y paradojas”; en
Susana HINTZE (compiladora): Estado y Sociedad. Las políticas sociales en los umbrales del
Siglo XXI; EUDEBA, Centro de Estudios Avanzados, UBA, Buenos Aires, 2001.
138
Significado de “foco” en el Diccionario Karten Ilustrado.
116
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
139
Para una crítica a otros dispositivos de intervención tecnoburocráticos, propias del
desarrollo del capitalismo a finales del siglo XX, ver las críticas de Alberto MELUCCI: “Que
hay de nuevo en los nuevos movimientos sociales?”; en LARAÑA, Enrique y GUSFIELD,
Joseph: Los nuevos movimientos sociales, de la ideología a la identidad; Centro de Investigacio-
nes Sociológicas, Madrid, 1994; y Manuel CASTELLS: La era de la información. Economía,
sociedad y cultura. El poder de la identidad Vol. 2; Madrid, Alianza Editorial, 1997.
117
Luciano Andrenacci
140
Para una visión sintetizada de las transformaciones en las representaciones de la pobre-
za en el discurso teó rico de las Ciencias So ciales Latino americanas ver ÁLVAREZ
LEGUIZAMÓN, Sonia: “Pobreza autogestionada. La evolución de los paradigmas”; en
Encrucijadas. Desarrollo Humano, ¿Solidaridad desde el poder ; en Revista de la Universidad de
Buenos Aires, Año 2, número 14, diciembre del 2001.
118
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
141
Sen diferencia entre capacidades, habilidades y bienes y servicios. Las habilidades serían
las diversas condiciones de vida que pueden o no ser alcanzadas. Las capacidades sería
nuestra habilidad para alcanzar dichas condiciones de vida. “Una habilidad sería un logro,
mientras que una capacidad es la habilidad para lograrla”. Las “habilidades” constituyen
diferentes aspectos de las condiciones de vida. Las capacidades, en contrate, son nociones
de libertad en el sentido positivo del término: las oportunidades reales que se tienen
respecto de la vida que se puede llevar” (SEN, Amartya: Poverty and Famines. An Esay on
Entitlemente and Deprivation; OIT - Clarendon Press, Oxford, 1981; citado en BOLVITNIK,
Julio: Pobreza y necesidades básicas, conceptos y métodos de medición; Proyecto Regional para
la superación de la pobreza, RLA/86/004, PNUD, Bogotá, abril de 1990, p. 3). Para Sen, la
posesión o acceso a bienes y servicios no son criterios para definir el nivel de vida puesto
que las tasas de transformación de bienes y servicios a habilidades, varían de persona a
persona. Por ejemplo, la situación nutricional de dos diferentes personas (habilidad)
puede ser diferente a pesar de que su ingesta alimentaría (bienes) sea igual. En esta
concepción de Sen hay una sustitución del concepto de necesidad por los de habilidades
y capacidades lo cual “le permite rebasar el sentido de “falta de las cosas” que necesidades
transmite inevitablemente y pasa a una concepción más rica de libertad, de ser y hacer”.
142
Para una deconstrucción del discurso económico de la relación entre habilidades,
capital social y desarrollo de capacidades de los pobres en el Discurso del Desarrollo
Humano ver ALVAREZ LEGUIZAMÓN, 2004, op. cit.
119
Luciano Andrenacci
143
Ver GARCÍA DELGADO: “Argentina: la cuestión de la equidad”; en revista Nueva
Sociedad, nº 139, septiembre-octubre de 1995; MINUJIN y KESSLER, 1995 op.cit; GOLBERT,
Laura y TENTI FANFANI, Emilio: “Nuevas y viejas formas de pobreza en la Argentina: la
experiencia de los 80”, en Sociedad; Facultad de Ciencias Sociales, UBA, Nº 4, Bs. As., 1997;
y MURMIS, Miguel y FELDMAN, Silvio: “La heterogeneidad social de las pobrezas”; en
MINUJIN, Alberto y otros: Cuesta abajo. Los nuevos pobres: efectos de la crisis en la sociedad
argentina; Bs. As., UNICEF- LOSADA, 1995.
144
Se trata de la primera Conferencia Regional para América Latina y el Caribe, realizada
en 1988, en Quito.
145
PNUD; Proyecto regional para la superación de la pobreza: Base para una estrategia y un
programa de acción regional; op. cit., p. 46.
146
SDS, 1995, op.cit., p. 19, cursivas nuestras.
120
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
147
SDS, 1995, op.cit., p. 10, cursivas nuestras..
148
SDS; 1995, op.cit.
121
Luciano Andrenacci
149
Se afirma que existen “bajos niveles de participación de los beneficiarios en la definición
de las necesidades, en la ejecución y en la evaluación de programa”. Secretaria de Desarro-
llo Social, SIEMPRO, Evaluaciones de Programas sociales, URL: http://www.siempro.gov.ar/
programas%20sociales/Evaluaciones/en%20curso.htm.
150
“La Argentina presenta un riquísima realidad social, con organizaciones comunitarias
trabajando exitosamente en los más distantes confines, en temas tan variados como apoyo
a la discapacidad, huertas comunitarias, comedores escolares o vivienda autogestionadas;
así como con Municipalidades con un alto grado de participación ciudadana.” (SDS; 1995,
op.cit, p. 19).
151
Por ejemplo, el documento que venimos analizando, afirma que “asimismo, se ha de exigir
que en todas las solicitudes de ayuda para problemas sociales a través de fondos federales se
incluya un alto porcentaje de ejecución a través de las organizaciones comunitarias”. Se afirma
que se trata por un lado de depositar en estas organizaciones la responsabilidad de atender a
su subsistencia y protección y, por otro, “asegurar una más eficiente administración de los
recursos financieros que se ponen a su disposición”. (SDS, 1995, op.cit, p. 19).
122
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
152
Secretaría de Desarrollo Social: Plan Social 1995 : Políticas de promoción y solidaridad con
los más necesitados. Presidencia de la Nación, 1995, pp. 10-11, cursivas nuestras.
123
Luciano Andrenacci
124
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
153
“La Secretaría de Desarrollo Social, se propuso alentar un cambio en el modelo de
gestión tradicional de las políticas sociales y reemplazarlo por una gestión basada en
resultados, en la que cada uno de los programas pueda definir la situación que enfrenta y
adonde quiere llegar. Este nuevo modelo de gestión posibilitará saber qué se está haciendo
y cómo se está haciendo y, a su vez, que el gobierno rinda cuentas a la sociedad sobre los
resultados de su gestión “(SDS, s/f, op.cit.).
154
SDS, s/f, op.cit cursivas nuestras.
155
La propuesta discutida con las ONG y el Instituto Programático de la Alianza, antes de
ser incluido en su programa de gobierno, fue que el Estado delegue en algunas ONG la
distribución de los fondos públicos destinados a ayuda social, conservando el control
sobre su uso mediante la Auditoria General de la Nación. El Estado fijaría los criterios de
asignación de la ayuda y financiará la capacitación de los voluntarios que trabajan en las
ONG y el gerenciamiento de los programas. Se invitaría a participar “a las organizaciones
solidarias nacionales de los cultos reconocidos y a instituciones solidarias no confesionales,
de carácter internacional con sede en el país, como la Cruz Roja” ( La Nación, 23 de agosto
de 1998). La más importante institución en la que se estaba pensando y que adquirió un rol
fundamental como gestora de lo social, durante el gobierno del presidente De la Rúa, fue
CÁRITAS.
125
Luciano Andrenacci
156
Según este discurso los activos pueden ser de tres tipos: tangibles como el patrimonio,
capital humano y laboral, activos menos productivos, tales como la vivienda o también
denominados activos de consumo básico, y activos intangibles y más invisibles tales como
las relaciones domésticas y el capital social”. Ver MOSER, Caroline: “The asset vulnerability
framework: reassessing urban poverty reduction strategies”; en World Develpment Vol. 26,
Nº 1, 1998, p. 1, traducción nuestra.
126
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
157
Si bien existen otras dimensiones relevantes para abordar una clasificación de progra-
mas, sobre todo si se intenta analizar su entidad y forma de gestión como: 1) la forma de
articulación, relación jerárquica y funciones asignadas a las distintas instituciones partici-
pantes (organismos gubernamentales federales o nacionales, provinciales y municipales;
comisiones asesoras - intergubernamentales, intersectoriales o Inter-instituciones - orga-
nismos internacionales financiadores; organizaciones no gubernamentales) y 2) la manera
en que se asignan y canalizan los fondos a los destinatarios y la relación y responsabilidad
de las instituciones intervinientes. Esta última es una variable fundamental que define la
correlación de fuerzas entre los sectores sociales vinculados al campo de las políticas
so ciales. No es lo mismo que lo s fo ndo s lleguen directamente a lo s beneficiario s,
intermediada por una comisión asesora provincial, o una organización no gubernamental
sin relación de dependencia con el gobierno estadual, que una dependencia provincial
asigne los fondos y decida sobre los destinatarios.
127
Luciano Andrenacci
158
Recientemente en la Argentina un programa en esta línea “Manos a la obra” se orienta
en este sentido. La denominación del programa está mostrando una representación del
“destinatario” como previamente “vago” que no puso “sus manos a la obra”.
128
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
159
En una publicación del Banco Mundial donde se sientan los lineamientos del Banco
Mundial para el “monitoreo y evaluación de la participación popular” se dice entre otros
aspectos que “los beneficiarios (de programas sociales para pobres) tienen más que trabajo
y fondos para contribuir a que el proyecto sea efectivo. Ellos tienen inteligencia, experien-
cia y habilidades de gestión para ser movilizadas y tomadas en cuenta para el logro de los
objetivos del desarrollo”. También tienen “buenas ideas” que hay que considerarlas. Existe
una “expectativa en los potenciales humanos que deben ser movilizados para la autogestión
y la autosustentabilidad del desarrollo”. (Ver UPHOFF, Norman: “Monitoring and evaluation
po pular participatio n in Wo rld Bank-assisted pro jects”; en BHATNAGAR, Bhuvan y
W ILLIAMS, Aubrey (editores): Participatory development and the World Bank. Potential directions
for change ; World Bank Discussion Papers nº 183, Washington, D.C, 1993.
129
Luciano Andrenacci
160
SDS, 1995, op.cit. p. 95, cursivas nuestras.
161
Secretaría de Desarrollo Social: Programa de fortalecimiento del desarrollo juvenil, Buenos
Aires, 1996.
130
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
BM, del que también forma parte el SIEMPRO 162 . Constituye un progra-
ma de “financiamiento de iniciativas comunitarias en barrios y localida-
des de los departamentos más pobres del país, promoviendo la partici-
pación y el compromiso comunitario” y también fomenta “la capacidad
de gestión social de las organizaciones de base”. Para la formulación y
ejecución de los proyectos comunitarios, se constituyen los llamados
NUB, que son núcleos de beneficiarios organizados en representación
de la población. Además de los proyectos de infraestructura, existen
otros de capacitación que son ejecutados por instituciones privadas (igle-
sias, ONG), que constituyen las denominadas Organizaciones Técnicas
de Apoyo. En algunos casos con la participación de los beneficiarios
como solicitantes organizados en NUB. Existe financiamiento para la
actividad a realizar pero se requiere de una contraparte importante en
trabajo y otras actividades comunitarias163.
Para el segundo grupo de poblaciones focalizadas (“minorías” ex
tuteladas) existen programas “especiales. A partir de la idea de que los
factores sociales y culturales potencian la pobreza por medio de proce-
sos de exclusión. Por un lado, en algunos casos, como las organizacio-
nes de tipo étnico o campesinos movilizados se los percibe como una
amenaza social y política. En otros, como el caso de grupos que poseen
una condición de marginación y exclusión histórica (mujeres y niños
pobres) se priorizan como objetos de intervención también pero por
otras razones. Se sabe que su condición de exclusión potencia la pobre-
za. Esta problematización no fue el producto espontáneo del discurso
del Desarrollo Humano. Se incorporó en la “agenda social” como pro-
ducto de sus luchas y demandas sociales. El arte de gobernar en este
162
“La perspectiva del ejercicio de una ciudadanía plena es el fundamento desde el cual
está concebido nuestro programa. Ciudadanía entendida como conjunto de prácticas
jurídicas, políticas, económicas, sociales y culturales que definen a una persona como
miembro pleno de una sociedad. Pero también en el marco de una concepción que supone
un sustrato valorativo, al implicar la responsabilidad social como tarea de todos” (Secreta-
ría de Desarrollo Social: Fondo Participativo de Inversión Social (FOPAR) ; Buenos Aires,
1996). Se observa la homologación de la idea de ciudadanía a la de trabajo comunitario
participativo.
163
En la evaluación ex post se comprobó que los aportes locales reales elevaron su
participación en el costo total de los proyectos estudiados del 11,3% ex ante, al 20,1% ex
post. El 87% de los proyectos cumplió o superó el compromiso de aporte comunitario
(SDS; FOPAR, op. cit.).
131
Luciano Andrenacci
164
Algunas reflexiones sobre la tematización de la tensión entre derechos universales y
derechos particulares se pueden analizar en Elizabeth JELIN: “¿Ciudadanía emergente o
exclusión? Movimientos Sociales y ONG en América Latina en los años ‘90”; en Revista
Sociedad, Nº 8, Bs. As, 1996; y DE SOUSA SANTOS, Boaventura: “Hacia una concepción
multicultural de los derechos humanos”; en Análisis Político , Nº 31; Universidad Nacional
de Colombia, Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales, mayo – agosto de
1997.
132
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
165
Por ejemplo, en la convención de los derechos del niño las madres de Plaza de Mayo
incorporaron el art. 8 del derecho a la identidad. Cuando dicha convención alcanzó status
constitucional, permitió a los jueces encarcelar a algunos de los más famosos represores
por que la violación de este derecho no prescribe.
166
Para un análisis sobre los diversos programas de este tipo en la Argentina ver AGUILAR,
María Ángela: “Transformaciones estructurales, reformas laborales y programas de empleo:
del trabajo como integrador al trabajo como asistencia”; en Seminario Internacional
Globalización, reforma del Estado, transformaciones laborales y Políticas Sociales, (op. cit.).
133
Luciano Andrenacci
167
Estos son programas focalizados basados en la idea de riesgo “tutelado” a diferencia de
los seguros de desempleo instrumentados en algunos países europeos, donde la figura es el
“seguro”, que se constituye en un “derecho” ante la situación de desempleo.
168
Los paquetes básicos se refieren a un grupo de servicios mínimos básicos que el estado
debe brindar. No se tratan de servicios de diversa complejidad sino lo mínimo básico en
salud, educación y provisión sanitaria. Los paquetes básicos son el reflejo de la visión del
desarrollo en los mínimos biológicos. Así, en el área de Salud por ejemplo la CEPAL en su
Informe de 1995, habla de la incapacidad del Estado de brindar a la población todos los
servicios de salud, por el alto costo que significan, planteando la prestación de un “paquete
de atención básica”. “Los sistemas públicos no pueden sencillamente, ofrecer en forma
amplia e irrestricta el conjunto de servicios de salud que la tecnología hace disponible. Se
requiere, por tanto, priorizar en favor de aquellas actividades que han probado ser más
efectivas en relación al costo asociado a su aplicación”. También plantea el arancelamiento
de las prestaciones como recurso para el financiamiento del sector y la focalización de los
servicios a los grupos más vulnerables. Ver SACCHI, Mónica: Los cambios en la política de
salud en la provincia de Salta; XXII Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociolo-
gía, Santiago de Chile, 2000.
134
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
A mo do de co nclusió n
El desarrollo social es el nuevo rostro de la focopolítica local. Las trans-
formaciones neoliberales se materializan en políticas que promueven la
privatización, desregulación y reforma del Estado por medio de los cua-
les se modifican los subsistemas que habían primado hasta entonces en
la estructura y funcionamiento de las políticas sociales en la Argentina.
El desarrollo social se barniza de una retórica humanizante cuyo
objetivo dice contrarrestar los efectos del ajuste económico, intentando
alentar “la integralidad de las políticas sociales”. Sin embargo se mani-
fiesta una voluntad explícita de reemplazar el Estado de Bienestar por
otro que se comienza a denominar “sistema integrado” de políticas so-
ciales con “autoridad social”. Esta intención hace visible la carencia de
lo “social” como olvido central de los artes de gobierno neoliberal y su
materialización en políticas de desarrollo humanizado. Estas condensan
las características más genuinas de las viejas políticas asistenciales: acce-
so por medio de la prueba de la pobreza “validada”: estructural y vulne-
rable. Dicha prueba implica la burocratización de la estigmatización, a
169
Milton y Rose FRIEDMAN: Libertad de elegir. Hacia un nuevo liberalismo económico; Barce-
lona, Ed. Grijalbo, 1988.
170
BERGER, Peter y NEUHAUSS, John: “Potenciar al ciudadano. El rol de las estructuras
intermedias en las políticas públicas”; en Libertad y Leviatan, Revista del Centro de Estudios
Públicos, Santiago de Chile, 1977.
135
Luciano Andrenacci
136
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
137
La po lítica so cial en la crisis de la
c o nver tibilidad (1997-2001):
nvertibilidad
mirando la gestión desde las
co o rdenadas municipales en el
Gran Bueno s Aires171
Presentac ió n
En los años ’90, las políticas sociales han sufrido importantes cam-
bios tanto en su sentido como en sus formas de gestión. Como parte de
estas transformaciones, los niveles subnacionales -provincias y munici-
pios- se constituyeron en las instancias privilegiadas para la ejecución
de las políticas luego del proceso de descentralización que se inició con
la reforma del Estado Nacional. Estas transformaciones reorientaron las
políticas en los distintos sectores promoviendo inversiones focalizadas a
poblaciones objetivo específicas y modificando la forma tradicional de
gestión a través del desarrollo de innumerables programas de mayor o
menor envergadura con estructuras específicas para su implementación.
La relevancia del momento histórico en que este análisis se sitúa está
d ad a p o r la sim ultaneid ad d e d o s p ro c eso s: p o r una p arte, la
profundización de los cambios en los modelos de gestión en el nivel
local, dado que a partir de 1995 es cuando se profundizan los procesos
de reforma en los niveles subnacionales; y por la otra, la creciente mani-
171
Este trabajo ha sido elaborado en base a un documento presentado en el Congreso de
la Latin American Studies Association, Washington D.C., 6 al 8 de septiembre de 2001.
172
Instituto d el C o nurb ano , Universid ad N ac io nal d e General Sarm iento
(mchiara@ ungs.edu.ar).
173
Instituto del Conurbano, Universidad Nacional de General Sarmiento y Facultad de
Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires (mdivirgi@ ungs.edu.ar).
Luciano Andrenacci
174
Este trabajo presenta resultados parciales del Componente Gestión Municipal del pro-
yecto “La implementación de las políticas sociales en el nivel local: transformaciones en la
gestión e impactos en los modos de vida de los sujetos receptores en municipios seleccio-
nados del Gran Buenos Aires” , que se desarrolló entre 1999 y el 2001 en el Instituto del
Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento, dirigido por María Rosa
Neufeld y codirigido por Magdalena Chiara.
175
La información presupuestaria se limita al periodo 1995/1997 ya que ese es el último
ejercicio en el transcurso del proyecto con información relativamente completa para la
mayor parte de los municipios. La serie correspondiente al municipio estudiado abarca el
periodo 1995/1999.
140
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
176
Avellaneda, Gral. San Martín, Hurlingham, Ituzaingó, Lanús, Morón, San Isidro, Tres de
Febrero y Vicente López.
177
A. Brown, Berazategui, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, José C. Paz, La
Matanza, Lomas de Zamora, Malvinas Argentinas, Merlo, Moreno, Quilmes, San Fernando,
San Miguel y Tigre.
141
Luciano Andrenacci
por tener poblaciones más jóvenes, con una tasa de natalidad aún rela-
tivamente alta y una mortalidad general baja y mayores niveles de po-
blación con necesidades básicas insatisfechas.
El caso estudiado es un municipio de la segunda corona del Gran
Buenos Aires que ha presentado en los dos últimos periodos intercensales
un crecimiento comparativamente superior al resto de la región (37%
en 1980/91 y de 32,2% en el período 1991/2001) y tiene en la actuali-
dad unos 380.503 habitantes. La estructura de edades de su población
refleja un menor peso de población envejecida que la del Gran Buenos
Aires en su conjunto y una mayor presencia de niños y adolescentes. En
el 2001, el 26% de la población del partido era pobre por NBI, lo que
pone en evidencia amplias situaciones de hacinamiento habitacional,
calidad deficitaria de la vivienda, precariedad en las condiciones sani-
tarias y/o baja cobertura en escolarización primaria.
El partido estudiado pertenece a la zona homogénea denominada
GBA4. 178 En octubre de 2001, en los partidos del Gran Buenos Aires un
26,4% de los hogares se encuentra en el primer quintil de ingresos que
concentra a los hogares más pobres. En el GBA4 ese porcentaje asciende
al 39%. En los últimos años, el crecimiento del porcentaje de hogares
ubicados en el primer quintil de ingresos ha sido mayor para el GBA4
que para el total del Gran Buenos Aires. El GBA4 es, también, el espa-
cio en el cual la tasa de empleo ha caído más abruptamente, pasando
del 52,1% en 1991 al 42,6% en 2001. Asimismo, las condiciones del
empleo se han precarizado aumentando considerablemente el subempleo
horario y los asalariados sin jubilación. Estos indicadores de precarie-
dad laboral complementan el incremento de los niveles de desocupa-
ción en la región (Cuadro 1).
178
Los datos de la Encuesta Permanente de Hogares elaborados por el Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos para agregados menores al Gran Buenos Aires se presentan agregados
en cuatro zonas homogéneas: GBA1, 2, 3, y 4. La zona homogénea denominada GBA4
comprende los partidos Tigre, Moreno, Malvinas Argentinas, José C. Paz, San Fernando,
San Miguel, Merlo, La Matanza 2, Ezeiza, Esteban Echeverría y Florencio Varela.
142
Cuadro 1
1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001
GBA 1 3.5 4.0 6.4 10.4 12.7 11.8 9.8 13.6 15.6 17.9 18.1
144
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
El Pr ograma Mater
Programa no Infantil y Nutrición: un pr
Materno ograma focalizado
programa
de gestión desconcentrada.
145
Luciano Andrenacci
179
Este tipo de proyectos incluye inversiones en equipamiento adicional, infraestructura y
aportes importantes para el desarrollo de sistemas de información, la duración de los
proyectos es mayor – 3 años – y también son de mayor magnitud sus montos.
180
Los proyectos de Asistencia Técnica tienen duraciones menores – 12 meses aproxima-
damente – y su inversión está dada en recursos para consultoría y actividades de capacita-
ción.
181
Otro campo de intervención del programa es el constituido por los jardines comunita-
rios o comedores infantiles en los cuales promueve un proceso de transformación que
propone su transformación hacia Centros de Desarrollo Infantil (CDI) que ofrecen un
servicio de atención integral. Este último aspecto no fue abordado por el proyecto.
146
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
182
Se consideran aquí a la totalidad de la población objetivo de los proyectos para todo el
periodo de ejecución del programa en la región, aunque debe considerarse que los proyec-
tos ingresan y se retiran en periodos diferentes, y algunas veces son contemporáneos.
147
Luciano Andrenacci
148
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
149
Luciano Andrenacci
150
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
183
Se recupera aquí el concepto de arena como espacio en el que “convergen, luchan y
concertan las fuerzas políticas”. Ver AGUILAR VILLANUEVA, L. F.: “Estudio introductorio”;
en AGUILAR VILLANUEVA, L. F. (editor): La implementación de las Políticas Públicas; Miguel
A. Porrúa, México, 1996.
151
Luciano Andrenacci
184
El Programa Barrios Bonaerenses se enmarca en el Plan Provincial de Generación de
Empleo para familias sin trabajo puesto en marcha por la Provincia de Buenos Aires para
atender las necesidades básicas de aquellas familias cuyos jefes de hogar se encuentran
desempleados. El programa se pone en marcha a fines de 1996 con una modalidad de
experiencia piloto y a mediados de 1997 se lanza en forma masiva. Se financia con fondos
públicos del Gobierno de la Provincia de buenos Aires que a través del Consejo Provincial
de la Familia y Desarrollo Humano aporta los recursos necesarios para el funcionamiento
del programa y las subvenciones destinadas a los trabajadores del BARRIOS.
El objetivo del Programa es contribuir al ingreso familiar de jefes/as de hogar desocupados
y aumentar su posibilidad de empleabilidad mediante la capacitación laboral en la ejecu-
ción de proyectos de mejoramiento de sus barrios. Asimismo, se propone satisfacer necesi-
dades socialmente relevantes a través de la concreción de un plan de trabajo de interés
vecinal; esto es, en el marco del programa se ejecutan obras de mejoramiento definidas en
función de las necesidades del barrio: veredas, iluminación, redes de agua, señalización, etc.
Los beneficiarios del programa son jefes/as de hogar desocupados o sin un ingreso estable,
que no perciban prestaciones previsionales o seguros de desempleo y que tengan a su cargo
tres o más perso nas -meno res de 16 año s, embarazadas, mayo res de 65 año s y/o
discapacitados-. Asimismo, para recibir los beneficios del Barrios los jefes/as desocupados
deben residir en la zona (barrio0 en la que directamente se implementa el proyecto.
152
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
185
Ver STOCKER, R.: “Un marco de análisis para el régimen de implementación”; en
AGUILAR VILLANUEVA, op. cit., p. 375.
186
Ver CHIARA, M.: “El nivel local de implementación de las políticas sociales: caracterís-
ticas y problemas. Algunas reflexiones en torno a los Municipios del Conurbano Bonaeren-
se”; en CEIL (org.): Pobres, Pobreza y Exclusión Social; Buenos Aires, CEIL/CONICET, 1999;
CHIARA, M.: “Las políticas sociales en el Gran Buenos Aires en los noventa. Algunas
reflexiones acerca del régimen local de implementación”; en Quivera, Revista de Estudios
Territoriales de la Universidad Autónoma del Estado de México, 2000; y CHIARA, M., DI
VIRGILIO, M., CRAVINO, C. y CATENAZZI, A.: La gestión del subsector público de la salud en
el nivel local. Estudios de caso en el Conurbano Bonaerense ; San Miguel, Informe de Investiga-
ción de la Universidad Nacional de Gral. Sarmiento, 2000.
153
Luciano Andrenacci
154
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
187
Ver formalización de postulados en la Ley Provincial 11.610/95 de creación de los
partidos de Hurlingham e Ituzaingó (Art 3ro).
188
La Ley provincial N° 11582 (28-12-94), promulgada mediante el Decreto N° 6/95 (3-
1-95 y reglamentada por el Decreto N° 548 del 8-3-95) modificó el Decreto-Ley N° 6769/
58-Orgánica de las Municipalidades.
189
En la normativa anterior sólo se impedía la autorización de gastos si no se fijaban
previamente los recursos necesarios.
190
Artículo 6to, modificatorio del Artículo 124 del Decreto-Ley Nº 6769/58.
155
Luciano Andrenacci
191
Estas reformas se complementaron con otras iniciativas orientadas a desarrollar capaci-
dades locales. Una de ellas es el Programas de Desarrollo Institucional e Inversiones Sociales
Municipales financiado parcialmente por la Provincia de Buenos Aires a través del crédito
otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM). La
jerarquía que tiene para los municipios que adhieren a este programa se pone en evidencia
también en el carácter de préstamo que tienen estas inversiones no sólo para el gobierno de
la provincia sino también para los municipios. Más adelante en el año 2000, se renueva
este interés con la firma del convenio para el desarrollo del Programa de Reformas y
Desarrollo de los Municipios argentinos financiado parcialmente por el contrato de prés-
tamo BID, con los mismos compromisos para la provincia y para los municipios que
adhieran al mismo por la vía de proyectos de inversión y asistencia técnica.
192
La información disponible más reciente data del año 2000.
156
Cuadro 2
Evolución de los ingresos corrientes según origen (en pesos corrientes). 1995-2000
Totalde
Tributos
1.525.695.768 1.680.726.063 1.740.797.535 1.816.667.927 1.783.344.315 1.772.807.140
M unicipales.
O tras
1.235.497.623 1.315.350.616 1.548.779.737 1.618.805.135 1.586.539.009 1.596.654.545
jurisdicciones
158
Cuadro 3
Totalde Ingresos
100,00% 100,00% 100,00% 100,00% 100,00% 100,00%
Corrientes
O tras
44,75% 43,90% 47,08% 47,12% 47,08% 47,39%
jurisdicciones
160
Cuadro 4
Luciano Andrenacci
Q uilm es 0,63 18,2
Tigre 0,73 23
193
Ver CHIARA, 2000 op. cit.
163
Luciano Andrenacci
194
El Hospital L. y M. de la Vega se provincializa en octubre de 1999.
195
Javier Auyero desarrolla desde un estudio etnográfico en otro municipio del GBA este
fenómeno. Ver AUYERO, J.: La política de los pobres. Las prácticas clientelistas del peronismo;
Buenos Aires, Manantial, 2001.
164
Cuadro 5
Grado de inflexibilidad del gasto. Municipios del Gran Buenos Aires. 1997.
Luciano Andrenacci
Avellaneda 59,67 12,3
Florencio Varela 60,61 28,0
Tresde Febrero 61,17 9,7
San M artín 61,88 12,9
M orón 62,20 10,6
M oreno 70,26 23,7
Lanús 71,24 12,5
San M iguel S/d 14,7
H urlingham S/d 10,6
Ituzaingó S/d 10,6
196
En otro trabajo se alude al papel asignado a los municipios del Conurbano a partir de
la creación del Fondo de Reparación Histórica del Conurbano Bonaerense fortaleciendo
más la figura de los intendentes que a las propias estructuras municipales. Ver DANANI, C.;
FILC, J. y CHIARA, M.: El Fondo de Reparación Histórica del Conurbano Bonaerense. Una
aproximación macro institucional; San Miguel. Instituto del Conurbano, Universidad Nacio-
nal de Gral. Sarmiento, 1997.
197
El denominado en su momento Plan VIDA (hoy el reformulado MAS VIDA) es un
programa de asistencia alimentaria que tiene como finalidad disminuir la morbimortalidad
infantil atendiendo las necesidades nutricionales de las mujeres embarazadas y de los niños
menores de 0 a 5 años, pertenecientes a sectores pobres estructurales de la Provincia de
Buenos Aires. El programa se propone alcanzar esta meta estimulando la participación de
las mujeres, con el objeto de crear una red solidaria para el cuidado de su salud y la de su
familia, a través de la organización comunitaria. Esto es, a través de la distribución diaria
de raciones de leche, cereales y huevos realizada por trabajadoras vecinales o manzaneras.
198
REPETTO, F.: “Gestión Pública, Actores e Institucionalidad: las políticas frente a la
pobreza en los ‘90”; en Desarrollo Económico Nº 156, Vol. 39, enero – marzo de 2000, pp.
597-618.
167
Luciano Andrenacci
168
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
169
Luciano Andrenacci
199
Excluimos aquí a las reglas de juego por considerar estar comprendidas en las condicio-
nes más generales que afectan al conjunto y que se rescatan con el concepto de régimen
local de implementación. Ver TOBELEM, A.: Sistema de Análisis y Desarrollo de la Capacidad
Institucional (SADCI); Manual de Operaciones, División de Administración del Sector Pú-
blico, Departamento Técnico, Región América Latina y Caribe, Banco Mundial, Washing-
ton DC, 1993.
170
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
200
CHIARA, 2000 op. cit.
171
Luciano Andrenacci
La hipótesis que guía este trabajo es que más allá de los intentos por
descentralizar los programas sociales, la posibilidad de que éstos contribu-
yan o no con la conformación de una política social local y sean apro-
piados por los actores locales dependerá del desarrollo diferencial de las
capacidades en sus distintas dimensiones y no sólo en una de ellas.
201
El análisis particular de la implementación y sus articulaciones para cada programa en
CHIARA, M. y DI VIRGILIO, M.M.: Lo local como espacio de gestión: avatares de dos programas
sociales en un municipio del Conurbano Bonaerense ; Los Polvorines, UNGS, en prensa.
172
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
202
Recuperamos aquí el concepto de gestión urbana en la mirada de las políticas sociales
(Herzer, Pirez, Rodríguez, 1994).
203
COULOMB, R.: “La participación de la población en la gestión de los servicios urbanos:
¿privatización o socialización?”; en AZUELA, A. y DUHAU, E (Coord.): Gestión urbana y
cambio institucional; Universidad Autónoma Metropolitana, México, 1993, pp. 17-31.
173
Luciano Andrenacci
204
TOBELEM, op. cit.
174
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
175
Luciano Andrenacci
Una cuestión a destacar y que llama una vez más la atención acerca
de las limitaciones de los modelos tradicionales de planificación, es que
no parece haber sido necesario modificar la normativa de los programas
en función de flexibilizar su articulación en una política local; es muy
probable que esto se relacione directamente con las características nor-
mativas que tienen los programas. Sin embargo, y apelando a las poten-
cialidades que tiene la gestión como lugar de constitución de la deman-
da y a los márgenes de flexibilidad que se dan en la práctica en ambos
casos, parece que fueron aprovechados fuertemente para consolidar una
política local para los distintos sectores. Los diseños de la organización
de los programas explicitan las funciones a desempeñar por el nivel
municipal que se formalizan en los convenios suscriptos por los muni-
cipios con las provincias y la nación. No obstante esto, el alcance en el
ejercicio de estas funciones descentralizadas depende también de las
capacidades institucionales de cada uno de los municipios.
La asignación de recursos es sin duda uno de los aportes fundamen-
tales que representan estos programas, sumamente valiosa para un mu-
176
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
Sin dudas, las tareas a cargo del municipio a partir del programa
implican el desarrollo de funciones nuevas y una forma diferente de
vincularse con los niveles supralocales.
En lo relativo a la captación de recursos, hasta el momento muy signada
por una lógica estrictamente política205, los cambios son importantes
177
Luciano Andrenacci
Co nclusio nes
206
OSZLAK, O.: “Estado y sociedad: nuevas reglas de juego?”; en Reforma y Democracia.
Revista del CLAD; Caracas, 1997, pp. 7-59.
178
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
179
Luciano Andrenacci
180
La evaluació n de po líticas so ciales
en la Argentina: reflexio nes so bre
el co nflicto y la participació n207
participació
Susana H intze208
Intro d uc c ió n
207
Este texto está basado en la ponencia presentada en el VI Congreso Internacional del CLAD sobre
la Reforma del Estado y de la Administración Pública – Buenos Aires, Argentina. Noviembre 2001.
Retoma cuestiones tratadas en mi trabajo “La evaluación de políticas sociales como herramienta de
gestión”; en Revista Foro , Bogotá, 2000.
Instituto del Conurbano, Universidad Nacional de Gral. Sarmiento (shintze@ ungs.edu.ar).
208
CROZIER, M.: “El cambio en las organizaciones públicas”; en Revista Gestión y Política
209
210
Reconociendo la diferencia entre estos términos, para agilizar la lectura, se utiliza de
manera indistinta los términos evaluación de políticas, programas y/o proyectos sociales.
211
En el Resumen Ejecutivo de la Memoria Institucional abril-diciembre 2002 del Consejo
Nacional de Coordinación de Políticas Sociales no aparece ninguna referencia al tema de
la evaluación. En la Memoria la referencia más importante remite al SIEMPRO. Sobre las
evaluaciones llevadas a cabo por este organismo, ver más adelante.
182
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
212
En esta línea argumental, una medida del éxito de la evaluación refiere a su uso
instrumental, o por lo menos, interactivo en la terminología de Vedung, según se desarrolla
más adelante. Véase VEDUNG, E.: Evaluación de políticas públicas y programas; Ministerio de
Trabajo y Asuntos Sociales, Madrid, 1997.
213
Sobre estos dos últimos conceptos desarrollados para la evaluación de la educación
superior, ver Ezcurra, 1998.
183
Luciano Andrenacci
214
El estudio contó con financiamiento y apoyo técnico de la OPS. Los resultados del
informe (cinco tomos) fueron divulgados por este organismo en VINOCOUR, P.: “Metodo-
logía de la investigación evaluativa”; en Evaluación de un Programa de Alimentación Escolar: el
caso argentino, OPS-OMS, 1990. Es probable, sin embargo, que su mayor difusión en el país
y América Latina provenga de su incorporación como anexo en COHEN, E. y FRANCO, R.:
Evaluación de proyectos sociales; Siglo XXI, Madrid, 1993.
215
Un ejemplo: dos años después de haberse realizado el relevamiento, buscando infor-
mación para una investigación académica, se tomó contacto con el personal de la depen-
dencia ejecutora del programa en la Provincia de Buenos Aires, el cual no conocía el
estudio y menos sus resultados. Este ejemplo, a otros niveles, es extrapolable a la experien-
cia de evaluación de los comedores escolares realizada en 1993-94 en la misma provincia
en el marco del Pro grama Materno Infantil y Nutrició n/PRO MIN. HINTZE, S. y
CICCOCIOPPO, L.: “Servicio Alimentario Escolar. Diagnóstico y Propuestas”; en Cuadernos
de Economía nº 5, La Plata, Ministerio de Economía de la Pcia. de Buenos Aires, 1995.
184
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
216
Los comedores escolares, si bien no forman parte de éste, abarcan el grupo etareo
posterior al cubierto por el PROMIN y constituyen las intervenciones que deberían conti-
nuar en el tiempo las de dicho programa en materia de asistencia alimentaria.
217
“El SIEMPRO fue concebido como un instrumento de fortalecimiento de las áreas
sociales, a nivel nacional y provincial, y de apuntalamiento de la Secretaría de Desarrollo
Social –por entonces de reciente creación – que dependía de la Presidencia de la Nación
y tenía la responsabilidad de coordinar el Gabinete Social, como así también de ejecutar,
financiar o apoyar técnicamente programas sociales focalizados” (NEIROTTI, N.: “La fun-
ción de evaluación de programas sociales en Chile, Brasil y Argentina”; VI Congreso Interna-
cional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Buenos Aires,
Argentina, 5 al 9 de noviembre de 2001). Con el gobierno de la Alianza pasa a depender
de la Secretaría de Tercera Edad y Acción Social (Ministerio de Desarrollo Social y Medio
Ambiente) y en la actualidad lo hace del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas
Sociales de la Presidencia de la Nación y cuenta con fondos del BM y el BID.
218
La UEC está compuesta por las Areas de Evaluación y Monitoreo de Programas Sociales,
SISFAM (Sistema de identificación y selección de familias beneficiarias de programas y
servicios sociales), Información Social, Provincias, Unidad de Supervisión e Informática. El
SIEMPRO genera información sobre: SISFAM, Encuesta de Condiciones de Vida, la Biblioteca
de Información Social Interactiva (BISI), el Sistema integrado de monitoreo de programas
sociales nacionales, evaluación de programas sociales y georeferenciamiento. Los “productos
elaborados” por las UEPs son guías de programas sociales provinciales e información básica
de monitoreo de programas sociales provinciales y nacionales con ejecución provincial.
El Área de Evaluación y Monitoreo de Programas Sociales postula la necesidad de recono-
cer “la especificidad de lo social” en el campo de la evaluación y monitoreo y al respecto
propone: i) “La centralidad, autonomía y especificidad de la evaluación social a partir de
la complejidad, multicausalidad y heterogeneidad de lo social, por contraste con las
habituales evaluaciones de inversiones físicas con criterios estrictamente económicos”;
ii)”Superar las concepciones tradicionales de evaluaciones originadas en metodologías de
costo beneficio y en la lógica de la reducción del gasto social y el ajuste presupuestario”; iii)
“Ser capaz de dar cuenta de los efectos sociales de las políticas económicas y de otras
inversiones públicas y privadas” (www.siempro.gov.ar, mayo de 2003).
185
Luciano Andrenacci
219
Información tomada de la página web del SIEMPRO. No se registran evaluaciones en el
2002/2003. La revisión de las actividades de las veinte UEP, muestra actividades de este
tipo solamente en la Provincia de Buenos Aires (elaboración de términos de referencia,
contratación de evaluadores y supervisión de resultados de programas alimentarios pro-
vinciales).
186
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
220
Todas las evaluaciones reseñadas en la página web del SIEMPRO son evaluaciones
externas. Igual criterio se aplicó para los estudios sobre comedores escolares en las provin-
cias llevadas a cabo por el Programa Materno Infantil y Nutricional/PROMIN desde 1993
en adelante.
187
Luciano Andrenacci
Una somera descripción del estado del arte sobre la evaluación (abar-
cando la bibliografía académica, los informes técnicos y las exposicio-
nes de los propios evaluadores) permite recuperar en el corpus discursivo
constituido hasta el momento un “deber ser de la evaluación” que se ha
convertido casi en la expresión “políticamente correcta” del discurso
221
Es usual encontrarlos en cursos y talleres con angustia y preocupación buscando
respuestas que permitan resolver las demandas con relativa rapidez.
188
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
189
Luciano Andrenacci
224
“Los técnicos –planificadores, evaluadores- tienen por tarea maximizar la eficiencia y
eficacia en la consecución de los fines políticamente establecidos”,... “cuando la ideología
del planificador no coincide con la predominante en la organización o gobierno para los
que trabaja tiene que recurrir a la distinción weberiana entre el político y el científico,
desempeñando su papel institucional como ‘científico‘ (o como planificador-técnico-
evaluador) y buscando otros espacios sociales para satisfacer su necesidad de actuación
política”. Ver COHEN y FRANCO (op. cit.).
190
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
225
“..la no utilización, o infrautilización de la evaluación, es un lamento constantemente
repetido, quizá más en la bibliografía norteamericana sobre temas de evaluación que en la
canadiense y en la de Europa Occidental. Los responsables de de la adopción de las
decisiones encargan y financian evaluaciones, pero apenas se preocupan, o no se preocu-
pan en absoluto, de los informes resultantes. De vez en cuando se resuelven las cuestiones
antes de que se ultimen las evaluaciones. Se suprimen programas que las evaluaciones han
considerado eficaces, mientras que se mantienen, e incluso amplían, programas que las
evaluaciones han considerado ineficaces. Se ignoran flagrantemente las evaluaciones”
(VEDUNG, op. cit.).
191
Luciano Andrenacci
226
W EISS, C.H.: Using Social research in Public Policy Making, Lexington, Heath, 1977.
227
VEDUNG (op. cit.) relaciona estos usos con distintos modelos. Los usos a), b) y c) se
basan en un modelo de organización racional; los usos legitimador y táctico en modelos de
la política como lucha por el poder. En su opinión “la aplicación instrumental, así como la
interactiva y de ilustración constituyen ejemplos de utilizaciones razonables de la evalua-
ción.”
192
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
228
ROBIROSA, M.: Evaluación en América Latina y el Caribe: experiencias concretas; UNESCO,
Paris, 1986.
229
SULBRANDT, J.: “La evaluación de los programas sociales, una perspectiva crítica de los
modelos usuales”; en KLIKSBERG, B. (compilador): Pobreza. Un tema impostergable ; CLAD-
FCE-PNUD, Caracas, 1993.
230
MARTÍNEZ, R.: Sistema integrado de formulación, evaluación y monitoreo de proyectos para
los fondos de inversión social; División de Desarrollo Social, CEPAL, 1998.
193
Luciano Andrenacci
194
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
231
Sobre las disputas no legítimas, ver más adelante.
195
Luciano Andrenacci
232
“La investigación de evaluación es, de hecho, una actividad política, un insumo que
alimenta al complejo mosaico del cual emergen decisiones sobre políticas y asignaciones
de (recursos) para la planificación, diseño implementación y seguimiento de programas
dirigidos al mejoramiento de la condición humana” (FREEMAN, H.E.: The present status of
evaluation research; UNESCO, 1980; citado por ROBIROSA, op. cit.). “Lo característico de la
evaluación es que constituye una investigación social encajada en un contexto de poder y
política. Esto significa al menos dos cosas: la evaluación debe centrarse en cuestiones
relativas a la aplicación de políticas y programas, es decir, debe tener interés práctico; y
segundo, si se hace bien, sugerirá cambios que pueden amenazar alguna porción de
quienes están relacionados con el proyecto evaluado, lo que obviamente hará que éstos
resistan su realización.” (COHEN y FRANCO, op. cit.). Estos autores distinguen el conflicto
“o puntos de fricción” proveniente de las diferentes racionalidades de los actores que
intervienen en la evaluación (políticos, burócratas y técnicos y eventualmente, la “pobla-
ción objetivo” que podría convertirse en “un grupo de presión que influya sobre las
decisiones o sea consultada”); conflictos de funciones que se “producen dadas las diferen-
tes racionalidades implicadas en el proceso de decisión, diseño e implementación de los
proyectos”, conflictos entre los tiempos políticos y los tiempos técnicos.
233
BALLART, X.: ¿Cómo evaluar programas y servicios públicos? Aproximación sistemática y
estudios de caso ; Ministerio para las Administraciones Públicas, Madrid, 1992.
196
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
234
Ver el esquema del “ciclo de los proyectos” en BAUN, W.C.: El ciclo de los proyectos; BID,
Washington DC, 1996. El BID reedita periódicamente este trabajo, cuya primera edición es
de 1978. Para la posición opuesta, ver SIEMPRO/UNESCO (op. cit.).
235
El Monitoreo de Programas y Servicios Sociales llevado a cabo en las ciudades de
Posadas y San Javier en la Provincia de Misiones por IBOPE en el 2001, expresa “… entre los
principales problemas de acceso a los programas sociales la población ha mencionado la
existencia de redes clientelares que, guiadas por interese políticos, condicionan las posibi-
lidades de acceso… Estas prácticas fueron mencionadas principalmente en los `Planes
Trab ajar´ y en aq uello s p ro gram as o rientad o s a la entrega d e alim ento s.”
(www.siempro.gov.ar).
197
Luciano Andrenacci
236
El control “consiste en un nuevo tipo de información que resulta de la comparación
entre patrones técnicos y datos de la realidad, de manera tal que estos datos puedan ser
interpretados como estados particulares dentro del esquema en que se encuentra el pa-
trón”. La evaluación “incluye algo más que el control: implica, además, juicios de valor
explícitos o implícitos. Si controlar es comparar informaciones de la realidad contra
patrones de referencia técnicos, evaluar es comparar tales informaciones contra patrones de
referencia valorativos. Las evaluaciones dicen cosas tales como si algo es bueno o malo, si
sirve o no sirve, si responde o no a las expectativas, mientras que los controles hacen
referencia al estado de determinadas características de lo que se controla.” (Hintze, J.
2001).
198
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
237
Un ejemplo de respuesta frente a la evaluación es la actitud hace unos años atrás por
directores de escuelas privadas (en Olivos, Pcia de Buenos Aires y en San Luis) que
ofrecieron a los alumnos “machetes” y apuntes con los resultados de las pruebas corres-
pondientes a la Segunda Evaluación Nacional de Finalización del Nivel Secundario a
efectos de mejorar el rendimiento del colegio (“El escándalo de los machetes. Intervienen
el colegio de Olivos” y “San Luis. Por la evaluación investigan a dos colegios”, artículos de
Clarín, 21 y 22 de noviembre de 1998, respectivamente).
238
TILLY, Ch.: “Conflicto político y cambio social”; en IBARRA, P. y TEJERINA B. (editores):
Los movimientos sociales. Transformaciones políticas y cambio cultural; Editorial Trotta, Ma-
drid, 1998.
199
Luciano Andrenacci
239
BRUGUÉ, Q.: “La dimensión democrática de la nueva gestión pública”; en Gestión y
Análisis de Políticas Públicas, número 5-6; Madrid, 1996.
240
“… si se considera a las políticas como construcción social basada en una genuina
demanda colectiva, el concepto de participación debería referirse a la intervención siste-
mática y autogestionaria de los sectores populares en los programas sociales. Esto es, no
como “destinatarios” de una oferta sino como gestores colectivos de una demanda por
bienes y servicios que los incluya tanto en el diagnóstico de los problemas que el programa
apunta a resolver, en la definición de sus objetivos y los componentes de las prestaciones,
como en la gestión y la evaluación de sus resultados a partir de efectivos mecanismos de
control social”; HINTZE, S.: “Problemáticas, enfoques y técnicas en el estudio de las
políticas sociales”; en HINTZE, S.: Políticas sociales. Contribución al debate teórico-metodológico;
CEA-CBC, Buenos Aires, 1996.
200
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
241
En otro trabajo relaciono metodológicamente estos aspectos con los principios de la
investigación acción o investigación participativa. Ver HINTZE, S.: “La evaluación como
herramienta de gestión”; en Revista Foro, Bogotá, 2000.
242
Por ejemplo, es usual encontrar en quienes reciben alimentos en programas asistenciales,
una clara percepción de cuáles son más adecuados en relación con sus hábitos alimentarios
y recursos para la preparación (equipamiento para la cocción y conservación), si bien -
como es esperable- las alternativas de reemplazo que suelen proponer no se correlacionan
con costos vs. aportes nutricionales, aspectos a considerar en programas de este tipo. Sobre
la necesidad de una visión de conjunto que permita captar la globalidad del programa ver
el punto más adelante el punto 3.
201
Luciano Andrenacci
Con todas las salvedades del caso, es altamente probable, sin embar-
go , q ue p ro c eso s evaluativo s d e este tip o p erm itan un m anejo
“transaccional” del conflicto y de las tensiones muy superior al trata-
miento superficial y limitado (cuando es reconocido) que éste presenta
en la actualidad.
2) Desde el punto de vista de la devolución de las evaluaciones,
como producto de la externalidad de los procesos de evaluación rese-
ñados se observa un fuerte (y en muchos casos total) desconocimiento
de los resultados por parte de aquellos que deberían utilizarlos en la
toma de decisiones para la transformación del programa y los que debe-
rían implementarla a distintos niveles. No hay una utilización ni si-
quiera a nivel de ilustración o conceptual de los procesos de evaluación y
obviamente quienes deberían soportar o beneficiarse con los cambios,
en general ni se enteran de la existencia de tales procesos.
En evaluaciones realizadas por evaluadores externos, en las cuales
los agentes institucionales que intervienen en el programa operan bási-
camente como informantes, es usual que los informes no circulen ni
sean discutidos243. Es usual también encontrar discrepancias de estos
actores con respecto al uso dado a la información, los procedimientos a
los que fue sometida y las conclusiones obtenidas de tales procesamientos
de los datos. En los casos en que los resultados intentan ser total o
parcialmente aplicados, esto contribuye a intensificar las tensiones. La
participación en la investigación evaluativa, la reflexión y discusión crí-
tica de sus conclusiones y propuestas de cambio contribuiría a una apro-
piación colectiva de los resultados y a su efectiva puesta en práctica.
3) Sobre la interacción entre evaluadores “internos” y “externos”. En
un proceso de evaluación compartido, los actores involucrados en el pro-
grama participando como evaluadores internos y los evaluadores exter-
nos definirían los alcances y el sentido de la tarea a realizar incluyendo
el grado de involucramiento y responsabilidad de cada uno de ellos en
el proceso, manteniendo –y haciendo explícito– la especificidad de sus
respectivas intervencio nes244 . En este marco , la inco rpo ració n de
243
Es de práctica que los informes se entreguen a quien solicitó la evaluación y que a lo
sumo los resultados sean expuestos frente a los niveles altos de responsabilidad del progra-
ma y los decisores políticos.
244
Esto es aún más necesario en evaluaciones con amplia participación, aquellas en que
intervienen los agentes institucionales y los sujetos de derecho de las políticas.
202
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
245
Esto no supone desconocer el tema (ya relevado por la bibliografía sobre evaluación)
acerca de la incidencia sobre los evaluadores externos de quienes “pagan” la evaluación, ni
atribuirles “neutralidad valorativa.” Frente al mito de la objetividad y la neutralidad, es
necesario reivindicar “la subjetividad y la emoción como inherentes al quehacer científi-
co”, reconocer la naturaleza ideológica de las ciencias sociales admitiendo que si bien la
ideología no puede evitarse, deben controlarse sus efectos. Ver CORAGGIO, J. L. y TO-
RRES, R. M.: “Lo participativo no quita lo científico (y viceversa)”; Mimeo, Quito, 1987.
246
En la línea de Niremberg et. al. (2000): “..se está pensando al rol del evaluador como
facilitador, como un papel importante cuando acompaña los procesos, entrando y saliendo
de ellos, conservando la posibilidad de una mirada con suficiente distancia aunque
involucrada, desencadenando procesos de reflexión… . involucrando a todos los actores
posibles en espacios de debate… ”
203
Luciano Andrenacci
247
Por ejemplo: “Fomentar la cultura de la evaluación es hacer no sólo que la evaluación
sea importante, sino imprescindible para mejorar los resultados e impactos de los progra-
mas sociales” (www.siempro.gov.ar, mayo 2003).
248
MONTERO, P.: “Reflexiones sobre una antropología de las sociedades complejas”; en
Revista Iztapalapa, año 11, nº 24, México, 1991.
249
GARCÍA CANCLINI, N.: “Los estudios culturales de los 80 a los 90: perspectivas
antropológicas y sociales en América Latina”; en ídem.
204
De la marginalidad a la exclusió n
so cial. Mo do s y co ndicio nes de
vida en asentamiento s urbano s
del Gran Bueno s Aires
Intro d uc c ió n
*
CONICET-UNGS
250
Entre lo s trab ajo s q ue analizan la c uestió n so c ial argentina c o ntemp o ránea
caracterizándola como afectada por un proceso de fragmentación ver a Murmis y Feldamn
(1993) Kliksberg (1999), Suárez, AL (1998) Lvovich (2000), Merklen (2000), Svampa
(2001), Andrenacci (2001), Fournier-Soldano 2001). MURMIS, M. y FELDMAN, S.: “La
heterogeneidad social de las pobrezas”; en MINUJIN, A. (compilador): Cuesta abajo. Los
nuevos pobres: efectos de la crisis en la sociedad argentina; Buenos Aires, Losada-UNICEF, 1993;
KLIKSBERG, Bernardo: “Inequidad y crecimiento. Nuevos hallazgos de investigación”; en
CARPIO, Jorge y NOVACOVSKY, Irene (compiladores): De Igual a igual. El desafío del estado
ante los nuevos problemas sociales, Buenos Aires, SIEMPRO/FLACSO, 1999; SUÁREZ, Ana
Lourdes: “Profundización de la exclusión. Hogares de bajos ingresos del Gran Buenos
Aires”; en Estudios del Trabajo Nro. 15, Primer Semestre de 1998; LVOVICH, Daniel:
“Colgados de la soga. La experiencia del tránsito desde la clase media a la nueva pobreza
en la ciudad de Buenos Aires”; en SVAMPA, Maristella (editora): Desde abajo. La transforma-
ción de las identidades sociales; Buenos Aires, Universidad Nacional de General Sarmiento,
2000; MERKLEN, Denis: “Vivir en los márgenes: la lógica del cazador. Notas sobre socia-
bilidad y cultura en los asentamientos del Gran Buenos Aires hacia los 90”; en SVAMPA
(op. cit.); SVAMPA, Maristella: “La integración ‘hacia arriba’. Las nuevas urbanizaciones
privadas: entre las nuevas formas de sociabilidad y de ciudadanía”; Trabajo preparado para
el Encuentro Anual de Investigación del Area de Sociología del Instituto de Ciencias de la UNGS;
Los Polvorines, 8 de noviembre de 2001; y FOURNIER, Marisa y SOLDANO, Daniela: “Los
espacio s en insularización en el co nurbano bo naerense: una mirada al lugar de las
manzaneras”; en III Jornada Anual de Investigación en la UNGS, Los Polvorines, 29 de noviem-
bre de 2001.
Luciano Andrenacci
251
ANDRENACCI, Luciano; “Desigualdad social, fragmentación espacial: la cuestión so-
cial contemporánea en Buenos Aires”, Buenos Aires, 2001 (inédito), p. 13.
252
No existen datos actualizados sobre la cantidad de asentamientos precarios en el Gran
Buenos Aires. Datos relevados por el PROHA (1990) para el período comprendido entre
1978 y 1989, indican que fueron ocupadas aproximadamente unas 1300 manzanas en el
Conurbano bonaerense, dando origen a 101 asentamientos con una población estimada
de 173000 personas.
253
Ver SVAMPA (2001), op. cit.
254
ANDRENACCI (2001), op. cit.
206
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
207
Luciano Andrenacci
255
La EPU fue diseñada en 1997 por el Instituto del Conurbano de la UNGS. Con el
objetivo de relevar las estrategias económicas de las unidades domésticas del área de
referencia de la Universidad (Ver KOHAN, Gustavo y FOURNIER, Marisa: La situación social
local: la inserción laboral de los hogares de 4 partidos de la Región Metropolitana de Buenos Aires;
Buenos Aires, Instituto del Conurbano – Universidad Nacional de General Sarmiento,
1998. La EPU apuntó a relevar tanto los recursos obtenidos por medio del mercado
(abastecimiento, inserción laboral, etc. – que constituyen aspectos que también releva la
EPH-), como aquellos a los que se accede o se producen por otras vías. Recogió informa-
ción sobre diversas áreas de la vida y el consumo cotidiano relevantes para el nivel de vida
de la unidad doméstica: alimentación y vestido, salud, vivienda y equipamiento doméstico,
educación y recreación; se recogió información sobre las fuentes de recursos (monetarios
y no-monetarios) de la unidad doméstica y sobre su origen, y sobre la organización del
presupuesto. Para el presente trabajo, se recurrió al cuestionario de la EPU efectuándole
algunas pequeñas modificaciones tendientes a introducir mayor cantidad de ítems con
preguntas abiertas. Entre éstos figuran ítems dirigidos a relevar el uso del ‘tiempo no
dedicado al trabajo remunerado’ y las actividades recreativas; se incorporaron también
ítems dirigidos a detectar las trayectorias educativas y laborales de los miembros del hogar.
La información recabada a través de preguntas abiertas permitió incorporar una dimensión
cualitativa al análisis de los datos.
256
La aplicación del cuestionario contó con la eficiente colaboración de cuatro estudiantes
de Política Social de la Universidad Nacional de General Sarmiento: Griselda Meng, Silvia
Gómez, Raquel Arévalo y Silvia Sánchez. Griselda Meng contribuyó también en las tareas
de codificación e ingreso de datos.
257
Desde la recolección y análisis de los datos al presente transcurrieron tres años. Para el
presente contamos con datos de la EPH para el GBA de las variables que utilizamos para el
análisis. Sin embargo no existen datos actualizados para la población en asentamientos.
Por dicho motivo los datos y el análisis que presentamos corresponden al 2001.
208
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
258
Esta posición es sostenida entre otros, por CASTEL, Robert: La metamorfosis de la cuestión
social. Una crónica del salariado; México, Paidós, 1995; y por la corriente estructuralista en
EEUU, entre otros por W ILSON, W illiam Julius, (editor): The Ghetto Underclass; London,
Sage, 1993; y por MASSEY, D.: “The age of extremes: concentrated affluence and poverty in
the twenty-first century”; en Demography , vol. 33, nº 4, noviembre de 1996. En América
Latina aparece claramente en los trabajos de KAZTMAN, Rubén: “Marginalidad e integra-
ción social en Uruguay”; en CARPIO y NOVAKOVSKY (op. cit.); y “Seducidos y abandona-
dos: El aislamiento social de los pobres urbanos”; en Revista de la CEPAL, diciembre de
2001; y el trabajo de MERKLEN (op. cit.).
259
Varios de los trabajos interesados en las estrategias de supervivencia de sectores popu-
lares en América Latina, responden a esta visión. Ver, entre otros, LOMNITZ, Larissa: Como
sobreviven los marginados; México, Siglo XXI, 1991; CARIOLA, Cecilia (coord.): Sobrevivir
en la pobreza: el fin de una ilusión; CENDES - Editorial Nueva Sociedad; Caracas, 1992;
ESPINOZA, Víctor: “Dinámica reticular de la desigualdad social de la pobreza de Santiago
de Chile en los ‘90”, 1999 (mimeo); y GONZÁLEZ DE LA ROCHA, Mercedes: “La nueva
soledad urbana: vulnerabilidad y agotamiento de recursos”, Paper presentado en el Congre-
so Internacional de la Latin American Studies Association; Dallas, marzo 2003.
209
Luciano Andrenacci
260
Para una presentación sobre los diferentes enfoques y definiciones en torno al capital
social ver PORTES, Alejandro: “Capital social: sus orígenes y aplicaciones en la sociología
moderna”; en CARPIO y NOVAKOVSKY (op. cit.), p. 248. La definición citada de él en el
texto, es la que Portes afirma que goza en la actualidad de creciente consenso en la
literatura.
261
MERKLEN (op. cit.), p. 215.
262
Kaztman señala que los recursos que circulan por las redes al interior de los vecindarios
segregados tienden a ser poco efectivos y redundantes. Se hace necesario tener vínculos y
relaciones con personas fuera de los barrios marginados aumentar la probabilidad de
obtener acceso a información y recursos “más beneficiosos” (op. cit., p. 19).
263
Idem.
210
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
264
Ver LOMNITZ (op. cit.).
211
Luciano Andrenacci
265
Las dos muestras, la que utiliza la EPH y la de los 100 hogares en asentamientos, se
basan en un muestreo al azar, y son representativas. Los veinticinco hogares seleccionados
al azar en cada uno de los asentamientos permite extraer generalizaciones para el conjunto
de los hogares de dichos asentamientos.
Es de destacar por lo tanto, que las comparaciones que se efectúan entre las poblaciones de
asentamientos y la del conjunto del Conurbano no son generalizables para el conjunto de
los asentamientos del Conurbano Bonaerense, sino para los cuatro seleccionados del
Noroeste del Gran Buenos Aires.
212
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
1). Casi todos los hogares en áreas marginales no cubren sus necesida-
des básicas266.
266
El fuerte peso de este indicador en áreas marginadas, sigue una tendencia contraria a la
del conjunto del Aglomerado urbano, donde en la última década tendió a bajar. Esto es
dable esperar ya que tres de los 5 indicadores de NBI se construyen con indicadores del
hábitat. Resulta interesante destacar, sin embargo, la fuerte incidencia del indicador de
capacidad de subsistencia. Casi un cuarto de los hogares en asentamientos tiene cuatro o
más miembros por miembro ocupado y su jefe tiene escasos niveles de instrucción.
267
Se considera población infantil a aquella menor de 14 años. Adolescentes es la pobla-
ción entre 14 y 19 años. Jóvenes son aquellos entre 20-24 años. Adultos poseen entre 25
y 64 años. Finalmente la población anciana es aquella que posee más de 64 años.
213
Luciano Andrenacci
del GBA los valores son similares (alrededor del 75% en ambos casos),
en las mujeres, aquellas en asentamientos urbanos tienen una tasa de
actividad casi 13 puntos por encima de las de las mujeres del total del
GBA (53,9 y 41 respectivamente), o sea que participan más en el merca-
do de trabajo que las mujeres del total del Conurbano Bonaerense (Cua-
dro 3). La diferencia resulta interesante de destacar. Factores que en
general inhiben la mayor participación en el mercado de trabajo de las
mujeres con escasos ingresos – como la maternidad más temprana, la
mayor fecundidad, el costo del cuidado de los hijos, así como factores
vinculados al desaliento en la búsqueda de una inserción laboral- no
parece que en la actualidad constituyan barreras para participar en el
mercado laboral. Dado que la EPH no releva aspectos que permitan
abordar los factores mencionados, un análisis que los contemple excede
las posibilidades del presente estudio.
El análisis de la participación en el mercado de trabajo según la
posición en el hogar, en línea con el análisis por sexo, muestra la mayor
participación en el mercado de trabajo de cónyuges en asentamientos
respecto al total de cónyuges del Conurbano. Hay alrededor de 20 pun-
tos porcentuales de diferencia entre las tasas de actividad de las cónyu-
ges de una y otra población. La tasa de actividad de otros miembros del
hogar (ni hijos, ni cónyuges), es también levemente superior en la po-
blación en asentamientos (Cuadro 3). Es posible concluir, por lo tanto,
que los hogares en asentamientos tienden más que el conjunto de los
hogares del GBA, a insertar a más de un miembro del hogar en el mer-
cado de trabajo. En otras palabras: la participación del jefe de hogar en
el mercado de trabajo, tiende a estar más acompañada por la de otros
miembros del hogar entre los hogares en asentamientos que en el con-
junto de los hogares del GBA.
La desocupación268 caracteriza en forma considerablemente mayor a
la población en hogares pobres en asentamientos urbanos. El 37,6 por
ciento de la población económicamente activa mayor de 13 años en
asentamientos urbanos no encuentra trabajo, mientras que en dicha
268
Corresponde a la desocupación abierta tal como la define el INDEC. Son aquellas
personas que buscan activamente empleo. Se excluye a aquellos que mientras lo buscan
realizan trabajos transitorios, muy precarios, y/o involuntariamente por debajo de una
jornada normal de trabajo. Ver INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA Y CENSOS
(INDEC): Anuario Estadístico de la República Argentina, Buenos Aires, 1999.
214
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
situación se encuentra el 21,2 por ciento del total de los hogares del
Conurbano 269. Las tasas de desocupación ascienden a valores particular-
mente elevados en la población joven y entre las cónyuges (45,5 y 45,8
respectivamente). En los cónyuges la brecha con el total de la población
del Conurbano alcanza 30,5 de diferencia porcentual. Un valor similar
registra la brecha entre las tasas de desocupación de las mujeres en
asentamientos y la del conjunto del GBA.
Considerando la estructura de hogares, en asentamientos urbanos y
en el conjunto de los hogares del Conurbano el promedio de personas
ocupadas es similar (1,29 y 1,21 respectivamente). El promedio de des-
ocupados, en cambio, es mayor entre los hogares más carenciados; hay
en promedio 0,75 desocupados por hogar, o sea que cada cuatro hoga-
res tres poseen una persona que no logra insertarse en el mercado de
trabajo. En cambio en el total de los hogares del GBA aproximadamente
uno de cada cuatro hogares poseen un miembro desocupado. Al igual
que con el promedio de ocupados, no se observan diferencias en el
promedio de perceptores de ingreso monetario entre los hogares en
asentamientos y el conjunto de los hogares del Conurbano Bonaerense.
Co nsiderando el mayo r pro medio de perso nas que lo s ho gares en
asentamientos poseen, se deduce que los hogares carenciados, pese a
tener igual cantidad de perceptores de ingresos que el conjunto de los
hogares del GBA, deben mantener en promedio a mayor cantidad de
personas. Efectivamente la relación entre el total de miembros del hogar
y percepto res de ingreso s es de 3,90 perso nas en lo s ho gares en
asentamientos y 2,6 en el conjunto de los hogares del Conurbano. En
otras palabras hay 1,3 personas más por perceptor de ingresos en los
ho gares en asentamiento s respecto al co njunto de lo s ho gares del
Conurbano (Cuadro 2).
269
De todas las variables consideradas en el análisis que se efectúa en este trabajo, la
desocupación es la que mayores cambios registró en los últimos tres años. La tasa de
desocupación tendió a bajar en las últimas mediciones. En el Primer y Segundo semestre
del 2003 sus valores para el Conurbano Bonaerense eran 21,8% y 18,2% respectivamente;
y en el Primer semestre del 2004 descendió a 16,4. Ver INDEC: “Mercado de Trabajo.
Principales indicadores”; Buenos Aires, 2004. Como no contamos con datos específicos
para la población en asentamientos urbanos, no podemos analizar si hubieron cambios
relevantes en las brechas entre ambas poblaciones.
215
Luciano Andrenacci
216
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
270
Se consideran sólo a los ocupados con ingresos monetarios.
217
Luciano Andrenacci
271
El análisis se basa en los datos aportados por el trabajo de campo efectuado en el 2001.
272
BORSOTTI, Carlos: “La organización social de la reproducción de los agentes sociales, las
unidades familiares y sus estrategias”; en Demografía y Economía; El Colegio de México, 1981.
218
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
´ Acceso a la alimentación
273
Llamó la atención la ‘aparente’ desproporcionada cantidad de comercios que hay en los
asentamientos. Se trata en general de pequeños locales (en varios casos ‘kioskitos’) en los
que se pueden adquirir bienes de diversos ramos: productos de almacén, comidas hechas,
artículos de limpieza, bazar, etc. Incluso en cada ‘pasillo’ de la villa existe al menos uno de
estos comercios.
219
Luciano Andrenacci
220
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
´ Acceso a la educación
221
Luciano Andrenacci
274
En una de las villas escogidas hay un establecimiento privado con una fuerte subvención
estatal al que concurren niños de la villa, que en su mayor parte lo hacen con becas que
otorga el establecimiento.
275
GALLART, M. A.; JACINTO, C. y SUÁREZ, A. L.: “Adolescencia, pobreza y formación
para el trabajo” en KONTERLINK, I. y JACINTO, C.: Adolescencia, Pobreza, Educación y
Trabajo. El desafío es hoy : Buenos Aires, Editorial Losada, UNICEF y Red latinoamericana de
Educación y Trabajo, 1996; JACINTO, Claudia: “Formación profesional y empleabilidad
de jóvenes de bajos niveles educativos. Una articulación posible?”; en GALLART, M. A
(compiladora): La Formación para el trabajo en el final del siglo: entre la reconversión productiva
y la exclusión social; Buenos Aires, CIID-CENEP/OREALC-UNESCO, 1995; y MORENO, M.,
SUÁREZ, A.L. y BINSTOCK: “La realidad de los jóvenes urbanos pobres. Elementos para
una política de capacitación”; Ponencia presentada en el Tercer Seminario de la Red
Latinoamericana de Educación y Trabajo CIID-CENEP La educación y el trabajo frente a los
desafíos del siglo XXI, Buenos Aires, 1994.
222
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
223
Luciano Andrenacci
224
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
reas muy poco compartidas por los varones, es más, aparecen como las
tareas ‘que deben realizar las mujeres’. En líneas generales, pareciera
que la mentalidad dominante en la población entrevistada es que el
ámbito específico de la mujer es el doméstico. Dicha mentalidad influ-
ye en el hecho que se privilegien las ocupaciones con base en el hogar
para la ‘ama de casa’ u ocupaciones flexibles como el servicio domésti-
co, que permiten articular el rol productivo con el reproductivo.
En el caso de los niños, llamó la atención que en varios hogares
comentaban que las niñas permanecen todo el día en la casa, mientras
que los varones juegan algunas horas diarias ‘en la calle’ con otros ne-
nes. El comentario general es que ‘el barrio –o la calle– es peligroso...’,
como afirmando que no es un ámbito para las mujeres.
Respecto a los adolescentes y jóvenes que no asisten a la escuela,
algunos trabajan. Aquellos que no están insertos en el mercado laboral
o que efectúan ocasionalmente changas, pasan largas horas ‘en la calle’,
especialmente los varones. Las mujeres, en cambio, tienen fuertes de-
mandas domésticas que absorben gran parte del tiempo.
Aproximadamente un tercio de la población encuestada mayor de 10
años, participa en algún tipo de asociación. La agrupación o grupo en el
que participan en el 71,3% de los casos queda dentro del barrio. Son en
la mayoría de los casos asociaciones relacionadas con el fútbol (al que
participan los varones), o son iglesias –especialmente evangélicas–.
En casi todos los hogares afirmaron que pasan el fin de semana en el
asentamiento. Sea en las actividades propuestas por las asociaciones
arriba mencionadas, dentro de sus casas, o visitando a algún pariente o
amigo del barrio. Los escasos ingresos que poseen dificulta mucho la
realización de cualquier actividad fuera del barrio. Una entrevistada
comentaba: “Cada vez que voy a visitar a mi hermana -que vive en otro
partido del Gran Buenos Aires- tengo que tomar dos colectivos... es
mucha plata, no se puede, ya casi ni voy... Ella a veces viene. Es muy
caro viajar, cuando tenemos unos pesos, los usa Juan –su marido– para
salir a buscar trabajo...”.
Además del condicionamiento económico, aparece con mucha fuer-
za el problema de la seguridad. Llamó la atención la cantidad de entre-
vistados que manifestaron que no pueden dejar la casa vacía ya que
temen que entren a robar. Varios declararon que en el último año fue-
ron víctimas de algún asalto, perpetuado en general por vecinos del
barrio. Afirman que han surgido varias bandas delictivas dentro del
225
Luciano Andrenacci
bree z a y A
Po br y uda so cial a travé s de po líticas públicas de
Ay
asistencia2 7 6
276
A la luz del estallido social y los acontecimientos de la crisis institucional y económica
que signa el escenario desde fines del 2001, se ha visto alterada de manera desigual la
implementación de los distintos programas. Es necesario, por lo tanto, advertir que lo que
se analiza en esta parte, refiere, en gran medida, a un pasado reciente y a un escenario en
franca y acelerada mutación.
226
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
277
En los cuatro barrios escogidos estaban vigentes en el 2001 programas vinculados con
la provisión de servicios de infraestructura. En dos de los barrios se estaba desarrollando
asimismo un programa tendiente a lograr la regularización dominial. En este trabajo no se
analiza el impacto de ninguno de estos últimos dos tipo de programas. Analizaremos
solamente aquellos vinculados a la provisión de asistencia material directa, y a los progra-
mas de empleo temporarios. Tampoco nos detendremos en el impacto del PROMIN (pro-
grama inserto en la lógica de cambio global descentralizante del sistema de salud que
focaliza tanto la asistencia alimentaria como ciertas prestaciones del primer nivel de aten-
ción). Dicho programa tiene una fuerte presencia en uno de los asentamientos escogidos.
278
El Plan Vida es un programa provincial de acción directa focalizado en la pobreza
estructural que se implementa desde 1995. Aborda temas institucionales, comunitarios, de
asistencia alimentaria y salud. Uno de sus principales objetivos es la disminución de la
morbilidad infantil y la promoción del cuidado materno infantil. Este plan define a sus
beneficiarios en función de la localización de hogares en radios censales con más de un 40
% de NBI, la presencia de niños entre 0 y 5 años y/o de mujeres embarazadas y /o nodrizas.
Se implementa a través de la articulación entre en nivel, provincial, municipal y las
“manzaneras” (ANDRENACCI, Luciano; NEUFELD, María Rosa y RAGGIO, Liliana: “Ele-
mentos para un análisis de los programas sociales desde la perspectiva de los receptores.
Los programas VIDA, PROMIN, Trabajar y Barrios Bonaerenses en los Municipios de José
C. Paz, Malvinas Argentinas, Moreno y San Miguel”; Universidad Nacional de Gral. Sar-
miento, 2000. El Plan Comadres consiste en la detección y acompañamiento de las emba-
razadas con el objeto de atender a los controles previos al parto. A las embarazadas se les
entrega asimismo un moisés, ropa y pañales para recibir al recién nacido. El Plan Asoma
consiste en una asistencia alimentaria mensual a personas mayores de 60 años que no
perciben jubilación, pensión o poseen algún otro tipo de cobertura asistencial.
279
El Programa Trabajar es administrado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Su
objetivo central es mejorar el impacto de ayuda económica en los hogares más pobres y
fortalecer la pertinencia y la calidad de las obras de infraestructura social que se generan a
través del programa. En la mayor parte de sus aspectos operativos, el Programa Barrios
Bonaerenses es una adaptación provincial del Programa Trabajar.
227
Luciano Andrenacci
228
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
229
Luciano Andrenacci
230
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
231
Luciano Andrenacci
232
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
280
Veáse ANDRENACCI, NEUFELD y RAGGIO (op. cit.).
281
LUMI, S.; GOLBERT, L. y TENTI FANFANI, E.: La Mano Izquierda del Estado. La asistencia
social según los usuarios; Miño y Dávila editores/CIEPP, Buenos Aires, 1992.
282
Las transferencias regulares entre unidades domésticas son aquellas que se realizan con
cierta periodicidad. Los bienes y servicios que allí circulan, forman parte, por lo tanto, de
los recursos con los que cuentan regularmente las unidades domésticas. Forman parte, de
alguna manera, de su ‘presupuesto’ mensual.
233
Luciano Andrenacci
234
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
rrio para vivir, de la escuela para los hijos, el empleo, etc., se apoya en
gran parte en información o en apoyo brindado a través de las redes
informales. Cabe destacar que dichas elecciones están fuertemente con-
dicionadas por las condiciones de acceso a los bienes y servicios que
tienen los sectores carenciados. Lo que se quiere remarcar es que dentro
de dicho contexto de carencia, las redes sociales aparecen como una de
las ‘instituciones de la pobreza’283 que sustentan las acciones de los in-
dividuos y la forma en que los mismos satisfacen sus necesidades.
Algunas cifras de la EPU realizada en el 2001 ilustran el peso de las
redes sociales. Casi nueve de cada 10 hogares entrevistados tomaron
conocimiento de la posibilidad de vivir en el barrio a través de familia-
res o vecinos. Otras vías de información más ligadas al mercado de vi-
vienda (diarios, inmobiliarias, etc.), no tuvieron peso como fuente de
información. A su vez, casi tres cuartas partes afirmaron que antes de
instalarse en el barrio tenían ya familiares o conocidos viviendo en el
asentamiento. Se puede inferir por lo tanto que la mayor parte de los
hogares se instalaron en un barrio donde ya podían contar efectiva o
potencialmente con una red informal de ayuda. A la hora de construir
su casa, poco más de un cuarto de los hogares, contó con ayuda concre-
ta de amigos o familiares (Cuadros 10, 11 y 12).
Los lazos sociales también juegan un importante rol en el acceso a
empleos. En las últimas décadas diversas investigaciones han mostrado
cómo influyen los diversos tipos de vínculos personales284 y cómo operan
las redes sociales en la obtención y desempeño en las diversas ocupaciones.
Los datos arrojados por la EPU 2001, muestran que el 64,6% de los
entrevistados ocupados consiguió su empleo luego de haber consultado
a parientes o a amigos. Son muy pocos aquellos que obtuvieron su em-
pleo gracias a la búsqueda del mismo en el mercado abierto –presentán-
dose a los lugares demandantes de mano de obra, a través de los clasifi-
cados del diario, etc.– (Cuadro 13). Igual situación se verifica entre los
entrevistados desocupados. Ante la pregunta de cómo habían buscado
trabajo la última semana, tres cuartas partes afirmaron que lo hicieron
consultando a parientes o a amigos (Cuadro 14).
283
DOHAN, Daniel: The Price of Poverty: Money, Work, and Culture in the Mexican-American
Barrio; University of California Press, 2001.
284
Granovetter tuvo una fuerte influencia en la literatura sobre la influencia de los diversos
tipos de vínculos en la obtención de empleos. Ver GRANOVETTER, Mark: “The Strength of
Weak Ties”; en American Journal of Sociology nº 78, 1973: pp. 1360-1380.
235
Luciano Andrenacci
285
Las redes sociales horizontales se estructuran no obstante en el marco de relaciones de
poder y desigualdad. Ver ÁLVAREZ, Sonia: “Pobreza autogestionada”; en ¿Solidaridad desde
el poder?; Revista Encrucijadas de la Universidad de Buenos Aires, nº 14, Buenos Aires,
UBA, diciembre de 2001.
236
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
286
El grado de participacón es mayor que el registrado por la EPU en 1997 para el conjunto
de los hogares de Noroeste del GBA. Sólo un quinto de los hogares del área de referencia de
la EPU 1997 participó en reuniones con vecinos. El dato permite conjeturar (aunque en
forma preliminar), que los sectores marginados tienen una tendencia mayor que los no
marginados a enfrentar sus problemas en forma conjunta con otras unidades domésticas
que comparten los problemas. Sin embargo, es necesario considerar que tal vez haya otros
aspectos que influyen en la mayor participación: uno de ellos puede ser que los problemas
barriales que enfrentan los sectores carenciados son más acuciantes que lo que enfrentan los
menos marginados; otro aspecto que puede influir, es que las soluciones que los organismos
públicos y privados están dispuestos a brindan a dichos problemas son muy escasos.
237
Luciano Andrenacci
238
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
287
KESSLER, Gabriel: “Redefinición del mundo social en tiempos de cambio. Una tipología
para la experiencia de empobrecimiento”; en SVAMPA (2000, op. cit.).
239
Luciano Andrenacci
288
Veáse ANDRENACCI, NEUFELD y RAGGIO (op. cit.).
240
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
241
Luciano Andrenacci
242
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
243
244
Anexo de cuadro s
Luciano Andrenacci
Cuadro 1
Incidencia de la pobreza: porcentaje de hogares y de personas por debajo de la línea de pobreza, y con NBI.
Hogares encuestados en Asentamientos. 2001
H ogar Personas
Línea de Pobreza (*) 85,4 86,9
Línea de Indigencia 41,6 45,6
N BI 96,9
Baño sin arrastre de agua 86,0
Vivienda inconveniente 95,0
H acinam iento 38,0
Presencia de niño que no
4,0
concurre a la escuela
Capacidad de subsistencia 22,7
Promedio de personas por hogar por grupo de edad. Promedio de ocupados, desocupados, inactivos y percep-
tores de ingreso por hogar. Relación de dependencia. Personas por activo y por perceptor de ingreso. Residentes en
asentamientos y CBA. 2001
Luciano Andrenacci
PRO M EDIO PO R H O GAR
Inactivos 3.85 2.11
Activos 2.05 1.60
O cupados 1.29 1.21
Desocupados 0.75 0.33
Preceptoresde ingreso 1.38 1.37
Personasporactivo 3.48 2.60
Personasporperceptorde ingreso 3.90 2.60
TE:Tabuladospropiosen base a la EPU 2001 y en base a la EPH de la onda octubre 2001.Aglom erado
ran BuenosAires
Cuadro 3
Tasas de actividad y de desocupación de la población total y de la población de 14 años y más por grupo de edad
y sexo. Asentamientos y Conurbano Bonaerense
G RUPO DE EDAD
14-19a. 31.0 20.3 36.4 37.5
20-24a. 78.6 69.1 45.5 32.0
25-64a. 80.4 73.1 37.2 18.1
Sexo
Varones 77.8 73.6 30.4 21.6
M ujeres 53.9 41.0 47.6 20.6
247
248
Luciano Andrenacci
Posicion en elhogar
Jefe 91.0 74.0 29.7 16.9
Cónyuge 61.5 40.2 45.8 15.3
H ijo 45.0 51.8 41.7 30.2
Restantesm iem bros 50.0 44.9 47.4 30.5
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
Cuadro 4
289
Incluimos la variable, pero seguramente las categorías presentan problemas. Es llama-
tivo que más del 80% de la PEA del Conurbano tenga trabajo de tipo permanente.
249
Luciano Andrenacci
250
Cuadro 5
Distribución porcentual de la población de 14 años y más por máximo nivel educativo alcanzado Población en
asentamientos y en el CBA. 2001
Cuadro 6
Luciano Andrenacci
Distribución de los hogares con algún beneficiario de planes de asistencia social, según reciban el Plan Vida,
algún P. de empleo, el Plan Asoma y/o algún otro plan social.
%
Algún m iem bro recibe el
63 75.0
Plan Vida
Algun m iem bro recibe el
4 4.8
Plan Com adres
Algún m iem bro recibe un
19 22.6
Plan de em pleo tem porario
Algún m iem bro tiene
10 11.9
elPlan Asom a
Algún m iem bro recibe
algún otro beneficio socialde 38 45.2
alcance local
290
Todos los cuadros que siguen tienen la misma fuente.
Ccuadro 7
%
Si,hay alm enosuna transf. 76 76.0
No 21 21.0
Cuadro 8
Cuadro 9
Luciano Andrenacci
Hogares según algún miembro tenga padres viviendo fuera de la casa
Cuadro 10
%
M unicipalidad 1 1.1
Inm obiliarios 2 2.2
A travésde un fliar.o vecino 79 85.9
O trosform as 10 10.9
Total 92 100.0
Cuadro 11
%
Lo hicieron solos,sin conocera nadie 17 17.9
Lo hicieron con otrasfam ilias 7 7.4
Cuadro 12
Luciano Andrenacci
Hogares distribuidos según como fue construida o es construida la vivienda
% Valid Percent
Con la ayuda de un albañilexperto 5 5.0 7.9
Con m ano de obra contratada 1 1.0 1.6
Con la ayuda de vecinoso fliares. 19 19.0 30.2
Solo 38 38.0 60.3
Total 63 63.0 100.0
Sin dato 37 37.0
Total 100 100.0
Cuadro 13
%
Se presentó en fábrica,com ercios,oficinas,etc. 9 11.4
Cuadro 14
Luciano Andrenacci
Población desocupada según forma en que buscó trabajo en la última semana
%
Se presentó en fábricas,com ercios,etc 7 29.2
Puso o contesto avisosen losdiarios 0 0.0
Coloco cartelesen lugrespúblicos 0.0
Se anotó en una bolsa de trabajo,registro
5 20.8
o lista
Consulto a parienteso a am igos 18 75.0
H izo gestionespara ponerse porsu cuenta 1 4.2
Busco en avisosde diariospero no se
Presento nirespondió 1 4.2
H izo cursosde capacitación porsu cuenta 7 29.2
Totalde personasque buscaron trabajo la últim a
24
sem ana
Cuadro 15
Problemas del barrio que los miembros de los hogares perciben de peso
%
Elbarrio esinseguro para andarde noche 68.0
En elbarrio hay contam inación am biental 70.0
Intro d uc c ió n
291
Este trabajo proviene de la discusión conjunta, la ampliación y la reescritura de las
monografías de aprobación presentadas por Lidia Ikei, Elina Mecle y Alejandro Corvalán
en la asignatura Teoría de la Política Social, dictada por Luciano Andrenacci en la Maestría
en Política Social de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
Luciano Andrenacci
292
Ver www.siempro.gov.ar y www.trabajo.gov.ar.
293
DURÁN, Viviana: “La cobertura del programa jefes de hogar: una visión preliminar”;
Buenos Aires, diciembre de 2002 (inédito).
262
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
294
ARROYO, Daniel (coordinador): “Evaluación de los niveles de participación de las
organizaciones de la sociedad civil en los consejos consultivos y la capacidad de aprove-
chamiento de los recursos locales”; Buenos Aires, FLACSO, abril de 2003.
263
Luciano Andrenacci
295
DEIBE, Enrique y CASTILLO MARÍN, Luis: “Políticas sociales en Argentina. Derecho de
inclusión familiar: el Programa Jefes de Hogar”; en Sociãlis (Revista Latinoamericana de
Políticas Sociales); Rosario, 2003.
296
ROCA, Emilia; CAPPELLETTI, Beatriz; LANGIERI, Marcelo; MUSCOLINO, Mónica y
SOTO, Clarisa: “Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados: ¿política de empleo o política
social?”; en 6º Congreso Nacional de Estudios del Trabajo de la Asociación Argentina de
Especialistas en Estudios del Trabajo (ASET); Buenos Aires, agosto de 2003.
297
MONZA, Alfredo: “Los dilemas de la política de empleo en la coyuntura argentina
actual”; Buenos Aires, CIEPP-OSDE, 2002.
264
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
298
PAUTASSI, Laura; ROSSI, Julieta y CAMPOS, Luis: “Plan Jefes y Jefas: ¿derecho social o
beneficio sin derechos?”; Buenos Aires, Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), mayo
de 2003.
299
LEVY, Esther: “Desempleo, pobreza y formación en la Argentina. Algunas consideracio-
nes”; Buenos Aires, CTA, octubre de 2002; y LOZANO, Claudio: “Acerca del Programa
Nacional para Jefes y Jefas de Hogar sin empleo”; Buenos Aires, CTA, abril de 2002.
300
LOPEZ ZADICOFF, Pablo D. y PAZ, Jorge A.: “El Programa Jefes de Hogar. Elegibilidad,
participación y trabajo”; Documento de trabajo 242, Buenos Aires, Universidad del CEMA,
2003.
265
Luciano Andrenacci
266
Indicado res seleccio nado s de trabajo , ingreso s y po breza en Argentina (1980-2002)
Fuente:RO CA y otros(op.cit.).
267
Luciano Andrenacci
268
269
-
250
500
750
1.000
1.250
1.500
1.750
2.000
2.250
2.500
Pro med io 19 94
Pro med io 19 97
Fuente: SIEMPRO.
Prome dio 1998
Pro med io 19 99
Pro med io 20 02
1.229
En e-02
Oct-0 2
2.038
No v-0 2
2.053
Dic-0 2
Evo lució n de lo s pro gramas de empleo y capacitació n en 2002 (en miles de recepto res)
2.116
Evo lució n de lo s fo ndo s para principales pro gramas so ciales 2002-2003 (en $2002)
Luciano Andrenacci
PROGRAMA DEVENGADO CREDITO DIFERENCIA
2002 INICIAL 2003 2003 - 2002
Fuente: SIEMPRO
Evo lució n del número de liquidacio nes del Pro grama Jefes y Jefas de Ho gar de mayo de 2002 a mayo de
2004
Lo s o bjetivo s
301
El Decreto 165 señalaba ambiguamente que se “atenderá con créditos que se asignen en
el presupuesto nacional y se ejecutará en etapas progresivas, de acuerdo a los fondos dispo-
nibles y a los distintos sectores sociales a abarcar según se prevea por vía reglamentaria”.
272
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
302
Renuncia el presidente Fernando de la Rúa en un marco de graves conflictos sociales;
asume y renuncia en sólo una semana el presidente Adolfo Rodríguez Sáa; y finalmente el
Congreso de la Nación designa presidente interino a Eduardo Duhalde.
303
Ambo s decreto s se enco ntraban en la página Web del Ministerio de Trabajo ,
www.trabajo.gov.ar Sin embargo el decreto 165/2002 fue sacado de dicha página aproxi-
madamente en junio de este año.
273
274
Luciano Andrenacci
Variables Decreto 165/2002 del22 de enero del2002 Decreto 565/2002 del3 de abrildel2002
O rganism o que M inisterio de Trabajo y Form ación de M inisterio de Trabajo,Em pleo y Seguridad
instrum enta elPlan RecursosH um anos Social
La fo calizació n
304
SIEMPRO: Situación de los jefes de hogar en las regiones geográficas del país. Serie
informes de situación social cuadernillo n° 4 Buenos Aires, septiembre de 2000; pág. 6.
275
Luciano Andrenacci
276
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
277
Luciano Andrenacci
305
Ver, en este mismo volumen, el capítulo de Soldano y Andrenacci; y el de Álvarez.
306
Ver, en este mismo volumen, el capítulo de Álvarez; y también LO VUOLO, Rubén;
BARBEITO, Alberto; PAUTASSI, Laura y RODRÍGUEZ, Corina: La pobreza… de la política
contra la pobreza; Buenos Aires - Madrid, Miño y Dávila-CIEPP, 1999.
307
Los LECOP (Letras de Cancelación de Obligaciones Públicas) se transformaron en
2002, juntos con los bonos equivalentes producidos por varias administraciones provin-
ciales, en un circulante paralelo al peso corriente. Consecuencia de la crisis financiera del
Estado Nacional, sujetos a fluctuaciones de su precio real respecto de su precio nominal,
estos bonos han dejado de emitirse durante el año 2003.
278
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
279
Luciano Andrenacci
308
Decreto 565.
309
Ver REPETTO, Fabián: Gestión pública y desarrollo social en los noventa. Las trayectorias de
Argentina y Chile ; Buenos Aires, Prometeo, 2002; y, en este mismo volumen, el capítulo de
Repetto y Andrenacci.
310
Ver, en este mismo volumen, el capítulo de Chiara y Di Virgilio.
280
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
311
El CONAYEC está teóricamente conformado por 3 representantes de cada uno de los
siguientes sectores: a) Organizaciones de empleadores; b) Organizaciones sindicales de los
trabajadores; c) Organizaciones no gubernamentales; d) Instituciones confesionales y e)
Representantes del Gobierno Nacional. Todos son designados a propuesta de los sectores
involucrados y sin retribución monetaria.
281
Luciano Andrenacci
312
Resolución del MTESS nº 316, del 18 de abril de 2002.
313
Las causales de denuncia que se especifican son: no inicio de las actividades; paraliza-
ción no justificada de las actividades; desarrollo discontinuo del proyecto; ausencia total o
mayor al 40% de los beneficiarios dados de alta; beneficiarios desarrollando actividades no
asignadas por el organismo ejecutor; ausencia de la documentación exigida que respalde la
condición de los beneficiarios.
314
“Auditoría de los Controles Informáticos en el Procesamiento del Programa de Jefes de
Hogar” (agosto de 2002) e “Informe sobre el funcionamiento de los Consejos Consultivos”
(septiembre de 2002).
282
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
283
284
Luciano Andrenacci
C O NSEJO S PRO VINCIALES C O NSEJO S MUNICIPALES
O rganism os
O rgan ism os
Em pr esa riales Organ ismos
Gob ie rno Nacional Confesion ale s
7,4% Emp re sariale s 12,0%
0,8% O rga nism os
Con fesion ale s 12,8%
Gob ier no 13,3%
Provincial O rga nism os
Gobierno Nacion al
16,6% Organ ismos Trab aja dore s
3,0%
Traba jad ores 17,0%
4,4%
Gob ier no
O NG
Mu nicipa l
27,5% O NG
30,0%
22,8%
Gobie rn o
Provin cial Gob ierno
Se ctor p úb lico
28,3% Mu nicipa l Se ctor pú blico
Se ctor p riva do 4,0% Se ctor privad o
Fuente: SIEMPRO.
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
315
Ver, al respecto, Deibe y Castillo Marín.
285
286
Luciano Andrenacci
% Población por IndicadorCom binado
Porcentajes
Provincia Población total debajo de la línea de Pobreza (Pobreza y
Coparticipacion
de pobreza Coparticipación)
288
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
Ev o l u c i ó n d e l a p o b re z a y l a i n d i g e n c i a e n A rg e n ti n a
(1974-2002)
60,0
50,0 47,3
40,0 38,5
32,8
31,9 35,4
32,3 33,7
28,7 29,5 30,1 30,6
30,0
28,9
21,5 27,9 26,7
19,1 20,6 24,8 26,0 25,9
20,0 17,7 17,8 16,8 19,0
14,9 16,5
12,7 13,8
10,7 9,3 8,5 8,3 9,6 12,2
10,0 8,3 7,6 7,9
6,6
4,7 5,4 5,0 6,2 4,4
3,6 3,5 3,0 3,2 3,5 7,7
7,5
2,1 1,8 6,3 6,4 6,9 6,7
0,0
1974
1980
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
Fuente: SIEMPRO
289
290
Luciano Andrenacci
98,3
99,5 97,2 100,0 95,3
100,0
65,0 61,0
60,0 60,0
40,0 40,0
20,0 20,0
0,0 0,0
Población indigente Población pobre Hogares Indigentes Hogares Pobres
Fuente: SIEMPRO.
Evo lució n del desempleo abierto (1995-2002)
Tasa de var. del IPCF medio del 30% más bajo Tasa de var. del IPCF medio total
Tasa de desempleo del 30% más bajo Tasa de desempleo total
20 40,0
15
35,0
0 25,0
-5
20,0
-10
15,0
-15
-20 10,0
May Oct May Oct May Oct May Oct May Oct May Oct May Oct May Oct
95 95 96 96 97 97 98 98 99 99 00 00 01 01 02 02
Fuente: SIEMPRO
291
292
Luciano Andrenacci
Sin plan Con plan
30,0
27,4
10,0
5,0
0,0
Total urbano GBA Ciudad de Buenos Partidos del
Aires Conurbano
Fuente: SIEMPRO
293
0,32
0,37
0,42
0,47
0,52
0,57
Oct 86
May 87
0,409
Oct 87 GBA
May 88
Oct 88
0,441
May 89
0,509
Fuente: SIEMPRO
Oct 89
May 90
Oct 90
May 91
Oct 91
May 92
0,422
Total aglomerados
Oct 92
May 93
0,448
Oct 93
May 94
Oct 94
0,470
May 95
0,449
Oct 95
May 96
Oct 96
Evo lució n de la distribució n del ingreso 1974-2002
0,495
May 97
Oct 97
0,472
May 98
Oct 98
0,504
May 99
Oct 99
0,480
0,495
May 00
Oct 00
May 01
0,531
0,509
Oct 01
May 02
0,551
Oct 02
Ese impacto sobre las situaciones de pobreza por ingresos, claro está,
no puede ser de ningún modo confundido con su impacto en términos
de reducción de las desigualdades o de (re)distribución del ingreso.
Respecto de la proveniencia de los fondos, como cita el decreto 450/
2002 (en el cual se instruye a la Secretaría de Hacienda del Ministerio
de Economía a que elabore un programa mensual de caja que priorice
los conceptos de gastos del Plan) el financiamiento de éste se nutrió en
su primera etapa del Tesoro Nacional, con fondos del sistema tributa-
rio. No se produjeron todavía, sin embargo, cambios significativos en la
base y los modos tributarios que permitan identificar un proceso de
cambio capaz de reducir el sesgo regresivo del sistema fiscal argentino,
que como se sabe, está asentado sobre impuestos indirectos que gravan
principalmente el consumo interno.
El pasaje, en la segunda etapa del Plan, al cofinanciamiento con
fondos provenientes de organismos multilaterales (U$S 636 millones en
2002) tampoco cambia esta situación, puesto que los gastos pasan a
revistar en capitales e intereses de deuda externa. Haciendo una com-
paración simple con el fuerte (y desordenado) shock redistributivo de
tipo regresivo efectuado por la vía de las medidas contemporáneas de
pesificación-devaluación316, el Plan no parece ser un instrumento rele-
vante de redistribución progresiva del ingreso.
durante la administración Duhalde. El nuevo plan social del gobierno ; Buenos Aires, marzo de
2002 (www.cta.org.ar).
294
Evo lució n del gasto público , el gasto so cial y el gasto so cial fo calizado 1997-2003
45.000
35.000
30.000
millones de pesos
25.000
20.000
15.000
10.000
5.000
0
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003
Año
Fuente: SIEMPRO
295
Luciano Andrenacci
296
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
317
Ver, a ese respecto, el capítulo de Álvarez en este volumen.
318
Ver, en este volumen, el trabajo de Abramovich y Federico.
319
Como agudamente señalan Pautassi, Rossi y Campos (op. cit., pág. 33), el Plan intervie-
ne en el mercado de trabajo fijando un piso de ingreso mínimo inferior al del salario
mínimo formal; al mismo tiempo que garantiza una distribución circular de lo “invertido”
de nuevo hacia el Estado a través de la estructura fiscal que regula el consumo interno.
297
Luciano Andrenacci
298
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
320
Aunque es esto materia de discusión, la integración en tres ejes ha creado más bien tres
“superintendencias de planes” que agrupan bajo su supervisión a los programas sociales
del Ministerio de Desarrollo Social. Se trata de un avance de racionalidad estratégica, cuyo
éxito depende, sin embargo, de la modificación efectiva de la dinámica de los 56 progra-
mas. La visión oficial se puede consultar en el “Informe de Ejecución Presupuestaria 2004”
d el Ministerio d e Desarro llo So c ial, d isp o nib le a enero d e 2 0 0 5 en http :/ /
www.politicassociales.gov.ar/PDF/INFORME_%20DE_%20EJECUCION_2004.pdf.
299
Luciano Andrenacci
321
La información está disponible en http://www.desarrollosocial.gov.ar/deslocal/PRE-
SENTACION MANOS A LA OBRA_version Web.zip.
300
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
301
Lo s pro gramas de emergencia
o cupacio nal y las o rganizacio nes
de deso cupado s: una relació n
co nflictiva322
Mariana Barattini323
Intro d uc c ió n
322
La información necesaria para realizar este trabajo, surge de entrevistas realizadas en el
marco de una investigació n mayo r en la cual he participado , llamada “Las nuevas
movilizaciones sociales. La experiencia de las organizaciones de desocupados”, junto a un
equipo compuesto por Maristella Svampa y Sebastián Pereyra en el Instituto de Ciencias de
la Universidad Nacional de Gral. Sarmiento (UNGS). Véase SVAMPA, M. y PEREYRA S.:
Entre la ruta y el barrio: la experiencia de las organizaciones piqueteras; Buenos Aires, Biblos,
2003. Cabe destacar que en este artículo se retoman algunos lineamientos discutidos en
dicha investigación y que fueron fundamentales para su realización. A su vez, este capítulo
se basa en mi memoria de Licenciatura en Política Social, “Los programas de emergencia
ocupacional, las organizaciones de desocupados y el Estado: una relación conflictiva”;
dirigida por Luciano Andrenacci y defendida en diciembre de 2002 en el Instituto del
Conurbano de la UNGS.
323
Universidad Nacional de General Sarmiento (mbaratti@ ungs.edu.ar).
Luciano Andrenacci
324
Una característica central de la política pública en la Argentina de los ‘90 fue la
combinatoria de estrategias macroeconómicas de ajuste estructural y de políticas sociales
de compensación y contención. Ver ANDRENACCI, L.: “Algunas reflexiones en torno a la
cuestión social y la asistencialización de la intervención social del Estado en la Argentina
contemporánea”; en ANDRENACCI, L.: Cuestión Social y política social en el Gran Buenos
Aires; Buenos Aires, Ediciones al Margen - UNGS, 2002; y CORAGGIO, J. L.: Política social
y economía del trabajo. Alternativas a la política neoliberal para la ciudad; Buenos Aires, UNGS
- Miño y Dávila editores, 1999.
304
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
325
Ver BECCARIA, L.: “Empleo, remuneraciones y diferenciación social en el último cuarto
del siglo XX”; en BECCARIA, L. y otros: Sociedad y Sociabilidad en la Argentina de los 90;
Buenos Aires, Editorial Biblos - UNGS, 2002.
305
Luciano Andrenacci
326
W OODS, M.: “Redes Clientelares en el Conurbano Bonaerense: usos del espacio y
formas de estructuración del poder local”; en Terceras Jornadas Internacionales Estado y
Sociedad: la reconstrucción de la esfera pública; Buenos Aires, CEA - UBA, 1998.
306
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
327
DANANI, C.: “Algunas precisiones sobre la política social como campo de estudio y la
noción de población objeto”; en HINTZE, S. (org.): Políticas sociales: contribución al debate
teórico – metodológico , Buenos Aires, CEA/UBA, 1996.
328
GRASSI, E.: Política y problemas sociales en el proceso de construcción del Estado neoliberal
asistencialista (1990-1998). Aportes a la antropología política en la Argentina, Buenos Aires, Tesis
doctoral, UBA, 1999.
307
Luciano Andrenacci
329
ANDRENACCI, op. cit.
330
LAURELL, A.,C.: “Para pensar una política social alternativa”, en Carlos VILAS (coord.):
Estado y políticas sociales después del ajuste. Debates y alternativas, México, Nueva Sociedad,
UNAM, 1995: p. 177.
308
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
331
CORAGGIO, op. cit.
332
CHIARA, M.: “El Nivel Local de Implementación de Políticas Sociales: Características y
Problemas. Algunas reflexiones en torno a los municipios del Conurbano Bonaerense”;
ponencia presentada en la jornada Pobres, pobreza y exclusión social, Buenos Aires, UBA/
CEIL-Conicet, 25 al 27 de agosto de 1999.
309
Luciano Andrenacci
333
AROCENA, J.: “La localización de las políticas sociales”, en PEÑALVA, S. y ROFMAN,
A.: Desempleo estructural, pobreza y precariedad, Buenos Aires, Nueva Visión, 1996.
334
ANDRENACCI, L., NEUFELD, M., RAGGIO, L.: “Elementos para un análisis de progra-
mas sociales desde la perspectiva de los receptores”, Buenos Aires, ICO-UNGS, 2001.
310
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
311
Luciano Andrenacci
335
Véase SCHUSTER, F.L. y PEREYRA,S.: “Transformaciones de la protesta social en Argen-
tina: balance y perspectivas de una forma de acción política”, en GIARRACA, N. Y AAVV:
Protesta social en Argentina. Transformaciones económicas y crisis social en el interior del país,
Editorial Alianza, 2001; y SVAMPA M.: “Las nuevas dimensiones de las protestas sociales”,
En revista El Rodaballo, Buenos Aires, 2002.
336
El Colectivo Situaciones es un grupo de jóvenes intelectuales que han desarrollado una
relación privilegiado con el MTD de Solano, en base a una concepción política ligada a las
teorías del contrapoder y la emergencia de una sociedad paralela.
312
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
313
Luciano Andrenacci
MTD So lano
337
Hombre, militante MTD Solano
314
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
338
Hombre, referente MTD Solano
315
Luciano Andrenacci
MTD Var
Varela
arela
“se le dice a todos los que están ahí, ‘loco tiene que estar la gente comiendo
porque después nos van a caer las inspecciones’, aunque no nos caigan, entonces
nosotros pedimos comedores, si vos tenés el plan y estás trabajando en un comedor,
estate atento porque puede venir la televisión, porque nos pueden hacer una campa-
ña en contra, que eso sí es real y acá tiene que haber gente comiendo, si vos presentás
que le das de comer a 80 tipos y nosotros vamos y presentamos al gobierno y te
bajan la mercadería por 80, tiene que haber 80 sentados comiendo acá”.
339
Mujer, militante MTD Varela
316
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
“si acá producimos alimento para 300 millones de personas en este país, vivi-
mos 35 millones y el 80% está cagado de hambre, tenemos petróleo a cagarnos,
cereales de todo tipo, variedad de clima de todo el mundo, la tenemos acá, tenemos
minerales, uranio hay una montaña en Mosconi, qué se yo, tenés capacidad inte-
lectual en la gente, en el pueblo, profesionales” 341.
340
Hombre, referente MTD Varela
341
Hombre, referente MTD Varela
317
Luciano Andrenacci
La CCC
“la lucha es por comida, y no para hasta conseguir la ocupación plena; por eso
los programas unen indisolublemente estos dos temas: comida y reapertura de la
fábrica. La gran aspiración de todos los que fueron obreros es volver a trabajar en
su oficio y en su fábrica, y la gran aspiración de muchas mujeres y jóvenes que
hacen en estos planes su primer experiencia de trabajo también es incorporarse a la
industria”
Se podría sostener que los planes aparecen como una forma de arti-
cular la cuestión reivindicativa y la cuestión política, aparecen en el
“centro” de la necesidad de subsistir y el derecho a trabajar. En el mis-
mo artículo, se sugiere una propuesta concreta para empezar a ligar el
318
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
342
Hombre, delegado barrial.
319
Luciano Andrenacci
del barrio María Elena hay máquinas y materias primas para la fabrica-
ción de alpargatas, que no está funcionando debido a la imposibilidad
de sostener el costo de producción:
“yo creo que con la forma que estamos haciendo, por más que hagamos pro-
ducción de panadería, producción de pizza, producción de todo esto, si la gente no
tiene para comprar, no hay trabajo que sea estable, no puede haber consumición, ni
siquiera de comida, de ropa, de libros, de todo, es todo general. Tiene que haber
fuentes de trabajo, después vos lo que hagas productivo que lo que te guste a vos,
que lo hagas como medio para salir de otra salida, bienvenido pero si no hay una
puesta en fábrica, la fábrica en producción, sea la construcción, sea metalúrgica,
sea plástico, sea lo textiles, si no hay fuentes de trabajo no se puede generalizar
nada, digamos hay una economía cero, porque estamos muertos, no hay salida,
está el país parado, paralizado” 344.
343
Hombre, equipo técnico central.
344
Hombre, delegado barrial.
320
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
La rrelació
elació n co n lo s go bier no s y co n lo s difer
bierno entes
diferentes
n iv eles d el Estad o en to r n o a lo s p lan es d e
emergencia o cupacio nal.
345
No parece haber sido ésta, sin embargo, una decisión estratégica de la Alianza. Ésta,
cuando asume en el gobierno en 1999, se encontró con un nuevo entramado de actores
que reclamaban participación en la gestión de los planes que “formalmente” se venían
implementando desde los niveles municipales. La acción directa de las organizaciones de
desocupados a días de asumir la Alianza, puede determinar que más que una decisión
estratégica, fue una respuesta dada por la coyuntura conflictiva de ese momento. Como
comentó un referente de un MTD: “teníamos una relación directa con el Ministerio de
Trabajo de Nación, porque a los dos días que hicieron la asunción nosotros caemos con
una marcha, ni siquiera tenían los papeles ordenados, no entendían nada los tipos y desde
ahí entablaron un diálogo con nosotros”.
346
Es necesario tener en cuenta que las organizaciones de desocupados empezaron a
actuar en el Gran Buenos Aires, imitando las experiencias de acción directa de organizacio-
nes del interior, entre los años 1996 y 97.
321
Luciano Andrenacci
tendían a ser absorbidas por esa red clientelar, trabajaban para el muni-
cipio y a veces en barrios que no eran los propios. Las organizaciones
más grandes lograron coexistir con la red punteril actuando como “una
municipalidad paralela” en la gestión de los planes.
Esta situación se modifica durante el gobierno de la Alianza, mo-
mento en el que las organizaciones “chicas” consiguen empezar a gestio-
nar directamente planes Trabajar, decisión quizás impulsada por la ac-
ción directa de las organizaciones. Éstas ahora debían “legalizar” su con-
dició n, co nvirtiéndo se en o rganizacio nes no gubernamentales co n
personería jurídica, capaces de presentar proyectos para ponerlos en
práctica tras su aprobación por el Ministerio de Trabajo de Nación. Ese
cambio en el modo de implementación modificó las reglas del juego en
el manejo de los planes y el entramado de actores ligados a la gestión.
Durante el segundo período analizado (1999-2001), la estructura
punteril justicialista continuó desarrollando sus prácticas en los ba-
rrios, pero desde un lugar quizá más pasivo al de los “años dorados” del
gobierno de Menem. Las organizaciones de desocupados más pequeñas,
gestionando directamente los planes, lograron constituirse en actores
autónomos con poder de convocatoria y presión, utilizando como he-
rramienta de acción directa el “piquete”347. Las organizaciones de mayor
envergadura y con “historia” en el manejo de los planes, continuaron
con las mismas prácticas que en el primer período 348, diferenciándose
en muchos aspectos de las organizaciones que lograron consolidarse en
el gobierno de De La Rúa.
Este apartado tiene como finalidad ver la relación de las dos corrien-
tes seleccionadas con los niveles del Estado en uno y otro gobierno,
indagando acerca de su posicionamiento frente a los planes y en los
conflictos que se generaron al entrar en escena como “nuevos gestores”
de políticas sociales. Anteriormente se marcó, por un lado, un quiebre
347
El piquete es una nueva modalidad de protesta y hace referencia principalmente a los
cortes de ruta, experiencia inaugurada por el cutralcazo en 1996. La idea fundamental del
mismo, es impedir la circulación de mercancías como forma de “parar al país”. Se puede
hacer entonces un paralelismo con el sentido de las huelgas en las fábricas, pero hoy los
desocupados están “afuera” y sus reclamos adquieren visibilidad y otro significado.
348
Si bien hay continuidad en lo que es la implementación de los planes, la diferencia
radica en que aparece como instancia central del gobierno el nivel nacional. La relación
entre las organizaciones con trayectoria y el Ministerio de Trabajo de Nación, implica otro
tipo de negociación, salteando las instancias municipales y provinciales.
322
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
349
En relación al tipo de proyectos que llevó adelante la CCC, podría sostenerse que se
siguieron los lineamientos del programa en cuanto a las tipologías de proyectos. A su vez,
eso provocaba que en los barrios exista una disputa con los punteros por los espacios en
donde cada uno tenía que trabajar, hecho que provocó enfrentamientos, como ya se ha
dicho, a pesar de la legitimación que tenía la organización como gestora del programa.
323
Luciano Andrenacci
350
El Plan Barrios Bonaerenses se lanza en julio del 97 para implementarse en el conurbano
bonaerense para paliar el desempleo y esta destinado a familias sin ingresos. Esta financia-
do por el gobierno provincial, siendo el instituto provincial de empleo (IPE) la unidad
ejecutora. La modalidad de ejecución consiste en convocar a entidades intermedias a la
presentación de proyectos de mejoramiento urbano ante el IPE o en las intendencias de sus
distritos y también los municipios pueden constituirse en contrapartes del plan. La
preselección de beneficiarios la realiza la institución o el municipio patrocinante, pero la
selección definitiva, el armado de cuadrillas y elección del coordinador de cuadrilla lo
realiza un equipo del IPE. Los proyectos deben durar 6 meses, pero los trabajadores
pueden permanecer hasta 2 años como beneficiarios. Se arman cuadrillas de 10 trabajado-
res, que cobran un salario de $200, con un plus de $150 para el coordinador de la
cuadrilla. (Woods, op. cit.)
351
Idem.
324
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
Menem.
353
Hombre, referente principal.
354
Hombre, referente principal
325
Luciano Andrenacci
“era la batalla constante con los punteros en los barrios, algunos de nosotros,
en el caso particular mío, en dos oportunidades con las patotas agrediéndonos,
golpeándonos, porque era muy fuerte ese enfrentamiento con los punteros, noso-
tros planteamos la cuestión de que nos respeten. (...)cuando comenzaban los pla-
nes Barrios Bonaerenses que fuimos agredidos algunos de nosotros por los punte-
ros, porque les hacíamos mucho quilombo en los obradores, reclamando por ejem-
plo herramientas, los elementos para trabajar, las botas, los guantes, porque estos
hijos de puta los hacían trabajar a la gente metiendo la mano en la zanja, sin botas,
entonces nosotros hacíamos paro, te sentaban así, hacíamos sentadas, exigiendo
las herramientas, llamando a los medios, denunciándolos que nos querían hacer
trabajar sin herramientas y eso les generaba mucho quilombo a los tipos” 355.
“represión, un hostigamiento del aparato del PJy de la policía, sobre las bases,
impresionante, el comisario citando a personas, a la gente de los barrios, interro-
gándola, bueno, el apriete de los punteros, que vas a perder el plan, que esto que el
otro, pim, pum, pam”.
355
Hombre, militante MTD Solano
326
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
“se intentó desde el vamos también en un momento querer arrebatar ese mane-
jo y el municipio se puso duro y utilizó el ejercito de punteros, amedrentación a la
gente, la amenaza de que si vas te doy la baja, si vas a la ruta te doy la baja”356 .
356
Hombre, referente MTD Varela
357
Al finalizar el gobierno de Menem, el MTD Varela tenía aproximadamente trabajando
para el municipio a 400 personas y el MTD Solano a 120.
358
Hombre, referente principal
327
Luciano Andrenacci
“La indignación yo creo que fue lo que movilizó a muchísimos compañeros a venir
a la parroquia por una movilización que hubo porque resulta que los punteros eran los
señores feudales en el barrio y los sometían a ese tipo de prácticas, eso generaba
indignación y nosotros tomamos esa indignación y dijimos bueno se tiene que acabar
esa impunidad y ahí empezó el trabajo de canalizar esa rebeldía, esa rebelión que la
persona por dentro sentía que se le rompía algo no? Que a vos te digan bueno tenés que
venir a planchar a lavar cuando la gente sabía que eso tenía que ser para la comuni-
dad, bueno, entonces esa rebeldía creo que se pudo canalizar a través del MTD de una
manera positiva, bueno a esto dijimos le tenemos que poner fin, no puede ser” 359.
328
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
“(...) nosotros 3 días después que ganó De La Rúa nos hemos estado movili-
zando, hemos hecho una asamblea en Florida y Corrientes, cuando estaba el futu-
ro gabinete reunido con De La Rúa, hemos hecho una asamblea de 6000 compañe-
ros en la propia city, 3 días después de las elecciones” 361.
361
Hombre, referente principal CCC.
329
Luciano Andrenacci
período a partir del manejo directo de ese programa. Tuvieron que or-
ganizarse “legalmente”, presentándose como ONG’s con personería ju-
rídica. En ese momento la versión III del Trabajar tenía como objetivo
reforzar la participación de las organizaciones de la sociedad civil en la
gestión del programa. Como dijeron miembros de la Unidad Ejecutora
Central del Trabajar cuando se les preguntó acerca de la participación
de las ONG’s: “al principio del Trabajar III, hubo una movida muy inte-
resante para promover el desarrollo de las ONG´s que tuvo relativo éxito
en algunos lugares, pero en general no, hubo una intención de promo-
ver más la participación de las ONG´s, pero no fue una movida exitosa,
en algunos lugares fue mejor que en otros. Hay un problema que tiene
el programa, que de la otra parte exige una contraparte de dinero im-
portante a veces, que generalmente en una sociedad civil no existe”.
Es importante destacar que los MTD pese a que presentaron proyec-
tos por la vía formal, sólo consiguieron los planes mediante la acción
directa:
“(...) ni un solo plan lo hemos logrado sin cortar la ruta, más allá de presentar
los proyectos con un sello y todo eso, los cortes de ruta era lo que definía si nos
daban los planes” 362.
362
Hombre, referente MTD Solano.
330
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
363
Hombre, referente MTD Solano.
331
Luciano Andrenacci
todos porque somos los más malos, no es esa nuestra política. Pero
tampoco somos los conciliadores, los negociadores. Ni lo único ni lo
otros. Simplemente saber medir los pasos, a quién pegarle y hacerlo en
el mo mento indicado . Lo que está claro es que ho y no so tro s depen-
d emo
emos de lo que le sacamos al estado para organizarnos” (Colectivo
Situaciones y MTD Solano, 2002).
Esa confrontación con la Alianza y el grado de organización que
iban adquiriendo, provocó el aumento en cantidad de planes durante
ese período, situación que les permitió consolidarse, lograr autonomía
y crecer. Como dice el MTD Solano:
O Varela:
“Y bueno, así empezamos, después fueron 70, después fueron 200, después
fue la ruta, después fueron 1000 y ya ahí perdimos la cuenta, hablamos de 70, de
a 100, de a 1000, de a 1500” 365.
364
Hombre, militante MTD Solano.
365
Hombre, referente MTD Varela.
332
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
A mo do de co nclusió n
333
Luciano Andrenacci
una “masa” que responde, pero sí de una línea que se pretende trabajar
y desarrollar. Cómo se hace esa “bajada”, tiene que ver justamente con
cómo se plantea la relación de los referentes principales con la gente
común, con la gente de los barrios. Puede haber un respeto y cierta
confianza hacia el referente, que hace que se acepten con poca discu-
sión los lineamientos de éste o estos; pueden llevarse los temas a una
discusión más profunda o puede guiarse la discusión para acotar los
tiempos de decisión.
Lo cierto es que cuando una organización adquiere un grado de
masividad importante, la democracia directa, la participación amplia,
el consenso, etc., encuentra trabas que influyen directamente en el ni-
vel de “conciencia” de los miembros de la organización. Cuando ésta se
torna masiva, la discusión política, “el trabajo en la conciencia”, queda
muchas veces reducido a unos pocos, a los referentes barriales y/o a los
militantes activos, y los receptores de los planes no adquieren la prácti-
ca participativa y deliberativa. Otras organizaciones insisten en esa for-
ma de “hacer política”, pero dado el grado de masividad, las decisiones
son tardías, la forma de construcción es lenta y muchas veces la coyun-
tura “los pasa por arriba”.
En cuanto a la significación de los planes, es relativamente claro que
no todos los que son receptores de los planes y que participan en estas
organizaciones reformulan el sentido de los mismos. Algunos estable-
cen una relación instrumental con la organización, otros establecen un
vínculo más estrecho con ella y otros ni siquiera diferencian al puntero
de la organización. Ver al plan como un medio y no como un fin es una
cuestión que se plantea, pero que muchas veces no se trasmite (o por-
que no se logra o porque no se quiere) a los receptores.
En la discusión o en el discurso de los referentes más importantes
aparece como una obviedad que el plan es “una migaja del Estado”, que
es un medio para la organización y para incorporar la lucha, en este
caso por el plan, como una práctica social reivindicativa que puede
trasladarse hacia otras demandas. Sin embargo, hay relatos de los recep-
tores en donde el plan aparece como el fin último y la organización
como la “dadora” de ese beneficio, de ese puesto de trabajo, como algu-
nos incluso lo caracterizan. Esto reflejaría un desfasaje entre, por un
lado, la pretensión de las organizaciones de superar la cuestión clientelar
o asistencial y la necesidad de generar “conciencia en las bases”; y por el
334
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
366
En los años 1996 y 1997 tuvieron lugar las dos puebladas en Cutral Có y Plaza Huincul
(Neuquen), que fueron fuertemente reprimidas (en la segunda pueblada, abril de 1997
muere Teresa Rodriguez). En 1997 también tuvieron lugar la represión en Moconi, Tartagal
y Jujuy. En el mismo año en un corte de ruta en La Matanza la policía amenazó con reprimir
si no levantaban el corte. El 17 de diciembre de 1999 en una protesta en Corrientes
murieron dos personas. En puebladas en Salta entre los años 2000 y 2001 han muerto 5
personas por la represión de gendarmería.
335
Luciano Andrenacci
336
Entre la hiperinflació n y la
devaluació n: “saqueo s” y o llas
po pulares en la memo ria y trama
o rganizativa de lo s secto res
po pulares del Gran Bueno s Aires
( 1989- 2001) 3 6 7
Intro d uc c ió n
367
Una primera versión de este capítulo fue presentada como ponencia en la IV Reunión
de Antropólogos del MERCOSUR entre el 11 y 14 de noviembre del 2001 en Curitiba y
luego publicada en la Revista de Antropología Vol. 44 Nº 2, del Departamento de Antropo-
logía de la Faculdade de Filosofia, Letras e Ciencias Humanas de la Universidade de Sao
Paulo en diciembre de 2001.
368
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires (mneufeld@ ciudad.com.ar).
369
Instituto del Conurbano, Universidad Nacional de Gral. Sarmiento (ccravino@ ungs.edu.ar
y criscrav@ hotmail.com).
370
Este artículo es producto de un trabajo de investigación que se desarrolló en el Area
Condiciones de Vida y Políticas Sociales del Instituto del Conurbano de la Universidad
Nacional de General Sarmiento.
Luciano Andrenacci
371
Ver, por ejemplo, VVAA 1999.
372
Nos referimos a los últimos meses del gobierno radical del Dr. Fernando De La Rúa..
373
El archivo hemerográfico de 1989-90 fue confeccionado por la estudiante María Rosa Silva.
374
Los datos estadísticos que aportan cifras desagregadas por municipios son los propor-
cionados por el Censo de Población y Vivienda realizado por el INDEC (Instituto Nacional
de Estadísticas y Censos) de 1991.
338
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
375
Ver KOHAN, Gustavo y FOURNIER, Marisa: La situación local. La inserción laboral de
cuatro partidos de la Región Metropolitana de Buenos Aires; San Miguel, ICO/UNGS, 1998.
339
Luciano Andrenacci
376
EZPELETA, Justa, y ROCKW ELL, Elsie: “Escuela y clases subalternas”, en Cuadernos
políticos N° 37, Editorial Era, julio-septiembre 1983.
377
JAMES, Daniel: “17 y 18 de octubre de 1945: El peronismo, la protesta de masa y la
clase obrera argentina”; en TORRE, Juan Carlos: El 17 de octubre del 45; Ariel, Barcelona,
1995, pp. 104-5
340
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
378
El corpus hemerográfico con el que trabajamos está integrado por las ediciones de los
últimos días de mayo y la primera quincena de junio de 1989 de Página 12 (de circulación
nacional), del Periódico “Pueblo” (editado por la Unidad Popular, y de circulación en el
entonces municipio de General Sarmiento), dos números – de junio y julio de 1989 de la
revista de la Asociación Comercial y una serie de diez números del diario local “La Hoja”
de San Miguel, editados en 1999 (a diez años de los saqueos), así como artículos de 1989
de La Prensa, Crónica y Nación.
379
Nos referimos a Crisis social, medios y violencia. A diez años de los saqueos en Rosario,
V.V.A.A, CEHO, CECYT, CEA-CU, Universidad Nacional de Rosario, 1999.
380
Idem.
381
En ocasión de la presentación de nuestra ponencia ante la IV Reunión de Antropología,
Curitiba, Brasil noviembre de 2001, que antecede a este capítulo, conocimos un análisis de
los saqueos en la historia reciente de Fortaleza, en el estado de Ceará, realizado por DE
CASTRO NEVES, Frederico: A Multidao e a História. Saques e outras acoes de massas no Cear;.
Relume Dumará, Rio de Janeiro, 2000.
341
Luciano Andrenacci
342
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
382
Durante los gobiernos de Raúl Alfonsín y Carlos Menem, hubo alzamientos militares
cuyos protagonistas fueron denominados “carapintadas”, haciendo alusión a los camuflajes
bélicos.
383
Médicos del Hospital Larcade, de San Miguel; nos relataron aquellos momentos, afir-
mando que ese nosocomio se convirtió “en hospital de campaña”, atendiendo a los heridos
en los enfrentamientos y saqueos.
343
Luciano Andrenacci
344
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
345
Luciano Andrenacci
384
Encontramos algunas semejanzas con lo planteado por Auyero respecto de los protago-
nistas de los cortes de ruta en Cutral-co y Plaza Huincul, que Gould denomina “identidad
participativa”. Ver AUYERO, Javier: “La vida en un piquete. Biografía y protesta en el sur
argentino”; en Apuntes de investigación. Cecyp. Buenos Aires, 2002.
346
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
385
Las entrevistas son muy elocuentes en este sentido.
386
Nos parece interesante relacionarlo con las conclusiones arribadas por James cuando
afirma que “El 17 de octubre no estaba manchado por ningún vínculo con la política
tradicional y con los intereses particulares. Dentro de este contexto, admitir algunos de los
hechos violentos y turbulentos acaecidos en esa jornada habría empañado la legitimidad y la
autenticidad del significado simbólico que llegaron a tener”. Ver JAMES, 1995 op. cit.: p. 106.
387
Hornstein afirmaba “el trabajo habitual, hasta el más calificado, parece improductivo. La
especulación pasa a ser la única forma de preservarse de la inflación, nunca el trabajo. Lo cotidiano
es invadido por lo económico. Todo argentino se ha convertido en un broke.”; en HORNSTEIN,
Luis: Práctica psicoanalítica e historia; Paidós, Buenos Aires, 1993: p. 230.
347
Luciano Andrenacci
388
En el lenguaje popular equivale a “hombre”.
348
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
349
Luciano Andrenacci
tro de una hora va a venir el barrio tal, está viniendo”. Esta mujer los asociaba
a “terroristas” 389.
Merece resaltarse el sentido que tenían estos rumores: fijaban a cada
persona en su casa, con miedo al exterior, al vecino del barrio cercano,
sólo confiando en la ayuda de quien vivía en el propio. Esto permitiría,
un mejor control390 de la población por parte de las autoridades e impe-
diría nuevos saqueos.
La vida diaria estaba totalmente trastocada, a tal punto que una veci-
na afirmó: “yo hice tantas cosas raras en ese tiempo” 391. Horstein señala:
“Nadie sabe hoy cuál es el lugar que tiene en la sociedad, pero lo que es más grave
aún, nadie sabe qué lugar tendrá cuando el fenómeno cese. Cunde la desconfianza,
ya que las reglas del juego, tanto económicas como sociales, cambian tan vertigino-
samente que más que reglas cambiantes,, son reglas ausentes. Se produce, en
muchos, un retorno a una modalidad de pensamiento mágico, consecuencia del
desvalimiento y el desamparo” (1993 op. cit.: p. 230).
Los saqueos, sin duda, produjeron, un sentimiento generalizado de
miedo. Aquellos que habitaban los barrios del centro de la ciudad y los
de clase media temían la invasión de una “masa humana hambrienta”
que vendría a saquear (a esto hacen referencia los medios gráficos). Sin
embargo, en las “villas miseria” y asentamientos del Conurbano Bonae-
rense, lo mismo en otras conurbaciones de las principales ciudades del
país, el miedo tuvo consecuencias concretas y provocó acciones defen-
sivas y ofensivas organizadas.
389
” Nos decía: “para poner a un pueblo a un barrio así con ese terror, serían terroristas”
(Mónica, José C. Paz). Si bien llamativamente no aparecen en los relatos los “activistas”
(para confirmar o refutar los que afirmaron una y otra vez las autoridades y los medios de
comunicación) esta entrevistada afirmaba que estas mismas personas “… (hablábamos con
mi marido) eran tipos que le iban dando armas a la gente”.
390
Esta práctica de intentar fijar a los sujetos en el perímetro de su barrio, nos sugiere
parecidos a la imagen de Foucault (1998) sobre los “apestados” prendidos a “un reticulado
táctico meticuloso”. Ver FOUCAULT, Michel: Vigilar y castigar. Editorial SSXXI., México,
1998.
391
Como dice Horstein (op. cit.), la hiperinflación ataca el núcleo de permanencia de la
vida.
350
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
Cual si fuera un naufragio, las mujeres y los niños eran los más
“vulnerables” y los hombres eran los “responsables” de la protección de
los distintos barrios. Los periódicos mostraron fotos refiriéndose a “ejér-
citos”, que podían verse portando palos y cuchillos., al mismo tiempo
que policías fuertemente armados defendiendo a los supermercados.
Una entrevistada que participó directamente de los saqueos nos re-
lató: “Y después, no sé, nos escuendíamos todos... Cada marido, ¿no? hacía la
guardia en las esquinas por los hijos, porque decían que la casa no era tan segura
y teníamos que correr... un día me refugié allá, en una casa (… ), que era como una
linda casita, y que era como decir, de losa, era como reforzada y entonces nos
metíamos todos ahí... la señora nos permitía...¡estuvimos tres días, tres noches así!
No dormíamos, los papás y las mamás... (Teresa, José C. Paz)
Los rumores apuntaban centralmente a aquellos que habían partici-
pado de los saqueos, tal como una vecina recordó . Esto llevó inclusive a
situaciones tan extremas como la que nos comentó la citada entrevista-
da: “Yo ya estaba cavando un pozo atrás de mi casa para poner a mis hijos, del
miedo que me hacían dar!”
392
Ver CRAVINO, M.C.; FOURNIER, M.; NEUFELD, M.R. y SOLDANO, D.: “Vida cotidiana
e implementación de políticas sociales: receptores y mediadores en un barrio del Conurbano
Bonaerense”; en ANDRENACCI, L. (coord..): Cuestión social y política social en el Gran
Buenos Aires; Buenos Aires, Ediciones Al Margen/ UNGS, 2002.
351
Luciano Andrenacci
nada por el estilo y nos vimos en la necesidad de crear una fuente de alimentación,
organizar algo para poder dar de comer… viene a ser a criaturas, gente, madres
embarazadas, madres solteras, familias en sí pero pertenecientes a este barrio. Nos han
facilitado la Capilla para hacer una olla popular” (Gonzalo y Teresa de José C. Paz).
La presencia de las ollas populares es el aspecto menos destacado
por los medios de comunicación, sin embargo fue el de mayor impacto
en la vida cotidiana. Se obtenían los alimentos de diferentes formas393:
estaban los aportes de los que tenían algún ingreso, de los que habían
acopiado en los saqueos, pero mayoritariamente los municipios y co-
merciantes de la zona eran los que “colaboraban”. Gonzalo (José C. Paz)
nos dijo: “los requeríamos de la Municipalidad, de donaciones que hacía la gente,
la gente aquella que habían participado muy directamente con los saqueos, viene a
ser, los que mayor parte se habían llevado venían y colaboraban a sabiendas de que
había una necesidad unánime, viene a ser mayormente criaturas era los que se
intentaba asistir. Nos facilitaban harina, fideos, polenta, todo tipo de cosas para
poder armar algunas comidas. Íbamos a manguear a los comercios y nadie quería
dar nada, pero había así algunos entre tantos recorridos que pegábamos, que
venían y nos daban.”
Cada día había que empezar de nuevo. Como un punto de quiebre,
a partir de ese momento, los municipios comenzaron a ser proveedores
de alimentos –de forma continua y/o discrecional- en una situación de
“emergencia” que devino en permanente394.
393
Un entrevistado nos mostró un minucioso registro de lo entregado, de lo comprado, de
quiénes recibían alimentados. Nadie podía prever como continuaría la historia y si alguien
exigiría rendición de cuentas.
394
Prevôt-Schapira afirma que “La interrupción del Plan Alimentario Nacional (PAN) en el
momento de mayor hiperinflación (mayo de 1989) obligó al gobierno provincial y las
municipalidades a responsabilizarse de la asistencia alimentaria: ollas populares, comedo-
res comunitarios, distribución de víveres”; en PREVÔT-SCHAPIRA, Marie-France: “La con-
solidación municipal en el Gran Buenos Aires: tensiones y ambiguedades”; en Revista
Estudios Sociológicos, Vol. XI, núm.33, México, setiembre-diciembre de 1993: p. 790.
Señala M. Chiara que, si bien no se produjeron modificaciones en el status de los munici-
pios del Conurbano, a partir de la hiperinflación de 1989 se modificaron las condiciones
y las funciones que ejercieron, que hasta ese momento sólo se concentraban en el primer
nivel de atención de la salud y algunas actividades de cultura y deporte. Las procesos que
modificaron las condiciones principalmente son tres:” la caída de los recursos, la conse-
cuente rigidización del gasto a la baja y la ampliación de las plantas en términos agrega-
dos”. En cuanto a las nuevas tareas posteriores a la hiperinflación menciona el Bono
Solidario y el Plan País. Ver CHIARA, Magdalena: “Las políticas sociales en el Gran Buenos
Aires en los noventa. Algunas reflexiones acerca del régimen local de implementación”; en
Revista Quivera Nº 4, Año 2, México, 2002.
352
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
395
En los municipios del noroeste del Conurbano, nuestras zona de estudio, los comer-
ciantes elevaron cartas a las autoridades y demandaron indemnizaciones.
353
Luciano Andrenacci
396
Podemos citar la experiencia de Juan (San Miguel) “Después me preocupé por hacer un
horno de pan, que lo hice acá en mi casa, un grupo de 10 familias. Eso nos ayudaba la
asociación civil X, era una institución que nos ayudaba”.
397
“Los historiadores sociales y los científicos sociales generalmente reservan el término
“acción colectiva” para episodios que comprometen a participantes que no actúan juntos
de modo rutinarios y/o que emplean medios de acción distintos que adoptan para la
interacción cotidiana. En este sentido acotado, la acción colectiva se parece a lo que otros
analistas llaman protesta, rebelión o disturbio”; en TILLY, Charles: “Acción colectiva”;
Secyp. Apuntes de investigación, Año IV, Nº 6, noviembre de 2000: p. 10.
354
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
tentos más o menos deliberados por coordinar acciones colectivas, los sindicatos y
las asociaciones revolucionarias surgen de “esa preocupación”. Sin embargo, mu-
chas de ellas fueron un subproducto de la interacción social rutinaria (...)”.
Los actores de estos asentamientos del Conurbano compartían la
experiencia de la constitución del barrio como un hecho de construc-
ción colectiva, donde conocieron la reciprocidad, y/o la organización
para la superación de las adversas condiciones habitacionales, aunque
con dinámicas organizativas y vínculos con las instituciones de “fuera”
del barrio diferentes entre los dos casos analizados. Los partidos políti-
cos tenían presencia, pero parecían estar en un segundo plano, a dife-
rencia del presente en el que éstos disputan o cruzan este entramado
organizativo.
Por esta razón, no coincidimos con las teorizaciones que presentan a
los saqueos y las ollas como respuestas “espontáneas” de los habitantes
de los asentamientos y “villas miseria” del Conurbano. E. P. Thompson
con su concepto de “economía moral de las masas” se opone a las visio-
nes economicistas o mecanicistas que asocian de forma directa hambre y
motín. Por el contrario, este proceso de la protesta aparece mediado por
la representación de los sujetos involucrados en estos hechos. Destaca,
además, la centralidad de la noción de legitimidad sobre la base de
derechos cuyos límites están fijados cultural y socialmente:” Es posible
detectar en casi toda acción de masas del siglo XVIII alguna noción legitimante.
Con el concepto de legitimación quiero decir el que los hombres y las mujeres que
constituían el tropel creían estar defendiendo derechos o costumbres tradicionales,
y, en general, que estaban apoyados por el amplio consenso popular era confirma-
do por una cierta tolerancia por parte de las autoridades, pero en la mayoría de los
casos, el consenso es tan marcado y enérgico que anulaba las motivaciones de
temor o respeto” 398.
Claramente, en los años 2000 y 2001 la imagen de los saqueos no
pertenecía al pasado. Fue utilizada recurrentemente como metáfora para
la descripción de la gravedad de la situación. Dos tramos de los relatos
de los entrevistados fueron elocuentes: Gonzalo (José C. Paz) nos dijo:
“Acá por lo menos, no sé si ustedes están recorriendo los barrios de mayor necesi-
dad, donde más se esta creando este tipo de situaciones, que se comenta algo el tema
de las posibilidades que antes de las fiestas...(se refiere a la finalización del
año 2000) y ya la gente acá es un revuelo, acá ya la gente hoy por hoy viene a ser
398
THOMPSON, E.P.: Costumbres en común; Ed. Crítica, Barcelona, 1995.
355
Luciano Andrenacci
está palpando que algo se viene, algo se acarrea entre manos a niveles políticos,
viene a ser porque la subsistencia no le da a nadie para llenar la panza de nadie y
nada por el estilo” . Raquel (José C. Paz) afirmó “...es tal la desesperación de la
gente por la falta de trabajo, por la miseria que hay que tenemos miedo de volver a
los saqueos, esto va a estallar, vamos a volver a los saqueos” . Y seguidamente
separa esta afirmación de toda posible connotación política “ La gente dice
la política no está conmigo”. Sintetiza diciendo: “uno se siente mendigo de un
derecho... le pongo una curita a este cáncer”.
A medida que avanzaba el año 2001, las semejanzas y vínculos entre
1989 y el presente permitían la aparición de nuevos rumores, dando
vitalidad al fantasma de los saqueos y recreando los límites de la legiti-
midad social. Sin embargo, en este caso los hechos se presentaban inser-
tos dentro de una trama política local y provincial diferente. Tal es el
caso del que informaba un diario local del 27 de julio de 2001 399, en su
nota denominada “Ishi insiste que hubo saqueos”400. Aquí podemos pre-
sumir que la polisemia de la palabra “saqueos”, que en este caso provino
de la jerga po licial en relació n co n acto s de ro bo , permitía un uso
resignificado, debido a que se constituía como condición de posibili-
dad como “saqueos” en los términos de lo ocurrido en 1989 y 1990.
El diario Clarín del 24 de junio de 2001 (pág. 8) retomaba esta
polémica acerca de cómo caracterizar a los hechos y afirmaba en el artí-
culo titulado “El saqueo que nunca se produjo” que “Clarín no encontró prueba
alguna de que efectivamente haya habido saqueos” 401 . El deslizamiento de sig-
nificado no fue casual. El mismo día del supuesto hecho se realizó un
piquete en una avenida cercana en protesta al deterioro de dicho acceso
- fundamental en la comunicación dentro del municipio, donde abun-
399
Ya en mayo del 2000 hubo una serie de incidentes a partir de las afirmaciones de un
concejal del Frepaso del municipio de San Miguel. Dicho edil desmintió y afirmó que sus
palabras fueron malinterpretadas. (La Hoja, 31 de mayo 2001. Pag. 5).
400
Se afirma “...Mario Ishi dio una conferencia de prensa. Además de explicar la dramática
situación económico social del distrito, volvió al tema de los saqueos, que él mismo había anunciado
que había ocurrido en el distrito de junio. “Quiero aclarar a los periodistas que hablaron y decirles
que si yo digo que hubo saqueos es porque los hubo y lo sostengo. Lo digo porque tengo documentación
de la policía que me manda al municipio, donde dicen que a las 19 estaban saqueando en la Avenida
Croacia”.”
401
Como era de esperar ese comercio sí efectivamente fue saqueado en diciembre del
2001. En la recorrida realizada luego de los saqueos, pudimos constatar que no quedaba
nada de las instalaciones, incluyendo el alambrado perimetral. Nuestros entrevistados
pusieron énfasis en estos aspectos.
356
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
402
A modo de ejemplo podemos citar lo dicho por Rosario (José C. Paz), trabajadora de
una guardería infantil: “No todas las escuelas de la zona cuentan con comedor, y los que
existen no dan abasto, son deficientes. Los chicos comen apurados porque vienen los otros
atrás, a veces si son tres de una familia come uno y el resto espera afuera”.
357
Luciano Andrenacci
403
Las medidas financieras impactaron claramente en la clase media y esto podría explicar
en parte los cacerolazos. Sin embargo, la disminución de dinero circulante también generó
importantes inconvenientes en el circuito económico informal, que incluía por ejemplo el
reciclado de materiales de desecho por parte los “cartoneros” o “cirujas” –de lo que
subsistían un importante número de familias del conurbano-.
358
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
404
Por otra parte, el Modin tampoco podía ser el causante de los rumores, como fueron
asignados en 1989, porque había pasado a ser un partido sin gran significación.
405
En este mismo reportaje Juan José Alvarez resaltó. ..”la policía está para combatir el delito.
No para frenar a saqueadores. Está para que, si hay un intento de robo, emplee su arma. Ahora, a
ese policía le llegan cincuenta o cien persona, mujeres con chicos en brazos, a saquear un comercio
¿Qué hace el policía?¿tira? No. Se corre. Eso es lo que se vio por televisión”. Estas afirmaciones
darían lugar a que los saqueos no fueran tipificados como delito.
359
Luciano Andrenacci
406
El caso paradigmático fue el de W han Cau So, ciudadano chino, de Ciudadela que fue
elegido por los medios televisivos como una muestra de los saqueos, que se descompuso
delante de las cámaras ( Clarín, 19 de mayo de 2002) y que inclusive llegó a decirse que se
suicidó (hecho que luego fue desmentido)
360
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
407
Sobre el tema del trueque puede consultarse a José Luis CORAGGIO: Economía popular
urbana: una nueva perspectiva para el desarrollo local, UNGS, 1998; o Inés GONZALES
BOMBAL: Sociedad y sociabilidad en la Argentina de los ’90 ; Editorial Biblos-UNGS, Buenos
Aires, 2002.
361
Luciano Andrenacci
Según Clarín del 19 de mayo del 2002 hubo 9 muertes en el Conurbano Bonaerense
408
362
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
Cier
Cierrr e
411
Algunos incorporaron la atención los fines de semana, momento en que anteriormente
las familias quedaban libradas a sus exiguas posibilidades de obtener alimento.
412
Respecto al rol que tuvieron estas organizaciones en los saqueos, es un tema fuertemen-
te controvertido. Por un lado existen denuncias de organizaciones piqueteras respecto a la
trama política (léase acusaciones al Partido Justicialista) y por otra parte las autoridades y
la policías las acusa de incitar y participar en los saqueos.
413
Clarín el día 22-12-01 afirmaba que el Secretario de Seguridad de la Provincia de
Buenos Aires afirmó que la orden fue “no actuar salvo que se lleven algo que no sea
comida”.
414
Merece destacarse que de los 9 muertos que registra la prensa en el Conurbano Bonae-
rense, 7 murieron a manos de comerciantes. Un proceso que llevó a modalidades de
defensa por parte de los comerciantes puede atribuirse al creciente número de robos de los
que son victimas, a los que los medios de comunicación le dedican un espacio central.
363
Luciano Andrenacci
364
La ciudad co mo o bjeto de la
po lítica so cial415
Intro d uc c ió n
415
Este trabajo fue elaborado con base en la investigación “Ingreso ciudadano y condicio-
nes urbanas. Aportes para una estrategia de política social del gobierno nacional”. Realiza-
da por las autoras para la Secretaría de Tercera Edad y Acción Social, Ministerio de
Desarrollo Social y Medio Ambiente, Septiembre 2001.
Luciano Andrenacci
366
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
416
No es el objetivo de este trabajo presentar el estado de la cuestión sobre la relación
Espacio – Sociedad, vale mencionar que consideramos al campo de la investigación urba-
na inserto en una dinámica articulada entre espacio-sociedad. Según Gregor y Urry (1985:2),
el espacio es el sustrato material, el medio y el resultado de las acciones y relaciones
sociales. La espacialidad en tanto espacio socialmente construido no es, entonces, mera-
mente la arena en la que los conflictos sociales se expresan, sino el dominio dentro del cual
- y en parte a través del cual - las relaciones sociales son constituidas.
417
Ver la noción de estructuras de nivel en Cuervo, 2000.
418
Todo esto tiene el sentido de alertar sobre las conexiones causales - que pueden ser
apresuradas - entre cualquier fenómeno espacial presente en una época de crisis global y
la crisis misma. Relacionado con lo anterior, se presentan dificultades para prefigurar, a
partir de los hechos constatables en un período de crisis las características de la estructura
espacial que está en proceso de gestación(Jaramillo y Cuervo, 1993)
419
Varios autores coinciden con esta diferenciación: Ver Pírez, 1994; Garay, 1995.
367
Luciano Andrenacci
368
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
420
Sassen, S. (1997, 21) señala que la globalización no implica sólo un gran mercado
global sino también, una nueva situación política: gobiernos nacionales que pierden fun-
ciones o delegan otras y un sistema privatizado de manejo y coordinación que es un
sistema internacional y privado. Esta transferencia de funciones de coordinación es una
manera de conectar un proceso macroeconómico con el espacio de la ciudad.
421
El aumento de los porcentajes de hacinamiento es una de las expresiones de la pobreza
dentro del hábitat formal.
369
Luciano Andrenacci
370
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
371
Luciano Andrenacci
372
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
422
La definición de hábitat se inscribe en el planteo general de Coraggio, J. L presentado en
sus numerosas publicaciones acerca de la “Economía popular urbana”. Ver entre otros:
Coraggio, J. l. (1999) Política Social y Economía del trabajo.
373
Luciano Andrenacci
374
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
- El déficit habitacional
Este trabajo retoma la noción elaborada a partir del módulo especial de vivienda de la
423
Encuesta Permanente de Hogares del año 1988 en la que se construyó este nuevo índice
como herramienta para la medición del déficit.
424
Viviendas tipo B: la que cumple con las siguientes condiciones: No tiene provisión de
agua por cañería dentro de la vivienda. No dispone de retrete con descarga de agua. Tiene
piso de tierra u otro material que no sea baldosa.
375
Luciano Andrenacci
376
Cuadro 1
1991 2001
Situación habitacionaldeficitaria
N° % N° %
Totalde H ogares 8.927.289 100.0 10.073.625 100.0
Fuente: Dirección Nacional de Políticas habitacionales. Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda. Elaborado a partir de
información de los Censos Nacionales de Población y Vivienda (1991-2001).
(1) hogares que residen en: “ranchos”, “casillas”, “locales no construidos para fines habitacionales” y “viviendas móviles”.
(2) hogares que residen en casas “B” y “piezas de inquilinato”.
(3) hogares que residen en: casas “A”, y “departamentos” que presentan una relación superior a 2,00 personas por cuarto,
produciendo situaciones de hacinamiento y promiscuidad.
(4) hogares que residen en casas “A” y en “departamentos” y que comparten la vivienda con otro u otros hogares.
377
(5) el Censo 2001 no reveló el número de viviendas por lo tanto no puede ser calculado el hacinamiento de hogares.
Luciano Andrenacci
378
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
425
Repetto (2000) señala que en 1996 el porcentaje de hogares pobres por NBI alcanza al
12% .
426
Véase más adelante, en este mismo trabajo, un análisis de este indicador por región y
por tipo de localidad.
379
Luciano Andrenacci
427
En la actualidad existe una nueva edición de la encuesta de CV de SIEMPRO, que no
estaba aún disponible en el momento en que se realizaron las primeras versiones de este
trabajo.
380
DéficitUrbano
Caracterización de lascondiciones Acceso alsuelo Form asprecariasde tenencia de
m aterialesde habitabilidad la vivienda y elterreno
Acceso a la vivienda Precariedad en la construcción
+ infraestructura sanitaria
H acinam iento (personas/
cuarto y hogares/vivienda)
Acceso alequipam iento social, Carencia de infraestructura
382
Perfilsocioeconóm ico de los Espacialización deldéficit
Déficit Urbano hogares
Ingreso percápita Ciudadessegún Regionesdelpaís
alcance en elsistem a
urbano nacional
Caracterización de las
condicionesde
384
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
385
386
Cuadro 2
Luciano Andrenacci
Hogares por indicadores seleccionados de condiciones materiales de habitabilidad de la vivienda según ingreso
per capita del hogar. Total del país. En porcentajes.
Con elim inación insalubre de excretas 18.5 47.7 25.4 13.9 9.4 4.2
Retrete con descarga de agua que no
13.6 29.1 18.9 11.8 8.5 3.5
desagota en cloaca o cám ara séptica
Retrete sin descarga de agua 3.8 13.8 4.5 1.4 0.5 0.3
Sin retrete 1.1 2.8 2.0 0.7 * 0.4 ** 0.4 **
Con provisión insalubre de agua 9.1 27.6 12.8 5.7 2.9 1.1 *
En la vivienda, pero sólo en el baño
En la vivienda, pero sólo en la cocina
Fuera de la vivienda en su terreno 7.6 22.8 10.7 4.4 2.8 1.0 *
Fuera del terreno 1.5 4.8 2.1 * 1.3 ** 0.1 ** 0.1 **
Con desagote insalubre del agua
A pozo negro o zanja abierta
O tro inadecuado (1)
Con falta de teléfono en la vivienda 29.1 61.8 42.9 27.9 16.1 8.3
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Encuesta de Condiciones de Vida, Base usuario 1997.
387
Luciano Andrenacci
388
Cuadro 3
Indicadores de acceso a la vivienda según ingreso per cápita del hogar. Total país. En porcentajes.
Q uintildelingreso percápita delhogar
Total 1 2 3 4 5
H ogaresque no adquirieron la
vivienda alm ism o tiem po que el
7,9 10,9 8,7 7,0 7,2 3,5
terreno y que adquirieron elterreno
la vivienda
Uno de los recursos con los que cuentan los hogares para hacer
frente a las situaciones de desigualdad es la participación en redes de
ayuda; la bibliografía sugiere que la participación en este tipo de redes
constituye una estrategia difundida entre los hogares para resolver y dar
solución a sus necesidades.
El objetivo de las estrategias vinculadas a la participación en redes
sociales y en organizaciones comunitarias es generar y participar en un
sistema de intercambios o red de ayudas mutuas que les permiten a los
hogares aumentar su potencial de ingresos y modificar la relación entre
necesidades y recursos.
En la medida en que la red se constituye como “un complejo sistema
de vínculos que permiten la circulación de bienes y servicios, materiales
o inmateriales, en el marco de las relaciones establecidas entre sus miem-
bros” (Bertrand, 1999:120), la reproducción de las unidades domésti-
cas depende de su capacidad para gestionar y sostener relaciones socia-
les que le permitan tener acceso a ese sistema de intercambios (Espinoza,
1993 y 1999).
Las redes sociales y la organización comunitaria tienen la particula-
ridad de habilitar el acceso a una multiplicidad de recursos, caracterís-
tica que las diferencia de otras fuentes vinculadas al mercado o al esta-
do. El Cuadro 4 da cuenta de la participación de los hogares en redes
vinculadas fundamentalmente al ámbito privado de la familia.
390
Cuadro 4
Hogares por indicadores de ayudas sociales recibidas según ingreso per cápita del hogar. Total país. En porcen-
tajes.
392
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
393
394
En el cuadro siguiente se presentan las principales ciudades de cada una de las regiones clasificadas según el
Luciano Andrenacci
tipo de aglomerado de que se trata:
Alcance
Alcance Alcance m etropolitano
m etropolitano Alcance urbano
m etropolitano regionalI regionalII
nacional
Ciudad de Buenos
GBA Aires
Gran BuenosAires
Gran Paraná
Gran Río Cuarto
Gran Córdoba Gran Santa Fe
Centro Santa Rosa – Toya
Gran Rosario Gran La Plata
Bahía Blanca
M ardelPlata y Batán
Gran San Salvadorde
Jujuy
NOA
Salta Catam arca
Tucum án -TafiViejo La Rioja
Santiago delEstero – La
Banda
Corrientes
Gran Posadas
N EA Concordia
Gran Resistencia
Form osa
Gran M endoza San Luis– Juana
Cuyo
Gran San Juan Koslay
Com odoro Rivadavia
N euquén – Plottier– Río gallegos
Patagónica
Cipolletti Ushuaia
Río Grande
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
428
Interesa destacar que este grupo de indicadores da cuenta de las posibilidades y/o
capacidades que tienen los hogares de acceder a los servicios; no necesariamente los que
muestran mejores niveles de acceso son los que residen en ciudades que presentan el
menor déficit en materia de infraestructura urbana, sino que son los que cuentan con
mayores ingresos. Esta situación, facilita el acceso a los servicios aún cuando éstos tengan
bajos niveles de cobertura De este modo las posibilidades que tienen los hogares de
acceder a los servicios urbanos guarda estrecha relación con el tipo de pobreza que
predomina en es dichas ciudades – pobreza estructural o pobreza por ingresos.
395
Luciano Andrenacci
396
Cuadro 5
Tamaño
Condiciones de
Alcance Alcance Alcance
habitabilidad de la
Luciano Andrenacci
Con eliminación insalubre
21,9 22,1 21,3 28,4 22,0
de excretas
Retrete con descarga de
agua que no descarga ni a
8,6 11,7 6,8 12,3 8,0
red pública ni a cámara
séptica
Retrete sin descarga de
12,4 8,4 10,5 10,1 11,0
agua
Sin retrete 0,9 2,0 4,0 6,0 3,0
400
Cuadro 6
Situación ocupacional de los hogares deficitarios según tipo de localidad. Principales aglomerados urbanos.
1997.
402
Cuadro 7
Hogares por indicadores seleccionados de condiciones de habitabilidad de la vivienda según región. Total del
país. En porcentajes.
Región
Condiciones de Area
Luciano Andrenacci
Retrete con descarga de
agua que no descarga ni a
5.2 10.9 2.4 7.8 3.9 7.4 8.0
red pública ni a cámara
séptica
Retrete sin descarga de agua 16.3 9.2 8.6 6.5 12.0 12.4 11.0
Sin retrete 14.6 1.8 1.6 1.7 12.0 0.9 3.0
Con provisión insalubre de
9.1 2.5 0.4 0.9 1.7 3.7 3.1
agua
Fuera de la vivienda en su
0.9 1.6 -.- 0.5 0.2 1.9 1.4
terreno
Fuera de su terreno 8.2 0.9 0.4 0.4 1.5 1.8 1.7
405
406
Cuadro 8
Luciano Andrenacci
Hogares por indicadores seleccionados de infraestructura urbana, equipamientos comunitarios y medio ambien-
te según región. Total del país. En porcentajes.
Región
NEA Centro Patagonia Cuyo NOA GBA Total
Tipo de barrio
Villa de emergencia o
4.8 1.6 1.9 2.8 4.2 2.8 2.6
asentamiento
Con calles de tierra 34.9 16.3 28.4 11.5 31.4 20.9 20.8
Con vivienda de construcción
9.5 4.6 6.0 6.9 5.4 4.0 4.9
precaria o muy deteriorada
De vivienda social 26.2 10.9 31.3 30.2 28.2 1.8 11.3
Carencia de infraestructura en
la cuadra (redes)
Sin cloacas 60.7 40.2 19.6 29.2 34.9 40.6 39.7
Sin gas 99.1 32.2 2.5 19.4 44.8 15.8 28.3
Sin agua corriente 7.4 9.8 0.6 1.3 2.0 21.9 13.3
Sin alumbrado público 10.2 4.8 3.7 4.3 8.7 7.2 6.4
Sin electricidad 1.1 0.7 1.2 0.5 1.7 1.0 0.9
Acceso inadecuado a
servicios básicos
Banco a 10 cuadras o más 64.7 45.2 65.4 59.4 64.7 42.9 48.6
Centro de salud barrial a 10
21.4 32.7 23.7 36.4 21.5 30.3 29.9
cuadras o más
Hospital público a más de 30
26.0 20.8 19.8 35.8 26.6 22.9 23.2
Luciano Andrenacci
Teléfono público a 10
13.2 2.8 4.7 2.5 9.0 2.0 3.7
cuadras o más
Transporte a 10 cuadras o
3.3 5.6 3.2 10. 7.2 0.1 2.9
más
Medioambiente urbano
En o cerca de área inundable 18.1 12.9 12.4 9.3 28.7 19.8 17.2
Cerca de un basural 22.6 14.0 17.2 16.5 35.4 19.9 19.0
Fuente:Elaboración propia en base a datosde la Encuesta de Condicionesde Vida,Base usuario 1997.
A continuación se presentan los indicadores de infraestructura urbana, equipamientos comunitarios y medio
ambiente que concentran el déficit urbano en las distintas regiones del país.
Motivo del
déficit NEA Centro Patagonia Cuyo NOA GBA
urbano
Luciano Andrenacci
Acceso a Acceso a Acceso a Acceso a Acceso a
redes de servicios de servicios de redes de Servicios
alumbrado salud salud alumbrado de salud
público público Acceso a
Acceso a Acceso a servicios de
servicios servicios educación
Equipamien bancarios, bancarios, Secundaria
to farmacia y farmacia y
comunitario teléfonos teléfonos
públicos públicos
Acceso a Acceso a
servicios de servicios de
educación educación
primaria y Primaria y
secundaria secundaria
Hogares Hogares Hogares Hogares
que que que que
Condicione conviven en conviven en conviven en conviven
s áreas áreas áreas en áreas
ambientales inundables cercanas a inundables inundables
y cercanas a basurales y cercanas a y cercanas
basurales basurales a basurales
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
411
412
Cuadro 9
Luciano Andrenacci
Indicadores de acceso y modalidad construcción de la vivienda según ingreso per cápita del hogar. Total país. En
porcentajes.
Región
N EA Centro Patagonia Cuyo NOA GBA Total
H ogaresque no adquirieron la
vivienda alm ism o tiem po que el
terreno
Adquisición delterreno porplan
10,9 7,4 23,3 8,8 12,8 5,0 7,9
público
H ogarespropietariosde la vivienda
y elterreno o propietariosde la
vivienda solam ente
Autoconstrucción 32,5 28,0 30,4 24,1 34,6 34,4 31,4
De program a público de vivienda 18,8 6,0 23,1 23,7 14,5 0,6 7,0
H ogaresautocostructores
Construyeron la vivienda con ayuda
de vecinosy am igosque no viven 72,1 66,4 65,3 61,4 73,7 68,0 67,9
con usted
Construyeron la vivienda dentro de
2,4 3,2 3,3 8,4 2,2 0,9 2,2
un program a de autocostrucción
Recibió ayuda en m aterialeso
asesoram iento de organism o 5,2 6,8 5,7 5,1 3,9 1,3 3,8
público
429
El nivel de actividad de la población está fuertemente determinado por la composición
demográfica, es decir por la estructura por sexo y edad. En este sentido, la tasa de actividad
de una población determinada será más alta en la medida en que la proporción de
personas en edades potencialmente activas (15 a 64 años) sea más elevada. También,
debido a que los niveles de actividad de los varones son más altos que los de las mujeres,
las poblaciones con mayores índices de masculinidad, tienden a niveles más altos de
actividad. La estructura de edad y la composición por sexo de la población están estrecha-
mente vinculadas debido a las diferencias en la esperanza de vida entre varones y mujeres
que se amplían a edades más adultas. Por lo tanto cuanto más envejecida es una población
mayor será la proporción de mujeres y, por ambos motivos, también será mayor la propor-
ción de inactivos (SIEMPRO, 2000).
414
Cuadro 10
Tasas brutas y ajustadas* de actividad y empleo según región geográfica. Jefes de hogares multipersonales430 .
Principales aglomerados urbanos. Mayo 1999.
Región
Tasas NEA Centro Patagonia ** Cuyo NOA GBA Total
B A B A B A B A B A B A
Nota : Incluye la totalidad de los aglomerados urbanos relevados por EPH-INDEC excepto Bahía Blanca.
(*) Lasa tasas de actividad y empleo han sido ajustadas según la estructura de edades del Gran Buenos Aires.
(**) No incluye el aglomerado urbano - rural del Alto Valle del Río Negro debido a que el INDEC no dispone de la base de datos de dicho aglomerado.
430
En la mayoría de los casos, el jefe de hogar es la persona que aporta el mayor ingreso a ese hogar. Por tal motivo, el grado de participación en
el mercado laboral y el tipo de empleo al que acceden los jefes, es altamente determinante de las condiciones materiales de vida de sus hogares
415
(SIEMPRO, 2000).
Luciano Andrenacci
431
Estas tasas no fueron ajustadas porque al estar calculadas sobre la Población Económi-
camente Activa (PEA) y no sobre la población total no presentarían diferencias significati-
vas respecto de las tasas brutas. Esto se debe a que la población activa tiene una estructura
de edades similar en todas las regiones (SIEMPRO, 2000).
416
Cuadro 11
Tasas de desocupación y subocupación según región geográfica. Jefes de hogares multipersonales. Principales
aglomerados urbanos. Mayo 1999.
Tasas Región
NEA Centro Patagonia * Cuyo NOA GBA Total
Nota : Incluye la totalidad de los aglomerados urbanos relevados por EPH-INDEC excepto Bahía Blanca.
(*) No incluye el aglomerado urbano - rural del Alto Valle del Río Negro debido a que el INDEC no dispone de la base de datos de dicho aglomerado.
418
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
419
420
Cuadro 12
Luciano Andrenacci
Tasa de desocupación por sexo y edad según región geográfica. Jefes de hogares multipersonales. Principales
aglomerados urbanos. Mayo 1999.
Región
NEA Pam peana Patagonia * Cuyo NO A GBA Total
Sexo
Varón 5,4 9,2 7,0 4,6 8,3 9,9 8,9
M ujer 5,3 12,4 7,2 5,0 12,9 11,8 11,2
Total 5,4 9,8 7,0 4,7 9,2 10,3 9,4
Tramos de Edad
M enores de 24 años 9,2 10,9 13,9 1,0 8,6 8,5 9,0
De 25 a 44 años 5,2 8,6 6,3 4,6 8,2 8,1 7,7
45 y m ás años 5,1 11,0 7,3 5,1 10,5 12,4 11,1
Total 5,4 9,8 7,0 4,7 9,2 10,3 9,4
Nota : Incluye la totalidad de los aglom erados urbanos relevados por EPH-INDEC excepto Bahía Blanca.
(*) No incluye el aglom erado urbano - rural del Alto Valle del Río Negro debido a que el
INDEC no dispone de la base de datos de dicho aglom erado.
421
422
Cuadro 13
Luciano Andrenacci
Máximo nivel educativo alcanzado por sexo según región geográfica Jefes de hogares multipersonales. Principales
aglomerados urbanos. Mayo 1999.
Región
Máximo nivel educativo alcanzado NEA Centro Patagonia * Cuyo NOA GBA Total
Hasta primario incompleto 18,7 14,2 15,5 15,9 16,9 13,6 14,4
Hasta secundario incompleto 45,7 47,2 49,3 47,5 46,9 50,9 49,3
Secundario Completo y mas 35,7 38,6 35,2 36,6 36,2 35,5 36,3
Total jefes 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Hasta primario incompleto 16,3 13,0 14,2 14,6 13,7 11,4 12,4
Hasta secundario incompleto 47,5 48,6 50,1 49,1 48,7 52,9 51,0
Secundario Completo y mas 36,2 38,5 35,7 36,3 37,6 35,8 36,5
Total jefes varones 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Hasta primario incompleto 26,7 18,4 20,4 21,1 25,6 22,5 21,9
Hasta secundario incompleto 39,4 42,6 46,2 41,1 41,8 43,3 42,7
Secundario Completo y mas 33,9 39,1 33,3 37,8 32,6 34,3 35,4
Total jefas mujeres 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Nota : Incluye la totalidad de los aglomerados urbanos relevados por EPH-INDEC excepto Bahía Blanca.
(*) No incluye el aglomerado urbano - rural del Alto Valle del Río Negro debido a que el INDEC no dispone de la base de datos de dicho aglomerado.
423
Luciano Andrenacci
424
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
Entre las nuevas políticas que inauguran la década de los ´90, sobre-
salen las de regularización dominial432 y, en menor medida, las de regu-
larización urbana (Clichevsky, 1999:10). Comienzan a implementarse,
también, programas de mejoramiento barrial y se registran algunas ex-
periencias que facilitan el acceso a soluciones habitacionales a través de
instrumentos de subsidio a la demanda de vivienda. Sin embargo, la
operatoria del Fondo Nacional de la Vivienda (FONAVI) continuó siendo
el principal recurso en la definición de las políticas habitacionales.
La política habitacional en los ‘90 prácticamente careció de acciones
novedosas en el rubro vivienda para los sectores de más bajos recursos,
centrándose en el tratamiento de la cuestión de acceso a la tierra, con
intervenciones que por lo general fueron ex post. Esto significó que los
secto res de bajo s ingreso s fuero n lo s pro tago nistas de la po lítica
habitacional, autourbanizando y autoconstruyendo la ciudad (tal como
se muestra en los Cuadros 3 y 9).
Según, el informe “Estambul + 5” elaborado por la Dirección Nacio-
nal de Políticas Habitacionales de la Subsecretaria de Vivienda y Desa-
rrollo Urbano de la Secretaría de Obras Públicas (2000) el FONAVI se
orientó a la población de ingresos medios bajos y medios. Y si bien,
cubrió también en parte los requerimientos de la población más pobre,
correspondiente al primer quintil, no existieron en Argentina acciones
de gran impacto, ni tampoco una política sostenida dirigida a este sec-
to r. Lo s pro gramas destinado s exclusivamente a lo s grupo s po bres,
implementados desde 1996, no han tenido continuidad en la asigna-
ción de los fondos, verificándose una alta fluctuación en los niveles de
inversión. Estos factores combinados explican por qué los programas
públicos alcanzan, en promedio, sólo a un mínimo porcentaje de la
población del primer quintil.
432
Interesa destacar que si bien se registran algunos escasos ejemplos de regularización
dominial en los años setenta y existieron experiencias durante los años ochenta, estas
políticas se institucionalizan con mayor fuerza durante la década del noventa (Clichevsky,
1999:10).
425
Luciano Andrenacci
426
PRO GRAM AS O BJETIVO O RGAN IZACIÓ N IN TERN A BEN EFICIARIO S
Vivienda Básica
Financiam iento de la vivienda (financiam iento
totalo parciala la com pra y/o construcción de la
FO N AVI N acional/Provincial/M unicipal Fam iliasde bajos recursos
vivienda,obrasde urbanización,infraestructura,
servicios y equipam ientos com unitarios).
Construcción de vivienda básica.Prom ueve la
Program a Acceso a Vivienda Población de grandes,m edianos y Fam iliascon N BIque no cum plen con los
creación de puestosde trabajo y losbeneficiarios
Básica pequeñoscentros urbanoscon N BI. requisitos de acceso alFO N AVI.
aportan la m ano de obra.
Solucionarla Em ergencia H abitacionaly Laboral,
Luciano Andrenacci
Program a de M ejoram iento Desarrollary m ejorarlascondicionesdelhábitat,
Alcance N acionala travésde la H ogarescon N BIy gruposvulnerablesen
H abitacionalde vivienda,infraestructura socialbásica y acceso a
Subsecretaría de la Vivienda. situación de em ergencia.
Infraestructura SocialBásica la tierra en áreasruralesy urbanas.
Im pulsareldesarrollo de poblacionesvulnerables
Program a de M ejoram iento Subsecretaría de Desarrollo Urbano y
colaborando con prom oción de proyectospara el
de lascondicionesdel Vivienda.Articulación de actores: Indígenas,poblacionesruralespobresen
m ejoram iento de la capacidad de gestión
H ábitatde losGrupos O N Gs,m unicipios,organizacionesde áreasendém icas,etc.
com unitaria,condicionesam bientalesy de
Vulnerables base.
vivienda.
Apoyary realizarobrasde infraestructura y
equipam iento socialbásico,proveeragua potable Asentam ientosruralesem plazadosen
Infraestructura SocialBásica
y obrascom plem entariasen regionescríticas regionescríticas.
carentesde dichosrecursos.
Población de asentam ientosen situaciones
M odalidad integral:solucionarlosproblem asde
am bientalescríticas,losprocesosde
regularización dom inial,proveerserviciosde Secretaría de PolíticasSocialesdel
Program a M ejoram iento de organización barrialy de autogestión
infraestructura básica con conexión dom iciliaria y M inisterio de Desarrollo Socialy
Barrios-PRO M EBA com unitaria de la población N BIque
núcleo sanitario com pleto.Solucionarproblem as M edio Am biente.
habitan centrosurbanosde m ásde 20.000
delhábitat.
hab.
Realizarbrasde provisión de agua potable,
H abitantesde losM unicipiosy
Program a ÁreasFronterizas saneam iento básico,construcción y Secretaría de PolíticasSocialesdel
Com unidadesde losDepartam entos
delN EA y N O A con N BI- m ejoram iento de instalacionesde salud, M inisterio de Desarrollo Socialy
fronterizoscon lospaísesde la Cuenca del
PRO SO FA educación y centrosde uso com unitario con M edio Am biente.
Plata.
vocación productiva.
Brindarasistencia técnica y financiera para la
Program a para la provisión provisión de serviciosde agua potable y desagües Com unidadesruralesconcentradaso
Secretaría de Desarrollo Sustentable y
de agua potable,ayuda social cloacales.Im pulsa la autosuficiencia de la gestión dispersas,núcleosurbano-periféricosen
Política Am bientaldelM inisterio de
y saneam iento básico – de losserviciosy la sustentabilidad de las condicionesde carencia,precariedad o
Desarrollo Socialy M edio Am biente.
PRO PASA inversionesa travésde la participación contingenciasde riesgo.
com unitaria.
Políticasde M icrocréditos
Financiarla vivienda sociala través de O N Gsy cooperativasde vivienda,
Program as prom ovidos por
m ecanism osde m ercado (fondosde m icrocrédito organism os provinciales y gobiernos
organism os provinciales
y m icrofinanciam iento,entre otros). locales.
429
Luciano Andrenacci
Actuaciones urbanas
430
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
D esde la implementación
433
Sin embargo, en su origen el FONAVI se diseñó para brindar viviendas a los sectores de
más bajos recursos de la población; aunque en la práctica estos fondos nunca alcanzaron
esa demanda y debieron surgir otros programas para atender a esta población.
431
Luciano Andrenacci
D esde el financiamiento
432
Cuadro 14
434
Según constan en el Informe Nacional Estambul + 5 (2001) se preveían para PROMEBA
una inversión para los años 2000 a 2002 de U$S 139.301.228.-. Sin embargo, se han
ejecutado desde el año 2000 acciones por 30 millones de pesos aproximadamente (véase
SIEMPRO 2001:25).
435
Cabe señalar en relación con este punto que el FONAVI fue considerado hasta el año
2000 entre los programas sociales focalizados. El hecho de que actualmente se haya
dispuesto la libre disponibilidad de estos fondos por parte de las provincias (Ley 25.570/
01) motivó su eliminación del conjunto de partidas bajo análisis. Esto explica la disminu-
ción de los montos asignados a la función “Vivienda y Urbanismo” para el año 2002.
Excluida esta partida, la reducción de los recursos de esta función en el 2002 en relación
con el año anterior es del 5%.
434
Cuadro 15
Cuadro
436
Cuadro 16
Evolución del Gasto Focalizado de la APN por función: años 1997-2001 (base 100 = 1997).
438
Cuadro 17
Distribución regional de los montos gastados por los programas sociales focalizados del MDSyMA durante el año
2000 (en porcentajes).
egulació n de lo s ser
La rregulació vicio s urbano s: entr
servicio e la universalidad
entre
y la privatizació n
440
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
436
Sobre la autonomía en el diseño institucional de los entes reguladores ver Urbitzondo,
S. y otros (1998).
441
Luciano Andrenacci
442
Cuadro 18
Gasto del hogar en servicios públicos, Buenos Aires (porcentaje total de gastos)
1º quintil 2º quintil
1986 1996 1986 1996
444
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
445
Luciano Andrenacci
446
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
437
La propuesta se inscribe en el planteo general de Borja, J. presentado en diversos textos
y eventos. En particular ver: Borja (1997 ) Ciudadanía y espacio público. Debat Barcelona:
Ciutat Real Ciutat Ideal.
447
Luciano Andrenacci
448
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
D esde el financiamiento
Este tipo de intervenciones puede ser financiado mediante la cons-
titución de un Fondo de Desarrollo Urbano a cargo de empresas de
urbanización locales con una articulación de recursos públicos y priva-
dos orientados a este tipo de acciones.
Políticas de regulación urbana mediante los siguientes componentes:
La creació n instrumento s de captació n de plusvalías y la creació n
de suelo para viviendas de interés so cial.
La creación de condiciones para que el Estado sea capaz de recupe-
rar para sí una parte de la plusvalía a favor de quienes más necesitan, es
uno de los instrumentos indispensables para generar suelo urbano. Esta
estrategia se orienta a promover reservas de suelo para viviendas sociales
articulando esta acción con una serie de medidas dirigidas a compartir
la plusvalía en el precio de terrenos destinados a esas viviendas. De lo
contrario, las alzas de precio del suelo obstaculizan el acceso de familias
y personas de menores ingresos a viviendas de interés social. Entre los
instrumentos de gestión del suelo urbano es posible pensar en propues-
tas de regulación a través de la zonificación, de instrumentos financie-
ros (tributación predial), creación de banco de tierras, etc.
La experiencia latinoamericana señala la falta de disponibilidad de
suelo urbano como el insumo crítico en el momento de implementar
449
Luciano Andrenacci
Regulación sobr
sobree las empresas constr
empresas uctoras
constructoras
Realizar acuerdos que garanticen una oferta habitacional adecuada a
la demanda incluyendo las posibilidades de industrialización en los
sistemas constructivos, en particular en la estructura de la vivienda y en
los acabados interiores que representan alrededor de 1/3 del costo total
de la vivienda.
Tarifa social
Establecer un marco que oriente la negociación entre las provincias
y las empresas concesionarias con la finalidad de instrumentar una tari-
fa diferenciada para la población en situación de imposibilidad de pago
de las tarifas.
La puesta en valor de las cooperativas de servicios que han sido
tradicionalmente una opción eficiente. Existe una considerable expe-
riencia en materias de cooperativas, sobre todo para pequeñas redes de
electricidad o abastecimiento de agua y desagüe cloacal.
De este modo, este trabajo constituye un intento por comprender las
condiciones diferenciales de reproducción de la ciudad y en la ciudad e
identificar los procesos determinantes de la fragmentación socio-terri-
torial. Hemos querido también definir posibles estrategias de cambio
que orienten la integración social y urbana; a tal fin hemos avanzado en
la identificación de los componentes que entendemos debe contemplar
una política de ciudad que dé respuesta a las múltiples situaciones de
privación material que expresa la pobreza urbana.
450
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
Biblio grafía
451
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452
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
453
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454
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
455
Luciano Andrenacci
456
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
SIEMPRO (2000); Situación de los jefes de hogar en las regiones geográficas del
país. Informe de Situación Social nº 4 . Buenos Aires. Secretaría de la
Tercera Edad y Acción Social del Ministerio de Desarrollo Social y
Medio Ambiente.
SIEMPRO (2001); Estructura y evolución del Gasto de los Programas Naciona-
les de Lucha contra la pobreza: 1997-2001. Informes de Políticas y Progra-
mas Sociales nº 3 . Buenos Aires. Secretaría de la Tercera Edad y Ac-
ción Social del Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente.
Subirats, J. (1989); “La puesta en práctica de las políticas públicas”. En
Análisis de políticas públicas y eficacia en la administración. Madrid. MAP.
Subsecretaría de Vivienda (1997); “Bases de una política integral de
vivienda”. En Cuenya, B. Y Falú, A. (Comp.); op. cit.
Topalov, C. (1979); “La urbanización capitalista”. Edit. Edicol. México
Torres, H.. (1996): “Cambios en la estructura socioespacial de Buenos
Aires a partir de la década de 1940” en “ Después de Germani. Ex-
ploraciones sobre la estructura social de la Argentina” (Jorge R. Jorat
y Ruth Sautú, compiladores); Buenos Aires.
Torres, H. (1998); ¨Transformaciones socioterritoriales recientes en una
metrópoli latinoamericana. El caso de la aglomeración Gran Buenos
Aires¨. 6º Encuentro de geógrafos de América Latina: Territorios en
definición. Lugar y mundo en América Latina. Instituto de Geogra-
fía. Facultad de Filosofía y Letras. UBA. Mimeo
Torres, H. (1999); ¨Procesos recientes de fragmentación socioespacial en
Buenos Aires: la suburbanización de las élites¨. Seminario de Inves-
tigació n Urbana: El nuevo milenio y lo urbano . Instituto Gino
Germani. Facultad de Ciencias Sociales. UBA. Mimeo.
Urbitzondo, S. y otros (1998); “La autonomía de los entes reguladores
argentinos”. En Revista Desarrollo Económico, Vol. 38. Buenos Ai-
res.
457
El desar
desarrro llo lo cal co mo
alter nativa de po lítica so cial: una
alternativa
reflexió n so bre mo delo s,
estrategias y ter rito rio s
territo
Intro d uc c ió n
438
Instituto del Conurbano, Universidad Nacional de Gral. Sarmiento (arofman@ ungs.edu.ar
y mfournie@ ungs.edu.ar).
Luciano Andrenacci
460
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
461
Luciano Andrenacci
439
Ver al respecto, el artículo de Andrenacci y Soldano en este libro.
462
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
440
CORTÉS, Rosalía y MARSHALL, Adriana: “Política social y regulación de la fuerza de
trabajo”; en Cuadernos Médico Sociales Nro. 65-66, Rosario, 1993, pp. 3-5.
441
ANDRENACCI, Luciano: “Algunas reflexiones en torno a la cuestión social y a la
asistencialización de la intervención social del Estado en la Argentina contemporánea”; en
ANDRENACCI (organizador): Cuestión social y política social en el Gran Buenos Aires; Ed. Al
Margen/UNGS, Bs. As, 2002
463
Luciano Andrenacci
442
ROBIROSA, Mario; CALDARELLI, Graciela y LA PALMA, Antonio: Turbulencia y planifi-
cación social; Ed. Siglo XXI / UNICEF, Buenos Aires, 1990.
464
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
465
Luciano Andrenacci
466
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
467
Luciano Andrenacci
443
VAZQUEZ BARQUERO, Antonio: “Desarrollo económico local y descentralización:
Aproximación a un marco conceptual”; Proyecto CEPAL/GTZ Desarrollo económico local y
descentralización, Santiago de Chile, 1998, p. 3.
444
Idem, p. 5.
468
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
445
BOISIER, Sergio: Teorías y metáforas sobre el desarrollo territorial. CEPAL, Santiago de
Chile, 1999, p. 72.
469
Luciano Andrenacci
446
MARSIGLIA, Javier y PINTOS, Graciela: “La construcción del desarrollo local y regional.
Actores, estrategias y nuevas modalidades de intervención”, en Cuadernos del CLAEH, Nº
78/9, Montevideo, 1997, p. 94.
470
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
471
Luciano Andrenacci
447
CORAGGIO, José Luis: Política social y economía del trabajo. Alternativas a la política
neoliberal para la ciudad; Buenos Aires-Madrid, UNGS-Miño y Dávila, 1999; p. 12.
472
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
448
MAX NEEF, Manfred; ELIZALDE, Antonio y HOPENHAYN, Martín: Desarrollo a escala
humana, una opción para el futuro, Development Dialogue, Uppsala, 1986.
473
Luciano Andrenacci
474
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
449
PIREZ, Pedro: “Cuestión metropolitana y gobernabilidad urbana en la Argentina”; en
VAZQUEZ BARQUERO y MADOERY (comp.): Transformaciones globales, instituciones y polí-
ticas de desarrollo local, Ed. Homosapiens, Rosario, 2001, p. 261.
450
VAPÑARSKY, César: “Buenos Aires metrópoli: una comunidad local, una aglomeración,
veintiséis municipios”; en HERZER, H. ( comp.): Ciudad de Buenos Aires, Gobierno y descen-
tralización; Oficina de Publicaciones del CBC, UBA, Buenos Aires, 1996.
475
Luciano Andrenacci
476
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
451
KRALICH, Susana: “Ciudad y transporte, entre la crisis y la globalización”; en FEDERICO
SABATÉ (coord.): Economía y sociedad en la Región Metropolitana de Buenos Aires; Ed. Al
Margen/UNGS, Bs. As, 2002.
477
Luciano Andrenacci
452
BORELLO, José Antonio (coordinador): Bulones y canguros. Los ejes productivos del
desarrollo local; UNGS, 2000, p. 25.
453
BORELLO, José; FRITSZCHE, Federico; VIO, Marcela: “La industria de la Región Metro-
politana de Buenos Aires: una mirada global, regional y local”; en FEDERICO SABATÉ
(coord.): Economía y sociedad en la Región Metropolitana de Buenos Aires; Ed. Al Margen/
UNGS, Bs. As, 2002.
478
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
479
Luciano Andrenacci
454
CORMICK, Hugo: “Algunos problemas de gobierno y gestión en los municipios del
conurbano bonaerense”; en GARCIA DELGADO (comp.): Hacia un nuevo modelo de gestión
local, Oficina de publicaciones del CBC / UBA, FLACSO, Universidad Católica de Córdoba,
1997.
455
ROFMAN, Adriana (comp.): La acción de las organizaciones sociales de base territorial.
Universidad Nacional de Gral. Sarmiento / IDEF. Buenos Aires, 2002.
480
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
• Cómo se vinculan los mo delo s teó rico s con las experiencias efec-
tivas
tivas?
El análisis de los casos a la luz de las orientaciones prescriptas
por los modelos lleva a indagar en torno a los condicionamientos
que impone una realidad metropolitana y un momento histórico
marcado por la crisis socioeconómica y llama la atención sobre la
necesidad de reformular estos modelos de incorporar estas con-
dicio nes.
456
QUINTAR, Aída y CALELLO, Tomás: “ Prácticas colectivas populares en la Región
Metropolitana de Buenos Aires ¿Indicios de nuevas formas de pensar-hacer políticas?”; en
ROFMAN, Adriana (comp.): La acción de las organizaciones sociales de base territorial, Ed.
UNGS / CTA, 2002.
481
Luciano Andrenacci
482
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
483
Luciano Andrenacci
484
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486
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487
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490
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491
Luciano Andrenacci
492
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
493
Luciano Andrenacci
457
En el momento de su creación pariticipaban del Congreso Regional de la Cultura
artistas, instituciones y trabajadores populares de la cultura procedentes de varios partidos
del noroeste bonaerense. Agrupaba las siguientes organizaciones: Biblioteca “Inti Huasi”-
Centro Cultural “Raíces” - “La Casa”- Sindicato de Empleados Municipales de San Miguel,
José C. Paz y Malvinas Argentinas- Sociedad de Fomento del Video Alternativo- FMs:
“Tinkunaco”- “Internacional”- “Barrial”- “Fuego” / Revistas: “El Hiperpótamo”- “La Tinaja”
Asociación de Escritores y Lectores- Elenco Regional de Teatro- Escuela de Psicología
Social de San Miguel- Agrupación Cultural Viejos Delianos- Grupo de títeres “Voces y
Manos”- Sociedad de Fomento Unión de Familias Obreras- Agrupación cultural vecinal “El
Colibrí”- Agrupación “Yatumá”- Agrupación tradicional “el Pehual”- Asociación coral de
José C. Pazl- Coro polifónico de José C. Paz- Escuela Municipal de Teatro de San Miguel-
Fundación desde América- La Esquinita del Sol- Centro de Actividades Integrales- Salón
Parroquial de la Catedral de San Miguel- Escuela Municipal de Música “Julián Aguirre”-
Escuela Nº 3- Alianza Francesa de Bella Vista- Escuela Municipal de Artes Visuales-
CESPPEDH - Parroquia Nuestra Señora del Valle- Vía Activa- Asociación de Artesanos de
la Plaza de las Carretas- Fortín Gaucho Martín Miguel de Güemes- Diario “La Hoja”- Casa
de la Cultura de Grand Bourg- Producciones Independientes Alternativas- Escuela Juana
Manso- Colegio Almafuerte de Bella Vista- Estudio de Arte “Gabriela Quiroga”- Dirección
de Cultura de José C. Paz- Red de Guarderías y Centros Comunitarios “El Encuentro”-
Asociación Mutual “El Colmenar”- Taller Escuela “Ninsei”- Asociación Amigos del Hospital
Larcade- Red de Radiodifusoras de José C. Paz (14 FMs del distrito de José C. Paz)-
494
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
458
Para un análisis de los procesos de hibridación cultural. Ver SILVA, Armando: Imagina-
rios urbanos: Cultura y comunicación urbana en América Latina, Bogotá, Tercer mundo, 1991;
y GARCÍA CANCLINI, Néstor: Culturas híbridas, Grijalbo, México, 1989.
495
Luciano Andrenacci
459
FRASER Nancy: “La justicia social en la era de las ‘políticas de identidad´: redistribución,
reconocimiento y participación”; en Apuntes de investigación del CECYP, Año II, Nº 2/3,
noviembre de 1998.
460
SOJA, Edward: “La espacialidad de la vida social: hacia una reteorización transformativa”;
en DERECK Gregori y John URRY (eds).: Social Relations and Spatial Structures, Londres,
1985.
461
“Barrio bajo planes” alude a la situación en la que se encuentran los barrios más
empobrecidos del Conurbano Bonaerense, producto de la desocupación y la consecuente
falta de dinero. En este marco las familias encuentran serias limitaciones para el desplaza-
miento hacia otros lugares y una fuerte dependencia de las políticas asistenciales para
resolver problemas de reproducción cotidiana de la vida. Este doble movimiento dota al
espacio barrial de una centralidad creciente, en tanto lugar en donde se condensan, para la
mayoría de los vecinos, las magras posibilidades de sobrevivencia. Al respecto ver CRAVINO,
M.C.; FOURNIER, M.; NEUFELD, M.R. y SOLDANO, D.: “Vida cotidiana e implementación
de políticas sociales: receptores y mediadores en un barrio del Conurbano Bonaerense”; en
ANDRENACCI, L. (coord..): Cuestión social y política social en el Gran Buenos Aires; Buenos
Aires, Ediciones Al Margen/ UNGS, 2002.
496
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
Re f l e x i o n e s f i n al e s: so b re l a n e c e si d ad d e
p rro
o fundizar el desardesarrro llo co nceptual
497
Luciano Andrenacci
462
Al respecto ver FOURNIER, Marisa y SOLDANO, Daniela: “Los espacios en insularización
en el conurbano bonaerense: una mirada al lugar de las manzaneras”; Ponencia presentada
en la Tercer Jornada Anual de Investigación de la Universidad Nacional de General Sarmiento, Los
Polvorines, 29 de noviembre de 2001.
498
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
499
Luciano Andrenacci
500
Co ndicio nes eco nó micas que
justifican el impulso de una
estrategia de Eco no mía So cial y
So lidaria en el caso argentino 463
463
Una primera versión de este trabajo fue publicada en la revista Mundo Urbano nº 19,
marzo-abril 2003, www.argiropolis.com.ar. En ella se incluyen datos actualizados hasta
comienzos del año 2002. Para esta publicación se han actualizado todos aquellos datos
considerados relevantes y de los cuales resultó posible obtener las últimas cifras.
464
Instituto del Conurbano, Universidad Nacional de General Sarmiento, ICO-UNGS
(aabramov@ ungs.edu.ar y afederic@ ungs.edu.ar, respectivamente).
Luciano Andrenacci
465
IDEF/CTA (2000). Transformar la crisis en una oportunidad. Schock redistributivo y
profundización de la democracia, Buenos Aires.
466
Lozano C. (2002), Shock distributivo y profundización democrática y Diferencias del
shock distributivo con el programa nacional para jefes y jefas de hogar del gobierno de
Duhalde, ponencias presentadas a Aportes al Debate del Plan Fénix, Hacia El Plan Fénix:
de la crisis actual al crecimiento con equidad, F.C.E:-UBA, abril.
467
Al respecto es dable tomar en cuenta numerosos trabajos sobre las relaciones de poder
en nuestro país, entre ellos: Basualdo E. (2001), Sistema político y modelo de acumulación
en la Argentina, UNQUI-FLACSO-IDEP, Buenos Aires: Pucciarelli A.R. (2000), El régimen
político argentino a fines de la década. ¿Democracia impotente o cómplice?, I.E.S. Gino
Germani, Buenos Aires y de este mismo autor (2001), Las nuevas democracias excluyentes
de los países periféricos. El caso de la República Argentina, I.E.S.Gino Germani, Buenos
Aires (versión no definitiva facilitada por el autor).
502
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
La info rrmalidad
malidad co mo rrespuesta
espuesta a la crisis labo ral
468
Para considerar este tema, basta con recurrir a los interesantes estudios de Gabriel
Yoguel, Hugo Kantis y otros colegas del Instituto de Industria de la Universidad Nacional de
General Sarmiento.
469
Portes A. (1999), La economía informal y sus paradojas. En Carpio, Klein y Novacovsky
(comps.), Informalidad y Exclusión Social. SIEMPRO- OIT. Fondo de Cultura Económica.
470
Tokman, V. (1997), La informalidad en los noventa: situación actual y perspectivas,
Cuadernos de políticas sociales nº 2, Secretaría de Desarrollo Social, Buenos Aires.
503
Luciano Andrenacci
471
Beccaria, L., J.Carpio y A.Orsatti (1999), Argentina: informalidad laboral en el nuevo
modelo económico. En Carpio, Klein y Novacovsky (comps.), Informalidad y Exclusión
Social. SIEMPRO- OIT. Fondo de Cultura Económica.
504
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
472
Encuesta de Desarrollo Social. Nº 11 Trabajadores informales. Abril 2001. SIEMPRO.
Presidencia de la Nación
505
506
Tabla 1
Luciano Andrenacci
Estrato informal privado de la estructura ocupacional
Total Nacional, 1991 (en miles y % de la ocupación total y total = 100)
Tabla 2
Fuente:EDS-SIEM PRO
507
508
En el Gran Buenos Aires473 , de acuerdo a los datos de la EPH de octubre de 1998 la estructura resultaba474 :
Luciano Andrenacci
Tabla 3
% de la ocupación total
Inform alTotal 34,8
UnidadesFam iliares 16,0
Cuenta propia 14,8
Ayuda fam iliar 1,2
M icroem presas 18,8
Em pleadores 3,0
Asalariados 15,8
473
Para comprender las diferencias básicas que son reconocibles entre Región Metropolitana, Gran Buenos Aires, AMBA y Conurbano, ver
Federico-Sabaté A. M. (2002), Economía y Sociedad de la Región Metropolitana de Buenos Aires en el contexto de la reestructuración de los 90s,
Editorial Almargen-UNGS,
474
Beccaria L., Carpio J. y Orsatti A. (2000), Argentina: informalidad laboral en el nuevo modelo económico. En Carpio, Klein y Novacovsky
(comps.), Informalidad y Exclusión Social. SIEMPRO- OIT. Fondo de Cultura Económica.
Mirando la evolución de la informalidad para este aglomerado en la pasada década, a partir de los datos del
CIEPP475 se observa lo siguiente:
Tabla 4
Peso relativo del estrato informal privado en la estructura ocupacional GBA, 1990-1998
( % de la ocupación total y total = 100)
Fuente:Gioza Zuazua
475
Noemí Giosa Zauzua. Dinámica y estructura de un mercado de trabajo flexibilizado. Una análisis de la evolución del empleo en el Gran Buenos
509
Aires. Ponencia presentada en el 6to Congreso Nacional de Estudios del Trabajo. ASET
Luciano Andrenacci
476
Kritz E. (2002), El mercado de trabajo, Suplemento Económico del Diario Clarín, 10/
02, Buenos Aires.
477
Federico-Sabaté A.M. y G. Vázquez (2003), Aportes a la economía urbana comparada
de grandes regiones metropolitanas, Revista Regiones y Desarrollo nº 5, México.
510
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
478
Cimillo, E (2000), Empleo e ingresos en el sector informal en una economía abierta: el
caso argentino. En Carpio, Klein y Novacovsky (comps.), Informalidad y Exclusión Social.
SIEMPRO- OIT. Fondo de Cultura Económica.
479
Indicado res eco nó mico s. Ministerio de Eco no mía y Pro ducció n de la Nació n.
www.mecon.gov.ar
511
Luciano Andrenacci
El aumento de la precarizacio n
480
Carpio J. e I. Novacovsky, (2000), Introducción. En Carpio, Klein y Novacovsky (comps.),
Informalidad y Exclusión Social. SIEMPRO- OIT. Fondo de Cultura Económica.
512
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
481
Lindenboim, J., L. Serino y M.González, (2000), “La precariedad como forma de
exclusión”, incluido en Crisis y metamorfosis del mercado de trabajo; Cuadernos del
CEPED nº 4, FCE-UBA, diciembre. La mayor parte de lo expuesto sobre el tema, es
adoptado parcialmente de este trabajo.
482
Salvia, A. y S. Tissera, (2000), “Heterogeneidad y precarización de los hogares asalaria-
dos en Argentina durante la década del 90”, incluido en Crisis y metamorfosis del mercado
de trabajo, Cuadernos del CEPED nº 4, FCE-UBA, diciembre. También en Cuadernos nº 5
de dicha colección.
513
Luciano Andrenacci
483
Federico-Sabaté, A. M. (noviembre del 2001), La economía del trabajo y las empresas
sociales, Actas Seminario Internacional de VI Congreso de CLAD, Buenos Aires.
514
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
515
Luciano Andrenacci
484
Federico Sabaté, A.M., A. L. Abramovich y M. Vío (diciembre de 2000), La economía
de la Región Metropolitana de Buenos Aires en el contexto de la reestructuración de los 90,
ICO-UNGS, San Miguel.
485
Lindenboim, op.cit. Ver también del mismo autor como compilador, Metamorfosis del
empleo en Argentina, Cuadernos del CEDEP nº 7, marzo de 2002.
516
Tabla 5
AM BA RESTO
Período
N o Precarios Precarios N o precarios Precarios
1980 85.4 14.6 s/d s/d
Fuente:Lindenboim ,2000
517
Luciano Andrenacci
486
Monza, A., L. Casanovas y C. Crucella (noviembre del 2001), Crecimiento y empleo.
Una primera exploración del caso argentino; Siempro, en prensa, Buenos Aires. Ver tam-
bién de A. Monza (2002), Crecimiento y empleo en la Argentina contemporánea, situación
y perspectivas, en el Cuaderno de CEDEP nº 7 ya mencionado.
487
En términos muy resumidos, el procedimiento ejecutado, a pesar de las severas limita-
ciones de información, es el que sigue:
1.- se considera el incremento de la ocupación promedio anual de la última década y se
compara con el aumento del producto global y sectorial de la economía (sin tomar en
cuenta los valores no urbanos del empleo y del producto);
2.-se establece la relación de elasticidad producto-empleo: i) de manera estructural en una
serie larga de unos 45 años (en función de la existencia de información) para lo global y los
sectores industria, construcción y servicios; e ii) la misma relación para una serie corta con
posibilidad de recorte de movimientos significativos en tres ciclos, hasta la actualidad, para
el nivel agregado y los mismos sectores, pero con mayor detalle en servicios;
3.- se comparan los resultados obtenidos para el caso argentino con iguales indicadores
disponibles de otras economías centrales y periféricas;
4.- con base en las proyecciones demográficas de fuentes más confiables, se examina y
determina el aumento de la oferta de mano de obra (o demanda potencial de trabajo) para
los próximos 10 años;
518
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
519
Luciano Andrenacci
488
El artículo de Ernesto Kritz antes citado, sostiene que pasado el umbral de 3.5% que se
necesita para absorber el flujo de oferta laboral, cada punto adicional de crecimiento
permite reducir la tasa de desempleo en 0.6 puntos. Para elevar tal afirmación, se basa en
los dos períodos económicos posteriores inmediatos a la crisis del tequila, en que la
economía argentina reaccionó haciendo caer fuertemente el desempleo abierto, al no
inducir aumento de la productividad. El tema de la elasticidad producto-empleo es discu-
tido por Bour J.L. (2002), La inconsistencia de la regulación laboral y la política económi-
ca en la década de 1990, en Cuadernos del CEPED nº 7 ya mencionado.
520
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
489
Sólo un crecimiento “rico en empleos” basado en un manejo adecuado de la tasa de
elasticidad para que ella sea elevada, permitirá salir de la actual situación, observa J.C.Neffa
(2002), Promoción de empleo y derechos laborales, en Aportes al Debate del Plan Fénix,
F.C.E. – UBA, abril.
490
A esto se agrega otra mala noticia: según E. Kritz, un crecimiento con baja del desem-
pleo, dada la segmentación actual del mercado laboral, no se difunde con el ritmo necesa-
rio al borde de la periferia informal del sistema, ni lleva a una reducción de la desigualdad,
con lo que traba la demanda. Y si se traba ésta, la contracción del sector formal se traslada
amplificada a tal periferia. Son desequilibrios inéditos de nuestra economía que están
ahora en el centro de la crisis. Y forman parte de la aludida decadencia.
491
Muchas de estas transformaciones estructurales están siendo ampliamente debatidas en
el momento de escribir este texto, pero a efectos de ejemplo basta con recordar las surgidas
como consecuencia de las discusiones agrupadas en Hacia el Plan Fénix, en sus encuentros
de 2001 y 2002.
521
Luciano Andrenacci
492
Si se tienen en consideración las perspectivas para el año 2002 y los niveles a remontar
desde allí. Se estima que el PBI del país descenderá entre un 13,5 y 16%, con inversión
bruta menor en un 40%; la inflación del año trepando entre 80 y 100% y el desempleo
fluctuando entre el 24 y el 27%, con más del 55% de la población debajo de la línea de
pobreza. Según: La Proyección de las Crisis (junio de 2002), en Informe Económico
Mensual del CEB, Proyecciones Macroeconómicas para el año 2002 (iem@ ceb.org.ar).
493
IDEP-CTA (2003), Desempleo y salida exportadora, abril, Buenos Aires.
522
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
494
“… Aunque la actividad económica crezca de manera sostenida, es muy difícil esperar
un descenso pronunciado de la desocupación. Quienes pronostican lo contrario están
fantaseando”; “… La configuración del mercado de trabajo será difícil de modificar en el
futuro. Los empleos que logren crearse serán de baja calidad, inestables y sin cobertura
social”; “… la elasticidad empleo-producto va a estar por encima de su valor histórico (en
el corto plazo observamos), pero no hay que esperar milagros”, declaran respectivamente
Javier Lindenboim de la Facultad de Ciencias Económicas de UBA, Luis Beccaria del
Instituto de Ciencias de la UNGS y Ernesto Kritz del SEL a F. Krakowiak (“Espejitos de
colores”, Suplemento Económico “Cash” de Pág. 12, 20/04/03)
495
Respecto de la actual estructura productiva de la industria nacional puede verse con
mayor detalle en Federico-Sabaté A.M.-comp.- (2002), Economía y Sociedad en la Región
Metropolitana de Buenos Aires. En el contexto de la reestructuración de los 90´, Ediciones
Al Margen-UNGS, Buenos Aires.
523
Luciano Andrenacci
496
“… con la actual ‘salida exportadora´ no será posible consolidar tasas de crecimiento en
el largo plazo superiores al 3%. Actualmente se exportan recursos naturales o manufactu-
ras de escasa elaboración. Su componente de empleo es bajo y se encuentra concentrado
en muy pocas empresas. Además, la sustitución de importaciones se manifiesta en ramas
muy dependientes de la demanda doméstica en un marco de contracción del poder de
compra”. Claudio Lozano, en el mismo artículo del Suplemento Económico “Cash” de Pág.
12, antes mencionado.
497
Información tomada de Ministerio de Economía y Producción (2004). Análisis Nª I-
Crecimiento, empleo y precios.
524
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
525
Luciano Andrenacci
498
Al respecto puede verse la producción de Susana Hintze, Claudia Danani y otros colegas
del área de políticas sociales del ICO-UNGS.
526
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
527
Luciano Andrenacci
499
Coraggio, J.L. (1998) Economía Popular Urbana: una nueva perspectiva para el desa-
rrollo local. Cartilla nº 1 del Programa de Desarrollo Local del ICO- UNGS.
528
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
500
Todas ellas críticamente analizadas en los diversos trabajos de Coraggio, J.L. especial-
mente en (1999), Política social y economía del trabajo, Miño y Dávida Editores, Madrid.
501
Economía Popular Urbana es la denominación originalmente propuesta por J.L.Coraggio
hace alrededor de 15 años (al respecto ver www.Urbared.ungs.edu.ar).
529
Luciano Andrenacci
502
En el equipo de economía social del Instituto del Conurbano de la UNGS, estamos
analizando nuevos tipos de emprendimientos surgidos y los problemas que deben enfren-
tar. Como producto parcial de este trabajo, se elabora un anteproyecto de ley de economía
social y empresas sociales, para mejorar y facilitar las potenciales de estas iniciativas
populares, dado que la ley de cooperativas actualmente vigente, resulta muy compleja e
insuficiente.
530
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
Asimismo, plantea con suficiente detalle los distintos nexos (no sólo
económicos) que el sector de la economía social tendrá con la economía
pública y la economía capitalista empresarial, orientadas esencialmente
por objetivos de acumulación de poder y de acumulación de ganancias,
respectivamente. Para ello avanza conceptualmente en la elaboración de
lo que llamaríamos una microeconomía de la unidad doméstica, incor-
porando aspectos antropológicos y de otras disciplinas sociales cuando
resulta necesario para completar el análisis, que es un capítulo ausente
de la economía tradicional en la que sólo es vista como unidad de con-
sumo y de provisión de fuerza de trabajo al mercado. Por supuesto, la
instalación de una economía de estas características empuja importan-
tes modificaciones en los sistemas de gestión pública del área respectiva
y en la legislación. Existen progresos detallados sobre las precondiciones
requeridas para la implementación de dicha estrategia de economía so-
cial o del trabajo 503.
Existe acuerdo acerca de la dificultad de la construcción de esta
economía y de algunas condiciones requeridas para viabilizar ese pro-
ceso. Si bien el fundamento de la economía social es, sin duda, el traba-
jo y el conocimiento encarnado en los trabajadores y sus sistemas de
organización, la base material de la economía exige contar con medios
de producción, tecnologías adecuadas, crédito, tener sus propios mer-
cados o competir en los mercados propios del capital.
Varios autores dedicados al tema plantean que los emprendimientos
solidarios de este sector deben reservar una parte de sus resultados eco-
nómicos para reinvertir en sí mismos o en su entorno 504 , ya que su
confrontación o competencia con el sistema de empresas capitalistas
(en los mercados, en el territorio, en el estado, en la sociedad), plantea
como necesidad una estrategia para ensanchar continuamente el campo
de la economía social, ampliando el espacio en que pueden actuar ínte-
gramente con arreglo a los valores y principios sostenidos.
“(… ) se necesita contar con suficiente tiempo para desarrollar otras
estructuras e instituciones económicas que le permitan superar su esta-
d o fragm entario y c o nfo rm ar, d e esta m anera, un sub sistem a,
503
Ver: Coraggio, J. L. (2002), De la redistribución del ingreso al desarrollo de una
Economía Solidaria, en Aportes al Debate del Plan Fénix, F.C.E. – UBA, abril; y también el
trabajo de este autor incluido en A.M. Federico-Sabaté –comp.- (2002), ya indicado.
504
Cattani, A. D. (2004), La otra economía, UNGS-Altamira-OSDE, Buenos Aires.
531
Luciano Andrenacci
505
Coraggio, J.L. (1998), Economía Popular Urbana: Una nueva perspectiva para el
desarrollo local, Cartillas 1 del Programa de Desarrollo Local, ICO-UNGS.
506
Melo Lisboa A. de (2004), Solidaridad, incluido en A. D. Carttani ya citado.
507
Cassano, D (2003), Aportes jurídico-institiucionales para un proyecto de ley sobre
promociòn de la economía social y las empresas sociales, incluido en Empresas Sociales y
economía social, Ana L. Abramovich y otros, ICO-UNGS.
532
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
508
Coraggio, J. L. (2004), La gente o el capital, Editorial Espacio, Buenos Aires.
509
Ministerio de Economía de la Nación. Secretaría de Política Económica, Dirección de
gasto s so ciales co nso lidado s. Bueno s Aires. http://www.meco n.go v.ar/peco no mica/
basehome/gastosocial.html.
533
534
Tabla 6
Luciano Andrenacci
Gasto Público Consolidado por finalidad
(% en millones de pesos de 2002 y en % del PBI)
510
Al decir la “estrategia” propuesta o bien “nuestra propuesta”, nos estamos refiriendo a la
estrategia de economía social o economía del trabajo. Como es evidente, tomamos como
base de la misma para el caso argentino, la realizada por José Luis Coraggio en los distintos
desarrollos que él hiciera a lo largo de los últimos años de investigaciones, avances concep-
tuales, propuestas empíricas y precisiones personales o colectivas desde su lanzamiento
original, así como otras llevadas a cabo por el equipo o miembros del mismo.
535
536
Tabla 7
Luciano Andrenacci
Gasto Público Social Consolidado por función
(En millones de pesos de 2002 y en %)
537
Luciano Andrenacci
511
Las categorías en que se agrupa al Gasto Social Focalizado del Gobierno Nacional según
su normativa de origen son:
- Transferencias automáticas a las provincias establecidas por ley nacional
- Leyes especiales
- Programas dependientes de organismos descentralizados con financiamiento propio
- Programas con financiamiento internacional
- Resto de los programas nacionales (por ley de presupuesto)
538
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
512
Isuani E.A. (2002), Para una política de ingreso social, ponencia presentada al Debate
del Plan Fénix, abril.
513
Los datos utilizados en este primer punto siguen los publicados en el Informe de la
revista del Instituto de Estudios Fiscales y Económicos (2003), Estudios, IEFE, Nº 123, La
Plata.
539
Luciano Andrenacci
514
Al respecto, ver por ejemplo: Federico-Sabaté A.M. –coord- (2004), La crisis de la
globalización y la asociatividad emergente, GADIS, Buenos Aires.
515
Al respecto es muy interesante realizar una lectura crítica de Battistini Osvaldo -coord.-
(2002), La atmósfera incandescente. Escritos políticos sobre la Argentina movilizada,
Asociación Trabajo y Sociedad, Buenos Aires.
540
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
516
Coraggio J.L. (2002), Sobre las formas de implementar el Programa de Jefas y Jefes de
Hogar, Pág. 12, 24 de febrero. Del mismo autor, ver también De la redistribución del
ingreso al desarrollo de una economía social, ponencia presentada en Aportes al Debate
del Plan Fénix, Hacia el Plan Fénix, abril de 2002.
517
Ministerio de Desarrollo Social (2004), Lineamientos de Políticas Sociales, Documento
Institucional, Cuaderno 1, Buenos Aires.
541
Luciano Andrenacci
Más allá de las dificultades que todo programa público puede en-
contrar en su implementación, éste terminó fuertemente volcado a uno
de sus subcomponentes, convirtiéndose casi exclusivamente en subsi-
dios a microemprendimientos aislados, conformados por beneficiarios
de Plan Jefas y Jefes, y con dudosa capacidad de subsistencia masiva, a
nuestro entender.
Nos interesa también incorporar en el análisis la cuestión referida al
peso de los futuros compromisos derivados de la deuda externa sobre
las finanzas públicas y las posibilidades de emprender una política so-
cial tradicional de mayor envergadura como sería necesario.
542
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
543
Luciano Andrenacci
520
La situación fiscal. Diario Clarín 13 de septiembre de 2004. También en Calcagno A. y
E. Calcagno (2004), “Perspectivas de la deuda externa”, Le Monde diplomatique/el Dipló
de noviembre.
521
En una nota publicada en el suplemento económico de Clarín el 14 de noviembre de
2004, Ismael Bermúdez habla de montos que van desde los u$s 6.500 a los u$s 14.000
millones.
544
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
522
Para mayores detalles, ver Basualdo E. y Azpizu D. (2002), El proceso de privatización
en Argentina, UNQUI-PAG.12 y otros trabajos de estos economistas.
545
Ciudadanía y capacidad estatal:
dilemas presentes en la
reco nstr ucció n de la po lítica
nstrucció
so cial argentina523
Intro d uc c ió n
523
Este trabajo recoge parte de nuestras preocupaciones alrededor de la política social
argentina y las tareas que hemos estado desempeñando en los programas de capacitación
del Instituto Interamericano para el Desarrollo Social (INDES-BID). Las opiniones aquí
vertidas, sin embargo, no comprometen sino a sus autores.
524
INDES-Instituto Nacional de Administración Pública (INAP-Guatemala); INDES-Fon-
do de Compensación y Desarrollo Social (FONCODES-Perú), respectivamente.
525
Según la formulación de CAVAROZZI, Marcelo: “Los partidos políticos y las reformas de
mercado en América Latina” (inédito).
Luciano Andrenacci
526
La literatura respecto de este diagnóstico es vasta, pero un trabajo abarcativo e impor-
tante por la posición institucional del autor, porque incluye alusiones a modelos de política
social, y por el momento en que se distribuye es el de EDWARDS, Sebastián: Crisis and
Reform in Latin America. From despair to hope ; Washington, World Bank - Oxford University
Press, 1995.
527
Se suele denominar “cuasimercado” a un mercado en donde los agentes y las reglas de
juego están públicamente reguladas y supervisadas.
528
Ver, en este volumen, el trabajo de ÁLVAREZ, Sonia.
548
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
529
Ver, entre otros, MOLINA, Carlos: “Modelo de Protección para Pobres -alcance y
limitaciones de un nuevo modelo de política social para la región” (inédito).
549
Luciano Andrenacci
530
Ver CALDERÓN, Fernando: La reforma de la política. Deliberación y desarrollo ; La Paz,
ILDIS / Friedrich Ebert / Nueva Sociedad, 2002.
531
La idea de “segunda generación de reformas” apunta a acompañar el proceso iniciado
de reestructuración del papel del Estado en la economía (la denominada “primera genera-
ción de reformas”), apuntalando entre otras acciones una serie de medidas administrativas
al interior del mismo. Indicado esto, vale remarcar que es ya muy reconocida en la
literatura reciente la crítica a esta idea secuencial de reformas, toda vez que aquellos que
idearon y promovieron los ajustes estructurales (proceso que hoy se denomina “reforma de
primera generación”) difundían la ilusión de que la misma sería suficiente para solucionar
los problemas económicos y sociales que se visualizaban como obstáculos al desarrollo
(ver ACUÑA y TOMMASI, 1999).
550
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
532
Ver REPETTO, Fabián: Gestión pública y desarrollo social en los noventa; Buenos Aires,
Prometeo, 2002.
533
En términos de la ciencia política, “poliarquía” implica un esquema de rotación de élites
según un conjunto de reglas de juego que garantizan rotación y libertad de asociación y
expresión. Es un concepto más específico para calificar sistemas de gobierno que el más
vago y polisémico de “democracia”. Ver DAHL, Robert: Polyarchy. Participation and Opposition;
New Haven-London, Yale University Press, 1971.
551
Luciano Andrenacci
552
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
534
Que a pesar de que las prioridades eran otras, estuvieron presentes en los discursos de
las dos coaliciones más apoyadas por el electorado, las que sustentaron las candidadturas
de Néstor Kirchner y Ricardo López Murphy en el año 2003.
553
Luciano Andrenacci
535
Ver, en este volumen, el trabajo de SOLDANO y ANDRENACCI.
554
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
555
Luciano Andrenacci
La desestatiz ación
536
Ver, en este mismo volumen, SOLDANO Y ANDRENACCI; Y ÁLVAREZ.
556
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
557
Luciano Andrenacci
558
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
559
Luciano Andrenacci
dos formales (la más extensa por la composición salarial del país); y una
esfera de la “salud pública”, gestionada por hospitales y otros estableci-
mientos especializados estatales, en parte integrada a través de las pres-
taciones a los seguros de salud, tendencialmente especializada en secto-
res de bajos ingresos. Durante un primer período de reformas (en los
’80) se estudió la creación de seguros nacionales de salud capaces de
integrar los recursos y el gasto de las tres esferas y racionalizar su uso.
Los ’90 presenciaron, sin embargo, el abandono o el cambio de esas
estrategias por otras de más decidida desestatización e integración estra-
tégica más relativa.
La alternativa, motorizada por el peso creciente de los prestadores
privados, ya sin la capacidad de freno y/o veto de las organizaciones
sindicales (incluso co n la decidida co labo ració n de algunas), fue la
apertura del sistema de seguros para asalariados a la participación de
prestadores privados o asociativos, flexibilizando los mecanismos de
asociación y aproximándolo a la lógica de salud del estrato superior
voluntario. El contexto de fuerte caída de ingresos promedio y de can-
tidad de asalariados formales produjo por su parte un aumento sustan-
cial del sector de asegurados directamente por prestadores privados. El
nuevo “mercado de salud”, asimilable en algunos aspectos al sistema de
firmas privadas chilenas, aceleró la integración estratégica de Obras So-
ciales más impermeables a la degradación del ingreso de sus asociados
con los prestadores privados de servicios de salud. El antiguo estrato
intermedio de seguros de salud asociativos disminuyó así su cobertura y
aumentó sus costos. La creciente masa de ciudadanos con ingresos irre-
gulares e informales quedó en manos de una serie de proyectos de crea-
ción de mecanismos de subvención estatal a las prestaciones de salud,
por medio de erráticos “subsidios a la demanda”.
La complejidad de la nueva trama del sistema de salud es alta. La
transfiguración de las Obras Sociales en la conjunción de la nueva lógi-
ca sistémica y la degradación de la situación de los asalariados y sus
organizaciones es completa. La creciente importancia de los prestadores
privados los convierte en una pieza ineludible del sistema, particular-
mente reacia a cualquier redistribución de costos y responsabilidades.
Las posibilidades económicas del Estado de sostener con la inversión y
el gasto apropiado las demandas de los no asegurados, sea a través de
los establecimientos públicos (en su mayoría provinciales y municipa-
les, por otro lado) o a través de esquemas de subsidios a la demanda,
parece bien baja.
560
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
561
Luciano Andrenacci
La descentralización
562
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
563
Luciano Andrenacci
años ’70. Puede afirmarse, en suma, que los Estados provinciales y las
organizaciones sindicales de base provincial siempre han sido actores
importantes de la política social argentina.
La descentralización de política social en los ’90 tuvo al menos tres
rasgos centrales. El cambio más contundente lo representó la transfe-
rencia del complejo de educación media a las provincias. Un cambio
que viene a c o nso lidar una histo ria larga en la ya más dec idida
provincialización de la salud pública. Un segundo proceso es el que
consolida la gestión local de programas sociales, a pesar de que, salvo
en el caso de provincias con mayor autonomía presupuestaria (Buenos
Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza, básicamente), el grueso de los
programas sociales es diseñado, financiado y conducido desde el cen-
tro. El tercero es una continuidad: la difícil revisión del complejo de
pactos fiscales entre Nación, provincias y municipios complejiza la dis-
tribución de responsabilidades de política pública.
En educación, la tendencia es transferir la responsabilidad com-
pleta del complejo educativo inicial y medio a gobiernos subnacionales,
reservando al nivel central el poder de policía curricular, de respaldo
del sistema de acreditaciones, y la jurisdicción sobre el sistema terciario
y/o universitario. En salud, la tendencia es la transferencia de la res-
ponsabilidad sistémica (conjunto de hospitales, establecimientos espe-
cializado s y red de atenció n primaria) a uno s niveles subnacio nales
transfo rmado s en o rganismo s c o o rdinado res de establec imiento s
autárquicos y relativamente autónomos, con fuentes diversificadas de
financ iam iento . En el sistem a asistenc ial, es la ejec uc ió n o
implementación la que se desconcentra hacia el nivel local, reservando
al nivel central la gestión del financiamiento, los grandes objetivos y los
instrumentos de monitoreo y evaluación. Si bien no es un proceso di-
rectamente descentralizador, los vínculos con este eje son evidentes.
Dos conjuntos de problemas se perfilan en esta estrategia de descen-
tralización. Uno, básico, es de recursos. La no resolución de los abiertos
cuestionamientos a los pactos fiscales entre el nivel nacional y los nive-
les subnacionales corre el riesgo de agravar el desfinanciamiento de los
servicios sociales transferidos. El otro es de modelo. Las formas, tiempos
y características de la descentralización no parecen tomar en cuenta el
riesgo de fragmentación y diferenciación de servicios sociales entre ju-
risdicciones, y las consecuencias en términos de ciudadanía que esto
podría tener (o está teniendo).
564
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
La focalización
565
Luciano Andrenacci
566
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
537
Ver, en este volumen, el trabajo de Hintze, para una aproximación a las luces y sombras
de este proceso en Argentina.
567
Luciano Andrenacci
538
Ver también, en este volumen, Chiara y Di Virgilio.
568
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
Decíamos más arriba que dos grandes ejes pueden servir para iden-
tific ar las p rinc ip ales transfo rm ac io nes d e las relac io nes entre
institucionalidad social y ciudadanía en la política social argentina: la
(re)mercantilizació n y la desuniversalizació n n. Ambas conjugan los efec-
tos, en términos de ciudadanía, que están teniendo los procesos reales
de desestatización, descentralización y focalización.
Por (re)mercantilización entendemos una (re)asimilación de los clivajes
de la integración social al lugar que ocupan los ciudadanos respecto del mercado.
Siguiendo la formulación ya clásica de Esping-Andersen, a partir de los
trabajos de T. H. Marshall540, la política social pública tiende a generar
un conjunto de bienes y servicios que se distribuyen entre los ciudada-
nos según una lógica de titularidad política, no de justicia económica.
Esto s b ienes y servic io s están c o lo c ad o s “fuera” d el m erc ad o ,
desmercantilizando algunos costos de superviviencia y reproducción
de individuos y grupos, creando un conjunto de condiciones de vida
mínima adjudicables al carácter de ciudadano.
539
Sobre ambos problemas ver, en este volumen, IKEI, MECLE, CORVALÁN Y ANDRENACCI.
540
Ver al respecto, en este volumen, el trabajo de SOLDANO y ANDRENACCI.
569
Luciano Andrenacci
541
Idem.
570
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
542
Ver, por ejemplo, WACQANT, Loïc: “Marginalidad urbana en el próximo milenio”; en
Parias urbanos. Marginalidad en la ciudad a comienzos del milenio; Buenos Aires, Manantial,
2001. Para América Latina, una recopilación de trabajos se puede consultar en ZICCARDI,
Alicia: “Las ciudades y la cuestión social”; en ZICCARDI, Alicia: Pobreza, desigualdad social
y ciudadanía. Los límites de las políticas sociales en América Latina; Buenos Aires, CLACSO,
2001.
543
Ver, en este volumen, el trabajo de CATENAZZI y DI VIRGILIO.
571
Luciano Andrenacci
572
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
544
Ver, por ejemplo, HILDERBRAND, Mary y GRINDLE, Marilee: “Building Sustainable
Capacity in the Public Sector: W hat Can Be Done?”; en GRINDLE y MERILEE (editores):
Getting Good Government. Capacity Building in the Public Sector of Developing Countries; Boston,
Harvard University Press, 1997; W EISS, Linda: The myth of the powerless state ; New York,
Cornell University Press, 1998; y MIGDAL, Joel: Strong Societies and Weak States; Princeton,
Princeton University Press, 1988.
573
Luciano Andrenacci
cias de gobierno para obtener resultados a través de políticas públicas, dadas las
restricciones contextuales y la naturaleza política de los problemas pú-
blico s, definido s y redefinido s de mo do co nstante a través de la
interacción de individuos, grupos y organizaciones con intereses, ideo-
logías y (sobre todo) dotaciones de recursos de poder diferentes545. La
capacidad estatal se pone en juego cuando las instancias de gestión
estatal reciben, generan, seleccionan, priorizan y responden a deman-
das que se expresan como problemas públicos, provenientes de actores
constituidos en la arena política, o de grupos amplios que de modo
disperso o esporádico logran expresar sus demandas.
Sobresalen al menos cinco grandes ámbitos en los cuales la capaci-
dad estatal se despliega; y que permiten entender porqué la capacidad
estatal no es algo que pueda limitarse a aspectos técnico-administrativos
“puertas adentro” del aparato estatal, como entendiera ya hace tiempo
la sociología weberiana: a) el mantenimiento del orden y la ley; b) el
orden político-institucional (las reglas, procedimientos y rutinas que
regulan el manejo de las instancias de gobierno y la relación que las
mismas establecen con la ciudadanía y los grupos de interés); c) la ges-
tión de la economía; d) el sistema de protección social; y e) el posicio-
namiento del país en cuestión dentro el sistema político y económico
internacio nal.
Estos grandes ámbitos no suelen estar sujetos sino marginalmente a
cuestionamientos. Es posible decir que el Estado moderno goza de un
piso de legitimidad genérica para actuar en todos ellos. Pero la modali-
dad de intervención en cada uno de ellos es objeto del debate político y
social permanente. En lo que sigue, estudiaremos los componentes de
la capacidad estatal de manera independiente a ese debate, para luego
retomar los fines de la capacidad estatal en relación a las modalidades
de la ciudadanía.
545
Desde algunas perspectivas, los “resultados” pueden ser objetivables a través de catego-
rías como “valor social” o “valor público”. Para “valor social”, ver MOKATE, Karen: Efica-
cia, eficiencia, equidad y sostenibilidad: ¿qué queremos decir? Documento de Trabajo I-24;
INDES-BID, Washington, DC., 2002; y para “valor público” ver MOORE, Mark: Creating
Public Value. Strategic Management in Government; Harvard University Press, Cambridge,
1995.
574
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
546
Sobre el enfoque institucionalista o neoinstitucionalista ver MARCH, James y OLSEN,
Johan: Rediscovering Institutions: The Organizational Basis of Politics; Nueva York, Free Press,
1989; HALL, Peter: El gobierno de la economía; Ministerio de Trabajo y Seguridad Social,
Madrid, 1993; HALL, Peter y TAYLOR, Rosemary: “Political Science and the Three New
Institutionalisms”; en Political Studies, XLIV, 1996; y PETERS, Guy: Institutional theory in
political science. The new institutionalism; Pinter, Londres, 1999.
547
Algunos autores suelen destacar cuatro atributos que serían comunes en cualquier
acepción del término “institución”: a) las instituciones son creaciones sociales, tienen por
ende un orígen social; b) las instituciones son propiedades colectivas, con lo cual se puede
afirmar que las mismas tienen una extensión social; c) las instituciones se asocian a ideas de
estabilidad, regularidad, persistencia, recurrencia, por lo cual cabe señalar la extensión
temporal de las mismas; y d) las instituciones generan efectos sobre el comportamiento, la
interacción, las expectativas y las percepciones, estableciendo en tanto función social
restricciones y oportunidades. Ver SCHEDLER, Andreas: “¿Qué es una institución?, Méxi-
co, mimeo.
575
Luciano Andrenacci
548
REPETTO, Fabián: “Gestión pública, actores e institucionalidad: las políticas frente a la
pobreza en los ‘90”; en Desarrollo Económico, Vol. 39, N° 156, Buenos Aires, enero-marzo
de 2000.
549
Ver FOX, Jonathan: The Politics of Food in Mexico ; Cornell University Press, Ithaca-
London, 1994.
550
SUBIRATS, Joan y GOMÀ, Ricard: “Políticas públicas: hacia la renovación del instru-
mental de análisis”; en GOMÀ, Ricard y SUBIRATS, Joan (coordinadores): Políticas Públicas
en España. Contenidos, redes de actores y niveles de Gobierno; Ariel, Barcelona, 1999.
576
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
551
De este modo, “una matriz política, específicamente, es un sistema de variables y
constreñimientos que fijan límites y probabilidades diferenciales para la realización de
intereses sociales y para el alcance de objetivos políticos (...). En este sentido, podemos
pensar a la matriz política como un sistema de variables estructurales, político-institucionales
e ideológicas que, (a) fijan los límites de factibilidad para la realización de intereses y
alcance de objetivos políticos; (b) definen probabilidades diferenciales para la realización
de intereses y el alcance de objetivos políticos factibles; (c) brindan a los distintos actores
un conocimiento o mapeo de cómo funcionan las relaciones sociopolíticas y, por lo tanto,
influyen la percepción sobre los límites de factibilidad y más eficientes cursos de acción
para el alcance de objetivos y realización de intereses”; en ACUÑA, Carlos: “Introducción”,
en Acuña, Carlos (comp.) La nueva matriz política argentina; Nueva Visión, Buenos Aires,
1995: pp. 15-16.
552
El modo en que administración y política se retroalimentan es un tema clásico de los
estudios del Estado y sus vínculos con la sociedad. Para una panorámica en ese sentido, ver
OSZLAK, Oscar: “Notas críticas para una teoría de la burocracia estatal”; en OSZLAK, Oscar
(compilador): Teoría de la burocracia estatal; Paidós, Buenos Aires, 1984; y PETERS, Guy: La
política de la burocracia; Fondo de Cultura Económica, México, DF., 1999. Vale sólo señalar
que la separación entre administración y política aquí esbozada tiene como único objetivo
una estilización analítica, toda vez que en la práctica ambas esferas están mutuamente
interrelacionadas.
553
Para una visión amplia de las diversas teorías del Estado, a partir de las cuales se pueden
encontrar fundamentos que ayuden a no limitar el Estado a su aparato organizacional,
veáse MANN, Michael: Las fuentes del poder social II; Alianza Universidad, Madrid, 1997.
577
Luciano Andrenacci
554
Así Sikkink le da un alcance determinado en esa dirección, al entenderla como la
eficacia administrativa del aparato estatal para instrumentar sus objetivos oficiales, resal-
tando para ello los factores organizativos y de procedimiento de recursos humanos, que
regulan aspectos tales como el reclutamiento, la promoción, los salarios y el escalafón. Ver
SIKKINK, Kathryn: “Las capacidades y la autonomía del Estado en Brasil y la Argentina. Un
enfoque institucionalista”; en Desarrollo Económico, Vol. 32, No. 128, Buenos Aires, 1993.
Geddes la asocia también a los méritos de los equipos burocráticos y la calidad del sistema
de reglas de juego que estructuran su vínculo con la dirigencia política. Ver GEDDES,
Barbara: Politician’s dilemma: building state capacity in Latin America; Berkeley, University of
California Press, 1994. Grindle, por su parte, resalta la importancia del desarrollo de los
recursos humanos y del aparato organizacional estatal. Ver GRINDLE, Merilee: “The Good
Government Imperative. Human resources, organizations, and institutions”; en GRINDLE,
Merilee (editora): Getting Good Government. Capacity building in the public sector of developing
countries; Boston, Harvard University Press, 1997. En esa misma línea argumentativa, Evans
(1996) define lo que llama “coherencia interna”, enfatizando que para lograr la eficacia
burocrática resulta decisivo la concentración de los expertos, a través del reclutamiento
basado en el mérito y las oportunidades ofrecidas para obtener promociones y ascensos de
una carrera profesional de largo plazo. Ver EVANS, Peter: “El Estado como problema y
como solución”; en Desarrollo Económico, Vol. 35, Nº 140, Buenos Aires, enero-marzo de
1996.
555
En un trabajo reciente, se señala que “en el presente, los actores y las concepciones
teóricas a través de las que opera la cooperación internacional han sufrido cambios per-
ceptibles. Las instituciones financieras internacionales desempeñan un papel central en la
promoción de las innovaciones organizacionales a través de las condicionalidades de sus
operaciones. El auge del institucionalismo en sus diferentes variantes ha impactado sobre
los discursos y las aspiraciones, con una visión más comprehensiva de los procesos de
desarrollo y una mejor percepción de la importancia de incentivos, restricciones y valores.
Ello explica que el énfasis retórico esté colocado en la “construcción de capacidades” y en
el “fortalecimiento institucional”, aún cuando en la operacionalización de estos conceptos
no se perciban modificaciones sustanciales con respecto a las viejas modalidades de inter-
vención”; en MARTÍNEZ NOGUEIRA, Roberto: “Las administraciones públicas paralelas y
la construcción de capacidades institucionales”; en Reforma y Democracia, Nº 24; Caracas,
noviembre de 2002: p. 172.
578
Problemas de la política social en la Argentina Contemporánea
579
Luciano Andrenacci
556
Estos acuerdos “logran un grado significativo de aceptación social, en torno a tres
ámbitos principales de la vida social: el nivel de la cultura política (esto es, el nivel de esa
compleja amalgama de ideas y valores que conforman “modelos” de orientación política);
el nivel de las reglas e instituciones del juego político que configuran “fórmulas institucionales”
(es decir, mecanismos operacionales para la agregación de intereses y la toma de decisiones
que en su nivel más amplio configuran el régimen político); y finalmente (...) en torno al
papel del Estado y sus políticas públicas estratégicas, orientadas a responder a los desafíos
de la “agenda” pública (pienso especialmente en las políticas económicas y las políticas
sociales). Estos acuerdos actúan como condición necesaria para la existencia de niveles
adecuados de gobernabilidad, en la medida que otorgan mayores márgenes de previsibilidad
al comportamiento de los distintos actores sociales. Se podrá argüir que esta posición pone
un énfasis excesivo en el papel de las “elites dirigentes”, y es cierto; pero lo que quiero
remarcar es que esos acuerdos cupulares constituyen una condición necesaria, más no
suficiente, para lograr adecuados niveles de gobernabilidad”. Ver CAMOU, Antonio: “Estu-
dio preliminar”; en CAMOU, Antonio (compilador): Los desafíos de la gobernabilidad; FLACSO
México/UNAM/Plaza y Valdés, 2001: p. 11.
557
Coppedge, por ejemplo, brinda ciertas claves para entender esta cuestión, a partir de
jerarquizar aspectos de inclusión, lucha de poder, negociación y formalización: a) inclu-
sión: ¿se reconocen los actores unos a otros como partes negociadoras legítimas? Si no,
¿qué tácticas adoptan los actores excluidos para tratar de ganar un sitio en la mesa? ¿Cómo
intentan excluirlos los otros actores?; b) lucha de poder: ¿aceptan los actores la distribución
existente de poder? Si no, ¿qué tácticas adoptan para intentar aumentar su propio poder o
reducir el de otros?; c) negociación: ¿qué fórmulas estables y mutuamente aceptables, si hay
alguna, han negociado los actores para gobernar sus relaciones? Si no hay fórmulas esta-
bles, ¿qué tácticas utilizan los actores para adaptar la fórmula a sus intereses con el fin de
que puedan ser renegociados? Si hay una fórmula estable que no es aceptada totalmente,
¿cómo intentan algunos actores desviarla para su propio beneficio sin rechazarla totalmen-
te?; y d) formalización: ¿de qué forma están las fórmulas codificadas en pactos, contratos o
ley pública? El modo en que se resuelvan estos aspectos esencialmente políticos tendrá
clara incidencia en los grados de capacidad institucional que se alcancen en ámbitos
específicos de la acción pública. Ver COPPEDGE, Michael: “Instituciones y gobernabilidad
democrática en América Latina”, en CAMOU (op. cit.).
580
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584
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558
Como ha sido señalado, “la responsabilización es aquí entendida como un valor (o
meta-valor) que debe guiar a los gobiernos democráticos: la rendición de cuentas a la
sociedad. La accountability forma parte de un sistema más amplio, el régimen democráti-
co, cuyo objetivo supremo es el de garantizar la soberanía popular (el poder emana del
pueblo) y que se estructura, básicamente, a través de las elecciones, el control vertical de
la población sobre los gobernantes, que ocurre de tiempo en tiempo. Por su parte, en los
últimos siglos se fueron creando instrumentos para controlar y fiscalizar a los gobiernos en
el intervalo entre las elecciones, que permiten aplicarles sanciones cuando incumplen las
leyes, incurren en actos de corrupción e, incluso, en el caso que se desentienden de las
promesas emitidas en la circunstancia electoral. Estos mecanismos constituyen las formas
de garantizar la responsabilización ininterrumpida de los gobiernos”. Ver CLAD: La
Responsabilización en la Nueva Gestión Pública Latinoamericana, CLAD/BID/Eudeba, Buenos
Aires, 2000, p. 19.
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Ver, en este volumen, el capítulo de HINTZE.
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Para concluir este trabajo, que contiene hasta aquí enfoques descrip-
tivos y críticos de la política social argentina y en la calidad ciudadana
correspondiente, es necesario no huir de la responsabilidad de adoptar
enfoques propositivos. Y aunque muchas de estas ideas pueden ser leí-
das como el reverso de las críticas sugeridas, no está de más, a manera
de reflexión final, recapitular un poco. Al mismo tiempo, los últimos
dos años han sido ricos en principios de cambio, que en la medida de
lo provisorio que pueden resultar sólo serán citados en sentido general.
Se deducía de lo dicho más arriba que cualquier estrategia de cam-
bio en la institucionalidad social argentina depende de la reconstruc-
ción/desarrollo de capacidades estatales. Esto implica, de acuerdo a lo
expresado, una problematización de los obstáculos identificados en tér-
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