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FENOMENOLOGÍA DEL AHORRO

Por: Nabonazar Cogollo Ayala

-1. El hábito del ahorro es tan antiguo como la humanidad misma y se remonta allende la

historia escrita del homo sapiens sapiens, hasta los tiempos del paleolítico temprano cuando los

primeros padres descubrieron que si la caza era buena y abundante hasta el punto que sobraba

una buena ración de carne para la horda, quizás lo más recomendable era enterrarla entre la

nieve a buen recaudo para los malos tiempos. La etimología castellana del vocablo ahorrar hace

referencia a almacenar, guardar víveres y provisiones en un “horro”, es decir, en una despensa

o alacena lo suficientemente fuerte y segura como para asegurar dicho cometido. El ahorro desde

aquellos pretéritos tiempos hace referencia explícita entonces al bien de consumo mediato o

inmediato que se deja de gastar y/o consumir en el momento presente con miras a lo que podrían

ser las necesidades futuras. Ahorrar es tanto como aprovisionar para los tiempos venideros como

una forma de asegurar la satisfacción de las necesidades del ser humano con un nivel mínimo

de calidad y holgura que asegure la comodidad humana, esto es, el buen vivir. Se ahorra para

asegurar la continuidad de la vida misma, en el aquí y en el ahora, en el ámbito del individuo,

del núcleo familiar y de la sociedad de la cual se forma parte.

En tiempos de la España medieval se denominaba horro (palabra que deriva del árabe hurr

que significa “libre”) al esclavo que guardaba monedas de oro o plata de tal manera que un día

pudiera al fin comprar su libertad ante su amo o retenedor. El Diccionario de la Real Academia

de la Lengua Española (DRAE) lo define así en su acepción 1:

horro, rra

Del ár. hisp. ḥúrr, y este del ár. clás. ḥurr 'libre'.
adj. Dicho de una persona: Que, habiendo sido esclava, alcanza la libertad.
(…)
(Real Academia de la Lengua Española (RAE) , 2022)
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Este legendario referente etimológico tiene un trasfondo espantable como es el de la

esclavitud, pero de una forma u otra de él procede el sustantivo posterior horro para denotar

armario, mueble o alacena donde se deposita o guarda el producto del horro, de ahí el posterior

verbo ahorrar. Se ahorra en consecuencia para ser libre, para alcanzar la autonomía en términos

del manejo de los propios recursos, para sobreaguar con éxito los malos tiempos. El DRAE trae

la siguiente definición para el verbo ahorrar, considerablemente amplia como quiera que

responde a diferentes frentes comunicativos:

ahorrar
De horro.

1. tr. Reservar una parte de los ingresos ordinarios. U. t. c. intr. Ahorrar para la vejez.
2. tr. Guardar dinero como previsión para necesidades futuras. U. t. c. intr.
3. tr. Evitar un gasto o consumo mayor. Ahorrar agua, papel, energía.
4. tr. Evitar o excusar algún trabajo, riesgo, dificultad u otra cosa. U. t. c. prnl.
5. tr. p. us. Entre ganaderos, conceder a los mayorales y pastores cierto número de cabezas de
ganado horras o libres de todo pago y gasto, y con todo el aprovechamiento para ellos.
6. tr. p. us. Dar libertad al esclavo o prisionero.
7. tr. desus. Quitarse del cuerpo una prenda de vestir.
no ahorrarse, o no ahorrárselas, alguien con nadie
1. locs. verbs. coloqs. Hablar u obrar sin temor ni miramiento.

(Real Academia de la Lengua Española (RAE), 2023)

De tal manera que se reitera en este abanico de acepciones semánticas lo anteriormente dicho:

se ahorra para asegurar la satisfacción de necesidades futuras generalmente imprevisibles, con

un mínimo básico de amplitud y solvencia, que aseguren la comodidad, el bienestar y la propia

existencia.

-2. La sabiduría popular colombiana ha acuñado el siguiente adagio referente al saludable y

deseable hábito del ahorro: “cuidemos los centavos que los pesos se cuidan solos”. El cual

apunta al hecho que eventualmente no nos ocupamos de los pequeños gastos, sino de los

grandes; en la convicción errónea que lo pequeño se mantiene como tal, sin mirar que la suma

de varios pequeños gastos, devienen, a la larga, en un gasto grande. El hábito del ahorro
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desaconseja los gastos desmesurados e irresponsables, lo cual incluye además los suntuarios e

innecesarios. Someter al rígido control del buen juicio y el raciocinio cada gasto en el cual se

haya de incurrir, era aconsejado y demostrado en su propio quehacer por el filósofo prusiano

Immanuel Kant (1724-1804), cuyo biógrafo más reconocido, Kuno Fisher, llegó a afirmar de él

que quizás nunca quedó debiendo un centavo a nadie en sus 80 años de vida moderada y estoica.

(Cassirer, 1978)

Kant daba los siguientes consejos para asegurar una vida holgada, sin afugias económicas y

hasta con cierto nivel de comodidad:

2.1. Pagar siempre al contado, evitar dentro de lo posible los créditos que suelen tener intereses

onerosos.

2.2. Nunca gastar más de lo que se gana.

2.3. Evitar incurrir en gastos suntuarios.

Aplicando estos sencillos, pero útiles consejos de lógica financiera el pensador de

Königsberg llegó a ser modelo a seguir de sus coterráneos y coetáneos.

Conclusiones:

-1. El ahorro bien puede entenderse como la frustración actual de algunas de nuestras

tendencias de consumo y/o gasto, en pro de aprovisionarse para necesidades futuras y posibles

frentes de gasto. (Concepto de ahorro).

-2. Se ahorra para tratar de prolongar al máximo nuestro propio buen vivir y de nuestro grupo

familiar inmediato; como una forma de asegurar la existencia en un marco de holgura y

dignidad. (Utilidad del ahorro).


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-3. Es preciso inhibir ciertas tendencias de gasto o consumo innecesario, que la larga devienen

en gastos suntuarios que dilapidan nuestros recursos y que en el futuro seguramente habrán de

hacerlos falta. (Ética del ahorro).

-4. El ahorro a la larga se convierte en fuente de provisión, seguridad económica y riqueza tanto

propia, como familiar y eventualmente del estado. Una sociedad cuyos ciudadanos incurren en

el derroche y la dilapidación, está condenada al fracaso.

Referencias
Real Academia de la Lengua Española (RAE) . (2022). RAE. (RAE, Editor, RAE, Productor, &

RAE) Recuperado el 5 de octubre de 2023, de RAE: https://dle.rae.es/horro

Real Academia de la Lengua Española (RAE). (5 de octubre de 2023). RAE. (RAE, Editor, RAE,

Productor, & RAE) Recuperado el 5 de octubre de 2023, de RAE:

https://dle.rae.es/ahorrar?m=form

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