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Índice

1. Conceptos generales y movilización de pacientes............1

2. Legislación…………………………………………………………………….13

3. Funciones del celador en instituciones sanitarias y


sociosanitarias …................................................................19

4. Movilización de un paciente encamado ….......................49

5. Ética profesional y confidencialidad.................................59

6. Seguridad clínica en el manejo de pacientes y muestras…66

7. Primeros auxilios……… …………………………………………………76

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1. CONCEPTOS GENERALES y MOVILIZACIÓN DE PACIENTES.

1.1. Conceptos fundamentales


CELADOR

Persona que tiene por oficio celar o vigilar el cumplimiento de las normas y el
mantenimiento del orden o hacer otras tareas de apoyo en un establecimiento
público.

El celador es la persona con la que primero se contacta cuando se acude, ya sea como
usuario o como paciente, a un establecimiento sanitario (hospital, centro de salud,
etc.). En las instituciones sanitarias surgirán diversas situaciones en las que el celador
tendrá que intervenir, por lo que el conocimiento de sus funciones es necesario.

Una de las funciones del celador es el traslado de los enfermos, en camilla o en silla
de ruedas, a las consultas o dependencias de la institución. Para llevar a cabo este
cometido el celador debe conocer una serie de conceptos, que ayudarán a realizar su
labor correctamente.

Las funciones de los Celadores vienen recogidas en el artículo 14, punto 2, del
Estatuto de Personal No Sanitario al servicio de las Instituciones Sanitarias de la
Seguridad Social. Dicho estatuto se plasmó en una Orden del Ministerio de Trabajo
de 5 de Julio de 1971 (publicado en el B.O.E. del 22 de Julio de 1971). Aunque se ha
promulgado el nuevo Estatuto Marco que afecta a todo el personal estatutario del
Sistema Nacional de Salud (Ley 55/2003, de 16 de diciembre) y deroga los tres
estatutos vigentes hasta la fecha, las funciones recogidas en el antiguo Estatuto
continúan vigentes (según la Disposición Transitoria Sexta de la citada Ley 55/2003).

ASEPSIA
Ausencia de gérmenes que puedan provocar una infección.
"en los quirófanos es necesaria la asepsia"

Método o procedimiento para evitar que los gérmenes infecten una cosa o un lugar.
"la esterilización y la aplicación de antisépticos son formas de asepsia"

ANTISÉPTICO

Que se emplea para destruir los gérmenes que infectan un organismo vivo o para
evitar su existencia.

LAVADO DE MANOS

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Técnica que se debe realizar de forma protocolaria a llegar al centro de trabajo y cada
vez que se realiza la manipulación de objetos y materiales que hayan estado en
contacto con un enfermo.

Ejes y planos en el espacio El cuerpo humano puede ser dividido en planos y


ejes:

Eje longitudinal: Es aquel que recorre el cuerpo en toda su longitud.

Eje transversal: Va de derecha a izquierda y es perpendicular al anterior.

Eje sagital: Posee una orientación de adelante hacia atrás.

Existe una correspondencia entre cada uno de estos ejes básicos y una serie de planos
principales, que se utilizan como referencia para situar y orientar las diferentes
posiciones del paciente en el espacio. Estos planos son los siguientes:

Plano sagital medio: Es el que está situado en la línea media del cuerpo. Lo divide en
dos mitades especulares, derecha e izquierda.

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Plano transversal u horizontal: Es un plano que divide el cuerpo en una zona superior
y otra inferior. Es perpendicular al plano sagital.

Plano coronal medio o frontal: Plano situado a la altura de la sutura coronal, divide
el cuerpo en una parte anterior y otra posterior. Es paralelo a la frente.

Plano oblicuo: Ángulo de 45º respecto al plano sagital y al frontal.

1.2. Regiones y cavidades del cuerpo humano

En el cuerpo humano se han descrito dos cavidades situadas en el tronco, que se


hallan separadas por el diafragma: la cavidad torácica y la cavidad abdominal.

Cavidad torácica: en ella se encuentran la cavidad pleural, la cavidad pericárdica y el


madiastino, de situación central, y que se sitúa entre ambos pulmones, la columna
vertebral, el diafragma.

Cavidad abdominal: contiene la cavidad peritoneal y la cavidad pélvica.

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Además de las cavidades anteriores, existen otras regiones anatómicas, como son:

Extremidades superiores, inferiores, cabeza, tórax y abdomen.

El abdomen está dividido en nueve cuadrantes:

Cuadrantes superiores: hipocondrio derecho, hipocondrio izquierdo y epigastrio.

Cuadrantes medios: vacío renal derecho, vacío renal izquierdo y zona periumbilical.

Cuadrantes inferiores: Fosa ilíaca izquierda, fosa ilíaca derecha e hipogastrio en el centro.

1.3. Direcciones de los movimientos

Describen los movimientos y cambios de posición que efectúen los miembros en las
distintas situaciones.

Flexión: movimiento que implica plegar o doblar una extremidad sobre una articulación.

Extensión: movimiento que implica extender o estirar una extremidad sobre una
articulación.

Abducción: movimiento de alejamiento del plano medio.

Aducción: movimiento de acercamiento al plano medio.

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Eversión: cambio de dirección hacia fuera.

Inversión: cambio de dirección hacia dentro. Rotación: movimiento de giro sobre un


eje.

Circunducción: movimiento circular alrededor del eje del cuerpo.

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Pronación: giro del antebrazo que coloca la palma de la mano hacia atrás o hacia abajo

Supinación: giro del antebrazo que coloca la palma de la mano hacia delante o hacia
arriba.

1.4. Posiciones anatómicas

En la mayoría de las ocasiones, los pacientes que se encuentran en un hospital tiene


reducida su movilidad debido a su enfermedad, por lo que va a ser muy habitual que
tengamos que colaborar en su movilización para ayudarles en los movimientos
imprescindibles paso previo, vamos a considerar las posiciones más frecuentes que
se utilizan para facilitar la exploración, el tratamiento y la prevención de lesiones.

Decúbito supino: El paciente se encuentra acostado sobre su espalda, tumbado boca


arriba.

Decúbito prono o ventral: Paciente tumbado boca abajo, con la cabeza ladeada.

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Decúbito lateral: Paciente tumbado de lado y con la pierna superior flexionada en
ángulo recto.

Bipedestación: Paciente en posición vertical sobre los pies.

Fowler o semisentado: Paciente con el torso levantado y en ángulo de 45º.

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Sims o semiprona: Posición intermedia entre decúbito prono y decúbito lateral, la pierna
interior semiflexionada y la superior doblada por la rodilla y cadera.

Trendelemburg: Paciente tumbado boca arriba, en un plano oblicuo de 45º, con la


cabeza más baja que los pies.

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Antitrendelemburg o Morestin: Trendelemburg inversa, con la cabeza más alta que los
pies.

Ginecológica o de litotomía: Paciente tumbado boca arriba, con las piernas elevadas,
flexionadas y separadas.

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Paciente de rodillas e inclinado hacia delante.

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2. LEGISLACIÓN
Artículo 15 de la Constitución Española:

Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso,
puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Queda
abolida la pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las leyes penales militares para
tiempos de guerra.

Artículo 18 de la Constitución Española:

1. Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia


imagen.

2. El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en él sin


consentimiento del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito.

3. Se garantiza el secreto de las comunicaciones y, en especial, de las postales,


telegráficas y telefónicas, salvo resolución judicial.

4. La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal


y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos.

Artículo 40.2 de la Constitución Española encomienda a los poderes públicos, como uno
de los principios rectores de la política social y económica, velar por la seguridad e
higiene en el trabajo. Este mandato constitucional conlleva la necesidad de aplicar una
política de protección de la salud de los trabajadores mediante la prevención de los
riesgos derivados de su trabajo, la cual ha sido desarrollada mediante un amplio acervo
jurídico, siendo la norma más significativa la Directiva 89/391/CEE, que contiene el
marco jurídico general en el que opera la política de prevención comunitaria, la cual ha
sido objeto de transposición a nuestro ordenamiento interno, a través de la Ley 31/1995,
de 8 de noviembre de Prevención de Riesgos Laborales, cuyo artículo 14.2 obliga a las
Administraciones Públicas a garantizar la seguridad y la salud de los empleados públicos
a su servicio en todos los aspectos relacionados con el trabajo, sin distinción del régimen
jurídico que rija su relación de servicio.

Artículo 41 de la Constitución Española:

Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los
ciudadanos, que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante
situaciones de necesidad, especialmente en caso de desempleo. La asistencia y
prestaciones complementarias serán libres.

Artículo 43 de la Constitución Española:

1. Se reconoce el derecho a la protección de la salud.

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2. Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de
medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La ley establecerá
los derechos y deberes de todos al respecto.

3. Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el


deporte. Asimismo, facilitarán la adecuada utilización del ocio.

Artículo 49 de la Constitución Española:

Los poderes públicos realizarán una política de previsión, tratamiento, rehabilitación e


integración de los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos, a los que prestarán la
atención especializada que requieran y los ampararán especialmente para el disfrute de
los derechos que este Título otorga a todos los ciudadanos.

Artículo 50 de la Constitución Española:

Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente


actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad.
Asimismo, y con independencia de las obligaciones familiares, promoverán su bienestar
mediante un sistema de servicios sociales que atenderán sus problemas específicos de
salud, vivienda, cultura y ocio.

Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad.

La Ley General de Sanidad 14/1986 establece que en los servicios de salud se integrarán
los diferentes servicios sanitarios públicos de su respectivo ámbito. Tal integración se
realiza con las peculiaridades organizativas y funcionales de los correspondientes
centros, entre ellas el régimen jurídico de su personal.

Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de Riesgos Laborales.

El capítulo III de la Ley, que regula el conjunto de derechos y obligaciones derivados o


correlativos del derecho básico de los trabajadores a su protección, así como, de manera
más específica, las actuaciones a desarrollar en situaciones de emergencia o en caso de
riesgo grave e inminente, las garantías y derechos relacionados con la vigilancia de la
salud de los trabajadores, con especial atención a la protección de la confidencialidad y
el respeto a la intimidad en el tratamiento de estas actuaciones, y las medidas
particulares a adoptar en relación con categorías específicas de trabajadores, tales como
los jóvenes, las trabajadoras embarazadas o que han dado a luz recientemente y los
trabajadores sujetos a relaciones laborales de carácter temporal.

Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de


derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica.

El paciente tiene derecho a que los centros sanitarios establezcan un mecanismo de


custodia activa y diligente de las historias clínicas. Dicha custodia permitirá la recogida,
la integración, la recuperación y la comunicación de la información sometida al principio
de confidencialidad con arreglo a lo establecido por el artículo 16 de la presente Ley.

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Artículo 2. Principios básicos.

1. La dignidad de la persona humana, el respeto a la autonomía de su voluntad y a su


intimidad orientarán toda la actividad encaminada a obtener, utilizar, archivar, custodiar
y transmitir la información y la documentación clínica.

2. Toda actuación en el ámbito de la sanidad requiere, con carácter general, el previo


consentimiento de los pacientes o usuarios. El consentimiento, que debe obtenerse
después de que el paciente reciba una información adecuada, se hará por escrito en los
supuestos previstos en la Ley.

3. El paciente o usuario tiene derecho a decidir libremente, después de recibir la


información adecuada, entre las opciones clínicas disponibles.

4. Todo paciente o usuario tiene derecho a negarse al tratamiento, excepto en los casos
determinados en la Ley. Su negativa al tratamiento constará por escrito.

5. Los pacientes o usuarios tienen el deber de facilitar los datos sobre su estado físico o
sobre su salud de manera leal y verdadera, así como el de colaborar en su obtención,
especialmente cuando sean necesarios por razones de interés público o con motivo de
la asistencia sanitaria.

6. Todo profesional que interviene en la actividad asistencial está obligado no sólo a la


correcta prestación de sus técnicas, sino al cumplimiento de los deberes de información
y de documentación clínica, y al respeto de las decisiones adoptadas libre y
voluntariamente por el paciente.

7. La persona que elabore o tenga acceso a la información y la documentación clínica


está obligada a guardar la reserva debida.

A efectos de esta Ley se entiende por:

Centro sanitario: el conjunto organizado de profesionales, instalaciones y medios


técnicos que realiza actividades y presta servicios para cuidar la salud de los pacientes y
usuarios.

Certificado médico: la declaración escrita de un médico que da fe del estado de salud


de una persona en un determinado momento.

Consentimiento informado: la conformidad libre, voluntaria y consciente de un


paciente, manifestada en el pleno uso de sus facultades después de recibir la
información adecuada, para que tenga lugar una actuación que afecta a su salud.

Documentación clínica: el soporte de cualquier tipo o clase que contiene un conjunto


de datos e informaciones de carácter asistencial.

Historia clínica: el conjunto de documentos que contienen los datos, valoraciones e


informaciones de cualquier índole sobre la situación y la evolución clínica de un paciente
a lo largo del proceso asistencial.

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Información clínica: todo dato, cualquiera que sea su forma, clase o tipo, que permite
adquirir o ampliar conocimientos sobre el estado físico y la salud de una persona, o la
forma de preservarla, cuidarla, mejorarla o recuperarla.

Informe de alta médica: el documento emitido por el médico responsable en un centro


sanitario al finalizar cada proceso asistencial de un paciente, que especifica los datos de
éste, un resumen de su historial clínico, la actividad asistencial prestada, el diagnóstico
y las recomendaciones terapéuticas.

Intervención en el ámbito de la sanidad: toda actuación realizada con fines preventivos,


diagnósticos, terapéuticos, rehabilitadores o de investigación.

Libre elección: la facultad del paciente o usuario de optar, libre y voluntariamente, entre
dos o más alternativas asistenciales, entre varios facultativos o entre centros
asistenciales, en los términos y condiciones que establezcan los servicios de salud
competentes, en cada caso.

Médico responsable: el profesional que tiene a su cargo coordinar la información y la


asistencia sanitaria del paciente o del usuario, con el carácter de interlocutor principal
del mismo en todo lo referente a su atención e información durante el proceso
asistencial, sin perjuicio de las obligaciones de otros profesionales que participan en las
actuaciones asistenciales.

Paciente: la persona que requiere asistencia sanitaria y está sometida a cuidados


profesionales para el mantenimiento o recuperación de su salud.

Servicio sanitario: la unidad asistencial con organización propia, dotada de los recursos
técnicos y del personal cualificado para llevar a cabo actividades sanitarias.

Usuario: la persona que utiliza los servicios sanitarios de educación y promoción de la


salud, de prevención de enfermedades y de información sanitaria.

Ley 16/2003, de 8 de abril, de Prevención y Protección Integral de las Mujeres contra la


Violencia de Género.

La Comunidad Autónoma de Canarias, a través de la Consejería de Sanidad y mediante


revisión del Plan de Salud de Canarias, en su caso, pondrá en marcha los protocolos
necesarios para afrontar la violencia de género en sus aspectos sanitarios.

Los planes y programas de la Consejería de Sanidad deberán incluir la formación de los


profesionales del Servicio Canario de Salud para abordar de forma adecuada la violencia
de género en base a las nuevas tipologías que se definen en la presente Ley. Disposición
adicional primera. El Gobierno, en colaboración con los cabildos insulares, elaborará
para cada isla, dentro de los planes sectoriales, un plan de centros asistenciales para la
prevención y protección integral de la mujer contra la violencia de género a financiar
conjuntamente por el Gobierno de Canarias y el cabildo correspondiente.

Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.

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Las mujeres y los hombres son iguales en dignidad humana, e iguales en derechos y
deberes. Esta Ley tiene por objeto hacer efectivo el derecho de igualdad de trato y de
oportunidades entre mujeres y hombres, en particular mediante la eliminación de la
discriminación de la mujer, sea cual fuere su circunstancia o condición, en cualesquiera
de los ámbitos de la vida y, singularmente, en las esferas política, civil, laboral,
económica, social y cultural para, en el desarrollo de los artículos 9.2 y 14 de la
Constitución, alcanzar una sociedad más democrática, más justa y solidaria.

A estos efectos, la Ley establece principios de actuación de los Poderes Públicos, regula
derechos y deberes de las personas físicas y jurídicas, tanto públicas como privadas, y
prevé medidas destinadas a eliminar y corregir en los sectores público y privado, toda
forma de discriminación por razón de sexo.

Ley 55/2003, de 16 de diciembre, del Estatuto Marco del personal estatutario de los
servicios de salud.

Esta ley tiene por objeto establecer las bases reguladoras de la relación funcionarial
especial del personal estatutario de los servicios de salud que conforman el Sistema
Nacional de Salud, a través del Estatuto Marco de dicho personal.

Ley Orgánica 3/2021, de 24 de marzo, de regulación de la eutanasia.

La presente Ley pretende dar una respuesta jurídica, sistemática, equilibrada y


garantista, a una demanda sostenida de la sociedad actual como es la eutanasia.

La eutanasia significa etimológicamente «buena muerte» y se puede definir como el


acto deliberado de dar fin a la vida de una persona, producido por voluntad expresa de
la propia persona y con el objeto de evitar un sufrimiento. En nuestras doctrinas bioética
y penalista existe hoy un amplio acuerdo en limitar el empleo del término «eutanasia»
a aquella que se produce de manera activa y directa, de manera que las actuaciones por
omisión que se designaban como eutanasia pasiva (no adopción de tratamientos
tendentes a prolongar la vida y la interrupción de los ya instaurados conforme a la lex
artis), o las que pudieran considerarse como eutanasia activa indirecta (utilización de
fármacos o medios terapéuticos que alivian el sufrimiento físico o psíquico aunque
aceleren la muerte del paciente –cuidados paliativos–) se han excluido del concepto
bioético y jurídico-penal de eutanasia.

El objeto de esta Ley es regular el derecho que corresponde a toda persona que cumpla
las condiciones exigidas a solicitar y recibir la ayuda necesaria para morir, el
procedimiento que ha de seguirse y las garantías que han de observarse.

Asimismo, determina los deberes del personal sanitario que atienda a esas personas,
definiendo su marco de actuación, y regula las obligaciones de las administraciones e
instituciones concernidas para asegurar el correcto ejercicio del derecho reconocido en
esta Ley.

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1. Para poder recibir la prestación de ayuda para morir será necesario que la persona
cumpla todos los siguientes requisitos:

a) Tener la nacionalidad española o residencia legal en España o certificado de


empadronamiento que acredite un tiempo de permanencia en territorio español
superior a doce meses, tener mayoría de edad y ser capaz y consciente en el momento
de la solicitud.

b) Disponer por escrito de la información que exista sobre su proceso médico, las
diferentes alternativas y posibilidades de actuación, incluida la de acceder a cuidados
paliativos integrales comprendidos en la cartera común de servicios y a las prestaciones
que tuviera derecho de conformidad a la normativa de atención a la dependencia.

c) Haber formulado dos solicitudes de manera voluntaria y por escrito, o por otro medio
que permita dejar constancia, y que no sea el resultado de ninguna presión externa,
dejando una separación de al menos quince días naturales entre ambas.

Si el médico responsable considera que la pérdida de la capacidad de la persona


solicitante para otorgar el consentimiento informado es inminente, podrá aceptar
cualquier periodo menor que considere apropiado en función de las circunstancias
clínicas concurrentes, de las que deberá dejar constancia en la historia clínica.

d) Sufrir una enfermedad grave e incurable o un padecimiento grave, crónico e


imposibilitante en los términos establecidos en esta Ley, certificada por el médico
responsable.

e) Prestar consentimiento informado previamente a recibir la prestación de ayuda para


morir. Dicho consentimiento se incorporará a la historia clínica del paciente.

2. No será de aplicación lo previsto en las letras b), c) y e) del apartado anterior en


aquellos casos en los que el médico responsable certifique que el paciente no se
encuentra en el pleno uso de sus facultades ni puede prestar su conformidad libre,
voluntaria y consciente para realizar las solicitudes, cumpla lo previsto en el apartado
1.d), y haya suscrito con anterioridad un documento de instrucciones previas,
testamento vital, voluntades anticipadas o documentos equivalentes legalmente
reconocidos, en cuyo caso se podrá facilitar la prestación de ayuda para morir conforme
a lo dispuesto en dicho documento. En el caso de haber nombrado representante en ese
documento será el interlocutor válido para el médico responsable.

La valoración de la situación de incapacidad de hecho por el médico responsable se hará


conforme a los protocolos de actuación que se determinen por el Consejo Interterritorial
del Sistema Nacional de Salud.

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3. FUNCIONES DEL CELADOR EN INSTITUCIONES SANITARIAS Y
SOCIOSANITARIAS
El celador forma parte del personal de los servicios sanitarios cuyas funciones están
reguladas por el estatuto preconstitucional de 1971, por ello era necesario actualizar
y adaptar su régimen jurídico. La actualización se realiza a través de la Ley 55/2003,
16 de diciembre, del Estatuto Marco del personal estatutario de los Servicios de Salud
constituyendo la norma básica de dicho personal, todo ello se realiza de conformidad
con la Constitución Española, en su artículo 149.1.18.

Aprobada la Ley 55/2003, de 16 de diciembre, que regula el personal estatutario, las


funciones del Celador y del jefe de Personal Subalterno siguen siendo las que refleja
la orden preconstitucional del 5 de julio de 1971, en su artículo 14 (en el punto 1 las
funciones del jefe de Personal Subalterno y el punto 2 las de los Celadores), como así
lo establece la disposición transitoria sexta de la Ley 55/2003 .

Las funciones del celador aparecen recogidas en el Estatuto de Personal no Sanitario


al servicio de las Instituciones Sanitarias de la Seguridad Social, Orden del Ministerio
de trabajo de 5 de julio de 1971, en el artículo 14.2.

1) Tramitarán o conducirán sin tardanza las comunicaciones verbales, documentos,


correspondencia u objetos que les sean confiados por sus superiores, así como
habrán de trasladar, en su caso, de unos servicios a otros, los aparatos o mobiliario
que se requiera.

2) Harán los servicios de guardia que correspondan dentro de los turnos que se
establezcan.

3) Realizarán excepcionalmente aquellas labores de limpieza que se les encomiende


cuando su realización por el personal femenino no sea idónea o decorosa en orden a
la situación, emplazamiento, dificultad de manejo, peso de los objetos o locales a
limpiar.

4) Cuidarán, al igual que el resto del personal, de que los enfermos no hagan uso
indebido de los enseres y ropas de la institución, evitando su deterioro o
instruyéndoles en el uso y manejo de las persianas, cortinas y útiles de servicio en
general.

5) Servirán de ascensoristas cuando se les asigne especialmente ese cometido o las


necesidades del servicio lo requieran

6) Vigilarán las entradas de la institución, no permitiendo el acceso a sus


dependencias más que a las personas autorizadas para ello.

7) Tendrán a su cargo la vigilancia nocturna, tanto del interior como del exterior del
edificio, del que cuidarán estén cerradas las puertas de servicios complementarias.

8) Velarán continuamente por conseguir el mayor orden y silencio posible en todas


las dependencias de la institución.

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9) Darán cuenta a sus inmediatos superiores de los desperfectos o anomalías que
encontrarán en la limpieza y conservación del edificio y material.

10) Vigilarán el acceso y estancia de los familiares y visitantes en las habitaciones de


los enfermos, no permitiendo la entrada más que a las personas autorizadas,
cuidando que no se introduzcan en las instituciones más que aquellos paquetes
expresamente autorizados por la dirección.

11) Vigilarán, asimismo, el comportamiento de los enfermos y de los visitantes,


evitando que esos últimos fumen en las habitaciones, traigan alimentos o se sienten
en las camas y, en general, toda aquella acción que perjudique al propio enfermo o
al orden de la Institución. Cuidarán que los visitantes no deambulen por los pasillos
y dependencias más que lo necesario para llegar al lugar donde concretamente se
dirijan.

12) Tendrán a su cargo el traslado de enfermos, tanto dentro de la institución como


en el servicio de ambulancias.

13) Ayudarán, asimismo, a los enfermeros/as y ayudantes de planta al movimiento


y traslado de enfermos encamados que requieran un trato especial en razón a sus
dolencias para hacerles la cama

14) Excepcionalmente, lavarán y asearán a los enfermos encamados o que no puedan


realizarlo por sí mismo, atendiendo a las indicaciones de los supervisores de planta o
servicio o personas que les sustituyan legalmente en sus ausencias.

15) En caso de ausencia del peluquero o por urgencia en el tratamiento, rasurarán a


los enfermos que vayan a ser sometidos a intervenciones quirúrgicas en aquellas
zonas de su cuerpo que lo requiera.

16) En los quirófanos auxiliarán en todas aquellas labores propias del celador
destinado en estos servicios, así como en las que les sean ordenadas por los médicos,
supervisores o enfermeros/as.

17) Bañarán a los enfermos cuando no puedan hacerlo por sí mismos, siempre de
acuerdo con las instrucciones que reciban de los supervisores de planta o servicios o
personas que las sustituyan.

18) Cuando por circunstancias especiales concurrentes en el enfermo no pueda este


ser movido sólo por la enfermera o por los auxiliares de enfermería, ayudará en la
colocación y retirada de las cuñas para la recogida de excretas de dichos enfermos

19) Ayudarán a las enfermeras/os o personas encargadas a amortajar a los enfermos


fallecidos, corriendo a su cargo el traslado de los cadáveres al mortuorio.

20) Ayudarán a la práctica de autopsias en aquellas funciones auxiliares que no


requieran por su parte hacer uso de instrumental alguno sobre el cadáver. Limpiarán
la mesa de autopsias y la propia sala.

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21) Tendrán a su cargo los animales utilizados en los quirófanos experimentales o
laboratorios, a quienes cuidarán, alimentándolos, manteniendo limpias las jaulas y
aseándoles, tanto antes de ser sometidos a las pruebas experimentales como
después de aquéllas y siempre bajo las indicaciones que reciban de los médicos,
supervisores o enfermeros/as que les sustituyan en sus ausencias.

22) Se abstendrán de hacer comentarios los familiares y visitantes de los enfermos


sobre diagnósticos, exploraciones y tratamientos que se estén realizando a los
mismos, y mucho menos informar sobre los pronósticos de su enfermedad, debiendo
siempre orientar las consultas hacia el médico encargado de la asistencia del
enfermo.

23) También serán misiones del celador todas aquellas funciones similares a las
anteriores que les sean encomendadas por sus superiores y que no hayan quedado
específicamente reseñadas.

Actuaciones del celador en las distintas ubicaciones físicas:

2.1.1 En la puerta, en información:

Harán los servicios de guardia que correspondan dentro de los turnos que se
establezcan.

Vigilarán las entradas de la institución, no permitiendo el acceso a sus dependencias


más que a las personas autorizadas para ello.

Tendrán a su cargo la vigilancia nocturna, tanto del interior como exterior del edificio,
del que cuidarán estén cerradas las puertas de servicios complementarios.

Velarán continuamente por conseguir el mayor orden y silencio posible en todas las
dependencias de las instituciones.

Darán cuenta a sus inmediatos superiores de los desperfectos o anomalías que


encontrarán en la limpieza y conservación del edificio y material.

Vigilarán el acceso y estancias de los familiares y visitantes, según las normas del
centro, cuidando que no se introduzcan en el hospital más que aquellos objetos y
paquetes autorizados.

No dejarán nunca abandonada la vigilancia de la puerta de entrada.

En caso de conflicto con los visitantes o intrusos, requerirán la presencia del personal
de seguridad.

En casos excepcionales podrán ser requeridos para cualquier otra actividad


contemplada en su estatuto.

Se abstendrán de hacer comentarios los familiares y visitantes de los enfermos sobre


diagnósticos, exploraciones y tratamientos que se estén realizando a los mismos, y

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mucho menos informar sobre los pronósticos de su enfermedad, debiendo siempre
orientar las consultas hacia el médico encargado de la asistencia del enfermo.

También serán misiones del celador todas aquellas similares a las anteriores que les
sean encomendadas por sus superiores y que no hayan quedado específicamente
reseñadas.

2.2. En urgencias Función en puerta de entrada:

Recepción del paciente

Recepción y ayuda a los pacientes que vengan en vehículos particulares y


ambulancias.

Recepción y ayuda a pacientes ambulantes.

Transporte de pacientes en sillas de ruedas, camillas, etc.

Aviso al personal sanitario cuando sea preciso.

Control de personas

Vigilarán de las entradas al área de urgencia permitiendo el acceso a sus


dependencias más que a las personas autorizadas para ello.

Información general, no sanitaria, no administrativa.

Mantenimiento de las normas de convivencia general (no fumar, buen uso de las
instalaciones, etc.).

Ayuda al personal sanitario en las medidas iniciales del tratamiento en las


emergencias.

Función de apoyo interno:

Transporte y control interno de pacientes y familiares.

Ayudar al personal sanitario en general.

Auxilio en aquellas labores propias del celador en las áreas de yesos y quirófanos de
cirugía mayor, así como las que le sean ordenadas por médicos, supervisoras o
enfermeras/os.

Transporte y control de documentos, correspondencia u objetos.

Tramitarán y comunicarán sin tardanza las comunicaciones verbales.

Control de personas en el área de urgencias. Función de apoyo externo:

Traslado de pacientes a radiología.

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Traslado de documentos, correspondencia y objetos a los laboratorios y/u otros
servicios o unidades del hospital.

Traslado de los pacientes a las unidades de hospitalización (ingresos), y unidades


especiales (reanimación, quirófanos, U.C.I.).

2.3. En la UCI / UVI

Los celadores destinados en las unidades de cuidados intensivos deberán estar


uniformados con batas asépticas, que se renovarán cada vez que abandone estas
dependencias. Dada las características de esta unidad deberán actuar procurando
evitar ruidos innecesarios y estar instruidos en los movimientos delicados que habrán
de realizar sobre los pacientes encamados.

2.4. En psiquiatría

Con la Ley General de Sanidad se produjo la plena equiparación del enfermo mental
con los demás pacientes y usuarios que requieren servicios sanitarios y sociales,
sobre la base de la plena integración de las actuaciones relativas a la salud mental en
el sistema sanitario general (art. 20 LGS). Como consecuencia, en el ámbito de la
salud mental, las administraciones sanitarias competentes adecuarán su actuación a
los siguientes objetivos:

La atención a los problemas de salud mental de la población se realizará en el ámbito


comunitario, potenciando los recursos asistenciales a nivel ambulatorio y a los
sistemas de hospitalización parcial y atención a domicilio, que reduzcan al máximo
posible la necesidad de hospitalización.

Se considerarán de modo especial aquellos problemas referentes a la psiquiatría


infantil y psicogeriatría.

La hospitalización de los pacientes por procesos que así lo requieran se realizará en


las unidades psiquiátricas de los hospitales generales.

Se desarrollarán los servicios de rehabilitación y reinserción social necesarios para


una adecuada atención integral de los problemas del enfermo mental, buscando la
necesaria coordinación de los servicios sociales.

Los servicios de salud mental y de atención psiquiátrica del sistema sanitario general
cubrirán, asimismo, en coordinación con los servicios sociales, los aspectos de
prevención primaria y la atención a los problemas psicosociales que acompañan a la
pérdida de salud en general.

2.5. En maternidad:

Las funciones a realizar por el celador en el área de maternidad serán las siguientes.

Recibir al paciente, valorando si necesita ayuda en silla, cama, o camilla.

Indicarle que informe sus datos, en el servicio de admisión.

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Avisar a enfermería de su llegada, entregándole la hoja de admisión.

Recibir ambulancias.

Ingresar a pacientes en área de hospitalización con la historia clínica y avisando a


enfermería.

Mantener el orden en la planta y el buen uso de las instalaciones.

Revisar y mantener en perfecto estado el material, camas, carros, porta sueros, etc.,
procurando que estén siempre en su sitio e informando al supervisor/a de
cualquier anomalía para su reparación.

Transportar analíticas al laboratorio.

Colaborar con el personal sanitario en el aseo, cambios posturales, levantar y acostar


a las pacientes.

Traslado de pacientes a las distintas consultas: consulta de eco, anestesia, hospital de


día, etc.

Trasladar a las pacientes de alta que lo necesiten en cama o en carrito.

Trasladar a las pacientes a las salas de parto y/o quirófanos.

Trasladar las historias de alta en control y llevar a archivos.

Llevar a las pacientes que lo precisen a que les realicen el preoperatorio.

Recoger los preoperatorios para las intervenciones pendientes.

Llevar recetas y retirar medicamentos urgentes en farmacia.

Traslado de pacientes y sus historias para la realización de ecografías, una vez


finalizada la prueba se irá a recogerlas.

Trasportar muestras a anatomía patológica.

Llevar material necesario para el quirófano.

Llevar el parte de programación de quirófano a la secretaria de archivos.

Recoger los preoperatorios.

Traslado de niños con su historia a la unidad neonatal o consulta.

Traslado de madres a la unidad para lactancia o para alguna prueba.

Cursar peticiones, hojas de consulta, etc.

Traslado de aparataje que se necesite en el servicio.

24
2.6. En Área Quirúrgica

Tendrán a su cargo el traslado de los pacientes desde la unidad correspondiente a


quirófanos, reanimación y viceversa, cuidando en todo momento de que a cada
paciente le acompañe toda la documentación clínica precisa que debe serle facilitada
por el enfermero/a de la unidad de procedencia.

En los quirófanos auxiliarán en todas aquellas labores propias del celador destinado
en estos servicios, así como en las que les sean ordenadas por los médicos,
supervisoras o enfermeras/os.

Ayudarán, a requerimiento del médico o supervisores o persona responsable, a la


sujeción o movilización de los pacientes que lo requieran.

Transportarán a los servicios correspondientes los objetos y documentos que les sean
confiados por sus superiores.

Trasladarán los aparatos o mobiliario que se requiera.

Harán los servicios de guardia que correspondan dentro de los turnos que se
establezcan.

Observarán las normas internas del servicio de quirófano general para toda la unidad,
en especial las referidas a la asepsia o higiene.

Darán cuenta a sus inmediatos superiores de los desperfectos o anomalías que


encontrarán en la limpieza y conservación del edificio y material.

También serán misiones del celador todas aquellas funciones similares a las
anteriores y que no hayan quedado específicamente reseñadas.

Trasladar al paciente desde su habitación a la zona de quirófano junto con la historia


clínica y pruebas preoperatorias, en el orden que le sean solicitados.

Ocasionalmente colaborará en el rasurado del paciente.

Ayudar al anestesista a colocar al enfermo en la camilla.

Transporte de aparatos diagnósticos (Rx, ecógrafo, etc.).

Permanecerá en el ante quirófano por si se le necesita.

Ayudar a mover al paciente durante la intervención por orden del cirujano, siendo
frecuente esto en traumatología e innecesario en otras especialidades.

Trasladar al paciente a la sala de reanimación y, más tarde, a su habitación junto con


su documentación.

Vigilar el acceso a la zona de quirófanos.

Transporte de biopsias.

25
Transporte de concentrado de hematíes y plaquetas desde el banco de sangre.

En general, auxiliar en todas las labores propias del celador que le sean ordenadas
por sus superiores.

Hay normalmente 4 zonas en un departamento quirúrgico:

1. Zona sin limitaciones.

Se permite ropa de calle. Esta zona está aislada por puertas del corredor pasillo o
zona de acceso al hospital, de los ascensores y de otras zonas del departamento.

2. Zona de intercambio. Son los vestuarios y las salas de descanso.

a. Vestuarios. Debe haber vestuarios y zonas de espera de enfermos ambulantes, y


otras para el personal, teniéndose acceso a estas zonas desde lugares sin
limitaciones.

Deberá cambiarse la ropa de la calle por el atuendo quirúrgico correspondiente para


entrar en la zona semilimitada.

En los vestuarios deberán tener armarios suficientes, personales, para que cada cual
guarde su ropa de calle, otros uniformes y sus efectos personales.

Deberá estar provisto de vitrinas donde estará colocada la ropa quirúrgica, ordenada
por tallas, (tanto los pantalones como las camisas o casacas,) gorros y calzas.

Estará provisto de duchas y servicios.

A los vestuarios sólo se podrá entrar desde el exterior de la zona quirúrgica, y solo se
podrá salir de esta a través de los mismos.

b. Salas de estar o de descanso. Son los lugares destinados al descanso del personal
entre las intervenciones.

3. Zonas semilitadas. Son aquellos lugares cuyo acceso no está totalmente limitado,
es decir, se puede acceder a ellas guardando ciertas medidas de protección e higiene.
Por Ej.: salas de despertar y pasillos de quirófanos.

4. Zonas limitadas o prohibidas. Se requiere mascarilla obligatoriamente como


complemento del atuendo quirúrgico.

En estos espacios se llevan a cabo procedimientos estériles.

Estas zonas son:

a. Ante quirófanos.

Es el recinto donde espera el paciente hasta que entra en el quirófano propiamente


dicho.

26
Este ante quirófano debe tener:

• Tomas de oxígeno y de vacío

• Cuadro de enchufes eléctricos

• Comunicación directa con el quirófano.

En este recinto suele estar el calentador de sangre y sueros y una mesa auxiliar.

Hay centros en los que el paciente es anestesiado en esta sala y pasa dormido e
intubado a la mesa de operaciones. En este caso, en el ante quirófano habrá todo lo
necesario para la anestesia e intubación del paciente.

En esta dependencia se estará ya quirúrgicamente vestido y con la mascarilla


colocada.

Los ante quirófanos suelen ser de 2 tipos, dependiendo de si el paciente va a ser


anestesiado e intubado en esta sala o no, y dependiendo de ello estará provisto de
más o menos aparataje.

b. Quirófanos.

Es la sala de operaciones propiamente dicha, donde se va a realizar la intervención


quirúrgica. Es obligatorio permanecer en ella quirúrgicamente vestido y con
mascarilla.

Funciones del celador: Aunque en algunas instituciones dependerá de la


administración del hospital en el marco jerárquico, deberá colaborar en equipo con
el resto de los estamentos del quirófano, aceptando y acatando las órdenes que en
su momento se le emitan. Pudiendo ser funciones del celador, aunque variables
dependiendo de la institución en la que éste trabaje:

• Conducir al enfermo al quirófano adecuado, según lo marque el parte de quirófano,


comprobando en todo momento que la historia clínica del mismo sea la correcta.

• Ayudar al personal sanitario en la colocación del paciente en la mesa de


operaciones.

• Colaborar con el anestesista en posicionar al enfermo de la forma adecuada que se


requiera antes de la intervención.

• Traer al quirófano el aparataje que se requiera: aspiradores, aparatos de


radioscopia, etc.

• Estar atento durante la intervención por si fuera requerido

• Velar por documentos y analíticas que se realicen durante el acto quirúrgico,


transportándolas al laboratorio si así se le requiere.

27
• Ayudar en la colocación de los pedidos.

• Conducir al enfermo a la sala de reanimación o sala de despertar

• Conducir al paciente a su habitación de destino Condiciones de higiene Podemos


definir la higiene como el conjunto de acciones encaminadas para conseguir y
conservar la salud.

c. Cuartos de lavado prequirúrgicos de manos y brazos.

En una institución Hospitalaria o Ambulatoria, donde el contacto con los enfermos es


constante, directa o indirectamente, la higiene es el punto clave que hay que cuidar
hasta el más mínimo detalle. Recordemos que los microbios (seres microscópicos)
son productores de muchas y graves enfermedades, y se multiplican con increíble
rapidez en cuanto las condiciones ambientales lo permitan.

El aseo personal y la limpieza en los trabajadores sanitarios es de tal importancia que


su descuido puede conllevar la transmisión de gérmenes patógenos.

Los trabajadores en Instituciones sanitarias transportan papeles, materiales, objetos,


camas, enfermos, que tal vez son portadores de microbios que, a su vez, pueden
transmitir a otros pacientes o a su misma familia, por lo que la higiene y la
desinfección debe presidir todos sus actos.

A la entrada al trabajo debe quitarse la ropa de calle y vestirse el uniforme


reglamentario, cuidando lavarse bien las manos con agua y jabón, empleando cepillo
de uñas para comenzar su labor.

Las prendas de uniforme deben conservarlas siempre limpias cambiándose las


mismas en caso de ensuciarlas por alguna circunstancia fortuita. Siempre que tenga
que manipular cualquier objeto o material que haya estado en contacto con un
enfermo, se lavará o desinfectará en su casa, a fin de evitar contagio.

Cuidará en extremo su aseo personal, pues, aparte de la mala impresión que causa
una persona desarreglada o sucia para la institución, que está tipificada como falta
en el Estatuto del Personal no Sanitario al Servicio de las Instituciones Sanitarias de
la Seguridad Social.

Por último, al concluir su trabajo es deseable y aconsejable la ducha previa a vestirse


con el traje de calle para eliminar cualquier posible contaminación. Higiene en el área
quirúrgica EL ÁREA QUIRURGICA es una zona de especial riesgo para la adquisición
de una infección hospitalaria, por cuanto supone de instrumentación, manipulación,
y de ruptura de barreras naturales del enfermo, por lo que es muy importante cumplir
las normas higiénicas en este Área.

28
1. Medidas referentes al espacio físico

• Circulación. En el área quirúrgica se delimitan las siguientes zonas: zona aséptica o


limpia zona séptica o sucia esclusas • de personal • de pacientes • de instrumental y
material.

Existirá una correcta y visible señalización de las distintas zonas del bloque quirúrgico.
Se ha de limitar estrictamente la circulación y permanencia de personal innecesario,
así como la conversación dentro de los quirófanos.

Todo el personal que entre en el área deberá utilizar la ropa exclusiva para la zona,
debiendo cambiarse cada vez que salga de la misma.

Las puertas de los quirófanos deberán permanecer cerradas durante las


intervenciones.

La circulación inadecuada del personal y material favorece la propagación de


microorganismos patógenos

2. Medidas referentes al personal

En la zona quirúrgica no se permitirá el paso a ninguna persona ajena a la misma. Si


por cualquier circunstancia tuviese alguna persona que entrar en ella, tendrá que
regirse por las mismas normas que el personal del quirófano.

Se observarán estrictamente las medidas de higiene individual, vestimenta y lavado


de manos quirúrgico.

La vestimenta que se utilice dentro de la zona quirúrgica no podrá usarse fuera de la


misma.

Las precauciones a seguir por el personal sanitario en el quirófano son importantes


para prevenir infecciones tanto en los enfermos como en ellos mismos.

Deben tomarse con todos los enfermos, independientemente de que se sepa que
tienen una patología infecciosa o no.

La mascarilla correctamente colocada debe cubrir la nariz, la boca y el mentón. Se


debe cambiar por otra siempre que se humedezca por el uso, ya que con la humedad
pierde su eficacia como barrera de aislamiento.

El uso de mascarilla es obligatorio en las intervenciones quirúrgicas, cuando el


paciente tenga quemaduras extensas, en las curas de heridas, en los cuidados de
enfermería a pacientes con enfermedades contagiosas y en todos aquellos casos en
que se requiere un aislamiento respiratorio para evitar la transmisión de infecciones
por vía aérea.

Entre las normas que se deben observar en la colocación de la mascarilla, están las
siguientes:

29
• Las manos han de estar lavadas antes de colocarse la mascarilla.

• Evitar toser con la mascarilla puesta.

• Hablar lo imprescindible con la mascarilla puesta porque, tanto al toser como al


hablar, se favorece la aparición de humedad.

• Nunca se debe colocar la mascarilla sin cubrir la nariz.

• Debe ajustarse a la cara lo mejor posible, mediante cintas o gomas.

La Bata: El uso de la bata Las batas pueden ser de tela (reutilizables) o de papel
(desechables). Estas últimas se utilizan actualmente con mayor profusión.

La bata debe cubrir por completo el uniforme y llegar, al menos, por debajo de las
rodillas.

Los puños se ajustan mediante elásticos. Irá cerrada por detrás, y por delante será
totalmente lisa para evitar engancharse con cualquier cosa. Entre las normas que
debemos observar en el uso de la bata, están las siguientes:

• Utilizar una bata con cada enfermo

• No salir con la bata fuera del lugar concreto en el que ha sido utilizada

• Se usa en todos los casos en que existe peligro de contaminación del uniforme

Procedimiento de colocación de la bata: Lavarse las manos antes de abrir el paquete


de la bata. Desdoblar la bata sin tocar el exterior con las manos, aunque ya vienen
dobladas de forma que se evita esto. Al desdoblarla se ha de procurar que no toque
el suelo o cualquier objeto. Introducir los brazos en las mangas sin tocar el exterior.
Atar las cintas empezando por las del cuello (se puede recibir ayuda de otra persona,
siempre que tenga las manos lavadas).

Quitarse la bata evitando tocar el uniforme. La bata en este momento, sólo se toca
por fuera. Hacer un rollo con ella e introducirla en una bolsa de plástico, ya sea para
su eliminación o para su lavado o esterilización, según sea desechable o de tela.

Proceder al lavado de manos Lavado de manos

• MATERIAL: - Jabón antiséptico: Povidona jabonosa/Clorhexidina jabonosa. - Cepillo


uñas estéril. - Toalla desechable estéril.

Guantes - El uso de los guantes Existen dos tipos de guantes (de látex y de plástico),
ambos desechables. Se deben utilizar, previo lavado de manos siempre que pueda
haber contacto con sangre, secreciones, líquidos corporales, objetos contaminados,
etc. Los de plástico son de uso rutinario en casi todas las circunstancias. Los de látex
se usan en quirófanos, curas de heridas, unidades de cuidados intensivos (UCI),
unidades de hemodiálisis y, en general, en aquellos casos en los cuales sea necesario
el uso de la bata.

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Los guantes son la última prenda que se coloca después de la bata, las gafas, la
mascarilla, las calzas, el gorro, y por supuesto, el lavado de manos. Al igual que es la
última prenda en colocarse también es la primera en quitarse.

2.7. En el área de rehabilitación

En la puerta de rehabilitación:

Vigilarán las entradas de la institución, no permitiendo el acceso a sus dependencias


más que a las personas autorizadas a ello.

Velarán continuamente por conseguir el mayor orden y silencio posible en todas las
dependencias de la institución.

Recogerán los pacientes de rehabilitación desde las ambulancias o cualquier otro


medio de transporte.

Darán cuenta a sus inmediatos superiores de los desperfectos o anomalías que se


encontrarán en la limpieza y conservación del edificio y material.

Vigilarán el acceso y estancia de los familiares y visitantes, según las normas del
centro, cuidando que no se introduzcan en el hospital más que aquellos objetos y
paquetes autorizados.

No dejarán nunca abandonada la vigilancia de la puerta de entrada.

En caso de conflicto con un visitante o intruso, requerirán la presencia del personal


de seguridad.

En casos excepcionales podrán ser requeridos para cualquier otra actividad


contemplada en su estatuto.

Se abstendrán de hacer comentarios con los familiares y visitantes de los enfermos


sobre diagnósticos, exploraciones y tratamientos que se estén realizando a los
mismos, y mucho menos informar sobre los pronósticos de su enfermedad, debiendo
siempre orientar las consultas hacia el médico encargado de la asistencia al enfermo.

También serán misiones del celador todas aquellas funciones similares a las
anteriores que les sean encomendadas por sus superiores y que no hayan quedado
específicamente reseñadas.

En Rehabilitación:

Tramitarán o conducirán sin tardanza las comunicaciones verbales, documentos,


correspondencia u objetos que les sean confiados por sus superiores, así como
habrán de trasladar, en su caso, de unos servicios a otros, los aparatos o mobiliario
que se le requiera.

31
Realizarán, excepcionalmente, aquellas labores de limpieza que se les encomiende
en orden a la situación, emplazamiento, dificultad de manejo, peso de los objetos o
locales a limpiar.

Cuidarán, al igual que el resto del personal, de que los enfermos no hagan uso
indebido de los enseres y ropas de la institución, evitando su deterioro o
instruyéndoles en el uso y manejo de persianas, cortinas y útiles del servicio en
general.

Velarán continuamente por conseguir el mayor orden y silencio posible en todas las
dependencias de la institución.

Darán cuenta a sus inmediatos superiores de los desperfectos o anomalías que


encontrarán en la limpieza y conservación del edificio y material.

Ayudarán al fisioterapeuta, cuando sea necesario, en la colocación y sujeción del


paciente en su lugar de tratamiento

La Dirección General del Insalud, por resolución de 22 de mayo de 1981, debido a la


especialidad de las funciones que realizan los celadores en la sala de autopsias,
decidió crear un puesto denominado “celador auxiliar de autopsias” retribuido por
encima del resto de puestos de trabajo de su misma categoría. Esta resolución
manifiesta que como en la realización de autopsias hay trabajos auxiliares que no
encajan entre las funciones de las categorías previstas y al objeto de normalizarlas,
resuelve crear el puesto de celador auxiliar de autopsias.

En general, realizarán las tareas auxiliares en la práctica de las autopsias: Transportar


el cadáver hasta la sala de autopsias, y efectuar los movimientos del mismo
necesarios para su práctica.

Colocar el cadáver sobre la mesa.

Auxiliar al médico durante la autopsia en aquellas prácticas instrumentales no


especificadas de profesionales titulados.

Recomponer y asear el cadáver.

Limpiar la sala, la mesa y el material.

Ayudar al amortajamiento y trasladarlo a la cámara o al velatorio.

Cualquier otra misión, de carácter auxiliar, que le sea encomendada por el personal
médico.

Además, la sala de lo social del Tribunal Superior de Justicia de Madrid en la sentencia


de 3 de enero de 1990 establece que: “Las funciones que los hoy celadores llevan a
cabo en su puesto de trabajo se pueden resumir en las que siguen:

- Traslado del cadáver desde el depósito a la sala de autopsias.

32
- Preparación del cadáver y del instrumental.

- Apertura de la cavidad craneal (a pesar de realizarla los celadores está práctica


excede de sus funciones, según el tribunal).

- Ayudar al médico anatomopatólogo en la anotación de las piezas.

- Auxiliar en la extracción de vísceras.

- Coser y recomponer el cadáver.

- Y limpiar la mesa, la sala y el instrumental”.

2.8. En el servicio de farmacia

Según la Ley 25/1990, de 20 de diciembre, del medicamento (modificada por Real


Decreto 725/2003, de 13 de junio, por el que se desarrollan determinados aspectos
del artículo 100 de la Ley 25/1990), los hospitales con más de cien camas contarán
con servicio de farmacia hospitalaria bajo la titularidad y responsabilidad de un
farmacéutico especialista en farmacia hospitalaria. Para lograr el uso racional de los
medicamentos, las unidades o servicios de farmacia hospitalaria realizarán las
siguientes funciones:

Garantizar y asumir la responsabilidad de la adquisición, calidad, conservación,


cobertura de las necesidades, custodia, preparación de fórmulas magistrales o
preparados oficiales y dispensación de los medicamentos precisos para las
actividades intrahospitalarias y para tratamientos extrahospitalarios, que requieran
vigilancia, supervisión y control.

Establecer un sistema eficaz y seguro de distribución y administración de


medicamentos.

Establecer un servicio de información de medicamentos para el personal del hospital


con un sistema de vigilancia intrahospitalario.

Llevar a cabo actividades educativas sobre cuestiones de su competencia dirigidas al


personal sanitario del hospital y a los pacientes.

Efectuar trabajos de investigación propios o en colaboración con otras unidades o


servicios y participar en los ensayos clínicos con medicamentos. La distribución de
medicamentos se realiza por dosis y día que utilizan cada uno de los pacientes
ingresados. Las Funciones del celador en el servicio de farmacia serán las siguientes:

Recepción de material.

Transporte de material dentro de la farmacia.

Distribución de medicación y demás productos galénicos a las unidades del hospital.

Transporte de productos desde otras unidades del hospital hasta la farmacia.

33
Preparación de alcohol.

Controles e inventarios.

Custodia de la farmacia.

2.9 En el animalario

Una de las funciones principales de las instituciones sanitarias es la investigación. Y


una parte esencial de la investigación es la experimentación con animales. Por ello, el
estatuto de personal no sanitario se refiere a “los animales utilizados en los
quirófanos experimentales y laboratorios”.

La dependencia del hospital en donde se realizan experimentos con animales se


denomina animalario. El animalario es un servicio hospitalario donde se cuida a los
animales que van a ser sometidos a un proceso de experimentación en el centro. La
utilización de animales en los procedimientos, docencia u otros fines científicos sólo
podrá tener lugar cuando esta persiga los siguientes fines:

La investigación científica, el desarrollo y la fabricación de productos farmacéuticos y


alimenticios y otras sustancias o productos, así como la realización de pruebas para
verificar su calidad, eficacia y seguridad.

La protección del medio ambiente natural, en interés de la salud o del bienestar del
hombre o los animales y mantenimiento de la biodiversidad.

La educación y la formación.

La investigación medicolegal. Los centros o establecimientos deberán cumplir los


siguientes requisitos en relación con el cuidado general y alojamiento de los animales
de experimentación:

- Que a los animales se les proporcionen unas condiciones adecuadas de


alojamiento, libertad de movimientos, alimentación, bebida y cuidados que
aseguren su salud y bienestar.

- Que se limite al mínimo imprescindible cualquier restricción que les impida


satisfacer sus necesidades fisiológicas y etológicas.

- Que las instalaciones y las condiciones ambientales en las que se críen


mantengan, custodien o se utilicen los animales de experimentación, les
garanticen un adecuado nivel de bienestar y que ello se verifique diariamente.

- Que se disponga de medidas, medios e instalaciones que garanticen la


eliminación, en el plazo más breve posible, de cualquier deficiencia que
provoque alteraciones en el estado de salud o bienestar de los animales, con las
alarmas necesarias.

- Que las normas de trabajo e instrucciones de uso de todos los elementos consten
por escrito.

34
- Que tengan previsto por escrito un plan de actuación en caso de emergencia o
catástrofe.

- Que se evite el acceso al interior de las instalaciones de personal no autorizado.

- Que el bienestar y la salud de los animales sean supervisados por el personal


competente para prevenir el dolor, así como el sufrimiento, la angustia o el daño
duraderos.

- Los centros usuarios deben disponer, además, de instalaciones adecuadas para


la realización de necropsias, tomas de muestras y pruebas sencillas de
diagnóstico.

- Todas las jaulas o sistemas de confinamiento de animales deberán estar


etiquetados y en la etiqueta se consignarán los datos de identificación de los
animales allí alojados. A menos que no sea posible, se especificarán, como
mínimo, los datos que se relacionan: especie, raza, cepa, sexo, fecha de
nacimiento, fecha de cruce, número de animales. En cada centro se designará
una persona responsable del cuidado de los animales y del funcionamiento de
los equipos. El responsable de la salud de los animales será un veterinario con
formación especializada en animales de experimentación.

El artículo 14-2.21 del estatuto de personal no sanitario establece entre las


funciones de los celadores que:

“Tendrán a su cargo los animales utilizados en los quirófanos experimentales y


laboratorios, a quienes cuidarán, alimentándolos, manteniendo limpias las jaulas y
aseándolos, tanto antes de ser sometidos a las pruebas experimentales como
después de aquellas y siempre bajo las indicaciones que reciban los médicos,
supervisoras o enfermeras que las sustituyan en ausencias”. Por lo tanto, las
funciones del celador en el animalario serán las siguientes:

Cuidados de los animales.

Alimentación.

Limpieza.

Como cuidadores se encargarán del adecuado cuidado y manejo de cada uno de los
animales, según sus características. Se deben lavar dos o tres veces por semana.

Los celadores suministrarán al animal los alimentos que precise, en las cantidades
adecuadas a sus características y necesidades. La ración suministrada ha de ser
equilibrada.

Se encargarán de que los bebedores estén siempre abastecidos de agua.

Los celadores deberán lavar las cubetas y jaulas de los animales con la periodicidad
necesaria según las características sanitarias de cada animal.

35
También renovarán y limpiarán los comederos y bebederos de las jaulas según la
periodicidad necesaria.

Retirarán excrementos y cadáveres.

Las bandejas destinadas a recoger excrementos se limpiarán y esterilizarán.

Asearán a los animales antes y después de ser sometidos a las pruebas de


experimentación.

2.10. Vigilante

Tiene por misión la vigilancia nocturna del interior y del exterior del edificio,
incluyendo el aparcamiento. Controla que queden bien cerradas las puertas de los
servicios complementarios.

Tiene a su cargo las luces tanto interiores como exteriores de la institución y dará
parte por escrito a su superior de cualquier anomalía que observe.

2.11. Conductor

Tendrá que bajar al enfermo, en camilla o silla, desde su casa a la ambulancia. Durante
el trayecto irá en el asiento que hay junto al enfermo y deberá estar atento a cualquier
circunstancia anómala, de la cual deberá informar al personal sanitario.

2.12. Plantas de hospitalización

Las funciones del celador en la planta de hospitalización serán las siguientes:

* Tramitarán y conducirán sin tardanza las comunicaciones verbales, documentos,


correspondencia u objetos que les sean confiados por sus superiores, así como
habrán de trasladar, en su caso, de unos servicios a otros, los aparatos o mobiliario
que se requiera.

Harán los servicios de guardia que correspondan dentro de los turnos que se
establezcan.

Realizarán, excepcionalmente, aquellas labores de limpieza que se les encomiende


en orden a su situación, emplazamiento, dificultad de manejo, peso de los objetos o
locales a limpiar.

Cuidarán, al igual que el resto del personal, de que los enfermos no hagan uso
indebido de los enseres y ropas de la institución, evitando su deterioro o
instruyéndoles en el uso y manejo de persianas, cortinas y útiles de servicio en
general.

Velarán continuamente por conseguir el mayor orden y silencio posible en todas las
dependencias de la institución.

36
Darán cuenta a sus inmediatos superiores de los desperfectos o anomalías que
encontrarán en la limpieza y conservación del edificio y material.

Vigilarán el acceso y estancia de familiares y visitantes en las habitaciones de los


enfermos, no permitiendo la entrada más que a las personas autorizadas, cuidando
que no se introduzcan en la institución más que aquellos paquetes expresamente
autorizados por la dirección.

Asimismo, tendrán a su cargo que los visitantes que no tengan acceso especial
despejen las habitaciones y las plantas a la hora establecida.

Vigilarán el comportamiento de los enfermos y los visitantes, evitando que esos


últimos fumen en las habitaciones, traigan alimentos o se sienten en las camas y, en
general, toda aquella acción que perjudique al propio enfermo o al orden de la
Institución.

Cuidarán que los visitantes no deambulen por los pasillos y dependencias más que lo
necesario para llegar al lugar donde concretamente se dirijan.

Tendrán a su cargo el traslado de enfermos para la realización de pruebas


complementarias o consultas, no abandonándoles hasta que la persona responsable
de las citadas pruebas o consultas se haga cargo de ellos.

Ayudarán a las enfermeras y auxiliares de planta al movimiento, aseo y traslado de


los enfermos encamados que requieran un trato especial, en razón a sus dolencias,
para hacerles la cama.

Correrá a su cargo el traslado de los cadáveres al mortuorio.

Se abstendrán de hacer comentarios con los familiares y visitantes de los enfermos


sobre diagnósticos, exploraciones y tratamientos que se estén realizando a los
mismos, y mucho menos informar sobre los pronósticos de su enfermedad, debiendo
siempre orientar las consultas hacia el médico encargado de la asistencia del
enfermo.

También serán misiones del celador todas aquellas funciones similares a las
anteriores que les sean encomendadas por sus superiores y que no hayan quedado
específicamente reseñadas.

Para la realización de todas estas actividades, así como de otras semejantes que
pudieran surgir, estarán sometidas a los horarios y normas de la unidad a la que estén
adscritos.

Estarán siempre localizados en la unidad a la que estén adscritos.

En caso de conflicto con un visitante o intruso requerirán la presencia del personal de


Seguridad.

37
2.13. Ambulatorio

Cuidan del orden en todas las dependencias, vigilando el comportamiento de los


enfermos y acompañantes, para conseguir el silencio y orden adecuado.

Es su función informar al público del lugar, día y hora de las consultas.

Trasladarán documentos, objetos, aparatos y materiales cuando sean requeridos para


ello.

Se encargan del traslado de enfermos que no pueden hacerlo por sí mismos.

Ayudarán al personal sanitario, si son requeridos, en curas y pequeñas


intervenciones.

2.14. Radiodiagnóstico

Tendrán a su cargo el traslado de los pacientes desde la unidad correspondiente, a


excepción del servicio de urgencias, a radiodiagnóstico y viceversa, cuidando en todo
momento que a cada paciente le acompañe la documentación clínica precisa que
deba serle facilitada por la enfermera/o de la unidad de procedencia.

Tramitarán o conducirán sin tardanza las comunicaciones verbales, documentos,


correspondencia u objetos que les sean confiados por sus superiores, así como
habrán de trasladar, en su caso, de unos servicios a otros, los aparatos o mobiliario
que se requiera.

Ayudarán a requerimiento del médico, supervisores o persona responsable, a la


sujeción o movilización de los pacientes que lo precisen. Realizarán,
excepcionalmente, aquellas labores de limpieza que se les encomiende en orden a la
situación, emplazamiento, dificultad de manejo, peso de los objetos, o locales a
limpiar.

Darán cuenta a sus inmediatos superiores de los desperfectos o anomalías que


encontrarán en la limpieza y conservación del edificio y material. Observarán las
normas internas del servicio de radiodiagnóstico.

Se abstendrán de hacer comentarios con los familiares y visitantes de los enfermos


sobre diagnósticos, exploraciones y tratamientos que se estén realizando a los
mismos, y mucho menos informar sobre los pronósticos de su enfermedad, debiendo
siempre orientar las consultas hacia el médico encargado de la asistencia al enfermo.

También serán misiones del celador todas aquellas funciones similares a las
anteriores que les sean encomendadas por sus superiores y que no hayan quedado
específicamente reseñadas.

Estarán siempre localizados en el servicio de radiodiagnóstico.

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2.15. Lavandería

Se ocupa de cargar, descargar y pesar la ropa, clasificándola para su lavado en


“calandras” o bombos, llena los contenedores de ropa limpia y ayuda a la carga de los
camiones para su transporte.

2.16. Almacenero

Carga, descarga, coloca ordenadamente los productos y materiales que se


encuentran en el almacén.

Entrega todo aquello que le sea solicitado con registro escrito, debidamente firmado
por un superior responsable.

Da cuenta diariamente de las entradas y salidas de material.

2.17. Oficinas

Se encargan principalmente del traslado de documentos y correspondencia de unas


unidades a otras, lo que realizará con la mayor diligencia.

Será misión suya realizar las funciones análogas que impliquen salidas al exterior de
la institución.

2.18. Encargado de turno

Normalmente en cada turno habrá un celador que desempeñe esta misión y que será
designado por el director gerente a propuesta del director de gestión y servicios
generales.

Se encarga de sustituir al jefe de personal subalterno.

2.19. Funciones de asistencia al personal sanitario

El personal sanitario de las instituciones sanitarias ya sea personal facultativo


(médicos, farmacéuticos, analistas, biólogos, etc.), como no facultativo (enfermeros,
matronas, fisioterapeutas, etc.) realiza las funciones propias de su categoría:
asistenciales, de investigación, de cuidados de enfermería, etc.

El estatuto de personal no sanitario asigna a los celadores determinadas funciones


de asistencia al “personal sanitario” cuando éste actúa en el ejercicio de las tareas
sanitarias que les corresponden.

El carácter de las funciones de asistencia al personal sanitario se basa en realizar las


funciones de «auxiliar» o de «apoyo» a dicho personal, si bien alguna de estas tareas
será ejercida autónomamente o a indicación del personal sanitario. En todo caso se
trata de funciones no sanitarias que el celador debe realizar bajo la dependencia del
personal sanitario.

39
Se recogen en el artículo 14.2., apartados del 13° al 21°: «Las funciones a realizar por
los celadores serán las siguientes:

Ayudarán, asimismo, a los D.U.E.S. y ayudantes de planta al movimiento y traslado de


los enfermos encamados que requieran un trato especial debido a sus dolencias para
hacerles las camas.

No obstante, y salvo expresa indicación del personal sanitario competente, el celador


se abstendrá de intervenir en esta función de ayuda al movimiento de pacientes cuya
grave patología haga necesaria la colaboración única de personal sanitario
especializado

(Por ejemplo: pacientes traumatológicos muy graves, polifracturados y con todo el


cuerpo escayolado).

Excepcionalmente, lavarán y asearán a los enfermos encamados o que no puedan


realizarlo por sí mismos, atendiendo a las indicaciones de los supervisores de planta
o servicio o personas que las sustituyan legalmente en sus ausencias.

En los quirófanos auxiliarán en todas aquellas labores propias del celador destinado
en estos servicios, así como en las que les sean ordenadas por los médicos,
supervisores o D.U.E.S.

Bañarán a los enfermos cuando no puedan hacerlo por sí mismos, siempre de


acuerdo con las instrucciones que reciban de las supervisoras de plantas o servicios
o personas que las sustituyan.

Cuando por circunstancias especiales concurrentes en el enfermo no pueda este ser


movido sólo por el D.U.E. o auxiliar, ayudará en la colocación y retirada de las cuñas
para la recogida de excretas de dichos enfermos.

Ayudarán a los D.U.E.S. o a las personas encargadas a amortajar a los enfermos


fallecidos, corriendo a su cargo el traslado de los cadáveres al mortuorio.

Rasurarán a los enfermos que vayan a ser sometidos a intervenciones quirúrgicas en


aquellas zonas de su cuerpo que lo requieran.

Ayudarán a la práctica de autopsias en aquellas funciones auxiliares que no requieran


por su parte hacer uso de instrumental alguno sobre el cadáver. Limpiarán la mesa de
autopsias y la propia sala.

Tendrán a su cargo los animales utilizados en los quirófanos experimentales y


laboratorios, a quienes cuidarán, alimentándolos, manteniendo limpias las jaulas y
aseándoles, tanto antes de ser sometidos a las pruebas experimentales como
después de aquéllas y siempre bajo las indicaciones que reciban los médicos,
supervisores o D.U.E.S. que les sustituyan en sus ausencias.

Estas funciones de asistencia suponen el desempeño en los centros sanitarios de las


siguientes tareas por parte de los celadores:

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Ayuda en el aseo de los pacientes hospitalizados.

Levantar y sentar a los pacientes que lo precisen.

Colocar tablas en las camas de los pacientes ingresados que lo precisen.

Prestar ayuda al personal técnico especialista en la realización de placas realizadas


con material portátil.

Acompañar al personal de enfermería cuando traslada niños ingresados fuera de las


unidades infantiles.

Pasar a las parturientas a la mesa de quirófano, colocándole las perneras si es preciso.

Ayudar en los casos en que haya que practicar a la parturienta anestesia epidural.

Ayudar a situar a los pacientes en las mesas de exploraciones, de placas radiográficas,


etc.

Ayudar al personal de enfermería cuando tiene que inyectar, medicar o curar a


pacientes que no colaboran (niños, enfermos mentales...).

Ayudar al personal médico en pruebas que requieran la sujeción de niños: punciones


lumbares, extracciones medulares, etc.

Ayudar a los pacientes al aseo e inmovilización de enfermos recién operados cuando


aún se encuentran en la sala de despertar.

Ayudar a colocar los pacientes que van a ser intervenidos en la mesa de quirófano.

Colaborar en la maniobra de reducción de pacientes psiquiátricos agitados.

Acompañar a los pacientes y el personal de enfermería en los paseos de los enfermos


psiquiátricos.

Inmovilizar o practicar sujeción mecánica a los enfermos mentales atados que lo


requieran, a indicación del personal sanitario.

Sujetar a los pacientes a los que se les va a realizar lavados gástricos o suturas.

Ayudar al personal sanitario en la colocación de yesos en pacientes traumatizados,


cuando se le requiera.

Ayudar al personal sanitario en la preparación de cadáveres.

Ayudar a mover de posición a los enfermos ingresados que por su estado lo requieran.

41
2.20. Traslado de documentación, materiales y muestras biológicas

2.20.1. Traslado de documentación

El art. 14.2 del Estatuto de Personal no Sanitario establece como primera función de
los celadores la siguiente: “tramitaran o conducirán sin tardanza las comunicaciones
verbales, documentos correspondencia u objetos que les sean confiados por sus
superiores, así como habrán de trasladar, en su caso, de unos servicios a otros los
aparatos o mobiliario que se requiera”.

Tramitación de comunicaciones verbales:

Los celadores, han de transmitir a sus compañeros, superiores, subordinados o público,


las comunicaciones verbales (instrucciones, mensajes, información, etc.), que les
indiquen sus superiores o profesionales autorizados, por delegación de éstos.

Traslado de documentos:

Un documento es el testimonio material de un hecho o acto realizado en el ejercicio de


sus funciones por instituciones o personas físicas, jurídicas, públicas o privadas,
registrado en una unidad de información en cualquier tipo de soporte (papel, cintas,
discos magnéticos, películas, fotografías, etcétera) en lenguaje natural o convencional.

Es el testimonio de una actividad del hombre fijado en un soporte. Un documento es un


escrito que contiene información Tradicionalmente, el medio de un documento era el
papel y la información era ingresada a mano, utilizando tinta (esto es lo que se denomina
hacer un documento manuscrito) o por un proceso mecánico (mediante una máquina
de escribir, o utilizando una impresora).

Desde el punto de vista de la informática, es un archivo, pero con determinados atributos


ya que contiene datos textuales o gráficos creados por el usuario con un ordenador
mediante un programa. Por tanto, se considera documento, todo objeto material que
porte, registre o fije, en sí, información, es decir, el conjunto formado por el contenedor
con su contenido; con el objetivo de conservar y transmitir dicha información en el
dominio del espacio y del tiempo a fin de ser utilizada como instrumento jurídico o
probativo, testimonio histórico, etc.; así como también se considera documento a toda
fuente de información registrada sobre cualquier soporte, sea un disco compacto CD, un
DVD, papel, papiro o incluso una piedra o trozo de madera.

Son documentos de traslado ordinario por los celadores:

- Hojas de interconsulta.

- Pedidos a Almacén General, Almacén de Fungibles, Farmacia,

- Lencería.

- Partes de Mantenimiento.

- Historias Clínicas.

42
- Peticiones y resultados de analíticas y pruebas diagnósticas (radiografía s,
ecografías, urografías, arteriografías, etc.).

- Peticiones de ambulancias.

- Partes de quirófano.

- Petición de exploración en otros Centros e Instituciones.

- Peticiones de citas.

- Informe médico de urgencias

- Ordenes de hospitalización.

Se recogen a continuación algunas de las tareas más frecuentes de los celadores


relativas a esta función de traslado de documentación:

- Reparto de correspondencia dentro del Centro.

- Entrega de avisos verbales y escritos a los compañeros, superiores o público.

- Tramitar los pedidos de almacén, recogiendo el material cuando esté dispuesto, y


el traslado del mismo a la unidad correspondiente.

- Traslado de Historias Clínicas entre el Archivo y la Unidades del Hospital: servicios


diagnósticos, plantas de hospitalización.

- Traslado de portafirmas desde las unidades administrativas a asistenciales hasta las


Direcciones o Jefaturas correspondientes para que los escritos sean firmados y/o
registrados, en su caso, y posterior devolución a las Unidades.

2.20.2. Traslado de materiales

Se consideran materiales, todos los de uso común en las Instituciones sanitarias:


cajas, carros, envases, medicamentos, tubos y muestras y enseres en general, así
como aparatos electrodomésticos, muebles, proyectores, fotocopiadoras, etc.

En caso de haber peones en la plantilla del Hospital (categoría creada por el Real
Decreto Ley 3/1987, de 11 de septiembre), habrá que delimitar las funciones entre
estos y los celadores en esta función de traslado de aparatos y mobiliario.

Se recogen a continuación algunas de las tareas más frecuentes de los celadores


relativas a esta función de traslado de objetos:

-Reposición de colchones, trasladando los viejos al Almacén y recogiendo de allí


mismo los nuevos.

-Reposición de determinado material de Lencería, haciendo lo mismo que con los


colchones (almohadas, fundas de colchón).

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-Los celadores adscritos a Servicios de Almacén se encargarán del traslado del
material dentro del mismo.

-El celador de quirófanos transportará los aparatos del área quirúrgica que le
requiera el personal sanitario.

2.20.3. Traslado de muestras biológicas

Los celadores se encargarán de trasladar las muestras a los laboratorios correspondientes y


recoger los resultados de las mismas.

Debido a que la proliferación bacteriana es muy intensa a temperatura ambiente, el traslado


de algunas muestras no admite demoras y el de otras se puede posponer refrigerándolas:

- Gasometría arterial: Debe ser enviada de forma inmediata al laboratorio porque se alteran
los valores.

- Examen básico de orina y urocultivo: Si no puede ser procesado inmediatamente se


mantendrá en el frigorífico a una temperatura de 4ºC no más de 24 horas.

- Coprocultivo: (para el estudio de heces): si no puede ser procesado antes de 30 minutos se


conservará en la nevera.

- Líquido cefalorraquídeo: En caso de que no se pueda enviar al laboratorio, la muestra se


conservará siempre a 37ºC (nunca a temperatura ambiente ni en la nevera)

2.20.3.1 Gestión de los residuos sanitarios

Como consecuencia de la gestión inadecuada de los residuos que durante mucho


tiempo se ha estado llevando a cabo, hoy en día existe gran preocupación por la
degradación del medioambiente. Esta preocupación se traduce en un interés por los
problemas de salud derivados de los factores ambientales.

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Dentro de los objetivos en materia de salud propuestos por la OMS se encuentran
objetivos referidos a la creación de ambientes saludables manifestándose una
aspiración a garantizar la protección del medio y, por tanto, la salud individual y de la
población.

Los residuos en general, incluyendo los que se crean tras una atención sanitaria, han
ido aumentando considerablemente.

Se estima que los residuos que generan los hospitales españoles están entre 2-5 Kg
por cama y día. Este aumento se debe en gran medida a la masiva utilización de
materiales desechables.

El riesgo potencial para la salud derivado de una mala gestión de los residuos, así
como una insuficiente legislación, han manifestado la necesidad de establecer una
normativa que permita gestionar los residuos generados, adaptándose a las
disposiciones comunitarias.

2.20.3.2. Clasificación de los residuos sanitarios

Grupo I.

Son aquellos que no presentan un riesgo ni actual ni potencial para la salud, pudiendo
ser asimilables a los urbanos no específicos.

Se incluyen todos los residuos generados en las actividades de comedores, jardinería,


material de oficina y aquellos desechos procedentes de pacientes no infecciosos.

Grupo II.

Residuos sanitarios no específicos que necesitan un control en el propio centro donde


se hayan generado.

Se trata de materiales de curas, vendas, yesos, material desechable de un solo uso y


ropas de pacientes no infecciosos.

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La manipulación de estos residuos representa un riesgo sólo en el interior de los
centros.

Grupo III.

Son aquellos residuos sanitarios específicos o de riesgo, y que van a presentar un


riesgo para la salud laboral y pública. Se adoptan unas medidas de prevención en su
manipulación, recogida, almacenamiento, transporte, tratamiento y eliminación
posterior.

Se incluyen los siguientes residuos:

-Sangre y hemoderivados en forma líquida.

-Agujas, bisturíes y todo el material cortante.

-Vacunas vivas o atenuadas.

-Residuos infecciosos que proceden de pacientes con enfermedades de declaración


obligatoria.

Grupo IV.

Precisan de un tratamiento especial, higiénico y medioambiental, en su


manipulación, recogida, almacenamiento y transporte, ya sea en el centro donde se
generan o fuera del mismo, a la vez que se recogen en una normativa específica para
su tratamiento y eliminación.

Se incluyen aquí:

-Residuos citostáticos.

-Residuos anatómicos.

-Medicamentos caducados.

-Aceites minerales y sintéticos.

-Residuos con contenidos en metales.

-Residuos radiactivos.

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2.20.3.3. Transporte

Para llevar a cabo el transporte de los residuos generados es necesaria una correcta
clasificación tras su recogida.

En los casos de los grupos II y III, éstos serán recogidos en bolsas de plásticos con
unas características especiales:

-Capacidad inferior a 100 litros.

-De una galga o calibre de 300 para el Grupo II.

-De un calibre mayor de 400 para el grupo III o bien 2 bolsas de 300.

Además, las bolsas o recipientes deben estar homologados para sus diferentes usos
cumpliendo los siguientes requisitos:

-Hermetismo total.

-En recipientes opacos

-Fabricados con materiales resistentes, rígidos e impermeables.

-Cerradura y de difícil apertura de forma accidental.

-Asepsia total en el exterior.

-Con un volumen que no sobrepase los 70 litros.

Es precisa la identificación del contenedor o recipiente de acuerdo con el tipo de


residuo que contenga. Para los del grupo III se rotulará con la expresión “residuos de
riesgo” y para los del grupo IV “material contaminado químicamente” indicando
también el tipo de residuo que contiene de forma específica.

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Con los residuos de los grupos I y II, no es necesaria la rotulación exterior del
recipiente.

Los residuos procedentes de las diferentes zonas y unidades se trasladarán a un


almacén habilitado para el depósito de forma temporal de los mismos (no más de 1
semana).

2.20.3.4. Eliminación de los residuos.

Los residuos que pertenezcan a los grupos I y II serán tratados y eliminados como
residuos urbanos en vertederos controlados.

Los del grupo III se podrán tratar mediante 2 procedimientos diferentes: Mediante la
incineración en las instalaciones que cumplan los siguientes requisitos:

≈ Temperatura de combustión de 900-1100 ºC

≈ Alimentación automática o semiautomática

. ≈ Funcionamiento continuado.

≈ Sistema de purificación de los gases de combustión.

≈ Recuperación del calor.

Mediante la esterilización por vapor caliente a presión, en la autoclave, lo que permite


su eliminación posterior como residuo urbano.

La eliminación de los residuos del grupo IV se acoge a normativas específicas según


el tipo de residuo. Por ejemplo, los citostáticos se incinerarán hasta garantizar su total
destrucción.

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4. Movilización de un paciente encamado
El celador ayudará en la movilización, cuando sea necesario, al personal de
Enfermería buscando mover y acomodar al paciente en la cama, de forma que se
sienta confortable y cómodo.

Con cambios posturales frecuentes y buenas posiciones se evitan, además, las


úlceras por presión o de decúbito (escaras).

Las movilizaciones frecuentes mejoran el tono muscular, la respiración y la


circulación. Para movilizar al paciente encamado debemos tener en cuenta su estado
y conocer si puede colaborar con nosotros o no es posible su ayuda para cambiarlo
de postura.

Los pasos previos a toda movilización son:

1. Preparar el material que vamos a utilizar.

2. Frenar la cama.

3. Lavado de manos.

4. Solicitar información acerca del paciente (al médico, enfermera, fisioterapeuta,


etc.) Es importante saber que no existe contraindicación alguna.

5. Observar con detención al paciente (Sondas, sueros, drenajes, sistemas de


inmovilización, etc.) Los tubos del drenaje estarán en todo momento por debajo del
paciente para drenar favoreciendo la gravedad, la bolsa de orina debe estar por deba
de la altura de la vejiga para que no haya rebosamiento de orina y los botes de suero
deben de colocarse en los soportes situados normalmente en el cabecero de la cama.

6. Hablar con el paciente, explicarle lo que le vamos a realizar, valorar su estado


anímico y valorar su estado físico para averiguar las partes de su cuerpo que puede
movilizar con facilidad y las que no.

7. Utilizar ayudas mecánicas cuando sea posible, en caso contrario adoptar una
posición adecuada (mecánica corporal)

A) Paciente no colaborador:

Realizar la movilización entre 2 personas:

1. Colocarse cada persona a un lado de la cama, frente al enfermo.

2.Debemos colocar los pies separados, así como las rodillas ligeramente flexionadas.

3. Retirar la ropa superior de la cama, así como la almohada del paciente.

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4. Las auxiliares o celadores introducen un brazo por debajo del hombro del paciente
y el otro debajo del muslo. Sujetan al paciente y lo levantan con cuidado hasta llevarlo
a la posición deseada.

5. A la hora de movilizar al paciente a la posición deseada es preciso evitar fricciones


y sacudidas repentinas o bruscas para lo cual el paso 4 es mejor realizarlo con la ayuda
de una entremetida.

También se pueden colocar las dos personas al mismo lado de la cama, de esta forma:

1. La primera persona coloca un brazo por debajo de los hombros del paciente y el
otro brazo por debajo del tórax

2. La segunda persona desliza sus brazos a la altura y por debajo de la región glútea.

3. Entonces elevan cuidadosamente al paciente hacia la posición requerida.

B) Paciente colaborador

En este caso con una sola persona basta.

1. Nos colocaremos junto a la cama del enfermo, frente a él y a la altura de su cadera.

2. Decirle al enfermo que se agarre a la cabecera de la cama y flexionando sus


rodillas, coloque la planta de los pies apoyando sobre la superficie de la cama.

3. Entonces colocamos nuestros brazos por debajo de las caderas del paciente.

4. Se le pedirá al paciente que haciendo fuerza con sus pies y brazos intente elevarse.

5. Es entonces cuando la auxiliar o el celador -con sus brazos- deben ayudar al


enfermo a subir hacia la cabecera.

6. Si el paciente se encuentra bastante ágil, puede realizar él solo esta movilización.

Movilización de pacientes ayudados por una sábana

Se realiza entre dos personas, situados uno a cada lado de la cama.

1. Para esta técnica nos ayudaremos de una "entremetida" que es una sábana doblada
en su largo a la mitad.

2. Se la colocaremos al paciente por debajo, de forma que llegue desde los hombros
hasta los muslos.

3. Para ello colocaremos al enfermo en decúbito lateral, lo más próximo a un borde de


la cama y meteremos la "entremetida" por el lado contrario al que está girado, luego lo
volveremos al otro lado y sacaremos la parte de "entremetida" que falta de colocar.

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4.Una vez colocada la "entremetida", se enrolla ésta por los laterales sujetándola cada
persona fuertemente, pudiendo así mover al paciente hacia cualquier lado de la cama
evitando las fricciones.

Movilización del paciente hacia el lateral de la cama

El celador se coloca en el lado de la cama hacia el cual va a trasladar al enfermo y


colocará el brazo más próximo del paciente sobre su tórax:

1. Frenaremos la cama y la colocaremos en posición horizontal (sin angulación),


retirando las almohadas y destapando al paciente (colocar biombo para proteger su
intimidad).

2. Pasaremos un brazo bajo la cabeza y cuello del paciente hasta el hombro más
lejano.

3. Colocar el otro brazo por debajo de la zona lumbar

4. Una vez sujeto con ambos brazos, tiraremos suave y simultáneamente del paciente
hacia la posición deseada.

5. Una vez desplazada esa parte del cuerpo, situaremos uno de nuestros brazos bajo
los glúteos y el otro bajo el tercio inferior de los mismos, procediendo a desplazar
la otra parte del cuerpo del paciente hacia la posición deseada.

6. Si el enfermo es corpulento debe realizarse entre dos personas.

Giro del paciente encamado de decúbito supino a decúbito lateral

El celador debe colocarse en el lado de la cama hacia el que va a girar el enfermo:

1. En primer lugar, se desplaza al paciente hacia el lado de la cama contrario al


decúbito deseado, para que al girarlo quede el paciente en el centro de la cama.

2. Se le pide al paciente que estire el brazo hacia el lado que va a girar el cuerpo y
que flexione el otro brazo sobre el pecho.

3. Se le pide que flexione la rodilla del miembro que va a quedar por encima.

4. A continuación, el auxiliar o el celador debe colocar uno de sus brazos por


debajo del hombro y el otro por debajo de la cadera. Girar al paciente hacia el
lado en que se encuentra el auxiliar o celador, dejándole colocado en decúbito
lateral.

NOTA: En la posición de decúbito lateral hay que tomar precauciones con orejas,
hombros, codos, cresta ilíaca, trocánteres y maléolos para que no se produzcan
úlceras por presión.

51
Forma de sentar o incorporar al paciente en la cama

Para sentar un enfermo en la cama, si ésta es articulada como son prácticamente todas,
basta dar vueltas a la manivela correspondiente (o mando eléctrico) hasta que la
elevación de la cama haga que el enfermo se encuentre cómodo y en una postura
adecuada a su estado.

Para levantarle los hombros, el auxiliar o celador se coloca de cara al enfermo y de lado
con respecto a la cama. El pie más cercano se coloca atrás y la mano más lejana se pasa
por detrás de los hombros del enfermo balanceando el cuerpo hacia atrás, bajando las
caderas verticalmente de forma que el peso pase de la pierna de delante a la de atrás.

En caso de tratarse de una cama no articulada, actuaremos de la siguiente forma:

1. Nos colocaremos al lado de la cama del paciente, a la altura de su tórax;

2. Colocaremos un brazo por debajo de los hombros del paciente

3. El otro brazo debemos colocarlo debajo de la axila del paciente, sujetando por
detrás de ésta, a la altura del omoplato

4. Lo incorporaremos a la posición de sentado.

Forma de sentar al paciente en el borde de la cama

1. Colocaremos la cama en posición de Fowler.

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2. El auxiliar o celador adelanta un brazo, el más próximo a la cabecera, y rodea los
hombros del enfermo, y el otro lo coloca en la cadera más lejana del enfermo.

3. Con esta mano hace que la cadera y las piernas giren de modo que queden
colgando del borde de la cama, con el otro brazo ayuda a erguir el tronco (en un solo
movimiento, debemos de elevar sus hombros y rotar su cuerpo moviendo con
nuestro brazo las piernas y rodillas hasta que quede sentado con las piernas colgando
en la cama).

4. En el momento en que se ha sentado, se le debe tomar el pulso y luego se le colocan


la bata y las zapatillas.

Pasar al paciente de la cama a la camilla

La camilla se colocará paralela a la cama, frenadas ambas. Si el paciente puede


desplazarse, se le ayudará a colocarse en la camilla, si no pudiera moverse se le
desplazará con la ayuda de dos o tres personas (Toda movilización dependerá del del
grado de movilidad que disponga el enfermo, por un lado, y del número de personas
que intervengan en la misma, por otro).

Con una persona:

1. Si el enfermo posee movilidad, puede él solo trasladarse a la camilla, con algo de


ayuda por parte del celador o auxiliar.

Con dos personas:

a) Una realiza la movilización del enfermo y la otra se asegura de fijar la camilla para
que no se mueva y de ayudar a la primera.

b) La camilla se coloca paralela a la cama y bien pegada a ésta;(ambas deberán estar


frenadas)

c) Previamente se habrán sacado la entremetida y el hule (salvacamas) tras haber


retirado la sábana encimera y las mantas hacia los pies.

d) Una de las dos personas se coloca en el lado externo de la camilla, en el centro,


y tira de la entremetida hacia sí, mientras la otra se coloca en la cabecera
sujetando al enfermo por los hombros, levantándolos y acercándole hacia la
camilla.

e) Una vez que el enfermo está colocado en la camilla, se le tapa con las sábanas y
mantas y se arreglan el hule y la entremetida.

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Otra variante con dos personas es situarse cada una en un extremo, una en un
extremo de la cama y otra en el extremo contrario de la camilla, y movilizar al
paciente desplazando la entremetida que está debajo del mismo. Con tres
personas (movilización en bloque):

Si el enfermo no puede moverse en absoluto serán necesarias tres personas:

1. La camilla se coloca perpendicular a la cama, con la cabecera de la camilla tocando


los pies de la cama; (ambas deberán estar frenadas).

2. Las tres personas se sitúan frente a la cama, adelantando un pie hacia la misma.

3. Doblan las rodillas al unísono y colocan sus brazos bajo el paciente: el primero, uno
por debajo de la nuca y hombros y el otro en la región lumbar; el segundo, uno bajo
la región lumbar y otro debajo de las caderas, y el tercero, uno debajo de las caderas
y el otro debajo de las piernas.

4. Después vuelven al paciente hacia ellos haciéndole deslizar suavemente sobre sus
brazos. Éstos se mantienen cerca del cuerpo para evitar esfuerzos inútiles.

5. Se levantan, giran los pies y avanzan hacia la camilla, luego doblan las rodillas y
apoyan los brazos en la misma. Los movimientos han de ser suaves y simultáneos para
dar seguridad al enfermo y evitar que se asuste.

Pasar al paciente de la cama a la silla de ruedas

1 Lo primero que hay que hacer es fijar las ruedas. Si aun así hay peligro de que la
silla se mueva harán falta dos personas, una de las cuales sujetará la silla por el
respaldo para evitar su movimiento

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2 Si la cama está muy alta se colocará un escalón que sea firme y que tenga una
superficie suficiente para que el enfermo se mueva sin caerse.

3 El paciente se sentará al borde de la cama y se pondrá, con la ayuda del auxiliar,


la bata y las zapatillas (de forma que no se le salgan con facilidad).

4 Si el paciente no puede hacer solo los movimientos necesarios para sentarse al


borde de la cama se le ayudará de la manera indicada en la forma de sentar al
paciente en el borde de la cama.

5 La silla se coloca con el respaldo en los pies de la cama y paralela a la misma.

6 El celador se coloca frente al enfermo con el pie que está más próximo a la silla
por delante del otro.

7 El paciente pone sus manos en los hombros del auxiliar o celador mientras éste
lo sujeta por la cintura.

8 El enfermo pone los pies en el suelo y el celador sujeta con su rodilla más
avanzada la rodilla correspondiente del enfermo para que no se doble
involuntariamente.

9 El celador gira junto con el enfermo y, una vez colocado frente a la silla, flexiona
las rodillas de forma que el enfermo pueda bajar y sentarse en la silla. Cuando la silla
no es de ruedas se procede en la misma forma, pero el peligro de que la silla se mueva
es inferior.

Transporte del paciente mediante silla de ruedas o camilla

Cuando la situación o el tipo de desplazamiento lo requieran, el transporte del


enfermo se ha de realizar mediante la propia cama, camilla o silla de ruedas. Para ello
deberemos tener en cuenta una serie de consideraciones generales:

El paciente deberá estar bien sujeto para evitar caídas en su desplazamiento.

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Evitar situaciones donde existan corrientes de aire o en lugares donde el enfermo
pueda sentirse incómodo.

Como norma general, empujaremos la cama o camilla desde la cabecera de la misma,


de tal manera que los pies del paciente sean los que vayan abriendo camino.
Igualmente, la silla de ruedas se empujará desde la parte de atrás de la misma,
agarrándola por las empuñaduras. Situaciones Especiales:

Cuando se tenga que bajar rampas con camilla, debemos situarnos en la parte inferior
-piecero de la camilla- caminando hacia atrás, de forma que el paciente mire hacia
nosotros. Si bajamos la rampa con silla de ruedas, también tirando de la silla hacia
atrás, de forma que el paciente mire en la misma dirección que nosotros.

Para entrar en el ascensor debemos abrir la puerta e ir introduciendo la camilla por


la parte de la cabecera, en primer lugar, o sea, entrará el celador primero y tirará de
la camilla, de manera que la cabecera de la camilla entre en primer lugar.

Para salir del ascensor el celador abrirá la puerta y comenzará a sacar la camilla por
el lado de los pies (si el ascensor fuera lo suficientemente amplio, girará la camilla
dentro, y saldrá tirando de la cabecera) evitando al enfermo golpes de cualquier clase.
Una vez en el pasillo se colocará en el lado de la cabeza del paciente, desde la cual
empujará hacia delante, de tal manera que los pies del paciente sean los que vayan
abriendo paso.

La entrada y salida del ascensor con silla de ruedas se efectúa también de espaldas.
Entrará primero el celador tirando de la silla hacia atrás y una vez dentro dará la vuelta
a la silla para salir nuevamente de espaldas.

Movilización de pacientes con importantes limitaciones de movilidad

Los pacientes que se encuentran encamados exigen la intervención de otras personas


para ser movilizados, las cuales han de estar entrenadas para que sus movimientos
no afecten negativamente ni al paciente ni a sí mismos.

Los cambios frecuentes de postura en los pacientes encamados son necesarios para
evitar la aparición de isquemia en los llamados puntos de presión, debido a la acción
de la gravedad y al propio peso.

También hay que evitar que la ropa que cubre la cama roce la piel y llegue a producir
lesiones, lo cual ocasiona la aparición de úlceras por decúbito. Igualmente, la
movilización proporciona comodidad al paciente. Para ello el profesional debe
colaborar en que:

1. Las sábanas estén limpias, secas y bien estiradas.

2. Las zonas de mayor presión corporal estén protegidas.

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3. Las piernas estén estiradas y los pies formen ángulo recto con el plano de la cama.

4. La realización de cambios posturales se efectuará mejor con los siguientes materiales:


Almohadas, cojines, férulas, sábanas…etc. Medios de protección de protuberancias.

MEDIOS MECÁNICOS UTILIZADOS PARA FACILITAR LA MOVILIZACIÓN DE LOS


PACIENTES

Las grúas.

Definición: Elemento auxiliar del que dispone el personal sanitario para movilizar al
enfermo dependiente con la mayor seguridad y menor riesgo de lesiones para él y
para sus cuidadores.

Objetivo: Movilizar a los pacientes que requieren ayuda total con menor esfuerzo
para el personal sanitario.

Recursos materiales:

Grúa para movilización de pacientes

Arnés

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Recursos humanos:

Enfermera

Auxiliar de Enfermería

Celador

Preparación del personal:

Lavarse las manos.

Ponerse los guantes.

Preparación del paciente:

Informar al paciente de lo que se le va a hacer y pedir su colaboración (si es posible).

Preservar su intimidad en todo momento.

58
5. Ética profesional y confidencialidad
El secreto profesional

En sentido objetivo, se entiende por secreto aquello que debe permanecer oculto a los
demás y sobre lo que hay que guardar sigilo.

Subjetivamente, es la obligación de no revelar lo conocido que contrae quien ha llegado


a saberlo de forma justa o injusta.

El secreto profesional del sanitario es «la obligación permanente de silencio que


contrae el sanitario respecto a todo lo sabido o intuido sobre una o más personas en
el transcurso de su relación profesional».

En esta definición se incluyen los tres elementos básicos del secreto profesional, que
son:

- El contenido de la información captada.

- La permanencia de la obligación.

- La intrascendencia del tipo de actuación profesional.

El contenido de la información:

Aunque se pueda creer que lo único secreto son los aspectos que reflejan datos de salud,
se debe considerar secreto todo lo percibido, presentido o adivinado que tenga su origen
en la relación profesional, por lo que incluye el conocimiento sobre costumbres y hábitos
domésticos, relaciones interpersonales, ideas políticas y cualesquiera otros aspectos no
sanitarios.

Respecto del tiempo de vigencia del secreto

Se debe tener presente que ni la muerte del enfermo descarga al profesional de la


obligación contraída.

Respecto del tipo de actuación profesional

Comprende cualquier acto profesional por el que se accede a la información que se ha


de guardar en secreto; por lo que resultan afectados los actos no asistenciales tales
como las actuaciones periciales, de inspección, de investigación, docencia, etc.

4.2 Naturaleza

Se trata de un secreto confiado mediante el cual el profesional se obliga a mantener


ocultas todas aquellas confidencias que reciba en el ejercicio de su profesión.

El secreto profesional, tiene una condición moral y otra jurídica.

59
Desde el punto de vista moral, existe el deber de guardar el hecho conocido cuando éste
pueda producir resultados nocivos o injustos sobre el paciente si se viola el secreto.

En el ámbito legal existen diversas normas que imponen al profesional tanto el deber legal
de guardar secreto como el de revelarlo en determinados casos.

Sujetos obligados

Están sometidas al secreto profesional todas aquellas personas que por razón de su
profesión prestan unos servicios en virtud de los cuales acceden a determinada
información, o son confidentes necesarios.

El secreto profesional es un deber de los profesionales de la salud que es compartido en


los equipos de trabajo y que, por tanto, obliga a todos sus componentes.

Objeto

Son objeto de secreto profesional todas las circunstancias y situaciones conocidas por el
profesional en el ejercicio de sus funciones: todo aquello que el paciente le haya confiado,
lo que haya visto, haya deducido y toda la documentación producida en su ejercicio
profesional, y procurará ser tan discreto que ni directa ni indirectamente nada pueda ser
descubierto.

En el caso de los celadores están comprendidas en el secreto profesional las


enfermedades y demás circunstancias conocidas durante el traslado o archivado de la
Historia Clínica o por manifestación espontánea o provocada del paciente y cuya
divulgación pueda ocasionar perjuicio al paciente o a su familia.

Se incluyen además de los datos sobre salud y enfermedad del paciente todos los datos
que se conocen por causa del trabajo realizado con o sin autorización y consentimiento
del paciente, todas las confidencias que proceden o deriven del entorno del paciente y
cualquier otra circunstancia sobre la que éste desee guardar el secreto, aunque su
conocimiento no parezca que pueda acarrear daños objetivos.

Aspectos éticos

El deber de secreto es una norma ética de los profesionales de la Salud.

Todo profesional debe valorar, desde el punto de vista meramente ético, las
consecuencias que se derivan de su decisión de mantener o revelar el secreto que
conoce.

CONFIDENCIALIDAD Y DERECHO A LA INFORMACIÓN

Estas consecuencias pueden afectar al paciente, a las personas que se relacionen con él
o, finalmente, al propio profesional.

La evaluación debe realizarse en función de los derechos humanos y fundamenta les que

60
puedan verse conculcados en cada caso:

1. Efectos sobre el paciente:

Debe valorar si con el mantenimiento del silencio como expresión del respeto al derecho
a la intimidad puede ponerse en peligro el derecho a la integridad personal o a la vida
del propietario del secreto.

Ésta es quizá la situación más conflictiva, puesto que entran en conflicto los principios
bioéticos de beneficencia y autonomía.

2. Efectos sobre otras personas relacionadas con el enfermo o sobre un grupo social.

Ha de considerar que el derecho a la intimidad de un paciente nunca debe poner en


peligro el derecho a la integridad personal o la vida de otros.

Evidentemente, aquí no cabe el anterior conflicto bioético, ya que los principios


señalados se aplican a cada persona y su respeto nunca debe afectar a los derechos
fundamentales de otros.

3. Efectos sobre el profesional sanitario.

En este punto cabe poca discusión, dado que existen disposiciones legales que
obligan al profesional, sea a la denuncia de determinados hechos que pudieran ser
constitutivos de delito, sea a la comparecencia como testigo. Sin embargo, aun en
estos casos, no puede olvidarse que pueden quedar aspectos reservados de la
información, en cuanto no afecten a lo sustancial de los hechos denunciados o
declarados.

Fuera de estos casos la actitud del profesional sanitario debe ser siempre de absoluto
respeto al secreto profesional y cualquier postura contraria supone menosprecio a
los principios éticos, deontológicos y legales de la práctica sanitaria.

Régimen legal

Existen distintas disposiciones legales y reglamentarias que, de una forma u otra,


regulan y protegen el derecho a la intimidad de las personas e imponen la obligación
de guardar sobre ella el sigilo, la reserva o el secreto profesional.

A) Constitución

El art. 20.1. d) establece que la ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y

Al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades. Este apartado parece


referirse sólo al secreto profesional de la profesión periodística en su ejercicio del
derecho a la libertad de expresión y de información.

El artículo 24.2 de la Constitución, en su inciso final, precisa que la ley regulará los
casos en que, por razón de parentesco o de secreto profesional, no se estará obligado
a declarar sobre hechos presuntamente delictivos.

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Actualmente no existe una ley que específicamente desarrolle el secreto profesional.

B) Normas sanitarias

El deber de sigilo se proyecta a lo largo de toda la actividad asistencial en el Sistema


Nacional de Salud y se reconoce como un derecho de los pacientes y usuarios.

Como recuerda la sentencia del Tribunal Constitucional de 20 de junio de 1993, toda


la información que las Administraciones Públicas recogen y archivan ha de ser
necesaria para el ejercicio de las potestades que les atribuye la ley, y ha de ser
adecuada para las legítimas finalidades previstas por ella.

En el ámbito de la salud, la finalidad esencial para la que se recoge documenta y


conserva la información es la atención del paciente.

Ley de Autonomía del Paciente

El artículo 7 de la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, de autonomía del paciente y de


derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica,
establece que «toda persona tiene derecho a que se respete el carácter confidencial
de los datos referentes a su salud, y a que «nadie pueda acceder a ellos sin previa
autorización amparada por la Ley».

El art. 16.6, al regular los usos de la Historia Clínica, establece que «el personal que
accede a los datos de la Historia Clínica en el ejercicio de sus funciones queda sujeto
al deber de secreto».

El mismo artículo establece que el acceso a la información contenida en las historias


clínicas, en buena recogida hoy día en soportes informáticos, sólo está permitido a
las personas autorizadas y para los fines legítimos que el precepto determina.

Entre los principios básicos de la Ley, el artículo 2.7 proclama el de que «la persona
que elabore o tenga acceso a la información y la documentación clínica está obligada
a guardar la reserva debida».

Ley Orgánica 3/1986, de 14 de abril, de medidas especiales en materia de salud


pública

Mención especial merecen, por la incidencia que pueden tener sobre la intimidad de
los ciudadanos, las potestades excepcionales de la Ley 3/86, cuando existan razones
sanitarias de urgencia y necesidad que así lo aconsejen.

Estas medidas, por razón de su excepcionalidad, pueden afectar a la confidencialidad


de los datos relativos a la salud, dada la amplitud con que son contempladas por la
Ley 25/1990, del Medicamento.

Este derecho a la intimidad y la reserva del paciente se manifiesta también en la Ley


25/1.990, de 20 de diciembre, del Medicamento. Allí se prescribe que el tratamiento
informático de las recetas respetará el derecho de la confidencialidad de los
ciudadanos frente a las Administraciones Públicas.

62
El artículo 98 precisa que la información agregada resultante del procesamiento de
recetas del Sistema Nacional de Salud es de dominio público, salvando siempre la
confidencialidad de la asistencia sanitaria, así como el secreto estadístico.

CONFIDENCIALIDAD Y DERECHO A LA INFORMACIÓN

Orden ministerial del 6 de junio de 1994

Desde la vigencia de esta Orden quedó sin efecto la obligación de inscribir en el


Registro Civil la causa de la muerte, previéndose además el tachado de oficio de las
causas de muerte registradas con anterioridad, de modo que queden ilegibles en lo
sucesivo.

Régimen del personal de enfermería estatutario

El artículo 55 del Estatuto de Personal Sanitario No Facultativo de Instituciones

Sanitarias de la Seguridad Social (OM de 26-04-73) establece de forma muy clara que
«todo el personal está obligado inexcusablemente a guardar el secreto profesional
de modo absoluto y a todos los niveles».

El art. 124-5 del Estatuto califica como falta muy grave «el quebranto del secreto
profesional» y el art. 125-4 califica como falta muy grave «el quebranto del secreto
profesional si se ocasionasen graves perjuicios a la Seguridad Social o a terceros».

Otras normas

Código Penal de 1995

El Código Penal castiga la conducta del profesional que incumple su deber de sigilo y
viola el secreto profesional: el art. 199.2 del CP señala: «El profesional que, con
incumplimiento de su obligación de sigilo o reserva, divulgue los secretos de otra
persona, será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años, multa de doce a
veinticuatro meses e inhabilitación especial para dicha profesión por tiempo de dos
a seis años».

Ley 31/95, de Prevención de Riesgos Laborales, de 8 de noviembre

Esta Ley garantiza el derecho a la intimidad de los trabajadores. Por ello, cuando son
sometidos a los preceptivos exámenes de salud, la información que puede facilitarse
al empleador debe expresarse únicamente en términos de aptitud para el trabajo, sin
desvelar, en ningún caso, las características de la enfermedad ni otros aspectos
conexos.

4.7. Violación secreto profesional

El incumplimiento del deber de secreto está castigado como delito.

63
En efecto existen varios preceptos en el Código Penal que castigan las conductas de
violabilidad del secreto, como los referidos al descubrimiento o divulgación de
secretos de otros.

El simple acceso a la historia clínica sin autorización es un delito grave, castigado con
no menos de dos años de prisión.

Artículo 197

(...)

2. Las mismas penas [prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro
meses] se impondrán al que, sin estar autorizado, se apodere, utilice o modifique, en

perjuicio de tercero, datos reservados de carácter personal o familiar de otro que se


hallen registrados en ficheros o soportes informáticos, electrónicos o telemáticos, o
en cualquier otro tipo de archivo o registro público o privado.

Iguales penas se impondrán a quien, sin estar autorizado, acceda por cualquier medio
a los mismos y a quien los altere o utilice en perjuicio del titular de los datos o de un
tercero.

(...)

5. Igualmente, cuando los hechos descritos en los apartados anteriores afecten a


datos de carácter personal que revelen la ideología, religión, creencias, salud, origen
racial o vida sexual, o la víctima fuere un menor de edad o un incapaz, se impondrán
las penas previstas en su mitad superior.

Artículo 199

1. El que revelare secretos ajenos, de los que tenga conocimiento por razón de su
oficio o sus relaciones laborales, será castigado con la pena de prisión de uno a tres
años y multa de seis a doce meses.

2. El profesional que, con incumplimiento de su obligación de sigilo o reserva,


divulgue los secretos de otra persona, será castigado con la pena de prisión de uno a
cuatro años, multa de doce a veinticuatro meses e inhabilitación especial para dicha
profesión por tiempo de dos a seis años.

También es posible quebrar el secreto debido a la empresa.

Artículo 200

Lo dispuesto en este capítulo será aplicable al que descubriere, revelare o cediere


datos reservados de personas jurídicas sin el consentimiento de sus representantes,
salvo lo dispuesto en otros preceptos de este Código.

4.8. La revelación del secreto

64
No obstante, existen determinados supuestos tanto éticos como legales en los que
queda exceptuada la obligación del sanitario de guardar el secreto pues el derecho a
la intimidad de una persona no es ilimitado y cede cuando con él se conculca el
derecho a la vida, la integridad psicofísica o la libertad de otra u otras personas y
también cuando se compromete el bienestar social.

Así, el sanitario se verá obligado a romper el secreto profesional:

- Cuando haya peligro para la salud pública o esté en juego la vida de terceras
personas.

- Cuando declaren testigos en un juicio.

CONFIDENCIALIDAD Y DERECHO A LA INFORMACIÓN

Se está obligado a denunciar a la autoridad competente si tiene conocimiento de


algún hecho delictivo al que haya tenido acceso por la actuación profesional (art. 262
de la Ley de Enjuiciamiento Criminal). A título de ejemplo:

- Aquellos casos en los que atienden a personas que hayan podido ser víctimas de
un delito, por ejemplo, un lesionado.

- Cuando reconozca a un cadáver que se sospeche que ha podido morir como


consecuencia de algún acto delictivo.

- Los casos de mala praxis, aunque esta denuncia es inusual dado el corporativismo
existente en ciertas profesiones.

65
6. Seguridad clínica en el manejo de pacientes y muestras
La seguridad del paciente en la asistencia sanitaria a seguridad del paciente se define
como: "ausencia de un daño innecesario real o potencial asociado a la atención sa-
nitaria".

OMS. "ausencia, prevención y mejora de resultados adversos originados como


consecuencia de la atención sanitaria". Cooper 2000.

La publicación en el año 1999 del Instituto Americano de Medicina (IOM) "To err is
Human: building a Safer Health System", puso en evidencia a nivel internacional, la
incidencia de eventos adversos que afectan a la seguridad del paciente. En esta
publicación se realizaron afirmaciones tan dramáticas, como que acontecen al año un
millón de lesiones en los pacientes y entre 44.000 y 98.000 muertes (más que los
accidentes de automóvil, cáncer de mama o SIDA) debido a errores médicos (1) . Lo
anteriormente expuesto supone que los errores médicos (entendidos como errores
en la asistencia sanitaria al paciente) son la octava causa de mortalidad en USA, con
un coste entre 17 y 20 billones de dólares al año y quizás uno de los datos más
relevantes es que más de un 50% son prevenibles

La seguridad de los pacientes es una dimensión de calidad de la atención sanitaria.

Es un tema que preocupa desde hace mucho tiempo, sin embargo, en la última
década, diversos estudios realizados han revelado el gran impacto en la
morbimortalidad de los eventos adversos.

Estos resultados, sumados a la creciente participación de los ciudadanos, han


posicionado el tema de la seguridad de los pacientes en un lugar prioritario de la
política sanitaria.

Los estudios realizados, en primera instancia, han estado orientados a conocer la


importancia del problema en diversos países y, posteriormente, a sugerir diversas
formas de abordaje.

La seguridad clínica o los riesgos a los que se someten los pacientes en función de su
relación con el sistema sanitario han sido mencionados con mucha frecuencia en el
desarrollo de las ciencias sanitarias.

El aforismo hipocrático Primum non nocere es un claro referente de la preocupación


de los profesionales por este tema desde la antigüedad.

La seguridad ha sido considerada desde el inicio de los estudios sobre evaluación de


los sistemas sanitarios y de la calidad una de las dimensiones de la atención junta a:

— La eficacia.

— La efectividad.

— La accesibilidad.

66
— La prestación de servicios en el momento oportuno.

— La satisfacción y el respeto a los pacientes.

— La equidad.

— La adecuación.

— La eficiencia.

Concepto de seguridad clínica

En algunas ocasiones el sector sanitario se ha comparado con otros sectores en los


que existen problemas de seguridad, por ejemplo, el sector aeronáutico, los
ferrocarriles o las centrales nucleares, afirmándose que en estos últimos el esfuerzo
por la seguridad ha sido constante durante las últimas décadas y las mejoras muy
sustanciales. En estas disciplinas existen diferentes modelos que explican el error
humano. El modelo centrado en la persona contempla aspectos del trabajo de las
personas como:

— Incumplimiento intencionado.

— Distracciones o lapsus.

— Ejecución incorrecta de procedimientos.

— Problemas de comunicación (déficit de información o problemas de


interpretación).

— Decisión de correr un determinado riesgo («no va a pasar nada»).

Como respuesta, no se trata de cambiar la condición humana sino de cambiar las


condiciones en las que trabajan las personas.

Una idea central es la de las defensas (escudos) del sistema.

Cuando ocurre un evento adverso lo importante no es quién se equivocó, sino cómo


y por qué las defensas fallaron.

Se pueden resumir en las siguientes afirmaciones:

— Los accidentes ocurren por múltiples factores.

— Existen defensas para evitar los accidentes.

— Múltiples errores «alineados» permiten que los accidentes o eventos adversos


ocurran.

— La revisión del sistema permite identificar cómo los fallos «atraviesan» las
defensas.

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Con todo ello los errores más comunes que suceden en la toma de muestras son los
siguientes:

– Solicitudes inadecuadas o incompletas pueden afectar a una buena interpretación


de los resultados pudiendo comprometer la seguridad del paciente.

– Obtención de muestras, incluyendo los de preparación del paciente, la


identificación del paciente y sus muestras, la inadecuada extracción de sangre…

En términos de seguridad de paciente, el punto más crítico es la identificación


inequívoca del paciente.

Ejemplos de tipos de muestras:

Urocultivo

Urianalisis

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Tubos analíticas

Tubo de pruebas cruzadas para transfundir.

Hemocultivos

Paciente en aislamiento.

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El aislamiento hospitalario tiene como objetivo separar un paciente con una
enfermedad infecciosa o en estado inmunodeprimido del resto de personas para
evitar el contagio.

Al realizar el aislamiento hospitalario es importante informar bien al paciente sobre


el motivo del aislamiento ya que puede sentirse rechazado si no se le explican las
causas. También debe entender la importancia de seguir las pautas para evitar
complicaciones.

Material

Mascarilla

Guantes

Bata

Calzas

Bolsas de basura de color rojo (o las estipuladas según el centro)

Contenedores especiales de agujas y residuos

Tipos de aislamiento

a) Aislamiento estricto

Realizado para prevenir la transmisión de enfermedades contagiosas que pueden


transferirse a través de contacto directo o del aire.

En este tipo de aislamiento es obligatorio el uso de mascarilla, guantes, bata y calzas.

Colocar al paciente en una habitación individual o compartir habitación con un


paciente infectado de la misma enfermedad.

Señalizar el aislamiento en la puerta de la habitación, restringiendo las visitas.


Mantener la puerta cerrada.

Antes y después de entrar en contacto con el paciente, lavarse las manos.

Todos los objetos contaminados deberán desecharse en bolsas de color rojo y


rotularse o etiquetarse para que se descontaminen.

Enfermedades en las que se realiza aislamiento estricto:

Peste neumónica

Varicela

Fiebre de Lassa y otras fiebres hemorrágicas

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Difteria faríngea

Herpes zóster

Viruela

COVID -19

b) Aislamiento de contacto

Se realiza para prevenir la transmisión de enfermedades contagiosas que no


requieren un aislamiento estricto.

Normas

Habitación individual.

Señalizar el aislamiento y mantener la puerta cerrada.

Lavado de manos antes y después del contacto con el paciente

Obligatorio usar mascarilla

Necesario utilizar bata si hay riesgo de mancharse

Los guantes se utilizarán si hay que manipular material infectado

Desechar todo el material en bolsas rojas marcadas

Enfermedades en las que se realiza este tipo de aislamiento:

Bacterias multiresistentes o infeción por bacilos gram – resistentes

Spahilococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA)

Pneumococcus resistente a la penicilina y haemophilus influenzae resistentes a la


ampicilina y cloramfenicol.

Neumonía viral en bebes y niños pequeños

Neumonía por staphilococcus aureous o streptococcus del grupo A

Infecciones respiratorias agudas en bebés y niños pequeños.

Conjuntivitis causada por gonococos en recién nacidos

Endometritis causada por estreptococos del grupo A

Forunculosis estafilocócica en neonatos

Herpes simple, diseminado, primario severo o neonatal.

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Impétigo

Pediculosis

Faringitis infecciosa en bebés y niños pequeños

Difteria cutánea

Rabia

Rubéola

Escabiosis

Enfermedad de Ritter

Infecciones importantes de la piel, de heridas o quemaduras.

c) Aislamiento inverso

Se hace para proteger a pacientes inmunodeprimidos

Normas

Habitación individual

Lavado de manos antes y después del contacto

Utilizar guantes, bata, mascarilla, gorro y calzas.

Situaciones que lo requieren:

Inmunodeprimidos

Quemados de más del 25% del cuerpo

Trasplantados

Aislamiento respiratorio

Se lleva a cabo para prevenir la transmisión de enfermedades infecciosas por vía


aérea

Normas

Habitación individual

Utilizar mascarilla

No es necesario el uso de bata

Lavar las manos antes y después

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Desechar el material utilizado en bolsas especiales

Enfermedades que lo requieren:

Neumonia por meningococo

Meningitis por haemophilus influenzae o meningococo.

Sarampión

Tos ferina

Meningococemia

Eritema infeccioso

Epiglotis por haemophilus influenzae

Paperas

Neumonia por haemophilus influenzae en pediatría.

d) Aislamiento entérico

Se realiza para evitar la transmisión de enfermedades infecciosas por contacto directo


o indirecto con las heces.

Normas

El paciente podrá compartir habitación con otro paciente con la misma infección no
es necesario utilizar mascarilla

Utilizar bata cuando haya riesgo de ensuciarse

Lavar las manos antes y después

Desechar los objetos contaminados en bolsas especiales.

Enfermedades que lo requieren:

Enterocolitis producida por Clostridium Difficile o Staphilococcus aureus

Poliomielitis

Hepatitis vírica A

Fiebre tifoidea

Disentería amebiana

Pericarditis, miocarditis o meningitis vírica

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Cólera

Diarrea aguda de etiología infecciosa

Encefalitis

Enterocolitis nectrotizante

Infección enteroviral

Pleurodinia

Herpangina

Enfermedades por ecovirus

Gastroeneritis infecciosa

Aislamiento para liquidos corporales y sangre

Se realiza para evitar la transmisión de enfermedades infecciosas por contacto directo


o indirecto con líquidos corporales o sangre de un paciente infectado.

Normas

El paciente podrá compartir habitación con otro paciente infectado de lo mismo

No es necesario el uso de mascarilla

Se utilizará bata cuando haya que manipular líquidos o sangre

Lavarse las manos antes y después

Tomar precauciones para evitar el contagio por pinchazos con agujas contaminadas

Enfermedades que lo requieren:

Malaria

SIDA

Fiebres virales producidas por artrópodos

Hepatitis B y C

Fiebre por mordedura de rata

Sífilis

Babesiosis

Fiebre recidivante

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Leptospirosis

Aislamiento por secreciones y drenajes

Se realiza para evitar transmisiones de enfermedades infecciosas por contacto directo


o indirecto con material infectado o drenajes.

Normas

No es necesario que el paciente esté en habitación individual

No es necesario usar mascarilla

Usar guantes y bata cuando se entre en contacto con material infectado

Lavarse las manos antes y después

Desechar material contaminado en bolsas especiales

Enfermedades que lo requieren

Quemaduras infectadas

Úlceras por presión infectadas

Conjuntivitis

Abscesos

Heridas infectadas

Infecciones cutáneas

Todas esas siempre y cuando no sean causadas por microorganismos


multiresistentes.

75
7. PRIMEROS AUXILIOS

Conjunto de actuaciones y técnicas que permiten la atención inmediata de un


accidentado, hasta que llegue la asistencia médica profesional, con el fin de que las
lesiones que ha sufrido “NO EMPEOREN”.

Consiste en prestar ASISTENCIA INMEDIATA a un accidentado o enfermo repentino.

Abarca el tratamiento tanto de lesiones de poca importancia como las muy graves.

La resolución de un caso está en relación directa con la aplicación in situ de la primera


asistencia.

Pautas generales de actuación ante una situación de emergencia conducta PAS

P PROTEGER

A ALERTAR

S SOCORRER

Proteger:

Al llegar al lugar del incidente, antes de acceder a las posibles víctimas, es


conveniente emplear unos instantes en realizar una inspección visual del accidente y
de los alrededores en busca de otros riesgos que puedan poner en peligro nuestra
propia vida.

Es fundamental establecer las medidas de autoprotección necesarias, incluido el uso


de guantes para la prevención de posibles contagios. Sin entretenerse excesivamente
preguntar a testigos, acompañantes, familiares y a la propia víctima sobre lo ocurrido.
Además, al conocer el tipo de accidente sufrido, podremos saber con bastante
aproximación el tipo de lesiones que se han podido producir en la víctima.

Observar si existe derrame de líquidos inflamables, materias tóxicas o corrosivas en


las ropas de la víctima, objetos cortantes o punzantes que pueden herirnos. Todo
servirá para dar una asistencia eficaz.

A menudo, se comete un error al iniciar el contacto con la víctima y es que nos


ponemos a evaluar y nos olvidamos de hablar con la víctima y preguntarle por sus
lesiones.

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Si, al acercarnos a ella, nos presentamos como miembro de alguna entidad y
mantenemos un tono cordial y afable durante la evaluación, informándola de lo que
vamos a ir haciendo, conseguiremos no sólo colaboración por su parte sino que le
inspiraremos confianza al establecer una relación de trato profesional con ella.

No olvidar que existen personas que no pueden vernos, oírnos o hablarnos (ciegos,
sordos, mudos, disminuidos, etc.) o, simplemente, que no entienden nuestro idioma.
En estos casos, tratar de expresar lo necesario mediante gestos con las manos.

Síntomas

Lo que la víctima indica que le sucede (dolor, opresión)

Signos

Lo que puede ser constatado por nosotros (sangrado, Tª, heridas etc…)

Síndromes

Conjunto de signos y síntomas que se ven de forma habitual en un proceso o


enfermedad LA CADENA DE SUPERVIVENCIA para pacientes adultos

Socorrer

Una vez hayas protegido y avisado, actuarás sobre el accidentado, debiendo primero
reconocer sus signos vitales, con el fin de valorar su estado.

Obligación legal de socorrer

• Art.195 Código Penal

• Ley 31/95 de Prevención de Riesgos Laborales

• Art.51 Ley de Tráfico y Seguridad Vial

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• Art.129 Reglamento General de Conductores Constitución Española 1978

CONCEPTOS:

Parada cardiorrespiratoria: Cese de la actividad respiratoria y circulatoria del


organismo.

Reanimación cardiopulmonar (RCP): Conjunto de maniobras o técnicas para sustituir


de forma artificial la actividad respiratoria y circulatoria, para evitar la muerte por
lesión irreversible de los órganos vitales (cerebro y corazón)

RCP Básica: Conjunto de técnicas realizadas con manos y aire espirado en PCR. Su
inicio es vital en los primeros 4 min.

Objetivo: Aportar oxígeno y sangre a todas las células del organismo; en especial
cerebro y corazón.

Algoritmo universal: Secuencia de acciones esquematizadas, para la detección precoz


de una PCR, comenzando de forma precoz la RCP.

Evaluación Primaria Reconocer situaciones que suponen un peligro vital:

• CONSCIENCIA

• RESPIRACIÓN

• PULSO

• Buscar posibles HEMORRAGIAS

Evaluación secundaria: Para localizar lesiones

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• Cabeza: buscar heridas cara y cuero cabelludo, fracturas, lesiones oculares.

• Cuello: buscar deformaciones y bultos.

• Tórax: valorar si existe dificultad respiratoria, heridas, hemorragias

• Abdomen: si la pared está o no depresible, suponer hemorragias internas,


heridas

• Extremidades: buscar posibles fracturas, esguinces, luxaciones, etc

PÉRDIDA DE CONOCIMIENTO

La pérdida del conocimiento y cualquier otro cambio repentino del estado mental
deben tratarse como una emergencia.

La pérdida del conocimiento puede ser causada por casi cualquier enfermedad o
lesión importante. También puede ser causada por el abuso de sustancias (drogas) y
alcohol. Atragantarse con un objeto puede resultar en la pérdida del conocimiento de
igual manera.

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La pérdida del conocimiento breve (o desmayo) suele ser causada por deshidratación,
glucemia baja o hipotensión temporal. También puede ser ocasionada por problemas
serios en el sistema nervioso o el corazón. El médico determinará si la persona
afectada necesita practicarse exámenes.

Otras causas de los desmayos abarcan hacer un esfuerzo intenso durante la


defecación (síncope vasovagal), toser muy fuerte o respirar muy rápido
(hiperventilación).

PARADA CARDÍACA

Si el corazón se para, no se detectará sonido en la auscultación, la circulación de la


sangre se habrá detenido y no se percibirá pulso. La vida de la persona se extinguirá
en breves minutos, por lo que debemos realizar la reanimación o masaje cardíacos
externo.

Las causas que pueden producir una parada cardíaca son: lesiones, enfermedades,
intoxicaciones, etc.

Algunas lesiones pueden afectar directa o indirectamente la funcionalidad cardíaca,


fuertes traumatismos en la zona precordial Aplastamiento de la caja torácica

Entre las enfermedades, la más frecuente es el infarto de miocardio, que se produce


al interrumpirse la circulación en el sistema coronario, que irriga al propio músculo
cardíaco.

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Los tóxicos que pueden inhibir la función cardíaca de forma directa o indirecta son
muy variados: barbitúricos, alcohol, nicotina, picaduras de insectos o mordeduras de
animales venenosos, reacciones alérgicas por medicamentos, etc.

La parada cardíaca cursa con una serie de síntomas:

• Pérdida de conocimiento.

• Hipotonía muscular (energía muscular inferior a la normal). Respiración jadeante


que pasa en breves minutos a apnea (asfixia). No se escuchan sonidos cardíacos ni
existen pulsos periféricos.

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