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1. Visión general del Celador como profesional del sistema sanitario público
2. Los profesionales y la Sanidad
3. El Celador como integrante de los equipos de trabajo del Sistema Sanitario 1 .J
4. Las unidades clínicas de gestión
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- Celadores.
b) Escala de Servicio, compuesta por las siguientes clases:
- Fogoneros.
- Planchadoras.
- Lavanderas.
- Pinches.
- Limpiadoras.
Hasta hace bien poco, el personal que prestaba sus servicios en Instituciones Sanitarias de la
Seguridad Social se regían por tres estatutos:
- Estatuto Jurídico del Personal Médico de la Seguridad Social (Decretos 3169/1966 y
1873/1971).
- Estatuto de Personal Sanitario no Facultativo de las Instituciones Sanitarias de la Seguridad
Social (Orden de 26 de abril de 1973).
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Como comentamos al principio del tema, estos fueron publicados hace más de 30 años, por lo
que cuando se publicó la Ley 30/1984, de 2 de agosto, de Medidas para la Reforma de la Función
Pública, en su disposición transitoria cuarta se establecía que, el personal regulado por estos tres
Est atutos citados, se regirían por la legislación que al respecto se dictare.
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Así, la Ley 30/1984, de 2 de agosto, de Medidas para la Reforma de la Función Pública, mantuvo
vigente en su totalidad el régimen estatutario de este personal.
Asimismo, la Ley 14/ 1986, General de Sanidad, determina que los profesionales se regirán por
lo establecido en el Estatuto Marco que tendría que aprobar el Gobierno, así como los diferentes
Reales Decretos sobre reestructuraciones del Ministerio responsable de sanidad y sus correspon-
dientes órdenes de delegación de las atribuciones, han ido detallando las competencias que en
materia de personal tienen los diversos Órganos del Departamento.
Una vez aprobada la Ley 55/2003, de 16 de diciembre, se regula este personal estatutario. En
este nuevo Estatuto Marco las funciones de los Celadores no vienen recogidas, pero en la disposi-
ción transitoria sexta de la Ley 55/2003 se da validez a las antiguas funciones (Estatuto Personal no
sanitario de las Instituciones sanitarias de la seguridad social) mientras no se desarrollen normas
nuevas.
S. Servirán de ascensoristas cuando se les asigne especialmente ese cometido olas necesida-
des del servicio lo requieran.
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7. Tendrán a su cargo la vigilancia nocturna, tanto del interior como del exterior del edificio,
del que cuidarán estén cerradas las puertas de servicios complementarios.
8. Velarán continuamente por conseguir el mayor orden y silencio posible en todas las depen-
dencias de la Institución.
9. Darán cuenta a sus inmediatos superiores de los desperfectos o anomalías que encontraren
en la limpieza y conservación del edificio y material.
1O. Vigilarán el acceso y estancias de los familiares y visitantes en las habitaciones de los en-
fermos, no permitiendo la entrada más que a las personas autorizadas, cuidando no intro-
duzcan en las Instituciones más que aquellos paquetes expresamente autorizados por la
Dirección.
Cuidarán de que los visitantes no deambulen por los pasillos y dependencias más que lo
necesario para llegar al lugar donde concretamente se dirijan.
12. Tendrán a su cargo el traslado de los enfermos, tanto dentro de la Institución como en el
servicio de ambulancias.
14. Excepcionalmente, lavarán y asearán a los enfermos masculinos encamados o que no pue-
dan realizarlo por sí mismos, atendiendo a las indicaciones de las Supervisoras de planta o
servicio o personas que las sustituyan legalmente en sus ausencias.
15. En caso de ausencia del peluquero o por urgencia en el tratamiento, rasurarán a los enfer-
mos masculinos que vayan a ser sometidos a intervenciones quirúrgicas en aquellas zonas
de su cuerpo que lo requieran.
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19. Ayudarán a las Enfermeras o personas encargadas o amortajar a los enfermos fallecidos,
corriendo a su cargo el traslado de los cadáveres al mortuorio.
20. Ayudarán a la práctica de autopsias en aquellas funciones auxiliares que no requieran por
su parte hacer uso de instrumental alguno sobre el cadáver. Limpiarán la mesa de autopsias
y la propia sala.
21. Tendrán a su cargo los animales utilizados en los quirófanos experimentales y laboratorios,
a quienes cuidarán, alimentándolos, manteniendo limpias las jaulas y aseándolos, tanto an-
tes de ser sometidos a las pruebas experimentales como después de aquéllas y siempre
bajo las indicaciones que reciban de los Médicos, Supervisoras o Enfermeras que les susti-
tuyan en sus ausencias.
22. Se abstendrán de hacer comentarios con los familiares y visitantes de los enfermos sobre
diagnósticos, exploraciones y tratamientos que se estén realizando a los mismos, y mucho
menos informar sobre los pronósticos de su enfermedad, debiendo siempre orientar las
consultas hacia el Médico encargado de la asistencia del enfermo.
23. TambiF.n serán misiones del Celador todas aquellas funciones similares a las anteriores
qu( les sean encomendadas por sus superiores y que no hayan quedado específicamente
reseñadas.
El personal cuyas funciones a realizar no hayan sido objeto de especial desarrollo en el Estatuto,
las efectuarán en consonancia con las características propias de su especialización.
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nes, sin perjuicio de las que independientemente puedan confiársele por el Director Gerente y el
Director de Gestión y Servicios Generales de la Institución:
1. Ejercerá, por delegación del Director de Gestión y Servicios Generales, la jefatura del perso-
nal de Celadores y ordenará y dirigirá el cumplimiento de su cometido.
2. Instruirá convenientemente al personal a sus órdenes para que la realización de su trabajo
sea eficaz y de calidad.
3. Constatará que el personal de oficio y subalterno cumple
el horario establecido en la Instit ución y permanece cons-
tantemente en su puesto de trabajo.
Existen situaciones urgentes en las cuales los Celadores
deben permanecer en su servicio una vez acabado su tur-
no (ausencia de algun compañero, ser requerido por la
supervisora para ayudar, etc.). Si esto ocurriese el Celador
se quedará e informará al Jefe de Personal Subalterno
para que este tome las medidas oportunas.
4. Vigilará personalmente la limpieza de la Institución.
5. Ejercerá el debido y discreto control de paquetes y bul-
tos de que sean portadoras las personas ajenas a la
Institución que tengan acceso a la misma.
6. Mantendrá el régimen establecido por la Dirección para el acceso de enfermos, visitantes y
personal a las distintas dependencias de la Institución.
7. Cuidará del orden del edificio, dando cuenta al Administrador de los desperfectos o altera-
ciones que encuentre.
8. Cuidará de la compostura y aseo del personal a sus órdenes, revisando y exigiendo que
vistan el uniforme reglamentario.
9. Informará a los familiares de los fallecidos en la Institución sobre trámites precisos para
llevar a cabo los enterramientos y en caso necesario, les pondrá en contacto con la oficina
administrativa correspondiente para completar la información.
1O. Realizará aquellas funciones de entidades análogas a las expuestas que les sean ordenadas
por el Director Gerente o el Director de Gestión y Servicios Generales de la Institución.
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Estas funciones de asistencia suponen el desempeño en los centros sanitarios de las siguientes
tareas por parte de los Celadores:
- Cuando por circunstancias especiales concurrentes en el enfermo no pueda éste ser movi-
do sólo por la Enfermera o Ayudante de planta, ayudará en la colocación y retirada de las
cuñas para la recogida de excretas de dichos enfermos.
- Prestar ayuda al personal técnico superior en la realización de placas realizadas con material
portátil.
- En caso de ausencia del peluquero o por urgencia en el tratamiento, rasurarán a los enfer-
mos masculinos que vayan a ser sometidos a intervenciones quirúrgicas en aquellas zonas
de su cuerpo que lo requieran. En el resto de los casos (siempre que no haya peluquero) y
en áreas donde no exista un Celador lo hará la auxiliar de enfermería o la enfermera.
- Acompañar al personal de enfermería cuando traslada niños ingresados fuera de las unida-
des infantiles.
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- Pasar a las parturientas a la mesa de paritorio (potro ginecológico), colocándole las perne-
ras si es preciso.
- Ayudar en los casos en que haya que practicar a la parturienta anestesia epidural.
- Ayudar a situar a los pacientes en las mesas de exploraciones, de placas radiográficas, etc.
- Ayudar al personal de enfermería cuando tiene que medicar o curar a pacientes que no
colaboran (niños, encamados, enfermos mentales...). Su ayuda estará siempre dentro de sus
funciones sin extralimitarse en ellas (traer el carro de curas, sujetar al paciente, colocarlo en
determinada postura, etc.).
- Ayudar al personal médico en pruebas que requieran la sujeción de niños: punciones lum-
bares, extracciones, etc.
- Ayudar a los pacientes al aseo e inmovilización de enfermos recién operados cuando aún se
encuentran en la sala de despertar/reanimación.
- Ayudar a colocar los pacientes que van a ser intervenidos en la mesa de quirófano.
- Colaborar en las maniobras de reducción de pacientes psiquiátricos agitados.
- Inmovilizar o practicar sujeción mecánica a los enfermos mentales agitados que lo requie-
ran, a indicación del personal sanitario.
- Sujetar a los pacientes a los que se les va a realizar lavados gástricos o suturas.
- Ayudar a mover de posición a los enfermos ingresados que por su estado lo requieran.
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Su VISIÓN es situar el Sistema Sanitario Público de Andalucía como referente de calidad en los
niveles nacional e internacional, a partir de la implantación continuada y progresiva de elementos
de mejora desde todos los ámbitos implicados en los servicios de salud.
Los VALORES que inspiran su actividad contemplan la independencia, la objetividad, la impar-
cialidad y la confidencialidad, así como el reconocimiento al ciudadano como principal protagonis-
ta y beneficiario de la calidad.
- Afecta a todas las personas que, de manera permanente o puntual, forman parte de la
misma.
- Hace alusión al modo de relacionarse con los ciudadanos, con los centros, los profesionales
internos y externos, los miembros de comités técnicos asesores, colaboradores y con los
miembros del equipo de la Agencia.
- Cumple con una función pedagógica de los profesionales, sobre cómo se desarrollan las
distintas actuaciones.
Principios éticos
Compromiso frente a las Personas:
- El Ciudadano:
La interrelación con los ciudadanos estará presidida por el respeto a sus derechos y dig-
nidad. Se seguirán las indicaciones contenidas en el libro de Estilo del Servicio Andaluz
de Salud, en aquellos aspectos que le sean de aplicación (trato, cortesía, intimidad, ma-
nejo de la historia de salud, etc.).
- El Respeto y la Transparencia:
* Las relaciones con todas las personas con las que se entre en contacto estarán basadas
en el respeto y la transparencia.
- El Reconocimiento:
- La Confidencialidad:
* Se identifica rán y comunicarán los posibles conflictos de interés que puedan presentar-
se, para garantizar la Independencia en las valoraciones y la ausencia de sesgos.
- La Integridad
* Se soporta buena parte de sus procesos en las TICs. Se hará un uso responsable y ade-
cuado de las mismas en relación con las actividades a las que están dirigidas.
* El entorno WEB de la Agencia cumplirá con los requisitos que le sean de aplicación, de-
rivados de los correspondientes códigos de conducta o criterios de calidad para sitios
WEB de salud.
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* Propiciar la mejora del Sistema Sanitario de Andalucía es una exigencia ética de todos
los que forman parte de la Agencia.
Los profesionales deben responder al realizar sus funciones al modelo de calidad del Sistema
Sanitario de Andalucía en relación con 1Ocriterios:
- Orientación al ciudadano.
- Promoción de la Salud.
- Atención al Individuo y a la Familia.
- Gestión por Procesos.
- Trabaj o en Equipo.
- Actitud de Progreso y Mejora Continua.
- Compromiso con la Docencia.
- Compromiso con la Investigación.
- Uso Eficiente de los Recursos.
- Orientación a Resultados.
De otro lado, una característica importante en una organización como el SAS es la diversidad.
Diversidad cuyas manifestaciones se ponen de relieve en no pocas facetas de nuestra realidad sanitaria.
La tarea experta de un equipo de cirugía se completa con la pericia del cuidado de enfer-
mería. La tarea admirable de un equipo oncológico que cuida a un enfermo en fase terminal
se completa con la eficacia profesional en atención primaria para mantener sostenida la digni-
dad y la calidad de vida del paciente y de su familia en tal momento. La eficacia resolutiva de
un médico de familia se completa con la tarea del especialista hospitalario en la continuidad
o con la enfermera en el domicilio. La actuación profesional del personal no sanitario propor-
ciona el soporte imprescindible de la atención a la salud y del cuidado eficaz a la enfermedad.
Más de un centenar de puestos profesionales diferenciados (desde un Celador encargado de turno a
un técnico de salud de distrito, desde un supervisor de enfermería a un jefe de sección, por ejemplo) y
casi dos centenares de perfiles profesionales distintos (desde un ginecólogo a un auxiliar de enfermería,
desde un farmacéutico a un ingeniero técnico), configuran una extraordinaria diversidad en modos y
quehaceres en torno a una tarea, por lo demás única: promocionar y proteger la salud, recuperar y cui-
dar en la enfermedad; ayudar a nacer y ayudar también en los últimos momentos de la vida.
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Tener claro como profesionales qué se quiere hacer, cuáles son los objetivos y tareas y que
además todos los profesionales se sientan valorados y partícipes en sus organizaciones y unidades,
es clave para perseguir la mejor atención centrada en el paciente y para seguir avanzando como
organización. Y para mantener además el alto aprecio social que tenemos, no sólo por lo que ha-
cemos (ocuparnos del bien más preciado: la salud y la vida), sino además por cómo lo hacemos (la
valoración sobre el servicio que ofrecemos).
- Nivel cultural: debe ser el adecuado para que le permita una capacidad de asimilación
de conocimientos esenciales para el desempeño de su trabajo.
2. Cualidades físicas
- Buena salud para resistir el ritmo de trabajo.
- Habilidad motora, sobre todo manual, para que los movimientos sean precisos y coor-
dinados.
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3. Cualidades psíquicas
- Control nervioso, para desarrollar sus actividades en un ambiente en ocasiones «hostil»
o «difícil», sin que esto afecte en el trato con la persona, que en todo momento será
amable.
- Control emotivo, entereza en determinadas situaciones altamente emocionales.
4. Cualidades personales
2.3.2. Aptitudes
1. Inteligencia
- Razonamiento.
2. Capacidad de percepción
- El oído. Que le permitirá escuchar toses, gritos, gemidos, ruidos extraños (por ejemplo
respiraciones anormales), sollozos, etc.
- Debe desarrollar una personalidad para actuar con serenidad ante cualquier situación,
por desagradable o peligrosa que sea.
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En consecuencia, puede definirse al grupo como «conjunto de individuos que actúan integ ra-
dos hacia la consecución de un fin común».
3.1.2. Funcionamiento
La dinámica o funcionamiento de un grupo de trabajo puede estudiarse desde dos puntos de vista:
- Subjetivo: desde el cual se incluirían los factores t ales como: procurar la adecuación de
carácter con los demás miembros para una mej or integración; identificación total con el fin
del g rupo al que se pertenece; capacidad y eficacia en la ejecución del trabaj o; y entusias-
mo ante los obstáculos y resistencia ante la frustración.
- Objetivo: que exige las siguientes características de la actividad: determinación del fin a
obtener de modo trnnsparente y conocido para todos st1s miembros; descripción de solu-
ciones mediante la utilización de las sugerencias y soluciones expuestas por los m iembros;
decisión por el superior, teniendo en cuenta los niveles de sugerencias expuestos por los
miembros; ejecución, a través de las funcio nes de cada miembro, e intentando evitar todo
conflicto entre los mismos.
Es importante aclarar y diferenciar los conceptos, pues el término "trabajo en equipo" hace re-
ferencia a una forma muy específica de desarrollar unas funciones, que va más allá del hecho de
trabajar en grupo o muy cerca los unos de los otros.
Grupo y equipo son dos conceptos diferentes. En el contexto de los trabajadores de la salud, un
grupo sería un conjunto de personas que desarrolla su labor en un espacio o institución sanitaria.
Cada uno realiza su t rabajo, responde individualmente del mismo y no depende directamente del
trabajo de sus compañeros. Por ejemplo el grupo de Celadores de un determinado centro, o el
grupo de personal de un determinado servicio.
Un equipo, sin embargo, sería un grupo de personas que se organiza para realizar una activi-
dad con un objetivo preciso. Responden en conjunto del trabajo realizado por cada uno de ellos,
por ejemplo, los diferentes miembros de una UCl-móvil.
El equipo se refiere a un conjunto de personas interrelacionadas que se organizan para llevar a
cabo una determinada tarea, mientras que el grupo se refiere a ese conjunto de personas sin con-
siderar un objetivo común y sin interrelación.
En el grupo de trabajo cada miembro puede tener una manera particular de funcionar, mien-
tras que en el equipo es necesaria la coordinación, lo que va a exigir establecer unos estándares
comunes de actuación, que propiciará la estrecha colaboración y la cohesión entre sus miembros,
que no encontramos habitualmente en los grupos de trabajo.
Para que exista un equipo, debe haber un conjunto de personas relacionadas entre sí que tra-
bajan para conseguir objetivos comunes y que, además, están convencidas de que los objetivos se
alcanzan mejor trabajando juntas.
La organización en los grupos de trabajo es muy jerárquica, mientras que en los equipos las
jerarquías, aun existiendo, se diluyen. Existe un responsable, pero dentro del equipo todas las cate-
gorías laborales funcionan con igualdad porque comprenden que todas son necesarias para con-
seguir su objetivo.
Todos los equipos son grupos, pero no todos los grupos son equipos.
Parece obvia la utilidad de los equipos multidisciplinares, pero la experiencia demuestra que,
en muchos casos, no se conoce en profundidad cuál es su funcionamiento, las ventajas que pre-
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senta, ni tampoco las dificultades que suelen aparecer y que en la mayoría de los casos tienen fácil
solución. Este desconocimiento da al traste, en numerosas ocasiones, con la buena voluntad de
muchos grandes profesionales.
La sinergia es la integración de elementos que da como resultado algo más grande que la
simple suma de éstos, es decir, que todos juntos trabajando en equipo somos más eficaces que la
sumatoria de todos nuestros trabajos individuales.
Un ejemplo de equipo sanitario sería el personal que trabaja en el área quirúrgica. Para que
una intervención quirúrgica concluya con éxito, necesitamos de muchos profesionales realizando
su aporte. Previamente al acto quirúrgico, el personal administrativo habrá citado al enfermo, el
enfermero realizará las pruebas de preanestesia, el Celador trasladará el paciente, el personal de
limpieza tendrá todas las instalaciones preparadas, el auxiliar de enfermería confirmará la existen-
cia del instrumental necesario asegurando su esterilidad. En el propio acto, el cirujano, el anes-
tesista, los enfermeros instrumentista y circulante, el AE, etc., deben funcionar coordinadamente
realizando cometidos específicos. Desde luego que para realizar un tipo de trabajo se necesita más
cualificación que para realizar otro, pero para el trabajo en equipo es importante comprender que
es necesaria la intervención coordinada de todos ellos y que todos se necesitan para poder actuar.
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La salud de la población es un fenómeno complejo que no puede ser entendido sólo desde el
punto de vista de un profesional: médico, enfermero, farmacéutico, psicólogo, fisioterapeuta, auxi-
liar de enfermería, Celador, etc.; son necesarias diferentes perspectivas en los análisis y las interven-
ciones. La noción de equipo implica, por un lado, una visión global que se aporta desde diferentes
puntos de vista y, por otro, el aprovechamiento del talento colectivo, producido por cada persona
en su interactuación con las demás.
Todos los miembros de los equipos de salud tienen como objetivo último la mejora de la salud de
la población y en esta aspiración, son en gran medida interdependientes los unos de los otros y cada
uno de ellos debería apreciar el valor de los conocimientos y las habilidades de los demás. El espíritu
del equipo al enfrentar cada nuevo problema sería:"todos nosotros contra el problema, y no los unos
contra los otros''. Es por esto que la decisión de trabajar en equipo va más allá de ser una "imposición
de la institución"y tiene necesariamente que ser compartida por cada uno de los integrantes.
La utilidad del funcionamiento en equipos está fuera de toda duda, y aporta beneficios que
pueden ser constatados:
- El trabajo, la reflexión y la discusión conjunta producen mejores resultados que los aportes
individuales.
- Mejora la calidad de los resultados. Con una mayor satisfacción percibida por el paciente y
su familia.
Pero para que un equipo pueda ser eficiente debe cumplir con determinadas características:
- Complementariedad. Los diferentes miembros deben dominar todas las parcelas del pro-
yecto que aspiran a realizar.
- Valoración. La labor que cada miembro del grupo desempeñe debe ser reconocida y valo-
rada por el resto, y al mismo tiempo ser satisfactoria para él mismo. Estas dos características,
valoración de los demás y autovaloración, se convierten en el mejor factor motivacional de
los individuos y del equipo.
- Comunicación. El trabajo en equipo exige una comunicación abierta entre todos sus
miembros, esencial para poder coordinar las distintas actuaciones individuales. Hay que
asegurarse de que existan suficientes canales de comunicación que permitan a todos los
miembros conocer los objetivos generales que guían su trabajo. Las estructuras muy j erar-
quizadas dificultan la comunicación, por lo que conviene desarrollar un estilo de relación
que, aun respetando las funciones de cada cual, permita la expresión franca y directa.
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- Cohesión. Para que un equipo funcione es fundamental que esté cohesionado. La cohe-
sión probablemente aparecerá si se cumplen algunas de las características anteriores: si
hay confianza y empatía entre sus miembros se pueden comunicar con libertad y se sienten
valorados y motivados.
Un momento importante será durante las reuniones, que se debe procurar sean frecuentes y
provechosas y donde se estimulará la participación y comunicación de todos los integrantes del
equipo.
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Los procedim ientos y guías de actuación también suelen derivar de la institución mayor, pero
conviene definir por acuerdo el ajuste de estos a la realidad concreta, así como las reglas de funcio-
namiento que sean propias a las situacio nes en las que t rabaj e el equipo.
Las normas establecidas deben ser claras, conocidas y aceptadas por todos los miembros.
3.2.3.6. Autoevaluación
Los equipos más eficaces son aquellos capaces de realizar su propia autocrítica. Un equipo ne-
cesita examinarse periódicamente y revisar su proceder. Las reuniones de autoevaluación deben
estar incluidas dentro de la p lanificación de actividades grupales. Se debe remarcar equilibrada-
mente lo positivo y lo negativo, sin ignorar ninguno de los dos aspectos.
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Hay muchas actividades que, por su poca complejidad, pueden realizarse de forma autónoma
por un solo profesional. Son trabajos donde una sola persona es autosuficiente y sería innecesario
e incluso tedioso la participación de otros. No es que sean tareas poco importantes, sino que ad-
miten poca variabilidad aun teniendo mucha importancia. Por ejemplo, la unidad de esterilización
de instrumental dentro de un hospital, suele contar sólo con uno o varios auxiliares de enfermería
que conocen perfectamente el funcionamiento de la maquinaria. No es necesaria la opinión de
nadie más. Es un procedimiento importante pero de un funcionamiento simple, por lo que no es
necesario ningún equipo específico para llevarlo adelante.
Construir y hacer funcionar un "equipo de trabajo multidisciplinar" es una labor lenta que exige
esfuerzo y dedicación, y que se reserva para aquellas actividades en las que el nivel de complejidad
es tan alto que sería imposible que un solo profesional pudiera abarcar los diferentes aspectos que
presenta. En estos casos sí sería necesario constituir un equipo de trabajo formado por especialistas
que cubran todas las áreas afectadas.
El caso más claro en sanidad son los Equipos de Atención Primaria, que no sólo prestan asisten-
cia sanitaria, sino que se ocupan de la promoción de la salud en la zona, la educación sanitaria de
la población, los estudios epidemiológicos, etc.; en este caso, dada la complejidad de los objetivos
a conseguir y que afectan a distintas especialidades profesionales, sí está claramente justificada la
creación de equipos multidisciplinares.
La puesta en marcha de un equipo de trabajo es un proceso complejo que pasa por diferentes
etapas:
- Inicio. Suele predominar la disponibilidad y la visión positiva. Los miembros se sienten ilu-
sionados con su proyecto y mantienen relaciones cordiales entre ellos.
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3.2.5. Roles
Al margen de la distribución oficial de funciones, que vendrá determinada prioritariamente por
la categoría profesional de cada uno de los miembros, en todos los equipos podemos encontrar
diferentes roles (entendidos como funciones o papeles que alguien cumple dentro de un grupo
humano, sin haberle sido asignados), que en ocasiones pueden ser de mucho interés para el grupo
y en otras dificultar el normal funcionamiento.
Cada uno de los miembros del equipo, tiene tendencia a desarrollar más un tipo de rol que otro,
aunque una misma persona puede desarrollar en el tiempo roles diferentes e incluso antagónicos.
Este cambio de roles puede producirse incluso durante una misma jornada.
Los roles disfuncionales son aquellos orientados a la satisfacción de los intereses individuales y
suelen expresar las dificultades por las que pasa el equipo.
- El crítico. Es una persona destructiva, todo le parece mal pero no aporta soluciones. Suele
deteriorar el ambiente de trabajo.
- El negativo. Tiene una visión negativa y tortuosa de todo lo que le rodea. No le parece bien
lo que se hace pero tampoco considera que se pueda hacer otra cosa.
- El pícaro. Se aprovecha de manera sutil del resto de los compañeros. Su aportación al equi-
po es nula y suele terminar deteriorando el ambiente de trabajo.
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Los roles funcionales de producción son todos aquellos comportamientos que contribuyen al
desarrollo del grupo y a la productividad:
- El iniciador. Es el que siempre está dispuesto a probar cosas nuevas. Suelen ser poco per-
manentes pero son ideales para implantar nuevos procedimientos.
- El activador. Su principal ca racterística es el dinamismo. Es la persona idónea para impul-
sar proyectos que estén funcionando con poca fuerza.
- El intelectual. Es el que tiene mayor gusto por las cuestiones teóricas. No es especialmente
dinámico, pero suele ayudar a aclarar ideas y procedimientos.
- El colaborador. Siempre está dispuesto a ayudar a sus compañeros.
Los roles funcionales de mantenimiento son aquellos comportamientos que contribuyen a que
el grupo continúe unido mediante la creación de una atmósfera agradable para los miembros.
- El empatizador. Son individuos con mucho gusto y facilidad para las relaciones humanas.
Es imprescindible para convertir al equipo en un lugar acogedor.
- El gracioso. No suele faltar en los equipos. Sus aportaciones profesionales suelen ser muy
discretas pero en cambio cumple un papel fundamental: relaja el ambiente, quita tensión,
crea una atmósfera más cálida, lo que puede contribuir a una mayor cohesión del equipo.
- El positivo. Empuja hacia delante, busca el éxito del equipo y se involucra decididamente
en el proyecto; contagia su entusiasmo al resto de los compañeros.
Estos roles son modelos teóricos que difícilmente encontraremos "puros" en nuestra práctica
diaria, pero que sí pueden ayudarnos a comprender la dinámica dentro de los propios equipos.
De lo anteriormente expuesto podemos definir al líder como «aquél con capacidad para for-
mar, orientar y dar criterio a un determinado grupo de Celadores, en una institución sanitaria».
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- Equilibrio emotivo.
De donde se deduce que el líder debe abandonar la idea simplista de que la organización lo
que debe es marchar, funcionar sin más, sino que el objetivo último debe ser la rea lización de sus
fines pero coadyuvando con ellos a la consecución del bien común. Por ello, su ejercicio requiere: la
adecuación del líder con el grupo; la decidida voluntad de ser líder, aplicando las reglas y principios
de las relaciones humanas; elogiar más q ue reprender; interesarse por los problemas individuales y
del grupo; informar en la mejor medida posible; buscar la participación en las decisiones y encon-
trar el apoyo de sus superiores y subordinados.
La capacidad para dirigir se pone de relieve en la consecución de los objetivos de orientar, mo-
tivar y guiar a los subordinados. Los esfuerzos que realice el directivo para influir en el comporta-
miento del individuo o del grupo tendrá éxito en la medida en que éstos respondan a sus intentos.
Si el individuo responde por el líder, este habrá tenido éxito, y el liderazgo será eficaz ya que el
individuo responderá dado que deseará ganar algo por su actividad y esfuerzo.
Para lograr los objetivos reseñados, el líder ha de ocupar una posición de autoridad legítima,
pues en caso contrario su papel podría llegar a distorsionar los objetivos g lobales de la o rganización.
La autoridad legítima debe ir acompañada de unos conocimientos técnicos que sustenten y
respalden su tarea directiva, así como el estar dotado de un poder coercitivo y premiador que, en
definitiva, le permita apoyar la actividad dirigida a los objet ivos de la organización.
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Por último, el líder debe ser una persona atenta a los intereses del grupo y a sus preocupacio-
nes, capaz de conseguir y de aproximarse a los objetivos individuales de los miembros del grupo.
Alcanzar estos supuestos exige del líder llevar a cabo y/o coordinar una serie de funciones y
habilidades como son: establecer el punto de partida del grupo (planificar), ponerlo en marcha
(iniciar), vigilar que vaya por el camino adecuado (controlar), procurar que sus miembros man-
tengan relaciones óptimas (apoyar), distribuir la información necesaria (informar) y comprobar lo
adecuado del proceso (evaluar).
4.2. Definición
La Unidad de gestión clínica es la estructura organizativa en la que se materializa la gestión
clínica en los centros sanitarios del Servicio Andaluz de Salud.
La Unidad de gestión clínica está integrada por personas de ámbito multiprofesional pertene-
cientes a distintos estamentos, disciplinas y categorías, de uno o varios Distritos, Hospitales o Áreas
de Gestión sanitaria, que prestan una atención sanitaria integral, en el ámbito de su competencia,
a la población asignada para lo que se les asignan unos recursos planificados.
La UGC se vertebra en torno a la afinidad de las áreas de referencia del conocimiento en
Salud d e sus profesionales y a las necesidades sanitarias y de protección de la salud de los
ciudadanos a los que específicamente atienden. Las áreas de referencia del conocimiento en
salud se corresponden con la definición de profesiones sanitarias tituladas y reguladas en los
grupos de nivel licenciado y diplomado y los títulos oficiales de especialistas en Ciencias de
la Salud respectivos previstos en el artículo 2 de la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de orde-
nación de las profesiones sa nitarias. En el ámbito de los cuidados sa nitarios, se adaptan a los
nuevos estudios universitarios de grado.
Las Unidades de gestión clínica dependen orgánica y funcionalmente de la Direcciones
Gerencia de los centros sanitarios a los que se encuentran adscritas.
37
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
El artículo 10.1, dispone que las Administraciones sanitarias, los servicios de salud o los órga-
nos de gobierno de los centros y establecimientos sanitarios, según corresponda, establecerán los
medios y sistemas de acceso a las funciones de gestión clínica a través de procedimientos en los
que habrán de tener participación los propios profesionales; y en el apartado 2 del mismo artículo
establece que tendrán la consideración de funciones de gestión clínica las relativas a la jefatura
o coordinación de unidades y equipos sanitarios y asistenciales, las de tutorías y organización de
formación especializada, continuada y de investigación y asistenciales, y las de participación en
comités internos o proyectos institucionales de los centros sanitarios dirigidos entre otros, a asegu-
rar la calidad, seguridad, eficacia, eficiencia y ética asistencial la continuidad y coordinación entre
niévelos o el acogimiento, cuidados y bienestar de los pacientes.
No existe sin embargo normativa específica que regule las Unidades de gestión clínica de los
hospitales y áreas de gestión sanitaria del Servicio Andaluz de Salud
4.4. Estructura
La estructura de las UGC estará determinada, fundamentalmente, por los problemas de salud
relevantes y las necesidades sanitarias de la población y la afinidad de las áreas de referencia del
conocimiento en salud de los profesionales implicados, de forma que se posibilite la articulación
efectiva de la gestión por valores y el desarrollo de una atención sanitaria integral.
Con carácter general, los equipos de profesionales que se estructuren en una UGC resultarán de
la agregación eficiente de los mismos, simplificando su organización y superando la fragmentación.
La estructura de una Unidad de gestión clínica estará determinada por los siguientes criterios:
- Calidad.
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VISIÓN GENERAL DEL CELADOR COMO PROFESIONAL DEL SISTEMA SANITARIO PÚBLICO 11111
4.S. Clasificación
Atendiendo a las características de los centros en los que se residencian y del nivel en el que
ejercen sus actividades las Unidades de gestión clínica podrán configurarse como:
a) Unidades de gestión clínica de Atención primaria: aquellas que desempeñan sus activida-
des en el nivel de Atención Primaria de Salud dentro de un único centro sanitario.
b) Unidad de gestión clínica de Atención hospitalaria: aquellas que desempeñan sus activi-
dades en el nivel asistencial hospitalario dentro de un único centro sanitario.
c) Unidad de gestión clínica de Salud mental: para ámbitos de referencia del conocimiento
de acuerdo con lo previsto y regulado en el Decreto 77/2008, de 4 de marzo, de ordena-
ción administrativa y funcional de los servicios de Salud Mental en el ámbito del Servicio
Andaluz de Salud, autorizándose expresamente la configuración de Unidades de Gestión
Clínica de Salud Mental de ámbito provincial.
d) Unidad de gestión clínica intercentros: aquellas que desempeñan sus actividades en un
único nivel asistencial y pertenecen a dos o más Distritos, Hospitales o Áreas de gestión
sanitaria.
e) Unidad de gestión clínica interniveles: aquellas que desempeñan sus actividades en los
dos niveles asistenciales con adscripción a uno o más Distritos y uno o más Hospitales o
dentro de un mismo centro sanitario configurado como Área de gestión sanitaria.
Las Unidades de gestión clínica podrán desarrollar cambios en su configuración cuando con-
curran criterios de organización funcional que lo aconsejen en aras a lograr más eficiencia a través
de una asistencia sanitaria de mayor calidad en sus resultados con reducción de costes. Dichas
propuestas podrán ser formuladas por parte de las Direcciones Gerencia de los centros sanitarios
a la Dirección Gerencia del Servicio Andaluz de Salud que, en su caso, las aprobará mediante reso-
lución motivada.
Las Unidades de gestión clínica intercentros e interniveles suponen la máxima expresión ope-
rativa de la gestión clínica al producirse el desempeño profesional en un entorno colaborativo inte-
grado que transciende la tradicional ordenación funcional de la asistencia.
De conformidad con lo previsto en el artículo 8.2 de la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de
Ordenación de las profesiones sanitarias, podrán realizarse alianzas estratégicas entre distintas
Unidades de gestión clínica y otros equipos asistenciales o investigadores del SSPA para el desarro-
llo de proyectos de gestión compartida que se consideren eficientes y efectivos, con una duración
limitada en el tiempo.
4.6. Autorización
La autorización de la UGC corresponde a la persona titular de la Dirección Gerencia del Servicio
Andaluz de Salud, que dicta la correspondiente resolución, a propuesta de la Dirección Gerencia de
los centros sanitarios y tendrá una vigencia de cuatro años.
En el caso de Unidades de gestión clínica con carteras de servicios de especial complejidad, con
carácter excepcional su autorización podrá ser por períodos inferiores a cuatro años.
Con carácter general, las UGC estarán sometidas a un proceso continuo de seg uimiento, eva-
luación y tutela por parte de las Direcciones Gerencia de sus Distritos, Hospitales y Áreas de gestión
sanitaria al objeto de velar por el cumplimiento de los supuestos que motivaron su autorización.
39
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Específicamente, se llevara a cabo una evaluación ordinaria con carácter anual para la valoración
de los resultados en salud y el grado de cumplimiento de los objet ivos contemplados en el acuerdo
de gestión de cada UGC.
4.7. Composición
La UGC está compuesta por el conjunto de profesionales sanitarios e investigadores autori-
zados del SSPA, de áreas de referencia del conocimiento en sal ud afines, y otros profesionales
del área de gestión y servicios que realizan labores t écnicas, administrativas y de soporte, per-
t enecientes a las diversas categorías y estamentos, adscritos a uno o varios centros sanitarios
funcionalmente relacionados, que con el fin de p restar una atención int egral a la sa lud de
los ciudadanos se organizan y estructuran conjuntamente bajo criterios de calidad, eficacia,
efectividad y eficiencia.
Atendiendo al área de referencia del conocimiento en salud de sus profesionales sanitarios,
la composición de las Unidades de gestión clínica se articulará en los siguientes ámbitos de
multidisciplinariedad:
a) Con profesionales del área de referencia de conocimiento de cuidados en salud o del área
sanitaria de formación profesional que proceda, y una o más de las disciplinas de las recogi-
das en el ámbito del ej ercicio profesional por los artículos 2 y 3 de la Ley 44/2003, de 21 de
noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias.
No puede integ rarse en las UGC ni el personal directivo de los centros sanitarios del SSPA ni
los profesionales que desempeñen funciones dependientes directamente de la dirección de los
centros.
Tal y como establece el artículo 15 del Decreto 197/2007, de 3 de julio, por el que se regula
la estructura, organización y funcionamiento de los servicios de atención primaria de sa lud en el
ámbito del Servicio Andaluz de Salud, las Unidades de gestión clínica de Atención primaria de
40
VISIÓN GENERAL DEL CELADOR COMO PROFESIONAL DEL SISTEMA SANITARIO PÚBLICO 11111
salud, con carácter general, estarán integradas por profesionales de diferentes categorías adscritos
funcionalmente a las zonas básicas de salud. No obstante, también podrán configurar Unidades de
gestión clínica específicas o integrarse en otras ya existentes los profesionales sanitarios de aten-
ción primaria invo lucrados en la atención infantil y los profesionales sanitarios pertenecientes a
las áreas de salud bucodental, fisioterapia, matronas, cuidados críticos y urgencias, salud pública y
farmacia, contemplados en los artículos 16, 17, 18 y 19 del citado Decreto.
4.8. Funciones
La función primordial de la UGC es prestar una atención sanitaria de calidad a la población asig-
nada, desarrollando de manera integrada las actuaciones de prevención, promoción de la salud,
asistencia, cuidados, rehabilitación, investigación, innovación, docencia, formación y gestión de los .
recursos asignados. En el seno de la UGC, los profesionales desempeñan sus actividades profesio-
nales y configuran su desarrollo profesional.
Sin perjuicio de las funciones específicamente asignadas a las Unidades de gestión clínica de
Atención primaria en el Decreto 197/2007, y a las Unidades de gestión clínica de Salud mental en el
Decreto 77/2008, en general, son funciones de las Unidades de gestión clínica las siguientes:
a) Facilitar y favorecer el ejercicio efectivo de los derechos y garantías sanitarias de los ciuda-
danos a los que atiende.
41
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
c) Desarrollar los mecanismos de coordinación con las demás Unidades de gestión clínica del
sistema sanitario público de Andalucía con los que está relacionada con el fin de lograr una
atención sanitaria integrada con criterios de continuidad y cohesión.
i) Optimizar los recursos asistenciales y de sa lud pública asignados a través de un uso profe-
sional adecuado y eficiente de los mismos.
j) Como parte fundamental de su actividad asistencial y de manera inseparable de ésta,
corresponde a la UGC, de acuerdo con los postulados establecidos en el Plan Integral de
Formación de la Consej ería de Salud, llevar a cabo actividades docentes y formativas inhe-
rentes a los profesionales de la misma y en particular:
- La elaboración de un Plan específico de formación de la UGC basado en las necesidades
identificadas a través de la gestión por competencias de sus miembros, la formación
continua de los profesionales y la transferencia del conocimiento a su práctica diaria.
- La formación pregraduada y postgraduada correspondiente a las diferentes categorías
profesionales y áreas de referencia del conocimiento en salud, de acuerdo con las nor-
mativas y convenios vigentes en cada momento en estas materias.
k) Dentro del marco presupuestario establecido en su acuerdo de gestión y sin perjuicio de la
posible disponibilidad de otros fondos y ayudas públicas, la UGC planificará y desarrollará
actuaciones, p rogramas y proyectos en las sig uientes áreas:
- Innovación y desarrollo.
1) Propiciar la participación d irecta, efectiva y real de los ciudada nos en la gestión de la UGC.
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VISIÓN GENERAL DEL CELADOR COMO PROFESIONAL DEL SISTEMA SANITARIO PÚBLICO 11111
o) Aquellas otras que se recojan en su acuerdo de gestión o sean establecidas por las
Direcciones Gerencia de los centros para el mejor cumplimiento del Contrato Programa
correspondiente, así como cualquier otra que le atribuya la normativa vigente.
A los efectos administrativos y retributivos del director de las Unidades de gestión clínica de
Atención primaria de Salud, se estará a lo dispuesto en las disposiciones adicional tercera y transi-
toria segunda del Decreto 197/2007, de 3 de julio, por el que se regula la estructura, organización y
funcionamiento de los servicios de Atención Primaria de Salud en el ámbito del SAS.
A los efectos administrativos y retributivos del Director de las Unidades de gestión clínica de
Salud mental, se estará a lo dispuesto en la disposición adicional segunda del Decreto 77/2008, de
4 de marzo, de ordenación administrativa y funcional de los Servicios de Salud mental en el ámbito
del SAS.
En el ámbito de los centros hospitalarios y áreas de gestión sanitaria del SAS el cargo de
Director de UGC está asociado al nivel de Jefe de Servicio/Sección facultativo o Jefe de bloque
de enfermería/Supervisor que corresponda, conforme a lo establecido en los artículos 19 y 20 del
Decreto 105/86, de 11 de junio, sobre ordenación de asistencia sanitaria especializada y órganos de
dirección de los hospitales.
La persona que desempeñe la dirección de la UGC, bajo la superior dirección y tutela de la
Dirección Gerencia de su/s centro/s sanitario/s y dentro del marco presupuestario autorizado y los
recursos asignados, desarrollará las actividades asistenciales y de otro orden que profesionalmente
le correspondan y tendrá, además, las siguientes funciones generales:
a) Organizar y gestionar, delegando aquellas que considere oportunas en otros cargos inter-
medios, todas las actividades y actuaciones de la UGC, incluyendo las asistenciales, docen-
tes, de investigación e innovación, así como los recursos humanos, materiales y económicos
asignados, con el primordial objetivo de mejorar los resultados en salud de la ciudadanía a
la que atienden.
cumplimiento del acuerdo de gestión de la UGC y del Contrato Programa del centro/s
de adscripción.
f) Asumir y, en su caso, delegar en los responsables de las áreas de referencia del conocimien-
to en salud la responsabilidad organizativa superior en orden a facilitar la incorporación a la
práctica cotidiana de la UGC de la totalidad de las actividades docentes de pregrado y post-
grado, investigadoras e innovadoras que la misma tenga autorizadas, en el marco del Plan
Integral de Formación y del Plan Estratégico de Investigación, Desarrollo e Investigació n del
sistema sanitario público de Andalucía.
g) Fomentar e implantar, junto con los responsables de las áreas de referencia del conoci-
miento en salud, programas para canalizar la participación ciudadana de forma efectiva
garantizando el respeto a la autonomía personal, toma de decisiones e intimidad y el resto
de los derechos de su población atendida en relación a la atención recibida.
h) Contribuir con diligencia y celeridad a que la dirección del centro/s pueda gestionar las re-
clamaciones y sugerencias de los ciudadanos que afecten a su UGC de forma rápida, eficaz
y satisfactoria, gestionando la elaboración de los informes de los profesionales en el ámbito
de sus competencias y cualquier otra de las actuaciones contempladas en la reglamenta-
ción vigente.
k) Favorecer y facilitar junto con los responsables de las áreas de referencia del conocimiento
en salud la interlocución de la UGC con las sociedades científicas correspondientes a sus
ámbitos de responsabilidad.
m) Proponer a la Dirección del centro/s, en orden a dar una m ejor respuesta a las necesidades
en salud de la población a la que la UGC atiende, los cambios que considere necesarios en
44
VISIÓN GENERAL DEL CELADOR COMO PROFESIONAL DEL SISTEMA SANITARIO PÚBLICO 11111
a) Realizar una gestión por competencias, elaborando y/o actualizando, junto con los res-
ponsables de las áreas de referencia del conocimiento en salud, el mapa de las competen-
cias profesionales de su UGC, de acuerdo con la cartera de servicios autorizada por el/los
centro/se impulsando acciones de mejora organizativa y modernización en el ámbito de la
gestión de los profesionales.
c) Optimizar el uso de las distintas herramientas de la gestión de las personas, poniendo es-
pecial énfasis en la delegación y en la dirección participativa, con la finalidad de garantizar
un desarrollo profesional individual máximo de todos y cada uno de los trabajadores que
conforman la UGC.
d) Promover y facilitar, junto con el resto de los cargos intermedios, las estrategias que permi-
tan la acreditación de las competencias de los profesionales y objetivar el nivel de calidad
reconocido de la UGC mediante la acreditación oficial de la misma para poder optar a un
mayor grado de descentralización y autonomía.
e) Proponer mediante informe razonado a la Dirección Gerencia del/de los centro/s sanitario/s
la convocatoria de la cobertura de las plazas vacantes de la UGC, en régimen eventual, in-
terino o definitivo, según proceda, e identificar junto con los responsables de las áreas de
referencia en salud el perfil competencia! de las mismas, participando, en su caso, en la
evaluación de dichas competencias de acuerdo con el régimen normativo legal y reg la-
mentario vigente.
f) Establecer, de acuerdo con la Dirección Gerencia del/de los centro/s y ayudado por los res-
ponsables de las áreas de referencia del conocimiento en salud, la distribución del horario
de trabajo de los profesionales que mejor facilite la satisfacción de las necesidades asisten-
ciales de su población y la consecución de los objetivos de la UGC, dentro del marco norma-
tivo aplicable al personal estatutario de los servicios de salud y, en su caso, de las alianzas
estratégicas que la propia Unidad de gestión clínica tenga suscritas.
j) Llevar a cabo la evaluación anual del desempeño profesional individual de todos los miem-
bros de la UGC, pudiendo delegar estas funciones en otros cargos intermedios de la Unidad
sin perjuicio de que, en todo caso, asumirá la responsabilidad final sobre dicha evaluación.
k) Autorizar, previa propuesta de los responsables de las áreas de referencia del conocimiento
en salud, la asistencia de los profesionales de la UGC a cursos, congresos y otras actividades
de formación con criterios de equidad, objetividad y transparencia.
1) Autorizar y en su caso gestionar, junto con los responsables de las áreas de referencia del
conocimiento en salud, la asignación de todas las bolsas de viaje o cualquier otro tipo de
ayudas de fondos públicos o privados para el desarrollo de actividades de formación, do-
centes o investigadoras, individuales o colectivas, de los miembros de la UGC.
m) Ayudado por los cargos intermedios de la UGC, controlar el absentismo laboral de los
miembros de la misma, promoviendo y desarrollando acciones que permitan un control
adecuado y juicioso del mismo.
n) Gestionar de forma eficiente, de acuerdo con la Dirección Gerencia del/de los centro/s y
ayudado por los responsables de las áreas de referencia de conocimiento en salud, el nú-
mero y duración de los nombramientos por sust ituciones, ausencias, licencias y permisos
reglamentarios, incluido el plan de vacaciones anuales.
p) Gestionar, con la ayuda de los cargos intermedios de la UGC, la aplicación de las actividades
previstas en los planes preventivos de riesgos laborales e informar a la Dirección del/de los
centro/sen relación con las incidencias que afecten a los m iembros de la misma.
b) Config urar junto con la Dirección Gerencia del centro/s, en base a su Contrato-Programa/s,
el marco presupuestario de la UGC para cada ejercicio anua l incorporándolo al acuerdo
de gestión, pudiendo delegar las actuaciones que considere convenientes en otros cargos
intermedios de la UGC y realizar su seguimiento periódico a través del análisis, la evaluación
y control d e las pa rtidas presupuestarias establecidas implementando las acciones correc-
toras para evitar su desviación,
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VISIÓN GENERAL DEL CELADOR COMO PROFESIONAL DEL SISTEMA SANITARIO PÚBLICO 11111
d) Planificar y ejecutar, en colaboración con los otros cargos intermedios de la UGC, las estra-
tegias para la mejora de la eficiencia en la gestión de bienes y servicios, con énfasis especial
en el uso adecuado de los mismos y su custodia y almacenamiento.
El Comité Director se reunirá, convocado por su presidencia, al menos una vez cada seis meses
y con la periodicidad que se considere conveniente para garantizar el cumplimiento de los fines y
objetivos de la UGC.
- Todas las personas que formen parte del mismo serán profesionales pertenecientes a la
UGC y en activo, si bien el Director podrá convocar en calidad de invitados a profesionales
de la misma con encargos funcionales o profesionales externos a ella.
a) Elaborar, aprobar y, en su caso, actualizar las normas internas de funcionamiento del Comité
propiciando un entorno de trabajo participativo.
g) Velar por la calidad asistencial en la UGC, para lo cual podrá acordar la creación de un
Comité de calidad dependiente de la persona que ostente la Dirección de la misma, defi-
niendo anualmente el encargo de los objetivos del mismo.
47
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZDE SALUD
j) Colaborar con la dirección de la UGC en la rea lización de informes sobre las actividades
y actuaciones llevadas a cabo para su traslado a la Dirección Gerencia del/de los centro/s
sanitario/s.
La presidencia del Consejo Asesor de la gestión clínica será ejercida por la persona titular de la
Dirección Gerencia de cada centro.
Las vocalías del Consejo Asesor de la gestión clínica serán designadas por la presidencia y serán
las siguientes:
- Todas las personas que desempeñen la titularidad de los puestos de dirección de las
Unidades de gestión clínica. En el caso de Unidades de gestión clínica intercentros, sus di-
recciones tendrán representación en cada uno de los centros de adscripción.
d) Colaborar con la dirección del centro en el análisis de la evaluación an ual del grado de cum-
plimiento de los Acuerdos de Gestión, con especial énfasis en la correspondencia con el
grado de consecución de los objetivos contemplados en el contrato-programa del centro.
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VISIÓN GENERAL DEL CELADOR COMO PROFESIONAL DEL SISTEMA SANITARIO PÚBLICO 11111
g) Conocer e informar sobre estrategias conjuntas del centro sanitario en materia de innova-
ción y desarrollo,
h) Hacer propuestas de mejora de la coordinación asistencial entre las diferentes Unidades de
gestión clínica y proponer a la Dirección Gerencia del centro pactos y alianzas.
i) Elaborar propuestas de mejora sobre la articulación en las Unidades de gestión clínica de
los Procesos asistenciales y las estrategias definidas por los Planes integrales.
49
El Celador en su puesto de
trabajo l. El Celador en las
Unidades de Hospitalización,
Bloque Quirúrgico y en las
Unidades de <iuidados
Críticos J Urgencias
A) Funciones
- Asignación de cama: cuando sea precisa una cama, tanto solicitada de urgencias, con-
sultas externas o lista de espera, admisión se encarga de localizar y adjudicar dicha
cama (todo ingreso o consulta en el hospital se realizará siempre a través del Servicio o
Unidad de Admisión).
* Profesión o actividad.
Números de DNI y de Documento de la Seguridad Social.
Admisión llevará un registro diario de camas ocupadas y camas libres, con lo cual conocerá
de forma permanente la relación de camas disponibles y elaborará diariamente el censo de
ocupación de camas.
B) Actividades
- Recuento diario de movimientos para proceder al «cuadre» de datos sobre camas disponi-
bles, ocupadas, libres, en relación con los ingresos, altas y traslados.
A) Funciones
- Motivo de la urgencia.
- Medio de acceso.
- Si ingresa cadáver.
- Diagnóstico provisional.
- Destino: ingreso en observación, en planta, traslado a otro hospital, remisión a las con-
sultas externas del hospital, a su médico de cabecera o al especialista.
B) Actividades
Además, es necesario que para el traslado del paciente de una unidad asistencial a otra se tenga
en cuenta y a punto, lo siguiente:
- Vestir al paciente para ser trasladado, aunque algunos enfermos abandonan el servicio en
pijama o bata. Si el paciente puede hacerlo por sí mismo hay que facilitarle un ambiente de
privacidad para que se cambie el pijama y se ponga ropa de calle. Si presenta limitaciones
en la movilidad y no puede hacerlo por sí mismo hay que ayudarle a cambiarse de ropa.
- Disponer el medio en el que va a ser trasladado y transportado: cama, camilla, silla de rue-
das, ambulancia, etc.
- Es necesario explicarle al paciente y/o sus familiares lo que se va a hacer y por qué se va a
trasladar.
- Disponer todas las pertenencias personales del paciente para ser trasladadas o bien entre-
garlas a sus familiares cuando proceda.
- Hay que ayudarle a sentarse, acostarse, etc., en el dispositivo en que va a ser trasladado.
- Informar al servicio desde donde fue trasladado sobre la hora, lugar y servicio que se ha
hecho cargo del mismo.
Sólo en casos urgentes, de extrema gravedad, que no permiten espera de trámites administra-
tivos, se puede realizar el traslado y hacer a posteriori la solicitud del cambio.
Los traslados dentro d el mismo hospital, de un servicio a otro, exige también que el servicio de
Admisión lo autorice siguiendo el protocolo de solicitar la autorización de un Servicio y la confor-
midad del servicio receptivo.
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EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
1.1.2.1. Funciones
1. Orientación al usuario durante su estancia en el centro sanitario, referida al propio
centro:
- Ubicación de los servicios y unidades del centro.
* Medios de transporte.
2. Procurar una mayor colaboración entre los usuarios y el personal que trabaja a su servicio.
3. Tutelan el cumplimiento de los derechos de los/as pacientes y usuarios/as.
- Información a los familiares sobre la planta o servicio en el que se encuentran los pa-
cientes, incidencias, tiempos de espera, traslados, etc.
- Recomendaciones de estancia.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Realizan encuestas entre los usuarios, comunicando sus resultados a la dirección del
centro.
- Confeccionar y entregar a los usuarios protocolos conteniendo documentación relativa
a los servicios de Admisión, plantas, urgencias, servicios generales, etc. y toda la infor-
mación y servicios que puede ofrecer; se incluye la carta de derechos y deberes de los
usuarios de los Servicios de Salud.
6. Canalizar las quejas, reclamaciones y sugerencias:
- Existe un Libro de Reclamaciones oficial a disposición de los usuarios. Toda reclamación
es atendida puntualmente y contestada por el Director Gerente o persona en quien
delegue del centro. La tramitación que se deriva de la reclamación es confidencial.
- En el caso de los centros sanitarios donde no exista Servicio de Atención al paciente
existirá igualmente Libro de Reclamaciones. Otra entidad donde se puede presentar
una reclamación es en el Registro de la Delegación Provincial de Salud.
- Existen buzones de sugerencias, dispuestos para recoger felicitaciones y propuestas
para la mejora de la atención sanitaria, así como los impresos cumplimentados de la
encuesta de opinión.
- La encuesta de posthospitalización es un impreso que se entrega a todo paciente hos-
pitalizado, durante su estancia o en el momento del alta, para que conteste a las cues-
tiones que se le plantean, con la finalidad de conocer el estado del centro desde el
punto de vista del usuario para corregir posibles deficiencias y mejorar los servicios.
- Los Servicios de Información al Usuario (SIU) complementan su función informativa con
medios técnicos que, además, aportan entretenimiento a los usuarios:
1.1.2.2. Actividades
Las principales actividades que se desarrollan en el SIU/SAP son:
- Elaboración de estadísticas:
* Nivel de satisfacción de los usuarios.
Tomarán también las medidas necesarias en aras a la seguridad de los edificios, locales o es-
pacios confiados, anotando y dando cuenta a sus superiores de las anomalías e incidencias que
observen. En los casos en que alguna anomalía pueda ocasionar peligro inminente a los usuarios
(un extintor en el suelo, una cornisa a punto de caer, un ascensor con la puerta abierta sin la cabina
dando paso al foso, etc.) y el Celador no pueda solucionarlo permanecerá allí hasta que pueda
comunicárselo a alguien.
El Celador, con la necesaria prudencia y buen criterio, deberá comprobar si las personas que
están en el interior de los locales han sido debidamente autorizadas para ello, no permitiendo la
presencia de quienes no lo estén. Así mismo prohibirá la entrada a toda persona que presente
muestras de suciedad, promueva alborotos o vaya embriagada.
Tampoco permitirá la entrada de personas que lleven comida o bebida, obligándoles a dejar
ésta en la portería para su posterior entrega a la salida de la Institución. Si observara alguna perso-
na fumando le recordaría la prohibición de fumar en toda el área hospitalaria (Ley 28/2005, de 26
de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el
consumo y la publicidad de los productos del tabaco).
- En caso de que existiera aparato de detección (escáner) se utilizará para cerciorarse sobre la
ausencia de objetos o armas peligrosas.
Significar que dichas tareas de vigilancia se extienden a las dependencias situadas en otras
plantas superiores a la de acceso al edificio, efectuándose rondas de comprobación conforme a
instrucciones del servicio para determinar la normalidad de las oficinas o instalaciones.
Estas funciones se podrán efectuar en varios turnos de mañana, tarde y noche, y una vez termina-
dos se elaborará una parte de incidencias que se remite al superior, a los efectos oportunos. Cuando
proceda, el personal controlador emitirá el correspondiente pase de visita que facilitará al visitante.
Mientras hacen labores de control y vigilancia pueden encontrar o les pueden hacer llegar al-
gún objeto que se haya olvidado en la institución; en ese caso el Celador lo entrega en la unidad
destinada a objetos perdidos, o en su defecto a su inmediato superior.
Otro supuesto que puede encontrarse un Celador mientras hace sus funciones de vigilancia es
encontrar a alguien haciendo fotos sin permiso dentro de la institución (alguna persona ingresada
de relevancia social, fotos de las instalaciones, etc.), la actuación del Celador sería no permitir que
saque más fotos y avisar al Jefe de Personal Subalterno.
Por último, hay que añadir que este personal controlará visualmente la salida de las visitas,
procediendo cortésmente a su despedida y, en su caso, recogiendo los correspond ientes pases de
visita emitidos. Al finad de cada jornada elabora rá un parte de incidencias.
El personal deberá llevaren sitio bien visible la tarjeta de identificación mientras esté de servicio.
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Centrándonos en la est ancia de los usuarios de los servicios del centro, los vig ilantes podrán,
durante su misión de vigilancia en el interior de los edificios, exigir la identificación de cuantas per-
sonas no lleven la tarjeta y le ofrezcan dudas en cuanto a la misión que ejerzan.
Los vigilantes, no perm itirán que nadie permanezca, sin autorización, en los distintas unidades
en las horas que no se p resta servicio en ellas.
Los vigilantes ej ercerán la vigilancia debida en los espacios muertos de los locales, evitando
manipulaciones ilícitas, circulación indebida de personas u ocultación de objetos en ellos.
Dichas autoridades, por medio de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, podrán disolver, en
la forma que menos perjudique, las reuniones en lugares de tránsito público y las mani-
festaciones, en los supuest os prevenidos en el artículo 5 de la Ley Orgánica 9/1983, de 15
de julio, reguladora del derecho de reunión. También podrán disolver las concentraciones
de vehículos en las vías públicas y retirar aquéllos o cualesquiera otra clase de obstáculos
cuando impidieran, pusieran en peligro o dificultaran la circulación por d ichas vías.
Antes de llevar a efecto dichas med idas, las unidades actuantes de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad deberán avisar de tales medidas a las personas afectadas.
63
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
b) Registro de armas. Los agentes de la autoridad podrán realizar, en todo caso, las com-
probaciones necesarias para impedir que en las vías, lugares y establecimientos públicos
se porten o utilicen ilegalmente armas, procediendo a su ocupación. Podrán proceder a la
ocupación temporal, incluso de las que se llevan con licencia o permiso y de cualesq uiera
otros medios de agresión, si se estima necesario, con objeto de prevenir la comisión de
cualquier delito, o cuando exista peligro para la seguridad de las personas o de las cosas.
De no lograrse la identificación por cualquier medio, y cuando resulte necesario a los mis-
mos fines del párrafo anterior, los agentes, para impedir la comisión de un delito o falta, o al
objeto de sancionar una infracción, podrán requerir a quienes no pudieran ser identificados
a que les acompañen a dependencias próximas y que cuenten con medios adecuados para
realizar las diligencias de identificación, a estos solos efectos y por el tiempo imprescindible.
En una habitación de hospital habrá tantas unidades de pacientes como número de camas.
64
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
65
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
1.2.1.2. Características
El Celador debe conocer las características mínimas que debe reunir la habitación del enfer-
mo, cuidando de manera especial de que las condiciones sean las mejores posibles. Estas son:
- Espacio suficiente.
- De fácil ventilación.
- Temperatura adecuada.
Espacio
La habitación debe tener el espacio suficiente para que los cuidados al paciente puedan ha-
cerse de la mejor manera posible. Además, si es amplia, permite al paciente sentirse más cómodo
y confortable.
En las habitaciones de dos o más camas debe existir el espacio suficiente entre cada dos, siendo
el mínimo espacio aconsejado de 1,20 m.
La puerta de entrada a la habitación debe tener el ancho suficiente que permita el paso de
carros, camillas, camas, aparatos para exploraciones, etc.
Iluminación
La luz natural es un elemento indispensable en las
habitaciones de los enfermos. La luz del sol influye po-
sitivamente en el estado de ánimo de los pacientes y
favorece su recuperación.
66
El CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
Ventilación
Cuando el hospital no disponga de aire acondicionado habrá que ventilar abriendo la ventana
de la habitación (10-15 minutos día). En otras bibliografías consultadas indican que se debe abrir
las ventanas en espacios cortos de tiempo y alternativamente. En definitiva, para que el aire no esté
viciado, debe renovarse todos los días, ya sea por aire natural o de aparato acondicionado.
Hay que procurar que, cuando se abra la ventana, el aire que entre no incida directamente
sobre el enfermo, evitando así cambios bruscos de temperatura en el aire que respira, sobre todo
en invierno.
En los hospitales modernos, con circuito cerrado de aire acondicionado, no deben abrirse las ven-
tanas para ventilar. El aire se renueva constantemente y, además, si se abre, el circuito se descompensa.
Sonorización
Las habitaciones deben ser tranquilas y sin ruidos, ya que un excesivo ruido ambiental puede
provocar trastornos nerviosos a los pacientes. Los modernos hospitales son construidos teniendo
en cuenta la necesidad de un aislamiento acústico de las habitaciones.
El personal sanitario utilizará calzado con suela de goma, para que no haga ruido.
Los aparatos de radio yTVen las habitaciones deben tener el volumen muy bajo. La conversa-
ción con los enfermos debe hacerse también en tonos bajos.
A las horas del descanso, el Celador/a debe bajar las persianas para evitar una gran intensidad
de luz, o apagar las luces y velar porque no se produzcan ruidos.
Temperatura de la habitación
Los hospitales con circuito cerrado de ventilación disponen de sistemas automáticos de control
de la temperatura adecuando esta a las necesidades programadas.
La temperatura de las habitaciones debe oscilar entre los 20-22 °C, según las épocas del año.
Temperaturas inferiores pueden hacer al paciente sentir frío. Temperaturas superiores hacen que
se sienta molesto por el calor.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Humedad
Definimos la humedad como la cantidad de agua que permanece en el ambiente. Los límites
que se consideran aceptables oscilan entre 40-60%, si bien, existen patologías que requieren una
disminución del grado de humedad.
Como norma general entendemos que el calor se hace más insoportable con un grado de hu-
medad alto y una temperatura elevada, ya que se ralentiza la evaporación a través de la piel.
Mobiliario
Es imprescindible que en toda habitación exista: cama, mesita de noche, armario, silla y/o sillón,
baño incorpo rado si es posible y si no fuera así un lavamanos, toma de oxígeno, toma de aspiración
e interfono.
La cama y el mobiliario en general debe estar adaptado a las características de los pacientes.
Así, por ejemplo, el servicio de traumatología debe disponer de camas ortopédicas, entre otros.
Baño
El baño está incorporado a las habitacio-
nes y consta de todas las piezas de un baño
completo. Además presenta barras de segu-
ridad en sanitario, ducha, bañera para evitar
accidentes.
- Están constituidas de forma que el personal que atiende a los enfermos llegue fácilmente a ellas.
- Los colchones son generalmente duros para facilitar un buen soporte al cuerpo.
- Se mueven fácilmente, para ello están provistas de un sistema de ruedas y frenado de las
mismas. Las ruedas deben ser de goma para que protejan de la humedad, aíslen de posibles
fugas eléctricas (electricidad estática) y no hagan ruido en su traslado.
- Una vez instalada en la habitación, la cama debe de reunir una serie de requisitos:
* Debe de ser accesible desde tres lados (por ambos laterales y los pies de la cama).
* Frente a ella no habrá ninguna fuente de luz.
* Su ubicación nunca será debajo de una ventana ni muy cerca de una puerta.
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- Cama libro. Es una variedad de la cama articulada con la particularidad de que permite la
angulación lateral. En cuanto a su utilidad se reserva a personas que deben permanecer
largos periodos de tiempo inmovilizadas.
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EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
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- Arco de cama o férula de acero. Se trata de un dispositivo que se coloca sobre el paciente
para que la ropa de la cama descanse sobre él y evitarle el peso de la misma.
- Almohada. Facilita que el paciente pueda adoptar diferentes posiciones sin resbalarse.
Siempre se utilizan varias para cada paciente, ya que ayudan en los cambios posturales
(actualmente hacen estas función los denominadas cuñas-tope).
- Colchón. Hoy día podemos encontrar en el mercado una amplia variedad de colchones,
entre los que destacamos:
* Colchón de muelles. Es el tipo de colchón que podemos ver en el hospital con más asi-
duidad. Dependiendo de su demanda, podrá constar de una o varias piezas.
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EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
* Colchón de agua y bolas de poliuretano. Tampoco son muy utilizados hoy en día. Están
compuestos por bolas de poliuretano y por agua (de 1Oa 12 litros). Se coloca encima de
un colchó n normal y a continuación se cubre con una sábana. La temperatura adecuada
tiene que ser de unos 30 °C, aproximadamente. Las bolas actúan como aislante y así
evita la sensación de frío que se produciría al enfriarse el agua.
Las funciones de los Celadores en estos servicios pueden variar de un hospital a otro, destacan-
do: descarga de ropa sucia en cinta, carga-descarga de lavadoras, transporte, carga y desca rga de
carros para lavar en el túnel de lavado, reposición de detergentes, etc.
Piezas de lencería
La cama hospitalaria debe tener los siguientes elementos de lencería:
- Cubierta de colchón. Se trata de una funda impermeable utilizada para cubrir el colchón,
protegiéndolo así de la humedad. Actualmente existen colchones con ella ya incorporada.
- Sábanas. Bajera y encimera. Que deberán ser sustituidas por otras cada vez que se ensucien
o mojen y su tacto no será rugoso (suelen ser de algodón).
La sábana que ejerce la función de entremetida se sitúa entre la pelvis del enfermo y el hule.
Es de tamaño inferior a la bajera. Su misión fundamental es la de proteger. También la po-
demos utilizar para desplazar al enfermo (es necesario dos personas) hacia la cabecera de
la cama cuando éste se ha ido resbalando y se encuentra muy cerca de los pies de la cama.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Funda de almohadas. Se les coloca una funda de tela que debe ser cambiada al menos
diariamente, además de cada vez que sea necesario.
1. Colocar la ropa que se va a utilizar para hacer la cama sobre el sillón del enfermo.
2. Utilizando ambas manos, coger la parte superior de la colcha y doblarla hacia el centro y
realizar el mismo procedimiento con el borde inferior. A continuación proceder a retirarla.
En caso de que no se vaya a volver a colocar se introduce sin airearla en la bolsa q ue se ha
preparado para echar la ropa sucia.
3. La manta y la sábana superior se retiran de igual forma que la colcha.
4. Para quitar la entremetida, se coge ésta por el centro de los bordes superior e inferior.
S. Para quitar la sábana bajera hay que seguir el mismo procedimiento empleado para la
entremetida.
6. Una vez que se haya retirado toda la ropa sucia hay que lavarse las manos.
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EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
Una vez tengamos ya colocada la sábana baj era, se continuará de la siguiente forma:
- Lo primero que haremos será extender de forma transversal el hule en el centro de la cama (el bor-
de superior debe de quedar de 30 a 37 cm de la cabecera de la cama) y con los lados remetidos.
- Encima del hule colocaremos la entremetida, de forma que lo cubra completamente (la
finalidad de ambos es evitar que el enfermo moje la sábana inferior).
- El siguiente paso consistirá en desdoblar la sábana encimera, empezando desde la cabe-
cera hacia los pies de la cama. Si lo que vamos a hacer es una cama cerrada doblaremos
entonces las esquinas en forma de mitra y remeteremos los laterales. Por contra, si lo que
vamos a realizar es una cama abierta, sólo doblaremos la esquina en forma de mitra.
- Es conveniente la realización de un pliegue a los pies de la cama o bien aflojar la sábana, con
la finalidad de que el enfermo pueda mover los pies.
- Por último, lo que tenemos que hacer es lavarnos las manos y cambiarnos de guantes, para
evitar la transmisión de microorganismos.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
La cama ocupada se debe realizar entre dos auxiliares (o un auxiliar y un Celador) que se coloca-
rán cada uno a un lado de la cama, de forma que mientras uno hace su parte de la cama el Celador
sostiene al enfermo.
Técnica
1. Explicar el procedimiento al paciente y pedir su colaboración si es posible.
4. Retirar la ropa superior, a excepción de la sábana, doblando el borde superior hacia el infe-
rior y luego en cuartos.
6. Colocar al enfermo en decúbito lateral y retirar por el lado libre de la cama la bajera, el hule
y la entremetida, enrollándolo todo hacia el centro de la cama procurando que no entren
en contacto con el enfermo.
9. Una vez realizado el paso anterior, proceder a la colocación de la ropa superior como se descri-
bió anteriormente, procurando extender la sábana encimera desde la cabecera hacia los pies.
11. Por último proceder al lavado manos y al cambio de guantes, para evitar la transmisión de
microorganismos.
a) En pico. Para ello se procede a doblar dos veces en el mismo sentido el extremo superior de
la cama correspondiente al lado por donde va a entrar el paciente.
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EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
b) En abanico o fuelle. Para abrirla de esta forma, tenemos que coger los dos extremos del
embozo y doblarlos hacia los pies de la cama para luego volver a subirlos hacia la mitad de
la cama en sentido inverso.
c) La tercera forma consiste en tirar del extremo de la ropa de cama hacia los pies, hasta que que-
de descubierta la mitad de la cama, y después volver a doblar hasta llegar al final de la cama.
2. Cama quirúrgica
Antes de proceder a abrirla hay que realizar una especie de embozo o dobladillo a los pies de la
cama. A partir de aquí la cama quirúrgica se puede abrir de dos maneras diferentes:
a) En triángulo o pico. Para conseguir este tipo de apertura tenemos que coger los extremos
de cada embozo y unirlos de tal forma que a la altura de la mitad de la cama obtengamos
el pico del triángulo que se ha formado. A continuación se coge el pico del triángulo y se
comienza a plegar en abanico hasta el lado opuesto de la cama.
b) En abanico lateral. Para ello t enemos que tirar de los extremos de los dos embozos y ple-
garlos en abanico hacia el lateral de la cama.
- Servirán de ascensoristas cuando se les asigne especialmente ese cometido o las necesida-
des del servicio lo requieran.
- Realizar excepcionalmente aquellas labores de limpieza que se les encomiende cuando la
realización por el personal femenino no sea idónea o decorosa en orden a la situación, em-
plazamiento, dificultad de manejo, peso de los objetos o locales a limpiar.
- Velarán continuamente por conseguir el mayor orden y silencio posible en todas las depen-
dencias de la Institución. Esto incluye control del volumen de la televisión, control del tono
de voz del paciente y de los familiares, control de los aparatos de radio y música, etc. En los
casos que se incumpla esta premisa se entrará en la habitación y se les pedirá que bajen el
volumen pues están causando molestias al resto de los enfermos.
- Darán cuenta a sus inmediatos superiores d e los desperfectos o anomalías que encontra-
ren en la limpieza y conservación del edificio y material. Si detectaran que algún artículo
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
del mobiliario (cortinas, persianas, mesilla, sillón, etc.) de la Institución estuviera dañado lo
pondrían en conocimiento de sus superiores.
- Vigilarán el acceso y estancias de los familiares y visitantes en las habitaciones de los en-
fermos, no permitiendo la entrada más que a las personas autorizadas, cuidando que no
introduzcan más que aquellos paquetes expresamente autorizados por la Dirección.
- En el momento de la visita médica se encargarán de desalojar a las visitas de las habita-
ciones, incluso las que dispongan de pase permanente (una excepción a esta función es
el caso de los pacientes pediátricos ya que se les permite estar al familiar con pase perma-
nente). No olvidemos que el acceso y las estancias de los familiares está condicionado a las
necesidades asistenciales.
- Vigilarán el comportamiento de los enfermos y visitantes, evitando que estos últimos fu-
men en las habitaciones (está prohibido fumar en todas las instituciones sanitarias), traigan
alimentos o se sienten en las camas y, en general, toda aquella acción que perjudique al
propio enfermo o al orden de la Institución.
- Cuidarán que los visitantes no deambulen por los pasillos y dependencias más que lo nece-
sario para llegar al lugar donde concretamente se dirijan.
- Tendrán a su cargo el traslado de los enfermos.
- Excepcionalmente, lavarán y asearán a los enfermos masculinos encamados o que no pue-
dan realizarlo por sí mismos, atendiendo a las indicaciones de los Supervisores de planta o
servicio o personas que los sustituyan legalmente en sus ausencias.
- Cuando por circunstancias especiales concurrentes en el enfermo no pueda éste ser movi-
do sólo por el enfermero o el auxiliar de enfermería, ayudarán en la colocación y retirada de
las cuñas para la recogida de excretas de esos pacientes.
- Ayudarán al personal Sanitario o personas encargadas a amortajar a los enfermos falleci-
dos, corriendo a su cargo el traslado de los cadáveres al mortuorio.
Así, la higiene de los pacientes enfermos, sobre todo hospitalizados, recae en el auxiliar de
enfermería (apoyado a veces por los Celadores), lo que exige una serie de atenciones a las nece-
sidades de los pacientes en cuanto a la higiene corporal (piel), cabellos, ojos, oídos, genitales, etc.
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EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
Epidermis:
Estrato córneo
Estrato grunuloso
Estrato espinoso
Estrato basal
Glándula
Sebacea
Bulbo piloso
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
La piel sucia de orina o excrementos corre el riesgo de macerarse e infectarse. Por eso se explica
igualmente la importancia de los cuidados de limpieza y la necesidad de aseo en los genitales va-
rias veces al día (todas las veces que sea necesario).
- Conservar el buen estado de la piel, eliminando la suciedad y el sudor (con este procedi-
miento eliminamos también el mal olor). Sólo con una buena limpieza e higiene se consi-
gue que la piel realice sus funcio nes con normalidad y no se produzcan infecciones, etc.
- Reducir la temperatura corporal en caso de fiebre, si se realiza el baño o ducha con agua fría.
- Refrescar al paciente, para que sienta sensación de confort y bienestar aumentando así su
autoestima.
Trátese del aseo completo o del aseo de una zona del cuerpo, debemos referirnos a los mismos
principios que se abordan en el cuidado del enfermo, la técnica y el material.
1.3.3.1. El enfermo
- Tener en cuenta el pudor de la persona, pues a nadie le gusta mostrar su desnudez en esas
circunstancias y ante personas extrañas. Para minimizarlo se cubre al paciente con una sá-
bana de forma parcial.
- Evitar el enfriamiento. Para esto, descubrir sólo la región a limpiar y cubrir el resto del cuer-
po. Utilizar biombos o cortinas que eliminen las corrientes de aire.
1.3.3.2. La técnica
Se actuará con metodología durante el aseo. Se limpiará cada zona del cuerpo una a una. La
secuencia del procedimiento seguirá e~te orden:
1. Preparación del material antes del procedimiento, que se insta lará al alcance de la mano.
3. Posición sistemática del enfermo, la más cómoda posible, reduciendo al máximo sus
movimientos.
7. Los cuidados se administrarán desde la derecha, a excepción del lavado, que se hará desde
arriba hacia bajo.
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EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
1.3.3.3. El material
- Los elementos de protección: hule, sábana pequeña, manta de baño.
- Los elementos de lavado: toallas, guantes, esponjas, palangana, agua, jabón, crema hidra-
tante, jarra, etc.
- El aseo diario es aquel que se realiza todos los días, pero de una manera más simplificada,
es decir, todos los días no se lavan los cabellos, etc.
- Colaborará con el paciente en el aseo, en mayor o menor medida, según la independencia del
mismo para poder realizarlo por sí solo, ayudándole a desnudarse, a entrar en la bañera, etc.
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Se debe realizar tantas veces como sea necesario pero, como mínimo, una vez al día, por la
mañana, coincidiendo al mismo tiempo con el cambio de sábanas de la cama.
- Jabón desinfectante.
- Alcohol.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Procedimiento
- Paciente en decúbito supino, retirar la colcha y la manta de la cama. Tapar al enfermo con
una manta de baño, destapando sólo las partes que vayamos a lavar.
- El aseo se realiza por partes, haciendo enjabonado, enjuague y secado antes de pasar a la
zona siguiente.
- En todos los pasos a seguir se colocará la toalla de forma que proteja la almohada o la cama.
* Cara, cuello y orejas. Se moja una torunda en el agua, cogiéndola con las pinzas para
limpiar los párpados (una para cada ojo); seguidamente el pabellón auricular y poste-
riormente el contorno de la boca y aletas de la nariz. Finalmente cara y cuello, secándo-
los con otra toalla.
* Brazos y manos. Se coloca una toalla debajo y se lava de arriba hacia abajo. Meter las
manos del paciente en un recipiente con agua caliente, para facilitar la limpieza y el
cortado de las uñas. Se lavan las axilas.
* Tórax. En las mujeres lavar y secar bien el pliegue submamario. Para limpiar la zona pec-
toral hay que tenerla descubierta el menor tiempo posible o bien hacerlo por debajo de
la toalla que la cubre.
Hay que secar muy bien los pliegues interdigitales (entre los dedos) para evitar compli-
caciones como la maceración, esto nos llevaría a edemas y rotura de la piel provocando
la aparición de úlceras.
* Espalda y nalgas. Colocar al paciente en decúbito lateral con una toalla extendida a lo
largo de la espa lda. El lavado se hace también de arriba hacia abajo.
Genitales externos (región perineal). Se le coloca una cuña debajo del periné con las
piernas separadas y flexionadas.
- Desnudarlo procurando que el paciente esté tapado con una toalla o con la sábana.
- El camisón se retira por la cabeza. Se enrolla previamente, sacándole, si se puede, los dos
brazos a la vez. Si no se puede, sacar primero un brazo y después el otro.
- Para vestirle el camisón limpio se hace igual que para quitarlo pero a la inversa.
- En los pacientes con venoclisis o traumatismo en un miembro, debe ser el miembro afecta-
do el último en desvestir y el primero en ser vestido.
- Sacar la manga del camisón del brazo libre del sistema de suero.
- Quitar el bote del palo de suero y después sacar la manga del brazo que tiene el sistema,
con siderando el sistema de suero y el recipiente del mismo como partes del brazo. Es decir,
pasar la manga por el brazo, sobre el sistema y hacia el bote de suero.
- Tener la precaución de no bajar el bote de suero por debajo de la zona del brazo del paciente en la
que está insertado el catéter, ya que si ocurre lo contrario refluirá sangre por el sistema de suero.
- Para poner el cam isón limpio, comenzar por el brazo que tiene el sistema de suero. Para ello,
desenganchar el frasco y hacer pasar el camisón por el bote de suero y por el sistema.
- Enganchar de nuevo el frasco y deslizar la manga del cam isón por el brazo. Luego, deslizar
la otra manga por el brazo libre.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
En función del objetivo que se persigue con su realización, la intervención se clasifica en:
3. Reparadora o reconstructiva: fortalecer zonas debilitadas, volver a unir zonas que se en-
cuentran separadas, corregir deformidades, etc.
6. Exploratoria o exploradora: sería, por ejemplo, realizar una laparotomía explo ratoria
para observar los órganos de la cavidad abdominal después de un traumatismo abdomi-
nal severo.
La cirugía también se puede clasificar en menor o mayor, según su complejidad y el riesgo que
conlleve, por lo que pasaría a denominarse cirugía de alto riesgo o cirugía de bajo riesgo.
- Contaminada: son las heridas abiertas recientes (menos de 4 horas), operaciones con alte-
raciones de la técnica estéril.
Al período de tiempo que transcurre desde que un paciente va a ser intervenido, se prepara
la intervención, se realiza la misma y hasta que es dado de alta en el hospital, se le conoce con el
nombre de perioperatorio. Dentro de él podemos distinguir tres fases claramente identificadas.
Dichas fases son:
- Postoperatoria: es la fase que precede a la intervención. Comienza con el traslado del pa-
ciente a la sala de rean imación/recuperación, más comúnmente conocida como sala de
despertar, y finaliza cuando el paciente es dado de alta.
Atendiendo a las normas de asepsia y antisepsia, se divide en varias áreas con diferente tipo de
restricciones en lo referente a la circulación de personal, enfermos y material:
* Los almacenes, en el bloque quirúrgico existen diversos almacenes para guardar el ma-
terial quirúrgico, aparatos, sueros, camillas, farmacia en general, etc.
* La zona de descanso del personal está compuesta por salas acondicionadas para el des-
canso del personal entre cada intervención.
* Los vestuarios son zonas de intercambio, poseen dos puertas, una por la que se accede
con ropa de calle y otra de salida al pasillo de quirófano, una vez uniformado o vestido
con el traje de quirófano. Existen vestuarios para los profesionales que forman el quiró-
fano y otros para los pacientes que llegan en régimen ambulatorio.
- Área limpia. Para esta área es necesario el uso de gorro y "papis''. A este espacio pertenece
el pasillo limpio y el almacén de material estéril.
- Área estéril o aséptica. En esta área será necesario el uso de gorro, papis o calzas y mas-
carilla, incluso cuando no se esté realizando ninguna intervención. Está formada por los
quirófanos, la zona del lavado quirúrgico y las áreas de preparación del instrumental estéril:
- Área sucia. También llamada zona séptica, es un área adyacente al quirófano o pasillo de
circulación, por la que se va eliminando todo el material sucio procedente de la interven-
ción. No necesita ninguna indumentaria especial.
- La sala de reanimación, es aquella donde se recibe a los pacientes una vez practicada la
intervención quirúrgica, dándoles los cuidados y asistencia necesaria hasta que estos se
recuperen de la anestesia y estén en cond iciones para su traslado a la planta de hospitaliza-
ción que corresponda.
- Zona sin limitaciones de acceso: es la que hay a la entrada del bloque quirúrgico y va des-
de la puerta que delimita el principio de esta zona hasta los vestuarios y zona de recepción
de pacientes. A esta zona se puede acceder con ropa de calle o con un uniforme normal.
- Zonas semilimitadas: en ellas se requiere el uso de uniforme aséptico de dos piezas. Además
del uniforme también se requiere el uso de zuecos quirúrgicos o, en su defecto, se cubrirán
los zuecos con calzas o papis para evitar la contaminación del área. Además es preceptivo el
uso de gorro para cubrir el pelo. Son zonas semi limitadas los pasillos de limpio y sucio, ade-
más de los almacenes de aparatos y demás locales situados a partir de los vestuarios.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Zonas limitadas: en estas zonas, además de uniforme quirúrgico, calzas o zuecos quirúrgi-
cos y gorro, es obligatorio el uso de mascarilla. Están formadas por las salas de intervencio-
nes, así como los antequirófanos y los cuartos de lavado de manos prequirúrgico.
Otros autores consultados nombran estas 3 zonas como: negra (se corresponde con la zona
sucia), gris (zona limpia) y blanca (zona estéril).
Los Celadores destinados al área de quirófanos tienen acceso permitido a todas sus áreas, por
lo que deben conocer cuáles son las prendas que deben llevar en cada momento.
El quirófano debe estar construido con unas determinadas características para prevenir posi-
bles contaminaciones:
- Las paredes, techo y suelo deben estar construidas con un material no poroso de fácil
limpieza.
- No debe haber ventanas y existirá una instalación de aire acondicionado independiente de
la del resto del hospital y con capacidad para renovar el aire entre 15 y 20 veces por hora. El
sistema poseerá filtros de partículas de alta seguridad.
La humedad del ambiente debe mantenerse entre 50 y 60%, así se genera un medio relati-
vamente conductor, permitiendo que la electricidad estática se descargue a tierra a medida
que se genera.
- La combinación de humedad elevada y temperatura baja es deseable también para evitar
la deshidratación del tejido expuesto del paciente.
- Las unidades de iluminación del techo se instalarán en un solo pivote en vez de sobre raíles
(los raíles de las luces del techo son difíciles de limpiar y los mangos pueden contaminarse).
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Sistema de aspiración, recipiente que se conecta a las tomas de vacío y sirve para aspirar
sangre y secreciones del paciente durante la intervención.
- Mesa auxiliar, llamada también mesa mayo o cigüeña, es una mesa metálica provista de
ruedas, donde se coloca el material de uso continuo para la intervención (bisturí, separado-
res, pinzas, tijeras, batas, guantes, etc.).
- Bisturí eléctrico: utiliza corriente eléctrica modificada, para cortar tejido y para coagular
pequeños vasos sanguíneos. Posee un terminal negativo o p laca, que se fija al paciente y
permite recoger la corriente eléctrica que circula por su cuerpo durante la intervención.
solver una situación de extrema urgencia, como, por ejemplo, una parada cardiorrespirato-
ria. Dispone entre otros con los siguientes elementos:
* Tabla de parada cardiorrespiratoria, es una superficie dura que se coloca bajo el pacien-
te y permite practicar adecuadamente la técnica de SVB (Soporte Vital Básico).
* Diversos cajones con material para intubación endotraqueal, electrodos, sondas y me-
dicación diversa.
- Instrumental. Tijeras de Mayo, bisturíes, pinzas de Kocher, pinzas de Pean, pinzas de Kelly,
pinzas mosquito, agujas de sutura, hilo de sutura, portaagujas, separadores, valvas, etc.
Durante la cirugía deben seguirse determinadas reglas para crear y mantener un campo estéril
con un margen de seguridad bien definido. La práctica estricta de las siguientes reglas elimina o
minimiza la posible contaminación:
1. Dentro del campo estéril debe usarse sólo material estéril. Si hay alguna duda sobre la este-
rilidad de un objeto se considera como no estéril.
2. Las batas del personal lavado se consideran estériles por delante, del hombro a la cintura, y
las mangas hasta cinco centímetros por encima del codo.
3. Las mesas cubiertas con paños se consideran estériles sólo en la superficie. Cualquier obje-
to que pase del extremo de la mesa se considera contaminado y no puede ser colocado otra
vez sobre ésta.
4. Las superficies estériles deben contactar sólo con otras superficies estériles. Las personas
lavadas deben mantenerse cerca del campo estéril y, si cambian de posición, deben girar
cara a cara o espalda contra espalda.
6. El campo estéril debe crearse lo más cerca posible del momento en que va a ser utilizado. El
grado de contaminación es proporcional al tiempo que permanecen sin tapar las cosas. Las
zonas estériles deben estar siempre a la vista, y una vez que se abren los paquetes de cosas
que se van a utilizar, alguien debe permanecer en la habitación para asegurar la esterilidad.
93
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Los peligros eléctricos más frecuentes son el fuego, la descarga eléctrica y las quemaduras.
Las chispas provocadas por las averías de los equipos, la electricidad estática o el uso de láseres
y bisturíes eléctricos son posibles focos de ignición. Ya no se emplean gases anestésicos explosivos,
pero el uso de oxígeno a altas concentraciones para la anestesia incrementa el riesgo de fuego.
Existe la posibilidad de que se produzcan quemaduras eléctricas y térmicas, que pueden de-
berse al contacto con conductores eléctricos o al paso de la corriente a través del organismo no
bien aislado.
El haz del láser libera energía directamente a los tejidos, lo que se traduce en temperaturas
extraordinariamente elevadas. Sus peligros, tanto para el paciente como para el personal sanitario,
consisten en lesiones directas de la piel y los ojos por el haz del láser, la inhalación de humos y
partículas de material y el fuego. Todo el personal de quirófano y los pacientes conscientes deben
utilizar protección ocular frente al láser.
94
EL CELADOR EN SU PUESTO DETRABAJO 1 11111
- Trasladar a los pacientes desde sus respectivas habitaciones a las zonas de quirófano para
la realización de las intervenciones programadas, para lo que, a la vista del parte diario de
quirófanos y en coord inación con quienes realizan las intervenciones, va llevando a los en-
fermos en el o rden y con la premura que le sean solicitados. Antes de cada traslado compro-
barán que la identidad del paciente se corresponde con la Historia Clínica que le acompaña.
\
\
- Colocarán a los pacientes en la mesa de operaciones según la posición anatómica que dic-
tamine el cirujano.
Un punto importante a tener en cuenta es que en ningún momento hará comentarios sobre las
intervenciones realizadas a los pacientes o a los familiares ya que les está expresamente prohibido,
remitiendo para ello al facultativo correspondiente.
Para sintetizar, podemos llegar a las conclusiones siguientes:
- Es necesario a la hora de trabajar en un quirófano conocer la delimitación de las zonas del
área quirúrgica.
- La propia higiene del personal es sumamente importante para evitar la contaminación. Es
necesario conocer la vestimenta que se requiere en cada zona de quirófano y la manera
correcta de colocársela y utiliza rla.
- Los Celadores de quirófano auxiliarán en todas aquellas labores que les sean propias al ser
destinados en estos servicios, así como las que les sean ordenadas por los médicos, super-
visores o enfermeras (Orden de 5 de julio de 1971).
Técnica de rasurado
a) Material. Para efectuar el rasurado se necesita el siguiente material:
- Guantes desechables.
- Batea.
- Esponja, compresa o gasa.
- Jabón.
- Maquinilla de afeitar desechable.
- Palangana con agua caliente.
- Toallas, empapadores.
- Esparadrapo ancho.
- Tijeras o rasuradora eléctrica, en caso necesario.
96 .../...
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
.../...
b) Procedimiento.
- Preparar el material.
- Lavado de manos y empleo de guantes.
- Explicar al paciente el procedimiento a realizar.
- Colocar al paciente en función de la zona a rasurar. Respetar la intimidad del
paciente y aislarlo del entorno, si fuera necesario.
- La zona a rasurar debe estar limpia; en caso contrario se debe lavar con agua y jabón.
- En intervenciones de neurocirugía, cuando el cabello sea largo, recortar previa-
mente con tijeras.
- El rasurado debe efectuarse en el sentido de crecimiento del vello. Es decir,
nunca se debe rasurar a contrapelo, para evitar cortes o lesiones cutáneas que
favorecerían la infección.
- Para evitar que queden restos de pelo en la cama del paciente, es conveniente
colocar empapadores, sabanillas o toallas.
- Enjabonar y enjuagar la zona de rasurado y a continuación afeitar con cuidado
con la maquinilla, evitando dar tirones y producir cortes o lesiones en la piel.
- Secar la zona con una toalla limpia.
- Es conveniente pasar un trozo de esparadrapo ancho por la zona rasurada para
que no queden pelos sueltos.
- Aplicar algún antiséptico, si es necesario.
- Recoger el material empleado.
Todas las posiciones quirúrgicas, aunque algunas más que otras, pueden ser potencialmente
peligrosas a causa de sus efectos sobre la respiración, la circulaciÓJ\ los nervios periféricos y la piel.
Una colocación segura debe tener en cuenta las alteraciones fisiológicas producidas por la anes-
tesia y por la ubicación. Los cambios de postura de los pacientes anestesiados deben hacerse de
forma lenta, para permitir que el aparato circulatorio se adapte a los cambios de la distribución de
la sangre. Bajo los efectos de la anestesia, pueden superarse las limitaciones del paciente, como las
limitaciones de la movilidad articular, causando lesiones o dolores postoperatorios. Las limitacio-
nes o restricciones de los enfermos deben valorarse antes de inducir la anestesia.
97
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
La almohada
proteg e pies.
rodillas, piernas
98
EL CELADOR EN SUPUESTO DE TRABAJO 1 11111
- Posición de laminectomía, el paciente se coloca boca abajo sobre la mesa con el tronco
sobre un soporte especial que eleve el tronco sobre la mesa (trineo). Se emplea sobre todo
en intervenciones de la columna torácica o lumbar (laminectomías).
de seguridad
NOTA: existe una clasificación clásica que refiere que las posiciones quirúrgicas básicas son
litotomía o ginecológica, Trendelenburg, genupectoral y Morest in.
Los colores de la ropa de quirófano y, especialmente, las batas, deben ser sólidos, relajantes y
que absorban la luz, de manera que no reflejen la luz emitida por las lámparas, y enmascaren el co-
lor rojo de la sangre. Los colores más usados son el verde quirófano, azul verdoso y verde aceituna.
99
11111 CELADORES DELSERVICIO ANDALUZDE SALUD
Este tipo de ropa se utiliza para evitar que el personal entre con la ropa de la calle o desde otras
dependencias del hospital a la zona quirúrgica. El uniforme incluye: guantes, mascarillas (evit a el
paso de gérmenes del aparato respiratorio al paciente), batas, calzas y gorro (el pelo contiene gér-
menes que pueden afectar al paciente).
La desinfección de las manos, aun en el caso de realizar el lavado correcto, no garantiza la elimi-
nación completa de los microorganismos, por lo que es necesario utilizar guantes estériles (equipo
estéril). El equipo no estéril basta con que utilice guantes no estériles.
Los gorros están hechos de papel o tela, de muy distintos modelos, que se ut ilizan en el quiró-
fano para cubrir el cabello. Hay que colocárselo de manera que lo cubra totalmente, incluyendo las
patillas y el vello facial.
Las calzas o papis son una especie de fundas, que se usan en quirófano y áreas estériles (aisla-
mientos) para cubrir el calzado y evitar la propagación de la contaminación en esas zonas. Deben
colocarse sin tocar el calzado y es lo primero que hay que ponerse para acceder a un área est éril.
También se utilizan las ca lzas para aislar los pies del paciente, sobre todo en cirugía rectal, vaginal,
de extremidades inferiores, etc.
La bata rusa es usada en el quirófano por cirujanos e instrumentistas. Es una bata amplia, de
manga larga y p uños elásticos que, en su parte posterior, lleva una especie de pinza triangular que
al ata rla cubre completamente la espalda.
Las mascarillas son piezas de un solo uso, desechables, que, al colocarlas sobre la boca y la
nariz actúan de filtro para el aire exhalado. El aire que se expele está repleto de microorgan ismos,
que se quedan en la cara interna de la mascarilla.
Para colocarse correctamente la mascarilla hay q ue tener presentes una serie de consideraciones:
- Al colocarla debe adapt arse perfectamente a la fisionomía de la boca y la nariz, de manera
que no queden huecos para que se escape el aire exhalado.
- En el caso del personal que lleve barba, la mascarilla debe cubrirla completamente.
- Una mascarilla sólo sirve para una intervención. Cada vez q ue se inicia un nuevo acto qui-
rúrgico hay que utilizar una nueva.
El orden de la colocación de estas prendas son: calzas, gorro, mascarilla (en el caso del equipo
estéril aquí es donde se procede al lavado q uirúrg ico), bata estéril y guantes estériles. El Celador, al
entrar en quirófano, llevará gorro, mascarillas y calzas.
100
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
Utiliza agentes físicos como medio para conseguir matar y eliminar los microorganismos. El
calor seco y húmedo son los más utilizados.
En la práctica clínica la asepsia se refiere al empleo de material estéril (no posee ningún tipo
de microorganismo, ni siquiera sus formas de resistencia) y su protección contra la contaminación.
Las principales técnicas de asepsia que se emplean en clínica son: lavado de manos, utilización
de guantes, limpieza de instrumental, desinfección, esterilización, etc.
2.2.1.2. Antisepsia
Consiste en utilizar productos químicos para intentar destruir los microorganismos contaminantes.
2.2.1.3. Infección
Se conoce como infección la invasión y entrada en el organismo humano de agentes extraños
vivos, ya sean bacterias, virus u hongos.
2.2.2. Desinfección
Consiste en suprimir los microorganismos patógenos existentes en la habitación del enfermo,
ropa, manos, piel, etc. No elimina todos los microorganismos ni sus formas de resistencia (esporas).
Es un procedimiento de antisepsia.
101
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Aquellos que desarrollan su acción sobre las proteínas (fenol, alcohol, etc.) y las enzimas
(cloro, yodo, etc.).
- Aquellos que desarrollan su acción sobre el núcleo celular (aldehídos).
Se dice que un buen desinfectante es aquel que tiene amplio espectro, no es tóxico ni corro-
sivo, es de bajo costo, olor agradable, biodegradable y se puede usar diluido en agua o alcohol.
Se denominan antisépticos aquellos productos químicos utilizados para la desinfección de
piel, heridas y cavidades del organismo. Son de uso frecuente la tintura de yodo, agua oxigenada,
alcohol 70°, clorhexidina, mercurocromo (cada vez menos utilizado), etc. Impiden o retardan el
crecimiento de los microorganismos.
Pueden ser bactericidas (matar) o bacteriostáticos (inhiben en el crecimiento) de las bacterias.
- Desinfección de alto nivel: se realiza cuando el producto que estamos utilizando es activo
frente a virus lipídicos de tamaño medio, virus no lipídicos pequeños, bacterias en su forma
vegetativa, bacilos de Koch, esporas (en determinadas circunstancias) y hongos.
- Desinfección de nivel intermedio: este nivel tiene las mismas características que la desin-
fección de alto nivel pero no es activo frente a las esporas.
- Desinfección de bajo nivel: es aquella que sólo es activa frente a virus lipídicos de tamaño
medio, bacterias en forma vegetativa y hongos.
En una desinfección de alto nivel para material de riesgo (semicrítico), el tiempo de actuación del
desinfectante será de 20-30 minutos. Para la desinfección de bajo nivel, es suficiente con 1Ominutos.
Una vez conocidos los niveles de desinfección existentes, hay que tener en cuenta varios conceptos:
Desinfección final: es aquella que se realiza cuando se ha producido el alta del paciente y las
circunstancias lo indican (ej.: paciente que presentaba infección por Neisseria meningitidis).
- Existen tejidos humanos que no requieren que los objetos que entren en contacto con ellos
estén esterilizados, pero sí que hayan pasado por una desinfección de alto nivel; un ejemplo
de este tipo de tejidos son las membranas mucosas.
- Una de las barreras más efectivas para evitar el contacto de los microorganismos con teji-
dos estériles es la piel intacta; de este modo no es necesario que los objetos que entren en
contacto con la piel sean esterilizados o desinfectados a alto nivel.
Los métodos de desinfección de material se clasifican en dos grandes grupos, según utilicen
procedimientos físicos o químicos:
Procedimientos físicos
Hervido o ebullición
Pasteurización
Esta técnica consiste en calentar el producto durante 30 minutos a una temperatura de 68 °C,
produciéndose posteriormente un enfriamiento rápido del producto. Con este procedimiento se
suele tratar la leche, zumo de frutas, etc.
Existe una diferencia importante entre la leche pasteurizada y la leche esterilizada y consiste
en que la primera no contiene gérmenes patógenos y la esterilizada no contiene ningún tipo de
germen.
La leche esterilizada es la que más se utiliza actualmente, ya que es más cómodo y sencillo
realizar la esterilización, consiguiéndose así un mayor tiempo de conservación.
Rayos solares
Por medio de la acción de los rayos ultravioletas. Estos rayos son uno de los muchos tipos de
radiación producidos por la luz solar.
Son rayos que tienen una cierta acción bactericida, pero sólo a una determinada longitud de
onda. Actualmente se utilizan lámparas de rayos ultravioletas en quirófanos, salas de prematuros
y, en especial, en el tratamiento de la tuberculosis; la luz ultravioleta se usa en las habitaciones de
aislamiento de tuberculosos para disminuir la posibilidad de contagio.
Este tipo de radiación tiene como inconvenientes que puede llegar a producir cáncer de piel
(mela noma) y daños en la conjuntiva (conjuntivitis).
Ultrasonido
Se trata de ondas ultrasónicas producidas por la alta velocidad de giro del aparato. Estas ondas
actúan destruyendo las paredes de las bacterias.
Procedimientos químicos
Antisépticos
Son soluciones que se usan de forma tópica sobre tejidos vivos (piel, mucosas, etc.). Entre los
que más se usan se encuentran la clorhexidina al 5%, povidona yodada, alcohol etílico al 70%, etc.
La clorhexidina es un compuesto bifenólico con acción bactericida que posee un mecanismo de
acción basado en atacar a las proteínas de las membranas celu lares desnaturalizándolas y produ-
ciendo la muerte de la célula. Se utiliza para el lavado de manos quirúrgico.
Dentro de los antisépticos destacan los compuestos yodados, que tienen efectos bactericidas
y fungicidas. El más utilizado en el hospital es la povidona yodada (Betadine0 ). Para los campos
operatorios se suele emplear el yodo unido al alcohol etílico (irrita mucho la piel por lo que no es
acto para el lavado quirúrgico).
Cloruros
El de mayor uso es el hipoclorito sódico (lejía). Se usa sobre todo para desinfección de equipos,
superficies, suelos, lavabos, ropa, etc.:
- Ventajas: es barato, efectivo y actúa rápidamente.
- Inconvenientes: inestable, es muy irritante y es corrosivo para los metales.
Fenol y derivados
El fenol como tal es poco usado en la actualidad al haber sido sustituido por los metilfenoles
en la limpieza de superficies. El hexaclorofeno, debido a su eficacia antimicrobiana limitada, no se
recomienda su uso para el lavado quirúrgico o la preparación de los pacientes.
Los alcoholes más utilizados en clínica son el isopropílico y el etílico. El alcohol etílico de 70º es
un potente bactericida, mucho mayor que el de 90º. Se usa en la desinfección de la piel.
Aldehídos
- Loción: se empapan las bayetas en una solución y luego se utilizan para fregar.
- Pulverización: formación de gotas de mayor tamaño que en el caso anterior. Por su peso
caen rápidamente.
- Material fungible: se caracteriza porque se deteriora con el uso, es frágil en algunos casos
y tiene una vida corta. Se trata de materiales que por sus características no pueden ser
inventariables. Puede ser desechable, es decir, de un solo uso o bien reutilizable después
de una limpieza adecuada y esterilización posterior. Se refiere al material de vidrio, sondas,
bisturí, tijeras, pinzas, etc.
- Material inventariable: se trata de materiales que tienen una vida larga y por tanto un ca-
rácter más definitivo. Por ello deben formar parte del inventario del centro, aunque tengan
un cierto desgaste y deterioro. Se refiere al mobiliario en general (camas, mesitas, sillas,
mesas, vitrinas, aparatajes o máquinas, etc.).
Siguiendo a Spaulding se puede clasificar el material sanitario según la peligrosidad infectiva del
mismo en:
La limpieza del instrumental debe hacerse lo antes posible, para evitar que las manchas bioló-
gicas (sangre, heces, pus, restos de tejidos, etc.) se sequen y adhieran al mismo. Además se limpiará
también el material que no ha sido utilizado, pero sí seleccionado en un acto quirúrgico.
- El instrumental debe desmontarse para hacer bien su limpieza y, si es articulable, debe abrir-
se bien su articulación para garantizar la eliminación de cualquier resto o mancha biológica.
2.3. La esterilización
Es un procedimiento empleado para la destrucción de todos los microorganismos y formas
de resistencia de los mismos (esporas). Los métodos utilizados deben garantizar la destrucción
total de cualquier forma de vida, ya sea t anto en la superficie como en la profundidad del objeto a
esterilizar.
106
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
Todo objeto esterilizado está desinfectado, pero ningún objeto desinfectado está esterilizado,
al menos por principio. Cuando un objeto está esterilizado se dice que es aséptico.
Esto se explica porque en la desinfección sigue habiendo microorganismos en el material des-
infectado. Sólo se han eliminado los patógenos que son los más sensibles a los agentes utilizados.
Cuando se ha sometido el objeto a la esterilización se eliminan los microorganismos patógenos
y además los saprofitos o no patógenos. Por eso se dice que un objeto esterilizado está siempre
desinfectado.
Los materiales a esterilizar en autoclave pueden ir envueltos en papel (crepé, celofán), que
es poroso y permite el paso del vapor, impidiendo después de extraerlo la entrada de aire en el
envoltorio.
Las telas (hilo, algodón, renselina) tienen poca duración y no garantizan la protección del con-
tenido después de extraer los paquetes del autoclave, debido a su excesiva porosidad.
Las cajas metálicas y los contenedores tienen filtros de papel bacteriostáticos en las zonas per-
foradas que garantizan su hermeticidad.
Temperatura Tiempo
121° 15-20 minutos
126° 10 minutos
134° 5-7 minutos
B) Incineración
C) Estufa Poupinel
- Utiliza únicamente el calor seco.
- El calor seco es bactericida (mata las bacterias) y actúa por oxidación física o por coagula-
ción de las proteínas bacterianas debido a la acción exclusiva del calor.
- Hay que tener en cuenta que el calor seco en forma de aire caliente es de difícil control y
su penetración en los materiales es lenta y desigual, no llegando uniformemente a todas
las partes. Para conseguirlo hay que exponer el material a la acción del calor durante largos
períodos de tiempo.
- La estufa dispone de un termostato para el control de la temperatura y dos pilotos o testi-
gos: uno que indica que la corriente eléctrica llega al aparato y el otro que está pasando a
las resistencias que deben calentarlo.
- No es necesario que los envoltorios del material a esterilizar sean porosos como en el auto-
clave. El más utilizado es el aluminio en forma de bolsas. Es resistente, seguro y económico.
También se usa a veces poliamida.
Temperatura Tiempo
180 °C 30 minutos
170 °( 60 minutos
160 °C 120 minutos
150 °( 2 h 30 minutos
140 °C 3 h.
120 °C Más de6 h
Tiempo necesario para la esterilización en la estufa Poupinel
Además de estos usos hospitalarios, las rad iaciones ionizantes poseen otras aplicaciones
higiénicas, tales como:
* La depuración de aguas residuales de instit uciones como son los campings, u otras,
donde se producen aglomeraciones de personas por temporadas.
* En la alimentación, para la prevención de determinadas zoonosis e infestaciones por la dieta.
- Rayos ultravioleta:
Son radiaciones que se producen en lámparas específicas para su aplicación germicida, que
posee un tubo emisor de las mismas. Éste debe colocarse a 40 cm de la superficie del material.
La radiación ultravio leta es considerada como un buen procedimiento esteriliza nte, aun-
que debido a su aplicación en grandes espacios ha ocasionado que se le incluya dentro del
grupo de las técnicas desinfectantes. No obstante, el efecto que posee sobre los microorga-
nismos es puramente esterilizante, siempre que estas funcionen de manera adecuada y con
el espectro ultravioleta antimicrobiano deseado.
Los rayos del sol emiten radiaciones ultravioleta que tienen efectos esterilizantes.
Además de los inconvenientes anteriormente expuestos existe otro, ya que algunos de los ma-
teriales esterilizados con óxido de etileno deben ser aireados para evitar que los restos de este gas
produzcan efectos negativos en el paciente.
- Aireación normal: dejando el objeto en el ambiente hasta que desaparezcan los restos de gas.
- Aireación forzada: se realiza en unas cámaras especializadas (10-12 horas) introduciendo
aire a presión para hacer desaparecer el óxido de etileno.
Los materiales que se pueden esterilizar con óxido de etileno son: material de goma, plástico, cau-
cho (guantes, sondas, etc.), antibióticos, etc.
Los riesgos derivados del trabajo pueden ser generales o específicos. Entre los riesgos generales
destacan por su frecuencia las caídas, las heridas, cortes y abrasiones. Las caídas pueden estar pro-
ducidas por diversas situaciones, como son:
- Falta de adherencia del suelo; esto sucede cuando se utiliza un material inadecuado para la
solería o bien el profesional emplea un calzado resbaladizo.
La prevención de este tipo de accidentes se basa en una rápida actuación sobre los factores
anteriores: limpieza correcta del suelo, organización del mobiliario, correcta ubicación de p ersonas,
iluminación adecuada en todas las áreas del servicio, etc.
Las heridas, cortes, abrasiones y contusiones se prod ucen generalmente por el material em-
pleado y por el t ipo de trabajo que se realiza. Estos riesgos se minimizan con información sobre las
actividades a realizar, utilización de guantes, separación de los objet os punzantes y cortantes de
los que no lo son, etc.
Los riesgos específicos son los derivados del material utilizado así como de las características
propias del servicio; se p ueden clasificar seg ún la naturaleza del agente que los produce, en:
Riesgos físicos:
* Quemaduras: se suelen producir al sacar el material que se ha esterilizado. Una correcta
información de los tiempos, así como el uso de guantes, evita en gran medida estos
accidentes.
11 2
El CELADOR EN SUPUESTO DE TRABAJO 1 11111
* Calor excesivo: en la central de esterilización hay una gran cantidad de aparatos que
generan calor, por lo que una deficiencia en los sistemas de ventilación provocan una
alteración del bienestar en el trabajador.
* Cansancio visual: la iluminación de los servicios de esterilización, al estar situados nor-
malmente en sótanos, plantas bajas, etc. tiene que ser artificial, por lo que es importan-
te estudiar correctamente la distribución de la luz para disminuir el riesgo de caídas.
* Descargas eléctricas: procedentes de los aparatos allí utilizados; un correcto manteni-
miento y una adecuada instalación disminuyen estos riesgos.
* Levantamiento de pesos: con la utilización de medios de transporte adecuados se evitan
lesiones musculares y articulares.
* Ruidos: los aparatos en su funcionamiento emiten ruidos y vibraciones. La utilización de
un paño verde debajo de los aparatos minimiza estos efectos perjudiciales; también es
importante un ajuste correcto de los mismos.
* Incendios: conocimiento del plan de emergencia.
- Riesgos químicos:
* Óxido de etileno: este gas es un producto muy tóxico produciendo alteraciones respi-
ratorias y dermatológicas principalmente, además de transformación tumoral y altera-
ciones cromosómicas. Los efectos perjudiciales de este gas se pueden evitar con una
adecuada instalación, aireación forzada, detector ambiental, sistemas de venti lación y
formación adecuada del personal que lo maneja.
* Eczemas: los eczemas son alteraciones de la piel producidos por la utilización de ciertos
productos químicos como pueden ser detergentes, jabones, etc. La mejor manera de
disminuir estos riesgos es la utilización de guantes.
* Toxicidad aguda respiratoria: existen productos muy utilizados en las centrales de es-
terilización que emanan vapores y puede producir toxicidad respiratoria. Las medidas
preventivas irían encaminadas a una correcta manipulación del producto así como una
adecuada venti lación de la unidad.
- Riesgos biológicos:
Los pinchazos, cortes o erosiones con material contaminado. Las medidas de protección efec-
tivas son la manipulación de objetos con guantes y vacunación antitetánica y anti-hepatitis B.
2.3.4.1. Almacenamiento
Para que la conservación del material estéril sea la más adecuada el almacén debe reunir los
siguientes requisitos:
- Las paredes deben ser lisas, sin rugosidades, para facilitar su limpieza.
- El lugar donde se ubicará el almacén debe tener un acceso restringido.
- Las condiciones climáticas ideales para el mantenimiento son: ventilación (6 renovaciones
1 hora), temperatura (15 °(-25 °C) y humedad: 40%-60%.
El procedimiento a seguir, una vez esterilizado el producto, para proceder a su almacenamien-
to es el siguiente:
- El material se dejará enfriar una vez esterilizado para evitar condensaciones.
- Se comprobará: que el paquete tenga su identificación así como la fecha de esterilización,
que el envoltorio esté intacto (sin roturas ni humedades) y que los controles de esteriliza-
ción hayan sido correctos.
- El material debe ser colocado de forma que se evite su manipulación, así como organizado,
para asegurar su rotación teniendo en cuenta la fecha de caducidad.
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EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
2.3.4.2. Transporte
Cuando se transporta material esterilizado a los distintos servicios del hospital, se tiene que
hacer de manera que se garantice la integridad del envoltorio. Se suele utilizar para su transporte:
El material que se vaya a almacenar en las plantas debe ser utilizado en 24-48 horas y se colo-
cará por orden de caducidad.
2.3.4.3. Caducidad
La caducidad de un material esterilizado está estrechamente relacionada con las condi-
ciones del envasado y almacenamiento. Este tiempo de caducidad garantiza la viabilidad de la
esterilización.
~íll l
El lavado reiterado de las manos, es una sobrecarga para la piel de las mismas, ya que se elimina
parte de la grasa protectora que poseen y pueden aparecer irritaciones molestas (eritema). Por eso
conviene usar cremas protectoras para las manos al finalizar la jornada laboral. Hay preparados
especiales para la protección cutánea.
117
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Por todo ello, se puede definir como un área específica del hospita l en la que, de una mane-
ra adecuada, se puede monitorizar, realizar los procedimientos diagnósticos, ayudar de forma
controlada al mantenimiento de las funciones vitales, y administrar el tratamiento definitivo a
aquellos pacientes cuya vida se encuentra en peligro a causa de enfermedades potencialmente
reversibles.
Sin olvidar lo anterior, hemos de considerar también que la unidad es un lugar de hospitali-
zación, que requiere otras asistencias, como pueden ser el aseo del enfermo, com idas, visitas de
familiares, etc., por lo cual hay razones importantes para que, sin perder su buena comunicación
interior, tenga también accesos fáciles para cubrir todos los demás aspectos.
- Cardiología.
- Cirugía cardiovascular.
Sépticos (infecciosos).
Trasplantes.
- Neonatos.
- Cirugía general.
Politraumatizados.
El Celador llamará al ascensor y bloqueará la puerta para evitar las esperas innecesarias. Avisada
la UCI, y colocado en la camilla la bala de oxígeno, desfibrilador, ambú y medicación necesaria, se
procederá al traslado con Celador, enfermera y facultativo.
El cambio de cama en UCI se hará con mucho cuidado, pues una precipitada o mala acción puede
desconectar cualquier catéter, vía u otra circunstancia que complique aún más la situación del enfermo.
b) Actualmente distinguimos:
- Unidades de Urgencias hospitalarias.
Descripción
Todo hospital debe garantizar la asistencia en todo momento a cua lquier tipo de urgencia mé-
dica, tanto interna como externa, b ien de forma completa o bien parcial, para, una vez asistida,
poder remitirla a otro centro de nivel superior.
Segli'in los servicios que sea capaz de ofertar el Servicio de Urgencias de un hospital, podemos
distinguir hospitales de:
Nivel 1. Es el de menor especialización.
- Nivel 2. Aumenta el número de especialidades médicas con respecto al anterior.
- Nivel 3. hospitales de referencia en los que se atienden urgencias de todas las especialida-
des médicas.
123
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Plan de Urgencias
- Circuito administrativo.
- Circuito asistencial.
- Historia Clínica.
Zonas diferenciadas
Area de emergencias.
- Despachos de responsables
médicos y de enfermería.
124
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
Equipamiento
Asistencia
Todas las especialidades médicas con que cuente el hospital son susceptibles de ser atendi-
das por el Servicio de Urgencias, al menos integradas en otras especialidades más generales (por
ejemplo, el médico internista de urgencias atenderá las urgencias de reumatología, dermatología,
endocrinología, etc.).
Sala de observación
Dependencia
Personal
a) Responsables:
- Un coordinador médico de urgencias.
- Una supervisora de enfermería.
- Un jefe de personal subalterno.
b) Personal facultativo:
- Facultativos no especialistas:
* Médicos de urgencias hospitalarias.
En admisión de urgencias.
e) Otro personal no sanitario:
Celadores de urgencias.
f) Personal del Servicio de Atención al Paciente.
El personal facultativo presta servicios en urgencias en régimen de guardias médicas, por
módulos de 17 o 24 horas, en tanto que el resto del personal sanitario y no sanitario prestas
sus servicios en urgencias del hospital en turnos rotatorios de mañanas, tardes o noches.
126
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
AJ Descripción
Son los dispositivos que prestan asistencia sanitaria de urgencias no especializada entre las
17 h y las 9 h del día siguiente, así como 24 horas los domingos y festivos, hasta las 9 h del día si-
guiente. Se ubican en instalaciones propias o en los Centros de Salud y Centros de Especialidades
(Ambulatorios) a partir de las 17 horas.
1. Los servicios Especiales de Urgencia cubren la asistencia de las poblaciones más importantes
(capitales de provincia y grandes núcleos de población) contando con mayores recursos
humanos y materiales.
2. Los Servicios Normales de Urgencias cubren la asistencia de las poblaciones que cuentan con
ambulatorios y otras que, con un alto volumen de población, cuentan sólo con consulto-
rios. Con la integración de los servicios sanitarios de las Corporaciones Locales en el Sistema
Nacional de Salud, operada por la Ley General de Sanidad a partir de 1986, muchas de las
«Casas de Socorro» de los Ayuntamientos se convirtieron en Servicios Normales de Urgencias.
En las poblaciones de ámbito rural sin cobertura de urgencias por los SNU/SEU (ni por los nue-
vos Centros de Salud) son los propios Médicos Generales de los consultorios los que se encargan
también de la asistencia sanitaria urgente, ambulatoria y domiciliaria, entre las 17 y las 9 h, median-
te rotación por turnos.
En su momento llegó a haber en España varios SEU y hasta 227 SNU. No obstante hoy se pue-
den considerar como un dispositivo sanitario a extinguir al incluirse la asistencia sanitaria de ur-
gencias en los Centros de Salud, y ante la creación de nuevos dispositivos de urgencias como los
Servicios de Urgencias y Emergencias del 061 /112/SAMU.
B) Asistencia
La asistencia de los SNU y de los SEU comprende:
- Asistencia ambulatoria, en el propio centro sanitario.
- Asistencia domiciliaria, en el domicilio del paciente.
No incluye, pues, asistencia en régimen de internamiento, que sólo se presta en los hospitales.
Para la asistencia a domicilio los SNU/SEU cuentan con su propia flota de transporte: ambulan-
cias de distintas características o vehículos no ambulancias conducidos por Celadores-conductores.
C)Personal
Aparte de la estructura directiva y administrativa, el personal de los SNU y los SEU lo conforman:
- Méd icos generales/de familia.
- Enfermeros (ATS/DUE).
- Celadores, conductores o Celadores-conductores.
El personal de los SNU/SEU pertenece a un dispositivo sanitario propio y no al ambulatorio o consul-
torio en donde pueden desarrollar su labor. De este modo, la población protegida por dichos centros sa-
nitarios es atendida tanto en la asistencia ambulatoria ordinaria como en la domiciliaria y la urgente por
el médico general y resto del personal de dicho centro, hasta las 17 horas. Pero a partir de las 17 horas, y
hasta las 9 del día siguiente se garantiza la asistencia sanitaria permanente por el personal del SNU/SEU.
El régimen horario es muy peculiar: realizan una jornada de 16 horas (de 17 a 9 h) cada cuatro días.
127
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
AJ Descripción
Los Centros de Salud estarán abiertos al público como
mínimo de 9 a 17 horas e incluyen su prestación de urgen-
cias. Prestarán además el resto de las horas atención conti-
nuada o de urgencias en coordinación con otros Centros o
Servicios de la Zona de Salud o Sectorial correspond iente.
Además de las funciones generales de los Celadores, en las unidades de urgencias extrahospi-
talarias se encargan de funciones administrativas (dado que no existe este personal en los SUAP/
APC). Dentro de estas funciones están:
- Tomar los datos del paciente, así como reflejar el motivo de la consu lta.
- Verificar los datos de la tarjeta sanitaria.
Recogerá vía telefónica los avisos que se producen para atención médica domiciliaria.
- Velará por el buen funcionamiento del servicio.
- Hablará con los pacientes explicando la situación del equipo sanit ario (si están atendiendo
a un paciente de gravedad los demás pacientes deben esperar).
128
EL CELADOR EN SUPUESTO DETRABAJO 1 11111
- No abandonará su puesto cuando esté solo en el servicio por ausencia del equipo sanitario
(bien por atención de urgencia vital o por aviso domiciliario).
Triage es una palabra francesa que se escribe triaje que significa clasificación o elección y con
ella denominamos al conjunto de procedimientos sencillos ejecutados sobre una víctima que
orientan en sus posibilidades de supervivencia inmediata y determinan un tiempo límite asisten-
cial para salvaguardar su vida.
- Mantener la entrada de urgencias convenientemente surtida de carros y cam illas, así como
cubrir éstas con una sábana (estas sabanillas serán proporcionadas por los auxiliares de
enfermería), retirándola una vez que ha sido usada.
- Cuidar de que el paciente acuda a la zona de boxes o consulta de urgencias acom pañado
sólo por el número de personas que esté permitido (normalmente un familiar o ninguno).
- Indicar a los acompañantes que pasen a la sala de espera en donde serán informados por
megafonía o directamente de las vicisitudes de la asistencia que recibe el paciente.
- Traslado de los pacientes a:
·• Sala de espera de pacientes.
Sala de yesos.
* Sala de observación.
* Radiología.
* Consultas externas.
* Servicios diagnósticos.
•· Cualquier unidad del hospital a la que haya que remitir al enfermo para la realización de
pruebas.
Los pacientes serán trasladados a pie, en camilla o en silla de ruedas, según lo requiera su
estado.
- Traslado de pacientes a quirófano de urgencias, así como la Historia Clínica del mismo.
- Revisar las balas de oxígeno que se emplean en los traslado para que estén en perfecto
estado cuando vayan a ser utilizadas.
- En caso de no haber cama para un paciente que deba ingresar, el Celador deberá traer una
desde la unidad del hospital en que se localice.
- Avisar a los allegados de los pacientes que ingresan en Planta para que los acompañen.
- Traslado de documentos:
Hojas de interconsulta.
* Partes de mantenimiento.
- Sujeción de pacientes a los que se les realiza lavado gástrico o cosido de suturas (en espe-
cial niños).
- Hay ocasiones en los que se notifica al Celador que en las afueras del hospital hay algún
individuo que, aquejado por alguna patología, puede necesitar ayuda urgente (por pér-
didas de consciencia, desmayo, parada cardiorrespiratoria, etc.), en este caso el Celador se
cerciorará de los hechos e informará de inmediato al personal sanitario, siguiendo sus ins-
trucciones para movilizar al paciente.
Sea cua l fuere el carácter del traslado, hay que tener presente que de las condiciones en las
que éste se realice, dependerá en gran medida el pronóstico del enfermo. Es por esto, por lo que
cada día más, se están protocolizando las actuaciones, unificando los documentos de entrega y
recepción de enfermos y cualificando a los profesionales que se encargan de esta tarea específica.
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Podemos hacer una primera clasificación de los tipos de transporte, dependiendo de:
Transporte primario
El carácter de primario se lo da el hecho de que el paciente toma por primera vez contacto con
los equipos sanitarios y no el medio de transporte que se emplee (terrestre, aéreo ... ) o la gravedad
del accidente (tanto el traslado de un paciente crítico tras un accidente de tráfico, como el de un
señor que se fracture un tobillo caminando por la calle, tienen el carácter de primario).
Transporte secundario
Es el que se realiza entre dos centros sanitarios. Admite muchas variantes y por lo tanto los
medios empleados también pueden cambiar mucho.
- El enfermo puede dirigirse desde el centro donde se encuentre a otro, para recibir un tra-
tamiento o cuidados específicos, o bien para realizarle una prueba diagnóstica de la que
carezca el centro emisor.
- Puede trasladarse a otro centro, concertado o privado, en el que por cualquier motivo, con-
sidere que se encontrará mejor.
Transporte terciario
El que se lleva a cabo dentro del propio centro hospitalario. Por ejemplo, desde una planta de
medicina interna hasta la sala de ecografías.
Es, sin duda, el más habitual, pues se realiza miles de veces al día, dentro de cada centro sa-
nitario, pero sin embargo, probablemente, es el que esté aún menos protocolarizado y requiera
de un personal menos específico, aunque debe hacerse con profesionalidad, proporcionando a
la persona seguridad y bienestar. Ya existen sin embargo en algunos centros, equipos destinados
únicamente, a la tarea de mover enfermos dentro de sus propias instalaciones, sobre todo teniendo
en cuenta, las dimensiones de algunos macrohospitales.
133
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Transporte emergente
El transporte de emergencia se realiza con pacientes que necesitan atención sanitaria inme-
diata, por encontrarse en situación de riesgo vital inminente, por lo tanto, se ponen en marcha sin
demora y con prioridad absoluta, en el momento en que se da el aviso.
Transporte urgente
Se realiza con pacientes con patologías que pueden entrañar riesgo vital o disfunción orgánica
grave, pero en los que en principio no se supone que de forma inmediata esté en peligro la vida, o
la aparición de secuelas invalidantes.
El traslado debe realizarse con prontitud, pero puede demorarse unas horas pues se realiza tras
el establecimiento de una indicación diagnóstica o terapéutica precisa y una vez estabilizadas las
funciones vitales del enfermo.
Transporte demorable
En general se denomina transporte demorable a todos aquellos que no precisan una activación
inmediata de los sistemas de transporte.
- Los transportes programados son aquellos que se rea lizan a centros sanitarios de una
manera periódica: hemodiálisis, radioterapia, rehabilitación ...
Transporte aéreo
Los medios aéreos que pueden emplearse son el helicóptero, el avión sanitario, o bien el avión
d e línea regular adaptado para alojar al enfermo.
El transporte en helicóptero es más costoso que en ambulancia e implica unas buenas condi-
ciones climáticas y de visibilidad para su uso. Se suele emplear en emergencias primarias en las que
el centro de destino esté a más de 150 km.
El equipamiento sanitario es el mismo que el de las ambulancias asistenciales para soporte vital
avanzado: esfigmomanómetro, fonendoscopio, material de inmovilización, recipiente frigorífico o
isotérmico, instalación fija de oxígeno, respirador, balón de resucitación, equipo de aspiración eléc-
trico, monitor-desfibrilador, maletín de resucitación cardiopulmonar (con material de intubación
endotraqueal y medicación), soluciones de perfusión intravenosa, material fungible (mascarillas
de oxigenoterapia, jeringuillas, agujas, material para punciones percutáneas, sondas uretrales y de
aspiración, guantes, gasas, material de curas ... ).
Como paso previo al embarque del paciente, el equipo sanitario realizará el control de la vía
aérea, drenaje de neumotórax, la canalización de vías venosas, la colocación de sonda nasogástrica
y/o vesical y la inmovilización de las posibles fracturas.
Son especialmente importante los efectos de los ruidos (en torno a los 100 dB), que impedirán
una auscultación correcta o detectar las alarmas sonoras de los equipos.
Las turbulencias durante el vuelo y las vibraciones, provocan sacudidas bruscas, que obligarán
a fijar al enfermo, personal y equipo con cinturones de seguridad. Es por esto que los fluidos a ad-
ministrar deben estar contenidos en envases de plástico, empleando para su perfusión bombas de
infusión alimentadas con baterías, ya que el conteo de gotas se hace imposible.
Los efectos de la altura pueden provocar la disminución parcial de oxígeno, pero pueden ser
minimizados si se vuela por debajo de los 1000 metros. Puede ser conveniente la reducción del
volumen a administrar en los pacientes conectados a ventilación asistida debido a la expansión de
los gases con la altura.
Transporte marítimo
Barco-hospital
Son los menos habituales porque, por un lado, el número de accidentes en el mar es mucho
menor que en tierra firme y, por otro, en numerosas ocasiones, aun ocurriendo el accidente en el
mar, se emplean transportes aéreos para trasladar a los enfermos.
136
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
En el transporte marítimo con embarcación rápida, que sólo se emplea para cubrir cortas dis-
tancias, hay que hacer referencia a la importancia de la fijación del paciente y del material a la
estructura de la embarcación para evitar accidentes.
Transporte terrestre
Este tipo de transporte viene regulado en los artículos 133 a 138 del ROTT (Reglamento de la
Ley de Ordenación del Transporte Terrestre) y en el Real Decreto 836/2012, de 25 de mayo, en el que
se establecen las características técnicas, el equipamiento sanitario y la dotación de personal de los
vehículos de transporte sanitario por carretera.
- Identificación y señalización:
* Identificación exterior que permita distinguir claramente que se trata de una ambulan-
cia, mediante la inscripción de la palabra Ambulancia detrás y delante. La inscripción
delantera se realizará en sentido inverso para que pueda ser leído por reflexión.
- Documentos obligatorios:
* Libro de reclamaciones.
- Vehículo:
- Célula sanitaria:
a. Lunas translúcidas. En el caso de los vehículos de transporte colectivo podrán optar por
otro dispositivo que asegure eventualmente la intimidad del paciente.
d. Revestimientos interiores de las paredes lisos y sin elementos cortantes y suelo antides-
lizante, todos ellos impermeables, autoextinguibles, lavables y resistentes a los desin-
fectantes habituales.
e. Puerta lateral derecha y puerta trasera con apertura suficiente para permitir el fácil ac-
ceso del paciente.
Junto a las anteriores exigencias, cada una de las distintas clases de ambulancia deberá cumplir
las condiciones que específicamente se señalan en la norma UNE-EN 1789:2007 + A 1: 201O (esta
norma especifica que todas las ambulancias serán pintados de color amarillo, con estándares espe-
cíficos de color, como el color del cuerpo principal. El color amarillo fue escogido principalmente
porque sigue siendo visible en casi todas las personas en todas las condiciones de iluminación,
incluida la mayoría de las personas con daltonismo).
Las ambulancias asistenciales deberán contar, además, con dispositivos de transmisión de da-
tos y localización GPS con su Centro de Coordinación de Urgencias (CCU).
Sin perjuicio de lo establecido en los apartados anteriores, los vehículos de transporte sanitario
deberán cumplir con las exigencias en materia de homologación de vehículos establecidas confor-
me a la Directiva 2007/46/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 5 de septiembre de 2007,
por la que se crea un marco para la homologación de los vehículos a motor y de los remolques, sis-
temas, componentes y unidades técnicas independientes destinados a dichos vehículos, así como
la normativa nacional dictada en España para su transposición.
Dotación de personal
Los vehículos destinados a la prestación de los servicios de transporte sanitario deberán contar
durante su realización con la siguiente dotación de personal:
a. Las ambulancias no asistenciales de clases A 1 y A2, deberán contar, al menos, con un con-
ductor que ostente, como mínimo, el certificado de profesionalidad de transporte sanita-
rio y, cuando el tipo de servicio lo requiera, otro en funciones de ayudante con la misma
cualificación.
b. Las ambulancias asistenciales de clase B, deberán contar, al menos, con un conductor que
esté en posesión del título de formación profesional de técnico en emergencias sanitarias
o correspondiente título extranjero homologado o reconocido y otro en funciones de ayu-
dante que ostente, como mínimo, la misma titulación.
c. Las ambulancias asistenciales de clase C, deberán contar, al menos, con un conductor que
esté en posesión del título de formación profesional de técnico en emergencias sanitarias
o correspondiente título extranjero homologado o reconocido, con un enfermero que os-
tente el título universitario de Diplomado en Enfermería o título de Grado que habilite para
el ejercicio de la profesión regulada de enfermería, o correspondiente título extranjero ho-
mologado o reconocido. Asimismo, cuando la asistencia a prestar lo requiera deberá contar
con un médico que esté en posesión del título universitario de Licenciado en Medicina o
título de Grado que habilite para el ejercicio de la profesión regulada de médico, o corres-
pondiente título extranjero homologado o reconocido.
139
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
La dotación mínima de personal con que deberá contar en todo caso la empresa o entidad, de
conformidad con lo que, a tal efecto, determinen conjuntamente los Ministros de Fomento y de
Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, pertenecerá a la plantilla de la empresa o entidad titular de
la autorización de transporte sanitario que deberá acreditar encontrarse en situación de alta y al
corriente de pago en las cuotas del régimen que corresponda de la Seguridad Social.
El conductor de un vehículo queda obligado a estar en posesión y lleva r consigo, así como a
exhibir ante los agentes de la autoridad que se lo soliciten, los siguientes documentos:
- El permiso de circulación. Aquí figurarán datos como la matrícula, fecha de la primera ma-
triculación, marca y modelo, datos del titular, masa máxima autorizada (MMA), servicio a
que va destinado.
- La tarjeta de inspección técnica del vehículo (ITV). La tarjeta ITV es el documento regulado
en el artículo 13 del Real Decreto 750/2010, de 4dejunio, por el que se dictan normas so-
bre homologación de tipos de vehículos, remolques, semirremolques, así como de partes y
piezas de dichos vehículos, que se emite por los fabricantes de vehículos automóviles o los
importadores o sus representantes legales, o por las autoridades competentes en inspec-
ción técnica de vehículos en las Comunidades Autónomas, y que acredita las características
técnicas de los automóviles fabricados, así como el historial de sus inspecciones técnicas o
de sus modificaciones introducidas a lo largo de su vida útil.
- En los conjuntos de vehículos formados por automóviles que arrastran remolques o semi-
rremolques cuya masa máxima autorizada sea inferior o igual a 750 kilogramos, la tarjeta de
inspección técnica del remolque o semirremolque y en el reverso de la tarjeta de inspección
técnica del automóvil figurará que lleva instalado un sistema de acoplamiento compatible
con el del remolque, de acuerdo con la legislación vigente.
A esta documentación hay que añadir el seguro del vehículo en vigor, el cual es obligatorio
como se plasma en el Real Decreto 1507/2008, de 12 de septiembre, por el que se aprueba el
Reglamento del seguro obligatorio de Responsabilidad Civil en la circulación de vehículos a motor
y en algunos casos de tarjeta de transporte: la realización de actividades de transporte sa nitario pú-
blico o privado complementario por carretera requerirá la obtención, para cada vehículo dedicado
a la misma, de una autorización administrativa que habilite para su prestación, de conformidad con
lo dispuesto en el art. 135 del Reglamento de la Ley 16/1987, de 30 de julio, de Ordenación de los
Transportes Terrestres, aprobado por el Real Decreto 1211 /1990, de 28 de septiembre.
No será, por el contrario, precisa la obtención de dicha autorización para la realización de trans-
porte sanitario oficial por los órganos de las Administraciones públicas con vehículos de su titularidad.
tiembre de 1998, por la que se desarrolla el reglamento de la Ley de ordenación de los transportes
terrestres, aprobado por el Real Decreto 1211/1990, de 28 de septiembre, en materia de trans-
porte sanitario por carretera.
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GUARDA Y CUSTODIA
DE BIENES De VALO U
En cuanto a las hojas de reclamaciones, estas son el principal instrumento que tiene el pa-
ciente para dejar constancia ante la Administración de su disconformidad con el servicio prestado
y reclamar su restitución o una indemnización por el daño causado.
Todos los establecimientos de las empresas están obligados a facilitarlas a los usuarios cuando
éstos la soliciten, incluido las ambulancias. Es un documento con tres copias: una para el estableci-
miento, otra para el consumidor y una para la Administración.
- Sus datos personales, en concreto su domicilio, a efectos de recibir la contestación por es-
crito de la empresa.
La negación al traslado es un derecho que tienen los pacientes; para poderse llevar a cabo es el
mismo paciente el que tiene que firmarlo. Es parecido a una alta voluntaria. Cuando se atiende a un
enfermo y se necesita el traslado, éste tiene que dar su conformidad, en caso contrario debe firmar
ese documento. Por cuestiones prácticas suele ser un apartado de la hoja de registros.
141
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Circulación colapsada.
- Cruces con semáforos en rojo o en ámbar, haciendo uso de las mismas por lo menos cin-
cuenta metros antes.
Por otra parte, podemos decidir no emplear la señal acústica cuando hay circulación fluida sin
densidad de tráfico, cuando se adelante en vías de más de un carril por sentido sin densidad de trá-
fico, cruzando semáforos en verde, en la cercanía de hospitales y cuando la patología del paciente
no lo haga aconsejable.
Las señales luminosas deben ser perfectamente vistas tanto desde la parte anterior del vehícu-
lo como de la posterior.
Hay que tener presente que el uso de señales acústicas o luminosas no exime al conductor de
responsabilidad en caso de colisión o accidente.
Empleo de la calzada
Hay que mantener una separación con los vehículos que nos precedan, equiparable a la distan-
cia de seguridad en la conducción de turismos; al mismo tiempo, es necesario circular, como norma
general, por el carri l izquierdo, evitando el cambio repetitivo a otros carriles y teniendo presente
que todos estos movimientos afectan negativamente al paciente.
En situaciones de colapso de la circulación, se puede circular sobre las líneas separadoras de los
carriles de ambos sentidos.
Cuando el colapso de la circulación sea total, se puede emplear el carril del sentido opuesto,
siempre y cuando la visibilidad sea absoluta y moderando la velocidad.
En todas estas maniobras habrá que extremar las precauciones y no olvidar que el conductor es
responsable de los accidentes que de ellas pudieran derivarse.
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EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
Estacionamiento de la ambulancia
Es preciso detener la ambulancia en un lugar que permita la adecuada realización de las tareas
asistenciales y que posibilite, del mismo modo, el normal funcionamiento de la circulación, desco-
nectando las señales acústicas.
4.1.4.1. Neonatos
Posiblemente el traslado más diferenciado sea el traslado de niños recién nacidos, para los que
se hace preciso el empleo de una incubadora.
143
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Las características que diferencian la estabilización del neonato durante su traslado compren-
den los siguientes aspectos:
- Ruido excesivo. Un sonido permanente superior a 80 dB puede incrementar espectacular-
mente la desaturación de oxígeno en la sangre arterial del neonato.
- Vibración. La vibración durante el transporte del neonato tiene un efecto incierto sobre él,
pero puede dificultar en gran medida su observación.
- Temperatura ambiental variable. Las condiciones ambientales pueden influir, notable-
mente, en la temperatura de los neonatos, haciendo indispensable el control riguroso de
un ambiente térmico neutro.
Conocidos los inconvenientes que subyacen al transporte del neonato en situación crítica, se
impone el empleo de estrategias que reduzcan al mínimo el impacto de estas dificultades:
- Estabilizar cuidadosamente al neonato antes de transportarlo, empleando para ello el tiem-
po y los medios necesarios.
- Anticiparse al agravamiento, preparando al paciente no sólo para solucionar problemas ya instau-
rados, sino para prevenir dificultades y complicaciones que puedan surgir durante el transporte.
- Preparar minuciosamente el vehículo con los medios necesarios para prestar un adecuado
cuidado al recién nacido.
- Vigilar electrónicamente el mayor número posible de parámetros fisiológicos.
El primer operador, que suele ser el de más experiencia, se encargará por un lado de dirigir la
maniobra y por otro de abrir la vía aérea. Será el responsable de traccionar y controlar la columna
cervical durante la maniobra. Manteniendo inmovilizada la cabeza mediante una ligera tracción.
El segundo operador colocará el collarín cervical (en caso de traumatismo). Alineará los miem-
bros superiores e inferiores y se situará de rodillas junto al enfermo en el lado hacia el que se vaya
a realizar el giro.
Siempre bajo la dirección del primer operador que estará permanentemente al cuidado de la
columna, el segundo y tercer operador introducirán sus manos por el lado del paciente opuesto al
que se vaya a realizar el giro, el segundo sujetará a la altura de los hombros y cadera, el tercero a
la altura de las caderas, haciendo un cruce de brazos con el segundo y sujetando a la altura de la
espinilla, para poder rotar el tronco hacia sí mismo.
145
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Ayudándonos por las asas de la camilla trasladaremos al enfermo hasta la ambulancia y, una
vez allí, el enfermo será colocado en sentido longitudinal a la marcha (con la cabeza en el sentido
de ésta en las ambulancias o indistintamente en los helicópteros) y a su vez lo sujetaremos con las
correas de la camilla de la ambulancia, proporcionando así un mínimo movimiento del paciente en
la camilla y logrando a su vez que la columna vertebral esté completamente derecha.
b) Decúbito supino
Sobre todo se emplea para trasladar a enfermos en los que se sospeche un posible traumatis-
mo medular.
146
El CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
d) Posición antishock
Pacientes con hipoglucemia. Hipotensión.
Cumple la misma función que la posición de Trendelenburg, pero es más cómoda para el traslado.
Se emplea, al igual que esta, para los pacientes que han sufrido un síncope o puedan realizar un shock
hipovolémico por pérdidas hemáticas, a fin de intentar restablecer y salvaguardar el riego cerebral.
e) Posición antitrendelenburg
Esta posición requiere sujeción axilar y pélvica y se emplea en posibles TCE y fracturas de
columna.
En las t rasmisiones de información hay que cuidar la confidencialidad y la intimidad del pacien-
te, poniendo atención en los comentarios que pudieran afectar al enfermo.
Las concretas tareas que debe realizar el Celador en relación con las ambulancias son:
- Trasladar a los pacientes en camilla o silla de ruedas desde el centro sanitario hasta la puerta
de acceso de la ambulancia y viceversa.
- Pasar al paciente desde la camilla del hospital hasta la camilla de la ambulancia cuando se
vaya a trasladar. Esta es una maniobra que se ha de realizar simultáneamente entre varios
profesionales (sanitarios y personal de la ambulancia): se colocan ambas camillas juntas, se
sujeta la sábana sobre la que descansa el paciente por varios puntos alrededor del mismo y
todos a la vez alzan la sábana con el paciente, pasándolo en un instante a la otra camilla.
- En sentido inverso, pasar al paciente desde la camilla de la ambulancia hasta la camilla del
hospital. El momento de este traspaso va a depender de la urgencia de la atención, si es de
trato inmediato se introducirá la camilla de la ambulancia hasta triaje o hasta la consulta
médica. La documentación clínica que portan los miembros de la ambulancia en relación
con el paciente será entregado por el Celador al médico de guardia.
Así mismo no bajaremos a una persona de la camilla de la ambulancia (bien a una silla de rue-
das o a una camilla del hospital) hasta que haya sido valorado por personal sanitario.
148
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
ría de las ambulancias son concertadas, con su propia tripulación, por lo que esta función
rara vez se ejerce. Dentro de la ambulancia ayudará al personal sanitario en las mismas
tareas que le corresponde respecto de los pacientes encamados del hospital; por ejemplo,
mover a los que lo necesiten: ayudando en el movimiento y traslado de los enfermos enca-
mados que requieran un trato especial.
La complejidad de las situaciones que se presentan y su diversidad justifican que seamos meti-
culosos en cada uno de los pasos a dar, de manera que cada uno lleve al siguiente.
- Posibilidad de acceso al sistema por parte del usuario mediante una línea telefónica directa
de fácil memorización (3 cifras).
- Recepción asegurada del mensaje, activado las 24 horas del día.
La llegada al punto de asistencia debe cumplir unas normas básicas de seguridad para prevenir
la aparición de nuevos riesgos y en las mejores condiciones de protección del personal, equipos y
lesionados.
La protección en estos casos incluye medidas pasivas (alarmas acústicas y visuales, elementos
reflectantes en la uniformidad, cascos...) y activas (mantener la distancia de seguridad, desconexión
de equipos eléctricos, prevención de incendios, explosiones o derrumbes...).
Incluimos igualmente el obtener una valoración global de la situación así como la evaluación
de nuestras posibilidades asistenciales. Una segunda inspección se hace precisa para dimensio-
nar el alcance real del siniestro y hacer una estimación de las necesidades de apoyo sanitario o
de otro tipo.
Esta clasificación se realiza en función del número de lesionados, edad, gravedad, distancia y
nivel de los hospitales, recursos sanitarios de la zona y medios de transporte disponibles.
150
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
Esta clasificación se realiza en función del número de lesionados, edad, gravedad, distancia y
nivel de los hospitales, recursos sanitarios de la zona y medios de transporte disponibles.
Tras realizar el triaje, todas y cada de las víctimas tendrán asignada una categoría en función
de su criterio diagnóstico y riesgo terapéutico, del mismo modo, se le habrá colocado una etiqueta
identificativa.
Concluida la fase de Soporte Vital Avanzado, la víctima puede encontrarse estabilizada o re-
querir medidas adicionales (monitorización, tratamiento de posibles arritmias, drogas vasoactivas,
sondaje gástrico y/o vesical...) antes o durante el transporte sanitario.
151
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
No se debe iniciar un traslado sin haber contestado correcta y racionalmente las siguientes preguntas:
- ¿A dónde? El centro de destino será el Centro Útil para esa víctima según su patrón lesiona!,
es decir, aquel que garantice su asistencia completa.
- ¿Por dónde? Por la ruta más accesible, segura y confortable, que no siempre es la más corta.
- ¿Cómo? Con las mejores garantías y soporte asistencial posible.
- ¿Cuándo? Una vez resueltas racionalmente las anteriores cuestiones.
Iniciaremos el transporte cuando el paciente se encuentre estabilizado, siempre que sea posible.
El medio de transporte seleccionado entre los disponibles será aquel que asegure la continui-
dad de los cuidados para el nivel de gravedad de la víctima.
La transferencia debe quedar registrada en una ficha básica de Emergencia que contenga: fi-
liación del paciente, historia y patología que presenta, asistencia realizada, controles, incidencias,
centro y facultativo receptor, equipo asistencial, fecha y hora.
La trasferencia puede verse facilitada por la alerta efectuada con anterioridad a la llegada del
paciente al centro receptor por el centro coordinador.
4.2.3. Hemorragias
La hemorragia se define como la salida masiva de sangre de los vasos sanguíneos, por la rotura
de los mismos. La rotura de un vaso sanguíneo puede ser debida a causas mecánicas (heridas, des-
garros, cortes, etc.) o bien hemorragias patológicas sin trauma aparente alguno.
152
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
Una hemorragia es tanto más grave cuanto más cantidad de sangre sale y con mayor rapidez.
Si hay una pérdida de más de un litro de sangre en una persona adulta o más de medio litro en un
niño, puede considerarse una hemorragia grave y puede dar lugar a un shock hipovolémico.
Las pérdidas de sangre que tienen lugar en un corto periodo de tiempo son más peligrosas que
las que se producen en un tiempo mayor.
Para controlar las hemorragias se produce la unión de plaquetas alrededor del vaso sangrante
para formar un coágulo que impida que siga saliendo sangre fuera del mismo.
Por todo ello, una atención urgente de la hemorragia puede resultar muy efectiva para evitar
consecuencias más graves.
Las hemorragias pueden ser:
- Internas: la hemorragia interna es aquella en la cual la sangre no sale al exterior del cuerpo,
sino que se queda acumulada debajo de la piel o en una cavidad del organismo.
- Externas: la hemorragia externa es aquella en la cual la sangre sale hacia el exterior del
organismo.
Según sea el tipo de vaso sanguíneo que sangra, se habla de:
- Hemorragia arterial: la sangre es de color rojo intenso y sale a presión, siendo más acen-
tuada la salida con la sístole cardiaca.
- Hemorragias venosas: la sangre que brota lo hace de forma continua y babeante. Es de
color rojo menos intenso que la sangre arterial (color rojo azulado).
- Hemorragias capilares: brota de múltiples puntos en forma de sábana (como si de manan-
tiales de agua se tratara). Es de colo r intermedio entre los dos anteriores.
Según la procedencia de la hemorragia se habla de:
- Hematemesis: sangre procedente del aparato digestivo que es expulsada con el vómito.
Generalmente del tracto superior. La sangre puede ir desde un color rojo hasta el negro,
propio de la sangre ya digerida. Puede presentarse en forma de vómitos con grumos que
recuerdan a los posos del café, de ahí su nombre; «vómitos en poso de café».
- Melenas: sangre procedente del aparato digestivo que es expulsada con las heces.
Generalmente procede del tracto digestivo inferior.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Hemoptisis: sangre procedente del aparato respiratorio que es expulsada por la boca a
través de la tos o el vómito. Es característico en la tuberculosis, cáncer de pulmón, etc.
- Víbices: hemorragias pequeñas de la piel que se producen por rotura de diminutos vasos
sanguíneos. La sangre queda acumulada debajo de la epidermis y origina imágenes peque-
ñas en forma de llama.
- Equimosis: son acumulaciones de sangre de la piel más extensas que las anteriores.
También se llaman cardenales.
- Púrpura: hemorragia de piel y mucosas que no desaparecen con la presión. Es una mácula.
- Hematuria: hemorragia del aparato urinario que cursa con eliminación de sangre en la orina.
b) Retirar la ropa que cubre la zona que sangra y aplicar presión sobre la zona que sangre:
Utilizando una gasa, compresa o toalla limpia se presionará fuertemente sobre la zona, y si
no disponemos de material se apretará con la misma mano, previa colocación de guantes.
En caso de que las heridas sean muy extensas se colocará un vendaje compresivo.
c) Elevación:
Si la zona afecta está situada en algún miembro, habrá que elevarlo de forma que quede en
posición superior al corazón.
d) Aplicar presión sobre la arteria. Esta técnica se utiliza cuando han fracasado los procedi-
mientos anteriores.
Se trata de hacer compresión con los dedos sobre la arteria y hacia el hueso, con el fin de
minimizar el flujo de sangre en el miembro.
154
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
- Sentar al paciente, colocándole la cabeza un poco hacia delante para que no ingiera sangre.
- Informar al paciente de la necesidad de respirar por la boca y de evitar toser o realizar mo-
vimientos bruscos para que no se deshaga el coágulo que se forma.
- Comprimir sobre la ventana que sangra con los dedos índice y pulgar unos minutos.
- Si habiendo aplicado estas medidas el paciente sigue sangrando, se le colocará un t apón de
gasa humedecido en agua destilada.
- Si no se controla el sa ngrado trasladar a un hospit al.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Hemorragia dental
- Informar al paciente de que no debe hacer enjuagues con ningún producto, ni siquiera agua.
- Colocar al paciente en decúbito lateral izquierdo o derecho según el oído afectado. Si está
afectado el oído izquierdo se colocará en posición de decúbito lateral izquierdo y a la inversa.
- No colocar gasas ni cualquier otro apósito en el oído, para facilitar la salida de sangre.
4.2.4. Heridas
Las heridas son lesiones que producen rotura (pérdida de la continuidad) de la piel, con peligro
de que surjan infecciones por contaminación microbiana.
Las heridas se manifiestan clínicamente por: dolor, hemorragia, separación de los bordes de la
herida.
- Heridas intencionadas. Son las producidas por un tratamiento, tal como una opera-
ción, venoclisis o una radiación.
- Heridas sucias.
- Heridas contaminadas.
- Heridas incisas. Están producidas por elementos cortantes. Pueden ser intencionadas
(cirugía), o accidentales. Se caracterizan por ser heridas con bordes limpios y tendentes
a la hemorragia.
- Heridas contusas abiertas. Están
originadas por el choque violento
sobre la piel de objetos romos, como,
por ejemplo, una piedra. La piel apa-
rece equimótica, dado que la sangre
de los tejidos dañados se libera en-
tre los propios tejidos y pueden dar
-
lugar a la aparición de tejidos desvi-
talizados e isquémicos con tendencia
a la necrosis. Sus bordes son irregula-
res. Son normalmente no intenciona-
das aunque pueden ser resultado de
intervenciones quirúrgicas. Herida contusa abierta en el maxilar inferior
- Heridas contusas cerradas. Se producen cuando, a pesar del golpe, se conserva la in-
tegridad de la piel.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Heridas abrasivas. Son heridas abiertas que se han originado como resultado de una
fricción. Solamente afectan a la piel. Son muy tetanígenas. Pueden ser también inten-
cionadas, por ejemplo, cuando se extraen las capas superficiales de la piel para preparar
una cicatriz.
- H!!ridas punzantes. Herida abierta realizada por un instrumento cortante que penetra
en la piel y los tejidos internos. Las heridas punzantes pueden ser accidentales (pincha-
zos) o intencionadas (colocación de drenaje). El dolor y el orificio pueden ser mínimos
y la hemorragia pequeña, pero sin embargo puede haber lesiones importantes. Son las
que tienen mayor riesgo de infección por tétanos. Si el agente vulnerante atraviesa la
piel y luego sale, la herida recibe el nombre de herida transfixiante.
- Heridas mixtas o complejas. Son aquellas en las que intervienen varios agentes causa-
les a la vez:
* Por arrancamiento: herida compleja en la que interviene un factor de tracción y/o
rotación sobre los tejidos. No suelen sangrar demasiado, ya que al estirarse los vasos
se produce una hemostasia. Son muy dolorosas, llegándose incluso a producir la
muerte por shock neurogénico. La lesión típica de estas heridas es el scalp o arran-
camiento del cuero cabelludo.
* Por asta de toro: son heridas graves, complejas, con grandes desgarros tisulares y
que pueden originar la muerte no sólo por la lesión principal, sino por las asociadas.
Tienen alta susceptibilidad de infección. Aunque el orificio de entrada sea pequeño,
puede haber grandes lesiones internas porque el asta sigue diferentes trayectorias.
* Por armas de fuego: son heridas que ocasionan grandes destrozos, ya que, aunque
los proyectiles sean pequeños, poseen una gran energía por la gran velocidad que
alcanzan. Las lesiones que produce dependerán de la distancia a la que se encuen-
tre el objeto: a gran distancia la bala entra y sale siendo el orificio de entrada y de
salida iguales y las lesiones originadas mínimas; si es a menor distancia el orificio de
salida es mucho mayor, ya que el avance de la lesión es en forma de cono. En heridas
por metralla intervienen desgarros, arrancamientos, son anfractuosas en profundi-
dad e isquémicas, lo cual favorece el riesgo de infección.
* Heridas por mordeduras: son heridas contaminadas por flora anaerobia bucal (pe-
rros, gatos, humanos, etc.); las más graves son las humanas, debido a la diversidad
de la flora bacteriana de la boca. Pueden ser incisas o punzantes, interviniendo a
veces el factor arrancamiento. Estas heridas nunca deben suturarse porque son he-
ridas altamente contaminadas y con gran riesgo de infección.
* Heridas por aplastamiento: las lesiones por compresión pueden ocasionar desgarros
y necrosis de la zona implicada.
Las fracturas pueden depender de golpes directos, fuerzas aplastantes, movimientos repenti-
nos de torsión, contracciones musculares muy fuertes y por patología propia del hueso (gran debi-
litamiento por descalcificación o por un tumor óseo).
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EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
Aunque el hueso es el que sufre la rotura, las estructuras adyacentes también se ven afectadas,
ocasionando edemas en tejidos blandos, hemorragia muscular y articular, luxación, rotura de ten-
dones, rotura de nervios y lesiones vasculares. Las vísceras también pueden verse afectadas por la
fuerza que origina la fractura o por fragmentos de la misma.
Los huesos tienen cierta elasticidad, lo que les permite absorber presiones potentes hasta un
punto dado sin romperse.
* Fuerza en cuña, que fractura el hueso e impulsa un fragmento dentro de otro o dentro
de la articulación.
* Fuerza de compresión, que impulsa los huesos y los introduce mutuamente, con lo cua l
se produce una fractura incompleta, de manera que la corteza se rompe en un lado y
hay sección en el lado contrario.
* Fuerza de torsión, que es aquella que gira al hueso con potencia suficiente para romperlo.
* Fuerza de cizallamiento tangencial, que es la que se ejerce cuando parte de un hueso
queda fijo y hay una fractura de la zona por arriba o por debajo.
* Fuerza de anulación, que es la que se ejerce con un ángulo tal que en él precisamente se
fractura el hueso.
Dependiendo de la afectación que sufra la piel, podremos hablar de fractura cerrada (fractura
simple), que no perfora la piel, en tanto que la fractura abierta se acompaña de salida del hueso por
piel o mucosa. Las fracturas abiertas s.,e clasifican en grados: la de grado I es una herida abierta
de menos de 1 cm de longitud; la de g'rado II es de mayor diámetro sin lesión extensa de los te-
jidos blandos y la de grado 111 es más grave, con lesión amplia de tejidos blandos y alto grado de
contaminación.
Las fracturas también se describen, según la posición anatómica de los fragmentos, como frac-
turas desplazadas y no desplazadas. En los niños suele aparecer un tipo de fractura denominada en
tallo verde, consistente en una rotura en donde las partes no pierden el contacto.
Oblicua
Corta
·, ~ ' ~-
En".ª'ª d~,, En
mariposa»,~
«tallo
verde» ,
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( ~V ~["
rl
160
l
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
- El quemado térmico.
- El quemado eléctrico.
- El quemado químico.
Segundo grado:
161
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Las quemaduras inferiores al 10-15% las consideramos benignas desde el punto de vista vital,
entre el 15 y el 30% serán entendidas y tratadas como graves, mientras que en el momento que
superan el 30% de extensión corporal quemada se califican como muy graves.
Localización Extensión
Cabeza y cuello 9%
Tronco anterior 18%
Tronco posterior 18%
Extremidad superior 9%
Extremidad inferior 18%
Genitales 1o/o
La gravedad viene dada por alteración pulmonar, por shock hipovolémico o por ambos, corres-
pondiéndose este cuadro con quemados en más del 50% de la superficie corporal.
En estos casos en los que no existe un compromiso vital es preciso contemplar la aparición de
complicaciones a causa de:
- Hipovolemia progresiva.
Las principales causas de muerte en el gran quemado son la infección y el fallo pulmonar.
Se trata de aquellos individuos que sufren quemaduras de segundo grado con una extensión
menor al quince por ciento de superficie corporal quemada y sin lesiones asociadas.
162
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
Criterios de gravedad
- Extensión. - Patología previa.
- Edad. - Lesiones asociadas.
- Profundidad. - Localización.
Las aglomeraciones, el calor, las emociones y el ayuno son, entre otras, causas frecuente de
la aparición de lipotimias.
- La epilepsia es una enfermedad del sistema nervioso caracterizada por episodios repenti-
nos de pérdida de consciencia que constituyen los ataques. Existen dos variantes de epilep-
sia, a saber:
* Gran mal o epilepsia mayor: cuando la pérdida de consciencia va acompañada de con-
vulsiones.
* Pequeño mal o epilepsia menor: en la que no hay convulsiones.
Las fases en que se produce el ataque epiléptico son:
* El paciente epiléptico que está a punto de sufrir un ataque de epilepsia (gran mal) pre-
senta una especie de premonición sensorial subjetiva denominada aura (mareo, entu-
mecimiento, olores) que le advierte que va a sufrir un ataque.
* Al poco rato cae al suelo, por pérdida de consciencia, y entra en una primera fase llama-
da fase tónica (de rigidez). Al poco rato pasa a la fase clónica (contracciones musculares
generalizadas).
" En la fase tónica el socorrista debe procurar dejar tendido al enfermo, retirar objetos
de su alrededor, aflojarle la ropa y si es posible acostarlo sobre su propio costado para
favorecer la respiración. En esta fase es difícil colocar una mordaza entre maxilares para
evitar que se muerda.
* Al pasar a la fase de contracciones clónicas hay que aprovechar cualquier instante de
relajación muscular para colocar la mordaza protectora entre los dientes. Hay que suje-
tarle la cabeza para evitar que se autolesione.
- Los accidentes cerebrovasculares (ACV) que causan apoplejía suelen deberse a hemorra-
gias cerebrales o a la formación de un coágulo intravascular en uno de los vasos cerebrales
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El CELADOR EN SU PUESTO OE TRABAJO 1 11111
4.2.8. Esguinces
Se trata de una lesión de las estructuras ligamento-
sas periarticulares a causa de torsión; hay estiramiento
o desgarro de los ligamentos de la articulación afectada.
Las superficies articulares permanecen en contacto.
Como consecuencia del desgarro, se rompen vasos
sanguíneos y surge equimosis e inflamación. La articula-
ción aparece dolorida a la palpación y sus movimientos
también provocan dolor. El grado de incapacidad funcio-
nal y dolor aumentan durante las primeras horas (dos o
tres horas después de ocurrida la lesión), en virtud de la
hinchazón y hemorragia consecuentes.
Cuando se produce un esguince, las primeras medi-
das a poner en marcha son:
- Venda de sostén y hielo alrededor de la articula-
ción lesionada. Férula posterior en esguince de tobillo
4.2.9. Luxaciones
Para que exista una luxación los ligamentos deben encontrarse desgarrados y las superficies
articulares desplazadas.
b) Espontáneas o patológicas.
c) Traumáticas.
Los signos y síntomas de una luxación traumática son: dolor, deformación de la articula-
ción, cambios de la longitud de la extremidad, pérdida de movilidad normal y movimientos muy
dolorosos.
Cuando se produce una luxación de hombro (generalmente es la más frecuente), se debe pro-
ceder a la inmovilización de la articulación en la posición en que se encuentre, colocando para ello
una almohadilla grande en la axila y procediendo a inmovilizar el codo y la almohadilla con un
cabestrillo oblicuo.
Heart and Stroke Foundation ofCa nada, el Resuscitation Council ofSouthern África y el Consejo Latino
Americano de Resucitación que"proporciona un mecanismo de consenso mediante el cual la cien-
cia y el conocimiento relevante internacional en emergencias cardiacas puedan ser identificados y
revisados''. Las primeras recomendaciones del ILCOR fueron elaboradas a modo de declaración de
consejos, en el año 1997 y partiendo de ellas cada una de las organizaciones ya existentes ha ido
adaptando sus guías de actuación.
La enseñanza de RCP básica, tiende a convertirse en muchos países en una prioridad de salud
pública, por el número de fallecimientos y lesiones irreversibles que podía evitar su conocimiento
generalizado. El ERC ha dado las siguientes recomendaciones para la enseñanza de la RCP Básica:
- Idealmente, las técnicas completas de RCP (compresiones y respiraciones utilizando una
relación de 30:2) deberían ser enseñadas a todos los ciudadanos.
- La formación en RCP basada exclusivamente en compresiones torácicas, puede utili-
zarse en en situaciones especiales: falta de tiempo, instrucciones telefónicas, campañas
publicitarias.
- La enseñanza del SVB debería ser obligatoria en todas las escuelas de Odontología y de
Enfermería.
- Los hospitales europeos han de asegurar un programa de formación continuada en RCP
para todo el personal médico.
- Los hospitales europeos han de tener programas para asegurar que todo el personal en
contacto directo con la atención al paciente recibe enseñanza y reciclaje en RCP.
- Todo el personal de los servicios de emergencia debería recibir enseñanza y reciclaje en SVB.
- Todos los conductores de los servicios públicos deberían estar entrenados en SVB.
- Todas las escuelas europeas habrían de incluir en sus currículos docentes la enseñanza de SVB.
- Soporte Vital: es un concepto más amplio que el de RCP, al integrar, junto a las maniobras
clásicas, contenidos referidos a la prevención de las PCR y la difusión a toda la población de
estos conocimientos. El reconocimiento de la situación, la alerta a los servicios de emergen-
cia, la intervención precoz o los programas de difusión de estos conocimientos, son conte-
nidos propios del Soporte Vital. Se habla además de SV básico o SV Avanzado, dependiendo
del material que empleemos y de los conocimientos de los que lo ejecuten.
- Masaje cardíaco externo (MCE): son las compresiones torácicas realizadas por un reani-
mador o mediante dispositivos mecánicos durante la RCP para intentar restablecer la circu-
lación espontánea.
- RCP por espectadores o primeros intervinientes: cuando la RCP se inicia por personas
que no forman parte del sistema sanitario de emergencias. En general, será la persona que
presenció el paro. En algunas ocasiones, pueden ser personal sanitario, pero que no forman
parte del sistema sanitario de emergencia.
- Finalización del suceso: una resucitación finaliza cuando se determina la muerte, o se res-
tablece la circulación espontánea de manera sostenida más de 20 min consecutivos.
Los dos primeros corresponderían con SVB (Soporte Vital Básico) y los dos últimos con lo que
genéricamente se conoce como SVA - Soporte Vital Avanzado.
Los cuatro eslabones de esta cadena imaginaria, se enlazan secuencialmente y los buenos re-
sultados que obtengamos dependerán directamente de lo rápido que se activen y de lo correcta-
mente que se realice cada uno de ellos.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
2. La RCP básica
La iniciación de medidas de RCP debe comenzar lo antes posible. La probabilidad de que una
víctima sobreviva tras una PCR está en relación directa con la precocidad con la que comiencen
las maniobras de RCP, una intervención inmediata podría doblar o triplicar la supervivencia de las
paradas cardio-respiratorias por fibrilación ventricular.
La RCP básica sustituye de forma precaria las f unciones vitales por lo que, si se realiza adecua-
damente, nos permite ganar algunos minutos hasta que lleguen los equipos de emergencia con
personal y material especializados. Incluso realizando las maniobras sólo con compresiones toráci-
cas, conseguiríamos mejores resultados que esperando sin hacer nada.
Hay que tener presente que el cerebro humano comienza a deteriorarse aproximadamente
a partir de los 4 minutos de no recibir oxígeno, por lo que únicamente la precocidad de las ma-
niobras, nos podrá asegurar que el individuo recupere sus funciones cerebrales satisfactoriamente.
Peter Safar, uno de los pioneros en la enseñanza de RCP, dice al respecto que"/a enseñanza de algo
de RCP a todas las personas, probablemente salve más vidas, que la perfección obtenida por unos pocos".
3. La desfibrilación precoz
Las causas más frecuentes de PCR son la fibrilación ventricular (FV) y la taquicardia ventri-
cular sin pulso (TVSP), alteraciones, ambas, que tienen una buena respuesta a la desfibrilación
precoz, por lo que se prioriza su aplicación, por delante de la administración de fármacos.
El buen pronóstico de la desfibrilación precoz decrece, según el tiempo que se tarde en des-
fibrilar. Cada minuto de retraso en la desfibrilación, reduce la probabilidad de supervivencia en
un 10%-12% y a los diez minutos estas posibilidades llegan a cero. Se estima que hasta un 30 por
ciento de las muertes por infarto podrían evitarse si el enfermo fuese tratado con un desfibrilador
durante los primeros minutos, cruciales para la supervivencia.
Únicamente cuando se han estabilizado las funciones vitales del enfermo, se procederá a su
traslado hacia el centro sanitario de elección, según el caso.
Preste atención a este aspecto: únicamente cuando se han estabilizado las funciones vitales
del enfermo, se procederá a su traslado hacia el centro sanitario de elección. Con la creación de los
equipos de emergencia prehospitalaria en la década de los 90 y la implantación de la "cadena de
supervivencia" se produjo un cambio notable en los procedimientos. Ya no se trata de "correr" para
llegar lo antes posible al hospital, el enfermo se estabiliza en el lugar donde ocurra el accidente y el
traslado, se realiza posteriormente. Esta es la mejor manera de aumentar la supervivencia y minimi-
zar los efectos secundarios al accidente.
Los cuidados post - parada cardiaca, cobran cada vez más importancia, como parte de la cade-
na de supervivencia y si se realizan de forma adecuada, podría mejorar notablemente el pronóstico
del paciente.
Son actuaciones sencillas que la población general debería conocer, siendo esp ecialmente
importante el ad iestramiento del personal de los servicios públicos, de aquellos que trabajen en
lugares donde se produzcan grandes concentraciones humanas y del personal san itario, para que
puedan intervenir, aun sin contar con equipos o material específico alguno.
Ante una supuesta situación de PCR, lo primero será identificar la situación. Antes que pedir
ayuda o realizar ninguna actividad, tenemos que saber qué está pasando.
La estrategia para que cualquier ciudadano pueda identificar y valorar a una víctima con una
aparente PCR es muy simple y consiste en observar, de una manera secuencial, únicamente dos
aspectos clínicos: consciencia y respiración. Según la valoración que realicemos de cada uno de
estos aspectos, corresponderá realizar una u otra intervención.
Valorar la consciencia
Oiga,
Lo primero que debemos hacer para valorar una posible lQué le pasa?
parada cardiorrespiratoria (PCR) es comprobar el estado de
consciencia del individuo.
171
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Si la víctima contesta a nuestro estímulo (habla, se mueve ... ) tendremos la seguridad de que
se mantienen la funciones cardiorrespiratorias (respira y tiene pulso), pero esto de ninguna manera
nos asegura que estas no puedan estar amenazadas.
Déjelo como está (si la posición no supone peligro), pida ayuda y vuelva junto a él.
Maniobra
Frente - Mentón :
~
Tráq~ p~ / Esófago
f '
Responde
COMPROBACIÓN (Contesta o se mueve)
• Dejar como está
l
DE LA CONSCIENCIA (Consciente)
Oi a· ué/e asa? • Pedir ayuda
• Evaluar periódicamente
No responde
(Inconsciente)
~ - - -----~
COMPROBACIÓN
DELA RESPIRACIÓN
Al perderse la consciencia, la leng ua pierde su tono cayendo hacia atrás obstruyendo la entrada
de la tráquea, lo que puede provocar la asfixia del accidentado.
172
EL CELADOR EN SU PUESTODE TRABAJO 1 11111
Valorar la ventilación
Si nos encontramos con un individuo inconsciente, debemos comprobar de forma inmediata la
respiración, para lo que será imprescindible abrir previamente la vía aérea.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Realizar la abducción del brazo del paciente que tengamos más cercano, hasta ponerlo en
ángulo recto con el cuerpo. Doblar el codo, y poner la palma de la mano hacia arriba (foto 2).
- Traccionar del brazo del paciente más alejado a nosotros, cruzándolo sobre su tórax y colo-
cando la palma de la mano sobre el hombro contrario (foto 3).
- Levantar la pierna del paciente más alejada a nuestra posición, dejándola con la rodilla le-
vantada y el pie apoyado en el suelo (foto 4).
- Con una mano en la rodilla leva ntada y la otra en el hombro del mismo lado, tirar con fuerza
para girar a la víctima sobre su cost ado (foto 4).
174
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
- Colocar la pierna que ha quedado encima, de forma que la cadera y la rodilla estén dobla-
das en ángulo recto (foto 5).
Inclinar la cabeza asegurándose de que la vía aérea permanezca abierta (foto 6).
Ajustar la mano bajo la mejilla para mantener la cabeza inclinada (foto 6).
Una vez el paciente se encuentra en PLS, se debe pedir ayuda si aún no se ha hecho y regresar
a su lado, para comprobar periódicamente que mantiene sus funciones vitales.
OMPROBACIÓN DE LA RESPIRACIÓN
• Abrir vía aérea (maniobra frente mentón)
• Retirar objetos extraños Respira) , Poner en posición lateral d e seguridad
• Ver, oír y sentir Buscar ayuda
No respira
, Pedir ayud a
, Comenzar maniobras de RCP
(Dependiendo del caso se hará antes una cosa u otra)
175
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Responde
l
Oiga,
lQué le (Contesta
COMPROBAR pasa?
o se mueve) - Dejar como está
(Consciente~
LA CONCIENCIA - Pedir ayuda
- Evaluar
No responde
(Inconsciente)
j periódicamente
-·- -- Encervicales,
traumatismos
abrir la vía aérea,
- Pedir ayuda
- Abrir la vía aérea mediante la maniobra
Maniobra Frente-Mentón de tracción mandibular
Respira
COMPROBAR
LA RESPIRACIÓN
Ver, oír y sentir
(No emplear más
- Poner en posición
de 10 segundos)
lateral de seguridad
NO Respira! - Buscar a uda
176
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
Con estas maniobras pretendemos mantener un mínimo de oxigenación y circulación, que evi-
te el daño irreparable que puede provocar en el cerebro la falta de oxígeno.
compres10
2 ventilac
El masaje cardiaco externo se realiza apoyando el talón de una mano en el centro del pecho
(mitad inferior del esternón) y el talón de la otra sobre la primera. Es conveniente entrelazar los
dedos asegurándonos que la presión no se ejerce sobre las costillas. El enfermo deberá permanecer
en decúbito supino, con las extremidades superiores a lo largo del cuerpo.
cuerpo erguido, se carga el peso sobre ellos sin doblarlos en ningún momento, para conseguir con
el menor esfuerzo físico, la mayor eficacia posible.
Para evitar el excesivo cansancio del rea ni mador será importante la altura desde la que realice-
mos el masaje, siendo en ocasiones conveniente ayudarnos de un taburete o similar.
El objetivo debería ser, comprimir hasta una profundidad de al menos 5 cm (pero no más de
6 cm) y a una frecuencia de al menos 100 compresiones/min (pero no más de 120 compresiones/
min), permitiendo el retroceso completo del tórax, y reduciendo al máximo las interrupciones de
las compresiones torácicas.
ADULTOS
30 compresiones torácicas
/ 2 ventilaciones
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EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
Con el masaje cardiaco externo se consigue un suficiente soporte circulatorio, tanto por
la presión ejercida directamente sobre el corazón (Bomba Cardíaca), como por la realizada so-
bre el tórax (Bomba Torácica). A modo de esponja, durante las compresiones se expulsa san-
gre del corazón y los pulmones hacia los diferentes órganos, que volverá en el momento de la
descompresión.
Respiración boca-boca
Con la vía aérea despejada, taponaremos los orificios nasales, con los dedos pulgar e índice
de la mano colocada en la frente, mientras sellamos con nuestra boca la de la víctima, e insufla-
mos aire.
En caso necesario se puede insuflar el aire a través de la nariz o del estoma de traqueotomía,
tapando siempre el orificio por el que no se insufla.
Debe evitarse insuflar muy rápidamente o con mucha cantidad de aire, para evitar que se des- ·
víe hacia la cavidad gástrica, lo que por una parte no tendría ninguna utilidad, y por otra, facilitaría
la aparición de vómitos, aumentando el riesgo de broncoaspiración.
Las maniobras de reanimación deben continuar con la misma cadencia, hasta que el enfer-
mo se recupere, llegue ayuda con equipo especializado o se produzca el agotamiento de los
reanimadores.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
1. Paciente consciente
Estas maniobras se repetirán hasta la expulsión del cuerpo extraño o hasta la inconsciencia del
paciente, alternando 5 palmadas interescapulares y 5 compresiones abdominales.
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EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
2. Paciente inconsciente
Algoritmo de actuación en adultos, en los casos de asfixia por obstrucción de vía aérea,
por un cuerpo extraño
EVALUAR LA OBSTRUCCIÓN
¿Qiga qué le pasa ?
Contesta
Habla, tose, respira NO Contesta
- Animar a toser
- Reevaluar
CONSCIENTE INCONSCIENTE
- 5 Palmadas interescapulares - Maniobras RCP b
- 5 compresiones abdominales
- Reevaluar
Las hemorragias se detienen comprimiendo con un apósito limpio (compresa, gasa, pañuelo,
paño...) sobre el lugar del sa ngrado y, en el caso de que se produzcan en las extremidades, elevando
estas por encima del nivel del corazón. Se aplicarán cuantos apósitos sean necesarios y se realizará
un vendaje compresivo.
Cánulas de Guedel
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EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
Dependiendo del fabricante, existen diversos modelos, pero todos están construidos en PVC
semirrígido (o material similar) y poseen un refuerzo al principio de la misma, para evitar que, una
vez colocada, se obstruya al morderla el enfermo.
Tienen un tamaño que oscila entre 5 y 12 centímetros y que se identifica por una numeración
y, en algunos modelos, también por un color diferente.
Dependiendo del paciente al que se destine, se seleccionará la longitud adecuada, que debe
ser igual a la distancia que existe entre la comisura de los labios y el lóbulo del pabellón auricular.
Lo correcto, antes de colocarla, es medir la cánula adecuada a cada paciente.
La cánula de Guedel se coloca introduciéndola en la boca del afectado, con la concavidad hacia
el paladar para, una vez metida hasta aproximadamente la mitad, rotarla 180°, mientras se termina
de introducir hasta la faringe.
Una vez colocada, la parte más dura de la cánula debe quedar entre los dientes del paciente, de
esta manera, evitaremos posibles obstrucciones si la mordiese.
' poner fin a la FV o la TVSP. Esta acción se conoce entre los profesionales sanitarios como décarga o
choque, y de esta manera la denominaremos en adelante.
Desfibrilador manual
Numerosos estudios demuestran que el uso precoz de desfibriladores externos puede aumen-
tar considerablemente la supervivencia de los individuos que sufren una PCR. En varios países
entre los que se encuentra España (Real Decreto 365/2009, de 20 de marzo.BOE 80, Jueves 2 de
abril de 2009), ya está legislada la colocación y utilización de Desfibriladores Externos Automáticos
(DEA), en los lugares de pública concurrencia. La mayor parte de las comunidades autónomas, con
las competencias sanitarias transferidas, han regulado el uso de desfibriladores externos automa-
tizados fuera del ámbito sanitario. (Andalucía, Decreto 22/2012, de 14 de febrero; Aragón, Decreto
229/2006, de 21 noviembre; Asturias, Decreto 24/2006, de 15 marzo; Baleares, Decreto 2/2005, de
14 enero; Canarias, Decreto 225/2005, de 13 diciembre; Cataluña, Decreto 355/2002, de 24 diciem-
bre; Galicia, Decreto 99/2005, de 21 abril; Navarra, Decreto Foral 105/2002, de 20 mayo; País Vasco,
Decreto 8/2007, de 23 enero ... ).
Los DEA no disponen de las palas que tienen los desfibriladores manuales y se conectan al
paciente mediante dos electrodos adhesivos de gran tamaño, que sirven al mismo tiempo para
registra r la señal del ECG analizando el ritmo cardíaco, y para transmitir la energía de la descarga,
en el caso de que fuese necesaria.
184
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
Si tiene un DEA disponible úselo de inmediato, si no, comience con las maniobras de RCP hasta
su llegada.
- Coloque los electrodos sobre el pecho del paciente, en posición antera-lateral (posición
esternón-ápex). La placa adhesiva del esternón se coloca en la parte superior derecha del
tórax del paciente, a la derecha del esternón debajo de la clavícula. La placa del ápex se
coloca en la parte inferior izquierda del pecho sobre el ápex del corazón, a la izquierda del
pezón en la mitad de la línea axilar.
Para realizar el análisis del ritmo con las máximas garantías, debe evitarse el movimiento de la
víctima y el contacto físico con ella, por lo que en este momento y durante el menor tiempo posi-
ble, deberá detener las maniobras de RCP.
- Realice las maniobras de RCP (30 compresiones torácicas-2 ventilaciones) durante 5 ciclos
(aproximadamente 2 minutos).
- Seguir las instrucciones del DEA hasta que esté disponible el Soporte Vital Avanzado.
185
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Grite pidiendo
ayuda
Descarga Descarga
Indicada no Indicada
Aé.lnld6 11mc.dbmn1Mte.:
fk:PiOi2
durantit 2mln
Tenga presente que cuanto más se demore en realizar la desfibrilación, menor es la probabili-
dad de éxito.
Si no dispone de un DEA, comience con las maniobras de RCP hasta disponer de uno de estos
dispositivos o hasta la llegada de los eq uipos especializados.
186
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
El de los adultos, suele tener un volumen aproximado de 1.600 mi, siendo menor en el pediátri-
co, al objeto de evitar barotraumas.
Pueden emplearse con mascarilla o directamente sobre el tubo endotraqueal (u otro de los
dispositivos para aislar la vía aérea).
Poseen una toma de oxígeno y como accesorio se suele acompañar de un reservorio con el que
se pueden alcanzar concentraciones de oxígeno cercanas al 100%.
Hay que prestar especial atención a la limpieza y correcta colocación de la válvula. Un error en
esa comprobación, puede anular la funcionalidad del dispositivo.
El reanimador se coloca por detrás de la cabeza del paciente, la extiende hacia atrás, coloca una
cánula orofaríngea (Guedel) y aplica la máscara sobre el rostro con la mano izquierda colocando
los 2-3 últimos dedos sobre la mandíbula y los demás sobre la mascarilla. Se exprime la bolsa con
la mano derecha y se observa el tórax para comprobar cómo tiene lugar la ventilación pulmonar.
Si hay dos reanimadores, uno puede realizar las 30 compresiones y el otro las 2 insuflaciones
mediante el resucitador manual.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Cuando habiéndose iniciado sin éxito la RCP se confirma de forma indiscutible que estas
maniobras se instauraron con un retraso superior a 1O minutos con respecto a la iniciación
de la parada cardíaca (excepto situaciones como el ahogamiento, la hipotermia accidental
o la intoxicación con barbitúricos).
Cuando el pronóstico se compara con el del adulto, suele ser peor, debido a que en la mayoría
de los casos el niño lleva en hipoxemia un periodo prolongado de tiempo, antes de producirse la
PCR, con la consecuente lesión de diversos órganos, en tanto que en el adulto la PCR se suele pro-
ducir de forma brusca sin hipoxia previa.
En los niños, es preferible modificar la secuencia de RCP que se emplea en el adulto. Por
un lado, una vez diagnosticada la situación de PCR se realizaran 5 ventilaciones de rescate y un
minuto de masaje cardiaco, antes de buscar ayuda. Por otro lado, la relación más correcta entre
compresiones y ventilaciones es de 15 compresiones y 2 ventilaciones, aunque los reanimadores
legos, podrían utilizar la misma relación que en el adulto (30:2).
La maniobra de elección es, como en el adulto, "la maniobra frente - mentón" (extender la ca-
beza y elevar la mandíbula) y solo cuando esta no funciona, se puede probar con la maniobra de
elevación mandibular (con los dedos pulgar e índice de cada mano, detrás de cada lado de la man-
díbula del niño y empújela hacia delante).
Después de abierta la vía aérea se debe comprobar si el niño respira, observando si existen mo-
vimientos respiratorios, escuchando su ventilación y, con la mejilla del reanimador junto a la boca
del niño, sintiendo la salida del aire (ver, oír, sentir) durante un máximo de 1O segundos.
Si el niño respira, se le coloca en posición lateral de seguridad y se pide ayuda. Si el niño tiene
dificultad respiratoria suele adoptar unas posturas determinadas que le facilitan la respiración y no
se deben modificar, limitándose el reanimador a pedir ayuda.
Si el niño no respira hay que pedir ayuda e iniciar la ventilación manteniendo abierta la vía aé-
rea. Si es un lactante, la boca del reanimador se debe aplicar abarcando la boca y la nariz del niño.
Si se trata de un niño mayor de un año se puede utilizar la técnica boca a boca de forma similar a
como se hace en los adultos. La técnica dependerá no tanto de la edad, como del tamaño del niño.
189
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
El volumen correcto de aire en cada ventilación será aquel que haga que el tórax se eleve. Es
importante insuflar aire solamente hasta que empiece a subir el pecho para evitar una dilatación
gástrica que podría provocar regurgitación del contenido del estómago. También podríamos pro-
vocar barotrauma.
4.3.2.5. Circulación
Una vez abierta la vía aérea y realizadas las 5 insuflaciones, el reanimador debe comprobar si el
niño permanece arreactivo o si aparecen signos de que hay circulación, para valorar la necesidad
de iniciar las compresiones cardiacas.
Hay que buscar durante un máximo de 1Osegundos signos de vida: movimientos, tos ... incluso
si se está cualificado, se puede comprobar el pulso (el femoral en todos los caos, o el braquial en los
lactantes o en los niños mayores de un año el carotideo).
Si el niño continúa arreactivo y sin signos de circulación, tras las 5 insuflaciones comenzare-
mos con las compresiones cardiacas con una cadencia de 15 compresiones y 2 ventilaciones.
El área de compresión en la RCP pediátrica se localiza en la mitad inferior del esternón, un dedo
por encima del apéndice xifoides.
Las compresiones se realizan siguiendo un eje perpend icu lar y con la fuerza suficiente para
comprimir el tórax al menos un tercio de su diámetro.
190
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 1 11111
En los niños, al igual que en los adultos, las compresiones deben durar el 50% del ciclo, permi-
tiendo en la segunda parte de éste, la relajación del tórax. La frecuencia de las compresiones debe
ser de al menos 100 por minuto (sin pasar de 120).
DE CONSCIENCIA
No responde
(Inconsciente)
l
COMPROBACIÓN DEL NIVEL
- Pedir ayuda
- Abrir la vía aérea Respira P. Lateral Seguridad
COMPROBACIÓN DE LA - - - - Reevaluar
RESPIRACIÓN
NO Respira t
! 5 Ventilaciones de rescate
!
1
No reacciona
No signos de circulación
MANIOBRAS RCP b
15 compresiones / 2 ventilaciones
Si la obstrucción es parcial, el niño podrá toser por lo que habrá que animarlo a que lo siga
haciendo por ser esta la manera más eficaz de expulsar el cuerpo extraño.
Si la obstrucción es total, el niño no podrá toser, por lo que seg uiremos el siguiente
procedimiento:
Este procedimiento se seguirá repitiendo una y otra vez, hasta que el niño pierda la consciencia.
En este momento, actuaremos como ya hemos descrito para los casos de inconsciencia y ausencia
de respiración, intentaremos ventilar 5 veces y, si no hay respuesta, comenzaremos con el masaje
card iaco. Continuaremos repitiendo las maniobras de RCP b hasta la desobstrucción de la vía aérea.
191
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
1
Si se visualiza el cuerpo extraño, se debe intentar su extracción manual con el dedo índice en
forma de gancho, pero no realizar un barrido digital a ciegas, ya que el cuerpo extraño puede ser
empujado involuntariamente hacia la vía aérea agravando aún más la obstrucción.
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192
El Celador en su puesto de
trabajo 11.
El Celador en el Área de
Consultas Externas, en
suministros, almacenes,
farmacia Yi iesto de puestos.
El (elador en Salud Mental
- Área asistencial.
- Área organizativa.
g
194
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
Para ello se revisa la lencería, instrumental de exploraciones, carro de curas, recetas, volantes
para peticiones, etc., en definitiva, todo lo que sea necesario para la consulta siguiente.
195
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
a) Fijación de requerimientos para su buen funcionamiento, acorde con las funciones es-
tablecidas.
b) Que las actuaciones se presten con la presencia y actuación profesional del o de los far-
macéuticos necesarios para una correcta asistencia.
c) Los farmacéuticos de las farmacias hospitalarias deberán haber cursado los estudios de
la especialidad correspondiente.
- Los hospitales que no cuenten con servicios farmacéuticos deberán solicitar de las
Comunidades Autónomas autorización para, en su caso, mantener un depósito de medica-
mentos bajo la supervisión y control de un farmacéutico. Las condiciones, requisitos y nor-
mas de funcionamiento de tales depósitos serán determinados por la autoridad sanitaria
competente.
2.1.2. Definiciones
- Medicamento de uso humano: toda sustancia o combinación de sustancias que se pre-
sente como poseedora de propiedades para el tratamiento o prevención de enfermedades
en seres humanos o que pueda usarse en seres humanos o administrarse a seres humanos
con el fin de restaurar, corregir o modificar las funciones fisiológicas ejerciendo una acción
farmacológica, inmunológica o metabólica, o de establecer un diagnóstico médico.
196
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
- Radiofármaco: cualquier producto que, cuando esté preparado para su uso con fina-
lidad terapéutica o diagnóstica, contenga uno o más radionucleidos (isótopos ra-
diactivos).
- La Real Farmacopea Española: es el código que establece la calidad que deben cumplir
los principios activos y excipientes que entran en la composición de los medicamentos de
uso humano y veterinario. Se actualizará y publicará periódicamente.
- Conseguir que cada paciente reciba la terapéutica medicamentosa adecuada a sus necesi-
dades, para ello debe aconsejar en la elección de la dosis apropiada, frecuencia de adminis-
tración, duración del tratamiento, et c.
- Control de los botiquines existentes en las Unidades de hospitalización y demás Servicios del Hospital.
198
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
..,.
•
Botiquín existente en una unidad de hospitalización
En ella se almacenan y conservan los medicamentos según sus características para cubrir las
demandas del centro. En esta área podemos distinguir entre la zona de estanterías donde los me-
dicamentos suelen estar ordenados por orden alfabético o grupos terapéuticos y la zona donde
permanecen determinados medicamentos como los sueros (empleados en fluidoterapia) que por
sus características especiales (peso, volumen, etc.) requieren de lugares específicos adecuados para
su almacenaje y conservación.
199
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
3. Area de farmacotecnia
En esta zona se preparan dosis especiales de ciertos medicamentos según las pautas estableci-
das por la comisión de farmacia. La preparación y manipulación de estos fármacos ha de realizarse
en condiciones de higiene y asepsia para evitar riesgos sanitarios. En esta zona también se prepa-
ran fórmulas magistrales, para lo cual el servicio de farmacia cuenta con un laboratorio equipado
con el material preciso. Las fórmulas magistrales son preparados no normalizados que un médico
solicita para una circunstancia especial que sufre el paciente.
Los citostáticos son sustancias farmacológicas que impiden o retardan la división celular. Se
utilizan en el tratamiento contra el cáncer.
Esta zona debe reunir una serie de características mínimas, tales como:
- Área o zona aislada físicamente del resto del servicio en la que no se realicen otras
operaciones.
- El suelo del recinto donde se encuentra ubicada la cabina no se barrerá y se limpiará con
una fregona de uso exclusivo y lejía.
Transporte de productos citostáticos en el hospital. Los Celadores efectúan el traslado de los citos-
táticos desde el Servicio de Farmacia hasta la unidad peticionaria (normalmente Hospital de Día o
Plantas de Oncología).
Para dicho traslado se deben usar contenedores específicos que deben reunir las siguientes
ca racterísticas:
Resistencia al transporte.
- Contener exclusivamente productos citostáticos.
- Etiquetado adecuado. En el exterior del paquete se debe hacer constar la naturaleza del
contenido y paciente destinatario.
Si el agente citostático salpica los ojos se enjuagará el ojo afectado con agua o solución isotóni-
ca durante al menos 15 minutos y luego acudir al especialista (oftalmólogo).
201
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Los derrames accidentales se pueden producir en cualquier proceso en que esté presente un
medicamento citostático (almacenamiento, preparación, transporte y/o administración), por lo
que deberán estar previstos los procedimientos y materiales necesarios para realizar la recogida.
2.1.5.2. La unidosis
En la actualidad en los hospitales el suministro de medicamentos desde el Servicio de Farmacia
se realiza mediante la fórmula o método de "unidosis" o dosis única, es decir, en envases individua-
lizados por paciente (dispensación individualizada de medicamentos). Los medicamentos que han
de ser administrados a éstos son solicitados desde las diferentes unidades hospitalarias por los
supervisores o por los enfermeros a la Farmacia, mediante el correspondiente documento (orden
médica) firmada por el médico correspondiente especificando la medicación diaria por paciente
que se ha de suministrar.
202
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
- Las soluciones orales e inyectables se dosifican con mayor precisión logrando un mayor
aprovechamiento del medicamento.
hospitalización.
del personal sanita rio y de transportar el material que él m ismo clasifica y acondiciona, el
Celador se encarga del movimiento de los bultos y cajas de gran volumen o peso dentro de
la farmacia, cuando así se le requiera.
- Transporte de productos desde otras unidades del hospital hasta la farmacia: determi-
nados productos que puedan recepcionarse en el Almacén General del Hospita l, deberán
ser transportados hasta la farmacia por el Celador. Ig ualmente, en el caso de haber más de
una farmacia (en los complejos hospitalarios compuestos por varios Hospitales) se despla-
zará y se encargará del traslado de material entre las m ismas.
- Preparación de alcohol: el alcohol que se utiliza en las unidades del Hospital está «rebaja-
do» porque se m ezcla con agua destilada, por ser más conveniente en el uso terapéutico,
suministrándose a 70 g rados. La tarea de mezclar el alcohol con el agua destilada se le suele
encomendar al Celador y consiste en verter en un depósito de gran contenido un recipiente
de alcohol y otro de agua destilada, siempre del mismo contenido y volumen para que se
mantenga la correcta proporción.
204
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
Ese depósito cuenta con un grifo por el que mana el alcohol rebajado, siendo el mismo
Celador de la Farmacia quien se encarga de reponer los recipientes vacíos (garrafas) que
llegan desde las unidades del hospital para que se las llenen de alcohol. Igualmente le co-
rresponden las tareas de traslado interno de las garrafas, así como llevar hasta la farmacia
(habitualmente desde el laboratorio) los recipientes con agua destilada.
- Controles e inventarios: el Celador de farmacia debe realizar los recuentos periódicos del
material del que sea responsable al objeto de comprobar las existencias reales de los pro-
ductos almacenados en la farmacia. Igualmente colaborará en el recuento que se lleve a
cabo con ocasión del Inventario general que anualmente o con otra periodicidad se realice
en la farmacia con el mismo objeto de conocer la existencia real del material almacenado.
de t rabajo y para conseguir una mayor eficacia. Para que ello sea posible ha de contar con una
adecuada estructura y responsabilizar a una persona de garantizar el control y organización de
dicho almacén, ésta ha de tener en cuenta el volumen máximo a ocupar por el stock para obtener
el módulo de almacenaje adecuado a cada producto, las características de éstos y el movimiento
de entradas y salidas para evitar que los artículos queden obsoletos.
Para poder controlar las existencias de un almacén, de una forma precisa, se necesita conocer
no sólo el número de entradas y salidas de las mercancías, sino también y muy importante, desde
el punto de vista logístico, de la ubicación de las mercancías en el interior del almacén y de la dis-
ponibilidad de espacios en el mismo.
La clasificación de Pareto ordena los artículos en clases "A': "B" y "C". Los artículos del tipo "A"
serían aquellos que más se utilizan y, por tanto, se guardarán en los lugares más próximos y de fácil
acceso, los de clase "B" tendrían un consumo intermedio y los de clase "C" serían aquellos que se
consumen menos y, como es lógico, tendrían una sustitución o rotación más lenta y se almacena-
rían en los lugares menos accesibles del almacén.
- El inventario tradicional consiste en el recuento de los artículos del almacén, para lo cual éste
debe estar cerrado y todas las operaciones de entrada y salida de artículos debidamente inte-
rrumpidas. Normalmente se realiza una vez al año, generalmente al final del año natural.
207
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
1
El criterio de valoración de mercancías FIFO (firs t in, first out) co'nsid°era que las unidades que
salen del almacén son las más antiguas, según el criterio de renovación de artículos "primero en
entrar, primero en salir".
Por el contrario el método UFO, contempla que la valoración de las salidas del almacén se hace
teniendo en cuenta que la primera unidad que sale es la que entró la última.
A) Previsión de aprovisionamientos
Como su nombre indica, consiste en prever las necesidades de materiales de todo tipo que tenga
la Institución Sanitaria. Es el necesario primer paso en el proceso de adquisición de los suministros.
Esta actividad, al igual que las demás, está directamente relacionada con las prestaciones de la
institución de que se trate y est á encaminada a que éstas sean posibles mediante el estudio de los
medios necesarios para ello.
B) Planificación de adquisiciones
D) Petición de Material
E) Recepción/revisión de mercancías
- Transportista: indicación del nombre del transportista, matrícula del camión en el caso
de cargas completas, nombre del conductor si fuera preciso, etc.
2.0 Para la revisión de la mercancía:
- Control por unidades: cuenteo de unidades.
- Control de lotes: recuento del número de lotes, número de unidades por lote.
- Devolución al proveedor: incluyendo la confección del albarán de los productos rechazados.
- Etiquetado de mercancía: incluyendo referencia, precio unitario, si es el caso, etc.
3. Para el control de calidad
0
- Devolución al proveedor: entrada del dato referente a la cantidad y referencia de los ma-
teriales devueltos por defectuosos y/o no correspondientes.
- Entrada a rotos: dato referente a aquellos artículos que se admiten temporal o definit iva-
mente bajo la indicación de rotos y que serán repuestos o reparados por el proveedor.
Finalmente, el Celador almacenero notificará la recepció n a la unidad administrativa
correspondiente.
F) Guardado de la mercancía
Dicha disposició n debe evitar la acumulación innecesaria de éstos, para una mejor racionaliza-
ción del gasto.
Dependiendo de las dimensiones del almacén y del volumen y peso de las mercancías, el guar-
dado de las mismas deberá reunir una serie de características propias, tales como:
- Posibilidad de formar palets de manera automática o manual.
- Asignación de distintas técnicas de guardado, por zonas, por grupos, por pal et, por proximi-
dad a un pasillo, etc.
- Información en tiempo real de palets pendientes de guardar y estado de la mercancía disponible.
G} Mapa de almacén
La definición del mapa del almacén pasa por una necesaria clasificación de zonas, a saber:
- Recepción/revisión.
- Pulmón de entrada.
- Zona de estanterías de almacenaje/preparación.
- Zona de apilado en bloque.
- Zona de preparación exclusiva .
- Zona de «drive-in».
- Zona de rotos.
- Zona de expediciones.
- Pulmón de salida.
H} Gestión de stock
210
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
Asimismo se debe llevar un control de los artículos que consume cada servicio o unidad para
evitar consumos indebidos.
El control del almacén debe de incluir, lógicamente, no solamente el control de los movimien-
tos de entrada y/o salida, («movimientos externos»), sino también el de los movimientos de reapro-
visionamiento y/o colocación/descolocación («movimientos internos»).
J) Control económico
Esta función corresponde a la Unidad de Intervención, que puede existir en cada hospital, y su
objetivo es cuidar de que se cumplen las previsiones establecidas en los Presupuestos y las normas
de contratación establecidas en la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas.
* Almacén de farmacia.
Almacén de papelería.
* Almacén de mantenimiento.
- Almacén de lencería:
* En este se dan conjuntamente los dos usos anteriores, pues su finalidad es tanto la pro-
visión de ropa personal y de cama a los enfermos, como el dotar del vestuario regla-
mentario al personal.
211
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
La primera patente para un código de barras, que tenía forma circular, fue solicitada en 1949 en
Estados Unidos por N.J. Woodland; los códigos de barras se emplearon por primera vez a princi-
pios de la década de 1960 para identificar material rodante ferroviario.
212
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
- Cadáver: todo cuerpo humano durante los cinco primeros años siguientes a la muerte real.
Esta se computará desde la fecha y hora que figure en la inscripción de defunción en el
Registro Civil.
- Restos cadavéricos: todo lo que queda del cuerpo humano terminados los fenómenos
de destrucción de la materia orgánica, una vez transcurridos los cinco años siguientes a la
muerte real.
213
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Restos humanos: partes del cuerpo humano de entidad suficiente procedentes de abor-
tos, mutilaciones, operaciones quirúrgicas o autopsias. Para su inhumación o cremación
sólo se necesita el certificado facultativo en que se acredite la causa y procedencia de tales
restos. Cuando el médico que lo extienda deduzca la existencia de posibles riesgos de con-
tagio lo pondrá inmediatamente en conocimiento de Sanidad, que adoptará las medidas
oportunas.
- Cuidados postmortem: conjunto de atenciones que se presta a la persona fallecida para su
posterior traslado al mortuorio.
- Rigor mortis o rigidez cadavérica: es el endurecimiento del cuerpo que se produce de dos
a cuatro horas después de la muerte.
- Livideces cadavéricas: como consecuencia del cese de la circulación sanguínea, los he-
matíes comienzan a romperse liberando hemoglobina y decolorando los tejidos. A esta
decoloración se la conoce con el nombre de livor mortis.
- Algor mortis: es el enfriamiento del cuerpo después del fallecimiento; se realiza en condi-
ciones normales a razón de un grado por hora. También denominado frío de la muerte.
214
El CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
La regulación de toda clase de prácticas sanitarias sobre cadáveres y restos cadavéricos se re-
gula en España al amparo del Decreto 2263/1974, de 20 de julio, Reglamento de Policía Sanitaria
Mortuoria y de la Legislación Autonómica que regula la Policía Sanitaria Mortuoria correspondiente
a cada región.
215
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
1• fase: Muerte aparente: es aquella en que desaparecen aparentemente los fenómenos vitales.
Disminuyen los latidos cardiacos, la respiración, la tensión, hasta llegar a estar inconsciente.
2• fase: Muerte relativa: prolongación de la agonía, se suspenden de forma efectiva y duradera
las funciones nerviosas, circulatorias, respiración y siendo posible todavía mediante maniobras
de reanimación, la recuperación en algunos casos.
3• fase: Muerte intermedia: se produce una extinción/desaparición progresiva e irreversible de
la actividad biológica de los diferentes órganos y tejidos.
4ª fases: Muerte absoluta: desaparición total / absoluta de cualquier actividad biológica del
organismo.
La actuación de los Celadores en relación con los pacientes fallecidos, según el Estatuto de
Personal No Sanitario, se centrará en ayudar a las enfermeras o personas encargadas de amortajar
a los enfermos fallecidos, corriendo a su cargo el traslado de los cadáveres al mortuorio. Sobre esta
función conviene destacar dos aspectos, en primer lugar nos habla de una colaboración o ayuda al
personal sanitario relativa a la movilización y aseo del paciente fallecido para que el personal sani-
tario proceda al amortajamiento. La segunda parte de esta función establece una función exclusiva
del Celador del servicio correspondiente como es el traslado del cadáver hasta el mortuorio (si
fallece en urgencias será el Celador de urgencias quien traslade el cadáver al tanatorio).
La situación que se produce entre los familiares cuando el paciente agoniza y especialmente en
el momento del óbito es muy particular, por lo tanto es necesario prestar especial atención a dichas
personas. En dicho momento se debe tranquilizar a la familia, pedirles serenidad y silencio y, con
cierta amabilidad, que se retiren a otras dependencias.
Ante cualquier pregunta de los familiares relacionada con la muerte del paciente, causas, pato-
logía, etc., el Celador les remitirá al facultativo responsable.
El amortajamiento deberá realizarse en la mayor intimidad posible y en el menor plazo, para evi-
tar que aparezca el rigor cadavérico y, posteriormente, el cadáver pueda ser trasladado al tanatorio.
- Asear el cadáver.
- Taponar los orificios naturales, por donde es frecuente que el cadáver pierda sangre o secre-
ciones, mediante algodones o gasas.
- Cerrar los ojos y la boca del cadáver y, si no fuera posible, anudar una venda desde el men-
tón a la cabeza.
216
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
- Doblar la sábana de forma que cubra todo el cadáver e identificarlo con una etiqueta colo-
cada en un lugar bien visible.
- Cubrir el cuerpo totalmente con otra sábana o con una funda con cremallera fabricada es-
pecíficamente para envolver cadáveres y pasarlo a una camilla para su traslado al mortuorio.
El traslado al mortuorio deberá realizarse, una vez recibido el parte de traslado correspondien-
te, por lugares poco frecuentados y de una forma discreta frente al resto de los enfermos o familia-
res que los visitan.
Si al cadáver debiera realizársele previamente una autopsia, deberá ser conducido por el
Celador hasta la sala correspondiente, donde será depositado en una cámara frigorífica.
El Estatuto de Personal no Sanitario establece con respecto a las funciones del Jefe de Personal
Subalterno: "Es misión suya informar a los familiares de los pacientes fallecidos en la Institución,
sobre los trámites precisos para llevar a cabo los enterramientos, y si es necesario los pondrán en
contacto con la oficina administrativa correspondiente para completar dicha información''.
b) También se req uiere de entradas para depósito de cadáveres (ocultas si es posible a la vista
del público), estas entradas deben ser dos: una interna desde el hospital y otra externa.
c) El complejo requiere de una zona de transición entre las áreas de: depósito de cadáveres
(zona limpia) y área de disección (zona sucia).
d) Despachos para manejo de documentos por parte de: patólogos, técnicos, clínicos, perso-
nal de funeraria, etc.
- Los vestuarios, adyacentes a la zona de disección, sin pasillos, con otra entrada desde el
área limpia. Femeninos y masculinos (ropa protectora, material de ducha).
- Barreras físicas: que marquen los límites entre zona limpia y zona sucia, invitando al perso-
nal ajeno a mantenerse en la zona limpia.
217
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
l
L
- Con sistema de extracción de aire para prevenir aumento de gases de formol (máximo per-
mitido 2 ppm).
218
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
- Zona limpia, separada del área de disección por pantalla transparente y sistema para comu-
nicación o ral. El flujo de aire no vendrá desde la zona "sucia''.
La apertura del cráneo se realiza mediante una incisión cutánea que va de una oreja (apófisis
mastoide) a la otra, separando el cuero cabelludo y posteriormente se debe serrar la bóveda cra-
neal con una sierra circular, se retira la bóveda craneal y se extrae el cerebro.
219
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
La apertura del abdomen y tórax se lleva a cabo mediante una incisión desde el cuello hasta el
pubis, posteriormente para la apertura completa del tórax se realiza una resección de la parte ósea
que comprende el esternón y la parte anterior de las costillas. Posteriormente se extraen los órga-
nos internos del tórax como corazón, pulmones, etc. Y los del abdomen como hígado, estómago,
intestinos, etc.
En apertura del raquis se coloca el cadáver en decúbito prono y se realiza una incisión sigue
una línea media y vertical sobre la apófisis espinosa. Para abrir el conducto raquídeo se secciona
las láminas vertebrales.
primer día del último período menstrual normal, que es la forma de valorar habitual-
mente la edad de gestación. Si se aplicara este criterio temporal, habría que considerar
autopsias fetales a partir de la 14 semana de gestación.
221
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Proveedora de órganos, tejidos y extractos: que puedan servir para ser utilizados en bene-
ficio de los vivos, siempre que se cuente con la autorización de los familiares directos.
- Sala de autopsias con una superficie mínima de veinte metros cuadrados, dotada con una
mesa de autopsias, agua corriente: fría y caliente, sistema de aspiración, desagüe accesible,
mecanismo antirretorno, iluminación eléctrica adecuada, ventilación directa o forzada y, en
cualquier caso, extractores de aire directos al exterior.
- Refrigeradores de cadáveres con capacidad para dos cadáveres cada doscientas camas de
hospitalización o fracción.
- Local de secretaría.
- Que la autopsia no es una disección general del cuerpo, sino que requiere una técnica ana-
tómica minuciosa.
- Debe respetarse toda anomalía y toda lesión que se encuentre, hasta la finalización de su
estudio.
Todas las incisiones cutáneas que se le realizan al cadáver deben ser lineales y perpendiculares
a la superficie del cuerpo, para facilitar su posterior recomposición mediante el cosido de la piel.
No debe olvidarse que el cuerpo que está en la mesa de autopsias era un paciente vivo y que se
tiene que tratar con suavidad y respeto, en un ambiente de estudio científico y eficacia silenciosa.
No se debe permitir la entrada a la sala de personal que no vaya a trabajar con el cadáver.
Existen varias técnicas de autopsia, pero sus variaciones radican en el orden y forma de
disección:
b) Técnica de Ghon: consiste en extraer los órganos en tres bloques, cuello y tórax, abdomen
y retroperitoneo, realizándose la disección separada de cada bloque.
- Resumen de la Historia Clínica especificando los t ratamientos y/o t écnicas quirúrgicas rea-
lizadas al paciente y diagnóstico clínico.
- Anotaciones sobre la posible causa de la muerte.
- Permiso o autorización para efectuar la autopsia. Debe constar el nombre del fa-
llecido, fecha y lugar. El permiso lo dan los parientes más próximos (primera línea de
consanguinidad), cónyuge, padre o madre, hijo o hija. Si no existen parientes directos
la autorización la efectuará la persona que se hace cargo del funeral. Esta autorización
se da por escrito.
- Resumen de datos clínicos. En el informe del paciente, constará su nombre, edad, sexo,
nombre del hospital, número de la Seguridad Social, de la Historia Clínica y la fecha y hora
de la muerte. Además se acompañará de un resumen de su patología actual, antecedentes,
examen físico, datos de laboratorio, estudios complementarios, y del curso clínico de su
enfermedad, diagnóstico final y nombre y firma del médico responsable; este resumen irá
acompañado de la Historia clínica.
223
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Registro de datos. Se realizará a medida que avanza la procesión. Las descripciones más
exactas son las efectuadas a medida que se diseca.
- Cuidado del cadáver. Se deben tener las mismas consideraciones que con el cuerpo vivo.
Se creará un ambiente de respeto e intimidad. No se permitirá la entrada a personas ajenas
a la realización de autopsia.
* Examen externo: datos de identidad (peso, talla, color de la piel y ojos), datos sobre los
datos de la muerte (fenómenos cadavéricos) y datos sobre la causa de la muerte.
* Examen interno: existen varias técnicas para la apertura de las cavidades corporales,
pero la más utilizada es la de Virchow.
- Muertes misceláneas:
* Cadáveres no identificados.
Teniendo en cuenta esta resolución en la práctica hospitalaria las funciones que realiza el
Celador Auxiliar de Autopsias se pueden concretar entre otras en:
- Preparar el cadáver para realizar la autopsia, así como efectuar los movimientos del mismo
que fueran necesarios para su práctica.
- Cualquier otra misión de carácter auxiliar que le fuere encomendada por el personal médi-
co en relación con la práctica de autopsias y las actividades habituales de anatomía patoló-
gica (pesaje de órganos, anotaciones, almacenamiento de órganos, etc.).
- Limpieza externa e interna del cadáver, rellenando los huecos viscerales (generalmente con
papel de celulosa).
225
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Volver a amortajar y colocar el cadáver en el mortuorio, cuidando del aspecto externo del difunto.
- Vigilar que no acceda a estas dependencias más que el personal autorizado para ello.
- Introducir en cubos herméticos restos humanos para su traslado e incineración por una
empresa autorizada.
- Entregar las muestras orgánicas (las biopsias serán trasladadas al laboratorio de Anatomía
Patológica donde serán procesadas y archivadas por un Técnico Superior en Anatomía
Patológica y Citología) o de otro material en los servicios correspondientes.
a) Deben ser de diseño sencillo, de acero inoxidable, con bordes sobreelevados o de piedra.
b) Debe contar con un sistema de drenaje, manguera con rociador y estar provista de un
reservorio para el agua y un lugar destinado al instrumental.
c) La mesa deberá estar diseñada con unos parámetros determinados: 2, 1O m de longitud por
0,75 m de anchura para que pueda albergar cadáveres de todas las tallas. Uno de sus lados
puede estar graduado en centímetros para facilitar la lectura d e la talla.
d) Constará de: conexión eléctrica, lavabo ahondado para la apertura intestinal, conexión para
aspirador, destinado a la extracción de líquidos y limpieza de cavidades del cuerpo, sistema
de balanza ubicado en una mesa contigua, para la pesada de vísceras ...
226
El CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
e) Mesita anexa para colocar los distintos objetos que se van a necesitar en el curso de la
autopsia, cuyo tablero sea de metal o de cristal para facilitar su limpieza. También es acon-
sejable disponer de otra para practicar los cortes de las vísceras.
- Equipo de dictado accionado por pedal.
- Equipo fotográfico.
- Equipo de rayos X.
- Campana extractora para eliminación de olores desagradables.
- Congelador.
- Sierra.
- Balanza.
- Microscopio de disección.
- Depósito de formol.
- Caja de instrumental.
- Pila con agua.
- Estantes.
1 ' •
6. Instrumentos accesorios: navaja barbera, sonda acanalada, estilete, lente de aumentos,
zócalos de madera, bocales y frascos para recoger vísceras, portaobjetos, asas de platino,
tubos de ensayo estériles, medios de cultivo.
7. Medios de reproducción gráfica: equipo fotográfico y de vídeo.
- Mascarilla quirúrgica.
- Pantalones de quirófano.
- Bata larga.
228
El CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO11 11111
Todo, salvo botas y gafas, debe desecharse o lavarse adecuadamente después de la autopsia.
Botas: se introducen en baño desinfectante al acabar la autopsia en recipiente situado entre los
baños y la zona de disección.
l. Guantes
- Se recomienda el uso de guantes de látex y desechables.
- Éstos son la protección de barrera más importante en este
servicio.
- Los guantes se deben usar siempre que:
* Se vaya a tocar directamente sangre y fluidos corporales así
como en el manejo o limpieza de los instrumentos.
" Manipulen objetos que se retiren del cuerpo catéteres,
sondas, etc., es decir, cualquier objeto utilizado en procedi-
mientos invasivos.
* Cuando el Celador tenga heridas o cortes en las manos, ya que constituirían una puerta
de entrada de gérmenes.
2.Batas
Las batas que se suelen usar son desechables, es decir, de un solo uso. Con la correcta colo-
cación de las batas se impide que existan salpicaduras de sangre que alcancen al tronco o a las
extremidades.
Las batas actuales son perfectamente impermeables por lo que la seguridad es mucho mayor.
3. Mascarillas y gafas
Las mascarillas y las gafas, al igual que las ba-
tas, se utilizan para prevenir las salpicaduras de
los fluidos corporales. Asimismo existen enfer-
medades que se transmiten por las vías respira-
torias (tuberculosis, etc.). Ante estas situaciones
se recomienda el uso de mascarillas de alta reso-
lución para evitar el contagio.
4. Lavado de manos
El procedimiento del lavado ordinario de
manos es uno de los pilares básicos para evitar
la contaminación a través de microorganismos.
229
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZDE SALUD
5. Pasos a seguir ante una exposición accidental con fluidos corpora les
Aunque se utilicen perfectamente los medios de protección pueden existir situaciones en las
cuales exista una exposición accidental con sangre u otros líquidos corporales.
En estos casos la manera de proceder es:
* Limpiar la herida con abundante agua y dejar que la sangre fluya durante 2 o 3 minutos.
- Compuestos e/orados. Dichos compuestos presentan la propiedad de que, cuando son di-
sueltos en agua, ejercen sobre el lugar donde han sido empleados una triple acción: desin-
fectante, decolorante y desodorante. En la actualidad son los más empleados para la des-
infección de suelos y superficies en la sa la de autopsias. Un referente claro de este grupo lo
componen las lejías (hipoclorito sód ico).
230
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
ciados a otro tipo de susta ncia para así poseer una mayor capacidad como desinfectante.
Además de desinfectar ejercen también un efecto desodorante sobre la piel.
- Alcoholes. Están catalogados dentro del grupo de los desinfectantes de bajo poder. Están
en desuso, aunque todavía se siguen empleando para la desinfección de pequeñas zonas
cutáneas, como ocurre cuando se va administrar una inyección por vía intramuscular o en-
dovenosa, cuando se va a extraer sangre, etc. Es también utilizado en el laboratorio por su
capacidad de fijación.
?. Instrumental
8. Levantamiento de carga
Las lumbalgias suelen ser problemas habituales en personas que levantan cargas. El trabajo en
los servicios de tanatorios y autopsia se desarrolla en parte manipulando cadáveres, por lo que las
técnicas correctas de manipulación deben ser conocidas.
- La hospitalización de los pacientes por procesos que así lo req uieran se realizará en las uni-
dades psiquiátricas de los hospitales generales.
- Se desarrollarán los servicios de rehabilitación y reinserción social necesarios para una ade-
cuada atención integral de los problemas del enfermo mental, buscando la necesaria coor-
dinación con los servicios sociales.
- Los servicios de salud mental y de atención
psiquiátrica del sistema sa nitario general cu-
brirán, asimismo, en coordinación con los
servicios sociales, los aspectos de prevención
primaria y la atención a los problemas psico-
sociales que acompañan a la pérdida de salud
en general.
En aplicación de estos objetivos:
Hasta hace poco tiempo, toda la atención sanitaria estaba centrada en la enfermedad; actual-
mente, el énfasis se sitúa cada vez más en la promoción y prevención de la salud. La definición de la
OMS sobre la salud deja claro que el estado mental forma parte de la idea de salud de las personas
y de las sociedades.
Según la OMS, se define la salud como el estado completo de bienestar físico, psíquico y men-
tal, y no solamente la ausencia de enfermedades. Y la salud mental como la capacidad para conse-
guir unas relaciones armoniosas con los demás y para participar o contribuir de manera constructi-
va a la modificación del medio social o físico.
¿Es posible tener un adecuado nivel de salud sin salud mental?, la respuesta es claramente
negativa. A pesar de ello, la sociedad sigue marcando unas líneas de comportamiento y de pen-
samiento, unos elementos culturales que sistemáticamente excluyen esta parte del ser humano
relegándola a lo marginal.
La asistencia psiquiátrica ha estado segregada del resto de la atención sanitaria, hasta que la
Ley General de Sanidad lo recuperó en la red asistencial general.
En los últimos años la asistencia psiquiátrica ha cambiado en muchos aspectos. Se han creado
centros de salud mental, hospital de día, pisos protegidos, comunidades terapéuticas .. . desapare-
ciendo el llamado manicomio, donde se intentaba encerrar y alejar al enfermo mental de la pobla-
ción sana. Actualmente, los manicomios han dado paso a las unidades de agudos de los hospitales,
donde se tratan casos de carácter temporal.
233
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Desintoxicación.
. ¡ ·•
Tiene carácter transitorio; sin embargo, en algunos casos en los que no se dispone de recursos
laborales, socia les o familiares, puede llegar a ser permanente.
Estos pisos varían en número de ocupa ntes, grado de autonomía, movilidad de los integrantes,
autonomía económica, sexo, etc.
La regulación nerviosa de las manifestaciones emocionales radica en una serie de centros co-
nectados entre sí y hace muy complicado el estudio fisio lógico.
La neurosis es un trastorno emocional y se diferencia de la psicosis en que es reconocido por
el paciente afectado, mientras que los pacientes psicóticos ignoran su propio est ado debido a la
alteración que presenta su integración mental. Las neurosis emocionales aparecen en pacientes
con shock emocional.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) define la neurosis como trastornos mentales
sin base orgánica demostrable en los que el paciente puede tener considerable introspección y tiene
indemne el sentido de la realidad, de forma que habitualmente no confunde sus experiencias subjetivas
y fantasías mórbidas con la realidad externa. La conducta puede estar seriamente afectada, pero la
personalidad no está desorganizada.
Según el DSM-IV los trastornos del estado de ánimo o afectivos se clasifican, a su vez, en tres
grupos:
1. Episodios afectivos:
- Episodio depresivo mayor. Trastorno afectivo mayor caracterizado por un humor disfó-
rico persistente acompañado de ansiedad, irritabilidad, temor, trastornos del sueño y
del apetito, dism inución de la energía, sentimientos de culpabilidad, disminución de
la concentración, pensamientos de muerte o suicid io (comprobar que no tiene a su
alcance medios con los que pueda auto lesionarse).
- Episodio maníaco. En el episodio maníaco encontramos un estado de ánimo anorma l-
mente elevado, expansivo o irritado y dura por lo menos una semana.
- Episodio mixto. Se dan episodios tanto maníacos como depresivos y con un período
de tiempo al menos de una semana de duración. Se pasa de la alegría a la tristeza y se
acom pañan de síntomas del episodio maníaco y depresivo mayor.
236
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
2. Trastornos depresivos:
- Trastorno depresivo mayor. Está caracterizado por uno o más episodios depresivos ma-
yores, pero sin episodios maníacos, mixtos o hipomaniacos. Este trastorno puede ser un
único episodio o recidivante. Su riesgo se da con mayor frecuencia en mujeres.
3. Trastornos bipolares. Según la OMS «constituye una psicosis afectiva que puede aparecer
ya en forma depresiva, ya maníaca, en forma sucesiva o con un intervalo de normalidad».
Se le denomina también psicosis afectiva bipolar, psicosis fasotímica y ciclotimia.
- Manifestaciones de síntomas físicos, tales como aumento o disminución del apetito, pér-
dida o aumento de peso, insomnio (dificultad para dormir, sueño interrumpido, desper-
tar temprano), estreñimiento, sequedad de boca, dolores generalizados, impotencia,
pérdida de deseo sexual, dolores de cabeza y visión borrosa.
4.3.2. La ansiedad
El temor y la ansiedad son una experiencia universal. Se siente ansiedad desde el nacimiento, y
los métodos que se aprenden para combatirla forman la base de la personalidad. La ansiedad no se
puede considerar por sí sola como un estado patológico. Se podrá considerar como tal cuando su
duración e intensidad sean excesivas.
Psicopatología
Alteraciones de la sensopercepción
.../. ..
238
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
Errores sensoriales
239
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Ideas delirantes: son representaciones falsas irrebatibles por la lógica, ya que el indivi-
duo mantiene un alto grado de convicción (ejemplo, ideas delirantes de g randeza, de
persecución, etc.). Constituyen el trastorno mental deno minado paranoia.
Según la forma del pensamiento
- Autismo, que se define como un aislamiento en un mundo de fantasía, propio y artifi-
cial; el sujeto se desinteresa del mundo exterior y no siente necesidad de nada.
•Alteraciones de la consciencia
- Confusión. El sujeto no recuerda lo que percibe, es incapaz de integrarlo en el pensamien-
to. Es una pérdida del control voluntario sobre las facultades intelectuales. Por lo tanto
hay desconexión de los tres procesos psíq uicos: percepción, recuerdo y pensamiento.
...,..
240
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
- Delirio. Son trastornos de curso rápido que están unidos a trastornos sensoperceptivos
(alucinaciones) y a la configuración que se hace de ellos (ideas delirantes). El pensa-
miento es incongruente o inconexo y casi siempre hay un sustrato orgánico que lo
justifique: delirium tremens (alcoholismo), delirios causados por fiebres altas .. .
- Estados crepusculares. El crepúsculo se presenta como una situación borrosa donde
las percepciones están dificultadas; se falsean las situaciones, es como si se recordara
en sueños. Su aparición es repentina y su desaparición también, y son estados cortos
en el tiempo. Suelen aparecer en enfermedades orgánicas (lesiones cerebrales, reac-
ciones exógenas agudas, etc.), en cuadros histéricos y en la epilepsia.
- Hipervigilia. Sensación subjetiva de claridad mental, que no se relaciona con una ma-
yor atención real y que puede acompañarse de distraibilidad.
Alteraciones de la memoria
Alteraciones cuantitativas
- Hipermnesia. Aumento anormal de la capacidad de recordaren determinadas situaciones.
- Amnesia. Incapacidad para el recuerdo de forma total o parcial. Puede ser:
Retrógrada (respecto al período previo a la aparición del trastorno).
* Anterógrada (comprende el período siguiente a la aparición del trastorno).
* Lagunar (respecto a un período concreto).
* Afectiva (ciertos factores afectivos y emocionales hacen que la persona olvide
acontecimientos determinados de su vida).
Alteraciones cualitativas
- Paramnesia. Lo constituyen los falsos recuerdos, las distorsiones y los errores amnési-
cos patológicos. Puede referirse al recuerdo y al reconocimiento.
...!...
241
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Paramnesia del recuerdo. Se trata de una distorsión del recuerdo que la persona hace
respecto a situaciones ya vividas.
- Paramnesia del reconocimiento. El sujeto distorsiona el reconocimiento de lo vivido,
quizá por una codificación errónea.
Alteraciones de la afectividad
Psicopatología de la psicomotricidad
...!...
242
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
Psicopatología de la inteligencia
- Retraso mental. Funcionamiento intelectual por debajo del promedio, que aparece
junto a déficit de adaptación, y que se manifiesta durante el período de desarrollo.
Coeficiente Intelectual; menor 69 (deficientes), entre 70 y 79 (borderline o de inteligen-
cia límite), entre 90 y 109 (inteligencia normal), entre 11 O y 11 9 (superdotado) y mayor
de 140 (genio).
243
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Esquizofrenia.
- Trastorno delirante o paranoide. Es una enfermedad mental crónica que presenta un único
síntoma importante: ideas delirantes o paranoia secundaria, ideas falsas absurdas, patológicas,
pero derivadas de sucesos vividos por el sujeto y que son comprensibles psicológicamente.
- Trastorno psicótico breve. Este trastorno es de inicio agudo, pudiendo aparecer de forma
repentina o como consecuencia de un acontecimiento estresante. Su sintomatología se ca-
racteriza por la presencia de delirios, alucinaciones de cualquier tipo y confusión mental. La
sintomatología es cambiante y variable, tanto en forma como en intensidad y su duración
es de días o semanas. Es de buen pronóstico.
Esquizofrenia
La OMS la definió como (1958):
"Grupo de psicosis en las que se presenta una deformación fundamental de la personalidad, una
distorsión característica del pensamiento, una sensación de ser dominado por fuerzas extrañas, delirios
que pueden ser extravagantes, percepción perturbada, anormalidades en el aspecto y que no se ajustan
a la situación real y autismo. Sin embargo, se mantiene usualmente una consciencia clara y una capa-
cidad intelectual intacta:'
Es una psicosis de inicio precoz, de curso crónico, que se caracteriza por una gran distorsión de
la realidad, con trastornos del lenguaje y la comunicación, aislamiento socia l y desorganización y
fragmentación del pensamiento, la percepción y las reacciones emociona les.
244
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
Con frecuencia hay también apatía y confusión, delirios y alucinaciones, formas del lenguaje pecu-
liares con evasividad, incongruencias y ecolalia, conducta extraña y labilidad emocional. Este trastorno
puede ser leve o requerir una hospitalización prolongada. No se conoce su etiología (origen), aunque, por
lo general, se invocan factores genéticos, bioquímicos, psicológicos, interpersonales y socioculturales.
El tratamiento consiste en la administración de tranquilizantes y antidepresivos junto con ansiolíticos.
La terapia ambiental y la psicoterapia de grupo pueden resultar muy útiles para conseguir un
ambiente adecuado en el cual el paciente pueda ponerse en contacto con la realidad, aumentar su
capacidad de comunicación y aprender a adaptarse al estrés.
4.3.5.1. Alzheimer
"Proceso degenerativo con cuatro estadios de gravedad y dependencia. De curso crónico. Inicio
insidioso (pérdida de memoria) hasta alcanzar un estadio máximo incapacitante".
Demencia presenil caracterizada por confusión, inquietud, agnosia, alteraciones del lenguaje,
incapacidad para realizar movimientos intencionados y alucinaciones. El paciente puede caer en
hipomanía, rechazar los alimentos y perder el control de la función esfinteriana. Los hallazgos pa-
tológicos son las placas miliares de la corteza y la degeneración fibrilar en las células piramidales
ganglionares. No existe tratamiento para la curación, pero el mantenimiento de una nutrición ade-
cuada puede retrasar la progresión de la enfermedad.
A) Etiología
245
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Otros estudios señalan qu¿ los agentes virales, desórdenes metabólic~s, y los pest icidas son
causa de esta demencia, pero estos estudios no son concluyentes.
B) Clínica
En esta etapa temprana la actividad social y laboral está alterada pero se mantiene la capacidad
para el autocuidado. Este estad io tiene una duración aproximada de 2-4 años y se observan:
- Comienzan las alteraciones del lenguaje (afasia). Tiene dificultad para nombrar personas y
cosas (agnosia).
En esta etapa el paciente es capaz de mantener una conversación, comprende bien y utiliza los
aspectos sociales de la comunicación.
Comienzan los trastornos apráxicos: "incapacidad de vestirse si se altera el orden de las ropas''.
247
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Cuida del entorno ambiental de los pacientes, levantando persianas por la mañana y baján-
dolas por la noche. Favorecerá el descanso nocturno controlando los ruidos.
- Vigila a los pacientes ante posibles agresiones o autolesiones. Las unidades de agudos
poseen sistemas de seguridad para evitar "accidentes" en pacientes con ideas delirantes o
suicidas; para ello se utilizan enchufes e interruptores especiales, las ventanas poseen una
cerradura para ser abiertas, sistemas antiincendios, etc.
- Anima y acompaña a los pacientes con prescripción médica a pasear por las zonas ajardi-
nadas contiguas al centro sanitario. Es importante recomendar la realización de ejercicio
físico.
- Vigila a los pacientes en sus paseos o cuando salen al exterior en recintos acotados.
248
El CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
- Evaluación diaria del nivel de precauciones contra el suicidio por su médico, actualizada en
órdenes médicas.
- Contacto personal continuo con algún miembro del equipo, con actitud de escucha.
- Algún miembro del equipo asistirá a las actividades en común con estos pacientes (en la
planta o fuera de ella), si así lo autoriza su médico, y siempre que sea posible.
- Si precisa utilizar material de riesgo (máquinas de afeitar, etc.) permanecer a su lado mien-
tras lo use.
- Conocer la deambulación (situación) del paciente en cada momento. Siempre que sea pre-
ciso y si no hay otra opción permanecerá en el control de enfermería (si hay poco personal)
o en aislamiento en caso de máxima vigilancia.
- Si fuera necesario se procederá al aislamiento y sujeción mecán ica, siempre bajo prescrip-
ción médica. Este procedimiento se utilizará como ultimo recurso y sólo si otros métodos
(verbal, ambiental, etc.) han fracasado.
- El resto de pacientes no deben colaborar en este procedimiento por lo que se pedirá que se
retiren.
- La sujeción se llevará a cabo por todo el equipo presente, incluido el médico psiquiatra.
249
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- El médico realizará una valoración continua para comprobar el estado del paciente, indi-
cando el momento de la liberación. Estas prácticas no se prolongaran más del periodo es-
trictamente necesario para alcanzar su propósito.
- Información por parte del médico al paciente y a la familia, en el caso de que el paciente
deba ser ingresado.
Actualmente existen tres tipos de contención del enfermo psiquiátrico que son la reducción
verbal (tranquilizar, estimular la confianza, etc.), la farmacológica (fármacos para relajar al paciente)
y la reducción física (algunos autores nombran una cuarta denominada reducción ambiental - con-
trol de los estímulos, espacios adecuados ...-). A continuación desarrollaremos el procedimiento de
reducción física:
4.5.3.2. Indicaciones
1. Conducta violenta de un paciente que resu lte peligrosa para él mismo o para los demás.
3. Representan una amenaza para su integridad física debido a la negación del paciente a
descansar, beber, dormir, etc.
4. En situaciones de riesgo que no puede ser controlado de ninguna otra manera, pueden
contenerse temporalmente, para recibir la medicación, o durante largos periodos, si no
250
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
Es frecuente que los pacientes sujetos se calmen después de transcurrido algo de tiempo.
S. A nivel psicodinámico, estos pacientes incluso pueden recibir con satisfacción el control de
sus impulsos, pero deben estar indicados terapéuticamente.
3. Preparación del personal: debe despojarse de todo objeto peligroso para su integridad
física y también la nuestra (gafas, relojes, pulseras, pendientes, etc.).
4. Evitar público: ya que el paciente va a adoptar una posición más heroica que la que tendría
si estuviera solo. Además servirá para aumentar la ansiedad en los demás pacientes (espe-
cialmente en pacientes paranoides).
6. Número de personas: será de cuatro o cinco, es importante que el grupo sea lo más nume-
roso posible, porque una demostración de fuerza puede ser suficiente para interrumpir la
acción. Cada una de las extremidades será sujetada por un miembro del equipo.
7. Actitud del personal: se va a reducir a un paciente con intención terapéutica. Deben dis-
ponerse de sedantes parenterales. Nunca utilizarlo como un castigo.
9. Sujeción: cada miembro tiene asignada una extremidad. Se deben evitar los huesos largos
y tórax, por riesgo de lesiones. Se sujetarán las extremidades en la zona más distal.
1O. Siempre debe estar autorizada por el médico, aunque sea de forma de verbal, pero siem-
pre mejor por escrito en la hoja de órdenes médicas.
11. Se debe registrar minuciosamente la razón de la contención, la duración, el curso del trata-
miento y la respuesta del paciente mientras esté sujeto.
12. Se deben emplear exclusivamente sistemas homologados de sujeción física (ejemplo; segufix®).
251
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- El tronco se debe sujetar firmemente a la cama con la correa especial (más ancha) diseñada
para ese efecto. Cuidando que no esté floja, porque podría deslizarse por ella y ahorcarse,
ni tampoco excesivamente fuerte, que le dificulte la respiración.
- La sujeción debe permitir administrar perfusión endovenosa por el antebrazo, así como
recibir líquidos o alimento.
- Mantener la cabeza del paciente ligeramente levantada para disminuir sus sentimientos de
indefensión y para reducir la posibilidad de aspiración pulmonar.
- Comprobar periódicamente cada poco tiempo las sujeciones por la seguridad y la como-
didad del paciente.
- Incluso cuando están sujetos, la mayoría de los pacientes necesitan medicación antipsicó-
tica de manera concentrada y por vía intramuscular.
252
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
- Cuando el paciente esté bajo control, se deben ir eliminando las restricciones a intervalos
de cinco minutos, hasta que el paciente tenga sólo dos. Las restantes se eliminaran al mis-
mo tiempo, ya que el paciente no se puede contener con una sola sujeción.
- La sujeción mecánica debe continuar el menor tiempo posible, a medida que el paciente
se va t ranquilizando se le deben ir retirando sujeciones.
a) Para evitar tromboembolismos, sobre todo en ancianos, debe liberarse una extremidad de
las cuatro cada 30 minutos.
b) Para una inmovilización superior a las 24 h o en pacientes con factores de riesgo requerirá
hacer profilaxis de trombosis, con heparina de bajo peso molecular (HBPM).
1 •• •
Dentro del internamiento forzoso encontramos dos situaciones:
1.ª Internamiento urgente: en este caso se permite y recomienda el traslado del paciente de
forma inmediata a un centro psiquiátrico por decisión médica o por la persona que esté al
cuidado del interesado.
Tal y como indica el art. 763, se dará cuenta dentro de las 24 horas primeras al Juez, o bien,
si existieran problemas para ingresarlo, se solicitará en el Juzgado de Guardia su ingreso
urgente con la documentación acreditativa de encontrarse en tal situación clínica.
Ortega Monasterio y Talón Navarro (1986), dan como indicaciones médicas que aconse-
jan un internamiento forzoso las siguientes:
1. Riesgo de autoagresividad.
2. Riesgo de heteroagresividad.
4. Grave enfermedad mental, que aunque no incluya inicialmente ninguno de los supues-
tos anteriores, suponga un riesgo de agravación en caso de no ser adecuadamente tra-
tada.
2.ª Internamiento ordinario no urgente: igualmente está contemplado en el art. 763 del CC y
tiene las mismas indicaciones que en el ingreso urgente. Se solicitará a la autoridad judicial,
bien por parte de familiares, tutores o centros asistenciales, la propuesta de ingreso del
paciente, y el Juez, tras examen directo del afectado y el dictamen de un facultativo por él
designado (Médico Forense u otro médico), para llegar a la existencia o no de una causa
médica que justifique el ingreso, concederá o denegará la autorización del internamiento,
poniéndolo en conocimiento del Ministerio Fiscal, como indica el art. 763 del Código Civil y
a los efectos preventivos del art. 757 apartado tercero y art. 758.
El Juez de oficio recabará información sobre la necesidad de proseguir el internamiento,
cuando lo crea pertinente, y, en todo caso, cada seis meses, y acordará lo procedente so-
bre la continuación o no del internamiento (art. 211). La información el Juez la solicitará
bien a los facultativos que le están asistiendo en el centro donde se encuentra ingresado el
paciente, o puede indicar que sea reconocido y emitir informe al respecto por un Médico
Forense o un médico especialista por él designado.
Son pacientes que presentan especiales dificultades en el manejo previo y durante el traslado.
En los casos de agitación psicomotriz será preciso la contención física y, en muchas ocasiones, la
administración de fármacos que procuren la sedación suficiente, sin olvidar, en ningún momento,
la utilización de habilidades comunicativas y otro tipo de intervenciones de tipo psicológico.
No debería, en ningún caso, iniciarse el traslado de un paciente agitado hasta que se ofrezcan
las garantías de seguridad imprescindibles para su realización.
254
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
El objetivo general del sistema de información sanitaria del Sistema Nacional de Salud
será responder a las necesidades de los siguientes colectivos, con la finalidad que en cada caso se
indica:
a) Autoridades sanitarias: la información favorecerá el desarrollo de políticas y la toma de de-
cisiones, dándoles información actualizada y comparativa de la situación y evolución del
Sistema Nacional de Salud.
c) Ciudadanos: contendrá información sobre sus derechos y deberes y los riesgos para la sa-
lud, facilitará la toma de decisiones sobre su estilo de vida, prácticas de autocuidado y uti-
lización de los servicios sanitarios y ofrecerá la posibilidad de formular sugerencias de los
aspectos mencionados.
• . 1
El sistema de información sanitaria contendrá información sobre las prestaciones y la cartera de
servicios en atención sanitaria pública y privada, e incorpo rará, como datos básicos, los relativos a
población protegida, recursos humanos y materiales, actividad desarrollada, farmacia y productos
sanitarios, financiación y resultados obtenidos, así como las expectativas y opinión de los ciudada-
nos, todo ello desde un enfoque de atención integral a la salud, desagregando por sexo todos los
datos susceptibles de ello.
Con el fin de lograr la m áxima fiabilidad de la información que se produzca, el Ministerio res-
ponsable de Sanidad, previo acuerdo del Consejo lnterterritorial del Sistema Nacional de Salud,
establecerá la definición y normalización de datos y flujos, la selección de indicadores y los re-
querimientos técnicos necesarios para la integración de la información y para su análisis desde la
perspectiva del principio de igualdad entre mujeres y hombres.
El sistema de información sanitaria estará a disposición de sus usuarios, que serán las
Administraciones públicas sanitarias, los gestores y profesionales de la sanidad y los ciudadanos,
en los términos de acceso y difusión que se acuerden en el Consejo lnterterritorial del Sistema
Nacional de Salud.
Las Comunidades Autónomas, la Administración General del Estado y las Entidades Gestoras de
la Seguridad Social aportarán a este sistema de información sanitaria los datos necesarios para su
mantenimiento y desarrollo. Del mismo m odo, las Administraciones autonómicas y estatal tienen
derecho de acceder y disponer de los datos que formen parte del sistema de información que pre-
cisen pa ra el ejercicio de sus competencias.
La cesión de los datos, incluidos aq uellos de carácter personal necesarios para el sistema de
información sanitaria, estará sujeta a la legislación en materia de protección de datos de carácter
personal y a las condiciones acordadas en el Consejo lnterterritorial del Sistema Nacional de Salud:'
256
El CELADOR EN SU PUESTO DETRABAJO 11 11111
- Evaluación (básicamente del proceso, pero también de la estructura y del resultado. Aporta
los elementos necesarios para programar acciones de salud, orientar la asignación de recur-
sos humanos y materiales así como planificar problemas de salud).
- Datos de identificación: nombre y apellidos, dirección postal y teléfono, sexo, lugar y fecha
de nacimiento, número de S.S. y DNI, médico y enfermera asignados y fecha en la que se
realizó la historia.
Datos preventivos
- Adulto; hoja de Historia Clínica, hoja de seguimiento y carpeta con datos administrativos.
- Es una carpeta de cartulina que tiene dos funciones: servir de continente al resto de la
Historia Clínica y registrar la información de identificación del usuario.
3. Antecedentes familiares: referidos a padres, hermanos, etc., sobre todo los referidos a
1AM, ACV, HTA, diabetes, dislipemia, cáncer, e. renal.
S. Antecedentes personales: deben figurar en(+) o en(-) para que conste si se le ha pregun-
tado al paciente como mínimo los referidos a HTA, diabetes, intervenciones quirúrgicas.
6. Hábitos tóxicos:
8. Resumen de problemas: anotar si proceden los problemas de salud más importantes, so-
bre todo los que se contemplan en el listado de patologías crónicas.
258
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
- Por orden alfabético: sólo es útil en el medio rural con poca densidad de población.
- Por orden de apertura:
* Ventajas: rápida manipulación del archivo y facilidad de recuerdo del número para el
paciente.
* Inconvenientes: necesita un fichero adicional y alteraciones de las fechas de nacimiento
de algunos pacientes.
- Por orden correlativo (según el número de Historia Clínica). Con la entrada de los sis-
temas informáticos uno de los mejores métodos es esta clasificación secuencial de las
Historias Clínicas. Permite una rápida recuperación de las mismas y además facilita su
manipulación.
La utilización de la Historia Clínica se debe restringir al centro pudiendo ser utilizada por todos
los profesionales pero con la máxima garantía de confidencialidad.
- Los pacientes/sanos conservan grandes parcelas de - Se trabaja con enfermedades que casi
libertad. siempre se diagnostican.
- Dilema continuo cura/cuidados. - Registros uniformes.
- Pluralidad de ambientes, necesidad de adaptarse - Los pacientes se ven desvinculados de su
a los mismos. medio y carecen de libertad.
- Dilema muy evidente.
- Ambiente único.
259
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Centro _ _ _ __ __ _ __
HABITACIÓN CAMA - -
························----- - - - - - - - - - · · ····················-··-------------------------------
...................... ····---------------------------------------·······················---- - - - - - - -
DIAGNÓSTICO
Cód 5513 12
260
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
- Observaciones de Enfermería.
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261
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Curso Clínico.
- Listado de problemas.
- Informe de analítica.
- Hoj a Clínico-Estadística.
- Documentación clínica: el soporte de cua lquier tipo o clase que contiene un conjunto de
datos e informaciones de carácter asistencial.
- Historia clínica: el conjunto de documentos que contienen los datos, valoraciones e infor-
maciones de cualquier índole sobre la situación y la evolución clínica de un paciente a lo
largo del proceso asistencial.
- Información clínica: todo dato, cualquiera que sea su forma, clase o t ipo, que permite ad-
quirir o ampliar conocimientos sobre el estado físico y la salud de una persona, o la forma
de preservarla, cuidarla, mejorarla o recuperarla.
- Libre elección: la facultad del paciente o usuario de optar, libre y voluntariamente, entre dos
o más alternativas asistenciales, entre varios facultativos o entre centros asist enciales, en los
términos y condiciones q ue establezcan los servicios de salud competentes, en cada caso.
Paciente: la persona que requiere asistencia sanitaria y está sometida a cuidados profesio-
nales para el mantenimiento o recuperación de su salud.
- Servicio sanitario: la unidad asistencial con organización propia, dotada de los recursos
técnicos y del personal cualificado para llevar a cabo actividades sanitarias.
Usuario: la persona que utiliza los servicios sanitarios de educación y promoción de la sa-
lud, de prevención de enfermedades y de información sanitaria.
Historia Clínica.
Historia Médica. Es parecida a las hojas médicas y de enfermería que se verán en el caso
hospitalario.
- Impreso de citación. Se refiere a la cita para la próxima consulta. Recoge datos de filiación
del paciente, día, hora, lugar y servicio al que se cita al enfermo, así como instrucciones al
enfermo de lo que tiene que hacer en caso de que se requiera algún tipo de preparación
previa para acudir a la consulta.
* Radiodiagnóstico.
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263
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Historia Clínica.
- Hoja de evolución médica. En ella cada médico anota, durante la estancia del paciente en
el hospital, sus reflexiones sobre la evolución del paciente, pruebas a realizar, alternativas
de tratamiento, etc.
- Orden de tratamiento. Se actualiza a diario. Incluye los tratamientos prescritos por los mé-
dicos, dosis, frecuencia de administración y tiempo de duración. Según sea la evolución del
paciente será necesario cambiar los tratamientos o no, de ahí que este documento tenga
que actualizarse a diario.
- Hoja de observaciones tanto para los diplomados en enfermería como para los auxi-
liares. Se constata la evolución experimentada por el paciente sobre la base de los cui-
dados de enfermería realizados. Además, esta hoja describe las atenciones de enfermería
realizadas.
* La hoja de anestesia. Es rellenada por el médico anestesista. En ella se anotan los anesté-
sicos utilizados, dosis y tiempo de administración, gráfica de constantes vitales, balance
hídrico y cuantos problemas surjan con relación a la anestesia.
264
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
- Informe clínico de alta. Lo redacta y firma el médico del Servicio encargado del paciente.
Es una especie de resumen de su Historia Clínica en el que se recogen los antecedentes
personales y familiares, motivo de ingreso, diagnóstico, tratamientos médicos y quirúrgicos
aplicados, y recomendaciones terapéuticas para el médico de familia.
- Impreso de alta voluntaria. Al igual que el anterior lo rellena el médico encargado del
paciente. Se hace a petición del propio paciente y debe ser firmado por él o quien lo
represente.
5.4. Archivo
El archivo es el lugar donde quedan almacenadas y ordenadas todas las Historias Clínicas de
los pacientes que son atendidos por un centro sanitario. Las funciones generales del archivo son la
conservación de los documentos, acceso a la documentación, sistematización del archivo, informa-
ción, educación ... Las historias se ordenan según el número que se les asignó cuando se abrieron.
- En un fichero. En él van a quedar archivados únicamente los datos esenciales del enfermo.
Este fichero podemos encontrarlo en todas las consultas y salas de un centro sanitario.
265
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Archivo central. En él quedan almacenadas todas las historias del centro una vez que se
han cerrado, es decir, cuando el enfermo ha sido dado de alta o ha fallecido. En este archivo
permanecen almacenadas durante años.
- Libro de urgencias. En él van a quedar registrados los datos más esenciales de todo pa-
ciente que requiere de una atención urgente. Dichos datos serán: los datos de identifica-
ción del paciente, la hora a la que acude al servicio de urgencia, si es traslado a otra unidad
y a cuál, el juicio clínico y la hora en la que es dado de alta o, en último caso, la hora a la que
ha fallecido.
Trasladará las historias junto con los pacientes cuando se traslade a los mismos o cuando se
le solicite.
Es importante conocer que el Celador solo deberá acceder a los datos de la Historia que le
sean imprescindibles para realizar las funciones encomendadas (nombre, habitación, cama,
etc.). Además el Celador no esta autorizado para facilitar el acceso a una Historia Clínica, si
alguien se lo solicita le indicará los pasos a seguir para solicitarlo.
266
EL CELADOR EN SU PUESTO DE TRABAJO 11 11111
El concepto de documento abarca, pues, mucho más que el documento escrito. Así, distin-
guimos los siguientes tipos de documentos:
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267
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
3. Trabajo en oficinas. Los Celadores que trabajen en oficinas del hospital dependerán del
área de Gerencia y de Dirección , y se encargarán del:
- Traslado de correspondencia. Reparto de correspondencia (cartas, impresos, revistas y
correo externo o interno, en general) dentro del centro, franqueo de las corresponden-
cia que se emita al exterior, devolución al remitente cuando el destinatario esta ilegible,
traslado de documentos y de la correspondencia que impliquen salidas al exterior del
centro sa nitario, etc.
Lo tipos de correspondencia son:
* Carta ordinaria. Es la modalidad más utilizada entre particulares cuando el envío no
supera los 2 kg y no requiere entrega urgente.
* Carta urgente. Estos envíos llegan a su destino en un día hábil en el caso de España y
tres en el de Europa. Siempre se entregan en el domicilio del destinatario y pueden
tener carácter certificado entregándose bajo firma en los mismos plazos.
- Traslados de documentos; tanto internos que competan a su oficina, como el traslado de
documentos al exterior.
- Realización de fotocopias.
4. Traslado de muestras biológicas. Los Celadores se encargarán de trasladar las muestras a
los laboratorios correspondientes y recoger los resultados de las mismas.
- Gasometría arterial; debe ser enviada de forma inmediata al laboratorio porque se alte-
ran los valores.
- Examen básico de orina y urocultivo; si no puede ser procesado inmediatamente se man-
tendrá en el frigorífico a una temperatura de 4 °C, no más de 24 horas.
- Coprocultivo (estudio de heces); si no puede ser procesado antes de 30 minutos se con-
servará en la nevera.
S. Traslado de objetos
Todos los de uso común en las Instituciones sanitarias: cajas, carros, envases, medicamen-
tos, tubos y muestras y enseres en general.
En los casos en los que no exista personal de hostelería en algún servicio concreto podría
trasladar material desde el almacén de hostelería (como por ejemplo ir al almacén de hoste-
lería y traer por mandato de la supervisora una caja de botellines de agua para los pacientes
que van a realizar pruebas en radiología).
En caso de haber peones en la plantilla del Hospital (categoría creada por ei Real Decreto Ley
3/1987, de 11 de septiembre), habrá que delimitar las funciones entre éstos y los Celadores en esta
función de traslado de aparatos y mobiliario.
El modo en que los superiores «confían» a los Celadores el t raslado de documentos, correspon-
dencia, objetos, aparatos y mobiliario no ha de ser siempre mediante una orden verbal directa. Lo
habitual es asignar por escrito los deberes que corresponden a los Celadores de cada servicio y su
ej ecución puede realizarse por iniciativa del propio Celador o a petición de otros profesionales,
aunque no sean sus superiores, y, por supuesto, por orden de aquéllos.
- Tramitar los pedidos al almacén, recogiendo el material cuando esté dispuesto, y traslado
del mismo a la unidad correspondiente.
- Traslado de Historias Clínicas entre el archivo y las unidades del hospital: consultas, servi-
cios diagnósticos, plantas de hospitalización.
- Traslado de portafirmas desde las unidades administrativas a asistencia les hasta las
Direcciones o Jefaturas correspond ientes para que los escritos sean firmados y/o registra-
dos, en su caso, y posterior devolución a las Unidades.
- Reposición de colchones, t rasladando los viejos al almacén y recogiendo de allí mismo los
nuevos.
- Reposición de determinado material de lencería, haciendo lo mismo que con los colchones
(almohadas, fundas de colchón).
- Los Celadores adscritos a servicios de almacén se encargarán del traslado del mat erial den-
t ro del mismo.
- El Celador de quirófa no transportará los aparatos del área quirúrgica que le requiera el per-
sonal sanitario.
270
Movilización Y: traslado
de pacientes. Técnicas de
movilización. 1iraslado de
paciente encamado, en camilla
'1 en silla de ruedas. Posiciones
anatómicas básicas
1 . Conceptos fundamentales
2. Movilización de pacientes
3. Principios de mecánica corporal para la correcta manipulación de personas
inmovilizadas
4. Técnicas de movilización
S. Traslado de paciente
6. Deambulación del paciente
7. Actuación del Celador en el servicio de rehabilitación
8. Precauciones durante el traslado del paciente: oxigenoterapia
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
1. Conceptos fundamentales
Dos de las funciones más importantes de los Celadores de Instituciones Sanitarias son el tras-
lado de los enfermos, en camilla o en silla de ruedas, a las consultas o dependencias de la institu-
ción (también en el servicio de ambulancias) y la participación junto con otros profesionales en la
movilización de pacientes. Para llevar a cabo este cometido el Celador debe conocer una serie de
conceptos, que ayudarán a realizar su labor correctamente.
Existe una correspondencia entre cada uno de estos ejes básicos y una serie de planos principa-
les, que se utilizan como referencia para situar y orientar las diferentes posiciones del paciente en el
espacio. Estos planos son los siguientes:
- Plano sagital o plano medio. Es un plano vertical que atraviesa longitudinalmente el cuer-
po (está situado en la línea media del cuerpo). Lo divide en dos mitades especulares, dere-
cha e izquierda.
- Plano transversal u horizontal. Se trata de un plano que divide el cuerpo en una zona
superior y una zona inferior. Es perpendicular al plano sagital.
- Plano coronal medio o frontal. Es el plano que, situado a la altura de la sutura coronal,
divide el cuerpo en una parte anterior y una parte posterior. Es paralelo a la frente.
- Plano oblicuo. Presenta una angulación de 45° respecto al plano sagital y al plano frontal.
Además de las cavidades antes referidas existen otras reg iones anatómicas, como son: extremi-
dades superiores, inferiores, cabeza, tórax y abdomen.
- Cuadrantes medios: vacío renal derecho, vacío renal izquierdo y zona periumbilical.
- Cuadrantes inferiores: fosa ilíaca izquierda, fosa ilíaca derecha e hipograstrio en el centro.
- Pronación: giro del antebrazo que coloca la palma de la mano hacia atrás o hacia abajo.
273
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
1
Inversión: cambio de direcció n hacia dentro.
y
a. Abducción b. Adducción
- Supinación: giro del antebrazo que coloca la palma de la mano hacia delante o hacia arriba.
a. Pronación b. Supinación
a) Posiciones de decúbito:
Decúbito supino o dorsal o posición anatómica.
- Decúbito prono.
274
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111
b) Posición de Fowler.
Los cambios frecuentes de postura en los pacientes encamados tienen como finalidad:
- Evitar que la ropa que cubre la cama roce la piel y llegue a producir lesiones.
- Las piernas estén estiradas y los pies formen ángulo recto con el plano de la cama.
Para realizar los cambios postura les se necesitan los siguientes materiales:
- Almohadas y cojines.
- Férulas.
Definimos los cambios posturales como las modificaciones realizadas en la postura cor-
poral del paciente encamado para evitar patologías derivadas de la inmovilidad (úlceras por
presión, atrofia muscular, etc.).
- Los decúbitos laterales se llevarán a cabo inclinando al paciente sobre un lado y apo-
yándole la espalda con almohadas, las piernas se doblarán según el lado del que esté
y entre las rodillas se pondrá un cojín.
- El programa de cambios posturales debe estar previsto para el día y la noche, de ma-
nera que se consiga una continuidad entre las diferentes personas que cuidan durante
las 24 horas al paciente. Generalmente se realizan cada 2-3 horas para prevenir la apa-
rición de úlceras, salvo en los casos en que la presión es mayor (posición de sentado
donde se descarga todo el peso en una sola zona), los cambios se tratan cada 15 o 30
minutos. Siempre que la enfermedad lo permita se recomendará al paciente que cami-
ne o cambie de posición frecuentemente en la cama.
El paciente está acostado sobre su espalda. Sus piernas están extendidas y sus brazos alineados
a lo largo del cuerpo. El plano del cuerpo es paralelo al plano del suelo. Se puede colocar un peque-
ño cojín bajo la zona lumbar para mantener la curvatura anatómica.
Es una posición utilizada para la exploración del tórax, abdomen, piernas y pies así como para
la palpación de las mamas en las mujeres. Se emplea para comenzar con la higiene del enfermo y
como punto de partida para diferentes movilizaciones.
Junto con una tabla bajo el colchón y con almohadas se utiliza en los traumatismos
dorso-lumbares.
El eje del cuerpo es paralelo al suelo. Es una posición que se emplea para rea lizar cambios
posturales en los enfermos encamados. También para la administración de enemas de limpieza,
para evitar broncoaspiraciones en pacientes que presentan vómitos o para realizar la higiene del
paciente (zona anal, genital, etc.). Es de mucha utilidad en las embarazadas para evitar el "síndrome
de hipotensión en decúbito supino" que se produce como consecuencia de la compresión del úte-
ro sobre la vena cava inferior.
276
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DEPACIENTES 11111
Esta posición se utiliza para las exploraciones de espalda, así como alternativa para cambios
postura les.
Las tres posiciones son fundamentales para los enfermos encamados, ya que los cambios pos-
turales realizados frecuentemente (cada 2-3 horas) evitan la aparición de úlceras por presión, al
evitar una presión excesiva, mantenida durante mucho tiempo sobre una parte o zona corporal.
277
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZDE SALUD
Los enfermos con patologías card iacas, digestivas como la hernia de hiato y respiratorias
(enfermedades pulmonares obstructivas crónicas - EPOC-), tales como el asma, enfisema,
bronquitis crónica, etc., prefieren esta posición para estar en la cama, puesto que facilita la
respiración.
Se utiliza para cambios posturales y exploraciones de cabeza, ojos, cuello, oídos, nariz (oto-
rrinolaringología), garganta (ej. cambios de cánula traqueal) y pecho. Es una posición usada muy
frecuentemente en los traumatismos costales.
Esta posición es utilizada en ginecología para el examen manual de pelvis, vagina, recto y para
la exploración de la embarazada. Es también la posición a adoptar en el parto.
278
MOVILIZACIÓN YTRASLAOO DE PACIENTES 11111
En esta postura hay que colocar a los pacientes con shock hipovolémico, desmayos, lipotimias
para intentar restablecer y salvaguardar el riego sanguíneo cerebral.
Para colocarse en esta posición primero se arrodilla y luego flexiona su cintura de forma que sus
caderas quedan arriba y la cabeza abajo en el suelo.
Posiciones no quirúrgicas:
- Posiciones decúbito:
- Posición de Fowler.
- Posición de Sims.
Posiciones quirúrgicas:
- Posición de litotomía o ginecológica.
- Posición de Trendelenburg.
- Posición genupectoral.
- Posición de Morestin.
280
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111
2. Movilización de pacientes
Definimos movilización como el desarrollo de un programa de ejercicios encaminado a conse-
guir el restablecim iento de las funciones disminuidas por la enfermedad.
Hay dos tipos de movilización:
- Activa: las realiza el propio paciente bajo la supervisión del profesional. Consiste en la mo-
vilización de los segmentos corporales que q uiera ejercitar por medio de los músculos y
articulaciones de esos segmentos.
Se puede realiza r con resistencia o contrarresistencia (poleas, manos, etc.).
- Pasiva: son realizadas sobre los distintos segmentos corporales del paciente por fisiote-
rapeutas. Se trata de pacientes que, por su incapacidad o bien por indicación médica, no
pueden realizar el esfuerzo que requiere el ejercicio.
Causas físicas
Dentro de las causas físicas se encuentra el envejecimiento fisio lógico, el cual es responsable
de una disminución de las facultades físicas y psíquicas y, como consecuencia de ello, podrá llegar
la inactividad del anciano. El otro gran grupo de causas físicas que son productoras de inmovilidad
tenemos que relacionarlo con det erminadas enfermedades:
- Enfermedades neurológicas: las más frecuentes son la enfermedad de Parkinson, los acci-
dentes cerebrovasculares, las neuropatías, etc.
281
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
1 1 •
- Enfermedades cardiorrespiratorias: insuficiencia cardiaca, enfermedad pulmonar obs-
tructiva crónica, vasculopatías periféricas, cardiopatía isquémica, etc.
Causas psíquicas
Dentro del conjunto de causas psíquicas que pueden desencadenar un síndrome de inmo-
vilismo se encuentran: la depresión, las demencias y los estados confusionales. Además de estos
grandes grupos reseñados como elementos clave en el síndrome de inmovilismo, no debemos
desmerecer la repercusión que tienen otros elementos como los que se citan a continuación: las
recomendaciones erróneas de reposo, el consumo de determinados fármacos, la hospitalización,
las barreras arquitectónicas en el domicilio y en el exterior, la ausencia de ayudas técnicas, la falta
de apoyo social y la soledad y el aislamiento.
6. En la integridad cutánea (sistema tegumentario): dos son las problemáticas que con
mayor frecuencia afectan la integridad de la piel. Por un lado las úlceras por presión, sobre
las que la presión mantenida y el tiempo expuesto a ella juegan un papel crucial para su
aparición. Y, por otro, las dermatitis de pañal ligadas a la incontinencia urinaria.
7. En la función cognitiva: la presencia de una deprivación sensorial al disminuir los estímu-
los sensoriales (visuales, auditivos, táctiles ... ) lo que le hará cada vez más dependiente.
1. Proporcionar una base amplia de apoyo, manteniendo separados los pies, uno ligeramente
delante del otro. Se sabe que la estabilidad de un objeto es mayor cuando tiene una base
de sustentación ancha y un centro de gravedad bajo.
2. Hacer el máximo uso de su centro de gravedad sosteniendo los objetos cerca del cuerpo.
La fuerza requerida para mantener el equilibrio del cuerpo aumenta conforme la línea de
gravedad se aleja del punto de apoyo.
3. Proteger la espalda:
- No doblarla incorrectamente.
- Hacer uso de los músculos de las piernas para moverse y levantarse. De este modo el
levantamiento estará a cargo de los músculos más grandes y fuertes (abdominales y
glúteos) que no se fatigan tan rápidamente como los pequeños.
- Considerando exclusivamente la fuerza, el ángulo de tracción óptimo para cualquier
músculo es de 90 grados.
283
11111 CELADORES DEL SERVICIOANDALUZDESALUD
4. Contraer los músculos abdominales y glúteos para estabilizar la pelvis antes de movilizar un
objeto. Esto protege los ligamentos y articulaciones contra la tensión y las lesiones. Espirar
en el momento de la fuerza.
S. Reducir al mínimo la fricción o el roce entre el objeto en movimiento y la superficie en que
está siendo movida. Esto requerirá menos energía.
Poner a favor del cuidador la fuerza de gravedad, a ser posible no trabajar en contra de ella.
6. Hacer que alguien le ayude o usar un medio mecánico, cuando se tenga alguna sospecha
de que la carga resulte demasiado pesada o difícil.
7. Colocar correctamente el pie en dirección hacia donde debe hacerse el giro para no hacerlo
con la columna.
8. Utilizar el contrapeso del propio cuerpo para aumentar la fuerza aplicada al movimiento.
4. Técnicas de movilización
Antes de iniciar cua lquier movimiento explique al enfermo lo que va mos a hacer y
el p roced imiento a seguir. Pídale que participe y ayude en la medida de lo posib le, sa lvo
contra indicaciones.
2. Frenar la cama.
3. Lavado de manos.
4. Solicitar información acerca del paciente (al médico, enfermera, fisioterapeutas, etc.). Es im-
portante saber que no existe contraindicación alguna.
284
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111
6. Hablar con el paciente; explicarle lo que vamos a realizar. Averiguar su estado anímico (valora-
ción mental); valoración física de las partes de su cuerpo que mueve con facilidad y cuáles no.
7. Utilizar ayudas mecánicas cuando sea posible, en caso cont rario adopt ar una posición ade-
cuada (mecánica corporal).
Con una sistemática de cambios posturales frecuentes y buenas posiciones se evitan las úlce-
ras por presión.
A la hora de movilizar al paciente encamado hay que tener en cuenta su estado y saber si éste
está en condiciones de colaborar o no y si es posible su ayuda para cam biarlo de postura.
b) Indicarle al enfermo que se agarre a la cabecera de la cama y flexione sus rodillas coloca ndo
la p lanta de los pies apoyada sobre la superficie de la cama.
285
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
c) El Celador debe colocar sus brazos por debajo de las caderas del paciente.
d) Pedirle que haga fuerza con sus pies y brazos intentando elevarse. En ese momento los
brazos del Celador deben ayudarle a subir hacia la cabecera.
286
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111
c) Colocarla al paciente por debaj o, de forma que lleg ue desde el hombro hasta el muslo.
d) Se enrolla la sábana por los laterales suj etándo la cada persona fuertemente, pudiendo mo-
ver al paciente hacia cualquier lado de la cama.
S. Situar un brazo debajo del hombro más alejado del paciente, de forma que la cabeza de
éste descanse en el antebrazo manteniendo el codo doblado. Poner el otro brazo debajo
de la curvatura lumbar del paciente.
6. Tensar los músculos glúteos y abdominales, para de esta forma prepararlos para el movi-
miento y proteger a la vez a los órganos internos de lesiones.
7. Tirar de la cabeza, hombros y tórax del paciente hacia el lado que se quiere mover, balan-
ceándose hacia atrás y cambiando el propio peso al pie trasero.
8. Para mover la zona de los g lúteos del paciente, poner un brazo debaj o de la cintura de éste
y el otro debajo de los muslos. Repetir los pasos 6 y 7 tirando de los glúteos.
9. Para mover los miembros inferiores del paciente, situar un brazo debajo de los muslos y el
otro debajo de las piernas. Repetir los pasos 5 y 6 tirando de las piernas.
1. Verificar que el enfermo no se encuentra muy cerca del borde de la cama. Si lo está, hay que
moverle hacia el centro.
5. Sit uar el brazo del paciente que se encuentre más cerca lo más próximo a ti que puedas y
fuera de su cuerpo. Realizando esta maniobra se impedirá que el paciente ruede sobre él.
6. A continuación flexiona el otro brazo del paciente sobre su tórax y coloca la pierna más
alejada sobre la más cercana. Al tirar hacia adelante del brazo y de la pierna más alejados se
facilita que el paciente se vuelva hacia este lado.
8. Coloca una mano sobre el hombro más alejado y la otra sobre la cadera más alejada.
10. Finalmente proceder a la alineación correcta del paciente y a la colocación de la ropa de la cama.
Primer Procedimiento
Se emplea cuando los enfermos no cooperan, lo cual implica que se necesitan para llevarlo a
cabo dos Celadores. Los d iferentes pasos a seguir son:
2. Quitar la almohada.
3. Cada uno debe de colocarse a un lado de la cama con el cuerpo girado ligeramente hacia
la cabecera de la cama, con el pie más cercano a la cabecera de la cama mirando en esa
dirección y con las rodillas flexionadas.
288
MOVILIZACIÓN VTRASLADO DE PACIENTES 11111
4. A continuación cada Celador colocará su brazo más cercano al hombro del paciente por
debajo de éste mientras que el otro lo colocarán debajo de los muslos del paciente.
S. Finalmente, proceder a levantar y mover al enfermo manteniendo las rod illas rectas. No
debemos o lvidar que el grupo de músculos que interviene de forma decisiva en el levanta-
miento del paciente es el de los miembros inferiores.
Segundo Procedimiento
Tiene la misma indicación que el anterior pero se lleva a cabo con la sábana de arrastre. Para su
ejecución es necesaria también la presencia de dos Celadores.
3. Para la colocación de la sábana se pondrá primero al paciente a un lado de la cama y por el lado
q ue queda libre se colocará la sábana doblada por la mitad. A continuación se volverá al paciente
hacia el otro lado de la cama y el Celador que ahora queda libre terminará de colocar la sábana.
4. Coger la sábana entre los dos Celadores y, a la vez que se levanta al enfermo, moverlo hacia arriba.
S. Retirar la sábana sig uiendo el mismo procedimiento que se ha empleado para colocarla.
Tercer Procedimiento
Se ejecuta cuando el enfermo coopera. Se requiere sólo una persona.
2. Acostar al enfermo de nuevo e indicarle que flexione las rodillas apoyando los pies en la
cama y que se agarre al cabecero de la cama con las manos.
3. Seguidamente pasar el brazo que se encuentra más cercano al hombro del paciente por
debajo del cuello de éste, mientras que el otro brazo lo situamos debajo de sus muslos.
4. Una vez q ue se esté preparado, se le indica al paciente que tire con sus manos hacia la ca-
becera, a la vez que se le ayuda moviendo su cuerpo hacia la misma.
Primer Procedimiento
1. Incorporar al paciente aplicando el procedimiento de entrecruzamiento de brazos.
2. A continuación proceder a girar las piernas del enfermo hacia nosotros, dejándolas caer por
el borde de la cama.
289
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
3. Una vez que el enfermo se encuentra sentado en el.borde de la cama, debemos colocar
un pie delante de los pies del enfermo y el otro a un lado. Seguidamente le metemos por
debajo de la axila la mano que tenemos libre.
4. El siguiente movimiento consiste en doblar nuestras rodillas para así obtener la fuerza ne-
cesaria para levantar de forma suave y rítmica al enfermo. Para facilitar aún más la moviliza-
ción le indica remos al enfermo que, mientras nosotros realicemos el movimiento, se apoye
en nuestro hombro.
Segundo Procedimiento
1. Colocar al paciente en decúbito lateral (el tipo de decúbito lateral debe coincidir con el lado
hacia el cual se va a levantar al paciente).
2. Elevar el segmento superior de la cama hasta conseguir un ángulo comprendido entre 45°
y 60°. De esta forma la movilización requerirá menos esfuerzo y resultará más fácil.
3. A continuación nos colocamos en la posición opuesta a las caderas del paciente. Esta posi-
ción mejora el equilibrio y previene la torsión de nuestro cuerpo.
4. El paso inmediato es pasar nuestro brazo más cercano a los hombros del enfermo por
debajo de ellos, mientras que el otro brazo lo colocamos sobre el muslo más lejano.
Con este movimiento prevenimos que el paciente se caiga hacia atrás cua ndo esté
sentado.
S. Girar hacia la pierna de detrás de forma que las piernas del paciente se columpien hacia
adelante y nuestro peso cambie a la pierna de atrás.
6. Una vez que el enfermo está sentado en el borde de la ~ama, p roceder como en el primer
procedimiento.
- Existen patologías en las que el movimiento está contraindicado; algunas de éstas son
aquellas en las que el paciente presenta un traumatismo craneoencefálico o espinal con un
aumento de la presión intracraneal.
- Las personas con hemiplejía (parálisis de la mitad del cuerpo) y las que presentan tetra-
plejías (pa rálisis de las extremidades superiores e inferiores) necesitan constantemente del
apoyo de los Celadores para cubrir sus necesidades básicas. Además, la inmovilidad puede
provocar complicaciones por lo que debemos tener consciencia de regular el tono normal
mediante posturas corregidas para evitar daños secundarios.
Cuando se cambia de posición a un paciente con hemiplejía, el Celador debe colocarse
del lado del que conserva su movilidad, de esta manera el paciente puede colaborar para
realizar los cambios. Los Celadores, al igual que el resto de profesionales sanitarios, deben
fomentar la autonomía del paciente y, cuando ésta no sea del todo posible, al menos propi-
ciar al máximo posible su independencia.
Cuando se pase a una persona hemipléjica de la cama al sillón debemos evitar que el pie
del lado afectado se deslice a la hora de realizar el apoyo y que la rodilla del lado afecto se
pueda doblar al realizar fuerza para erguirse.
Para lograr la deambulación lo más pront o posible, se pone énfasis en el lado sano, que
ayudará a compensar al lado afectado y la movilización se realizará con un apoyo externo
(bast ón en el lado sano).
- Cuando la gravedad lo exija el movimiento del paciente politraumatizado o con traumatis-
mos craneoencefálicos se hará con tres Celadores y bajo la supervisión del personal sanita-
rio diplomado, de esta manera se aumenta la seguridad.
- Cuando el paciente p resenta fracturas y se encuentra encamado con aparatos de tracción
por medio de pesas en los miembros inferiores, hay que realizar su higiene evitando que se
pierda la alineación de las fracturas.
Para ello, una persona debe presionar los miembros inferiores con la misma fuerza que rea-
lizan las pesas, mientras ot ra eleve al paciente y realiza la higiene de los genitales, glúteos y
miembros inferiores.
Tracción cutánea
Para controlar los espasmos musculares e inmovilizar una zona antes de la cirugía.
- En caso de pacientes tetrapléjicos, para realizar s~ higiene no se les debe girar hacia la posi:
ción de decúbito lateral, sino levantarlos en bloque para llevar a cabo la higiene posterior.
- Al movilizar pacientes con fracturas en las extremidades inferiores y que como medida te-
rapéutica las tienen enyesadas se sostiene la extremidad respetando su posición.
- En la sala de reanimación con pacientes recién operados que tengan prescrito por el ciruja-
no una movilización precoz, se pondrá especial atención en acomodar al paciente, alinearlo
y el movimiento/levantamiento se hará por fases. Al comienzo se harán movilizaciones sim-
ples donde se precise menor ayuda del paciente.
- Para proceder a la movilización de un paciente asistido por ventilación artificial debe estar
presente un DUE/ATS que vigile los sistemas y conexiones del respirador, así como los tubos
y cánulas, de manera que en ningún momento se altere o interrumpa la ventilación.
5. Traslado de paciente
En las instituciones sanitarias los traslados constituyen una práctica diaria; son muy comunes
los desplazamientos de pacientes de unas áreas a otras (generalmente a servicios como: radio-
logía, quirófanos, etc.). En el Estatuto de P.ersonal No Sanitario se recoge que los Celadores "ten-
drán a su cargo el traslado de los enfermos, tanto dentro de la Institución como en el servicio de
ambulancias''.
Cuando el Celador es requerido para trasladar un paciente a un determinado lugar del hospital,
debe hacerlo con profesionalidad, proporcionando a la persona seguridad y bienestar.
El traslado es la movilización del paciente de una zona a otra dentro del Hospital; para ello el
Celador debe cumplir una serie de normas:
- Cuando un Celador va a recoger a un paciente para trasladarlo a algún servicio del hospital
se presentará a la supervisora o persona delegada de esta explicándole su misión.
- Una vez que explica al paciente el propósito del traslado se comienza con este. Desde
ese momento el Celador es el responsable del paciente y de la documentación que le
acompañe.
- Una vez llegado al destino el Celador, y si el paciente se queda allí, se volverá cuando la
persona responsable se haga cargo de él.
Hay dos medios habituales para el traslado de los enfermos: la silla de ruedas y la camilla. Se
realiza el transporte en un medio u otro según sea el estado físico del paciente.
292
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111
Forma de hacerlo:
- Se coloca la silla frenada en paralelo a la cama, con los soportes de los pies levantados.
- Se coloca la silla con el respaldo en los pies al lado de la cama que se considere más conve-
niente para el paciente. Se extiende una manta sobre la silla.
- Se ayuda al paciente a sentarse en la cama de la forma indicada y las piernas colgando hacia
ese lado.
- Se le pide al paciente que coloque su brazo por encima de los hombros del Celador y éste,
a su vez, debe pasar sus brazos por debajo de las axilas del paciente tratando de rodear su
cintura.
- Ahora hay que indicarle que se gire hasta colocarse de espaldas a la silla. Indicarle a conti-
nuación que apoye sus manos sobre los apoyabrazos de la silla.
Forma de hacerlo:
- Los dos Celadores se colocan al mismo lado de la cama, uno a cada lado del paciente.
- Cada Celador pasará un brazo por debajo de la axila del enfermo y el otro por debajo del
muslo. Los Celadores se cogerán de las manos, y, poniéndose de acuerdo, levantarán al
paciente al mismo tiempo hasta colocarlo en la silla.
293
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
De ig ual forma se hace cuando se cruza una puerta de hojas elásticas (volverá la silla y pasará
el Celador antes que el paciente, caminando hacia atrás) o se baja una rampa (el Celador camina
hacia atrás).
Otros supuestos que ocurren muchas veces a lo largo de la j ornada laboral de un Celador (sobre
todo en urgencias) son:
Es importante respetar la intimidad de los pacientes; para ello, además de utilizar biombos o
separadores, se cubrirán con una sábana.
294
MOVILIZACIÓNYTRASLAOO OE PACIENTES 11111
Forma de hacerlo:
- Uno de los Celadores coloca uno de sus brazos por debajo de los hombros del paciente y el
otro brazo por debajo de la espalda.
- El otro Celador debe colocar uno de sus brazos bajo la región sacra del paciente (nalgas) y el
otro debajo de las rodillas. Si fuera necesario una tercera persona se encargaría de cogerle
a la altura de los pies.
En este caso el primer Celador colocaría uno de sus brazos bajo los hombros del paciente y el
otro brazo bajo la cintura.
El segundo Celador colocaría uno de sus brazos debajo de la región sacra y el otro debajo de
los muslos.
Al entrar en el ascensor, primero pasa la cabecera de la camilla y, al salir del mismo, primero
salen los pies del paciente. El Celador camina hacia atrás al entrar en el ascensor.
Lo mismo ocurre al subir y bajar una rampa; al subir el Celador empuja la camilla por los pies y
al bajarla el Celador se coloca delante de la camilla y camina de espaldas a la pendiente.
Al posar el pie, debe apoyarse en el suelo en primer lugar el talón seguido de la protuberancia
situada en la base de los dedos y finalmente los dedos.
A la vez que se hacen los movimientos anteriores se adelanta la otra pierna y el brazo para que
se mantenga el equilibrio y la estabilidad.
Para evitar accidentes es muy importante que el Celador esté continuamente atento a los mo-
vimientos del paciente.
295
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
'
• •
11. •
•• 11
Poner el bastón a unos 10cm de
••
A continuación se desplazará el peso Mover el pie o pierna afectada
la pierna no afectada. Distribuir el a la pierna no afectada y se moverá hacia adelante, de forma que
peso entre los pies y el bastón el bastón unos 1Ocm por delante del quede paralelo con el bastón
cuerpo
1
••
'
• • •
El uso de bastón está indicado en pacientes que presentan algún tipo de lesión unilateral, pér-
d ida del equilibrio o problemas inflamatorios de una articulación que causa dolor al apoyarse y
precisa de descarga. Por el contrario, el uso de bastón está contraindicado cuando la afectación es
b ilateral, en cuyo caso es preferible la utilización de muletas o las andaderas.
La longitud del bastón debe adaptarse a la talla del paciente y debe extenderse desde el tro-
cánter mayor hasta el suelo. El extremo del mismo para su apoyo debe tener un regatón de goma
que evite que éste resbale en determinado tipo de suelos.
- De aluminio o madera, que son las muletas de uso habitual: es frecuente su uso en
casos de enyesado de miembro inferior o esguinces. Su utilización exige fuerza de la mitad
superior del cuerpo y de las extremidades superiores.
296
MOVILIZACIÓN YTRASLAOO DE PACIENTES 11111
- Muletas de Lofstrand o muletas para antebrazo: tienen un anillo que se adapta al an-
tebrazo y una asidera para apoyarse. Se utilizan para personas que no tienen fuerza en la
parte inferior del cuerpo. Se suelen utilizar en pacientes parapléjicos.
- Muletas de plataforma: presentan superficies forradas o acolchadas. Son utilizadas en pa-
cientes que no pueden soportar la descarga del peso corporal sobre sus muñecas.
Está indicado el uso de muletas en el caso de lesión o debilidad de los miembros inferiores en
los que no es recomendable descargar el peso del cuerpo sobre ninguno de los miembros.
3. Hay que indicarle al paciente el tipo de marcha que debe realizar con las muletas en función
de la lesión que presenta.
4. En señarle la marcha utilizando la secuencia de apoyo para caminar de cuatro puntos,
t res puntos o dos punt os, según que pueda soportar peso en ambas piernas, pueda
soportar algo de peso sobre una p iern a, o no pueda soportar ningún p eso sobre
ellas.
Para la secuencia de apoyo sobre cuatro puntos debe indicársele que apoye muleta derecha,
pie izq uierdo, muleta izq uierda, pie derecho.
Pa ra la marcha sobre tres puntos debe avanzar primero ambas muletas y la pierna afectada y
luego que adelante la pierna sana soportando el peso sobre ambas muletas.
Para realizar la marcha sobre dos puntos hay que ejecutar un tipo de marcha oscilante que
consiste en la alternancia de brazos y pies. Debe avanzar simultáneamente muleta derecha y pie
izquierdo, seguida de muleta izquierda y pie derecho.
297
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
.f •
. f,. •
•• 1
Con las muletas en su sitio, se
pondrá de pie erguido, con los
•
Adelantar la pierna
lesionada al mismo tiempo
Equilibrar el peso en ambas
muletas mientras hace
hombros relajados y los brazos que mueve las muletas avanzo, la pierna lesionada
ligeramente doblados. Utilizar hacia adelante. Mantener
las manos para apoyar el peso el equilibrio, cargando algo
de peso en la pierna no
lesionada
1
• . f, .
.f i • ••
•
Avanzar la pierna sana hasta
la posición que se muestra
Adelantar la pierna lesionada a
la primera posición y comenzar
aquí. Apoyar el peso en esta de nuevo desde el primer punto
pierna mientras mueve las
muletas hacia adelante
Dentro del Servicio de Rehabilitación de un hospital, aparece la figura de d istintos profesiona les,
entre ellos el médico rehabilitador, el fisioterapeuta, auxiliar de enfermería, logopeda, terapeuta
ocupacional, Celador... todos ellos trabajando de forma coord inada dentro del Servicio con el obje-
tivo de conseguir un óptimo tratam iento del paciente.
La disposición geográfica de este personal dentro del Servicio varía de un hospita l a ot ro, así
como la inclusión o no de alg unos de estos profesionales; variará según la cartera de servicios
ofertada por cada hospita l.
298
MOVILIZACIÓN VTRASLADODE PACIENTES 11111
Todos los hospitales con servicio de rehabilitació n disponen, al menos, de una o va rias consul-
tas médicas, do nde pasarán consulta los diferentes especialistas (médico rehabilitador, foniatra,
psicólogo, etc.) Y una o más áreas de fisioterapia, además de las áreas administrativas.
- Recogerán los pacientes de Rehabilitación desde las ambulancias o cualquier otro medio
de transporte. Estarán con ellos hasta que la persona responsable se haga cargo de él.
- Vigilarán el acceso y estancia de los familiares y visitantes, según las normas del Centro,
cuidando que no se introduzcan en el hospital más que aquellos objetos y paquetes
autorizados.
1
menos informar sobre los pronósticos de su enfermedad, debiendo siempre orientar las
consultas hacia el médico encargado de la asistencia del enfermo.
También serán misiones del Celador todas aquellas funciones similares a las anteriores
que les sean encomendadas por sus superiores y que no hayan quedado específicamente
reseñadas.
Cuidarán, al igual que el resto del personal, de que los enfermos no hagan uso indebido
de los enseres y ropas de la Institución, evitando su deterioro o instruyéndoles en el uso y
manejo de persianas, cortinas y útiles del servicio en general.
Darán cuenta a sus inmediatos superiores de los desperfectos o anomalías que encontraran
en la limpieza y conservación del edificio y material.
- Se abstendrán de hacer comentarios con los familiares y visitantes de los enfermos sobre
diagnósticos, exploraciones y tratamientos que estén realizando a los mismos, y mucho
menos informar sobre los pronósticos de su enfermedad, debiendo siempre orientar las
consultas hacia el médico encargado de la asistencia al enfermo.
Dentro de toda s estas tareas, quizás la más importante sea la d e ayudar al fisioterapeuta
con el enfermo durante su tratamiento así como realizar los distintos traslados de éste dentro
de la sala de fi sioterapia o a las distintas sa las del hospital o a puertas para el transporte a su
domicilio.
Para el correcto manejo del paciente durante los traslados, el Celador deberá conocer cuál
es la forma de manejar el paciente según su patología, sus características físicas y cuáles son los
instrumentos y materiales más comunes utilizados por el paciente dentro de la sala.
300
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111
Artículo 71. Los fisioterapeutas realizarán bajo la prescripción del médico las funciones gene-
rales y específicas siguientes:
2. Aplicar las prescripciones médicas cumplimentando las instrucciones que reciban en rela-
ción con la especialidad.
3. Tener a su cargo el control de ficheros y demás antecedent es para el buen orden y funcio-
nam iento del servicio.
4. Vigilar la conservación y el buen estado del material que se utiliza en fisioterapia, así como
de los aparatos, procurando que estén en condiciones de perfecta utilización.
301
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Hay algunos aparatos de mecanoterapia, ayudas técnicas para la marcha y mobiliario que son
utilizados por más de un paciente. Es necesario que el uso compartido de los mismos se realice en
condiciones de limpieza e higiene eliminando los restos orgánicos (piel, pelos ...) y sudor que su
empleo pudiese haber producido.
Es también importante estar pendiente de las reacciones adversas que produce ese posicio-
namiento (por ejemplo, una incorporación o verticalización puede inducir mareos o vértigos por
hipotensión ortostática).
302
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111
- La e lección del calzado se realizará, por un lado, atendiendo a la idoneidad para la actividad
física y, po r otro, a la seg uridad.
El calzado ha de tener una buena base de apoyo, ha de ser plano y correctamente ajustado;
las suelas del calzado han de ser flexibles y antideslizantes.
Los zapatos han de adaptarse perfectamente a la anchura y longitud del pie del paciente y
la parte posterior ha de ser cerrada. La buena adaptación evita resbalones o torceduras de
tobillo.
Hay que desechar los calzados tipo chancleta o con suelas de madera.
Es conveniente revisar las suelas y tacones de l calzado con regularidad así como las buenas
condiciones del calzado. Las zonas desgastadas pueden ser motivo de caídas.
- Recoger y repo ner las ropas de uso (sábanas para cubrir las camillas, fundas para las
almohadas...).
El uso de cada paciente de las camillas de tratamiento y del plano inclinado vend rá prece-
dido de la reposición del material de lencería correspondiente.
Las conteras han de ser anchas y cóncavas para permitir una buena fijación al suelo. La parte de
la contera que contacta con el suelo no debe estar gastada y las estrías han de estar bien marcadas
ya que, de lo contrario, pueden producirse resbalones y caídas.
Sillas de ruedas
Constan de diferentes elementos cuya correcta conservación y mantenimiento favorecen la
comodidad y la alineación corporal adecuada en sedestación (posición sentada), la seguridad, las
transferencias y el desplazamiento.
Hay que considerar la idoneidad de: la anchura del asiento, la altura a la que está del suelo, la
altura del respaldo y de los apoya brazos y la longitud de los apoyapiés.
- Ruedas: hay que comprobar el buen estado de las cubiertas así como de los aros manuales
(si posee) para realizar el autoimpulso.
- Frenos: los frenos han de trabar correctamente el giro de las ruedas. Esta es una maniobra
básica para realizar cualquier traslado o transferencia. Los frenos deben solta rse fácilmente
y permitir el giro de las ruedas.
- Apoyabrazos: la alt ura del apoyabrazos ha de ser 2,5 cm más alta que la distancia entre el
asiento de la silla y el codo del paciente. Los apoyabrazos se han de poder retirar con faci-
lidad para poder despejar el campo de acción en los traslados y transferencias y así poder
actuar con mayor seguridad.
- Apoyapiés: para las t ransferencias es importante que éstos sean móviles y giratorios.
Si posee un soporte para apoyar las piernas, ha de evitarse la compresión sobre el hueco poplí-
teo (parte posterior, de la rodilla}, posicionando este soporte 2,5 cm inferior a éste.
Hay que evitar que el paciente se incline hacia delante para evitar las caídas. Si al paciente se
le cae un objeto hay que instruirle para que sobrepase ese objeto y que para recogerlo se incline
hacia un lado de la silla de ruedas.
En el caso de amputación por debajo de las rodillas, para prevenir el flexo de rodillas se utilizará
una tabla almohadillada para favorecer la extensión de la rodilla.
cambios posturales. Para las regiones muy húmedas se recomiendan cojines transpirables
y para las regiones cálidas los cojines de silicona (porque pierden temperatura). Los cojines
antiescaras de materiales plásticos dan mayor calor y aumentan la sudación por lo que hay
que tener precaución con las lesiones en la piel.
Estas órtesis suelen estar fabricadas con materiales plásticos termoconformables por lo que hay
que tomar dos precauciones: se produce una mayor sudación de la piel con el mayor peligro de re-
acciones alérgicas por lo que se interpondrá alguna prenda de algodón entre la piel y los materiales
plásticos. Por otro lado, al ser termoconformables, hemos de tener la precaución de no acercarlos a
las fuentes de calor para evitar deformaciones y preservar su buen uso.
Por último hay que señalar que ciertos materiales sintéticos (neopreno o elásticos con que es-
tán confeccionados las coderas, cabestrillos, rodilleras y tobilleras) pueden provocar escozor en
pieles sensibles, por lo que hay extremar la higiene tanto de estas prendas como de la piel del
paciente.
Ayudas autoestables:
- Bastones:
·• Bastones simples. Son los más utilizados. Proporcionan estabilidad y equilibrio. Son ines-
tables, si sobre el bastón se ej erce una fuerza superior al 20-25% del peso corporal. Si su
empleo es bilatera l se apoya en un mismo tiempo los bastones y el miembro afecto.
* Cabestrillo flexible de gran ayuda para los asistentes a transferir y volver a colocar pa-
cientes. Permite sujetarlos por detrás o por debajo según la situación, y ya se trate de
uno o de dos asistentes. Reduce considerablemente el esfuerzo y aumenta la seg uridad
de las transferencias.
* Fabricada en madera laminada con sección que disminuye en los extremos para desli-
zar suavemente la tabla por debajo del paciente. Con orificios asidera en ambos extre-
mos para facilitar su agarre y transporte.
* De forma cu rvada para sa lvar fácilmente la rueda grande de las sillas de ruedas. Sus
cantos redondeados y superficie lisa permiten desliza rse cómodamente sobre la ta-
bla. De plástico macizo y reforzado, resiste al ag ua y al astillado. Las almohadillas an-
tideslizantes de los extremos de la parte inferio r aumentan la estabilidad durante la
t ransferencia.
306
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111
- Rueda de hombro, se coloca fija a la pared. Mediante un soporte móvil puede subirse y
bajarse el eje de giro para adaptarlo a la altura del paciente. Se utiliza para realizar ejercicios
de hombro.
- Poleas de pared, se le adaptarán unas pesas y se utilizarán, sobre todo, para realizar ejerci-
cios de musculación de miembros superiores
- Mesa de mano universal o mesa de Kanavel, está diseñada para la recuperación funcio-
nal de las extremidades superiores.
- Tablas o discos de Bohler o Freeman, son tablas de madera de forma rectangular o circu-
lar, utilizadas para la realización de diferentes ejercicios propioceptivos.
- Jaula de Rocher, formada por cuatro planos enrejados de unos 2 x 2 m de superficie, dispues-
tos en forma cúbica que permiten la colocación de sistemas de suspensión mediante la utili-
zación de eslingas o reguladores, cuerdas, mosquetones, eses metálicas, cinchas o hamacas
de distintos tamaños, tobilleras, te~teras y una camilla de tratamiento para colocar al paciente.
307
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Aunque todos estos trastornos suelen ir acompañados de una importante carga de ansiedad,
la actitud de calma que con nuestro comportamiento podamos transmitir al enfermo es probable-
mente, en estos casos, más importante que en ningún otro.
Cuando uno o más componentes del sistema respiratorio fracasan en el logro de estos objeti-
vos del intercambio se produce la insuficiencia respiratoria.
La insuficiencia respiratoria (IR) se define como todo cuadro pulmonar que da lugar a una dis-
minución de la PO2 (hipoxemia) en sangre arterial, con o sin aumento de la PCO2 (hipercapnia).
Más que una enfermedad en sí misma, es la consecuencia final común de gran variedad de pro-
cesos específicos, respiratorios en su mayoría, pero también cardiológicos, neurológicos, tóxicos,
traumáticos, etc.
- Shunt.
- Anomalías de la difusión.
La disnea (sensación de falta de aire que se manifiesta a menudo con jadeo) es el síntoma más
frecuente, aunque en los casos más graves pueden aparecer síntomas neurológicos como incoor-
dinación motora e incluso alteración del nivel de consciencia. Normalmente predominan los sínto-
mas de la enfermedad causal: fiebre, sibilancias, tos y expectoración, hemoptisis, dolor torácico, etc.
En cualquier caso, a la hora del transporte deberemos mantener la calma tratando de disminuir
la ansiedad del paciente, lo que probablemente le ayude a ventilar mejor.
El traslado se realizará en posición de Fowler o Fowler alta, según la gravedad del cuadro, con
oxigenoterapia desde el primer momento y con monitorización permanente de la saturación de 0 2,
la frecuencia y ritmo cardiacos y la tensión arterial.
309
1/111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
En casos extremos en los que el cuadro se descompense, podría ser necesario realizar la intu-
bación orotraqueal del enfermo, por lo que debemos ayudar al facultativo a tener preparado el
material para intubación (laringoscopio, tubos, vendas, respirador automático ... ).
En la exploración se evidenciará el aumento del trabajo respiratorio, serán audibles los roncus
(sonidos crepitantes fuertes, al final de la inspiración y durante la espiración producidos por paso
del aire a través de líquido en bronquiolos, bronquios y tráquea) y sibilantes (sonidos continuos de
tonalidad alta, como pitidos o chirridos producidos por el paso del aire en vías estenosadas).
Nuestra actitud debe procurar en todo momento disminuir la ansiedad del enfermo.
8.5. Oxigenoterapia
El oxígeno (0) es un gas incoloro, inodoro, explosivo y altamente inflamable, por lo que su
manejo en oxigenoterapia requiere importantes medidas de seguridad.
La oxigenoterapia está indicada en todas aquellas personas que sufren hipoxia, acompa-
ñada o no de hipercapnia (asfixia, elevaciones a grandes alturas donde desciende la Pp de 0 2
intoxicaciones por gases que bloquean la hematosis normal, insuficiencia respiratoria, lesiones
del Sistema Nervioso Central que afectan al centro regulador de la respiración y alteraciones del
transporte de oxígeno en sangre como en grandes hemorragias, intoxicaciones por monóxido de
carbono etc.).
La importancia de este tema para el Celador es máxima; a menudo realizan traslados de pacien-
tes que estén sometidos a esta técnica y deben conocer todo el sistema para actuar ante cualquier
incidencia.
Es importante durante el traslado valorar el aspecto y el estado del paciente para detectar situa-
ciones de hipoxia que indicarían, o bien, un empeoramiento del cuadro o un mal funcionamiento
de los sistemas de administración de oxigenoterapia.
311
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
sistema se usa en el transporte de enfermos a los que hay que administrarles oxígeno y en
pacientes a los que se suministra oxígeno a domicilio.
Las unidades en que se expresa la capacidad de una bala puede ser: litros (1), atmósferas de
P, mm de Hg o kg/cm 3•
Bala de oxígeno
- Manómetro. Todo tanque está provisto de un manómetro que mide la presión de oxígeno
en el interior de la bala. El manómetro consta de un reloj con una circunferencia graduada
expresada en 1, mm de Hg, atmósferas, etc. y una aguja que expresa en cada momento la
presión existente en la bala.
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312
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111
controlar la cantidad de oxígeno que sale de la toma por minuto. Se expresa en !/minuto.
Consta de una válvula para regular el flujo de salida de oxígeno.
- Sistema de humidificación. Para administrar el oxígeno a los pacientes hay que proveerlo
del grado de humedad adecuado para que las mucosas del enfermo no se sequen y man-
tengan la humedad adecuada tratando de evitar su irritación.
Para ello se hace pasar el gas por un frasco humidificador que contiene agua destilada. Se
llena de agua destilada hasta el nivel indicado. Debe vigilarse que el frasco siempre conten-
ga agua a 37 °C.
La tapa del frasco está perforada por dos tubos. Uno de ellos se introduce por uno de sus
extremos en el agua, unos 7-1Ocm. aproximadamente y por el otro extremo se conecta con
la toma de oxígeno. El otro tubo, se introduce por uno de sus extremos en el frasco humi-
dificador quedando 2-3 cm. por encima del agua y se conecta al dispositivo del paciente
(cánula, mascarilla, etc.).
Vaso y caudalímetro
* Campana de oxígeno.
Cuando el paciente está en coma o inconsciente y tiene dificultades para respirar por sí solo,
debe hacerse una intubación endotraqueal que facilita la administración de oxígeno. Si está lúcido
y colabora deben utilizarse los otros métodos (sonda o catéter nasal, gafas nasales, etc.).
313
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
1. Gafas nasales
Son tubos similares a las sondas, pero se adaptan a las dos fosas nasales si multánea-
mente. El oxígeno se administra al interior de las dos fosas nasales y no a una sola.
Tienen el inconveniente de que no llevan dispositivo para regular la concentración de
oxígeno y resecan mucho las mucosas. Su ventaja es que el enfermo puede hablar, co-
mer, beber, etc.
Gafas nasales
Son dispositivos de plástico transparente que cubren nariz y boca. Pueden tener varios
o rificios laterales con la finalidad de que el oxígeno que fluye se mezcle con el aire am-
biental que respira el paciente.
Cada mascarilla está preparada para administrar una concentración de oxígeno deter-
minada que puede oscilar entre el 24% y 40%. Las más usadas son las que permiten
ad ministrar una concentración del 24% y 28%.
También permite regular el flujo de oxígeno por minuto. Se expresa mediante un núme-
ro (2, 4, 6, etc.), e indica los litros por minuto que hay que administrar.
Cada mascarilla presenta una numeració n: Ej: 24/2. Esto significa que para conseguir una
concentración de oxígeno del 24% hay que administrar un flujo de 2 litros por minuto.
314
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111
Las concentraciones de oxígeno que se alcanzan son superiores a las conseguidas con
la sonda nasal pero, al igual que la anterior, se usan cuando se requiere administrar
concentraciones bajas de oxígeno.
Mascarilla oronasal
Además del anterior hay varios modelos en el mercado, con características peculiares:
- Mascarilla de traqueotomía.
a) Tienda de oxígeno
Son tiendas de plástico transparente tendido de un soporte metálico. El paciente respira dentro
de un ambiente aislado. Se usa especialmente en niños/as, a los que resulta incómodo y difícil colocar·
les una mascarilla de oxígeno y cuando se requiere administrar concentraciones de oxígeno elevadas.
Para mantener las condiciones óptimas de temperatura, la tienda está provista de un dispositi-
vo refrigerador con ventilador incorporado que regula la temperatura. También existe sistema de
control de la humedad y concentración de oxígeno.
b) Campana de oxígeno
- Material necesario:
* Sonda de calibre adecuado.
* Esparadrapo hipoalérgico.
* Lubricante.
* Gas y cremas para el cuidado de la nariz.
* Sistema completo de administración de oxígeno.
* Guantes estériles.
* Material para la higiene bucal.
- Técnica para instalarlo:
* Hay que calcular los cm de sonda que hay que introducir. Para ello se mide la distancia
nariz-oreja-cuello.
* Colocarse guantes estériles.
*Lubricarla sonda en su extremo distal.
* Colocar al paciente con la cabeza en hiperextensión (Roser).
" Introducir la sonda despacio, sin forzar, hasta que llegue a la altura de la úvula.
"Fijar la sonda con el esparadrapo, a un lado de la cara, procurando que quede fijada a la
altura de la oreja.
*Conectarla sonda al sistema de administración de oxígeno.
* Calibrar el flujo de salida de oxígeno.
*Cambiarla sonda de fosa nasal cada 48 h aproximadamente. A veces es necesario hacerlo antes.
* Hacer la higiene bucal.
* Cuidados de las fosas nasales (limpieza y aplicación de cremas).
* Vigilar su funcionamiento.
Los procedimientos para incrementar la ventilación alveolar se dividen en dos grandes grupos,
dependiendo de cómo se acceda a la vía aérea.
Se habla de Ventilación mecánica invasiva (VMI), para referirse a aquellos casos en los que se
accede al interior de la vía aérea de forma artificial, por medio de la intubación endotraqueal, y de
Ventilación mecánica no invasiva (VMNI), para referirse a aquellos otros en los que se emplean
mascarillas nasales o faciales, en lugar de tubo endotraqueal.
El respirador sustituye en estos casos a las funciones que en condiciones normales realizaría la
caja torácica (costillas, músculos respiratorios, etc.) y el diafragma.
1111
Respirador de presión
- Respiradores de volumen. Estos aparatos permiten la regulación de la presión de insufla-
ción, la frecuencia respiratoria por minuto, el volumen corriente, el porcentaje de oxígeno
y la relación inspiración-espiración. Son fáciles de regular y no exigen una vigilancia tan
estrecha como en el caso anterior. Se utilizan principalmente en la reanimación respiratoria.
Atención a los cuidados del paciente intubado:
* Facilitar la higiene bucal y nasal del paciente frecuentemente debido a que la cavidad
bucal es una fuente primaria de infección para los enfermos.
Ventajas de la VMNI:
- Evita las complicaciones que supone la intubación traqueal: lesiones, neumonías nosoco-
miales, barotraumatismos.
Contraindicaciones de la VMNI:
- Coma.
- PCR.
- Vómitos.
La presión durante la inspiración (IPAP), es igual a la presión durante la espiración (EPAP), con-
siguiéndose una presión positiva al final de la espiración (PEEP).
La CPAP permite mejorar la oxigenación durante los primeros minutos del tratamiento, siendo
considerada como la forma de ventilación más fisiológica y menos traumática. El sistema más usa-
do es el de flujo libre mediante el denominado Método CPAP Boussignac.
En este caso el respirador administra una presión inspiratoria que se programa a un determina-
do valor, mientras que la espiración se realiza a presión atmosférica. Dentro de los sistemas de PSV,
el más conocido y usado es la Presión de soporte binivel (BIPAP). En esta situación, se le añade una
presión al final de la espiración (PEEP).
318
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111
j
8/PAP
Al utilizar la BIPAP, aplicamos un nivel de presión durante la inspiración (IPAP) y un nivel menor
durante la espiración (EPAP).
La VMNI, en cualquiera de sus variantes, se está demostrando como una alternativa válida en
el tratamiento de muchos trastornos respiratorios, que hasta ahora estaban abocados a la intuba-
ción orotraqueal y la conexión a ventilación mecánica, con todos los efectos secundarios que esto
producía.
- Insuficiencia respiratoria aguda (IRA) hipercápnica y/o hipoxémica: EPOC reagudizado, edema
pulmonar cardiogénico, crisis asmática, bronquiectasias, síndrome de distrés respiratorio agu-
do, deformidades de la caja torácica, trastornos neuromusculares (miastenia grave, distrofias ... ).
8.5.3. Aerosolterapia
La aerosolterapia es un tratamiento habitual en los servicios de ORL, pediatría, neumología y alergo-
logía, aunque también se vienen utilizando en Atención Primaria. La aerosolterapia es la forma de trata-
miento que utiliza aerosoles de manera que éstos son pulverizados para ser empleado por inhalación.
Como reacciones adversas del salbutamol destacan la taquicardia, palpitaciones, temblor, an-
siedad y cefaleas.
319
l
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Intubación con transiluminación. Cuando una luz brillante se introduce en la vía aérea
superior, puede ser percibida a través de los tejidos del cuello cuando se encuentra en el
interior de la laringe o tráquea. Esto permite guiar la punta del tubo a través de la glotis sin
visualizar directamente las cuerdas. Se denomina «método visual indirecto».
320
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111
7
- Cricotiroidotomía. Existen sistemas preparados para esta técnica. En toda caso, y en situa-
ciones extremas, se puede realizar una incisión de 1 cm sobre el cartílago cricoides, intro-
duciendo el mando del bisturí girándolo posteriormente 90° para introducir la cánula de
traqueotomía.
\l
r
Material necesario para una intubación
8.5.4.2. Traqueostomía
Denominamos la traqueostomía como técnica quirúrgica mediante la cual se abre un orificio
entre el segundo o tercer anillo traqueal, cuyo objetivo es el paso de aire entre la tráquea y el exte-
rior, para permitir la respiración, por medio de una cánula.
- Intubación prolongada.
Se puede dar el caso de que ante una disnea severa, en la que no sea posible la intubación y se
prevea una parada cardiorrespiratoria, haya que realizar una traqueotomía de urgencia.
Además de la traqueotomía reglada o la urgente, existen otras formas para permitir la entrada
de aire por la tráquea:
- Prohibir fumar, así como el manejo de llamas, cerca de la instalación y del paciente.
- Comprobar que el frasco humidificador contiene agua destilada hasta la señal indicada.
322
Manual de estilo del Servicio Andaluz
de Salud. Valores y principios del SAS.
Características de la atención. La
atención sanitaria y su organización
1. Introducción
2. Valores y principios del Servicio Andaluz de Salud
3. Característicasde la atención
4. La atención sanitaria y su organización
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
1. Introducción
El Servicio Andaluz de Salud tiene como misión prestar atención sanitaria a las ciudadanas y ciuda-
danos andaluces, ofreciendo servicios sanitarios de calidad, asegurando la accesibilidad equidad y satis-
facción de las personas usuarias y buscando la eficiencia y el aprovechamiento óptimo de los recursos.
En el cumplimiento de ese objetivo y para conseg uir que las personas que utilizan los servicios
del Sistema Sanitario Público Andaluz obtengan una atención sanitaria integral; los profesionales
del SAS, deberán mejorar de manera continua la atención que prestan a los ciudadanos teniendo
como objetivos no solo aspectos científico-técnicos sino también la confianza de los ciudadanos
en los servicios que se le prestan.
Cuestiones relacionadas con el respeto a las diferencias, la intimidad de los pacientes, las for-
mas de trato en la comunicación o las condicio nes que garantizan la confidencialidad de cualquier
dato son algunos de los aspectos que recoge el nuevo Libro de Estilo del Servicio Andaluz de Salud.
Cuestio nes para las que establece paut as de actuación explícitas, comportamientos éticos y modos
de hacer que se traducen en acciones concretas.
El Libro de Estilo del Servicio Andaluz de Sa lud, se estructura en dos partes:
- La primera que especifica la misión y los valores de equidad, universalidad, accesibilidad,
mejora continua de la calidad, atención integral y personalizada, eficacia y eficiencia q ue
distinguen esta organización.
- Y la segunda, en la que se definen pautas de actuación muy prácticas estructuradas en 76
apartados en los capítulos de características generales de la atención, prestaciones sanita-
ria, organización de la atención y situaciones difíciles
- Universalidad. Logro fundamental del sistema sanitario público en nuestro país es la ge-
neralización de la atención sanitaria a toda la población. En la actualidad el SAS, presta
asistencia sanitaria a todas las personas que lo necesitan, en un marco real de universalidad
de la asistencia.
- Accesibilidad, no solo evitando actitudes que puedan propiciar la discriminación, sino me-
diante el favorecimiento del acceso a los servicios sanitarios de personas que se encuentren
en situación de especial debilidad.
- Atención Personalizada, por ser el objetivo principal del Servicio Andaluz de Salud el trato
con personas, y no con enfermedades o procesos; incorporando habilidades de relación
con los usuarios entre las competencias de los profesionales.
- Eficacia, implica el actuar asegurando que las intervenciones realizadas, obtienen el máxi-
mo beneficio terapéutico para los pacientes.
Eficiencia, no mediante el recorte de gastos, sino aprovechando plenamente los recu rsos
de que se dispone para actuar más y mejor.
- Actuar como organización, y no individualmente para resolver los problemas de los usua-
rios. Materializando la idea de continuidad asistencial, como mecanismo que permitirá dar
una única respuesta a los andaluces en su necesidad de salud.
- La mejora continua de la calidad, reto para todos los profesionales desde su propia res-
ponsabilidad y capacidad de actuación.
325
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
3. Características de la atención
3.1. Respetar las diferencias
La atención sanitaria generalizada a toda la po-
blación, garantizada mediante el trato con equidad a
todos los usuarios para que reciban la atención que
precisen en función de sus necesidades y sin que se
vea afectada por ningún tipo de discriminación:
- El ejercicio de la obj eción de conciencia, ligado a la propia conciencia del profesional, no su-
pondrá juicio sobre los valo res y conciencia d e los ciudadanos que demandan los servicios.
- Se evitará el uso de palabras técnicas como adjetivos peyorativos, así como la realizació n de
juicios de valor de las personas que usan los servicios.
- Será necesa rio que se habiliten espacios que permitan la atención de m anera reservada.
Teniendo derecho los pacientes a que no interrumpan los actos clínicos personas que no
tienen relación directa con los mismos.
326
MANUAL DE ESTILO DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD 11111
- Toda la información sobre los usuarios debe ser tratada por los profesionales con confiden-
cialidad. Desde la utilización de un tono de voz bajo en la atención, a la confidencialidad de
los datos del ciudadano que demanda unos servicios.
- En la historia clínica, no se incluirán datos que reflejen aspectos íntimos del paciente y no
tengan relación con la naturaleza clínica del resto de la historia.
- Los profesionales del SAS utilizarán la información personal de los usuarios exclusivamente
para los fines para los que fue facilitada, y para garantizar la continuidad asistencial.
- Se cuidará el que las personas destinatarias de la información sobre un usuario, sean las que
el autoriza, o legalmente, tengan derecho a obtenerla.
- Se atenderá el deseo del usuario de que la información personal que le ataña quede entre
el profesional y el, siempre que sea posible.
- Los profesionales, no harán referencia a ningún usuario en espacios públicos de los centros
sanitarios. Se buscarán lugares reservados para ofrecer información.
- Mostrando interés los medios de comunicación sobre algún tipo de proceso asistencial de
un personaje público o de otras situaciones especiales, antes de ofrecer cualquier parte
médico, se deberá solicitar consentimiento al paciente o sus familiares.
- Deberá cuidarse la circulación de las historias clínicas de forma que no resulten accesibles a
personas ajenas al proceso asistencial.
- Los términos utilizados por los profesionales con referencia a los usuarios, tanto en la rela-
ción personal con ellos, o con otros profesionales, como en la documentación escrita, serán
absolutamente respetuosos.
\
\
\
- Es el usuario quien tiene derecho a elegir el profesional sanitario que lo atiende, el profesio-
nal sanitario no escoge su s pacientes. No obstante existiendo interacción médico-paciente
incompatible con la calidad del proceso asistencial el responsable del servicio podrá acor-
dar con el usuario, el cambio de asignación.
- El médico respon sable deberá controlar el que las distintas actuaciones sobre su paciente
sean coherentes.
- Cuando sea necesario que otro dispositivo se ocupe de un paciente, la institución que
cuenta con la información médica, deberá ponerla a disposición del nuevo equipo para
evitar la repetición innecesaria de procedimientos.
- El trabajo en equipo es necesario para proporcionar una asistencia de calidad a las personas
atendidas, y garantizar la continuidad de la atención.
328
MANUAL DE ESTILO DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD 11111
- El médico deberá poder ofrecer a sus pacientes toda la información sobre su enfermedad
sin ocultar datos aunque no sean favorables. En cualquier caso se deberán respetar los de-
seos de los pacientes, y siempre proceder con sensibilidad.
- Ante usuarios que dejan la decisión en sus manos, el profesional aconsejará la opción que a
su juicio sea más adecuada.
- El consentimiento informado trata de asegurar que el usuario conoce los efectos benefi-
ciosos y perjudiciales probables: consecuencias seguras de la intervención, beneficios y
riesgos típicos, riesgos infrecuentes pero no excepcionales, y riesgos relacionados con sus
circunstancias personales.
329
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Tener en cuenta las opiniones de los usuarios para mejorar, mediante análisis del impacto
de nuevas m edidas sobre los mismos.
- Las opiniones de los usuarios, deberán ser tenidas en cuenta para mejorar la asistencia
- Ante cualquier cambio que afecte al usuario, será preciso informarle con la suficiente an-
telación; sobre cuando y donde se le va a atender, que t iene que h acer y q ue va a ocurrir
después.
330
MANUAL DE ESTILO DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD 11111
- El profesional que atiende a un paciente asume la función de informarle sobre las actuacio-
nes previstas en relación con su problema.
- Cuando se produzcan cambios que afecten a la atención del paciente, motivados por cues-
tiones internas; se deberá informar al usuario con la suficiente antelación. Y a ser posible en
el mismo acto de información se comunicarán todos los nuevos datos (cambio fecha de la
cita, cambio de profesional. . .).
- Se facilitará ayuda a los usuarios en su orientación en los centros y servicios. Mediante una
explicación, la entrega de un plano, o la guía de un acompañante.
4.2.3. Actuar como organización para ayudar a resolver los problemas de los
usuarios
- Al detectar un profesional un fallo u omisión que pueda afecta r a un usuario, intentará so-
lucionarlo siempre que sea posible con su propia actuación, tanto si es parte de sus tareas
como si corresponde a las tareas de otro profesional. Comunicando después al responsable
de la unidad la situación para que pueda solventarse de manera definitiva.
- Para resolver los problemas organizativos, se utilizarán los canales internos de comunica-
ción, procurando resolverlos sin causar molestias a los pacientes.
- Las demandas de los profesionales a la organización, se realizarán por los cauces esta-
blecidos. Ninguna circunstancia justificaría que los profesionales usaran a los pacientes
contra otros profesionales o la misma organización para la expresión de reivindicaciones
particulares.
- Es incorrecta la utilización del vestuario clínico fuera del centro. Salvo el diseñado con esta
finalidad.
331
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Todo el material impreso que se entregue al usuario incorporará los nombres del Servicio
Andaluz de Salud, de la Consejería de Salud y de la Junta de Andalucía. En caso de formato
gráfico, este se adaptará al Manual de Identidad Corporativa vigente.
- Se evitará que en los espacios institucionales destinados a informar a los usuarios, se colo-
que publicidad de empresas o entidades privadas, así como información interna, que debe-
rá reservarse a espacios de acceso exclusivo a profesionales.
- El uso de modelos del SAS es exclusivo para las actividades realizadas en cumplimiento de
las funciones del Organismo.
- Se utilizarán los términos Servicio Andaluz de Salud, y el nombre oficial del centro, y no los
términos Seguridad Social o Seguro.
- Cualquier conducta complaciente que apruebe una petición no razonable, supone una
descalificación hacia los profesionales que actuaron correctamente, además de dañar la
imagen del profesional que la realiza, del centro sanitario y del SAS.
- En situaciones de conflicto en la relación con los usuarios, es fundamental actuar con pro-
fesionalidad. El profesional en su respuesta al usuario, adopta la posición de representante
de la institución, por lo que debe ser una respuesta moderada, y evitando la confrontación.
- Toda queja, justificada o no a criterio del profesional ante quien se expresa, deberá ser tra-
tada como una fuente de información para la mejora continua.
332
MANUAL DE ESTILO DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD 11111
- Como norma general, ante una queja, no importa la forma de expresión de la misma, siem-
pre se contestará al usuario. En las reclamaciones efectuadas a través del libro de reclama-
ciones, se cumplirá el procedimiento legalmente establecido.
- El profesional a quién el usuario expone una queja, lo atenderá tanto si la misma es resulta-
do de su actuación personal, como si no lo es. Aunque si el mismo considera que no tiene
conocimientos suficientes para ayudar al usuario, lo podrá dirigir al profesional o al servicio
que pueda atenderlo.
- La respuesta a una queja, supone escuchar para averiguar las circunstancias que la motiva-
ron, ofrecer explicaciones al usuario, e intentar resolver la situación.
- Los directores de los centros, asumirán la función de atender las reclamaciones y quejas de
los usuarios cuando estos o los profesionales, se lo demanden.
- La representación del SAS en las respuestas formales a las reclamaciones que se presenten,
corresponderá a los cargos directivos; quienes podrán delegar esta función en otras perso-
nas cuando lo consideren adecuado, y siempre bajo su responsabilidad.
333
Habilidades sociales y
comunicación. El ciudadano
como centro de nuestro Sistema
Sanitario. La comunicación
como herramienta de trabajo.
Estilos de comunicación
mo, que no es más que la cantidad, frecuencia y secuencia de las palabras y con la actitud,
es decir, expresiones de aprobación o reprobación, intolerancia o cercanía ..., al efectuar la
pregunta debemos ser neutrales.
- Sentir. Mediante esta habilidad transmitimos empatía y allanamos el camino a los buenos
resultados. Cuando se habla de sentir nos referimos a ponernos en el lugar del paciente o
del familiar, a sentir lo que el otro siente con respecto a una situación o problema particular.
Para desarrollar esta habilidad debemos saber diagnosticar, escuchar y preguntar; además
debemos conocernos muy bien a nosotros mismo, nuestros servicios y las capacidades que
tenemos para resolver el problema, de esta manera podremos comprender más fácilmen-
te y ponernos en el lugar del paciente y su familiar, ya que sólo así llegamos a conocerlo
verdaderamente.
Comportamiento no verbal
Fundamento de la comunicación Escuchar
interpersonal Preguntar
Sentir
Desarrollando las cuatro habilidades podremos acercarnos más a los paciente y sus familia-
res y de esta manera adelantar estrategias que permitan acortar la brecha entre lo ofrecido y sus
expectativas.
Comunicarse
Fundamento de la relación Escuchar
interpersonal Sol ucionar
Expresar
En las relaciones interpersonales hay cinco procesos fundamentales que impactan directamen-
te en ellas: percepción, pensamiento, sentimiento, intencionalidad, acción.
• 1
- El pensamiento es la idea inicial a partir de la cual se analizará y evaluará la situación, para
emitir un juicio sobre lo que nos afecta y así plantear conductas y organizar acciones de
acuerdo a la información que se posee.
- El sentimiento es el estado afectivo del ánimo que se produce por causas que lo impresio-
nan vivamente y según el cual se tomarán las decisiones.
Estado afectivo del ánimo que se produce por causas que lo impresionan viva-
Sentimiento
mente y según el cual se tomarán las decisiones.
Las relaciones interpersonales han de ser saludables y eficientes. Para que sean saludables han
de cumplir las siguientes premisas:
1. Honestidad y sinceridad. Nos permite explorar los límites sociales y contrastar nuestra
verdad con la de los demás.
Gracias a ello podremos saber si la relación es saludable o no. Es saludable cuando existe compasión
(capacidad humana de sentir con el otro, de identificarse con él y de ponerse en el lugar del otro), com-
prensión (capacidad humana para entender y penetrar las cosas) y sabiduría (conocimiento profundo que
permite tener un comportamiento prudente, honesto y sincero con respeto a la libertad de decisión).
Honestidad.
Saludable Confianza.
Respeto.
Satisfacción.
Autenticidad.
Eficiente Empatía.
Compañerismo.
Efectividad.
Frustración.
Ansiedad.
Enojo.
Deficiente
Agresividad.
Negativa.
Deserción.
Relación interpersonal
Los problemas en las relaciones interpersonales ocurren como resultado del compromiso
de los involucrados en sus propias perspectivas, ideas, opiniones y sentimientos que abusan o
pasan por alto los de los otros. Las relaciones giran en torno a las necesidades de las personas.
Necesidades satisfechas edifican relaciones interpersonales y producen comportamientos positi-
vos. Por ello, la meta de cualquier relación es cumplir las necesidades existentes. Las necesidades
que no son cumplidas (necesidades insatisfechas) destruyen las relaciones y producen comporta-
mientos negativos.
Una relación interpersonal es buena cuando es: descriptiva, está orientada al problema exis-
tente, origina empatía, se desarrolla en un régimen de igualdad y, produce provisión. Son com-
portamientos inefectivos dentro de la relación interpersonal el juzgar, controlar, dar imagen de
superioridad, dar certeza.
Las etapas de una relación interpersonal insatisfecha son: cooperación, desquite, dominación,
aislamiento. Cooperación: la acción conjunta de unos y otros para conseguir un mismo fin requiere
seis cualidades (compromiso, objetivo común, desinterés, confianza y respeto mutuo, creatividad,
compromisos renovados). Desquite: se vuelve a la situación anterior procurando reintegrarse de lo
339
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
perdido. Aparece cuando se o lvida que se es "socio" en la relación; esta etapa surge cuando se da el
paso de salir de la relación y tiene varios segmentos (asumir demasiado de la otra persona, tomar
la iniciativa para cumplir sus necesidades): demandar o manipular, agredir, luchar por el control.
Dominación: poder para disponer de lo que es de uno. Las personas dominadas sacan tres conclu-
siones antes de optar por el aislamiento (la persona no se preocupa por sus necesidades al sentir
que es rechazada y autocompasión; ven al dominador como egoísta y no como socio. Concluyen
que no tienen que perdonar a la otra persona, ya que se ha pasado el límite del aguante. Dan por
hecho que no van a cumplir sus necesidades. Aislamiento: se aparta de la comunicación y del trato
con los demás. Aparece cuando se deja de luchar, se ignora a la otra persona, cesa la comunicación,
se pierde la confianza, aparecen nuevos problemas, aparece egoísmo. El resultado es la rotura de
la relación.
Compromiso.
Objetivo común.
Cooperación Desinterés.
Confianza y respeto mutuo.
Creatividad.
Compromiso renovado.
Deja de luchar.
Ignora a la otra persona.
Aislamiento Cesa la comunicación.
Se pierde la confianza.
Aparecen otros problemas nuevos.
Surge egoísmo.
340
HABILIDADES SOCIALES YCOMUNICACIÓN 11111
La relación interpersonal ha de basarse en tres pilares fundamentales que, por orden de im-
portancia, son: sinceridad, confianza y respeto. Sinceridad: la relación ha de ser veraz, honesta, sen-
cilla, expresada de modo libre sin hipocresía y sin fingimiento. Confianza: la esperanza firme que
se tiene de alguien es un elemento vital en cualquier relación, permitiendo conocer el problema
subyacente para proporcionar la ayuda. Respeto: acatar lo que hace alguien es importante. Se con-
sigue la creación de un espacio psicológico y social en el que se respeta la intimidad personal y se
fomenta la libertad para desarrollar la visión de las cosas.
Pero toda relación interpersonal no siempre es positiva. Hay momentos en los que se produ-
cen situaciones negativas, desagradables, que hay que controlar tomando decisiones o adoptando
actitudes positivas para que mitiguen y difuminen el impacto dañino. El propósito es mantener
una relación de fortaleza. Para controlar estas relaciones negativas se sugiere: no dar demasiada
importancia a aquello que en realidad no la tiene, no dejar que las emociones dominen al intelecto
(en estos casos lo mejor es buscar el equilibrio emocional), respetar la posición de la otra persona y
pensar que es tan válida como la tuya, por último no encerrarse en la propia frustración, exteriori-
zando el problema hablándolo con alguien de confianza.
Para finalizar esta parte de la exposición, decir que la duración de una relación estará en función
de varios factores: número de personas involucradas, propósito de la relación, compromiso de la
relación, valor que la relación tiene para cada uno, nivel de madurez de los individuos y por último
de las necesidades cumplidas.
Debido al dinamismo que rodea el ambiente sanitario y las exigencias de un mundo cambiante,
los entes públicos deben incorporar nuevas herramientas administrativas q ue les permitan hacer
uso efectivo de los recursos propios o asignados. Todo esto en virtud de hacer más eficaz su función
primordial como lo es cubrir las necesidades del público.
341
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Hoy en día, existen todavía muchas organizaciones que confunden esta finalidad, por lo que
sus esfuerzos encaminados a mejorar el servicio fracasan rotundamente, sin importar el sincero
interés que se tenga en lograrlo.
Para el público, servicio no es simplemente cortesía, sino que este concepto tiene que ver con
una serie de factores:
4. Cualidades del personal: demuestran que los profesionales sanitarios son competentes
en su trabajo y capaces de inspirar confianza. ¿El médico fue cortés? ¿Conocía los requisitos
y condiciones del servicio?, etc.
S. Empatía: ofrecer acceso fácil para el ciudadano; entender sus necesidades; mantener una
comunicación constante en un lenguaje claro y sencillo.
342
HABILIDADES SOCIALES YCOMUNICACIÓN 11111
En primer lugar, el profesional debe centrarse en el factor más importante para el ciudadano: el
cumplimiento. Todos solicitamos servicios con la finalidad de recibirlos a tiempo y en la forma correcta.
En opinión del ciudadano, atención y servicio no es lo mismo, como se demuestra en esta ana-
logía, enfocarnos en mejorar la atención al público o la imagen de los elementos tangibles (mo-
dernizar las instalaciones, uniformar al personal, etc.) no nos ayuda a que el ciudadano perciba un
servicio de calidad si no hay cumplimiento de ejecución del servicio.
Aunque cumplir los objetivos del servicio debe ser la regla en todas las organizaciones, más de
la mitad de las quejas y problemas que experimentan los ciudadanos se derivan del incumplimien-
to de los mismos.
Atención y servicio no son lo mismo; el ciudadano evalúa un servicio con base en los cinco
factores mencionados anteriormente y, de entre estos, el cumplimiento es el más importante, pues
representa más de la mitad de la evaluación.
Los factores para lograr que una estrategia de relaciones con el usuario sea exitosa son los
siguientes:
3. Siempre hay que recordar que el ciudadano desea negociar con quien le conozca, que com-
prenda lo que necesita y que satisfaga sus necesidades. Gestionar la relación con él significa
asegurarse de disponer de la información para realizarla.
4. Las mej ores herramientas no son necesariamente las de más alta tecnología. Son aquellas
que permiten recopilar y preservar información para la organización y para el ciudadano.
4. ¿Se lograrán los objetivos?'EI adiestramiento adecuado del recurso humano, la elección de
la tecnología acorde con el alcance del plan, la implantación y el monitoreo, son técnicas
que orientarán la estrategia al camino correcto en caso de alguna desviación en las actua-
ciones de atención al público.
En un entorno cada día más exigente en el que los destinatarios principales de las actuaciones
de la Administración, los ciudadanos, exigen una mayor cercanía, eficacia y eficiencia en la presta-
ción de los servicios públicos, la Administración pública ha de esforzarse por satisfacer mejor sus
necesidades y requerimientos, anticipándose a los mismos.
Es decir, uno de los principales objetivos de la Sanidad es conseguir unas instituciones moder-
nas, abiertas, transparentes y accesibles a los ciudadanos.
1. Derecho a obtener información sobre cualquier asunto relacionado con sus derechos, obli-
gaciones e intereses legítimos, con la utilización de los servicios públicos, y con la organiza-
ción y competencias de la Administración.
2. Derecho a ser asesorado acerca de los requisitos jurídicos o técnicos que debe cumplir en
sus actuaciones ante la Administración.
4. Derecho a ser tratado con respeto y deferencia por las autoridades y funcionarios al servicio
de la Administración.
6. Derecho a obtener copia sellada de los documentos que presente, a la devolución de los
documentos originales y a no presentar documentos no exigidos por las normas o que ya
se encuentren en poder de la Administración.
8. Derecho a que la Administración dicte resolución expresa ante sus peticiones, solicitu-
des o reclamaciones, y a que le notifique dicha resolución en los términos establecidos
legalmente.
9. Derecho a acceder a los archivos y registros de la Administración, con los límites legalmente
establecidos.
1O. Derecho a presentar sugerencias y quejas en relación con el funcionamiento de los servi-
cios públicos y los órganos y unidades de la Administración.
344
HABILIDADES SOCIALES YCOMUNICACIÓN 11111
Además, los rasgos de personalidad, junto con otros factores "ambienta les" (características ed u-
cativas, económicas, sociales, etc.), determinarán las motivaciones que llevan al usuario a requerir
un servicio.
- Usuario prepotente. Cree saberlo todo y es dominante. La actitud correcta respecto al mis-
mo será: no d iscutir, demostrarle interés por sus asuntos, y pedirle su consejo y su opinión.
- Usuario desconfiado. Duda de todos y de todo, rechaza hasta los argumentos más lógicos
y es susceptible. La actitud correcta respecto al mismo será: no contradecirle, respetar sus
ideas, buscar puntos comunes y no afirmar nada que no podamos demostrar.
345
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
1
Usuario discrepador. Quiere discutir, no importa sobre qué cosa. Es polémico y agresivo.
Busca rá algún punto discordante, el que sea, para generar polémica. La actitud correcta
respecto al mismo será: con educación y respeto no polem izar, dar servicio prescindiendo
de sus provocaciones y argumentar a partir de sus propias palabras.
- Usuario indeciso. Nunca está seguro. No sabe lo que le conviene. Se decide y retrocede.
Impreciso en sus argumentos. La actitud correcta respecto al mismo será: darle argumentos
aclaratorios y tomar la decisión por él, poniendo las ventajas de una opción sobre la otra.
- Usuario impulsivo. Quiere respuestas rápidas. Es nervioso, va con prisas. Conciso y breve.
La actitud correcta respecto al mismo será: valorar su tiempo dándole la información preci-
sa y correcta.
- Usuario agresivo. Hay situaciones donde los pacientes o sus familiares pierden la calma
ante una situación límite relacionada con su enfermedad. La actitud correcta respecto al
mismo será: intentarlo calmar, escuchándole, transmitiéndole comprensión y razonándole
1.a situació n.
Como vemos, las tipologías aquí recogidas reflejan bastante bien lo que nos podemos en-
contrar cuando atendemos a un usuario. Lóg icamente existirán muchas m ás, y la principal mi-
sión del Celador será identificar las principales pa utas de su comportamiento, sus motivaciones
y necesidades, y así adaptar su comportamiento para atenderle de la manera más satisfact oria.
Si este proceso se desarrolla correctamente, el resto del m ismo evolucionará b ien, puesto que
ya tendremos definidas las pautas de actuación para con el paciente.
Para poder ofrecer al usuario una atención que genere satisfacción, es preciso tener en cuenta
lo q ue espera recibir cuando entra en una institución sanitaria, es decir, sus expectativas.
346
HABILIDADES SOCIALES YCOMUNICACIÓN 11111
- Necesidad de ser acogido: es preciso que el local sea acogedor, confortable, bonito, or-
denado..., pero también que la persona sea acogedora. Esto se manifiesta a través de
nuestra mejor sonrisa, acompañada de unas palabras de bienvenida, dichas en un tono
amistoso.
En general se usa rán fórmulas sociales de cortesía habituales en nuestra cultura, tanto en la
comunicación oral como en la escrita, siendo absolutamente respetuosos.
347
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Sonreír.
- Ser sincero.
- Infravalorar al usuario.
- Ser negativo.
Uno de los puntos principales de la atención al público es el de las relaciones con el usuario
satisfecho o insatisfecho.
El usuario satisfecho es aquel que encuentra el servicio que necesita y ha sido atendido de la
forma que esperaba. Los usuarios satisfechos, sobre todo los asiduos, comentan a sus conocidos el
servicio recibido, e incluso animan a otros a visitar el organismo. Un usuario satisfecho es el mejor
indicador de calidad que existe, ya que publicita el buen servicio de forma desinteresada.
Pero hay que tener en cuenta el lado contrario, pues un ciudadano que considere que se le ha
atendido mal, por muy bueno que sea el servicio que ofrecemos, no hablará bien de nuestro depar-
tamento, y seguramente dará malas referencias de nosotros a la gente de su entorno.
El gran problema no es el lugar donde el usuario se manifiesta, sino en todos aquellos en los
que, por distintas razones de tiempo, comodidad, timidez, el usuario no comunica su experiencia y
por tanto no se puede reaccionar.
Es de suma impo rtancia proporcionar una buena atención y servicio a los usuarios, solucionan-
do todas sus quejas y objeciones a fin de evitar su insatisfacción.
Por otra parte, el comportamiento del Celador ha de ser el de un profesional, y esto implica
respetar la regla de oro de la organización de calidad:
348
HABILIDADES SOCIALES YCOMUNICACIÓN 11111
Las autoridades y profesionales tienen el deber general de tratar con respeto y deferencia a los
ciudadanos, facilitándoles la atención precisa para el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento
de sus obligaciones.
c) Informar, con carácter general, sobre los req uisitos jurídicos o técnicos que las disposicio-
nes impongan a los proyectos, actuaciones o solicitudes que los ciudadanos se propongan
realizar, así como sobre los procedimientos administrativos, los servicios públicos y demás
prestaciones que se lleven a cabo por la Administración.
\ .. .
·----
g) Permitir el acceso telefónico directo a los órganos y unidades de la Administración, cuando
así lo exija la índole de la consulta formulada por el usuario.
h) Ofrecer un servicio reactivo, poniéndose en contacto con los ciudadanos cuando no hubie-
ra sido posible resolver una petición de información de forma inmediata.
350
HABILIDADES SOCIALES YCOMUNICACIÓN 11111
La atención telemática consiste en acercar la tecnología a los ciudadanos, en una primera fase,
en aquellos espacios en donde se relaciona presencialmente con la Administración, a fin de pro-
mover y fomentar la implantación paulatina de la administración electrónica y posteriormente en
aquellos espacios públicos de amplia utilización por los ciudadanos, al objeto de facilitar sus rela-
ciones con las Administraciones públicas.
Inicialmente la comunicación se realizaba por gestos o mediante sonidos guturales hasta que
apareció el lenguaje oral. Con la invención de la escritura por los caldeos, hace 5.300 años, la ca-
pacidad comunicativa de las personas ha aumentado y se potenció de forma considerable. La co-
municación es importante porque cumple diversas funciones: permite la relación de las personas,
fomenta la motivación de las mismas, permite la integración social para la satisfacción de las ne-
cesidades sociales y personales, proporciona la información que los individuos y grupos necesitan
para tomar decisiones y evaluar opciones alternativas.
Para Arcadi, la comunicación "es un medio por el cual dos o más personas pueden intercambiar
frases a través de un proceso en el cual se ven relacionados el emisor, que es la persona que envía
el mensaje, el receptor, que es la persona que lo recibe y que a su vez se vuelve emisor, el cual lo
manda a través de un canal por medio de códigos''.
351
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Para Alexandra Navarro, la comunicación es "todo proceso social de producción de formas sim-
bólicas, considerando tales procesos como fase constitutiva del ser práctico del hombre y delco-
nocimiento práctico que supone este modo de ser''.
- Emisor: es la fuente productora del mensaje; es decir, la parte de la comunicación que pro-
duce el mensaje.
- Receptor: es la parte de la comunicación a quien se le transmite el mensaje.
-t
ltf
Emisor Receptor
352
HABILIDADES SOCIALES YCOMUNICACIÓN 11111
Cuando entre dos personas que conversan se establece comunicación se habla de retroali-
mentación o feedback. La retroalimentación indica cómo se ha establecido el m ensaje entre am-
bas y permite ir viendo que se asimila bien el m en saje y se comprende lo que se quiere transmitir.
Los ruidos pueden ser físicos o psíquicos. Son ruidos físicos la contaminación acústica generada
por múltiples elementos (circulación, herramientas, voces, etc.). Los ruidos psíquicos se refieren al
estado psíquico y emocional en que se encuentra el individuo, por lo que dependen de factores
subjetivos (grado de interés, atención, motivación, ansiedad, etc.).
Para que la comunicación sea efectiva han de cumplirse varios requisitos: claridad (accesible
para quien va dirig ida), prudencia (permita la cooperación para conseguir un objetivo), aprove-
chamiento (tenga utilidad), equilibrio (no lo discrimine de otros), moderación (la estrictamente
necesaria y lo más concisa posible), difusión (llegue a otros) y evaluación (revisar y perfeccionar
con el fin de mejorar).
También es importante mantener una relación de confianza con los pacientes, respetando su in-
timidad, para que la comunicación sea fluida y sincera. Es importante animar, fomentar y favorecer
las relaciones sociales para que realice actividades que le mantengan ocupado.
- Código lingüístico: aquel que utiliza letras o grafos (para formar lexemas).
* Código no lingüístico visual: aquel que se utiliza en las señales, carteles, etc. (mediante
dibujos, fotografías, etc.) o el que se hace mediante gestos y signos (código semiótico).
Para captar el mensaje, el receptor debe ver la señal que el emisor le envía. No debemos
confundir ver con leer. Si bien es cierto que el código lingüístico escrito también hay
que verlo, más cierto es que no sólo basta con eso, sino que también hay que saber leer
y conocer el id ioma para entender el mensaje. En cambio, cuando nos comunicamos
con el código no lingüístico visual, sólo basta con ver.
353
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZDE SALUD 7
* Código no lingüístico acústico: aquel en el que emisor es un dispositivo que emite un so-
nido que es capt ado por el oído, es decir, el receptor debe escuchar la señal para recibir
y entender el mensaje. Ejemplos serían la sirena de una ambulancia, de un detector de
fuego, la bocina de un coche, el zumbador de la puerta, etc.
" Comunicación horizontal. Se emite un mensaj e por parte del emisor que llega al recep-
tor, consiguiendo que este ejecute una tarea o una función. Es decir, emisión de un
mensaje que fina liza en el receptor con la ejecución de una tarea.
354
HABILIDADES SOCIALESYCOMUNICACIÓN 11111
Sea cual sea el modo (lingüista o no lingüista) de comunicarse entre el paciente y su interlocu-
tor, la importancia del proceso de la comunicación radica en que esta sea bidireccional, interactiva
y comprensiva. Recuerde que el 75% de la comunicación es del t ipo"no lingüista".
3.3. Actitudes
La actitud es una disposición estable de la personalidad para reaccionar ante ciertas situacio-
nes mediante conductas sistemáticas y uniformes.
Otros autores definen la actit ud como una forma organizada y duradera de pensar, sent ir y
reaccionar hacia un objeto, situación o persona. Teniendo en cuenta lo anterior, se establecen tres
aspectos a considerar en las actitudes:
- Objeto: es todo aquello frente a lo cual el sujeto puede reaccionar (personas, objetos, situa-
ciones, etc.).
- Dirección: las actitudes se relacionan con el estado afectivo de la persona y pueden oscilar
entre una aceptación total o un rechazo total, pasando por todas las situaciones interme-
d ias posibles.
- Intensidad: las actitudes varían según la fuerza o intensidad con que se vive el fenómeno.
- Componente afectivo: se refiere al grado de motivación que hace ser favorable o d esfavora-
ble la vinculación afectiva con la persona o el hecho. Se refiere a los motivos que impulsan
a actuar de una determinada manera.
355
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Instrucción: la persona es instruida por otra sobre las actitudes que debe asimilar. Es una
forma específica de transmitir la información.
- Conocer el contexto sociocultural del paciente. Cuando el Celador tiene que hablar con el
paciente o sus familiares debe hacerlo utilizando un lenguaje claro, que evite, en la medida
de lo posible, los tecnicismos científicos. Las palabras deben ser conocidas en el lenguaje
coloquial y las frases han de ser cortas, precisas y claras. Debe hablarse lo justo y necesario,
evitando cualquier tipo de tertulia.
- Estar atento, saber callar para escuchar adoptando una actitud favorable de escucha, en la
que se demuestre interés por el paciente y su entorno inmediato.
- Favorecer situaciones de comunicación con el paciente, aunque evitando que se sienta pre-
sionado a hablar, ya que eso genera desconfianza y aislamiento.
- El Celador debe ser consciente de que su actitud general, forma de presentación ante los
pacientes y/o familiares, aspecto físico y forma de vestir, expresión corporal y mímica in-
fluyen de manera favorable o desfavorable en la comunicación con el paciente. Manifestar
una actitud positiva.
- Los familiares y el paciente no deben percibir, en ningún caso, en los Celadores desinterés
por su situación, bien sea porque se trata de un proceso habitual, por prisas, falta de empa-
tía, etc.
- El Celador debe evitar emitir cualquier juicio de valor u opinión sobre el proceso del en-
fermo, tanto al propio enfermo como a la familia. Tiene que ofrecer soluciones no nuevos
problemas.
- El tono de voz debe adecuarse a cada paciente y circunstancia y las expresiones corporales
y mímicas deben ser mínimas, ya que se trata de un lenguaje ambiguo, poco preciso y sus-
ceptible de valoraciones muy subjetivas.
356
HABILIDADES SOCIALES YCOMUNICACIÓN 11111
- Descubrir la importancia que tiene entender al paciente como persona teniendo en cuenta
sus necesidades (fisiológicas, de autorrealización, religiosas y culturales, de autoestima, de
afecto, etc.).
- Los familiares deben conocer las horas de atención que el hospital tiene establecidas para
poder hablar con el médico responsable.
- Responder estrictamente cuando sea preciso a lo manifestado por el paciente y/o familiar.
- Resumir lo que ha dicho el paciente o sus familiares, resaltando los aspectos más importan-
tes, como una manifestación de interés y comprensión.
La escucha pasiva, en cambio, se refiere al procedimiento seguido por el Celador para demos-
trarle al paciente que ha entendido y comprendido su mensaje, pero sin utilizar para ello el lengua-
je verbal. Se vale de un gesto, una palmada, un movimiento afirmativo, una sonrisa, etc.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Atención: procurar hablar siempre mirando a la cara y atendiendo a las expresiones del
paciente, ya que los enfermos transmiten mensajes a través de la comunicación no verbal
(gestos, posturas, actitudes, etc.).
Pero también existen barreras o dificultades para la comunicación con el paciente y/o los fami-
liares, entre las que se encuentran:
- Lenguaje: cuando el Celador usa distinto lenguaje, de manera que el paciente no puede
descodificarlo y por tanto interpretarlo.
- Fluidez verbal: hablar demasiado deprisa dificulta la comprensión. Hablar muy lentamen-
te puede aburrir y hacer que el paciente pierda el interés.
- Valoraciones: hacer juicios de valor o dar opiniones sobre temas para los que no existe una
moral universal y por tanto no se comparten opiniones.
- Discapacidades psíquicas: cuando existen alteraciones psíquicas que cursan con disminu-
ción de las capacidades intelectuales y, a veces, físicas (psicosis, neurosis, alteraciones de la
memoria, etc.).
358
HABILIDADES SOCIALES YCOMUNICACIÓN 11111
Es necesario en todo momento adoptar algunas actitudes determinadas que son muy impor-
tantes en una relación de ayuda:
- Sinceridad: es necesario que la sinceridad en el trato sea percibida por el paciente y sus
familiares para que se produzca esa relación de confianza expresada anteriormente.
- Empatía: una relación de empatía se produce cuando hay una comunicación mutua en la
que ambas personas son capaces de captar la sensibilidad, los sentimientos y la realidad del
otro. Es un elemento fundamental en la relación con los Celadores.
- Rigor, seriedad y precisión en el trabajo: son cualidades muy apreciadas que favorecen
la confianza y la relación de comunicación, sobre todo cua ndo se trata de una asistencia
sanitaria.
- Asertividad: podríamos definirla como la competencia del individuo para desarrollar la
labor que le exige su rol profesional. Esto es, conocer y aplicar los derechos que pertenecen
tanto al Celador como al enfermo.
Ser asertivo implica: saber decir «no» ante una demanda no justificada, saber y reconocer
que podemos equivocarnos pero, sobre todo, que asumimos esta responsabilidad, saber
que no tenemos respuestas ni soluciones para todo, saber que hay pacientes con los que
la relación puede ser muy distante, saber que trabajamos en equipo y que no tenemos
por qué conocer todo lo que nos pregunten, que podemos consultar o derivar a otros
profesionales ...
En definitiva, ser asertivo implica tener el valor suficiente para mostrarse como uno es, con
nuestras limitaciones y virtudes.
- Reactividad: o capacidad para dejar hablar y para escuchar. Se refiere al tiempo que pasa
entre que el paciente deja de hablar y comenzamos a hacerlo nosotros.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Por la peculiaridad del trabajo del Celador (suele ser el primer profesional que entra en con-
tacto con los pacientes), debe tener en cuenta que en determinados momentos llega a ser alguien
vital para quien le consulta o necesita, por lo tanto la experiencia le enseñará que debe tener muy
en cuenta el efecto de sus actos sobre dichas personas.
En las Instituciones Sa nitarias, nuestro trato directo con el asegurado, con el beneficiario que
tiene necesidad de su uso, tiene que extremarse al máximo, procurando por todos los medios hu-
manizar esas relaciones entre el empleado y el público. Que las personas no sean un número, sino
individuos que necesitan comprensión, deferencia, amabilidad, corrección y atención.
El Celador ha de tener muy presente que va a tratar en muchos casos a personas que sufren y
que por lo tanto su comportamiento delante de ellos o sus familiares ha de ser siempre muy hu-
mano y delicado.
El enfermo, casi siempre, se encuentra deprimido por los problemas que la enfermedad acarrea
a su familia y para esta es un momento muy difícil, la preocupación por su estado de salud, por saber
cuándo recibirá los primeros cuidados, quién va a ocuparse de él, etc.; en estas circunstancias, enfermo
y familiares se hacen más susceptibles y detectan con mayor facilidad los pequeños detalles; una des-
atención por parte del Celador al entrar en el hospital es suficiente para crear un estado de desánimo.
Dentro de las relaciones con el público está la faceta de la información, que entraña una máxi-
ma atención por parte del personal informador ya que de ella se puede derivar la pérdida de un
derecho o la demora en una asistencia sanitaria.
La información al público debe ser siempre clara, completa, amable y sencilla para poder ser
entendida por cualquier persona. Los trámites administrativos, la burocracia, el papeleo y las colas
son los problemas inherentes a cualquier gestión con la Administración que más detestan los usua-
rios; por ello debemos poner nuestra mejor voluntad en aquellas cosas más difíciles de entender
para evitar roces y suspicacias con los mismos.
360
HABILIDADES SOCIALES VCOMUNICACIÓN 11111
Por otra parte, el Celador, dada su movilidad en las Instituciones, puede llegar a enterarse del
estado de un paciente, del diagnóstico, de una posible intervención, etc. Por ello está obligado a
guardar silencio acerca de todo lo que conozca a causa del ejercicio de su profesión, ante los en-
fermos, familiares, visitantes, compañeros e incluso personas ajenas a su trabajo. Callará incluso las
cosas que crea que no tienen importancia.
Si es interrogado por la familia no deberá dar ninguna información sobre el estado del enfermo,
sino dirigirla amablemente hacia el personal facultativo que es el único autorizado para dar expli-
caciones en estos casos. En el Estatuto de Personal no Sanitarios, en respuesta a este caso indica:
"Se abstendrán de hacer comentarios con los familiares y visitantes de los enfermos sobre diagnós-
ticos, exploraciones y tratamientos que se estén realizando a los mismos, y mucho menos informar
sobre los pronósticos de su enfermedad, debiendo siempre orientar las consultas hacia el Médico
encargado de la asistencia del enfermo''.
- Información general a los pacientes sobre las horas de visita y consulta para la informa-
ción médica.
* Medios de transporte.
b) Procurar una mayor colaboración entre los usuarios y el personal que trabaja a su servicio.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
S. Estilos de comunicación
5.1. Lenguaje oral
Expresarse y comunicarse: La palabra no es el único instrumento de comunicación que el
hombre emplea. Lo emplea para comunicar sus deseos, sus conocimientos y sus ignorancias a sus
prójimos. Para los efectos de esta unidad siempre nos referiremos al lenguaje como el vehículo más
normal y universalmente usado en la comunicación. Pues bien, expresarse mediante la palabra oral o
escrita es utilizar este tipo de lenguaje para exteriorizar lo que se siente y lo que se piensa.
Comunicarse es algo más complejo que expresarse. Una expresión correcta puede no producir una
comunicación correcta. Una buena comunicación necesita de una correcta expresión, pero no es sufi-
ciente. La expresión no se agota en sí misma; es decir, no es necesario expresarse bien por el solo placer
que ello produce, sino que lo queremos y lo necesitamos para comunicarnos mejor con los demás.
Diferencia entre información y comunicación. El término formar significa dar forma a algo,
ordenar. De él deriva la palabra informar, que se compone del prefijo in- (en) y formar. «Informar
significa enterar» «dar noticia de algo». Informar es un verbo clave en la sociedad actual, que dis-
pone de medios de comunicación muy avanzados. Con frecuencia se usan otras voces de similar
etimología (información= acción y efecto de informar; informativo = se dice de lo que informa o da
noticia de una cosa; informante= el que informa).
En la variedad de relaciones sociales que vincula a los hombres entre sí, se pueden observar dos
aspectos fundamentales: saber transmitir ideas y saber hacerse comprender por los demás. En esas
relaciones el lenguaje adquiere una importancia de extraordinario relieve. El hombre, ser social,
está en continua comunicación con sus semejantes. Recordemos que los elementos que integran
esa comunicación, cualquiera que sea la naturaleza de ésta, son los siguientes:
362
HABILIDADES SOCIALES YCOMUNICACIÓN 11111
Tan esencial es que la comunicación contenga todos estos elementos que, cuando la misma
falla por alguna circunstancia, la causa hay que buscarla en deficiencias imputables a cualquiera
de ellos.
La buena comunicación supone que un emisor, empleando correctamente las técnicas de ex-
presión adecuadas, transmite un mensaje claro, preciso y ordenado, a uno o varios receptores o
destinatarios que captan normalmente y sin esfuerzo especial el contenido del mensaje, gracias a
la acertada utilización de un código común, previamente seleccionado, y al correcto funcionamien-
to de un canal, a través del cual se ha deslizado el mensaje.
La palabra hablada es usada por los humanos de dos formas fundamentales: en el monólogo y
en el diálogo. En nuestra vida asistimos muchas veces a actos en los que una persona se dirige a un
auditorio. Son conferencias culturales, económicas, deportivas... Se trata de disertaciones expositivas,
especialmente durante el período de aprendizaje de ciertas materias, o en cursos de toda índole; son
discursos políticos, religiosos o de cualquier otro tipo; pueden ser programas radiofónicos, en los que el
locutor se dirige a través de las ondas a un público totalmente desconocido... Todos estos actos tienen
en común el que una persona se dirige a unos oyentes para hablarles de un tema. Estamos ante una
modalidad de lenguaje monologante. El orador, locutor, profesor o conferenciante utilizan la palabra
con unas características que se parecen bastante, diferenciándose por la finalidad que se proponen al
dirigirse al público.
La habilidad de quien debe comunicar a los demás sus propios pensamientos está en suscit ar
en los destinatarios el deseo de conocer y profundizar en lo que escuchan. En los años actuales
estamos asistiendo a una tecnificación de la comunicación oral, dirigida y orientada a captar al
destinatario (individual o colectivo) más que a exponer razonamientos, hechos o puntos de vista.
Entre las características del lenguaje hablado, se pueden señalar dos fundamentales:
a) Su uso utilitario.
b) Su propósito de comunicación.
363
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Claro está que en esta situación falta un interlocutor. El término monólogo o soliloquio indica
ya que esta situación es vivida por el interesado como una especie de conversación. La persona-
lidad humana es multiforme y el hombre puede oponerse a sí mismo como si fuera otra persona.
Que el soliloquio sea una verdadera conversación nos hace darnos cuenta del notable hecho de
que en nuestro ser pueden habitar varias personalidades. El hablar para sí acaba con una decisión,
aunque ésta sea la de no decidirse. El soliloquio no se sostiene en voz alta ni tampoco en tono de
susurro, sino que transcurre totalmente como diálogo interior, como discurso «pensado».
a) Algunas veces al monólogo le faltan los rasgos del lenguaje hablado, pues el hablante lo
que ha hecho es escribir lo que ha de decir y luego aprendérselo. En este caso, el lenguaje
carece de la vitalidad, imprevisión y viveza que suele tener cualquier lenguaje hablado en
condiciones normales. El hablante a veces es un lector de un texto escrito.
b) Los fines que se proponga obtener el hablante de su público marcarán las características
que ha de tener su exposición. El fin marca la forma de hablar. No será lo mismo el len-
guaje que un funcionario utiliza ante una persona con solvencia lingüística y cultural que el
utilizado ante una anciana, tal vez analfabeta, que se acerca al mismo funcionario pidiéndo-
le le ayude a rellenar un impreso. Los fines marcan las formas de hablar.
c) El lenguaje hablado monologado suele ser preciso y exacto. El monólogo carece de in-
terrelación comunicativa; su dirección es única: del emisor al receptor; es un lenguaje
que suele ser lineal, preciso y exacto. En general, el monólogo es un lenguaje en el que la
cadena hablada sufre pocas modificaciones tonales, se suele hacer monocorde, con la con-
siguiente pérdida de interés por parte del destinatario.
Para hacer una presentación ordenada y coherente se hace imprescindible una comprensión
clara y previa del tema a exponer. Es necesario entender primero lo que se va a decir. La intelec-
ción precisa del tema dará una comunicación precisa del mismo. Acto seguido se procederá a una
espontánea ordenación de todo lo que se va a exponer en torno a la idea central. Se hará distinción
entre lo principal y lo secundario, para darles la categoría y el tiempo que realmente merezcan, de
manera que siempre quede resaltado lo auténticamente importante.
364
HABILIDADES SOCIALES YCOMUNICACIÓN 11111
Lo dicho anteriormente es válido para todo tipo de lenguaje monologado. Digamos, como sín-
tesis, que todo lenguaje debe estar acomodado al objetivo que el hablante busca con la comunica-
ción. Olvidar los fines es casi siempre causa de error en la elección de los medios a emplear. Todo
lenguaje debe acomodarse a los fines que intente.
El diálogo es una comunicación en donde participan activamente los dos polos del circuito.
Diálogo, etimológicamente, significa «palabra compartida por dos». Sabemos que el hombre es un
ser sociable. De su sociabilidad le nace el deseo de hablar con los otros hombres.
Estamos dialogando todo el día. El diálogo es la forma más natural y universal de comunicación.
El hombre se va haciendo a través del diálogo con los demás. Porque el diálogo es la forma
más perfecta de comunicación: un emisor y un receptor entre los cuales se intercambia un men-
saje transmitido por un medio apropiado. Cuando la comunicación se da en ambos sentidos, los
dos polos del circuito se convierten alternativamente en emisores y receptores. Este es el tipo de
comunicación que tiene lugar en el diálogo: en él participan activamente los dos polos del circuito
comunicativo.
- La situación. Por situación entendemos todas aquellas circunstancias no verbales que ro-
dean el diálogo. Puede ser de diversas clases:
* Situación física. Se refiere a las realidades físicas que rodean la conversación: la casa,
el campo, la terraza de verano... y todo aquello que está enmarcando al hablante y al
oyente en ese momento. No es lo mismo hablar en un bar cerrado que en una terraza de
verano. La realidad física donde tiene lugar el diálogo lo determina de alguna manera.
* Situación histórica. Comprende lo que los dialogantes conocen ellos mismos: la realidad
del pueblo, de la ciudad o del país en que viven e incluso cualquier hecho pertenecien-
te a la historia del hombre en el mundo pasado o presente.
* Situación cultural. Abarca el mundo de la cu ltura creado por el hombre a través de los
siglos y su conocimiento o desconocimiento del mismo, el nivel cultural de los interlo-
cutores, su preocupación por lo que el hombre tiene de creador...
365
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
* Situación práctica. Está constitu.ida por la realidad misma de los que intervienen en· el
diálogo: edad, sexo, condición social, el móvil que les lleva al diálogo, la situación psico-
lógica en que se hallan, lo que son en el momento de la conversación ...
- El contexto. Aunque este término es usado con diversas acepciones, aquí significa todo
lo relacionado con el habla en abstracto o con la lengua en concreto. Porque los términos
de la comunicación lingüística están relacionados con todo el sistema (relaciones paradig-
máticas) y al mismo tiempo con las palabras usadas en ese momento de la comunicación
(relaciones sintagmáticas). Distinguimos dos tipos de contexto:
Tanto la situación como el contexto son necesarios para poder entender lo que decimos. El diá-
logo es imposible si no tenemos en cuenta estas dos circunstancias esenciales de la comunicación.
b) El receptor también puede ser obstaculizado en la recepción por cualquier elemento exter-
no Puede ocurrir que en ese momento piense en otra cosa, se distraiga con algo que haya
estimulado sus sentidos...
366
HABILIDADES SOCIALES YCOMUNICACIÓN 11111
c) También puede afectar el ruido al propio mensaje. Si no está bien codificado, o si el re-
ferente no es todo lo claro que debiera, impedirá una buena comprensión. El ruido está
dificultando constantemente la buena comunicación.
La redundancia tiene como valor el que la comunicación sea posible a pesar de los ruidos.
Redundancia es «aquello que sobra de la información», todo lo que sobra en el mensaje para ser
entendido: «Yo iré a la oficina a las 9». Yo es un sobrante, una redundancia, pues en la forma ver-
bal «iré» está incluido el «yo». La redundancia no siempre ha d e ser considerada como defecto,
pues con su repetición hace posible la comunicación entorpecida por los ruidos. Además, puede
tener unos valores expresivos, estilísticos, que determinen los rasgos artísticos del autor.
Sin embargo, el lenguaje hablado tiene aspectos singulares y típicos. Ello implica el aprendi-
zaje de técnicas específicas que han de ser contempladas y seguidas en el estudio y práctica de
la comunicación oral. Se aprende a hablar bien intentando hablar bien. La práctica es un aspecto
insustituible. Las peculiaridades de la expresión oral hacen referencia a los aspectos psicológicos
que intervienen en el hecho de emitir lo que se siente y piensa en voz alta y en presencia de otros:
seguridad, naturalidad, eq uilibrio psíquico... que sólo pueden adquirirse mediante la práctica de
ciertas explicaciones teóricas y conceptuales.
a) Concreción de ideas: conocer con exactitud lo que quiere decir o comunicar. Para lograr una
adecuada comunicación, hay que saber previamente y con todo detalle lo que se quiere de-
cir. En la conversación accidental, vamos descubriendo lo que queremos decir a medida que
hablamos. Al oír lo que decimos, nos vamos dando cuenta de si es eso lo que pensamos o no:
se nos presenta la oportunidad de rectificar, ampliar, explicar y desenvolver nuestras ideas.
Si e_mbargo, cuando se habla en público no se nos permite divagar buscando nuestro pen-
samiento; necesitamos expresarnos con toda claridad; puesto que los destinatarios no
nos interrumpen la conversación, lo que digamos ha de haber tomado forma previa. Sólo
cuando estemos en posesión de la idea concreta que queremos y podemos comunicar,
estaremos en disposición de hablar. Y aunque en el curso de la exposición perdamos el hilo,
podremos recobrarlo con facilidad porque previamente sabemos lo que queremos decir.
b) Adecuación del tono: decir o comunicar con un tono adecuado para que el destinatario
lo acepte. Una vez en posesión de la idea, hemos de comunicarla de tal modo que el in-
terlocutor la acepte y la traduzca en acción. Ello se logra mediante un tono adecuado.
El emisor se comunica con sus oyentes no sólo por medio de las palabras, sino también
mediante un elemento sonoro no verba l: el tono o «peculiar manera de decir las cosas». A
través del tono descubrimos el sentimiento del emisor; de ello se deduce que el tono es un
regulador entre el sentimiento y la expresión, entre lo que sentimos y decimos. Para lograr
una buena comunicación es imprescindible encontrar el tono adecuado: no trabajar sólo
sobre las palabras midiendo y pesando sus significados, sino actuando sobre la imagina-
ción y colocándonos en el lugar del receptor o destinatario del mensaje.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
La dicción y la fisiología de la voz son aspectos mecánicos de la palabra que tienen una gran
importancia en el logro de una adecuada comunicación.
c) Hablar de modo que el receptor entienda a medida que oye: irlo diciendo de manera
que el receptor o destinatario vaya entendiendo nuestro mensaje. Que el emisor tenga la
idea exacta de lo que quiere decir y que lo diga con un tono adecuado no significa que ya
estén vencidas todas las dificultades y que el proceso de la comunicación tenga éxito segu-
ro. El emisor no puede perder nunca el contacto con el oyente o destinatario del mensaje, el
cual ha de ir entendiendo y asimilando lo que el emisor va progresivamente comunicando.
El emisor ha de ir colocando las ideas unas detrás de otras, huyendo de grandes parénte-
sis que fatiguen al receptor-oyente para que éste perciba con claridad el mensaje que se
le emite. Estamos hablando de la sencillez de estilo, fundamental si queremos establecer
una buena comunicación. Usaremos períodos completos y simples, para que los conceptos
sean captados directamente.
d) Usar la palabra exacta: decir lo que realmente pretendemos comunicar. Hay veces que
no encontramos la palabra exacta para la expresión de la idea. Hay una clave para hallarla
y no ha de ser necesariamente la palabra que buscamos: sentir, vivir, ver y comprender
aquello de lo que estamos hablando. Si para no perder el contacto con el auditorio hemos
de encontrar el tono, para no perder el contacto con el léxico, para que las palabras no nos
abandonen o no nos traicionen, hemos de tener presente no perder de vista la idea o la
realidad de la que estamos hablando. Pensar en lo que decimos es el camino más corto para
decir efectivamente lo que pensamos.
El primero presupone que las personas sintonizan mediante los detalles que perciben con la
vista (modo de vestir, aspectos de la cara, color de los ojos...). El seg undo implica que otras personas
establecen y mantienen comunicación gracias al sentido del oído (el tono de voz, la sonoridad de
las palabras, los ruidos ...). El tercero supone que hay personas que conectan entre ellas a través de
lo que sienten, de una interpretación global de la persona que tiene enfrente, de lo que intuyen
en las otras personas. De hecho advertimos en la vida diaria que unas personas nos «caen» bien o
mal y no sabemos por qué. Es la interpretación kinestésica (que entra por lo que se siente o por lo
que se intuye).
Cuando hablamos de un tema que nos es familiar, creemos que las palabras que utilizamos
son comprendidas con facilidad por todo el mundo. Pero esta realidad no es aplicable en
todos los casos. Las palabras técnicas poseen un sentido preciso y limitado no siempre al
alcance de la persona que pide ayuda e información al funcionario. Éste ha de evitar las
368
HABILIDADES SOCIALESYCOMUNICACIÓN 11111
cacofonías, las confusiones y las anfibologías, empleando la menor cantidad de veces frases
complejas, porque se corre el peligro de que el ciudadano se vea arrastrado a la necesidad
de unir el comienzo con el fin, distrayéndose su atención como resu ltado de este esfuerzo.
Una intensidad de voz algo mayor (dentro de los límites razonables) ayuda a la claridad.
2. Huir de los clichés; eliminar las frases hechas que, a fuerza de ser repetidas, se han gas-
tado y ya no significan nada.
c) Coherencia. Cuando se comunica oralmente, el orden de las ideas ha de ser tal que el oyen-
te no se vea precisado a coordinarlas en su cerebro. Las relaciones entre las ideas han de
ser lógicas; han de evitarse las contradicciones. Si en la información oral el funcionario va
a echar mano de algún ejemplo ha de advertirlo, porque de lo contrario inducirá a error al
administrado. Por otra parte, se ha de ajustar el vocabulario al nivel del oyente, porque de
lo contrario puede peligrar la claridad.
(no hay que olvidar que el aspecto físico potencia las relaciones afectivas, laborales y comerciales),
a aspectos físicos concretos (ojos, manos, rasgos de la cara, etc. son importantes en los informado-
res públicos), a los gestos (como manifestaciones que aportan una fuerte carga de afectividad). El
acercamiento entre el emisor y el receptor es una especial conexión que estimula la aparición de
una empatía kinestésica, de gran eficacia comunicativa.
a) Importancia de la voz. La voz es uno de los recursos más frecuentes de la comunicación
afectiva. En su tono se encuentran los matices más ricos de la expresividad. Aunque puede
venir condicionada por ruidos externos, la intensidad de la voz suele asociarse con el grado
de int imismo interpersonal.
Aunque el emisor tenga ideas claras de lo q ue quiere decir, la comunicación verbal no co-
mienza hasta que éste no se dispone a hablar ante el oyente, que se apresta a escucharlo y
que asume una actitud más o menos expectante.
En esta fase es important e la voz que hemos de emitir. Ésta depende de que el emisor
pueda respirar bien, lo cual ayuda no sólo a atenuar o suprimir la tensión nerviosa, sino que
permitirá disciplinar la voz, pudiendo variar a su antojo la intensidad y la entonación.
Una buena voz, además de proyectar una imagen favorable del emisor, contribuye a q ue
éste pueda presentar sus palabras de forma más interesante y significativa. El hablante pue-
de mejorar su voz para que resulte más eficaz y ello dependerá del conocimiento que se
tenga de la fisiología de la voz, de los mecanismos de la palabra y del ajuste que se haga
entre este conocimiento y los ejercicios que conducirán a dicho resultado.
b) La respiración y la voz. No existe propiamente un mecanismo específico productor de la
voz. Se afirma que el hecho de hablar es una función secundaria de los elementos que inter-
vienen en ese acto. Cuando nacemos sabemos respirar y caminar; en cambio, tenemos que
aprender a hablar. Cada uno de nosotros llevamos una especie de emisora humana, cuyos
componentes principales son:
- Los pulmones, que actúan como fuelles. Dentro de la caja torácica, colocados entre las
clavículas por la parte superior y el diafragma por la inferior, se encuentran los pulmo-
nes. Unos múscu los hacen que las costillas se eleven y ensanchen cuando inspiramos;
la inspiración es el momento en que el aire entra en los pulmones; en el momento de la
espiración las costillas descienden y se cont raen, se eleva el diafragma y sa le el aire. Sólo
durante la espiración se emite el sonido que representa la palabra.
Es importante aprender a respirar en el habla, con la finalidad de no perder ni la pausa ni
el ritmo y conseguir no tartamudear. Cuando hablamos en público es necesario poder
inspirar aire muy rápidamente y ser capaz de irlo espirando durante veinte segundos o
más. La actividad respiratoria puede ser controlada mediante ejercicios.
- La glotis, que es propiamente un vibrador. El aire comprimido en los pulmones recorre
la t ráquea y pasa a la laringe, que es una especie de caj a, situada en la parte superior
de la tráquea y formada por unos cartílagos ligados entre sí. En el interior de la laringe
están las cuerdas vocales; ahí tiene origen la fonación o emisión de la voz. La abertura
superior de la laringe es la glotis, la cual se abre y cierra con gran rapidez: la acción an-
tagonista de los músculos la cierra y la presión del aire la obliga a abrirse. Los pequeños
chorros de aire canalizados producen vibraciones sonoras; cuanto más rápidamente vi-
bren las cuerdas, más agudo es el sonido; cuanto más fuertemente vibren, más intenso.
- La cavidad bucal y las fosas nasales, que son unos resonadores-amplificadores. Las cuer-
das vocales por sí solas no emiten sonido alg uno. Para que emitan sonido necesitan
de unas cavidades de resonancia. El débil sonido de las cuerdas vocales pasa por unas
370
HABILIDADES SOCIALES YCOMUNICACIÓN 11111
La lengua, los labios, los dientes, el maxilar, el paladar y el velo del paladar son órganos que
actúan como modificadores de los sonidos producidos por el mecanismo de la voz. La lengua es el
modificador que contribuye de modo más importante a la claridad de los sonidos de las palabras,
pues éstos no se modulan si la lengua permanece inactiva o se mueve con torpeza.
La diferencia de los sonidos vocales depende, en parte, de la posición que ocupe la lengua. Otra
de las funciones de dichos órganos es la formación de los sonidos de las consonantes cuya nitidez
y precisión articulatoria se logra a través del empleo apropiado de este conjunto de modificadores.
Articular bien permite, entre otras cosas, hacerse comprender claramente incluso cuando se
habla en voz baja. Una buena articulación proporciona la debida comprensión de lo que se está
diciendo, lo cual constituye la única vía de mantener atento al interlocutor. Especial atención hay
que prestar a la articulación de los finales de palabras en los que se debe doblar la intensidad, para
contrarrestar la tendencia natural a descender el tono; con ello la última sílaba se apaga y cabe el
riesgo de que se pierda parte de la comunicación.
b) Intensidad. El nivel sonoro de las palabras es un factor que afecta en un alto grado a la
inteligibilidad. La intensidad de la voz depende tanto de la distancia entre emisor y recep-
tor como de la existencia o no de ruidos ambientales. Una voz llega más lejos cuanto más
intensa es, por que la frecuencia de vibraciones es mayor. La intensidad de la voz ha de ser
lo suficiente como para que sea oída con facilidad por el interlocutor.
c) Flexibilidad. Cuando la voz ca rece de la flexibilidad necesaria para expresar los finos mati-
ces significativos y emocionales, es posible que se frustre en cierta forma la comunicación.
Para dar claridad y vivacidad a la expresión es conveniente tener en cuenta la velocidad, las
pausas, el ritmo y el tono.
- Velocidad. Una excesiva velocidad fatiga al destinatario del mensaje, que acaba por des-
entenderse del diálogo. Tampoco es aconsejable una excesiva lentitud. ¿A qué veloci-
dad se debe hablar? La respuesta a esta pregunta comporta, a su vez, dos preguntas
más: ¿de qué se va a hablar?, ¿a quién se va a hablar?
371
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Se habla con menor velocidad cuando los oyentes no están familiarizados con el asunto
del que se trata o cuando el nivel cultural de aquéllos sea muy diverso. Si se trata de un
tema superficial, fácilmente inteligible por el oyente, se hablará con mayor velocidad
que si se trata de un asunto más serio.
Solemos hablar con una velocidad de 120 a 180 palabras por minuto; no es posible
hacerlo a una velocidad uniforme, puesto que la velocidad ha de ajustarse al t ipo de
pensamiento o de sentimiento que el hablante transmite. Es verdad que la rapidez
en el hablar es un obstáculo para mejorar la dicción pero la lentitud no resuelve la
claridad.
Hay que hablar lentamente hasta adquirir un hábito de vocalizar y de silabear; una vez
lograda una vocalización más clara, la velocidad ha de adecuarse al tema, al oyente y al
valor de las ideas que deseamos destacar.
- Pausas. Las pausas sirven para puntualizar los pensamientos. Ortográficamente, la
coma, el punto y coma y el punto sirven para separar las palabras escritas en grupos de
pensamientos; ortológicamente, las pausas de distinta duración nos ayudan a separar
las palabras habladas en unidades que t ienen significado en conjunto.
La pausa, al facilitar las inflexiones de la voz, el cambio de tono y de ritmo, contribuye a
mantener más viva la atención. El uso inadecuado de la pausa en la conversación resul-
ta tan ineficaz como el uso de una inadecuada ortografía en un escrito.
Las pausas pueden ser: a) psicológicas: se producen cuando el hablante quiere permitir
al oyente un momento de reflexión; b) lógicas: son breves y se usan al término de una
frase importante; c) afectivas: si se desea suscitar la emoción en el oyente y d) respira-
torias: cuando, agotada la respiración, se hace necesaria una nueva inspiración. Una
modalidad especial de pausa es el silencio, especialmente querido y deseado por el que
habla. Bien usado (detrás de una pregunta retórica, por ejemplo), el silencio (q ue no es
más que una pausa prolongada) ayuda a mantener el interés del oyente; pero usado
anárquicamente tiene resultados negativos.
- Ritmo. Es la relación entre los acentos y las pausas. Está íntimamente relacionado con
la velocidad en el habla. Los contrastes en el ritmo tienen suma importancia para la
expresividad de nuestras palabras y para la atención de nuestro interlocutor.
Una persona de temperamento excitable habla siempre a un ritmo apresurado; una per-
sona tranquila habla con un ritmo más lento. El entusiasta y reflexivo procura evitar am-
bos extremos.
- Tono. Cuando hablamos comunicamos no sólo con las palabras sino también mediante
un elemento sonoro no verbal: la entonación, que juega un papel fundamental en la co-
municación oral. Debemos hablar en tono de voz normal, q ue tiene amplios registros.
Quienes no aprovechan la amplitud de registros del tono normal, caen en la monotonía;
quienes lo hacen, dan vivacidad a sus comunicaciones.
La entonación puede ser: a) ascendente: sugiere interrogación, indecisión, incertidum-
bre, duda o suspense; b) descendente: sugiere firmeza, determinación, certeza, decisión o
confianza; c) mixta (descendente y ascendente a la vez): sugiere conflicto o contradicción
de los significados y se usa para denotar ironía o sarcasmo o para exponer sugerencias.
Por medio del empleo adecuado de estas variantes, podemos lograr que el significado
de una frase sea más claro y más preciso.
372
HABILIDADES SOCIALES YCOMUNICACIÓN 11111
d) Énfasis. Para dar sentido a lo que se dice, a veces hay que acentuar lo que tiene más interés,
es decir, poner énfasis en aquellas palabras o frases en las que el hablante quiere llamar la
atención del oyente. Pero se ha de procurar no caer en dos prácticas viciosas: el uso exage-
rado de la fuerza enfática y el uso del énfasis de una manera continua.
Todo el esfuerzo del que habla (superior en principio al esfuerzo y responsabilidad del que
escucha) debe orientarse a que se consiga esta comunicación, y para ello ha de tener presente la
situación anímica, nivel moral y cultural, edad, aficiones, capacidad intelectual, receptividad ... del
interlocutor, porque de lo contrario no hay comunicación.
Sintonizar con el oyente es objetivo obligado, y a veces difícil, que debe imponerse a sí mismo
quien aspire a comunicar sus ideas, sus planes o sus sentimientos. Es mucho más fácil decir las
cosas tal como a uno le gustaría, pero esto es un error cuyo precio puede ser el no ser escuchado.
El hecho de que cada conversación tenga un solo propósito no significa que deban descuidarse
los demás. Casi siempre habrá que informar para invitar al oyente a que actúe en determinado sentido.
Informar: se busca este propósito cuando el objetivo principal es el de ayudar a que el oyente com-
prenda una idea o asimile un concepto, o cuando pretendemos ampliar su campo de conocimientos.
Para transmitir con éxito un mensaje informativo, el emisor ha de relacionar sus ideas con el
conocimiento que tenga del oyente, encadenarlas para que resulte fácil seguirlas y recordarlas. Un
informe cubre sus propósitos cuando es claro, conciso, dice todo lo que ha de decir con el número
necesario de palabras (no más) y cuando el destinatario se ve enriquecido con una información
buscada y que antes no poseía.
373
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
El uso del teléfono es una habilidad que, como otras, se puede adquirir y mejorar. El teléfono
es un instrumento muy poderoso y ventajoso en manos de una persona que lo sepa utilizar, pero
también puede convertirse en el peor enemigo de la imagen externa de una entidad si no se em-
plea correctamente.
Para conseguir una comunicación efectiva con la persona que está al otro lado, debemos cen-
trar nuestro esfuerzo en convertir la llamada telefónica en algo positivo, provechoso y satisfactorio
para ambas partes. Hay elementos clave que describen cómo se nos percibe por teléfono.
5.2.1. La voz
Crea las primeras imágenes e impresiones de la institución; por tanto, nuestra voz será: agrada-
ble, natural, clara y armoniosa, no regresiva. No deberá ser: monótona, apagada, brusca. Además,
cuando hablemos, lo haremos con nitidez, articulando bien las palabras y a una velocidad normal.
5.2.2. La actitud
Nuestra actitud ha de ser en todo momento positiva y profesional. No olvidemos que las
respuestas agradables transforman situaciones negativas en positivas. Reflejemos entusiasmo,
confianza en nosotros mismos, deseos de ayudar, formalidad, seriedad y sinceridad.
5.2.3. El lenguaje
Evitemos usar términos desconocidos o que puedan generar confusión en los clientes; seamos
claros y precisos en la elección de nuestras palabras. Por lo general, los ciudadanos no suelen estar
acostumbrados a los tecnicismos; por ello convendría evitar emplearlos. En el caso de que fueran
imprescindibles, explicaremos con claridad lo que estamos diciendo y las posibles repercusiones
que pueda tener sobre el cliente.
5.2.4. El silencio
Muchas veces, obligados por la necesidad, tenemos que guardar unos segundos de silencio.
Esos segundos se le hacen interminables al cliente que está al otro lado del teléfono. De tener que
g uardar silencio, explicaremos al cliente qué es lo que vamos a hacer durante ese tiempo que él
se va a quedar esperando al otro lado de la línea telefónica. Si vamos a tardar más de un minuto,
hemos de decírselo, ofreciéndonos a volverle a llamar tan pronto como podamos, procurando que
no tenga que estar pendiente de nuestra llamada.
374
HABILIDADES SOCIALES YCOMUNICACIÓN 11111
Por otra parte, cuando el cliente nos habla deberemos guardar silencio aplicando las técnicas
de escucha activa, con la finalidad de que el ciudadano aprecie que no sólo lo estamos oyendo sino
escuchando. Para no interrumpir al emisor, hagamos uso de la función fática del lenguaje utilizando
expresiones del tipo: sí..., ya..., claro..., desde luego ..., entiendo..., etc.
a) Emisión de una llamada. Hay que tener en cuenta dos aspectos fundamentales: prepara-
ción y realización.
- Preparación: antes de realizar una llamada tenemos que pensar en los siguientes pun-
tos:
* ¿Qué tengo que decir? Determinar las ideas principales que vamos a comunicar.
* ¿Qué voy a necesitar para el desarrollo normal de la llamada? Tener a mano la docu-
mentación que podamos necesitar.
* Saludar.
* Presentarnos.
* Justificar la llamada.
* Exponer el tema de forma objetiva y profesional. Para ello deberemos: precisar, acla-
rar y llegar a un acuerdo.
* Despedirnos adecuadamente.
- Contestar la llamada lo antes posible, sin hacer esperar. Por lo general, una llamada
nunca debe superar los tres tonos.
- Identificarse (el personal de centralita tendrá un listín telefónico con todo el personal
para poder pasar la llamada a la mayor brevedad).
c) Una vez que la llamada ha pasado la centralita y llega a su destino final, conviene:
- Explicar al cliente por qué está esperando (p. ej.: buscamos información).
b) Esperas: preguntar a la persona que ha llamado, dado que el interesado no está, si le po-
demos ayudar nosotros. Si no fuese posible, le preguntaríamos si no le importa esperar un
momento para ver si le localizamos. Si fuese imposible, tomaríamos nota de su llamada y
motivo.
c) Responder llamadas para otros: si llaman preguntando por una persona que no está,
ofreceremos nuestra ayuda, pero no debemos dar excesiva información por el motivo de su
ausencia. Es correcto decir «ha salido», «está reunido», «se encuentra fuera del despacho» ...
y ofrecernos a tomar el recado o mensaje.
d) Pasar llamadas para otros: al pasar la llamada a otra persona, hemos de decir quién llama
y para qué. Hay que pensar que una persona «rebotada» empieza a sospechar que pasa
algo raro en la institución. Se pude explicar lo que ha ocurrido (que ha habido un error al
pasar la llamada) siempre hablando en positivo.
e) Recibir mensajes: a la hora de tomar nota de una llamada es importante usar impresos
y no cualquier papel o post-it que encontremos a mano. Conviene guardar estos impre-
sos en el mismo taco; así no se nos pasa nada esencial. Un posible modelo es: (ver página
siguiente:
Lázaro Carreter propugna por lo siguiente: «la lengua literaria o artística no es algo que pueda
ser definido unitariamente; es radicalmente distinta del lenguaje coloquial o lenguaje hablado or-
dinario de los usuarios de un país».
376
HABILIDADESSOCIALES YCOMUNICACIÓN 11111
Fecha _ _ _ _ _ __ Hora _ _ __ _
Para: _ _ _ _ _ __ __ _ _ __
De
- - - - - - - - -- - - -
Empres a: - - - - - - - - - - -
Teléfono: _ __ __ __
Recado: _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ __
La lengua escrita es más difícil que la lengua hablada tanto porque es menos espontánea como
porque carece de los recursos de expresividad que acompañan al lenguaje hablado. Cuando escri-
bimos sólo disponemos de medios lingüísticos, sin ayuda de otros recursos como el tono, el gesto...
Ello nos obliga a poner en juego todos nuestros conocimientos del idioma y aplicarlos con corrección
para que el mensaje llegue nítido al destinatario. Siempre habrá cierto grado de oposición entre cual-
quier modalidad de lenguaje escrito y el lenguaje hablado (la existente entre la narración y el coloquio).
Desde hoy podemos remontarnos en la corriente del tiempo muchos siglos atrás y conocer con
bastante exactitud muchas de las cosas que ocurrieron en los tiempos pasados. Ello lo podemos
hacer gracias a un método maravilloso, el cual estamos utilizando en el momento de escribir estas
1íneas: la escritura.
Nuestros antepasados, no con pocos titubeos, se fueron entendiendo cada vez con mayor
precisión a través de la palabra. Con ella se comunicaban en el clan y en el pequeño espacio de
sus vidas nómadas en busca de alimento. Pero la palabra moría inmed iatamente, una vez emitida.
Ca recia de consistencia. Valía solamente para entablar contacto con los más cercanos.
377
11111 CELADORES DELSERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Ese era el destino del maravilloso invento fonético. Pero el hombre tenía necesidad y deseo de
establecer relaciones con otras personas más distantes. ¿Qué hacer para comunicarse con los que
estaban más lejos, con los que existirían más tarde, con los alejados en el espacio y en el tiempo?
La extraordinaria fuerza creadora del hombre inventó ese medio, que le daba capacidad para
vencer las terribles coordenadas espacio-temporales que le limitaban a un aquí y un ahora. La es-
critu ra se convierte en el primer invento por el cual el ser humano superaba las dos fuerzas por las
que siempre se veía limitado: el espacio y el tiempo.
A pesar de su extensión universal, la mitografía nunca t uvo un papel tan importante como el
lenguaje. Los sistemas mitográficos sólo cubren sectores muy limitados de la experiencia, mientras
que el lenguaje tiene un enfoque totalizador. El motivo quizá radique en el hecho de que los picto-
gramas forman series abiertas y no organizadas, mientras que el lenguaje puede concebirse como
una combinatoria: un número reducido de sonidos produce un número muy elevado de palabras;
éstas, a su vez, prod ucen un número infinito de frases.
378
HABILIDADES SOCIALES YCOMUNICACIÓN 11111
Hoy, el lenguaje (verbal) coexiste con sistemas mitográficos y no hay ninguna razón que auto-
rice a reducir el uno al otro en la prehistoria de la humanidad. Sin embargo, todo indica que «es a
partir de la mitografía como se desarrolla la litografía, sistema gráfico de notación del lenguaje».
b) La escritura ha posibilitado las grandes obras literarias. Es cierto que los pueblos
primitivos sin escritura tuvieron y tienen su forma de literatura: cuentos, historia, poesía
épica y lírica... pero la creación de las grandes obras de la literatura universal, desde el
teatro griego hasta hoy, pasando por las obras de las grandes religiones, hubiera sido
imposible sin la escritura. El gran volumen de esfuerzo acumulado que exige una pieza
literaria o una obra científica es impensable sin un elemento que fije y conserve todo el
esfuerzo creador del autor. Este elemento ha sido, hasta hace poco, exclusivamente la
escritura.
c) Actualmente conserva sus mismos valores que antes. Hoy por hoy la escritura es uno
de los más importantes medios usados en la transmisión de la cu ltura y en la comunica-
ción humana. Desde la ciencia más difícil hasta la información más común se nos da por
medio de la escrit ura. Es verdad que este menester se alterna con los medios inventados
en el siglo XX: radio, cine, TV, informática, t eletextos...
Pero todavía la escritura es el medio más universal por sus características de posibilidad de
permanencia e intercambio y la facilidad de su manejo.
La mayor parte de los saberes llegan todavía al hombre a través de los escritos. La fijación de
los sonidos en letras abrió en su tiempo un camino esplendoroso a la cultura. Si Gutenberg,
hace más de cuatrocientos años, hizo posible con la imprenta que la palabra escrita llegara
hasta los últimos rincones, sacándola de los estrechos reductos de los monasterios y de los
palacios de algunos potentados amantes de la cultura, la posibilidad de este medio no ha
decrecido hoy en competencia con los nuevos y más sofisticados sistemas.
Podríamos afirmar que casi ha ocurrido lo contrario: el sonido y la imagen, con todo el avan-
ce de la informatización de textos, se convierten en complementos del lenguaje escrito.
d) La escritura sigue teniendo un valor casi mítico en la sociedad. Se trata de un hecho
sociológico muy significativo. El lenguaje escrito es respetado por casi todos, de una forma
excesiva a veces. Damos mayor credibilidad a las cosas cuando las vemos escritas. La «fir-
ma» es lo que da validez a un documento.
Los documentos más importantes para el hombre de hoy, como pueden ser el de propie-
dad de una casa, de una finca, de un negocio, de una sociedad ... se denominan «escrituras».
La palabra de máximo valor para los creyentes de cualquiera de las grandes religiones del
mundo es palabra escrita.
379
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Quien carece de la posibilidad de dominar la escritura queda marcado con una palabra que
en la actualidad es un motivo de pena y de consideración: ser analfabeto; es decir, ignoran-
te o desconocedor del alfabeto en su doble función transmisora y receptora de saberes y de
cultura.
Como premisa no se ha d e perder de vista que todo lenguaje escrito debe acomodarse al fin
propuesto. El din de un pliego de descargo tiene unas características muy distintas del de una
carta comercial, y el estilo de un acta es distinto del que debe regir la publicación de una orden
ministerial. El fin propuesto marcará las formas adecuadas. He aquí algunas de las cualidades del
lenguaje escrito:
b) La comunicación escrita carece del entorno de la hablada. El lenguaje escrito carece del
entorno físico y psíquico presente en la oral. Ese entorno, con lo que conlleva, ha de ser re-
creado en el lenguaje escrito para situar convenientemente la comunicación. Así ocurre, por
ejemplo, en la novela, en la que una parte de la narración está dirigida a crear el ambiente en
el que se d esarrolla la vida de los personajes.
c) La escritura resulta pobre al transcribir el lenguaje hablado. El lenguaje escrito, para obtener
la comunicación, sólo posee las palabras y los signos de puntuación, que resultan inmensamente
pobres para expresar la riqueza del habla diaria. En el lenguaje coloquial hablado existen la ges-
ticulación y la entonación, que apoyan y enmarcan lo que se quiere decir y que, muchas veces,
suplen con ventaja el contenido de la palabra.
. d) Quien escribe tiene más tiempo para la expresión. Consecuencia: mayor precisión y
concisión. La comunicación escrita goza de un tiempo de creación más largo que el que tie-
ne la comunicación oral. Quien escribe tiene la posibilidad de volver sobre lo realizado, leerlo
muchas veces y cambiar lo que no le parezca conveniente.
Esto permite no caer en incorrecciones morfológicas y sintácticas que se dan con frecuen-
cia en el fluir de la conversación ordinaria. Consecuencia de ese «tempo» es que el escrito
puede resultar más exacto y puede reproducir con mayor precisión y concisión el pensar y
sentir del que escribe.
380
HABILIDADES SOCIALES YCOMUNICACIÓN 11111
b) Diferencias: la lengua escrita carece de muchos auxiliares. El lenguaje hablado, por ser casi
natural al hombre, y realizarse en una situación concreta que está actuando como marco, tiene
unas formas y unas posibilidades que no tiene el escrito. Los más importantes son las entona-
ciones y los gestos que, como hemos visto, dan una expresión especial al lenguaje hablado.
El escrito apenas puede suplir todo eso con unos signos que resultan en muchas ocasiones
absolutamente incapaces de transmitir lo que el hablante quiere decir.
d) El lenguaje hablado es más repetitivo que el escrito. Esta diferencia es importante: las
cosas y temas de los que se habla están sometidos a una repetición mayor. El lenguaje ha-
blado, en cualquiera de sus formas, es más repetitivo, red undante, mientras que el escrito
suele ser más concentrado y sintético.
381
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Pero también se degrada en el grito, en el rugido animal nacido del odio, en el verba lismo
mentiroso y en la publicidad y propaganda engañosas, alienando al hombre e impidiéndole el de-
sarrollo de su saber y de su ser, pudiendo ser, a veces, causa de muerte asesina. Todo esto p uede ser
el lenguaje, ya hablado ya escrito; todo esto se puede conseguir y evitar sabiéndolo usar de modo
correcto y bien intencionado.
382
Prevención de riesgos laborales
en los celadores. Riesgos
en seguridad, higiénicos,
ergonómicos, psicosociales
x, organizativos. Gestión
medioambiental: contribución
de las tareas de los celadores al
cuidado del medio ambiente
1. Introducción
2. Condiciones físico-ambientales del trabajo
3. Ergonomía
4. Riesgos ergonómicos: manipulación de cargas
5. Riesgos psicosociales y organizativos
6. Riesgos biológicos
7. La gestión de equipos de protección individual (EPIS) en centros sanitarios
8. Gestión medioambiental: contribución de lastareas de los celadores al cuidado
del medio ambiente
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
1. Introducción
Antes de proceder al estudio específico y más amplio de riesgos laborales más importantes que
el puesto de trabajo de Celador conlleva según las diferentes disciplinas preventivas (seguridad,
higiene, ergonomía y psicosociología aplicada), conviene realizar una sencilla exposición del ca-
tálogo de riesgos y medidas preventivas más comunes y que pueden ser de aplicación a todos los
centros sanitarios donde se desenvuelve el desempeño de las tareas inherentes a esta ocupación.
- Evitar doblar la espalda y adoptar posturas forzadas efectuando cambios periódicos y para-
das breves.
- Transporte de muestras bio lógicas en soportes adecuados destinados para tal fin.
- Evitar las prisas durante el manejo de las sillas de ruedas, camillas, etc., con el fin de evitar
los golpes y atrapamientos.
Las medidas de protección individual indicadas se utilizarán tanto para realizar cualquier t éc-
nica como en la manipulación, el transporte y la limpieza de objetos posiblemente contaminados
por sangre y/o fluidos corporales.
Se deberá actuar con precaución al manipular objetos punzantes o cortantes para evitar sufrir
heridas.
Siempre deberán desecharse los guantes utilizados después de cada contacto y siempre que
se rompan o perforen.
Cualquier zona corpora l que haya estado en contacto con sangre y/o fluidos corporales deberá
lavarse inmediatamente a fondo, utilizando la técnica necesaria.
Podemos definir la higiene como el conjunto de acciones encaminadas para conseguir y con-
servar la salud. Podemos ver en ella dos vertientes: la higiene individual y la higiene social.
La higiene individual se refiere al individuo como ser independiente y aislado, mientras que la
higiene social trata de la sa lud pública o colectiva.
Realmente es muy difícil la separación entre la higiene individua l y la social pues no puede
concebirse una sociedad higiénica si no lo son los individuos que la integran.
En una Institución Hospitalaria o Ambulatoria, donde el contacto con los enfermos es constante,
d irecta o indirectamente, la higiene es el punto clave que hay que cuidar hasta el más mínimo detalle.
Recordemos que los microbios (seres microscópicos) son productores de muchas y graves
enfermedades, y se multiplican con increíble rapidez en cuanto las cond iciones ambientales lo
permiten. Los microbios malignos o patógenos, por cont agio (directo o indirecto) pueden llegar
a instalarse en nuestro organismo en número suficiente para producir una infección. Las toxinas
(sustancias venenosas producidas por los microbios patógenos) se extienden con la sangre, atacan
y destruyen las células del organ ismo.
Es conocido que el organismo reacciona contra la invasión de microbios patógenos (los g lóbu-
los blancos son las defensas naturales que atacan a los m icrobios patógenos y elaboran además
antitoxinas, pero en muchas ocasiones esa reacción no es suficiente para vencer la enfermedad y
es necesario recurrir a las defensas artificiales: sueros, antibióticos, etc.).
El aseo personal y la limpieza en los trabaj adores sanitarios es de tal importancia que su descui-
do puede con llevar la transmisión de gérmenes patógenos.
A la entrada al trabajo debe quitarse la ropa de calle y vestirse con el uniforme reglamentario, cui-
dando lavarse bien las manos con agua y jabón, empleando cepillo de uñas para comenzar su labor.
Las prendas de uniforme deben conservarlas siempre limpias cambiándose las mismas en caso
de ensuciarlas por alguna circunstancia fortuita.
386
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOSCELADORES 11111
Siempre que tenga que manipular cualquier o bjeto o material que haya estado en contacto con
un enfermo, se lavará o desinfectará en su casa, a fin de evitar contagio.
Cuidará en extremo su aseo personal, pues, aparte de la mala impresión que causa una perso-
na desarreglada o sucia, es un descrédito para la Institución, que está tipificado como falta en el
Estatuto Marco del personal estatutario de los Servicios de Salud.
Por último, al concluir su trabajo es deseable y aconsejable la ducha previa a vestirse con el traje
de ca lle para eliminar cualquier posible contaminación.
2.1. Local
La estructura arquitectónica de la empresa, la distribución de los espacios y dependencias, etc.,
deben estar previamente estudiadas y adaptadas a la realidad del sistema de producción y a las nece-
sidades de los trabajadores de manera que el edificio y los espacios de trabajo no sean un elemento
distorsionador causante de fobias, angustias o problemas de rendimiento laboral.
Previamente a la construcción del edificio, debe est udiarse su diseño minuciosamente tenien-
do en cuenta muy especialmente los problemas que una inadecuada estructura puede llegar a
causar a las personas que trabajarán en él.
Debe estudiarse la composición de los materiales de construcción, equipamiento y decoración
evitando en la medida de lo posible materiales fácilmente combustibles.
También es importante hacer un estudio de la orientación espacial, las vías de acceso y salida,
así como la distribución y organización de los espacios y equipamientos.
También es necesario prever las relaciones humanas de forma que se favorezca la comunica-
ción y el mantenimiento de las distancias a la vez.
2.2. Aireación
Este t ema está relacionado con la concepción arquitectónica del edificio. Actualmente se pue-
de optar por un sistema de ventilación:
a) Natural: a través de puertas y ventanas, claraboyas, etc. Tiene el inconveniente de q ue está
sometido a cambios bruscos de temperatura, no garantiza la temperatura más o menos
constante a lo largo de todo el año, genera corrientes y en caso de ambientes contamina-
dos contribuye a extender la contaminación.
b) Mecánico: mediante la insuflación de aire fresco que es renovado por aspiración. Se utiliza
en ambientes polucionados donde es necesaria la succión del aire contaminado.
387
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Los olores desagradables que producen algunas industrias y que hay que corregir mediante
aireación o la absorción de los mismos por carbón activo.
En los locales de trabajo cerrados deberán cumplirse, en particular, las siguientes condiciones:
a) La temperatura de los locales de trabajo donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas
o similares estará comprendida entre 17 y 27 °C.
La temperatura de los locales donde se realicen trabajos ligeros estará comprendida entre 14 y 25 °C.
b) La humedad relativa estará comprendida entre el 30 y el 70%, excepto en los locales donde existan
riesgos por electricidad estática en los que el límite inferior será el 50%.
c) Los trabajadores no deberán estar expuestos de forma frecuente o continuada a corrientes de aire
cuya velocidad exceda los siguientes límites:
1.0 Trabajos en ambientes no calurosos: 0,25 mis.
2.0 Trabajos sedentarios en ambientes calurosos: 0,5 mis.
3.0 Trabajos no sedentarios en ambientes calurosos: 0,75 mis.
Estos límites no se aplicarán a las corrientes de aire expresamente utilizadas para evitar el estrés en
exposiciones intensas al calor, ni a las corrientes de aire acondicionado, para las que el límite será de
0,25 mis en el caso de trabajos sedentarios y 0,35 mis en los demás casos.
Condiciones termohigrométricos extraídas del Real Decreto 486/1997 sobre Lugares de Trabajo
El ruido tiene efectos negativos para la fisiología del organismo y afecta también al rendimiento
psíquico de las personas.
Los niveles de ruido compatibles con la salud, definidos en las diferentes legislaciones de los
países se sitúan en 85 dB como cota de alerta para una exposición permanente de 40 h. semanales
de trabajo. Un nivel de ruido de 90 dB o niveles de pico (o de ruido de impacto) superior a 140 dB
ya es considerado peligroso.
- Hospitales: 25 dB.
- Bibliotecas y museos: 30 dB.
- Cines, teatros y salas de conferencia: 40 dB
- Centros docentes y hoteles: 40 dB.
- Oficinas y despachos públicos: 45 dB
- Grandes almacenes, restaurantes y bares: 55 dB.
2.5. Iluminación
Es necesario que exista una buena y bien distribuida iluminación de los espacios y objetos
de trabajo. Se puede optar por una iluminación natural, artificial o m ixta dependiendo de las
situaciones.
La iluminación natural, aunque recomendable, es variable según las horas del día y estaciones
del año y no suele ser suficiente por sí misma.
La iluminación artificial se basa en la disposición de focos con los que se pretende conseguir
una buena distribución de puntos de luz y difusión de la misma.
En la iluminación directa el 90-100% del flujo de luz se dirige hacia abajo y el 0-10% hacia arriba.
En la iluminación semidirecta el 40-60% del flujo luminoso se dirige hacia abajo y el 10-40%
hacia arriba.
Actualmente es obligatorio, además, la iluminación de seguridad que permita, en caso de corte
del fluido eléctrico, una evacuación rápida.
389
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Lo·s niveles mínimos de iluminación de los lugares de trabajo serán los establecidos en la si-
guiente tabla:
2.6. Vibraciones
Las vibraciones mecánicas se pueden definir como movimientos rápidos y ruidosos de inten-
sidad variable.
Estas vibraciones se transmiten directamente o indirectamente al cuerpo del trabajador a tra-
vés de máquinas, etc. La transmisión de vibraciones directas al cuerpo puede producir lesiones en
los tejidos y órganos.
Estas lesiones son especialmente frecuentes en las manos, sobre todo por martillos neumáti-
cos. Los trabajadores desarrollan lesiones vasculares que producen isquemia en la zona. También
es frecuente la afectación ósea a nivel del carpo así como lesiones musculares y nerviosas en forma
de mialgias y parest esias.
2.7. Radiaciones
Las radiaciones se pueden definir como una forma de propagación de la energía a partir de una
fuente o centro emisor.
Los rayos infrarrojos, t ambién denominados radiación calórica, son ondas electromagnéticas. En
la industria donde existen fuentes industriales de calor (altas temperaturas) se utiliza sobre todo esta
forma de radiación. Las fuentes de calor que no superan los 600 °C emiten sólo radiaciones infrarrojas.
El actinómetro es un aparato utilizado para medir la intensidad de la radiación calórica solar.
390
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
El uso de las radiaciones ionizantes, tiene su punto de partida con el descubrimiento de los
rayos X en 1895 por el Alemán Wilhelm Konrad Roentgen. Actualmente el uso de esta forma de
energía no se limita sólo al campo de las Ciencias Biomédicas sino también a la agricultura, gana-
dería, física, industria, etc.
La exposición del organismo a radiaciones ionizantes a dosis excesivas tiene efectos importan-
tes sobre la salud, afectando a diversos tejidos y órganos:
- Piel y faneras: en primera instancia aparece eritema y pérdida del vello, atrofia, derma-
titis crónica, que puede llevar a un carcinoma en casos de exposiciones prolongadas o
excesivas.
- Sobre el aparato reproductor: aparecen lesiones de las células germinales que son ex-
traordinariamente radiosensibles. Pueden llevar a un estado de esterilidad y a provocar al-
teraciones genéticas en caso de embarazo.
3. Ergonomía
La Ergonomía se puede definir como el desarrollo aplicado de la fisiología y de la psicología del
trabajo. En otros términos, puede definirse como la ciencia de la adaptación del trabajo al hombre.
Como consecuencia de la actividad laboral son muchas las posturas que adoptan los trabaja-
dores que pueden lesionar algunas estructuras orgánicas con el paso del tiempo, de ahí que sea
necesario corregir y trabajar el diseño del mobiliario y de otros materiales que eviten o amortigüen
esos efectos.
En general, se trata de posturas forzadas que ponen alguna región o parte corporal en una dis-
posición antianatómica, o bien por vibraciones, presión u otros agentes físicos que van causando
lentamente microtraumatismos.
- La física en cuanto que aporta las leyes o principios que rigen determinados fenómenos, etc.
- Ergonomía geométrica.
- Ergonomía ambiental.
- Ergonomía temporal.
1. Ergonomía geométrica: se ocupa del estudio de la relación entre el ser humano y las condi-
ciones métricas de su puesto de trabajo en lo relativo a su comodidad y confort estático, tanto en
posiciones de pie como sentado, pie-sentado, etc. Su finalidad es conseguir que las dependencias,
despachos, habitaciones, mesas y sillas, mandos para la manipulación de instrumentos, etc., tengan
un diseño y disposición que garanticen la seguridad del t rabajador, eviten esfuerzos superfluos,
eviten la fatiga muscular, psicológica, etc.
3. Ergonomía temporal: se ocupa sobre todo de estudiar la relación entre la fatiga producida
en el trabajo y el tiempo dedicado al descanso. Tiene importancia para facilitar el descanso y evitar
la fatiga física y psicológica, una distribución de las horas labora les semanales en jornadas con
horarios limitados y descansos intermedios que eviten la fatiga. Surge así la necesidad de estudiar,
en función de las características del trabajo desarrollado (físico, intelectua l, intensidad, biorritmos,
etc.), el tipo de jornada laboral: jornada partida, continua, a turnos, etc.
Igualmente ocurre cuando se diseña un aparato, es decir, hay un mayor interés por las cuali-
dades técnicas de ese aparato que por las características propias de la persona que va a utilizarlo.
Cada vez que realicemos un estudio ergonómico de un puesto de trabajo tendremos en cuenta
las características de la persona: peso, talla, edad, sexo, nivel cultural, capacidad de adaptación,
resistencia física, etc.
392
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
- Tareas habituales que requieren el empleo de gran fuerza con las manos.
- Tareas que precisen posiciones o movimientos forzados de la mano (hiperflexión o
hiperextensión).
- Síndrome del túnel carpiano: este síndrome se produce por la compresión del nervio me-
diano a su paso por el túnel del carpo. Las manifestaciones clínicas más comunes en este
síndrome son: hinchazón, hormigueo y entumecimiento en la mano afectada.
a) Características de la carga
La manipulación de una carga puede presentar un riesgo, en particular dorsolumbar, en los
casos siguientes:
393
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Cuando está colocada de tal modo que debe sostenerse o manipularse a d istancia del tron-
co o con torsión o inclinación del mismo.
- Cuando no puede realizarse más que por un movimiento de torsión o de flexión del tronco.
- Cuando el suelo es irreg ular y, por tanto, puede dar lugar a tropiezos o bien es resbaladizo
para el calzado que lleve el trabajador.
d) Exigencias de la actividad
La actividad puede entrañar riesgo, en particular dorsolumbar, cuando implique una o varias
de las exigencias siguientes:
- La inadecuación de las ropas, el calzado u otros efectos personales que lleve el trabajador.
Son, además, cargas los materiales que se manejen por medios mecánicos como grúas y simi-
lares, y que precisen, durante la operación de manipulación, el esfuerzo humano para su acomo-
dación o colocación.
Las lesiones más frecuentes son: cortes, contusiones, heridas, fracturas y, especialmente, mús-
culo-esqueléticas, que pueden producirse en cualquier zona del cuerpo, aunque los más frecuen-
temente dañados son los miembros superiores y la espalda, especialmente en la zona dorsolumbar.
Estas últimas pueden ser lumbago, alteraciones de los discos intervertebrales (hernias discales) e
incluso fracturas vertebrales por sobreesfuerzo.
Las lesiones en los miembros superiores pueden ser quemaduras (por cargas sometidas a al-
tas temperaturas), heridas o arañazos producidos por esquinas afiladas, astillamiento de la carga,
superficies peligrosas con clavos, etc., contusiones por caídas de la carga debido a superficies res-
baladizas, etc.
Estas lesiones, producidas por la manipulación manual de cargas, aunque, generalmente, no
son mortales, pueden tener una larga y difícil curación y, en muchos casos, requieren un largo
proceso de rehabilitación. El trabajador queda, muchas veces, incapacitado para realizar su trabajo
habitual y su calidad de vida, por lo tanto, deteriorada.
B) Factores de riesgo
La manipulación manual de una carga puede presentar un riesgo, en particular dorsolumbar,
en los casos siguientes:
- Cuando está colocada de tal modo que debe sostenerse o manipularse a distancia del
tronco o con torsión o inclinación del mismo.
- La inadecuación de las ropas, el calzado u otros efectos personales que lleve el trabaja-
dor.
396
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
Las características del medio de trabajo pueden aumentar el riesgo, en particular dorsolum-
bar, en los casos siguientes:
- Cuando el espacio libre, especia lmente vertical, resulta insuficiente para el ejercicio de
la actividad de que se t rate.
- Cuando el suelo es irregular y, por tanto, puede dar lugar a tropiezos o bien es resbala-
dizo para el ca lzado que lleve el trabajador.
- Cuando el suelo o el plano de trabajo presentan desniveles que implican la manipu la-
ción de la carga en niveles diferentes.
- Cuando el suelo o el punto de apoyo son inestables.
a) El peso de la carga
Es uno de los factores más importantes a la hora de evaluar el riesgo en la manipulación
manual. A efectos prácticos, se consideran cargas los objetos que pesen más de 3 Kg. El peso
máximo que se recomienda no sobrepasar es de 25 Kg, esto en condiciones ideales de mani-
pulación, es decir, en una postura adecuada para el manejo (carga cerca del cuerpo, espalda
derecha, sin giros ni inclinaciones), una sujeción firme del objeto con una posición neutral de la
muñeca, levantamientos suaves y espaciados y condiciones ambientales favorables.
No obstante, si la población expuesta son mujeres, trabajadores jóvenes o de edad avanzada,
no se deberían manejar cargas superiores a 15 Kg.
En general 25 l<g 1 85 %
398
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
Los pesos enunciados anteriormente son considerados bajo condiciones ideales, si no fuera así
vendrían reducidos según la situación.
b) El tamaño de la carga
- Si la carga es demasiado alta puede entorpecer la visibilidad, haciendo tropezar al trabaja-
dor con objetos que están en su camino.
Además no será posible levantarla del suelo en una postura segura, ya que no puede ser
acercada al cuerpo y por lo tanto mantener la espalda derecha.
60cm
60cm
Lo más conveniente es que la anchura de la carga no supere la anchura de los hombros (aproxi-
madamente 60 cm). La profundidad de la carga no debe superar los SO cm, aunque la dimensión
óptima son 35 cm.
Si se superan los valores (altura, anchura y profundidad) en más de una dimensión, el riesgo se
incrementará.
c) La superficie de la carga
No debe tener elementos peligrosos que puedan provocar lesiones en quien la transporte. En
caso contrario se deberán usar guantes apropiados.
399
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Dichos elementos peligrosos puede~ ser: bordes cortantes, carga resbaladiza (en sí misma o
por algún derrame externo), carga demasiado caliente o demasiado fría, etc.
Si no es así, el trabajador debe ser informado de estos datos por parte de quien corresponda; así
si lleva elementos que puedan moverse, líquidos, o cuando el centro geométrico esté desplazado.
Las cargas deberán tener el centro de gravedad fijo y centrado, en la medida de lo posible. Si
no fuera así, se deberá advertir en una etiqueta o informar de ello al trabajador. Las cargas con el
centro de gravedad descentrado se manipularán con el lado más pesado cerca del cuerpo.
Siguiendo la norma UNE-EN ISO 780:2000 Envases y embalajes. Símbolos gráficos para la mani-
pulación de mercancías (ISO 780:1997), para indicar el centro de gravedad de la carga - cuando no
es idéntico al centro de gravedad sugerido por la forma del embalaje- , se utilizará el símbolo que
aparece en la figura anterior, que indica dónde se halla situado el centro de gravedad real, sien-
do éste el punto de interacción de tres ejes determinados por el emplazamiento de los símbolos.
Dichos símbolos deben ir colocados sobra cada una de las caras de la carga.
Cuando se movilizan enfermos o se transportan animales vivos pueden existir t ambién estos
riesgos, ya que pueden realizar movimientos impredecibles cambiando, de este modo, su centro
de gravedad.
400
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
- Usar grúas mecánicas u otras ayudas similares. Por ejemplo, cuando se transportan
enfermos.
- Manipular en equipo.
En este alejamiento intervienen dos factores: la distancia horizontal (H), es decir, la distancia
entre el punto medio de las manos al punto medio de los tobillos mientras se está en posición de
levantamiento, y la distancia vertical (V): distancia desde el suelo al punto en que las manos sujetan
el objeto. Dichos factores indicarán las «coordenadas» de la situación espacial de la carga. Cuanto
más alejada esté la carga del cuerpo, mayores serán las fuerzas compresivas que se generarán en la
columna vertebral y, por tanto, el riesgo de lesión será mayor.
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Cuando se manipulan cargas en más de una zona se tendrá en cuenta la más desfavorable, para
mayor seguridad.
El mayor peso teórico recomendado es de 25 Kg, que corresponde a la posición más favorable
de la carga, es decir, pegada al cuerpo, a una altura comprendida entre los codos y los nudillos.
401
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Por ejemplo, si un trabajador debe manipular una carga que se encuentra en una mesa y la
debe colocar en un estante que se encuentra elevado, el peso teórico recomendado sería de 7 Kg,
puesto que la zona más desfavorable de manipulación está comprendida entre la altura de la cabe-
za y la altura del hombro del trabajador, y separada del cuerpo.
Ello es debido a que la capacidad de levantamiento, mientras se está sentado, es menor que
cuando se manejan cargas en posición de pie, ya que no pueden ser utilizadas las piernas en el
levantamiento, el cuerpo no puede servir de contrapeso y el esfuerzo mayor recae en los músculos,
más débiles, de los brazos y tronco.
Además la curvatura lumbar está modificada en esta postura y ello aumenta el riesgo de
lesiones.
Para la manipulación en equipo hay que tener en cuenta que las capacidades individuales dis-
minuyen debido a la dificultad de sincronizar los movimientos y obstaculización de la visión de
unos a otros. En general, la capacidad de levantamiento es dos tercios de la suma de las capacida-
des individuales cuando son dos personas, y la mitad de la suma de las capacidades cuando son
tres personas.
El desplazamiento vertical ideal de una carga es de hast a 25 cm, siendo considerados permi-
tidos los comprendidos entre la altura de los hombros y la altura de media pierna. Fuera de estos
límites no es recomendada la manipulación. Además no se debe permitir manejar cargas por enci-
ma de 175 cm, que es el límite de alcance para muchas personas.
Cuanto más grande sea el ángulo más riesgos de lesio nes existirán.
Siempre que sea posible los giros no son recomendados; éstos au-
mentan las fuerzas compresivas en la zona lumbar.
Talones
d) La inclinación del tronco
La manipulación de una ca rga con el tronco inclinado aumenta el riesgo de lesión en la zona, ya
q ue se generan fuerzas compresivas en la zona lumbar mucho mayores q ue si el tronco estuviera
derecho.
402
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
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8 Tronco
derecho
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□ 8 Tronco
inclinado
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Dicha inclinación puede deberse tanto a una pésima técnica de levantamiento como a una fa lta
de espacio, fundamentalmente vertical.
La postura correcta al manejar una carga es con la espalda derecha.
111 11+]
e) El agarre de la carga
Pueden producirse problemas en el agarre de la carga si ésta es redonda, resbaladiza o sus
agarres son deficientes. Podemos encontrar tres posibilidades:
- Si tienen buenos agarres como asas u otro tipo con formas y tamaños que permitan que la
mano se asiente en ellos confortablemente, permaneciendo la muñeca en posición neutral,
sin desviaciones ni posturas incómodas.
403
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Si sus agarres son mediocres, con asas o hendiduras no tan cómodas como en el caso ante-
rior. O también cargas sin asas que pueden sujetarse flexionando la mano 90° alrededor de
la carga.
f) La frecuencia de la manipulación
Si se hace muy frecuente la manipulación manual de cargas nos vamos a encontrar con que el
trabajador experimentará una elevada fatiga física y, consecuentemente, una mayor probabilidad de
sufrir uri accidente ya que los músculos no responderán de modo eficiente al esfuerzo.
En estos casos el trabajador deberá ocupar el resto de su t iempo laboral en la realización de
actividades que no impliquen la utilización de los mismos grupos musculares.
g) El transporte de la carga
En un turno de 8 horas, los lím ites de carga acumulada diariamente, en función de la distancia
de transporte, no deben superar los de la siguiente tabla:
Hasta 10 m 10.000 Kg
Más de 10 m 6.000 Kg
También es conveniente la rotación de tareas, con cambios en la actividad física que impliquen
diferentes grupos musculares.
k) La inestabilidad de la postura
Si la tarea es realizada en una postura inestable, nos encontramos con la posibilidad de pérdida de
equilibrio, de tensiones en músculos y articulaciones con el consiguiente riesgo para el trabajador.
405
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Si no aparecen indicaciones, observar bien la carga: su tamaño, posible peso, zonas de aga-
rre, puntos peligrosos... probar a alzar un lado para tener una cierta idea de su peso.
- Si el peso fuera excesivo buscar ayuda si es que no pueden usarse medios mecánicos.
C) Postura de levantamiento
- Doblar las piernas manteniendo la espalda recta y el mentón metido. No flexionar demasia-
do las rodillas.
- No girar el tronco ni adoptar posturas forzadas.
D) Agarre firme
Sujetar firmemente la carga empleando ambas manos, mantener la carga pegada al cuerpo. El
mejor agarre es probablemente el agarre de gancho, aunque esto depende de cada trabajador, lo
importante es que sea seguro.
Cuando se deba cambiar el agarre, hacerlo suavemente o apoyando la carga en alguna super-
ficie, con mucha atención ya que ello puede crear situaciones de peligro.
E) Levantamiento suave
Alzarse con suavidad, por extensión de las piernas, manteniendo la espalda derecha. No dar
tirones a la carga ni moverla bruscamente.
F) Evitación de giros
No realizar giros, es preferible mover los pies para colocarse en la posición adecuada.
H) Deposición de la carga
- Si el levantamiento es desde el suelo hasta una postura importante de altura, por ejemplo
la altura de los hombros o incluso más, apoyar la carga a medio camino para poder cambiar
el agarre.
406
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZDE SALUD
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PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
Por otra parte, si consideramos como factor interviniente en la aparición de la carga mental las
consecuencias de las decisiones que se toman, y por tanto de los posibles errores, es evidente que
en el trabajo hospitalario esta variable interviene de manera decisiva por la responsabilidad que los
trabajadores tienen sobre la salud de los enfermos.
A este proceso de tratamiento de información se añaden otros factores que, si bien no son
generadores directos de carga mental, sí inciden en su desarrollo:
- El tipo de pacientes que se tratan: por un lado podemos considerar la autonomía de los
enfermos, considerada ésta como el grado de dependencia de los demás.
A todo ello hay que añadir, además, la creciente aplicación de las nuevas tecnologías, que pue-
den imponer graves exigencias a la capacidad humana para procesar la información. Estas tecno-
logías implican a menudo la recogida e integración rápida de información y las demandas pueden
acercarse mucho e incluso sobrepasar la capacidad de respuesta del trabajador.
Merece especial atención, a este respecto, el trabajo en unidades de vigilancia intensiva, que
algunos autores comparan con las salas de control industrial en cuanto a la complejidad de la infor-
mación a tratar, pues en ambos casos debe interpretarse a partir de una serie de seña les o códigos
que llegan a través de los monitores.
409
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Comunicaciones
Cantidad de datos a elaborar
- Entre departamentos
Información fluctuante
- Entre turnos
Consecuencias de las decisiones
- Entre estamentos profesionales
Presión temporal
Participación
Estado de los pacientes
Ambigüedad de roles
Trato con pacientes y familiares
Interferencias con otras tareas
Horario de trabajo
B) Factores de la organización
Los factores que hacen referencia a la organización pueden considerarse desde un doble punto
de vista: por una parte la coordinación y la distribución de las actividades condiciona la transmisión
eficaz de las informaciones necesarias para el desarrollo del trabajo; bajo este aspecto es necesario
considerar los sistemas de transmisión de información entre estamentos profesionales, en el cam-
bio de turno y en la coordinación con otros servicios.
Por otra parte, los factores de organización están estrechamente relacionados con el concepto
de satisfacción en el trabajo: las personas tenemos una serie de necesidades y motivaciones que
el trabajo debe ser capaz de satisfacer, por lo menos en parte (pertenencia a un grupo, reconoci-
miento, seguridad en el empleo...); cuando esto no ocurre podemos considerar que la situación de
trabajo es potencialmente nociva para el trabajador. Por ello, es importante identificar el máximo
número de factores presentes en una determinada situación de trabajo, y valorar hasta qué punto
pueden contribuir a la satisfacción personal o, por el contrario, son susceptibles de influir negativa-
mente en la salud de los trabajadores.
410
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
C) El horario de trabajo
El trabajo hospitalario implica un servicio ininterrumpido, durante las 24 horas del día y todos
los días del año, con la obvia existencia de trabajo a turnos y nocturno. Las repercusiones que este
tipo de organización del tiempo de trabajo puede tener sobre la salud de las personas merecen
especial atención. Dichas consecuencias se refieren principalmente a tres tipos de factores.
Modificación de los ritmos circadianos.
La actividad fisiológica del organismo está sometida a una serie de ciclos establecidos. Algunos
de estos ciclos cumplen un ritmo de alrededor de 24 horas, son los llamados ritmos circadianos, que
siguen unos ciclos de activación y desactivación que se corresponden con los estados naturales de
vigilia y sueño. Como ejemplo de éstos podemos citar la secreción de adrenalina, frecuencia cardíaca,
presión sanguínea, la capacidad respiratoria, temperatura, etc.
Los factores externos, como los hábitos sociales y la alternancia luz/oscuridad, actúan como
sincronizadores de estos ritmos, pero su influencia es tal que, si se modifican, se alteran asimismo
los ritmos biológicos dando lugar a alteraciones fisiológicas.
El trabajo a turnos comporta una contradicción entre IÓs diversos sincronizadores sociales y el
organismo, lo que da lugar a la llamada "patología de la turnicidad'; que se caracteriza por astenia,
nerviosismo y dispepsia.
Durante el sueño se dan cinco fases, que se distinguen por su actividad cerebral: sueño ligero
(fases 1 y 2), sueño profundo de ondas lentas (fases 3 y 4) y sueño paradójico de ondas rápidas
(fase 5). Se estima que la duración relativa de las diversas fases reviste menor importancia que
la duración global del sueño que permita una sucesión equilibrada de las distintas fases. En los
trabajadores nocturnos la última fase del sueño se ve alterada, o simplemente no se llega a con-
segui r, con lo que el sueño no consigue su objetivo de recuperación de la fatiga.
Por otra parte hay que considerar que las condiciones ambientales que se dan durante el día,
luz, ruido.... dificultan más la posibilidad de un sueño reparador.
Estas alteraciones del sueño tienen repercusiones directas sobre la salud, dando lugar a situa-
ciones de estrés (conjunto de reacciones fisiológicas y psicológicas que experimenta el organismo
cuando se le somete a fuertes demandas) y fatiga crónica, que se traducen normalmente en altera-
ciones del sistema nervioso y digestivo.
La sociedad está organizada para un horario "normal" de trabajo. El trabajo a turnos dificulta
las relaciones tanto a nivel familiar como social, por una falta de sincronización con los demás y
por las dificultades de organización debido a los continuos cambios que produce la alternancia de
horarios creando problemas de índole psicosocial.
411
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
5.3.1. Mobbing
El término mobbing, es de o rigen inglés, del verbo to mob, que signifi-
ca atacar con violencia, y f ue introducido por Konrad Lorenz, prestigioso
etólogo (prem io Nobel de Medicina en 1973), para referirse al comporta-
miento de algunas aves generalmente débiles, que se unían para agredir
a sus contendientes más fuertes. Dicho término puede por ello traducirse
como hostigamiento o como acoso. Konrad Lorenz
El psicólogo alemán, Heinz Leymann, fue el primer autor que estud ia el mismo dentro del
ámbito laboral en el año 1986, describiéndolo en un libro, así como las graves consecuencias que
ocasionaba a las personas afectadas.
En el ámbit o laboral, puede definirse como aquellas situaciones en las que una persona se con-
vierte en el blanco del entorno laboral al que corresponde, siendo subyugado y perseguido por los
miembros de la empresa, compañeros o/y superiores, acarreándole t rastornos físicos y psíquicos
importantes en su salud.
La Unión Europea, lo define como "un comportamiento negativo entre compañeros o entre
superiores e inferiores jerárquicos, a causa del cual, el afectado es objeto de acoso y ataques siste-
máticos durante mucho tiempo, de modo d irecto o indirect o, por parte de una o más personas, con
el objetivo y/o el efecto de hacerle el vacío".
Generalmente, lo que se pretende con el mobbing es lograr, al cabo del tiempo, que el trabaja-
dor abandone la empresa.
Es de interés, resaltar que son las mujeres las principales víctimas de los acosadores psicológi-
cos productores de mobbing, y que se trata de un ataque sutil para anular a la persona. Muchas
veces este acoso psicológico hacia la mujer, comparte otro de índole sexual.
Tipos de mobbing
ACOSO PSICOLÓGICO
Tipos de mobbing
b) Mobbing horizontal: se produce si un empleado es agredido por mobbing por uno o va-
rios compañeros del mismo nivel jerárquico en la empresa. En ocasiones, existe una omi-
sión o cierto beneplácito del j efe en la ejecución del mismo.
b) Causas personales del acosador: generalmente se dan por varios meca nismos psicológi-
cos, entre los que cabe destacar:
- La envidia, respecto al acosado, por alguna cuestión familiar, económica o de otra índole.
- El impulso que roza lo psicopatológico de control sobre los demás, como medio de
placer personal.
- Los celos personales: tienen esta emoción por la inteligencia, brillantez, generosidad y
otros rasgos que posee el acosado.
- Por su inadaptación a los métodos de trabajo del jefe, que será en este caso el acosado.
- Por alguna cualidad que lo diferencia física o/y psíquicamente al grupo de compañeros.
- Fase 1 o de conflicto: ante un problema de empresa, que ocasiona un mal desenlace del
mismo, se pone en marcha la maquinaria del mobbing.
- Fase 2 o de acoso moral en el trabajo: durante la misma se lleva a cabo todo tipo de agre-
siones o/y vejaciones morales con la finalidad de desplazarlo del resto del entorno laboral
hasta lograr hacerle el vacío completo.
- Fase 3 o del entorno: la relación con los compañeros y jefes es cada vez más insostenible,
con cambios de lugar en el desempeño del trabajo, generalmente de menos creatividad,
y acciones y omisiones que llegan a implantar las condiciones del acoso de forma perma-
nente y su consecuencia en el acosado sobre su salud. Generalmente, el jefe es el principal
animador dentro del mobbing, es partícipe, es cómplice, aprovecha para proyectar sobre el
acosado la venganza, los celos y las frustraciones personales.
- Fase 5 o de la marginación: es el fin último que se persigue antes que este entre en si-
tuación de baja laboral por enfermedad o abandone de forma "voluntaria la empresa': y
consiste en la exclusión del ámbito laboral. Finalmente, se lleva a cabo la última acción que
se manifiesta como despido, jubilación anticipada, invalidez provisional o permanente y en
determinados casos puede llevar al acosado incluso al suicidio.
La marginación o anulación profesional es potenciada por sus propios compañeros, que
a cambio conseguirán beneficios o prebendas por llevarlo a cabo. Asimismo, se llevarán a
cabo humillaciones de todo tipo, directas o indirectas a través del móvil (con SMS) u otros
medios. En la empresa, el acosado llega a ser conocido como una persona "conflictiva" que
es incapaz de integrarse.
GRADO DE DAÑO
j ESTRÉS i------t> DIRECTAS, EXCLUSIVAMENTE - , . RELATIVO Y PROPORCIONAL A
LOS E STRESORES LABORALES
C AU SAS LABORALES
jMOBBINGi
-e DIRECTAS
INDIRECTAS (INTERPERSONALES).....
ABSOLUTO Y MUY ELEVADO
414
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
a) El agresor o agresores (los mobbers): suele ser uno o varios individuos generalmente con
una corriente de opinión dentro de la empresa muy favorable, y frecuentemente no suelen
ser conscientes del daño que ocasionan.
b) El acosado: puede ser cualquier persona, baja o alta, con más cualidades o con menos,
negro o blanco. En conclusión, no existe un perfil del agredido.
c) El entorno laboral: suele poseer unos atributos que hacen que el mobbing se desarrolle
satisfactoriamente. Entre estos, en la empresa, cabe destacar los siguientes:
- Dudosa moralidad de la dirección: sólo les preocupa los resultados, sin tener en cuenta
los medios para conseguirlo y si algún obrero enferma por su actitud.
b) Depresión: se hace visible con tristeza vital, ganas de llorar, angustia ...
c) Trastornos emocionales y cognitivos: se hace ostensible cuando aparece una labilidad afec-
tiva (lo mismo llora que ríe), pérdida de atención, de memoria, etc.
f) Invalidez: es la consecuencia del mobbing en algunos casos, bien por el mismo y sus efectos
o bien por la agravación de una enfermedad anterior como resultado del acoso.
g) Muerte: se da por la depresión reactiva y grave que sufre el acosado, o bien como deriva-
ción de los trastornos sufridos que lo llevan a situaciones donde en ellos es más favorable
un riesgo a accidentes u otros escenarios donde existe el riesgo de perder la vida.
Soluciones al mobbing
Este fenómeno de acoso psicológico en el trabajo, posee en la actualidad escasos medios de
solución en nuestro país, y por ello se debe actuar de las siguientes maneras:
a) Ayuda y apoyo psicológico: para el restablecimiento del daño psicofísico ocasionado, por
profesionales expertos en estas materias.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
b) Establecer una no rmat iva en esta cuestió n, para que se persiga de forma penal estas prác-
ticas, como en algunos países de la Unión Europea. No obstante se debe acudir siempre a
los tribunales o/y a las Magistraturas de trabajo para que sean corregidas estas maneras y
repuestos los daños sufridos.
Asimismo, debe fomentarse la creación de una normativa más concreta en cuanto a pre-
vención de riesgos laborales en este contexto.
No sólo se debe restablecer a los enfermos por mobbing del daño físico y psíquico causado,
sino además los efectos económicos, sociales y laborales producidos.
Se puede definir como un cuadro clínico que se manifiesta por acción de su trabajo con agota-
miento emocional, pérdida de autoestima, despersonalización y baja rea lización personal que su-
cede en profesionales que trabajan con personas.
Descrito por primera vez por Freudemberg (psiquiatra) en 1974, observó al año de trabajar
con voluntarios de una clínica para toxicómanos, que sufrían una creciente merma de ímpetu en su
tarea y desmotivación, hasta ocasionarles un estado de extenuación asociado a síntomas de ansie-
dad y de depresión. Pero quien acuñó el término fue la psicóloga Cristina Maslach.
~ El estrés interpersonal, por identificación del profesional con la angustia que sufre el
enfermo (o con sus familiares).
- La frustración ante las perspectivas del enfermo, en relación con su clínica y problemas
relacionados con la misma.
b) Sexo: es más frecuente en mujeres que en varones, y por razones asociadas a sobrecargas
no tanto de su entorno laboral, como persona l (o familiar).
c) La edad: en principio no tiene por qué ser origen del cuadro. Pero en los primeros años de ejer-
cicio profesional se mezclan determinadas cuestiones que lo favorecen, tales como:
416
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
d) Estado civil: parece que se da más frecuentemente en solteros, y los autores lo relacionan
con su escasa experiencia para resolver conflictos. Las personas casadas y, aún más, con
hijos, parecen ser más maduras y capaces de resolver todo tipo de situaciones conflictivas
que se presenten, por la experiencia que poseen.
e) Antigüedad profesional: existen contradicciones con respecto a esta cuestión entre los di-
versos autores; no obstante es de lógica pensar que el profesional que lleva largo tiempo en
su desempeño, se siente bien en el mismo, ya que en caso contrario lo habría abandonado.
- Altruistas: por lo que significa poder ayudar a los que sufren. Esta expectativa se inicia
profesionalmente de manera desinteresada, pero al cabo del tiempo entra en contra-
dicción con precisadas perspectivas de recompensas y determinadas presiones de la
empresa. Esto puede llevarnos a situaciones tales como:
* Mala praxis, por las contradicciones en las que se entra que, a su vez, ocasionarán
sentimientos de culpabilidad en el "quemado''.
A veces es difícil llevar a cabo la actividad profesional, bien por la escasez de medios,
por la saturación de personas a su cargo (ejemplo: exceso en el número de alumnos por
aula) o por otros motivos, que a la larga desmotivan y producen frustración en estos
profesionales.
FACTORES FACTORES
PERSONALES LABORALES
BURNOUT
FACTORES DE LA ORGANIZACIÓN
EMPRESARIAL
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
' h) ' Factores de la organización empresarial: una mala organización en la gestión de trabajo
con personas, por saturación en el servicio prestado, burocratización excesiva, presencia de
imprevistos, mínimo trabajo de equipo, escasa sintonía con los jefes y otros, actúan como
estresores laborales que impiden el control de la labor profesional y de cómo organizarla.
Otras veces, existe un insuficiente apoyo de la administración o/y de los empresa rios.
i) La profesión: es más frecuente en el mundo sanitario, especialmente en Enfermería y
Medicina. Aunque también se desarrolla en otras áreas, como en la docencia y en el funcio-
nariado de nuestra Administración Pública.
j) Otros: algunos autores esgrimen otras potenciales causas, como son la insatisfacción sala-
ria 1, la sobrecarga de t rabajo, etcétera.
a) Fase de estrés psicosocial: en ella se produce un desequilibrio entre los recursos y las
demandas.
Clínica
La sintomatología se instaura de forma insidiosa y en el tiempo, siendo la más frecuente de este
síndrome del quemado profesionalmente la siguiente:
En general poseen una ansiedad importante y un grado mayor o menor de depresión, se-
gún cada caso y su evolución.
En los estados muy avanzados de este síndrome hay gran tendencia incluso al suicidio.
e) Trastornos sociales y familiares: surgen como consecuencia de todos los anteriores, inva-
diendo la vida social y familiar del sujeto afectado, que elige la opción de aislarse y quedar-
se solo, como forma de remedio.
Prevención y tratamiento
La prevención del síndrome de desgaste profesional o del "quemado'; se basa esencialmente en:
- Aprender a controlar mejor sus tiempos, para su organización y poder priorizar, no sólo
en su entorno laboral, sino también en otros, así como tener tiempo para el disfrute de
ocio y tiempo libre.
Conseguir una adecuada formación profesional, y si es posible dentro del horario laboral.
b) La psicoterapia.
6. Riesgos biológicos
6.1. Accidentes de riesgo biológico
Definimos accidente de riesgo biológico como la exposición que sufre un trabajador a san-
gre, tejidos o fluidos potencialmente infecciosos a través de una herida percutánea, contacto con
mucosa o sobre piel no intacta.
El Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los
riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo, en su artículo 14, es-
tablece que en el caso de los establecimientos sanitarios y veterinarios distintos de los laboratorios
de diagnóstico, la evaluación a que se refiere el artículo 4 deberá tener especialmente en cuenta los
riesgos inherentes a las actividades desarrolladas en los mismos y, particularmente, la incertidum-
bre acerca de la presencia de agentes biológicos en el organismo de pacientes humanos, de anima-
les, o de materiales o muestras procedentes de éstos, y el peligro que tal presencia podría suponer.
En las instalaciones de atención sanitaria y veterinaria, la evaluación debe tener en cuenta la
incertidumbre acerca de la presencia de agentes infecciosos en pacientes, animales o en los mate-
riales y muestras procedentes de éstos.
Los riesgos deberán ser evaluados en cada una de las etapas que componen la manipulación;
así, la realización de un estudio de malignidad de un tumor supondría: atención clínica, cirugía,
biopsia y otras tomas de especímenes, manipulación y transporte de los mismos, estudios de labo-
ratorio y tratamiento y eliminación de residuos.
Por esta razón se aplicarán las denominadas "precauciones universales" y "precauciones stan-
dard'; que implican mantener una actitud constante de autoprotección, con hábitos de trabajo
seguro, aplicando el principio fundamental de que todas las muestras deben manipularse como
si fueran infecciosas.
Se tomarán medidas apropiadas en dichos servicios para garantizar de modo adecuado la pro-
tección sanitaria y la seguridad de los trabajadores afectados.
Dichas medidas comprenderán en particular: La especificación de procedimientos apropiados
de descontaminación y desinfección.
La selección d e medidas se hará sobre la base de la evaluación del riesgo y, en particular, la
naturaleza de la infección, la facilidad y el modo de transmisión del agente.
La Guía Técnica del INSHT (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo) - pá-
gina web: www.mtas.es1 - , para la evaluación y prevención de los riesgos relacionados con
la exposición a agentes biológicos, contempla una tabla que recoge una relación de los agentes
biológicos, clasificados en grados, incluyendo las modificaciones y actualizaciones introducidas
por la Orden de 2S de marzo de 1998 (BOE n.0 76 de 30/3/1998).
Las denominadas "precauciones universales" constituyen la estrategia fundamental para la pre-
vención del riesgo laboral para todos los microorganismos vehiculizados por la sangre. Su principio
básico es que la sangre y otros fluidos corporales deben considerarse potencialmente infecciosos.
Debe aceptarse que no existen pacientes de riesgo sino maniobras o procedimientos de riesgo,
por lo que se han de adoptar precauciones utilizando las barreras protectoras adecuadas en todas
En esta página web del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabaj o se pueden consultar tam-
bién diferentes publicaciones entre las que destaca un Libro sobre Condiciones de Trabajo en Centros
Sanitarios, editado en el año 2000 -reimpresión en el 2001 -
420
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
las maniobras o procedimientos en los que exista la posibilidad de contacto con la sangre y/o flui-
dos corporales a través de la piel o las mucosas.
- Todo el personal conozca las razones por las que debe proceder de la manera indicada.
- Se promueva el conocimiento y la utilización adecuados.
La inmunización activa frente a enfermedades infecciosas ha demostrado ser, junto con las me-
didas generales de prevención, una de las principales formas de proteger a los trabajadores.
Deberá vacunarse todo el personal que desarrolle su labor en ambientes que tengan contacto,
tanto directo como indirecto, con la sangre u otros fluidos biológicos de otras personas infectadas
(por ejemplo, la vacuna contra la Hepatitis B para el personal que desarrolle su labor en ambiente
hospitalario y que tenga contacto directo o indirecto con la sangre u otros fluidos de los pacientes).
1. Guantes:
El uso de guantes será obligatorio:
- Cuando el t rabajador sanitario presente heridas no cicatrizadas o lesiones dérmicas
exudativas o rezumantes, cortes, lesiones cutáneas, etc.
El producto desinfectante se debe poder aplicar de tal manera que no presente toxicidad agu-
da o crónica para los animales y el hombre que puedan entrar en contacto con él.
Debe tenerse en cuenta que por su propia función, destrucción de microorganismos, muchos
desinfectantes tienen características de toxicidad importantes para el hombre, por lo que se debe-
rán adoptar las medidas de protección y prevención adecuadas y seguir siempre las instrucciones
para su aplicación, contenidas en la etiqueta y en las fichas de seguridad.
Los desinfectantes que se utilicen deben estar adecuadamente etiquetados según la normativa
correspondiente (RO 1078/1993, RD 363/1995 y RD 1893/1996), tanto si se han adquirido comer-
cialmente, como si son de preparación propia.
Hay que tener en cuenta que las fórmulas de los productos desinfectantes comerciales presen-
tan grandes diferencias, por lo que es esencial seguir las indicaciones del fabricante.
Esterilización:
Con la esterilización se produce la destrucción de todos los gérmenes, incluidos esporas bacte-
rianas, que pueda contener un material.
Se debe recordar que, en ciertos casos, los instrumentos son sometidos a la acción de solucio-
nes detergentes o antisépticas para diluir sustancias orgánicas o evitar que se sequen. Dado que
423
11111 CELADORES DEL SERVICIOANDALUZ DE SALUD
este paso no es una verdadera desinfección, estos instrumentos no deberán ser manipulados ni
reutilizados hasta que se efectúe una esterilización.
Existen diferentes tipos de esterilización de los cua les, a continuación, se ofrece un listado:
- Esterilización por calor húmedo bajo presión (autoclave):
Es el método de elección, por ser el más fiable, eficaz y de fácil empleo. Se introduce el ma-
terial a esterilizar en bolsas adecuadas y cerradas, dejándose durante 20 m inutos a 121 °C
(para algunos agentes pueden ser necesarias otras condiciones), teniendo la precaución de
que la atmósfera del autoclave esté a saturación y desprovista de aire.
La inst alación de esterilización por rayos y ha de cumplir unos requisitos especiales como
instalación radiactiva, lo que limita totalmente su aplicación en los laborat orios, a menos
q ue estén dentro de una institución (por ejemplo, un hospital) q ue d isponga de una insta-
lación adecuada para ello.
Este tipo de esterilización sólo debe aplicarse a aquel material que no pueda ser esteri-
lizado al vapor y debe llevarse a cabo por personal cualificado, informado de los riesgos
que presenta su utilización, d isponiendo de un protocolo de actuación bien establecido
y, cuando el caso lo requiera, de los equipos de protección individual adecuados.
Los autoclaves de óxido de etileno deben ser de estanqueidad contrastada, a ser posible
de doble puerta con extracción por encima de la de descarga y con aireación incorpora-
da. Deben ubicarse en áreas aisladas, bien ventiladas y mantenidas a depresión con las
adyacentes, proced iéndose a un control ambiental periódico de la presencia en aire del
compuesto.
424
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
El riesgo de contagio después de un accidente con riesgo biológico por pinchazo o corte se
evalúa en un 30% para el virus de la hepatitis B (VHB), 3% para el virus de la hepatitis C (VHC) y 0,3%
para el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). En caso de contacto con las mucosas, o con la
piel herida el riesgo de contaminación es de 0,04% para el VIH, no habiéndose cuantificado para el
VHB y el VHC.
Estas cifras, que reflejan una infectividad menor del VIH y del VHC con relación al VHB, han de
interpretarse en función de otros factores como:
a) La gravedad de la infección:
- Para el VHB, un 10% de los casos se convierten en crónicos, siendo responsable a su vez
de formas fulminantes.
Hepatitis B
La estimación global del riesgo de contaminación después de un accidente con sangre conta-
minada es del 30%, y varía del 5% al 40%, (40% si la fuente es Ag HBe positivo). El antígeno e (Ag
HBe) es un antígeno soluble que se halla presente en el suero de algunos pacientes Ag HBs positi-
vos (antígeno de superficie) y constituye un indicador de infecciosidad elevada.
Las actuaciones que se deben llevar a cabo frente al riesgo de la hepatitis B son las siguientes:
- Valoración del estado inmunológico del accidentado, consultando los datos previos de va-
cunación si los hubiese y la petición de un estudio serológico completo en el caso de que
no se disponga de estos datos.
- A aquellas personas que se han expuesto accidentalmente, por vía percutánea o a través de
mucosas, con sangre contaminada de Ag HBs y, que desconozcan su estado inmunológico,
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
que nunca han sido vacunadas o que no han completado la pauta de vacunación, se les ad-
ministrará en el plazo de 48 horas una inyección de 5 ce de inmunoglobulinas antihepatitis
B.
- Si puede identificarse la fuente (procedencia de la contaminación) y previo consentimiento
después de haber sido informado, se le efectuará una extracción sanguínea para determi-
nar el Anti HBcore total. Si éste es negativo, se aplicará al accidentado la pauta vacuna l. Si es
positivo se le hará una serología completa.
- Según el resultado serológico, se incluirá al accidentado en su correspondiente pauta de va-
cunación o seguimiento, que consiste en la administración de tres dosis de vacuna de 20
mg/dosis, la primera dentro de los siete días siguientes a la exposición, la segunda un mes
después y la tercera seis meses después de la primera. La primera dosis de la vacuna puede
ser administrada conjuntamente con la inmunoglobulina contra la hepatitis B. En estos casos,
la administración no debe realizarse en el mismo lugar de inyección. La inmunoglobulina se
debe administrar en la región glútea y la vacuna en deltoides.
- Se considera que una persona está inmunizada cuando adquiere un título de Anti HBs superior
a 1O UI/L. Esta determinación debe realizarse al cabo de un mes de la tercera dosis de vacuna.
En caso de que el título de Anti HBs sea inferior a 1O UI/L, debe administrarse una cuarta dosis
de vacuna. Para contratos temporales de trabajo y para puestos con riesgo de infección por
hepatitis B, se plantea como pauta de vacunación: al inicio, al mes y a los dos meses siguientes.
En las personas que no logren un título de Anti HBs superior a 1OUI/L, tras 4 dosis de vacuna, se
les administrará una dosis de recuerdo cada 5 años.
Hepatitis C
La evolución de los conocimientos epidemiológicos y terapéuticos relativos a la hepatitis C re-
quiere una adaptación constante de los procedimientos de cuidados y de diagnóstico, en especial
después de un accidente con sangre contaminada.
Las actuaciones frente al riesgo de contraer la hepatitis C son las siguientes:
- Extracción sanguínea para la valoración del estado inmunológico del accidentado frente al
virus de la hepatitis C.
- Identificar la fuente si es posible. Tras informar al accidentado y bajo su consentimiento, se
realizará el estudio serológico de VHC.
Si la fuente es positiva o desconocida y el accidentado Anti VHC es negativo, se realizarán
controles serológicos periódicos: cuando se produjo el accidente, al cabo de mes y medio,
a los tres, seis y doce meses siguientes.
- Si el accidentado es Anti VHC positivo, ,e procederá a seguimiento y educación sanitaria.
426
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALESEN LOS CELADORES 11111
Por otra parte, se debe tener en cuenta, y así se pone de manifiesto en la NTP (Nota técnica
de prevención) n.0 249, del INSHT, sobre el SIDA: repercusiones en el ambiente laboral, que el
sector sanitario es uno de los ámbitos de especial riesgo para contraer dicha enfermedad. Esta Nota
Técnica contempla diferentes medidas básicas de prevención, que se agrupan fundamentalmente
en la esterilización y desinfección.
De la misma forma, la NTP n.0 398: Patógenos transmitidos por la sangre: un riesgo laboral,
contempla como colectivos laborales con riesgo de contaminación por patógenos transmitidos
por la sangre, a los profesionales de la salud y a los trabajadores que rea lizan su actividad laboral en
la las instituciones de la red sanitaria.
427
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
La exposición laboral a los patógenos transmitidos por la sangre (transmisión hemática) puede
ocurrir de diversas formas. El mecanismo de transmisión más frecuente es la inoculación accidental
por pinchazos con agujas o bisturíes contaminados con sangre de pacientes infectados, pero ésta
no es la única forma de transmisión, ya que también puede efectuarse mediante salpicaduras de
sangre a los ojos, en partes de la piel donde existan pequeños cortes o abrasiones y por contacto
con las prendas o equipos contaminados con sangre fresca.
El riesgo de transmisión profesional durante el cuidado de personas con una afección muy grave
pero poco frecuente como la infección porVIH (virus de la inmunodeficiencia humana, causante del
síndrome de inmunodeficiencia adquirida, SIDA), ha comportado una movilización más importante
que la que habían suscitado los riesgos ligados al virus de la hepatitis B (VHB), mucho más frecuentes
y colectivamente más graves en términos de morbilidad y de mortalidad para las profesiones dedica-
das al cuidado de enfermos. Actualmente existe también mucha preocupación en el ámbito sanitario
para la protección frente al virus de la hepatitis C (VHC).
Entre los colectivos laborales de riesgo que señala la Nota Técnica de Prevención, se encuentra
los TCAE por estar dentro de los profesionales y trabajadores que realizan su actividad laboral en
las instituciones de la red sanitaria.
Este reglamento, que fue publicado en el "Federal Register" el 6 de diciembre de 1991 , define
claramente la exposición profesional y clasifica en dos grupos a los trabajadores; en el primer gru-
428
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
pose incluyen colectivos de riesgo donde todos los trabajadores sufren exposición y en el segun-
do grupo se incluyen colectivos donde sólo determinados trabajadores sufren exposición.
El reglamento también especifica que es el empresario quien debe proporcionar, a los traba-
jadores con riesgo, la vacunación y posterior segu imiento médico de forma gratuita, equ ipos de
protección e información y formación sobre las medidas a adoptar para una protección adecuada.
Por otro lado, en Europa, un grupo de expertos internacionales que constituyen el Viral Hepatitis
Prevention Board (VHPB), ha identificado cinco principios esenciales para cualquier programa desti-
nado a prevenir la exposición a infecciones de transmisión hemática. Estos principios se exponen a
continuación en forma detallada, ya que coinciden con todos los programas existentes sobre este
tema y están en línea con la legislación en materia de salud y seguridad laboral en la mayoría de
países europeos.
1. Identificar el riesgo
Las actividades de riesgo laboral son aquellas que comportan la exposición a sangre y otros
fluidos corporales potencialmente infecciosos. Las empresas tienen la obligación de valorar la si-
tuación de riesgo de todos los trabajadores.
El VHPB señala, por otro lado, que el riesgo debería basarse no en la cualificación profesional o
la ubicación del puesto de trabajo sino directamente en el grado de exposición física a los fluidos
biológicos reflejados en la siguiente tabla. Ello implica que deben considerarse como factores de
riesgo los diferentes fluidos mencionados y no solamente la sangre.
429
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
5. Supervisar el cumplimiento
Es indispensable la existencia de una persona competente que sea responsable de garantizar
técnicamente la puesta en práctica de las políticas de prevención de la exposición. Las empresas
deben facilitar los recursos necesarios para permitir una supervisión adecuada, por ejemplo me-
diante la instauración de un inspector de bioseguridad integrado en el Servicio de Prevención.
,,,
430
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
1. Todos los trabajadores sanitarios deben utilizar medios de protección en forma de barrera
para evitar la exposición de la piel y de las mucosas a la sangre y a los distintos fluidos cor-
porales de los pacientes. Deben usarse guantes para tocar cualquier fluido corporal, para
tocar cualquier instrumental manchado o para efectuar cualquier tipo de punción. Si hay
peligro de salpicadura de sangre o de algún fluido biológico, se utilizará protector facial, o
mascarilla y gafas protectoras y delantal o bata.
2. Hay que tomar las precauciones necesarias para
evitar lesiones provocadas por agujas, bisturíes y
objetos cortantes. Nunca se deben reencapuchar
las agujas ni retirarlas de las jeringas desechables.
7
Los objetos cortantes y punzantes, una vez utiliza-
dos, deben colocarse en un envase resistente a los
pinchazos, próximo al área de trabajo, para poste-
riormente ser eliminados.
4. Los sanitarios que tengan lesiones cutáneas exudativas o serosas, deben evitar cualquier con-
tacto directo con el paciente hasta que las heridas estén completamente curadas.
Accidentado Accidentado
Petición Estucio Serológico
VHB (Completa)
Parte accidente VHC
Encuesta vacuna ! VIH
No vacunados
Gammaglobulina antihepatitis B
desconocidos o vac.
(tras extracción)
incompleta
- Quimioterapia
Fuente positiva - Seguimiento
0-1,5-3-6-12 meses
Negativo
Fuente negativa o Seguimiento
Fuente desconocida 0-1,5-3-6-1 2 meses
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PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
Tal como se indica en el artículo 17 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, cuando los
riesgos no se puedan evitar o no puedan limitarse suficientemente por medios técnicos d e pro-
tección colectiva o mediante medidas, métodos o procedimientos de organización del trabajo, tal
como ocurre con frecuencia en los centros sanitarios frente al riesgo biológico, el empresario debe-
rá proporcionar a sus trabajadores equipos de protección individual adecuados para el desempeño
de sus funciones y velar por el uso efectivo de los mismos.
Por otro lado, los equipos de protección individual, t al y como establece el RD 773/1997 relativo
a su utilización, proporcionarán una protección eficaz frente a los riesgos que motivan su uso, sin
suponer por sí mismos u ocasionar riesgos ad icionales ni molestias innecesarias. Para ello deben:
b) Tener en cuenta las condiciones anatómicas y fisiológicas y el estado de salud del trabajador.
c) Adecuarse al usuario, tras los ajustes necesarios. En el caso de que existan riesgos múlti-
ples q ue exijan la utilización simul tánea de varios eq uipos de protección individual, éstos
deberán ser compatibles entre sí y mantener su eficacia en relación con el riesgo o riesgos
correspondientes.
A) Necesidad de uso
La necesidad de utilizar equipos de protección individual frente al riesgo biológico en un centro
sanitario deriva de la imposibilidad técnica o económica de instalar una protección colectiva eficaz.
Por todo ello debe llevarse a cabo la evaluación de riesgos en el conjunto del centro sanitario, de
modo que permita identificar los puestos de t rabajo o actividades en los que se puede presentar
dicho riesgo. En la siguiente tabla expuesta por la Nota Técnica de Prevención se detalla a modo
de ejemplo el posible riesgo biológico existent e en los diferentes servicios o áreas de un cent ro
hospitalario, indicando las protecciones recomendadas.
Se puede ver la Nota Técnica de Prevención en la página WEB del INSHT: http://www.mtas.es/insht.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
...!...
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PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
.../...
...!...
..
- Posible contacto directo con muestras y - Ropa de trabajo.
Dermatología pacientes contaminados.
- Guantes de un solo uso.
- Posible contacto directo con pacientes - Ropa de trabajo.
Pediatría y muestras contaminadas. - Guantes de un solo uso.
- Posible contacto directo con pacientes - Ropa de trabajo.
Psiquiatría contaminados. - Guantes de un solo uso.
- Contacto directo con mucosas, fluidos - Guantes de un solo uso.
corporales, secreciones naso-faríngeas - Mascarillas desechables que cubran la
y respiratorias. boca y la mucosa nasal.
- Formación de aerosoles. - Frente a salpicaduras o aerosoles utilizar:
- Riesgo de pinchazos o cortes. gafas protectoras herméticas y mascarilla,
Odontología
o pantallas de seguridad.
- Ropa de trabajo cómoda y cerrada por
delante, que resista lavados a 80 °C.
- Para trabajos con muchas salpicaduras
utilizar delantales plásticos desechables.
Manipulación - Pinchazos o heridas en las manos. - Ropa y calzado de trabajo.
de - Guantes industriales.
residuos
biosanitarios
- Arañazos y mordeduras. - Ropa de trabajo.
- Aspiración de aerosoles. - Guantes. (4)
Trabajo con
- Proyecciones a las mucosas. - Botas de goma.
animales de
experimentación - Riesgo de pinchazos o cortes. - Mascarilla desechable.
- En áreas de cuarentena: guantes gruesos
de trabajo y mascarilla de alta eficacia.
personas. Todos los EPI que cumplan estos requisitos y se comercialicen de acuerdo con dicho Real
Decreto, irán identificados con el marcado"CE''.
En cualquier caso, los trabajadores y sus representantes deben ser consultados al proceder a la
adquisición de los EPI. La práctica indica que la aceptación de un modelo determinado por parte
del usuario es fundamental para garantizar su uso posterior.
- Instrucciones de conservación.
Unas normas generales para el uso de los elementos barrera en centros sanitarios se describen
en la siguiente tabla expuesta en la Nota Técnica de Prevención, en la que se incluyen equipos cla-
sifica bles como EPI y otros que no lo son.
Uso de delantal en
En caso de En caso de En caso de
caso de
posible contacto posible contacto posible contacto con
Generales posible contacto
con líquidos con líquidos líquidos
con líquidos
biológicos. biológicos. biológicos.
biológicos.
Uso de delantal en
En caso de En caso de Obligatorio siempre
caso de
Aislamiento posible contacto posible contacto antes
posible contacto
Respiratorio (2) con líquidos con líquidos de entrar en la
con líquidos
biológicos. biológicos. habitación.
biológicos.
(2) Aquí sólo se tiene en cuenta el aislamiento respiratorio efectuado para la protección de los pa-
cientes que por el tratamiento recibido están inmunodeprimidos y en consecuencia deben estar
aislados de toda contam inación. En el caso de aislamiento de pacientes aquejados de enfermeda-
des infecciosas respiratorias, en lugar de mascarilla q uirúrgica, que sólo protege al paciente, el
personal sanitario deberá utilizar mascarillas autofiltrantes con válvu la.
Por otro lado, es habitual la utilización de algunos EPI de forma permanente, como es el caso de
los guantes cuando existe contacto directo con pacientes, muestras o fluidos biológicos.
D) Distribución
Los EPI están destinados en principio a un uso personal. Debe tenerse en cuenta que los EPI
han de ajustarse a las ca racterísticas anatómicas de cada trabajador, lo que ha de considerarse en
el momento de su adquisición. A su vez, cada usuario debe ser responsable del mantenimiento y
conservación del equipo que se le entrega y ser informado e instruido sobre las características y
uso del mismo. Ello sólo es posible si la asignación de los equipos es personalizada y se establece
un mecanismo de seguimiento y cont rol.
Sin embargo, en algunas áreas, y considerando sus condiciones específicas de trabajo, los EPI
pueden ser utilizados por varios usuarios a la vez (véase la siguiente tabla). En el caso de que esto
ocurra deberán tomarse las medidas necesa rias para que ello no origine problemas de salud o de
higiene a los distintos trabajadores. Cuando ello no pueda garantizarse, se sustituirán aquellas par-
tes del mismo que sean necesarias, como sería el caso del grupo D de la siguiente tabla expuesta
en la Nota Técnica de Prevención. La gestión de los EPI utilizados por distintas personas recae en el
Servicio de Prevención. Tomando el laboratorio a modo de ejemplo, y en función de los riesgos más
frecuentes en el mismo, se indica un posible modelo de distribución:
- Equipos de uso general (como los guantes de látex): se distribuirán por todas las unidades
del laboratorio, teniendo en cuenta que puede haber personal cuya estancia en el mismo
sea eventual (contratos temporales, estudiantes en prácticas o becarios). Una vez se hallen
en uso, se considerarán asignados de forma personalizada. Hay que tener en cuenta que
algunos de estos equipos son de un solo uso, con lo q ue el problema de la "personalización"
carece de sentido.
Reutilizables de asignación
B Gafas, mascarillas autotiltrantes y batas.
personal
E) Supervisión e implantación
Es necesaria la intervención en todo el proceso, desde su elección hasta la correcta utilización
y posterior mantenimiento de los EPI, del Servicio de Prevención o de un responsable técnico de la
unidad correspondiente. Entre sus funciones deberá estar también la distribución de los distintos
equipos y el mantenimiento de un stock suficiente.
- Mantenimiento de un stock mínimo de todos los EPI, ya que cuando se requiere su utiliza-
ción no se puede recurrir a otro sistema de protección.
- Facilitar una formación e información en materia de EPI adecuada a todo el personal con ries-
go biológico. Para ello se realizarán actividades formativas e informativas en las que se darán
a conocer los diferentes equipos disponibles, tanto de uso personalizado como no, obligato-
riedad de utilización, recomendaciones y mantenimiento de los mismos.
- Los equipos deben entregarse con acuse de recibo, adjuntando por escrito las instruccio-
nes de utilización cuando se considere necesario.
439
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
A fin de aumentar la eficacia en el uso de estos equipos y, por otro lado, cuando el usuario no es
un profesional experto (por ejemplo, personal en prácticas, internos, residentes) es relativamente
corriente que en los diferentes servicios haya normas que obliguen al uso permanente de ciertos
equipos, principalmente, y por este orden, guantes, gafas o mascarillas autofiltrantes. Aparte, de-
ben considerarse aquellos servicios en los que debido a los riesgos específicos existentes haya una
obligatoriedad permanente en el uso de otros equipos.
Por otro lado, y en este aspecto es importante la labor de formación e información, el personal
expuesto a riesgo biológico debe distinguir claramente entre los equipos de protección individual
y los equipos destinados a la protección del producto (paciente o muestra manipulada), ya que su
uso puede generar confusión como ocurre con el empleo de mascarillas de tipo quirúrgico, desti-
nadas a evitar contaminaciones de material estéril (protección del producto) y el uso de mascarillas
autofiltrantes desechables destinadas a evitar la exposición laboral (protección del trabajador).
7.2. Conclusiones
La correcta utilización de los EPI frente al riesgo biológico en el medio laboral sanitario como
herramienta de protección complementaria a las medidas generales de tipo higiénico, organizati-
vas, de aislamiento y vacunación, es aun hoy en día una asignatura pendiente. Sin embargo, con el
descubrimiento en los años ochenta del virus de inmunodeficiencia humana, causante del SIDA,
el personal sanitario empezó a tener conciencia del riesgo profesional que supone la exposición a
determinados agentes biológicos. Este hecho fue el detonante para que la cultura preventiva fren-
te al riesgo biológico cambiara y en consecuencia se empezaron a utilizar protecciones personales
adecuadas.
A esta situación no son ajenos una serie de aspectos que se enumeran en los siguientes puntos:
1. En el ámbito sanitario existe una marcada tendencia a confundir los equipos destinados a
evitar la contaminación del material estéril, de un producto, de una muestra o de un pacien-
te, con los destinados a la protección del trabajador, usándose aquellos como protecciones
personales frente al riesgo biológico, cuando en la mayoría de situaciones no sólo no son
eficaces, sino que provocan la sensación de falsa protección frente al riesgo. Un ejemplo
típico en este sentido es la utilización de mascarillas quirúrgicas para la protección frente la
ínhalación de un bioaerosol infeccioso.
Concepto de ecología
Proviene del griego oikos, que significa casa, lugar donde se vive. Haeckel, biólogo alemán del
siglo XIX, fue el primero que introdujo el término «ecología». La definió como «la ciencia que estu-
dia las relaciones de los seres vivientes entre sí y de éstos con el medio que los rodea». La ecología
humana sería la rama de la biología que estudia la dinámica de las interacciones entre el medio
441
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Términos ecológicos
Biotipo: es el complejo inerte (suelo, aire, agua) donde se desenvuelve la vida de una comuni-
dad biótica. Comunidad biótica o biocenosis es la agrupación de seres vivos, animales o vegetales,
que viven ligados en un ambiente. El «medio natural» es el conjunto formado por un biotipo y una
biocenosis.
Hábitat: es el territorio en el que una especie o grupo de especies encuentran las condiciones
de vida a las que están adaptadas.
442
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
Nicho ecológico: es el lugar o residencia típica que ocupa un organismo dentro de su comu-
nidad y ecosistema.
Población: es un grupo de individuos de una misma especie que habitan un área determinada
(ej. hombres, pájaros).
Se entiende por contaminación (OMS) «la presencia en el aire, agua o suelo de factores y sus-
tancias en cantidad, concentración y un periodo de tiempo capaces de causar molestias, amena-
zar la vida o salud de las personas, animales o plantas, dañar los bienes y obstaculizar el disfrute
razonable de vidas y haciendas en las zonas afectadas por ellas». Según su naturaleza podemos
hablar de contaminantes físicos (radiaciones, ruidos, vibraciones...), químicos (plaguicidas, metales
pesados, nitritos, monóxido de carbono...), biológicos (virus, bacterias, hongos...), psicosociales y
socioculturales (delincuencia, drogadicción ...).
Para abordar el papel de los celadores en la gestión de los residuos sanitarios profundizaremos
en el Plan de Gestión de Residuos del Servicio Andaluz de Salud.
b) Residuos domésticos: residuos generados en los hogares como consecuencia de las activi-
dades domésticas. Se consideran también residuos domésticos los similares a los anteriores
generados en servicios e industrias.
Se incluyen también en esta categoría los residuos que se generan en los hogares de
aparatos eléctricos y electrónicos, ropa, pilas, acumuladores, muebles y enseres así como
los residuos y escombros procedentes de obras menores de construcción y reparación
domiciliaria.
c) Residuos comerciales: residuos generados por la actividad propia del comercio, al por ma-
yor y al por menor, de los servicios de restauración y bares, de las oficinas y de los mercados,
así como del resto del sector servicios.
443
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
e) Residuo peligroso: residuo que presenta una o varias de las características peligrosas enu-
meradas a continuación en la tabla, y aquel que pueda aprobar el Gobierno de conformi-
dad con lo establecido en la normativa europea o en los convenios internacionales de los
que España sea parte, así como los recipientes y envases que los hayan contenido.
H 1 Explosivo: se aplica a las sustancias y los preparados que pueden explosionar bajo el efec-
to de la llama o que son más sensibles a los choques o las fricciones que el dinitrobenceno.
H 2 Oxidante: se aplica a las sustancias y los preparados que presentan reacciones alta-
menteexotérmicas al entrar en contacto con otras sustancias, en particular sustancias
inflamables.
- las sustancias y los preparados que pueden calentarse y finalmente inflamarse en con-
tacto con el aire a temperatura ambiente sin aporte de energía.
- las sustancias y los preparados sólidos que pueden inflamarse fácilmente tras un breve
contacto con una fuente de ignición y que continúan ardiendo o consumiéndose des-
pués del alejamiento de la fuente de ignición.
- las sustancias y los preparados gaseosos que son inflamables en el aire a presión normal.
- las sustancias y los preparados que, en contacto con el agua o el aire húmedo, despren-
den gases fácilmente inflamables en cantidades peligrosas.
H 3-B Inflamable: se aplica a las sustancias y los preparados líquidos que tienen un punto
de inflamación superior o igual a 21 °Ce inferior o igual a 55 °C.
H 4 Irritante: se aplica a las sustancias y los preparados no corrosivos que pueden causar
una reacción inflamatoria por contacto inmediato, prolongado o repetido con la piel o las
mucosas.
i; 5 Nocivo: se aplica a las sustancias y los preparados que por inhalación, ingestión o pene'i_
tración cutánea pueden entrañar riesgos de gravedad limitada para la salud.
H 6 Tóxico: se aplica a las sustancias y los preparados (incluidos las sustancias y los prepa-
rados muy tóxicos) que por inhalación, ingestión o penetración cutánea pueden entrañar
ríesgos graves, agudos o crónicos e incluso la muerte.
H 7 Cancerígeno: se aplica a las sustancias y los preparados que por inhalación, ingestión o
penetración cutánea pueden producir cáncer o aumentar su frecuencia.
H 8 Corrosivo: se aplica a las sustancias y los preparados que pueden destruir tejidos vivos
al entrar en contacto con ellos.
.../. ..
H 10 Tóxico para la reproducción: se aplica a las sustancias y los preparados que por
inhalación.ingestión o p enetración cutánea pueden producir malformaciones congénitas
no hereditarias o aumentar su frecuencia.
H 11 Mutagénico: se aplica a las sustancias y los preparados que por inhalación, inges-
tión o penetración cutánea pueden producir defectos genéticos hereditarios o aumentar su
frecuencia.
H 12: residuos que emiten gases tóxicos o muy tóxicos al entrar en contacto con el aire, con
el agua o con un ácido.
H 13*Sensibilizante: se aplica a las sustancias y los preparados que, por inhalación o pene-
tración cutánea, pueden ocasionar una reacción de hipersensibilización, de forma que una
exposición posterior a esa sustancia o preparado dé lugar a efectos nocivos característicos.
H 14 Ecotóxico: se aplica a los residuos que presentan o pueden presentar riesgos inmedia-
tos o diferidos para uno o más compartimentos del medio ambiente.
H 15: residuos susceptibles, después de su eliminación, de dar lugar a otra sustancia por
un medio cualquiera, por ejemplo, un lixiviado que posee alguna de las características antes
enumeradas.
f) Aceites usados: todos los aceites minerales o sintéticos, industriales o de lubricación, que
hayan dejado de ser aptos para el uso originalmente previsto, como los aceites usados de
motores de combustión y los aceites de cajas de cambios, los aceites lubricantes, los aceites
para turbinas y los aceites hidráulicos.
2. Los impactos adversos sobre el medio ambiente y la salud humana de los residuos ge-
nerados, incluyendo el ahorro en el uso de materiales o energía.
i) Productor de residuos: cualquier persona física o jurídica cuya actividad produzca resi-
duos (productor inicial de residuos) o cualquier persona que efectúe operaciones de tra-
tamiento previo, de mezcla o de otro tipo, que ocasionen un cambio de naturaleza o de
composición de esos residuos. En el caso de las m ercancías retiradas por los servicios de
control e inspección en las instalaciones fronterizas se considerará productor de residuos al
representante de la mercancía, o bien al importador o exportador de la misma.
j) Poseedor de residuos: el productor de residuos u otra persona física o jurídica que esté en
posesión de residuos.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
k) Negociante: toda persona física o jurídica qué actúe por cuenta propia en la compra y
posterior venta de residuos, incluidos los negociantes que no tomen posesión física de los
residuos.
1) Agente: toda persona física o jurídica que organiza la valorización o la eliminación de re-
siduos por encargo de terceros, incluidos los agentes que no tomen posesión física de los
residuos.
m) Gestión de residuos: la recogida, el transporte y tratamiento de los residuos, incluida la
vigilancia de estas operaciones, así como el mantenimiento posterior al cierre de los verte-
deros, incluidas las actuaciones realizadas en calidad de negociante o agente.
w) Suelo contaminado: aquel cuyas características han sido alteradas negativamente por
la presencia de componentes químicos de carácter peligroso procedentes de la actividad
446
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
humana, en concentración tal que comporte un riesgo inaceptable para la salud humana
o el medio ambiente, de acuerdo con los criterios y estándares que se determinen por el
Gobierno, y así se haya declarado mediante resolución expresa.
x) Compost: enmienda orgánica obtenida a partir del tratamiento biológico aerobio y termó-
filo de residuos biodegradables recogidos separadamente. No se considerará compost el
material orgánico obtenido de las plantas de tratamiento mecánico biológico de residuos
mezclados, que se denominará material bioestabilizado.
Esta tendencia está motivada por los cambios sustanciales producidos en una sociedad con
mayor capacidad de consumo, a la que se le ofrecen una mayor variedad y cantidad de productos
cada vez más sofisticados, más complejamente presentados y envasados que se convierten en re-
siduo una vez ha finalizado su uso.
Evidentemente los centros sanitarios no son ajenos a esa tendencia. En ellos se producen gran
cantidad de residuos difíciles de reciclar, en un principio no sólo por su composición, sino sobre
todo por su cantidad.
Es importante que se entienda que, cada recurso natural y/o material utilizado (alimentos,
agua, suelo, madera, combustibles, materiales, etc.) está limitado tanto por sus fuentes como por
las formas de desecharlo.
La excesiva generación de residuos, y especialmente de envases, se ha convertido en uno de los
principales problemas ambientales, colmatando los vertederos y contaminando el aire, el suelo y el
agua. La aparición en el mercado de envases de un solo uso y su consumo en grandes cantidades
ha creado en pocos años una situación límite.
Por ello se impone la recogida selectiva de residuos como una actividad positiva y necesaria
frente al aumento creciente del volumen de residuos urbanos y asimilables como tal que se gene-
ra. El objetivo que persigue es separar y recuperar la mayor cantidad posible de materiales que se
desechan y disminuir, por tanto, el volumen de residuos que son depositados en vertederos.
Las actividades de valoración y eliminación de residuos urbanos y asimilables más habituales son:
- Valorización de vidrio.
- Valorización de aceites y grasas.
- Valorización de neumáticos.
- Valorización de Vehículos Fuera de Uso (VFU).
Los residuos que se generan fuera de la actividad asistencial de los Centros Sanitarios que no
precisan medidas especiales en su gestión. Coinciden con los residuos urbanos o municipales. Por
tanto son residuos como: restos de comidas, alimentos y condimentos que se generen en cocinas,
plantas de hospitalización, comedores, cafeterías; embalajes, mobiliario en desuso, jardinería, col-
chones, papelería generados en áreas administrativas, de mantenimiento, almacenes y muelles de
carga y desea rga, etc.
Se hace n ecesaria una recogida selectiva de todos estos residuos al objeto de facilitar su nueva
entrada en la cadena de producción.
Plásticos (PET, PE, PVC, PP, PS y OTROS) Botellas, bidones, bolsas, envolturas
448
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOSCELADORES 11111
Se entienden como tal los residuos que se producen como consecuencia de la actividad asis-
tencial y/o de investigación asociada, que no están incluidos entre los considerados como residuos
sanitarios peligrosos, al no reconocérseles peligrosidad real ni potencial, según los criterios cientí-
ficamente aceptados.
8.2.2.2. Residuospeligrosos
Es el residuo que presenta una o varias de las características peligrosas enumeradas en el apar-
tado 8.2.1., y aquel que pueda aprobar el Gobierno de conformidad con lo establecido en la norma-
tiva europea o en los convenios internacionales de los que España sea parte, así como los recipien-
tes y envases que los hayan contenido.
Estos residuos, contienen sustancias que pueden representar un peligro para el medio ambien-
te, la salud humana o los recursos naturales.
Tener clasificados los residuos, además de ser una obligación legal, es el mejor camino para que
los residuos tengan el tratamiento más adecuado. Para llevar a cabo la clasificación de los residuos,
se dispone de tres herramientas, que se pueden utilizar de forma complementaria:
- Fichas de datos de seg uridad de los productos que han intervenido en la formación de los
residuos.
En la mayoría de los casos, recurriendo a las dos primeras herramientas, se puede conseguir
clasificar, razonadamente, un determinado residuo. Por ello, el primer paso será consultar las fichas
de seguridad de los productos, que han intervenido en la generación del residuo, e identificar al
residuo dentro de la List a Europea de Residuos. En el caso, de que a través de est as herram ientas
no se consiga información concluyente, se recurrirá a una caracterización analítica del residuo por
un laboratorio.
449
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Fecha de envasado. Esta fecha se anotará en el momento que se completa el llenado del
recipiente e indica el comienzo del almacenamiento. El tiempo de almacenamiento de los
residuos peligrosos, por parte de los productores, no podrá exceder de 6 meses.
La etiqueta se fijará firmemente sobre el envase y se anularán las anteriores, que pudiera llevar
el mismo, pues podrían inducir a error. El tamaño de la etiqueta será, como mínimo, de 1O x 1Ocm,
y no se necesitará, en el caso de que ya aparezcan marcadas las inscripciones en el envase.
Para indicar la naturaleza de los riesgos, deberán imprimirse en las etiquetas los pictogramas
correspondientes, según las características de peligrosidad de los residuos, representados en negro
sobre fondo amarillo-naranja.
En el caso de que se asignara a un residuo más de un indicador de riesgo, se tendrán en cuenta
los siguientes criterios:
- La obligación de poner el indicador de riesgo de residuo tóxico, hace que sea facultativa la
inclusión de los indicadores de riesgo de residuo nocivo y corrosivo.
- La obligación de poner el indicador de riesgo de residuo explosivo, hace que sea facultativa
la inclusión de los indicadores de riesgo de residuo inflamable y comburente.
Los contenedores utilizados en el almacenamiento intracentro, contarán con las mismas eti-
quetas que los recipientes en ellos contenidos.
Son los producidos en la actividad asistencial y/o de investigación asociada, que conllevan al-
gún riesgo potencial para los trabajadores expuestos o para el medio ambiente, siendo necesa rio
observar medidas de prevención en su manipulación, recogida, almacenamiento, transporte, tra-
tamiento y eliminación.
Infecciosos:
Son todos aquellos residuos que puedan transmitir las infecciones relacionadas en la tabla si-
guiente y que se catalogan como Residuos del Grupo III A "Residuos Peligrosos Sanitarios".
En general los residuos biosanitarios difícilmente se pueden considerar como contaminantes del
medio ambiente, ya que el número de microorganismos que pueden contener, no es superior al
de las basuras urbanas.
450
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOSCELADORES 11111
Brucellosis Pus
Cólera Excretas
Se trata de cualquier objet o cortante y/o p unzante utilizado en la actividad sanitaria y haya
estado en contacto con fluidos corpora les, con independencia de su origen.
Cultivos de agentes infecciosos que hayan estado en contacto directo con ellos (placas de
Petri, hemocultivos, extractos líquidos, caldos, instrumental contaminado, filtros de campa-
na de flujo laminar, etc.).
451
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
En el caso de que dichos cultivos y/o reservas de agentes infecciosos sean sometidas a
tratamiento de descontaminación y/o esterilización, pueden ser considerados y eliminados
como Residuos del Grupo 11 "Residuos Sanitarios Asimilables a Urbanos''.
Nota: La mayor parte de los animales de experimentación no han sido previamente infectados,
como es el caso de los que se utilizan para cirugía. Por tanto los residuos asociados con los mismos
no han de ser clasificados como residuos peligrosos.
Nota: Las vacunas inactivadas no suponen riesgo biológico y serán elim inadas como Residuos
del Grupo 11 "Residuos Sanitarios Asimilables a Urbanos"
Sangre y hemoderivados en forma líquida:
Recipientes que contengan sangre o hemoderivados, u otros líquidos biológicos en cantidades
mayores a 100 mi. Se trata siempre de líquidos, en ningún caso de materiales manchados o que
hayan absorbido estos líquidos. Pequeñas cantidades de sangre o líquidos pueden ser vertidos al
desag üe.
En el caso de orina, ésta ha de ser vertida al desagüe y el recipiente que la contuvo tratarse
como residuos del Grupo 11.
Nota: Es importante que el vertido por el desagüe se haga con especial precaución, de forma
que se eviten al máximo las salpicaduras y la formación de aerosoles. Por lo tanto, si el recipiente
con líquido biológico es difícil de abrir, no se ha de intentar agujerearlo o forzarlo, sino que se ha de
eliminar. como Residuo sólido del Grupo IIIA. "Residuo Peligroso Sanitario''.
Residuos anatómicos:
Son restos anatómicos que, por su entidad, no se incluyen en el ámbito de los regulados por el
Decreto 95/2001, de 3 de abril, Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria, de la Consejería de Salud
de la Junta de Andalucía.
Dent ro de la clasificación, generalmente acept ada, para los residuos generados en Centros
Sanitarios, se encuentra el Grupo 111.B. En este grupo, se incluyen los siguientes tipos de residuos
sometidos a la legislación específica de residuos peligrosos:
- Medicamentos caducados.
- Productos provenientes de derrames y extravasaciones.
- Excretas.
Atendiendo al grado de contaminación se pueden clasificar:
Por su procedencia, los lugares donde habitualmente suelen generarse mayor cantidad de
residuos son:
- Residuos domiciliarios: cada vez más frecuentemente se tratan con estos fármacos a pa-
cientes en régimen ambulatorio, con lo que el domicilio del paciente se ha convertido
en un nuevo lugar de producción de este tipo de residuo.
Principios de eliminación
calidad del producto temÍ.i nado y un aumento en la segur'idad de los técnicos sanitarios.
En resumen, añadir mediante la producción centralizada se conseguiría un ahorro en los
costes y una mejor gestión de los residuos.
Otra posible fuente producción de residuos citostáticos son las zonas de almacenamiento
debido a las posibles roturas y derrames, debiendo seguirse una serie de recomendaciones
al respecto:
Los medicamentos citostáticos deben almacenarse en el Servicio de Farmacia dependiente
del establecimiento sanitario. En las unidades de hospitalización y en el Hospital de Día no
deben acumularse medicamentos citotóxicos salvo los de administración inmediata. El per-
sonal responsable de su almacenaje debe recibir instrucción apropiada sobre los peligros
de los fármacos citotóxicos, manipulación manejo correcto y procedimientos para solven-
tar posibles roturas y derrames.
Las áreas de almacenamiento de fármacos citotóxicos deben estar separadas del resto de
medicamentos, incluyendo las refrigeradas, y claramente identificadas.
En el caso de su uso en Atención Primaria, los residuos serán retirados de los domicilios de
los pacientes envasados convenientemente. Estos envases se desecharán posteriormente
en los lugares adecuados en los distintos Centros en las mismas condiciones que el resto de
residuos peligrosos hasta su retirada definitiva por el gestor autorizado.
454
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
En caso de derrame de material citostático en cualquier área que no sea el interior de una
cabina citotóxicos el procedimiento es el siguiente:
- Sacar el contenido del kit y colocarse la mascarilla, bata desechable de baja permeabili-
dad, gafas de seguridad, gorro, calzas y dos pares de guantes
- Limitar el área del derrame: colocar gasas o paños, mejor si están impregnados de sus-
tancias absorbentes (alginatos), para cubrir el líquido del derrame y dejar que se em-
pape. Si hubiese polvo en el derrame estas medidas se extremarán ya que el peligro de
aerosoles es mucho mayor, para minimizarlo se colocará una gasa o paño y sustituir por
procederemos a mojar mojamos con precaución esta gasa para que el polvo se disuelva
y se absorba.
- Con ayuda de gasas, introducir los residuos en bolsas de plástico, de color rojo y de galga
400, cerrarlas con grapas y echarlas al contenedor.
- Limpiar el suelo contaminado, utilizando la fregona y el cubo reservado para este uso, en
primer lugar con agua jabonosa. Después verter lejía concentrada en la zona contamina-
da y fregar posteriormente con solución de lejía diluida.
- Por todo ello no parece aconsejable distribuir pequeñas muestras de agentes neutrali-
zantes en el kit de derrame que se localizan en las unidades clínicas donde se realizan
la administración de los medicamentos citostáticos. Si debe figurar en el protocolo de
derrame la consigna de que ante la ruptura o derrame de un preparado citostático, debe
llamarse lo antes posible al Servicio de Farmacia, que evaluará la conveniencia o no de
un tratamiento con agentes neutralizantes.
455
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Los residuos han de contenerizarse lo antes posible para evitar accidentes inesperados o
contaminación imperceptible a los ojos del manipulador.
Los envases se retirarán tan pronto se llenen, evitando su acumulación en las zonas de
generación.
El personal involucrado en la retirada debe estar en conocimiento de los riesgos que con-
lleva su labor y tendrán que estar equipados con los medios técnicos que sean necesarios
para su tarea habitual y para los casos de contaminación accidental.
Un caso particular dentro de la recogida sería el procedimiento en la recogida de residuos
provenientes de derrames y roturas. Para toda esta operación, deberá disponerse en todas
las unidades de producción de residuos citostáticos de un kit de derrames con un protocolo
de actuación.
Se.debe tener presente que una fracción variable de los fármacos se eliminan del orrga-
nismo humano sin alteración, y que en muchas ocasiones sus metabolitos poseen actividad
citotóxica, pudiendo ser esto especialmente importante cuando se administran dosis altas de
estos medicamentos. El tiempo de eliminación de un fármaco es variable en función de su far-
macocinética, dosis aplicada y vía de administración. A continuación se documenta los tiempos
de eliminación de distintos fármacos citostáticos.
Las excretas deberían de recibir el mismo proceso de eliminación que el resto de residuos
citostáticos, pero razones de factibilidad hacen que actualmente sea muy complejo cumplir con
lo recomendado. Como mínimo, debe disponerse de baños dotados de un sistema que permita
el lavado continuo o bien disponer de un sistema de evacuación independiente y dirigido a un
colector para materiales peligrosos hospitalarios, con arqueta de registro. Sin embargo, deben
dictarse unas normas para que el personal sanitario tome medidas de protección, como en el
caso general de la manipulación de citostáticos, llevando dobles guantes de látex, bata imper-
meable, mascarilla y gafas de protección cuando exista riesgo de salpicadura, y evitando todo
contacto cuando se estén manipulando estas excretas. Si no es posible tratar las excretas con
un neutralizante específico, serán abocados al desagüe diluidos con una gran cantidad de agua.
456
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOSCELADORES 11111
Cuando se utilicen las excretas para la determinación de pruebas analíticas, la recogida, al-
macenamiento y manipulación deberá realizarse con especial precaución.
La lencería de pacientes que hayan recibido tratamiento citostático en las últimas 48 horas y
que esté muy contaminada con excret as y vómitos se desecharán en las bolsas destinadas a los
contenedores de residuos citostáticos. Si esta lencería estuviera poco contaminada se colocará
en unas bolsas de material lavable y éstas, a su vez, en unas bolsas impermeables identificadas.
Una vez en la lavandería, tras retirar la bolsa impermeable, se sumergirán en lejía y posterior-
mente se procederá al lavado habitual. El personal directamente en contacto con la lencería
deberá ir protegido con guantes de látex y bata.
Medicamentos desechados
A pesar de no ser considerados como residuos peligrosos (salvo los citotóxicos) serán so-
metidos a una recogida selectiva. Aquí se incluyen tanto los medicamentos caducados en
sentido estricto, como los restos de medicamentos o aquellos que se hayan alterado por
cualquier causa. El medicamento definido como toda sustancia medicinal, y sus asocia-
ciones o combinaciones, destinadas a su utilización en el hombre o en los animales con
propiedades para prevenir, diagnosticar, tratar, aliviar u curar enfermedades, puede llegar
a producir efectos perj udiciales para el medio ambiente si sus componentes se llegaran a
mezclar con el resto de los residuos domésticos.
Si bien es cierto que hay medicamentos con un comportamiento inocuo con el entorno, la
relación de aquellos que son potencialmente peligrosos puede ser extensa.
Residuos líquidos
Como los residuos de fijador, revelador o sim ilar generados en Radiología y desinfectantes
a base de aldehídos (glutaraldehido, formaldehído, etc), así como otros residuos peligrosos
que, pudiendo generarse en actividades sanitarias, no son específicos de las mismas, tales
como aceites usados y disolventes, productos químicos desechados o similares.
457
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Mercurio
Se considerarán en este g rupo, de forma genérica, aquellos residuos, líquidos o sólidos, pro-
cedentes de productos químicos que por su composición sean catalogados corno sust an-
cias peligrosas y generados en cua lquier proceso de la actividad asistencial, exceptuando
los considerados en el Grupo V.
Recipientes y envases
Se consideran residuos peligrosos los recipientes y envases que hayan contenido sustan-
cias peligrosas, por lo tanto, aquellos que hayan contenido residuos del Grupo 111.B se debe-
rán considerar como tales.
Residuos de laboratorio
Con objeto de facilitar su gestió n, los residuos químicos, generados en los laboratorios, se
pueden clasificar como sigue:
- Disolventes halogenados. Se entiende por tales, los productos líquidos orgánicos que
contienen más del 2% de algún halógeno. Se trata de productos muy tóxicos e irritantes
y, en algún caso, cancerígenos. También se incluyen en este g rupo, las mezclas de di-
solventes halogenados y no halogenados siempre que el contenido en halógenos de la
mezcla sea superior al 2%. Ejemplos: Cloroformo, Cloruro de rnetileno, Tetracloroet ileno,
Dicloroetano y Tetracloruro de carbono.
Disolventes no halogenados. Aquí se incluyen los líq uidos orgánicos inflamables, que
contengan menos de un 2% en halógenos. Son productos inflamables y tóxicos y, entre
ellos, se pueden citar los alcoholes, aldehídos, amidas, cetonas, ésteres, glicoles, hidrocar-
buros alifáticos, hidrocarburos aromáticos y nitrilos. Ejemplos: Metano!, Etanol, Tolueno,
Xileno y Acetona. Es importante, dentro de este grupo, evitar mezclas de disolventes que
sean inmiscibles, ya q ue la aparición de fases diferentes dificulta el tratamiento posterior.
- Ácidos. Corresponden a este grupo, los ácidos inorgánicos y sus soluciones acuosas
concentradas (más del 10% en volumen). Debe tenerse en cuenta que su mezcla, en
función de la composición y concentración, puede producir alguna reacción quími-
ca peligrosa, con desprendimiento de gases tóxicos e incremento de la temperatura.
Ejemplos: Ácido clorhídrico, ácido nítrico y ácido sulfúrico.
- Sólidos. Se clasifican en este grupo los productos químicos en estado sólido, de natura-
leza orgánica e inorgánica, y el material desechable contaminado con productos quími-
cos. No pertenecen a este grupo los reactivos puros obsoletos o caducados, en estado
sólido. Ejemplos: Parafina, carbón activo o gel de sílice impregnados con disolventes
orgánicos y sales de metales pesados.
- Especiales. A este grupo pertenecen los productos químicos, sólidos o líquidos, que,
por su elevada peligrosidad, no deben ser incluidos en ninguno de los otros grupos, así
como los reactivos puros obsoletos o caducados. Estos productos no deben mezclarse
entre sí ni con residuos de los otros grupos. Ejemplos: Peróxidos, magnesio metálico
en polvo, hidruro de litio, borohidruro sódico, metales alcalinos (sodio y potasio), com-
puestos polimerizables (isocianatos, epóxidos, etc.), tet raóxido de osmio, mezcla crómi-
ca, cianuros, sulfuros y compuestos no identificados.
Mención aparte merecen las sustancias clasificadas como cancerígenas y/o mutagénicas,
que se deben recoger separadamente, ya que el trabajo con este tipo de sustancias y, en
consecuencia, con sus residuos, está regulado por los Reales Decretos 665/1997 y 349/2003,
que tratan sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la
exposición a agentes cancerígenos o mutágenos durante el trabajo. En ellos se indica la
necesidad de"disponer de medios que permitan el almacenamiento, manipulación y trans-
porte seguros de los agentes cancerígenos o mutágenos, así como para la recogida, alma-
459
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
las características propias de este tipo de instalacio nes está la amplia va riedad de isótopos y
rango de actividades que se utilizan; el número y tipo de usos y usuarios diferentes, y el hecho de
que la radiactividad es un componente auxiliar de la actividad primaria.
La gestión de estos materiales contaminados, así como la de las propias fuentes cuando han
dejado de ser útiles, debe llevarse a cabo con arreglo a los principios generales de protección radio-
lógica, a la normativa vigente y a las recomendaciones de la Guías de Seguridad del CSN. Son nece-
sarias medidas para minimizar las dosis que, por esa causa, puedan recibir los trabaj adores de la ins-
talación o el público en general. Además, según lo previsto en los artículos 49 a 57 del Reglamento
sobre Protección Sanitaria contra Radiaciones Ioniza ntes, toda evacuación de efluentes y residuos
radiactivos ha de someterse a un estricto control, requiriendo autorización expresa del Ministerio
correspondiente, previo informe del CSN, y se ajustará a los límites y condiciones que en la m isma
se establezcan atendiendo a las características de la práctica. La solicitud de autorización debe
contener estudios adecuados relativos al vertido de efluentes radiactivos al medio ambiente y a la
capacidad de recepción de contaminantes radiactivos de la zona en función de sus características.
Se pretende en este apartado proporcionar una guía práctica para la gestión de los materiales
residuales con contenido rad iactivo generados en las insta laciones radiactivas en función de su
caracterización radiológica, de forma que se salvaguarden las cond iciones debidas de seg uridad y
protección radiológica, al tiempo que se garantizan la m inimización de la producción de residuos,
y la elección de las vías más adecuadas de eliminación. De esta manera, se puede establecer el
modo óptimo de gestión desde el momento en que se generan, y mediante la segregación inicial,
encauzélr su destino final ya sea por la vía convencional o a través de ENRESA. El contenido de la
guía está pensado para su aplicación de la manera más sencilla posible en las instalaciones. Por ello,
se ha distinguido por un lado la gestión de los materiales residuales sólidos y por otro la gestión de
efluentes (líq uidos y gases).
460
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
- Gestión como residuos tóxicos en caso de existir en el residuo otros riesgos como pu-
dieran ser biológicos, químicos, etc.
- Reutilización del material, como se realiza en general con la ropa de cama y del pacien-
te, procedente de los tratamientos de terapia metabólica.
Se tratan así los materiales residuales con características radiológicas tales que no se pue-
den eliminar por la vía convencional. En este caso la instalación establece un contrato con
ENRESA en el que se definen los aspectos administrativos y técnicos que se precisan para la
retirada del residuo radiactivo.
1. Segregación. Inicialmente deberemos separar los materiales residuales con contenido ra-
diactivo de aquellos que no lo contengan. Ya considerados únicamente los materiales con
contenido radiactivo, llevaremos a cabo su segregación teniendo en cuenta, como mínimo,
su estado físico, su naturaleza fisicoquímica y su periodo de semidesintegración.
3. Almacenamiento. Una vez caracterizados los residuos, para todos aquellos que, por superar
los valores de actividad referidos anteriormente, no puedan ser eliminados de forma in-
mediata como basura convencional, se deberá disponer de una zona de almacenamiento,
en la que permanecerán bien a la espera de que transcurra el tiempo necesario para ser
considerados residuo no radiactivo, bien a la espera de ser retirados por el suministrador o
por empresa autorizada (ENRESA).
461
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Radionucleido/s.
- Tipo de residuo.
Instalación de procedencia.
- Tasa de dosis en contacto y/o distancia igual o superior a 0,5 m, indicando en el seg un-
do caso la di stancia de medida.
- Fecha de cierre.
Los materiales de superficies y suelos deben ser lisos, sin juntas y fácilmente desconta-
minables.
462
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOS CELADORES 11111
- Instalación de procedencia.
- Radionucleido/s.
- Tipo de residuo.
- Tasa de dosis en contacto y a distancia definida (mayor o igual a 0,5 m), indicando ésta.
* Se realizará una inspección visual de los residuos a evacuar, con el fin de comprobar
la adecuada segregación de los mismos.
* Se comprobarán los niveles de radiación y/o contaminación del material residual,
con el objeto de garantizar que no ha habido errores en los pasos previos de la ges-
tión de residuos. En caso de superación de los valores referidos en el apartado 1.3.
de este documento, se suspendería la evacuación y se procedería a la pertinente
investigación.
* Radionucleido contaminante.
* Actividad específica por unidad de masa, y fecha de su determinación (excepto para
fuentes y sólidos radiactivos).
463
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
1
* Actividad total en fecha de calibración y calculada en fecha de evacuación (fuentes
y sólidos radiactivos).
* Fecha de evacuación.
* Vía de evacuación e identificación de receptor de material residual.
* Persona responsable.
Gestión de efluentes
En las instalaciones radiactivas médicas, se generan líquidos que contienen rad ionucleidos,
como consecuencia del uso de fuentes no encapsuladas. Parte de esos líquidos procede de activi-
dades de laboratorio y otra parte va asociada a la eliminación de excretas por los propios pacientes
a quienes se han administrado sustancias radiactivas.
La gestión de estos líquidos contaminados debe llevarse a cabo teniendo en cuenta los siguien-
tes aspectos de los contaminantes: solubilidad en agua, concentración de los diversos radionuclei-
dos, periodo de semidesintegración de los radionucleidos presentes y la gestión más conveniente
se puede determinar en función de los aspectos anteriores.
El destino final de estos residuos será su descarga al sistema de alcantarillado o su evacuación
como residuo radiactivo, efectuándose la decisión en base a los criterios siguientes:
Se evacuarán como residuos radiactivos los líquidos orgánicos insolubles en agua o aquellos
hidroso lubles que por su concentración de actividad y características no puedan ser descargados
después de un tiempo razonable de enfriamiento al sistema general de alcantarillado del estable-
cimiento sanitario.
"Fases de la gestión"
Será principio básico el minimizar la cantidad de residuos líquidos contaminados generada. Las
normas y procedimientos pertinentes afectan a las sucesivas fases de gestión: segregación, valora-
ción de actividad, etiquetado, almacenamiento, verificación y evacuación.
Normalmente será posible descargar directamente los residuos de muchas técnicas de aná-
lisis "in vitro" y los residuos y excretas procedentes de las exploraciones "in vivo" de medicina
nuclear, que contienen radionucleidos de periodo muy corto, principalmente Tc-99m.
464
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALESEN LOS CELADORES 11111
En otros casos, será necesario almacenar durante un cierto tiempo los residuos procedentes
de las excretas de pacientes tratados con actividades relativamente altas y radionucleidos
de periodo de semidesintegración más largo, especialmente el 1-131. Estará siempre ope-
rativo un sistema independiente de recogida de estos residuos, dotado de los depósitos
adecuados para su retención durante el tiempo preciso. Para aquellos líquidos, cuya vía de
evacuación final sea la retirada por una empresa autorizada la segregación se hará teniendo
en cuenta los criterios de aceptación de dicha empresa.
El material liberado estará en forma soluble en agua o será material biológico fácilmen-
te dispersable.
- La actividad total de material radiactivo vertida al alcantarillado público durante un año
no superará los 1OGBq para el 3H, 1 GBq para el 14C y la suma de las actividades de los
restantes radionúclidos será inferior a 1 GBq.
465
11111 CELADORES DEL SERVICIOANDALUZ DE SALUD
1
los límites de i nco rporación por ingestión para el grupo de edad "mayor de 17 años';
entre la tasa de ingestión de agua para el individuo adulto, 600 l.
En el caso de que los residuos líquidos deban ser gestionados como residuos radiactivos,
los controles a efectuar en la instalación, previamente a su evacuación, serán consensuados
con la empresa gestora y deberán archivarse en la instalación los correspondientes albara-
nes de retirada con indicación expresa en el Diario de Operación.
S. Verificaciones de control. A fin de garantizar que la gestión de los residuos líquidos se efec-
túa adecuadamente, se seguirá un programa de verificaciones periódicas en el que se in-
cluirán todas las fases de la gestión. Se incluirán en el mismo los indicadores de aceptación
adecuados a cada fase de la gestión y el procedimiento contendrá el método a seguir, la
periodicidad, las personas encargadas de su ejecución, los criterios cualitativos y cuan-
titativos de aceptación, los registros adecuados, así como el tratamiento de las posibles
desviaciones.
6. Gases radiactivos. Cuando se utilicen gases radiactivos, como el 133Xe, la habitación en que
se usen estará dotada de sistemas de extracción colocados a la alt ura adecuada (en caso del
xenón, a nivel del suelo) de forma que la concentración vertida al exterior no haga que se
superen los límites de dosis establecidos para miembros del público.
Aquellos residuos que teniendo la calificación de peligrosos son generados en las llamadas
actividades de soporte de los Centros Sanitarios. Incluye: Aceites lubricantes usados, pilas (Ni/Cd
o Hg), Baterías, Filtros bactericidas, envases vacíos de disolventes, aceites, pinturas, barnices y pro-
ductos de limpieza, etc.
466
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOSCELADORES 11111
Es necesario que en todas las fases de esta etapa estén presentes los conceptos de minimiza-
ción, asepsia, inocuidad y economía. La gestión intracentro se realiza siguiendo las directrices de
los Procedimientos Específicos de Gestión de los Residuos. Cuando menos ha de contener: lugares
de producción, segregación y envasado, circuitos de transporte y condiciones de almacenamiento.
Todos los centros han de llevar un exhaustivo control de la producción pormenorizada por
lugares o servicios de producción.
Segregación y envasado
La segregación en origen es el punto de partida de todo el proceso. Ésta, asegura un adecuado
tratamiento posterior del residuo. Resulta evidente que para realizar una adecuada segregación
es impresci ndible una adecuada formación en la materia de todo el personal que esté vinculado
al proceso de producción del residuo. De igual manera, el centro debe adaptar su infraestructura
para la correcta segregación en origen sin que se mezclen los residuos de cada uno de los grupos.
Es importante que en cada área de trabajo se determinen los criterios de segregación dependiendo
de su actividad.
Las soluciones más adecuadas tendrán que basarse en una segregación estricta y normalizada
de los residuos, de tal modo que reduzca, en lo posible, la cantidad de aquellos que requieran un
tratamiento más exigente, manteniendo al mínimo los niveles de riesgo.
Grupo 1:
Se recogen en bolsas de color negro que cumpla la norma UNE 53-147-85, con galga mínima
200, preferentemente de material reciclado.
Los residuos urbanos de características especiales (poda, construcción, mobiliario, etc.) se re-
cogerán en adecuadas condiciones para contenerización y entrega al gestor según la naturaleza
del residuo.
Grupo 11:
Se recogen en bolsas de color marrón que cumpla la norma UNE 53-147-85, con galga mínima
200, preferentemente de material reciclado.
Grupo 111:
La segregación en origen de los residuos del grupo 111 es uno de los puntos más importantes en
la gestión de los residuos en un Centro Sanitario, ya que éstos, por su riesgo asociado, requieren de
una rigurosa gestión intracentro así como de un transporte y tratamiento diferenciados externos
al Centro.
- Grupo 111.A.:
Se recogen en bolsas de color rojo que cumpla la norma UNE 53-147-85, con galga míni-
ma 400, preferentemente de material reciclado y en contenedores reutilizables o de un
solo uso (en ese caso no será necesaria el uso de la bolsa), de color verde, elaborados con
material que garantice su total eliminación, rígidos, impermeables, resistentes a agentes
químicos y a materiales perforantes y que dispongan de un cierre provisional que garantice
su estanqueidad hasta su llenado y de un cierre hermético definitivo.
Los residuos considerados como M.E.R. (Material Específico de Riesgo) serán envasados
siguiendo las directrices oportunas que en cada caso se dicten, en contenedores de idén-
ticas características que los anteriores de color azul en el que además de los pictogramas
467
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
correspondientes al tipo de material que se trate, vendrán con una etiqueta adherida con
la leyenda incineración, indicando el destino final al que necesariamente han de ser so-
metidos, quedando expresamente prohibido cualquier tipo de reciclaje o recuperación de
dichos residuos (a excepción de la valorización energética), así como la compactación de
los mismo con carácter previo a su tratamiento.
Los residuos cortantes y punzantes se recogerán previamente en contenedores específicos
de las mismas características y cuya tapa esté dotada de un mecanismo adecuado de des-
activación de los dispositivos dotados con elementos cortantes o punzantes insertados en
forma de lanza o roscadas.
- Grupo 111.8.:
Para la recogida de los residuos de citostáticos se utilizará contenedor de un solo uso o
reutilizable, de color rojo, elaborado con material que garantice su total eliminación, rígido
impermeable, resistente a agentes químicos y materiales perforantes y que dispongan de
un cierre provisional que garantice su estanqueidad hasta su llenado y un cierre hermético
definitivo. El contenedor se identificará con el pictograma de "residuo citostático'~
Los residuos químicos líquidos (Xilol, Formol) así como otros residuos peligrosos líquidos
(Líquidos procedentes del revelado de placas radiográficas, restos de desinfectant es, etc,)
se recogerán en garrafas especialmente diseñadas y homologadas para el trasporte de
mercancías peligrosas por carretera.
En general, los residuos químicos sólidos pertenecientes a este grupo, excluidos los cito-
tóxicos, se recogerán en contenedores amarillos con una reseña sobre el contenido de los
mismos.
El resto de residuos generados por la actividad asistencial pertenecientes a este grupo se-
rán recogidos en contenedores apropiados a la naturaleza del residuo, siguiendo lo indica-
i:Jo en el siguiente cuadro resumen.
Aquellos residuos no contemplados en esta clasificación se envasarán en contenedores
apropiados a la naturaleza del residuo. Aquellos recipientes que contengan residuos en es-
tado de gas comprimido, licuado o disuelto a presión, han de cumplir la legislación vigente
en la materia.
Grupo IV:
Grupo V:
Dada su heterogeneidad, los residuos de este grupo se contenerizan en función de sus distintas
presentaciones finales.
Los colores de las bolsas que se utilizan en la gestión de residuos no peligrosos son: Negra y
Marrón Los colores de los contenedores que se utilizan en la gestión de residuos son: Verde, Azul,
Amarillo, Negro y Blanco
468
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LOSCELADORES 11111
Usos:
- Contenedor destruible de color Azul: "Restos de Animales" con etiqueta interna indicando
el tipo de residuo Residuos considerados de Material Específico de Riesgo Sanitario (M.E.R.).
* .''Envases vacíos contam inados" con etiqueta interna indicando el tipo de residuo.
* " Restos pequeños Anatómicos conservados en Formol" con etiqueta interna ind icando
el tipo de residuo.
.,. "Absorbentes, filtros y t rapos contaminados" (Grupo V) con etiqu eta interna indicando
el tipo de residuo.
* Otros Residuos peligrosos líquidos con etiqueta interna indicando el tipo de residuo.
- Sacos Big-Bag:.. " Envases vacíos voluminosos" procedentes de lavandería, cocinas, manteni-
miento, etc.
469
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
En general, el transporte interno se realizará mediante carros, en los que se cargarán los enva-
ses de distintas procedencias y se trasladarán a través de circuitos prefijados. Estos carros no serán
destinados a otro fin y sus paredes deben de ser lisas y de fácil limpieza y desinfección. Además,
deberán de circular cerrados, disponiendo para ello de un dispositivo de cierre adecuado.
Uno de los mayores riesgos del transporte de residuos reside en la manipulación en su carga
y descarga, así como en su transporte por el personal encargado de esa labor. Por ello, se tomarán
las siguientes precauciones:
- Los envases, especialmente las bolsas de plástico, no deben arrastrarse por el suelo, sino
que el carro deberá ser acercado lo máximo posible hasta el lugar de recogida.
- Cuando sean envases perforables (bolsas de plástico), el personal de limpieza deberá co-
gerlos por arriba y mantenerlos suspendidos alejados del cuerpo, a fin de evitar accidentes
causados por residuos punzantes o cortantes mal envasados.
- El personal de limpieza deberá usar guantes que impidan el contacto directo de la piel con
los envases y que protejan de posibles accidentes traumáticos.
La zona destinada a tal fin deberá estar convenientemente señalizada, en lugares cercanos a
los puntos de producción, con una adecuada ventilación y con los residuos convenientemente
envasados. Sus paredes han de ser de fácil limpieza y su ubicación no podrá coincidir con circuitos
limpios o zonas de tránsito de personal y/o usuarios.
En general, el tiempo de almacenamiento de los residuos peligrosos, por parte de los producto-
res, no podrá exceder de 6 meses. En el caso de residuos del grupo 111.a. la periodicidad de recogida
será de 48-72 horas. Igualmente, este plazo no será de aplicación en aquellos centros sin bloque
quirúrgico y con una producción de residuos peligrosos inferior a 100 Kg./mes.
470
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALESEN LOSCELADORES 11111
El loca l, preferentemente, deberá estar impermeabilizado, como mínimo, hasta una altura de 2
metros y diseñado con material y forma que faci lite su limpieza. Estará protegido de la intemperie,
de las temperaturas elevadas y de los animales.
Llevar un inventario actualizado de las cantidades almacenadas, para no excederse del período
máximo de almacenamiento.
Ubica r las zonas de almacenamiento, en lugares que permitan el acceso a los vehícu los de re-
cogida, así como el movimiento del personal de seguridad y bomberos, en casos de emergencia.
El almacén permanecerá cerrado y contará con una señalización, en lugares y formas visibles,
alusiva al almacenamiento de residuos y a la peligrosidad de los mismos. Únicamente se permi-
tirá el acceso al personal autorizado. Han de cumplir la legislación vigente de protección contra
incendios.
Periódicamente, es conveniente realizar observaciones sobre las cond iciones de almacena-
miento, para detectar la presencia de fugas o emanaciones, que delaten un incorrect o envasado
de los residuos.
Deberá haber diferentes áreas de almacenamiento para cada tipo de residuo peligroso, es-
pecialmente en el caso de incompatibilidad fisicoquímica y para evitar la mezcla de residuos va-
lorizables con aquellos que puedan d ificultar su valorización, en caso de vertidos o situaciones
accidentales.
Los distintos tipos de residuos, se almacenarán teniendo en cuenta las incompatibilidades en-
tre sustancias peligrosas.
471
Plan de emergencias ante
un posible incendio. Medidas
preventivas. ,onceptos
básicos. Medios técnicos de
protección. Equipos de Pirimera
Intervención (E.P.I.),
sus funciones.
Actuaciones a realizar
1. Introducción
2. Los planes de emergencia. Conceptos básicos. Medidas preventivas
3. Medios técnicos de protección
4. Actuaciones aadoptar en caso de incendio
S. Seguridad en los centros sanitarios. Actuación de los Celadores
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
1. Introducción
Como señala la Nota Técnica de Prevención (NTP) 045 -Plan de Emergencia contra Incendios-
del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT}, se debe partir del hecho de que
la multitud de variables que confluyen en un plan de emergencia contra incendios, imposibilita el
diseño de un plan tipo que sirva para todas las situaciones y actividades. Sin embargo, se pueden
establecer las pautas y principios básicos que deben seguirse en el diseño de cualquier plan, para
que tenga posibilidades de éxito. Se exponen a continuación:
- Controlar con rapidez las emergencias para que sus consecuencias sean mínimas.
Ante una determinada sit uación de riesgo, el plan o planes de emergencia contra incend ios,
pueden ser enunciados como la planificación y organización humana para la ut ilización óptima
de los medios técnicos previstos, con la finalidad de reducir al máximo las posibles consecuencias
económicas y humanas de la emergencia.
Posibles variables:
1. Gravedad de la emergencia:
- Falsa alarma.
474
1
PLAN DE EMERGENCIAS ANTE UN POSIBLE INCENDIO 11111
- Conato de incendio.
- Incendio grave.
- Gran emergencia.
- A turno completo.
- Turno limitado.
- Por la noche.
- Dotación.
- Calidad.
- Tiempo de intervenció n.
5. Tipo de ocupación.
l. Ubicación de la emergencia:
- Zona sectorizada.
7. Asistir a heridos.
8. Bajar ascensores a planta baja.
9. Avisar a cierto personal de la empresa (por la noche).
1O. Reaprovisionamiento de material contra incendios.
11. Impedir la entrada a curiosos.
476
PLAN DE EMERGENCIAS ANTE UN POSIBLE INCENDIO 11111
4. Diseño del proceso temporal a seguir para cada acción: quién lo va a hacer, cómo se le avi-
sará, cómo y con qué lo hará.
5. Ordenación de las acciones, cuáles se ejecutarán simultáneamente, con qué prioridad.
6. Crítica de los medios técnicos y humanos disponibles. ¿Es posible llevar a cabo las acciones
planeadas con garantías de éxito?
7. Establecer la estructura orgánica y decisoria de los servicios de intervención. Líneas jerár-
quicas y de responsabilidad.
8. Selección del personal, formación y adiestramiento del mismo.
9. Programa de simulacros.
1O. Previsión de posibles adaptaciones por evolución del riesgo, variaciones del personal y ex-
periencias adquiridas en simulacros o emergencias reales.
Es lógico que legalmente sea exigible un plan de emergencia que incluya, como mínimas fun-
ciones organizadas:
Señales de relativas a los equipos de lucha contra incendios (manguera para incendios,
extintor, etc.); forma rectangular o cuadrada. Pictograma blanco sobre fondo rojo.
Señales de salvamento o socorro (vía-salida de socorro, primeros auxilios, camilla, etc.): forma
rectangular o cuadrada. Pictograma blanco sobre fondo verde.
Ineludiblemente, toda persona que pueda verse involucrada en una emergencia, debe ser avi-
sada con antelación de qué debe hacer y cómo realizarlo. La realización de simulacros periódicos
permitirá probar la fiabilidad del sistema, entrenar a las personas y corregir posibles deficiencias.
De la definición se desprende que el plan de emergencia persigue optimizar los recursos dispo-
nibles, por lo que su implantación implica haber dotado previamente al edificio de la infraestructu-
ra de medios materiales o técnicos necesarios en función de las características propias del edificio
y de la actividad que en el mismo se realiza. Ello a su vez comporta haber, previamente, realizado
una identificación y análisis de los riesgos o deficiencias del edificio, imprescindible para conocer la
dotación de medios de prevención-protección que se precisan en el mismo.
Sólo en este momento, cuando el edificio está correctamente equipado, cabe hablar de la implanta-
ción de un plan de emergencia si queremos tener la certeza de que éste será operativo y eficaz. En caso
contrario, dispondremos de un documento más o menos correcto, pero ineficaz en su puesta en práctica.
Y qué debe tenerse en cuenta en aquellos edificios o actividades para los que no existe re-
glamentación que les obligue: en tales supuestos, la implantación de un plan de emergencia es
siempre exigible técnicamente cuando se trate de instalaciones en que se dé una grave situación
de riesgo o bien en instalaciones en que aun no siendo elevado el nivel de riesgo, sí podrían serlo
las consecuencias humanas o materiales que se producirían.
- Existencia de personal foráneo: son edificios ocupados en la casi totalidad de su aforo por
personas que no los usan con asiduidad y, consiguientemente, no están familiarizadas con
los mismos. Ello dificulta la localización de salidas, de pasillos o vías que conducen a ellas o
de cualquier otra instalación de seguridad que se encuentre en dichos locales.
La existencia de alguno de estos factores o la conjunción de todos ellos junto a otros que pue-
dan existir, previsiblemente darían lugar a consecuencias graves o incluso catastróficas ante la apa-
rición de una situación de emergencia, si previamente no se ha previsto tal evento y se han tomado
medidas para su control.
Para dar respuesta a la cuestión de cómo elaborar un plan de emergencia, se acudía normalmen-
te a la Orden de 29.11.1984 del Ministerio del Interior. Protección Civil. "Manual de Autoprotección.
Guía para el desarrollo del plan de emergencia contra incendios y de evacuación de locales y edifi-
cios". Sin emba rgo, esta Orden ha sido derogada por el Real Decreto 393/2007, de 23 de marzo, que
aprueba la Norma Básica de Autoprotección.
El manual de autoprotección se estructuraba en la Orden de 29 de noviembre de 1984 en cua-
tro documentos que cubren cuatro fases para su correcta aplicación:
- Documento 4: implantación.
¿dónde se hará?, planificando la organización humana con los medios necesarios que la posibilite.
En este documento se contemplarán e incluirán los siguientes aspectos: clasificación de emergen-
cias (conato de emergencia, emergencia parcial y emergencia general), las acciones a llevar a cabo
(alerta, alarma de evacuación, intervención para el control de la emergencia, apoyo a la recepción
e información de servicios de ayuda exterior), los equipos de emergencia (personas especialmen-
te entrenadas y organizadas para la prevención y actuación: Equipo de Alarma y Evacuación
(EAE), Equipos de Primeros Auxilios (EPA), Equipos de Primera Intervención (EPI), Equipos
de Segunda Intervención (ESI), Jefe de Intervención y Jefe de Emergencia), y los esquemas
operacionales para el desarrollo del plan.
Deberán tener formación y adiestramiento adecuados en el combate del tipo de fuegos que
puedan encontrar en establecimiento con medios de primera intervención (extintores portátiles),
de segunda intervención (mangueras) y, en su caso, equipos especiales (sistemas fijos de extin-
ción, equipos de respiración autónoma, etc.). Deben asimismo conocer exhaustivamente el plan
de emergencia.
La composición mínima del ESI debe ser de tres personas, pudiendo formar más de un equipo
cuando las circunstancias de amplitud del establecimiento lo requieran (tiempos de intervención
demasiado dilatados, etc.).
El Documento 4, para la implantación del Plan de Emergencia, con el conjunto de medidas a
tomar o secuencia de acciones a realizar para asegurar la eficacia operativa del mismo (responsa-
bilidad, organización, medios técnicos, medios humanos, simulacros, programa de implantación,
programa de mantenimiento e investigación de siniestros).
481
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Esta Norma Básica de Autoprotección, como señala el artículo 3.1 del Real Decreto 393/2007,
recoge las obligaciones de autoprotección que serán exigidas como norma mínima o supletoria.
d) Remitir al registro correspondiente los datos previstos en el anexo IV de esta Norma Básica
de Autoprotección.
482
PLAN DE EMERGENCIAS ANTE UN POSIBLE INCENDIO 11111
- Identificación y funciones de las personas y equipos que llevarán a cabo los procedi-
mientos de actuación en emergencias.
10. Anexos:
El documento del Plan de Autoprotección incluirá todos los procedimientos y protocolos nece-
sarios para reflejar las actuaciones preventivas y de respuesta a la emergencia.
C) Criterios para la elaboración del plan de autoprotección. Los criterios mínimos que de-
ben observarse en la elaboración del Plan de Autoprotección son los siguientes:
2. Se designará, por parte del titular de la actividad, una persona como responsable única
para la gestión de las actuaciones encaminadas a la prevención y el control de riesgos.
- Precauciones, actitudes y códigos de buenas prácticas a adoptar para evitar las causas
que puedan originar accidentes o sucesos graves.
484
PLAN DE EMERGENCIAS ANTE UN POSIBLE INCENDIO 11111
6. El director del Plan de Actuación en Emergencias será responsable de activar dicho plan de
acuerdo con lo establecido en el mismo, declarando la correspondiente situación de emer-
gencia, notificando a las autoridades competentes de Protección Civil, informando al personal,
y adoptando las acciones inmediatas para reducir las consecuencias del accidente o suceso.
7. El Plan de Actuación en Emergencias debe detallar los posibles accidentes o sucesos que
pudieran dar lugar a una emergencia y los relacionará con las correspondientes situaciones
de emergencia establecidas en el mismo, así como los procedimientos de actuación a apli-
car en cada caso.
8. Los procedimientos de actuación en emergencia deberán garantizar, al menos:
- La detección y alerta.
- La alarma.
- La intervención coordinada.
- El refugio, evacuación y socorro.
- La información en emergencia a todas aquellas personas que pudieran estar expuestas
al riesgo.
La solicitud y recepción de ayuda externa de los servicios de emergencia.
D) Coordinación y actuación operativa. Los órganos competentes en materia de protección
civil velarán porque los Planes de Autoprotección tengan la adecuada capacidad operativa, en los
distintos supuestos de riesgo que puedan presentarse, y quede asegurada la necesaria coordina-
ción entre dichos Planes y los de Protección Civil que resulten aplicables, así como la unidad de
mando externa, en los casos que lo requieran.
Con esa finalidad, por dichos órganos, se establecerán los protocolos que garanticen, por un
lado, la comunicación inmediata de los incidentes que se produzcan y tengan o puedan tener re-
percusiones sobre la autoprotección y, por otro, la movilización de los servicios de emergencia que,
en su caso, deban actuar. Asimismo establecerán los procedimientos de coordinación de tales ser-
vicios de emergencia con los propios del Plan de Autoprotección y los requisitos organizativos que
permitan el ejercicio del mando por las autoridades competentes en materia de protección civil.
E) Criterios para la implantación del plan de autoprotección. La implantación del plan de
autoprotección comprenderá, al menos, la formación y capacitación del personal, el establecimien-
to de mecanismos de información al público y la provisión de los medios y recursos precisa para la
aplicabilidad del plan.
485
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
4. Para evaluar los planes de autoprotección y asegurar la eficacia y operatividad de los planes
de actuación en emergencias se realizarán simulacros de emergencia, con la periodicidad
mínima que fije el propio plan, y, en todo caso, al menos una vez al año eva luando sus
resultados.
6. Los simulacros implicarán la activación total o parcial de las acciones contenidas en el Plan
de Actuación en Emergencias.
7. De las actividades de mantenimiento de la eficacia del Plan se conservará por parte de la
empresa a disposición de las Administraciones Públicas, información sobre las mismas, así
como de los informes de evaluación realizados debidamente firmados por el responsable
del Plan.
486
PLAN DEEMERGENCIAS ANTE UN POSIBLE INCENDIO 11111
Conceptos y definiciones
Los conceptos y términos fundamentales utilizados en la Norma Básica de Autoprotección de
los centros, establecimientos y dependencias, dedicados a actividades que puedan dar origen a
situaciones de emergencia, deben entenderse así definidos:
- Actividad: conjunto de operaciones o tareas que pueda n dar origen a accidentes o sucesos
que generen situaciones de emergencia.
- Alarma: aviso o señal por la que se informa a las personas para que sigan instrucciones
específicas ante una situación de emergencia.
- Alerta: situación declarada con el fin de tomar precauciones específicas debido a la proba-
ble y cercana ocu rrencia de un suceso o accidente.
- Autoprotección: sistema de acciones y medidas, adoptado por los titulares de las activida-
des, públicas o privadas, con sus propios medios y recursos, dentro de su ámbito de compe-
tencias, encam inadas a prevenir y controlar los riesgos sobre las personas y los bienes, a dar
respuesta adecuada a las posibles situaciones de emergencia y a garantizar la integración
de estas actuaciones en el sistema público de protección civil.
- Efecto dominó: la concatenación de efectos causa ntes de riesgo que multiplican las conse-
cuencias, debido a que los fenómenos peligrosos pueden afectar, además de los elementos
vulnerables exteriores, otros recipientes, tuberías, eq uipos o instalaciones del mismo est a-
blecimiento o de otros próximos, de tal manera que a su vez provoquen nuevos fenómenos
peligrosos.
- Evacuación: acción de traslado p lanificado de las personas, afectadas por una emergencia,
de un lugar a ot ro provisional seg uro.
- Intervención: consiste en la respuesta a la emergencia, para proteger y socorrer a las per-
sonas y los bienes.
- Medios: conjunto de personas, máquinas, equipos y sistemas que sirven para reducir o
eliminar riesgos y controlar las emergencias q ue se puedan generar.
- Ocupación: máximo número d e personas que puede contener un edificio, espacio, estable-
cimiento, recinto, instalación o dependencia, en función de la actividad o uso que en él se
desarrolle. El cá lculo de la ocupación se realiza atendiendo a las densidades de ocupación
ind icadas en la normativa vigente. No obstante, de preverse una ocupación rea l mayor a la
resultante de dicho cálculo, se tomará esta como valor de referencia. E igualmente, si legal-
mente fuera exigible una ocupación menor a la resultante de aquel cálculo, se tomará esta
como valor de referencia.
487
11111 CELADORES OEL SERVICIO ANDALUZ OE SALUD
- Plan de Autoprotección: marco orgánico y funcional previsto para una actividad, centro,
establecimiento, espacio, instalación o dependencia, con el objeto de prevenir y controlar
los riesgos sobre las personas y los bienes y dar respuesta adecuada a las posibles situacio-
nes de emergencias, en la zona bajo responsabilidad del titular, garantizando la integración
de estas actuaciones en el sistema público de protección civil.
- Planificación: es la preparación de las líneas de actuación para hacer frente a las situacio-
nes de emergencia.
- Puertos comerciales: los que en razón a las características de su tráfico reúnen condiciones
técnicas, de seguridad y de control administrativo para que en ellos se realicen actividades
comerciales portuarias, entendiendo por tales las operaciones de estiba, desestiba, carga, des-
carga, transbordo y almacenamiento de mercancías de cualquier tipo, en volumen o forma de
presentación que justifiquen la utilización de medios mecánicos o instalaciones especializadas.
- Recursos: elementos naturales o técnicos cuya función habitual no está asociada a las ta-
reas de autoprotección y cuya disponibilidad hace posible o mejora las labores de preven-
ción y actuación ante emergencias.
- Riesgo: grado de pérdida o daño esperado sobre las personas y los bienes y su consiguien-
te alteración de la actividad socioeconómica, debido a la ocurrencia de un efecto dañino
específico.
- Titular de la actividad: la persona física o jurídica que explote o posea el centro, estable-
cimiento, espacio, dependencia o instalación donde se desarrollen las actividades.
488
PLAN DE EMERGENCIAS ANTE UN POSIBLE INCENDIO 11111
Por ello, si las características de estos aparatos, equipos y sistemas, así como su instalación y
mantenimiento, no satisfacen los requisitos necesarios para que sean eficaces durante su empleo,
además de no ser útiles para el fin para el que han sido destinados, crean una situación de falta de
seguridad, peligrosa para personas y bienes.
Cuando se compruebe que la utilización de un producto con marca de conformidad resulta mani-
fiestamente peligrosa, los servicios competentes en materia de industria de la Comunidad Autónoma
podrán ordenar, cautelarmente, la puesta fuera de servicio del aparato, equipo o sistema en que se
haya puesto de manifiesto la situación peligrosa y, en su caso, tramitará la cancelación de dicha marca.
El artículo 1O del Reglamento dispone que la instalación de aparatos, equipos, sistemas y sus
componentes, a que se refiere este Reglamento, con excepción de los extintores portátiles, se reali-
zará por instaladoras debidamente habilitadas. La Comunidad Autónoma correspondiente, llevará
un libro Registro en el que figurarán los instaladores autorizados.
Con independencia de las obligaciones derivadas del cumplimiento de las prescripciones es-
tablecidas en este Reglamento, relacionadas con la instalación y montaje de equipos, aparatos y
sistemas de protección contra incend ios que ejecuten los instaladores autorizados, éstos deberán
abstenerse de instalar los equipos, aparatos u otros component es de los sistemas de protección
489
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
contra incendíos que no cumplan las disposiciones vigentes que le son aplicables, poniendo los
hechos en conocimiento del comprador o usuario de los mismos. No serán reanudados los trabajos
hasta que no sean corregidas las deficiencias advertidas.
Según el artículo 15 del Reglamento, los mantenedores autorizados adquirirán las siguientes
obligaciones en relación con los aparatos, equipos o sistemas cuyo mantenimiento o repara-
ción les sea encomendado:
a) Revisar, mantener y comprobar los aparatos, equipos o instalaciones de acuerdo con los
plazos reglamentarios, utilizando recambios y piezas originales.
b) Facilitar personal competente y suficiente cuando sea requerido para corregir las deficiencias o ave-
rías que se produzcan en los aparatos, equipos o sistemas cuyo mantenimiento tiene encomendado.
c) Informar por escrito al titular de los aparatos, equipos o sistemas que no ofrezcan garantía
de correcto funcionamiento, presenten deficiencias que no puedan ser corregidas durante
el mantenimiento o no cumplan las disposiciones vigentes que les sean aplicables. Dicho
informe será razonado técnicamente.
e) Comunicar al titular de los aparatos, equipos o sistemas, las fechas en que corresponde
efectuar las operaciones de mantenimiento periódicas.
Los aparatos, equipos, sistemas y sus componentes sujetos a este Reglamento se someterán a
las revisiones de conservación que se establecen, en el cual se determina, en cada caso, el tiempo
máximo que podrá transcurrir entre dos revisiones o inspecciones consecutivas.
490
PLAN DE EMERGENCIAS ANTE UN POSIBLE INCENDIO 11111
Las actas de estas revisiones, firmadas por el técnico que ha procedido a las mismas, estarán
a disposición de los servicios competentes en materia de industria de la Comunidad Autónoma al
menos durante cinco años a partir de la fecha de su expedición.
TABLA l.
Programa de mantenimiento de los medios materiales de lucha contra incendios
Operaciones a realizar por el personal del titular de la instalación del equipo o sistema
Comprobación de funcionamiento de
la instalación (con cada fuente de sumi-
Sistema manual de nistro).
-
alarma de incendios Mantenimiento de acumuladores (lim-
pieza de bornas, reposición de agua desti-
lada, etc.).
491
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Comprobación de la accesibilidad
de la entrada de la calle y tomas de
piso. Comprobación de la señaliza-
ción. Comprobación de las tapas
y correcto funcionamiento de sus
cierres (engrase si es necesario).
Columnas secas - Comprobar que las llaves de lasco-
nexiones siamesas están cerradas.
Comprobar que las llaves de sec-
cionamiento están abiertas.
Comprobar que todas las tapas de
racores están bien colocadas y
ajustadas.
492
PLAN DE EMERGENCIAS ANTE UN POSIBLE INCENDIO 11111
TABLA 11.
Operaciones a realizar por el personal especializado del fabricante o instalador del equipo o sistema
493
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Desmontaje de la manguera y
ensayo de ésta en lugar adecuado
Comprobación del correcto funciona-
miento de la boquilla en sus distintas
posiciones y del sistema de cierre.
La manguera debe ser sorne-
Comprobación de la estan- tida a una presión de prueba
Bocas de incendio equipadas (BIE)
queidad de los racores y man- de 15 kg/cm.
guera y estado de las juntas.
Comprobación de la indicación
del manómetro con otro de re-
ferencia (patrón) acoplado en el
racor de conexión de la manguera
Comprobación integral, de
acuerdo con las instrucciones
del fabricante o instalador, inclu-
yendo en todo caso:
Verificación de los componentes
Sistemas fijos de extinción: del sistema, especialmente los
- Rociadores de agua dispositivos de disparo y alarma.
- Agua pulverizada Comprobación de la carga de
-Polvo agente extintor y del indicador de
- Espuma la misma (medida alternativa del
- Anhídrido carbónico peso o presión).
Comprobación del estado del
agente extintor.
Prueba de la instalación en las
condiciones de su recepción
494
PLAN DE EMERGENCIAS ANTE UN POSIBLE INCENDIO 11111
(*) Rechazo: Se rechazarán aquellos extintores que, a juicio de la empresa mantenedora presenten de-
fectos que pongan en duda el correcto funcionamiento y la seguridad del extintor o bien aquellos para
los que no existan piezas originales que garanticen el mantenimiento de las condiciones de fabricación.
(**) Nota: En esta revisión anual no será necesaria la apertura de los extintores portátiles de polvo con
presión permanente, salvo que en las comprobaciones que se citan se hayan observado anomalías que
lo justifique.
En el caso de apertura del extintor, la empresa mantenedora situará en el exterior del mismo un sistema
indicativo que acredite que se ha realizado la revisión interior del aparato. Como ejemplo de sistema in-
dicativo de que se ha realizado la apertura y revisión interior del extintor, se puede utilizar una etiqueta
indeleble, en forma de an illo, que se coloca en el cuello de la botella antes del cierre del extintor y que
no pueda ser retirada sin que se produzca la destrucción o deterioro de la misma.
4. En todos los casos, tanto el mantenedor como el usuario o titular de la instalación, conser-
varán constancia documental del cumplimiento del programa de mantenimiento p reventi-
vo, indicando, como mínimo: las operaciones efectuadas, el resultado de las verificaciones
y pruebas y la sustitución de elementos defectuosos q ue se hayan realizado. Las anota-
ciones deberán llevarse al día y estarán a disposición de los servicios de inspección de la
Comunidad Autónoma correspondiente.
Detectores de incendio
Los sistemas manuales de alarma de incendio estarán constituidos por un conjunto de pulsa-
dores que permitirán provocar voluntariamente y transmitir una señal a una central de control y
seña lización permanentemente vigilada, de tal forma que sea fácilmente identificable la zona en
que ha sido activado el pulsador.
495
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Las fuentes de alimentación del sistema manual de pulsadores de alarma, sus características
y especificaciones, deberán cumplir idénticos requisitos que las fuentes de alimentación de los
sistemas automáticos de detección, pudiendo ser la fuente secundaria común a ambos sistemas.
Los pulsadores de alarma se situarán de modo que la distancia máxima a recorrer, desde cual-
quier punto hasta alcanzar un pulsador, no supere los 25 metros.
El nivel sonoro de la señal y el óptico, en su caso, permitirán que sea percibida en el ámbito de
cada sector de incendio donde esté instalada.
Cuando se exija sistema de abastecimiento de agua contra incendios, sus características y espe-
cificaciones se ajustarán a lo establecido en la norma UNE 23.500.
496
PLAN DE EMERGENCIAS ANTE UN POSIBLE INCENDIO 11111
Los hid rantes exteriores serán del t ipo de columna hidrante al exterior (CHE) o hidrante en
arqueta (boca hidrante).
- Las CHE se ajustarán a lo establecido en las normas UNE 23.405 y UNE 23.406. Cuando se
prevean riesgos de heladas, las colum nas hidrantes serán del t ipo de columna seca.
Los racores y mangueras utilizados en las CHE necesitarán, antes de su fabricación o im-
portación, ser aprobados de acuerdo con lo dispuesto en el artícu lo 2 de este Reglamento,
justificándose el cumplimiento de lo establecido en las normas UNE 23.400 y UNE 23.091.
- Los hidrantes de arqueta se ajustarán a lo est ablecido en la no rma UNE 23.407, salvo, que
existan especificaciones particulares de los servicios de extinció n de incendios de los muni-
cipios en donde se instalen.
D(Metales
Agente extintor A (Sólidos) 8 (Líquidos) C (Gases)
especiales)
Anhídrido carbónico 1x X - -
Hidrocarburos halogenados 1x XX - -
Siendo:
xxx Muy adecuado.
xx Adecuado.
x Aceptable.
(1) En fuegos poco profundos (profundidad inferior a 5 mm) puede asignarse xx.
(2) En p resencia de tensión eléctrica no son aceptables como agentes extintores el agua a cho-
rro ni la espuma; el resto de los agentes extintores podrán utilizarse en aq uellos extintores
que superen el ensayo dieléctrico normalizado en UNE 23.1 1O.
6. Extintores de incendio
497
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- El emplazamiento de los extintores permitirá que sean fácilmente visibles y accesibles, es-
tarán situados próximos a los puntos donde se estime mayor probabilidad de iniciarse el
incendio, a ser posible próximos a las salidas de evacuación y preferentemente sobre sopor-
tes fijados a paramentos verticales, de modo que la parte superior del extintor quede, como
máximo, a 1,70 metros sobre el suelo.
- Se considerarán adecuados, para cada una de las clases de fuego (según UNE 23.01 O), los
agentes extintores, utilizados en extintores, que figuran en la tabla que aparece en la si-
guiente página.
Las bocas de incendio equipadas (BIE) pueden ser de los tipos BIE de 45 mm y BIE de 25 mm.
- Las bocas de incendio equipadas deberán, antes de su fabricación o importación, ser apro-
badas de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 2 de este Reglamento, justificándose el
cumplimiento de lo establecido en las normas UNE-EN 671-1 y UNE-EN 671-2.
- Las BIE deberán montarse sobre un soporte rígido de forma que la altura de su centro quede
como máximo a 1,50 m sobre el nivel del suelo o a más altura si se trata de BIE de 25 mm, siem-
pre que la boquilla y la válvula de apertura manual si existen, estén situadas a la altura citada.
Las BIE se situarán, siempre que sea posible, a una distancia máxima de 5 m de las salidas de
cada sector de incendio, sin que constituyan obstácu lo para su utilización.
El número y distribución de las BIE en un sector de incendio, en espacio diáfano, será tal que
la totalidad de la superficie del sector de incendio en que estén instaladas quede cubierta por una
BIE, considerando como radio de acción de esta la longitud de su manguera incrementada en 5 m.
La separación máxima entre cada BIE y su más cercana será de 50 m. La distancia desde cual-
quier punto del local protegido hasta la BIE más próxima no deberá exceder de 25 m.
Se deberá mantener alrededor de cada BIE una zona libre de obstáculos que permita el acceso
a ella y su maniobra sin dificultad.
La red de tuberías deberá proporcionar, durante una hora, como mínimo, en la hipótesis de fun-
cionamiento simultáneo de las dos BIE hidráulicamente más desfavorables, una presión dinámica
mínima de 2 bar en el orificio de salida de cualquier BIE.
Las condiciones establecidas de presión, caudal y reserva de agua deberán estar adecuada-
mente garantizadas.
licias en las plantas pares hasta la octava y en todas a partir de ésta, provistas de conexión siamesa,
con llaves incorporadas y racores de 45 mm con tapa; cada cuatro plantas se instalará una llave de
seccionamiento por encima de la salida de planta correspondiente.
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La toma de fachada y las salidas en las plantas tendrán el centro de sus bocas a 0,90 m sobre el
nivel del suelo.
El sistema de columna seca se someterá, antes de su puesta en servicio, a una prueba de es-
tanqueidad y resistencia mecánica, sometiéndole a una presión estática de 1.470 kPa (15 kg/cm 2)
durante dos horas, como mínimo, no debiendo aparecer fugas en ningún punto de la instalación.
Los racores antes de su fabricación o importación deberán ser aprobados de acuerdo con este
Reglamento, ajustándose a lo establecido en la norma UNE 23.400.
Los sistemas de rociadores automáticos de agua, sus características y especificaciones, así como
las condiciones de su instalación, se ajustarán a las normas UNE 23.590 y UNE 23.595.
los sistemas de agua pulverizada, sus características y especificaciones, así como las condicio-
nes de su instalación se ajustarán a las normas UNE 23.501, UNE 23.502, UNE 23.503, UNE 23.504,
UNE 23.505, UNE 23.506 y UNE 23.507.
Los sistemas de espuma física de baja expansión, sus características y especificaciones, así
como las condiciones de su instalación, se ajustarán a las normas UNE 23.521, UNE 23.522, UNE
23.523, UNE 23.524, UNE 23.525 y UNE 23.526.
Los sistemas de extinción por polvo, sus características y especificaciones, así como las condicio-
nes de su instalación, se ajustarán a las normas UNE 23.541, UNE 23.542, UNE 23.543 y UNE 23.544.
Los sistemas de extinción por agentes extintores gaseosos estarán compuestos, como mínimo,
por los siguientes elementos:
a) Mecanismo de disparo.
e) Difusores de descarga.
Los mecanismos de disparo serán por medio de detectores de humo, elementos fusibles, ter-
mómetro de contacto o termostatos o disparo manual en lugar accesible.
La capacidad de los recipientes de gas a presión deberá ser suficiente para asegurar la extinción
del incendio y las concentraciones de aplicación se definirán en función del riesgo, debiendo que-
dar justificados ambos requisitos.
Estos sistemas sólo serán utilizables cuando quede garantizada la seguridad o la evacuación
del personal. Además, el mecanismo de disparo incluirá un retardo en su acción y un sistema de
prealarma de forma que permita la evacuación de dichos ocupantes antes de la descarga del agen-
t e extintor.
500
PLAN DEEMERGENCIAS ANTE UNPOSIBLEINCENDIO 11111
UNE 23.007/5 1990. Componentes de los sistemas de detección automática de incendios. Parte 5:
Detectores de calor. Detect ores puntuales q ue contienen un elemento es-
1ª modificación. tático.
Componentes de los sistemas de detección automática de incendios. Parte 6:
UNE 23.007/61993.
Detectores térmicos termovelocimétricos puntuales sin elemento estático.
Componentes de los sistemas de detección automática de incendios. Parte
UNE 23.007/71993. 7: Detectores puntuales de humos. Detectores que funcionan según el prin-
cipio de difusión o transmisión de la luz o de ionización.
UNE 23.091 /4 1994. Mangueras de impulsión para la lucha contra incendios. Parte 4: Descripción
1° modificación. de procesos y aparat os para pruebas y ensayos.
UNE 23091/41996. Mangueras de impulsión para la lucha contra incendios. Parte 4: Descripción
2• modificación. de procesos y aparatos para pruebas y ensayos.
UNE 23.400/3 1998. Material de lucha contra incendios. Racores de conexión de 70 milímetros.
UNE 23.400/41998. Material de lucha contra incendios. Racores de conexión de 100 milímetros.
Material de lucha contra incendios. Racores de conexión. Procedimientos de
UNE 23.400/5 1998.
verificación.
UNE 23.407 1990. Lucha contra incendios. Hidrante bajo nivel de tierra.
UNE 23.505 1986. Sistemas fijos de agua pulverizada. Ensayos periódicos y mantenimiento.
Sistemas fijos de agua pulverizada. Planos, especificaciones y cálculos hi-
UNE 23.5061989.
dráulicos.
UNE 23.5071989. Sistemas fijos de agua pulverizada. Equipos de detección automática.
UNE 23.5211990. Sistemas de extinción por espuma física de baja expansión. Generalidades.
Sistemas de extinción por espuma física de baja expansión. Sistemas fijos
UNE 23.522 1983.
para p rotección de riesgos interiores.
Sistemas de extinción por espuma física de baja expansión. Sistemas fijos
UNE 23.5231984. para protección de riesgos exteriores. Tanques de almacenamiento de com-
bustibles líquidos.
Sistemas de extinción por espuma física de baja expansión. Sistemas fijos
UNE 23.5241983.
para protección de riesgos exteriores. Espuma pulverizada.
Sistemas de extinción por espuma física de baja expansión. Sistemas para
UNE 23.525 1983.
protección de riesgos exteriores. Monitores lanza y torres de espuma.
Sistemas de extinción por espuma física de baja expansión. Ensayos de re-
UNE 23.5261984.
cepción y mantenimiento.
UNE 23.5421979. Sistemas fijos de extinción por polvo. Sistemas de inundación total.
UNE 23.543 1979. Sistemas fijos de extinción por polvo. Sistemas de aplicación local.
UNE 23.544 1979. Sistemas fijos de extinción por polvo. Sistemas de m angueras manuales.
Protección contra incendios. Sistemas de rociadores automáticos. Diseño e
UNE 23.590 1998.
instalación.
502
PLAN DE EMERGENCIAS ANTE UN POSIBLE INCENDIO 11111
3.1.1. Introducción
En la organización de un plan de protección contra incendios en un centro de trabajo merece
especial importancia la elección de los elementos materiales más adecuados y eficaces. Si se tiene
en cuenta que el extintor es el primer elemento que se usa en los primeros minutos de iniciación de
un fuego se puede afirmar que de él depende que la propagación del fuego se aborte o no. Elegir
un buen extintor significa conocer qué agente extintor es el más adecuado y qué tipo y eficacia de
extintor conviene. Además la efectividad de su uso depende de que se efectúe la actuación según
lo recomendado por las entidades de reconocido prestigio en la lucha contra incendios y de que su
mantenimiento y ubicación sea el correcto según la reglamentación o normativa correspondiente.
503
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Otro tipo de extintor es el de presión no permanente. En ellos el agente extintor puede ser
líquido o pulverulento y están sometidos a la presión atmosférica. El agente impulsor suele ser un
gas inerte tal como el nitrógeno o el anhídrido carbónico, que va contenido presurizado en un
botellín instalado dentro o fuera del extintor. En la Figura 2 se presenta este tipo de extintor con la
denominación de sus partes principales. Se puede ver que la parte superior del aparato extintor es
idéntica a la representada en la Figura 1 con la excepción de que no lleva el agujero roscado para
un manómetro. Este tipo de extintor lleva una válvula de seguridad 6 tarada a 0,8 veces la presión
de prueba, porque suponemos que su capacidad es superior a tres litros. Además el botellín, si es
de anhídrido carbónico y su capacidad es superior a 0,40 litros, dispone de un disco de seguridad
tarado a una presión aproximada de 190 kg/cm 2•
IO.lk,q11iH.1okt~¡.:uc,..t
504
PLAN DE EMERGENCIAS ANTE UN POSIBLE INCENDIO 11111
4. Cámara de gases
5. Agtnt~ extintor
6. Vt\lvulu de seguridad
Para el accionamiento del extintor se comienza por quitar el pasador de seguridad tirando de
su anilla, desbloqueándose así la palanca que al apretarla hacia la maneta fija abre la salida del
agente impulsor del botellín 2 que, a través del tubo 3, se aloja en la cámara 4. Posteriormente,
si se empuña la boquilla de la manguera 7 y se acciona su palanca el agente impulsor que estaba
presionando desde su cámara al agente extintor, obligará a este a pasar por el tubo 1 y salir por la
boquilla de la manguera.
En la Figura 3 se presenta un ejemplo de etiqueta a adherir sobre un extintor de incendios de
presión permanente.
505
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
EXTINTOR DE INCENDIOS
6 kg Polvo ABC
21 A 113B e
MODO DE EMPLEO
1. Quitar el pasador de seguridad
2. Apretar la maneta
3. Dirigir el chorro a la base de las llamas
PRECAUCIÓN
No apto para su uso en presencia de tensiones supe-
riores a 35.000 voltios
El polvo ABC no es tóxico ni corrosivo
FABRICANTE:
DISTRIBUIDOR:
A continuación viene una casilla sobre el modo de empleo del extintor. La casilla que indica
PRECAUCIÓN es para advertir sobre los tipos de fuego para los que no debe utilizarse el extintor y
además se añade la información de que el agente extintor no es tóxico ni corrosivo.
506
PLAN DE EMERGENCIAS ANTE UN POSIBLE INCENDIO 11111
En la siguiente casilla se da la referencia del fabricante que cumple con las exigencias legales.
En la próxima casilla se indica la marca de la entidad autorizada que ha intervenido para la ho-
mologación del aparato. Conjuntamente a esta marca se da la información sobre las características
del conti nente del extintor y la norma seguida para homologar con los códigos correspondientes
al aparato extintor.
A continuación viene la casilla con las referencias del distribuidor y otra última con las referen-
cias del mantenedor y/o encargado. Todos ellos deben cumplir con las exigencias legales.
En la Figura 4 se presenta un ejemplo de placa de diseño según normas. En ella se puede apre-
cia r el nombre del organismo autonómico como autoridad competente para controlar las pruebas
periódicas de presión. La casilla superior esta reservada para el número de registro. En la primera
casilla de la izquierda se indica la presión de diseño o de timbre que corresponde a la presión máxi-
ma de servicio (en este caso 20 kg/cm 2).
2553887
o TE o
PRESIÓN DE T IMBRE
.___º_9_
- 9_7~1 ~I- - ~
20 kg./cm 2
~~I l._________,
Ejemplo de placa de diseño
Las otras cuatro casillas están reservadas para indicar la fecha y marca de quien realiza
las pruebas de presión con periodicidad de cinco años. En la placa de la figura se indica la
fecha de la primera prueba de presión: 09- 97. En est e caso la última prueba se realizará en
la fecha del mes 09 del año 2012 que dará de validez al extintor cinco años más hasta el mes
09 del año 2017 en que ya habrán pasado 20 años de servicio y por esto el exti ntor deberá
retirarse.
507
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
EXTINTOR
S Kg (02 (Anhídrido carbónico)
348(
MODO DE EMPLEO
1. Posición vertical
2. Tirar de la anilla
3. Dirigir el chorro a la base de las llamas
PRECAUCIÓN
No utilizar en fuegos metálicos y productos radioactivos
FABRICANTE:
DISTRIBUIDOR:
Tabla 111. Agentes extintores y su adecuación a las distintas clases de fuego según el
Reglamento de instalaciones de protección contra incendios (RD 1942/1993. BOE de 14.12.1993)
AGENTE EXTINTOR D
A B e (Metales
(Sólidos) (Líquidos) (Gases)
especiales)
Notas:
1. En fuegos poco profundos (profundidad inferior a 5 mm) puede asignarse xx.
2. En presencia de corriente eléctrica no son aceptables como agentes extintores el agua a chorro ni
la espuma; el resto de los agentes extintores podrán utilizarse en aquellos extintores que superen el
ensayo dieléctrico normalizado en UNE-23.11 O.
Otro parámetro a tener en cuenta sería el tamaño del fuego que viene indicado por la parte
numérica del código que nos define la eficacia del extintor. Este código está determinado por la
norma correspondiente. Si los recintos que se desean proteger están en edificios habrá que recurrir
a lo dispuesto en la Norma Básica de la Edificación que corresponda según la fecha de construcción
del inmueble o, en caso que exista, a la ordenanza municipal correspondiente.
- La posible toxicidad del agente extintor o de los productos que genera en contacto con el fuego.
2. En caso de que el extintor posea manguera asirla por la boquilla para evitar la salida incon-
trolada del agente extintor. En caso de que el extintor fuese de C02 llevar cuidado especial
de asir la boquilla por la parte aislada destinada para ello y no dirigirla hacia las personas.
3. Comprobar, en caso de que exista válvula o disco de seguridad, que están en posición sin
peligro de proyección de fluido hacia el usuario.
4. Quitar el pasador de seguridad tirando de su anilla.
1
- Si la magnitud del incendio lo permite, se dispone de conocimientos en lucha con-
tra incendios y sin ponerse en peligro iniciar la extinción con los extintores portátiles
de la zona. Apagar un fuego con el extintor inadecuado, puede resultar inútil, e incluso
contraproducente.
- Si se decide a atacar el fuego con los medios de extinción disponibles, no dejar nunca que
el fuego corte las posibles vías de escape. Tampoco girarse ni dar la espalda al fuego.
- Actuar siempre por parejas (ante cualquier eventualidad o desarrollo del siniestro, siempre
se podrá contar con la ayuda de un compañero).
- Si el incendio es controlado comunicarlo al Jefe de Emergencia, pero sin abandonar el lugar,
el incendio podría reactivarse.
- Si el incendio no se puede controlar, evacuar la zona cerrando las puertas que se vayan
dejando a la espalda e indicarlo al Jefe de Emergencia.
* Conocer las vías de evacuación y puertas de salida, así como con la loca lización de los
medios de emergencia (extintores portátiles, pulsadores de alarma, etc.).
* Recordar que en caso de haber gran cantidad de humo y fuego en los accesos, lo mejor
es esperar en el interior de tu local o dependencia. Si se ocurre salir, hacerlo envuelto en
una manta o prenda empapada de agua.
Definiciones
Si se plantea un it inerario cualquiera de evacuación, antes del estudio de optimización se de-
bería poner atención en los siguientes conceptos generales extractados de la Norma Básica de la
Edificación NBE-CPl/96.
Altura de evacuación: Diferencia de cotas de evacuación entre la del origen y la de salida del
ed ificio. Para evacuación no se consideran las escaleras mecánicas, rampas móviles y aparatos ele-
vadores, excepto las rampas móviles con dispositivo de parada automática por sistema de detec-
ción y alarma.
Rampas: Son consideradas como los pasillos con una pendiente que no deberá ser mayor que
el 12% cuando su lo ngitud sea menor que 3 m, que el 10% cuando su longitud sea menor que 1O
moque el 8% en el resto de los casos.
Recinto: Espacio cerrado y formado por elementos constructivos separadores. Puede abarcar
diversas plantas pero constituye un sector de incendio.
Espacio exterior seguro: Es el lugar de la vía pública dentro de una zona delimitada con un
radio de distancia de la sal ida de edificio de O, 1 P metros, siendo P el número de ocupantes. Si el
espacio exterior no está comunicado con la red viaria o con otros espacios abiertos no será preciso
computar la superficie necesaria dentro del radio de distancia antes citado pero habrá que excluir
una franja de quince metros desde la fachada. Este espacio se determina a razón de 0,5 m 2/ persona
como mínimo. Ver también salida de edificio.
Si un recinto o planta deben tener varias salidas se verifica que: Desde cualquier origen hasta
alguna salida el recorrido es menor de 50 m y desde todo origen de evacuación hasta algún punto
con al menos dos recorridos alternativos no tenga más de 25 m.
Salida de planta: Puede ser el arranque de una escalera que conduce a una planta de sa lida
del edificio,. siempre que ésta no tenga un ojo o hueco central con un área en planta mayor que 1,3
m 2 y no comunique con otras inferiores a través de huecos verticales además de las normales de
las escaleras.
Es también una puerta de acceso a una esca lera o a su vestíbulo previo, a un pasillo protegido,
siempre que cumpla con la normativa específica y que conduzcan a una salida de edificio.
Es la puerta de acceso a otro sector, con las condiciones de que el primer sector tenga otra sali-
da de planta o una puerta de acceso a un tercer sector y finalmente a una salida de edificio. Las dos
salidas del primer sector no conducirán a un sector común para los dos recorridos optativos. Los
espacios a los que se accede, dentro de 30 m de recorrido de evacuación desde la puerta conside-
rada disponen como mínimo de 0,5 m 2 por persona asignada a dicho recorrido.
Salida de edificio: Puerta o hueco utilizable como paso a un espacio exterior seguro. Si el espacio
exterior seguro no tiene capacidad para todos los ocupantes se podrá buscar otro espacio adicional
capaz con la condición que el recorrido sea menor que 50 m y cumpla con la normativa específica.
Además, la NTP comentada contempla los Tiempos de evacuación, el Cálculo de vías de eva-
cuación y su aplicación práctica y el Cálcu lo de los tiempos de evacuación.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
En general, se pueden indicar como normas a tener en cuenta en una evacuación en caso de
incendio las siguientes:
- Al activarse la señal de evacuación, comprobar que las vías de evacuación se encuentran
practicables, en caso contrario notificarlo el hecho al Jefe de Emergencia.
- Mantener la calma. Indicar al personal de la zona la necesidad de evacuar el centro, por las
salidas definidas (siempre que estas estén practicables).
- Guiar a los ocupantes hacia las vías de evacuación.
- Tranquilizar a las personas durante la evacuación, pero actuando con firmeza para conse-
guir una evacuación rápida y ordenada.
- Ayudar a las personas impedidas, disminuidas o heridas.
- No permitir la recogida de objetos personales.
- No permitir el uso de los ascensores.
- Siempre que sea posible verificar que los distintos lugares asignados han sido evacuados
correctamente.
- Una vez en el exterior, dirigirse al Jefe de Emergencia, indicándole la completa evacuación
de la zona o, en caso contrario, las incidencias producidas en la misma (heridos, lugares que
no se pudieron comprobar, etc.).
El personal permanecerá en su puesto de trabajo hasta recibir órdenes de la persona que dirija
la evacuación y sólo de ésta. Para realizar una adecuada evacuación deberán seguirse las siguientes
recomendaciones:
2. Enfermos encamados que no pueden moverse por sí mismos, que estén más alejados de la
zona de salida.
- Filiación.
- Diagnóstico y tratamiento.
La consignación de estos datos será realizada por el Personal de Enfermería y, por supuesto,
dependerá del tiempo de que se disponga, por lo que puede ir desde consignar simplemente el
número de cama a preparar toda la historia clínica completa.
c) Técnicas de traslado
La elección del método de traslado de enfermos estará en función del estado y patología del
paciente, edad, etc. Los traslados de enfermos pueden realizarse en horizontal o en vertical.
Toda evacuación supone, en principio, un traslado en horizontal, y puede ser realizada en la
propia cama del enfermo. Si se trata de una evacuación mediante traslado en vertical, la utiliza-
ción de camas o sillas queda descartada. La elección del método de traslado será realizada por el
Facultativo responsable de la Unidad y en su ausencia por el/la Supervisor/a de la misma.
Los planes de emergencia pretenden con su implantación optimizar la utilidad de los recur-
sos técnicos y humanos disponibles, con el objetivo de controlar con rapidez la evolución de la
emergencia y minimizar sus consecuencias. En un plan de autoprotección se pretenden los mismos
objetivos pero además se incluye el de implantación de medidas de prevención que reduzcan la
probabilidad de inicio de emergencias.
Los conceptos de accidente y emergencia están muy ligados entre sí, pudiendo definirse
como sucesos inesperados y no deseados que interrumpen el desarrollo normal de una activi-
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dad. En algunos casos sólo entrañan consecuencias económicas pero en otros pueden ocasionar
daños a personas. Algunos son de evolución rápida, como puede ser la muerte de alguien por
electrocución o explosión. Otros pueden ser de evolución más lenta como un incendio o sequía.
El desarrollo de actividades lleva implícito una serie de riesgos que con el paso del tiempo pueden
dar lugar a accidentes que ocasionarán situaciones de emergencia.
En un establecimiento sanitario las emergencias pueden ser muy variadas pudiendo ir desde
una situación de catástrofe externa que pueda ocasionar la llegada de numerosos enfermos o he-
ridos, pasando por situaciones potenciales de emergencia interna como una alarma de bomba o
también los posibles accidentes que puedan originarse por las instalaciones o actividades que se
desarrollan en el propio establecimiento.
Los recursos técnicos internos para la lucha contra incendio y evacuación se pueden concretar en:
- Medios de extinción, que son los medios de que dispone un establecimiento para la lucha
contra el fuego, como extintores, bocas de incendio, sistemas fijos de extinción, etc.
Medios de evacuación, sistemas para poder evacuar a las personas, como escaleras, pasillos
especiales señalizados, etc.
b) Por arrastre directo: está indicado cuando hay mucho humo, son imposibli:>s de utilizar en
evacuación vertical, requieren gran esfuerzo y algunos son lentos y requieren entrena-
miento.
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PLAN DE EMERGENCIAS ANTE UN POSIBLE INCENDIO 11111
c) Por arrastre con silla: son rápidos, son bastante confortables para los pacientes pero no
se pueden utilizar, generalmente, para la evacuación vertical.
d) Por arrastre por colchón: son seguros y confortables, son muy lentos y complicados, las
vías de evacuación deben ser amplias y se necesita un gran esfuerzo físico.
b) Resto de Celadores.
Coord inados por el Jefe de Personal Subalterno, que en el momento de la alerta acudirá al
lugar de la emergencia donde recibirá instrucciones claras del Jefe de intervención sobre:
- Destinar dos Celadores en urgencias para ayudar el movimiento de pacientes que acudan
por las escaleras próximas y sacar los que acudan por el montacamas.
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