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174 ● CAPÍTULO 7.NLos cimientos de la sociedad: de macro a micro

Temas clave

●nLa microsociología y las formas en que los sociólogos estudian la vida cotidiana.
●nCómo nos hacemos seres sociales y desarrollamos nuestras biografías a lo largo de nues-
tras vidas.
●nCómo se construye y negocia la vida cotidiana.
●nCómo se forman socialmente nuestras emociones, nuestros cuerpos y nuestras identi-
dades.

L ● La construcción social de la realidad


a historia de Anna muestra un caso triste pero ins-
tructivo de un ser humano privado virtualmente
de todo contacto social. Aunque físicamente viva, Hace unos 100 años, el dramaturgo italiano Luigi Pirande-
Anna difícilmente parecía humana. Su grave situación
llo (1867-1936) aplicó hábilmente la perspectiva socioló-
revela que, aislada de esta manera, una persona apenas es
gica a la interacción social. En El Placer de la honestidad,
capaz de mantener una actividad mental o emocional dig-
Angelo Baldovino (un hombre brillante con un pasado
na de interés. Sin experiencia social, las personas dejan
accidentado) se introduce en el elegante hogar de la fami-
de ser seres humanos.
lia Renni y se presenta de una manera muy peculiar:
En este capítulo nos vamos a concentrar en aquello que
no tuvo Anna (los medios por los cuales nos convertimos Inevitablemente nos hacemos a nosotros mismos. Déjeme expli-
en seres humanos). Estudiaremos cómo nos hacemos so- carle. Entré en esta casa e inmediatamente me convertí en lo que
ciales; cómo nuestros cuerpos y emociones se ajustan a tengo que convertirme, en lo que puedo convertirme: me hago a
las expectativas sociales; cómo se forman las identidades; mí mismo. Es decir, me presento a ustedes de una manera ade-
y cómo construimos nuestras vidas cotidianas. Al hacer cuada a la relación que deseo conseguir con ustedes. Y, por
esto, nos desplazamos hacia un tipo de problema y hacia supuesto, ustedes hacen lo mismo conmigo.
un nivel de análisis diferentes de los que nos hemos (Pirandello, 1962: 157-158)
encontrado hasta el momento. Hasta ahora los temas que
hemos desarrollado se han centrado en una visión macro Esta curiosa presentación sugiere que cada ser humano
de gran escala: hemos hablado de la sociedad, de las cul- posee alguna habilidad para modificar lo que ocurre en
turas y de las organizaciones, así como de los grandes cada momento. En otras palabras, la «realidad» no es tan
cambios que ha experimentado la sociedad. En esto estática como podríamos pensar.
consiste la macro-sociología, el estudio de la sociedad a La frase construcción social de la realidad fue intro-
gran escala. ducida por Peter Berger y Thomas Luckmann (1967) para
Por el contrario, ahora pasamos a analizar lo que pode- identificar el proceso por el cual las personas crean y dan
mos considerar los fundamentos mínimos de una socie- forma a la realidad mediante la interacción social. El
dad (las acciones humanas en pequeños mundos sociales entorno en que viven los humanos se construye y recons-
que permiten que tenga lugar la vida social). Vamos a truye una y otra vez socialmente. Esta idea se encuentra
estudiar la vida cotidiana (la manera en que las personas en los fundamentos del paradigma del interaccionismo-
hacen la compra, desayunan, trabajan, utilizan el teléfono simbólico, como describimos en capítulos anteriores, y es
móvil, hacen el amor, luchan, mienten, hacen trampas o el sello de lo que ahora es el paradigma constructivista.
roban). En esto consiste la micro-sociología, el estudio Como sugiere la observación de Angelo Baldovino, espe-
de la vida cotidiana a través de las interacciones socia- cialmente en una situación nueva o que no es familiar, lo
les. Comenzaremos viendo exactamente cómo se «cons- que se considera «real» no queda demasiado claro. De
truyen socialmente» las realidades de nuestra vida coti- manera que Baldovino «se presenta a sí mismo» en los
diana. A partir de aquí, analizaremos las maneras en que términos que le parecen más adecuados; y, en la medida
vamos creando o construyendo la idea que tenemos de en que los demás hacen lo mismo, surge una realidad
nosotros mismos a través de lo que podemos llamar el compleja en la que se van definiendo los términos en que
proceso de socialización. Después estudiaremos cinco van a relacionarse entre sí.
ideas clave que nos ayudan a organizar nuestras vidas La interacción social, entonces, es importante a la hora
cotidianas: interacción, identidad, cuerpo, emoción y bio- de definir y negociar la realidad. La mayor parte de las
grafía. situaciones cotidianas implica algún tipo de acuerdo acer-
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ca de lo que está sucediendo, aunque los participantes reconocimiento y se convirtió en uno del grupo. W. I. Tho-
perciban los que está sucediendo a su alrededor de mane- mas (1966: 301; edición original de 1931) expresó esto
ra diferente, y según sus intereses o intenciones. de una manea concisa y fácil de entender con lo que se
A veces, decimos de quienes de se empeñan en definir ha dado en llamar el teorema de Thomas: situaciones
una situación que son unos «espabilados». En su autobio- que definimos como reales se hacen reales en sus conse-
grafía Down These Mean Streets (1967), Piri Thomas cuencias.
recuerda una tarde en que se dirigía a su casa, en el Spa- Aplicada a la interacción social, el teorema de Thomas
nish Harlem de Nueva York, territorio entonces dominado significa que, aunque la realidad inicialmente es «flexible
por una banda juvenil. Aquella tarde el joven Piri se topó o maleable», a medida que va tomando forma y van de-
con Waneko, el líder de la banda, y una docena de sus finiéndose sus contornos se hace más «densa», y sus re-
compinches. sultados más predecibles. En el caso de Piri Thomas,
habiendo tenido éxito al definirse a sí mismo como un
«Qué tenemos aquí, el señor Johnny Gringo», dijo Waneko. contrincante digno, se transformó en alguien a quien uno
Piensa, me dije a mí mismo, piensa en la manera de que no debía tener en cuenta.
te den una paliza. Déjales impresionados. «Dicen por ahí que
vosotros, los de la calle 104 tenéis agallas», dije. «No sé si esto
es cierto. Ya sabes que hay un montón de calles donde con un
simple gesto del jefe aparece un montón de matones que no se
● Convertirse en un ser social:
atreven con un tío a menos que todos ellos salten sobre él para el proceso de la socialización
darle una paliza.» Esperaba que esto sirviera para que Waneko
me diera una oportunidad, pero su expresión no cambió. ¿Cómo terminaron Anna y Piri habitando en cada uno de
«Quizás ese no sea nuestro estilo.» sus mundos? Los sociólogos sugieren que es mediante
¡Bien! El cabrón está cayendo en mi trampa [...] «No me
un proceso de socialización, una experiencia social que
refería a ti», dije. «De donde vengo, el jefe es el jefe porque tie-
ne agallas cuando hay que tenerlas». dura toda la vida y por la cual los individuos construyen
Waneko empezaba a sentirse incómodo. Había mordido el su biografía personal, ensamblan normas de interacción
anzuelo y se sentía acorralado. Sus compinches me habían com- cotidianas y asimilan las pautas sociales características
prendido. Ya no estaban tan interesados en darme una paliza de sus culturas. A diferencia de otras especies cuyas con-
como en ver cómo acababa todo esto. «Sí», fue su respuesta [...] ductas están ya fijadas de antemano por sus rasgos bioló-
Sabía que había ganado. Seguro que tendría que pelear; pero gicos o genéticos, el ser humano depende de su expe-
contra uno, y no contra diez o quince. Si perdía, aún me podían riencia social, de su habilidad para asimilar y hacer suyas
dar una paliza, y si ganaba me podían dar una paliza igualmen- las expectativas sociales que definen su cultura para so-
te. Tuve esto en cuenta en mi siguiente frase. «No sé nada de ti brevivir.
ni de tus chicos», le respondí, «pero parecen tíos legales. No
parecen matones.»
Le había dejado al margen al referirme a «ellos». Ahora sus Cuestiones para realizar un informe
chicos formaban un grupo aparte. Le había separado de ellos. sobre la socialización
Ahora tenía que pelear conmigo, uno contra uno, para probar-
se a sí mismo que tenía agallas, para demostrárselo a sus chi- Desde la teoría de la socialización debemos plantearnos
cos. Se puso todo derecho y me preguntó, «¿Luchamos limpio, cinco cuestiones, que podemos resumir de la forma si-
gringo?» guiente:
(Thomas, 1967: 56-57)
1.N¿Quién se está socializando?
Esta situación muestra el drama (unas veces sutil, otras 2.N¿Por quién?
salvaje) con el que los seres humanos construimos la reali- 3.N¿Cómo?
dad de manera creativa. Por supuesto, existen límites a los 4.N¿Dónde?
que incluso la persona más hábil y persuasiva no puede lle- 5.N¿Cuándo?
gar. Y, por supuesto, no todo el mundo participa en una
negociación con el mismo estatus. Si un policía hubiera La primera pregunta plantea la cuestión de la «natura-
aparecido en la escena de la lucha entre Piri y Waneko, se- leza humana». ¿Hasta qué punto la conducta del ser hu-
guramente ambos habrían acabado detenidos. mano puede explicarse como la de cualquier otra especie,
haciendo referencia a sus características biológicas? Las
personas, ¿hacen lo que hacen siguiendo sus instintos o
El teorema de Thomas
programas genéticos, o siguiendo las normas o patrones
Mostrando su inteligencia y peleando con Waneko hasta culturales de su sociedad? Este es el viejo debate entre
que ambos acabaron agotados, Piri Thomas se ganó el naturaleza y cultura.
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La segunda pregunta se refiere al papel de los «agentes dades, desde la riqueza a la inteligencia) se ha intentado
de socialización». Veremos que los padres y los hermanos explicar a partir de la biología o la genética. A menudo
forman o moldean a las personas, actuando como sociali- describimos las pautas de comportamiento que vemos
zadores primarios, pero también identificaremos otros como normales o nos resultan familiares como propias de
agentes como los amigos, los compañeros de trabajo, los la naturaleza humana, como si las personas nacieran con
profesores, los famosos e incluso los medios de comuni- ellas, exactamente de la misma forma que nacemos con
cación de masas (véase el Capítulo 22). cinco sentidos. Sin embargo, es más adecuado ver las
El «cómo» se pregunta acerca de los procesos median- cosas al revés, y antes que decir que esas pautas son refle-
te los cuales las personas se socializan. Aquí deberemos jo de nuestra naturaleza, resulta más acertado decir que la
analizar, como hacen las teorías de la socialización, los naturaleza humana se refleja en esas pautas; esto es, es
mecanismos mediante los cuales nos convertimos en se- más acertado decir que lo que es característico de la espe-
res humanos. A continuación consideraremos dos teorías cie humana es su capacidad de crear pautas sociales dis-
principales, una de orden más psicológico, y otra más so- tintas, de inventar sociedades distintas, con distintas cos-
ciológico: la psicodinámica y la interaccionista, respecti- tumbres, valores y expectativas sociales acerca de lo está
vamente. bien y de lo que no está bien, de lo que debe hacer y de lo
Las últimas tres preguntas ayudan a situar las expe- que se debe evitar.
riencias vitales en el tiempo y en el espacio. A continua- Intentando comprender la diversidad cultural, muchas
ción prestaremos atención brevemente a algunas de estas personas han interpretado de manera equivocada a Dar-
cuestiones. win. Siglos de exploración del mundo y de construcción
de imperios mostraron a los europeos que en otros luga-
¿Cómo nos desarrollamos: naturaleza, res, las personas se comportaban de una manera bastante
educación o ambas? diferente a la suya. Atribuyeron estos contrastes a la bio-
logía. A muchos les parecía de sentido común decir que
Virtualmente indefenso en el momento de nacer, un bebé las sociedades tecnológicamente más simples estaban
depende de otros para su cuidado y alimentación así biológicamente menos evolucionadas y, en consecuencia,
como para su educación. Aunque la experiencia de Anna eran menos humanas. Esta extrapolación errónea de la
deja esto muy claro, muchas personas todavía creen que teoría darwinista sirvió para justificar el colonialismo, la
la conducta humana es el producto de imperativos bioló- explotación y esclavitud de otros pueblos «inferiores»,
gicos: para muchos, los instintos, la evolución y los genes pues es siempre más fácil explotar a otros si se está con-
explican la conducta humana. «Es genético» es uno de los vencido de que no son verdaderamente humanos, o tan
argumentos más comunes que se mencionan hoy día. humanos como uno pretende ser.
Pero lo sociólogos dudan seriamente de este tipo de afir- En el siglo XX, los científicos sociales lanzaron un
maciones. ataque general sobre las explicaciones naturalistas o
Charles Darwin argumentó de un modo muy convin-
biológicas de la conducta humana, entre las que este
cente que toda especie es el resultado de un proceso de
darwinismo colonialista es un buen ejemplo. El psicólo-
evolución biológica que se extiende a lo largo de miles de
go J. B. Watson (1878-1958) elaboró una teoría llamada
años, según el cual las variaciones genéticas que ofrecen
conductismo, que sostenía que las pautas específicas
mayor probabilidad de supervivencia se retienen interge-
de conducta no son instintivas sino aprendidas. De
neracionalmente. Son los rasgos biológicos así retenidos
modo que, insistía Watson, los pueblos de todo el mun-
y reproducidos generación a generación lo que termina
constituyendo la «naturaleza» de una especie. Estas teo- do son igualmente humanos y sólo se diferencian por
rías de Darwin hicieron pensar a muchos que, al igual que las culturas que han ido creando, por los valores que
otras especias, también la especie humana tenía una natu- definen esas culturas, y que los padres enseñan y trans-
raleza propia; esto es, que era posible hablar de una «na- miten a sus hijos. En una observación clásica, Watson
turaleza humana», cuyos rasgos biológicos determinarían destacó que la «naturaleza humana» era infinitamente
en gran medida su comportamiento. maleable:
Estas ideas siguen todavía entre nosotros. Las personas
Denme una docena de bebés sanos [...] y un entorno específico
a veces sostienen, por ejemplo, que nuestro sistema eco-
para criarlos y les garantizo que puedo seleccionar a uno de
nómico es un reflejo de la «competitividad instintiva del ellos al azar y entrenarlo para que se convierta en el profesional
ser humano», que algunas personas son «delincuentes que se me ocurra (doctor, abogado, artista, comerciante, jefe y,
natos», o que las mujeres son más emocionales de mane- sí, incluso un mendigo y un ladrón), cualesquiera que sean sus
ra «natural» mientras que los hombres son «intrínse- inclinaciones, tendencias, habilidades, vocaciones, o sus oríge-
camente» más racionales. De hecho, cualquier aspecto nes raciales.
social (desde las diferencias entre las razas a las enferme- (Watson, 1930: 104)
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Los antropólogos también influyeron en este deba- visitarla en su casa del condado después de diez días,
te, mostrando la enorme variedad de culturas que existen Kingsley Davis (1940) notó que estaba más alerta, e
en el mundo. Así por ejemplo, la antropóloga Margaret incluso sonreía. Durante el siguiente año, Anna hizo pro-
Mead decía: gresos lentos pero progresivos, mostrando mayor interés
en otras personas y, poco a poco, aprendió a andar. Des-
Las diferencias entre los individuos de culturas o sociedades pués de un año y medio, era capaz de comer sin ayuda y
diferentes, así como las diferencias entre los miembros de una de entretenerse con juguetes.
misma sociedad son debidas, en su mayor parte, a diferencias en Sin embargo, se estaba haciendo evidente que los cin-
los condicionamientos que experimentaron durante su infancia, co años de aislamiento social le habían producido un
y estos condicionamientos no son aleatorios, sino que están daño permanente. A la edad de ocho años, el desarrollo
determinados culturalmente.
mental de Anna era todavía el de un niño de dos años.
(Mead, 1963: 280; edición original de 1935)
Hasta que no cumplió diez años no fue capaz de com-
prender el lenguaje. Por supuesto, como la madre de
Hoy en día, los científicos sociales (y también muchos
Anna tenía dificultades de aprendizaje, quizás Anna tam-
biólogos especializados en genética) se muestran cautos a
bién estaba en desventaja. El misterio nunca se resolvió
la hora de mantener cualquier tipo de conducta como sim-
porque Anna murió a la edad de diez años por una enfer-
plemente instintiva o genética. Por supuesto, esto no sig- medad posiblemente relacionada con el maltrato que
nifica que la biología no intervenga de ningún modo en la sufrió (Davis, 1940, 1947).
conducta humana. Después de todo, la vida humana de- Un segundo caso, bastante similar, involucra a otra
pende del funcionamiento del cuerpo. También sabemos chica, que se encontró aproximadamente por las mismas
que los niños comparten muchos rasgos biológicos con fechas que Anna y bajo circunstancias muy similares.
sus padres, especialmente características físicas como la Después de más de seis años de aislamiento casi comple-
altura, el peso, el color del pelo y de los ojos, y rasgos to, esta chica, conocido como Isabelle, mostraba las mis-
faciales. La inteligencia y varias características de la per- mas carencias que Anna, aunque a diferencia de esta, Isa-
sonalidad (por ejemplo, el modo en que uno reacciona belle pudo beneficiarse de un programa de rehabilitación
ante la frustración) poseen algún componente genético, dirigido por psicólogos. En una semana Isabelle estaba
como puede tenerlo algunas habilidades, como las artísti- intentando hablar, y año y medio después tenía un voca-
cas y musicales. Pero que una persona pueda desarrollar bulario de unas 2.000 palabras. Los psicólogos llegaron a
esas habilidades o no depende de las oportunidades de la conclusión de que con este entrenamiento intensivo
que disponga, lo que depende de la posición que ocupa Isabelle había logrado desarrollarse social y cognitiva-
en su sociedad (Herrnstein, 1973; Plomin y Foch, 1980; mente en dos años lo que suele requerir seis. Cuando
Goldsmith, 1983). tenía 14 años, Isabelle asistía a clases de sexto de prima-
Por lo general, los sociólogos trabajan a partir de la ria, lo que la encaminaba hacia una vida más o menos
hipótesis de que el aprendizaje social es mucho más im- normal (Davis, 1947).
portante que la naturaleza a la hora de determinar la con- Un último caso de aislamiento infantil se refiere a una
ducta humana. Sin embargo, no deberíamos pensar en la chica de California de 13 años que fue maltratada por sus
naturaleza como algo opuesto a la cultura o al aprendiza- padres desde que tenía dos años (Curtiss, 1977; Pines,
je de la cultura en que nos ha tocado vivir, dado que 1981; Rymer, 1994). Las terribles experiencias de Genie
expresamos nuestra naturaleza humana cuando construi- incluían largos períodos de encierro en el garaje de su
mos una sociedad o una cultura. Si existe, en fin, un ras- casa. Hasta su descubrimiento, su estado era un reflejo
go típicamente humano, o una «naturaleza humana», es del de Anna e Isabelle. Genie estaba demacrada (pesaba
nuestra capacidad de producir y reproducir una cultura o tan sólo 27 kilogramos) y mostraba el desarrollo mental
sociedad. de un niño de un año. Recibió un tratamiento intensivo, y
su estado físico mejoró rápidamente. Pero incluso des-
Aislamiento social pués de años de cuidados, su habilidad para emplear el
lenguaje seguía siendo la de un niño, y todavía hoy vive
Por razones éticas obvias, los investigadores no pueden recluida en un centro de adultos para discapacitados psí-
utilizar sujetos humanos para hacer experimentos aislan- quicos.
do niños o personas de todo contacto humano. En conse- Todas estas evidencias señalan muy claramente la
cuencia, gran parte de lo que sabemos acerca de este tema importancia de la experiencia social en el desarrollo de
nos ha llegado a partir de casos de niños que han sufrido las personas. Los seres humanos son criaturas resistentes,
maltratos, como Anna. a veces capaces de recuperarse de la más demoledora
Después de su descubrimiento, Anna se vio expuesta a experiencia de abuso y aislamiento. Pero existe un mo-
un intenso contacto social y pronto mostró mejoría. Al mento crítico en el desarrollo en el cual pueden producir-

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