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EL DELIRIO DE UN INCONSCIENTE

SIN EL SÍNTOMA

He opuesto en estas conferencias dos ejes de reflexión que tienen un


tinte provocativo: pensar 10 que sería un mundo en el cual habría una dis-
yunción entre inconsciente y síntoma, 10 que sería un universo de discurso
en el cual se podrían separar ambos términos. Hay tentativas para hacer-
nos vivir en un universo de ciencia ficción actual en el cual la separación
entre inconsciente y síntoma podría realizarse, y ello formaría parte de 10
que llamaríamos los delirios de la vida cotidiana, Ias locuras ordinarias.
La extensión dei uso de "delirio" en ellugar donde Freud hablaba de psi-
copatología como el armazón de Ia vida cotidiana, es una ampliación, es
verdad, autorizada por el dicho de Lacan de su última enseiíanza, "todo el
mundo está loco", es decir, delirante. Es un uso generalizado, que no im-
plica que todo el mundo sea psicótico. Más bien, es tratar de incluir a "todo
el mundo" en un espacio de discurso en el cualla neurosis -en última ins-
tancia Ia creencia neurótica en el padre-, no determina Ia lectura deI sín-
toma en ese espacio de discurso.
Se subrayó que es irónico calificar una proposición como reenviando
ai todo cuando ni el mundo ni el todo tienen consistencia en el universo de
discurso de Ia última enseiíanza de Lacan. Entonces, leer el síntoma a par-
tir dei "todos deliran", y leer el inconsciente a partir dei síntoma así defi-
nido, nos reenvía fundamentalmente a un interrogante sobre 10 universal
y sobre los mitos que se presentan para encamar ese todo que podría anu-

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dur ti los su] lOS. Tuv 'lu asi n d . ab rdur slus 111 '1\1 I I, I, I~)sid ,til 'S saber 10 que es, es practicarlo, entrar en esta cornunidad definida por el
til! H pr p nen para encarnar ste "todo" cn div f80S .axion s, y ah ra discurso mismo.
n I xito de Ias Jornadas de Ia EOL y el número de asistentes que hay Que el lazo social no existe es algo más fácil de sostener en los mo-
h y en Ia sala, no voy a desistir de Ia ocasión de seguir profundizando los mentos de crisis radical que en los momentos de tranquilidad, de funcio-
l ma que ya he abordado. namiento. Estamos en un momento de crisis en el cual escuchamos a
En prirner lugar diré que uno de los mitos que se ofrecen para definir través de 10 que se Ilaman "Ias noticias dei mundo" cómo los semblantes
e. te todo es el de que habría un horizonte de salud mental posible, y que y Ias creencias caen, Ias rutinas establecidas, Ias creencias supuestamente
n el progresismo que anima Ia civilización que ahora no se define más arraigadas ya no se mantienen, y Ia pregunta sobre Ia creencia se vuelve
n términos de un modo de organización social definible-, el lazo verda- insistente: l,qué hace que tengamos confianza en los gobiemos, los finan-
dero sería Ia salud mental para todos. Y fue por el ascenso de este ideal, cistas, los bancos, los empresarios, etc.? Todos eIlos encarnan los signifi-
en 10s últimos treinta afios dei siglo XX, que Lacan propuso para resis- cantes amos dei discurso del amo. Y 10 mismo se ve cuando después de
tirIo, su fórmula segün, Ia cual "todo el mundo está loco", es decir, que 10 que fue el gran momento global de espera angustiosa dei resultado de
Ia esperanzas de Ia salud mental son falsas, Ia salud mental no existe, es Ias elecciones norteamericanas, una vez que el gran psicodrama se ha atra-
un ídolo, es un falso Dios. Las burocracias sanitarias pueden llevar a cada vesado, sale el votoy tenemos un nuevo líder global novedoso como
uno a realizar los rituales para convocar Ia presencia posible dei ídolo Obama. Y ahora se plantea, como decía Lacan, que 10 único que dice el
entre nosotros, pero no, 10 que hay es más bien 10 real dei síntoma y su amo cuando llega ai poder es "ai trabajo", 10único que puede decir a pesar
articulación problemática a Ia lectura posible de él, a través del incons- de Ias esperanzas en el "the one", como decían burlándose de manera iró-
ciente. nica, incluso los cercanos a Obama. "The one" se ha encarnado pero solo
De Ia misma manera es importante interrogar en Ia política dei siglo tiene como buena noticia para nosotros, Ia prescripción de ir "al trabajo",
XXI, Ia idea de un lazo social singular a través de un ideal de normas enun- pero con Ia burocracia más lista que se puede proponer. Los efectos de
ciables donde se encontraría el bien a realizar. También este lazo social en creencia en éste mandarniento hacen que quede por verificarse, si existe
singular es un ídolo, no existe, 10 que hay en lugar de este mito, 10 que otro lazo social que éste que es el de Ia movilización general en un trabajo
existe precisamente, es su fracaso. Hay formas de hablar que hacen lazo, sin fino Respecto al "trabajo sin fin" tengo que decir que efectivamente es
no hay lazo social, hay los lazos ele discurso que vienen a ocupar este lugar algo por 10 cual tengo que interrogarme especialmente. Hace diez días
imposible. Es el punto radical en el cual se separa el psicoanálisis de Ia so- que estoy metido en algo que es extrafío, dejé París, pasé por Brasil para
ciología. La sociología parte dei punto de que hay lazo social y que in- trabajar con los colegas de Ia AMP antes de venir aquí, y es un ritmo que
vestigando sobre él, se puede dar una imagen de Ia sociedad. Mientras que hay que calificarlo de delírio de Ia vida cotidiana, es sin ninguna duda una
nosotros partimos dei hecho de que no hay ninguna imagen o reflejo po- locura ordinaria: en estos días estoy dando por 10 menos una conferencia
sible de Ia sociedad, que no hay ídolo de Ia sociedad. Lo que hay son dis- diaria,es un régimen realmente infernal, y tengo Ia idea que esto es una
cursos que no pueden universalizarse, no estamos construyendo Ias vez, no dos. He aprendido algo acerca de los lírnites de Ia locura cotidiana
imágenes posibles de los discursos, lá pragmática de los discursos nunca y digo: no más. Voy a hacer también una suspensión en esto como en otros
podría sostener una sociología de Ia universalidad del discurso histérico, campos de Ia reflexión. Pero el interés de esta locura cotidiana en Ia cual
dei discurso analítico o del amo. Cuando decimos el discurso analítico estoy metido, es hacer resaltar el hecho de que el síntoma es precisamente
hoy, no es para producir una imagen de éste y mantenernos en una posi- algo irreductible, 10 que significa que cada uno pueda tener un diálogo
ción exterior, queremos conocer acerca del discurso. La única manera de con su propio síntoma.Esta es Ia única justificación de este recorrido in-

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,.'mal. Cada día trato de dialogar con mi síntoma en tanto que irreducti- drama y un voto en'el '69 que culminó en el hecho de pasar el poder a al-
I I ,es decir con mi daimon interno, que me habla en Ia voz más baja po- guien de su partido y a otra cosa. Pero se puso de manifiesto 10 que era
sible. Tratar de comunicarles, a 10 largo de estas charlas, que el síntoma Ia realidad o 10 real de este lazo social: los amos dei mundo que se habían
S el diálogo que uno tiene con él, no se trata de reducirlo a un sentido constituido eran los más delirantes. Es Ia intuición de Fritz Lang que,
mún, más bien en distintos aspectos hacer resonar esta singularidad en en sus películas sobre el Doctor Mabuse, muestra hasta qué punto el jefe
Ia cual-por ejemplo- en el síntoma como compulsión al trabajo, se hace de Ia polida es el más loco de todos. Su film Los 1000 ojos dei doctor
scuchar Ias particularidades del inconsciente de uno. EI síntoma no es Mabuse, 10 llevó a irse de Alemania ai predecir el ascenso dei nazismo a
una lengua particular que tiene como objetivo desaparecer en una lengua través de ese memorable villano. La gran ilusión dei siglo XX es Ia dei
omün, en Ia razón psicoanalítica común. EI síntoma, más bien, al des- delirio de un lazo que puede funcionar sin síntoma y sin inconsciente. AI
plegarse, hace escuchar 10 que no entra en Ia lengua común, en el esfuerzo final dei siglo se sucedieron los crímenes rojos como Ia manifestación
mismo de hacer pasar Ia lengua privada deI síntoma a Ia lengua pública, más acabada dei puro cultivo de Ia pulsión de muerte. Habría que inte-
Ia resistencia de este pasaje o el modo en el cual se hace, es el testimonio rrogarse sobre Ias consecuencias también en Asia y América Latina de
que el síntoma, en el sentido analítico, no se inscribe dentro de una psi- Ias manifestaciones de Ia pulsión de muerte al final deI siglo XX en estos
copatología posible; que Ia psicopatología, sea cual fuere, incluso Ia más delirios que incidían en ellazo social.
progresista, es una clasificación, es decir, Ia constitución de entidades Posteriormente, con el fin de Ias ideologías como momento que marca
como Ias clases que pueden ponerse en duda. EI punto de real no son Ias Ia descreencia en estos delirios, surge Ia fe en el puro cálculo. Veo esa
clases, el punto de real es el síntoma en tanto que no encaja en los es- idea de un inconsciente reducido aI propio cálculo, en el interés psicopa-
fuerzos de clasificación de un metalenguaje sobre él. tológico por el autismo de Asperger que ha desplazado a aquel centrado
Se puede decir que hay un esfuerzo del discurso del amo en introdu- en Ias grandes paranoias. La fascinación que existe en el siglo XXI por el
cimos en espacios de ciencia ficción en el cual existiría algo como el in- síndrome de Asperger se muestra en toda una literatura que presenta efec-
consciente separado del síntoma. Hemos conocido Ia cienciaficción, tivamente algo separado de Ia psicosis, en 10 cual no hay ningún imagi-
especialmente aI final de siglo XX, estos espacios en los cuales ellazo so- nario, y donde 10 simbólico se hace completamente real sin ningún
cial se definía a partir de un delirio; fueron Ias novelas de Philip Dick obstáculo o sin ningún velo imaginario, sin Ias adherencias ai cuerpo que
como Minority Report que tuvieron el impacto de hacernos pensar en los quedan en Ia esquizofrenia. En esta Ia ciencia ficción dei siglo XXI, vemos
grandes delirios paranoicos que constituyeron el lazo social en el siglo cómo Ias neurociencias sirven de fuente, presentando un funcionamiento
XX. Philip Dick es un novelista que nos hizo ver algunos aspectos de 10 psíquico como el doble de Ia actividad neuronal, como un espacio articu-
que era el mundo que George Orwell también podía describir en su 1984. lado por "x" hipótesis -porque quedan como hipótesis-, pero que, en de-
De hecho, los delirantes estaban en el poder: Stalin era uno, Churchill ma- finitiva -como 10 planteaba Lacan en su texto "Acerca de Ia causalidad
níaco depresivo, tratado por sus brotes de hipomanía, John Kennedy y Ia psíquica"- se trataría dei fantasma dei homúnculo de 10 que sería un in-
lista de Ias cuarenta medicaciones que tenía que tomar diariamente con su consciente reducido a un funcionamiento psíquico que no conocería sín-
priapismo un poco embarazoso, con el delirio de pareja ideal con Marilyn tomas, sino, disfunciones. Esta posibilidad dei inconsciente pensado así,
que sostuvo para el mito americano. De Gaulle ni hablar, al final tuvo un sin síntoma y con disfunción, es el resultado de una boda infernal entre 10
brote un poco excesivo en Canadá cuando gritó "viva el Quebec libre" , que dei psicoanãlisis fue aceptado como el funcionamiento inconsciente,
cuando ai final todo el mundo pensó que era el momento de enviarlo un y Ias concepciones deI funcionamiento cerebral acerca de Ia regia desco-
poco a descansar a su casa de campo, yentonces se organizó un psico- nocida que podría seguir un sujeto. Esta regia desconocida es el concepto

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ntroducido por Chomsky, I en su crítica en los aõos sesenta a Ia concep- muy fundamentalmente de Ia concepción de Wittgenstein de Ia regia deI
'I n dei funcionamiento psíquico como aprendizaje. Su objeción fue que, juego que uno juega.ê Porque en Ia regia dei lenguaje de Wittgenstein se su-
on el aprendizaje, no es posible dar cuenta, de ninguna manera, dei fun- pone que el sujeto puede dar cuenta y se 10 interroga sobre Ia regla que
cionamiento dellenguaje, y con esto pudo detener durante treinta aõos ai sigue, tiene un saber sobre esta regIa, inclusosi se demuestra, de manera es-
gnitivismo, pero después él mismo fue llevado a un momento de infle- céptica, que nunca tendrá el saber exacto sobre Ia regia, pero Ia hipótesis dei
xi6n de su doctrina. Pero Ia idea era tener una regla desconocida que había saber se mantiene. Mientras que en Ias otras perspectivas está borrada.
entonces que establecer, que escribir, que podía demostrar cómo el len- Lo que nos interesa -para nuestra concepción del síntoma en su rela-
guaje se reduce a una serie de regIas, que esas regias están inscriptas en ción con el inconciente- es Ia oposición entre 10 que se escribe y que es Ia
I funcionamiento deI cuerpo, de un órgano especial dentro de este cuerpo, regIa desconocida -tentativa de Chomsky de reducir todo ellenguaje a re-
que no necesitaría ningún conocimiento de esto, y que Ia regIa descono- gias que se pueden escribir y fusionar-, y Ia palabra, que es otra dimensión
cida puede escribirse como condición de toda palabra posible. EI esfuerzo que no se escribe pero que tiene todas sus condiciones de posibilidad en
de Chomsky, de extensión de esta regla desconocida, llevó a otra con- su campo. Instancia de Ia letra y campo de Ia palabra, esas diferenciacio-
cepción. Ello aconteció cuando un alumno propuso, sobre el modelo de Ia nes que Lacan puso en circulación entre nosotros, son también Ias que
regia desconocida en el lenguaje, dar cuenta dei sistema de Ia visión como acompaõan el movimiento de Ias reflexiones de Ias esperanzas sobre el .
un modelo en el cuaI habría una computación posible que permitiría dar funcionamiento cerebral ai final dei siglo XX, inicio dei XXI. La diferen-
cuenta dei funcionamiento de Ia visión, el módulo de Ia visión, ochenta y cia también es que, por ejemplo, este saber que exige Wittgenstein de los
tres. Con esto se termina Ia primera fase de Ia aventura intelectual de sujetos que comparten un juego de lenguaje, nunca puede decirse com-
Chomsky, y se pasa de Iaregla desconocida ai módulo cerebral que tiene pletamente dentro de Ias regIas, que un juego de lenguaje en su definición
un funcionamiento tal que da permanentemente informaciones incons- misma implica una interpretación de 10 que es. Para interpretar a
cientes sobre Ia relación dei sujeto con su mundo. Tal concepción acerca Wittgenstein hay bibliotecas que podrían ocupar toda esta sala, siendo una
dei módulo cerebral, dei órgano modular y de su proliferación, se distingue industria tan importante como es Ia de Joyce, Ia dei comentario joyceano,
y sé por Mónica Torres que hubo en Argentina un congreso en Córdoba en
el cual se convocó aios mejores elementos de Ia filosofía argentina para
1. Chomsky revolucionó el campo de Ia lingüística teórica con Ia pubIicación de Ia obra
aõadir algo a Ia biblioteca universal que hay sobre esto. Así que me acerco
Estructuras sintácticas, basada en su tesis doctoraI-Estructura lógica de Ia teoria lingids- al tema de que, precisamente el juego del lenguaje para establecerse o para
tica-, que no sería publicada hasta 1975. Su crítica a Ias teorías conductistas, vigentes en hacer lazo, implica una práctica común, una comunidad, un modo de vivir
ese momento acerca deI aprendizaje deIlenguaje, fueron contundentes. Hasta entonces, se algo que implica el cuerpo más allá de Ias regias lingüísticas que se hacen
creía que tal adquisición, como cualquier otra destreza humana, se producía por medio deI
aprendizaje y de Ia asociación. Sin embargo, Chomsky postulaba Ia existencia de un dis-
o que se ponen en práctica. En este sentido, vale el interés de Jacques-
positivo cerebral innato (el "órgano dei lenguaje") , que permite aprender y utilizar el len- Alain Miller en Ia paradoja escéptica de Kripke, que ya forma parte de
guaje de forma casi instintiva. Comprobó además que los principios generales abstractos de nuestra forma de leer Ia manera en Ia cual Lacan nos lleva a pensar los
Ia gramática son universales en Ia especie humana, postulando Ia existencia de una gramá- lazos entre síntoma e inconsciente.
tica universal. Denominó gramática generativa aI conjunto de regIas que permiten construir
infinitas frases a partir de un número finito de elementos mediante regIas diversas que pue-
I"
den formalizarse. Así, con un juego reducido de regIas gramaticales y un conjunto finito de
términos, 10s humanos pueden producir un número infinito de frases, incluidas frases que 2. Para Wittgenstein ellenguaje es como una caja de herramientas, y quien 10 habla, ma-
nadie haya dicho anteriormente. neja Ias herramientas.

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P n r el binario síntoma-inconsciente es hacer valer que el síntoma Esto es 10 que el concepto propuesto por Lacan de "identificación ai sín-
íun 'i n dei lado de Ia letra, que el síntoma se lee, y que -a partir de Ia ex- toma" nos permite interrogar, ai final del análisis, cuando se detiene el
p ri ncia analítica- el síntoma es algo en 10 que se cree, ya que su saber desliz de Ia cadena significante, entonces podemos decir que 10 que queda
ioncierne. EI síntoma tiene un valor irreductible , a pesar de los esfuerzos dei síntoma es coextensivo con el inconsciente.,
'i ntificistas para reducirnos ai funcionamiento de una máquina que no Identificación ai síntoma no quiere decir que el síntoma devenga ego-
I ndría ningún sentido. sintónico, no quiere decir que se reabsorba dentro dei yo, no es una adhe-
A veces Ia creencia en el sentido dei síntoma excede el campo de Ia rencia, una reconciliación como se ve en Ias psicosis. En Ia psicosis Ia
psicopatología de Ia vida cotidiana o Ia psicopatología psiquiátrica. Por reconciliación (Versohnung) implica Ia creación de un ser nuevo, donde Ia
jernplo, es suficiente que una persona tenga un cáncer, o una enfermedad creación dei síntoma de ninguna manera es una reconciliación con 10 que
que parece determinada por un disfuncionamiento corporal para que, de fui, soy 10 que fui pero solo si me reinvento sin saber dei todo 10 que estoy
t das formas, el sujeto se pregunte: l,qué he hecho para que esto me toque inventando, solo estoy en el esfuerzo mismo de esta "invención", 10 que
fi mí? Es decir, que aún en el caso de dolencias que tienen una escritura quiere decir que el síntoma está desatado, desabonado de 10 que era el
científica completa, para el sujeto tienen una significación personal fun- saber que ya conocía o que ya extraía durante el análisis. Si Ia palabra in- ,
damental, l,qué he hecho para que esto me toque a mí? Y cualquier razo- vención puede entrar en Ia farnilia de Ios usos que hacemos como inven-
namiento nunca agota tal pregunta; tenemos testimonios de sujetos que ción psicótica, invención ai final del análisis, ello debe llevarnos a
entonces, en esos momentos, creen en Ia medicina alternativa como un es- interrogar Ias relaciones en Ia escritura posible dei síntoma. Y así, en Ia clí-
fuerzo de mantenerse en Ia palabra, en el discurso común, de no reducirse nica de los nudos que Lacan aborda en el Seminario 23, explora Ias ma-
a Ia maquinaria infernal a Ia cual el discurso dei sinsentido total los con- neras con Ias que inconsciente y síntoma se pueden distribuir dentro de
dena. Estos esfuerzos de réplica de cada uno frente ai síntoma, indican que Ias distintas consistencias: RSI. Tal sistematización dei movimiento de su
en el síntoma hay un saber, que en el cuerpo y sus disfunciones hay un ensefianza no es un acontecirniento imprevisto, ya que con Ia escritura que
saber, y ello es 10 que es puesto en función en el discurso analítico. EI in- propone, podemos releer los esfuerzos que él ya hacía para ubicar Ias es-
consciente, en este sentido, es un aparato de lectura de este saber dei sín- pecificidades de Ias lecturas dei inconsciente según Ias consistencias. Ya
toma, y se puede decir que entonces, más allá de 10S delírios propuestos por en el seminario de La ética ... hay una lectura dei goce utilizando letras en
Ia ciencia ficción de un inconsciente sin síntoma, se trata, en Ia experien- Ias que el objeto a se lee separado de 10 simbólico y de 10 imaginario.
cia analítica de Ia lectura dei síntoma dentro dei espacio de discurso. También hay otras maneras donde Lacan explora, a partir dei Semina-
Se trata de pensar esa relación entre inconsciente y síntoma dei lado de rio 16, Ias consistencias dei cuerpo en tanto que imaginario, es verdad que
Ias neurosis, dei lado de Ias psicosis, dei lado de los inclasificables. En Ias dejando del otro lado 10 real y 10 simbólico. Las relaciones entre síntoma
neurosis es el final dei análisis el que nos interroga precisamente sobre el e inconsciente nos reenvían a Ia otra vertiente, que no es el final del aná-
límite de esa experiencia de lectura dei síntoma. Y muchos de los trabajos lisis, sino Ia de Ia experiencia dellado de Joyce, o de manera más genera-
que se presentan en estas jornadas, tanto en Ias plenarias como en Ias si- lizada, dellado de Ia psicosis, deI sujeto que interroga el discurso a partir
multáneas, trabajan esta cuestión. Loque interrogan es el límite, si es que de Ia singularidad de esa significación, porque si hay un sujeto en el cual
realmente ai final podemos hacer una equivalencia entre 10 que queda dei el síntoma se da en una dimensión de soledad absoluta, es precisamente Ia
síntoma como equivalente ai saber inconsciente, si saber inconsciente y dimensión de significación personal absoluta deI síntoma psicótico. Y en
restos sintomáticos son equivalentes o no, si tienen el mismo valor y si, a esto vemos, en 10 que llamamos estabilizaciones, 10 que es un modo de
un cierto nivel, inconsciente y síntoma, designan el mismo punto de real. identificación al síntoma, de poder tener un poco de paz en una relación

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1\ III1V I(la después de Ia Versohnung, y después de un equivalente dentro dei


lengua con esto durante Ia guerra, para mantener Ias esperanzas entre el ini-
li llrio de 10 que es el pasaje ai acto. Porque en un primer sentido podemos cio dei fin, el fin dei inicio y finalmente el final deI fino EI que tuvo Ia de-
11 'il' que el pasaje ai acto es una manera de nombrar, donde el sujeto al- cisión, el acto, fue él, que en 1942 decidió -sean cuales sean Ias lIamadas
'1I1lZ11 Ia definición de sí mismo más allã dei espejo, ya que ai atravesar el
a Ia negociación-, que había solo un fin posible para Ia guerra que era Ia
til j en el pasaje ai acto el sujeto se encuentra a sí mismo dei otro lado
rendición absoluta y total deI sistema nazi y sin ninguna otra posibílidad,
'01110 identificación salvaje ai síntoma. Lo que lIamamos Versohnung, es
mientras que habían muchos que decían que se podían entender con unos
1111 rn do de identificación a este síntoma, pero también con derecho po-
generales alemanes, que podían tomar el poder, que siempre con los mili-
I m s decir que el sujeto producido no es ya el sujeto que había antes. tares se puede discutir y pueden poner Ia población en control. Pero pre-
I sujeto psicótico, "mártir dei inconsciente" -como Schreber-, re- cisamente fue el rechazo absoluto de esto 10 que definió Ia idea de que
nciliado con Ia escritura de su síntoma, entra en Ia misma familia de había solo un frn posible, y entonces a partir de esto se consideró que había
puntos de inflexión que Joyce en 10 que concierne a su condición de de- el inicio dei fin, el fin dei inicio, hasta el momento final. Creo que más allá
sabonado dei inconsciente. Es decir que hay entre Ia reconciliación y el ca- de estas casuísticas sobre el fin y el final dei fin, es muy distinto en nues-
rãcter de desabonado un parentesco fundamental, son Ias mismas famílias tras reflexiones sobre el pase si inscribimos Ia perspectiva dei pase como
de relaciones entre inconsciente y síntoma. Así que ya sea dellado dei experiencia científica, o más bien una experiencia acorde con Ia relación
final de análisis o ya dei lado de los que padecen de una relación singular entre síntoma e inconsciente, que hemos desdibujado a través de Ia ex-
absoluta con el lenguaje y que pueden tener una experiencia fuera dei psi- ploración guiada por Jacques-Alain Miller de Ia última enseííanza de
oanálisis como Joyce -aquí Lacan no aconsejaba Ia experiencia analí- Lacan. Es otra cosa cuando, como 10 dijo él, el pase no es tanto Ia mani-
tica- en estas dos vertientes tenemos los mismos interrogantes de 10 que festación de Ias competencias científicas, más bien es el esfuerzo que hace
e una relación entre el síntoma e inconsciente que puede designar una re- uno para acercarse a este punto en el cual inconsciente y síntoma resuenan.
conciliación entre letra y campo de Ia palabra, 10 que seria un discurso que Durante el análisis, por 10 tanto -distinto de nuestra perspectiva final- me
no seria semblante. Un discurso que no seria un semblante seria ai final sin parece difícil no tener Ia idea de que hay momentos de invención, cada
palabras, y cuando Lacan tuvo Ia osadía de preferir un discurso sin pala- vez que se atraviesa una identificación. EI atravesamiento dei plano de Ias
bra, esto nos lleva a interrogar: l,que seria un psicoanálisis sin palabras? identificaciones no se hace de golpe y Lacan mismo utilizó un modelo
Precisamente sin palabras pero no sin letras, hay que completar esta lla- progresivo: el modelo es Ia báscula dei espejo hasta lIegar ai nivel dei
mada de Lacan. Yes en esto que voy a detenerme hoy para seguir mafiana plano. Cuando Ia identificación cae, entonces hay que reinventarse allí
a partir de este punto. donde no hay más el punto de garantía que daba esa identificación clave.
EI secreto de los análisis que duran bien es Ia reinvención permanente,
Respuestas a preguntas como en Ias parejas.
2. Me remito a un analista que describió una manera de inscribir el in-
1. La pregunta remite a Ias discusiones que tuvimos, por ejemplo, consciente como letra en el cuerpo y que fue Serge Leclaire. Tenía Ia idea
acerca de si había momentos de pase durante el análisis o si había solo el de que el cuerpo erótico era una superficie más zonas erógenas múltiples.
pase final. Y sobre toda una casuística dei fin, 10 que es que una vez que Leclaire terna tal creencia en ese cuerpo letrado y Lacan una vez le dijo:
se inscribe uno en Ia perspectiva dei fin y dei final, nunca consigue el final "Leclaire, usted es un idólatra", siendo un judío que se pasó en sus últimos
"final": l,cómo saber si el final es 10 verdadero sobre 10 verdadero, 10 final aíios ai budismo, ello era para él una manera, sin ninguna duda, de tocar
sobre 10 final? Y Churchill precisamente supo hacer efectos de juegos de algo de su relación ai cuerpo, que se manifestó en su teoria analítica. Cada

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vez que pensamos Ia inscripción en el cuerpo corno algo similar a Ia ins-


cripción de Ia letra en el papel, en Ia superficie de Ia carta, me parece que
caemos en una idolatría de Ia escritura, ya que Ia escritura de Ia letra en el
cuerpo es algo que más bien marca una falla, marca algo que nunca se
puede inscribir corno en una carta. Hay sí una escritura que se asemeja a
Ia de Ia hiperletra de Ia web; cada vez que uno entra toca Ia tecla sobre Ia
letra y reenvía a otra fórmula y esta a otra, no hay a este nivel salida alguna
sino Ia apertura a un hueco en el texto. La funciónf(x) es escritura y al
mismo tiempo hueco que atraviesa toda inscripción posible en términos de
superficie. Siempre tenemos que pensar en los huecos, los puntos de in-
flexión, Ias superficies orientables.
3. Debilidad mental o psicosis constituye una bipartición dada por
Lacan que permite reordenar Ia clínica a partir de un punto radical. Si con-
sideramos al síntoma como saber, los dos extremos de Ia relación del su-
jeto con el saber son o Ia incertidumbre fundamental del antes de todo
saber, del cual testimonia Ia debilidad mental, o Ia certeza absoluta de Ia
cual testimonia Ia psicosis. Ausencia de certeza por un lado, certeza abso-
luta del otro, en dos absolutos. Es una concepción mística de Ia clínica, es
Ia mística del no saber y Ia mística del saber.
En Ia debilidad mental se está entre dos discursos, estar entre dos dis-
cursos es precisamente estar dudando del uso de todo juego de palabra, de
todo discurso, el uso posible de Ias palabras o del saber que no son sepa-
rables dei discurso. No es 10 mismo a estar entre dos significantes, no es
entonces equivalente al sujeto tachado que está entre el SI y el S2 ya que,
estar entre dos discursos, es no saber cuál es el uso posible del goce. Os-
cilar entre los dos hace que el sujeto no tenga ninguna brújula para orien-
tarse, entonces debilidad mental, ausencia de certeza.

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