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TESIS DOCTORAL: Alfabetización en Salud del

profesorado de enseñanzas no universitarias y su relación con variables personales y de


TESIS DOCTORAL
Alfabetización en Salud del profesorado de
enseñanzas no universitarias y su relación
con variables personales y de salud

Maria del Mar Silvestre Garcia Maria del Mar Silvestre Garcia

2022
salud.
Escola Internacional de Doutoramento

María del Mar Silvestre García

TESIS DOCTORAL
ALFABETIZACIÓN EN SALUD DEL PROFESORADO DE ENSEÑANZAS NO
UNIVERSITARIAS Y SU RELACIÓN CON VARIABLES PERSONALES Y DE SALUD

Dirigida por los doctores:

Dra. María José Martínez Patiño

Dr. Iago Portela Pino

2022
Escola Internacional de Doutoramento

Los Dres. Dña. María José Martínez Patiño y D. Iago Portela Pino

HACEN CONSTAR que el presente trabajo, titulado


“ALFABETIZACIÓN EN SALUD DEL PROFESORADO DE ENSEÑANZAS NO
UNIVERSITARIAS Y SU RELACIÓN CON VARIABLES PERSONALES Y DE
SALUD”, que presenta la doctoranda María del Mar Silvestre García para
la obtención del título de Doctora, fue elaborado bajo su dirección en el
programa de doctorado “EDUCACIÓN, DEPORTE E SAÚDE” Cod.
PO2D016V06 de la Universidade de Vigo.

Pontevedra, 27 de noviembre de 2022.

Los directores de la tesis doctoral


Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

DEDICATORIA

A mi familia

Nota:

Se aceptan las normas internacionales sobre lenguaje no sexista. Sin embargo,


y por una cuestión de operatividad, aunque a lo largo de esta tesis se mencione
únicamente al género masculino se estará haciendo referencia a ambos sexos; así,
aunque se aluda solamente a profesores o a alumnos se estará haciendo mención
tanto a profesores como a profesoras y tanto a alumnos como a alumnas, por ejemplo.

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relación con variables personales y de salud

AGRADECIMIENTOS

En primer lugar, gracias a mi madre, mi padre y mi hermano, porque


sin ellos no estaría aquí.

Gracias, la familia académica alicantina con la que comparto a diario


mi realidad. Mis compañeros de la Facultad de Educación, J.A (“El Mariscal”),
José Antonio Rodríguez Sirvent, Ana Miquel, y Miguel García Jaén, que de
una manera especial han participado en este camino académico, han
pasado muchas horas de su tiempo ayudando, arropándome y compartiendo
risas y llantos.

Gracias a la familia académica gallega que, desde el otro lado de la


península, me acogió con los brazos abiertos, creyó en mí y en el éxito de
este proyecto y ha colaborado de manera generosa en todo este proceso
formativo. En especial a mis directores: A Dra. M.ª José Martínez Patiño y el
Dr. Iago Portela Pino.

La familia docente, esas amigas que me descubrió el cole, y de las


aprendí muchísimo de didáctica y, sobre todo, de la vida. Gracias, Ana,
Noelia, Madame Pons, Romero, Ángeles, Marina, Jessica, y Trini. Sois
fantásticas, no sería quien soy sin teneros conmigo.

A Margarita, por estar en cada paso, por esas charlas telefónicas en


las que aun estando lejos, te sentía tan cerca, por comprenderme y
aconsejarme. Gracias, gracias por ser y estar.

A M.ª José Martínez Patiño, mi mentora, y mi amiga. Gracias por lo


aprendido y por recorrer este camino conmigo. Sin ti no sería realidad.
Luchamos y ganamos.

Gracias a esa familia que se elige, con la que sin ellos no podría
avanzar, ni disfrutar. Gracias por esos ánimos, esos abrazos y miles de

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consejos para que pudiera volar y sentir. Javier i Vicent, que me adoptaron;
Estrella y María José, a las que adopté; Carmen y Patri, a los que tengo la
suerte de tener a mi lado; a Elena, por jugar conmigo a la vida. Y gracias a
Patricia, y Rubén por ser tan maravillosos, es imposible quererlos más.

A los que, aunque viven lejos, están tan cerca que se pueden oír los
latidos de su corazón. Esos que estando en mitad de África, son capaces de
encontrarnos y disfrutar la vida. María y Miguel, gracias por compartir
vuestro mundo, que también es el nuestro.

Gracias, Chin, mi compañero de vida, por estar ahí, por acompañarme


en mil aventuras, por apoyarme en las caídas, por entender qué es lo
importante en nuestras vidas. Por compartir a la mejor familia, Tula, Inca,
Lola y Naia, mis niñas, mis tesoros, que siempre han estado a mi lado
incondicionales, dando amor.

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relación con variables personales y de salud

ÍNDICE GENERAL

DEDICATORIA .............................................................................................. 5

AGRADECIMIENTOS ................................................................................... 7

ÍNDICE GENERAL ........................................................................................ 9

ÍNDICE DE TABLAS ................................................................................... 13

RESUMEN .................................................................................................... 17

ABSTRAT ..................................................................................................... 22

INTRODUCCIÓN ......................................................................................... 27

1. MARCO TEÓRICO................................................................................... 31

1.1. Alfabetización en salud: aproximación epistemológica .................. 31

1.1.1 El concepto de salud ....................................................................... 31

1.1.2 Alfabetización en salud .................................................................. 33

1.1.3 Educación para la salud, promoción de la salud y alfabetización en


salud .................................................................................................................... 42

1.2. Salud y Educación física ................................................................. 46

1.2.1 Los contenidos del curriculum para alfabetizar en salud ............... 46

1.2.2 La actividad física y sus beneficios para la salud........................... 63

1.2.3 La práctica deportiva como estrategia de salud ............................. 71

1.3. Nivel de alfabetización en salud en diferentes poblaciones ............ 80

1.3.1 Nivel de Alfabetización en salud de la población en general ........ 80


1.3.1.1 Alfabetización en salud durante la Infancia ........................... 83
1.3.1.2 Alfabetización en salud durante la Adolescencia................... 84
1.3.1.3 Alfabetización en salud en estudiantes universitarios ............ 85
1.3.1.4 Alfabetización en salud en población adulta .......................... 86
1.3.1.5 Alfabetización en salud en personas mayores ........................ 90

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María del Mar Silvestre García

1.3.1.6 Consideraciones finales ................................................................. 92


1.3.2 Nivel de alfabetización en salud del profesorado........................... 93

1.3.3 Variables que determinan la alfabetización en salud ................... 101

2. MARCO EMPÍRICO ........................................................................ 105

2.1. Problema de la investigación ......................................................... 105

2.2. Descripción del contexto ............................................................... 108

2.3. Objetivos e hipótesis de investigación .......................................... 116

2.4. Variables de estudio ...................................................................... 118

2.5. Enfoque y diseño de investigación ................................................ 119

2.5.1 Participantes ................................................................................. 121

2.5.2 Instrumento................................................................................... 122

2.5.3 Procedimiento............................................................................... 124

2.5.4 Análisis de los datos ..................................................................... 125

2.6 Resultados ..................................................................................... 128

2.6.1 Perfil personal del profesorado .................................................... 128

2.6.2 Perfil de salud del profesorado ..................................................... 128

2.6.3 Nivel de Alfabetización en salud del profesorado en función de las


capacidades y dimensiones ............................................................................... 130

2.6.4. Análisis inferencial ...................................................................... 136

2.6.4.1 Variables personales .................................................................. 136

2.6.4.2 Variables de salud ..................................................................... 142

2.6.5 Análisis correlacional ................................................................... 149

2.6.6 Modelo explicativo de la AS en el profesorado ........................... 151

2.7 Discusión y Conclusiones ............................................................. 153

2.7.1 Perfil personal del profesorado de enseñanza obligatoria y su


relación con la alfabetización en salud.............................................................. 153

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Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

2.7.2 Nivel de salud en el profesorado de enseñanza obligatoria y su


relación con el nivel de salud ............................................................................ 158

2.7.3. Modelo explicativo de la AS en el profesorado de enseñanzas no


universitarias ..................................................................................................... 161

3. Limitaciones ......................................................................................... 165

4. Líneas de Actuación .......................................................................... 167

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS......................................................... 171

ANEXO: INSTRUMENTO DE RECOGIDAS DE DATOS ...................... 209

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Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 01. Dimensiones y capacidades de alfabetización en salud según


Sorensen et al. (2002). ............................................................................................... 41

Tabla 02. Evolución de la alfabetización en salud en Europa ....................... 47

Tabla 03. Agrupación temática de temas de salud en el currículum ............. 51

Tabla 04. Conocimientos específicos relativos a la salud en el currículum .. 59

Tabla 05: Características del currículum que contemple la alfabetización en


salud ........................................................................................................................... 61

Tabla 06. Beneficios de la práctica de actividad física regular...................... 67

Tabla 07. Distribución de los ítems según dimensiones y capacidades ....... 124

Tabla 08. Consistencia interna de las variables analizadas.......................... 126

Tabla 09. Prueba de Kolmogorov-Smirnov para una muestra ..................... 127

Tabla 10. Descriptivos de las variables personales del profesorado ............ 128

Tabla 11. Descriptivos del perfil de salud ................................................... 129

Tabla 12. Porcentajes y media de los ítems de la dimensión atención y


cuidado sanitario ...................................................................................................... 130

Tabla 13. Porcentajes y media de los ítems de la dimensión prevención de


enfermedades ........................................................................................................... 131

Tabla 14. Porcentajes y media de los ítems de la dimensión promoción de la


Salud ........................................................................................................................ 133

Tabla 15. Nivel de la alfabetización en salud del profesorado (N=450) ..... 135

Tabla 16. Cálculo de t de student para cada dimensión y capacidad en función


de las variables dicotómicas relacionadas con la variable sexo............................... 136

Tabla 18. Cálculo de ANOVA para cada dimensión y capacidad en función


de las variables politómicas relacionadas con las personas de convivencia ............ 138

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María del Mar Silvestre García

Tabla 19. Cálculo de ANOVA para cada dimensión y capacidad en función


de las variables politómicas relacionadas con área de residencia ............................ 139

Tabla 20. Cálculo de t de student para cada dimensión y capacidad en función


de las variables dicotómicas relacionadas con la variable etapa educativa. ............ 140

Tabla 21. Cálculo de ANOVA para cada dimensión y capacidad en función


del ámbito de conocimiento ..................................................................................... 140

Tabla 22. Cálculo de de t de student para cada dimensión y capacidad en


función de las variables politómicas relacionadas con el Proceso Patológico ........ 142

Tabla 23. Cálculo de de t de student para cada dimensión y capacidad en


función de las variables politómicas relacionadas con el acompañamiento médico 143

Tabla 24. Cálculo de ANOVA para cada dimensión y capacidad en función


del nivel de alfabetización en salud ......................................................................... 144

Tabla 25. Cálculo de de t de student para cada dimensión y capacidad en


función de las variables politómicas relacionadas con números de ingresos
hospitalarios ............................................................................................................. 145

Tabla 26. Cálculo de de t de student para cada dimensión y capacidad en


función de las variables politómicas relacionadas con número de vistas a urgencias
................................................................................................................................. 146

Tabla 27. Cálculo de de t de student para cada dimensión y capacidad en


función de las variables politómicas relacionadas con autopercepción del nivel de
ejercicio físico. ......................................................................................................... 147

Tabla 28. Cálculo de de t de student para cada dimensión y capacidad en


función de las variables politómicas relacionadas con autopercepción de la salud. 148

Tabla 29. Correlación de Pearson entre la edad y las diferentes capacidades y


dimensiones de alfabetización en salud ................................................................... 149

Tabla 30. Modelo de regresión lineal múltiple ............................................ 151

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relación con variables personales y de salud

ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1. Estructura de la investigación ......................................................... 30

Figura 2. Modelo de Alfabetización en salud ................................................ 40

Figura 3. Situación de la Comunidad Autónoma Valenciana dentro de España


................................................................................................................................. 109

Figura 4. Población residente en la Comunidad Valenciana, por grupo


quinquenal de edad .................................................................................................. 110

Figura 5. Distribución población residente en la comunidad Valenciana por


provincia, y sexo. ..................................................................................................... 110

Figura 6. Total de alumnado matriculado en la Comunidad Valenciana. .... 111

Figura 7. Profesorado de la CV distribuido por cuerpos docentes .............. 113

Figura 8. Profesorado de centros públicos de la Comunidad Valenciana por


edad (intervalos), valores absolutos ......................................................................... 114

Figura 9. Distribución del profesorado de la Comunidad Valenciana según


sexo .......................................................................................................................... 114

Figura 10. Profesorado de centros públicos de la Comunidad Valenciana por


edad y sexo. ............................................................................................................. 115

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Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

RESUMEN

Desde finales del siglo pasado se han realizado múltiples estudios que asocian
los beneficios para la salud de la práctica de deportes y la realización de ejercicio
físico aeróbico con regularidad. Ya en 2002, la OMS en su informe sobre la salud en
indicaba que la inactividad era uno de los factores de riesgo que explican las
proporciones epidémicas actuales de las enfermedades no transmisibles (ENT). Por
tanto, la formación del profesorado sobre salud parece cada vez más acuciante.

No debemos pensar que el concepto de salud es un concepto simple como


podría parecer ya que debemos tener en cuenta todos los ámbitos del individuo,
incluyendo la sociedad y el entorno o ambiente en el que se desarrolla. Según Cajina
Pérez (2020) no puede haber educación sin salud, ni salud sin educación. Para la
consecución de un estilo de vida saludable, la escuela debe asumir que los programas
deben desarrollarse en Comunidades de Aprendizaje, entendidas como un grupo de
personas que aprenden juntas utilizando las herramientas disponibles en su entorno
inmediato (padres, alumnos, profesores y sociedad). Partimos desde la perspectiva
teórica ya que, en la actualidad, ni la escuela, ni la familia ni el contexto social
pueden impartir esa formación por separado. El intercambio de información, valores,
pautas de actuación, etc. puede ser contradictorio, dependiendo de quién lo realice.
Se deben unir esfuerzos para crear redes eficaces de transformación social y cultural
basadas en el aprendizaje dialógico, el trabajo cooperativo y solidario, es decir,
mediante un modelo de formación más abierto, participativo y flexible. Según Pino
Juste y Romo (2009) la escuela se presenta como un lugar ideal para la construcción
de esta cultura de la salud ya que el sistema educativo proporciona a los estudiantes
una formación que favorece su desarrollo, y no puede “considerarse completa y de
calidad si no se incluye la conformación de un conjunto de valores que no siempre se
adquieren de manera espontánea”. De ahí la importancia de conocer cual, es la
formación del profesorado en las diferentes temáticas de salud.

Desde la legislación educativa actual LOE (Ley Orgánica de Educación,


2006) los contenidos propios de la alfabetización en salud se establecen

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María del Mar Silvestre García

específicamente en todos los niveles de la enseñanza obligatoria, entre otros


objetivos podemos destacar la necesidad de desarrollo de afianzar hábitos de cuidado
y salud corporales y a aprender a valorar de forma crítica los hábitos sociales
relacionados con la salud, el cuidado de los seres vivos y el medio ambiente y el
consumo. Por lo tanto, la escuela posee un entorno idóneo para la promoción de la
salud, gozando como entidad generadora de reconocimiento social e institucional,
por lo que en este capítulo pretendemos observar como este constructo se ha
integrado en el currículum estableciéndose como una competencia alcanzada en el
logro de los objetivos que se establecieron en “Salud 2020” que pretendía promover
el fomento de la salud y el bienestar. Autores como Salvador et al., (2008)
consideran que es necesaria la promoción de la salud en la escuela ya que es el lugar
donde la educación para la salud llega de forma más firme e incida en los cambios de
hábitos en la población más joven. Es ineludible la sensibilización de la infancia y
juventud en los centros escolares en este ámbito para permitir que los individuos
construyan conocimientos y hábitos básicos que permitan la promoción y defensa de
la salud.

Dado que no existen estudios específicos en donde se pueda relacionar el


nivel de AS de los docentes no universitarios con sus variables demográficas,
socioeconómicas y educativas, planteamos una aportación a la ciencia en donde se
establecen los siguientes objetivos. El objetivo general del estudio planteado es
describir el nivel de alfabetización en salud del profesorado del ámbito no
universitario de la Comunidad Valenciana y analizar su relación con variables
personales, profesionales y de salud.

Para facilitar el análisis se han establecido objetivos específicos concretos


relacionados con sus correspondientes hipótesis derivadas de la literatura previa. En
primer lugar, examinar la relación entre las variables personales y profesionales y el
nivel de alfabetización en salud del docente del ámbito no universitario de la
Comunidad Valenciana, y en segundo lugar examinar las relaciones entre las
variables de salud y el nivel de alfabetización en salud del profesorado del ámbito no
universitario de la Comunidad Valenciana

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Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Este estudio contiene dos partes, una donde se describe todo el marco teórico,
que nos permite acercarnos a los conceptos clave y las evidencias actuales sobre la
alfabetización en salud. El análisis empírico mediante un diseño descriptivo
observacional forma la segunda parte.

En el proceso de investigación, que ha contado con una planificación


sistemática, permitiéndonos buscar y recabar información sobre el tema de estudio y
los fenómenos sociales que construyen su realidad. Se ha utilizado un enfoque
interpretativo, permitiendo conocer la realidad del contexto del estudio, característico
en fenómenos educativos. Se enmarca además en la tipología de estudios
denominada transversal observacional, permitiéndonos estudiar numerosas variables.
A su vez también presentan la dificultad característica de enmarcarse en un sistema
social abierto donde la realidad es compleja y se presenta de forma múltiple.

Es estudio es no experimental ya que en ningún caso se manipulan de forma


deliberada las variables de estudio basándonos principalmente en la observación de
los fenómenos tal y como se dan en su contexto natural para posteriormente
analizarlos. En relación con la muestra nos encontramos con una muestra no
probabilística intencional, dependiente de las condiciones que permiten hacer el
muestreo, se seleccionan a través de mecanismos informales y no aseguran la total
representación de la población implicando no poder calcular con precisión el error
estándar de estimación. Para permitirnos como investigadores llegar de forma
objetiva midiendo de forma controlada la aproximación numérica al objeto de la
investigación se ha utilizado el procedimiento cuantitativo. Ello nos reconoce
conclusiones precisas, caracterizándose por realizar mediciones controladas, con
pruebas objetivas, tras la comprobación y confirmación.

El instrumento utilizado en este estudio es el Cuestionario Europeo de


Alfabetización en Salud (HLS-EU-Q47) (Ruiz-Cabello, 2015). Este cuestionario es
un instrumento fiable que permite una medida integral de la AS auto percibida de la
población, posibilitando una diferenciación entre las distintas dimensiones y
capacidades de alfabetización de la salud de los participantes (Ruiz-Cabello, 2015).
Dicho cuestionario se administró al total de la muestra de profesores de las etapas de
primaria y secundaria, y junto al mismo se recogieron una serie de variables

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sociodemográficas. También se tuvieron en cuenta las etapas educativas, tanto


primaria como secundaria y por último se analizó el tipo de convivencia, siendo las
posibilidades de convivir solo, en pareja o con familia.

Los resultados vinculados al estudio nos indican que el nivel de AS del


profesorado se explica por factores de salud y no personales. Los resultados muestran
una relación estadísticamente significativa entre la variable dependiente (IGHL) y el
número de ingresos hospitalarios, el número de visitas a urgencias, la autopercepción
de la salud y la práctica de actividad física. De este grupo de variables, la que tiene
mayor peso específico en la variable respuesta es la autopercepción de la salud
(β=.242). En el caso de la variable convivencia es mayor la AS en todas las
capacidades en las personas que viven solas, sobre todo con respecto a las que viven
en familias, encontrado diferencias con respecto al estado civil de tal forma que los
solteros tienen mayor formación relacionada con todas las dimensiones que los
casados ya que obtienen una media mayor en cada uno de los factores. No existen
diferencias en función del área geográfica donde residen el colectivo de profesorado.
La edad se relaciona con todas las dimensiones y capacidades de la alfabetización en
salud de forma negativa, de tal forma que a mayor edad menor nivel de
alfabetización en salud. Con respecto a su perfil de salud debe la mayoría no ha
tenido ningún proceso patológico importante en su vida y considerada que tiene un
nivel de alfabetización en salud normal. Solamente el 25,8 % considera que tiene una
excelente alfabetización en salud y el 8,7% que esta alfabetización es deficiente.

En relación al área de conocimiento donde imparten docencia el profesorado


como podemos comprobar el profesorado de Educación Física tiene mayor nivel de
AS, le siguen los del ámbito de la salud, los que imparten clase en educación
primaria, humanidades y, por último, los del ámbito científico.

Por tanto, el nivel de alfabetización en salud del profesorado es alta (=


35,68). Con respecto a las capacidades de AS oscila entre la de entender que es la
más alta (=37,171) y procesar es la más baja (= 34,75). En el caso de las
dimensiones la media más alta está en la dimensión atención y cuidado de la
enfermedad (= 37,062) y la más baja prevención de la enfermedad (= 36,55) y
promoción de la salud (= 36,553).Con respecto al nivel de AS sobre la dimensión

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Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

cuidado sanitario podemos observar que los ítems que alcanzan mayor media son la
capacidad de llamar a una ambulancia en caso de emergencia (=3,62); seguir las
instrucciones de su médico o farmacéutico (=3,46) o entender las instrucciones del
médico o farmacéutico sobre cómo tomar las medicinas recetadas (=3,41). Las
habilidades que adquieren menos media son juzgar si la información que aparece en
los medios de comunicación sobre una enfermedad es fiable (=2,90), valorar
cuándo puede necesitar una segunda opinión de otro médico entender (=2,94),
juzgar las ventajas y desventajas de los distintos tratamientos posibles (=2,96), e
incluso entender los prospectos que vienen con sus medicamentos (=3,03). Y las
capacidades con menor valoración son, Averiguar qué cambios a nivel político
podrían afectar a su salud (=2,55), involucrarse en actividades que mejoren la salud
y el bienestar de su comunidad (=2,70), encontrar información sobre cómo se
podría promover y fomentar la salud de su barrio (=2,83) o modificar su forma de
vida en aquellos aspectos que afectan a su salud y bienestar (=2,89).

Una vez establecidos los resultados, las conclusiones que podemos extraer
son: en general factores como edad, estado civil o la convivencia son determinantes
en le grado adquirido de AS. De las seis variables sociodemográficas de este estudio,
los resultados muestran diferencias significativas entre categorías en cuatro de ellas
(edad, estado civil, etapa educativa y convivencia), en el ámbito de conocimiento
hemos encontrado diferencias, aunque estas no son significativas En cambio
variables como género, el área geográfica no hemos encontrado diferencias, debido a
la formación de los docentse. Estos resultados ponen en evidencia que los niveles de
AS del profesorado vienen determinados por factores de tipo personal y/o profesional.
Destaca que el profesorado de Educación Física, en comparación con otras áreas,
muestren mayores índices de Alfabetización en salud, y concienciación, dando
relevancia a la importancia dentro del currículum de EF, orientado a la mejora de la
salud, y adquisición de hábitos saludables.

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María del Mar Silvestre García

ABSTRAT

Since the end of the last century, many studies have linked the health benefits
of sport and regular aerobic physical exercise. Already in 2002, the WHO in its
report on health in 2002 indicated that inactivity was one of the risk factors behind
the current epidemic proportions of non-communicable diseases (NCDs). Therefore,
health education for teachers seems to be increasingly urgent.

We should not think that the concept of health is a simple concept as it might
seem, as we must take into account all areas of the individual, including society and
the environment in which he or she develops. According to Cajina Pérez (2020) there
can be no education without health, nor health without education. In order to achieve
a healthy lifestyle, the school must assume that programmes must be developed in
Learning Communities, understood as a group of people who learn together using the
tools available in their immediate environment (parents, students, teachers and
society). We start from the theoretical perspective since, at present, neither the school,
the family nor the social context can provide this training separately. The exchange
of information, values, guidelines, etc. can be contradictory, depending on who does
it. Efforts must be joined to create effective networks for social and cultural
transformation based on dialogic learning, cooperative and solidarity-based work, i.e.
through a more open, participatory and flexible training model. According to Pino
Juste and Romo (2009), the school is an ideal place for the construction of this
culture of health, since the educational system provides students with training that
favours their development, and cannot "be considered complete and of high quality if
it does not include the shaping of a set of values that are not always acquired
spontaneously". Hence the importance of knowing how teachers are trained in
different health issues.

Since the current educational legislation LOE (Ley Orgánica de Educación,


2006) the contents of health literacy are specifically established at all levels of
compulsory education, among other objectives we can highlight the need to develop
habits of care and body health and to learn to critically assess social habits related to
health, care of living beings and the environment and consumption. Therefore, the

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Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

school has an ideal environment for the promotion of health, enjoying social and
institutional recognition as a generating entity, so in this chapter we intend to observe
how this construct has been integrated into the curriculum, establishing itself as a
competence achieved in the attainment of the objectives set out in "Health 2020",
which aimed to promote the promotion of health and well-being. Authors such as
Salvador et al. (2008) consider that health promotion at school is necessary, as it is
the place where health education is most firmly established and has the greatest
impact on changing the habits of the youngest members of the population. It is
essential to raise awareness among children and young people in schools in this area
in order to enable individuals to build knowledge and basic habits that enable health
promotion and protection.

Given that there are no specific studies in which the level of HA of non-
university teachers can be related to their demographic, socioeconomic and
educational variables, we propose a contribution to science in which the following
objectives are established. The general objective of the proposed study is to describe
the level of health literacy of non-university teachers in the Valencian Community
and to analyse its relationship with personal, professional and health variables.

In order to facilitate the analysis, specific objectives have been established in


relation to their corresponding hypotheses derived from previous literature. Firstly, to
examine the relationship between personal and professional variables and the level of
health literacy of non-university teachers in the Region of Valencia, and secondly, to
examine the relationship between health variables and the level of health literacy of
non-university teachers in the Region of Valencia.

This study contains two parts, one where the theoretical framework is
described, which allows us to approach the key concepts and current evidence on
health literacy. The empirical analysis using a descriptive observational design forms
the second part.

In the research process, which has been systematically planned, allowing us


to search for and collect information on the subject of study and the social
phenomena that construct its reality. An interpretative approach was used, allowing
us to get to know the reality of the context of the study, which is characteristic of

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María del Mar Silvestre García

educational phenomena. It is also framed within the type of studies known as cross-
sectional observational studies, allowing us to study numerous variables. At the same
time, they also present the characteristic difficulty of being framed in an open social
system where reality is complex and presents itself in multiple forms.

This is a non-experimental study as in no case are the study variables


deliberately manipulated, basing ourselves mainly on the observation of the
phenomena as they occur in their natural context in order to subsequently analyse
them. In relation to the sample, we have a non-probabilistic, intentional sample,
dependent on the conditions that allow sampling to be carried out, selected through
informal mechanisms and which do not ensure total representation of the population,
which means that the standard error of estimation cannot be calculated with precision.
In order to enable us as researchers to arrive at an objective, controlled measurement
of the numerical approximation to the object of the research, the quantitative
procedure has been used. This gives us precise conclusions, characterised by
controlled measurements, with objective evidence, after verification and
confirmation.

The instrument used in this study is the European Health Literacy


Questionnaire (HLS-EU-Q47) (Ruiz-Cabello, 2015). This questionnaire is a reliable
instrument that allows a comprehensive measure of the self-perceived HA of the
population, enabling a differentiation between the different dimensions and health
literacy skills of the participants (Ruiz-Cabello, 2015). The questionnaire was
administered to the total sample of primary and secondary school teachers, and a
number of socio-demographic variables were collected. The educational stages were
also taken into account, both primary and secondary, and finally, the type of
cohabitation was analysed, with the possibilities of living alone, with a partner or
with a family.

The results of the study indicate that the level of SA of teachers is explained
by health factors rather than personal factors. The results show a statistically
significant relationship between the dependent variable (IGHL) and the number of
hospital admissions, the number of emergency room visits, self-perception of health
and the practice of physical activity. Of this group of variables, the one with the

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Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

greatest specific weight on the response variable is self-perception of health (β=.242).


In the case of the cohabitation variable, the SA is higher in all abilities in people who
live alone, especially with respect to those who live in families, and differences were
found with respect to marital status in such a way that single people have more
training related to all dimensions than married people, as they obtain a higher mean
in each of the factors. There are no differences according to the geographical area
where the teaching staff live. Age is negatively related to all dimensions and skills of
health literacy, so that the older the teacher, the lower the level of health literacy.
With regard to their health profile, most of them have not had any major pathological
process in their life and consider that they have a normal level of health literacy.
Only 25.8% consider that they have excellent health literacy and 8.7% that their
health literacy is poor.

In relation to the area of knowledge in which the teaching staff teach, as we


can see, Physical Education teachers have the highest level of HA, followed by those
in the field of health, those who teach in primary education, humanities and, lastly,
those in the field of science.

Therefore, the health literacy level of teachers is high (= 35.68). With regard
to the HA skills, it ranges from understanding which is the highest (= 37.171) to
processing which is the lowest (= 34.75). In the case of the dimensions, the highest
mean is in the dimension care and attention to illness (= 37.062) and the lowest in
the dimension’s prevention of illness (= 36.55) and health promotion (= 36.553).
With regard to the level of SA on the health care dimension we can observe that the
items that reach the highest mean are the ability to call an ambulance in case of
emergency (=3.62); to follow the instructions of their doctor or pharmacist (=3.46)
or to understand the instructions of the doctor or pharmacist on how to take
prescribed medicines (=3.41). The skills with the lowest mean scores are judging
whether information in the media about an illness is reliable (=2.90), assessing
when they might need a second opinion from another doctor, understanding (=2.94),
judging the advantages and disadvantages of different possible treatments (=2.96),
and even understanding the package leaflets that come with their medicines (=3.03).
And the lowest rated skills are Finding out what changes at the policy level could

25
María del Mar Silvestre García

affect their health (=2.55), getting involved in activities that improve the health and
well-being of their community (=2.70), finding information on how the health of
their neighbourhood could be promoted and encouraged (=2.83), or changing their
way of life in ways that affect their health and well-being (=2.89).

Once the results have been established, the conclusions we can draw are: in
general, factors such as age, marital status or cohabitation are determinants in the
degree of HA acquired. Of the six socio-demographic variables in this study, the
results show significant differences between categories in four of them (age, marital
status, educational stage and cohabitation); in the area of knowledge we found
differences, although these were not significant. These results show that teachers'
levels of SA are determined by personal and/or professional factors. It is noteworthy
that Physical Education teachers, in comparison with other areas, show higher rates
of health literacy and awareness, giving relevance to the importance within the PE
curriculum, aimed at improving health and acquiring healthy habits.

26
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

INTRODUCCIÓN

El sistema educativo en España durante más de tres décadas ha sufrido


cambios importantes a nivel legislativo, con las consecuentes implicaciones en
cuanto a funcionamiento contenidos, objetivos y metodologías. Es una realidad con
la que he crecido como profesional y a la cual he tenido que adaptarme. En estos
años, en mi trayectoria tanto como estudiante, en las diferentes etapas, como
profesional de la docencia, siempre estuvo la duda o inquietud sobe la eficacia del
proceso de enseñanza y aprendizaje con tantos cambios y si estos se ajustaban
realmente a las necesidades a las que debería dar respuesta, el sistema educativo de
un país.

Mi itinerario de estudios comienza con la Ley Educación General Básica


(EGB), más tarde con la formación en Ciclos la Ley de Ordenación General del
Sistema Educativo, con la obtención de la Diplomatura en Magisterio, y la
Licenciatura en Ciencias de la Actividad física y el Deporte. Tras ello y hasta la
fecha las diferentes leyes de educación que me afectaron ya desde la perspectiva
docente.

Todo este viaje educativo y formativo, me proporciona un punto de vista que


vivo con inquietud y con la necesidad de dar respuesta a las diferentes necesidades
que voy encontrando en mi día a día. En todos los procesos mi intención es mejorar,
complementar y subsanar errores o limitaciones en mi labor docente. El objetivo es
perfeccionar para poder transmitir con la mayor tasa de éxito posible, los
conocimientos que permitan a los futuros maestros que saldrán de nuestra
Universidad un desempeño profesional de su labor docente. Todo ello siempre desde
una perspectiva holística y humanista, llena de conocimientos, procesos, emociones y
principios.

Es un proceso en el que se lleva originando mucho tiempo de hecho, la


UNESCO trabaja desde 1946 para hacer realidad esta visión de alfabetización, como

27
María del Mar Silvestre García

proceso para todos basada en la convicción de que adquirir y mejorar las


competencias a lo largo de la vida. Siendo parte intrínseca del derecho a la educación
y conllevando un enorme empoderamiento y muchos beneficios.

Dentro del contexto profesional docente se debe tener en cuenta que todo lo
que aprendemos, enseñamos y acompañamos debe ser en pro de la formación
integral del individuo. No obstante, en muchas ocasiones la formación en salud no
está en las prioritarias e incluso se relega a puestos secundarios.

Dentro de mi posición como docente y desde la Educación Física, priorizo la


alfabetización en salud, haciendo referencia al conjunto de conocimientos,
habilidades y experiencias en materia de salud que hacen a un individuo, que no es
profesional, conocedor de su propio estado de salud y de cómo cuidarse, ayudando a
que sean competentes.

Pero para poder incidir o plantear intervenciones dentro de este campo, el


primer paso era conocer la realidad del cuerpo docente. Se necesitaba determinar el
nivel de alfabetización en salud que tienen los profesionales de la docencia. Sólo
asegurando un nivel de calidad en los conocimientos en materia de salud podremos
empezar a registrar y comparar esa transmisión de información y la utilidad o
eficacia de esta.

Si a este marco general, añadimos la pasión por la actividad física y la salud


obtenemos un punto de vista profesional donde los diseños y metodologías utilizadas,
cambian sus estructuras, añaden inclusión, multiniveles de enseñanza e integración
de las necesidades individuales. Donde existe una gran preocupación por los valores
y la situación de la sociedad española, hecho que debe verse reflejado en el sistema
educativo; educación para la salud, en educación sexual, educación inclusiva,
formación del profesorado.

Mi humilde objetivo, es contribuir al crecimiento y evidenciar el potencial


social en el ámbito educativo, mostrando mi preocupación por el bienestar y fomento
de la salud en la población docente lo que a su vez repercute en la formación integral
de su alumnado. Hemos de tener en cuenta que, en Europa, la alfabetización para la
salud está considerada como una estrategia europea de salud para 2020. Para lograrlo

28
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

será necesario la implicación de toda la sociedad, teniendo en cuenta que es una tarea
compleja (Juvinyà-Canal, Bertran-Noguer, & Suñer-Soler, 2018).

Para ello, necesitamos unos docentes cada vez más formados, y con los
recursos adecuados para saber, no sólo lo que se espera de ellos, sino además con la
motivación para sentirse útiles dentro del entramado educativo. La importancia de la
educación, parte de la necesidad de conocer cuál es el sentir general, que nivel de
conocimientos tiene el docente para afrontar estas necesidades educativas y sociales.
El nivel de alfabetización del equipo docente en la materia que imparte, con el que
cuenta el sistema educativo de la Comunidad Valenciana, es vital para iniciar este
paso que permita cubrir las necesidades formativas docentes que atiendan a las
necesidades educativas del alumnado. Es por ello, que mi camino empieza aquí, en la
búsqueda de información sobre el nivel de conocimiento y detección de necesidades
sobre la formación del profesional de la educación, en materia de salud.

Para ello hemos dividido la tesis en dos apartados. Un primer apartado donde
se describe el marco teórico que nos permite realizar un acercamiento a los conceptos
clave objeto de análisis y a las evidencias empíricas actuales sobre la alfabetización
en salud del profesorado. En la segunda parte se describe el análisis empírico
realizado mediante un diseño descriptivo observacional teniendo en cuenta variables
de corte personal como la edad, el género, el estado civil, el área de residencia, los
ingresos mensuales, la convivencia y variables de salud como el número de visitas a
urgencias, los ingresos hospitalarios, la autopercepción de la salud, la de ejercicio
físico, el acompañamiento médico y su influencia sobre el nivel de alfabetización en
salud del profesorado de diferentes ámbitos de conocimiento.

El estudio se completa con las limitaciones del estudio, se sugieren unas


líneas de actuación e investigación futuras, y las referencias bibliográficas
consultadas. También se incorporación de documentos anexos utilizados en nuestro
trabajo. Como una breve guía de la investigación realizada y respetando la estructura
esencial del proceso de toda investigación que sigue el método científico, recogemos
la secuencia temporal de dicha investigación en la figura I.

29
María del Mar Silvestre García

Figura 1. Estructura de la investigación

30
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

1. MARCO TEÓRICO

1.1. Alfabetización en salud: aproximación


epistemológica

1.1.1 El concepto de salud

El término salud ha evolucionado en el último siglo desde el concepto de salud


como "la no existencia de anomalías", a la salud como "un estado de completo
bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de afecciones o enfermedades"
(OMS, 1948). De hecho, van Druten, Bartels, van de Mheen, et al. (2022) señalan que
esta definición de salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) no se ajusta a
los puntos de vista actuales de la sociedad; ya que implica que muchas personas con
enfermedades crónicas o discapacidades serían consideradas poco saludables y el
bienestar completo sería utópico e inviable para ellas. Posteriormente la Carta de
Ottawa de 1986 describe la salud como "un recurso para la vida cotidiana, no el objeto
de la vida". Más recientemente, Huber et al. (2011) propusieron una nueva definición
de salud como "la capacidad de adaptación y autogestión", que incluye la capacidad de
las personas para adaptarse a su situación como clave para la salud. Por tanto, el
concepto de salud ha evolucionado a lo largo de los siglos desde el concepto de
preocupación individual hasta un objetivo social mundial existiendo diferentes
conceptos cambiantes de la salud. Entre ellos un concepto biomédico, concepto
ecológico, concepto psicosocial y concepto holístico. Pero, no existe un consenso
sobre los conceptos de salud y enfermedad (van der Linden, & Schermer, 2022).

Tampoco debemos pensar que el concepto de salud es un concepto simple


como podría parecer ya que debemos tener en cuenta todos los ámbitos del individuo,
incluyendo la sociedad y el entorno o ambiente en el que se desarrolla. Por tanto,
puede asumir múltiples significados y, por tanto, se puede hablar de la necesidad de
utilización de múltiples modelos (Juárez, 2011).

31
María del Mar Silvestre García

En general se definen dos periodos en la evolución del concepto de salud. Un


período clásico desde principios de siglo hasta mediados de los años 70, y un período
actual desde mediados de la época de los 70 a la actualidad. Este primer periodo está
basado en un concepto negativo de la salud que desafortunadamente sigue vigente,
hasta modelos de salud positiva. Por tanto, como señala Juárez, (2011) existen
diferentes aproximaciones teóricas y modelos entre los que se encuentran el modelo
biopsicosocial, el modelo salutogénico, el modelo de salud, el modelo holista, el
modelo de elección personal, el modelo de salud como bienestar, el modelo de salud
como madurez, el modelo de salud como inteligencia emocional y el modelo de
salud como resiliencia, entre otros.

Para Leonardi, (2018) la definición de salud no es sólo una cuestión teórica, ya


que tiene implicaciones para la práctica, la política y los servicios sanitarios. La
actual definición de salud, formulada por la OMS, no parece adecuada para afrontar
los nuevos retos de los sistemas sanitarios. De hecho, van Druten, Bartels, van de
Mheen, et al. (2022) se preguntan si un concepto general de salud puede guiar todas
las prácticas sanitarias.

Debemos asumir que el concepto de salud es diferente para los profesionales


que, para los pacientes, y este hecho puede dar lugar a malentendidos en la práctica.
Por tanto, tal como señala Leonardi, (2018) debemos rechazar la necesidad de una
definición única en favor de un enfoque plural en el que no puede existir la mejor
definición de salud sino muchas definiciones diferentes, más o menos útiles según el
ámbito de aplicación. Y considerar que a salud y la enfermedad son conceptos
prácticos y plurales (van der Linden, & Schermer, 2022).

Por esto, siguiendo a Powell y Scarffe (2019) consideramos que el concepto de


salud será diferente en función del entorno institucional y estará conformado por
objetivos pragmáticos, epistémicos o éticos particulares.

En el contexto educativo consideramos la salud como “Salud Integral”, es decir


un estado físico, mental y social, un conjunto de factores biológicos, emocionales y
espirituales que contribuyen a un estado de equilibrio en el individuo.

Como señala Dacher, (2009) la salud integral implica una nueva forma de
pensar sobre uno mismo. No se trata de otro remedio, terapia o técnica de autoayuda

32
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

sino de asumir la responsabilidad de la propia salud y de la vida de una manera


completamente nueva y holística. Exige una transformación dinámica e intencionada de
la mente y el corazón que conduce a un profundo cambio en la salud. Los problemas
que pueden perturbar el bienestar de una persona son variados: trastornos alimentarios,
sedentarismo, adicciones, conductas obsesivo-compulsivas, ansiedad, depresión, falta
de adaptación al entorno, etc. Estas perturbaciones conllevan un riesgo para la salud y
son más habituales en colectivos desfavorecidos (Pino Juste, 2004). Para la consecución
de un estilo de vida saludable, la escuela debe asumir que toda la comunidad educativa
(padres, alumnos, profesores y sociedad) tiene un papel activo en las acciones de
desarrollo, no pueden actuar como receptores pasivos. Para ello, los programas deben
desarrollarse en Comunidades de Aprendizaje, entendidas como un grupo de personas
que aprenden juntas utilizando las herramientas disponibles en su entorno inmediato. Se
trata de reunir microconocimientos para formar una inteligencia colectiva entendida
como un proceso de apoyo y colaboración mutua que permite a una comunidad resolver
problemas.

En este estudio se parte de esta perspectiva teórica ya que, en la actualidad, ni la


escuela, ni la familia ni el contexto social pueden impartir esa formación por separado.
El intercambio de información, valores, pautas de actuación, etc. puede ser
contradictorio, dependiendo de quién lo realice. Por ello, hay que aunar esfuerzos para
crear redes eficaces de transformación social y cultural basadas en el aprendizaje
dialógico, el trabajo cooperativo y solidario, es decir, mediante un modelo de formación
más abierto, participativo y flexible.

De ahí la importancia de conocer cual, es la formación del profesorado en las


diferentes temáticas de salud.

1.1.2 Alfabetización en salud

El concepto de salud incluye por tanto diferentes aspectos. El aspecto


subjetivo, que sería el bienestar, tanto físico como mental y social; el aspecto
objetivo, referido a la capacidad de funcionamiento; y los aspectos sociales, en los
que incluiríamos el trabajo y la adaptación social. Según esta premisa la salud no es
el objetivo de la vida, sino un recurso para la vida diaria (De La Guardia Gutiérrez y
Ruvalcaba Ledezma, 2020).

33
María del Mar Silvestre García

Teniendo en cuenta esta complejidad del concepto de salud, hemos de tener


en cuenta que ya se han realizado también diferentes aproximaciones al concepto de
alfabetización en salud (AS) recogidas por Pino Juste (2021). El interés por este
concepto surgió ya en la década de 1970 con la necesidad de proveer una educación
sanitaria considerada como política social y, en la década de 1990 con la maduración de
los sistemas de pago de la atención sanitaria gestionada sobre todo en los Estados
Unidos (Parnell, et al., 2019).

Es habitual que se utilicen los términos alfabetización sanitaria y


alfabetización en salud como sinónimos. El primero es utilizado habitualmente en el
contexto sanitario y el segundo en contexto educativos y sociales. En general, la
alfabetización sanitaria trata de las capacidades de las personas para entender,
adquirir y utilizar la información sobre su salud de forma que puedan comprender y
usar la información sobre la salud para promover y mantener una buena salud. Las
estrategias de alfabetización sanitaria suelen abarcar la prevención de la enfermedad,
la protección y promoción de la salud (González Ojea, 2019). Por lo que hemos
considerado ambos términos sinónimos.

Aunque, Falcón y Basagoiti (2014) describen en sus estudios que no es


suficiente con poder acceder a la información, sino que es necesario poseer otras
habilidades y posibilidades para utilizar la información y los conocimientos de
manera adecuada. La información debe adecuarse, de manera que se adapte a las
necesidades y características del individuo. Según el autor, la importancia de que los
individuos tengan las habilidades y conocimientos necesarios para la toma de
decisiones se debe a que solo unas pocas decisiones se toman en el ámbito sanitario,
la gran mayoría de éstas se toman a nivel domiciliario.

Con el término del siglo XX, el avance de las nuevas tecnologías ha


provocado que se intensifique el volumen de las informaciones y los medios para su
tránsito. Por ello, se hace imprescindible interactuar con la comunicación, desde su
búsqueda y tratamiento hasta la creación de nuevas emisiones comunicativas (Blasco
y Durban, 2015). Todos estos procesos y contenidos relacionados con las habilidades
informacionales son cada vez más atendidos desde diferentes ámbitos, pues “las
personas alfabetizadas en información saben cómo encontrar, evaluar y utilizar

34
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

información de manera eficaz para resolver un problema o tomar una decisión”


(ALA, 1998).

Esta realidad no es ajena al ámbito de la salud, pues en los últimos años fluye
un mayor caudal de información sobre aspectos vinculados con los estilos de vida
saludable, la prevención de enfermedades o el papel activo que los pacientes pueden
asumir en el tratamiento de sus dolencias. No obstante, esta abundancia informativa
no ha venido acompañada de toda una serie de habilidades o mecanismos que
permitan acceder a la información apropiada, interpretarla y valorarla para tomar
decisiones relevantes sobre la salud personal y la de comunidad (FaIcón y Luna,
2012).

A causa de este desfase, ya en los años 70 se empieza a hablar en el ámbito


anglosajón de health literacy, que fue traducido al castellano de diferentes formas,
entre las que se encuentra alfabetización en salud (AS). Este término emergió en la
esfera educativa y fue nombrado por vez primera en el año 1974, en concreto, en un
trabajo firmado por S. K. Simonds, que fue publicado en Health Education
Monograph, bajo el título de “Health education as social policy”. Posteriormente, en
el año 1975, se realizó en los Estados Unidos el primer estudio ideado para fijar la
capacidad de los sujetos en lectura y cálculo para actuar en el campo sanitario. A
partir de aquí, fue apareciendo numerosa literatura científica al respecto, porque
alfabetizar en salud supone situar la salud propia, la de la familia y la de la
comunidad en su contexto, comprender los factores que les afectan y saber cómo
hacerles frente (Sørensen et al., 2012).

En los inicios de este campo de estudio, la American Medical Association


creó una Comisión específica, que concretó que el término de alfabetización en salud
debería ser empleado para describir y explicar el vínculo entre los niveles de
alfabetización del paciente y su capacidad para llevar a cabo las indicaciones
terapéuticas prescritas (Powers, 1988). Así mismo, la Organización Mundial para la
Salud (OMS), señaló en el año 1998 que la AS “representa las habilidades cognitivas
y sociales que determinan la motivación y capacidad de los individuos para obtener
acceso, comprender y usar información de forma que promueva y mantenga la salud.
AeS significa más que ser capaz de leer folletos y realizar citas adecuadamente”. No

35
María del Mar Silvestre García

obstante, se trata de un término complejo, que ha suscitado diferentes análisis y


debates, sin haberse logrado consensuar de modo unánime una definición sobre su
caracterización.

Nutbeam (2000) indica que la AS incluye las habilidades personales,


cognitivas y sociales que fijan la capacidad de los individuos para tener acceso,
entender y emplear la información con la intencionalidad de fomentar y preservar
una buena salud. Por su parte, Zarcadoolas et al. (2003) amplían la variedad de
habilidades y competencias que los sujetos desarrollan para buscar, comprender,
evaluar y utilizar información y conceptos de salud para afrontar decisiones
informadas, rebajar los riesgos para la salud e incrementar la calidad de vida. Desde
una perspectiva más contextual, Kickbusch et al. (2006) aluden a la capacidad de
tomar decisiones en el marco de la vida cotidiana, como es el hogar, la comunidad, el
centro de trabajo, el sistema sanitario, el mercado y el ámbito político. Se trata de un
proceso que, según Mancuso (2008), evoluciona con el paso de la vida y acoge los
atributos de capacidad, comprensión y comunicación.

A pesar de aludir a parte de estos aspectos, Yos et al. (2009) se fijan en los
formatos y en otros códigos, al entender la AS como el grado de las personas sobre
su capacidad de leer y comprender el material impreso vinculado con la salud,
reconocer e interpretar la información plasmada en formato gráfico y ejecutar
operaciones aritméticas con el propósito de tomar las decisiones apropiadas en lo
referente a la salud. A la variedad de registros comunicativos también se refieren
Adams et al. (2009), quienes la relacionan con la capacidad de entender e interpretar
el significado de la información de salud escrita, hablada o digital y cómo este hecho
afecta a las personas a la hora de asumir o ignorar las acciones asociadas a la salud.
Por su lado, Freedman et al. (2009) contemplan una visión comunitaria, pues
consideran que la AS supone el nivel en el que los sujetos y los grupos pueden
obtener, comprender y evaluar información precisa para tomar decisiones de salud
pública que propicien beneficios a la comunidad.

A través de todas estas referencias, se observa que la AS se detiene en las


habilidades del sujeto para asumir decisiones y en su capacidad para entenderse en
los sistemas sanitarios, aunque se ha ido abriendo también hacia la consideración del

36
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

espacio público de la salud. De este modo, se trata de un concepto que aglutina los
conocimientos, habilidades personales y capacidades que empoderan a las personas
en relación con la buena salud (Peerson et al., 2009), siendo un recurso válido para
toda la vida y todas las edades, así como necesario para cualquier contexto (Kerka,
2017).

La definición más habitual es la utilizada por el Consorcio HLS-EU señala


que la AS “se basa en una alfabetización general e implica el conocimiento, la
motivación y las competencias de las personas para acceder, comprender, evaluar y
aplicar información de salud con el fin de emitir juicios y tomar decisiones en la vida
cotidiana sobre atención médica, prevención de enfermedades, y promoción de la
salud para mantener o mejorar la calidad de vida durante el curso de la vida”
(Sørensen et al., 2012).

En otro estudio, Sørensen, et al. (2015) definen la alfabetización en salud


como las capacidades de la población para satisfacer las demandas de salud en la
sociedad moderna, cada vez más complejas. Berkman, Davis y McCormack (2010)
la definen como el grado en el que las personas pueden lograr, procesar y entender la
información y los servicios básicos de salud necesarios para tomar las decisiones más
adecuadas a sus necesidades. Batterham, et al. (2016) agregan además que el
concepto de alfabetización en salud habla de los factores personales y relacionales
que interfieren en las facultades de una persona para adquirir, entender y utilizar la
información sobre la salud y los servicios sanitarios.

Nolasco, et al. (2021) definen la alfabetización en salud como las habilidades


tanto a nivel cognitivo como social que influyen en la motivación y las posibilidades
de acceder, comprender y usar los conocimientos en la promoción y mantenimiento
de la salud.

Bonal Ruiz, Leyva Caballero y Rodríguez Espinosa (2021) hacen hincapié en


la necesidad de concebir la Alfabetización en Salud como las habilidades para
conocer y entender, buscar y acceder a la información de salud, poder interiorizarla,
comprenderla y llevarla a cabo.

Más allá de las capacidades individuales y del ámbito médico, Nutbeam


(2000) postula un enfoque público de carácter tripartito, que expande el

37
María del Mar Silvestre García

conocimiento desde el manejo de la salud individual hasta los determinantes de


carácter social de la salud: 1) AS funcional, que acoge las habilidades básicas para
poder actuar de forma efectiva en los contextos diarios; 2) AS interactiva, que
atiende a capacidades más o menos desarrolladas útiles para actuar en acciones
frecuentes, obtener información y comprender las diversas modalidades
comunicativas; y 3) AS crítica, que apunta a esas capacidades cognitivas más
avanzadas dirigidas a analizar información y emplearla para tener una mayor
decisión en sucesos o episodios determinados de la vida.

A raíz de esta propuesta, surgieron nuevas consideraciones, entre las que


destacamos la de Freedman et al. (2009), quienes añadieron tres nuevas dimensiones
al concepto como integrante de la salud pública: 1) Fundamentos conceptuales, que
abarca conocimientos e información de carácter básico para comprender y actuar
ante dificultades de salud pública; 2) Habilidades críticas, que implica capacidades
para conseguir, procesar, valorar y actuar sobre la información precisa para asumir
determinaciones vinculadas de la salud pública que redunden el beneficio de la
comunidad; y 3) Orientación cívica, que se refiere a las habilidades para tratar las
cuestiones de salud mediante el compromiso cívico, teniendo el sujeto que estar
capacitado para regular el reparto desigual de cargas y beneficios en relación al
conjunto de la sociedad.

Por lo dicho, se entiende que este campo puede ser perspectivizado desde una
visión clínica individual, que atiende a los recursos que las personas ponen en
funcionamiento para obtener, comprender y emplear la información sanitaria
ofertada para sostener su toma de decisiones; además de una visión poblacional, es
decir, de salud pública, que se vincula con la complicada, cambiante y social
interacción de las capacidades de los individuos, los sistemas de salud y otros
cuerpos sociales (Nutbeam, 2008; Pleasant y Kuruvilla, 2008).

En esta conjunción de lo individual y lo colectivo también redunda la Carta


de Calgary (Coleman et al., 2013), en la que a los pacientes se les atribuye la función
de encontrar, comprender, evaluar, comunicar y usar la información; mientras que
los proveedores han de mejorar la capacidad de la gente para actuar mediante el
ofrecimiento apropiado del conjunto de las informaciones. Por su parte, al sistema

38
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

sanitario le corresponde propiciar un acceso ecuánime y fácil de información


asociada a la salud, además de tratar con adecuación a todas aquellas personas que
posean un grado menor de alfabetización.

Ante las debilidades de investigación en el área de la alfabetización en salud,


la Comisión Europea puso en marcha el proyecto HLS-EU, con la intención de reunir
indicadores para establecer una Red Europea de Alfabetización en Salud. En un
primer momento, abordaron una revisión sistemática de la bibliografía especializada
para determinar las definiciones, los paradigmas conceptuales y las herramientas de
medida para la AS. Por una parte, todo este trabajo les permitió concluir que la
alfabetización en salud puede definirse como los conocimientos, competencias y
motivaciones de los individuos para aproximarse, comprender, evaluar y aplicar
información relativa a la salud para emitir juicios y asumir decisiones sobre la
atención y los cuidados sanitarios, las prácticas para prevenir dolencias o la
promoción de aspectos asociados a la salud para mantener o mejorar la calidad de
vida a lo largo del tiempo (Sørensen et al., 2012).

Po otro lado, Sørensen et al. (2012) señalan que todas las propuestas teóricas
realizadas manifiestan diferentes flaquezas, puesto que buena parte no se asientan en
sólidas bases teóricas y muchas de ellas no han sido validadas de un modo empírico.
Buena parte tampoco aúna los elementos configuradores de la modalidad de la AS
médica (individual) y de salud pública, además de evidenciar un carácter estático en
sus ideas, no contemplando, por lo tanto, que el hecho de la AS supone un proceso.
A esto se le añade la problemática de que los patrones que ligan la AS con sus
antecedentes y sus consecuencias no están recogidos de un modo diáfano y
compresible

A partir de aquí, Sørensen et al. (2012) expusieron su propia propuesta que


engloba el punto de vista médico-asistencia y el de salud pública de la alfabetización
en salud. Establecen un modelo de AS integrado de alfabetización en salud, en el que
se cruza un modelo conceptual con los elementos destacables de la AS, un modelo
lógico que plasma los factores que afecta esta alfabetización y los modelos que unen
AS y los resultados en salud. En la siguiente figura se plasma este modelo:

39
María del Mar Silvestre García

Figura 2. Modelo de Alfabetización en salud

En su núcleo se sitúan las 4 competencias centrales de la AeS (acceso,


comprensión, evaluación y aplicación), por medio de las cuales las personas pueden
intervenir como enfermo o paciente en el sistema sanitario, como sujeto que puede
enfermar en el sistema de prevención de la enfermedad y como ciudadano en
relación con las propuestas de promoción de la salud en la comunidad, en el ámbito
educativo, en el espacio del trabajo… Cabe señalar que todos estos aspectos se ven
condicionados por razones propias del individuo (sexo, edad, educación, posición
económica, etc.), así como por otras derivadas del contexto (corrientes políticas,
religión, cultura, lenguaje, etc.).

Desde el cruce de estos referentes, Sørensen et al. (2012) también diseñaron


una tabla que puede convertirse en la base para llevar a cabo intervenciones de
mejora de la AS y aportar un sedimento conceptual para la creación y validación de
instrumentos, bajo el prisma de las diferentes aristas de este tipo de alfabetización en
los contextos de atención médica, prevención de enfermedades y promoción de la
salud.

40
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Tabla 01

Dimensiones y capacidades de alfabetización en salud según Sorensen et al. (2002).

Acceder/obtener Comprender la Procesar/evaluar Aplicar/utilizar


información información la información información
relevante para relevante para relevante para la relevante para
la salud la salud salud la salud
Capacidad para
Capacidad para Capacidad para Capacidad para
acceder a
comprender la interpretar y tomar decisiones
Atención información
información evaluar la informadas sobre
médica sobre cuestiones
médica y derivar información problemas
médicas o
significado médica médicos
clínicas
Capacidad para Capacidad para
Capacidad de Capacidad para
comprender la interpretar y
acceder a la tomar decisiones
información evaluar la
Prevención de información informadas sobre
sobre los factores información
enfermedades sobre factores de los factores de
de riesgo y sobre los factores
riesgo para la riesgo para la
derivar de riesgo para la
salud salud
significado salud
Capacidad para Capacidad para
Capacidad para
Capacidad para comprender la interpretar y
tomar decisiones
actualizarse información evaluar la
informadas sobre
sobre los sobre los información
Promoción de la los
determinantes de determinantes de sobre los
salud determinantes de
la salud en el la salud en el determinantes de
la salud en el
entorno social y entorno social y la salud en el
entorno social y
físico físico y derivar entorno social y
físico
significado físico

A pesar de estas propuestas ser aceptadas por la mayoría de la comunidad


científica, otras voces han mostrado su reparo con respecto a ciertos aspectos
recogidos dentro de la amplitud de la AS o a los beneficios que se atribuyen (Tones,
2002; Pleasant y Kuruvilla, 2008). Más allá de estas controversias, cabe señalar que
un sujeto que posea un adecuado nivel de AS tiene las competencias precisas para
gestionar su salud de un modo responsable (Kickbusch y Maag, 2008). Por lo tanto,
se trata de una exigencia cívica, puesto que buena parte de los países desarrollados
cuentan con sistemas de salud ideados para una ciudadanía competente; y de una
exigencia ética, debido a que el cuidado de la salud es una obligación moral en una

41
María del Mar Silvestre García

sociedad que gasta cada vez una mayor cantidad de recursos sanitarios dentro de un
marco caracterizado por su limitación (Falcón y Luna, 2012). Se trata de un bien
necesario que ha de llegar al conjunto de la población, ya que diferentes estudios han
demostrado que los colectivos más vulnerables (enfermos crónicos, ancianos, etc.)
evidencian dificultades en el entendimiento de la información, de la autogestión de la
enfermedad y un incremento del gasto sanitario y de muertes (Parker, 2000;
Gazmararian et al., 2003; Howard et al., 2006; Sudore et al., 2006; Cho Yi et al.,
2008).

1.1.3 Educación para la salud, promoción de la salud y


alfabetización en salud

Es habitual encontrar los términos educación para la salud, alfabetización en


salud o promoción de la salud utilizados como sinónimos. Aunque los tres conceptos
se relacionan y están estrechamente vinculados no podemos identificarlos como tales
(Sharma, 2016).

La educación para la salud se constituye como disciplina en 1921 en el


Instituto de Tecnología de Massachusetts. En 1922 se funda “The Public Health
Education” como sección de la American Public Health Association. Aunque en
1947 tuvo lugar el primer simposio bajo el título "¿Qué es la educación para la
salud?" no es hasta 1977 cuando esta asociación edita un documento donde se
clarifica las funciones de los educadores para la salud. Tal como señala Pino Juste
(2001) los hitos más importantes en Educación para la salud son la carta de Otawa
(1986) y la Conferencia de Promoción de la salud en Adelaide (1988).

Para Cajina Pérez. (2020) no puede haber educación sin salud, ni salud sin
educación.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) define la Educación para la


Salud (EpS) desde dos vertientes diferentes. Según una de ellas la Educación para la
Salud se basa en proporcionar a la población las habilidades, destrezas y el
conocimiento necesario para promocionar y proteger la salud (Riquelme Pérez, 2012;
Calderón Flores, et al., 2021). La otra vertiente considera que la EpS busca la
capacitación de los individuos para que puedan definir de manera activa sus
necesidades y buscar propuestas para conseguir alcanzar metas en salud (Riquelme

42
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Pérez, 2012). Según Cajina Pérez (2020) se define desde 1975 como hábitos
saludables que ayudan a la población a adquirir conocimientos y adecuar conductas,
modificar el ambiente, favorecer mejoras en el estilo de vida responsabilizando a la
propia comunidad. Cuevas (2004) en su libro refleja que la EpS añade al
conocimiento biológico de la persona la compresión y el conocimiento de su
funcionamiento como factor importante de su salud o pérdida de esta.

El fin de la EpS es, pues, buscar que las personas puedan llegar a tomar
decisiones y propuestas sobre su propia salud utilizando sus propias capacidades y
conocimientos. Este proceso educacional busca hacer conscientes a las personas de
su realidad y de su entorno, de sus propias características, ampliando entonces sus
habilidades y conocimientos para poder adquirir capacidades para promocionar y
proteger su propia salud (Riquelme Pérez, 2012). La EpS busca evitar problemas
sociales influenciados muchas veces por la apatía o el desconocimiento (Cuevas,
2004).

El proceso educativo se basa en la reorganización y modificación de las


propias experiencias y vivencias de la población, consiguiendo nuevos
conocimientos y procesos (Riquelme Pérez, 2012).

En los currículums educativos la asignatura de Educación para la Salud busca


que el alumnado alcance los conocimientos que les permitan conocer y examinar los
diferentes problemas de salud, tanto individual como colectiva (Cuevas, 2004).

La EpS ha evolucionado en los últimos años, buscando la comprensión de las


condiciones y factores que ayudan a la mantener y promocionar la salud, en lugar de
atender únicamente a los factores que producen la enfermedad y su evitación (Pérez-
González, Yáñez, Ortega-Navas & Piqueras, 2020).

Según Cuevas (2004), en su libro Educación para la Salud, si los estudiantes


siguen las recomendaciones que se describen en el libro, sabrán reaccionar de manera
adecuada ante los problemas de salud, buscando conocer la enfermedad a la que se
enfrenta, evitando las complicaciones y protegiéndose, lo que le ayudará a
convertirse en promotor de la salud.

Según Carmona Moreno, Rozo Reyes y Mogollón Pérez (2005) Henry


Sigerist fue, en 1945, el primero que diferenció la salud de la enfermedad, definiendo

43
María del Mar Silvestre García

que la medicina debía desarrollar cuatro funciones, la promoción de la salud, la


prevención de la enfermedad, el tratamiento del enfermo y la rehabilitación.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) (1986) define en la Carta de


Ottawa la Promoción de la Salud como el “proceso de capacitar a la población para
que aumente el control sobre su propia salud y la mejore”. Así refieren que, para
conseguir el bienestar completo, tanto físico, como mental y social, las personas
deben poder identificar y llevar a cabo sus ambiciones, mantener cubiertas sus
necesidades y modificar el ambiente o asimilarlo. Se considera la salud como un
recurso para la vida diaria y no como el objetivo de la vida.

En la Declaración de Yakarta sobre la Promoción de la Salud en el siglo XXI,


celebrada en julio de 1997, se reanudaron los distintos planes de la carta de Ottawa,
definiendo la PS como dar a los pueblos los factores necesarios para un mayor
control y mejora de la salud, llevando a cabo una política pública saludable,
fomentando un ambiente de apoyo positivo, dando poder a la acción comunitaria,
fortaleciendo las habilidades personales y gestionar los servicios de salud (Restrepo y
Málaga 2001; Carmona Moreno, Rozo Reyes y Mogollón Pérez, 2005).

La promoción de la salud (PS) es una de las cuestiones más importantes en


Atención Primaria y en la Salud Pública. La promoción de la salud es el proceso que
favorece que las personas aumenten su control sobre los determinantes de la salud
para poder mejorarlos. Es un proceso global a nivel político y social, que busca
fortalecer las habilidades de las personas y promover mejoras en las condiciones
tanto sociales como ambientales y económicas, para disminuir su impacto en la salud
pública e individual. Busca conocer como las personas se exponen a los riesgos y
cómo podrían protegerse o ser más resilientes, impulsando el bienestar de las
personas utilizando los determinantes de salud favorables (De la Guardia Gutiérrez y
Ruvalcaba Ledezma, 2020; Carmona Moreno, Rozo Reyes y Mogollón Pérez, 2005).

La PS facilita cambios en el medio para favorecer la promoción y protección


de la salud. Estos cambios abarcan mejoras en ambiente para que sea saludable, el
desarrollo de las características personales, las modificaciones positivas en los
servicios sanitarios y el llevar a cabo políticas públicas saludables (Saumeth Obredor,
Ortiz Rodríguez, Guerrero García y Román Navas, 2021; Carmona Moreno, Rozo

44
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Reyes y Mogollón Pérez, 2005). Se basa en la necesidad de promover recursos y


capacidades para fomentar la salud y el bienestar (Bauer, et al., 2019).

Una virtud de la PS es su carácter anticipatorio, quiere prevenir el desarrollo


natural de la enfermedad, modificando los determinantes de la salud y mejorando la
calidad de vida, bienestar y funcionalidad de las personas (De la Guardia Gutiérrez y
Ruvalcaba Ledezma, 2020).

El término alfabetización en salud, se utilizó por primera vez en 1974 por


Simonds, quien buscaba que el alumnado en la escuela obtuviese conocimientos
sobre la salud, al igual que los tenían en matemáticas u otras especialidades (Falcón y
Basagoiti, 2014). Aunque otros autores señalan que el termino alfabetización en
salud (AS) es utilizado por primera vez en 1978 en el estudio de Doak y Doak
refiriéndose a la necesidad de tener habilidades lectoras para comprender la
información médica (Rudd, 2019).

La mayoría de los autores consideran que el nivel de alfabetización en salud o


alfabetización sanitaria influye en la comprensión y el manejo de las actividades de
autocuidado, un bajo nivel de alfabetización se relaciona con un mayor riesgo de
ingresos y reingresos hospitalarios, así como con un peor nivel de salud, un aumento
en la morbilidad y mortalidad y una menor capacidad de toma de decisiones en lo
que se refiere a la propia salud peor (Navarro-Rubio,et al., 2016; Howard, Sentell, &
Gazmararian, 2006; Cho, et al., 2008; Nolasco, et al., 2021). Si un paciente con
enfermedad crónica asume de manera activa la gestión de su enfermedad aumentan
su calidad de vida y mejora su condición de salud (Chesser, et al., 2016).

En definitiva, a través de la educación se promueve la salud, por lo que es


importante educarse en salud. La EpS une estos dos ámbitos: salud y educación. La
EpS es una estrategia importante para la promoción de la Salud, ya que la EpS tiene
como propósito la adquisición de conocimientos y habilidades para adecuar los
estilos de vida al propósito de mantener y mejorar la salud (Cajina Pérez, 2020).
Cuando las personas adquieren un nivel de formación en salud, y por tanto obtienen
capacidades para tomar decisiones coherentes y satisfacer las demandas de su salud
se entiende que tiene un alto nivel de alfabetización en salud.

45
María del Mar Silvestre García

Como señala Nutbeam (2000) aunque el término de AS nace como concepto


único y ligado a la educación para la salud; la alfabetización es consecuencia del
proceso de educación.

En este ámbito, Luquis. (2021) deja patente la importancia de la competencia


cultural en las disciplinas de educación y la promoción de la salud ya que es
acuciante abordar las necesidades sanitarias de poblaciones cada vez más diversas
para lograr una equidad sanitaria.

1.2. Salud y Educación física

1.2.1 Los contenidos del curriculum para alfabetizar en salud

Como ya hemos visto, tradicionalmente podemos hablar de la existencia de


una serie de organismos internacionales que se han ocupado y preocupado de forma
sistemática de la necesidad de alfabetizar en salud a los ciudadanos. Estas entidades
son abundantes, pero cabe destacar en esta afirmación las aportaciones de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia (UNICEF), la Comisión Europea y el Consejo de Europa y la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Podemos afirmar que tanto las investigaciones de estos organismos como los
resultados de investigación derivados de sus informes marcan una pauta clara en la
inclusión de la alfabetización en salud en la legislación educativa de numerosos
países y por supuesto en la legislación española afirmando que la educación es el
modo más efectivo de adoptar a largo plazo estilos de vida saludables y promover
que la alfabetización en salud llegue a los grupos de población más jóvenes
independientemente del estatus socioeconómico, el género o el entorno familiar.
(Martín-Rivas, 2002).

Este autor establece un resumen claro acerca de la evolución de la


alfabetización en salud en Europa que podemos observar reflejado en la tabla X
expuesta a continuación y que nos parece de interés reseñar:

46
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Tabla 02

Evolución de la alfabetización en salud en Europa

Período Entidades Objetivo


impulsoras
Década OMS Impulsar la alfabetización en salud en la Escuela
de los 50 contando con la participación del alumnado, de los
padres y del profesorado

Década UNESCO y OMS Impulsar la formación del maestro y


de los 60 elaborar materiales didácticos

Década Ministerio de Manifestar la importancia de los determinantes de


de los 70 Sanidad salud y, especialmente, los factores relacionados con
Canadiense el medio ambiente y los estilos de vida como los de
(Informe Lalonde) mayor influencia en el proceso de salud-
enfermedad.

Fuente: Basado en la clasificación de Martín-Rivas (2002).

Si entendemos la salud como un estado de bienestar físico mental y social y


no solo como ausencia de enfermedad tal y como la entiende la Organización
Mundial de la Salud (OMS) podemos afirmar que los centros educativos que
incorporan la alfabetización en salud para los miembros de su comunidad educativa
construyen las bases que permitirán en el futuro alcanzar los objetivos educativos y
académicos de forma óptima en materia de salud (Llivina, 2008).

Según Pino Juste y Romo (2009) la escuela se presenta como un lugar ideal
para la construcción de esta cultura de la salud ya que el sistema educativo
proporciona a los estudiantes una formación que favorece su desarrollo, y no puede
“considerarse completa y de calidad si no se incluye la conformación de un conjunto
de valores que no siempre se adquieren de manera espontánea”.

Para poder entender como se ha avanzado en la alfabetización de la salud en


los entornos escolares en el caso del Estado español resulta imprescindible realizar
una retrospectiva histórica a nivel legislativo que nos permita observar los cambios
acontecidos en los últimos tiempos respecto de la inclusión de esta temática dentro
del currículum escolar.

47
María del Mar Silvestre García

El primer documento marco en el que nos centraremos para establecer una


referencia será la Constitución Española que especifica en su artículo 45.2 que
existe una obligación por parte de los poderes públicos de dotar de los medios
necesarios para defender y restaurar el medio ambiente y proteger la calidad de vida.

La primera incursión en el currículum de la alfabetización en salud en los


centros escolares a través del currículum se da en 1987 introducida por el Ministerio
de educación, fundamentándose principalmente en la realización por parte del
alumnado de proyectos de investigación acerca de la salud que tuvieran referencias
en sus propias experiencias y las del entorno.

Se datan de 1989 en la Escuela de Madrid las primeras Jornadas Nacionales


de Educación para la salud como resultado de la cooperación y el diálogo entre el
Ministerio de Educación y el Ministerio de Sanidad en conexión con las diferentes
comunidades autónomas (Monsalve, 2013).

Autores como Martín-Rivas (2002) realizan una pequeña reseña temporal


acerca de la inclusión de la educación para la salud en las leyes educativas en
España.

Podemos marcar la inclusión de la alfabetización en salud a nivel legislativo


con la llegada de la LOGSE (Ley Orgánica General del Sistema Educativo, 1990)
en ella se establece por primera vez de forma clara y explícita que la educación para
la salud es un tema considerado transversal que debe estar presente en todas las
áreas curriculares, serán cada una de las comunidades autónomas las encargadas de
adaptarla en función de sus características y necesidades.

Siendo el área de Conocimiento del medio natural, social y cultural en el


Bloque 3 la que integraba los contenidos de salud y desarrollo personal en todos los
ciclos de la educación primaria. Podemos considerar en poco tiempo como símbolo
de innovación y de apertura de la escuela a la sociedad el hecho de que
determinados contenidos pasasen a ser considerados dentro de las disciplinas y
trabajados de forma transversal representando un conjunto de comportamientos y
valores que debían ser educados como ha pasado con las cuestiones referidas a la
salud (Gavidia, 1996).

48
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Autores como Busquets (1994) plantean que la transversalidad permite a la


alfabetización en salud pivotar por todas las áreas de conocimiento dando respuesta
a una demanda social.

Yus (1997) sostiene que es necesario sostener que estas temáticas


transversales no desmontan materias tradicionales, sino que diluyen sus límites para
acercarnos a una realidad compleja y globalizadora

Esta ley resulta de una importancia fundamental si tenemos en cuenta que es


la primera ley educativa que llama a los educadores a nuevos planteamientos en
materia de salud centrándose en intentar que el sistema educativo diera respuesta a
una serie de necesidades que en aquel momento se determinaron imprescindibles
para una sociedad moderna, haciendo hincapié fundamentalmente en la importancia
de la formación del profesorado.

Es en este momento, cuando la materia de educación para la salud se


implanta en el currículo de la Diplomatura de Magisterio y en la Licenciatura de
Ciencias de la Educación equivalentes a los actuales grados de en Pedagogía y
Educación pese a que en todos los casos funcionará como una materia de corte
optativo.

Las leyes educativas que siguieron a la LOGSE no realizan aportes


significativos salvo afianzarse en la idea de la necesidad de mantener a toda costa
todo lo referido a la alfabetización en salud dentro del currículum escolar.

Cabe destacar quizás que en el caso de LOCE (Ley Orgánica de Calidad de


la enseñanza, 2002) los contenidos de la educación para la salud dejan de funcionar
de forma transversal incorporando la formación en salud a contenidos restringidos
de carácter biológico pero dicha modificación no fructificó finalmente.

En la actual LOE (Ley Orgánica de Educación, 2006) los contenidos propios


de la alfabetización en salud se establecen específicamente en todos los niveles de
la enseñanza obligatoria, entre otros objetivos podemos destacar la necesidad de
desarrollo de afianzar hábitos de cuidado y salud corporales y a aprender a valorar
de forma crítica los hábitos sociales relacionados con la salud, el cuidado de los
seres vivos y el medio ambiente y el consumo.

49
María del Mar Silvestre García

Fundamentalmente son las áreas relacionadas con las ciencias de la


naturaleza, la educación física, la educación para la ciudadanía y el conocimiento
del medio aquellas que integran de forma más explícita la educación para la salud lo
que promociona el valor de la alfabetización en salud entre todos los grupos
integrantes de la comunidad escolar en todas las etapas educativas favoreciendo
elecciones personales de estilos de vida saludables, así como comportamientos que
favorezcan la salud y el asentamiento de actitudes positivas hacia la misma desde la
autonomía.

La LOE aborda en todas las etapas aspectos que resultan fundamentales para
la alfabetización en salud en diferentes áreas del currículum tales como: la
educación física, las ciencias naturales, el conocimiento del medio y la educación
para la ciudadanía.

Si queremos trabajar en la educación para la salud no podemos ceñirnos


única y exclusivamente en conceptos ya que resulta fundamental construir hábitos y
comportamientos hacia el aprendizaje de los hábitos saludables para que estos se
desarrollen en el tiempo (Perea y Quesada, 2004).

En el artículo 6 de la Ley Orgánica de Educación 2/2006 se especifica que


se pretende en lo referente a la educación y alfabetización para la salud además de
trabajar en las áreas mencionadas con anterioridad que responden a un consenso y
sentir común de los países europeos que no debemos dejar de tener en cuenta que
existen unas necesidades específicas propias de cada contexto que el currículum
debe incluir una vez que son identificadas. Resulta evidente pensar que las
necesidades respecto a los hábitos saludables no son las mismas en contextos
rurales que urbanos.

Autores como Gavidia (2003) señalan que se pueden establecer cuatro


grandes bloques cuando hablamos de temas de salud y su presencia en el currículum
durante esta etapa a continuación pasamos a exponerlos en la siguiente la tabla 03.

50
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Tabla 03

Agrupación temática de temas de salud en el currículum

Bloque Temas

1 Temas relacionados con el cuidado personal (higiene, vacunas,


contagios…) y del medio ambiente que rodea al individuo.

2 Temas relacionados con la sociedad de consumo (publicidad, modas…)

3 Temas del equilibrio personal (sexualidad, estilos de vida, drogas…)

4 Los temas sobre alimentación y nutrición (nutrientes, dietas, anorexia…)

Fuente: Elaboración propia en base a Gavidia (2003)

La Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE, 2013)


hace desaparecer esos contenidos específicos dentro de las materias para
enmarcarse en los contenidos trasversales estableciendo siete competencias básicas
en el currículo de educación primaria. Siendo potestad de las administraciones
educativas establecer según su criterio los contenidos en bloques de materias
específicas.

Sin embargo, sí podemos observar que los contenidos de educación para la


salud se mencionan de forma parcial en tres puntos de los 14 objetivos que se deben
conseguir en la educación primaria y que se describen a continuación:

1. Valorar la higiene y la salud, aceptar el propio cuerpo y el de los otros,

respetar las diferencias y utilizar la educación física y el deporte como

medios para favorecer el desarrollo personal y social.

2. Desarrollar sus capacidades afectivas en todos los ámbitos de la

personalidad y en sus relaciones con los demás, así como una actitud

contraria a la violencia, a los prejuicios de cualquier tipo y a los

estereotipos sexistas.

51
María del Mar Silvestre García

3. Fomentar la educación vial y actitudes de respeto que incidan en la

prevención delos accidentes de tráfico.

Es de sobra por todos conocidos que esta ley a la que nos estamos
refiriendo mantiene un enfoque por competencias lo que significa que el individuo
debe desarrollar una serie de capacidades que le permitan enfrentarse a las
situaciones problemáticas que pueden presentarse en una sociedad en continuo
cambio. En el caso de la salud nos encontramos con que esta ley no aparece una
competencia específica acerca de la salud por lo que se encuentran diluidas en el
currículum y no aparecen concretadas ni definidas en ningún sitio suponiendo un
escollo para su tratamiento en las aulas que permita establecer unos estándares
mínimos que el alumnado debe desarrollar a través de propuestas que precisen
conocimientos acerca de cómo trabajar, planificar y evaluar.

St Leger y Nutbeam (2000) afirman que entender la alfabetización para la


salud desde un punto de vista transversal potencia el desarrollo integral del
alumnado. Siendo responsabilidad de las administraciones educativas fomentar los
conceptos incluidos de forma transversal relacionados con la alfabetización para la
salud en el currículum tales como: el desarrollo sostenible y medio ambiente; la
actividad física y dieta equilibrada; la vida activa, saludable y autónoma; la
educación y seguridad vial; y el abuso sexual siendo fundamental el tratamiento de
dichos contenidos por parte de profesorado especializado y formado en estas áreas.

Si entendemos los centros educativos como lugares de promoción de la


salud será el propio centro el encargado de ofrecer una formación crítica con el
medio que rodea a los estudiantes otorgándoles herramientas que permitan el
cambio de la situación presente y la creación de ambientes saludables.

Esta idea defendida por estos autores cimienta la base de la legislación


educativa en materia de alfabetización para la salud incluyendo cuestiones básicas
en los currículos de educación infantil, primaria y secundaria donde los ejes de
acción principales pasan por el conocimiento, control, descubrimiento y aprecio de
nuestro propio cuerpo, el fomento y necesidad de adoptar hábitos saludables y

52
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

conseguir bienestar así como de ser conscientes de la necesidad de poseer una salud
individual y colectiva óptima.

Sin embargo, estamos en disposición de afirmar tal y como lo hace Castillo


(1993) que pese a que exista una normativa que regulen todas estas cuestiones
existen numerosos problemas para llevar a la práctica la alfabetización en salud
sobre todo en lo que respecta la traslación de los programas oficiales a la puesta en
práctica por parte de centros educativos y docentes.

Después de esta breve reseña histórica acerca de la implementación de la


alfabetización de la salud en la legislación educativa nos centraremos en comentar
la importancia de la Escuela en esta temática como promotora de la salud. Los
centros educativos junto con el hogar son considerados los ámbitos socializadores
clave donde las personas se desarrollan en prácticamente su totalidad y donde se
establece la configuración de la conducta y valores sociales de infancia y
adolescencia (Ministerio de educación, Cultura y Deporte, 1998).

Esta importancia reside fundamentalmente en la incorporación de proyectos


entre todos los miembros de la comunidad educativa facilitando comportamientos
saludables, autonomía y capacidad de decisión en la elección de actitudes que
promuevan el cuidado de la salud. Si tenemos en cuenta la importancia de optar
por estilos de vida saludables para prevenir problemas relacionados con la salud,
resulta indiscutible no pensar que la educación y por ende la Escuela resultan
fundamentales como medio para alcanzar estos objetivos. García et al., (2000)
afirman que familia y comunidad serán el polo referencial de mediación para que
la acción educativa de alfabetizar en salud se lleve a cabo con éxito. Es necesario
que las familias colaboren en la misión de establecer hábitos saludables
básicamente porque la escuela funciona como una continuación del ambiente
familiar e impacta directamente en las experiencias del niño. Resulta fundamental
establecer un contacto sistemático entre familias y docentes que permitan lograr
esta tarea común.

Young (1995) aborda las escuelas alfabetizadoras en salud como centros


donde todos sus integrantes se preocupan por la salud los unos de los otros y no
solo están interesados en producir educación.

53
María del Mar Silvestre García

Con el paso del tiempo se establece una red de Escuelas promotoras de


salud. Autores como Aranda (1997) citan por ejemplo los criterios de los que
parten este tipo de escuelas para pertenecer a dicha red y que se exponen a
continuación:

1. Promover activamente la autoestima de cada estudiante comprobando que


ello influye positivamente en la vida del centro educativo.
2. Favorecer buenas relaciones entre el personal docente y el alumnado, y entre
los alumnos/as entre sí, en la vida cotidiana escolar.
3. Facilitar la información y los canales de participación para que el alumnado y
profesorado entienden claramente el Proyecto Educativo y los objetivos
sociales de la escuela.
4. Promover un amplio abanico de actividades que supongan retos estimulantes
para todo el alumnado.
5. Aprovechar toda ocasión de mejorar el entorno físico que conforma el centro
escolar.
6. Fomentar lazos sólidos entre el centro, el medio escolar y la comunidad.
7. Establecer relaciones de colaboración entre las escuelas primarias y
secundarias asociadas para elaborar programas coherentes de Educación para
la Salud.
8. Promover activamente la salud y el bienestar del alumnado y de todo el
personal docente y no docente que trabaja y colabora en el centro.
9. Conferir al profesorado un papel de referencia para las cuestiones relativas a
la salud y potenciar su papel protagonista en Educación para la Salud.
10. Resaltar el papel complementario de la alimentación escolar dentro del
programa de Educación para la Salud.
11. Utilizar las posibilidades que ofrecen los servicios de la comunidad como
apoyo al programa de Educación para la Salud.
12. Aprovechar el potencial educativo de los diferentes servicios de salud como
apoyo al programa de Educación para la Salud, más allá del simple
diagnóstico sistemático.

Acabamos de ver los criterios establecidos por la red de escuelas


promotoras de la salud para determinar la pertenencia de los centros educativos a

54
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

dicha red, sin embargo y siguiendo en la misma línea Castillo (1998) establece
una serie de características necesarias para que un centro educativo pueda ser
definido como alfabetizador en salud y que presentamos a continuación.

1. La escuela promotora de salud considera a la Educación para la Salud a


través de todos los aspectos de la vida escolar y sus relaciones con la
comunidad y no sólo en las actividades en el aula.
2. Se basa en un modelo integral de salud que incluye las interacciones entre
los aspectos físico, mental, social y el medio ambiente.
3. Se centra en la participación de los estudiantes a través de una amplia
variedad de métodos que contribuyen a desarrollar habilidades.
4. Reconoce que la salud de los estudiantes está sometida a múltiples
influencias y toma en cuenta creencias, valores y actitudes preexistentes.
5. Reconoce que existen habilidades y procesos que constituyen la base de
todo mejoramiento de la salud y los incluye como objetivos del
currículum escolar.
6. Tiende a desarrollar en el estudiante una imagen positiva de sí mismo, y a
aumentar su capacidad de autocontrol, como elementos básicos de la
promoción de una buena salud.
7. Reconoce la importancia del medio ambiente físico y sus efectos
fisiológicos y efectivos sobre los estudiantes y el personal escolar.
8. Ve la promoción de la salud en la escuela relacionada con el bienestar del
propio personal escolar y reconoce el rol de ejemplo que éste juega frente al
niño.
9. Considera a los padres de los estudiantes como un apoyo indispensable

Torres (2003) además, afirma que existen una serie de factores que
capacitan a la escuela para trabajar en alfabetización en salud; si la salud es
fundamental para poder tener una vida equilibrada y productiva es fundamental
que forme parte de la preparación de los alumnos del futuro y para esos alumnos el
lugar de democratización para su aprendizaje es la escuela. A continuación,
exponemos los factores citados por este autor:

55
María del Mar Silvestre García

1. El niño pasa en la escuela la mayor parte de su vida activa en una edad de


especial receptividad. El niño se encuentra motivado para el aprendizaje.
2. El maestro es una persona con vocación y especialmente preparada para la
educación. Además, dedica su vida a la relación con los niños, siendo capaz
de observarlos, comunicarse con ellos e interpretarlos.
3. El niño ve en el maestro una fuente de conocimiento y modelo de conducta.

Podemos establecer que el concepto de Escuela promotora de la salud surge


con la definición que otorga la Organización Mundial de la Salud en 1996 a este
concepto, si realizamos una síntesis de la definición la OMS habla de una escuela
donde todos los miembros de la comunidad educativa trabajen de forma conjunta
para proteger la salud tanto a nivel formal como informal, promoviendo un ambiente
sano entre todos los integrantes de la comunidad escolar.

Si bien es cierto que esto puede resultar una definición genérica autores como
García (1998) establecen una definición adaptada al contexto español que según sus
palabras establece que una Escuela Promotora de Salud proporcionará unas
condiciones óptimas para el desarrollo emocional, intelectual, físico y social de
los alumnos. Además, este autor ahonda en la necesidad de autonomía y de toma de
decisiones por parte del alumnado y la importancia del papel del profesorado en la
adquisición de las cualidades y aprendizajes redactados con anterioridad.

Contextualizado en el caso de España el autor considera además que existen


unas características fundamentales para que una Escuela pueda ser considerada como
promotora de la alfabetización en salud, y que son las siguientes:

1. Debe considerar todos los aspectos de la vida del centro


educativo y sus relaciones con la comunidad educativa, así
como con el entorno que lo rodea.
2. Como ya hemos dicho se basa en un modelo de salud que
incluye la interacción de los aspectos físicos, mentales,
sociales y ambientales.
3. Se centra en la participación de todo el personal docente y de los alumnos.
4. Considera que los contenidos de educación para la salud

56
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

deben programarse comoparte del currículo.


5. Entiende que el desarrollo de la autoestima y la
autonomía personal son fundamentales para la promoción de
una buena salud.
6. El entorno físico cumple un papel fundamental sobre
profesores, personal no docentey alumnos.
7. Considera la promoción de la salud en la escuela como
algo muy importante para todas las personas que en ella
conviven.
8. Reconoce el papel ejemplarizante de los profesores.
9. Reconoce el papel de los alumnos como protagonistas de su salud.

10. El papel de los padres es esencial para una escuela promotora de salud.

Después de desarrollar la idea de Escuela promotora de salud resulta


fundamental incidir en los aspectos curriculares que inciden de forma directa en la
alfabetización en salud en los contextos educativos.

Definimos currículo educativo como un documento base que guía la


formación escolar en cada una de las etapas del sistema educativo en base a un marco
legislativo. Autores como Stabback (2016) afirman que el currículo debe ser una
herramienta orientada a la adquisición de competencia que permitan obtener
habilidades personales y sociales y no únicamente conocimiento de corte académico
permitiendo al alumnado incorporarse a una sociedad cambiante.

La escuela posee un entorno idóneo para la promoción de la salud, gozando


como entidad promotora de reconocimiento social e institucional, por lo que en este
capítulo pretendemos observar como este constructo se ha integrado en el
currículum estableciéndose como una competencia alcanzada en el logro de los
objetivos que se establecieron en “Salud 2020” que pretendía promover la
promoción de la salud y el bienestar. Autores como Salvador et al., (2008)
consideran que es necesaria la promoción de la salud en la escuela ya que es el lugar
donde la educación para la salud llega de forma más firme e incida en los cambios
de hábitos en la población más joven. Es necesaria la sensibilización de la infancia
y juventud en los centros escolares en este ámbito para permitir que los individuos

57
María del Mar Silvestre García

construyan conocimientos y hábitos básicos que permitan la promoción y defensa


de la salud.

Aunque resulta fundamental el tratamiento curricular para alfabetizar en


salud autores como Perea y Quesada (2009) afirman que es imprescindible que el
centro acompañe este proceso a través del entorno, algunos ejemplo acerca de estas
cuestiones son: promover menús saludables en el comedor escolar, normativas
acerca de la higiene y la limpieza, entendiendo no solo esta alfabetización desde el
punto de vista curricular sino entendiendo el entorno como participante del proceso
de enseñanza aprendizaje.

Si analizamos la estructura curricular en materia de salud en todos los países


nos encontramos que existe una cierta homogeneidad a la hora de tratarla en los
centros educativos, integrándola en diferentes materias en todos los niveles
educativos: infantil, primaria y secundaria, aunque con preponderancia en las
materias de Ciencias naturales y Educación física en general.

A nivel curricular se puede afirmar que la alfabetización en salud no se


estructura como una materia al uso, sino que forma parte de una serie de contenidos
incorporados de forma transversal en algunas áreas de conocimiento, por lo que
autores como Palacio y Saez (2001) concuerdan en afirmar que la alfabetización en
salud se proyecta todavía de forma puntual en algunas áreas de conocimiento lo que
supone una limitación clara al desarrollo de los contenidos. Talavera y Gavidia,
(2013) añaden además que es necesario que la alfabetización en salud se aleje
únicamente de las aulas e impacte de forma clara en todo el ambiente escolar para
que esta se pueda dar de forma significativa en el alumnado. Estos autores ademas,
acusan que no existe coordinación entre los diferentes actores que participan en la
escuela y que además los programas de estudios se encuentran sobrecargados lo que
hace que en muchas ocasiones se dejen atrás las cuestiones referidas a la salud en pro
de otros contenidos curriculares. Otra de las cuestiones preocupantes es la expuesta
por autores como López (2000) que sostiene que es necesario reducir la distancia
existente entre el currículum formal y el currículum oculto en los centros escolares.
Nos referimos al currículum oculto cuando hablamos del conjunto de actitudes

58
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

normas y valores que de forma implícita están presentes y conforman el microclima


del centro educativo.

Este mismo autor, afirma que existe una clasificación de tres áreas de
conocimientos específicos relacionados con la alfabetización en salud que debe
contener el currículum durante todo el período formativo y que se exponen en la
siguiente tabla 04:

Tabla 04

Conocimientos específicos relativos a la salud en el currículum

Conocimiento Objetivo
Conocimiento sobre la dimensión Conocer y comprender la estructura y
biológica y psicosocial del ser humano funcionamiento del cuerpo, los
mecanismos fisiológicos, psicológicos y
espirituales que permiten crecer, sentir,
pensar, expresarse, trabajar…
Conocimiento acerca del proceso salud- Comprender cuáles son los factores que
enfermedad condicionan la salud y los mecanismos
de producción de la enfermedad para
poder intervenir sobre ellos.
Conocimiento sobre los mecanismos y Abordar estrategias para el cuidado ante
recursos para fomentar, mantener y aquellos problemas de salud que, por su
recuperar la salud relevancia social y su susceptibilidad a
la acción educativa, se consideren
necesarios.
Fuente: Elaboración propia basada en las áreas de conocimiento de la salud
de López (2004)
El establecimiento del diseño curricular de la alfabetización en salud en los
centros escolares debe ser necesariamente integrado dentro de las diferentes áreas
que forman el currículum, procurando que ataque a los intereses de los alumnos y
que promueva autonomía en la toma de decisiones para el alcance de un estado de
salud favorable, teniendo en cuenta la importancia de la alfabetización en salud para
un correcto desarrollo social autores como Monsalve (2013) afirman pues que no
debería tener un tratamiento transversal sino que debería abordarse como una materia
obligatoria y específica dentro del currículum escolar en todos los niveles de
desarrollo del alumnado. Otra de las problemáticas que plantea este autor es que al
no ser una materia de carácter obligatorio, en muchas ocasiones no llega a la

59
María del Mar Silvestre García

totalidad del alumno quedando al azar en muchas ocasiones de los docentes que en
muchas ocasiones no poseen ni de medios ni de formación para implementarla o
directamente no se muestran interesados en abordar la alfabetización en salud en sus
aulas por diversos motivos, como comentamos con anterioridad se sienten poco
preparados, no quieren aumentar su carga de pedagógica y esfuerzo el cual no
consideran suficientemente remunerado.

Si bien es cierto sería de interés que los centros de formación del profesorado
ofertaran formación complementaria en materia de salud para invitar al profesorado a
incorporarla en el aula de forma más sistemática.

En la actualidad existen proyectos en los centros educativos pensados para


obtener y alcanzar objetivos de promoción de la salud donde normalmente se ven
implicados los docentes del centro educativo y en ocasiones personas externas al
centro. Siguiendo a Pino Juste (2001) las temáticas sobre las que pivotan los
proyectos de alfabetización en salud más comunes en base a la extracción de
contenidos curriculares son las siguientes que se exponen a continuación:

1. Mejora de los hábitos higiénicos.


2. Actividades de ocio y tiempo libre.
3. Salud bucodental.
4. Prevención de alteraciones de la columna vertebral.
5. Prevención de alteraciones de la visión.
6. Prácticas deportivas y fomento de asociacionismo deportivo.
7. Prevención y control del tabaquismo.
8. Prevención de drogodependencias.
9. Educación afectivo-sexual.
10. Alimentación y hábitos de vida saludables

Según Pino Juste y Romo (2009) la elección de los contenidos de educación


para la salud debe estar en función de las necesidades del centro y de la Comunidad
Educativa, del grado de desarrollo evolutivo del niño, en función de sus intereses y
necesidades y de las características socioambientales del centro. No debemos
centrarnos en las cuestiones negativas sino resaltar las ventajas de un

60
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

comportamiento saludable. Además, los contenidos deben ser lo más funcionales y


actuales posibles.

Debemos además tener en cuenta cuestiones como las planteadas por Jané et
al., (2013) donde afirma que cuando se establecen programas de corta duración o de
forma no sistemática los hábitos adquiridos tienden a no reproducirse mientras que la
UNESCO (2010) está en disposición de afirmar tras la puesta en práctica de
proyectos a largo plazo que todos los programas que han tenido efectos perdurables
en el tiempo como mínimo son proyectos de una duración de dos o tres años para que
los individuos puedan ejercer un cambio significativo en los hábitos de vida que
presentan.

En esta línea, López (2000) plantea una serie de características que resultan
fundamentales para cualquier currículum que contemple la alfabetización en salud y
que describiremos de forma sintetizada en la tabla 05 expuesta a continuación:

Tabla 05

Características del currículum que contemple la alfabetización en salud


Característica Objetivo
Orientación hacia la Evaluar las necesidades educativas en materia de salud
promoción de la salud para orientar la alfabetización de la salud de forma
democrática.
Planteamiento educativo Promover el desarrollo de las dimensiones cognitiva,
integral socio afectiva y sensomotora para poder incorporar la
alfabetización en salud a cualquier aspecto de la vida.
Estructura en espiral Facilitar el que los conceptos e ideas básicas se hagan
presentes de manera constante y en diferentes niveles de
complejidad durante todo el proceso educativo,
adaptándose a los ritmos y características evolutivas del
alumnado
Enfoque metodológico Integrar los contenidos de la alfabetización en salud en la
para el aprendizaje estructura cognitiva del alumnado, de manera que el
activo y significativo cuidado de la salud entre a formar parte de su sistema de
valores.
Currículum Analizar las necesidades y problemas de salud del entorno
contextualizado y conjugando las necesidades educativas de carácter
normativo, comunes a todo el alumnado en edad escolar
con las características culturales y socio sanitarias
específicas de cada persona.

61
María del Mar Silvestre García

Fuente: Elaboración propia basada en las características de López (2000)

Algunas de las conclusiones que hemos ido obteniendo a lo largo de este


epígrafe es que la alfabetización en salud en el contexto escolar se debe dar de
forma ininterrumpida y continua en todas las etapas educativas de la enseñanza
obligatoria.

Llegados a este punto estamos en la capacidad de afirmar que sería


necesaria concebir una materia para la alfabetización de la salud donde los
contenidos estuviesen secuenciados para cada etapa educativa fomentando la
adquisición de competencias en salud que permitan al alumnado adquirir
estrategias para la adherencia de hábitos saludables a largo plazo (Furió y
Vilches,1997).

Cope y Kalantzis (2009) afirman que responsabilizar a las personas de su


propia salud los lleva a la adquisición de una serie de hábitos saludables que se
vuelven perdurables en el tiempo y esto solo es posible cuando en la formación
de un alumno hemos impactado en la toma de conciencia de las consecuencias
de conductas de riesgo para la salud, además de tener en cuenta de que en el
centro educativo se produce en muchas ocasiones un aprendizaje inconsciente
por parte del alumno.

Otra de las conclusiones que podemos afirmar después de la revisión de


la literatura es que pese a que existen estudios centrados en la alfabetización en
salud son pocos los estudios que analizan la presencia curricular de la
alfabetización en salud fuera de las concreciones propias de una materia como
suele ser mayoritariamente la educación física (Pastor et al., 2015).

Si algo tenemos claro es que la alfabetización en salud debe concretarse


en los centros educativos de forma clara a nivel de objetivos, contenidos,
actividades, metodología y evaluación, lo que podemos traducir como venimos
diciendo con anterioridad en el establecimiento de materias específicas al
respecto de esta temática.

Después del análisis de la literatura respecto de la alfabetización en salud


en el currículum escolar estamos en capacidad de afirmar que es necesaria la

62
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

adquisición de competencias por parte del alumnado que les permita responder
de forma adecuada a los problemas de salud que se le puedan plantear tanto en
sociedad como a nivel individual por lo que podemos concluir que la
alfabetización en salud es un elemento clave en la formación de ciudadanos
responsables (Sorensen et al., 2012).

1.2.2 La actividad física y sus beneficios para la salud

La actividad física se define como cualquier movimiento corporal producido


por los músculos del esqueleto que produce un gasto de energía (Caspersen, Powell,
& Christenson, 1985). Por sedentarismo entendemos, desde el punto de vista de la
salud, la existencia de un profundo desequilibrio entre ingesta y gasto calórico
(Romero, 2009), aunque desde el punto de la actividad física se definiría como la
realización de actividad física durante menos de 15 minutos y menos de tres veces
por semana (Lí, 2010).

Los estudios de las últimas décadas han alcanzado conclusiones muy


uniformes acerca de los beneficios de la práctica regular de actividad física
(Cenarruzabeitia, Hernández, & Martínez-González, 2003). Dichos beneficios
pueden observarse en población de todas las edades (Cala, & Navarro, 2011) y son
tanto físicos como psicológicos (Márquez, 1995) y clave para un envejecimiento
exitoso (Rojas Rebollido, López Rodríguez del Rey, & García Viera, 2020). Por otro
lado, la inactividad física es un grave problema de salud pública que se asocia a
numerosas enfermedades prevenibles (McKenzie, & Kahan, 2008) entre las que
destacan muchas enfermedades crónicas, como las enfermedades cardiovasculares,
los accidentes cerebrovasculares, el cáncer, la diabetes de tipo 2 y la obesidad
(Ainsworth, & Macera, 2018), convirtiéndose en una de las principales amenazas de
la salud pública (Rodríguez-Torres, Cusme-Torres, & Paredes-Alvear, 2020).
Privado de la posibilidad de estar activo, el cuerpo humano se deteriora.
Históricamente, durante la mayor parte de la existencia de nuestra especie, la
actividad física ha sido imprescindible para la supervivencia escasa (Woodward, &
Wild, 2020).

63
María del Mar Silvestre García

Dadas las consecuencias de la inactividad física y a los cambios producidos


en el estilo de vida, especialmente en los países más desarrollados, cada vez más
sedentarios, resulta cada vez más urgente la implementación de programas integrales
(Warburton, & Bredin, 2016) que fomenten la realización de actividad física y el
descenso del sedentarismo entre poblaciones de todas las edades (Saniutycz et al.,
2020). Adaptando un enfoque basado en las fortalezas y aspectos positivos de la
actividad física rutinaria y la participación en el ejercicio y proporcionando una
mayor oportunidad para mejorar la salud y el bienestar de todos (Warburton, &
Bredin, 2019).

En este sentido, la alfabetización en salud resulta una oportunidad para


mejorar los índices de nivel de actividad física, ya que esta se asocia con indicadores
de salud favorables (Caldwell et al., 2020). De esta manera, parece posible alcanzar
los mínimos de 150 minutos semanales de actividad física de intensidad moderada a
vigorosa y con ello lograr los marcados beneficios para la salud que conllevan
(Warburton, & Bredin, 2016).

Dada la evidencia empírica demostrada en los últimos años, los beneficios


para la salud de la actividad física regular son irrefutables (Warburton, & Bredin,
2016). Está demostrado que la actividad física mejora la salud (Powell, Paluch, &
Blair, 2011). En este sentido, ejercicios sencillos y comunes como caminar, montar
en bicicleta o ejercicios de flexibilidad están relacionados con una mejor cognición y
alerta mental (Woodward, & Wild, 2020; Koo, & Kim, 2021). Así mismo. la
participación en la actividad física reduce la incidencia declarada de las principales
enfermedades no transmisibles como la diabetes, la hipertensión arterial, las
enfermedades cardíacas, el asma y la artritis, así como el estado de salud regular o
malo (Humphreys, McLeod, & Ruseski, 2014), aunque también tiene beneficios
psicológicos como proteger contra la depresión y mejorar la calidad del sueño
(Kadariya, Gautam, & Aro, 2019).

Las directrices internacionales sobre actividad física recomiendan


generalmente 150 minutos semanales de actividad física de intensidad moderada a
vigorosa. Aunque, la mitad de este volumen de actividad física podría conllevar
marcados beneficios para la salud. (Warburton, & Bredin, 2016; Janssen et al.,

64
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

2020).). Por otro lado, un aumento de la intensidad por encima del nivel moderado y
de la frecuencia de participación en la actividad física parece tener un impacto
marginal decreciente en los resultados adversos para la salud (Humphreys, McLeod,
& Ruseski, 2014). Definitivamente, las investigaciones actuales apoyan que la
actividad física de cualquier duración mejora la salud (Jakicic et al., 2018; Powell et
al., 2018), incluso la actividad de baja intensidad parece ser beneficiosa y es
preferible a quedarse sentado (Powell, Paluch, & Blair, 2011).

Por otro lado, aunque la realización de actividad física puede conllevar


algunos riesgos, es razonable concluir que la exposición al riesgo a través de la
actividad física se ve compensada por sus beneficios generales (Melzer, Kayser, &
Pichard, 2004; Carty et al., 2021). Una reducción curvilínea del riesgo se produce
para una variedad de enfermedades y condiciones de enfermedades y afecciones en
función del volumen de actividad, con un gradiente más pronunciado en el extremo
más bajo de la escala de actividad (Powell, Paluch, & Blair, 2011). Las
investigaciones existentes indican que la actividad física/el ejercicio reduce las tasas
de mortalidad y mejora la calidad de vida con un mínimo o ningún problema de
seguridad (Posadzki et al., 2020).

Además de los múltiples efectos positivos que una mínima cantidad de


actividad física puede tener en cualquier persona, también resulta necesario destacar
que el sedentarismo y un índice bajo actividad física se asocian a una mala calidad de
vida (Ávila-García et al., 2021). También es importante mencionar que el tiempo
sedentario (en particular el tiempo sentado) conlleva riesgos independientes para la
salud (Warburton, & Bredin, 2016). Definitivamente, la inactividad física es un grave
problema de salud pública que se asocia a numerosas enfermedades prevenibles que
se asocia a numerosas enfermedades prevenibles (McKenzie, & Kahan, 2008).

Aunque la actividad física resulta beneficiosa para gente de todas las edades
(Cala, & Navarro, 2011), tanto las recomendaciones del tipo de actividad como los
beneficios de estas pueden variar.

Hay pruebas sólidas que indican que una mayor cantidad de actividad física
se asocia con mejores indicadores de salud ósea y con un menor riesgo de aumento
excesivo de peso y adiposidad en niños de 3 a 6 años. (Pate et al., 2018). Por lo que

65
María del Mar Silvestre García

se aboga por promover la actividad física y minimizar los comportamientos


sedentarios (Cardon, Van Cauwenberghe, & De Bourdeaudhuij, 2011). En esta edad
es especialmente relevante la influencia de padres y cuidadores (Shull et al., 2022),
aunque con el tiempo otros factores como los clubes deportivos van alcanzando
mayor relevancia (Kokko et al., 2019). Aunque, dado el tiempo dedicado a
actividades de pantalla, también hay que tener en cuenta que la relación entre un bajo
IMC y un menor tiempo de pantalla genera una mayor capacidad aeróbica y un
incremento de los niveles de actividad física (Zhang et al., 2020).

En la adolescencia la actividad física puede contribuir al desarrollo de estilos


de vida saludables en la edad adulta, ayudando a reducir la incidencia de
enfermedades crónicas (Hallal et al., 2006). Aquellos adolescentes con sobrepeso
llegan a la edad adulta con riesgo de padecer o con afecciones que pueden provocar
morbilidad y mortalidad (Gunner, et al., 2005). Además, la realización de actividad
física en estas edades ayuda a mejor el autoconcepto físico (Fraguela-Vale et al.,
2020), ayuda a combatir la depresión (Dale et al., 2019) y mejora la salud en general
(Costigan et al., 2019). Es por ello, que se deben desarrollar estrategias para fomentar
su motivación intrínseca (Kalajas-Tilga et al., 2020), especialmente entre las niñas
(Marques et al., 2020). En estas edades, el apoyo de los padres en especial el apoyo
tangible sigue teniendo un papel relevante (Doggui, Gallant, & Bélanger, 2021).

En adultos jóvenes la actividad física estaba relacionada con una mejor


calidad de vida (Marker, Steele, & Noser, 2018). La insuficiente actividad física ha
aumentado la carga de enfermedades (MAO, Hui, & Yong, 2020). Entre sus
beneficios destaca la mejora calidad de vida, previene el deterioro cognitivo y
enfermedades cardiovasculares, disminuye el desarrollo del Alzheimer, la depresión
y la ansiedad (Chasipanta et al., 2020) así como para el mantenimiento de la
capacidad funcional, la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad
(Duque-Fernández, Ornelas-Contreras, & Benavides-Pando, 2020). Para alcanzar
dichos beneficios es importante controlar los factores sociodemográficos que
desempeñan un papel importante entre esta población (Cheah et al., 2019).

En adultos los resultados confirman que los valores más altos de actividad
física se asociaron con mejor calidad de vida (Bădicu, 2018) y con tener una mejor

66
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

salud en general y con reportar menos días de insalubridad física y días de


inactividad (Xu et al., 2018). Pese a los esfuerzos, los niveles de inactividad en los
adultos mayores se han mantenido altos en las últimas décadas (Brickwood et al.,
2021). El uso combinado de prácticas preventivas y la práctica de la AF, puede
ayudar a mejorar los niveles de actividad física entre los adultos mayores (Gallegos-
Carrillo et al., 2019). Entre esta población la actividad física mejora la salud general
y reduce el riesgo de muchos resultados negativos para la salud y puede ser eficaz
para mejorar la cognición, el funcionamiento independiente y la salud psicológica
(Nuzum et al., 2020). En este sentido, no solo la actividad física moderada o vigorosa
se asocia con un beneficio para la salud, sino que simplemente caminar sería
suficiente para obtener una mejoría (An, 2020).

Según la guía “Actividad Física y Salud. Guía para padres y madres” del
Ministerio de Sanidad las ventajas de la práctica de actividad física son variados.

Tabla 06

Beneficios de la práctica de actividad física regular

TIPO DE DESCRIPCIÓN
BENEFICIO
FISIOLÓGICOS La actividad física reduce el riesgo de padecer:
Enfermedades cardiovasculares, tensión arterial alta,
cáncer de colon y diabetes.
Ayuda a controlar el sobrepeso, la obesidad y el porcentaje
de grasa corporal.
Fortalece los huesos, aumentando la densidad ósea.
Fortalece los músculos y mejora la capacidad para hacer
esfuerzos sin fatiga (forma física).
PSICOLÓGICOS La actividad física mejora el estado de ánimo y disminuye
el riesgo de padecer estrés, ansiedad y depresión; aumenta
la autoestima y proporciona bienestar psicológico.
SOCIALES Fomenta la sociabilidad.
Aumenta la autonomía y la integración social, estos
beneficios son especialmente importantes en el caso de
discapacitación física o psíquica
ADICIONALES EN La contribución al desarrollo integral de la persona.
LA INFANCIA Y El control del sobrepeso y la obesidad. En esta etapa, el

67
María del Mar Silvestre García

ADOLESCENCIA control de la obesidad es muy importante para prevenir la


obesidad adulta.
Mayor mineralización de los huesos y disminución del
riesgo de padecer osteoporosis en la vida adulta.
Mejor maduración del sistema nervioso motor y aumento
de las destrezas motrices.
Mejor rendimiento escolar y sociabilidad.
Fuente: Ministerio de Sanidad, 2022.

Dadas las ventajas y beneficios de la práctica de actividad física se necesitan


políticas de salud pública que reduzcan las barreras a la participación en la actividad
física para que todo el mundo pueda involucrarse en ella (Warburton, & Bredin,
2016). En este sentido, cabe destacar que la promoción de la actividad física o del
ejercicio no debe hacerse de forma aislada, sino que debe formar parte de un enfoque
integrado para mejorar los comportamientos de un estilo de vida saludable
(Warburton, & Bredin, 2016).

En la actualidad, las tecnologías emergentes y las teorías conductuales


pertinentes nos proporcionan oportunidades necesarias y emocionantes para evaluar
y promover la AF a mayor escala, especialmente cuando se habla de nuevas
tecnologías y metodologías como los juegos de realidad aumentada, el
crowdsourcing y los juegos activos en línea (Gao, & Lee, 2019). Por ejemplo, el uso
de Pokémon Go puede aumentar la frecuencia de los días de actividad física en
beneficio de la salud (Broom, & Flint, 2018), además, existen en el horizonte hay
nuevas y emocionantes tecnologías de vanguardia que tienen un gran potencial para
la promoción de la AF (Gao, & Lee, 2019). Las nuevas tecnologías, como los
rastreadores de actividad portátiles, pueden ofrecer un método alternativo para
proporcionar apoyo continuo (Brickwood et al., 2021).

Los problemas de salud pública exigen que las escuelas sean proactivas en la
promoción de estilos de vida saludables y físicamente activos (McKenzie, & Kahan,
2008), siendo estas uno de los ámbitos de intervención principales (Castellar Otín,
2021). Entre las distintas oportunidades para que los niños acumulen actividad física
destacan las clases de educación física, la integración del programa con otras

68
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

asignaturas, el recreo, los programas extracurriculares y el transporte activo a la


escuela (McKenzie, & Kahan, 2008).

El transporte activo ofrece una oportunidad única de incorporar la actividad a


las rutinas diarias (Woodward, & Wild, 2020). En los países de ingresos altos con
una alta dependencia del automóvil, las estrategias de promoción de la actividad
física pueden ayudar a reducir la contaminación atmosférica y las muertes
relacionadas con el tráfico (Salvo et al., 2021). Además, las personas que van al
trabajo o al colegio en bicicleta o a pie tienen más probabilidades de alcanzar unos
niveles mínimos de actividad física saludable que quienes se desplazan en otros
medios. (Woodward, & Wild, 2020). Definitivamente, la utilización de la bicicleta
influye positivamente en la mejora de los hábitos de vida saludable en los estudiantes
(Zora et al., 2019) asociándose con un mejor estado de ánimo y sensación de
bienestar, un menor peso corporal y una mejor salud cardíaca (Woodward, & Wild,
2020). Sin embargo, hay que tener en cuenta que estos hacia formas más activas de
desplazamiento y recreación pueden requerir políticas que incentiven un cambio en
los hábitos de vida de y desplazamiento de los estudiantes (Salvo et al., 2021).

En este sentido, una iniciativa interesante podría ser la del cuidado y


optimización de los distintos tipos de naturaleza urbana, las diferentes
subpoblaciones que se beneficiarán de ella y la posible contribución de la naturaleza
a la creación de ciudades más equitativas, verdes y habitables con habitantes activos
que beneficien la realización de actividad física (Remme et al., 2021). También es
destable el cuidado de la naturaleza ya que esta fomenta la realización de actividad
física (Puhakka et al., 2018) y sustenta el bienestar humano de manera decisiva,
especialmente en lo que respecta a la salud (Remme et al., 2021), ya que la actividad
física en espacios naturales mejora el bienestar psicosocial, aumenta la adherencia al
ejercicio, incrementa la función física y psicológica (Reyes-Rincón, & Campos-
Uscanga, 2020)

Por otro lado, también es necesario contar con programas en el ámbito


comunitario, lugares de trabajo, educación pública entre otros (Milton et al., 2021)
que fomenten la realización de la actividad física con amigos cercanos y los

69
María del Mar Silvestre García

miembros de la familia del hogar y la comunidad ya que estos tienen una influencia
potencial en la actividad física (Rahman et al., 2019).

Finalmente, políticas poco comunes pero que pueden marcar una diferencia
para un público en concreto como pueden ser el asesoramiento telefónico pueden
mejorar la participación en la actividad física y los resultados de salud asociados a
corto plazo (Brickwood et al., 2021). Otro ejemplo serían centros de rehabilitación
para adultos mayores, el ejercicio aeróbico individualizado en estos centros
combinado con entrevistas motivacionales mejora la actividad física vigorosa y la
aptitud cardiorrespiratoria de los adultos de mediana edad y mayores con
multimorbilidad (Lo et al., 2021). Dichas políticas pueden tener efectos sustanciales
para la salud con una actividad física diaria moderada que no requiere un alto nivel
de habilidad ni equipos o instalaciones especializados (Vuori, 1998).

Por último, es importante no descuidar la alfabetización física, ya que una


mayor alfabetización física se asocia con indicadores de salud favorables (Caldwell
et al., 2020), no en vano la alfabetización física se ha convertido en un punto de
atención en los programas de educación física escolar y de deportes para jóvenes
(Liu, & Chen, 2021). La enseñanza de las artes circenses enriquecida con la
educación física puede contribuir eficazmente al desarrollo de la alfabetización física
de los niños (Kriellaars et al., 2019).

En este sentido, cabe destacar que en los últimos años ha existido un auge de
la alfabetización física en el ámbito de la educación física (Godbout, 2021) el cual
esperemos que tenga repercusiones en el curriculum de enseñanza ya que los jóvenes
con alta alfabetización física valoran el movimiento humano, comprenden la
importancia de la actividad física y participan en una variedad de actividades de
ejercicio y deporte con energía y entusiasmo (Krader, & Whitehead, 2018).

Entre población adulta, se han encontrado resultados que avalan que una
intervención basada en la alfabetización física puede incrementar el nivel de
actividad física (Carl et al., 2022). De tal modo que es sugerida por Ha, Chan, & Ng,
(2020) como la herramienta principal en la que se deben centrar futuros programas
para incrementar la actividad física de adultos con hijos. Pero se llega incluso valorar
la alfabetización física como un elemento integral en la mejora de la calidad de vida

70
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

(Durden-Myers, Whitehead, & Pot, 2018). Desafortunadamente, a pesar de su


creciente popularidad, la base empírica que vincula la alfabetización física con los
resultados en materia de salud es limitada (Cornish et al., 2020).

Finalmente, cabe destacar que son varios los estudios que afirman que existe
una herramienta ideal de evaluación de alfabetización física y que más estudios son
necesarios para hallarla (Jean de Dieu, & Zhou, 2021; Oh et al., 2021).

Parece por tanto imprescindible que el profesorado conozca, no solo las


estrategias de educación para la salud en la escuela, sino que tenga un alto índice de
alfabetización en salud que le permita la adopción de estilos de vida saludables y el
asesoramiento educativo para que sus estudiantes puedan tomar decisiones
coherentes con estilos de vida saludables.

1.2.3 La práctica deportiva como estrategia de salud

Con relación a la importancia de la práctica deportiva, como pilar de gran


relevancia para la salud, hay que destacar la extensa revisión realizada por Andersen
(2019), centrada en los beneficios que a nivel de salud psicológica y social que
aportan los deportes de equipo, encontrándose un importante número de estudios que
reportan resultados positivos de salud social, psicológica y psicosocial asociados a
dicho tipo de práctica.

Así, dicha revisión destaca especialmente los importantes beneficios de


practicar deportes de equipo a nivel de apoyo social emocional, sentido de
pertenencia, mayor autoestima, incremento de la red social, así como mayor
interacción social. Por otra parte, se identificaron tres cuestiones clave que influyen
en los resultados de salud psicológica y social de la participación en deportes de
equipo como actividad promotora de la salud: la relación de deporte de equipo versus
deporte individual, la estructura competitiva versus no competitiva, así como el
propio compromiso con la actividad y la continuación de esa actividad.

En este sentido, según la referida revisión, hay evidencias consistentes de que


la participación en un deporte de equipo se asocia con una mejor salud social y
psicológica independientemente del tipo de deporte de equipo, la edad, los problemas
de salud somáticos o mentales.

71
María del Mar Silvestre García

Con relación a todo lo anterior, se concluye, en base a los resultados de los


diferentes estudios analizados, que el deporte en equipo podría ser más eficiente para
promover la salud y garantizar la participación y la continuación del ejercicio que el
deporte individual, aunque. deben considerarse ciertas precauciones respecto a la
naturaleza competitiva inherente cuando los objetivos de dicha práctica van dirigidos
a la salud de las personas que cuando se utilizan deportes de equipo con fines de
salud, deben tomarse.

Con relación a todo lo anteriormente expuesto, Eime, Young, Harvey, Charity,


& Payne (2013) realizan una revisión sistemática sobre los beneficios psicológicos y
sociales de la participación en el deporte para niños y adolescentes, mostrando los
resultados la existencia desde hace décadas de numerosas líneas de investigación
sobre cuál debe ser el nivel de actividad física necesario para que aporte beneficios
para la salud.

En este sentido, dichos autores destacan que en ocasiones las investigaciones


que se llevan a cabo no determinan las pautas de actividad física, no abordándose
aspectos tan importantes como la salud social, ni concretándose los niveles o tipos de
actividad física asociados específicamente a la salud psicológica.

Así, la revisión concluye que son muchos y muy diversos los beneficios
psicológicos y sociales de la práctica de actividad física en la salud de los niños y
adolescentes, siendo los más comunes la mejora de la autoestima, la interacción
social y un decremento de los síntomas depresivos. Por lo tanto, se considera que el
deporte podría estar asociado con una mejor salud psicosocial más allá de las mejoras
atribuibles a la participación regular en actividades de educación física.

Los resultados de este estudio muestran también que la participación en los


deportes de equipo parece estar asociado con mejores resultados de salud de niños y
adolescentes en comparación con las actividades en los deportes individuales, debido
a la naturaleza social de la participación. Finalmente, los autores proponen un
modelo conceptual denominado “salud a través del deporte”, que describe la relación
entre los dominios de salud psicológica, psicosocial y social, y sus asociaciones
positivas con la participación deportiva. Sin embargo, en este análisis se reconoce
que la capacidad para determinar la existencia y dirección de vínculos causales entre

72
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

participación y salud está limitada por el hecho de que la mayoría de los 21 estudios
identificados fueron transversales.

Así, se recomienda promover la participación deportiva comunitaria como


una forma de actividad física en el tiempo libre de niños y adolescentes, en un
esfuerzo no solo por mejorar la salud física en relación con cuestiones importantes y
latentes como la obesidad, sino también por mejorar la salud psicológica y social.

Por otra parte, los resultados de un estudio llevado a cabo con niños y jóvenes
por Janssen (2007), permiten recomendar, en forma de líneas de actuación, la
necesidad de que de las personas de 5 a 17 años realicen actividades moderadas o
vigorosas durante al menos 60 minutos al día. En este mismo enfoque, el
departamento de salud y servicios humanos de Estados Unidos en el año 2008
recomienda una serie de pautas, como un regular mantenimiento de este nivel de
actividad por parte de niños y adolescentes y que produce una mejora en la condición
física, reducción de la grasa corporal, prevención de enfermedades cardiovasculares
y metabólicas, bajar los perfiles de riesgo, una salud ósea mucho mejor y una
reducción síntomas de depresión y ansiedad, que son factores muy preocupantes en
las sociedades actuales y que suponen un gasto sanitario muy importante para los
países.

Por otra parte, Bailey (2006), analiza como factores destacables la interacción
entre género y actividad física con tres variables: felicidad subjetiva, autoestima e
imagen corporal, en una búsqueda de percibir, en primer lugar, si hay diferencias
entre las variables y también si existen diferencias de género. Este estudio realizado
con adolescentes con edades comprendidas entre los 13 y los 17 años participaron en
el estudio se determina quien es deportista y no deportista.

Como resultado más destacable es que el análisis estadístico llevado a cabo


determina una correlación significativa entre las tres variables (Escala de Autoestima,
Escala de Felicidad Subjetiva y Escala de Ansiedad del Físico Social). Además,
reveló un efecto principal significativo de los deportistas en la escala de Autoestima,
la escala de Felicidad Subjetiva y la escala de Ansiedad en relación con los no
deportistas.

73
María del Mar Silvestre García

En este contexto de actuación, el Instituto Australiano de Salud y Bienestar


(AIHW) (2017), dependiente del Gobierno de Australia, determina en los
importantes factores de riesgo para la salud que suponen una actividad física
insuficiente y también destaca en su amplia investigación llevada a cabo en la
ciudadanía, con diferentes grupos de edad, que los bajos niveles de actividad física
son un factor de riesgo importante para tener una salud deficiente y causa de
mortalidad en un gran número de casos.

Las personas que no hacen suficiente actividad física tienen un mayor riesgo
de enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2 y osteoporosis. Según el AIHW, ser
físicamente activo mejora la salud mental y musculo esquelética y reduce otros
factores de riesgo como el sobrepeso y la obesidad, la presión arterial alta y el
colesterol total alto.

Dicho AIHW (2017), destaca que, aunque la mayoría de las medidas de


actividad física se centran en la actividad deliberada durante el tiempo libre, otras
formas de actividad como caminar o andar en bicicleta para el transporte, la actividad
relacionada con el trabajo y las tareas domésticas diarias, como el trabajo en el hogar
o la jardinería, contribuyen a la actividad física total.

Así, el AIHW (2017) plantea las pautas de actividad física en relación con el
comportamiento sedentario que hay en Australia y recomienda a los australianos
adultos de 18 a 64 años, realizar actividades preferentemente todos los días de la
semana, acumulando de 150 a 300 minutos de actividad física de intensidad
moderada o de 75 a 150 minutos de actividad física de intensidad vigorosa, o una
combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas, cada semana, así
como realizar actividades de fortalecimiento muscular al menos 2 días a la semana y,
en la medida de lo posible, minimizar la cantidad de tiempo que se pasa sentado y
romper los largos períodos de estar sentado en el trabajo o en el hogar tan a menudo
como sea posible.

En nuestra opinión, consideramos que la propuesta que realizan desde el


AIHW, es adecuada ya que establecen diferentes pautas para niños y jóvenes por una
parte y por otra para adultos mayores.

74
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Por otra parte, Malm, Jakobsson, & Isaksson, (2019). en una revisión sobre la
salud pública en Suecia en relación con la práctica de actividad física y deporte
asociados a beneficios reales para la salud, como el desarrollo psicosocial y personal
y una reducción del consumo de alcohol, pero por otra parte también destacan
algunos efectos negativos, como el riesgo de fracaso, las lesiones, los trastornos
alimentarios y el agotamiento físico.

En la actualidad, la actividad física se realiza cada vez más de forma


organizada, y el deporte tiene un papel muy destacado en la sociedad actual desde
diferentes perspectivas y se ha vuelto cada vez más importante a lo largo de los años,
no sólo para el propio individuo sino, también, para la salud pública de los países. En
la actualidad, se discute que nuestra vida diaria se está volviendo menos activa
físicamente, mientras que aumenta el ejercicio organizado y se incrementa el
entrenamiento deportivo, pese a que estudios como el llevado a cabo por Malm et al.,
(2019) muestran que la actividad física y el ejercicio tienen efectos positivos
significativos para prevenir o aliviar las enfermedades mentales, incluidos los
síntomas depresivos y las enfermedades relacionadas con la ansiedad o el estrés.

Por lo tanto, el deporte actual podría estar evolucionando como actor


preventivo de diferentes aspectos que ahora se tienen en cuenta y hace décadas no
eran tan importantes. Los beneficiosos aspectos biológicos y saludables del deporte y,
sobre todo, evitar en lo posible no ser sedentarios, conviven en la actualidad con un
apoyo en la mejora psicológica de los practicantes de la actividad física y del deporte.

Según Stea, Solaas, & Kleppang, (2022)., la identificación de factores que


pudieran estar asociados con una salud mental deficiente es un elemento crucial para
desarrollar estrategias de intervención específicas y efectivas para la prevención de la
angustia y las enfermedades mentales en la población general. Así, el objetivo del
estudio reciente llevado a cabo por Stea et al, (2022) fue examinar la asociación entre
el bajo nivel de actividad física durante el tiempo libre, la cantidad de tiempo
sedentario, la baja participación en actividades organizadas, el bajo apoyo social, los
problemas del sueño y la angustia mental en una muestra de 28.047 adultos en el sur
de Noruega.

75
María del Mar Silvestre García

Los resultados obtenidos en la investigación determinaron un aumento de las


probabilidades de tener angustia mental entre los hombres que indicaron tener una
baja actividad física en el tiempo libre, mucho tiempo sedentario, una baja
participación en actividades organizadas y bajo apoyo social, presentando también
problemas de sueño, en comparación con el resto de la población masculina.

Para las mujeres, los resultados mostraron mayores probabilidades de


angustia mental entre aquellas que reportaron mucho tiempo de vida sedentaria,
aquellas con una baja participación en actividades organizadas, con el consiguiente
bajo apoyo social y que presentaban también problemas de sueño respecto al resto de
la población femenina. En el estudio se encontró, tanto para hombres como para
mujeres, que la angustia mental aumenta entre los adultos más jóvenes y también
entre los que indicaron dificultades financieras en comparación con el resto de la
población.

En esta investigación se determina como resultados destacables que hay una


asociación entre conductas de estilo de vida poco saludables, la baja participación en
actividades organizadas y tener un bajo apoyo social y problemas mentales. Estos
hallazgos aportan un mayor conocimiento sobre la relación entre los factores
modificables del estilo de vida y la salud mental, lo que debería tener implicaciones
para los futuros esfuerzos de la salud pública.

Los trastornos mentales se encuentran entre las principales causas de


discapacidad y enfermedad en todo el mundo y las estimaciones sugieren una mayor
carga de mortalidad entre individuos y poblaciones que tienen trastornos mentales.

Con relación a lo comentado anteriormente, decir que, según Walker, McGee,


R& Druss (2015), en toda la Unión Europea las enfermedades mentales afectan a
más de uno de cada seis adultos, y los costos sociales y económicos son muy
importantes.

En este sentido, la Organisation for Economic co-operation and Development


(OECD), & Union (2018) en relación con el estado de salud en la Unión Europea,
destacan que comportamientos de estilo de vida saludables, como niveles más altos
de actividad física, se han asociado con una reducción riesgo de angustia mental.

76
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Con relación a lo expuesto en el párrafo anterior, en el estudio de Hu et al.


(2020), se ha observado en una muestra representativa de adultos canadienses que
hay una importante relación entre la actividad física medida y cuantificable y la
mejora en la salud mental, concluyéndose. que dicha mejora de la salud mental
podría verse obstaculizada si hay un incremento del tiempo sedentario en la actividad
diaria.

En este mismo sentido, los resultados del estudio llevado a cabo por Bernard
et al. (2018) con personas adultas noruegas de la población general confirmaron un
aumento probabilidades de angustia mental entre aquellos con un alto nivel de
sedentarismo y sobre todo en la baja participación en las actividades sociales
organizadas lo que daría lugar a un bajo apoyo social y deterioro en el sueño.

En relación con la promoción de la salud en jóvenes, hay que destacar el


análisis de Geidne, Quennerstedt, & Eriksson, (2013), quienes, a través de su
revisión, plantean realizar un análisis de los factores que se identifican en las
investigaciones sobre los clubes deportivos juveniles como un entorno que
promueven la salud y, posteriormente, discutir los resultados de esta revisión en
términos de llevar a cabo un marco para el club deportivo juvenil como escenario
promotor de la salud.

El marco, como factor clave, que guía esta revisión de la investigación son los
entornos promotores de la salud, que es un enfoque introducido por la Organización
Mundial de la Salud (OMS) (2017). La revisión muestra que los clubes deportivos
juveniles tienen abundantes oportunidades para ser o convertirse en entornos
promotores de la salud; sin embargo, esto no es algo que suceda automáticamente.

Como aspecto importante de este análisis podemos determinar que el club


deportivo debe ser un entorno de apoyo y con una perspectiva saludable con
actividades diseñadas y adaptadas al grupo de edad específico o a la etapa de
desarrollo de la juventud, y para convertirse en un escenario promotor de la salud, un
club deportivo juvenil necesita adoptar un enfoque integral de sus actividades,
objetivos y propósitos.

En Dooris, M., & Doherty (2010), se concluye que el deporte es un fenómeno


mundial. Las posibilidades de participar en deportes organizados han aumentado

77
María del Mar Silvestre García

radicalmente, y tanto los políticos como los investigadores defienden los beneficios
de la participación de los jóvenes en los deportes. Un resultado obvio, pero también
discutido, es el referido al deporte juvenil organizado es el aumento de la actividad
física.

Es ampliamente conocido que la actividad física tiene beneficios para la salud,


como la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y diferentes tipos de
cáncer, así como la reducción de la obesidad. Otros resultados positivos de la
educación física y el deporte para el desarrollo de los niños pueden estar, como
sugiere Bailey (2006), dentro de los cinco dominios; físico, estilo de vida, afectivo,
social y cognitivo.

Con relación a todo lo anteriormente expuesto, hay que destacar, tal y como
afirman Kjønniksen, Anderssen, & Wold, (2009). (2009), que la participación en
deportes juveniles organizados en la infancia puede predecir la actividad física en la
edad adulta temprana, y que, si los jóvenes son miembros de clubes deportivos desde
una edad temprana, es más probable que sean físicamente activos en la adultez
temprana, especialmente si también son miembros durante la adolescencia. En este
mismo sentido, según indica Engstroem, Skirstad, & Weiss, (1996), la pertenencia a
un club deportivo no solo mejora las habilidades deportivas, sino también la
formación social: el aprendizaje de reglas, normas, valores y estilo de vida; además
puede promover una actitud positiva hacia el propio cuerpo.

Fraser-Thomas, & Côté. (2006), analizan los beneficios de la participación


deportiva juvenil desde la salud física, el desarrollo psicosocial, así como en la
relación con la adquisición de habilidades motoras. Dichos autores afirman que el
objetivo final de los programas deportivos juveniles es considerar todos los
beneficios de la participación en el deporte juvenil en lugar de centrarse en uno o dos
al mismo tiempo, sugiriendo que investigadores, administradores deportivos,
entrenadores y padres trabajen juntos para promover actividades y programas
deportivos que tienen más probabilidades de mejorar la salud física de los niños, el
desarrollo psicosocial y la vida recreativa o participación en deportes de élite.

Dichos autores describen los deportes juveniles organizados como un


contexto de socialización positivo. Por lo tanto, participar en deportes que sean

78
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

organizados nos da una oportunidad para obtener resultados positivos. Por supuesto,
también hay resultados negativos de los deportes incluso en edades tempranas como
son los relacionados con la alimentación y sobre todo en las lesiones deportivas por
sobreentrenamiento.

A tenor de todo lo expuesto en párrafos anteriores, diríamos que la salud


difícilmente puede separarse de los demás objetivos de un club, pero, por supuesto,
no siempre se considera el objetivo principal de los clubes deportivos juveniles. En
cambio, estamos de acuerdo con Fraser-Thomas y Côte, (2006) en que, si los
investigadores y los profesionales trabajan juntos de manera colaborativa, es más
probable que los jóvenes experimenten numerosos resultados positivos a través de la
participación en el deporte, sobre todo en relación con la salud.

Sin embargo, la revisión y la síntesis anterior han llegado a la conclusión de


que, para convertirse en un entorno promotor de la salud, un club deportivo juvenil
debe adoptar un enfoque integral de sus actividades, objetivos y propósitos. También
es importante que los jóvenes atletas y sus actividades sean el centro de lo que es un
club. De esta manera, el club puede identificar y cultivar el entorno de apoyo
necesario para que sea o se convierta en un entorno de promoción de la salud en
términos de lo que defendemos como deportes juveniles para la salud.

Siguiendo a Cayres et al. (2016), hay datos limitados sobre el impacto de la


participación deportiva en la salud cardiovascular durante la adolescencia. Este
aspecto es relevante porque en el mundo real, es decir en la competición deportiva
que es muy diferente a los protocolos de ejercicio realizado en los laboratorios, la
participación deportiva es la principal manifestación del ejercicio físico en la
adolescencia para ayudar a los adolescentes a alcanzar las recomendaciones de la
realización de una actividad física de moderada a vigorosa. En este sentido, según
Pahkala et al, (2013) en la literatura no está claro si la práctica deportiva es
beneficiosa para el sistema cardiovascular en adolescentes aparentemente sanos.

La mayoría de las publicaciones que relacionan el ejercicio físico y los


factores cardiovasculares en adolescentes se enfocan en grupos obesos y los
protocolos de ejercicio rara vez consideran la participación deportiva como objeto de
estudio. Así, Pahkala et al, (2013) manifiestan que es necesario seguir en la senda de

79
María del Mar Silvestre García

la investigación teniendo en cuenta las diferentes variables que influyen en la


actividad física y el deporte, sobre todo en edades tempranas, y que, lejos de pensar
que en los laboratorios y centros de investigación, puede encontrarse la solución a
muchos de los problemas acudiendo a los centros de entrenamiento de los diferentes
deportes para no alejarnos demasiado de la realidad del deporte actual en nuestra
sociedad.

1.3. Nivel de alfabetización en salud en diferentes


poblaciones

1.3.1 Nivel de Alfabetización en salud de la población en general

A lo largo de las últimas décadas, se han publicado investigaciones dedicadas


a estudiar la alfabetización en salud de la población en general. La alfabetización en
salud es importante para todos los ciudadanos dado que es un recurso para la vida
diaria en los entornos donde las personas viven, aprenden, trabajan y juegan además
de que el estado de salud y el aprendizaje están estrechamente ligados en todas las
edades y etapas de la vida (Rootman y Gordon-El-Bihbety, 2008). Asimismo,
muchos de los estudios concretan que la alfabetización en este ámbito debe abordarse
desde la edad temprana para que ya durante la infancia se desarrollen las
competencias clave en materia de salud. En esta línea, la alfabetización es una base
imprescindible para el ámbito de la salud dado que tiene un impacto directo y
significativo sobre la salud tanto individual como pública. De esta diferenciación
surgen dos puntos de vista, según Nutbeam (2000) el riesgo clínico y un bien
personal, referidos a la salud médica y pública respectivamente.

La alfabetización en salud también es la interacción de las personas con el


medio ambiente. Esta interacción aumenta el empoderamiento individual y colectivo.
De ahí que en el desarrollo de la competencia en alfabetización en salud intervenga
el entorno, los profesionales de la salud y las personas.

Además, unos niveles bajos en alfabetización en salud se corresponden


directamente con unas tasas altas de mortalidad afectando, por tanto, a la salud de
forma general y a una peor calidad de vida. Pero también se ha mostrado en diversas

80
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

investigaciones que son muchos los factores sociales de salud que inciden en la
posibilidad de tener una baja alfabetización en salud (Shirrell,Verbit y Chabot, 2022).

Además, debe hacerse desde la educación, para lograr así comportamiento y


conocimientos en materia sanitaria e incidiendo simultáneamente en una mejora del
rendimiento académico de los estudiantes. Este aspecto positivo se verá beneficiado
siempre y cuando se integre dentro de las tareas, actividades y ejercicios decretados
en la legislación vigente (Martínez, Martín y Gil, 2021; Michaelson, McKerron y
Davison, 2015; Schulenkorf et al., 2021). Simultáneamente, hay estudios que indican
que la alfabetización en salud no depende únicamente de esfuerzos y capacidades
individuales, sino que deben existir organizaciones que faciliten la información,
además de que ésta tiene que ser accesible y comprensible (Santana et al., 2021). En
línea con esto, hay propuestas formativas para desarrollar una alfabetización en salud
en personas mayores con la finalidad de fortalecer los sistemas de apoyo familiar, así
como de la comunidad y de los cuidadores (Ojea, 2020). También Nutbeam y
Kickbusch (2000) señalan que una buena alfabetización en salud repercute en
beneficios para las personas, la comunidad y, en consecuencia, para la sociedad. A
nivel individual, concluyen, que la alfabetización en salud mejora los conocimientos
de riesgos, el cumplimiento de las prescripciones, la motivación y confianza en uno
mismo, así como la resistencia individual a la adversidad. Asimismo, alude a
beneficios de carácter social y comunitario debido al aumento en la participación de
programas de salud desarrollados en los diferentes contextos poblacionales. También
se acentúa la capacidad para influir en las normas sociales y actuar recíprocamente
en los diversos grupos sociales, en la forma de actuación de los determinantes tanto
sociales como económicos de la salud y en el empoderamiento de los miembros que
constituyen una comunidad.

De igual forma que han sido señalados los aspectos negativos a través de
estudios empíricos sobre alfabetización en salud, también se detallan carencias
formativas al respecto. Por ejemplo, Schulenkorf et al. (2021) señalaron que es
imprescindible incorporar en los planes de estudios el trabajo de las competencias
relacionadas con la salud. En el contexto de los militares, también se hace evidente la
necesidad de formar en aspectos relacionados con la salud, sobre todo con la mental,
para prevenir dolencias profesionales o una vez finalizado el ejercicio profesional

81
María del Mar Silvestre García

(Zinzow et al., 2012). La falta de alfabetización en salud conlleva un coste social y


económico significativo, de hecho, en Estados Unidos se publicó un informe que
indicaba que la alfabetización en salud limitaba suponía un coste adicional de 73
billones de dólares al año.

De los estudios analizados se han encontrado programas como el Primeros


Auxilios en Salud Mental que trataba de mejorar los conocimientos sobre salud
mental en familiares de veteranos militares. También han sido publicadas revisiones
sistemáticas con la finalidad de compartir los resultados de los programas que han
trabajado la alfabetización en salud en Europa (Visscher et al., 2018). Cuando los
programas formativos se realizan en pequeños grupos para asesorar a pacientes, el
resultado es que la alfabetización de esas personas adultas que asisten al programa
aumenta significativamente. En consecuencia, habían aumentado conocimientos,
eran más críticos con la información sanitaria y se sentían más seguros a la hora de
tomar las mejores decisiones sobre la información que encontraban sobre salud. Sin
embargo, un programa formativo para grupos minoritarios (mujeres, desempleados o
inmigrantes de origen islámico) permitió trabajar a través de la informática, de
conferencias y de trabajo de la comunicación lingüística aspectos relacionados con la
salud y el bienestar. Las intervenciones tuvieron resultados positivos en la capacidad
que los participantes tenían para reconocer los síntomas de las enfermedades,
identificarlas y elegir las medidas adecuadas. Así, Zimmerman y Rodgers (2022)
ratifican en su estudio la necesidad de crear planes de estudios dirigidos a mujeres
inmigrantes y refugiadas y que se impartan en espacios públicos como bibliotecas
para dotar de habilidades en materia de alfabetización en salud; sobre todo cuando se
trata de la llegada a un país diferente al de su origen.

Es necesario que se adapten los programas de educación para la salud,


incluyendo materiales informáticos que capaciten a las personas a tomar decisiones
sobre su autocuidado, en consecuencia, se mejora la alfabetización en salud (Pelayo
et al.,2017).

82
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

1.3.1.1 Alfabetización en salud durante la Infancia

Estudios afirman que cuando la alfabetización en salud se realiza desde


edades muy tempranas ayuda a desarrollar competencias en materia de salud para
toda la vida (Schulenkorf et al., 2021). De esta forma se consiguen los objetivos
educativos relacionados con la ampliación de conocimientos por parte del alumnado,
también aprenden a contextualizarlos, enmarcarlos en una situación y en una historia.
Asimismo, los estudiantes pueden desarrollar habilidades de investigación y
participación entendiendo el significado de salud comunitaria. Hay instituciones
europeas, según Martínez, Martín y Gil (2021) que consideran que los centros
educativos son un escenario idóneo para mejorar la alfabetización en salud a través
de la Educación para la Salud, y en concreto, tal y como señalan Casañas et al.
(2020), la salud mental. En España, se han encontrado proyectos en el ámbito de la
Educación para promocionar la salud desde la escuela. La finalidad del proyecto
desarrollado en la Comunidad de Murcia ha sido potenciar una educación en
conocimientos, destrezas y valores de los estudiantes en todos los ámbitos de su vida
personal, familiar, social y profesional. Así la Comunidad Autónoma garantizaba un
desarrollo integral en los estudiantes y también les facilitada la adquisición de estilos
de vida saludables (Ruiz-Cabello, 2015).

No hay muchos estudios en el ámbito de la pediatría. Sin embargo, sí que se


ha demostrado que el nivel de alfabetización en la infancia tiene una correlación
directa con el de las familias. Existen estudios que concluyeron la asociación entre
un bajo nivel de alfabetización de las familias en relación con más errores de
medicación de los infantes. Además de peores cuidados del asma infantil, así como
peores controles glicémicos en niños con diabetes tipo 1 (Chari et al., 2014). En este
último estudio, también hay resultados que correlacionan la obesidad infantil con el
bajo nivel de alfabetización de los padres en cuanto al tipo de alimentación más
adecuada.

83
María del Mar Silvestre García

1.3.1.2 Alfabetización en salud durante la Adolescencia

La percepción sobre el estado de salud de la población europea en el año


2019 de entre 15 y 24 años, según el Instituto Nacional de Estadística (2020) es muy
bueno, siendo mayor por parte de los hombres.

El nivel de alfabetización en adolescentes, según Ghaddar et al. (2012) no se


ha estudiado mucho. Por este motivo, realizaron un estudio administrando una
encuesta en línea a estudiantes de secundaria del sur de Texas. Una de las variables
recogidas era sobre la búsqueda de información sanitaria que realizaban los sujetos a
través del servicio de información online provisto por la Biblioteca Nacional de
Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus®). De los casi 300 participantes, la
mitad de ellos sí que habían oído hablar de este servicio. Por este motivo, las
principales conclusiones que se extraen es que los estudiantes que tenían
puntuaciones altas de alfabetización en salud online tenían una probabilidad de tener
una alfabetización en salud adecuada. Por tanto, el acceso a información de salud a
través de internet se asocia con niveles más altos de alfabetización en salud. Sin
embargo, también en el contexto internacional hay estudios sobre cuáles son los
conocimientos sobre salud que tienen estudiantes universitarios internacionales de
Colombia que visitan Estados Unidos. A diferencia del estudio realizado por
Ghaddar et al. (2012), en este caso no se encontró asociación entre la alfabetización
en salud y la percepción de usar internet para la búsqueda de información sobre ella
(Noblin et al., 2022).

Cabe destacar que en un estudio realizado por Martínez, Martín y Gil (2021),
con 206 sujetos y una media de edad de 16 años, recogieron que el 89,9% de los
sujetos participantes en su estudio buscaban información sobre salud en internet, un
64,1% preguntaban a familiares, el 51,1% a profesionales sanitarios. El menor
porcentaje de búsqueda o consulta de información fue realizado a través de la
televisión, revistas o prensa, amistades o profesorado. En cuanto al sexo, los hombres
tienen una menor percepción de formarse en educación para la salud. Los estudiantes,
a su vez, indicaron que preferían recibir información sobre educación para la salud a
través de talleres o charlas puntuales. Un menor porcentaje indicó que preferiría tener
una asignatura específica y la percepción es todavía menor por parte de los hombres.

84
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

El nivel de estudios de las familias de los estudiantes indicó que cuando son
superiores (formación profesional de grado superior o universidad) tienen una
percepción de necesidad menor de alfabetizarse en salud o incluso, Silva (2017)
concluyó que, a mayores años de escolarización, mayor es el nivel de alfabetización
en salud.

Chari et al. (2014) indicaron que la obesidad en adolescentes está fuertemente


asociada con el propio nivel de alfabetización que tiene este colectivo. Porque ya
deberían tener conocimientos adecuados para leer y comprender las etiquetas de las
comidas y suficiente alfabetización para mantener una dieta equilibrada. Los hábitos
que desarrollen en esta etapa de la vida serán claves para garantizar una
alfabetización en salud para toda la vida.

Según los resultados obtenidos por el estudio de Torre (2017) se concluye que
la alfabetización en salud y el autocuidado en los adolescentes puede aumentar y
mejorar, así como la implicación de la familia y de los docentes a través de la
potenciación de la promoción de la salud con programas educativos durante la etapa
de educación básica.

Es importante que el equipo de docentes de los centros educativos considere


su tarea de Alfabetización en Salud como un aspecto clave en el conjunto de
procesos de enseñanza-aprendizaje que generan conocimientos, actitudes y valores
facilitando, en consecuencia, una actuación óptima sobre el entorno en el que viven
los estudiantes.

1.3.1.3 Alfabetización en salud en estudiantes universitarios

Autores como Ickes y Cottrell (2010) realizaron un estudio empírico para


indagar el nivel de alfabetización en salud en estudiantes universitarios y de
competencia en comprensión lectora. Consideraron que ambas variables eran
imprescindibles medirlas conjuntamente para que pudiesen comprender los textos e
informes sobre salud. Las principales conclusiones que se extraen es que los
estudiantes universitarios objeto de estudio tienen una alfabetización en salud alta
(X=93,83) y también se comprobó que la mayoría valoraba positivamente su
importancia.

85
María del Mar Silvestre García

Dentro de este colectivo, también hay estudios centrados en indagar sobre los
niveles de alfabetización en salud, pero en concreto la relacionada con la mente (Reis
et al., 2022). Recomiendan que desde las universidades se deben priorizar programas
de intervención temprana para mejorar el bienestar.

Para estudiantes universitarios también se han realizado iniciativas


encaminadas a la educación de la salud y la promoción de la salud. Desde los
sistemas sanitarios públicos de Andalucía, Castilla-La Mancha, Galicia y las Islas
Canarias.

En el contexto internacional, hay estudios que indican que los estudiantes de


medicina deberían estar adquirir competencias profesionales en materia de
alfabetización en salud durante su formación. Para poder comunicarse, así, de forma
más eficaz con los pacientes teniendo en cuenta las limitaciones en cuando a los
conocimientos que tienen en materia de salud (Yang et al., 2022).

1.3.1.4 Alfabetización en salud en población adulta

A diferencia de lo que ocurría en el grupo de adolescentes, y según la


percepción sobre el estado de salud de la población europea en el año 2019, los
adultos de entre 25 y 34 años, perciben su estado de salud todavía mejor que los más
jóvenes. Siguen teniendo una valoración muy buena pero casi un punto superior a los
adolescentes. Sin embargo, en cuanto al sexo, tanto mujeres como hombres tienen
una puntuación muy similar, no hay tantas diferencias como si las había en los
adolescentes. La tendencia al alza se mantiene en los grupos de 35 a 44 y de 45 a 54
años. Ellos perciben, que tienen muy buena salud, superando a los grupos de inferior
edad, además de que no hay diferencias en cuestión del sexo. Sin embargo, en el
grupo de 55 a 64 años, el estado de salud percibido disminuye. Además, en este
grupo las mujeres muestran una mejor percepción de salud que los hombres. Entre
los 65 y los 74 años, la tendencia es la misma, no obstante, la diferencia en cuanto a
sexos es mucho mayor, siendo la de las mujeres muy superior al sexo masculino. Por
último, en los grupos de mayor edad esa tendencia continúa a la baja, obteniendo los
hombres un valor de percepción de la salud muy inferior al de las mujeres
participantes en el estudio.

86
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Dentro de la alfabetización de salud de la población en general se han


encontrado estudios que han analizado este constructo en veteranos militares (Evans,
Romaniuk y Theal, 2021; Williston y Vogt, 2022; Mohatt et al., 2017). A través de
un enfoque basado en viñetas se examinó el nivel de alfabetización en salud mental
de los sujetos participantes. Los resultados extraídos muestran que los participantes
tenían conocimientos altos en cuanto al reconocimiento del problema de estrés
postraumático, pero tenían poco conocimiento de los tratamientos adecuados y las
estrategias de autoayuda. Por tanto, en este colectivo de militares veteranos se hace
evidente la necesidad de formar en alfabetización en salud desde su área profesional
(Williston y Vogt, 2022). Asimismo, en el estudio de Evans, Romaniuk y Theal
(2021) se comprobó que la baja alfabetización en salud de veteranos de las fuerzas
armadas tiene un impacto negativo en la salud mental de sus familiares, con una
probabilidad alta de que los también desarrollen problemas de salud mental. Para
cambiar esta incidencia el estudio se basó en realizar una formación específica sobre
alfabetización en salud mental para las familias, las cuales adquirieron una
formación completa sobre ello. La importancia viene consolidada a través de otros
estudios que indican que las familias son la principal fuente de información sobre
temas de salud (Martínez, Martín y Gil, 2021; Michaelson, McKerron y Davison,
2015). En conveniente que para mantener actualizada la información sobre salud, las
familias participen en proyectos comunitarios bien contextualizados. Así consiguen
aumentar su eficacia y la de la acción formativa pertinente.

Dentro del grupo de adultos, a principios de la década de los 2000 un informe


publicado por el Instituto de Medicina de Estados Unidos indicó que la mitad de la
población adulta puede tener dificultades para entender información sobre la salud.
En el contexto de la investigación a este fenómeno se le denominó “epidemia de
alfabetización en salud”. Las principales conclusiones que se extraen de esta
situación es que afectan al uso limitado de los recursos preventivos, diagnóstico
tardío de las enfermedades, pésima comunicación entre médicos y pacientes y
también un mayor desconocimiento de las enfermedades y de los síntomas para
diagnosticarlas. Asimismo, la epidemia de alfabetización en salud también incide en
una mayor tasa de hospitalización y uso abusivo de los servicios de urgencias
hospitalarios, consumo inadecuado de medicamentos, baja adherencia terapéutica y

87
María del Mar Silvestre García

errores en la dosificación. Igualmente hay una mayor desconfianza en el grupo de


adultos hacia los profesionales y especialistas de salud a lo que se le suma una
percepción pesimista del tratamiento, baja satisfacción y una peor valoración de la
calidad en las consultas.

Los adultos también fueron objeto de estudio en el análisis sistemático


recogido por Visscher et al. (2018). Los adultos con altos conocimientos de salud
recuerdan mejor la información que las personas que tienen bajos conocimientos de
salud, excepto cuando los datos son transmitidos oralmente. Sin embargo, cuando
esta información es apoyada en imágenes, se hace mucho más sencillo recordar la
información, sobre todo para aquellas personas que tienen un nivel bajo de
alfabetización en salud.

Para mejorar la alfabetización en salud del colectivo de adultos, Ruiz-Cabello


(2015) recoge que la mayoría de los programas enfocados a mejorar la alfabetización
en salud de la población, tanto de pacientes como de familiares, integran un
conocimiento sobre enfermedades concretas, tales como: fibromialgia, diabetes,
insuficiencia cardiaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cáncer de colon y
de mama, entre otras. La motivación principal es facilitar la autogestión del paciente
respecto a su enfermedad. En su estudio, donde participaron sujetos de todas las
comunidades autónomas de España, además, recoge que la población mayor de edad
hasta los 36 años tiene un nivel alto de alfabetización en salud. Sin embargo, ese
valor empieza a descender progresivamente hasta los 65 años. Y es a partir de los 65
cuando el valor es significativamente inferior (Ruiz-Cabello, 2005). También recoge
un dato significativo que es que las personas que no tienen hijos presentan un mayor
nivel de alfabetización en salud que los que sí los tienen. En cuanto a la relación del
nivel educativo con el de alfabetización en salud, determinó que tener un mayor
grado de formación (secundaria, bachillerato, FP o Universidad) significa también un
valor progresivo de alfabetización. Por tanto, con el menor grado de educación, se
corresponde un menor nivel también de alfabetización (Torre, 2017). El alto estatus
social también correlaciona significativamente con valores altos en alfabetización en
salud incluyendo, simultáneamente, cuando los niveles de ingresos se sitúan en
1800€ mensuales o más. Lo mismo ocurre con los sujetos que perciben como
“buena” su salud. Ellos tienen a presentar una mayor alfabetización, que va

88
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

decreciendo en función de su percepción de salud. En ese mismo estudio Ruiz-


Cabello midió a los pacientes que tienen una enfermedad de larga duración o de
carácter crónico. El nivel de alfabetización que presentan es más bajo que aquellas
personas que no tienen ninguna enfermedad (Ruiz-Cabello, 2005; Torre, 2017).
También determinó que aquellas personas que visitan con mayor frecuencia el
médico se deben a que tienen un nivel de alfabetización en salud menor respecto de
aquellos que no han visitado el médico en el último año.

Practicar algún tipo de ejercicio frecuentemente se correlaciona con un mayor


nivel de alfabetización en salud respecto de los que no lo realizan o lo practican solo
de forma ocasional. También es llamativo que los que realizan ocasionalmente algún
tipo de ejercicio tienen peor nivel de alfabetización en salud que aquellos que nunca
lo realizan. En este mismo estudio, Ruiz-Cabello (2005) señaló que los mejores
resultados, de la población objeto de estudio, se encuentran en las siguientes
dimensiones de alfabetización en salud: prevención de la enfermedad y atención y
cuidado. Sin embargo, la dimensión de la promoción de la salud es la que ha
obtenido peores resultados. Los resultados han sido comparados con otros estudios
europeos, los cuales determinan que la población española tiene índices menores de
alfabetización en salud (Doyle, Cafferkey y Fullam, 2012).

En el caso de las personas inmigrantes se ha detectado una baja alfabetización


en salud (Torre, 2017). Uno de los aspectos determinantes es debido a las pocas
intervenciones específicas para este colectivo. No obstante, el estudio de Gutiérrez et
al. (2018) señala que los hallazgos en la revisión sistemática realizada indican que de
las intervenciones realizadas la dimensión funcional ha obtenido resultados positivos
respecto de la alfabetización en salud. Las dimensiones interactiva y crítica de la
alfabetización en salud han obtenido una efectividad menor. Por tanto, se evidencia
la necesidad de alfabetizar en esta materia al colectivo de inmigrantes. En esta línea,
un estudio realizado en Estados Unidos concluyó que las personas refugiadas e
inmigrantes tienen un nivel bajo de alfabetización en salud y ello afecta a su salud
independientemente del estado en el que se encuentren (Zimmerman y Rodgers,
2022).

89
María del Mar Silvestre García

La alfabetización en salud en personas adultas tiene un vínculo claro con la


práctica de actividad física. Wismar et al., (2016) realizaron un estudio en Suiza. Los
resultados del estudio indican que, entre las personas con un nivel más bajo de
alfabetización en salud, casi el 80% indicó que en el último mes no había practicado
ninguna actividad deportiva con una duración de al menos 30 minutos. Asimismo, el
estudio muestra como las personas con un nivel de la alfabetización en salud bajo
indicó que sufren frecuentes hospitalizaciones y/o consultas de urgencias.

Un estudio reciente indica que las mujeres que se han sometido a


mamografías y a la medición de la densidad ósea muestran valores bajos en
alfabetización en salud. De hecho, variables como la edad y la cualificación
académica se muestran como una influencia directa en los niveles de alfabetización
obtenidos (Barros y Serranheira, 2023).

Un estudio realizado en Malasia indica que tan solo el 6,6% de los adultos
tiene un nivel adecuado de conocimientos sobre la salud, a pesar de que la literatura
indica que es uno de los aprendizajes cruciales y básicos que todos los individuos
deberían poseer (Sumardi et al., 2023).

1.3.1.5 Alfabetización en salud en personas mayores

La alfabetización en salud también ha sido abordada en personas mayores, las


cuales, como se ha indicado anterioremente, tiene una percepción baja de su estado
de salud (Instituto Nacional de Estadística, 2020). Los estudios desarrollados en este
colectivo señalan que la alfabetización en salud permite mejorar la calidad de vida,
ya que puede, a su vez, reducir disparidades producidas por la calidad de vida
asociada a la salud (Jayasinghe et al., 2016; Sirisuwan, Phimba y Banchonhattakit,
2022). Esto, lleva a concluir González-Ojea (2020) la necesidad de que instituciones
públicas y privadas faciliten la alfabetización en salud fomentando la autonomía de
las personas mayores y evitando, así, situaciones de desigualdad. Además de que ello
conlleva mejorar las competencias en cuanto a comunicación e interacción de las
personas mayores con los trabajadores, cuidadores y familiares para así comunicar
sus situaciones en cuanto a salud. Las propuestas que se hacen imprescindibles para

90
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

permitir que este colectivo de personas mayores logre una mayor alfabetización en
salud son las siguientes:
• Dotar de personal formado para desarrollar programas de prevención
en el ámbito de salud dominando estrategias educativas.
• Efectuar programas de alfabetización en salud con la finalidad de
mejorar la calidad de vida de los participantes, teniendo en cuenta sus
características.
• Fomentar la comunicación intergeneracional ya que, con los cambios
en las estructuras familiares, la sociedad y el tipo de atención familiar,
hay estudios que han determinado una reducción de oportunidades en
la relación entre los jóvenes y las personas mayores en Europa.

Según el estudio de Ruiz-Cabello (2005) a partir de los 65 años, se produce


un descenso significativo del nivel de alfabetización en salud de la población.
Resultado ratificado en la tesis de Torre (2017).

Por otro lado, Pelayo et al. (2017) realizó un estudio de 37 pacientes con una
media de edad de 65 años. Más de la mitad de los participantes eran hombres. La
característica común a todos los sujetos objeto de estudio es que era pacientes con
insuficiencia renal crónica en hemodiálisis. El nivel de alfabetización en salud tenía
una media de 26,4 y una desviación típica de 7,32 puntos. Asimismo, los subíndices
medidos en la escala utilizada indicaban que los participantes tienen una media
superior en la categoría de atención y cuidados de salud e inferior en las categorías
de prevención de enfermedades y promoción de la salud. A su vez, en el estudio se
comparan los resultados obtenidos con otros pacientes que tenían insuficiencia
cardíaca. Los participantes del estudio de Pelayo et al. (2017) presentaron peores
niveles de alfabetización en salud que los pacientes con insuficiencia cardíaca y
también peores que la población en general.

Los pacientes con insuficiencia cardíaca de más de 85 años su nivel de


alfabetización en salud superior se correlaciona positivamente con un mayor
conocimiento sobre insuficiencia cardíaca tras pasar los 6 meses de su alta
hospitalaria. Sin embargo, en el mismo estudio no se ha podido establecer una

91
María del Mar Silvestre García

relación entre el nivel de alfabetización en salud y la mortalidad por cualquier causa


de salud (León-González et al., 2018).

En definitiva, las personas ancianas requieren de un envejecimiento activo el


cual se correlaciona, según Sirisuwan, Phimba y Banchonhattakit (2022), con la
alfabetización en salud. Las cuales deben promoverse como parte de las políticas
económicas y sanitarias. Es importante, por tanto, mejorar la comunicación sobre la
salud dentro de este colectivo.

1.3.1.6 Consideraciones finales

Es un reto para los centros educativos, tal y como indican Schulenkorf et al.
(2021) incorporar en sus planes de estudio conocimientos acerca de la salud. Tanto
escuelas como docentes se enfrentan a numerosos requisitos educativos los cuales
pueden incidir negativamente a la hora de abordar la salud durante los procesos de
enseñanza-aprendizaje. Asimismo, la incorporación de la alfabetización en salud
desde la escuela es percibida por la comunidad educativa como una tarea adicional.
Sin embargo, como indicó Ojea (2020) para aumentar el nivel de alfabetización en
salud, principalmente en el colectivo de mayores, hay que utilizar diversas técnicas
educativas, por ejemplo, la musicoterapia puede ser una de ellas.

Ruiz-Cabello (2015) concluye que se hace imprescindible medir la


alfabetización en salud de la población española para poder comprobar el grado de
eficacia de las iniciativas variadas que se promueven. Con ello se podrían identificar
en qué ámbitos y capacidades existen mayores dificultades para focalizar esfuerzos
sobre esas deficiencias. Es evidente, por tanto, que la alfabetización en salud es un
factor determinante e influyente en la salud de las personas a nivel mundial. Hay
estudios que muestran resultados satisfactorios al realizar formaciones online para
trabajadores sanitarios y ciudadanos en materia de alfabetización en salud.

Las personas con un mayor grado de alfabetización en salud que padecen


diabetes tipo II, muestran un mayor control de la enfermedad. De hecho, como indica
Silva (2017) un mayor grado de alfabetización implica un menor valor de
hemoglobina glicada. En línea con esto, Visscher et al., (2018) analizó un programa
realizado para mejorar el autocuidado de pacientes con diabetes con una duración de

92
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

dos años. La alfabetización en salud de los pacientes mejoró significativamente a


través de la teleasistencia recibida durante la formación.

Dadas las características y estudios mostrados acerca de la población mayor,


se hace evidente la necesidad de implicar activamente a pacientes de edad avanzada,
crónicos o polimedicados en acciones formativas para fomentar más la alfabetización
en salud. Asimismo, Pelayo et al. (2017) recomiendan que los profesionales
sanitarios también tengan en cuenta estas características del colectivo para incidir en
la importancia de la comunicación de aspectos sobre su enfermedad en concreto y la
salud en general.

Se hace evidente, a su vez, desde el ámbito de la investigación sanitaria que la


alfabetización en salud puede ayudar a cualquier persona, tenga la edad que tenga, a
comunicar de forma competente sus condiciones de salud a los profesionales de la
asistencia sanitaria (Sumardi et al., 2023).

Por último, desde los Objetivos de Desarrollo Sostenible se promueve la


alfabetización en salud porque la Agenda 2030 la señala como una prioridad para la
sociedad del siglo XXI.

1.3.2 Nivel de alfabetización en salud del profesorado

El papel de las escuelas y los procesos de enseñanza-aprendizaje que se dan


en el contexto educativo suponen un factor de gran relevancia en la salud. En este
sentido, la actuación del profesorado en dichos procesos es muy importante. De sus
conocimientos y buen hacer dependerá el éxito en iniciativas relacionadas con la
promoción de la salud escolar. Parece lógico que las competencias en materia de
salud que tengan los docentes y su nivel de alfabetización sanitaria puedan influir en
la alfabetización sanitaria de sus estudiantes, contribuyendo a la adquisición de
estilos de vida saludables. Hay que tener presente que los docentes pasan mucho
tiempo con los estudiantes en el entorno escolar, siendo modelos para seguir
(Lamanauskas y Augiene, 2019). Es más, se puede considerar que dicha
alfabetización y dichas competencias son componentes esenciales para llevar a cabo
una buena educación sanitaria en el contexto escolar (Lamanauskas, 2018; St Leger,
2001). Si tenemos en cuenta que existe una relación significativa entre la

93
María del Mar Silvestre García

alfabetización en salud y los comportamientos de salud de los estudiantes (Fleary et


al., 2018) y en su calidad de vida (Khaleghi et al., 2019) que el profesorado posea
una formación específica en esta temática para poder transmitirla adecuadamente
resulta de máximo interés social.

Peterson et al. (2001) definen la alfabetización sanitaria del profesorado como


la capacidad de los profesores para obtener, interpretar y comprender la información
y los servicios sanitarios básicos, junto con la competencia para utilizar dicha
información y servicios de forma que se mejore el aprendizaje de conceptos y
habilidades de salud por parte del alumnado. Tal y como explican estos autores,
mientras que los estudiantes son los consumidores de información sanitaria en el aula,
los profesores son los proveedores de esa información. La alfabetización sanitaria del
proveedor (profesor) puede ser tan importante como la de los consumidores
(estudiantes) y las relaciones entre ambos agentes ayudarán en la mejora de la salud
de estos, así como en la mejora de la enseñanza de la salud en la escuela.

Un sujeto con una adecuada alfabetización en salud tiene la capacidad de


tomar la responsabilidad de su propia condición, así como de participar activamente
en la de su familia y la de su comunidad (Sørensen et al., 2012). La figura docente ha
de proporcionar conocimientos sobre salud al alumnado (alimentación, prevención
del sedentarismo, comportamientos seguros, etc.) pero también ha de ser un ejemplo
de buena conducta y de actitud saludable ante la vida. En este sentido, la
responsabilidad es máxima. Lamanauskas (2018) indica que los docentes, como
grupo profesional, tienen unos indicadores de salud física y psíquica (emocional)
bastante bajos. Además, estos indicadores tienden a disminuir a medida que aumenta
la antigüedad del profesorado. Asimismo, señala la inadecuada preparación docente
como un obstáculo sustancial. Estos datos son preocupantes si tenemos en cuenta la
influencia que pueden tener en los hábitos, creencias y actitudes de los estudiantes y
en la propia institución educativa.

Nutbeam et al. (2018) indican la escasa existencia de trabajos que


proporcionen información sobre el éxito de intervenciones que promuevan la
alfabetización en salud. De forma similar, Mávita-Corral (2018) comenta que, pese a
la numerosa evidencia existente que refleja la importancia de las habilidades en salud

94
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

sobre el cuidado y promoción de esta, así como en la prevención de enfermedades,


en América Latina las investigaciones realizadas al respecto son escasas. Si nos
centramos en la alfabetización sanitaria del personal docente (profesores, maestros,
monitores, e incluso docentes en preservicio) observamos que existe poca evidencia
científica focalizada en esta figura profesional, lo que supone una clara laguna para
los investigadores que se interesan por las competencias que necesita este colectivo.
Por ello, se van a describir a continuación algunos de los trabajos aportados en los
últimos años que analizan los niveles de esa alfabetización en salud en estos
profesionales.

Al estudiar los niveles de alfabetización en salud del profesorado nos


encontramos estudios que, por un lado, analizan el nivel general o global que se
tiene; pero muchos de ellos la estudian con respecto a ciertas áreas específicas.
Comenzando por los primeros trabajos, cabe destacar el llevado a cabo por Mávita-
Corral (2018). En este trabajo se analiza el nivel de alfabetización en salud de toda
una comunidad universitaria del noroeste de México, utilizando como instrumento de
recogida de datos una versión española de Health Literacy Survey Questionnaire
(HLS-EU-Q47). Los resultados relativos al profesorado universitario se sitúan en el
nivel de suficiente, tanto en la dimensión de atención y cuidado sanitario, como en la
de prevención de enfermedades, como en la de promoción de la salud. Sin embargo,
si se observan los grados de alfabetización global en este grupo, en el 4.47% es
inadecuada, en el 37.31% es problemática, en el 41.79% es suficiente y es excelente
en el 16.41%. Por tanto, se puede referir que, pese a que existe una tendencia clara
hacia una adecuada alfabetización en salud docente, en más del 40% no es suficiente,
porcentaje bastante elevado, dado el alcance de esta cuestión. Tal y como comenta el
autor del estudio, los hallazgos no son muy alentadores ya que, al tratarse de una
sociedad universitaria, donde el nivel educativo se encuentra por encima de la media
(factor asociado a resultados más satisfactorios), era esperado un rendimiento
superior en este sentido.

Denuwara y Gunawardena (2017) encuestan a 520 maestros en Sri Lanka,


obteniendo altas proporciones de alfabetización en salud catalogadas como limitadas,
lo cual implica la necesidad de programas de intervención que deben llamar la
atención de los políticos en los sectores de educación y salud, tal y como manifiestan

95
María del Mar Silvestre García

los investigadores. También, varios trabajos realizados en Turquía han mostrado


bajos niveles de alfabetización en salud. El estudio de Öztürk y Tezel (2022) aporta
datos de alfabetización suficiente en maestros en preservicio de escuela primaria a
través de una versión turca de la escala HLS con 25 ítems. La puntuación media de la
escala fue de 105,16 y se apreciaron diferencias significativas en función del género,
de manera que las mujeres tenían mayor puntuación que los hombres, tanto en la
medida total como en las subescalas. No hubo diferencias por grupos de edad. Sin
embargo, otros estudios realizados en el mismo país ofrecen niveles problemáticos o
limitados (Deniz et al., 2020; Güner et al., 2020; Karabulut y Abi, 2022). La
explicación que se le da a esta diferencia de resultados es que este es un estudio con
maestros en formación, mientras que los otros se refieren a maestros en servicio;
también los factores de tipo contextual y cultural podrían ser una opción explicativa
de los resultados según los autores.

En efecto, Deniz et al. (2020) aprecian que la mitad de los docentes


encuestados se sitúan en valores inadecuados en la HLS y que estos diferían en
función de la educación, el nivel económico y el estado general de salud. De forma
parecida, y por medio de la escala TSOY-32, se observa que los maestros de un
distrito de Estambul tienen niveles limitados en un 35% y pobres en un 17%; se trata
también de un 50% aproximadamente de profesionales con una capacitación
inadecuada (Güner et al., 2020). Finalmente, Karabulut y Abi (2022) reportan datos
de maestros de Educación Primaria a través de la HLS y aprecian que los niveles no
son los deseados. Los maestros de entre 31 y 38 años obtienen mejores puntuaciones
que aquellos mayores de 46. Por otra parte, las personas con 15-19 años de
experiencia en la profesión presentan valores más altos que en los otros grupos. En
este caso no se observan diferencias entre mujeres y hombres en la alfabetización.

Por su parte, Lamanauskas y Augiene (2019) llevan a cabo un proyecto de


corte cualitativo con 88 profesores de Educación Primaria en Lituania y determinan,
a partir de un cuestionario de 5 preguntas abiertas, que los conocimientos sobre un
estilo de vida saludable, el comportamiento práctico y la promoción de estilos de
vida saludables eran los componentes esenciales de los conocimientos sobre salud de
los profesores. Este estudio determina que existe una comprensión bastante amplia

96
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

de la alfabetización sanitaria del colectivo, pero que una gran parte de este tiene
carencias en conocimientos y habilidades prácticos.

En Irán, Ahmadi y Montazeri (2019) estudian el nivel de alfabetización en


salud de 704 futuros maestros utilizando el cuestionario de alfabetización en salud
para adultos (Health Literacy For Adults, HELIA), que presenta 33 ítems y cinco
grandes dominios de alfabetización sanitaria. Estos son: la lectura, el acceso, la
comprensión, la valoración y la aplicación de la información sanitaria. Los valores
fueron de suficiente en el 38,5% y de excelente en el 10,9%, pero se encontraron
valores de alfabetización en salud inadecuada en el 7,3% de los participantes y
problemática en el 43,3%. Los hombres tenían puntuaciones de alfabetización en
salud significativamente más bajas que las mujeres y las personas que se encontraban
en el grupo de edad de menos o igual a 20 años tenían un nivel significativamente
más bajo de conocimientos sobre salud.

Excepcionalmente, se encuentran estudios que describen una clara


alfabetización en salud favorable (47,78/50); en este caso se trata de profesorado de
Taiwán. En este trabajo se analizan también las creencias y actitudes docentes sobre
alfabetización en salud, que son positivas y la eficacia se define como aceptable. El
nivel de alfabetización en salud de los docentes se vio afectado por su nivel
educativo, de manera que el grupo con mayor titulación presenta puntuaciones
mejores. Las creencias, actitudes y eficacia de la enseñanza fueron predictores
cruciales de las intenciones de enseñanza de la alfabetización en salud (Lai et al.,
2018).

Asimismo, hay evidencia de algún trabajo sobre esta temática contextualizado


en la etapa de preescolar. Pischke et al. (2021) analizan en 62 escuelas infantiles en
Alemania los niveles de alfabetización sanitaria docente por medio del HLS-EU-Q16
(versión de la escala europea HLS con 16 ítems). La mayoría de los educadores
obtiene una puntuación suficiente, aunque hay porcentajes de puntuación inadecuada
que hay que tener presentes. Con la misma escala, Hartmann et al. (2020) encuentran
que más de la mitad de los docentes alemanes encuestados en su trabajo obtienen
valores de alfabetización limitados.

97
María del Mar Silvestre García

En nuestro país, una investigación realizada en Galicia explora la


alfabetización en salud de los monitores de tiempo libre y su relación con diferentes
variables sociodemográficas (Brea et al., 2021). En este caso, se encuentra un bajo
nivel de alfabetización, medido con la escala HLS-EU-Q47 también. Los hombres
presentan mayor nivel en la dimensión promoción de la salud, así como en la
capacidad para tomar decisiones sobre factores de riesgo relacionados con la misma.
Además, los monitores que tienen vinculación profesional o formativa con el ámbito
sanitario alcanzan una mayor puntuación. Curiosamente, el subdimensión acceder a
la atención y cuidado en salud es mayor en el ámbito semirural que en el rural e
incluso en el urbano. Otro dato llamativo es que los monitores con estudios más
bajos tienen mayor nivel de promoción de la salud y en las capacidades para procesar
o evaluar la atención y cuidado de la salud. Por otra parte, y como cabía esperar, las
personas de mayores ingresos tienen mayores niveles de alfabetización sanitaria en
atención-entender, atención-procesar y promoción-entender. Los autores proponen
modificar los programas formativos que reciben estos monitores para facilitar la
consolidación de hábitos y conocimientos en salud. Entre los contenidos que podrían
incluirse destacan el uso adecuado de medicamentos, el reconocimiento y la
diferenciación de síntomas graves, los primeros auxilios, las técnicas de
comunicación y persuasión en salud, la alimentación y la actividad física, entre otras.
Igualmente, destacan la importancia de mejorar estas competencias en los monitores
de tiempo libre, que son importantes agentes de salud. Esta puede ser una estrategia
útil para reducir las disparidades en salud de la población, que estaría más informada
y utilizaría los servicios sanitarios de forma más eficaz.

Como se comentaba con anterioridad, existen también trabajos que analizan


la alfabetización en salud del profesorado en áreas específicas. Como cabe esperar, la
literatura científica reciente ha mostrado el interés sobre cuestiones relativas a la
alfabetización en salud del profesorado con respecto al COVID-19 (EŞİCİ et al.,
2021; García-Ruiz et al., 2022). Otros estudios se centran en la alfabetización
sanitaria bucal (Divyapriya et al., 2021) o analizan la alfabetización en salud unida a
los conocimientos y actitudes de los maestros hacia la epilepsia infantil (Karabulut y
Abi, 2022). Incluso se profundiza sobre la alfabetización en salud del cáncer de
cuello uterino entre maestras de escuela secundaria como factor preventivo de la

98
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

enfermedad en mujeres nigerianas (Nwafor-Orizu et al., 2019). No obstante, sin duda,


el área específica abordada más frecuentemente es la relativa a la alfabetización en
salud mental de los docentes.

Con respecto a esta temática, hay artículos que investigan el conocimiento del
profesorado relativo a las enfermedades mentales, incluyendo programas de
capacitación y determinando las necesidades que necesita el grupo de profesionales
(Bruland et al., 2016). También, se pone a prueba la incorporación de un recurso
curricular específico (guía) aplicado por maestros que reciben formación previa
observándose resultados positivos, de manera que se amplían conocimientos y se
reducen estigmas hacia la enfermedad (Wei et al., 2022; Kutcher et al., 2016). Li et
al. (2022) analizan cómo el apoyo social influye en la alfabetización en salud mental
de los docentes y, por ejemplo, la investigación de Yamaguchi et al. (2020) muestra
una revisión sistemática sobre la efectividad de los programas de alfabetización en
salud mental para maestros.

Conocido el estado de la cuestión, tal y como señalábamos con anterioridad


en palabras de Lamanauskas (2018), es necesaria una mejora en la preparación
docente relativa a esta cuestión; los porcentajes altos en alfabetización inadecuada se
deben en gran medida, según los expertos, a una deficiente formación del
profesorado. Ahmadi y Montazeri (2019) exponen que, dado que la alta prevalencia
de alfabetización en salud limitada en los maestros es una barrera para mejorar la
alfabetización en salud de los estudiantes, existe la necesidad de diseñar,
implementar y evaluar diferentes intervenciones educativas para abordar la
alfabetización en salud entre los maestros en formación.

Además, a esta problemática se le suma otra, que Knisel (2017) expone


tomando como ejemplo la figura del profesor en Educación Física y que, sin duda,
implica una barrera a tener en cuenta. Esta autora explica que un plan de estudios
moderno y actualizado de esta materia debería ofrecer una concepción basada en la
alfabetización en materia de salud, de manera que el alumnado pudiera aprender
sobre los beneficios de las actividades físicas saludables a lo largo de la vida,
identificar las influencias en su comportamiento en materia de salud y aprender a
realizar actividades físicas en su vida diaria. Sin embargo, en la mayoría de los países

99
María del Mar Silvestre García

de la Unión Europea faltan normas de salud en los planes de estudios de esta


asignatura. Esto puede aplicarse a otras materias, aunque la de Educación Física sea
clave. Los planes de estudios no pueden suponer una barrera, sino que deben ser
potenciadores de la alfabetización en salud, favoreciendo este proceso en el
profesorado, que tendrá que prepararse para transmitir estos conocimientos y que el
alumnado pueda aplicar ciertas habilidades específicas. De hecho, algunos trabajos
ya han mostrado la eficacia de la incorporación de la alfabetización sanitaria en los
planes de estudio en el nivel de alfabetización de los estudiantes (Aghazadehet al.,
2020; Chervin et al., 2021). Asimismo, parece que algunas metodologías como
aprendizaje cooperativo pueden ser facilitadoras de esa alfabetización (Cubero-
Juánez et al. (2017).

Por tanto, se necesitan planes de estudios adecuados y formación del


profesorado; y esta formación debe estar presente ya en la formación inicial. En esta
línea, Kleiner (2017) hace hincapié en que se debe impartir alfabetización en salud
ya en el período de preparación para ser docentes, además de las cualificaciones
didácticas para saber transmitir esto en el futuro al impartir docencia. Se deben tener
herramientas didácticas para saber hacerlo. La alfabetización en salud debe ser una
competencia central del profesorado. Kleiner (2017) indica también que promocionar
la salud en el sistema escolar solo puede tener éxito si los maestros tienen una amplia
formación en este ámbito de la competencia sanitaria; esta formación debe centrarse
en lo personal, social y en el desarrollo físico, entre otras dimensiones. El docente
debe permitir que se participe continuamente de la cultura de la salud, con diferentes
formatos de organización social, de forma autónoma, responsable y crítica. Por
consiguiente, sería idóneo que el profesorado de todas las materias pueda planificar,
iniciar y controlar procesos de aprendizaje promotores de salud. Autores como
Cajina Pérez (2020) ponen de manifiesto la necesidad de que el profesorado este
capacitado para fortalecer los conocimientos teóricos y metodológicos sobre salud.

Pero también es necesario una formación en salud del profesorado para


mantener su propia calidad de vida y evitar las enfermedades típicas de su profesión
(Pino Juste, 2018).

100
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

1.3.3 Variables que determinan la alfabetización en salud

La importancia de saber cuántas y que variables determinan o influyen en los


niveles de AS hace que le demos una especial importancia a este apartado, dado que
estas variables pueden condicionar en cierta medida el AS de nuestra muestra.

Para obtener el nivel de AS de los individuos se han utilizado muchas


herramientas de medida existentes. Junto a estas herramientas también se recogen
una serie de variables sociodemográficas, socioeconómicas y otras variables
relacionadas específicamente con la salud, con el objetivo de poder valorar su posible
vinculación con el grado de alfabetización de la salud (Ruiz-Cabello, 2015).

La AS se convierte en un medio que permite a los individuos ejercer un gran


control sobre su salud y sobre los determinantes personales, sociales y ambientales,
estos determinantes se recogen en modo de variables, sociodemográficas,
socioeconómicas y otras variables relacionadas específicamente con la salud, para su
posterior análisis, siendo vista esta como un activo que se debe construir, como
resultado de la Educación para la Salud y de la comunicación que confirma un mayor
empoderamiento en la toma de decisiones para la salud (Nutbeam, 2008; Pino Juste,
2020).

Basándonos en el Modelo conceptual de AS según el proyecto HLS-EU, que


combina las cualidades de un modelo lógico, mostrando los factores proximales y
distales que afectan a la AS, así como las vías que la vinculan con los resultados en
salud (Sørensen et al., 2012). Entre los factores o variables determinantes que
influyen en la AS, se hace una distinción entre factores más distales, incluidos los
determinantes sociales y ambientales (situación demográfica, cultura, el idioma, la
política, los sistemas sociales) factores proximales (edad, sexo, raza, nivel
socioeconómico, educación, ocupación, empleo, ingresos, alfabetización) y los
determinantes situacionales (tales como las influencias de apoyo social, familiares y
compañeros, los medios de comunicación y el ambiente físico )(Poza Méndez, 2017).

Si establecemos una división de las variables que pueden afectar a la AS,


podríamos separarlas en los siguientes apartados, sociodemográficas y relativas a la
salud (Poza Méndez, 2017).

101
María del Mar Silvestre García

Si establecemos un análisis vinculado a otros estudios para saber cómo


afectan las variables sociodemográficas al nivel de AS hay estudios que confirman
una relación lineal entre la edad y el nivel de AS, así los participantes de mayor edad
muestran valores más elevados de AS (Nakayama et al., 2015; Poza Méndez, 2017),
mientras que otros estudios parecen contradecir estas afirmaciones (Ruiz-Cabello,
2015), poniendo de manifiesto que el deterioro cognitivo, es decir que cuando la
edad supone un deterioro, los resultados se invierten (Baker et al., 2000; Kaphingst et
al., 2014). Encontramos también otros estudios vinculados a la variable edad en
donde no hay diferencias vinculadas a esta variable (Mávita-Corral, 2018).

En relación a la variable sexo hay estudios que establecen diferencias entre


hombres y mujeres obteniendo estás unos niveles superiores (Poza Méndez, 2017), al
igual que estudios realizados con población de Estados Unidos y que dan los mismos
resultados (Paasche‐Orlow et al., 2005). Aunque podemos ver como la literatura
científica proporciona evidencias a favor de una mayor puntuación en la población
masculina (Tiller et al., 2015) como femenina (Sørensen et al., 2012). Por otro lado
encontramos estudios que nos hablan que el género y la edad son variables
influenciadas por factores sociales y culturales. Las capacidades físicas, sensitivas y
motoras de la persona son importantes condicionantes de habilidades
informacionales, comunicacionales, visuales, etc. El nivel socioeconómico, tanto de
la persona como del grupo y comunidad a la que pertenece, es un determinante
clásico de salud y del grado de alfabetización en salud (González Pérez & Oliva
Ramirez, 2021).

Las variables, nacionalidad, formación sanitaria, dificultad para pagar las


facturas en los últimos 12 meses, tiempo de estancia en España e ingresos mensuales
han mostrado tener relación significativa con respecto al nivel de AS (Poza Méndez,
2017). Otros estudios avalan que los participantes con peor estatus socioeconómico
y/o peor estado de salud auto percibida mostraron un 70% más de riesgo de tener una
AS limitada (Ruiz-Cabello, 2015). Hay estudios en los que el 47,3% de los
participantes no respondieron a la pregunta relacionada con los ingresos mensuales,
haciendo evidente la dificultad existente a la hora de obtener este tipo de datos
(Gutiérrez, 2016; Ruiz-Cabello, 2015).

102
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

También el nivel de estudios se relaciona con el nivel de AS (Nakayama et al.,


2015). Estudios encontrados muestran como las comparaciones entre los niveles de
educación con respecto a la alfabetización, en este estudio (Ruiz-Cabello, 2015), se
puede comprobar que los grupos “sin escolarizar” y “educación primaria” no difieren
significativamente entre sí pero sí con el resto de grupos. Los grupos de “educación
secundaria”, “bachillerato/F.P” y “universidad” no difieren significativamente entre
sí. Otro condicionante que puede determinar el grado de AS es el soporte social,
favoreciendo la integración o exclusión social, siendo este un importante
determinante de salud y de alfabetización en salud al condicionar el acceso y
utilización de los recursos, el manejo de la salud y la enfermedad, el soporte
emocional, etc. La motivación y la actitud proactiva, conlleva un alto grado de
implicación en la adquisición de conocimientos, el desarrollo de habilidades y el uso
de ambos para la autogestión y el cuidado (Basagoiti et al., 2014).

Con respecto a las variables de salud nos encontramos que un bajo nivel de
alfabetización general se vincula con un mayor número de hospitalizaciones (Baker
et al., 2002), mayores costes en el tratamiento de patologías (Mantwill & Schulz,
2015); lo que conlleva también un mayor uso de las urgencias hospitalarias, menor
aceptación de la mamografía y vacuna contra la gripe, menor capacidad de
autoadministrarse sus medicamentos, menor capacidad para interpretar etiquetas y
mensajes de salud (Berkman et al., 2011). Otros estudios han concluido que un tercio
de las personas que asisten a un hospital privado presentan limitaciones en su nivel
de AS (Gazmararian et al., 1999), mientras que la mitad de los pacientes que asisten
a un hospital público tienen estas limitaciones (Williams et al., 1995).

Existen evidencias que relacionan el mayor uso de los servicios de urgencia


hospitalaria y consultas de médico en general con niveles de AS más bajos (Van Der
Heide et al., 2015). También podemos ver como algunos estudios muestran que los
participantes del estudio que tienen una enfermedad de larga duración tienen un nivel
menor de AS, observamos en este estudio que los participantes que han ido más de
tres veces al médico en el último año también muestran niveles bajos de AS, sin
embargo todos aquellos participantes que realizan ejercicio físico frecuentemente su
nivel de AS es muy superior a los que lo hacen ocasionalmente o no realizan ninguna
actividad física, también otra variable que tiene una relación directa con el nivel de

103
María del Mar Silvestre García

AS es la salud percibida (Ruiz-Cabello, 2015). Otros estudios que cogen el modelo


multivariante, muestran como los factores que resultaron estadísticamente
significativos fueron el nivel académico, el nivel de autocuidados y la edad
(Santesmases-Masana et al., 2017b).

104
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

2. MARCO EMPÍRICO

2.1. Problema de la investigación1

Como ya hemos sugerido más arriba, la Alfabetización de la Salud (AS) es


una conceptualización de actual interés considerada por la Organización Mundial de
la Salud (OMS) como un determinante social básico en el campo de la salud y la
educación para la toda humanidad, puesto que incorpora elementos propios tanto del
ámbito de la salud como del ámbito educativo, siendo este un indicador de referencia
de la educación sanitaria de la población (Nutbeam & Kickbusch, 1998). Algunos
autores han identificado y analizado cuáles son las principales particularidades
(cualidades o propiedades) inseparables al concepto (Mancuso, 2009). Diferentes
revisiones bibliográficas y análisis conceptuales establecen que los principales
atributos de la AS son: la capacidad, la comprensión y la comunicación (Poza
Méndez, 2017). Según (Kindig et al., 2004) “el término capacidad se refiere tanto al
potencial innato de los individuos como a sus habilidades. La capacidad de AS de un
individuo está mediada por su educación y su adecuación se ve afectada por la
cultura, el lenguaje y las características de los escenarios relacionados con la salud”.

Desde este punto de vista de la capacidad de AS, sólo se pueden trabajar las
habilidades de los sujetos, ya que son un tipo de atributo que solamente se puede
obtener a través del aprendizaje (Poza Méndez, 2017). En este sentido, la
comprensión es un proceso complejo basado en la interacción efectiva de la lógica, el
lenguaje y la experiencia (Poza Méndez, 2017). Considerando que la gran mayoría
de los encuentros entre docentes y discentes generan y proporcionan información, la
AS se basa en lo que los individuos comprenden dentro de ese proceso de enseñanza-
aprendizaje, ya se desarrolle en el ámbito sanitario, origen de la AS, o en el ámbito

1
Este texto es parte del artículo ya publicado: Silvestre, M. Portela-Pino I. y Martínez-Patiño,
M.J. (2023). Factores determinantes del nivel de alfabetización en salud del profesorado de
enseñanza obligatoria en España. Retos. Aceptado para su publicación.

105
María del Mar Silvestre García

educativo (Parker & Schwartzberg, 2001). Esa comprensión en AS permite que una
persona llegue a tener un pensamiento crítico y una adecuada capacidad de resolver
problemas, lo que le puede permitir tomar medidas de salud dirigidas y creativas
(Joint Committee on National Health Education Standards, 2005).

La comunicación entre los individuos y los profesionales es el aspecto más


importante de la relación ya que permite el aprendizaje (Bateman et al., 1999). Las
habilidades de comunicación primordiales son la comprensión lectora, la capacidad
de plasmar las ideas en la escritura, la capacidad de hablar con otros y que nos
puedan comprender, la escucha activa y la observación crítica (Wilson, 2001). En
este sentido, la comunicación en salud efectiva puede tomar una gran variedad de
formas, incluyendo los intercambios directos entre los individuos y los profesionales
de salud, así como los cambios a través de textos, medios audiovisuales e internet.
Las características de la comunicación en salud efectiva abarcan precisión,
disponibilidad, equilibrio, consistencia, competencia cultural, evidencia, fiabilidad,
repetición, tiempo y capacidad de comprensión (Staff & (Group), 2000).

Como se puede observar, la clasificación de los atributos en estas tres grandes


categorías responde a necesidades pedagógicas para poder entender con mayor
claridad y profundidad el concepto. La pertenencia a una de las categorías no es
excluyente de la pertenencia al resto. De hecho, se puede observar cómo algunas
habilidades (como es el caso de la escucha activa, la comprensión lectora o el
asertividad) pueden ser incorporadas tanto a la clasificación de habilidades de
comunicación, como a la comprensión. En definitiva, la AS depende de los niveles
de alfabetización fundamentales de los individuos y está asociada a su desarrollo
cognitivo y social (Poza Méndez, 2017). Así pues, los individuos con habilidades no
desarrolladas en lectura y escritura tendrán menos acceso a la educación en salud
tradicional, pero también menos habilidades sociales desarrolladas para actuar en
base a la información recibida (Poza Méndez, 2017). Por estas razones, las
estrategias para promocionar la AS están unidas profundamente a las estrategias
educativas más generales para promover la alfabetización. De hecho, las principales
estrategias empleadas para promocionar la AS se han dirigido, como se ha apuntado,
a la potenciación de la AS funcional, haciendo hincapié en el desarrollo de la
capacidad de leer y comprender los mensajes de salud eminentemente escritos (Poza

106
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Méndez, 2017). Dicho termino se utiliza por primera vez en 1974, relacionándolo
con la Educación para la Salud y con la importancia de impulsar estándares mínimos
de AS en los centros educativos. No obstante, hasta los años 90 este concepto de AS
no fue incorporado a la Educación para la Salud ni a otros ámbitos relacionados fuera
del sanitario (Baker et al., 1997), (Williams et al., 1995) (Officers, 1998).

En 1997, la Asociación Médica Americana (AMA) creó un Comité de


Expertos en los campos de la Medicina Clínica, la búsqueda de servicios sanitarios,
la Psicología, la alfabetización de adultos, la Enfermería y la Educación para la Salud,
para investigar en profundidad sobre el concepto de AS. Tras la revisión
bibliográfica propusieron la siguiente definición: “conjunto de habilidades, incluida
la habilidad de desarrollar la lectura básica y numérica para poder funcionar en los
ambientes de cuidados sanitarios” (American Medical Association, 1999). Esto
implica que la AS significa poder aplicar las habilidades de lectura, escritura y
aritmética a los materiales relacionados con la salud, en los contextos médicos y de
los cuidados sanitarios. Sin embargo, en esta definición sólo se contemplaba el
escenario de la consulta clínica, ignorando otros contextos importantes de la salud
como podían ser los comunitarios, laborales y/o educativos.

Por consiguiente, la OMS hace un planteamiento considerando a la AS algo


más que el simple hecho de poder leer y comprender recetas y/o acudir a las citas
médicas (Nutbeam & Kickbusch, 1998). Esta organización lo entiende como un
concepto pedagógico, fundamental para que las personas puedan acceder mejor a la
información de la salud, adquiriendo la capacidad de usar esta información con
efectividad (Nutbeam, 2000). Partiendo de esta base, la AS se presenta como el
resultado de la Promoción y de la Educación para la Salud, generando tanto
beneficios personales como sociales. Por esta razón, en 1998, el nuevo concepto es
incorporado al Glosario de Promoción de Salud de la OMS como “las habilidades
cognitivas y sociales que determinan la motivación y capacidad de los individuos
para alcanzar el acceso, la comprensión y el uso de la información de manera que
pueda promocionar y mantener una buena salud” (Nutbeam & Kickbusch, 1998).

Con respecto a los instrumentos utilizados para conseguir medir el nivel de


AS, se han desarrollado algunos a fin de medir el grado de AS de las personas, tales

107
María del Mar Silvestre García

como el European Health Literacy Survey (HLS-EU-Q). Este instrumento ha sido


reconocido como un instrumento válido y fiable para registrar el nivel personal de
AS y se compone para ello de un cuestionario en de 47 preguntas sobre AS (Ruiz-
Cabello, 2015). Este cuestionario adquiere la información a partir de la combinación
de cuatro dimensiones, referidas al procesamiento de la salud (acceder, entender,
evaluar y aplicar) con tres niveles de dominio (atención y cuidado del enfermo,
prevención y promoción de la salud), lo cual produce una matriz de 12
subdimensiones para medir el nivel de AS de un individuo (Sørensen et al., 2013).

Este instrumento ha sido ya ampliamente utilizado en el ámbito sanitario, en


pacientes con insuficiencia renal crónica en hemodiálisis (Pelayo Alonso et al., 2017)
o individuos inmigrantes (Poza Méndez, 2017), Aunque actualmente no se ha
aplicado fuera de este ámbito, en otros contextos sociales fundamentales como el
educativo. Sin embargo, en base a todo lo comentado anteriormente, puede
comprobarse lo importante que resulta la AS para la población en general y para
comunidad educativa en particular. Este hecho hace plantear la necesidad de conocer
los niveles de AS dentro de este contexto, a fin de que la transmisión de este
conocimiento sea más efectiva por quienes podrían llevarla a cabo, el profesorado En
consecuencia, conocer los niveles de AS del profesorado y qué factores pueden
influir en ese grado de alfabetización sería un primer paso fundamental en el estudio
de la AS en el ámbito educativo. Es lógico pensar que los docentes de las diferentes
etapas educativas se ven influenciados por esos factores personales y profesionales, y
que su nivel de AS va a determinar su capacidad de gestionar la información que les
llega vinculada a aspectos de la propia salud. En definitiva, los docentes son uno de
los eslabones fundamentales en la cadena de aprendizaje. Por todo ello, este estudio
pretende averiguar el grado de AS que tienen los docentes en base a diferentes
variables o determinantes personales y de salud que pueden influir en tales niveles.

2.2. Descripción del contexto

El presente estudio se centra en la Comunidad Valenciana y en concreto con


su situación educativa, para poder realizar cualquier análisis, se requiere una
contextualización, paso previo a todo análisis sobre la situación educativa que se ha

108
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

experimentado en la Comunidad Valenciana. Para cumplir este propósito se


utilizarán los datos que ofrece el Portal Estadístico de la Generalitat Valenciana y los
del Instituto Nacional de Estadística.

Dentro de la península ibérica, y contando con una superficie de 23.255 km2,


se sitúa en el este y sureste del país. Es la octava autonomía más extensa, y formada
por tres provincias Alicante, Castellón y Valencia. También forma parte el
archipiélago de las islas columbretes, la isla de Tabarca y otros islotes cercanos de la
costa.

Figura 3

Situación de la Comunidad Autónoma Valenciana dentro de España.

La Comunidad Valenciana constituye un territorio altamente industrializado,


con un potente sector turístico y con un elevado peso del sector agrícola, motivo por
el cual su economía es la cuarta más importante de entre las comunidades autónomas
españolas, al generar el 9,6 % del PIB nacional.

El total de población que residía en la Comunidad Valenciana a 1 de enero de


2021 era de 5.057.353 según el padrón municipal. De estas personas, 4.305.222 eran
de nacionalidad española y 752.131 (el 14,87%), extranjera; 1.879.888 residían en la
provincia de Alicante, 585.590 en la de Castellón y 2.591.875 en la de Valencia. La

109
María del Mar Silvestre García

población total aumentó en 53.584 habitantes respecto del año anterior, variación que
responde a un incremento de la población con nacionalidad española en 4.866
personas (un 0,11%), y a que la población de nacionalidad extranjera experimentó un
aumento de 48.718 personas (un 6,93%).

Figura 4

Población residente en la Comunidad Valenciana, por grupo quinquenal de edad.

500.000
400.000
300.000
200.000
100.000
0
De De De De De De De De De De De De De De De De De De De
0 a 5 a 10 a 15 a 20 a 25 a 30 a 35 a 40 a 45 a 50 a 55 a 60 a 65 a 70 a 75 a 80 a 85 a 90 y
4 9 14 19 24 29 34 39 44 49 54 59 64 69 74 79 84 89 mas
añosañosañosañosañosañosañosañosañosañosañosañosañosañosañosañosañosaños

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE)

Figura 5

Distribución población residente en la comunidad Valenciana por provincia, y


sexo.

Provincia de Alicante Provincia de Castellón Provincia de Valencia

491675

354190

238690 252985

171444 182746
112003
54169 57834

total mujeres hombres

110
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE)

El total de alumnado matriculado en centros educativos de Régimen General


en la Comunitat Valenciana fue, durante el curso 2020-21, de 869.590 alumnos, de
los cuales 180,113 lo eran en Educación Infantil; 313.402, en Educación Primaria;
213.258, en Educación Secundaria Obligatoria; 60294. en Bachillerato; y 102.193, en
Ciclos Formativos. El total de matrículas en centros educativos de Régimen Especial
ascendió a 52.840 alumnos, de los cuales 18.846 asistían a Enseñanzas de Música;
2.174 a Enseñanzas de Danza; 1.260 a Artes Plásticas y Diseño; 150 a la Escuela
Superior de Cerámica; 3.159 a Estudios Superiores de Diseño; 25.589 a Enseñanzas
de Idiomas; y 1.662 a Enseñanzas Deportivas.

Figura 6

Total de alumnado matriculado en la Comunidad Valenciana.

Ciclos Formativos 102193

Bachillerato 60624

Educación Secundaria Obligatoria 213258

Educación Primaria 313402

Educación Infantil 180113

Fuente: Instituto Valenciano de Estadística (IV,E)

En el sistema educativo de la Comunitat Valenciana participan un millón de


alumnos y 86.000 profesores distribuidos en 2.700 centros. Parte de unas condiciones
de entorno y recursos poco favorables para su desarrollo, ya que presenta un PIB per
cápita inferior a la media nacional y el nivel más bajo de ingresos públicos por
habitante del conjunto de comunidades autónomas.

111
María del Mar Silvestre García

El alumnado matriculado en Educación Infantil en la Comunitat Valenciana


suma 180.113 niños, de los que 110.893 (el 61,6%) asisten a centros públicos y
69.220 (el 38,4%) a centros privados y privados-concertados. Si comparamos con las
cifras en el ámbito estatal, el porcentaje de alumnado de Educación Infantil
matriculado en la Comunitat Valenciana se encuentra poco más de un punto por
debajo de la media estatal (62,95%); y algo más de un punto por encima de esta en el
caso de los centros privados y privados concertados (37,05%). El alumnado
matriculado en Educación Primaria computa un total de 304.466 niños y niñas, de los
cuales 211.285 van a escuelas públicas, 85.646 a centros concertados y 7.535 en
centros privados.

En la Comunidad Valenciana existe un aumento de la inversión en centros


privados y concertados frente a la bajada en cuestión de centros públicos.

Respecto al alumnado matriculado en Educación Secundaria Obligatoria en la


Comunitat Valenciana, éste suma 213.258 chicos, de los que 143.806 asisten a
centros públicos, 63.002 a centros concertados y 5.485 a centros privados. Si se
compara con las cifras estatales, el porcentaje de alumnado de ESO matriculado en la
Comunitat Valenciana en centros públicos es 2,08 puntos superior a la media estatal
(67,74% y 65,66% respectivamente); es un punto inferior en el caso del alumnado
matriculado en centros concertados (29,68% y 30,4%) y un punto inferior también en
el caso del alumnado matriculado en centros privados (2,58% y 3,92%).

El alumnado matriculado en Bachillerato en la Comunitat Valenciana suma


60624 chicos, de los cuales 42.574 asisten en centros públicos, 2.414 en centros
concertados y 15.636 en centros privados. El porcentaje de alumnado de Bachillerato
matriculado en centros públicos en la Comunitat Valenciana coincide prácticamente
con la media estatal (73,30% y 73,9% respectivamente); es 6,5 puntos inferior en el
caso del alumnado matriculado en centros concertados (4,1% y 10,6%) y 7,1 puntos
superior en el caso del alumnado matriculado en centros privados (22,5% y 15,4%).

Respecto al cuerpo docente en los centros educativos de la Comunitat


Valenciana trabajan 60.779 profesores, de los que 30.882 lo hacen a tiempo parcial y
29.897 a tiempo completo. Respecto a la distribución porcentual atendiendo al
cuerpo docente que ocupan, se observa que casi el 90% del profesorado de la

112
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Comunitat Valenciana pertenece al cuerpo de maestros de Primaria y al profesorado


de Educación Secundaria; le sigue el profesorado de FP, y finalmente, los cuerpos
docentes más específicos.

Figura 7

Profesorado de la CV distribuido por cuerpos docentes

Profesorado de Religión en Secundaria 418

Profesorado de Religión en Primaria 1332

Maestras y maestros de taller de Artes plásticas y… 40


Profesorado de Artes plásticas y Diseño 442

Profesorado de Música y Artes escénicas 976

Profesorado con cátedra de Música y Artes… 314


Profesorado de EOI 821

Profesorado técnico de FP 3784

Profesorado de Enseñanza Secundaria 25416

Maestras y maestros 27246

0 5000 10000 15000 20000 25000 30000

Fuente: Instituto Valenciano de Estadística (IV,E)

La edad del profesorado que imparte clases en el sistema educativo


valenciano es el indicador que permite valorar el envejecimiento del colectivo, y
evaluar la tasa de reposición de los cuerpos docentes. En el gráfico siguiente se
aprecia que, agrupado por intervalos de edad, el profesorado se concentra
mayoritariamente en las edades comprendidas entre 35 y 49 años, hasta el 50,35%.
El 5’71% de los y las docentes eran menores de 30 años, una cifra inferior a la media
española (datos curso 2019), que fue de 7,6%; y el 32,5% era mayor de 50 años, en
este caso también una cifra ligeramente inferior a la estatal (33,8%).

113
María del Mar Silvestre García

Figura 8

Profesorado de centros públicos de la Comunidad Valenciana por edad (intervalos),


valores absolutos
16000 14615
14000
12000
10375 10245
10000 9472
7820 8134
8000
6000 4789
3999
4000
2000 525
0
23-39 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-59 60-64 65-70

Fuente: Instituto Valenciano de Estadística (IV,E)

En cuanto a la feminización del profesorado, se observa, que el porcentaje de


mujeres se sitúa en el 71% sobre el total, y el de hombres se encuentra en el 29%.

Por tanto, la feminización de los cuerpos docentes continúa siendo una


característica del sistema educativo valenciano, compartida con el resto de las
comunidades autónomas españolas.

Figura 9

Distribución del profesorado de la Comunidad Valenciana según sexo

29%
Hombres
Mujeres

71%

Fuente: Instituto Valenciano de Estadística (IV,E)

114
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

En cuanto a los cuerpos docentes de la Comunitat Valenciana, la


desagregación por edad y sexo muestra que en todas las franjas de edad hay
predominio de mujeres como es habitual en este colectivo.

Figura 10

Profesorado de centros públicos de la Comunidad Valenciana por edad y sexo.

65-70 213
312
60-64 1531
3528
55-59 2927
6545
50-54 2835
5297
45-49 3363
6882
40-44 4648
9967
35-39 2259
8466
30-34 1638
6182
23-39 814
3485

0 2000 4000 6000 8000 10000 12000

Fuente: Instituto Valenciano de Estadística (IV,E)

Los docentes valencianos están por encima del promedio de edad, 46 años, de
los docentes de países y economías OCDE. Es uno de los envejecimientos más
destacados. Es la tercera comunidad autónoma que menos invierte en educación no
universitaria Gasto público por alumno en educación no universitaria, en centros
públicos, respecto a la media de España. Siendo el País Vasco con un 158,5 el que
más invierte y la comunidad Valenciana con 92,5.

Estas reducidas inversiones aportan al contexto docente, problemas con el


número de docentes que se necesitan y la temporalización de estos, formalizando
oposiciones con un número ínfimo de plazas, con aumentos de ratios, y los salarios
en la mitad de la tabla de las comunidades autónomas españolas. Es por ello que

115
María del Mar Silvestre García

podemos encontrar a la mayoría de los docentes en el tramo medio de la sociedad del


bienestar en cuánto a la capacidad económica, de tiempo y recursos.

Aunque los problemas o mejoras que comunican los profesores a los distintos
organismos y sindicatos versan sobre la calidad de la enseñanza. Sus reclamaciones,
de aumento de inversión, de la reducción de ratio de alumnos, del aumento del
número de docentes, de la disminución del aparataje burocrático, mejora de la
formación, y otros aspectos administrativos. Los docentes invierten tiempo, energía
y dinero en mejorar su calidad y así que sus alumnos reciban cada vez una educación
superior.

Los estudios sobre nuestro profesorado son imprescindibles puesto que sacan
a la luz las debilidades y fortalezas del sistema. Ofreciendo datos para posibles
soluciones e intervenciones. Por ello éste estudio no sólo es tiene un aspecto teórico,
ya que pretende ser el primero de los pasos para poder realizar esa aplicación y
obtener un proceso positivo en nuestro mundo docente.

2.3. Objetivos e hipótesis de investigación

El objetivo general del estudio planteado es describir el nivel de


alfabetización en salud del profesorado del ámbito no universitario de la Comunitat
Valenciá y analizar su relación con variables personales, profesionales y de salud.

Para facilitar el análisis se han establecido objetivos específicos concretos


relacionados con sus correspondientes hipótesis derivadas de la literatura previa
sobre el tema objeto de estudio.

1.- Examinar la relación entre las variables personales y profesionales y el


nivel de alfabetización en salud del ámbito no universitario de la Comunidad
Valenciana

En función de este objetivo se esperan las siguientes hipótesis de trabajo

H1= A mayor edad del profesorado menor índice de alfabetización en salud

H2= Las mujeres obtienen mayor puntuación que los hombres en


alfabetización en salud

116
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

H3= Las personas casadas obtendrán mayor nivel de alfabetización en salud


que las solteras, separadas o divorciadas

H4= El profesorado que manifiesta vivir en el medio rural tendrá un menor


nivel de alfabetización en salud

H5= Las personas que viven en familia tendrán un mayor nivel de


alfabetización en salud que las que viven solas

H6=No habría diferencias en el nivel de alfabetización en salud entre el


profesorado en función de la etapa en la que impartan docencia

H7= El profesorado de Educación física y el de ciencias obtendrán una mayor


puntuación en el nivel de alfabetización en salud

2.- Examinar las relaciones entre las variables de salud y el nivel de


alfabetización en salud del profesorado del ámbito no universitario de la Comunidad
Valenciana

H8= El profesorado que manifiesta sufrir algún proceso patológico tiene un


mayor nivel de alfabetización en salud

H9= El profesorado que tiene mayor número de visitas a urgencias tiene


menor nivel de alfabetización en salud

H10= El profesorado que tiene mayor número de ingresos hospitalarios tiene


menor nivel de alfabetización en salud

H11= El profesorado que practica frecuentemente actividad física tiene


mayor nivel de alfabetización en salud que aquellos que no practican

H12= El profesorado que tiene acompañamiento tiene mayor nivel de


alfabetización en salud

H13= El profesorado que tiene mayor Autopercepción de la salud tiene


mayor nivel de alfabetización en salud

117
María del Mar Silvestre García

2.4. Variables de estudio

Fueron consideradas variables independientes relacionadas con características


personales y de salud. Entre las variables personales figuran:

Ø Edad

Ø Sexo: Masculino y Femenino

Ø Estado civil: soltero, casado, viudo o divorciado

Ø Área de residencia. En este caso se ha agrupado en área Rural las


poblaciones menores de 10.000 habitantes, en Semirrural las
poblaciones entre 10.000 y 50.000 habitantes y en Urbana las
poblaciones mayores de 50.000 habitantes.

Ø Convivencia: solo/a, pareja, con hijos / otros familiares y con pareja e


hijos / otros familiares

Ø Etapa Educativa: primaria y secundaria. Los profesionales de primaria


imparten clase entre 1º y 6º de enseñanza primaria y los de secundaria
en los cuatro cursos de secundario y/o bachillerato.

Ø Área de conocimiento. Los profesores de primaria se han tratado como


un conjunto ya que su formación es similar y no depende de la materia
que imparten. Pero a los profesores de secundaria se les ha solicitado el
área de conocimiento a la que pertenece su materia. Así se han
agrupado en educación física, ciencias (matemáticas, física y química,
tecnología, humanidades (geografía e historia, diferentes idiomas, latín,
música, educación plástica, filosofía y ética) y de salud (biología) ya
que entendemos que podría haber diferencias en el nivel de AS en
función de su formación

Entre las variables de salud figuran:

Ø Proceso patológico: SI, si han tenido alguna enfermedad y NO si no


padecen ninguna enfermedad.

Ø Visita al servicio de urgencias: ninguna, menos de tres y más de tres

118
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Ø Número de ingresos hospitalarios: ninguno, menos de tres y más de tres

Ø Práctica de ejercicio físico: frecuentemente, ocasionalmente y nunca

Ø Acompañamiento médico: SI, si tienen quien los acompañe y NO si no


lo tienen

Ø Autopercepción de la salud: buena, regular, mala y muy mala

Todas las variables mencionadas anteriormente tanto las sociodemográficas


como las relacionadas directamente con la salud, forman una red de información muy
importante a la hora de establecer las relaciones pertinentes y como afectan o no al
nivel de alfabetización de la salud.

La variable dependiente es el nivel de alfabetización en salud (IGHL) y sus


dimensiones y capacidades.

Ø Nivel de Alfabetización en salud

Para identificar los factores de riesgo de una AS inadecuada se han definido


dos grupos extremos:
• AS deficiente: Individuos situados en un percentil 10 o inferior (índice global
menor o igual a 25,88).
• AS excelente: Individuos situados en un percentil 90 o superior (índice global
mayor o igual a 41,45).
Y un grupo considerado con AS moderada entre el percentil 10 y 90.

Para facilitar su análisis, algunas variables sociodemográficas fueron


recodificadas agrupando sus resultados adaptando su codificación a los estándares
utilizados en España (Ruiz-Cabello, 2015)

2.5. Enfoque y diseño de investigación

Los procesos de investigación requieren el establecimiento de una


planificación sistemática ya que el hecho de realizarlo de esta forma permite a los
investigadores buscar y recabar información fiable tanto sobre la problemática objeto
de estudio como de los fenómenos sociales. Una de las características de las ciencias
sociales es que los investigadores deben llevar a cabo un proceso de interpretación

119
María del Mar Silvestre García

doble, por un lado, interpretación de la realidad que construyen los propios


individuos y por el otro la comprensión de cómo se construyen socialmente las
realidades que se investigan (Domínguez-Lloria y Pino Juste, 2018).

En esta investigación se opta por el uso del enfoque interpretativo que, como
afirma Roca Cuberes (2020) es un enfoque sobre el estudio de significados que las
personas asignan al mundo que les rodea permitiendo a los investigadores intentar
comprender la realidad. Esto es aún más propio si cabe, en los fenómenos educativos
que presentan como dificultad característica de las investigaciones el enmarque en un
sistema social abierto donde la realidad es compleja y presentándose de forma
múltiple.

Esta investigación se enmarca además en la tipología de estudios denominada


transversal observacional. Los estudios de estas características permiten estudiar
numerosas variables obteniendo datos fácilmente extrapolables posibilitando la
generación de hipótesis para estudios aleatorizados y controlados en un escaso
período de tiempo y que sean útiles para mejorar y planificar el objeto de estudio.
Argimón-Pallás y Jiménez Villa, (2004) afirman que la temporalidad de este tipo de
estudios impide la evaluación de relaciones de causa efecto entre las variables de
estudio.

Debemos tener en cuenta como afirman Álvarez-Hernández y Delgado-De la


Mora, (2015) que los estudios transversales se emplean para examinar la ausencia o
presencia de un resultado de interés en relación con la ausencia o presencia de una
exposición, ambos hechos ocurriendo en un tiempo determinado y en una población
específica. En este tipo de estudios la exposición y el resultado son examinados al
mismo tiempo, por lo que es inevitable que exista una ambigüedad temporal en su
relación, lo que impide establecer inferencias causa-efecto.

El diseño del estudio es no experimental ya que en ningún caso se manipulan


de forma deliberada las variables de estudio basándonos principalmente en la
observación de los fenómenos tal y como se dan en su contexto natural para
posteriormente analizarlos. Alvira-Martín (2002) denomina a este tipo de estudios
“ex post facto” ya que se basa en conceptos, variables, categorías o contextos que ya
ocurrieron o se dieron sin la intervención directa del investigador.

120
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Con respecto a la muestra nos encontramos con una muestra no probabilística


intencional, en este tipo de muestras la elección de los elementos que la componen
no dependen de la probabilidad sino de las condiciones que permiten hacer el
muestreo, se seleccionan a través de mecanismos informales y no aseguran la total
representación de la población lo que implica que no se puede calcular con precisión
el error estándar de estimación , es decir el nivel de confianza con el que hacemos la
estimación, esto lo que implica es que no presenta la representatividad de todos los
miembros de la población (Scharager y Armijo, 2001).

La metodología observacional hace posible la realización de estudios de las


conductas y acciones que se perciben de forma espontánea en el propio contexto
permitiendo analizar los diferentes procesos que se dan tanto en el ser humano como
en los grupos y colectivos de los que forma parte (Anguera, 2010).

El procedimiento seguido para la elaboración de este estudio ha sido un


procedimiento cuantitativo. Los métodos cuantitativos permiten al investigador
aproximarse de forma numérica al objeto de la investigación de forma objetiva
midiendo de forma controlada (Baxter, y Jack, 2008).

Del Río Sadornil (2010) afirma que la metodología cuantitativa permite


realizar conclusiones precisas, caracterizándose por realizar mediciones controladas,
con pruebas objetivas, no fundamentándose en la realidad, sino que está orientada a
la comprobación y confirmación. Los resultados en estudios de casos múltiples se
pueden generalizar y, por tanto, la metodología cuantitativa asume una realidad
estable.

Por tanto, nuestro estudio se realizará desde un enfoque interpretativo con una
finalidad descriptiva y exploratoria para determinar el nivel de alfabetización en
salud del profesorado de la comunidad Valenciana. Para ello se utilizó un diseño no
experimental con una muestra intencional.

2.5.1 Participantes

En función del contexto ya descrito se seleccionó la población objeto de


estudio teniendo en cuenta el número de centros educativos de la Comunidad
Autónoma Valenciana. En total han participado en el estudio 450 profesores de la

121
María del Mar Silvestre García

Comunidad Valenciana, 220 hombres y 230 mujeres con una edad media de 40,033,
entre los 23 y los 64 años.

En relación con su estado civil, la gran parte de la muestra son casados


(53,1%), mientras que los profesores que están solteros corresponden al (32%), y los
que están viudos o divorciados constituyen un (14,9%). En relación con zona de
residencia, la mayoría vive en un entorno urbano, (poblaciones de más de 50.000
habitantes) (66,4%); otros en un entorno semirrural (poblaciones entre 10.000 y
50.000 habitantes) (21,3%), y finalmente se encuentran los que viven en un entorno
rural (poblaciones menores de 10.000 habitantes) (12,2%).

Si analizamos el nivel educativo en el que imparten clase vemos como la


muestra está repartida en educación secundaria (76%) y en educación primaria el
(24%). Los de secundaria imparten clases en todos los ámbitos de conocimiento: 165
de educación física, 39 ciencias (matemáticas, física y química, tecnología, 86
humanidades (geografía e historia, diferentes idiomas, latín, música, educación
plástica, filosofía y ética) y52 de salud (biología).

2.5.2 Instrumento

Para comprobar qué variables presentan una relación significativa con la


alfabetización en salud se elaboró un índice general de alfabetización en salud
(IGHL) a partir de los resultados de la encuesta.

El instrumento utilizado en este artículo es el Cuestionario Europeo de


Alfabetización en Salud (HLS-EU-Q47) (Ruiz-Cabello, 2015). Este cuestionario es
un instrumento fiable que permite una medida integral de la AS auto percibida de la
población, posibilitando una diferenciación entre las distintas dimensiones y
capacidades de alfabetización de la salud de los participantes (Ruiz-Cabello, 2015).
Este cuestionario se administró al total de la muestra de profesores de las etapas de
primaria y secundaria, y junto al mismo se recogieron una serie de variables
sociodemográficas, como son la edad, el sexo de la muestra, si son hombres o
mujeres, el estado civil, si están casados, solteros, viudos o divorciados, y, por otro
lado, vinculados a las características de la zona de residencia, rural, semirrural y
urbano. También se tuvieron en cuenta las etapas educativas, tanto primaria como

122
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

secundaria y por último se analizó el tipo de convivencia, siendo las posibilidades de


convivir solo, en pareja o con familia.

El HLS-EU-Q47 consta de 47 preguntas que intentan indagar sobre cada una


de las subdimensiones que se establecen en la matriz de AS europea, preguntando el
grado de dificultad que encuentran en la realización de una tarea concreta.

Las respuestas clasifican el grado de dificultad percibida por el encuestado en


cada tarea o situación, baremando las mismas en una escala de Likert con cuatro
categorías (1. Muy difícil, 2. Difícil, 3. Fácil, 4. Muy fácil).

Hay que tener en cuenta que la HLS-EU-Q recoge una medida auto percibida
de alfabetización en salud, en función de la interacción entre las competencias y
capacidades de una persona y las demandas y complejidades de una posible situación
relacionada con la salud (Ruiz-Cabello, 2015).

Para facilitar el cálculo y simplificar comparaciones, la escala métrica se ha


estandarizado entre 0 y 50, usando la siguiente fórmula: Índice= (𝑚𝑒𝑑𝑖𝑎 − 1) ∗
(50/3). Los distintos subíndices correspondientes a las dimensiones y/o capacidades
se han calculado adaptando la formula al número de cuestiones que abarca cada
capacidad y cada dimensión según la distribución recogida en el cuestionario.

En este estudio para calcular el subíndice de alfabetización en salud en cada


dimensión se ha realizado de la siguiente forma:
• Dimensión atención y cuidado sanitario, la media se toma solo de los valores
de las preguntas de Q1 a Q16.
• Dimensión prevención de enfermedades la media se toma de los valores de
las preguntas de Q17 a Q31.
• Dimensión Promoción de la salud la media se toma de los valores de las
preguntas de Q32 a Q47.

De igual forma, los subíndices relativos a las capacidades se obtuvieron


siguiendo la distribución establecida.
• Acceder/obtener incluye desde el ítem 1 al 4; del 17 al 20 y del 32 al 36
• Entender/comprender incluye desde el ítem del 5 al 8; del 21 al 23 y del 37 al
40
• Procesar/juzgar incluye desde el ítem 9 al 12 del 24 al 28 y del 41 al 43
• Aplicar/usar incluye desde el ítem 13 al 16, del 29 al 31 y del 44 al 47

123
María del Mar Silvestre García

Tabla 07

Distribución de los ítems según dimensiones y capacidades

Dimensión Acceder/Obtener Entender/Comprender Procesar/Juzgar Aplicar/Usar

Atención y Q1.1 Q1.5 Q1.9 Q1.13


Cuidado
Sanitario Q1.2 Q1.6 Q1.10 Q1.14

Q1.3 Q1.7 Q1.11 Q1.15

Q1.4 Q1.8 Q1.12 Q1.16

Prevención de Q1.17 Q1.21 Q1.24 Q1.29


enfermedades
Q1.18 Q1.22 Q1.25 Q1.30

Q1.19 Q1.23 Q1.26 Q1.31

Q1.20 Q1. 27

Q1.28

Promoción de Q1.32 Q1.37 Q1.41 Q1.44


la salud
Q1.33 Q1.38 Q1.42 Q1.25

Q1.34 Q1.39 Q1.43 Q1.46

Q1.35 Q1.40 Q1.47

Q1.36

Fuente: www.health-literacy.eu

2.5.3 Procedimiento

Se estableció primeramente un cribado de centros educativos del Sistema


Público de Educación Valenciano, que fue resuelto por conveniencia, en función de
la cercanía o la disponibilidad. Una vez establecido el contacto con el centro, se
informó a la dirección de los objetivos del proyecto y las características del proceso
de toma de datos para que trasladaran la opción de participación a los docentes del
centro. Una vez conseguido el visto bueno de la dirección y el profesorado a
participar en el estudio, se procedió a la realización de las charlas y reuniones

124
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

presenciales u online pertinentes, con objeto de dar a conocer el propósito estudio y


aclarando que la participación sería totalmente voluntaria y anónima.

Una vez realizado este proceso y firmados los consentimientos informados, se


distribuyeron digitalmente los cuestionarios a todos aquellos docentes que mostraron
su interés en la participación del estudio y se dejaron hasta cuatro semanas para que
cada uno de los docentes pudiera realizar el cuestionario sin exigencias o
limitaciones de tiempo. Todos los resultados se recibieron telemáticamente y fueron
posteriormente revisados en cuanto a su corrección. Aquellos cuestionarios no
completos o rellenados inadecuadamente y/o con errores fueron descartados para el
análisis. Finalmente, todos los cuestionarios ya revisados se volcaron a una base de
datos (Microsoft Excel®, v.2022) para poder tratarlos y gestionarlos posteriormente
de forma estadística.

Según los criterios de selección establecidos previo al inicio del estudio, se


incluyeron docentes pertenecientes al sistema de educación pública en activo, que no
hubiesen formado parte previamente de alguna investigación relacionada. Se
excluyeron todos aquellos participantes que no completaron correctamente el
cuestionario o no cumplieron con alguno de los criterios de selección. Todos los
participantes de este estudio fueron informados de los objetivos y características de
la investigación y procedieron a firmar un consentimiento informado previo a dicha
participación. Este estudio se ha desarrollado a partir de las directrices de la
Declaración de Helsinki (2013).

2.5.4 Análisis de los datos

Se realizará un análisis descriptivo de todas las variables como la media y


desviación estándar, así como los índices de asimetría y curtosis para evaluar el
comportamiento normal de las variables. Además, se calculará el coeficiente α de
Cronbach para determinar la consistencia interna de la escala (George & Mallery,
2003; Gliem & Gliem, 2003; Sijtsma, 2009).

125
María del Mar Silvestre García

Tabla 08

Consistencia interna de las variables analizadas

FACTORES Nº ítems Alpha

Acceder 13 ,938

Entender 11 ,968
Evaluar 12 967

Aplicar 11 ,897
Atención y cuidado de la salud 16 ,953
Prevención de la enfermedad 15 ,949
Promoción de la salud 16 ,952
IGHL 47 ,979

Como podemos comprobar todas las dimensiones y capacidades de la escala


presentan una alta consistencia interna ya que todas superan el ,089. En estudios con
otros colectivos esta escala también muestra una alta fiabilidad (Sorensen, Van den
Broucke, Pelikan, Fullam, Doyle, Slonska, ... & Osborne, 2013; Sørensen, Pelikan,
Röthlin, Ganahl, Slonska, Doyle, ... y Brand, 2015; Fernández-Silva, Alonso-
González, González-Pérez, Gestal-Otero, & Díaz-Grávalos, 2018; Duong,
Aringazina, Baisunova, Pham, Pham, Truong,... & Chang, 2017; Pelikan, Straßmayr,
& Ganahl, 2020; Pelikan, Röthlin, Ganahl, & Boltzmann, 2014; Pelikan & Ganahl,
2017).

La prueba Kolmogorov-Smirnov para las diferentes variables independientes


adopta siempre valores superiores a,05, lo que indica que la muestra proviene de una
distribución normal.

126
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Tabla 09

Prueba de Kolmogorov-Smirnov para una muestra

ATENCIO
OBTENE PROM N
APLICA PROCES ENTENDER PREV.
IGH R . CUIDAD
R AR COMPREND ENFER
L ACCED SALU O
USAR JUZGAR ER M.
ER D SANITAR
IO
N 450 450 450 450 450 450 450 450
35,6
Media 35,93 34,75 37,17 35,07 36,55 36,55 37,06
8
DS 8,31 8,68 9,254 8,07 8,96 8,41 8,41 8,34
Sig.
(bilatera 0,12 0,08 0,17 0,14 0,12 0,15 0,15 0,12
l)
*Significativos mayores que 0,05

Las pruebas estadísticas utilizadas en función de estos resultados han sido la


Prueba T de comparación de medias independientes para variables dicotómicas y la
prueba ANOVA para variables politómicas. Posteriormente se ha utilizado la prueba
Bonferroni para hacer las comparaciones múltiples y determinar entre que grupos se
establecen las diferencias.

Para establecer la relación entre las variables de escala y los factores de IGHL
se ha utilizado la correlación de Pearson. Por último, se ha descrito mediante el
análisis de regresión lineal un modelo explicativo del nivel de AS del profesorado de
la Comunidad Valenciana.

El análisis estadístico de los datos de los cuestionarios se llevó a cabo


mediante el Software SPSS (Statistical Package for Social Sciences v.25, IBM,
Armonk, NY, USA). El nivel de significación estadística quedó establecido en p <
,05.

127
María del Mar Silvestre García

2.6 Resultados

En este apartado hemos agrupado los resultados por categorías para facilitar
la interpretación y el análisis de estos. Por tanto, se ha comenzado por un análisis
descriptivo de las variables personales y de salud del profesorado, se ha continuado
con un análisis inferencial y correlacional y se termina describiendo el modelo
explicativo de la AS en el profesorado.

2.6.1 Perfil personal del profesorado

La mayoría del profesorado de la Comunidad Autónoma Valenciana está


casado (53,1%), vive en un medio urbano (66,4%) vive con su familia (42,7%) y la
mayoría tiene jornada completa. El 76,0 % imparte su docencia en educación
secundaria y el resto (24 %) en educación primaria.

Tabla 10

Descriptivos de las variables personales del profesorado

Variables independientes Categorías Frecuencia Porcentaje


Estado civil Soltero 144 32,0
Casado 239 53,1
Divorciado/Viudo 67 14,9
Área de residencia Rural 55 12,2
Semirural 96 21,3
Urbano 299 66,4
Nivel educativo Primaria 108 24,0
Secundaria 342 76,0
Convivencia Solo 93 20,7
Con Pareja 165 36,7
Con Familia 192 42,7

2.6.2 Perfil de salud del profesorado

Con respecto a su perfil de salud la mayoría no ha tenido ningún proceso


patológico importante en su vida y considerada que tiene un nivel de alfabetización

128
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

en salud normal. Solamente el 25,8 % considera que tiene una excelente


alfabetización en salud y el 8,7 que esta alfabetización es deficiente.

Con respecto al número de visitas a los servicios de urgencias el 56 % del


profesorado nunca ha realizado ninguna visita a este servicio, y el 65,8 % nunca ha
tenido ningún ingreso hospitalario.

Con respecto a la práctica de ejercicio físico el 61,3 % realizan actividad


física de forma habitual, disponen de acompañamiento médico si fuese necesario
(91,3).

Hemos de destacar que ningún profesor de la muestra ha referenciado tener


muy mala salud. Solamente el 2,9 % afirman tener mala salud, El 22,2 % regular
salud y el 74,9 % consideran tener buena salud.

Tabla 11

Descriptivos del perfil de salud

Variables
independientes Categorías Frecuencia Porcentaje
Proceso patológico No 382 84,9
Si 68 15,1
Nivel de AS agrupada Deficiente 39 8,7
Normal 295 65,6
Excelente 116 25,8
Visitas al servicio de Ninguno 252 56,0
urgencias 3 o menos 180 40,0
Más de 3 18 4,0
Ingresos hospitalarios Ninguno 296 65,8
3 o menos 133 29,6
Más de 3 21 4,7
Práctica de ejercicio Nunca 38 8,4
físico Ocasionalmente 136 30,2
Frecuentemente 276 61,3
Acompañamiento No 39 8,7
médico Si 411 91,3
Autopercepción del Muy mala 0 0
estado de salud Mala 13 2,9
Regular 100 22,2
Buen 337 74,9

129
María del Mar Silvestre García

2.6.3 Nivel de Alfabetización en salud del profesorado en función


de las capacidades y dimensiones

Con respecto al nivel de AS sobre la dimensión cuidado sanitario podemos


observar que los ítems que alcanzan mayor media son la capacidad de llamar a una
ambulancia en caso de emergencia (=3,62); seguir las instrucciones de su médico o
farmacéutico (=3,46) o entender las instrucciones del médico o farmacéutico sobre
cómo tomar las medicinas recetadas (=3,41). Las habilidades que adquieren menos
media son juzgar si la información que aparece en los medios de comunicación sobre
una enfermedad es fiable (=2,90), valorar cuándo puede necesitar una segunda
opinión de otro médico entender (=2,94), juzgar las ventajas y desventajas de los
distintos tratamientos posibles (=2,96), e incluso entender los prospectos que
vienen con sus medicamentos (=3,03).

Tabla 12

Porcentajes y media de los ítems de la dimensión atención y cuidado sanitario

ÍTEMS Muy Fácil Difícil Muy NS/NC 


Dimensión atención y cuidado fácil difícil
sanitario
…encontrar información sobre los 34,0 57,6 7,8 0,4 0,2
síntomas asociados a las 3,25
enfermedades que son de su interés
…encontrar información sobre los 32,7 56,2 9,8 0,7 0,7
tratamientos asociados a las 3,20
enfermedades que son de su interés
…averiguar qué hacer en caso de 40,4 52,4 6,2 0,7 0,2
3,32
emergencia médica
…averiguar dónde conseguir ayuda 36,7 54,2 8,7 0,2 0,2
profesional cuando se encuentra
3,27
enfermo (Instrucciones: por ejemplo,
un médico, farmacéutico o psicólogo)
…entender lo que me dice el médico 40,2 57,1 2,0 0,4 0,2 3,37
…entender los prospectos que vienen 29,3 46,4 22,2 1,8 0,2
3,03
con sus medicamentos
…entender qué hacer en caso de 39,6 54,2 5,3 0,9 0
3,32
emergencia médica
…entender las instrucciones del 42,7 55,8 1,6 0 0
médico o farmacéutico sobre cómo 3,41
tomar las medicinas recetadas

130
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

…juzgar en qué medida la 26,7 56,4 15,8 0,7 0,4


información proporcionada por el 3,08
médico es aplicable a su situación
…juzgar las ventajas y desventajas de 22,7 54,2 20,4 2,0 0,7
2,96
los distintos tratamientos posibles
…valorar cuándo puede necesitar una 22,2 51,6 24,2 1,8 ,02
2,94
segunda opinión de otro médico
…juzgar si la información que 22,0 48,2 27,3 2,2 ,02
aparece en los medios de
comunicación sobre una enfermedad 2,90
es fiable (Instrucciones: TV, Internet
u otros medios de información)
…utilizar la información 25,1 61,1 12,4 0,9 0,4
proporcionada por el médico para 3,10
tomar decisiones sobre su enfermedad
…seguir las instrucciones recibidas 40,0 56,0 4,0 0 0
3,36
con respecto a su medicación
…llamar a una ambulancia en caso de 64,9 32,7 1,8 0,7 0
3,62
emergencia
…seguir las instrucciones de su 48,4 49,6 2,0 0 0
3,46
médico o farmacéutico

En el caso de la dimensión prevención de enfermedades destaca la capacidad


de entender por qué necesita vacunarse (=3,54) o decidir si debe ponerse la vacuna
contra la gripe (=3,48). Siendo las puntuaciones menores en esta dimensión. Las
puntuaciones más bajas se refieren también a encontrar información sobre la manera
de abordar problemas de salud mental como el estrés o la depresión (=2,91), valorar
la fiabilidad de la información sobre riesgos para la salud que aparece en los medios
de comunicación (=2,92), o decidir cómo protegerse de las enfermedades gracias a
la información que proporcionan los medios de comunicación (=2,92).

Tabla 13

Porcentajes y media de los ítems de la dimensión prevención de enfermedades

Dimensión prevención de Muy Fácil Difícil Muy NS/NC 


enfermedades fácil difícil
…encontrar información para saber 38,9 53,6 7,3 ,02 0
qué hacer con respecto a hábitos no 3,31
saludables como fumar, hacer poco

131
María del Mar Silvestre García

ejercicio físico o beber alcohol en


exceso
…encontrar información sobre la 23,6 48,0 28,2 2,2 0
manera de abordar problemas de salud 2,91
mental como el estrés o la depresión
…encontrar información sobre las 27,6 58,9 12,2 1,1 0,2
vacunas, pruebas de detección precoz
de enfermedades y revisiones médicas
3,12
que debería hacerse (Instrucciones:
mamografía, prueba de nivel de azúcar
en sangre y tensión arterial)
…encontrar información sobre cómo 30,7 57,3 11,3 ,07 0
prevenir y abordar problemas de salud
3,18
como el sobrepeso, hipertensión
arterial o niveles de colesterol altos
…comprender las advertencias 39,3 54,7 6,0 0 0
sanitarias relacionadas con hábitos
3,33
como fumar, hacer poco ejercicio
físico o beber alcohol en exceso
…entender por qué necesita vacunarse 56,7 40,9 2,2 0,2 0 3,54
…comprender por qué necesita 34,9 59,1 6,0 0 0
hacerse pruebas de detección precoz
de enfermedades o chequeos médicos
3,29
(Instrucciones: mamografía, prueba de
nivel de azúcar en sangre y tensión
arterial)
Valorar la fiabilidad de las 34,9 59,3 5,6 0,2 0
advertencias sanitarias relacionadas
con hábitos como fumar, hacer poco 3,29
ejercicio físico o beber alcohol en
exceso
…valorar cuándo necesita acudir al 28,4 57,3 13,6 0,7 0
3,14
médico a hacerse una revisión médica
…valorar cuáles son las vacunas que 41,1 49,6 8,2 0,9 0,2
3,30
puede necesitar
…valorar cuáles son las pruebas de 24,2 59,1 15,8 0,7 0,2
detección precoz de enfermedades y
las revisiones médicas que debería
3,06
realizarse (Instrucciones: mamografía,
prueba de nivel de azúcar en sangre y
tensión arterial)
…valorar la fiabilidad de la 23,6 47,3 27,3 1,6 0,2
información sobre riesgos para la
salud que aparece en los medios de
2,92
comunicación (Instrucciones: TV,
Internet u otros medios de
información)
…decidir si debe ponerse la vacuna 57,1 35,3 6,4 1,1 0 3,48

132
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

contra la gripe
…decidir cómo protegerse de las 23,8 63,3 11,3 1,1 0,4
enfermedades gracias a los consejos 3,09
que le dan la familia y los amigos
…decidir cómo protegerse de las 22,2 52,0 22,7 2,0 1,1
enfermedades gracias a la información
que proporcionan los medios de
2,92
comunicación (Instrucciones:
periódicos, folletos, Internet u otros
medios de información)

En la dimensión promoción de la salud las puntuaciones más altas se


relacionan con encontrar información sobre actividades saludables como el ejercicio
físico y la alimentación saludable (=3,28), valorar cuáles de sus hábitos diarios
afectan a su salud (=3,21) o comprender los consejos sobre salud que dan la familia
y los amigos (=3,20). Pero como vemos las medias son relativamente bajas.

Y las capacidades con menor valoración son Averiguar qué cambios a nivel
político podrían afectar a su salud (=2,55), involucrarse en actividades que mejoren
la salud y el bienestar de su comunidad (=2,70), encontrar información sobre cómo
se podría promover y fomentar la salud de su barrio (=2,83) o modificar su forma
de vida en aquellos aspectos que afectan a su salud y bienestar (=2,89).

Tabla 14

Porcentajes y media de los ítems de la dimensión promoción de la Salud

Dimensión Promoción de la salud Muy Fácil Difícil Muy NS/NC 


fácil difícil
…encontrar información sobre 37,3 53,6 8,9 0,2 0
actividades saludables como el
3,28
ejercicio físico y la alimentación
saludable
…encontrar actividades que sean 33,6 47,3 18,4 0,7 0
buenas para su bienestar mental
3,14
(Instrucciones: meditación, ejercicio,
paseos, pilates, etc.)
…encontrar información sobre cómo 21,6 46,0 27,1 4,2 1,1
2,83
se podría promover y fomentar la

133
María del Mar Silvestre García

salud de su barrio (Instrucciones:


reducción de los niveles de
contaminación y ruido, creación de
espacios verdes, instalaciones
recreativas)
Averiguar qué cambios a nivel 15,8 38,9 32,4 10,0 2,9
político podrían afectar a su salud
(Instrucciones: normativa, nuevos
programas de chequeos médicos, 2,55
cambios en el gobierno,
reestructuración de los servicios
sanitarios, etc.)
…averiguar qué medidas podrían 22,7 56,4 20,2 0,7 0
3,01
mejorar su salud en el trabajo
…comprender los consejos sobre 26,9 66,0 6,9 0,2 0
3,20
salud que dan la familia y los amigos
…comprender la información incluida 24,7 46,9 24,4 3,8 0,2
2,92
en los envases de alimentos
…comprender la información 25,8 55,6 17,6 0,9 0,2
proporcionada por los medios de
comunicación sobre cómo mejorar su 3,06
salud (Instrucciones: Internet,
periódicos, revistas)
…comprender la información sobre 26,9 53,6 19,1 0,4 0
3,07
cómo mantenerse mentalmente sano
…valorar de qué manera el lugar en el 28,0 54,9 16,4 0,7 0
que vive condiciona su salud y
3,10
bienestar (Instrucciones: su
comunidad, su barrio)
…valorar de qué manera las 29,3 54,2 15,3 0,9 0,2
condiciones de su vivienda pueden 3,12
ayudarle a mantenerse sano
…valorar cuáles de sus hábitos 32,7 56,4 10,4 0,4 0
diarios afectan a su salud
(Instrucciones: costumbres
3,21
relacionadas con el consumo de
alcohol, hábitos alimenticios,
ejercicio, etc.)
…tomar decisiones para mejorar su 30,9 49,1 18,7 1,3 0
3,10
salud
… apuntarse a un club deportivo o 37,3 35,8 16,7 9,8 0,4
3,00
gimnasio
…modificar su forma de vida en 23,6 48,0 22,9 5,3 0,2
aquellos aspectos que afectan a su
salud y bienestar (Instrucciones:
2,89
costumbres relacionadas con el
consumo de alcohol, hábitos
alimenticios, ejercicio, etc.)

134
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

…involucrarse en actividades que 22,0 42,2 207 13,8 1,3


mejoren la salud y el bienestar de su 2,70
comunidad

Por tanto, el nivel de alfabetización en salud del profesorado es alta (=


35,68). Con respecto a las capacidades de AS oscila entre la de entender que es la
más alta (=37,171) y procesar es la más baja (= 34,75). En el caso de las
dimensiones la media más alta está en la dimensión atención y cuidado de la
enfermedad (= 37,062) y la más baja prevención de la enfermedad (= 36,55) y
promoción de la salud (= 36,553).

Existen profesores que tienen un alto nivel de alfabetización en salud, pero


también existen otros con un nivel ínfimo tal como podemos comprobar en los
mínimos y máximos de cada factor.

Tabla 15

Nivel de la alfabetización en salud del profesorado (N=450)

FACTORES Media DS Mínimo Máximo Asim. Curtosis


IGHL 35,687 8,319 5,32 50,00 0,08 -0,153
APLICAR_USAR 35,936 8,686 6,06 50,00 -0,105 -0,329
PROCESAR_JUZGAR 34,759 9,254 ,00 50,00 -0,062 0,088
ENTENDER_COMPRENDE 37,171 8,079 7,58 50,00 ,021 -,125
OBTENER_ACCEDER 35,076 8,966 7,69 50,00 0,032 -0,403
PROMOCION_SALUD 36,553 8,415 4,44 50,00 -0,022 0,119
PREV.ENFERMEDADES 36,553 8,415 4,44 50,00 -0,022 0,119
ATENCION_CUIDADO
37,062 8,344 10,42 50,00 -0,064 -0,16
SANITARIO

Leyenda: Asm.=Asimetría

135
María del Mar Silvestre García

2.6.4. Análisis inferencial

En este apartado se detallarán las asociaciones entre las diferentes variables


independientes con las diferentes dimensiones y capacidades de alfabetización en
salud.

2.6.4.1 Variables personales

No hemos encontrado diferencias significativas en ninguna de las


dimensiones ni capacidades de alfabetización en salud en función del sexo lo que
significa que hombres y mujeres tienen similar nivel de AS.

Tabla 16

Cálculo de t de student para cada dimensión y capacidad en función de las variables


dicotómicas relacionadas con la variable sexo

Sexo N Media t sig


IGHL Hombre 220 35,6802 -,017 ,986
Mujer 230 35,6938
ATENC.CUIDADO Hombre 220 36,8750 -,466 ,642
SANITARIO Mujer 230 37,2418
PREVENCIÓN_ Hombre 220 36,5556 ,006 ,995
ENFERMEDADES Mujer 230 36,5507
PROMOCION_ Hombre 220 36,5556 ,006 ,995
SALUD Mujer 230 36,5507
OBTENER_ Hombre 220 34,9942 -,191 ,848
ACCEDER Mujer 230 35,1561
ENTENDER_ Hombre 220 36,7011 -1,209 ,227
COMPRENDER Mujer 230 37,6219
PROCESAR_ Hombre 220 34,8737 ,256 ,986
JUZGAR Mujer 230 34,6498
APLICAR_ Hombre 220 36,3499 ,988 ,642
USAR Mujer 230 35,5402
*Significativos mayores que 0,05

Pero, si hemos encontrado diferencias con respecto al estado civil de tal


forma que los solteros tienen mayor formación relacionada con todas las dimensiones
que los casados ya que obtienen una media mayor en cada uno de los factores.

136
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Tabla 17

Cálculo de ANOVA para cada dimensión y capacidad en función de las


variables politómicas relacionadas con el estado civil

95% del IC
Límite Límite
Estado Civil N  DS inferiorsuperiorF(sig) Bonferroni
ATENC_CUIDADO Soltero/a 144 38,31 8,77 36,86 39,75 3,328(,037) S-C=,040
SANITARIO Casado/a 239 36,13 8,20 35,08 37,17
Divorc_Viudo 67 37,70 7,56 35,85 39,54
PREVENCION Soltero/a 144 38,27 9,01 36,78 39,75 5,058(,007) S-C=,005
ENFERMED Casado/a 239 35,47 7,99 34,45 36,49
Divorc_Viudo 67 36,69 8,06 34,73 38,66
PROMOCION_SALUD Soltero/a 144 38,27 38,27 36,78 39,75 5,058(,007) S-C=,005
Casado/a 239 35,47 35,47 34,45 36,49
Divorc_Viudo 67 36,69 36,69 34,73 38,66
OBTENER_ Soltero/a 144 36,61 9,24 35,09 38,14 3,326(,037) S-C=,031
ACCEDER Casado/a 239 34,19 8,63 33,09 35,29
Divorc_Viudo 67 34,90 9,20 32,65 37,14
ENTENDER_ Soltero/a 144 38,62 8,58 37,21 40,03 4,913(,008) S-C=,008
COMPRENDE Casado/a 239 36,07 7,82 35,08 37,07
Divorc_Viudo 67 37,94 7,35 36,15 39,74
PROCESAR_ Soltero/a 14436,361 9,89 34,73 37,99 3,552(,029) S-C=,024
JUZGAR Casado/a 23933,775 8,64 32,67 34,87
Divorc_Viudo 67 34,825 9,57 32,49 37,16
APLICAR_ Soltero/a 14437,447 9,13 35,94 38,95 3,400(,034) S-C=,029
USAR Casado/a 23935,076 8,17 34,03 36,11
Divorc_Viudo 67 35,753 9,15 33,51 37,98
IGHL Soltero/a 14437,216 8,84 35,76 38,67 4,058(,018) S-C=,014
Casado/a 23934,735 7,85 33,73 35,73
Divorc_Viudo 67 35,79 8,41 33,74 37,84
Leyenda: C=Casado; S=Soltero

En el caso de la variable convivencia es mayor la AS en todas las capacidades


en las personas que viven solas, sobre todo con respecto a las que viven en familias.

137
María del Mar Silvestre García

Tabla 18

Cálculo de ANOVA para cada dimensión y capacidad en función de las variables


politómicas relacionadas con las personas de convivencia

95% del IC
Convivencia Límite Límite
N Media DS inferior superior F(sig) Bonferroni
ATENCION_ Solo 93 40,27 8,9427 38,43 42,11 9,128(,000) S-P=,001
CUIDADO Pareja 165 36,44 8,1462 35,19 37,69 S-F=,000
SANITARIO Familia 192 36,03 7,8598 34,91 37,15
PREVENCION_Solo 93 39,31 9,7774 37,30 41,33 6,936(,001) S-P=,015
ENFERMED Pareja 165 36,27 8,3173 34,99 37,55 S-F=,001
Familia 192 35,45 7,4852 34,38 36,51
PROMOCION_ Solo 93 39,31 9,7774 37,30 41,33 6,936(,001) S-P=,015
SALUD Pareja 165 36,27 8,3173 34,99 37,55 S-F=,001
Familia 192 35,45 7,48 34,38 36,51
OBTENER_ Solo 93 37,17 10,54 35,00 39,35 4,053(,018)
ACCEDER Pareja 165 35,16 8,36 33,88 36,45 S-F=,014
Familia 192 33,98 8,48 32,77 35,18
ENTENDER_ Solo 93 40,45 8,86 38,62 42,27 10,07(,000) S-P=,000
COMPRENDE Pareja 165 36,40 7,88 35,19 37,62 S-F=,000
Familia 192 36,23 7,45 35,17 37,29
PROCESAR_ Solo 93 37,63 10,70 35,43 39,83 6,219(,002) S-P=,025
JUZGAR Pareja 165 34,49 8,86 33,13 35,85 S-F=,002
Familia 192 33,59 8,55 32,37 34,81
APLICAR_ Solo 93 37,65 9,88 35,61 39,68 4,674(,010) S-F=,015
USAR Pareja 165 36,55 8,25 35,28 37,82
Familia 192 34,57 8,25 33,39 35,74
IGHL Solo 93 38,17 9,67 36,17 40,16 6,088(,002) S-P=,049
Pareja 165 35,61 7,97 34,38 36,83 S-F=,002
Familia 192 34,54 7,65 33,45 35,63
Leyenda: S=Solo; P=Parefa; F=Familia

No existen diferencias en función del área geográfica donde residen el


colectivo de profesorado.

138
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Tabla 19

Cálculo de ANOVA para cada dimensión y capacidad en función de las variables


politómicas relacionadas con área de residencia

95% de IC
Área de Residencia Límite Límite
N Media DS inferior superior F(Sig)
ATENCION- Rural 55 39,01 7,79 36,90 41,12 2,77 (,063)
CUIDADO Semirural 96 37,85 7,20 36,398 39,31
SANITARIO Urbano 299 36,44 8,72 35,45 37,45
PREVENCION- Rural 55 37,53 7,82 35,41 39,65 1,41(,244)
ENFERMEDADES Semirural 96 37,46 7,77 35,88 39,04
Urbano 299 36,07 8,69 35,08 37,06
PROMOCION- Rural 55 37,53 7,8 35,41 39,65 1,41,244)
SALUD Semirural 96 37,46 7,77 35,88 39,04
Urbano 299 36,07 8,69 35,08 37,06
OBTENER_ACCE Rural 55 36,22 9,01 33,78 38,66 1,026(,359)
DER Semirural 96 35,72 8,43 34,01 37,43
Urbano 299 34,65 9,1 33,62 35,69
ENTENDER_COM Rural 55 38,95 7,19 37,00 40,89 2,61(,074)
PRENDER Semirural 96 37,97 7,51 36,45 39,49
Urbano 299 36,58 8,35 35,63 37,53
PROCESAR_JUZG Rural 55 35,90 9,01 33,47 38,34 2,15(,117)
AR Semirural 96 36,09 8,44 34,38 37,80
Urbano 299 34,11 9,50 33,03 35,20
APLICAR_USAR Rural 55 36,61 8,2 34,38 38,83 ,37(,686)
Semirural 96 36,31 8,17 34,65 37,97
Urbano 299 35,68 8,93 34,67 36,70
IGHL Rural 55 36,87 7,90 34,73 39,00 1,48(,227)
Semirural 96 36,48 7,74 34,91 38,05
Urbano 299 35,21 8,55 34,23 36,18

Con respecto a la etapa educativa tampoco hay diferencias entre el


profesorado como podemos comprobar en la tabla 20.

139
María del Mar Silvestre García

Tabla 20

Cálculo de t de student para cada dimensión y capacidad en función de las variables


dicotómicas relacionadas con la variable etapa educativa.

Etapa Educativa N Media t sig


IGHL Primaria 108 35,97 ,40 ,682
Secundaria 342 35,59
ATENCION-CUIDADO Primaria 108 36,62 -,62 ,530
SANITARIO Secundaria 342 37,20
PREVENCION_ENFER Primaria 108 36,44 -,16 ,873
MEDADES Secundaria 342 36,58
PROMOCION_SALUD Primaria 108 36,44 -,16 ,873
Secundaria 342 36,58
OBTENER_ACCEDER Primaria 108 35,47 ,52 ,602
Secundaria 342 34,95
ENTENDER_COMPRE Primaria 108 36,93 -,34 ,732
NDER Secundaria 342 37,243
PROCESAR_JUZGAR Primaria 108 34,49 -,34 ,730
Secundaria 342 34,84
APLICAR_USAR Primaria 108 37,21 1,76 ,078
Secundaria 342 35,53
*Significativos mayores que 0,05

Con respecto al área de conocimiento donde imparten docencia el


profesorado como podemos comprobar el profesorado de Educación Física tiene
mayor nivel de AS, le siguen los del ámbito de la salud, los que imparten clase en
educación primaria, humanidades y, por último, los del ámbito científico.

Tabla 21

Cálculo de ANOVA para cada dimensión y capacidad en función del ámbito de


conocimiento
95% del IC
Límite Límite
Ámbito de conocimiento N  DS inferiorsuperior F(sig)
Bonferroni
ATENC_CUIDADO Ed. Primaria EF-
108 36,62 7,90 35,11 38,00 6,95(,000)
SANITARIO C=,005
Educación EF-
165 39,00 7,88 37,790 40,17
física H=,000
Ciencias 39 33,89 8,80 31,03 36,88 S-H=,020
Humanidades 86 34,30 9,07 32,35 36,77
Salud 52 38,74 7,12 36,75 40,56 (8,83),000
PREVENCION Ed. Primaria EF-
108 36,44 8,11 34,899 37,78
ENFERMED C=,004

140
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Educación EF-
165 38,99 7,61 37,82 40,68
física H=,000
Ciencias 39 33,81 8,86 30,94 36,29
Humanidades 86 33,04 9,16 31,08 35,033
Salud 52 36,88 7,39 34,81 3896
PROMOCION_SALUDEd. Primaria EF-
108 36,44 8,11 34,89 37,78 (8,83),000
C=,004
Educación EF-
165 38,99 7,61 37,82 40,68
física H=,000
Ciencias 39 33,81 8,86 30,94 36,69
Humanidades 86 33,04 9,16 31,08 35,03
Salud 52 36,88 7,39 34,82 38,96
OBTENER_ Ed. Primaria EF-
108 35,47 7,43 34,057 3674(11,44),000
ACCEDER C=,002
Educación EF-
165 37,92 8,20 36,66 39,64
física H=,000
Ciencias 39 32,11 10,72 28,64 35,541
Humanidades 86 30,67 9,41 28,66 3287
Salud 52 34,74 8,72 32,28 37,19
ENTENDER_ Ed. Primaria EF-
108 36,93 7,60 35,87 38,89 (5,87),000
COMPRENDE H=,000
Educación
165 38,72 7,97 3784 39,88 S-H=,007
física
Ciencias 39 34,92 8,24 32,51 3773
Humanidades 86 34,35 8,08 32,11 36,92
Salud 52 39,07 6,50 37,99 40,70
PROCESAR_ Ed. Primaria EF-
108 34,49 8,11 32,86 36,29(10,19),000
JUZGAR C=,002
Educación EF-
165 37,63 8,15 36,38 38,88
física H=,000
Ciencias 39 31,69 9,615 28,57 34,81 S-H=,027
Humanidades 86 30,62 10,36 28,39 32,84
Salud 52 35,33 8,45 32,98 37,699
APLICAR_ Ed. Primaria EF-
108 37,21 7,42 35,80 38,63(23,13),000
USAR C=,000
Educación EF-
165 39,60 7,18 38,50 40,70
física H=,000
Ciencias 39 31,81 8,80 28,96 34,67 EF-S=,000
Humanidades 86 30,54 9,20 28,57 32,52
Salud 52 33,62 8,34 31,30 35,94
IGHL Ed. Primaria EF-
108 35,97 7,30 34,57 37,36(12,48),000
C=,002
Educación EF-
165 38,43 7,61 37,26 39,602
física H=,000
Ciencias 39 32,59 8,89 29,71 35,48 S-H=,031
Humanidades EP-
86 31,49 8,97 29,57 33,41
H=,001
Salud 52 35,63 7,49 33,55 37,72

141
María del Mar Silvestre García

2.6.4.2 Variables de salud

A continuación, detallamos los resultados con las variables de salud.

Como vemos si existen diferencias significativas con respecto a si han sufrido


algún proceso patológico y, curiosamente es mayor el nivel de AS en el profesorado
que no ha sufrido ninguno. Fundamentalmente estas diferencias se encuentran en las
capacidades obtener información y aplicar o utilizar información.

Tabla 22

Cálculo de de t de student para cada dimensión y capacidad en función de las


variables politómicas relacionadas con el Proceso Patológico
Proceso Patológico N Media t sig
IGHL No 382 35,99 2,016 ,046*
Si 68 33,96
ATENC_CUIDADO No 382 36,99 -,403 ,687
SANITARIO Si 68 37,43
PREVENCION_ No 382 36,80 1,480 ,140
ENFERMEDADES Si 68 35,16
PROMOCION_ No 382 36,80 1,480 ,140
SALUD Si 68 35,16
OBTENER_ No 382 35,56 2,777 ,006*
ACCEDER Si 68 32,31
ENTENDER_ No 382 37,13 -,215 ,830
COMPRENDER Si 68 37,36
PROCESAR_ No 382 35,03 1,500 ,134
JUZGAR Si 68 33,21
APLICAR_ No 382 36,39 2,677 ,008*
USAR Si 68 33,35

En el caso de si disponen de acompañamiento médico en caso necesario nos


encontramos que solo existen diferencias significativas en el caso de aplicar o utilizar
información siendo mayor la AS en aquellos que si tienen a alguien que los
acompañe.

142
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Tabla 23

Cálculo de de t de student para cada dimensión y capacidad en función de las


variables politómicas relacionadas con el acompañamiento médico

Acompañamiento médico N Media t Sig


IGHL No 39 34,86 -,649 ,517
Si 411 35,76
ATENCION_CUIDADO No 39 37,23 ,133 ,894
SANITARIO Si 411 37,04
PREVENCION_ENFERMEDAD No 39 36,29 -,199 ,842
Si 411 36,57
PROMOCION_SALUD No 39 36,29 -,199 ,842
Si 411 36,57
OBTENER_ACCEDER No 39 34,91 -,121 ,904
Si 411 35,09
ENTENDER_COMPRENDER No 39 37,91 ,603 ,547
Si 411 37,10
PROCESAR_JUZGAR No 39 33,61 -,805 ,421
Si 411 34,86
APLICAR_USAR No 39 33,10 -2,142 ,033*
Si 411 36,20

Como cabría de esperar el nivel de AS se asocia con cada una de las


capacidades y dimensiones siendo mayor la AS en el profesorado con mayores
capacidades.

143
María del Mar Silvestre García

Tabla 24

Cálculo de ANOVA para cada dimensión y capacidad en función del nivel de


alfabetización en salud

95% del IC
Límite Límite
Nivel de alfabetización en salud N Media DS inferior superior F(sig.)
ATENCION_ DEFICIENTE 39 22,48 5,28 20,77 24,20 605,13(,000)DEF-MOD=,000
CUIDADO MODERADA 295 34,81 4,44 34,30 35,32 DEF-EXC=,000
SANITARIO EXCELENTE 116 47,67 3,69 46,99 48,35 MOD-EXC=,000
PREVENCION_ DEFICIENTE 39 21,99 5,52 20,20 23,78 824,18(,000)DEF-MOD=,000
ENFERMEDAD MODERADA 295 34,02 3,89 33,57 34,472 DEF-EXC=,000
EXCELENTE 116 47,87 3,16 47,29 48,45 MOD-EXC=,000
PROMOCION DEFICIENTE 39 21,99 5,52 20,20 23,780 824,18(,000)DEF-MOD=,000
SALUD MODERADA 295 34,02 3,89 33,57 34,47 DEF-EXC=,000
EXCELENTE 116 47,87 3,16 47,29 48,457 MOD-EXC=,000
OBTENER_ DEFICIENTE 39 20,15 5,00 18,52 21,77 666,38(,000)DEF-MOD=,000
ACCEDER MODERADA 295 32,39 4,71 31,85 32,931 DEF-EXC=,000
EXCELENTE 116 46,90 3,70 46,22 47,58 MOD-EXC=,000
ENTENDER_ DEFICIENTE 39 24,12 5,96 22,19 26,05 623,31(,000)DEF-MOD=,000
COMPRENDE MODERADA 295 34,70 4,16 34,23 35,186 DEF-EXC=,000
EXCELENTE 116 47,81 3,32 47,20 48,43 MOD-EXC=,000
PROCESAR_ DEFICIENTE 39 18,34 5,98 16,39 20,28 831,62(,000)DEF-MOD=,000
JUZGAR MODERADA 295 32,07 4,23 31,59 32,56 DEF-EXC=,000
EXCELENTE 47,102
116 3,63 46,43 47,77 MOD-EXC=,000
5
APLICAR_ DEFICIENTE 39 21,60 4,33 20,19 23,00 544,40(,000)DEF-MOD=,000
USAR MODERADA 295 33,47 5,16 32,88 34,065 DEF-EXC=,000
EXCELENTE 116 47,00 3,38 46,38 47,63 MOD-EXC=,000
IGHL DEFICIENTE 39 20,95 4,24 19,58 22,33 1087,5(,000)DEF-MOD=,000
MODERADA 295 33,10 3,52 32,70 33,51 DEF-EXC=,000
EXCELENTE 116 47,19 2,89 46,66 47,726 MOD-EXC=,000

Con respecto al número de ingresos hospitalarios es mayor la AS en aquellos


que nunca han tenido un ingreso.

144
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Tabla 25

Cálculo de de t de student para cada dimensión y capacidad en función de las


variables politómicas relacionadas con números de ingresos hospitalarios
N Media DS 95% del IC F(sig)
LímiteLímite
inferio
superio Bomferron
Ingresos Hospitalarios r r i
ATENCION_ Ninguno 296 39,08 8,03 38,16 40,00 28,716(,000) 0-2=,000
CUIDADO - de tres 133 33,01 7,53 31,71 34,30 0-3=,020
SANITARIO
+ de tres 21 34,22 7,69 30,72 37,72
PREVENCION_ Ninguno 296 38,26 8,34 37,31 39,22 19,545(,000) 0-2=,000
ENFERMEDADE - de tres 133 33,17 7,35 31,895 34,41 0-3=,049
S
+ de tres 21 33,86 8,83 29,84 37,88
PROMOCION_ Ninguno 296 38,26 8,34 37,315 39,22 19,545(,000) 0-2=,000
SALUD - de tres 133 33,15 7,35 31,89 34,41 0-3=,049
+ de tres 21 33,82 8,83 29,84 37,88
OBTENER_ACCE Ninguno 296 36,64 8,74 35,64 37,64 14,045(,000) 0-2=,000=
DER - de tres 133 31,94 8,64 30,46 33,42
+ de tres 21 32,84 8,77 28,85 36,83
ENTENDER_ Ninguno 296 39,13 7,84 38,23 40,03 29,159(,000) 0-2=,000
COMPRENDER - de tres 133 33,16 7,18 31,929 34,39 0-3=,044
+ de tres 21 34,9 6,85 31,80 38,03
PROCESAR_ Ninguno 296 36,75 9,00 35,72 37,78 22,085(,000) 0-2=,000
JUZGAR - de tres 133 30,88 8,34 29,45 32,32 0-3=,014
+ de tres 21 31,08 9,67 26,67 35,48
APLICAR_USAR Ninguno 296 37,35 8,80 36,31 38,32 12,002(,000) 0-2=,000
- de tres 133 33,58 7,81 32,19 34,87 0-3=,009
+ de tres 21 31,0 7,84 28,02 35,17
IGHL Ninguno 296 37,41 8,18 36,47 38,34 20,23(,000) 0-2=,000
- de tres 133 32,33 7,57 31,03 33,63 0-3=,023
+ de tres 21 32,59 7,62 29,11 36,06

Lo mismo ocurre en el número de visitas a urgencias. Es mayor el nivel de


AS del profesorado que nunca ha realizado ninguna visita a urgencias. Pero, sin
embargo, llama la atención que es mayor la AS en los que van más de tres veces con
los que van menos de tres.

145
María del Mar Silvestre García

Tabla 26

Cálculo de de t de student para cada dimensión y capacidad en función de las


variables politómicas relacionadas con número de vistas a urgencias

95% del IC
Límite Límite
inferio superio
N Media DS r r F(Sig) Bonferroni
ATENCIO Ninguno 252 38,52 8,16 37,27 39,56 9,928(,000) N-de tres=,000
N - de tres 180 34,97 7,92 33,85 36,63
CUIDADO + de tres
SANITARI 18 37,50 10,80 32,55 42,45
O
PREVENCI Ninguno 252 38,12 8,22 37,54 39,68 10,66(,000) N- de tres =,000
ON_ENFE - de tres 180 34,42 7,92 33,06 35,51,
RMEDAD + de tres 18 35,80 11,18 30,39 41,53
PROMOCI Ninguno 252 38,12 8,22 37,54 39,68 10,66(,000) N- de tres =,000
ON_SALU - de tres 180 34,42 7,92 33,06 35,51
D + de tres 18 35,80 11,18 30,23 41,53
OBTENER Ninguno 252 36,86 8,83 35,77 37,48 12,56(,000) N- de tres =,000
_ACCEDE - de tres 180 32,59 8,33 31,36 33,85
R + de tres 18 34,82 11,29 29,21 40,38
ENTENDE Ninguno 252 38,79 7,70 37,83 39,84 13,09(,000) N- de tres =,000
R_COMPR - de tres 180 34,86 7,70 33,73 35,99
ENDER + de tres 18 37,54 11,26 31,940 43,22
PROCESA Ninguno 252 36,44 9,38 35,09 37,83 7,84(,000) N- de tres =,000
R_ - de tres 180 32,9 8,42 31,50 33,96
JUZGAR + de tres 18 33,06 11,76 28,09 39,27
APLICAR_ Ninguno 252 37,86 8,43 36,74 38,56 13,83(,000) N- de tres =,000
USAR - de tres 180 33,01 8,11 32,31 34,34
+ de tres 18 34,293 11,50 28,53 39,08
IGHL Ninguno 252 37,37 8,14 36,36 38,38 12,82(,000) N- de tres =,000
- de tres 180 33,37 7,71 32,24 34,51
+ de tres 18 35,10 11,02 29,62 40,58

Con respecto al nivel de ejercicio físico del profesorado es mayor la AS en el


profesorado que realiza actividad física frecuentemente.

146
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

Tabla 27

Cálculo de de t de student para cada dimensión y capacidad en función de las


variables politómicas relacionadas con autopercepción del nivel de ejercicio físico.

95% del IC
Límite
Límite superio F (Sig.)
Nivel De Ejercicio Físico N Media DS inferior r Bonferroni
ATENCION Nunca 38 32,072 7,63 29,563 34,58 16,43(,000) N-Frec=,000
CUIDADO Ocasional 136 35,18 7,29 33,95 36,42 Frec-Ocs=,000
SANITARIO Frecuente 276 38,67 8,48 37,66 39,67
PREVENCION Nunca 38 29,26 6,76 27,04 31,493 29,50(,000) N-Ocas=,000
_ENFERMED Ocasional 136 34,50 7,13 33,29 35,71 N-Frec=,000
Frecuente 276 38,56 8,42 37,56 39,56 Frec-Ocs=,000
PROMOCION_ Nunca 38 29,26 6,76 6,76 27,04 29,50(,000) N-Ocas=,001
SALUD Ocasional 136 34,50 7,13 7,138 33,29 N-Frec=,000
Frecuente 276 38,56 8,42 8,424 37,56 Frec-Ocs=,000
OBTENER_ Nunca 38 26,18 8,25 23,46 28,89 39,16(,000) N-Ocas=,000
ACCEDER Ocasional 136 32,68 7,78 31,36 34,00 N-Frec=,000
Frecuente 276 37,48 8,53 36,47 38,49 Frec-Ocs=,000
ENTENDER_ Nunca 38 32,41 7,46 29,96 34,86 14,78(,000)
COMPRENDE Ocasional 136 35,5 7,07 34,32 36,72 N-Frec=,000
Frecuente 276 38,63 8,23 37,66 39,61 Frec-Ocs=,001
PROCESAR_ Nunca 38 26,79 7,70 24,25 29,32 30,56(,000) N-Ocas=,002
JUZGAR Ocasional 136 32,36 8,14 30,98 33,74 N-Frec=,000
Frecuente 276 37,03 9,07 35,96 38,11 Frec-Ocs=,000
APLICAR_ Nunca 38 25,67 5,73 23,79 27,56 78,70(,000) N-Ocas=,000
USAR Ocasional 136 32,19 7,92 30,85 33,540 N-Frec=,000
Frecuente 276 39,10 7,47 38,30 40,07 Frec-Ocs=,000
IGHL Nunca 38 27,67 6,45 29,79 17,73 41,19(,000) N-Ocas=,000
Ocasional 136 33,15 7,15 34,36 5,32 N-Frec=,000
Frecuente 276 38,03 8,04 38,99 9,57 Frec-Ocs=,000

Y es mayor la AS del profesorado que tiene una mayor autopercepción de su salud.

147
María del Mar Silvestre García

Tabla 28

Cálculo de de t de student para cada dimensión y capacidad en función de las


variables politómicas relacionadas con autopercepción de la salud

95% del IC
Límite Límite
N Media DS inferior superior F(sig) Bonferroni
ATENCION_ Malo 13 31,08 6,84 26,95 35,22 18,358(,000) M_B=,004
CUIDADO Regular 100 33,41 7,52 31,92 34,909 Reg-B=,004
SANITARIO Bueno 337 38,37 8,22 37,49 39,250
PREVENCION_ Malo 13 27,09 6,58 23,11 31,07 32,74(,000) M_B=,000
ENFERMEDAD Regular 100 32,13 6,97 30,749 33,51 Reg-B=,000
Bueno 337 38,22 8,16 37,35 39,10
PROMOCION_S Malo 13 27,09 6,58 23,11 31,07 32,74(,000) M_B=,000
ALUD Regular 100 32,13 6,97 30,749 33,51 Reg-B=,000
Bueno 337 38,22 8,16 37,35 39,10 M-Ref=,027
OBTENER_ACC Malo 13 23,57 6,95 19,36 27,77 41,50(,000) M_B=,002
EDER Regular 100 29,94 8,22 28,31 31,58 Reg-B=,004
Bueno 337 37,04 8,30 36,15 37,93
ENTENDER_CO Malo 13 31,11 8,31 26,09 36,14 20,20(,000) M_B=,000
MPRENDER Regular 100 33,48 7,06 32,082 34,88 Reg-B=,000
Bueno 337 38,49 7,92 37,65 39,34
PROCESAR_JU Malo 13 25,74 7,40 21,27 30,223 33,02(,000) M_B=,000
ZGAR Regular 100 29,56 7,84 28,01 31,126 Reg-B=,000
Bueno 337 36,64 8,92 35,69 37,60
APLICAR_USA Malo 13 22,84 2,93 21,07 24,61 70,48(,000) M_B=,008
R Regular 100 29,62 7,15 28,20 31,046 Reg-B=,000
Bueno 337 38,31 7,82 37,47 39,15
IGHL Malo 13 25,72 5,72 22,26 29,17 43,71(,000) M_B=,000
Regular 100 30,60 6,92 29,22 31,97 Reg-B=,000
Bueno 337 37,58 7,87 36,73 38,42

148
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su relación con variables personales y de salud

2.6.5 Análisis correlacional


Tabla 29

Correlación de Pearson entre la edad y las diferentes capacidades y dimensiones de alfabetización en salu
ATENCION PREVENC. PROMOC. OBTEN_ ENTEN- PROCESA
Edad IGHL CUIDSAN. ENFERM. SALUD ACCED. COMP. _JUZGA
Edad r 1
Sig. (bilateral)
IGHL r -,242** 1
Sig. (bilateral) ,000
ATENCIÓN r -,221** ,929** 1
CUIDSANIT. Sig. (bilateral) ,000 ,000
PREVENCIÓN r -,241** ,961** ,886** 1
ENFERMED. Sig. (bilateral) ,000 ,000 ,000
PROMOCIÓN r -,241** ,961** ,886** 1,000** 1
SALUD Sig. (bilateral) ,000 ,000 ,000 ,000
OBTENER_ r -,222** ,956** ,874** ,914** ,914** 1
ACCEDER Sig. (bilateral) ,000 ,000 ,000 ,000 ,000
ENTENDER_ r -,223** ,938** ,932** ,914** ,914** ,858** 1
COMPRENDE Sig. (bilateral) ,000 ,000 ,000 ,000 ,000 ,000
PROCESAR_ r -,226** ,965** ,908** ,942** ,942** ,889** ,898** 1
JUZGAR Sig. (bilateral) ,000 ,000 ,000 ,000 ,000 ,000 ,000
APLICAR_ r -,252** ,932** ,813** ,873** ,873** ,860** ,817** ,866**
USAR Sig. (bilateral) ,000 ,000 ,000 ,000 ,000 ,000 ,000 ,000
**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (2 colas).
Leyenda: IGHL: Índice de Alfabetización en salud; ATENCIÓN CUIDSANIT: Atención y cuidado sanitario; PREVENCIÓN
ENFERMED: Prevención de enfermedades

149
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

La edad se relaciona con todas las dimensiones y capacidades de la


alfabetización en salud de forma negativa, de tal forma que a mayor edad menor
nivel de alfabetización en salud.

Como era de esperar todos los factores de la escala correlacionan de forma


alta y positiva entre ellos.

2.6.6 Modelo explicativo de la AS en el profesorado

Finalmente, se ha estimado un análisis de regresión lineal múltiple cuyos


resultados se presentan en la Tabla 30. Se han incluido en el análisis tanto los
coeficientes estimados (no estandarizados) del modelo como los coeficientes
tipificados (estandarizados), denominados β. La tercera y cuarta columnas presentan
los valores estadísticos y su significancia (p-value <.05). La última columna muestra
los valores de Inflación de la Varianza (VIF por sus siglas en inglés), que son
inferiores a 10; esto sugiere que no existe multicolinealidad ni correlaciones internas
entre las variables independientes. Es decir, no hay correlación entre una variable
predictora dada y cualquier otra variable predictora en el modelo.

Tabla 30

Modelo de regresión lineal múltiple


Model
β t Sig. VIF
coefficient
(Constante) 21,842 5,360 .000***
Etapa 1,476 ,076 1,319 ,118 1,968
Á. conocimiento -,430 -,069 -1,048 ,295 2,603
Estado civil ,095 ,008 ,168 ,867 1,222
Proc. patológico ,254 ,011 ,250 ,803 1,141
Nªingresos -2,979 ,206 -4,827 ,000*** 1,08
Visita urgencias -1,245 -,086 -1,969 ,049* 1,134
Convivencia -1,096 -,101 -2,131 ,034* 1,331
Autopercepcion-Salud 3,949 ,242 4,147 ,000*** 2.026
Práctica-AF 2,085 ,162 2,686 ,008*** 2,170
Acompañam. médico ,369 ,012 ,280 ,779 1,182
Durbin-Watson 1,826
R2 ,263
R2 ajustado ,245
N 450
Nota: variable dependiente: nivel de alfabetización en salud (IGHL)
*, **, *** p< .10, .05, .01

151
María del Mar Silvestre García

Como podemos comprobar parece que el nivel de alfabetización en salud del


profesorado se explica por factores de salud y no personales. Los resultados muestran
una relación estadísticamente significativa entre la variable dependiente (IGHL) y el
número de ingresos hospitalarios, el número de visitas a urgencias, la autopercepción
de la salud y la práctica de actividad física. De este grupo de variables, la que tiene
mayor peso específico en la variable respuesta es la autopercepción de la salud
(β=.242).

152
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

2.7 Discusión y Conclusiones

Este estudio surgió a partir de la necesidad de conocer el nivel de AS que


tienen los docentes de enseñanza obligatoria en España, en función de diferentes
variables personales y profesionales.

Con respecto al cuestionario hemos de señalar que el cuestionario HLS-EU-


Q47 se crea para medir de manera fiable los niveles de AS de la población,
posibilitando una diferenciación entre distintas dimensiones y capacidades de AS que
lo componen (Ruiz-Cabello, 2015). Estas dimensiones se estructuran en cuatro
apartados vinculados al procesamiento de la información sobre la salud (acceso a la
información, entendimiento y procesamiento de esta, y nivel de aplicación de lo
procesado). En cuanto a las capacidades, se estructuran de la siguiente manera:
atención y cuidado del enfermo, prevención de las enfermedades y promoción de la
salud. Todo ello produce una matriz de 12 subdimensiones (Ruiz-Cabello, 2015).

Por otra parte, el haber sido desarrollado de forma conjunta entre varios
países permite que sus resultados puedan ser comparables, lo que dota de mayor
valor para medir la AS (Ruiz-Cabello, 2015). El hecho de haber sido validado
permite aceptar que el cuestionario empleado evalúa lo que realmente interesa en el
ámbito de la AS y puede ser utilizado como medida de ella (Ruiz-Cabello, 2015).

A continuación, realizaremos la discusión de los resultados teniendo en


cuenta los objetivos planteados al inicio del marco empírico de esta tesis.

2.7.1 Perfil personal del profesorado de enseñanza obligatoria y


su relación con la alfabetización en salud

Los resultados de este estudio muestran que, de las seis variables


sociodemográficas, hemos encontrado diferencias significativas entre categorías, en
tres de ellas (edad, estado civil y convivencia), en el ámbito de conocimiento hemos
encontrado diferencias, aunque estas no son significativas, mientras que en otras dos
no hemos encontrado diferencias (etapa educativa, sexo y área geográfica de
residencia).

153
María del Mar Silvestre García

Estos hallazgos ponen en evidencia que los niveles de AS del profesorado


vienen determinados por factores de tipo personal y/o profesional. Vemos como la
variable, por ejemplo, de sexo no tiene implicación alguna en cuanto al grado de AS
esto puede ser debido a que la formación docente es igual para ambos sexos.

Los resultados descriptivos muestran que la mayoría de los participantes están


casados y viven en un medio urbano con su familia. En general, el nivel de AS del
profesorado es alto sobre todo la capacidad de entender, esto lo podemos ver cuando
lo comparamos con estudios que han utilizado otra muestra como por ejemplo el
estudio que realiza (Poza Méndez, 2017) con la población inmigrante. El principal
hallazgo lo podemos observar a raíz de los resultados obtenidos en relación con la
edad. Estos hallazgos evidencian cómo existe una relación lineal significativa entre
la AS y la edad. Esta relación es inversamente proporcional, y nos confirman que los
docentes de menor edad tienen un mayor nivel de AS, en todas las dimensiones y
capacidades, mientras que, conforme va aumentando la edad, el nivel de AS va
disminuyendo. En este mismo sentido van los resultados de un estudio realizado Lee,
Lee y Chung (2017) empleando como muestra adultos que vivían en Corea del Sur,
encontrándose diferencias de edad en los niveles de alfabetización en salud;
específicamente, una menor alfabetización en salud se asoció con una mayor edad.
Así, en dicho estudio para el grupo de edad de 20 a 44 años, la alfabetización en
salud se asoció positivamente con el hecho de tener un seguro de salud privado y un
estado de salud autopercibido más alto. Por otra parte, para los grupos de edad de 45
a 64 y de 65 años y más, la educación se asoció positivamente con la alfabetización
en salud, mientras que, para el grupo de mayor edad, el género también tuvo una
asociación positiva con la alfabetización en salud. En este sentido, los niveles más
bajos de depresión se relacionaron significativamente con un mayor nivel de
alfabetización en salud en todas las edades. Con relación a estos resultados,
consideramos que se puede mejorar dicha situación, ya que numerosos estudios
sugieren que la alfabetización en salud mejora los resultados de salud a edades más
avanzadas e, incluso, a la riqueza, principalmente a través de la condición crónica, la
limitación laboral y los ingresos (Gillen, Yang y Kim, 2020).

Esto podría ser debido al avance de las nuevas tecnologías vinculadas a la


salud, tal y como se puede observar en el estudio de competencias digitales clave de

154
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

los profesionales sanitarios (Delgado et al., 2020), en donde habla como los
profesionales de la sanidad necesitan mejorar continuamente sus competencias
digitales para no caer en la brecha digital y adaptarse a los nuevos tiempos. En otros
estudios, a diferencia de nuestros hallazgos, observamos que no existen diferencias
significativas vinculadas a la edad (Ruiz-Cabello, 2015); Konfino et al., 2009).
Seguramente, esto sea debido a las características particulares de cada población.
Estos estudios sobre AS se llevaron a cabo con personal facultativo del ámbito de la
medicina. Sin embargo, en nuestro estudio, la muestra está conformada por docentes
del ámbito educativo, con una conexión menos directa hacia la AS. Otros estudios en
donde la muestra son pacientes con insuficiencia cardiaca observamos que la variable
de la edad muestra grandes diferencias en el grado de AS (Santesmases-Masana et
al., 2017a).

Por otro lado, y al igual que en el estudio que se realizó en un centro de salud
de Jaén en 2021 en relación con la variable de género (Escorza Villegas, 2021), no
encontramos diferencias significativas en cuanto al género de los docentes en
ninguna de las capacidades ni de las dimensiones del test. Esto puede ser debido a
que tanto docentes hombres como docentes mujeres tienen las mismas herramientas
en la actualidad para poder formarse profesionalmente, y por tanto no sería una
variable o factor que determine significativamente el nivel de AS de una persona.
Otro de los hallazgos destacables en nuestro estudio se muestra en relación con el
estado civil. En nuestra investigación sí encontramos diferencias entre solteros y
casados, donde los solteros tienen una mayor formación en AS relacionada con todas
las dimensiones en comparación a los casados. Este dato difiere de otras
investigaciones, donde no tiene ningún grado de significatividad el estado civil de los
participantes del estudio (Pelayo Alonso et al., 2017; Lemley et al., 2021). Esta
diferencia entre estudios podría deberse a que los solteros pueden disponer de más
tiempo para ellos, para su formación y para la mejora de su AS, aunque no hemos
encontrado evidencias científicas que puedan corroborar esta afirmación. (desarrollar
igual que hacemos arriba con la edad.

En relación a la influencia de la variable de convivencia sobre el nivel de AS


de los docentes, nuestros resultados muestran que es mayor en todas las capacidades
en personas que viven solas, tal y como también ocurre en el estudio de AS en

155
María del Mar Silvestre García

pacientes con diabetes tipo 2 (Fernández-Silva et al., 2019). Nuevamente, esto podría
deberse al hecho de que pudieran disponer de más tiempo e igual que ocurre con la
variante de estado civil, no disponemos de estudios científico que puedan corroborar
este hecho. Por otra parte, mayor en todas las capacidades en personas que viven
solas, los solteros tienen una mayor formación en AS relacionada con todas las
dimensiones en comparación a los casados. no se ha encontrado diferencias en
función del área geográfica donde reside el colectivo de profesorado (rural, semirural
y urbano), ni tampoco a la etapa educativa en la que imparten sus clases. Esto puede
ser debido a la formación de los propios docentes, puesto que independientemente de
la residencia de los docentes, la formación de estos está vinculada a unos planes de
estudio universitarios y posteriormente en los docentes en secundaria a un máster en
docencia universitaria.

Por último, en cuanto al área de conocimiento donde imparten la docencia,


puede comprobarse que el profesorado de educación física es el que tiene un mayor
nivel de AS, seguido de los docentes del ámbito de la salud, después los que
imparten clase en educación primaria, humanidades y, por último, los del ámbito
científico. Resulta curioso cómo, profesores de ámbito científico como la física o
matemáticas, son los que menos nivel de AS. Sin embargo, es el profesorado de
Educación Física el que más grado de AS demuestra, probablemente porque esté
bastante concienciado en la importancia de la AS, ya que formaría parte de la
adquisición de hábitos para la mejora de la salud, contenido propio e importante del
currículum de esta área, y que va con el estilo de vida que el profesorado pretende
transmitir a su alumnado durante su formación obligatoria.

En general, nuestros hallazgos muestran cómo factores como la edad, el


estado civil o la convivencia son determinantes en el grado de AS alcanzado por el
profesorado, probablemente por, la adquisición de competencias tecnológicas en la
variable edad y el tiempo libre disponible en las demás variables. Sin embargo,
factores como el género, el área geográfica, etc. no serían determinantes,
seguramente esto es debido a la formación de los docentes. Es destacable que sea el
profesorado de Educación Física, en comparación al resto de las áreas de
conocimientos, quienes muestren mayores índices de AS. Esto resalta la importancia
que tiene la naturaleza del currículum de EF, muy orientado hacia la adquisición de

156
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

hábitos saludables y hacia la mejora de la salud del alumnado, y señala asimismo la


necesidad que tiene el profesorado de otras áreas de AS, y de transmitir esa
formación a sus alumnos a través del currículum de sus asignaturas. En definitiva,
estos hallazgos pretenden poner de relevancia la mayor o menor influencia que
determinados factores tienen sobre el grado de AS del profesorado en España. Estos
resultados son útiles desde el punto de vista del desarrollo de acciones de promoción
de la salud en contextos educativos, ya que pueden tener en cuenta estos
determinantes a la hora de incluir en sus planes la mejora de los niveles de AS del
profesorado de educación obligatoria, que son los agentes responsables, en última
instancia, de la formación y la transmisión del conocimiento en contextos de
educación formal. Futuras investigaciones deberían analizar el nivel de AS del
alumnado de educación obligatoria, y explorar si estos, u otros determinantes son
condicionantes del nivel de AS mostrado por el alumnado.

157
María del Mar Silvestre García

2.7.2 Nivel de salud en el profesorado de enseñanza obligatoria y


su relación con el nivel de salud

Con respecto al perfil de salud del profesorado podemos afirmar que no han
sufrido procesos patológicos importantes y tienen un nivel de alfabetización en salud
medio. Más de la mitad ha visitado alguna vez un servicio de urgencias y más del el
65% nunca ha tenido un ingreso hospitalario. Todo lo anterior, parece ir en
contradicción con resultados como los del estudio realizado por Vasconcelos y Lima
(2021), que mostraron que las condiciones de trabajo de los profesores en las
universidades públicas son agotadoras, repercutiendo en la enfermedad de estos
trabajadores. Por otra parte, desde el punto de vista de la salud mental, estos
resultados deben ser considerados, igualmente, muy positivos, teniendo en cuenta
que las habilidades socioemocionales y la salud mental tienen un alto índice de
incidencia dentro de todos los procesos educativos (Jimenez-Macias, Vazquez-
Gonzalez, Juarez-Hernandez y Bracamontes-Ceballos (2021). En este sentido, uno de
los principales factores de desarrollo de los recursos humanos para las universidades
es definir un componente de salud mental e incorporarlo en los distintos programas
de estudios de pregrado y posgrado como instrumento eficaz para la formación, la
calidad académica y calidad de vida de los profesores (Cassullo y García, 2015;
Ornelas y Olivia, 2017).

Por otra parte, los resultados de la presente tesis doctoral, que muestran que
los profesores realizan en su mayoría actividad física de forma habitual y tienen una
buena percepción de su salud. Estos resultados van en dirección contraria a los del
estudio realizado por (Vieira et al. (2021) con profesores universitarios brasileños,
que mostró que más del 50% de los docentes presentan niveles insuficientes de
actividad física, medidas elevadas de circunferencia de cintura e índice de masa
corporal mostrando sobrepeso, concluyéndose que la mayoría de los profesores
tenían un nivel de actividad física insuficiente y entre los factores analizados, siendo
las profesoras menos activas en comparación con los profesores. Esto último se
puede explicar por los mayores índices de carga laboral presentados, ya que el
78,27% de las mujeres tenían una carga laboral mayor o igual a 40 horas semanales,
mientras que para los hombres esta cifra fue del 45,16%. Por otra parte, los

158
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

resultados de la presente Tesis Doctoral son en parte concordantes con los resultados
de un estudio realizado por Oliveira Filho, Netto-Oliveira y Oliveira, (2012) con
profesores universitarios brasileños, en el sentido de que este último mostró que la
mayoría de los docentes presentaban una percepción positiva de su calidad de vida
(84,3%) y salud (76,0%). Sin embargo, los resultados de dicha investigación
mostraron una importante presencia de factores de riesgo, presentando un 67,2% del
profesorado un consumo excesivo de alcohol, un 56,7% eran sedentarios, un 37,6%
tenían sobrepeso y un 9,2% eran fumadores. Por lo que, aunque existía. una buena
percepción de salud y calidad de vida entre los profesores, los factores de riesgo para
la salud presentaron una alta incidencia en el grupo evaluado.

No obstante, todas las anteriores similitudes y diferentes entre nuestros


resultados y los de otros estudios, pueden estar condicionados por aspectos
socioculturales característicos de cada país o región o, incluso, tener más de un
trabajo, En este sentido, varios estudios han comparado los niveles de actividad física
entre países, pero ninguno de estos estudios se centró en los adultos mayores y la
actividad física ocupacional, algo que si han llevado a cabo por Asiamah et al (2022),
que tuvo como objetivo evaluar las posibles desigualdades en la Actividad Física
Ocupacional (AFO) de los adultos mayores en seis países (Rusia, México, China,
India, Ghana y Sudáfrica) y determinar si tener múltiples trabajos es un factor que
interactúa con el país de residencia para modificar las desigualdades mostró que los
niveles AFO no se asociaron significativamente con tener distintos trabajos, aunque
los adultos mayores de la mayoría de los países que tenían más de un trabajo
informaron AFO más vigorosa. La AF ocupacional de los adultos mayores difirió
entre los seis países. Los adultos mayores que mantienen varios trabajos a la vez
pueden ser más activos que sus contrapartes que tenían un trabajo o estaban
desempleados. En este sentido existen importantes diferencias entre países en los
gastos en salud, mostrando un muy amplio estudio realizado por Banach, Friedman y
Srinivasan, (2021) que, nivel mundial, se proyecta que el gasto en salud aumente a
$ 15,0 billones (14,0-16,0) para 2050 (alcanzando el 9,4% [7,6-11,3] de la economía
global y $ 21,3 billones [19 ·8-23·1] en dólares ajustados por paridad del poder
adquisitivo), pero a una tasa de crecimiento menor de 1,84% (1,68-2,02) anual, y con
disparidades continuas en el gasto entre países.

159
María del Mar Silvestre García

Los resultados de la investigación también muestran que es mayor el nivel de


AS en el profesorado que no ha sufrido ningún proceso patológico, en el que dispone
de acompañamiento médico. Por otra parte, es mayor la AS en el profesorado que
nunca han tenido un ingreso hospitalario y en el que nunca ha realizado una vista a
urgencias, aunque es mayor la AS en los que han realizado más de tres visitas a
urgencias con los que van menos, pudiendo ser resultados, a priori contradictorio,
justificado no necesariamente a que se deba a que presente mayores problemas de
salud, sino, tal vez, a que cuando perciben ciertos riesgos por problemas de salud
percibidos de una forma espontánea, ser conscientes de actuar en consecuencia y
acudir a urgencias. Por otra parte, la AS es mayor en el profesorado que realiza
frecuentemente actividad física, siendo la AS del profesorado mayor cuanta más
autopercepción de su salud posee. Todos estos resultados, en los que se muestra que
a mayor AS se dan menos procesos patológicos, muestran que se hace necesario
insistir en la alfabetización en salud de este colectivo, habiendo demostrado
investigaciones, como el estudio piloto llevado a cabo por Gonzalez-Alvarado,
Jarillo-Vazquez y Saucedo-Molina (2021), dirigido a docentes mexicanos de un
instituto de ciencias de la salud que, el efecto observado tras el excaso tiempo de su
implementación de un programa de intervención, reflejó un incremento significativo
tanto del nivel de conocimientos básicos de alimentación y nutrición como de la
frecuencia de consumo de frutas y verduras, así como una disminución, aunque no
significativa, del IMC a largo plazo.

160
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

2.7.3. Modelo explicativo de la AS en el profesorado de


enseñanzas no universitarias

El concepto de AS parece estar basado en un constructo multidimensional,


que se ve afectado por distintos determinantes de la salud, como hemos visto en
apartados anteriores, tanto macro (socio-demográficos, psicosociales, culturales),
como individuales (características individuales, alfabetización en general,
experiencias personales previas durante procesos de salud y su interacción con el
sistema sanitario) (Altin et al., 2014; Cabellos-García et al., 2018). El modelo
confirma que el nivel de alfabetización en salud del profesorado se explica por
factores de salud y no personales lo que implicaría la adopción de medidas que
permitan la formación del profesorado sobre estas variables. Concretamente, el nivel
de AS se explica por el número de ingresos hospitalarios, el número de visitas a
urgencias, la práctica de actividad física, pero sobre todo por la autopercepción de la
salud.

En conexión con el ámbito educativo, todavía existe una escasa investigación


que proporcione información sobre el éxito de diferentes intervenciones que
promuevan el desarrollo de la AS (Nutbeam et al., 2018).

Podemos establecer que mejorar la AS en las nuevas generaciones, está


vinculado a la necesidad de aprender y comprender, desde los primeros años,
conceptos y habilidades científicas básicas que les permitan realizar una toma de
decisiones saludable (García-Ruiz et al., 2022), por esta razón es tan importante el
análisis que realizamos en nuestro estudio con los partícipes de estos aprendizajes
que son los profesores. Siendo de gran importancia que nuestros alumnos
contemplen las aproximaciones al concepto actual de salud y partiendo de estas
aproximaciones concebir la educación en la escuela (Gavidia Catalán, 2013).

El profesorado parte de unas características propias que hacen que su papel


como generador de la mejora en la salud de sus alumnos tenga vital importancia.
(Gavidia Catalán, 2013). Estas características están analizadas desde los siguientes
puntos de vista: observador privilegiado, modelo para los escolares, transmisor de
mensajes de salud, promotor de programas y agente crucial para el cambio y mejora
de la salud escolar. Observador privilegiado porque percibe el estado de salud de su

161
María del Mar Silvestre García

alumnado a través de indicadores externos. Modelo para escolares porque gran parte
del alumnado observa con atención sus pautas de comportamiento. Es transmisor de
mensajes de salud, que lo hace conscientemente cuando lo programa, pero también
cuando piensa que no lo hace, a través del currículo oculto. Promueve y gestiona
programas de salud, entre todas las propuestas educativas que le llegan desde fuera
de las aulas. Y es un agente de cambio para la mejora de la salud pues actúa sobre el
individuo y también sobre el centro escolar (Davó-Blanes, 2009).

El reto de todo profesor no debe ser cambiar el comportamiento del alumnado


en una determinada dirección, sino capacitarles para que se conviertan en dueños de
su propia vida en el sentido más amplio, que puedan adoptar sus decisiones con
suficiente información, con la máxima libertad y conocimiento de la responsabilidad
de sus actos (Talavera Ortega & Gavidia Catalan, 2013).

En nuestro estudio podemos observar como el nivel del perfil del profesorado
estudiado no ha sufrido procesos patológicos importantes en su vida y consideran
que tienen un nivel de alfabetización en salud normal. Más de la mitad ha visitado
alguna vez un servicio de urgencias y más del 65% nunca ha tenido un ingreso
hospitalario.

La autopercepción de salud ha demostrado tanto en nuestro estudio como en


otros muy similares ser un factor muy importante a tener en cuenta en las distintas
encuestas de salud. El hecho de que la relación entre alfabetización de la salud y la
percepción de la propia salud sea significativa es consistente con estudios previos
(Howard et al., 2006; Van Der Heide et al., 2013), tanto en el ámbito clínico
(Kalichman & Rompa, 2000; Wolf et al., 2006), en el comunitario (Von Wagner et
al., 2007) y en nuestro caso en el ámbito educativo vinculado a nuestra muestra que
son los docentes.

Aunque hay estudios que relacionan el mayor uso de los servicios de


urgencias hospitalaria y consultas de médico general con niveles de AS más bajos
(Berkman et al., 2011; Van Der Heide et al., 2015). Esto va en relación con los datos
encontrados en nuestra muestra que nunca ha tenido un ingreso hospitalario y en el
que nunca ha realizado una visita a urgencias. Por otro lado, en nuestro estudio

162
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

podemos ver como los docentes que han realizado más de tres visitas a urgencias con
los que van menos de tres.

Como también podemos hablar de que encontramos un mayor nivel de AS,


tanto en el profesorado que no ha sufrido ningún proceso patológico, como el
profesorado que dispone de acompañamiento médico, sobre todo en las capacidades
aplicar o utilizar información.

La AS también afecta a los docentes que realizan actividad física, puesto que
su nivel también es mayor en comparación con el resto de la muestra.

La AS de los docentes debe ser vista como equivalente de la del propio


alumnado (Peterson et al., 2001). Los profesores influyen sobre la calidad de la
educación para la salud y sobre las actividades de clase dirigidas a la adquisición de
la mencionada alfabetización en salud (Vamos et al., 2020). A fin de lograr
incorporar AS en la escuela esta AS hay que incorporarla en la formación del
profesorado, los docentes y personal de la escuela formados en AS estarán mejor
preparados para enseñar dicha AS en las clases y en las actividades extracurriculares,
así como para fomentarla en el entorno escolar. Los docentes deben ser considerados
como transmisores y multiplicadores clave en la implementación de cualquier acción
relativa a la salud en las escuelas (Dadaczynski et al., 2020).

Por tanto, podemos concluir que no parecen determinantes ciertas variables


sociodemográficas en el AS en nuestra muestra de estudio, pese a las diferencias
encontradas en otros estudios en los que se observaron diferencias en cuanto a la
edad, con menores niveles de AS en las personas de mayor edad (Lee, Lee y Chung,
2017); el sexo, presentando las profesoras universitarias un menor nivel de actividad
física que los profesores universitarios (Vieira et al., 2021), el estado civil,
mostrando una revisión sistemática y metaanálisis, relaciones a nivel de salud con
cierta vinculación a las AS, ya que el apoyo marital/de pareja se asocia con una
menor mortalidad y morbilidad después de un infarto agudo de miocardio (IAM) y
un accidente cerebrovascular Zhu et al. (2022), y, por otro lado, vinculados a las
características de la zona de residencia, rural, semirrural y urbano, pese haber
demostrado diferentes estudios la relación entre salud y contexto cultural (Koivusilta,
y Ojanlatva 2012), presentando, por ejemplo, las poblaciones rurales una peor

163
María del Mar Silvestre García

atención de emergencia y ambulatoria, lo que resulta en una presentación tardía y


peores resultados para los pacientes con accidente cerebrovascular e infarto de
miorcadio (Baljepally y Metheny (2022).

164
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

3. Limitaciones

Tras la exposición y argumentación de las aportaciones realizadas en el


presente estudio al campo de investigación de la alfabetización en salud del
profesorado de enseñanzas no universitarias y su relación con variables personales y
de salud, somos conscientes de la existencia de una serie de limitaciones
concernientes al conjunto de los apartados que la componen. En consecuencia, las
conclusiones y las aportaciones que se desprenden del presente estudio han de ser
tenidas en cuenta en el marco de las limitaciones inherentes a las condiciones en las
que se ha llevado a cabo la investigación y los supuestos de los cuales se ha partido.
Para considerarlas en su justa medida y para facilitar la contextualización de los
análisis y reflexiones que puedan derivarse de ellas, damos cuenta de las principales
limitaciones y barreras que han influido en su realización.

Una de las limitaciones, hace referencia al acceso a la muestra, ya que en


ocasiones el acceso fue denegado o limitado de alguna manera debido a la falta de
cooperación de alguno de los docentes en las respuestas al cuestionario. Especial
relevancia adquiere la distribución muestral con respecto a la variable
autopercepción de la salud. Dado que es una variable que explica en gran medida el
nivel de alfabetización en salud sería importante aumentar la muestra de profesorado
que considere tener mala salud ya que nadie de la muestra considera esta su situación
por lo que este dato podría afectar a la potencia estadística de la prueba.

Por otro lado, teniendo en cuenta que el estudio tiene un carácter transversal,
y, por tanto, hace referencia a un momento concreto en el que los profesionales son
objeto de los diferentes análisis, no disponemos de información sobre el
comportamiento habitual de dichas personas a lo largo del tiempo. Por este motivo,
no hemos podido diferenciar qué cambios existen en el comportamiento de las
personas. Sería interesante ampliar el estudio a otras comunidades autónomas y
comprobar el sostenimiento en el tiempo de estos datos.

165
María del Mar Silvestre García

Otra de las limitaciones es la dificultad para evitar que la muestra conteste en


función de la deseabilidad social. Es difícil garantizar la sinceridad de los
encuestados cuando estos son interrogados acerca de creencias subjetivas, que les
suponen una actividad de toma de conciencia en torno a sus propias consideraciones.
Las opiniones y creencias son difícilmente objetivables y están unidas a la propia
vivencia de la situación. En este caso dado algunas preguntas del cuestionario se
relacionan con su autopercepción de formación en salud por lo que los participantes
pueden haber respondido en función de la conducta que consideran adecuada. Se ha
intentado neutralizar este sesgo aumentando la población objeto de estudio.

Así mismo, no se ha podido comparar los resultados del presente estudio con
trabajos previos debido a que la consulta en distintas bases de datos nacionales e
internacionales ha dejado en evidencia la falta de investigaciones que aborden la
alfabetización en salud del profesorado de enseñanzas no universitarias y su relación
con variables personales y de salud. Ello hubiera contribuido a fundamentar en
mayor medida el problema que se está abordando. Sin embargo, se entiende esta
limitación como una oportunidad para identificar los vacíos existentes y
consecuentemente un camino abierto a nuevas investigaciones.

Estas son, en su conjunto, las limitaciones que se derivan del estudio


realizado. Sin embargo, se tiene la creencia de que en ningún caso invalidan el
trabajo llevado a cabo, sino que lo contextualizan.

166
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

4. Líneas de Actuación

Ante una realidad social tan cambiante como la actual, el grado de


importancia que tienen los docentes a la hora de transmitir conocimientos, valores y
pautas de conducta a sus estudiantes hace que cobre una especial relevancia el nivel
de AS de estos. Un alto nivel de AS del profesorado sería necesario no solo para el
propio autocuidado sino para concienciar y formar al alumnado sobre su importancia
para la calidad de vida y la toma de decisiones coherentes con un estilo de vida
saludable.

Por tanto, el ámbito educativo y sus profesionales no pueden ser ajenos a esta
transformación social ya que la AS le da una oportunidad al profesorado para poder
influir en la mejora de la AS de la salud de sus estudiantes con independencia del
nivel de estudios y de la materia asignada.

Teniendo en cuenta esta premisa, las limitaciones manifestadas más arriba,


considerando los estudios recogidos en diversas bases de datos que hemos tenido en
cuenta en el presente trabajo, y las técnicas estadísticas empleadas para la obtención
de los resultados, esbozamos también algunas posibles futuras líneas de investigación
con objeto de que se pueda aportar nuevos conocimientos al campo de estudio.

Se considera pertinente recomendar que, en futuras investigaciones, se adopte


un enfoque cuantitativo-cualitativo en el que se utilice una triangulación de
diferentes instrumentos para la obtención de la información y entre los que se
contemplen las entrevistas en profundidad y grupos de discusión.

Así mismo, se señala como propuesta de investigación futura, prolongar el


presente estudio, abordando la alfabetización en salud del profesorado de enseñanzas
no universitarias, dadas las múltiples ventajas que podría aportar un estudio
longitudinal.

En este sentido, se podría también profundizar en el estudio teniendo en


cuenta otras posibles variables, además de las ya presentadas. Por otro lado, también
sería interesante el poder acceder a un mayor número de profesionales para así
fortalecer los resultados obtenidos o acceder a nuevas poblaciones, y no sólo a la
existente en España, de forma que se conseguiría enriquecer el campo de

167
María del Mar Silvestre García

conocimiento con el impulso de estudios cross-culturales. Por tanto, se valora


positivamente las interesantes aportaciones que surgen de la continuidad del estudio
en otros ámbitos contextuales, sosteniendo la intención profundizar en la temática, en
futuras investigaciones.

Por otro lado, teniendo en cuenta los hallazgos encontrados en nuestro estudio
se confirma, con respecto a las variables personales, que el nivel de AS en el
profesorado es mayor en el profesorado de educación física soltero que vive. Los
determinantes vinculados al sexo, lugar de residencia y etapa educativa parecen no
tener vinculación con el nivel de AS. Y, con respecto a las variables de salud es
mayor el nivel de AS en aquel profesorado que no ha sufrido ningún proceso
patológico, puede ser acompañado al médico, nunca ha tenido un ingreso hospitalario
realiza actividad física frecuentemente y tiene mayor autopercepción de su salud.
Existe un resultado llamativo que es que es mayor la AS en los que han realizado
más de tres visitas a urgencias con los que van menos de tres.

En función de estos resultados sugerimos las siguientes acciones educativas:

1.- Aumentar la formación en temáticas de educación para la salud del


profesorado de mayor edad y en todas las áreas de conocimiento salvo educación
física. Curiosamente hemos de hacer hincapié en que participen en estos programas
las personas que tienen familia. Dado que tienen mayor nivel de AS los que se
sienten acompañados para acceder a los servicios sanitarios cuando lo necesitan,
podríamos pensar que los solteros se forman más en conocimientos de salud porque
saben que están solos.

2.- Utilizar metodologías activas y colaborativas en los programas formativos


teniendo en cuenta las diferencias en AS en función de variables personales y del
área de conocimiento. El diseño de la formación se debería realizar en grupos
multidisciplinares para facilitar la interacción comunicativa entre profesionales de
diferentes áreas y, tal como señalan los resultados de diferente formación en
educación para la salud.

3.- Las instituciones educativas deberían realizar un esfuerzo para ofertar un


mayor número de cursos de formación permanente para profesorado de mayor edad
sobre temáticas de educación para la salud. Hemos de tener en cuenta que la

168
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

importancia de la AS no radica solo en que el profesorado es un agente de salud sino


también en mejorar su autocuidado y, por tanto, aumentar la calidad de vida del
profesorado.

4.- Dado que es menor el nivel de AS en el profesorado mayor podría resultar


una estrategia educativa importante insertar programas de alfabetización en salud en
temáticas concretas ligadas a las enfermedades crónicas y degenerativas en centros
de salud de atención primaria. En este caso sería relevante analizar la figura de la
enfermera comunitaria.

5.- No debemos olvidar, la importancia de la concienciación ciudadana sobre


las temáticas de educación para la salud con el fin de aumentar el nivel de
alfabetización. Consideramos importante aumentar el número de programas de
prevención primaria a través de medios de comunicación y redes sociales con
mensajes cortos y muy concretos.

6.- En esta línea conviene evitar las informaciones contradictorias que se


realizan a veces en los medios de comunicación. Debe estar claro para toda la
población cuando debemos acudir al médico, diferencias síntomas sencillos o que es
algo urgente y que es una emergencia, eso evitaría el abuso de los servicios sanitarios
y favorecería una prestación sanitaria de mayor calidad. Por los resultados parece que
los que visitan más los servicios de urgencias y los que no van nunca tienen similar
nivel de AS. ¿Será que el profesorado que va mucho a urgencias termina formándose
más?

7.- Se recomienda realizar una evaluación rigurosa de la eficiencia de los


programas de educación para la salud implementados. ¿Realmente la asistencia a
cursos con contenidos de salud mejora la alfabetización en salud del profesorado?
Sería necesario un análisis exhaustivo de la eficacia de estos programas, así como
adecuar los contenidos a las necesidades y características de los profesores.

En nuestro país apenas existe cultura de evaluación de la eficacia de la


formación implementada. Por tanto, aunque a veces el esfuerzo en adjudicación de
recursos, tanto materias como humanos es importante, no existe una correlación con
el nivel formativo que debiera adquirir el profesorado y, por ende, con las

169
María del Mar Silvestre García

modificaciones que se debieran producir tanto en su conducta como en los posibles


cambios en las dinámicas del aula.

En este estudio se ha partido del principio de que los conocimientos y hábitos


transmitidos por el profesorado tienen una repercusión no solo en su propia calidad
de vida, sino también en la vida de sus estudiantes; bien sea por la impartición
directa de contenidos y estrategias didácticas implementadas o por el aprendizaje
vicario fruto del ejemplo que el profesor ofrece como agente de salud.

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Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
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Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
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207
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

ANEXO: INSTRUMENTO DE RECOGIDAS DE DATOS

Alfabetización en salud en profesores de Educación Primaria y Secundaria

Estimado colaborador;
El grupo GIES-10 de la Universidad de Vigo (htp://gies10.webs.uvigo.es/) está
realizando un estudio sobre el nivel de alfabetización en salud de los profesores dada
su influencia en la toma de decisiones del alumnado.
El objetivo es determinar que conocimientos poseen los adultos que se relacionan
con menores y en qué basan sus decisiones de salud.
Para ello necesitamos tu colaboración respondiendo al cuestionario.
El cuestionario es anónimo y los datos serán tratados en conjunto para favorecer el
diseño de programas formativos en estas temáticas de relevancia social.

Muchas gracias por tu sincera colaboración.

(Toda la información es confidencial y no se identifica en ningún momento a la


persona que suministra los datos, siguiendo lo estipulado en la Ley Orgánica 3/2018,
de 5 de diciembre de Protección de datos)

CUESTIONARIO

1. Edad

2.- Genero:

Mujer

Hombre

3. Etapa en la que se imparte docencia:

Profesor de Primaria

Profesor de Secundaria

4. En caso de ser profesor de Secundaria, señala tu rama de conocimiento:

Educación Física Geografía e Historia

Lengua Castellana y Literatura Lengua extranjera (inglés) Matemáticas

Tecnología

209
María del Mar Silvestre García

Valores éticos o Religión Católica Biología y Geología

Lengua Valenciana y su Literatura Educación Plástica, visual y audiovisual


Filosofía

Física y Química Latín

Música Tecnología

Lengua extranjera (francés)

5. Estado Civil

Soltero/a

Casado/a

Separado/a

Viudo/a

6. Área de residencia

Rural (menos de 10.000 habitantes)

Urbano (más de 50.000 habitantes)

Semirural (entre 10.000 y 50.000 habitantes)

210
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

CUESTIONARIO ALFABETIZACIÓN EN SALUD

Señala si tienes o has tenido alguno de los siguientes procesos (Seleccione varios si es su
caso:

Infarto de miocardio

Insuficiencia cardíaca congestiva

Enfermedad vascular periférica

Enfermedad cerebrovascular

Demencia

Enfermedad pulmonar crónica (EPOC)

Patología del tejido conectivo

Enfermedad ulcerosa

Patología hepática ligera

Patología hepática moderada o grave

Diabetes

Diabetes con lesión orgánica

Hemiplejía

Patología renal (moderada o grave)

Neoplasias

Leucemias

Linfomas malignos

Metástasis sólida

VIH (sida)

No he tenido, ni tengo, ninguno de esos procesos

Número de ingresos hospitalarios:

Ninguno

Menos de 3

211
María del Mar Silvestre García

Más de 3

Visitas a Servicios de Urgencias en el último año:

Ninguna

Menos de 3

Más de 3

Convivencia:

Sola/o

Con hijos/otros familiares

Con pareja

Con pareja e hijos/otros familiares

Nivel de ingresos mensuales:

Menos de 500€

Entre 500€ y 1.000€

Entre 1.001€ y 1.500€

Más de 1.500€

Autopercepción del estado de salud

Bueno

Regular

Malo

Muy malo

Práctica de ejercicio físico:

Frecuentemente

Ocasionalmente

Nunca

212
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

¿Tienes con quién acudir acompañada/o al médico? SI NO

En una escala de “muy fácil” a “muy difícil”, indica cuál es el grado de


dificultad que encontrarías para realizar las siguientes actividades:
Muy Fácil Difícil Muy No sabe/
fácil difícil
No
contesta

…encontrar información sobre los síntomas


asociados a las enfermedades que son de su interés

…encontrar información sobre los tratamientos


asociados a las enfermedades que son de su interés

…averiguar qué hacer en caso de emergencia


médica

…averiguar dónde conseguir ayuda profesional


cuando se encuentra enfermo (Instrucciones: por
ejemplo un médico, farmacéutico o psicólogo)

…entender lo que me dice el médico

…entender los prospectos que vienen con sus


medicamentos

…entender qué hacer en caso de emergencia


médica

…entender las instrucciones del médico o


farmacéutico sobre cómo tomar las medicinas
recetadas

…juzgar en qué medida la información


proporcionada por el médico es aplicable a su
situación

…juzgar las ventajas y desventajas de los distintos


tratamientos posibles

…valorar cuándo puede necesitar una segunda


opinión de otro médico

…juzgar si la información que aparece en los medios


de comunicación sobre una enfermedad es fiable
(Instrucciones: TV, Internet u otros medios de
información)

…utilizar la información proporcionada por el


médico para tomar decisiones sobre su enfermedad

213
María del Mar Silvestre García

…seguir las instrucciones recibidas con respecto a su


medicación

…llamar a una ambulancia en caso de emergencia

…seguir las instrucciones de su médico o


farmacéutico

…encontrar información para saber qué hacer con


respecto a hábitos no saludables como fumar, hacer
poco ejercicio físico o beber alcohol en exceso

…encontrar información sobre la manera de


abordar problemas de salud mental como el estrés
o la depresión

…encontrar información sobre las vacunas, pruebas


de detección precoz de enfermedades y revisiones
médicas que debería hacerse (Instrucciones:
mamografía, prueba de nivel de azúcar en sangre y
tensión arterial)

…encontrar información sobre cómo prevenir y


abordar problemas de salud como el sobrepeso,
hipertensión arterial o niveles de colesterol altos

…comprender las advertencias sanitarias


relacionadas con hábitos como fumar, hacer poco
ejercicio físico o beber alcohol en exceso

…entender por qué necesita vacunarse

…comprender por qué necesita hacerse pruebas de


detección precoz de enfermedades o chequeos
médicos (Instrucciones: mamografía, prueba de
nivel de azúcar en sangre y tensión arterial)

Valorar la fiabilidad de las advertencias sanitarias


relacionadas con hábitos como fumar, hacer poco
ejercicio físico o beber alcohol en exceso

…valorar cuándo necesita acudir al médico a


hacerse una revisión médica

…valorar cuáles son las vacunas que puede


necesitar

…valorar cuáles son las pruebas de detección precoz


de enfermedades y las revisiones médicas que
debería realizarse (Instrucciones: mamografía,
prueba de nivel de azúcar en sangre y tensión
arterial)

214
Tesis doctoral. AS del profesorado de enseñanzas no universitarias y su
relación con variables personales y de salud

…valorar la fiabilidad de la información sobre


riesgos para la salud que aparece en los medios de
comunicación (Instrucciones: TV, Internet u otros
medios de información)

…decidir si debe ponerse la vacuna contra la gripe

…decidir cómo protegerse de las enfermedades


gracias a los consejos que le dan la familia y los
amigos

…decidir cómo protegerse de las enfermedades


gracias a la información que proporcionan los
medios de comunicación (Instrucciones: periódicos,
folletos, Internet u otros medios de información)

…encontrar información sobre actividades


saludables como el ejercicio físico y la alimentación
saludable

…encontrar actividades que sean buenas para su


bienestar mental (Instrucciones: meditación,
ejercicio, paseos, pilates, etc.)

…encontrar información sobre cómo se podría


promover y fomentar la salud de su barrio
(Instrucciones: reducción de los niveles de
contaminación y ruido, creación de espacios verdes,
instalaciones recreativas)

Averiguar qué cambios a nivel político podrían


afectar a su salud (Instrucciones: normativa, nuevos
programas de chequeos médicos, cambios en el
gobierno, reestructuración de los servicios
sanitarios, etc.)

…averiguar qué medidas podrían mejorar su salud


en el trabajo

…comprender los consejos sobre salud que dan la


familia y los amigos

…comprender la información incluida en los envases


de alimentos

…comprender la información proporcionada por los


medios de comunicación sobre cómo mejorar su
salud (Instrucciones: Internet, periódicos, revistas)

…comprender la información sobre cómo


mantenerse mentalmente sano

215
María del Mar Silvestre García

…valorar de qué manera el lugar en el que vive


condiciona su salud y bienestar (Instrucciones: su
comunidad, su barrio)

…valorar de qué manera las condiciones de su


vivienda pueden ayudarle a mantenerse sano

…valorar cuáles de sus hábitos diarios afectan a su


salud (Instrucciones: costumbres relacionadas con
el consumo de alcohol, hábitos alimenticios,
ejercicio, etc.)

…tomar decisiones para mejorar su salud

… apuntarse a un club deportivo o gimnasio

…modificar su forma de vida en aquellos aspectos


que afectan a su salud y bienestar (Instrucciones:
costumbres relacionadas con el consumo de
alcohol, hábitos alimenticios, ejercicio, etc.)

…involucrarse en actividades que mejoren la salud y


el bienestar de su comunidad

216

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