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Transcripción 2 Parte1
Transcripción 2 Parte1
[Música]
♪Tu cariño es un castigo
Nadie entiende lo que digo
Pero es cierto, que te has vuelto, mi obsesión
Porque extraño tus maltratos
Los insultos, cada rato
Tú, te has vuelto, la mujer de mi pasión
Y ese amor, que es tu paciencia
Que me agregas, con violencia
Todo y mucho más, extraño de tu amor
Y aunque creas, que es muy poco
Hoy me estoy volviendo loco
Pues, me ignoras y no sé por qué razón
-agarren ese tipo, a ese desgraciado-
Necesito que me pegues, que me insultes
Que no dejes, ni un minuto de tratarme, siempre mal
Que regreses a mi vida. Necesito de tu amor
Que no sanen mis heridas, por favor
Que me grites, en un bar
Que me ofendas, sin pesar
Que me pongas, de rodillas, a rezar
Pero, que regreses pronto
Tengo rato, el corazón
Pues, no tengo más salida, que tu amor
Pues, no tengo más salida, que tu amor♪
[Música de suspenso]
[hombre] Eh, señor, hágame el favor y me quita el carro.
Rapidito, rapidito.
Y si no, le llamo a la grúa.
[hombre] Si, si, no, tranquilo ya.
[hombre] ¿Qué tal?
[hombre] no, tranquilo, tranquilo, ya.
[hombre] ¡Alto! ¡Alto ahí! Deténgase.
¿Qué pasó? ¿Qué pasó?
¿Para dónde iba, señor?
[hombre] Yo, iba a moverle el carro, a él.
Porque, me pidió el favor, y
de tomar un poquito de aire,
pero, ya regresaba.
[hombre] ¡A ver!, será que nos puede explicar,
¿Qué estaba haciendo, con Alejandra?
[hombre] ¿Y, de dónde sacó ese carro, ah?
[hombre] Yo le, yo, yo le puedo explicar todo.
Pero, por favor, ¡Cálmense, cálmense!
Mire, mi teniente.
[hombre] Capitán.
[hombre] Bueno, mi capitán.
Yo, la verdad de esto, es que.
Yo, yo, venía bajando la calera, ¿Sí?
Yo, venía bajando la calera,
Y venía, detrás del carro de la señora.
Cuando de repente se apareció
un carro, grande.
Un carro grande, con unas luces,
así que parecían exploradoras.
Pum, lo quemaban a uno.
Y cogió y pasó y ¡Plam!
Le pegó, a la señora y la mandó, para el abismo.
¡Y el tipo, se voló! ¡Se voló el degenerado!
Entonces, yo paré en seco, y, y me bajé y miré y,
y, pues no, salí corriendo hasta el abismo y dije:
¿Pero, qué pasó?
Entonces, mi alma, no me dio para más.
Si no, traer a la señora, hasta aquí, hasta el hospital.
Eso, fue lo que pasó.
[hombre] ¿Y, por qué no dijo eso, desde el comienzo?
[hombre] No, desde el comienzo no lo dije.
Pues, yo, no quería meterme en problemas, capitán.
Usted sabe, que, en este país,
si no ayuda a una persona herida,
se mete en un problema.
Y yo, quería ver, hacer un acto, de buen ciudadano.
Y, por eso fue, que tuve que decir que era mi esposa,
para que la atendieran, más rápido.
¿Sí? Para que vieran la presión.
Pero bueno, lo importante es que la señora, ya está ahí.
Y, y yo me tengo que ir ya, tranquilo. Yo me voy.
[hombre] ¡No, no, no, un momentico!
Usted, no se vaya de aquí,
hasta que no se aclaren, las cosas.
¡A ver! ¿Cómo era el carro, que se cruzó,
con el de la señora? ¡Descríbalo!
[hombre] ¿El carro?
El carro, pues, ¡Ya le dije, era un carro grande,
un carro grande, parecía como una tractomula!
Un camión, un camión, eso, un camión, un camión.
[hombre] ¿Un camión?
[hombre] Si. Bueno exactamente,
que yo le diga, un camión.
Y que le pueda asegurar y jurar así, un camión, no.
Pero, era un carro grande,
y como estaba tan oscuro, pues,
yo no alcancé a cogerle, las placas.
Y, como el tipo iba tan rápido,
no lo detecté y la verdad, que yo estaba mirando,
más el carro de la señora, que el camión.
Pero bueno, yo lo que quería,
era hacer un acto, como les digo, humanitario.
Y yo, no espero, ni agradecimientos ni,
ni recompensas, ni mucho menos de eso.
Yo, yo quiero que la señora se alivie y,
y pues no yo me voy para mi casa.
Porque, tengo unos problemas personales,
ya hice lo que tenía que hacer, entonces, con permiso.
[hombre] ¡No, no, no, un momentico!
¡Es que usted no se va a ir de aquí para ninguna parte!
Usted, es testigo, de un accidente grave.
Donde hay un herido de sangre,
qué en este momento, está inconsciente.
Necesitamos su testimonio, en la fiscalía,
ahora mismo, señor ¿Rivera,
su verdadero nombre es, Manuel Rivera?
[hombre] Espérese un segundo,
¿Cómo así, no le ha pedido, la identificación?
[hombre] Por lo que dice, que dice,
que se le perdieron los documentos, en el accidente.
[hombre] ¿Pero cuál accidente? ¡Por favor!
¡Este señor, no estaba con Alejandra!
¡Haga algo, requíselo!
[hombre] No, no, un momento, un momento.
No hay necesidad, de requisarme.
Mire, aquí está mi cédula, capitán.
Rafael Méndez, para servirle.
Mire, doctor, o señor, lo que sea.
Ramen, esa es mi empresa.
Soy él, por favor téngala,
soy el gerente general, observe.
[hombre] ¿Ramen?
[Rafael] Ramen, Ramen.
Rafael Méndez y compañía, único dueño, propietario único.
Oiga, oiga, amigo, yo, yo lo que hice fue.
Pues, traer a su esposa aquí, que, que la atendieran.
Esperé hasta que, entrara al quirófano.
Fui y le compré, unas drogas,
que no tenían en este hospital.
Me tocó ir a una droguería,
y empeñar mi reloj y todo y por favor.
Yo, yo, les pido a ustedes, también, oficiales, o lo que sea.
Que me ayuden a, a no tener, más problemas.
Yo soy un hombre de paz.
Yo no quiero problemas.
[hombre] Una cosa. Sí es verdad, que usted,
fue nada más testigo, del accidente.
¿Por qué, tiene esa camisa, ensangrentada?
¿Ah?, y su cara, su cara, ¿Por qué, la tiene golpeada?
[Rafael] Ah no, eso fue otra cosa, eso fue otra cosa.
Es que, como, como yo vendo mercancía, si,
llegué y le entregué una mercancía, a unos tipos.
Y los tipos, me dijeron, que no me iban a pagar.
¡Así de frente, y yo dije, ¿Cómo?
¿Que no me van a pagar,
y me lo están diciendo de frente? Y me dijeron sí.
¡Ja, entonces, me tocó coger y vea venga pues,
nos agarramos aquí, y tran y pam!
Y fue un agarrón tremendo, el que me pegué,
¿Sí? Seis tipos, a coñazo limpio.
Y pues, por eso es que estoy aquí,
sí por eso me van a, me van a quitar la casa, ¿Sí?
Me, me, me, tengo un problema allá, en mi casa, hermano.
Por, por eso y, y por sacar a su novia, del abismo.
Por montarla, en mi carro.
Y por traerla aquí, al hospital, para que la atendiera.
Por favor, tenga eso en cuenta, doctor.
Yo, yo, yo quiero que las cosas, se solucionen.
Yo quiero, que la señora se alivie, ¿Sí?
[Voz en off] Amarillo, carro, arbolillo.
[hombre] Carro amarillo, carro amarillo, carro amarillo.
¿Usted, no será el carro amarillo,
que la señora mencionó, en urgencias?
Medio en su inconsciencia, balbuceó algo,
sobre un carro amarillo.
[Rafael] ¡Ah no, pero espere un momentico!
Carros amarillos, es lo que hay, en Bogotá.
Amarillo pollito, amarillo clarito, mi amarillo.
¿Cuándo ha visto un amarillo de estos tan bonito,
por ejemplo, capitán, cuando?
[hombre] ¡Vea, este estrellón! ¿Qué es?
[Rafael] Ah, ¿Cuál? Ah, ah no eso fue, pues, uno de tantos.
Yo entré un día a almorzar a la casa y salí,
pum, ya lo habían chocado.
Es que, es complicado dejar el...
[hombre] Esto, no es masilla. Esto es pintura gris.
¡Como la del carro, de Alejandra, de mi novia!
[Rafael] Casualidades, que tiene la vida, ¿No?
[hombre] ¡Usted la estrelló!
[Rafael] ¿Cómo así?
[hombre] ¡No me cabe, la menor duda!
Este tipo la estrelló.
[Rafael] Oiga, por favor, ¿Cómo así, que yo la estrellé?
[hombre] ¡Lléveselo, lléveselo!
[hombre] ¡Vea, ya, ya, no más!
[Rafael] Pero, yo puedo explicar.
[hombre] ¡Ya no más, el señor queda detenido,
llévenselo y el carro para los patios!
[hombre] ¿Cómo así que el carro?,
no espere un momentico.
Que el carro, para los patios, no se puede ir.
Por favor, yo tengo ahí mercancía, me la van a robar.
Por favor, en los patios, usted sabe cómo es eso.
Por favor, mire, la novia suya está, está desvariando.
Claro, ella está mal por, el, por la anestesia.
La gente se pone, alucina, habla una cantidad de cosas.
La droga, que yo le di es fuerte. Oiga capitán, mire,
yo vi al tipo que venía manejando el camión.
Era grandote, así gordo.
Espere, espere, un momentico.
Espérese un momentico yo le hablo acá mire.
Está la mercancía que yo vendo,
zapatos, gafas blusas, y esto también vendo prendas.
Y también tengo para hombre.
Y tengo de todo, por favor.
[hombre] Ah, pero es que tenía la fiesta adentro,
¿No? Venía bebiendo.
[Rafael] No, yo no venía bebiendo yo, yo,
no estaba bebiendo, por favor.
[hombre] Ah, no, ¿no estaba bebiendo y esto qué?
¿Se destapó solo, o se le voló el genio?
Que no me venga a decir que no estaba bebiendo.
Hágale la prueba de alcoholemia.
[Rafael] no espere, espere, yo le explico.
¡Espere yo le explico!
Mire, yo, yo, vendo también traguitos ¿Sí?,
entonces yo le surto.
Yo tengo los permisos.
Yo le surto a un amigo allá en un billar.
Entonces el tipo me llamó y me dijo:
Oiga Rafa este trago salió malo y le dije:
¿cómo que salió malo?
Entonces, tuve pues que hacerle la prueba.
Destaparlo para ver si realmente, estaba malo o no.
Para responderle por favor.
[hombre] sí vio, sí vio. Claro que bebió.
Y es más vende trago adulterado este desgraciado.
[Rafael] No señor. Yo no vendo trago adulterado.
Hágame el favor y me respeta, yo soy un tipo decente.
Un tipo, ahí tengo todos los papeles capitán, tranquilo.
[hombre] ¡Ya, ya, no más! Llévenselo,
que venga una grúa a llevarse el carro.
[hombre] lo voy a hundir.
[Rafael] Pero ¿Por qué?
[hombre] ¡Por mentiroso, por borracho!
[Rafael] ¿Pero cuál borracho?
[hombre] estrellar a Alejandra. Lo voy a hundir.
[Rafael] No, tranquilo, tranquilo.
[hombre] No puedo creer que ustedes,
se hayan comido el cuento,
que este manteco era esposo de Alejandra.
¡Por favor!
[Rafael] ¡Un momentico,
yo no soy ningún manteco, ningún mante...!
[hombre] ¿Lo soltaron? ¿Lo voy a soltar ahora?
¡Por favor, si!
¡Este tipo mandó al abismo a Alejandra!,
¡Casi la mata!!
Y, es más, ¿Quién sabe,
¿qué quería hacer con ella?
¡Quería, secuestrarla, violarla!
[hombre] Bueno, pero ya, ya, tranquilo.
Ya tenemos al tipo, asegurado.
Y vamos, a empezar la investigación del caso.
[hombre] Eso espero.
Voy a llamar, a mi general Murcia.
[hombre] ¡Bueno Johnny, que espera, que espera,
bueno recojan todo, vamos rápido, rápido!
¡Y lleven el carro, para el patio!
[hombre] Sí mi general ya, ya, ya lo detuvieron sí.
Le quiero pedir un favor.
Que no lo vayan a soltar,
hasta que aclaremos todo esto.
Sí mi general.
Bueno, bien, muchas gracias. Gracias.
Que qué han dicho los doctores.
[mujer] No nada nada no han salido nada.
[hombre] [suspiro] Ay,
será que vamos a tener que cancelar el matrimonio, ah.
No, donde pase eso, yo.
Yo estrangulo a ese tipo con mis propias manos ¡Lo juro!
[hombre] Permiso capitán.
Para informarle, qué al señor,
ya le hicieron la prueba de alcoholemia y medicina legal.
¿Qué hacemos con él?
[hombre] Enciérrelo, mientras se le aclara la situación jurídica.
[hombre] Como ordene, mi capitán.
[Rafael] Mi capitán, un momento por favor.
Eh, es que yo lo iba a molestar, a ver,
si usted, me hace el favor, y me regala una llamadita telefónica allí,
y es que, tengo un problema grave en la casa.
Y quiero llamar a la casa.
[hombre] Use ése, tiene derecho a una llamada.
No se vaya a demorar.
[Rafael] No, no señor, no me demoro, gracias.
[música triste] [suena teléfono]
[mamá] ¿Aló, mi hijo, a dónde está?
Lo estamos esperando.
[Rafael] Hola mamá, qué hubo, ¿Cómo le va?
Eh mamá, lo que pasa, es que tuve un problemita y,
y me tienen detenido.
[mamá] ¿Cómo que lo detuvieron?
[hombre] Uy, no muchachos, ¿Saben qué? Vámonos.
[Rafael] mamá, tranquila, ¿Sí?, tranquila.
Todo se va a solucionar.
Es hablar aquí un par de cuestiones,
y que todo se aclare. Y, y voy para la casa, ¿Sí?,
espéreme allá, tranquila.
Necesito que me haga un favor.
Necesito un abogado mamá.
Necesito, que me ubique, a Jaime Rincón.
Sí mamá, tranquila, ¿Sí?, tranquila.
Yo sé, que él es un practicante, pero es que,
no tengo nadie más en quién confiar.
[hombre] Rapidito sí, por favor.
[Rafael] Sí señor, ya, ya voy a terminar, mamá rápido.
[mamá] Mire mi hijo, ¿Y ella, a dónde le digo que vaya?
¿A dónde, me lo tienen a usted?
Ah, ¿Que usted, está bien?
¡Yo, ya me voy para allá!
[Rafael] No mamá, tranquila.
No hay necesidad, de que se venga para acá,
¿Sí? Por favor, tranquila, tranquila,
ya le dije que yo, soluciono esto.
Mándeme a Jaime y páseme, por favor, a Ramón.
[mamá] ¡Ramón!
[Ramón] aquí estoy, doña Leonor.
[mamá] Ay, la cabeza.
[Ramón] ¿Alógeno?
[hombre] Bueno mi hijo eso no da leche, por favor, suéltelo.
[Rafael] No yo sé, yo sé, yo sé.
Ramón, qué hubo, qué hubo Ramoncito, ¿Cómo le va? Oiga Ramón, es
que le iba a pedir, que dejáramos lo del negocio, para solucionarlo
después. ¿Sí?
Es que tuve un problema y me tienen detenido.
[Ramón] ¡De malas, Rafael!, dígame,
dónde lo tienen detenido,
y yo mando a alguien por esa plata.
[Rafael] ¡Oiga, oiga hermano!
Le estoy diciendo, que estoy detenido, ¿me entiende?
Tranquilo, que yo apenas salga de acá,
soluciona el problema y le soluciono, lo suyo.
¿Sí? Pero, por favor, le suplico hermano.
No se me vaya a llevar nada de la casa ¿Sí?
No se me vaya, a llevar nada,
delante de mi mamá y delante de la niña,
¿Sí? Por favor.
[Ramón] No, qué pena, Rafita.
Pero de verdad, hermano, que mi papito ya se dio cuenta,
que le presté esa cantidad de plata. Sin ninguna garantía.
Y ahora, que está preso pues, peor.
Ahora sí, me va a pegar,
una levantada de padre y señor mío [llamada cortada]
[Rafael] ¿Aló, aló? No Ya, ya, ya terminé listo,
[hombre] ¿Listo?
[Rafael] Listo. Permiso, a ver, permiso.
[Ramón] doña Leonor, hay que mandar ropa y comidita,
allá a la comisaría.
Porque, allá hace mucho frío y no dan nada de comer.
¡Bueno, vámonos, vámonos!
[mujer] [música] Bueno Ma, ¿Dónde es, que está?
[mamá] Hm...ah, ¡Ay no, yo ahorita no tengo cabeza hija!
[Rafael] De malas, de malas, de malas.
Eso es lo que le pasa a uno que mayormente.
[Voces] No, espera un momento, ¿No hay una celda de hombres?
[hombre] No hombre, acá fue asignado, acá le toca.
[Rafael] Ya, calmado.
[trans] ¡¿Ay, pero mire, y quién pidió?!
Refrigerio al domicilio. ¡Oh, Jo, Jo!
¡¿Hola, patrón?!
[Rafael] ¡Oiga, oficial! [silbido]
[hombre] disculpen ¿El esposo de Alejandra Maldonado?
[mujer] no, no, no, no doctor, aquí está el novio, y soy la asistente.
¿Qué, que pasó con Alejandra?
[hombre] No alcanzó a entrar en coma.
Pero ya logramos estabilizarla.
[hombre] [suspiro] Ay, Dios mío.
[hombre] ahora lo que tenemos es que intervenirla,
por eso necesitaba la aprobación del esposo.
De alguno de los familiares.
Es una cirugía, que no será nada fácil.
[mujer] Pero...
[hombre] Presenta una fractura, muy delicada de fémur y traumas.
[mujer] ¿Se va a morir?
[hombre] es una operación delicada.
[mujer] Y ella, ¿Está consciente, podemos verla?
[hombre] No, no, no, no, no, en este momento, no,
está completamente sedada.
Me disculpan, yo no quiero intervenir,
ni entrometerme en cosas privadas.
Pero, es que necesito un familiar, de la señora. El esposo.
[hombre] No, no, no, doctor. Le voy a aclarar una cosa.
El señor, que estaba acá, no era el esposo de Alejandra.
¡Era un impostor!
¡Seguramente, la persona culpable, de que Alejandra, esté acá!
Yo, yo soy el novio de ella.
Nos íbamos a casar este viernes.
[mujer] Doctor, mire, lo importante, es salvar a Alejandra,
por favor usted haga lo que sea, lo que necesite.
Ella, tiene sus seguros. Por favor.
[hombre] lo que sea, lo que sea, pero yo, a esa mujer,
la necesito viva, ¿Me entiende?
[hombre] Está bien, tranquilos.
Haré, todo lo que esté, en mis manos.
[mujer] Gracias.
[hombre] Por qué. No puedo creer que esto me esté pasando a mí.
¡Dios mío, por qué, por qué!
[mujer] Rubén, cuidado, que ahí viene, Jorge.
[hombre] Jorge, Rosario, ustedes
¿Qué están haciendo, acá? Por favor.
[Jorge] No pensarías, que no nos íbamos a acostar,
sin saber que había pasado con Alejandra.
Y quiero saber ¿Qué pasó, con ella?
Yo sé que la tienen encerrada ahí dentro.
[hombre] No, no, sí, sí, no le están operando, ¿Eh?
No, no, ella está bien está muy bien.
No quiero que te alteres.
Ni, ni, ni, ni, ni que te agites por favor ¿Sí Jorge?
[Rosario] ¿Qué fue lo que pasó?
[hombre] No, no, no, no tenemos muy claro.
Al parecer un hombre la hizo estrellarse bajando de la calera.
[Jorge] ¿Cómo así?
[hombre] No tranquilo.
[Jorge] No entiendo, cómo así que la hizo estrellar, ¿Cómo?
[hombre] No, no, no, no, no sabemos, no sabemos,
porque sabemos que, que,
que es un borracho que venía ensangrentado.
No, no, no, no, no es sangre de, de Alejandra,
no, no, es de, de, ese tipo, que venía manejando un, un,
Renault 4 destartalado un carro viejísimo.
Jorge, ese rufián ya está preso.
Y no voy a dejar que lo suelten y te juro,
qué voy a hacer que pague todo lo que hizo.
[Rafael] Si, pues ahí me fui cuando fui a pasar hermano.
Y esa vieja aceleró y pum.
Se fue al abismo. Entonces yo vi eso y dije no.
Yo no la puedo dejar acá. Entonces bajé como pude.
Ah la cargué así y la saqué de su hueco.
Pedí ayuda la llevé hasta el hospital y,
y allá me encontré con la policía.
Entonces yo le dije a la policía que no,
que yo era el esposo que ella era mi esposa.
Pero llegó el novio. Llegó el noviecito de ella y se pilló todo y,
y pues me metieron preso hermano.
[hombre] bien Bueno hasta donde yo sé, esto es excarcelable.
Porque es un accidente de tránsito. Pero, de todas maneras,
Rafael, le va a tocar afrontar un proceso civil.
¿Pasó algo más Rafael que tenga que saber?
[Ramón] Sí, sí, Jaime yo, sinceramente yo le confieso a usted,
que es mi abogado, hermano.
Yo la alcancé a tocar un poquito cuando bajaba ¿Sí?
Pero pues un poquitico, un poquitico nada más.
Y pues como había tenido un problema.
Porque papeto me presentó un tal Evaristo, hermano,
y el tipo me tumbó. Entonces me tocó agarrarme allá.
Como con tres manes y dele y dele.
Yo venía muy acelerado, entonces ahí fue cuando,
cuando me metí en el problema y aparte de eso.
Pues había probado unas botellitas de alcohol.
Yo no estaba bebiendo.
Usted sabe que yo no bebo en horario de trabajo hermano.
Pero papito me llamó y me dijo que le había salido malo,
el trago que yo lo había llevado.
Y yo le dije no, no, maestro eso no puede ser salir malo y,
y las probé y, y hace un rato me hicieron un examen de alcoholemia.
[hombre] ¿Y salió positivo?
[Rafael] me imagino, imagino.
Entonces el novio ese, se rebotó todo y me dijo,
que me iba a meter una demanda, por,
por calumnia por borracho por irresponsable.
Mejor dicho, que me iba a hundir.
Y lo peor de todo Jaime es que se ve que esa gente,
es de plata hermano.
Esa gente es pudiente esa gente es de dinero y,
y de pronto pues, me, me, me friega ¿Me entiende?
Necesito que me ayudes Jaime.
Necesito que me ayude a salir de aquí hermano.
[hombre] sí eh Rafael y ¿Usted sabe qué pasó con ella?
¿Es decir cuál es su estado?
[Ramón] pues Yo alcancé a llevarla casi que hasta el quirófano.
Pero, pero está muy mal yo, yo la vi muy grave, hermano.
[hombre] Porque si ella fue la única testigo, que se muera.
[Ramón] ¿Qué? ¡Que se muera!
¿Qué es lo que usted está diciendo Jaime?
¿Cómo así que se muera?
¿Por qué Por qué se va a morir?
Después de todo lo que hice.
Después de sacarla de ese hueco.
Después de llevarla al hospital.
Después de estar frente a frente todo el tiempo,
frenteando la vuelta para que la atendieran.
Y ahora usted me está diciendo ¡¿Que se muera?!
Me tocó empeñar hasta el reloj,
por unos medicamentos que necesitaba.
¿Cómo se le ocurre que quiero que se muera?
[hombre] Rafael Yo sé que puede sonar muy duro.
Pero a lo mejor salvándola,
te has echado la soga al cuello.
Porque si esa mujer se salva y lo quiere hundir.
Va a tener elementos para hacerlo.
[Rafael] ¡No Jaime, no Jaime,
ella no me puede hacer eso a mí!
Yo, yo, a la larga me porté bien fue sin culpa.
Yo la, yo, yo la toqué poquito, pero sin culpa.
Pero me porté bien.
Además, usted ve la semejante mamasota, hermano.
[música sensual]
Es que cuando yo bajo y la veo ese cuerpo,
ese cuerpo de esa mujer,
y esos ojos así azules profundos o verdosos.
No sé era una vaina como mágica.
[suspiro] Ay, y esos labios. Esos labios carnudos, carnudos.
Y esas piernas, y esa piel de esa mujer, hermano.
Era una mujer bellísima, bellísima, bellísima.
Yo necesito que usted vaya y averigüe cómo está ella. ¿Sí?
Por favor necesito que vaya al hospital,
y que me diga qué debo hacer para salir de aquí maestro.
[hombre] Sí, Rafael mire.
A esta hora ya no podemos hacer nada.
Transcripción 2