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Transcripción 2

[Música]
♪Tu cariño es un castigo
Nadie entiende lo que digo
Pero es cierto, que te has vuelto, mi obsesión
Porque extraño tus maltratos
Los insultos, cada rato
Tú, te has vuelto, la mujer de mi pasión
Y ese amor, que es tu paciencia
Que me agregas, con violencia
Todo y mucho más, extraño de tu amor
Y aunque creas, que es muy poco
Hoy me estoy volviendo loco
Pues, me ignoras y no sé por qué razón
-agarren ese tipo, a ese desgraciado-
Necesito que me pegues, que me insultes
Que no dejes, ni un minuto de tratarme, siempre mal
Que regreses a mi vida. Necesito de tu amor
Que no sanen mis heridas, por favor
Que me grites, en un bar
Que me ofendas, sin pesar
Que me pongas, de rodillas, a rezar
Pero, que regreses pronto
Tengo rato, el corazón
Pues, no tengo más salida, que tu amor
Pues, no tengo más salida, que tu amor♪

[Música de suspenso]
[hombre] Eh, señor, hágame el favor y me quita el carro.
Rapidito, rapidito.
Y si no, le llamo a la grúa.
[hombre] Si, si, no, tranquilo ya.
[hombre] ¿Qué tal?
[hombre] no, tranquilo, tranquilo, ya.
[hombre] ¡Alto! ¡Alto ahí! Deténgase.
¿Qué pasó? ¿Qué pasó?
¿Para dónde iba, señor?
[hombre] Yo, iba a moverle el carro, a él.
Porque, me pidió el favor, y
de tomar un poquito de aire,
pero, ya regresaba.
[hombre] ¡A ver!, será que nos puede explicar,
¿Qué estaba haciendo, con Alejandra?
[hombre] ¿Y, de dónde sacó ese carro, ah?
[hombre] Yo le, yo, yo le puedo explicar todo.
Pero, por favor, ¡Cálmense, cálmense!
Mire, mi teniente.
[hombre] Capitán.
[hombre] Bueno, mi capitán.
Yo, la verdad de esto, es que.
Yo, yo, venía bajando la calera, ¿Sí?
Yo, venía bajando la calera,
Y venía, detrás del carro de la señora.
Cuando de repente se apareció
un carro, grande.
Un carro grande, con unas luces,
así que parecían exploradoras.
Pum, lo quemaban a uno.
Y cogió y pasó y ¡Plam!
Le pegó, a la señora y la mandó, para el abismo.
¡Y el tipo, se voló! ¡Se voló el degenerado!
Entonces, yo paré en seco, y, y me bajé y miré y,
y, pues no, salí corriendo hasta el abismo y dije:
¿Pero, qué pasó?
Entonces, mi alma, no me dio para más.
Si no, traer a la señora, hasta aquí, hasta el hospital.
Eso, fue lo que pasó.
[hombre] ¿Y, por qué no dijo eso, desde el comienzo?
[hombre] No, desde el comienzo no lo dije.
Pues, yo, no quería meterme en problemas, capitán.
Usted sabe, que, en este país,
si no ayuda a una persona herida,
se mete en un problema.
Y yo, quería ver, hacer un acto, de buen ciudadano.
Y, por eso fue, que tuve que decir que era mi esposa,
para que la atendieran, más rápido.
¿Sí? Para que vieran la presión.
Pero bueno, lo importante es que la señora, ya está ahí.
Y, y yo me tengo que ir ya, tranquilo. Yo me voy.
[hombre] ¡No, no, no, un momentico!
Usted, no se vaya de aquí,
hasta que no se aclaren, las cosas.
¡A ver! ¿Cómo era el carro, que se cruzó,
con el de la señora? ¡Descríbalo!
[hombre] ¿El carro?
El carro, pues, ¡Ya le dije, era un carro grande,
un carro grande, parecía como una tractomula!
Un camión, un camión, eso, un camión, un camión.
[hombre] ¿Un camión?
[hombre] Si. Bueno exactamente,
que yo le diga, un camión.
Y que le pueda asegurar y jurar así, un camión, no.
Pero, era un carro grande,
y como estaba tan oscuro, pues,
yo no alcancé a cogerle, las placas.
Y, como el tipo iba tan rápido,
no lo detecté y la verdad, que yo estaba mirando,
más el carro de la señora, que el camión.
Pero bueno, yo lo que quería,
era hacer un acto, como les digo, humanitario.
Y yo, no espero, ni agradecimientos ni,
ni recompensas, ni mucho menos de eso.
Yo, yo quiero que la señora se alivie y,
y pues no yo me voy para mi casa.
Porque, tengo unos problemas personales,
ya hice lo que tenía que hacer, entonces, con permiso.
[hombre] ¡No, no, no, un momentico!
¡Es que usted no se va a ir de aquí para ninguna parte!
Usted, es testigo, de un accidente grave.
Donde hay un herido de sangre,
qué en este momento, está inconsciente.
Necesitamos su testimonio, en la fiscalía,
ahora mismo, señor ¿Rivera,
su verdadero nombre es, Manuel Rivera?
[hombre] Espérese un segundo,
¿Cómo así, no le ha pedido, la identificación?
[hombre] Por lo que dice, que dice,
que se le perdieron los documentos, en el accidente.
[hombre] ¿Pero cuál accidente? ¡Por favor!
¡Este señor, no estaba con Alejandra!
¡Haga algo, requíselo!
[hombre] No, no, un momento, un momento.
No hay necesidad, de requisarme.
Mire, aquí está mi cédula, capitán.
Rafael Méndez, para servirle.
Mire, doctor, o señor, lo que sea.
Ramen, esa es mi empresa.
Soy él, por favor téngala,
soy el gerente general, observe.
[hombre] ¿Ramen?
[Rafael] Ramen, Ramen.
Rafael Méndez y compañía, único dueño, propietario único.
Oiga, oiga, amigo, yo, yo lo que hice fue.
Pues, traer a su esposa aquí, que, que la atendieran.
Esperé hasta que, entrara al quirófano.
Fui y le compré, unas drogas,
que no tenían en este hospital.
Me tocó ir a una droguería,
y empeñar mi reloj y todo y por favor.
Yo, yo, les pido a ustedes, también, oficiales, o lo que sea.
Que me ayuden a, a no tener, más problemas.
Yo soy un hombre de paz.
Yo no quiero problemas.
[hombre] Una cosa. Sí es verdad, que usted,
fue nada más testigo, del accidente.
¿Por qué, tiene esa camisa, ensangrentada?
¿Ah?, y su cara, su cara, ¿Por qué, la tiene golpeada?
[Rafael] Ah no, eso fue otra cosa, eso fue otra cosa.
Es que, como, como yo vendo mercancía, si,
llegué y le entregué una mercancía, a unos tipos.
Y los tipos, me dijeron, que no me iban a pagar.
¡Así de frente, y yo dije, ¿Cómo?
¿Que no me van a pagar,
y me lo están diciendo de frente? Y me dijeron sí.
¡Ja, entonces, me tocó coger y vea venga pues,
nos agarramos aquí, y tran y pam!
Y fue un agarrón tremendo, el que me pegué,
¿Sí? Seis tipos, a coñazo limpio.
Y pues, por eso es que estoy aquí,
sí por eso me van a, me van a quitar la casa, ¿Sí?
Me, me, me, tengo un problema allá, en mi casa, hermano.
Por, por eso y, y por sacar a su novia, del abismo.
Por montarla, en mi carro.
Y por traerla aquí, al hospital, para que la atendiera.
Por favor, tenga eso en cuenta, doctor.
Yo, yo, yo quiero que las cosas, se solucionen.
Yo quiero, que la señora se alivie, ¿Sí?
[Voz en off] Amarillo, carro, arbolillo.
[hombre] Carro amarillo, carro amarillo, carro amarillo.
¿Usted, no será el carro amarillo,
que la señora mencionó, en urgencias?
Medio en su inconsciencia, balbuceó algo,
sobre un carro amarillo.
[Rafael] ¡Ah no, pero espere un momentico!
Carros amarillos, es lo que hay, en Bogotá.
Amarillo pollito, amarillo clarito, mi amarillo.
¿Cuándo ha visto un amarillo de estos tan bonito,
por ejemplo, capitán, cuando?
[hombre] ¡Vea, este estrellón! ¿Qué es?
[Rafael] Ah, ¿Cuál? Ah, ah no eso fue, pues, uno de tantos.
Yo entré un día a almorzar a la casa y salí,
pum, ya lo habían chocado.
Es que, es complicado dejar el...
[hombre] Esto, no es masilla. Esto es pintura gris.
¡Como la del carro, de Alejandra, de mi novia!
[Rafael] Casualidades, que tiene la vida, ¿No?
[hombre] ¡Usted la estrelló!
[Rafael] ¿Cómo así?
[hombre] ¡No me cabe, la menor duda!
Este tipo la estrelló.
[Rafael] Oiga, por favor, ¿Cómo así, que yo la estrellé?
[hombre] ¡Lléveselo, lléveselo!
[hombre] ¡Vea, ya, ya, no más!
[Rafael] Pero, yo puedo explicar.
[hombre] ¡Ya no más, el señor queda detenido,
llévenselo y el carro para los patios!
[hombre] ¿Cómo así que el carro?,
no espere un momentico.
Que el carro, para los patios, no se puede ir.
Por favor, yo tengo ahí mercancía, me la van a robar.
Por favor, en los patios, usted sabe cómo es eso.
Por favor, mire, la novia suya está, está desvariando.
Claro, ella está mal por, el, por la anestesia.
La gente se pone, alucina, habla una cantidad de cosas.
La droga, que yo le di es fuerte. Oiga capitán, mire,
yo vi al tipo que venía manejando el camión.
Era grandote, así gordo.
Espere, espere, un momentico.
Espérese un momentico yo le hablo acá mire.
Está la mercancía que yo vendo,
zapatos, gafas blusas, y esto también vendo prendas.
Y también tengo para hombre.
Y tengo de todo, por favor.
[hombre] Ah, pero es que tenía la fiesta adentro,
¿No? Venía bebiendo.
[Rafael] No, yo no venía bebiendo yo, yo,
no estaba bebiendo, por favor.
[hombre] Ah, no, ¿no estaba bebiendo y esto qué?
¿Se destapó solo, o se le voló el genio?
Que no me venga a decir que no estaba bebiendo.
Hágale la prueba de alcoholemia.
[Rafael] no espere, espere, yo le explico.
¡Espere yo le explico!
Mire, yo, yo, vendo también traguitos ¿Sí?,
entonces yo le surto.
Yo tengo los permisos.
Yo le surto a un amigo allá en un billar.
Entonces el tipo me llamó y me dijo:
Oiga Rafa este trago salió malo y le dije:
¿cómo que salió malo?
Entonces, tuve pues que hacerle la prueba.
Destaparlo para ver si realmente, estaba malo o no.
Para responderle por favor.
[hombre] sí vio, sí vio. Claro que bebió.
Y es más vende trago adulterado este desgraciado.
[Rafael] No señor. Yo no vendo trago adulterado.
Hágame el favor y me respeta, yo soy un tipo decente.
Un tipo, ahí tengo todos los papeles capitán, tranquilo.
[hombre] ¡Ya, ya, no más! Llévenselo,
que venga una grúa a llevarse el carro.
[hombre] lo voy a hundir.
[Rafael] Pero ¿Por qué?
[hombre] ¡Por mentiroso, por borracho!
[Rafael] ¿Pero cuál borracho?
[hombre] estrellar a Alejandra. Lo voy a hundir.
[Rafael] No, tranquilo, tranquilo.
[hombre] No puedo creer que ustedes,
se hayan comido el cuento,
que este manteco era esposo de Alejandra.
¡Por favor!
[Rafael] ¡Un momentico,
yo no soy ningún manteco, ningún mante...!
[hombre] ¿Lo soltaron? ¿Lo voy a soltar ahora?
¡Por favor, si!
¡Este tipo mandó al abismo a Alejandra!,
¡Casi la mata!!
Y, es más, ¿Quién sabe,
¿qué quería hacer con ella?
¡Quería, secuestrarla, violarla!
[hombre] Bueno, pero ya, ya, tranquilo.
Ya tenemos al tipo, asegurado.
Y vamos, a empezar la investigación del caso.
[hombre] Eso espero.
Voy a llamar, a mi general Murcia.
[hombre] ¡Bueno Johnny, que espera, que espera,
bueno recojan todo, vamos rápido, rápido!
¡Y lleven el carro, para el patio!
[hombre] Sí mi general ya, ya, ya lo detuvieron sí.
Le quiero pedir un favor.
Que no lo vayan a soltar,
hasta que aclaremos todo esto.
Sí mi general.
Bueno, bien, muchas gracias. Gracias.
Que qué han dicho los doctores.
[mujer] No nada nada no han salido nada.
[hombre] [suspiro] Ay,
será que vamos a tener que cancelar el matrimonio, ah.
No, donde pase eso, yo.
Yo estrangulo a ese tipo con mis propias manos ¡Lo juro!
[hombre] Permiso capitán.
Para informarle, qué al señor,
ya le hicieron la prueba de alcoholemia y medicina legal.
¿Qué hacemos con él?
[hombre] Enciérrelo, mientras se le aclara la situación jurídica.
[hombre] Como ordene, mi capitán.
[Rafael] Mi capitán, un momento por favor.
Eh, es que yo lo iba a molestar, a ver,
si usted, me hace el favor, y me regala una llamadita telefónica allí,
y es que, tengo un problema grave en la casa.
Y quiero llamar a la casa.
[hombre] Use ése, tiene derecho a una llamada.
No se vaya a demorar.
[Rafael] No, no señor, no me demoro, gracias.
[música triste] [suena teléfono]
[mamá] ¿Aló, mi hijo, a dónde está?
Lo estamos esperando.
[Rafael] Hola mamá, qué hubo, ¿Cómo le va?
Eh mamá, lo que pasa, es que tuve un problemita y,
y me tienen detenido.
[mamá] ¿Cómo que lo detuvieron?
[hombre] Uy, no muchachos, ¿Saben qué? Vámonos.
[Rafael] mamá, tranquila, ¿Sí?, tranquila.
Todo se va a solucionar.
Es hablar aquí un par de cuestiones,
y que todo se aclare. Y, y voy para la casa, ¿Sí?,
espéreme allá, tranquila.
Necesito que me haga un favor.
Necesito un abogado mamá.
Necesito, que me ubique, a Jaime Rincón.
Sí mamá, tranquila, ¿Sí?, tranquila.
Yo sé, que él es un practicante, pero es que,
no tengo nadie más en quién confiar.
[hombre] Rapidito sí, por favor.
[Rafael] Sí señor, ya, ya voy a terminar, mamá rápido.
[mamá] Mire mi hijo, ¿Y ella, a dónde le digo que vaya?
¿A dónde, me lo tienen a usted?
Ah, ¿Que usted, está bien?
¡Yo, ya me voy para allá!
[Rafael] No mamá, tranquila.
No hay necesidad, de que se venga para acá,
¿Sí? Por favor, tranquila, tranquila,
ya le dije que yo, soluciono esto.
Mándeme a Jaime y páseme, por favor, a Ramón.
[mamá] ¡Ramón!
[Ramón] aquí estoy, doña Leonor.
[mamá] Ay, la cabeza.
[Ramón] ¿Alógeno?
[hombre] Bueno mi hijo eso no da leche, por favor, suéltelo.
[Rafael] No yo sé, yo sé, yo sé.
Ramón, qué hubo, qué hubo Ramoncito, ¿Cómo le va? Oiga Ramón, es
que le iba a pedir, que dejáramos lo del negocio, para solucionarlo
después. ¿Sí?
Es que tuve un problema y me tienen detenido.
[Ramón] ¡De malas, Rafael!, dígame,
dónde lo tienen detenido,
y yo mando a alguien por esa plata.
[Rafael] ¡Oiga, oiga hermano!
Le estoy diciendo, que estoy detenido, ¿me entiende?
Tranquilo, que yo apenas salga de acá,
soluciona el problema y le soluciono, lo suyo.
¿Sí? Pero, por favor, le suplico hermano.
No se me vaya a llevar nada de la casa ¿Sí?
No se me vaya, a llevar nada,
delante de mi mamá y delante de la niña,
¿Sí? Por favor.
[Ramón] No, qué pena, Rafita.
Pero de verdad, hermano, que mi papito ya se dio cuenta,
que le presté esa cantidad de plata. Sin ninguna garantía.
Y ahora, que está preso pues, peor.
Ahora sí, me va a pegar,
una levantada de padre y señor mío [llamada cortada]
[Rafael] ¿Aló, aló? No Ya, ya, ya terminé listo,
[hombre] ¿Listo?
[Rafael] Listo. Permiso, a ver, permiso.
[Ramón] doña Leonor, hay que mandar ropa y comidita,
allá a la comisaría.
Porque, allá hace mucho frío y no dan nada de comer.
¡Bueno, vámonos, vámonos!
[mujer] [música] Bueno Ma, ¿Dónde es, que está?
[mamá] Hm...ah, ¡Ay no, yo ahorita no tengo cabeza hija!
[Rafael] De malas, de malas, de malas.
Eso es lo que le pasa a uno que mayormente.
[Voces] No, espera un momento, ¿No hay una celda de hombres?
[hombre] No hombre, acá fue asignado, acá le toca.
[Rafael] Ya, calmado.
[trans] ¡¿Ay, pero mire, y quién pidió?!
Refrigerio al domicilio. ¡Oh, Jo, Jo!
¡¿Hola, patrón?!
[Rafael] ¡Oiga, oficial! [silbido]
[hombre] disculpen ¿El esposo de Alejandra Maldonado?
[mujer] no, no, no, no doctor, aquí está el novio, y soy la asistente.
¿Qué, que pasó con Alejandra?
[hombre] No alcanzó a entrar en coma.
Pero ya logramos estabilizarla.
[hombre] [suspiro] Ay, Dios mío.
[hombre] ahora lo que tenemos es que intervenirla,
por eso necesitaba la aprobación del esposo.
De alguno de los familiares.
Es una cirugía, que no será nada fácil.
[mujer] Pero...
[hombre] Presenta una fractura, muy delicada de fémur y traumas.
[mujer] ¿Se va a morir?
[hombre] es una operación delicada.
[mujer] Y ella, ¿Está consciente, podemos verla?
[hombre] No, no, no, no, no, en este momento, no,
está completamente sedada.
Me disculpan, yo no quiero intervenir,
ni entrometerme en cosas privadas.
Pero, es que necesito un familiar, de la señora. El esposo.
[hombre] No, no, no, doctor. Le voy a aclarar una cosa.
El señor, que estaba acá, no era el esposo de Alejandra.
¡Era un impostor!
¡Seguramente, la persona culpable, de que Alejandra, esté acá!
Yo, yo soy el novio de ella.
Nos íbamos a casar este viernes.
[mujer] Doctor, mire, lo importante, es salvar a Alejandra,
por favor usted haga lo que sea, lo que necesite.
Ella, tiene sus seguros. Por favor.
[hombre] lo que sea, lo que sea, pero yo, a esa mujer,
la necesito viva, ¿Me entiende?
[hombre] Está bien, tranquilos.
Haré, todo lo que esté, en mis manos.
[mujer] Gracias.
[hombre] Por qué. No puedo creer que esto me esté pasando a mí.
¡Dios mío, por qué, por qué!
[mujer] Rubén, cuidado, que ahí viene, Jorge.
[hombre] Jorge, Rosario, ustedes
¿Qué están haciendo, acá? Por favor.
[Jorge] No pensarías, que no nos íbamos a acostar,
sin saber que había pasado con Alejandra.
Y quiero saber ¿Qué pasó, con ella?
Yo sé que la tienen encerrada ahí dentro.
[hombre] No, no, sí, sí, no le están operando, ¿Eh?
No, no, ella está bien está muy bien.
No quiero que te alteres.
Ni, ni, ni, ni, ni que te agites por favor ¿Sí Jorge?
[Rosario] ¿Qué fue lo que pasó?
[hombre] No, no, no, no tenemos muy claro.
Al parecer un hombre la hizo estrellarse bajando de la calera.
[Jorge] ¿Cómo así?
[hombre] No tranquilo.
[Jorge] No entiendo, cómo así que la hizo estrellar, ¿Cómo?
[hombre] No, no, no, no, no sabemos, no sabemos,
porque sabemos que, que,
que es un borracho que venía ensangrentado.
No, no, no, no, no es sangre de, de Alejandra,
no, no, es de, de, ese tipo, que venía manejando un, un,
Renault 4 destartalado un carro viejísimo.
Jorge, ese rufián ya está preso.
Y no voy a dejar que lo suelten y te juro,
qué voy a hacer que pague todo lo que hizo.
[Rafael] Si, pues ahí me fui cuando fui a pasar hermano.
Y esa vieja aceleró y pum.
Se fue al abismo. Entonces yo vi eso y dije no.
Yo no la puedo dejar acá. Entonces bajé como pude.
Ah la cargué así y la saqué de su hueco.
Pedí ayuda la llevé hasta el hospital y,
y allá me encontré con la policía.
Entonces yo le dije a la policía que no,
que yo era el esposo que ella era mi esposa.
Pero llegó el novio. Llegó el noviecito de ella y se pilló todo y,
y pues me metieron preso hermano.
[hombre] bien Bueno hasta donde yo sé, esto es excarcelable.
Porque es un accidente de tránsito. Pero, de todas maneras,
Rafael, le va a tocar afrontar un proceso civil.
¿Pasó algo más Rafael que tenga que saber?
[Ramón] Sí, sí, Jaime yo, sinceramente yo le confieso a usted,
que es mi abogado, hermano.
Yo la alcancé a tocar un poquito cuando bajaba ¿Sí?
Pero pues un poquitico, un poquitico nada más.
Y pues como había tenido un problema.
Porque papeto me presentó un tal Evaristo, hermano,
y el tipo me tumbó. Entonces me tocó agarrarme allá.
Como con tres manes y dele y dele.
Yo venía muy acelerado, entonces ahí fue cuando,
cuando me metí en el problema y aparte de eso.
Pues había probado unas botellitas de alcohol.
Yo no estaba bebiendo.
Usted sabe que yo no bebo en horario de trabajo hermano.
Pero papito me llamó y me dijo que le había salido malo,
el trago que yo lo había llevado.
Y yo le dije no, no, maestro eso no puede ser salir malo y,
y las probé y, y hace un rato me hicieron un examen de alcoholemia.
[hombre] ¿Y salió positivo?
[Rafael] me imagino, imagino.
Entonces el novio ese, se rebotó todo y me dijo,
que me iba a meter una demanda, por,
por calumnia por borracho por irresponsable.
Mejor dicho, que me iba a hundir.
Y lo peor de todo Jaime es que se ve que esa gente,
es de plata hermano.
Esa gente es pudiente esa gente es de dinero y,
y de pronto pues, me, me, me friega ¿Me entiende?
Necesito que me ayudes Jaime.
Necesito que me ayude a salir de aquí hermano.
[hombre] sí eh Rafael y ¿Usted sabe qué pasó con ella?
¿Es decir cuál es su estado?
[Ramón] pues Yo alcancé a llevarla casi que hasta el quirófano.
Pero, pero está muy mal yo, yo la vi muy grave, hermano.
[hombre] Porque si ella fue la única testigo, que se muera.
[Ramón] ¿Qué? ¡Que se muera!
¿Qué es lo que usted está diciendo Jaime?
¿Cómo así que se muera?
¿Por qué Por qué se va a morir?
Después de todo lo que hice.
Después de sacarla de ese hueco.
Después de llevarla al hospital.
Después de estar frente a frente todo el tiempo,
frenteando la vuelta para que la atendieran.
Y ahora usted me está diciendo ¡¿Que se muera?!
Me tocó empeñar hasta el reloj,
por unos medicamentos que necesitaba.
¿Cómo se le ocurre que quiero que se muera?
[hombre] Rafael Yo sé que puede sonar muy duro.
Pero a lo mejor salvándola,
te has echado la soga al cuello.
Porque si esa mujer se salva y lo quiere hundir.
Va a tener elementos para hacerlo.
[Rafael] ¡No Jaime, no Jaime,
ella no me puede hacer eso a mí!
Yo, yo, a la larga me porté bien fue sin culpa.
Yo la, yo, yo la toqué poquito, pero sin culpa.
Pero me porté bien.
Además, usted ve la semejante mamasota, hermano.
[música sensual]
Es que cuando yo bajo y la veo ese cuerpo,
ese cuerpo de esa mujer,
y esos ojos así azules profundos o verdosos.
No sé era una vaina como mágica.
[suspiro] Ay, y esos labios. Esos labios carnudos, carnudos.
Y esas piernas, y esa piel de esa mujer, hermano.
Era una mujer bellísima, bellísima, bellísima.
Yo necesito que usted vaya y averigüe cómo está ella. ¿Sí?
Por favor necesito que vaya al hospital,
y que me diga qué debo hacer para salir de aquí maestro.
[hombre] Sí, Rafael mire.
A esta hora ya no podemos hacer nada.
Transcripción 2

[hombre] Pero le prometo que me voy a poner enfrente de todo esto.


¿Cómo se llamaba ella o se llama?
[Rafael] Alejandra, Alejandra Maldonado, se llama.
Admito, pero entonces, hágame el favor, ¿Sí?
Averigüe el estado de ella, hermano.
Que me preocupa mucho. Y pues, no sé.
Me cayeron las siete plagas, hermano.
Me metieron el timbre, a los patios.
Me robaron la mercancía. Me estrellé.
Necesito salir de aquí, como sea, hermano.
Yo no puedo estar más aquí, estoy desesperado.
¿Sí? hermano, entiéndame.
Mi mamá está allá.
[trans] ¡Ay, pero!
[Rafael] El Ramón, se le llevó toda la mercancía, también.
[trans] ¡Niño!, pero ¿Cuál es el afano de irte?
Más bien dile a ese pimpollo que se entre,
y empezamos la fiesta, mi amor.
[trans] ¡Adelante, si adelante, Adelante!
[Rafael] Se da cuenta, se da cuenta.
Cuando le digo que son las siete plagas.
¡No, son las 9, porque Ramón!
Ramón, nuestro vecino,
se me llevó los electrodomésticos, de mi mamá.
Se llevó el televisor, la licuadora, hermano.
Ayúdeme a salir de aquí ¿Sí, por favor?
[hombre] Si.
[Rafael] ayúdeme que mire esta niña pita que me tocó.
[hombre] Sí, yo, yo, yo vengo mañana, Rafael.
[Rafael] ¿Seguro?
l[hombre] Sí, seguro. Cuídese ¿Sí?
[Rafael] Sí, fresco. Vaya, vaya.
[trans] Adiós, pimpollo chao.
[trans] Adiós, pimpollo.
Oiga mi niño, le hago una pregunta.
¿Usted no trajo pijama, ah?
¿Usted duerme en cueras, piel con piel, ah?
[hombre] Esa mujer, tiene que salir bien, de esa operación.
Si no, voy a tener dos muertos. Las manos vacías.
Y la tía, se va a quedar, con todo.
[mujer] Rosario, ya viene.
[Rubén] Tengo que colgar, salió Alejandra.
[Rosario] ¡Mi hija, nenita! ¿Cómo le fue en la operación, doctor?
[hombre] Bueno, tuvimos complicaciones, pero salió bien.
[Rubén] Bueno, salió bien, salió bien,
Jorge ¿Viste, viste? ¡Te dije, yo sabía que iba a salir bien!
Qué bueno, ¿En, en cuánto perdón, perdón,
doctor, en cuánto tiempo cree, que la puedan dar de alta, a ella?
[doctor] bueno no sabemos.
La recuperación puede tardar, tiene muchas contusiones.
Lo de la pierna, es delicado.
Hay que ponerla en manos, de un especialista.
[Rubén] Para lo que sea, lo que sea, doctor.
Yo, necesito que ella quede, ¡Bien!
Nos íbamos a casar mañana, imagínense.
Bueno nos vamos a casar porque no nos vamos a dar por vencidos.
No señor. ¿En cuánto tiempo, usted cree,
que ella, puede estar lista para, para la ceremonia?
[mujer] Rubén, por Dios.
Alejandra, acaba de salir de esa sala de operaciones,
y usted pensando en el matrimonio.
[Rubén] Ay mire.
[mujer] Por ahora, eso es lo de menos.
Lo más importante, es que ella esté bien.
[doctor] Bueno yo quiero ser franco.
La recuperación de la señora,
puede tardar semanas, inclusive meses.
Entonces, yo, de ustedes,
desecharía en este momento, la idea del matrimonio.
[hombre] Me parece, que está tratando de hablar.
[mujer] A un carro amarillo.
[todos] ¿Qué?
[mujer] un carro amarillo.
[Jorge] ¿Qué está diciendo?
[Rubén] ¡Está hablando del carro amarillo,
del desgraciado que casi la mata!
[doctor] Bueno, no se preocupe, son los efectos de la anestesia.
[mujer] ¿Sí?
[Jorge] mijita Gracias a mi Dios, sigues conmigo.
[mujer] Doctor, Y en ¿Cuánto tiempo, se despierta?
[doctor] Bueno, no podemos despertarla por ahora, porque no resistirá los
dolores.
Vamos a mantenerla sedada, y la vamos a llevar, a la sala de
recuperación.
Permiso, Perente, vamos.
¿Me disculpa?
[Rubén] Claro.
[mujer] Gracias.
Va a estar bien Jorge.
[música triste]
[Jorge] Está hecha cisco.
[mujer] No, va a estar bien.
[Rubén] Jorge, Jorge, tranquilo.
Jorge, está bien.
Está bien, salió bien, de la operación.
[Jorge] No, no.
[Rubén] Sí, sí señor.
[Rosario] Tú, eres fuerte.
[Rubén] sí, sí, sí, sí, ¡Y ella también, ella es muy fuerte, Jorge!
[música de intriga]
No, no, no, Jorge.
[abogado] Ah, doctor, doctor, ¿Cómo le va?
[doctor] Bien gracias.
[abogado] Mire, es que estoy buscando información, acerca de una
señora, que trajeron con mucha urgencia.
Ella se llama o se llamaba, Alejandra Maldonado.
[doctor] Se llama y justamente es la que llevan ahí, para la sala de
recuperación.
[abogado] Ah, ¡Doctor!, permítame, eh.
¿Cómo está ella?, es decir, ¿Cuál es su estado de salud?
[doctor] Bueno, pues, con suerte se repondrá.
[abogado] Ah, qué buena noticia doctor.
¡Doctor, permítame! ¿Dónde puedo encontrar yo, a los familiares?
[doctor] Están allá, en esa sala de espera.
¿Me disculpa?
[abogado] Permíteme, doctor, es usted muy amable.
[doctor] De nada.
[abogado] [suspiro] Se salvó. Se salvó.
[música de intriga]
[abogado] Disculpen. ¿Ustedes, son los familiares,
de la señora Maldonado?
[Rubén] Sí, ¿Quién es usted?
[abogado] lamento enormemente lo sucedido.
Yo soy, Jaime Rincón, abogado de Rafael Méndez.
El que trajo a la señora, a este hospital.
Mucho gusto.
[Rubén] ¿Usted, es el abogado del criminal,
que casi la mata?
[abogado] No, no, no, no, ningún criminal.
Y si me permiten les voy a explicar qué fue lo que pasó.
Para que no se preste, para malos entendidos,
ni juzguen mal a mi cliente.
Fue un accidente de tránsito, ¿Sí?
Mi cliente, estaba bajando,
por la carretera de la calera y cuando fue a sobrepasarla,
zócate, se, se accidentaron.
[Rubén] Qué bien, otra versión.
[abogado] No, no, no, es la verdadera.
Y si quiere se lo puede preguntar a la señora Maldonado.
Obviamente, cuando, cuando esté, en capacidad de hablar.
[Rubén] A ver, permítame yo le explico señor eh,
permíteme Rosarito.
¡Eso, no fue un simple accidente!
¡El tipo venía borracho, la estrelló, la mandó a un abismo!
Eso, está penalizado,
en los artículos 32 37 y 42 del código penal.
Ahora ¿Quiere revisar el impacto?
Ahí está marcado, en la chatarra que tiene por carro.
Y un tipo así, que viene borracho,
manejando por la carretera de la calera,
que le hace eso a una persona, es un criminal.
[Jorge] ¡Criminal!
[Rubén] 30 años de cárcel tienen que darle a ese tipo.
[Jorge] ¡Criminal!
[Rubén] ¡Que por Dios casi la mata!
¡Le pulverizó una pierna prácticamente hombre!
[abogado] No, yo, yo, yo entiendo que esté alterado,
pero también, sé que esta, moviendo sus influencias,
para complicarle la situación jurídica, a mi apoderado.
Pero, pero, yo le pido que, que, que,
que veamos esto, como lo que es,
como un accidente de tránsito.
Y, ¿Por qué no buscar la forma de llegar a,
a, a un acuerdo, a un arreglo.
[Rubén] !¿A un acuerdo, a un arreglo?!
A ver abogado. Mire yo, no solo soy novio de Alejandra,
soy su abogado y de toda su familia.
A ver, ¿a qué acuerdo quiere usted, que llegue yo?
Ese tipo, es un borracho. La estrelló, le destruyó el carro.
La dejó convaleciente. A ver, no, no sabemos en cuánto tiempo,
Alejandra, pueda volver a trabajar.
Y ¿Usted sabe lo que me hizo ese tipo?
Tuvimos que cancelar, el matrimonio.
¿Usted sabe qué implica eso sabe cuánto dinero perdimos?
A eso, también le cabe un proceso civil.
Ahora ¿Qué quiere?
¡Que negocie, yo, con un tipo,
que tiene un Renault 4 destartalado, como eso, ¿Ah?
¡A mí, la única forma, en que ese tipo me pueda pagar!
¡¡Es quedándose ahí, donde está, en la cárcel!
[abogado] Yo, no voy a permitir,
que hunda a mi cliente.
Fue un accidente de tránsito, y así lo voy a defender.
[Rubén] Perfecto, perfecto. Me parece muy bien.
¿En qué universidad, fue que estudió, usted?
[abogado] Estoy haciendo mi especialización,
en el centro pedagógico de leyes.
[Rubén] ¿En el centro pedagógico, de, de, de qué?
[abogado] De leyes.
[Rubén] No es que, no tengo ni idea.
Por Dios, con razón el optimismo de este tipo.
Yo, yo, no tengo nada, que hablar con usted.
Salga de acá, váyase. ¡No, no, salga, ya!
¿Qué tal, el abogadito este, descarado ah?
[Susana] Ya, Rubén.
[Rubén] No, es que, qué, tal uno,
¡¿Negociar qué?! ¡Que casi la mata!
¡¡Me hizo cancelar, mi matrimonio, por Dios!!
[Susana] Ya, relájese, relájese.
[música de misterio]
Susana, Susana, eh, Alejandra,
¿Será, que pudo cubrir los cheques,
que tenía rodando del matrimonio?
Eso, dependía del negocio, de La calera ¿Cierto?
[hombre]...para una suma de esas,
necesito una garantía hipotecaria
¿Usted, no tiene un bien inmueble, que la respalde?
[mujer] Las escrituras, de la casa de mi papá.
[hombre] Si no me paga, pierde la casa.
[abogado] Alejandra Maldonado se salvó.
Se pondrá bien.
[Rafael] ¡Gracias, Dios mío, gracias,
yo sabía, que me ibas a hacer el milagro!
Mami, Yo pensé, que se me iba a ¡Morir!
[Jaime] Rafael, no se alegre tanto.
Hablé con sus parientes.
El novio de ella, es un abogado tenebroso.
No quiere arreglar nada.
Me echó del hospital, me trató mal.
Estoy seguro, que está moviendo cielo mar y tierra,
para que usted, no salga de aquí.
[Rafael] ¿Pero, por qué?
¿Por qué hermano? Si todo fue un accidente.
Fue sin culpa, además, yo, yo la llevé al hospital, o ¿No?
[abogado] no, no, no creo, que tengan en cuenta eso, Rafael.
Hablan de usted, como un criminal,
que manejaba borracho, por la carretera.
Que mandó, a esa mujer, a un abismo.
La destrozó. Le acabó el carro.
La dejó sin trabajar, y fuera de eso, le canceló el matrimonio.
[Rafael] ¿Matrimonio?
[Jaime] Sí.
[Rafael] ¿Cuál matrimonio?
[Jaime] Si, si, ella se casaba mañana.
Pero ahora, eso quedará en veremos.
Porque, quién sabe cuánto tiempo,
le tomará recuperarse, caminar bien.
Porque, parece que la fractura en la pierna,
es muy grave.
[Rafael] Pobrecita esa mujer y semejante mamacita.
Esas piernotas.
Pero, sabe que Jaime, yo no me arrepiento hermano,
no me arrepiento de nada.
Sí, así el noviecito, esté muy bravo y sea muy bravucón.
No me arrepiento, de haber sacado a esa mujer,
del hueco y habérmela llevado al hospital.
No me arrepiento ahí me planto.
[Jaime] Bueno, ojalá no se arrepienta,
de no haberla dejado en ese abismo, Rafael.
Porque, ahora, le tocará enfrentar la furia,
de una gente rica, que lo quiere ver metido aquí,
toda la vida en esta casa.
[trans] ¡Ay, ay, ay amiga.
¡Nosotras dos, con ese hombre aquí, por muchos años!
¡Ay, se imagina, digamos,
que se nos alargue la cosa, cadena perpetua!
[Rafael] ¡Bueno, bueno, ya, ya, silencio!
Se da cuenta, ¿Por qué, tengo que salir de aquí?
Ay, Jaime, ayúdeme a salir de aquí, hermano.
No aguanto más, esto.
Mire, sabe que vamos a pensar las cosas con,
con, cabeza fría ¿Sí? Vamos a dejar que esa gente se,
se relaje porque, deben estar muy alterados,
por el accidente y la situación, ¿Sí?
Porque, es que sabe que, Jaimito.
Yo creo, que esa mujer, me va a ayudar a mí.
Sí, si ella, me va a ayudar, porque usted la viera.
Es una mujer bella, generosa, se ve,
que tiene clase, que, que es una mujer bondadosa.
Y, y tengo esa corazonada, Jaime.
Esa corazonada, está aquí.
Ella, me va a ayudar, sí, yo sé, que me va a ayudar, sí.
[Rubén] Sí muchas gracias, hasta luego.
Bueno, ya hablé, con el banco de Alejandra.
Ya pagaron los 30 millones.
Los cheques de matrimonio, ya los pagaron.
Ya, no hay ningún problema.
[Rosario] Salud, de los enfermos.
[Susana] Rogar, por ellos.
[Rubén] 30 millones de pesos botados,
a la canica de la basura increíble no lo puedo creer y quién nos va a
devolver algo ah nadie.
Oiga, Susana, quedé como preocupado, porque, pagaron un cheque, de
40 millones de pesos. ¿Qué será, de eso?
[Susana] ¿40 millones de pesos?
[Rubén] Sí. ¿Alejandra, tenía que pagar algo, de $40 millones de pesos?
[Susana] No, no, no, no tengo ni idea.
¿Estás seguro?
[Rubén] Seguro.
[hombre] Buenos días.
[Susana] Dr. ...
[hombre] ¿Cómo estás?
[Rubén] ¿Cómo estás?
[hombre] ¿Qué hubo Susana?, ¿Cómo le va?
¿Cómo estás?
[Jorge] ¿Cómo te va?
[hombre] Confiando en Dios, todo va a salir bien.
[Jorge] Amén, amén, amén.
[hombre] ¿Qué pasó con Alejandra?, ¿Cómo está?
[Susana] Pues, ya salió de la cirugía, y está en recuperación.
[hombre] ¿Y será, que ya podemos hablar con ella, o no?
Es que yo, necesito averiguar,
¿Qué pasó?, con el negocio de la calera.
No lo digo por mí, ni por la empresa.
Lo digo por ella, porque ella,
estaba pendiente de los 100 millones,
de comisiones y negocios, ¿De acuerdo?
[Susana] Sí doctor, pues yo sé, que ella se iba a reunir,
con el gerente, porque iban a firmar el contrato.
Y no me llamó, para decirme lo contrario.
Entonces, pienso que sí, que se cerró el negocio.
[hombre] Ah, entonces se hizo.
Qué alivio, qué maravilla mi reina y con esta noticia,
pues, se va a recuperar más rápido.
No es cierto. Qué bien. Qué buena noticia.
[doctor] a las 2:30, hay que aplicarle, un nuevo sedante.
[Alejandra] No.
[quejas]
[hombre] Discúlpame, pero creo,
que no vamos a poder cerrar, ese negocio hoy, Alejandra.
[Alejandra] ¿Qué? ¡Lo que quiero saber es, cuando carajos,
me firman mis papeles y me entregan mi plata!
[hombre] Bueno, pues, no sé, si te parece
¿Mañana, 9 de la mañana?
[Alejandra] ¡No!, yo a esa hora no puedo.
Yo tengo una cita en la notaría 32,
para firmar los papeles de mi apartamento nuevo.
Y si yo no asisto a esa cita,
me hacen efectiva la cláusula de incumplimiento,
por 40 millones de pesos.
¡Mauricio, 40 millones de pesos,
en este momento de mi vida,
es toda la plata del mundo!
[hombre] Entonces, tranquila.
Ve y firma tus papeles en la mañana y nos vemos,
si te parece en la tarde, a las dos.
[música dramática]
[doctor] Apliquémosle de una vez, el nuevo sedante.
[gemidos]
[Jorge] ¿Qué raro? A mí, Alejandra,
no me comentó de ningún cheque, que tuviera pendiente.
Es más, me dijo que no tenía,
ningún gasto grande pendiente.
Sólo lo del matrimonio con Rober...con Ricardo...
[Rosario] Rubén.
[Jorge] Con Rubén.
[Susana] A mí tampoco, rarísimo.
Claro que si hubo algo que me dejó un poco inquieta.
Ella dijo que, este viernes, le iba a dar una sorpresa.
[música de misterio]
Pero, no me aclaró qué era.
[Rubén] ¿A mí?
[Susana] Hm.
[gemidos]
[hombre] Esto, lo estoy recibiendo a título de arras.
Para el caso de incumplimiento, de alguna de las partes.
El que incumple, pierde 40 millones de pesos.
[Alejandra] No le veo ningún problema.
Yo casi, completo ya los 40 millones que le debo.
Y el resto, es estar a las 10 de la mañana en punto, en la notaría.
[gemidos]
[doctor] ¿Qué pasa con el sedante?
[hombre] Buenas, ¿Tatiana?
[mujer] Buenas Tardes.
[hombre] ¿Tatiana? Tatiana, ¿Cómo está?, ¿Cómo le va?
[Tatiana] ¿En qué le puedo servir?
[hombre] Mire, es que yo tenía una cita aquí.
A las 10 en punto de la mañana,
para firmar esta escritura,
con doña Alejandra Maldonado.
Y no se ha presentado.
[Tatiana] ¿No se ha presentado?
[hombre] Aquí no está. Ya la he buscado por toda la notaría.
Aquí no está.
Quiero dejar constancia,
de que he hecho una larga espera,
más de la que estipula el contrato, para firmar la escritura.
Entonces, por lo tanto, quiero que se le aplique,
la cláusula de incumplimiento,
qué por 40 millones de pesos, estaba pactada.
Por favor.
[Tatiana] Con mucho gusto.
[música dramática]
[gemidos]
[Alejandra] ¡Millones!
[doctor] ¡No, no señorita, espere, espere!
[suspiros]
Algo raro, está pasando con ella.
[balbuceos]
[doctor] ...Esperemos que despierte.
[suspiros]
[Alejandra] ...¡Millones!
[hombre] ¿Y cómo cuándo creen ustedes,
que Alejandra va a volver a trabajar a la oficina?
[Susana] Eh, hm, yo no creo que sea por ahora, doctor.
[hombre] Bueno, como ella va a estar sedada,
y realmente no voy a tener la oportunidad de hablar con ella,
y preguntarle por su salud, y a ver cómo sigue.
Entonces, yo me voy para la oficina.
Cualquier cosa que se les ofrezca, ustedes me conocen.
Me llaman, por favor.
Venga para acá, Susana.
En cuánto ella se despierte,
me hace el favor de preguntarle,
por el contrato de la Calera.
Y lo más importante,
¿Dónde está el cheque y cuando tenemos que,
entregar las tractomulas? No se olvide.
Es más, póngale un teléfono celular ahí al lado,
y que me llame inmediatamente se despierte,
que tengo que hablar otras cosas con ella.
¿Me entendió?

¡Permiso, que les vaya bien!


[saludos]
[Jorge] ¿Ahí viene el, el, el doctor?
[Rubén] Doctor, ¿Cómo está Alejandra?
[doctor] Se está recuperando,
pero tiene unas reacciones extrañas.
No sé si es por los sedantes,
vamos a dejar que despierte, permiso.
[Susana] Adelante.
[música de intriga]
[mujer] Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores…
[Alejandra] Papá.
[Jorge] ¡Hijita! Nena, ¿Cómo te sientes?
[Alejandra ¿Dónde estoy?
[Rubén] Mi amor, estás en una clínica.
Sufriste un accidente, pero no, no, no te preocupes,
te vas a recuperar ¿Bueno?
[Alejandra] Carro amarillo, un carro amarillo.
[Rubén] Amor, mi amor.
Sí, un borracho te estrelló,
y te hizo caer en un abismo.
Pero venga, en este momento,
no pienses en eso, por favor, ¿Sí?
Tienes que descansar.
[Alejandra] ¿Qué hora son?
[Susana] Las 04:30 de la tarde.
[Alejandra] Me tengo que ir.
[queja de dolor]
[Jorge] Mi amor, mi amor. No te puedes mover.
[Alejandra] Ay, ay.
[Rubén] No, te hicieron una operación complicadísima.
Tú, vas a tener que guardar reposo,
por, por un buen tiempo.
Tranquila, bueno, tranquila.
[Alejandra] ¿Qué me pasó?
¿Estoy paralítica?
[Susana] No, no, no, no, tranquila.
Mira, sufriste una fractura muy severa en la pierna.
Te vas a sentir un poquito incómoda,
pero con mucha actitud positiva,
yo sé, que te vas a recuperar.
[suspiros]
[Alejandra] ¿Nuestro matrimonio?
[Rubén] Mi amor. Lo cancelamos.
Pero tú no te preocupes. No te preocupes.
Por eso, ahorita no pienses en eso.
Mira, te juro mi amor. Mi amor,
te juro, que cuando te recuperes, y salgas de acá,
nos vamos derechito para la iglesia, bueno.
[enfermera] Disculpen por favor,
pero no puede haber tantos visitantes, en esta área.
Por favor, retírense.
[Susana] Por qué no se van a descansar.
Yo me quedo con ella.
Ustedes han pasado toda la noche en blanco.
[Jorge] No, no, no, yo me quedo acompañándola.
Váyanse ustedes y descansen.
[Alejandra] Papá, no, tú te ves muy cansado.
Esto, no te hace bien, no te preocupes,
que ya lo peor pasó y yo,
no me voy a ir de este mundo,
porque no te pienso dejar solo.
[música tierna]
[Jorge] Mi amor.
Júrame, que te vas a curar,
y que no te vas a preocupar, por nada.
Y recuerda, que yo,
soy el que me tengo que ir primero,
de este mundo, antes que tú.
Bueno. Te amo mucho.
Hasta pronto Roxana.
[Susana] [susurrando] Susana.
[Jorge] Ric…eh…
[Rubén] Rubén. ¿Que estés bien?
Descansa, descansa. Relájate.
Ay, por favor, que se relaje.
[llanto]
[Rubén] Mi amor, mi amor. Tranquila, tranquila.
[Alejandra] Estoy metido en problemas muy graves.
[Sollozando]
[Rubén] ¿Qué problemas, mi amor?
[Alejandra] necesito llamar urgente.
[Rubén] [susurrando] Ayúdele,
ayúdele a llamar, ayúdele a llamar.
[Alejandra] El apartamento, Dios mío…
[Rubén] ¿Qué, qué apartamento?
[Alejandra] Florece la caldera. Necesito llamar ya.
[Rubén] [susurrando] Ayúdela, ayúdela.
[Susana] Sí señor. Tu celular quedó inservible y no sé,
dime que pasa, y yo te puedo ayudar.
[Alejandra] Susana. Ayer tenía una cita con Rodríguez.
El, me dijo que todavía no podía cerrar el negocio,
y me dio una cita para hoy, a las 2 de la tarde.
Tengo que llamar urgente.
Consíguete el teléfono donde sea.
[Rubén] No, espérate, mi amor.
Pero, tú, tú ¿No cerraste ese negocio?
[música de suspenso]
[suspiros]
[Rodríguez] Negocio cerrado. Eso sí, espero que,
a partir de mañana, me empiecen a llegar las tractomulas.
[hombre] Cuente con eso, doctor Rodríguez.
[Rodríguez] Un placer, encantado, hasta luego.
[hombre] Encantado.
[llamada sonando]
Si, ¿Quién llama?
[mujer] La doctora Alejandra Maldonado, lo necesita.
[Rodríguez] Comuníquese.
[mujer] Sí, señor.
[Rodríguez] Alejandra no creo quieta sea la hora de llamar.
¿Qué le pasó?
[Alejandra] Qué un maldito asesino,
me tiró por un abismo, saliendo de su empresa.
Y estoy en el hospital.
Me, me acabó de despertar.
Pero llamo, para decirle que nuestro negocio, sigue en pie.
[Rodríguez] No, desafortunadamente,
creo que eso no va a poder ser así.
En este momento, acabo de cerrar negocio con Autos Forte.
Créame Alejandra, que lo lamento muchísimo.
[Alejandra] ¿Qué? ¿Pero Cómo así Rodríguez?
Usted, me dio su palabra,
pero es un negocio que ya estaba listo
Sí yo entiendo, pero usted también entiende,
que yo estoy en el hospital.
Que tuve un accidente.
Que si yo no habría tenido este maldito accidente…
sabe que Rodríguez... ¡Muérase, muérase!
[Rubén] ¿Que pasó?, ¿Qué pasó?
[Alejandra] Que se robaron el negocio con Camiones Forte.
Mi comisión.
Estoy quebrada. El apartamento.
[Rubén] ¿Qué apartamento mi amor?
[Alejandra] Nuestro apartamento.
El que vimos, el que te gustó.
Yo di parte de la cuota inicial,
te quería dar una sorpresa.
[Rubén] ¿Tú diste parte, de la cuota inicial,
de ese apartamento? [suspiro]
[Alejandra] 40 millones. Con eso lo separé.
[Rubén] ¿Y, y De dónde sacaste tanta plata?
Mi amor ¿De dónde?
[Alejandra] Empeñé, la casa de mi papá.
[música dramática] Me dieron 66 millones.
Con eso cubrí parte de los gastos del matrimonio.
Y ahorré, los 40 millones del apartamento.
Tenía que estar, a las 10 de la mañana,
en la notaría, para firmar la minuta.
Si no, me hacen efectiva la cláusula de incumplimiento.
Por favor, hay que llamar a ese vendedor.
Consigue el teléfono.
[Rubén] Llame, llame.
[Susana] Ya lo consigo.
[Alejandra] Arreglémoslo en pedazos, por favor.
[hombre] Bueno, pues el apartamento es de ustedes.
Los felicito. Felicitaciones.
[mujer] Muchas gracias.
[hombre] Nos vemos mañana,
a las 2 en punto de la tarde, en la notaría.
[teléfono sonando]
[mujer] Perfecto.
[hombre] Notaría 32, para firmar la minuta.
[mujer] ok, muchas gracias.
[hombre] Perdón, que les vaya muy bien.
Felicitaciones.
¿Aló quién habla?, Alejandra,
¿Qué hubo?, ¿Cómo estás?
[Alejandra] Muy mal.
[hombre] ¿Qué te pasó?
[Alejandra] Anoche un criminal me mandó a un abismo,
y amanecí en un hospital.
[hombre] ¿Cómo?
[Alejandra] Entonces, le quería pedir el favor,
de que aplazáramos la firma del documento.
[hombre] No, desgraciadamente ya vendí el apartamento.
[música de intriga]
[Alejandra] No, no me diga eso.
Bueno, nos va a tocar destratar el negocio,
y usted, devolverme las arras.
[hombre] No, desafortunadamente no.
Las cláusulas, estaban muy claras.
Las arras se daban precisamente, en calidad de ellas,
el que incumplía, las perdía.
Yo, ya lo vendí.
Lo siento mucho, Alejandra.
[Alejandra] No, ¿No me diga que usted,
me va a hacer efectiva, la cláusula de incumplimiento?
[hombre] No, no, no, no.
[Alejandra] ¡No me diga que usted,
me va a quitar los 40 millones de pesos!
[hombre] Pero claro que sí.
Me muero de la pena. No soy yo.
Esas son las cláusulas, me muero de la pena.
[Alejandra] ¡No, ¡¿Aló?!!
¿Aló? ¡Me colgó! [suspiros]
[Susana] [susurrando] Ya, ya, ya, cálmate.
No, no, no te lo quites.
[ Alejandra] No quiero más, Susana, Susana,
No quiero más ¡No quiero!
[Susana] Eso te va a servir. Necesita respirar.
Relájate, imagínate que estás entrando en un bosque.
[Rubén] ! No ¿Cuál bosque, ni qué ocho cuartos?
¿Cómo fue que pudiste perder,
40 millones de pesos, de esa forma, ah?
[Alejandra] Mi amor, y ¿No hay manera de pleitear eso?
No sea que nos devuelvan la plata.
Yo no la perdí precisamente, por estar tomando el té.
[Rubén] No, pues en esta vida, todo se puede pleitear,
el problema es cuánto tiempo se demora eso ah.
[Alejandra] No, no, no, eso no me puede estar pasando a mí.
¡No me lo ponga Susana!, ¡¡No quiero!!
[paciente] Silencio, silencio por favor.
Silencio, silencio, por favor.
[enfermera] tranquila, tranquila, ya.
Señora, por favor, deje de gritar tanto,
que está enloqueciendo los otros pacientes.
Además, les recuerdo, que el uso del celular,
está prohibido en esta área.
Por favor, ¿Se pueden retirar,
que voy a aplicar el sedante a la señora?
[Alejandra] ¡¡¡No!!! Señorita quiero estar despierta.
Me entiende, necesito estar despierta.
[paciente] Dios mío, cállese señora, Por favor.
[enfermera] No grite,
mire que está afectando a los otros pacientes.
Le voy a aplicar el sedante para calmarle el dolor.
Y así podrá dormir tranquilamente,
y los otros pacientes, también.
[Alejandra] Señorita, usted no entiende.
Es que, a mí, no me están doliendo los huesos.
Lo que me está doliendo, es la chequera.
Y yo, no voy a dormir tranquila,
sabiendo que me están volviendo la vida a pedazos.
Sí, más bien consígueme un cuarto.
Un cuarto donde yo pueda ¡¡¡Gritar!!!
¡¡Donde haya en teléfono!!
¡Dónde no haya pacientes que se quejen!
Por favor, se lo suplico.
[paciente] ¡Bueno, Dios mío!
[alboroto]
[enfermera] Sí, ya cálmese.
Ok, voy a hablar con el médico.
Vamos a ver qué podemos hacer.
[respiración agitada]
[Susana] Trata de relajarte,
y todo va a salir bien.
[Alejandra] Mi amor, mi amor.
[Rubén] Que, que.
[Alejandra] Amor, amor.
¡¡¡Tu, ya sabes,
¿Quién fue el desgraciado, que me estrelló!!!

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