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2016;107(4):275---283
REVISIÓN
a
Departamento de Dermatología, Clínica Universidad de Navarra, Pamplona, España
b
Departamento de Dermatología, Centro Sanitario Sandoval, Madrid, España
c
Departamento de Microbiología, Centro Sanitario Sandoval, Madrid, España
PALABRAS CLAVE Resumen Aunque es por todos bien conocida la heterogeneidad de manifestaciones clínicas
Sífilis; con la que puede presentarse la sífilis, esta también puede mostrarse con patrones atípicos.
Manifestaciones Ya sea por su capacidad de mimetizar otras dermatosis conocidas, por saltarse los patrones
cutáneas atípicas; clínicos clásicos o por su originalidad clínica, la sífilis en sus formas atípicas puede llevar a con-
Enfermedades de fusiones en el diagnóstico, retrasos en el tratamiento y por tanto un alto riesgo de transmisión.
transmisión sexual; Entre pacientes coinfectados por el VIH se han descrito más frecuentemente casos de sífilis
Virus de la atípica. El hecho de que se trate de una infección venérea cuya incidencia está aumentando
inmunodeficiencia en los últimos años, especialmente en pacientes con VIH, hace necesario que los dermatólogos
humana se familiaricen también con estas formas clínicas menos conocidas.
© 2015 AEDV. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.ad.2015.11.002
0001-7310/© 2015 AEDV. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.
276 M. Ivars Lleó et al.
una frecuencia 60 veces superior que en pacientes no que posteriormente se añadieron un estatus epiléptico y un
coinfectados48 . déficit motor de las extremidades53 .
En los últimos años el hallazgo del T. pallidum en las lesio-
nes cutáneas mediante estudios de inmunohistoquímica es
habitual en los casos de sífilis maligna49 . Características de la coinfección sífilis---virus
Por otro lado, aunque clásicamente se ha afirmado que de la inmunodeficiencia humana
en esta forma clínica los test serológicos suelen ser negati-
vos, en una publicación que recoge 35 casos de lúes maligna Desde la epidemia del VIH de los años 80 se han publicado
desde 1930, destaca la detección de anticuerpos positivos numerosos casos aislados de coinfección VIH-sífilis con
en todos los casos. Además, durante el seguimiento de estos manifestaciones clínicas atípicas y agresivas de sífilis
pacientes los títulos no se correlacionaron con la severidad correspondientes a cada uno de los diferentes estadios
o duración de la enfermedad50 . evolutivos de la enfermedad48,54 . Recientemente, estudios
Los factores que pueden ser de utilidad para identificar con un mayor tamaño muestral informan de la presencia de
una lúes maligna incluyen: títulos de RPR intensamente algunas diferencias clínicas entre enfermos de sífilis, según
positivos, reacciones severas de Jarisch-Herxheimer, los estén coinfectados o no por el VIH, pero concluyen que glo-
hallazgos clínicos e histopatológicos, así como una rápida balmente las manifestaciones son para la mayoría similares
resolución de las lesiones con tratamiento antibiótico en cada estadio, independientemente de la infección por el
adecuado. Histopatológicamente, la lúes maligna es similar VIH55 .
a otras formas de sífilis secundaria. La necrosis epidérmica En relación con las manifestaciones de sífilis primaria en
y un denso infiltrado inflamatorio linfoplasmocitario en la pacientes con infección por el VIH, aunque habitualmente
dermis papilar y media, así como un infiltrado perivascular los chancros son solitarios, se ha descrito con mayor frecuen-
superficial son hallazgos frecuentes. Se han descrito imá- cia entre coinfectados por el VIH el hallazgo de chancros
genes de reacción por células gigantes multinucleares, así múltiples (fig. 1)54,56 .
como cambios del endotelio de los vasos dérmicos en forma A pesar de que los síntomas de secundarismo ocurren
de inflamación, proliferación y necrosis fibrinoide50 . generalmente entre 3 y 6 semanas después de la resolu-
Gracias a las técnicas de inmunohistoquímica y a la PCR ción del chancro primario, entre individuos coinfectados por
es posible detectar el T. pallidum en muestras de tejidos el VIH se han descrito múltiples casos de superposición de
cuando las pruebas serológicas o el examen microscópico es estadios54 . En este sentido no es infrecuente la coexistencia
negativo. Algunos estudios han demostrado que la sensibi- del chancro primario con manifestaciones clínicas de sífilis
lidad cuando se combinan estas 2 técnicas está en torno al secundaria.
92%51 . Entre pacientes con VIH es frecuente el hallazgo de mani-
festaciones cutáneas prolongadas y severas48 , como la lúes
maligna y otras formas atípicas. El hecho de que la mayoría
Sífilis terciaria de los casos descritos de sífilis maligna en VIH no presenten
inmunosupresión grave (se describen habitualmente recuen-
Se caracteriza por la presencia de escasos treponemas e tos de CD4 > 200 cél/ml)57---59 , lleva a la hipótesis de que
importante reactividad frente a estos. Al tratarse actual- en estos pacientes pueda existir una disfunción inmuno-
mente de un diagnóstico excepcional, se requerirá un alto lógica más de tipo cualitativo que cuantitativo60 . Resulta
índice de sospecha. Las manifestaciones clásicas pueden también de interés el hallazgo en un paciente con VIH de
verse modificadas por la administración de un tratamiento placas micosis fungoide-like, en las que la histopatología
antibiótico por otros motivos. demostró un infiltrado granulomatoso no caseificante con
Las formas clínicas más frecuentes en este estadio son la células plasmáticas e histiocitos, y en las que se aislaron
neurosífilis (especialmente la parálisis general progresiva y espiroquetas61 .
la tabes dorsal), la sífilis cardiovascular (especialmente la Con respecto a la neurosífilis el T. pallidum invade el
aortitis sifilítica) y la sífilis gomatosa. sistema nervioso central (SNC) de forma más precoz y fre-
El tamaño de los gomas es muy variable, pero en pacien- cuente en pacientes con VIH62 . En una serie de 455 pacientes
tes malnutridos se han descrito formas severas también coinfectados por el VIH y sífilis el 13% presentaba sífilis ocu-
llamadas «rupioides». lar (una forma de neurosífilis) como primera manifestación
Cuando los gomas aparecen en órganos internos se mani- clínica de la enfermedad63,64 .
fiestan como masas granulomatosas, que plantearán el En cuanto a las manifestaciones clínicas de la sífilis ter-
diagnóstico diferencial con otras enfermedades, especial- ciaria en pacientes infectados por el VIH de forma atípica se
mente con la sarcoidosis. han descrito gomas en el SNC65,66 , así como gomas en esta-
Destaca un caso recientemente descrito de síndrome del dios precoces de infección65 . Son también de destacar los
seno cavernoso como forma de presentación atípica de goma casos descritos de aortitis sifilítica rápidamente progresiva
sifilítico52 . entre pacientes seropositivos, algo realmente infrecuente
Aunque la neurosífilis se ha considerado una manifesta- cuando no se asocia a esta infección por el VIH67 .
ción tardía de la infección, hoy en día se acepta que puede Como ya se ha comentado, en pacientes con infección por
aparecer en cualquier momento de la enfermedad. Recien- el VIH parece haber una invasión más precoz y frecuente del
temente se describió el caso de un paciente seronegativo SNC por el T. pallidum. Un estudio propone como factores
(para el VIH) con una atípica combinación de parálisis de riesgo de neurosífilis en pacientes con VIH el recuento
general progresiva, sífilis meningovascular y meningitis de CD4 de < 350 cél/l, un título de RPR 1:128 y el género
sifilítica; el paciente presentó síntomas psicóticos a los masculino68 .
Manifestaciones cutáneas atipícas en la sífilis 281
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