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Posesión: Gonzales señala que «La sola posesión es el control voluntario de un bien, con
relativa permanencia o estabilidad, destinado al beneficio propio (autónomo), cuya finalidad es
el uso y disfrute en cualquier momento, sin necesidad de un título jurídico que sirva de
sustento» (2015, p. 147-148).
- Mediata
- Inmediata
Servidor de la posesión
Ocupante precario:
El centro de investigaciones judiciales del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial nos afirma que
este tipo de posesión la encontramos en el artículo 911 del código civil, el cual textualmente
nos indica que “la posesión precaria es la que se ejerce sin título alguno o cuando el que se
tenía ha fenecido”. Por otro lado, encontramos que en la Casación N° 3488-201, se establece
que la posesión precaria es característica de una posesión ilegítima de mala fe por la falta de
inexistencia de título o porque el título que dio vida a la posesión ha fenecido o caducado.
Primera regla:
«Una persona tendrá la condición de precaria cuando ocupe un inmueble ajeno, sin pago
de renta y sin título para ello, o cuando dicho título no genere ningún efecto de
protección para quien lo ostente, frente al reclamante, por haberse extinguido el
mismo»
Posición:
Esta regla arranca diciendo que la posesión precaria surge cuando se ocupa un bien ajeno sin
pago, renta y sin título para ello; no obstante, el pago no debe ser algo fundamental para que
una persona ejerza ocupación precaria. Comparto el punto de vista de Luis del Risco (2016) al
afirmar que podría darse el caso de que exista pago y precariedad al mismo tiempo, pues nada
impide que un arrendatario con título vencido continúe pagando la renta en la cuenta bancaria
de su arrendador, es decir, no porque cumpla con pagar se le puede retirar la posesión
precaria ya que su contrato ha finalizado y debe entregar el bien a su propietario a causa del
vencimiento de su título. Por otro lado, los demás elementos a juicio personal, están bien y los
criterios que se han tenido en cuenta son sólidos.
Segunda regla:
Posición:
Tercera regla:
«Interpretar el artículo 585° del Código Procesal Civil, en el sentido que por “restitución”
del bien se debe entender como entrega de la posesión que protege el artículo 911° del
Código Civil, para garantizar al sujeto a quien corresponde dicho derecho a ejercer el
pleno disfrute del mismo, independientemente si es que es propietario o no»
Posición:
Estoy de acuerdo con la correcta interpretación que hace la Corte Suprema del artículo 585 del
Código Procesal Civil, pues se busca la restitución como la entrega de la posesión y no de la
propiedad. Además, que no es necesario que exista un vínculo previo entre el demandante y
demandado para que se produzca este deber de restitución; por lo cual, se puede concluir que
no es de origen convencional si no estrictamente legal.
Cuarta regla:
«El sujeto que goza de legitimación para obrar activa no solo puede ser el propietario,
sino también, el administrador y todo aquel que se considere tener derecho a la
restitución de un predio. Por otra parte, en lo que atañe a la legitimación para obrar
pasiva se debe comprender dentro de esa situación a todo aquel que ocupa el bien sin
acreditar su derecho a permanecer en el disfrute de la posesión, porque nunca lo tuvo o
el que tenía feneció»
Posición:
En esta regla la Corte Suprema tiene la razón al aclarar que todos los sujetos que gozan de
legitimación para obrar activa, no solo son los propietarios o el administrador, sino que podría
ser todo aquel que crea tener el derecho a la restitución de un predio, es decir, aquellos que
crean que se les debe entregar la posesión de un bien porque tienen un mejor derecho que el
ocupante precario, debiendo el demandado acreditar que su posesión está amparada con un
título vigente y actual que fundamenta su posesión.
Quinta regla
Situaciones comunes de precariedad:
En este caso si el contrato queda resuelto de pleno derecho por parte del acreedor, los efectos
cesarán automáticamente, por lo cual, el juez no podrá cuestionar la resolución del contrato
porque eso corresponde a otro proceso.
«5.2. Será caso de título de posesión fenecido, cuando se presente el supuesto previsto
por el artículo 1704° del Código Civil, puesto que con el requerimiento de la devolución
del inmueble se pone de manifiesto la voluntad del arrendador de poner fin al contrato.
No constituirá un caso de título fenecido el supuesto contemplado por el artículo 1700°
del Código Civil, dado que el solo vencimiento del contrato de arrendamiento no resuelve
el contrato, sino que, por imperio de la ley, se asume la continuación del mismo hasta
que el arrendador le requiera la devolución del bien. Dada esta condición, recién se
puede asumir que el poseedor ha pasado a constituirse en poseedor precario por
fenecimiento de su título»
En este supuesto, la Corte nos establece que no solo el vencimiento del contrato va a suponer
que el título de posesión se extinga o fenezca, sino que, además, la ley exige que el propietario
requiera la devolución del bien.
Debe resaltarse que esto ha sido modificado por el IX Pleno Casatorio, debiendo entender que
“Si en el trámite de un proceso de desalojo, el Juez advierte la invalidez absoluta y evidente del
título posesorio, conforme lo prevé el artículo 220° del Código Civil, previa promoción del
contradictorio entre las partes, declarará dicha situación en la parte resolutiva de la sentencia
y, adicionalmente, declarará fundada o infundada la demanda de desalojo, dependiendo de
cuál de los títulos presentados por las partes es el que adolece de nulidad manifiesta”
En este apartado se debe aclarar que, si el título del demandado es el que adolece de nulidad
manifiesta, la demanda planteada en su contra será declarada fundada y en ningún caso el juez
declarará la nulidad del acto jurídico.
«5.6. La mera alegación del demandado, en el sentido de haber adquirido el bien por
usucapión, no basta para desestimar la pretensión de desalojo ni declarar la
improcedencia de la demanda, correspondiendo al Juez del desalojo valorar las pruebas
en las cuales sustenta el demandado su derecho invocado, sin que ello implique que está
facultado para decidir sobre la usucapión. Siendo así, se limitará a establecer si ha
surgido en él la convicción de declarar el derecho de poseer a favor del demandante. De
declararse fundada la demanda de desalojo por precario, en nada afecta lo que se vaya
a decidir en otro proceso donde se tramite la pretensión de usucapión, puesto que el
usucapiente tendrá expedito su derecho para solicitar la inejecución del mandato de
desalojo o en todo caso para solicitar la devolución del inmueble»
Sexta regla:
«En todos los casos descritos, el Juez del proceso no podrá expedir una sentencia
inhibitoria, sino que deberá de pronunciarse sobre el fondo de la materia controvertida,
en el sentido que corresponda, conforme a los hechos y la valoración de las pruebas
aportadas»
Posición
Dicha regla establece que la finalidad del pleno, en definitiva, es la protección del derecho a la
posesión y que un proceso de desalojo los jueces solo deben pronunciarse sobre dicho punto y
nada más.
Séptima regla:
«En lo que concierne a lo dispuesto por el artículo 601° del Código Procesal Civil, cuando
ya ha prescrito el plazo para interponer la pretensión interdictal, el accionante no podrá
optar por recurrir al desalojo para lograr la recuperación de su bien»
Posición:
Nos afirma que el plazo para interponer la acción interdictal se tiene como máximo 1 año,
pasado dicho tiempo el demandante puede amparar su derecho a la posesión en un proceso
de conocimiento y no en un sumarísimo.