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CUENTO 1: Al conde Lucanor un amigo le quiere dejar y vender sus tierras y le pide opinión a

Patronio quien le cuenta la historia de un rey que confía mucho en su ministro y este lo único
que quería era quedarse con todo lo del rey incluso si tenía que matar al hijo del rey.

o Moraleja: No te fíes del que crees que es tu mejor amigo si no lo demuestra.

CUENTO 5: Un supuesto amigo del conde Lucanor alaba mucho a este y después le ofrece un
trato. El conde se lo cuenta todo a su consejero y este se da cuenta de que quiere engañarlo.
Le cuenta la historia de la zorra que alaba mucho al cuervo para quitarle el queso que este
tenía en el pico.

o Moraleja: Los que te dan cosas que no tienen, pueden que te quiten lo que es tuyo.
Quien te alaba lo que no tienes, cuida que no te quite lo que tienes.

CUENTO 7: Un señor le dio una idea al conde Lucanor sobre como ganar muchos beneficios,
pero Patronio le contó un cuento de la señora Truhana que empezó a imaginarse como se iba a
hacer rica a partir de una olla de miel, al imaginarse tantas cosas se descuidó y se le cayó la olla
y se le acabaron todas sus ilusiones.

o Moraleja: Piensa en las cosas reales y no te dejes inundar de fantasías. En las cosas
ciertas confiad y las fantásticas evitad.

CUENTO 10: El conde Lucanor estaba hablando con su consejero de lo pobre que se estaba
haciendo con lo rico que había sido. Patronio le contó el cuento de dos hombres que habían
sido muy ricos, pero que ahora eran pobres y uno se comía los restos que dejaba el otro de los
altramuces. El que tiraba las cáscaras salió de la pobreza con la ayuda de Dios y sacrificio.

o Moraleja: Con mucho esfuerzo se puede salir de donde sea. Por pobreza nunca
desmayéis, veremos a personas más pobres.

CUENTO 11: El conde le cuenta a Patronio que un hombre le pide ayuda, pero que el hombre
no cumple sus promesas. Patronio le cuenta el cuento de deán que no agradece al mago de
Toledo todo lo que hizo por él y no cumple las promesas al subir de categoría.

o Moraleja: Si ayudas a alguien y no te lo agradece, menos ayuda te darán según siga


subiendo. El que vuestra ayuda no agradece, menos ayuda os dará cuanto más alto
esté.

CUENTO 13: El conde Lucanor le dice a su consejero que qué puede hacer cuando alguien le
hace daño y luego le pide perdón, reiteradamente. Patronio le contó la historia de un Hombre
que cazaba perdices y que al darle el viento con los ojos le hacía llorar. Las perdices creían que
se arrepentía de matarlas pero no era así y el cazador las seguía matando sin ningún cargo de
conciencia.

o Moraleja: El que te hace muchas veces mal y luego se arrepiente, no lo siente de


verdad. Procúrate siempre muy bien de guardar del que al hacerte mal muestra pesar.

CUENTO 16: El conde Lucanor le dijo a Patronio que qué le parecía a él que descansara y
dejara de meterse en guerras. Patronio le contó lo que Nuño Láinez le dijo al conde Fernán
González cuando este se propuso lo mismo. Le dijo que si por ganas fama hay que descansar y
no trabajar es mejor quedar deshonrados.

o Moraleja: Trabajar es más importante que la fama.


CUENTO 30: El conde Lucanor le contó a Patronio que había un hombre al que le había hecho
muchos favores, pero que cuando le dice que no se le olvida todo lo que ha hecho por él.
Patronio le contó la historia del rey Abenabet que amaba mucho a su mujer y le daba todo lo
que quería porque era muy caprichosa. Un día le dijo la mujer que nunca hacía nada por ella y
el rey le recordó que había hecho muchas cosas.

o Moraleja: Si alguien no te agradece lo que haces por él, no le vuelvas a hacer nada. A
quien no te agradezca lo que has hecho no sacrifiques nunca tu provecho.

CUENTO 32: El conde Lucanor hablando con Patronio le contó que un hombre había ido a
hablar con él sobre un negocio que le convenía, pero que le había dicho que no se lo dijera a
nadie. Patronio le contó la historia de tres pícaros y un rey. Tres pícaros se presentaron frente
al rey y le dijeron que sabían hacer una tela que solo la veían los que eran hijos de los padres
que creían que eran sus padres. El rey muy contento le proporcionó una habitación para que
hicieran una de sus telas y les dio todo el oro y toda la plata que pidieron. Los pícaros
montaron su taller y empezaron a hacer como que tejían. A los pocos días uno de los pícaros
fue a decir al rey que fuera a ver la tela que ya la habían empezado. El rey mandó a uno de sus
ministros a verla y el ministro cuando volvió no se atrevió a decirle al rey que no había visto la
tela por no quedar deshonrado. Otro día mando a otro y volvió a pasar lo mismo así que el rey
se decidió ir a ver la tela, cuando llegó y no vio nada y los pícaros la describían dijo que la veía y
alabó a la tela. Un día el rey tuvo que salir con el supuesto traje que los pícaros habían hecho y
nadie se atrevía a decir que no veía la tela hasta que un negro lo dijo porque no tenía nada que
perder, desde ese momento empezaron todos a decir que no veían la tela y fueron a buscar a
los pícaros que no los encontraron por ninguna parte.

o Moraleja: Si alguien te hace ocultar algo es que te quiere engañar.

CUENTO 34: El conde Lucanor le dijo a Patronio que un pariente en que el confía mucho le
había dicho que fuese a un lugar donde él temía mucho ir, pero su pariente le había dicho que
no permitiría que le ocurriera nada. Patronio le contó el cuento de dos ciegos. Había dos ciegos
y uno le dijo al otro que en una tierra cercana había muchas ventanas para ellos, pero que el
camino era muy peligroso y que no debía tener ningún miedo porque él le guiaría. Unos de los
ciegos después de pensarlo mucho fueron con el otro ciego y cuando iban por el camino los
dos se mataron.

o Moraleja: Por mucho que un amigo te de seguridad es mejor no arriesgar. Huir del
peligro es mayor seguridad que la de la que ningún amigo te puede dar.

CUENTO 35: El conde Lucanor le dijo a Patronio que uno de sus deudos le había pedido
consejo de si casarse o no con una muchacha de muy mal carácter. Patronio le contó la historia
de un mancebo que se casó con una muchacha de muy mal carácter. Había un mancebo que le
dijo a su padre que le tramitase para casarse con una muchacha más rica que él, pero con muy
mal carácter. El padre fue a hablar con el padre de la muchacha y le dijo que vale. La boda se
celebró y cuando estaban los dos en casa, el mancebo le dijo a un perro, a un gato y a un
caballo que les sirvieran agua en las manos y como no lo hicieron los mató, se lo dijo a su
mujer y esta asustada hizo lo que le mandó. Desde ese día la mujer hace todo lo que el
mancebo le dice por miedo.

o Moraleja: Si te casas con alguien con muy mal carácter imponle como eres. Si al
principio no te muestras como eres, no podrás hacerlo cuando tu quisieres.
CUENTO 38: El conde Lucanor le dijo a Patronio que en unas tierras iba a ganar grandes
riquezas, pero que temía por su vida. Patronio le contó la historia de un hombre que se ahogó
en el río. Había un hombre que llevaba muchas piedras preciosas y quería pasar el río, según
oba avanzando se iba hundiendo más, y las piedras hacían que se hundiera más deprisa, un
hombre que había en la orilla le dijo que soltara las piedras porque sino se iba a quedar sin
piedras y sin vida y así sucedió, el hombre se ahogó en el río.

o Moraleja: Vale más la vida que toda la riqueza del mundo.

CUENTO 45: El conde Lucanor está hablando con Patronio y le dice que un hombre le sabría
decir lo que va a pasar, pero que prefiere saber antes su opinión porque no quiere pescar.
Patronio le cuenta la historia de un hombre que se hace amigo del demonio. Había una vez un
hombre que había sido muy rico, pero ahora era pobre y estaba desesperado, en esto que se
encuentra con el demonio y este le dice que si se hace su amigo se hará todo lo rico que
quiera, pero que tenía que robar. El hombre hace lo que le dice el demonio y allá donde va el
demonio le abre la puerta y le saca de la cárcel, hasta que un día le dice eso es lo que suele
hacer con sus amigos, llevarlos a un punto límite para que mueran.

o Moraleja: Si en Dios no confías mal no esperes que te ayude a nada. El que en Dios no
pone su confianza tendrá muy mala muerte; sufrirá malandanzas.

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