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Lo que sucedió a un rey y a un ministro suyo (I): Un amigo del conde le ofrece venderle sus tierras y el conde le pide

consejo a Patronio. Este


le cuenta la historia de un ministro al que quisieron poner en contra del rey por la envidia que le tenían, diciendo que este ministro quería matarle a él y a su hijo
para quedarse con el poder. El rey, al enterarse de esto, le quiso poner a prueba diciendo que se iba y que le dejaba al mando, pero pudo comprobar su lealtad
al contestarle el ministro que le acompañaría a donde quiera que fuese.

Lo que sucedió a un hombre bueno con su hijo (II): El conde pide consejo a Patronio porque tiene que hacer una cosa por la que la gente le
criticaría, pero que si no la hacia le criticarían igual. Entonces este le cuenta la historia de un labrador que iba paseando con su hijo y con un buey. La gente al
pasar les iba criticando por no ir montados en el buey, pero si iban montados les criticaban porque les daba pena el buey. El hijo aprendió que, puesto que no
todo lo que hiciera estaría bien para todo el mundo, debía aprender a hacer lo que a él le beneficiara.

Lo que sucedió al rey Ricardo de Inglaterra cuando saltó al mar para luchar contra los moros (III): El conde le pide
consejo a Patronio para que Dios le perdone sus pecados y no ir al infierno. Patronio le cuenta la historia del rey Ricardo de Inglaterra que se ganó el cielo por
arriesgar su vida al tirarse al mar para perseguir a los moros. Por eso, el consejo que recibe el conde es que luche contra los moros y que antes de irse a la batalla
haga penitencia de sus pecados.

Lo que, al morirse, dijo un genovés a su alma (IV) : El conde le pide consejo a Patronio para saber si debe empezar en una nueva empresa.
Pratonio le dice que no se arriesgue y le cuenta la historia de un genovés, que al morir, le pide a su alma que se quede dentro de su cuerpo.

Lo que sucedió a una zorra con un cuervo que tenía un pedazo de queso en el pico (V): Un amigo del conde le empieza a
halagar y después le propone un negocio. El conde le pregunta a Patronio que debería hacer. Este le cuenta la historia de un cuervo que tenia un queso en el
pico y una zorra que quería ese queso. La zorra halaga exageradamente al cuervo y le pide que cante porque quiere oír su voz. El cuervo abre el pico para cantar
pero se le cae el queso al suelo y la zorra se lo lleva.

Lo que sucedió a la golondrina con los otros pájaros cuando vio sembrar el lino (VI): El conde quiere saber que debe hacer
ante unos rumores que hablan de que sus vecinos se preparan para hacerle daño. Patronio le cuenta la historia de que, cuando el hombre plantó el lino, una
golondrina intentó avisar a los otros pájaros para que lo arrancaran, ya que con ese lino harían redes para cazarles. Al ver la golondrina que los demás no la
hacían caso decidió hacerse amiga del hombre, mientras que los demás pájaros eran cazados con las redes de lino. Los otros pájaros intentaron arrancar el lino
para que el hombre no hiciese mas redes, pero las raíces de la planta estaban ya demasiado arraigadas.

Lo que sucedió a una mujer que se llamaba doña Truhana (VII): El conde le pide consejo a Patronio sobre un negocio que le han
propuesto que, si ocurrieran determinadas cosas después, le aportarían muchos beneficios. Patronio le cuenta la historia de doña Truhana, que fue al mercado a
vender una olla de miel que llevaba en la cabeza. Iba pensando en el dinero que ganaría y en que se podría ir comprando mas cosas con ese dinero. Cuando ya
se imaginaba con mucho dinero, se rió y se dio un golpe en la frente con la mano sin darse cuenta. Así se le cayo la olla a Truhana y tuvo que olvidarse de todos
sus sueños. El consejo que Patronio le da es que evite las cosas fantásticas y confíe en las ciertas.

Lo que sucedió a un hombre al que tenían que limpiarle el hígado (VIII): El conde le pide consejo a Patronio porque la gente le
pedía dinero y el no tenia para dejarles. Patronio le cuenta que una vez le abrieron el costado a un hombre para a limpiarle el hígado y otro hombre pidió un
trozo de hígado para dárselo a su gato. Con esto le dice al conde que se perjudicará si l presta dinero a quien no lo necesita.

Lo que sucedió a los dos caballos con el león (IX): Un enemigo del conde le propone unirse a él para vencer a un enemigo común muy
poderoso, y el conde no sabe que pensar. Patronio le cuenta la historia de dos caballos que tenían que vivir juntos pero que siempre se estaban peleando. Por
eso los dueños les dejaron cerca de un león para que se los comiera, pero al verse los caballos en peligro, se unieron para derrotarle y a partir de entonces se
hicieron amigos.

Lo que ocurrió a un hombre que por pobreza y falta de otro alimento comía altramuces (X): El conde le cuenta a Patronio
que necesita dinero y este le cuenta la historia de dos hombres que eran ricos y se empobrecieron. El primero estaba muy disgustado porque solo conseguía
para comer altramuces, pero el segundo se alimentaba únicamente de las cascaras que el primero tiraba. El consejo que le da Patronio es que no se preocupe
porque siempre habrá alguien mas pobre que él.

Lo que sucedió a un deán de Santiago con don Illán, el mago de Toledo (XI): El conde le hace un favor a alguien que dice que le
va a recompensar, pero nunca quería devolverle el favor. El conde, que no sabe que hacer, le pide consejo a Patronio, que le cuenta la historia de un deán que
va a Toledo a estudiar nigromancia. Este le promete a Illán que si le enseñaba todo lo que sabia, en el futuro se tendría que acordar de él y agradecérselo. Un día
se murió el tío del deán, el arzobispo, y le dejo en su puesto. Según el deán iba subiendo de puesto iba dejando su antiguo cargo a otras personas, aunque Illan le
pedía que le diera algún puesto a su hijo. Cuando el deán llegó a papa Illan volvió a recordarle que le debía un favor, pero el deán dijo que si no le dejaba en paz
haria que le encerrasen por hereje y por vivir de la nigromancia.

Lo que sucedió a la zorra con un gallo (XII): El conde le pregunta a Patronio si debe hacer caso a los que le han dicho que cuando esté en
guerra se ocupe de sus feudos más fuertes y deje solos los que están apartados. Patronio le cuenta la historia de un gallo que para protegerse de una zorra se
subió a un árbol. Aunque allí estaba seguro, se asusto cuando la zorra comenzó a mover el árbol y saltó a otro árbol. El gallo salto de árbol en árbol hasta que se
calló y la zorra se lo comió. Así, Patronio le aconseja que proteja bien lo primero que tenga para que lo demás no se lo quiten y que no se asuste sin razón.

Lo que sucedió a un hombre que cazaba perdices (XIII): El conde le pide consejo a Patronio para saber que hacer con las personas que le
hacen daño y dicen que lo hacen por necesidad. Patronio le cuenta la historia de un hombre que, mientras mataba perdices, lloraba por el viento que le pasaba
en la cara. Una de las perdices decía que aunque el hombre las mataba era un buen hombre porque les compadecía. Otra perdiz que estaba libre le dio gracias a
Dios por salvarla de la gente que hiere y que simula sentirlo.
Milagro que hizo Santo Domingo cuando predicó en el entierro de un comerciante (XIV): El conde le pregunta a Patronio si
es verdad que le conviene recaudar la mayor fortuna posible. Este le cuenta la historia de un hombre muy codicioso y que tenia mucho dinero. Cuando cayó
enfermo de muerte llamó a un fraile para que salvase su alma, pero los hijos no le dejaron verle porque pensaron que le iba a pedir a cambio toda su fortuna.
Cuando el hombre murió el fraile dijo que su corazón estaba en el lugar donde guardaba su dinero, y al comprobarlo encontraron su corazón su corazón lleno de
gusanos y podrido. Patronio le aconseja que lo importante es realizar buenas obras para alcanzar la gracia de Dios y la buena fama.

Lo que sucedió a don Lorenzo Suárez en el sitio de Sevilla (XV): El conde tiene miedo de que un rey enemigo con el que paró la
guerra quiera volver a luchar. Patronio le cuenta la historia de tres caballeros que fueron a combatir contra los moros para averiguar cual era el mejor. Los dos
primeros se lanzaron contra los moros, pero el tercero esperó serenamente a ser atacado y entonces se defendió. Patronio le aconseja que haga como el tercer
caballero y que no ataque por miedo a ser atacado, sino que espere a que el enemigo de el primer paso.

La respuesta que le dio el conde Fernán González a Nuño Laínez, su pariente (XVI): El conde le cuenta a Patronio que ya no
es joven y quiere descansar. Patronio le habla del conde Fernan González, a quien quisieron convencer de que descansara de la guerra, pero que no aceptó
porque quería morir en combate para que su nombre no se olvidara.

Lo que sucedió a un hombre con otro que lo convidó a comer (XVII): El conde no sabe si aceptar una cosa que le vendría bien
tenerla, pero que se la han ofrecido por cumplido. Patronio le cuenta la historia de un hombre rico que se empobreció y pasaba hambre. Este hombre paso por
casa de un conocido que le invitó a comer por cumplido, y aceptó porque tenia mucha hambre. Desde entonces Dios le dio los medios para salir de la pobreza. El
consejo de Patronio fue que aceptara dando a entender que lo hace por que se lo han ofrecido y que no se haga de rogar porque pueden retirar la oferta.

Lo que sucedió a don Pedro Meléndez de Valdés cuando se rompió una pierna (XVIII): El conde y un enemigo suyo han
quedado en ir a una finca y el que primero llegue se la queda, pero el conde está enfermo y no puede ir. Patronio le cuenta la historia de Pedro Meléndez, a
quien acusaron injustamente sus enemigos y el rey le mandó matar por eso. De camino a ver al rey, Pedro se cayo por una escalera y se rompió una pierna y no
pudo ir a ver al rey en bastante tiempo. En ese tiempo el rey se enteró de que las acusaciones eran falsas. El consejo que le da Patronio es que Dios siempre va a
hacer lo mejor para él.

Lo que sucedió a los cuervos con los búhos (XIX): Al conde llega un pariente de su enemigo. Este ha discutido con el enemigo, por lo que se
ofrece para ayudar al conde como venganza. Al no saber qué hacer le pide a Patronio consejo, que le cuenta una historia sobre los cuervos y los búhos que
estaban en guerra. Un cuervo desplumado fue dónde estaban los búhos diciendo haber sido atacado por los cuervos por aconsejarles terminar la guerra y quería
vengarse de ellos. Volvió con los cuervos tras decirle a los búhos que les revelaría su escondite, pero en realidad hizo lo contrario y los cuervos atacaron por
sorpresa a los búhos. El consejo que le da Patronio es que no crea al pariente, porque tiene sangre enemiga.

Lo que sucedió a un rey con un hombre que le dijo que sabía hacer oro (XX): Un hombre le dice al conde que si le da dinero para
comenzar, él puede proporcionarle muchas riquezas, y el conde no sabe que hacer. Patronio le cuenta la historia de un pícaro pobre que va a ver al rey y le
ofrece unas bolitas de oro, prometiendo que fabricaban más oro. El rey no sabía que cada bolita estaba fabricada con una sola moneda, mientras que pagaba
tres por cada una. El pícaro fundió una bolita con cosas comunes y sacó una moneda. El rey le mandó hacer un viaje para comprar mas, pero el pícaro
desapareció con todo el dinero. El consejo de Patronio es que no se guíe en asuntos de dinero por consejos de un pobre.

Lo que sucedió a un rey joven con un filósofo a quien su padre lo había encomendado (XXI): El conde acoge al hijo de un
pariente difunto pero teme que la mocedad le haga comportarse mal. Patronio le cuenta la historia del hijo de un rey que le sucedió a su muerte ayudado por un
filósofo. Cuando llegó a la mocedad descuidó sus deberes. El filósofo le dijo que sabía interpretar la voz de las aves, y que hasta las cornejas hablaban de lo mal
rey que era. El mozo lo sintió y se enderezó. El consejo que le dio Patronio fue que no riñera al joven, porque se enemistaría con él, sino que le persuadiera con
razones.

Lo que sucedió al león y al toro (XXII): Al conde le han dicho que un amigo quiere romper su amistad con él y le pide consejo a Patronio. Este le
cuenta la historia de el león y el toro que juntos dominaban a todos los animales. Los animales les pusieron en contra y se enemistaron, dejando de ser
superiores a los otros. El consejo de Patronio es que se asegure de las intenciones de su amigo, porque les conviene ayudarse mutuamente.

Lo que hacen las hormigas para mantenerse (XXIII): Al conde le dicen que ya es lo bastante rico como para no volver a trabajar y le pide
consejo a Patronio. Este le pone el ejemplo de la hormiga que recoge alimento cada año para el invierno y le dice que no viva siempre con el mismo dinero, que
la forma de morir honradamente es moviendo siempre dinero.

Lo que sucedió a un rey que quería probar a sus tres hijos (XXIV): El conde le pregunta a Patronio como saber cuales, de los
mancebos de su casa, llegarán a ser hombres de provecho. Patronio le cuenta la historia de un rey moro que tenía tres hijos y debía elegir a uno como rey así
que les mandó a dar un paseo por la cuidad. Al regresar, los dos primeros solo dijeron que la ciudad era bonita. El tercero comentó a su padre que no le parecía
un buen rey, ya que, habiendo tan buena gente, no le pertenecían todos. El consejo es que por los dichos y hechos se puede conocer lo que llegará a ser el
mancebo.

Lo que sucedió al conde de Provenza con Saladino, que era sultán de Babilonia (XXV): Un vasallo pide consejo al conde para
buscar el modo más ventajoso de casar a una parienta. El conde pregunta a Patronio que le debe contestar y éste le cuenta la historia de la hija del conde de
Provenza, que se casó con el más valiente e inteligente, aunque no era el más rico.

Lo que sucedió al árbol de la Mentira (XXVI): El conde pide consejo a Patronio sobre cómo comportarse con alguien que siempre le miente.
Patronio le cuenta la historia del árbol de la Mentira. Esta narración habla de que la Verdad y la Mentira plantaron un árbol, quedándose la Mentira con las
ramas y la Verdad con las raíces. La Mentira florecio en las ramas y todo el mundo iba a visitarla, hasta que la Verdad, cansada, se comió las raíces. Entonces el
viento derribó el árbol hiriendo a los que contemplaban las ramas. El consejo es que se aferre a la verdad, aunque la mentira sea más atractiva.

Lo que sucedió con sus mujeres a un emperador y a Álvar Fáñez Minaya (XXVII): El conde pregunta a Patronio como corregir a
sus hermanos, ya que uno de ellos no se despega de su mujer, mientras que el otro ni entra en casa. Patronio le cuenta dos historias: la primera sobre un
emperador, cuya esposa hacia siempre lo contrario a sus deseos. Al no poderse separar de ella, le advirtió que no tocara un veneno, lo cual hizo ella y murió. La
segunda historia es sobre don Alvar Fáñez, cuya esposa le aconsejaba pero no dominaba, lo que demostró a su sobrino cuando ella corroboró sus palabras al
decir que una vaca era una yegua. Patronio dice que el problema de sus hermanos es que sus mujeres son muy diferentes y no están enseñadas a que el que
manda es el hombre.

Lo que sucedió a don Lorenzo Suárez Gallinato (XXVIII): El conde le pregunta a Patronio si debe acoger en su casa a un buen hombre
sobre el que hay ciertos rumores. Patronio le cuenta la historia de un hombre al que le dicen si no tiene miedo de ir al infierno, ya que siendo cristiano, ayudó a
los moros. Este responde que no, porque dio muerte a un clérigo que quiso enseñar su doctrina a los moros. El consejo es que si no se sabe el porqué de los
rumores, no hay que juzgar.

Lo que sucedió a una zorra que se tendió en la calle y se hizo la muerta (XXIX): Un pariente del conde sufre numerosos
atropellos que no puede evitar, por lo que todos esperan algún fallo para ir a por él. Patronio le cuenta la historia de una zorra que se metió a un corral y se
comió las gallinas. Luego se fingió muerta para pasar desapercibida y luego escapar. Un hombre que la vio le arrancó el pelo para protegerse del mal de ojo y
otro le quitó un diente, pero la zorra no se movió. Pero llegó uno que le quiso quitar el corazón y la zorra se fue corriendo. El consejo es que mientras los daños
sean pequeños, que los aguante como si no le molestaran.

Lo que sucedió al Rey Abenabet de Sevilla con Romaiquía, su mujer (XXX): El conde le dice a Patronio que qué debe hacer con
un hombre que siempre le pide dinero, pero nunca parece estar satisfecho. Patronio le cuenta la historia del rey Abenabet, cuya esposa era muy caprichosa y
aunque él le daba todos los caprichos, ella jamás estaba contenta. El consejo es que no sacrifique su provecho por alguien que no agradece lo que hace.

Lo que ocurrió entre los canónigos y los franciscanos en París (XXXI): El conde y un amigo tienen un plan, pero no lo pueden realizar
en ese momento ya que el amigo no está, por lo que pide consejo a Patronio para saber si debe hacerlo ya o esperar a su amigo. Patronio le cuenta una historia
sobre unos canónigos que querían ser los primeros en tocar las campanas, mientras que los frailes no deseaban esperar al toque para empezar sus oraciones. El
Papa dijo que tocara las campanas quien primero se levantara. El consejo es que si lo puede hacer lo haga sin perder la oportunidad.

Lo que sucedió a un rey con los burladores que hicieron el paño (XXXII): Al conde le proponen un negocio muy ventajoso, pero
secreto y le pregunta a Patronio si lo debe aceptar. Este le cuenta la historia de tres pícaros que engañaron al rey haciéndole creer que podían tejer una tela que
solo podían ver los hijos legítimos. El rey se vistió con esa tela y los esclavos dijeron que no veían nada; así poco a poco se dieron cuenta del engaño. El consejo
es que no se fíe del que quiera mucho bien para él sin conocerlo.

Lo que sucedió a un halcón sacre del infante don Manuel con una garza y un águila (XXXIII): El conde acaba de terminar
una guerra y le pregunta a Patronio si debe descansar o empezar otra. Patronio le cuenta la historia de un halcón que quería atacar una garza, pero un águila la
defendía. El halcón, tras muchos intentos, logró romper el ala del águila que cayó al suelo y mientras pudo matar a la garza. El consejo es que debe luchar para
defender la religión y que Dios esté orgulloso de él.

Lo que sucedió a un ciego que llevaba a otro (XXXIV): Un familiar del conde le aconseja ir a un lugar seguro que a él le atemoriza. Patronio
le cuenta la historia de un ciego que convenció a otro para hacer un viaje que le parecía seguro. Al llegar a ese sitio, el ciego se cayó y el otro, que iba detrás,
cayó también. El consejo es que si el peligro es real, no se meta en él aunque el familiar le aconseje lo contrario.

Lo que sucedió a un mancebo que casó con una muchacha muy rebelde (XXXV): El conde es preguntado por un hombre si
debe tomar como esposa a una rica mujer con muy mal carácter y el conde se lo pregunta a Patronio. Este le cuenta una historia sobre otro hombre que tomó
por esposa a una rica y malhumorada mujer. Estando su esposa delante, ordenó primero a un perro, después a un gato y por último a su caballo, que le trajeran
agua y como no lo hicieron, les mató. La mujer, al ver esto, tuvo miedo y desde entonces le obedecía ciegamente. El suegro quiso hacer lo mismo y mató,
delante de su mujer, un gallo que le desobedecía. La mujer le dijo que ya era tarde para intentar cambiarla después de tantos años. El consejo es que se case con
esa mujer si sabe como llevar su casa, y que se muestre firme con ella desde un principio.

Lo que sucedió a un mercader que encontró a su mujer y a su hijo durmiendo juntos (XXXVI): El conde estaba muy
enfadado por algo que le habían dicho y quería una gran venganza. Patronio le aconsejo con esta historia: Un mercader volvió a su casa después de veinte años y
vio que su mujer llamaba marido a un hombre que él no sabía era su hijo. Pensó matar a ambos, pero recordó el consejo de un sabio, que decía que no hay que
actuar sin antes saber la verdad. Luego comprobó que era su hijo y le dio gracias a Dios por no haberlos matado. El consejo es que no hay que hacer nada
precipitado, sin estar muy seguros.

Respuesta que dio el conde Fernán González a los suyos después de la batalla de Hacinas (XXXVII): El conde acababa
de llegar de una guerra y le avisaron que había otra, así que le pregunta a Patronio si debe ir o descansar. Este le contesta hablándole del conde Fernan
González, que acababa de terminar una guerra cuando le avisaron que le iban a atacar. Entonces animó a todos sus caballeros y consiguió defender sus tierras.
Patronio le aconseja que valla a la guerra porque las heridas viejas se curan con las heridas nuevas.

Lo que sucedió a un hombre que iba cargado con piedras preciosas y se ahogó en el río (XXXVIII): El conde estaba
considerando el quedarse en un sitio donde gana mucho dinero, aunque corre peligro. Patronio le cuenta la historia de un hombre que tenia muchas piedras
preciosas, que pesaban tanto, que cuando fue a cruzar un río se hundió por no querer desprenderse de ellas. Con este cuento Patronio le quiere decir que no
arriesgue su vida por codicia.
Lo que sucedió a un hombre con las golondrinas y los gorriones (XXXIX): El conde tiene que ir a la guerra con uno de sus dos
vecinos, y le pide consejo a Patronio porque no sabe con cual, ya que el más cercano es el menos poderoso. Patronio le cuenta la historia de un hombre al que le
molestaba el ruido de las golondrinas y de los gorriones. Le dieron a elegir para deshacerse de una de las dos especies y pensó que, aunque las golondrinas
hacían mas ruido, los gorriones estaban siempre cerca de su casa. Por eso se deshizo de los gorriones. Patronio le aconseja que ataque al más cercano, no al que
tenga mas poder.

Causas por las que perdió su alma un general de Carcasona (XL): El conde le pregunta a Patronio que debe hacer para que, al morir,
quede de él una buena fama y librarse de los pecados. Este le cuenta la historia de un hombre que dijo que cuando se muriera quería que hiciesen por él una
serie de buenas obras. Aunque las hicieron, ese hombre fue al infierno porque las buenas obras las tenia que haber hecho en vida.

Lo que sucedió a un rey de Córdoba llamado Alhaquen (XLI): El conde no sabe que hacer con unas personas que se burlaban de él por
unos pequeños inventos que había incorporado en el mundo de la caza. Patronio le cuenta la historia de un rey de Córdoba que solo se preocupaba de vivir bien.
Este rey empezó añadiéndoles piezas a unos instrumentos musicales y termino construyendo una mezquita. Patronio le aconseja que intente construir cosas
grandes para que se le recuerde.

Lo que sucedió al diablo con una falsa devota (XLII): El conde le pregunta a Patronio con que puede hacer un hombre mas daño, si
peleando, robando, matando o mintiendo, y Patronio le cuenta la historia de un matrimonio que se llevaba muy bien y que el demonio le quería separar. Al
creer el demonio que era imposible separarlos confió en una mujer que dijo que podía. Esta entró a servir a su casa y le dijo a la mujer que a su marido le
gustaba otra y que para recuperarlo tenía que quitarle los pelos de la barba, de la parte del cuello, y la dio una navaja para que lo hiciera. Por otra parte le dijo al
marido que su mujer tenia pensado degollarle con una navaja para irse con su amante. Cuando el hombre vio que la mujer sacaba la navaja, se la quitó y la
mató. Al enterarse de esto en el pueblo, unos quisieron vengarse de otros hasta que reinó el caos. Patronio le dice que el peor hombre es el que finge ser leal
pero en realidad miente a unos y a otros por el placer de enfrentarlos.

Lo que sucedió al Bien con el Mal y al cuerdo con el loco (XLIII): El conde quiere saber como debe portarse con dos vecinos que le
perjudican, al los a uno tiene aprecio y al otro no. Patronio le cuenta dos historias: la primera sobre el Bien y el Mal que se van a vivir juntos. Se repartían todos
sus bienes a partes iguales, y una vez buscaron a una mujer que los sirviera. De ésta el Mal se quedó con la parte de abajo y el Bien con la de arriba. La mujer se
quedó embarazada y cuando tuvo que dar de mamar a su hijo el Bien no se lo permitió. Tras muchos esfuerzos el Mal convenció al Bien para que permitiera a su
hijo poder alimentarse, pero antes tenía que afirmar que “por medio del bien vence el Bien al Mal”. La segunda historia trata de un hombre que tiraba piedras a
la gente cuando estaban en los baños y les espantaban. Un día, el dueño de los baños hizo que se iba a bañar y cuando el loco apareció le tiró piedras. Salió
entonces el loco gritando que el dueño de los baños había perdido el juicio.

Lo que sucedió a don Pedro Ruy González de Ceballos y a don Gutierre Ruiz de Blanquillo con el conde
Rodrigo el Franco (XLIV): El conde le pide consejo a Patronio sobre que pensar de dos vasallos suyos que, en plena guerra, se fueron con su enemigo.
Este le cuenta la historia de tres vasallos del conde don Rodrigo, que cuando este enfermó de lepra y quiso ir a morir a Tierra Santa, le llevaron y le cuidaron. Se
quedaron con él hasta que murió, lo llevaron de vuelta a Castilla y no dejaron que nadie tocara el cadáver. Por ser tan buenos Dios les recompensó. Patronio
dice que si esos vasallos no son leales es peor para ellos porque no serán recompensados.

Lo que sucedió a un hombre que se hizo amigo y vasallo del diablo (XLV): El conde le pregunta a Patronio si debe dejar que un
hombre le adivine el futuro, o si es pecado. Patronio le cuenta la historia de un hombre rico que se queda sin dinero y hace un pacto con el diablo para volver a
ser rico. El diablo le dijo que, para conseguir riquezas, solo tenía que robar, y que él le iba a ayudar. Cuando metían al hombre en la cárcel el diablo siempre le
sacaba. Hasta que una vez, cuando estaba todo preparado para ahorcarle, apareció el diablo con una bolsa para que se la diera al juez. Pensando que era dinero,
se la dio convencido de que así se libraría, pero resultó ser una soga y le ahorcaron allí mismo con ella. Patronio le dice que confíe en Dios y no le tiente con
brujería.

Lo que sucedió a un filósofo que por casualidad entró en una calle donde vivían malas mujeres (XLVI): El conde le
pregunta a Patronio cual seria una forma de acrecentar su fama y mantenerla “limpia”. Patronio le cuenta una historia de un reconocido filósofo que tenia una
enfermedad y tuvo que evacuar en un callejón donde estaban las mujeres publicas, pero él no lo sabía. Al verle la gente salir tan tarde de allí, y con tan mala
cara, que su reputación fue muy mala. Patronio le dice que para aumentar su fama tiene que agradar a Dios para que este le ayude a no hacer nada que la gente
pueda interpretar.

Lo que sucedió a un moro con una hermana suya que decía ser muy miedosa (XLVII): El conde tiene un hermano que,
aunque le pide ayuda, no le presta la suya al conde nunca. Entonces le cuenta Patronio la historia de un moro que mantenía a su hermana robándoles las
mortajas a los muertos. Una vez se murió un hombre muy rico y su hermana, que era muy delicada, fue con él. Cuando le fueron a quitar la ropa, se dieron
cuenta que la única manera era romper la tela, que era muy valiosa. Así que la hermana, sin pensarlo, le cortó el cuello al muerto y le quitó la ropa. El moro le
recordó que no podía ser tan frágil cuando había hacho eso. Patronio le aconseja que si no le perjudica, le ayude, pero si le va a perjudicar que no le ayude.

Lo que sucedió a uno que probaba a sus amigos (XLVIII): El conde quiere saber como comprobar si los que dicen ser sus amigos lo son de
verdad. Patronio le cuenta la historia de un joven quien su padre le aconseja que pruebe a sus amigos diciendo que había matado a alguien. Los que decían ser
sus amigos le dijeron que no querían saber nada. Le dijo lo mismo a un amigo de su padre y este dijo que le encubriría. Poco tiempo después, se produce en el
pueblo un asesinato y piensan que el culpable es el joven. Entonces el amigo del padre hace confesar a su propio hijo de que ha sido el asesino. Patronio dice
que el mejor amigo es Dios porque dio su vida por los demás.

Lo que sucedió al que dejaron desnudo en una isla al acabar su mandato (XLIX): El conde está pensando en aumentar su
riqueza y le pregunta a Patronio si lo debe hacer. Este le cuenta la historia de un sitio donde elegían a su señor y, tras un año de gobierno, le abandonaban
desnudo en una isla. Uno de los señores, sabiendo esto, mandó hacer en secreto una casa en la isla, de modo que cuando le enviaron allí, vivió muy bien. El
consejo es que haga buenas obras ya, que cuando se muera, los bienes de nada valdrán.

Lo que sucedió a Saladino con la mujer de un vasallo suyo (L): El conde pregunta a Patronio cual es la mejor cualidad del hombre.
Patronio le contesta contándole la historia de Saladino, que se alojó en casa de un caballero y se enamoró de la mujer de éste. Para conseguir sus favores, envió
lejos al esposo y volvió a la casa solicitando el amor de ella, quien le respondió que, antes de nada, debería decirle cual era la mejor cualidad que el hombre
pudiera tener. Saladino viajó por todo el mundo buscando respuesta, hasta que le dijeron que esta virtud era la vergüenza. Regresó junto a la mujer que le hizo
ver que, por vergüenza, no debía pedir su amor y quedaron como amigos.

Lo que sucedió a un rey cristiano que era muy poderoso y muy soberbio (LI): El conde pregunta a Patronio si es más conveniente
la humildad o la soberbia. Patronio le cuenta la historia de un rey tan soberbio que Dios le castigó haciéndole vivir como un mendigo mientras un ángel ocupaba
su lugar. Cuando el rey se dio cuenta de sus pecados, Dios le devolvió su trono. El consejo es que sea humilde, ya que a Dios le gusta más que la soberbia.

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