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Compostar ya sea con o sin lombrices (lo que se conoce como lombricomposta o
vermicompostaje) es una técnica sencilla de aplicar y de la que obtener grandes resultados. Sin
embargo, a menudo pueden aparecer ciertos problemas derivados de la falta de oxígeno o
excesos de humedad. Vamos a aprender a identificar y solucionar dichos problemas con el
compost., ya verás como tienen fácil solución.
Estos son los artículos que más se asemejan a lo que vamos a hablar hoy. Si bien
anteriormente hemos mencionando ligeramente los problemas que podían aparecer, a raíz de
algunas preguntas que nos han hecho, hoy os contamos los primeros indicios de cuando no
estamos haciendo correctamente el compost.
Ya sea porque estamos en un clima dispar o bien porque nos estamos excediendo con algo, los
siguientes problemas que pueden aparecer son los siguientes:
Cuando no podemos ni acercarnos a nuestra pila de compost es que algo malo está pasando.
No debemos acostumbrarnos a pensar que por disponer de residuos como por ejemplo restos
de nuestra cocina, ya tienen que oler mal (como también ocurre con los extractos de plantas).
En definitiva, tienes unos residuos excesivamente húmedos (el agua ha desplazado el oxígeno),
duros y apelmazados. Como fermentan, producen un olor desagradable.
Solución
Airea mediante volteos con una pala o rastrillo. Hay que permitir que entre oxígeno a la
mezcla. Para contrarrestar el exceso de humedad puedes añadir materiales secos o bien dejar
abierta la tapa del compostador si hace Sol. Ello permitirá que se sequen los residuos.
La pila de compost se encuentra excesivamente seca
Además, esto es un ciclo cerrado. Cuanta menos agua, más aumenta la temperatura y por
tanto más evaporación se produce.
Solución:
La única solución ante una pila de compostaje seca es añadir agua. Puedes regar con cubos,
con manguera o regadera. Aporta agua y remueve para que toda la mezcla disponga de
humedad suficiente, así como para que los microorganismos puedan trabajar de manera
eficiente y baje la temperatura del montón.
Si pasan las semanas e incluso los meses y no ves cambios en tu compost es porque la pila no
ha alcanzado temperatura suficiente como para poder degradar los materiales que hay en él.
Esto se debe a que hay una mala relación C/N, te hace falta añadir más materiales a tu pila,
falta agua u oxígeno o, definitivamente, estás en el puro invierno y no hay calor suficiente.
Solución:
Con los primeros problemas la solución era sencilla. Si no hay suficientes materiales hay que
añadir más, si falta humedad hay que añadir agua, si falta oxígeno hay que airear. En cambio, si
hace mucho frío en tu zona, poco puedes hacer más que proteger muy bien tu compostador o
bien esperar a que las temperaturas aumenten.
Solución:
Por un lado seguramente dispongas de excesiva humedad en el montón, además de que has
añadido demasiados materiales ricos en nitrógeno, por lo que tendrás que contrarrestarlos
con Carbono. En cuanto a la humedad sigue los pasos anteriormente comentados. Voltea y
deja secar.
No hay nada malo si aparecen este tipo de insectos. Pensándolo bien no estamos haciendo
nada malo, lo único es que hemos depositado residuos frescos a la pila de compost y no los
hemos tapado con el resto de productos. Al estar aún frescos, es un medio de atracción para
este tipo de organismos.
Solución:
Aunque no sucede nada malo, si que llega a ser molesto e incluso se puede interpretar como
desagradable, por lo que lo mejor es remover los restos y mezclarlos bien. De esta manera los
insectos no tendrán acceso completo a estos elementos frescos.
Un libro que podrá ayudarte en la andadura del compost es el de «cómo hacer un buen
compost«, del magnífico Mariano Bueno. Una obra de arte de fácil lectura que te adentrará en
todos los entresijos de la fabricación de un buen compost.