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Tania Sexton
LIBERACIÓN
Más allá del dolor
ISBN: 9788419542946
ISBN ebook: 9788419941503
Tania Sexton
Capítulo 1
Adam».
***
***
Me faltan palabras para decirte lo mucho que te quiero. Tal vez, cuando
leas estas líneas, estarás enfadada conmigo, tal vez me odies por dejarte
sola, y creerás que el dolor es insoportable. Eres fuerte, y lo sabes, y vas a
salir adelante, estoy convencido. De todos modos, quiero que vayas con tu
abuela, sí, ya sé que es un poco brusca, muy suya, pero te quiere, y te
ayudará a encontrar un camino. Lo que voy a hacer es lo mejor. Solo, no
podría seguir, la vergüenza sería superior a la fuerza, y a tu lado, sería una
carga.
Perdóname, mi preciosa Cecily.
Tu padre que te quiere hasta doler.
La violación de Coira
Estaba dolida, molesta, y lo echaba en falta, pero a veces
lo sentía tan lejano, que estaba convencida de que nunca lo
iba a alcanzar.
Él debería estar con ella, pero su tío, el que le iba a dejar
el título y una enorme herencia para hacerlo más rico de lo
que era, se había puesto muy enfermo y no sabían cuánto
tiempo duraría.
—Vete a la fiesta con tus padres. No es necesario que
estés aquí esperando lo que pueda pasar —le dijo con
semblante serio.
—¿Estás seguro? ¿No te molesta? —preguntó con
prudencia, pues la relación entre ellos estaba cada vez más
tirante.
—No, no me molesta —contestó con frialdad.
Coira se lo tomó al pie de la letra, pensando que les
vendría bien estar unos días alejados el uno del otro, y
cuando comenzara el nuevo año, seguro que volverían las
cosas a su cauce, seguro que volvería a enamorarse de ella.
Llamó a sus padres, seleccionó uno de los muchos
vestidos de noche que tenía sin estrenar, y la Noche Vieja
de 1925 estaba disfrutando de la magnífica fiesta en la
mansión de unos amigos.
Al poco de recibir el año nuevo, sus padres se retiraron, y
como ellos, muchas otras parejas de cierta edad. La madre
estuvo a punto de decirle que hiciera lo mismo, que era una
mujer casada y no estaba su marido, pero el esposo le
susurró:
—Déjala, que se divierta. A fin de cuenta, ha sido su
marido el que ha permitido esto.
Coira lo celebró por dentro, así se podía comportar de
manera más desinhibida, sin tener que aguantar las
miradas de mamá, o su padrastro.
El tiempo fue pasando mientras ella bailaba con la
mayoría de los hombres solteros que se lo ofrecieron,
mientras bebía copa tras copa de champán. Llegó un
momento en que estaba tan mareada, que decidió irse a su
alcoba, pero en ese momento apareció el primo de Duncan,
con sus amigos, y con risas tontas, bailó con uno detrás de
otro.
Y bebió un poco más.
A las dos de la madrugada, no se tenía en pie, y cuando
enfiló por el gran pasillo buscando su alcoba, sintió unos
brazos que la cogieron por la cintura y evitaron que cayera
al suelo.
Adam y Ben la llevaron hasta la alcoba, pues Lion había
desaparecido con una conquista.
La mujer farfullaba palabras sueltas:
—¡Oh, señor! Qué mal me encuentro. No tendría que
haber bebido tanto —logró pronunciar, sintiendo que le
costaba hablar, que no vocalizaba correctamente.
—No te preocupes, querida Coria. Nosotros te ayudamos,
¿verdad? —preguntó Adam mirando a Ben, sin mencionar
nombres que no eran necesarios.
—Claro. Lo que haga falta por la bella Coria.
Mientras llegaban a la habitación, y teniendo la suerte de
que no se cruzaron con nadie, Adam la manoseó todo lo que
quiso. Le tocó los pechos, el trasero, y le colocó una mano
en el vientre para decirle que respirase profundamente,
que así se encontraría mejor.
Ella pareció no darse cuenta, y al entrar en la habitación y
cerrar la puerta una vez dentro, Adam y Ben la desnudaron
en unos segundos, ante las risas tontas de la mujer.
—¡Oh! ¡Qué malos sois! Debéis iros ya.
—No somos malos, cariño. Solo queremos ayudar —añadió
Adam.
—Así estarás más cómoda, querida —apuntó Ben.
—¡Oh! —gimió mirándose el cuerpo—. Estoy desnuda. Y
no me encuentro bien. Creo, creo que me… voy a marea…
No acabó la frase, cuando Adam la cogió en brazos, y
soltando un pequeño siseo con sus labios, la dejó en la
cama.
Ben le susurró:
—Duerme, Coria, duerme. Ya estás… a buen recaudo. —
Adam mostró una torcida sonrisa, ante las palabras de su
fiel vasallo.
La mujer estaba tumbada en la cama, pero atravesada de
lado a lado. La cabeza descansaba en el colchón y las
piernas colgaban por el lateral.
—Sujétala, por si despierta —ordenó Adam a Ben,
mientras se quitaba los pantalones y el calzado, y, por
último, el calzoncillo.
No estaba empalmado, pero no le importó.
—¿Está dormida? —preguntó, mientras se tocaba el
miembro.
Ben, sin dejar de mirar a su amigo, observando cómo el
miembro iba creciendo, se excitó de golpe, y esperó la
orden, que no tardó en llegar.
—Como un tronco —contestó sin pestañear, sin dejar de
mirar las manos de su amigo, la polla del hombre por el
que haría lo que fuera.
—Venga —ordenó Adam sin levantar la voz, pero de
manera impaciente.
Ben se acercó y se arrodilló ante él.
En un segundo la tuvo en la boca, y succionó, y lamió con
ansia, chupó con ahínco, queriendo meter la cabeza más
abajo para lamerle los huevos, pero sabiendo que Adam se
lo impediría.
Mientras daba los últimos lametazos, sabiendo, sintiendo
que él reprimía el gozo, que se aguantaba hasta el último
momento, escuchó un gemido, y supo lo que venía después.
Le apartó la cabeza, agarrándolo del pelo, sintiendo la
fuerza que Ben hizo para quedarse, para exprimirlo hasta
el final, para que Adam eyaculara dentro de su boca.
—Ya está bien —concluyó con aspereza—. Quiero follarme
a esa zorra.
Ben se levantó, se abrió la bragueta y sacó su miembro
erecto, pero Adam ni lo miró.
—Sujétala, no quiero que se despierte cuando la esté
follando y se ponga a gritar como una loca.
—Está grogui, no creo que se despierte —añadió Ben,
mientras se acariciaba el miembro.
—¡Hostia! Haz lo que te digo, y mientras me la follo,
córrete en su cara, en sus tetas.
Y así lo hicieron.
Coria ni se enteró.
Mientras Adam entraba y salía, Ben se masturbaba
prácticamente encima del rostro de la belleza rubia, sin
dejar de mirar a su amigo, y Adam, sin dejar de moverse
dentro de ella, observó, jadeando, cómo su amigo soltaba el
esperma, salpicando los pechos de la mujer. Entonces él
hizo lo mismo, apurando hasta el final, cuando las primeras
gotas salían, para correrse en su vientre.
Un rato después, cerraban la puerta de la habitación, no
sin antes mirar con atención, para no encontrarse con
nadie. Y así, volvieron al gran salón donde todavía seguían
bailando algunas parejas, anduvieron un poco más, hasta
llegar a una pequeña sala, donde varios hombres jugaban a
cartas. Pronto se incorporaron al juego, y ahí estuvieron
hasta las cinco de la madrugada.
Cuando Coira despertó a la mañana siguiente, supo que
algo no iba bien.
Estaba hecha un cuatro en el centro de la gran cama,
desnuda, tiritando, y con un dolor de cabeza considerable.
Tapó su cuerpo, y sintiendo un profundo escalofrío, intentó
recordar.
Una lágrima, y luego una catarata, se desbordaron por
sus mejillas, mientras con la mano derecha se tocó entre
los muslos, y entre suspiros, olfateó el olor acre que se
desprendía de su escote, de sus pechos, de su vientre.
Recordó a Adam, y a Ben, cómo la acompañaron.
No se acordaba de nada de lo ocurrido en esa habitación.
Pero sabía que algo había ocurrido.
El siguiente pensamiento fue para su esposo.
Dios del cielo, si llegaba a saber lo que había hecho, le
habían hecho…
Sería el final de su matrimonio.
En ningún momento pensó que la habían violado.
Borracha, y probablemente, ellos también, habían
participado en una orgía.
Sabía que Duncan acudía a ciertos lugares donde
participaba en esos actos, pero ella, ella jamás habría
hecho nada semejante.
Salvo…
Lloró durante unos minutos, se levantó arrastrando las
lágrimas sobrantes, y estando en el excusado, llegó una
doncella.
Hora y media más tarde salió de la habitación
primorosamente vestida, dispuesta a desayunar con su
madre y padrastro, y dando gracias de no encontrarse con
el primo de Duncan y su amigo.
***
FIN
Índice
Capítulo 1 7
Capítulo 2 31
Capítulo 3 67
Capítulo 4 93
Capítulo 5 125
Capítulo 6 149
Capítulo 7 169
Capítulo 8 185
Capítulo 9 199
Capítulo 10 211
Capítulo 11 227
Capítulo 12 239
Capítulo 13 251
Capítulo 14 259
Capítulo 15 273
Capítulo 16 283
Capítulo 17 295
Capítulo 18 307
Capítulo 19 317
Capítulo 20 331
Con el paso del tiempo 341