Le llamamos recesión gingival o de encías a aquella situación en donde el margen de la
encía se aleja de la corona del diente. Al alejarse la encía del diente se exponen partes del diente que no están hechas para soportar la exposición a bacterias, ácidos y azúcares de la misma forma que la parte superior del diente llamada esmalte dental. Esta situación puede llevar a hipersensibilidad al frío y al calor, caries o desgastes de la raíz del diente y problemas estéticos. La recesión puede pasar en personas de cualquier edad y en un gran porcentaje de casos se observa en personas que tienen un muy buen cuidado oral.
CAUSAS DE LA RECESIÓN GINGIVAL:
Cepillarse los dientes muy duro o utilizar cepillos de dientes de cerdas medias o duras La higiene dental insuficiente o mal realizada, promueve la acumulación de placa y la formación de sarro las cuales a su vez dañan los tejidos La enfermedad de las encías periodontales como la gingivitis o periodontitis, son una de las principales causas, ya que se trata de una infección que puede dañar los tejidos y huesos que soportan los dientes El consumo de tabaco, además de provocar una mayor acumulación de placa en los dientes también es vasoconstrictor lo que impide la llegada de sangre afectando el sistema inmunitario y provocando el avance de la enfermedad periodontal Tratamientos de ortodoncia previos El apretar o rechinar los dientes (bruxismo) produce demasiada fuerza en encías y hueso, esto hace posible la retracción Prótesis mal ajustadas La genética (personas con encías y hueso muy delgado) Inserciones musculares que jalan el tejido constantemente. El apretar o rechinar los dientes (bruxismo) produce demasiada fuerza en encías y hueso, esto hace posible la retracción Durante los cambios hormonales como la pubertad, el embarazo o menopausia las encías se sensibilizan esto las vuelve más vulnerables y propensas a la retracción. Los piercings en la lengua o los labios al estar en contacto constante con las encías, estas pueden irritarse y desgastarse. Las maloclusiones dentales pueden provocar que se ejerza demasiada fuerza en las encías y hueso produciendo la retracción.
TRATAMIENTO DE LA RECESIÓN GINGIVAL:
El primer paso es modificar la técnica de cepillado si esta estuviera muy agresiva. Mejorar los hábitos de higiene y alimentación. Evitar el tabaco. Corregir una prótesis mal ajustada. Esto no hace que el tejido vuelva a crecer, pero sí evita que el problema progrese. En casos donde hay enfermedad de las encías, esta se debe de tratar antes por un odontólogo donde se elimina restos de sarro y placa bacteriana del diente. Una vez que todos los factores causantes se hayan modificado se puede realizar un injerto de encía. Visitar al odontólogo mínimo cada 6 meses. PROCEDIMIENTO DE INJERTO DE ENCÍAS Con este procedimiento se obtiene tejido de otra parte de la boca del paciente, usualmente del paladar y se pasa a la zona donde está la recesión. Este mismo procedimiento se puede hacer con aloinjertos (tejido proveniente de un cadáver) o materiales a base de colágeno y así evitar tener que obtener el tejido del paladar. Una vez realizado y sanado el procedimiento la raíz del diente queda parcial o totalmente cubierta y se logra restablecer la unión firme de la encía al diente que protege contra la caries y la hipersensibilidad dental, así como también mejora la estética de la sonrisa.