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Viniegra Mendoza Luis Antonio

Las cinco categorías de la literariedad según Jonathan Culler aplicadas al análisis

literario de “Viento” de Caifanes.

En este trabajo se reflexionará sobre los elementos de la literariedad contenidos en la

canción Viento compuesta por Saúl Hernández e interpretada por el grupo de rock

mexicano Caifanes. Según Jonathan Culler en su Breve introducción a la teoría literaria se

entiende a la literariedad como el conjunto de rasgos distintivos que tratan de responder a la

pregunta “¿Qué es literatura?” (Culler 31). Para que algo se considere como literatura, el

autor propone cinco categorías que se pueden hallar en obras literarias: “la literatura trae a

primer plano el lenguaje; la literatura integra el lenguaje; la literatura es ficción; la literatura

es un objeto estético; la literatura es una construcción intertextual o autorreflexiva.” (41-

46). Para una adecuada didáctica del trabajo, se anexa la letra del objeto a estudiar:

Viento Hasta ver uno vacío

Préstame tu peine Que quiero irme a vivir

Y péiname el alma Pero que sea contigo

Desenrédame Viento amárranos

Fuera de este mundo Tiempo detente muchos años

Dime que no estoy soñándote Viento amárranos

Enséñame Tiempo detente muchos años.

De que estamos hechos (Caifanes)

Que quiero orbitar planetas

Es necesario mencionar que debido a su naturaleza de composición

musical Viento posee un elemento extraliterario que es la música

interpretada por Caifanes. Esto es semejante a la idea aristotélica de la


melopeya como el aderezo más importante de la tragedia (Aristóteles

151).De modo que hay dos maneras en las que el lector puede consumir

este producto: a través del estricto sentido textual de la letra o aderezándolo

a la manera aristotélica junto a la música enriqueciendo la experiencia

cultural. Por motivos teóricos del estudio de la literatura, en este trabajo se

ahondará solo en el sentido textual, aunque es recomendable escuchar la

melopeya de la obra, donde se pueden apreciar distintos matices de voz que

complementan el significado literario. Una vez mencionada esta

particularidad es posible analizar la primera categoría propuesta por Culler

que hace referencia a traer a primer plano el lenguaje. Hay que entender el

concepto traer a primer plano el lenguaje como una extracción lingüística

de las palabras empleadas en la vida cotidiana para concederles un sentido

poético dentro de un texto, conformando así el germen comunicativo de la

literatura (41).

Dentro de este contexto, desde el título de la canción podemos apreciar una clara

puesta de manifiesto del lenguaje: el viento deja de ser concebido como un elemento de la

naturaleza al que se le designaba un signo lingüístico de uso ciertamente recurrente en el

habla para configurarle un nuevo significado. A medida que el consumidor lee o escucha la

canción se percata que el viento hace referencia al paso del tiempo. La voz lírica se resiste

al olvido del momento en el que se encuentra porque al olvidarlo pierde contacto con el ser

amado. En el nuevo concepto de viento se encierra un sentimiento de nostalgia que el lector

se apropia dentro de su propio contexto sin dejar de relacionar semánticamente la

naturaleza pasajera del aire. Se aprecia la temática nostálgica en los versos finales: “viento

amárranos/tiempo detente muchos años” (Caifanes). Donde también se hace uso de la


figura retórica del apóstrofe (Fernández 16) al hacer un llamado al viento para que se

detenga, así como de una prosopopeya (Fernández 72) al desear la voz lírica que el viento

la amarre junto al ser amado. De esta manera, la primera categoría de Culler se puede

ejemplificar adecuadamente tan solo al explorar el título de la composición. Se indagará

pues en el segundo criterio: “la literatura integra el lenguaje”. Por integración del lenguaje

se comprende la agrupación de los componentes verbales de la obra para formar relaciones

de significado que ejemplifiquen la organización del lenguaje, de modo que el lector sepa

asociar como literatura lo que lee (41-43). Las relaciones del lenguaje abundan dentro de la

letra donde el mensaje de amor y tiempo que planteaba la resignificación del concepto

viento se apoya a lo largo de la canción en relaciones entre tres elementos fundamentales:

figuras retóricas, imágenes mentales y emociones. En los dos primeros versos se aprecian

estos tres elementos en conjunción: “préstame tu peine/y péiname el alma”. Se emplea

nuevamente el apóstrofe para hacer un llamado de amor a una entidad ajena a la voz poética

y la voz lirica le está pidiendo, a través de una prosopopeya, que le peine el alma. Se crea

entonces en la mente del receptor una percepción del uso del lenguaje apoyada en el juego

de figuras retórica creándose una imagen mental que desemboca en una emoción que se

puede profundizar aún más si el receptor está oyendo la melopea antes explicada. De esta

manera, el lector reconoce la letra como un complejo poético: espera otros juegos mentales

a medida que se adentra en la obra y, sobre todo, sabe que “Viento” se convierte en una

canción a la que puede asistir continuamente para disfrutar de los juegos lingüísticos,

emociones y recuerdos que le evoca. Si se prescindiera de la condición musical y la letra

apareciera impresa en algún poemario o como parte de un cuento o novela, un lector sin

formación en estudios literarios reconocería una cierta literariedad debido únicamente al

manifiesto de las palabras y su integración. Se preguntaría a si mismo ¿por qué esto se lee
poético? Si la canción careciera de la integración verbal probablemente no ocasionaría el

mismo efecto en la mente del consumidor.

Explicados los dos criterios anteriores, se ahonda en la tercera categoría que refiere a

la condición ficcional de la literatura. Según Culler la ficcionalidad es un suceso lingüístico

que proyecta un mundo interno al que el lector presta una especial atención debido a que

separa el lenguaje de otros contextos. (43). Dentro de “Viento” se pueden distinguir dos

figuras ficcionales insertas en una acción: el yo que se identifica como la voz lírica

predominante y un nosotros al que la voz lirica se refiere directamente como en

“desenrédame/fuera de este mundo/ dime que no estoy/soñándote” así como en primera

persona plural como “en viento amárranos”. En este sentido se presenta una intercalación

constante dentro de los dos entes ficcionales, donde la voz lirica principal realiza un

llamado retórico al nosotros para que no se desvanezcan en el viento y al menos

permanezcan unidos por el tiempo que dure la canción. Esto se puede interpretar como una

pequeña narración ambigua que se inserta en la canción y que como lo señala Culler posee

su propio tiempo interno invariable (43). Se puede considerar como ambiguo debido a que

la voz poética no da indicios de un lugar, personajes o época concreta, convirtiendo la obra

como algo fácilmente apropiable por lectores de distintos contextos que pueden asociar la

relación dialógica ficcional entre el yo y el nosotros con sus propias vivencias. La

construcción ficcional siempre va a perdurar en el tiempo del lector cuando este se quiera

refugiar en la obra asignándole nuevos significados a medida que cambie como persona.

Antes de proseguir se debe aclarar que será en la reflexión final de este ensayo

cuando se ahonde en la cuarta categoría, por lo que ahora se pasará a indagar en el quinto

aspecto de la literariedad que establece a la literatura como un fenómeno intertextual y

autorreflexivo que se construye de textos anteriores para seguir transformándose (47). Para
ejemplificar este aspecto en “Viento”, se incluye la transcripción de una entrevista realizada

al cantautor Saúl Hernández que ejemplifican su preocupación por una resignificación del

rock, así como el origen literario de sus letras.

“Yo sentía que había un hueco musical. Todo era rythm and blues o rock

and roll o progresivo o covers. No había realmente como un compromiso

para encontrarte a ti mismo por medio de la música…Me llamó mucho la

atención la ciencia ficción. Creo que de ahí tiene que ver que mis letras son

muy de imagen. La psicodelia es un espacio donde me siento muy seguro.

Me gusta que las letras no tengan forma.” (Hernández)

Estas declaraciones demuestran una preocupación del autor de ofrecer una visión

renovada de la música a través de letras que rebasan las concepciones ordinarias

apoyándose en influencias literarias de la ciencia ficción. La voz lirica en “Viento” pasa a

ser un reflejo de ese pensamiento. A pesar de que no existe una fuente precisa sobre la

influencia creadora de los versos de “Viento” es seguro afirmar que se trata de un ejercicio

autorreflexivo e intertextual al querer abordar la temática del amor a través de

características lingüísticas innovadoras dentro de su contexto histórico.

Finalmente, el motivo por el cual se decidió postergar el análisis de la cuarta

categoría referente a lo estético de la literatura es debido a que posee mayor trascendencia

como motivo de conclusión de este ensayo, ya que una vez analizadas las cuatro categorías

fundamentales se puede argumentar con mayor sustento la condición de obra literaria y

estética de “Viento”. Es la suma de estas cuatro categorías las que conforman el equilibrio

entre forma y contenido que señala Culler como parte de un fin estético que es la obra en sí

misma (45). El receptor aprecia un fin estético al repasar la puesta en manifiesto del

lenguaje y “Viento” se inserta como una canción innovadora en la historia del rock
mexicano debido a su afán de romper los cánones estéticos establecidos por sus

predecesores. Se demuestra la flexibilidad de la teoría literaria y de los conceptos que

encierra debido a que existe una gran variedad de productos artísticos que de acuerdo con

este ordenamiento del mundo tienden a lo literario. En el caso de canciones que reúnan las

mimas características de “Viento” se debe de considerar el elemento extraliterario o

melopeya como un potenciador de la experiencia literaria. De esta suerte, nuestro objeto de

estudio posee una doble naturalidad que indirectamente, aproxima la literatura al publico

que gusta del rock y que expande la visión tradicional que se tiene de los productos

literarios.

Bibliografía

Aristóteles. Poética. Trad. Valentín García Yebra. 3° edición trilingüe. Madrid: Editorial

Gredos, 1999, pp.151.

"Benito Taibo entrevista a Saúl Hernández:entrevista en el canal de Youtube

saulhdztv".Youtube. 17 de Noviembre de 2015, https://www.youtube.com/watch?

v=L8wKGwo6ptc&t=386s.

Caifanes. «Viento.» Caifanes La Historia. direc. Oscar López. De Saúl Hernández. Ciudad

de México: Bertelsmann de México, 1997. CD 1.

Culler, Jonahtahn. Breve introducción a la teoria literaria. Trad. Gonzalo García. Segunda.

Barcelona: Crítica Barcelona, 2004, pp. 31-48.

Fernández, Viviana H. Diccionario práctico de figuras retóricas y términos afines :

Tropos, figuras de pensamiento, de lenguaje, de construcción, de dicción, y otras

curiosidades. Buenos Aires: Editorial Don Bosco, 2007, pp. 16, 72.

http://www.cervantesvirtual.com/obra/diccionario-practico-de-figuras-retoricas-y-
terminos-afines-924724/.Edición digital contenida en la Biblioteca Virtual Miguel

de Cervantes.

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