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SENTENCIA DEL 14 DE MARZO DE 2016, NÚM.

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Sentencia impugnada: Cámara Penal de la Corte de Apelación de La Vega, del 25 de junio de 2015.

Materia: Penal.

Recurrente: Aridio Payano García y Wáscar de Jesús Díaz Rodríguez.

Abogados: Licdos. César L. Reyes Cruz, Richard Pujols y Licda. Biemmel F. Suárez P.

Recurrida: Amelia Barraco Díaz.

Abogados: Dr. Máximo Birmarck Reynoso, Lic. Hugo Francisco Álvarez y Licda. Melissa M. Hernández D.

Dios, Patria y Libertad

República Dominicana
En Nombre de la República, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia, regularmente constituida por los
Jueces Fran Euclides Soto Sánchez, en funciones de Presidente; Esther Elisa Agelán Casasnovas, Alejandro Adolfo
Moscoso Segarra e Hirohito Reyes, asistidos del secretario de estrados, en la Sala donde celebra sus audiencias, en
la ciudad de Santo Domingo de Guzmán, Distrito Nacional, hoy 14 de marzo de 2016, año 173 o de la Independencia
y 153o de la Restauración, dicta en audiencia pública, como Corte de Casación, la siguiente sentencia:
Sobre los recursos de casación interpuestos por Aridio Payano García, dominicano, mayor de edad, herrero,
portador de la cédula de identidad y electoral núm. 402-2227509-7, domiciliado y residente en la casa núm. 34, de
la calle 6, Puerto Nuevo, barrio Los Multis, sector Los Alcarrizos, municipio Santo Domingo Oeste, provincia Santo
Domingo, República Dominicana, imputado, y Wáscar de Jesús Díaz Rodríguez, dominicano, mayor de edad,
soltero, ebanista, no porta cédula, domiciliado y residente en la casa núm. 36, de la calle Principal del sector de
Rafey, provincia Santiago, República Dominicana, imputado,; contra la sentencia núm. 245, dictada por la Cámara
Penal de la Corte de Apelación del Departamento Judicial de La Vega, el 25 de junio de 2015, cuyo dispositivo se
copia más adelante;
Oído al alguacil de turno en la lectura del rol;
Oído al Lic. Richard Pujols, por sí y por la Licda. Biemmel R. Suárez P., defensores públicos, en sus conclusiones;
Oído al Dr. Máximo Birmarck Reynoso, por sí y por el Lic. Hugo Francisco Álvarez, en sus conclusiones;
Oído el dictamen del Magistrado Procurador General de la República;
Visto el escrito contentivo del memorial de casación suscrito por la Defensora Pública, Licda. Biemmel F. Suárez
p., en representación del recurrente Aridio Payano García, depositado el 18 de agosto de 2015, en la secretaría de
la Corte a-qua, mediante el cual interpone dicho recurso;
Visto el escrito contentivo del memorial de casación suscrito por el defensor público Lic. César L. Reyes Cruz, en
representación del recurrente Wáscar de Jesús Díaz Rodríguez, depositado el 18 de agosto de 2015 en la secretaría
de la Corte a-qua, mediante el cual interpone dicho recurso;
Visto el escrito de réplica a dicho recurso, suscrito por los Licdos. Hugo Fco. Álvarez y Melissa M. Hernández D.,
en representación de Amelia Barraco Díaz, depositado en la secretaría de la Corte a-qua el 14 de septiembre de
2015;
Visto la resolución de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia, que declaró admisibles los recursos de
casación interpuestos por ambos recurrentes, fijando audiencia para el conocimiento de los mismos el día 22 de
febrero de 2016;
Visto la Ley núm. 25 de 1991, modificada por las Leyes núms. 156 de 1997 y 242 de 2011;
La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia, después de haber deliberado y visto la Constitución de la
República; los Tratados Internacionales suscritos por la República Dominicana y los artículos 70, 393, 394, 399, 400,
418, 419, 420, 421, 422, 425, 426 y 427 del Código Procesal Penal (Modificado por la Ley 10-2015, de fecha 10 de
febrero de 2015); Ley núm. 278-04, sobre Implementación del Código Procesal Penal, instituido por la Ley 76-02 y
la Resolución núm. 2529-2006, dictada por la Suprema Corte de Justicia el 31 de agosto de 2006 y la Resolución
núm. 3869-2006, dictada por la Suprema Corte de Justicia el 21 de diciembre de 2006;
Considerando, que en la decisión impugnada y en los documentos que en ella se refieren, son hechos
constantes los siguientes:
a) que el 6 de noviembre de 2013, la Procuraduría Fiscal del Distrito Judicial de La Vega presentó formal
acusación y solicitud de apertura a juicio en contra de los nombrados Aridio Payano García y Wáscar de
Jesús Díaz Rodríguez, por violación a los artículos 265, 266, 295, 304, 379, 385 del Código Penal
Dominicano en perjuicio de Andulfi Gabriel Coste Barranco (occiso);
b) que para el conocimiento del fondo del asunto fue apoderado el Tribunal Colegiado de la Cámara Penal del
Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial de La Vega, el cual en fecha 2 de febrero de 2015, dictó su
decisión y su dispositivo es el siguiente:
“PRIMERO: Excluye del presente proceso las disposiciones del artículo 39 párrafo III de la Ley 36, sobre
Comercio, Porte y Tenencia de Armas, en virtud de que el ministerio público, ni lo querellantes concluyeron
en ese sentido; SEGUNDO: Rechazada la solitud requerida por la defensa técnica del señor Wáscar de Jesús
Díaz Rodríguez de que sean excluidas del proceso las disposiciones de los artículos 265, 266, 379, 382, 295 y
304 del Código Penal Dominicano; en virtud de que el mismo resulta ser improcedente; TERCERO: Declara al
ciudadano Aridio Payano García, de generales que constan, culpable de la comisión de los tipos penales de
asociación de malhechores, robo agravado y homicidio voluntario, hechos previstos en las disposiciones de
los artículos 265, 266, 379, 382, 295 y 304 del Código Penal Dominicano, en perjuicio de Andulfi Gabriel
Coste Barranco; CUARTO: Condena a Aridio Payano García, a treinta (30) años de reclusión mayor, a ser
cumplidos en el Centro de Corrección y Rehabilitación El Pinito, La Vega y al pago de las costas penales;
QUINTO: Declara al ciudadano Wáscar de Jesús Díaz Rodríguez, de generales que constan, culpable de los
tipos penales de asociación de malhechores, cómplice de robo agravado y homicidio voluntario, hechos
previstos en las disposiciones de los artículos 59, 60, 265, 266, 379, 382, 295 y 304 del Código Penal
Dominicano, en perjuicio de Andulfi Gabriel Coste Barranco, modificando así la calificación jurídica
otorgada mediante el auto de apertura a juicio que apodera este tribunal, ya que acorde a los elementos de
prueba aportados y discutidos en el proceso quedaron establecidos estos tipos penales; SEXTO: Condena a
Wáscar de Jesús Díaz Rodríguez, a veinte (20) años de reclusión mayor, a ser cumplidos en el Centro de
Corrección y Rehabilitación El Pinito, La Vega y al pago de las costas penales; SÉPTIMO: Rechaza la solitud
de las defensas técnicas de que sea excluida la querella con constitución en actor civil, realizada por la
señora Amelia Barranco Díaz, en virtud de que ésta fue discutida en la fase preparatoria, tal y como lo prevé
el artículo 122 del Código Procesal Penal; OCTAVO: En cuanto a la forma, declara regular y válida la
querella con constitución en actor civil realizada por la señora Amelia Barranco Díaz, por ser hecha acorde a
las reglas procesales establecidas; NOVENO: En cuanto al fondo, este tribunal no se pronuncia en ese
aspecto ya que la parte querellante renunció a sus pretensiones; DECIMO: Compensa las costas civiles”;
c) que con motivo del recurso de alzada intervino la sentencia ahora impugnada, dictada por la Cámara Penal
de la Corte de Apelación del Departamento Judicial de La Vega, la cual en fecha 25 de junio de 2015, dictó
su decisión, y su dispositivo es el siguiente:
“PRIMERO: Rechaza los recursos de apelación interpuestos, el primero, por la Licda. Biemnel Fca. Suárez
Peña, defensora pública, quien actúa en representación del imputado Aridio Payano García; y el segundo,
por el Lic. César L. Reyes Cruz, defensor público, contra la sentencia núm. 00012/2015, de fecha dos (02) del
mes de febrero del año dos mil quince (2015), dictada por el Tribunal Colegiado de la Cámara Penal del
Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial de La Vega, en consecuencia, se confirma la sentencia
impugnada en todas sus partes, por las razones precedentemente expuestas; SEGUNDO: Exime a los
recurrentes Wáscar de Jesús Díaz Rodríguez y Aridio Payano García, del pago de las costas penales
generadas en esta instancia; TERCERO: La lectura de la presente sentencia vale notificación para todas las
partes que quedaron citadas para su lectura”;
Considerando, que el recurrente Wáscar de Jesús Díaz alega, en síntesis, lo siguiente:
“Que la Corte a-qua no valoró de forma adecuada los puntos de su recurso; que tanto el auto de apertura a
juicio como la certificación que fue anexada al recurso de apelación establece que solo se depositó un solo escrito
en la jurisdicción de instrucción y es el de fecha 24/7/15 y no de fecha 29/8/15 que realizara el Licdo. Juan Martínez
y no el que tiene el auto de apertura a juicio de fecha 29/8/12; que se hace notorio que la parte en la que se
justificó el prohibir al recurrente de presentar sus pruebas a descargo se trató de un error de digitación provocado
por el juez a-quo o la secretaria; que el hecho ocurrió el 21/10/12; que los motivos de su recurso de apelación
fueron rechazados en virtud de la distorsión de los hechos por parte de la Corte en violación al debido proceso”;
Considerando, que por su parte el recurrente Aridio Payano García aduce, en síntesis, lo siguiente:
“Que al imputado no se le permitió presentar sus elementos de pruebas, bajo el pretexto de que el juez de la
instrucción cometió un error en la fecha del mismo, ya que al admitirlo en su dispositivo hizo referencia al escrito de
fecha 1ero. de agosto de 2013 del Lic. Leónidas Estévez cuando en realidad era del 9 de octubre de 2013, y en la
audiencia de fondo el ministerio publico se opuso al mismo por considerar que los elementos de pruebas admitidos
en instrucción no eran los mismos que los presentados en el juicio por existir diferencia en cuanto a la fecha de
ambos (el presentado en instrucción y el presentado en el juicio), que la Secretaria General expidió en fecha 20 de
enero de 2015 una certificación donde se hace constar que el escrito del imputado es el depositado en fecha 9 de
octubre de 2013, por lo que el juzgador no debió acoger la solicitud del ministerio publico bajo el argumento de que
la defensa del recurrente debió en virtud del artículo 305 presentar un escrito de reparos para subsanar el error de
la fecha, confirmando la Corte esta situación en violación a dicho texto legal, toda vez que no se trataba de un
incidente propio de esta norma, no existía ninguna de las causales de la misma para uso de ella, que en virtud del
artículo 168 del Código Procesal Penal podía el tribunal subsanar ese error material y hacer la corrección,
negándosele con esta situación a someter sus elementos de pruebas y la Corte da una respuesta genérica en este
sentido, haciendo una errónea aplicación del artículo 305 del Código Procesal Penal, que esos elementos de
pruebas fueron acogidos por el a-quo y no se le permitió incorporarlos al juicio; que la Corte omitió estatuir sobre
todos los puntos de su recurso con relación a la manera en que el ministerio publico instrumentó el proceso en
razón de que primero acusó a Wáscar de Jesús Díaz como el autor del hecho y luego en una segunda acusación
cambia la versión y aparece Aridio Payano García como el autor de la muerte de la víctima, estableciendo la
ocupación de dos tipos de armas diferentes, cambiando totalmente la versión de los hechos; y el otro medio no
respondido fue el relativo a la tergiversación de un elemento de prueba documental consistente en la certificación
emitida por la Dirección Central Médica y Sanidad de la Policía Nacional del 3 de septiembre de 2013 con relación a
las dos pistolas envueltas en el hecho, no respondiendo la Corte ninguno de estos aspectos…”;

Los Jueces después de haber analizado la decisión impugnada y los medios planteados por
la parte recurrente:
Considerando, que los alegatos de ambos recurrentes se analizan en conjunto, por su estrecha relación y por la
solución que se dará al caso;
Considerando, que los encartados esgrimen en resumen que la Corte a-qua aplicó erróneamente el artículo 305
del Código Procesal Penal, toda vez, que dicho texto legal se refiere a excepciones y cuestiones incidentales que se
funden en hechos nuevos y en el caso de que se trata las pruebas a la que éstos hacen referencias son las
plasmadas en sus escritos de defensas, los cuales fueron debidamente admitidos por la jurisdicción de instrucción
en el auto de apertura a juicio, dejándolos en estado de indefensión;
Considerando, que en la audiencia de fondo los imputados solicitaron la audición de sus testigos, a lo que se
opusieron las partes contrarias, a saber, ministerio publico y querellantes, por entender que los escritos de
defensa contentivos de las pruebas que querían hacer valer, eran distintos a los admitidos por la jurisdicción de
instrucción, ya que diferían en las fechas, asumiendo éstos que los recurrentes en sus calidades de imputados
querían incorporar elementos de pruebas diferentes a los admitidos en la etapa preliminar, pero;
Considerando, que ante esta situación el juzgador del fondo suspendió la audiencia en fecha 20 de enero de
2015, fijándola para el 27 de enero de 2015, a los fines de que la Secretaria General del Despacho Penal emitiera
una certificación donde indicara si recibió los escritos que éstos querían hacer valer en el plenario; documento éste
expedido por la señora Sennia Marmolejos Gutiérrez, secretaria general de ese despacho, en donde hace constar
que el escrito de defensa de Wáscar de Jesús Díaz Rodríguez es de fecha 27 de julio de 2013 y el de Aridio Payano
García es de fecha 9 de octubre de 2013; que al examinar en la glosa procesal ambos escritos así como las pruebas
que éstos incluían y al compararlas con los escritos admitidos por la jurisdicción de instrucción, esta Sala puede
comprobar que son los mismos elementos de pruebas que los imputados solicitaron hacer valer en el plenario, que
de lo que se trató fue de un error material por parte del juez instructor al momento de detallar en el dispositivo de
su decisión la fecha de ambos escritos, por lo que esta situación en modo alguno causaba indefensión a las partes
que se opusieron, ya que tenían conocimiento previo de los mismos, en tal razón tanto el tribunal de primer grado
como la Corte a-qua incurrieron en una errónea aplicación del artículo 305 de la norma legal citada, toda vez que
dicho texto legal reserva para esa etapa procesal el conocimiento de excepciones y cuestiones incidentales,
siempre que se funden en hechos nuevos, lo que no ocurría en el presente caso;
Considerando, que el propósito de la audiencia preliminar es determinar, esencialmente, si existen o no
méritos para ordenar la apertura a un juico, siempre que concurran los elementos de prueba que justifiquen la
probabilidad de una eventual condena, que una vez apoderado el tribunal de juicio para el conocimiento del caso,
su deber es realizar la valoración de la oferta probatoria previamente admitida y recogida con observancia de los
principios que rigen el debido proceso, en tal sentido al no permitírsele a los imputados la presentación en el
plenario de sus pruebas debidamente admitidas resultó en una indefensión para ambos, en consecuencia se
acogen sus alegatos así como el relativo a la falta de respuestas por parte de la alzada con relación a algunos de
sus medios, los cuales atacan el problema probatorio;
Considerando, que el artículo 427 del Código Procesal Penal dispone lo relativo a la potestad que tiene la
Suprema Corte de Justicia al decidir los recursos sometidos a su consideración, pudiendo tanto rechazar como
declarar con lugar dichos recursos;
Considerando, que en el inciso 2.b del referido artículo, le confiere la potestad de ordenar la celebración total o
parcial de un nuevo juicio enviando el expediente ante el mismo tribunal de primera instancia que dictó la decisión
con una composición distinta, cuando sea necesario la valoración de pruebas que requieran inmediación, de donde
se infiere que ese envío al tribunal de primera instancia está sujeto a esa condición;
Considerando, que de lo anteriormente expuesto, se advierte que las pruebas de ambos recurrentes no fueron
valoradas correctamente, pese a su previa admisión, en tal razón resulta procedente el envío al tribunal de primer
grado a fin de que sea nuevamente examinado ese aspecto;
Considerando, que cuando la sentencia es casada por la inobservancia de reglas procesales cuyo cumplimiento
esté cargo de los jueces, las costas pueden ser compensadas.
Por tales motivos, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia,

FALLA:
Primero: Admite el escrito réplica suscrito por los abogados Hugo Francisco Álvarez y Melissa M. Hernández D.,
en representación de Amelia Barraco en los recursos de casación interpuestos por Wáscar de Jesús Díaz R. y Aridio
Payano García, respectivamente, ambos contra la sentencia núm. 245, dictada por la Cámara Penal de la Corte de
Apelación del Departamento Judicial de La Vega el 25 de junio de 2015, cuyo dispositivo aparece copiado en parte
anterior del presente fallo;
Segundo: Casa la referida decisión por las razones expuestas y ordena el envío por ante el Tribunal Colegiado
de la Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial de La Vega, para que con diferente
composición celebre un nuevo juicio a los fines de hacer una valoración de las pruebas;
Tercero: Se compensan las costas;
Cuarto: Ordena la notificación de la presente decisión a las partes.

Firmado: Esther Elisa Agelán Casasnovas, Alejandro Adolfo Moscoso Segarra, Fran Euclides Soto Sánchez e
Hirohito Reyes. Mercedes A. Minervino, Secretaria General.
La presente sentencia ha sido dada y firmada por los señores Jueces que figuran en su encabezamiento, en la
audiencia pública del día, mes y año en él expresados, y fue firmada, leída y publicada por mí, Secretaria General,
que certifico.
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