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Este documento discute cómo deducir un teléfono móvil para efectos fiscales. Explica que un teléfono móvil se considera un activo fijo según las normas contables, ya que se utiliza durante más de un período fiscal para generar ingresos. Aunque la ley fiscal no especifica una tasa de depreciación para teléfonos móviles, el autor argumenta que debido a su multifuncionalidad, es más similar a una computadora portátil, por lo que la tasa de depreciación anual aplicable debería ser del 30%. Conclu
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Este documento discute cómo deducir un teléfono móvil para efectos fiscales. Explica que un teléfono móvil se considera un activo fijo según las normas contables, ya que se utiliza durante más de un período fiscal para generar ingresos. Aunque la ley fiscal no especifica una tasa de depreciación para teléfonos móviles, el autor argumenta que debido a su multifuncionalidad, es más similar a una computadora portátil, por lo que la tasa de depreciación anual aplicable debería ser del 30%. Conclu
Este documento discute cómo deducir un teléfono móvil para efectos fiscales. Explica que un teléfono móvil se considera un activo fijo según las normas contables, ya que se utiliza durante más de un período fiscal para generar ingresos. Aunque la ley fiscal no especifica una tasa de depreciación para teléfonos móviles, el autor argumenta que debido a su multifuncionalidad, es más similar a una computadora portátil, por lo que la tasa de depreciación anual aplicable debería ser del 30%. Conclu
192020 Mar Adrián Alfonso Paredes Santana Licenciado en Contaduría Pública y en Derecho por la Universidad de Guadalajara; Maestro en Impuestos por el Instituto de Especialización para Ejecutivos; Diplomado en Estudios Avanzados en Derecho Administrativo por la Universidad San Pablo CEU Madrid y catedrático de la Universidad Panamericana, Instituto de Especialización para Ejecutivos y del Centro de Estudios del Derecho de la Empresa «CEDE» Twitter: @RCEmx Para comenzar debemos tomar en cuenta la Norma de Información Financiera (NIF) C-6, relativa a “Propiedades, planta y equipo”, de donde se extrae que un activo es aquel bien que tendrá como finalidad su utilización para el desarrollo de las actividades u obtención de ingresos de la entidad, y no la de ser enajenados dentro del curso normal de sus operaciones. De esta manera se puede identificar cuando se adquieren bienes con fines de participación en la generación de la actividad de la empresa, bien sea la fabricación de bienes o la prestación de servicios, y aquellos que son parte de la mercancía para venta. Ahora, considerando lo anterior en definitiva se adquiere para los fine es de desarrollo de la actividad de la entidad; por lo que ahora nos referiremos a lo establecido en el artículo 32 de la Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR), donde se establece que se consideran inversiones los activos fijos, los gastos y cargos diferidos y las erogaciones realizadas en periodos preoperativos, de tal suerte que se nos remite al concepto financiero antes descrito en primer lugar. Por su parte, los gastos son erogaciones que afectan los resultados del período en que éste fue incurrido, en el entendido que la utilidad de esa salida repercute únicamente en ese ejercicio y no en los posteriores, como lo haría un activo fijo, al utilizarse para la generación de ingresos en diversos. Además, tomemos en cuenta que la “depreciación” en término financieros es el procedimiento que tiene como fin distribuir de una manera sistemática y razonable el costo de los activos, menos su valor de desecho, si lo tienen entre la vida útil estimada de la unidad. Por lo tanto, la depreciación contable es un proceso de distribución y no de valuación, esto conforme al párrafo 39 del boletín C–6 de las NIF. Por lo tanto, se puede concluir en que no se trata igual una erogación proveniente de un gasto a la de activo fijo, pues se debe identificar si será utilizado únicamente en el ejercicio, o bien, durante más de un ejercicio. Que en el caso que nos ocupa, un teléfono móvil tiene un duración por regla general corresponde a más de un periodo, en consecuencia se deberá deducir mediante el procedimiento de inversión y no de gasto, pues son importa su valor sino su función y su vida útil para los fines de la empresa. Una vez concluido de manera general que se trata de un activo fijo, ahora corresponde determinar su tasa de deducción anual máxima como inversión. El artículo 34 de la LISR establece un listado de artículos, en dónde no se encuentra uno que refiera a los teléfonos móviles o celulares, por lo que sería necesario aplicar aquella tasa que mejor se ajuste a la descripción, esta es la mayor problemática, aumentada aún más por el tema de la capacidad de funciones que deja de ser un teléfono móvil propiamente, y se convierte en una herramienta tecnológica multifuncional, como una computadora. Por lo que no encontramos ante dos posibles porcentajes que les correspondan: Equipo de oficina, con una tasa aplicable del 10% anual; o Computadoras portátiles, con una tasa del 30%. Desde un punto de vista personal, criticable como siempre, considero que se trata por esa multifuncionalidad que tiene más semejanza a una computadora portátil, pues tienen prácticamente las mismas capacidades que un equipo portátil, navegación en Internet, manejar software de oficina, realizar transacciones bancarias, e incluso, me atrevo a decir que es superior a un computador, pues tiene la capacidad de toma de fotografías y vídeos. Sin desviarme del tema, esta reflexión también es aplicable para las tabletas, o como mejor las conocemos bajo su anglicismo “tablets”. En conclusión, estamos ante un activo fijo de acuerdo a los términos financieros y fiscales por su función dentro de una empresa y se trata más de un equipo de cómputo que propiamente un mobiliario de oficina, aplicando un tasa anual de deducción por inversión del 30%; que también se ajusta a la vida útil promedio que tiene por el grado de obsolescencia, así como conveniencia. Cualquier tratamiento que decida aplicar, debe contar con los elementos jurídicos que lo justifique, a fin de evitar cualquier riesgo, más aún cuando la autoridad no tiene emitida su postura ante situaciones como ésta.
Como ya sabemos el control de los costos es de vital para cualquier empresa que se dedica a la fabricación de cualquier tipo de producto ya que esto nos servirá para determinar tanto el precio de venta como la utilidad que des