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“Año de la Di versi fi caci ón Producti

va y del
Fortaleci mi ento de la
Educaci ón”

institución : cetpro tarma

ALUMNA : mirella barzola amaru

PROFESOR : DANTE OLANYA GERONIMO

ESPECIALIDAD : COMPUTACION E

INFORMATICA
2015
LEYENDA DE TARMA
Cuentan que allá en los lejanos tiempos del incario cuando el valle que ocupa
la actual ciudad de Tarma, era una laguna de aguas azuladas y en cuyas
alturas existían las populosas comarcas de "Tarmatambo" y "Punchaumarca",
haber ocurrido este prodigioso acontecimiento. Cuando el gran Inca Huayna
Cá pac llegó a Tarmatambo, que por entonces era metró polis de la tribu los
Tarumas, al frente de un poderoso ejercito para la conquista del maravilloso
reino de los Shiris de Quito, hubo que dejar muy a pesar en dicha localidad, al
príncipe Yupanqui afectado de una extrañ a enfermedad, al cuidado de un há bil y
experto curandero.

Cuentan que allá en los lejanos tiempos del incario cuando el valle que ocupa
la actual ciudad de Tarma, era una laguna de aguas azuladas y en cuyas
alturas existían las populosas comarcas de "Tarmatambo" y "Punchaumarca",
haber ocurrido este prodigioso acontecimiento. El joven guerrero prestamente
se apodero del á ureo metal colocá ndolo; luego en su honda, la distancia con la
aguda mirada, de há bil guerrero y moviendo rá pidamente a círculos el arma, lo
lanzó con suma destreza al fondo del lago.

La noticia de aquel prodigio cundió en la comarca de los Tarumas como el fulgor


del relá mpago. La unió n de la joven pareja cumpliendo el pacto acordado se
realizo con gran contento y algarabías de los fieles sú bditos, las fiestas se
prolongaron por muchos días, con diversas manifestaciones traducidas en cantos,
danzas guerreras y bailes con vistosos atavíos, al termino de los cuales, la feliz
pareja hubo al fin de emprender viaje al nuevo reino conquistado, cumpliendo
ó rdenes del Augusto monarca. Desde aquel entonces, los felices Tarumas,
convirtieron los terrenos que ocupaban las aguas de las extensas lagunas en
un inmenso campo de cultivo, especialmente de maíz, traídos por los guerreros
del glorioso ejercito Imperial ("cuentos y Leyendas Tarmeñ os")
LA MUJER DE PIEDRA

Cuentan que cuando el poblado de Tarma (Junin -Perú) se comenzó a


poblar, llegaban muchos turistas de todos los países para observar la belleza del
paisaje. Cuenta la historia que a este pueblo llegó un señor de avanzada edad, mal
vestido y con una enfermedad en la piel; este señor fue a un restaurante a pedir
comida y agua, al entrar todos los presentes voltearon y lo quedaron viendo y se
podían escuchar murmullos y críticas. Al acercarse al mostrador, uno de los
turistas (que dicen era americano-USA) le gritó que se fuera, que era un
pordiosero y que no podía estar ahí con ellos; el señor, muy dolido, se retiró y
todos los que estaban dentro se empezaron a reir.

Al seguir avanzando, el señor paró frente a una casa de aspecto humilde, tocó la
puerta y salió una señora, éste le preguntó si le podía dar un vaso con agua y
algo de comer. La señora al ver esto no se lo pudo negar y lo hizo pasar. Este
señor, muy agradecido le dijo que debía escapar porque una desgracia iba a caer
sobre ese pueblo, le dijo que agarrara sus cosas y que lo siguiera pero que en
ningún momento debía de voltear.

Salieron así de la casa y se pusieron a caminar, de pronto se empezaron a oir


unos ruidos extraños, tambores y truenos y de pronto gritos, la señora quiso
voltear pero recordó la advertencia del señor... haciendo caso omiso a ésta,
volteó, y en ese momento quedó convertida en piedra junto con sus animales y las
cosas que llevaba. Se dice que lo que vio fue la ciudad totalmente destruida y a
los turistas que se habían burlado de aquel hombre fueron convertidos en cerdos.

Esta leyenda es cierta ya que si sigues un camino


casi en la punta de un cerro, ahí está la estatua
de la mujer... La leyenda también dice que el
señor mal vestido y pobre era el mismito Dios y
que por el maltrato que recibió en el restaurante
castigó a la ciudad, y que por la buena voluntad
que tuvo la señora, le dio la oportunidad de
salvarse pero como le desobedeció la convirtió
en piedra... De camino a ver la estatua se pueden
ver platos rotos en el suelo que dicen ser los
que quedaron del restaurante.
LEYENDA DE ORIGEN DE
ACOBAMBA

HUAYUNCAYOG
La tribu Naupa que huía siguiendo el curso del rio Tarma, se
encontraba diezmada. Y no mostraron ninguna intención de disputar el
Picoybamba, al sur, donde se habían establecido los cochayoc y los tupis
desde decenas de años atrás.

La vida de los naupas fue penosa aquellos primeros años. Las madres
derramaron muchas lágrimas al no poder nutrir a sus guaguas, con
alimentos que dan inteligencia y vigor.

Al ver ondear los sembríos de sus hostiles vecinos, recordaban sus


chacras y sus cosechas abundantes y los manjares que ellas sabían
preparar. Pensaban que si no hubiera tanto odio y mezquindad podrían
intercambiar las quinuas, el ulush nutriente del dulce llacón, de la técnica
para fabricar artesanía útil y de la experiencia para construir leguas de
acequias. Si no habría odio ellos no tendrían por que vivir en las frías
cimas de estos lugares.

Fueron, pues, tiempos muy penosos porque ya no tenían semillas de maíz


ni de otros alimentos.

Cierto día, un guerrero por capturar una Jarachupa de deliciosa carne, se


desbarrancó en Pichas y tuvo que bajar hasta el puquial de Tranca.
Allí calmó la sed y la hemorragia, pero, la debilidad impidió su
retorno, los nubarrones de su inconsciencia, adormecieron su muerte... Una
muchacha de Ocallapa, dominio de los Tupis, notó su presencia. Por
recelo, iba ha emprender carrera, pero su curiosidad y piedad
femenina la indujeron a observar con preocupación al herido. Lo curó y
luego lo escondió temerosa.

El joven naupa cuando no pudo hallar a su amada en Uhscullopa, intuyó


la desgracia. Desesperado llegó a Matara, al pie del tétrico cerro de
caliza: el Picoybamba, que intentaba cerrar la entrada del valle. Vio el
desplazamiento del gentío hacia Ocallapa y sintió el penetrante silbido
del pincullo y el retumbar de las tinyas. No dudo. Tuvo la certeza que
los tupis estaban ejecutando, su mas cruel rito punitivo contra la
muchacha generosa.

Con una soga larga, desde la cumbre del cerro de caliza, colgaron
maniatada a la joven, hasta la cueva que, como boca huihspa, tiene el
farallón del borde
oeste, para sorpresa de los voraces killichos que habitan hasta hoy
esa oquedad.

El joven naupa desgarró con el nombre de su amada el silencio.


Intentó escalar prendiéndose de las rocas con las uñas, con los
dientes. Vano esfuerzo. Los tupis, indignados, lo capluraron y en Matara
le arrancaron los ojos. Sin embargo, aun sin ojos, logró escapar de sus
opresores e intento nuevamente el ascenso, gritando ahora, con los ojos del
corazón. Y nadie se atrevió a detenerlo.

Los amigos que tuvieron los j6venes amantes en sus pueblos, supieron
aquilatar esta triste pero hermosa historia y, cuando les toco dirigir a sus
comunidades, labraron una paz digna con los Incas y con todos los
vecinos. De esta forma, los naupas bajaron sus moradas de las frías alturas
al valle abrigado.

Unidos dominaron las rocas y la hidráulica. Allí sus ob ras que ahora
nos hablan: Hatunsequia y Naupamarca. Y en memoria de sus viejos
valores lo recordaron a través del tiempo con las danzas de Auquish
Tuco y el Jarculito.

Si en alguna oportunidad te detienes en Matará, encontrarás dos puquiales


fascinantes que germinaron de los ojos del joven amante. Y si alzas
la mirada hacia la cavidad que bosteza en la cúspide de caliza –borde oeste
del Picoybamba- observarás que allí pende una estalactita cónica, blanca,
perpetuendo el mensaje de aquel gran amor: una huay unca. Por ello a
este cerro los abuelos lo nombraron Huayuncayog.
SEÑOR DE MURUHUAY

El Señor de Muruhuay es una imagen de un Cristo crucificado pintada


por
sobre una cruz que apareció grabada en una roca, a comienzos del siglo
XIX.
Se encuentra ubicada en un flanco del abra de la quebrada Tranca, en
las
afueras del pueblo de Muruhuay, en el Distrito de Acobamba, Tarma, en
el
Departamento de
Junín.

Cuenta la leyenda que la mañana del 3 de mayo de 1835, muy temprano, los
pastores del lugar creyeron ver sobre una gran piedra unas velas
blancas encendidas que chorreaban mucha cera, pero que al acercarse
descubrieron que en realidad se trataba de una cruz grabada en una
roca. En seguida fueron al pueblo a contárselo a los comuneros quienes
creyeron que era un milagro que los salvaría de la viruela que arrasaba la
zona y sobre la cruz pintaron a un Cristo crucificado y lo llamaron " El
Señor de Muruhuay" , que quiere decir " El Señor del lugar de la Viruela" .

Las primeras manifestaciones del culto al Señor de Muruhuay las


realizaron los pobladores de Acobamba. Distrito localizado en las cercanías
de Muruhuay, durante el siglo pasado. Se escogió el 3 de mayo como día
central de una fiesta que celebraría año a año el milagro de la aparición
de la cruz sobre la roca. Posteriormente, en 1928 se erigió un primer
santuario que sería sede de la fiesta del Señor del lugar.

A través del tiempo el pequeño santuario fue creciendo en tamaño,


hasta que se convirtió en un gran santuario diseñado en arquitectura
moderna, como se he puede apreciar en la actualidad, rodeado de puestos
de comerciantes ambulantes que ofrecen a los visitantes todo
tipo de productos. El poético marco de vegetación que ofrece Muruhuay y
la roca en la que se operó el prodigio todavía están allí, pero el silencio y
la paz del pasado están poco a poco siendo sustituidos por e1 bullicio y la
algarabía de la feria en la que en el presente se ha convertido la fiesta
del Señor de Muruhuay.
LEYENDA DE LA GRUTA DE HUAGAPO
Hay una leyenda de los pobladores que cuenta el por qué se le ha dado
este
nombre a este lugar. En los tiempos de la expansión Inca, los pobladores
del local conocían que en esta gruta habían cavernas que podrían
servirles de refugio en caso de una invasión. Por ello, cuando llegaron los
ejércitos de los guerreros incas, los hombres del pueblo escondieron
aquí a sus mujeres y niños para salvarlos de una posible masacre.

Las familias esperaron por mucho tiempo el regreso de los guerreros,


pero los Incas eran demasiado fuertes y los guerreros nunca
regresaron. Las mujeres lloraron su muerte y por temor jamás salieron,
convirtiéndose tras varios años en piedra.

Por ello, hoy en día, si estamos en este lugar y cerramos los ojos, podremos
escuchar su llanto en las gotas de agua. La gruta de Huagapo tiene
aproximadamente 2000 metros de profundidad, es por eso que se ha
ganado la denominación como " la más profunda de América del sur" .

Miles de años han transcurrido, desde que “Shampaymachay” (caverna con


césped) antiguo nombre con el que se le conociera a la Gruta de Huagapo,
se diera a conocer a los ojos del mundo. Perteneciente a la
jurisdicción del pueblo de Palcamayo, cuya fundación se efectuó el 02 de
Enero de 1857, siendo su primer Alcalde, el Señor Manuel Arrieta, este
hermosísimo, hoy, distrito de Palcamayo, se encuentra a una altitud de
3,250 m.s.n.m. quizá podría pasar inadvertido por muchos, sino fuera
porque en él, yace la Gruta de Huagapo, el atractivo más importante de la
zona, ubicado a 33.5 Km al norte de la ciudad de Tarma.
LEYENDA DE CACHI POZO

En los campos de San Pedro de Cajas, pueblito enclavado en las serranías


de
Junín, se encuentra el CACHIPOZO cuya leyenda cuenta el origen de estos
bellos pozos de sal. Yo se la escuché contar a un pueblerino y lo
transcribo tal como èl me lo contó:

" Eran dos jóvenes amantes que estaban prohibidos por sus padres y
los dioses de pasar las noches juntos. Ella era hija de un poderoso
brujo, él, hijo de un cacique rival. Ambos se habían jurado la muerte.
Enterados de los amores que se profesaban, mandaron encerrarla en un
lugar remoto. No pudieron verse. Solamente la voz de las torcazas los
comunicaba cada noche. Enterada de las pretensiones paternas de casarla
con el curaca del pueblo, le hizo saber a su amante su decisión de
fugarse. Decidido la liberó de la chullpa en la cual estaba. Ambos
huyeron, pero el brujo y su gente fueron tras ellos. Día y noche
marcharon, pero cansados al fin del acecho, se convirtieron en torcazas
blancas por medio de las artes mágicas de la doncella. Volaron
muchos días hasta llegar a una fuente de agua, donde decidieron
reposar, pero en cuanto bebieron de sus aguas, cayeron dormidos al fondo
del profundo pozo donde se convirtieron en sal. Desde entonces las aguas
del pozo cubren los cuerpo de los amantes y al lugar se le conoce como el
CACHIPOZO."
LEYENDA DE YAURICOCHA
En la mina de Yauricocha, cuando entró a trabajar un obrero en su
turno
normal de 4:00am, su jefe le dijo: te vamos a cambiar de turno, a las 12
de
la media noche. Entonces él entró a trabajar como le asignó su jefe y
cuando
se dirigía al penúltimo nivel de la mina que era profundo para cuidar
la
bomba de presión, él dijo: mejor me duermo un momento y después cuido, y
cuando estaba durmiendo se acercó un “Muky” (diablo de las minas) y le
dijo: Levántate ocioso, envés que estés durmiendo debes estar trabajando,
y el obrero entre sus sueños le dijo: pero solo descanso un momento,
y él se despertó y trato de ver quien estaba ahí y dijo: voy a ponerme el
casco con lámpara, y al momento de encender la lámpara, no prendía, y el
Muky le dijo por qué te desesperas en tratar de verme si yo te
conozco muy bien y a todos los que trabajan en mi casa tratando de
llevarse lo que tengo. De repente la lámpara del obrero se prendió, y
vió que era pequeño y tenía casco. El Muky se sacó el casco, y ahí vió que
tenía pequeños cuernos, y le mostró muchas monedas de oro dentro de
su casco y le dijo: ven trabaja conmigo y serás más rico que un rey de
afuera. Y así el Muky le mostró toda su riqueza. Ya se había cumplido el
turno del obrero y el Muky le dijo: vé a tu casa y no cuentes a nadie lo
que viste. El obrero fue a su casa, y como no estaba contento con lo que
había visto, entonces se le contó a su esposa. es éste le dijoLuego al día
siguiente, regresó a su trabajo y se encontró con el Muky, entonc: ¿no le
contaste nada a nadie no? Y el obrero le respondió que no, entonces el
Muky le dijo: no me mientas, y el obrero le respondió: no te miento. El
Muky le dijo: si me sigues mintiendo te quedarás aquí conmigo. Entonces
el obrero le contó lo que había pasado a su jefe y a sus
compañeros. El Muky se enteró y le dijo: tú me mentiste, le dijiste a
todos lo que viste y ahora te quedarás conmigo para siempre aquí en mi
casa, y el Muky le puso unas botas de oro al obrero y le dijo: con éstas
andarás, sólo saldrás de aquí cuando se gaste por completo, y el
obrero trataba de escapar por el camino que él conocía pero no
encontraba la salida ; y ahora anda llorando y caminado por toda la mina y
hasta entonces dicen que por su sufrimiento ocasiona derrumbes en la
mina.
LEYENDA DE YAURICOCHA
HUANCA RUMI

La convivencia pacífica ha sido y es indispensable para vivir en un clima


favorable
en las interrelaciones personales. Un claro ejemplo es el relato de Teodoro
Molares de la Cruz (“Huanta Rumi”) donde se hace notar que los pobladores de la
nación Taruma vivían en paz, no solo entre ellos sino con las naciones vecinas. Sin
embargo no faltan quienes alteran el orden y la paz social, motivados por al
ambición u otro tipo de intereses. Es así que los pobladores Huancas llegaron
a estos territorios con propósitos de declarar la guerra a una población pacífica.
Posiblemente la reacción de los Tarumas hubiese sido distinta si ellos
venían pacíficamente en busca de apoyo o clemencia por el hambre y los males
extraños que padecían.

Es necesario recordar a Cecilia Becerra de Espinoza quien manifiesta que:


“Piensa siempre en tu hermano, ayuda y solidarízate con aquél que no tiene y
harás oración”. Por ello la solidaridad, como actitud de desprendimien to para
con los demás es muy necesario practicarlo. ¿Cómo pensar que en el corazón de
seres racionales con sentimientos no haya deseos de compartir con los que
más necesitan?. Mucho más placentero es ayudar en los momentos difíciles de los
otros, como ha ocurrido con los damnificados del sur del Perú.
También el claro ejemplo se encuentra en “Huanca Rumi, cuando los
pobladores
Tarumas se ayudaban unos a otros, cuando fueron invadidos por los
Huancas.

También es necesario rescatar la perseverancia de un curaca Huanca quien a


pesar de no tener ideas pacifistas venció pruebas duras y se sobrepuso en su
empeño, aunque al final fue convertido de piedra (Huanta Rumi). Por esta
razón todo esfuerzo y empeño que se pone el una acción nos lleva a estar
convencidos d e que sólo así se logra los propósitos o se alcanzan las metas, auque
posiblemente muchas no podamos disfrutar de esos logros por diversas
circunstancia inesperadas.
A través de la amistad podemos notar que tenemos la posibilidad de convivir
en
armonía y cordialidad con los demás a pesar que seguramente no podamos
coincidir en nuestras ideas o pareceres. Los hechos finales del cuento nos
demuestran que los Huancas cambiaron sus propósitos y clamaron paz ofreciendo
su amistad a sus antiguos enemigos.
HUANCA RUMI

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