inicialmente por Imbelloni (Ver supra); una jarra globular
.intropomorfa recuperada cerca de la pista de aterrizaje
de Rurrenabaque y una vasija tetrápoda de la misma
procedencia con forma de plato y decoración modelada
de una cabeza de animal en el borde (Portugal 1972b).
II año de 1975 estudió varios ceramios precolombinos
p r o c e d e n t e s d e San Buenaventura. Aunque la
información que consigna Portugal posee pocos datos
sobre los lugares de hallazgo de estas piezas, llama la
atención la filiación cultural Inka de las vasijas. Este
material habría sido adquirido por Cordero Miranda de
los pobladores de la región de San Buenaventura. El
.irlículo efectúa una revisión histórica sobre el ingreso
de los Inka a las tierras bajas y describe las características
morfológicas de las piezas mencionadas (Portugal 1975).
Víctor Bustos, representante del Instituto Nacional de
Arqueología en el Beni presentó una propuesta para
efectuar una "Exploración arqueológica en la zona de
Kiberalta" (Proyecto INAR 03/77). Este proyecto incluye
una revisión ligera de los trabajos de Marius del Castillo,
una visita de reconocimiento del sitio "Las Piedras" (La
Victoria según D e l Castillo) efectuada por Bustos y
Keneth Lee, de la que se realizan limitados comentarios
debido a la espesura de la selva que cubría el lugar,
también se realizaron comparaciones estilísticas para
la definición de la cronología cerámica (Bustos 1977a).
I n 1 9 8 8 el I N A R realizó t r a b a j o s d e salvataje
arqueológico en San Buenaventura, donde se habían
encontrado restos de o r o l a m i n a d o de un c o n t e x t o
funerario al efectuarse excavaciones para la construcción
del a l c a n t a r i l l a d o del p u e b l o . Lamentablemente el
trabajo se redujo a pesquisas de investigación sobre
quién se habría apoderado del material arqueológico,
que a la llegada del enviado del INAR ya casi había
desaparecido.
Ese mismo año (1988) salía publicado en el Journal of
I ¡oíd Archaeology un reporte sobre un reconocimiento
arqueológico r e a l i z a d o en T u m i c h u c u a , l o c a l i d a d
arqueológica situada en un meandro del Beni, al f i l o
de la laguna del m i s m o nombre y al sur de Riberalta.
Arnold y Prettol, autores del mencionado documento,
registraron restos de terraplenes artificiales de tierra y
zanjas en una extensión de 1 5 0 0 mts. en el borde de
la laguna Tumichucua, en zona aluvial. Los rasgos más
representativos de este conjunto consisten en una serie
de terraplenes c o n canales y un m o u n d o elevación
artificial que cubre un área aproximada de 1.25 k m 2.
Los t e r r a p l e n e s c o n sus c a n a l e s a los lados se
construyeron mediante canales y elevaciones de tierra
hechos en forma semi circular, existe un terraplén-canal
que conecta el río Beni c o n el lago Tumichucua y un
gran canal circular. Estos trabajos artificiales f u e r o n
r e l a c i o n a d o s a motas a r t i f i c i a l e s c o n s t r u i d o s p o r
sociedades de demografía alta c o m o las del Amazonas
central y de los Llanos de M o x o s . La importancia d e
este artículo radica en q u e se trata d e la p r i m e r a
descripción de obras artificiales de canales y terraplenes
en un m e d i o ambiente amazónico de la rivera del río
B e n i , y no de l l a n u r a i n u n d a b l e q u e es d o n d e se
encuentran por lo general este tipo de obras.
El año de 1 9 9 6 se desarrolló la primera prospección
arqueológica sistemática del río Beni c o m o parte del
Plan de M a n e j o de la Reserva de la Biosfera y Tierra
C o m u n i t a r i a de O r i g e n Pilón Lajas (Michel 1996). El
área de este trabajo estuvo c o n t e m p l a d o dentro d e l
t e r r i t o r i o d e la Reserva y áreas d e i n f l u e n c i a y
amortiguación aledañas, haciendo énfasis en las terrazas
y o r i l l a s de los p r i n c i p a l e s ríos y en la z o n a d e
colonización de la carretera Quiquibey-Yucumo. 33
sitios arqueológicos y 8 d e arte rupestre f u e r o n
d o c u m e n t a d o s , s i e n d o la franja del c a m i n o entre
Q u i q u i b e y y Rurrenabaque la zona que proporcionó
mayor información del área, debido a sus posibilidades
de visibilidad y el conocimiento que tienen los colonos
del lugar. La mayoría de los sitios arqueológicos se
ubicaron cerca de fuentes de agua permanentes, sobre
terrazas altas y medias abandonadas por los ríos mayores
y en pocas ocasiones en medio monte. El arte rupestre
esta representado sobre rocas grandes de origen ígneo,
sobre las que se ejecutaron grabados por desgaste, c o n
diseños z o o m o r f o s y geométricos de gran v a r i e d a d ,
e x i s t i e n d o u n e s t i l o común d e ejecución. D e l o s
artefactos arqueológicos estudiados en la región se
c o n o c e que la cerámica fue elaborada c o n a r c i l l a y
antiplásticos locales. Las formas son m u y variadas al
igual q u e la decoración y representan una tradición
local de larga duración desde el período f o r m a t i v o .
Son característicos los enterramientos en urnas grandes
(Michel 1996: 33).
También se hace presente el uso de herramientas líticas,
las más conocidas son las hachas de piedra en f o r m a
de "t", aunque también es común la presencia de núcleos,
lascas, c u c h i l l o s , raederas, percutores, raspadores y
135
otros fabricados c o m o herramientas descartables. Una
de las características principales de los sitios en las
terrazas altas es la presencia de batanes o moledores
de piedra que posiblemente sirvieron para el m o l i d o
de granos (Ibid. 34).
Tanto las características del patrón de asentamiento,
c o m o de los artefactos y rasgos arqueológicos de Pilón
Lajas corresponden a un proceso migracional arawak
desarrollado en varias oleadas, que poblaron las orillas
de los principales ríos de la región y desarrollaron una
identidad propia. Aunque los contactos con las tierras
altas fueron continuos, no llegaron a ser determinantes
en las ya asentadas y desarrolladas tradiciones culturales
del río Beni, la mayoría de los objetos de metal que son
encontrados en el área corresponden a objetos suntuarios
c o m o hachas de c o b r e y b r o n c e . La atribución de
influencias Tiwanaku o Inka a decoraciones geométricas
de la cerámica pese a haber sido un tema
recurrentemente tratado por varios investigadores, no
t i e n e m u c h o q u e ver c o n las t r a d i c i o n e s andinas
mencionadas. Se trata de un estilo local c o m p l e j o que
en sus raíces corresponde a tradiciones Arawak del
norte del continente (Michel en preparación).
11.2 Historia Cultural
Hachas halladas en el área cultural del río Beni - Foto: Marcos Michel
Una separata d e los A n a l e s d e l XX Congreso
Internacional de Americanistas consigna un artículo de
136
Posnansky titulado "Plaquetas ceremoniales emigrada!
en Estilo T i w a n a k u " . Este trabajo hace referencia al
descubrimiento, en la región de Rurrenabaque, de una
p l a q u e t a de metal c o n la f i g u r a de dos loros que
sostienen en medio la figura de "Pajsi Mama" (Diosa do
la luna) y cerámica procedente de afluentes del Bern
con decoración Tiwanaku. La plaqueta representaría un
elemento Tiwanaku tradicional, considerando que s u |
símbolos son representaciones de Tiwanaku y de qui
una p l a q u e t a s i m i l a r se desenterró en T i w a n a k u ,
e x i s t i e n d o también en c o l e c c i o n e s de musen*
e x t r a n j e r o s . Estos hallazgos representarían, según
Posnansky, una rama cultural Tiwanaku al noreste de
Bolivia (Posnansky 1933).
Lo c u r i o s o de la pieza metálica de b r o n c e , la que
Posnansky p r i m e r o dice procedente de Rurrenabaque
(1933) y luego de Riberalta (Posnansky 1957: 127), M
encuentra en que sería un artefacto Tiwanaku con la
representación de loros o guacamayos c o m o atributos
decorativos producto de la influencia de la región, ya
que los otros ejemplares similares poseen dos felinos
en vez de estas aves. En 1957, en la publicación postuma
de Posnansky, consta la plaqueta mencionada c o m o
procedente de los aluviones laterales del río Beni, cerca
de Riberalta. Se trata de una placa con representación
de una figura central. En la parte superior se encuentra
una cara sostenida por dos guacamayos. Sobre el pecho
se h a l l a n signos e s c a l o n a d o s , a cuyos lados se
encuentran volutas. D e estas cuelga sobre la imagen
un gran signo escalonado, en cuyo hueco se encuentra
una cabeza humana circundada por una aureola. Este
signo escalonado se divide en la parte de abajo en dos
prolongándose cada parte a las piernas, hasta los
extremos que también presentan volutas. A ambos de
ellas radian símbolos escalonados. Las manos son de
cuatro dedos. De la izquierda cuelga un hacha y del
coco de la derecha un Tumi (Cuchillo ceremonial). La
pieza es de 19 cms. x 9 cms. de ancho (Posnansky
1957:127).
Piezas similares existen en: el museo etnológico de
Berlín, provenientes de Tiwanaku, fue obtenida por Max
Uhle del Ing. Rocha que la "sacó" de Tiwanaku; existen
dos en el museo de Cambridge, Inglaterra, y son parte
de una colección sin p r o c e d e n c i a o b t e n i d a en una
t i e n d a de antigüedades de Londres; p o r último se
e n c u e n t r a la d e n o m i n a d a "princesa" de las placas
l l a m a d a Lafone y Q u e v e d o p o r el n o m b r e de su
descubridor, actualmente se encuentra expuesta en el
Museo de La Plata. Fue encontrada en Chaquiago en
el norte a r g e n t i n o . Sin lugar a dudas estas placas
representan un elemento posiblemente ritual de origen
l i w a n a k u , q u e a u n q u e no son una p r u e b a de la
expansión " i m p e r i a l " o de conquista de esta cultura,
posiblemente tuvieron un alto significado como elemento
ritual ubicado en zonas lejanas. El problema de todas
estas representaciones hechas en metal es su lugar y
contexto de p r o c e d e n c i a que serán una incógnita
mientras no se excaven piezas similares.
Respecto a la cerámica con "características Tiwanaku"
descrita en varias ocasiones por Posnansky (1933), la
que verdaderamente corresponde a fragmentos de piezas
enteras de la región del río Beni, aunque la misma
presenta líneas escalonadas, pinturas c o n e n g o b e ,
ornamentos g r a b a d o s , urnas c o n el signo escalonado
y espiral, además de vasijas que llevan en el borde
relieves r e p r e s e n t a n d o cabezas de cuadrúpedos,
podemos i n d i c a r que estas t r a d i c i o n e s decorativas
corresponden a desarrollos locales con fuertes raíces
Arawak, no teniendo ninguna similitud con la tradicional
decoración Tiwanaku, si es que ésta no es forzada. Lo
mismo se puede decir de la cerámica Marajó y otras
de la A m a z o n i a en q u e Posnansky veía una clara
presencia Tiwanaku (Posnansky 1957).
Resulta interesante y una constante en la investigación
arqueológica d e l ríio B e n i , c ó m o se asocian
mecánicamente las decoraciones escalonadas y en
volutas encontradas en la cerámica del Beni c o n
Tiwanaku o la tradición Inka.
los trabajos de Marius del Castillo a diferencia de las
inferencias de Posnansky, q u e f u e r o n hechas c o n
materiales descontextualizados, rescatan en excavaciones
Cientos de piezas completas de las que se infiere también
lina influencia Tiwanaku.
Analizando las nutridas incursiones exploratorias de
Del Castillo en el río Beni reportadas en 1929, se puede
feiumir que fueron investigados los sitios:
Yfldia, San Miguel, El Susi, Torewa, Tumupasani (Piedra
Blanca), Bacuatrau, La Peña (margen occidental del río
Vlrtta), Nanruro, Peña A m a r i l l a y La Victoria sobre el
lio Beni, además de la exploración de: Candelaria o
Mound Nanruru cerca de la zona "desierto Guarayo",
|| antigua Misión de Cavinas y Peña A m a r i l l a .
En Buacatrau y La Victoria se efectuaron excavaciones
las que resumimos a continuación: Bacuatrau, traducido
del Tacana significa serpiente grande, según Castillo
(1929:316) el nombre fue puesto al lugar por indígenas
Tacanas que acompañaban a un grupo de Franciscanos
que iban a fundar la Misión de la invocación del Señor
Jesús de Cavinas a fines del Siglo XIX. El n o m b r e se
refiere a u n a s e r p i e n t e de gran tamaño q u e f u e
encontrada en el lugar. Según Del Castillo el Bacuatrau
no fue antes c o n o c i d o por varios viajeros que pasaron
por allí d e b i d o al temor de los indígenas hacia la gran
serpiente. Bacuatrau se e n c o n t r a b a parcialmente
destruido al m o m e n t o de su descripción, la corriente
del río Beni había socavado sus "terraplenes" por los
constantes c a m b i o s de cauce que sufren sus aguas.
Solamente quedó una pequeña superficie destinada al
c u l t o d e los m u e r t o s y restos de construcciones
denominadas "paleolíticas", las que fueron excavadas.
Castillo m e n c i o n a haber excavado en este lugar, en
menos de cuatro horas, 3 0 0 piezas cerámicas de las
más variadas y 14 cráneos humanos (Del Castillo 1929:
316-321).
a) La Victoria o Las Piedras
Fue localizado por Del Castillo c o m o a 500 o 600 mts.
de la m a r g e n o c c i d e n t a l del río Beni, c o m o a siete
kilómetros al suroeste de Riberalta. En el lugar se
l o c a l i z a r o n según este autor ruinas " m o u n d Builders"
(montículos?), compuestos por una pirámide de 5 a 6
mts. de altura y en sus alrededores murallas, círculos
y cuadrángulos hechos en piedra toscamente labrada.
En el lugar Del Castillo efectuó la excavación de varias
urnas funerarias, rodeadas de platos, fuentes, cántaros
(Del C a s t i l l o 1 9 2 9 : 3 3 3 ) . Del C a s t i l l o atribuyó las
características decorativas de la Victoria a la tradición
Tiwanaku.
G r e g o r i o C o r d e r o M i r a n d a (1984) en su exploración
desarrollada el año de 1956 recorrió el río Beni, desde
Rurrenabaque hasta Bacuatrau, identificando algunos
sitios a r q u e o l ó g i c o s . Resaltan p o r su d e t a l l e las
descripciones del material arqueológico de los sitios
investigados, los que resumimos a continuación:
b) San Buenaventura.
En la población de San Buenaventura, en la p r o v i n c i a
Iturralde del Departamento de La Paz, Cordero o b t u v o
referencias de restos arqueológicos de urnas de entierro
137
y ofrendas p r e c o l o m b i n a s que se habían encontrado
en las barrancas del puerto. De este sitio arqueológico
se describen los siguientes materiales:
1. Una fuente de borde convexo y de base saliente-
cóncava. Esta pieza esta decorada c o n líneas
escalonadas en blanco y c o n líneas negras que
separan campos decorativos. El antiplástico de
confección de esta pieza es cerámica m o l i d a .
2. Una vasija g l o b u l a r de c u e l l o c i l i n d r i c o c o n 2
asas horizontales, presenta restos de pintura café.
El antiplástico de confección es de piedrecillas
molidas.
3. F r a g m e n t o de una f u e n t e decorada con
semiespirales y decoración interior de líneas
blancas y negras sobre f o n d o rojo.
4. Hacha de piedra de roca sedimentaria.
c) Capaina
Se encuentra a 6 kms. de San Buenaventura en el camino
a Ixiamas sobre el lecho del río Beni. D e este sitio
arqueológico se recogieron las siguientes piezas.
1. Fragmento de olla de boca ancha c o n pequeño
apéndice en el borde superior y ornamentación
en b l a n c o sobre f o n d o r o j i z o a m a r i l l e n t o .
Antiplástico de cerámica m o l i d a .
2. Fragmento de cerámica c o n 6 incisiones de
canales anchos q u e se c r u z a n . Antiplástico de
cerámica m o l i d a .
3. Hacha de roca sedimentaria.
d) San Buena Vista
Localizado a 25 kms. de San Buenaventura. En el lugar
Cordero recibió de donación una pieza de la señora
Silveria Crespo de Higa. Se trata de una pieza recogida
en 1 9 5 9 del lugar c o n las siguientes características:
Vasija g l o b u l a r pintada de c o l o r r o j i z o . Cuello corto
semi-cilíndrico ligeramente a b u l t a d o , borde exterior
semicóncavo.
e) San Martín o Puerto Salinas
Se encuentra a 4 0 kms. de San Buenaventura. En la
barranca se encontraron fragmentos cerámicos "in situ".
Varias vasijas completas del lugar f u e r o n donadas a
Cordero por los pobladores del lugar.
138
1. Plato de base saliente (cóncava) q u e presenta
decoración en una franja d e m o t i v o s incisos,
rectangulares y triangulares cerca d e l b o r d e .
2. Vasija globular de c u e l l o semi c i l i n d r i c o .
3. Cantarito pintado en b l a n c o sobre f o n d o rojizo,
presenta dos asas h o r i z o n t a l e s en el b o r d e
superior j u n t o al cuello.
f) Sayuba
Se encuentra en el sector de la d e s e m b o c a d u r a d e l
arroyo Sayuba en el río Beni, c o m o a 6 5 kms. de San
Buenaventura. D e este lugar C o r d e r o d e s c r i b e el
siguiente material:
1. U n c u e l l o de vasija semi-globular c o n rastros
de pintura rojiza.
2. U n borde de plato de f o r m a e x p a n d i d a , semi-
h o r i z o n t a l . Con base c o n v e x a . Antiplástico de
piedrecillas.
3. Fragmento de base saliente y cóncava de una
fuente. Presenta rastros de pintura roja.
g) Baba Trau
Baba Trau es el sitio que Del Castillo (1929) denominó
BacuaTrau. Según Cordero (1984) el n o m b r e del lugar
proviene del Tacana y significa Huesos Viejos (Baba-
v i e j o , Trau-huesos). Se encuentra c o m o a 60 kms. al
noreste de San Buenaventura. En una orilla del barranco
de la playa C o r d e r o identificó un e n t i e r r o h u m a n o
deteriorado, a una profundidad de 3.50 m. La posición
de los restos era h o r i z o n t a l (echado) de este a oeste,
con el cráneo al oeste. Tenía una dimensión de 1.70
mts. d e largo y p o s i b l e m e n t e correspondía al sexo
masculino. Debajo del cráneo se encontró un fragmento
de cerámica.
Se denominó Baba Trau 2 al sitio registrado 10 kms. al
noreste de Baba Trau 1 , a la altura del lagoTarene. A
una p r o f u n d i d a d de 2 m t s . , en el c o r t e del río se
i d e n t i f i c a r o n restos " i n situ" d e u n a vasija g l o b u l a r
destruida por las raíces. La boca se encontraba tapada
por un fragmento cerámico de un plato.
Del lugar también se obtuvo una vasija globular de base
p l a n a c o n rastros d e incisión, c o n f e c c i o n a d a c o n
antiplástico de piedras molidas. También se recuperaron
fragmentos cerámicos y un " a f i l a d o r de flechas" de
piedra.
h) El Barranco
Se localiza a 3 y 1/2 kms. de Rurrenabaque, e n e l
barranco de un río t e m p o r a l . D e este lugar C o r d e r o
recibió c o m o donación de la Sra. Palmira A g r a m o n t e
una vasija de dos cuerpos globulares, pintada en b l a n c o
sobre f o n d o rojo. Presenta dos asas h o r i z o n t a l e s y
decoración de ojos, nariz y boca en relieve, hecha c o n
•tntiplástico de cerámica molida.
Aunque Cordero reconoce que la tradición cerámica
del Beni corresponde a un desarrollo local, m e n c i o n a
l.i existencia de algunos fragmentos cerámicos q u e
(orresponderían a formas de vasijas Inka, aspecto q u e
no fue claramente d e f i n i d o . El trabajo de C o r d e r o
representa el primer intento sistemático de acercamiento
a la arqueología del río Beni.
Max Portugal O r t i z publicó una serie de artículos
icíeridos a material arqueológico procedente d e l río
Beni: una vasija antropomorfa en posición sedente d e
Rurrenabaque, caracterizada c o m o urna funeraria, l a
misma q u e había sido estudiada i n i c i a l m e n t e p o r
Imbelloni; una jarra globular antropomorfa recuperada
Cerca de la pista de aterrizaje de Rurrenabaque y u n a
yasíja tetrápoda de la misma procedencia con f o r m a
de plato y decoración modelada de una cabeza d e
animal en el borde (Portugal 1972b). Las características
de este material son similares en términos generales a l
descrito por Cordero.
Bustos Santelices (1977a) con base en un reconocimiento
superficial efectuado en La Victoria (Del Castillo 1 9 2 9 ) ,
hoy conocido como "Las Piedras" en Riberalta, d e f i n e
el tamaño del sitio en una extensión de 5 has., las ruinas
estarían c o n f o r m a n d o una " c i u d a d e l a " . El s i t i o se
localizaría sobre una loma artificial de 10 mts. de altura
y está conformado por varios recintos rectangulares c o n
muros de piedra sin trabajar (hechos p o r p i c a d o e n
seco). El contorno de los recintos de 40 m 2 de superficie
se encuentra protegido por un muro de piedra que e n
algunos lugares alcanza 2 mts. de a l t u r a . El m u r o
conforma una superficie semi-rectagular. Adosada a
uno de los muros existe una construcción mayor d e
piedra. Para este investigador el sitio representaría u n
lugar defensivo con viviendas aisladas para vigilantes
o un lugar ceremonial (Bustos 1977 a).
Bustos planteó, como una posibilidad de interpretación
de "Las Piedras", un estrecho contacto entre los Inka y
sociedades de piedemonte, en el que incluso se habrían
establecido "verdaderos enclaves" que delimitaban el
i m p e r i o d e l T a w a n t i n s u y u . Este p l a n t e a m i e n t o , sin
e m b a r g o , p r o m u e v e varias dudas expresadas por el
m i s m o investigador.
Los trabajos de Cordero habrían identificado evidencias
"indiscutibles" de presencia, o por lo menos contacto
Inka manifestado en aribalos, hachas de bronce y otros
restos recuperados de los pobladores locales en sus
exploraciones de 1956 (Portugal 1975).
Por otra parte otras pruebas de la presencia Inka estarían
conformadas por las muestras gráficas de artefactos en
bronce, cerámica con decoración geométrica, motivos
escalerados, hachas en forma de "T" y kerus, producto
de las excavaciones de Del Castillo en Las Piedras y
Bacuatrau (Del Castillo 1929: 315-320). Sin embargo
Bustos indica que "aparte del Tumi, al parecer de bronce,
la p r e s e n c i a i n k a i c a e n Las Piedras n o estaría
evidenciada". Relaciona más bien las formas de kerus
dibujadas por D e l Castillo c o n los kerus de Tiwanaku
y la decoración geométrica-polícroma de éstos, con el
d e n o m i n a d o " H o r i z o n t e Tricolor del Sur", afirmando a
manera de conclusión un posible vínculo de origen o
importación d e l keru en t i e m p o s de Tiwanaku y la
i n f l u e n c i a tardía d e l H o r i z o n t e Tricolor del Sur en la
z o n a (Bustos 1 9 7 7 ) . a
A r n o l d y Prettol (1988) llevaron a cabo al sur de Riberalta
un reconocimiento arqueológico de un área identificada
en 1950 por personal del Instituto Lingüístico de Verano.
Este trabajo se focalizó en T u m i c h u c u a , localidad
situada en un meandro del Beni, al filo de la laguna del
m i s m o nombre.
Se registraron restos de trabajos artificiales de tierra en
la o r i l l a sureste del lago Tumichucua en una extensión
a p r o x i m a d a de 1 5 0 0 mts. en el borde de la laguna y
u n kilómetro tierra adentro. Los restos arqueológicos
y a c e n sobre una superficie de 5 mts. por encima del
nivel d e i n u n d a c i ó n a l e d a ñ o . Los rasgos más
representativos de este conjunto consisten en una serie
de diques y elevaciones de tierra ( p r o d u c t o de la
excavación de los diques) en un área de 1.25 k m 2.
Terraplenes c o n u n canal se construyeron mediante
canales y elevaciones de tierra hechos en forma semi
c i r c u l a r en relación a la laguna (Cy E), un canal mayor
d e f o r m a c i r c u l a r d e más de 5 0 0 mts. de ancho (D),
otro canal en forma de L que conecta el Lago Tumichucua
139
c o n el río Beni (B), y un c a n a l q u e sale de Lago
Tumichucua y se corta (A). Los diques C y D se conectan
p o r un pequeño d i q u e de 2 7 m t s . y en general los
canales varían en ancho de 5 a 1 4 mts. (Arnold y Prettol
1988).
Se efectuaron excavaciones en el d i q u e circular mayor
(D), revelándose una estratificación inclinada, producto
de la excavación del canal. En u n nivel inclinado a más
de un metro de profundidad, en el centro del canal, se
encontraron restos de cerámica sin decoración similar
a la usada hoy en día por los modernos Pano-Chacobo.
D e acuerdo a los investigadores, tres de los canales
fueron construidos para cortar el meandro del río Beni,
siendo diferente la función del gran canal circular D,
donde las excavaciones efectuadas determinaron también
la existencia de bolas de arcilla sin cocer, que pudieron
ser usadas c o m o sujetadores de estacas o c o m o armas
contundentes. La huella c i r c u l a r de un posible poste
fue identificada también c o m o un rasgo de la excavación
y s u g i e r e la e x i s t e n c i a d e u n a m o t a defensiva,
considerando que una elevación en forma de m o u n d
se l o c a l i z a en el cuadrante sudoeste del d i q u e D, es
posible que este sector haya sido habitado.
Excavaciones efectuadas en el lugar determinaron la
existencia de cerámica similar al c o m p l e j o "Corralito"
f e c h a d o en el Bajo Madeira entre el 780 y 1500 d.C.
( A r n o l d y Prettol 1 9 9 8 : 4 6 2 - 4 6 3 ) . Por otra parte de
acuerdo a la información etnográfica los diques guardan
s i m i l i t u d c o n las estructuras defensivas descritas por
V i l l a Boas (1973) para los indígenas del Xingú, y por
las existentes en la región de Baures identificadas por
Denevan (1966) e investigadas por Dougherty y Calandra
(1984) y las mencionadas para los indígenas Canichana,
Tapacure y Baure en las crónicas del siglo XVII.
El año de 1 9 9 6 se desarrolló la primera prospección
arqueológica sistemática en el área de la Reserva de la
Biosfera y Tierra C o m u n i t a r i a de Origen Pilón Lajas
(Michel 1 9 9 6 ) . Se efectuaron prospecciones
arqueológicas en las terrazas y orillas de los principales
ríos, c o m o el río Beni entre Rurrenabaque y Muchanes,
y en la zona de colonización de la carretera Quiquibey-
Yucumo. 33 sitios arqueológicos y 8 de arte rupestre
fueron documentados.
La mayoría de los sitios arqueológicos se ubican cerca
de fuentes de agua permanentes, sobre terrazas altas y
140
medias abandonadas por los ríos mayores y en
ocasiones en medio monte. Los sitios arquee tléfá
igual que los descritos en los antecedentes (Ve
Castillo y Cordero), se encuentran a una profufl
de más de 50 cms. d e b i d o a que fueron c u b i e r t o !
sedimentos de lluvias y erosión de las m o n t a n . i \n
sentido sólo pueden ser descubiertos en los c o r t f l
los ríos o mediante la información de los poblad!
locales. Los sitios representan aldeas y poblacinnai
las cuales es difícil inferir su tamaño real debido .i
se e n c u e n t r a n cubiertas de tierra. D e acuerdo I
información de los p o b l a d o r e s de la Reserv.i, i|
continuamente realizan excavaciones para labores
a g r i c u l t u r a , los sitios rebasan las 5 hectáreas
s u p e r f i c i e , l o q u e daría lugar a pensar en que I
asentamientos humanos conformaban grandes a Id
Otros sitios menores tienen como 300 mts. de perfnM
y son restos de pequeñas aldeas.
Las a c t i v i d a d e s de s u b s i s t e n c i a f u e r o n d i v e r s a '
practicándose la caza, pesca, recolección, además :í
la agricultura de granos c o m o lo evidencian los rest
de moledores de piedra en las terrazas del río Beni.
acuerdo a su posición los sitios poseían diferente cará< ter
ocupacional, es posible que los sitios pequeños fueran
asentamientos temporales de caza, pesca o ambos,
Otros lugares ubicados en sectores de las antiguas
terrazas de los grandes ríos fueron adaptados en forma
de plataformas para labores agrícolas, i m p l i c a n d o que
la gente vivió d u r a n t e más t i e m p o en estas zonas
d e s a r r o l l a n d o p o b l a d o s . Otros sitios presentan
abundantes restos de grandes urnas funerarias y ofrendas
de e n t i e r r o que c o n f o r m a n cementerios, otros sitios
poseen restos de urnas y a la vez cerámica doméstica,
implicando que los entierros en urnas se efectuaban en
los mismos lugares de habitat (Michel 1996: 31).
El a r t e r u p e s t r e d e l río Beni y Cascada están
representados en rocas grandes de origen ígneo, sobre
las que se ejecutaron grabados por desgaste, con diseños
zoomorfos y geométricos de gran variedad, existiendo
un estilo común de ejecución. Al parecer los grabados
fueron ejecutados en sectores donde confluían arroyos
o donde la turbulencia de las aguas es peligrosa. En la
región del río Colorado existen restos de arte rupestre
mobiliario conformado por rocas pequeñas con grabados
lineales que son conocidas y forman parte del universo
ritual de los Chimane (Ibid. 32).
11.3 Complejo cerámico Beni
Los artefactos arqueológicos son parte del desarrollo
de una larga tradición. La cerámica fue elaborada c o n
arcilla local, empleándose c o m o antiplásticos arena y
en mayor p o r c e n t a j e cerámica m o l i d a y en pocas
ocasiones elementos orgánicos.
Las ollas fueron fabricadas m e d i a n t e la técnica del
rodete, adicionando rollos de arcilla y uniéndolos para
crear una forma f i n a l . Resalta la enorme variedad de
las vasijas entre formas comunes de ollas, jarras, fuentes
y formas i n f l e x i o n a d a s . La mayoría de los tiestos
recolectados corresponden a cerámica de uso doméstico:
ollas, jarras y otros recipientes y utensilios.
Existen ollas pequeñas, grandes y medianas, platos,
vasos, jarras, fuentes y platos planos generalmente
cocidos en ambiente oxidante y escasamente reductor.
Forman parte del ajuar cerámico las ruecas de hilado,
de forma circular.
También son parte de un variado repertorio las grandes
urnas funerarias, de formas globulares abiertas y cerradas,
con cuello o sin él. Algunas presentan decoración incisa,
por m o d e l a d o y presión. Junto a estas piezas se
encuentran e j e m p l a r e s de o f r e n d a c o n c o m p l e j o s
motivos decorativos incisos y pintados.
El acabado de la cerámica es por alisado y la decoración
más frecuente es de incisión, que presenta desde simples
líneas finas en forma repetida, hasta complejas tramas
geométricas y de espirales. La variedad decorativa es
amplia y las acanaladuras de incisión pueden ser anchas,
delgadas, profundas y/o superficiales, pueden estar
ejecutadas sobre las superficies más visibles de la vasija
o sobre apliques, especialmente en la parte superior
externa del cuerpo o en pequeñas "patas de cerámica"
con formas de patitas de animales.
La decoración modelada - aplicada e incisa es también
característica de este c o m p l e j o , se realiza mediante la
confección de nodulos de arcilla con incisión de punto,
líneas o figuras antropo-zoomorfas variadas.
Aunque la decoración pintada aparece menos por su
fácil deterioro en un ambiente de alta humedad, existen
muchas piezas c o n esta decoración. Las p i n t u r a s
muestran u n a r i q u e z a técnica d e e j e c u c i ó n d e
i m p o r t a n c i a , son p o l i c r o m a s y presentan diseños
c o m p l e j o s de volutas, escaleras, triángulos d i v i d i d o s
por áreas decorativas. Los colores utilizados son rojo,
negro, azul y diferentes tonos de naranja y café. Por lo
general una línea blanca fina delimita complejos diseños
geométricos. Por lo común este material se ha encontrado
asociado a urnas funerarias y posiblemente eran parte
de los ajuares funerarios.
También se hace presente el uso de herramientas líticas,
las más conocidas son las hachas de piedra en forma
de "T" c o n amplia variedad de formas y estilos, aunque
también es común la presencia de núcleos, lascas,
c u c h i l l o s , raederas, percutores, raspadores y otros
fabricados c o m o herramientas descartables. Una de las
características principales de los sitios en las terrazas
altas es la presencia de batanes o moledores de piedra
que posiblemente sirvieron para el m o l i d o de granos.
Tanto las características del patrón de asentamiento,
c o m o de los artefactos y rasgos arqueológicos de Pilón
Lajas corresponden a un proceso migracional arawak
desarrollado en varias oleadas, que poblaron las orillas
de los p r i n c i p a l e s ríos d e la región y c r e a r o n u n a
identidad propia.
A u n q u e los c o n t a c t o s c o n las tierras altas f u e r o n
continuos, no llegaron a ser determinantes en las ya
asentadas y desarrolladas tradiciones culturales del río
Beni, la mayoría de los o b j e t o s de metal q u e son
encontrados en el área corresponden a objetos suntuarios
c o m o hachas de c o b r e y b r o n c e q u e p o s i b l e m e n t e
fueron conseguidos por intercambio.
/1.4 Períodos Tiwanaku, Horizonte Tricolor del Sur e Inka
La atribución de influencias Tiwanaku, Horizonte Tricolor
del Sur e Inka a decoraciones pintadas geométricas de
la cerámica del B e n i , pese a haber sido un t e m a
recurrentemente tratado por varios investigadores n o
tiene asidero en ningún estudio cerámico, sino en
simples aproximados comparativos.
La cerámica del Beni representa un estilo local complejo
que en sus raíces corresponde a tradiciones arawak del
norte del continente americano, con las cuales posee
mayores similitudes. Si bien existieron relaciones de
intercambio de objetos suntuarios c o n las tierras altas
(objetos de metal), las influencias en la cerámica sólo
p u e d e n ser r e c o n o c i d a s a nivel de estudios de
141
colecciones c o n proveniencia y contextos definidos 77.6 Principales atractivos arqueológicos
(Michel en preparación).
C o m o atractivos arqueológicos resaltan los grabado
7 7.5 Investigaciones en curso y perspectivas
rupestres de El Susi, San M i g u e l , Torewa y El Beu.

En la región de Pilón Lajas se están desarrollando

trabajos de documentación e investigación de arte Estos grabados se encuentran expuestos en circuito]

rupestre, así como se proyectan trabajos de investigación ecoturísticos de navegación del río Beni por las empresa*
arqueológica (Michel en preparación). turísticas de Rurrenabaque.

11.7 BIBLIOGRAFIA
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H. M u n i c i p a l i d a d de La Paz.

142
 1971 "Contribución al estudio de la arqueología de la zona Tropical". En: Puma Punku N ° 2 . Instituto de Cultura
Aymara. H. M u n i c i p a l i d a d de La Paz.
I )K I U G A L Z A M O R A , Maks y PORTUGAL ORTIZ, M a x
1175 " Q a l l a m a r k a , nuevo yacimiento arqueológico descubierto cerca de T i w a n a k u " . En: Arte y Arqueología N °
3 y 4. Revista d e l Instituto de Estudios Bolivianos. UMSA. La Paz.
12. LLANOS DE MOXOS
hia el n o t a b l e a m i g o Kenneth Lee. Gracias p o r t u
i'jcmplar h u m i l d a d .
VJ.1 Historia de la investigación arqueológica
Figura femenina de la cultura de Moxos, representada en cerámica.
Foto: Marcos Michel
Debido a su r i q u e z a y belleza los llanos de M o x o s
atrajeron la atención de viajeros y naturalistas de
r e n o m b r e , c o m o Thadeus Hanke (1794), Alcides
D'Orbigny ( 1 8 3 2 ) , Agustín Palacios (1845), G u i b b o n
(1854) y Geoge Church (1870) entre otros, siendo que
la investigación arqueológica c o m i e n z a c o n las
exploraciones y excavaciones de Erland Nordenskióld
entre 1908 y 1 9 0 9 en las sabanas al sur de Trinidad y
este del Mamoré (Nordenskióld 1913, 1917, 1 9 3 0 a ) ,
Otros trabajos d e c a m p o en el área se desarrollaron
recién en la década de los cincuenta, habiendo quedado
c o m o d e f i n i t i v a la c o l u m n a cronológica de las
excavaciones de Nordenskióld hasta los años ochenta.
Mientras tanto se r e a l i z a r o n referencias comparativas
a la cerámica del Beni, estudios globales de arqueología
amazónica y de B o l i v i a q u e a s i m i l a b a n las piezas
c o n o c i d a s c o n c o m p l e j o s y t r a d i c i o n e s d e l área
amazónica (Bennett 1 9 3 6 , Evans 1964, Howard 1947,
Lathrap 1 9 7 0 , M e g g e r y Evans 1 9 6 1 , Metraux 1 9 4 8 ,
Posnansky 1939, Portugal Ortíz 1978, W i l l e y 1948).
Stig Rydén (1945) excavó una loma c o m o a un kilómetro
de Casarabe, en la cañada de la Loma Vieja, habiendo
p r o d u c i d o un pequeño reporte de este trabajo. O t r a
excavación en esta región fue ejecutada por H a n k e
(1957).
La información sobre las construcciones de canales,
terraplenes y obras artificiales de los llanos benianos fue
parcialmente proporcionada por los primeros españoles
q u e l l e g a r o n al área y los jesuítas. Los religiosos
encontraron los grandes sistemas de cultivo en proceso
de abandono por las considerables bajas poblacionales
que antecedieron a la creación de las misiones de Moxos
y que eran causadas p o r la intromisión de enfermedades
de los blancos. M u c h o s soldados españoles y luego
jesuítas describen las impresionantes calzadas, rectas y
limpias y campos de c u l t i v o asociados de alta producción
(Lee 1995, Michel 1 9 9 5 ) .
Las referencias arqueológicas sobre trabajos artificiales
de tierra en M o x o s f u e r o n hechas por Nordenskióld
(1916: 152), quien n o recibió mucha atención por los
descubrimientos realizados en su é p o c a . El
r e d e s c u b r i m i e n t o d e enormes obras artificiales
construidas en tierra (terraplenes, lomas, canales e islas)
en la década de los c i n c u e n t a , motivó a plantear una
nueva perspectiva d e interpretación de los fenómenos
de desarrollo cultural e n la región de llanuras inundables.
El año de 1957 Kenneth Lee, sobrevolando la zona de
Baures con trabajadores de la Shell O i l Co. identificó
143
una impresionante área de terraplenes que no podrían
haber sido hechos por la naturaleza, ya que la disposición
geométrica de los mismos denotaba la mediación de
la inteligencia humana en su factura. Lee informó de
este h a l l a z g o a investigadores de la Universidad de
California enviando fotografías aéreas a dicha institución
de los Estados Unidos. La respuesta a esta motivación
f u e dada p o r el geógrafo W i l l i a m D e n e v a n , q u i e n
realizaría una tesis doctoral sobre el tema (Lee 1995).
Los estudios de Denevan mostraron inmensas áreas
cubiertas de campos artificiales de cultivo, terraplenes
y zonas de habitat construidas en f o r m a de islas en
m e d i o d e las p l a n i c i e s d e l B e n i , cuestionando
profundamente las teorías elaboradas durante muchos
años por la escuela ecologista cultural norteamericana,
que negaba desarrollos culturales mayores al de la tribu
en la a m a z o n i a , por supuestas l i m i t a c i o n e s m e d i o
ambientales (Meggers 1 9 7 1 ; Steward y Faron 1 9 5 9 ;
Steward 1963).
Las descripciones de trabajos masivos de movimientos
de tierra i m p l i c a b a n la p o s i b i l i d a d de importantes
conglomerados humanos organizados y trabajando en
sistemas planificados. Las primeras síntesis sobre los
camellones mostraban agrupaciones de campos elevados
de c u l t i v o de diferente tipología, situados en extensas
zonas inundables al interior de los Llanos de M o x o s
(Denevan 1963, Plafker 1963).
D e n e v a n efectuó una síntesis m u y c o m p l e t a de las
características ecológico-culturales de los Llanos de
M o x o s en su tesis doctoral titulada "Geografía cultural
aborigen de los Llanos de Moxos", en la actualidad una
de las obras más importantes sobre la temática. Los
trabajos de Denevan verificaron la artificial ¡dad de los
camellones, su distribución aproximada, las funciones
de los campos de camellones y su posible relación con
otras construcciones asociadas (Terraplenes, canales
islas a r t i f i c i a l e s ) . La o b r a de Denevan se d i s t i n g u e
p r i n c i p a l m e n t e p o r haber d a d o una interpretación
cultural del fenómeno de las construcciones artificiales
en función a los grupos étnicos que habitan la región
y las crónicas españolas (Denevan 1 9 6 6 , versión en
castellano Denevan 1980).
Hacia mediados de la década de los años setenta, el
Instituto N a c i o n a l de Arqueología intervendría en el
Beni, delegando al arqueólogo Víctor Bustos Santelices
144
la dirección de la investigación de la región. B u s t o i l l
c o n sede en T r i n i d a d , hará énfasis en el e s t u d i o d § |
lomas c e r c a n a s a esta población, efectuando!
reconocimientos arqueológicos y excavaciones en variail
lomas, además de interpretar contextos asociados de
terraplenes, canales, interconexiones artificiales entre
ríos y proponer la importancia de los cambios climáticos
del holoceno c o m o determinantes para el desarrollo o
caída de las culturas benianas (Bustos 1976, 1 9 7 8 ) .
En la década de los ochenta (1977-1985) la M i s i ó n
A r g e n t i n a de la U n i v e r s i d a d N a c i o n a l de La Plata, í
dirigida por Bernardo Dougerty, efectuará arduas labores
arqueológicas en los Llanos de M o x o s ; entre T r i n i d a d
y San Ignacio de M o x o s y en la Provincia ítenez d e l
Departamento del Beni apoyada por el S m i t h s o n i a n
Institution y Betty Meggers. El proyecto fue e n f o c a d o
al desarrollo de excavaciones estratigráficas controladas
para la determinación de series cerámicas - cronológicas
comparativas para el Beni, c o n base en la propuesta
metodológica de Meggers y Evans para la A m a z o n i a
(Ford 1962, Meggers y Evans 1969). Se efectuaron varios
pozos de sondeo (1,5 x 1,5 mts. y 2 x 2 mts.) en las
lomas cercanas a T r i n i d a d y en las existentes e n t r e
Trinidad y San Borja, llegándose a excavar p r o f u n d o s
p o z o s en Casarabe para la determinación de u n a
secuencia c u l t u r a l general del Beni, en la q u e se
definieron las fases: Casarabe (335 a 485 d.C), Mamoré
(810 a 1195 d.C) y fase San Juan (890 d.C a 1115 d .
C). Pese a los intentos de la Misión Argentina no se
llegó a c o n s o l i d a r una secuencia general cerámica,
d e b i d o a q u e "la prehistoria del Beni no puede ser
resumida en una mera sucesión de alfarerías incisas a
las que siguen alfarerías incisas y alfarerías pintadas, y
q u e t e r m i n a n c o n alfarerías p i n t a d a s en t i e m p o s
recientes" ( D o u g h e r t y y C a l a n d r a 1 9 8 1 - 1 9 8 2 ) . La
c o m p l e j i d a d cerámica detectada i m p l i c a fenómenos
de desplazamiento, coexistencia, aislamiento de una
gran variedad de estilos, algunos contemporáneos entre
sí (Ibid.). Las excavaciones de la Misión Argentina n o
contemplaron la a p e r t u r a d e áreas a m p l i a s d e
excavación, lo q u e i m p i d e tener información cabal
sobre los diferentes tipos de contextos que existieron
en las islas excavadas y sus características. Por otra
p a r t e los e s t u d i o s d e la m e n c i o n a d a misión n o
c o n t e m p l a r o n análisis contextúales m a c r o para
relacionar los resultados de las excavaciones de islas
de bosque con la infraestructura agrícola de camellones,
situada g e n e r a l m e n t e a lado de las islas. Por estas
razones la p o s i b i l i d a d de i n f e r e n c i a acerca de la
complejidad de las sociedades prehispánicas del Beni
fue relegada.
La misión A r g e n t i n a también h i z o e x p l o r a c i o n e s y
excavaciones en la Provincia Iténez del Beni, donde se
definieron las fases Equijebe, Irobi, Oricore, Bella Vista
y Canabasneca (Dougherty y Calandra 1 9 8 3 , 1984-
1985: Ver Baures).
Trabajos de reconocimiento arqueológico de área fueron
realizados en f o r m a p i o n e r a desde 1 9 7 8 , c u a n d o
Erikcson y Faldín e f e c t u a r o n una prospección
arqueológica entre Trinidad y San Borja, describiendo
sistemas agrícolas complejos formados por terraplenes
y camellones (Erickson 1980). Hasta este m o m e n t o de
la investigación merece especial mención el Ing. Rodolfo
Pinto Parada, destacado escritor beniano que noveló el
acontecer arqueológico hasta la década de los ochenta
en forma anecdótica y amena en su libro Pueblo de
leyenda, señalando también importantes inferencias
arqueológicas d e sus investigaciones (Pinto Parada
1987).
En 1988-1999 fue finalizada la tesis doctoral: IL CASO
AMAZZONICO IN BOLIVIA DALL ANALISI
ARCHEOLOGICA. UNA PROPOSTA DI USO
ALTERNATIVO DE TERRITORIO de Antonio Paolillo del
Instituto Universitario di architettura di Venezia.
Desde 1 9 9 0 C l a r k Erickson de la U n i v e r s i d a d de
Pennsilvania ha desarrollado el Proyecto
Agroarqueológico d e l Beni, j u n t o a la Dirección
Nacional de Antropología y Arqueología, efectuando
prospecciones arqueológicas regionales para definir las
características agrícolas y de habitat de los antiguos
pobladores de Moxos. Los trabajos realizados incluyen
excavaciones en camellones, toma de muestras de C14,
suelos y restos de polen, estudios cerámicos, prácticas
de reutilización de campos elevados de c u l t i v o en la
Estación Biológica del Beni y en comunidades moxeñas
y aplicación de metodologías de arqueología de paisaje,
que c o m p r e n d e n mapeos topográficos c o n t e o d o l i t o
láser, registro espacial de trabajos artificiales de tierra
y asentamientos prehispánicos y análisis computarizados
de imágenes satelitarias, sobrevuelos c o n avionetas,
Con la finalidad de conformar las bases de un Sistema
de Información Geográfica a nivel regional (Erickson
1995)
Las labores de c a m p o del proyecto Agroarqueológico
del Beni demostraron q u e en los Llanos de M o x o s el
paisaje natural fue transformado en forma impresionante,
pudiendo ser d e n o m i n a d o "antropogénico" o producto
de la "creación humana" (Erickson 1980; Erickson e t a l .
1 9 9 1 , 1 9 9 3 , 1994).
Varios conjuntos arqueológicos fueron documentados
mediante el uso de teodolito láser, sistemas geográficos
de posicionamiento e información, imágenes aéreas y
satel¡tales, c o n f o r m a n d o una importante base de datos
para interpretación r e g i o n a l d e las características
culturales y naturales del área.
Entre los conjuntos arqueológicos estudiados se pueden
mencionar: los sitios d o c u m e n t a d o s entre Trinidad y
San Borja por Erickson y Faldín (1978), el C o m p l e j o
arqueológico del Villar, y los complejos arqueológicos
de Santa Fé, La Envidia, El Retoño y Chevejecure,
compuestos de sistemas de terraplenes, canales e islas
artificiales que cubren diferentes extensiones (Erickson
e t a l . 1 9 9 1 , 1 9 9 3 , 1 9 9 4 ) . Las labores arqueológicas se
c o m p l e m e n t a r o n c o n trabajos experimentales de
construcción de c a m e l l o n e s , i m p l e m e n t a d o s en la
Estación Biológica del Beni en una extensión de 0.50
ha. (Erickson et a l . 1 9 9 1 ) y en las c o m u n i d a d e s de
Bermeo y Nueva Esperanza. Pese al n o t a b l e éxito
alcanzado en la producción agrícola experimental (Arce
1993), todavía no se han d a d o las condiciones para la
apropiación d e los c a m e l l o n e s p o r parte de las
c o m u n i d a d e s locales ( M i c h e l 1997). Los trabajos de
Erickson continúan en la región de Baures desde 1995
(Erickson e t a l . 1995).
El año de 1992 se realizó una prospección arqueológica
en los alrededores de San Ignacio de Moxos y entre las
lagunas Mausa e Isireri en la Provincia M o x o s . Este
t r a b a j o permitió r e c o n o c e r i m p o r t a n t e s sistemas
hidráulicos d e d i f e r e n t e g r a d o de c o m p l e j i d a d ,
construidos en diferentes épocas. Fueron documentados
e n : la Estancia La Víbora, La V i b o r i l l a , La Estrella, La
Lágrima, Estancia Mausa y la Estancia de Sabala (Michel
1993).
Desde el año de 1990 el Proyecto Moxos, dirigido por
el español Joseph Barba d e s a r r o l l a u n a serie d e
investigaciones m u l t i d i s c i p l i n a r i a s encaminadas a la
recuperación de técnicas productivas precolombinas,
habiéndose constituido las O N G ' s ; CEAM, Centro de
145
Estudio de la Hoya Amazónica con sede en Santa Cruz
de la Sierra y H O Y A M , Centro de Estudios Amazónicos
de Barcelona para el c u m p l i m i e n t o de los objetivos de
investigación en Moxos.
En 1 9 9 4 el e q u i p o de C E A M - H O Y A M , formuló un
m o d e l o de producción agrocuícola q u e plantea la
c a p t u r a de nutrientes del m e d i o acuático para
incorporarlos a los suelos agrícolas, la experimentación
de este sistema ( q u e i m p l i c a la construcción de
camellones y el uso del Taropé) permitió demostrar que
su aplicación incentiva un incremento de la producción
de plantas, como el maíz, hasta un 430 % de lo normal.
Este sistema, paradigma de la agricultura sostenible, no
precisa de fertilizantes químicos y posibilita la creación
de suelos fértiles.
Está s i e n d o p r a c t i c a d o desde 1 9 9 6 en el C e n t r o
Experimental Mausa, cercano a San Ignacio de Moxos,
d o n d e se construyeron 1300 mts2 de campos elevados
de c u l t i v o (camellones), además de cuatro embalses
para la cría de peces del lugar seleccionados. Estas
actividades cuentan c o n el apoyo de la Generalitat de
Catalunya, la Diputación y el Ayuntamiento de Barcelona
y la Agencia de Cooperación Española y en Bolivia la
Dirección N a c i o n a l de Antropología y Arqueología
(CEAM1999).
Desde el 2 0 0 0 se implementa c o m o parte del Proyecto
M o x o s , el Proyecto Arqueología de los sistemas de
producción p r e c o l o m b i n o s (agrícolas y acuícolas) de
los Llanos de M o x o s , c o o r d i n a d o por las O N G ' S para
el desarrollo H O Y A M y CEAM. La propuesta pretende
p r o m o v e r el d e s a r r o l l o s o s t e n i b l e d e los p u e b l o s
indígenas de la Amazonia, a partir de la recuperación
de los elementos culturales de los Llanos de M o x o s ,
e x p e r i m e n t a n d o y adecuando estrategias adaptativas
precolombinas en el entorno global actual. Esta iniciativa
ha r e c i b i d o la concesión del certificado de calidad del
D e c e n i o M u n d i a l para el D e s a r r o l l o C u l t u r a l de la
U N E S C O (CEAM 1999).
H e i k o Prümers de la Comisión de Arqueología General
y Comparada (KAVA) del Instituto Alemán de Arqueología
(Ver Chiquitanía), realiza excavaciones de salvamento
en la Loma Mendoza desde 1999 y proyecta
excavaciones de área de una loma completa para años
futuros. Loma Mendoza se ubica a 61 kms. de Trinidad,
en el t r a m o c a m i n e r o h a c i a V i l l a Bánzer y f u e
d o c u m e n t a d a inicialmente por Bustos (1976), cuando
146
las labores de construcción de la carretera h i c i e r o n un I
corte en la loma. Desde 1998 el camino Trinidad - Sania I
Cruz ha sufrido una serie de modificaciones dentro de
un p l a n d e m e j o r a m i e n t o de la carretera, las qué !
implicaron mayores cortes en la loma Mendoza. Prümers
efectúa u n a detallada documentación de los perfiles
dejados p o r los cortes de la maquinaria, experiencia
primaria de análisis de un corte completo de u n a loma
artificial de m u c h a u t i l i d a d para la comprensión de
cómo se construían este t i p o de estructuras artificiales
de gran tamaño (Prümers c o m . personal).
12.2 Historia cultural
Nordenskióld efectuó las primeras excavaciones en
Moxos, construyendo la cronología cultural de la región
en uso hasta hace pocos años. Efectuó excavaciones
en: Loma Velarde a 5 kms. al sudeste de la estancia San
M i g u e l i t o ; en Loreto, en la Loma H e r n m a r c k a un
kilómetro y m e d i o de Caimanes; y en Loma M a c i s i t o
a 25 kilómetros al sudeste de Loreto.
Los niveles culturales desde el más antiguo al m o d e r n o
fueron ordenados en una columna que tenía el siguiente
orden: Velarde inferior, Velarde superior, H e r n m a r c k y
Macisito.
Velarde Inferior:
El Velarde Inferior correspondía al nivel inferior excavado
en la L o m a V e l a r d e , y estaba c o m p u e s t o d e restos
cerámicos mezclados c o n conchas enteras, sugiriendo
Nordenskióld que estos restos correspondían a desechos
que se habrían l o c a l i z a d o por debajo de una vivienda
lacustre ( p a l a f i t o ) . La decoración cerámica d e este
c o m p o n e n t e era pintada c o n diseños de espiral corta
asociada a triángulos, modelado del borde de las piezas,
también presentaban algunas piezas asas en f o r m a de
cabezas humanas. Se encontraron también moledores
de arcilla, figuras diminutas modeladas y muchos tiestos
tenían 4 patas.
Velarde Superior:
El Velarde Superior poseía cerámica de menor variedad,
no se p r e s e n t a b a n restos de asas, vasijas c o n cuatro
patas ni diseños e n espiral. Predominaban los diseños
geométricos monocromáticos, incluyendo el esquema
de t a b l e r o , líneas paralelas, triángulos y cruces. Se
r e c u p e r a r o n d e las excavaciones fuentes para rallar,
rodillos de arcilla, figuritas, banquillos de arcilla con
lies patas, trípodes, artefactos de hueso y un hacha de
piedra p u l i d a .
Hcrnmark:
I si.i cerámica fue descrita como parecida a la del estrato
superior de Velarde. Presentaba diseños curvilíneos
COTI rostros estilizados, parte de la pintura era policroma.
I n esta loma Nordenskióld excavó 43 urnas funerarias
de entierro.
Macisito:
I a cerámica de Macisito difería completamente de las
antes descritas, por una decoración de línea fina incisa,
aplicaciones de cerámica toscas, estampados y modelado
antes que pintado. La pintura tenía triángulos fuertemente
pintados c o n s o m b r e a d o y eran c o m b i n a d o s c o n
punteado. Eran comunes tazones planos con trípodes
en forma de cabezas y pies. Existían también moledores
de arcilla y fuentes para rallar.
Pira Nordenskióld, Velarde inferior representaba un
t i t i l o diferente de Velarde Superior, siendo que este
último se correspondía con Hernmarck. Macisito habría
(orrespondido a un complejo tardío previo al contacto
Con los blancos (Nordenskióld 1 9 1 3 , 1917, 1930a).
Posteriormente Sting Ryden (1941) excavó la Loma Vieja
al sur de Casarabe, h a b i e n d o e n c o n t r a d o cerámica
similar a la descubierta por Nordenskióld en Velarde
Superior y H e r n m a r c k , la decoración era i n c i s a y
pintada, existían patas de cerámica modeladas e incisas
en la zona de Río Grande (Rydén 1945). Wanda Hanke
realizó también excavaciones en una loma cerca de
Casarabe en Ibiato, encontrando cuencos planos con
diseños geométricos pintados (Hanke 1957). Con base
en las excavaciones de Nordenskióld se e f e c t u a r o n
Interpretaciones tentativas de la cronología cerámica
de Moxos.
M e t r a u x ( 1 9 3 6 ) planteó u n a i n f l u e n c i a A r a w a k ,
p o s i b l e m e n t e venida d e l Brasil, r e f l e j a d a en los
complejos Velarde Superior y H e r n m a r c k . Lathrap
(1970), estaba de a c u e r d o c o n la p r o p u e s t a de
Nordenskióld y habló de una derivación Arawak para
la cerámica de Velarde Inferior y de Chimay del A l t o
Beni, fechada hacia el 7 0 0 d.C. W i l l e y propuso una
cronología comparativa tentativa de 1000 d.C. para
Hernmarck y Velarde Superior, y otra de 6 0 0 a 700 d.C.
para V e l a r d e Inferior. A l g u n o s i n v e s t i g a d o r e s h a n
r e l a c i o n a d o las espirales de Velarde Inferior c o n la
cultura T i w a n a k u (Bennett 1936, Nordenskióld,
Posnansky 1939, Willey 1958), comparación relacionada
más en la forma que en reales posibilidades de contactos,
esta hipótesis ha sido descartada debido a que este t i p o
de decoración es común en la amazonia (Lathrap 1970).
Otras similitudes fueron observadas con culturas c o m o
Marajoara del delta del Amazonas (Nordenskióld 1 9 1 7 ,
W i l l e y 1948, H o w a r d 1947).
Para Megger y Evans (1961 y Evans 1964) la cerámica
excavada en M o x o s por Nordenskióld correspondería
a la "Tradición Polícroma de la amazonia", o r i g i n a d a
en los Andes.
Bustos Santelices, del Instituto Nacional de Arqueología,
efectuó trabajos de r e c o n o c i m i e n t o arqueológico e n
los alrededores de Trinidad, efectuando excavaciones
exploratorias y de salvamento. Las lomas registradas
por Bustos f u e r o n : Loma Suárez a 10 kms. al norte de
Trinidad; Loma Córdova, en la localidad de Sachojere,
a 23 kms. al sudeste de Trinidad; Loma Ortíz, a 6 5 . 8
kms. de T r i n i d a d ; Loma M e n d o z a , a 68,1 kms. d e
Trinidad cerca de Casarabe, Loma Cachipere a 10 kms.
de Trinidad; Loma Palmasola a 2 Kms. al sur de Puerto
Almacén y Loma Mary a orillas del Mamoré.
Se efectuaron excavaciones de sondeo en las l o m a s
Córdova, Mendoza y Cachipere, encontrando en Loma
M e n d o z a un c e m e n t e r i o en la p e r i f e r i a de la l o m a
(Bustos 1976).
Bustos presentó u n a r e l a c i ó n sintética d e sus
excavaciones, h a c i e n d o énfasis en la descripción de
artefactos y en tratar de a r m a r una cronología y
periodificación de desarrollo cultural de M o x o s (Ibid.).
Entre los aportes significativos del trabajo de Bustos se
p u e d e m e n c i o n a r la identificación de la cuenca
hidrográfica localizada entre San Borja, San Ignacio y
Santa A n a , compuesta por los ríos Maniquí, M a t o s ,
Cuverene, Chevejecure, Museruna y Apere, en la q u e
se e n c u e n t r a n terraplenes q u e f o r m a n rectángulos
encerrando áreas de camellones, c o n la f i n a l i d a d de
retener las aguas ricas en nutrientes que inundan desde
la c o r d i l l e r a a n u a l m e n t e la región. Esta ¡dea f u e
desarrollada a partir de las inferencias de Kenneth Lee,
q u i e n planteaba que la acumulación de agua e n t r e
147
 predominan las formas globulares c o n cuello de p a r i f l
terraplenes permitiría e l desarrollo de abundantes
convexas, escudillas y trípodes d e p e f i l c o m p u e t t f l *
variedades de plantas acuáticas, j u n t o a e s t a s plantas
carenado, c o n y sin decoración e n las patas.
se desarrollarían peces c o m o los D e n t o n e s y simbaos.
En la estación seca, las plantas y a n i m a l e s acumulados
b) Inciso Complicado
entre los terraplenes morirían y entrarían en
d e s co mpo sición p o r l a e x t r e m a seca, aportando Posterior a la cerámica antes d e s c r i t a , posee m o l i v n f
nutrientes a la tierra (Lee 1976). decorativos escalerados, entrelazados, ánguluf
terminados en espiral y en a l g u n o s casos e x c i s i o f l f l
Bustos describe también diferentes tipos de
finas en la base de triángulos. Las f o r m a s son d#
enterramientos e n c o n t r a d o s en sus excavaciones,
escudillas de perfil c o m p u e s t o - c a r e n a d o , trípode! y
disididos e n : urnas y entierros d i r e c t o s s o b r e el suelo.
base anular. Puede relacionarse a la cerámica de inc ÍSIÚM
Las urnas íueron excavadas en las lomas T a k ú y Mendoza,
fina de la Fase Magazao de Brasil (Meggers y Evans I 9 S 1
encontrándose en este último l u g a r y/añas urnas c o n
y a estilos tardíos del Mato Grosso y e l Ucayali (Laihuji
entierros de párvulos. Los entierros directos se registraron
1970).
también en Mendoza, e n Loma C h u c h i n i en Lomas Los
Aceites, donde se encontraron en posición d e extendida c) Rojo complicado sobre blanco o naranja
y c o n restos cerámicos e n c i m a de los cuerpos. Bustos
intentó efectuar una relación cronológica en relación C o n t e m p o r á n e o al t i p o a n t e r i o r , t i e n e m o t i v n i
c o n los c a m b i o s climáticos del holoceno resultando escalerados, cruces, escaleras e n t r e l a z a d a s , asociado
este i n t e n t o limitado por la íalta de fechados al material de Hernanmark d e s c r i t o p o r Nordenskióld,
radiocarbónicos (Bustos 1978).
Las formas son: ollas globulares, elíptico con trípode,
Bernardo Dougherty y Horacio Calandra, de la cuencos planos con base anular b a j a , cuencos trípodes,
Universidad Nacional de La Plata e n la década de los
o c h e n t a d e s a r r o l l a r o n labores arqueológicas en los d) Rojo sobre blanco o naranja
Llanos de Moxos, entre Trinidad y San I g n a c i o de Moxos,
apoyados por Betty Meggers y el Smithsonian Intitution Persiste desde el I n c i s o P u n t e a d o hasta el Inciso

de los Estados U n i d o s . El p r o y e c t o f u e enfocado a complicado. Las características cromáticas y de cocción

excavaciones e s t r a t i g r a f í a s c o n t r o l a d a s para la dan lugar a marcadas variaciones d e r o j o a negro y del

construcción de una cronología relativa para la cerámica naranja al gris, puede tener un slip b l a n c o , corresponde

d e l B e n i , c o n el interés d e establecer "bases seguras al material encontrado por Nordenskióld en la base y

en la parte superior de Velarde.
para el e s t u d i o d e l p r o c e s o cultura\e M o x o s "
(Dougherty y Calandra 1981).
Grecas, motivos en S, rombos y c o m b i n a d o s líneas finas
C o n base en la propuesta metodológica d e Meggers y y gruesas indicarían un estilo más tardío al descrito por

Evans para la Amazonia, Dougherty y Calandra realizaron Nordenskióld.

análisis cuantitativos de la cerámica, con la finalidad

de comparar sus resultados con otros trabajos que usaron
la misma técnica en Brasil (Ford 1962, tv\eggers y Evans
1969). Se efectuaron varios pozos de sondeo (1,5 x 1,5
mts. y 2 x 2 mts.) en las lomas cercanas a Trinidad y en
las existentes entre Trinidad y San Borja,
las siguientes características cerámicas:
a) Cerámica incisa y punteada.
Se c o l o c a en el 5 0 % i n f e r i o r de la secuencia y se
c o r r e s p o n d e c o n e l H o r i z o n t e Estilístico
P u n t u a d o d e la A m a z o n i a d e l 1 0 0 0 d.C (Meggers y
Evans 1978). Correspondería al estilo Macisito, donde
Las formas de este tipo son: cuencos trípodes, botellones
con cuello en forma de trompeta, cuencos de contorno
simple, con tres patas, base pedestal o anular.
e) Engobe rojo
determinado
Se sitúa hacia la mitad inferior de la secuencia, siendo
preponderante en Loma Los A c e i t e s , presenta curiosas
formas de ollas globulares a esferoidales c o n c u e l l o
corto evertido, un cuenco en f o r m a de taza hemisférica
y base anular, c u e n c o n a v i c u l a r , c u e n c o c o n l a b i o
Inciso y
fuertemente evertido. Se encontraría asociado a Velarde
Inferior de Nordenskióld.

148
ft Antiplástico de cauxí
Üt» trata de un antiplástico confeccionado con espículas
de esponja. Se encuentra en las capas inferiores de
loma Los Aceites y en Naranjalito de La Habana. Es
posible que se trate de tendencias locales en su uso.
| as formas son de cuencos grandes de bordes rectos
Inclinados hacia fuera con base plana y con impronta
de cestería.
}-,) Antiplástico de conchilla
| onchilla m o l i d a de antiplástico fue registrada en los
emiratos inferiores de Los Aceites
h) Metates
flatos de más de 50 cms. de diámetro, con profundas
ütrfas rectas paralelas o reticuladas en su cara superior
cóncava. La cara inferior puede presentar barbotina con
efectos de impronta de redes o malla. También existen
manos de superficie cubierta de incisiones y punteadura
paralela. Se e n c o n t r a r o n en t o d o s los sitios, c o n
|K< opción de Los Aceites.
(Resumido de Dougherty y Calandra 1981).
también se describen artefactos como: Apoyos de ollas,
figurillas y muñecos de arcilla, torteros y dos tipos de
entierros: Adultos en urna primarios y Adultos en tierra
primarios (Ibid.).
Irabajos posteriores reconocen una amplia variabilidad
en tiempo y espacio de las evidencias arqueológicas
de Moxos, las que coinciden con las variantes del paisaje
K ológico divididas en dos grandes zonas: Moxos Central
y Noreste de Moxos (Ver Baures).
12.3 Moxos Central (Dougherty y Calandra 1983).
lita zona ecológica ocupa los Llanos centrales de
Moxos, entre San Borja, T r i n i d a d de oeste a este y
Riberalta - Loreto, de norte a sur. En el área se excavaron
I0 sitios arqueológicos sintetizándose las siguientes
conclusiones.
En la margen izquierda del Mamoré cerca de Trinidad,
sitios c o m o Loma Mary y Loma Kiusiu muestran una
larga secuencia ocupacional. Loma Kiusiu situada como
a 5 kms. al oeste del Mamoré presenta una cronología
lechada por el método de C14 de 550 a 1200 d.C. y
tiene las características de un " m o u n d de crecimiento
m i x t o " o q u e es p r o d u c t o de la a c um ul a c i ó n de
sedimentos naturales y desechos de actividades humanas.
D e n t r o de este sistema clasificatorio también estaría
Loma Mary fechada entre el 245 y 1310 d . C , con una
interrupción en la secuencia entre el 810 a.C. y el 590-
980 d.C, que se puede relacionar a una adición artificial
de tierra para la construcción de la loma. Las primeras
evidencias de ocupaciones culturales en las lomas del
Mamoré corresponden a estratos delgados de cenizas,
carbón y tiestos cerámicos cubiertos de sedimentos
estériles. Los estratos culturales aumentan de grosor
según crece la altura del nivel de ocupación y la loma.
Esta situación cambia hacia el oeste del Mamoré en las
sabanas centrales, donde las islas de bosque presentan
mounds (elevaciones) de diferente tamaño y altura (5
mts.), siguiendo los cursos abandonados de las riberas
de los ríos. Estos tienen restos de continuas ocupaciones
humanas que produjeron el incremento del crecimiento
de los mounds. Al este del Mamoré los mounds o islas
superan alturas de 4 hasta 16 mts.
Loma Salvatierra y Loma Alta de Casarabe (16 mts. de
a l t u r a ) f o r m a n parte de las l o m a s d e l área y se
caracterizan por su impresionante tamaño en relación
con la planicie, son producto de sucesivas ocupaciones
humanas. Loma Alta posee evidencias estratigráficas de
32 o c u p a c i o n e s sucesivas, desde los 10 mts. de
profundidad, hasta la superficie en un rango cronológico
desde el 3 0 0 d.C al 1 2 0 0 d.C. Loma Salvatierra fue
ocupada entre el 500 d.C. y el 1100 d.C (Dougherty y
Calandra 1983).
En Casarabe la Misión A r g e n t i n a ejecutó 4 cortes
estratigráficos para la determinación de una secuencia
c u l t u r a l . Las Excavaciones se realizaron por niveles
arbitrarios de 2 0 cms. de p r o f u n d i d a d d e b i d o a la
extrema dureza del suelo. Producto de las excavaciones
se propusieron las fases: Casarabe (335 a 4 8 5 d.C),
Mamoré (810 a 1195 d.C) y fase San Juan (890 d.C a
1115 d. C) (Dougherty y Calandra 1981 -1982).
Las comparaciones cerámicas sugieren cierta similitud
entre la Fase Casarabe y el estilo Velarde Inferior de
Nordenskióld por la ausencia de ralladores y d o b l e
pintura roja presente en Casarabe. La denominada Fase
Mamoré es difícil de asociar, aunque presenta cerámica
incisa parecida al estilo Macisito y cerámica pintada
q u e no aparece en d i c h o c o m p o n e n t e descrito por
149
Nordenskióld. La Fase Mamoré se relaciona más a casos
de desarrollo local j u n t o a la Fase San Juan (Ibid.).
Pese a los intentos de la Misión Argentina no se llegó
a consolidar una secuencia general cerámica, d e b i d o
a q u e "la prehistoria del Beni no puede ser resumida
en una mera sucesión de alfarerías incisas a las q u e
siguen alfarerías incisas y alfarerías pintadas, y que
terminan c o n alfarerías pintadas en tiempos recientes"
( D o u g h e r t y y Calandra 1981-1982). La c o m p l e j i d a d
cerámica detectada implica fenómenos
desplazamiento, coexistencia, aislamiento de una gran
variedad de estilos, algunos contemporáneos entre sí
(Ibid.). Las excavaciones de la Misión Argentina n o
c o n t e m p l a r o n la a p e r t u r a d e áreas a m p l i a s
excavación, lo que impide tener información clara sobre
los diferentes tipos de contextos que existieron en las
islas excavadas y sus características. Por otra parte los
estudios de la m e n c i o n a d a misión no c o n t e m p l a r o n
análisis contextúales para relacionar los resultados de
las excavaciones de islas de bosque con la infraestructura
agrícola de camellones. Por estas razones la posibilidad
de inferencia acerca de la complejidad de las sociedades
prehispánicas del Beni fue negada por una fuerte carga
de la escuela ecologista cultural que patrocinaba estos
trabajos.
Por otra parte se efectuaron trabajos de arqueología
regional, destinados a lograr una visión panorámica de
las características de los c a m p o s d e c a m e l l o n e s ,
terraplenes y campos elevados de cultivo, en relación
a las islas de habitat precolombino.
Erickson y Faldín (1978) efectuaron una prospección
arqueológica durante la construcción de la carretera
San Borja - T r i n i d a d , los sitios d o c u m e n t a d o s se
encontraron en las márgenes de los ríos y separados en
p r o m e d i o s de 2 y 3 k m s . entre el Río Matos y San
Ignacio, donde existe una importante concentración de
restos precolombinos. El tamaño de los sitios varía de
3 0 0 a 4 0 0 mts. de diámetro y no se d o c u m e n t a r o n
calzadas ni canales q u e conecten islas entre sí. La
cerámica del lugar representa características de conjuntos
m u l t i c o m p o n e n t e s (de diferentes componentes) de
larga duración, los terraplenes y canales se encuentran
incluso cubiertos por vegetación y superan los cálculos
de su extensión planteados por Denevan, atraviesan la
pampa baja entre zonas elevadas de monte; van paralelos
a las orillas de los ríos o arroyos, cruzan los meandros
150
de los ríos y se extienden desde los lagos (Erickson
1980).
En 1 9 9 0 Erickson et a l . desarrollaron prospecciones
arqueológicas en la región de San Carlos al sur d e
Trinidad y prospecciones-excavaciones en la región de
El Villar.
El complejo arqueológico de El Villar se sitúa a 4 0 kms.
al este de San Borja, a la altura de la carretera Trinidad
de San Ignacio por la q u e fue atravesada el área. Las
modificaciones prehispánicas del paisaje en la zona
son i m p r e s i o n a n t e s y c i n c o l o c a l i d a d e s fueron
reconocidas.
de
1 El sitio denominado isla El Villar, de donde salen
varios terraplenes y canales q u e c i r c u n d a n la
isla en forma de espiral.
2 Un c o m p l e j o de camellones y canales situados
al suroeste del Villar.
3 Otro complejo de canales y camellones al noreste
de la isla El Villar.
4 Terraplenes y camellones en la periferia de la
pista de aterrizaje de la estancia El Villar.
5 Camellones y canales en la Etancia Los Tajibos
(Erickson e t a l . 1991).
Las e x c a v a c i o n e s se r e a l i z a r o n en c a m e l l o n e s y
terraplenes en total d e 5 trincheras p r o p o r c i o n a r o n
muestras de carbón para fechados radiocarbónicos y
restos de p o l e n . Las fechas radiocarbónicas de las
trincheras excavadas en camellones presentan un amplio
rango de antigüedad, desde un piso de vivienda ubicado
por debajo del nivel de los camellones de 8 4 0 a.C. con
cerámica asociada, hasta una serie de fechas correlativas
que muestran u n uso c o n t i n u o de los camellones de
8 0 0 años hasta a p r o x i m a d a m e n t e el 1 2 0 0 d.C. La
acumulación d e tierra encima de los c a m e l l o n e s en
centenas de años permitió fechar restos carbónicos en
su interior en diferentes estratos, de igual manera la
excavación de los camellones en los canales deja ver
una historia larga de sedimentación, erosión formando
una microestratigrafía. U n terraplén fue fechado hacia
el 5 0 0 d.C (Erickson e t a l . 1991).
En 1992 se procedió a la investigación de los complejo*,
arqueológicos d e Santa Fé, La Envidia y El Retoño en
un área c o m p r e n d i d a entre el Río Apere, la Laguna San
Vicente, Puerto San Borja y San M i g u e l al sur de San
I g n a c i o de M o x o s . Se registraron 7 complejos
arqueológicos grandes unidos por una red de terraplenes
y canales en una extensión de 156 ha., todos ellos
unidades independientes delimitadas por terraplenes
(Erickson e t a l . 1992).
El año de 1993 los trabajos se ampliaron a las Estancias
La Candelaria, Manchuria y Chevejecure, efectuándose
un breve reconocimiento en la Estancia El Progreso en
San Borja y Achachairuzal y San Pedro a 60 Kms. al
osle de San Ignacio.
Con base a los reconocimientos de campo se concluye
que los a g r i c u l t o r e s de c a m e l l o n e s tenían un
c o n o c i m i e n t o s o f i s t i c a d o del m a n e j o de aguas, la
integración de terraplenes, canales y camellones indica
que los complejos fueron planificados y diseñados para
su construcción, siendo mejorados gradualmente.
l o s t e r r a p l e n e s f o r m a n d i q u e s a l r e d e d o r de los
c a m e l l o n e s q u e podían ser m a n i p u l a d o s para la
manutención de un nivel de las aguas de acuerdo a las
épocas seca y de inundación.
De igual manera la diversidad de tamaños y tipos de
conjuntos de camellones es m u y variada, además de
que muchos complejos de camellones se encuentran
cubiertos de vegetación alta (Erickson et al. 1993,1994).
El año 1992 se realizó una prospección arqueológica
en los alrededores de San Ignacio de Moxos y entre las
lagunas Mausa e Isireri en la Provincia M o x o s . Este
trabajo permitió r e c o n o c e r i m p o r t a n t e s sistemas
hidráulicos de d i f e r e n t e g r a d o de c o m p l e j i d a d ,
construidos en diferentes épocas (Michel 1993).
El c o m p l e j o arqueológico de San Ignacio de Moxos se
encuentra entre las lagunas Isirere y Mausa y al sur de
la Laguna Isirere cerca de San Ignacio de Moxos y esta
compuesto de las siguientes partes: En la estancia La
Víbora a 11 kms. al noreste de San Ignacio de Moxos
existe un c o m p l e j o de camellones construidos entre
terraplenes largos, los que conectan una isla c o n el
bosque de galería del arroyo Mátire. Más al sur, la
carretera San Borja-San Ignacio cortó dos sitios de
habitat prehispánico, uno en las márgenes del Mátire.
En las estancias La Víbora y La Víborilla, entre las lagunas
Isirere y Mausa, se e n c u e n t r a una de las mayores
concentraciones de c a m e l l o n e s y terraplenes, este
c o n j u n t o f u e también c o r t a d o p o r la carretera.
Terraplenes grandes se cruzan formando triángulos, en
el m e d i o de estos se pueden encontrar camellones de
distintos tipos, este sistema sirvió para el control de las
aguas entre las lagunas Isirere y Mausa.
O t r o c o m p l e j o se localiza en la Estancia La Estrella, a
12 km al este de San Ignacio de Moxos. Está compuesto
de un conjunto cuadrangular de camellones enmarcados
p o r terraplenes grandes q u e salen o b l i c u o s a los
meandros del Arroyo Mátire.
El c o m p l e j o de camellones de la Estancia Mausa se
encuentra al sur de las lagunas Mausa e Isirere, presenta
una serie de canales y terraplenes. A una distancia de
3 kms. al oeste de San Ignacio se registraron una serie
de canales y t e r r a p l e n e s asociados a c a m p o s de
camellones en la Estancia de Sabala.
C o m o p r o d u c t o de la prospección arqueológica
desarrollada en 1992 se c l a s i f i c a r o n 5 sistemas de
control de las aguas:
1 Sistema de represamiento intermeándrico simple.
Formado por terraplenes y canales destinados a
distribuir agua en los sectores ¡ntermeándricos.
2 Terraplenes y canales asociados a meandros de
arroyos. Son camellones enmarcados mediante
terraplenes al interior de un m e a n d r o .
3 Canales perpendiculares al lecho de un arroyo
que inundan sectores de camellones.
4 Sistemas de terraplenes, canales y camellones
en relación a los cursos de arroyos y lagunas.
5 Sistemas de represamiento de agua permanente
y sistemas de diques de represamiento de agua
a gran escala.
Los sistemas p r e c o l o m b i n o s de c u l t i v o en M o x o s se
caracterizan por su v a r i a b i l i d a d y especialización,
producto de un desarrollo tecnológico logrado en cientos
de años de experimentación. Las particularidades q u e
presentan los diferentes camellones muestran un alto
grado de adaptación a condiciones particulares por áreas.
Las obras artificiales de tierra en Moxos representan el
más alto grado de conocimiento en el manejo de llanuras
inundables en el m u n d o (Michel 1993).
151
12.4 Investigaciones en curso y perspectivas Museo Arqueológico de la loma Chuchini.

Rara los próximos años Heiko Prümers plantea trabajos
extensivos de excavaciones de lomas, a partir de las
excavaciones iniciadas en Loma Mendoza.
Por o t r a p a r t e el Proyecto M o x o s desarrollará u n
c o m p o n e n t e de estudio arqueológico a cargo de los
arqueólogos españoles Jordi JuanTreserras, Josefa Villalba
y M o n t s e r r a t Comas y la co-dirección n a c i o n a l de
Se trata de un sitio arqueológico c o n un i m p o r t a n t e
museo y un centro vacacional.
Estación Biológica del Beni.
La Estación Biológica d e l Beni posee áreas e x p e -
rimentales de camellones experimentales que pueden
ser visitadas.

Marcos M i c h e l .
Centro experimental Laguna Mausa.
12.5 Principales museos y atractivos
El Centro Experimental Mausa, cercano a San Ignacio
Museo Municipal de Trinidad. de M o x o s , t i e n e 1 3 0 0 mts.2 d e c a m p o s elevados
experimentales (camellones), además de cuatro embalses
Posee una pequeña colección de restos arqueológicos. para la cría de peces del lugar.

12.6 BIBLIOGRAFÍA

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13. BAURES
particular de la Breve descripción de las reducciones
13.1 Historia de la investigación arqueológica de M o x o s (1791) de Fransisco Javier Eder. Esta síntesis
es c o n s i d e r a d a una de las más amplias y detalladas
Baures se ha caracterizado por ser un área con tradición
narraciones de la f o r m a de vida de las reducciones y
propia. Baures es el nombre arawak de una región, un
de las costumbres de la región. Otras obras consignan
pueblo, una lengua y el grupo étnico localizado al este
también r e l a c i o n e s generales sobre la región y las
de los Llanos de Moxos (Erickson et al. 1995).
misiones de Baures y fueron escritas por los jesuítas en

La investigación arqueológica de Baures posee pocos el t i e m p o de su estadía en América entre 1660 y 1770

antecedentes, mucha de la información conocida en la (Altamirano 1 8 9 1 ; Equiluz 1884).

155
defensivas. Otras estructuras c o m o diques en forma de 13.2 Historia cultural
C, diques rectos conectados con otros diques en áreas
extensas de hasta 170 ha. son característicos de la El trabajo arqueológico en Baures fue inaugurado por
región, para los autores mencionados los terraplenes D o u g h e r t y y Calandra de la Misión A r g e n t i n a de la
no serían comunes en Baures. Dougherty y Calandra Universidad Nacional de La Plata, mediante

c o n c l u y e n en su trabajo que el área de Baures es r e c o n o c i m i e n t o s arqueológicos realizados en el Río

diferente al resto de los Llanos de M o x o s y presenta Itenez y los cursos de los principales afluentes del Río

características complejas, las que estarían relacionadas Baures, los ríos: San M i g u e l , Baures y afluentes. Estos

a una adaptación medioambiental en el área. La Misión trabajos c o n t i n u a r o n c o n la metodología desarrollada

por la Misión Argentina en Moxos, con la f i n a l i d a d de
Argentina define las siguientes fases cerámicas para el
definir secuencias cerámicas y culturales en la Provincia
área: Fase Equijebe en Huacaraje, Fase I r o b i , Fase
Iténez del D e p a r t a m e n t o de Beni, describiendo m u y
Oricore y Fase Bella Vista en ámbito de Hylea y la Fase
poco las obras artificiales de tierra (Dougherty y Calandra
Canabasneca en el Itonamas, desde Magdalena hasta
1984 -1985).
Aserradero (Dougherty y Calandra 1983, 1984, 1984-
1985).
Los sitios arqueológicos de Baures se caracterizan por

La investigación arqueológica de Baures continúa en diques circulares y elípticos de 2 a 5 mts. de profundidad

y de 4 a 10 m t s . d e a n c h o , f l a n q u e a d o s por
los 90 con base en los trabajos de Clark Erickson y el
acumulaciones de tierra, producto de las excavaciones
Proyecto Agroarqueológico del Beni (Erickson et a l .
de los d i q u e s . Estas c o n s t r u c c i o n e s s i r v i e r o n para
1992, 1 9 9 3 , 1 9 9 4 , 1995). Este i m p o r t a n t e p r o y e c t o
p r o t e g e r áreas a m a n e r a de m o t a s defensivas
tiene c o m o antecedente investigaciones intensivas de
(Nordenskióld 1918, Denevan 1966, 1980, Dougherty
prospección, mapeo y excavaciones arqueológicas
y Calandra1984, 1 9 8 4 , 1984-1985).
efectuadas en los Llanos Centrales del Beni, entre
Trinidad y San Borja.
Los d i q u e s de Baures p u e d e n h a b e r s e r v i d o de
protección, j u n t o a e m p a l i z a d a s , para las aldeas y
La base metodológica de esta propuesta está formulada
huertas encerradas. Las formas de las zanjas varían de:
con base en la denominada "Arqueología del paisaje",
arqueadas c o m o largas cejas que comienzan y terminan
que h a c e énfasis e n las áreas de n o o c u p a c i ó n
en las riberas, zanjas rectas muy profundas
arqueológica: muros, límites, c a m i n o s , terraplenes,
interconectadas con otras en ángulos rectos localizadas
alineamientos, áreas sagradas (Crumley and Marquardt
en sectores altos fuera del alcance de la inundación
1987; Rossignol and Wandsnider 1992; Gleason and
(Dougherty y Calandra 1984-1985, Nordenskióld 1918).
Miller 1994). Los trabajos a desarrollar c o m p r e n d e n
mapeos topográficos con teodolito láser, excavaciones
Las superficies encerradas por las zanjas varían de 8 ha
para localizar, describir y efectuar un registro espacial
a 170 ha, existiendo una mayor de 50 ha. en la Cayoba
de trabajos a r t i f i c i a l e s de t i e r r a y a s e n t a m i e n t o s
a 25 Kms. al norte de Magdalena (Denevan 1966,1980).
prehispánicos y análisis computarizados de imágenes
satelitarias, sobrevuelos con avionetas, con la finalidad La potencia arqueológica de las zonas aledañas a los
de conformar las bases de un Sistema de Información canales fue calificada por los investigadores argentinos
Geográfica a nivel r e g i o n a l . Los trabajos de c a m p o de baja, hasta "decepcionante", de a p r o x i m a d a m e n t e
incluyen excavaciones para perfilar la cronología cultural 100 fragmentos cerámicos por ha., habiendo clasificado
del área (Erickson 1995, Erickson et al. 1995). de acuerdo a cortes estratigráficos los tipos de ocupación
cultural en:
El año de 1995-1996 el proyecto agroarqueológico del
Beni efectuó labores de c a m p o en la región de Baures a) evidencias superficiales de antiguas ocupaciones, b)
que c o n s i s t i e r o n e n : p r o s p e c c i o n e s arqueológicas, ocupaciones u n i c o m p o n e n t e s de 0.30 a 0.70 mts. de
mapeo de asentamientos con motas defensivas y otras profundidad y c) un sitio b i c o m p o n e n t e en Bella Vista.
obras a r t i f i c i a l e s de t i e r r a y d o c u m e n t a c i ó n de
c o l e c c i o n e s cerámicas particulares (Erickson et a l . Resulta curioso que Dougherty y Calandra no llegaran
1995). a observar terraplenes y configuraciones agrícolas c o m o

157
 las de las sabanas centrales de Moxos, ni lomas, c o m o
las existentes al sur de Iténez (Dougherty y Calandra
1984-1985).
13.2.1 Fases cerámicas en la provincia Iténez
Los trabajos de la Misión Argentina definen las siguientes
fases cerámicas en la provincia Iténez:
Sección A: sobre el b o r d e o c c i d e n t a l de la H y l e a o
bosque amazónico, la Fase Equijebe: Extraída de los
cortes 1 y 2 en Huacaraje presenta tiestos con antiplástico
de cauxi hasta en un 3 0 % de los fragmentos lisos.
La decoración es de incisión de sección transversal en
U. Borde c o n incisiones horizontales paralelas internas
o externas; borde c o n zigzag horizontal en el interior;
líneas paralelas oblicuas, líneas paralelas múltiples,
a p l i qué p u n t e a d o a d e d o ; b o r d e e s c o t a d o ,
frecuencia de soportes trípodes bajos.
Sección B: en el ámbito de la Hylea. Son sitios costeros
de los cuales se han extraído tres fases cerámicas: Fase
Irobi, Fase Oricore y Fase Bella Vista.
Fase Irobi:
Presente en Alta Gracia, Chaco Moreno, Baures y Bella
Vista, t i e n e las siguientes características: Incisión fina
de sección transversal en V. Triángulos h a c h u r a d o s
h o r i z o n t a l m e n t e y terminados en motivos espiralados,
dobles paralelas, paralelas múltiples en bandas asociadas
c o n d o b l e s paralelas hachuradas, paralelas d o b l e s
ejecutadas con un trazo, combinadas c o n motivos
entrelazados, ejecutados con una sola línea; incisiones
múltiples paralelas horizontales en el interior del borde,
c o n incisión mediana a fina; triángulos c o n achuras
paralelas horizontales c o m o relleno; filete m u y f i n o y
sinuoso a p l i c a d o h o r i z o n t a l m e n t e . A d o r n o s d e asas,
geométricos, soportes y base anular c o m p l e t a n las
características de esta fase.
Fase O r i c o r e :
Se encuentra en los sitios La Cigarrera y Bella Vista. Sus
rasgos característicos cerámicos son: Incisión mediana
a fina de sección transversal en U; bordes c o n tres z i g -
zag paralelos; greca; filete aplicado, escotado; soporte
de patas triangulares curvadas y adornos z o o m o r f o s .
158
Fase B e l l a V i s t a :
P r e s e n t e e n B e l l a Vista. Tiene incisiones m e d l l
f i n a s d e s e c c i ó n transversal en V. La decoración
h a c h u r a d o c r u z a d o zonado; hachurado cruzado p |
hileras punteadas entre acanaladuras paral
h o r i z o n t a l e s ; a d o r n o s geométricos, apéndices en I
de pequeños botelloncitos.
Sección C: L o c a l i z a d a en Itonamas, se ha des< ulo
fase C a n a b a s n e c a . Esta fase ocupa el Itonamas, d
M a g d a l e n a hasta Aserradero.
El cauxí es e l antiplástico preponderante de los árlela
lisos. La d e c o r a c i ó n presente en el 1,9 de la mué*
ostenta cintas aplicadas escotadas; adorn
a n t r o p o m o r f o s h u e c o s ; figuritas huecas con indicac I
de s e x o y e n p o s i c i ó n de cuclillas.
baja
La t e c n o l o g í a lítica c o m p r e n d e un hacha de piedí
p u l i d a d e f o r m a p l a n a , c o n t o r n o triangular c o n b o r o j
redondeado y h o m b r o r e c t o , d o s muescas en l i
e x t r e m i d a d a l e j a d a d e l f i l o dan la apariencia de alai
Por la m a t e r i a p r i m a en la que están hechas parecQfl
i n t r o d u c i d a s e n l a región, a u n q u e su f o r m a es ||
c o m ú n m e n t e c o n o c i d a c o m o : hacha en forma de T,
c o m ú n e n e l p i e d e m o n t e y en Moxos (Resumido de
Dougherty y Calandra 1984-1985).
Las características d e c o r a l ivas descritas por Dougherty
y C a l a n d r a p a r e c e n f o r m a r parte de un gran c o m p l e j o
c u l t u r a l m á s r e l a c i o n a d o a la provincia Iténez y el norte
d e S a n t a C r u z q u e los Llanos Centrales de M o x o s .
S o l a m e n t e l a fase I r o b i tiene decoración incisa parecida
a u n p a t r ó n t a r d í o presente en la región central de
M o x o s , o t r a s s i m i l i t u d e s existen en el uso de antiplástico
de cauxí, q u e a p a r e c e en diferentes niveles estratigráficos
en los l l a n o s . El a c h u r a d o de línea fina y puntos entre
a c a n a l a d u r a s se c o r r e l a c i o n a n a rasgos encontrados en
el G u a p o r é m e d i o (Becker D o n n e r 1956) y c o n la
alfarería d e s c r i t a p o r Rieslei en el norte de Santa Cruz
(Riester 1 9 8 1 , v e r Chiquil.mía).
Para l o s a r g e n t i n o s las es< as.is evidencias cerámicas
e n c o n t r a d a s e n B a u r e s seiían la prueba de breves
ocupaciones c u l t u r a l e s en la z o n a e infrecuentes
reocupaciones, aspecto q u e e n t r a en c o m p l e t a
contraposición c o n l a inform.H ion etnográfica y jesuítica,
q u e d e s c r i b e p o b l a c i o n e s altas y bien organizadas,
Consideradas las más civilizadas de los Llanos de Moxos
(Denevan 1980).
Dougherty y Calandra concluyen en su trabajo que el
área de Baures es diferente al resto de los Llanos de
Moxos y presenta características de dificultad para el
habitat humano, las que estarían relacionadas a una
adaptación a un área de suelos ácidos y con falta de
nutrientes (Dougherty y Calandra 1983, 1984, 1984-
I985).
|n completa contradicción con los resultados de la Misión
Argentina, Kenneth Lee identificó obras colosales de
construcciones artificiales en Baures, mayores a las
Conocidas en los Llanos Centrales de Moxos. Lee definió
el denominado Complejo Hidráulico de las Llanuras de
Baures c o m o la estructura artificial arqueológica de
mayor envergadura descubierta en el Beni. Se localiza
al sudeste del pueblo de Baures y está delimitada por
los ríos Negro y Blanco al oeste, San Martín al norte y
este y San Joaquín al sur, c u b r i e n d o una superficie
aproximada d e 1 2 0 0 0 km 2. Presenta terraplenes que
cruzan el Río San Joaquín en 22 puntos hasta las
proximidades del lago Pajaral, varios terraplenes atraviesan
también los ríos Blanco y el Río Negro, llegando uno de
ellos hasta la población de Huacaraje. Hacia el sur
terraplenes cubiertos de monte alto se dirigen hacia las
cabeceras del Río San Joaquín. Los terraplenes y diques
que conforman estas estructuras son numerosos y terminan
en tierras altas o islas. Terraplenes internos de menor
tamaño cruzan por todas partes delimitando campos de
cultivo de camellones (Lee 1995:4). Rara Kenneth Lee la
existencia de este gigantesco sistema hidráulico nos
llevaría a pensar en una población numerosa que en
tiempos p r e c o l o m b i n o s planificó y desarrolló esta
agricultura.
Entre 1995 y 1996 el Proyecto Agroarqueológico del
Beni dirigido por Erickson, investigó sitios defensivos de
ocupación precolombina, conformados por elevaciones
(islas) rodeadas de canales y motas defensivas, además
de complejos sistemas de terraplenes, canales y reservónos
de agua en Baures (Erickson et al. 1995). Se localizaron
14 complejos de motas defensivas en islas cerca de
Baures y Bella Vista.
Las áreas habitacionales de las islas protegidas por motas
presentan superficies de 1 a 5 ha. y posiblemente se trata
de 3 villas de asentamiento en una sola isla de bosque.
Las motas son construcciones artificiales de tierra mediante
la excavación de canales de 4 mts. de profundidad y 10
mts. de ancho, algunas veces presentan muros y tienen
diámetros de 150 a 3 5 0 mts. de ancho. En el interior
de estas motas se encontraban los asentamientos humanos,
a veces rodeados por múltiples motas concéntricas. Las
formas de las motas varían entre circulares, ovales y
rectangulares. Los sitios presentan estratos culturales
p o c o p r o f u n d o s ( D o u g h e r t y y Calandra 1984-1985,
E r i c s o n e t a l . 1995).
Estructuras similares se han documentado en Riberalta
en el sitio Tumichucua y otras regiones de la Amazonia
(Arnold y Prettold 1 9 9 8 ; Ver Río Beni).
Las construcciones artificiales más llamativas de Baures
son redes de extensos canales y terraplenes levantados
a través de las sabanas, pantanos e islas de bosque. Entre
las más importantes podemos citar: Un terraplén y canal
de 15 k m s . q u e c o n e c t a los p u e b l o s de Baures y
Guacaraje.
El " C o m p l e j o Hidráulico de Baures" l o c a l i z a d o por
Kenneth Lee entre los ríos San Joaquín y San Martín,
con la mayor concentración de estas estructuras en formas
de cientos de terraplenes y canales, algunos son rectos
y se cruzan y otros conectan a otros terraplenes, también
corren paralelos hasta un número de 4. Los terraplenes
tienen entre 0.25 y 1 m. de altura por 4 y 6 mts. de ancho
y entre 2 y 5 kms. de largo, se les ha asignado la función
básica de comunicación y posiblemente también ritual
(Lee 1 9 9 5 , Erickson et al. 1995)
Todavía no existe una clara noción de cómo las
i m p o n e n t e s estructuras artificiales de Baures f u e r o n
construidas y cual fue la base social y económica que
soportó semejantes obras, investigaciones futuras nos
darán nuevas luces sobre este problema.
13.3 Investigaciones en curso y perspectivas
El Proyecto Agroarqueológico del Beni desarrollará
trabajos de prospecciones arqueológicas y excavaciones
a partir del año 2 0 0 0 . Se pretende con estas labores de
investigación apoyar el interés local para el
establecimiento y m a n e j o de un Parque Nacional que
llevaría el nombre de Kenneth Lee, c o m o homenaje de
uno de los principales exploradores del Beni. También
se p l a n t e a c o o p e r a r en la creación de un museo
arqueológico regional en Baures (Hoja electrónica Clark
Erickson).
159
N O R D E N S K I Ó L D , Erland

1918 "Palisades and "Noxious Gases" among the the South American Indians". Ymer. Stockholm 3 8 .

1916 Die Anpassung der Indianer an die Verhaltnisse in den Uberschwemmungsgebieten in Sudamerika Ymer
(Stockholm). 3 6 .

O C A M P O M O S C O S O , Eduardo

1982 Wanda Hanke en la Etnografía Boliviana. Librería Editorial Juventud. La Paz.

PINTO PARADA, Rodolfo

1987 Pueblo de Leyenda. Editorial Tiempo del Beni. Trinidad.

14. PANDO
14.1 Historia de la investigación arqueológica.

Restos de cerámica pintada (Pando) - Foto: Marcos Michel

El Departamento menos conocido de Bolivia en términos "Presencia" en C o b i j a , señor Carlos A r c e . Notas

del pasado p r e c o l o m b i n o es Pando. El primer trabajo
arqueológico en este departamento se originó por una
serie de noticias de prensa que daban cuenta de la
existencia de una estructura piramidal en la zona del
Río M a n u r i p i . Estas noticias de corte sensacionalista
d i e r o n m o t i v o s necesarios para realizar el p r i m e r
reconocimiento arqueológico en Pando.
El sitio de A l t a Gracia fue dado a c o n o c e r por las
p u b l i c a c i o n e s periodísticas d e l c o r r e s p o n s a l
periodísticas de la prensa l o c a l : "El D i a r i o " 2-V-93,
Presencia 24-IV-93, y de la agencia internacional EFE,
daban cuenta del hallazgo de una estructura piramidal
de piedra de 300 mts. de altura en la localidad de Alta
Gracia, a 100 kms. al sur de C o b i j a . M i e m b r o s de la
Corte Nacional Electoral de Cobija, que encontraron
el lugar, notaron la necesidad de dar a conocer este
importante sitio que contenía también restos de puntas
de flecha, hachas de piedra y una especie de masa
de d e n o m i n a d a "pan del i n d i o " . Se especuló sobre las

161
posibles relaciones que tendría la supuesta "pirámide
de Alta Gracia" con el sitio arqueológico de Las Piedras
en las cercanías de Riberalta y con la cultura Araona.
El entonces Instituto N a c i o n a l de Arqueología (Hoy
DINAAR) efectuó un estudio oficial del sitio arqueológico
de Alta Gracia en la Provincia M a n u r i p i , donde no se
e n c o n t r a r o n restos m o n u m e n t a l e s , sino restos de
artefactos precolombinos correspondientes a desarrollos
regionales que pudieron ser comparados con tradiciones
mejor conocidas en la vecina zona selvática del Perú
(Michel 1993).
74.2 Historia cultural
En reconocimiento arqueológico de este sitio efectuado
en mayo de 1993 se pudieron identificar las siguientes
características:
El sitio arqueológico de Alta Gracia se encuentra en la
m a r g e n este d e l Río M a n u r i p i , a u n a d i s t a n c i a
aproximada de 1 0 0 k m s . al sur de la capital
departamental de Pando, Cobija. El sitio se encuentra
rodeado de una ecología de bosque Amazónico, con
especies arbóreas altas c o m o la castaña (Bertolletia
exelsa ), la Palma Real ( M a u r i t i a flexuosa) por citar
algunas de las más importantes.
Alta Gracia se ubica sobre una gran elevación que nace
en las orillas del M a n u r i p i y crece en f o r m a abrupta
cerca de la o r i l l a , la que habría sido c o n f u n d i d a por
una pirámide. Se trata de un pliegue geológico común
en la zona de piedemonte Amazónico, la forma de la
l o m a es de una elevación escarpada de p e n d i e n t e
abrupta, que termina en una cima de 4 0 mts. de altura
a p r o x i m a d a m e n t e . En la parte superior posee una
explanada de 200 mts. de largo por 200 mts. de ancho,
a partir de la cual existe un otro declive mínimo hacia
el bosque en una distancia de 300 m. La forma de esta
loma natural parece de una pirámide trunca, con un
largo t a l u d en declive. N o se encontraron evidencias
materiales que muestren q u e Alta Gracia fuera una
construcción artificial, por el contrario los lugares de
derrumbe mostraban sedimentos naturales acumulados
sobre la roca madre.
Se encontraron fragmentos de cerámica en la c i m a y
laderas de la l o m a , los q u e f u e r o n r e c o g i d o s c o n
d i f i c u l t a d d e b i d o a que se encontraban cubiertos de
una densa capa vegetal.
162
Con base en la colección de artefactos efectuada en
Alta Gracia y el material recuperado por los miembros
de la Corte Electoral de C o b i j a , se i d e n t i f i c a r o n las
siguientes características cerámicas:
a) Ollas grandes
La mayoría de los fragmentos correspondían a ollas
grandes, con un diámetro de apertura de la boca superior
a 40 cm. Las ollas presentaban pequeños labios evertidos
y base plana redonda. La cocción es reductora y dejó
una coloración p l o m i z a en las piezas, el antiplástico
de confección de la pasta es Caripé (Arboles calcinados
ricos en sílice) y en algunos casos carbón vegetal molido.
El acabado de las piezas fue por alisamiento. Algunos
labios evertidos presentan decoración de líneas verticales
paralelas, ejecutadas mediante incisiones anchas de 8
y 3 m m de p r o f u n d i d a d .
b) Fuente
Un fragmento de fuente de base plana y paredes rectas
convergentes fue recolectado de la parte inferior de la
loma por Arce. El diámetro del borde es de 6 c m y el
labio es de forma abultada - redondeada. El ejemplar
fue hecho en arcilla fina. Llama la atención la decoración
externa c o n líneas incisas dispuestas una e n c i m a de
otra en f o r m a o b l i c u a , finalizadas en puntos también
incisos en la parte central. Cerca de la base una línea
forma un triángulo.
Existen también dos f r a g m e n t o s de c u e r p o s con
decoración pintada de la colección de A r c e . Tienen
cocción semi oxidante, presentando la cara externa de
color naranja y la interna gris. Poseen decoración en
líneas negras delgadas (3 mm), dispuestas en zigzag,
una encima de otra.
c) Lítico
Un hacha de p i e d r a sin aletas laterales, de f o r m a
rectangular con lados romos (9,6 cms. de largo x 6 cms.
de ancho), fue colectado por Carlos Arce en la c i m a de
Alta Gracia.Fue trabajado por tallado y p u l i d o en material
ígneo de grano fino color negro.
También Arce recuperó dos cilindros finamente tallados
y pulidos en roca ígnea de grano f i n o . A l c a n z a n los 5
cms. de altura y 3 cms. de ancho, por su forma y huellas
de desgaste en los extremos terminales parecen haber
servido c o m o instrumentos de molienda (Michel 1993).
Las investigaciones arqueológicas desarrolladas en los
afluentes del Río Madre de Dios en la región peruana
vecina al departamento de Pando muestran importantes
similitudes con el material arqueológico de Alta Gracia.
Las ollas globulares presentan base plana (Aikman 1983.
Fig 1-4).
Existen también en el Madre de Dios hachas de piedra,
comunes en el piedemonte andino (Nordenskióld 1924,
Portugal 1978), las q u e presentan aletas o extremos
para ser fijadas. Estas fueron trabajadas en rocas ígneas
de grano f i n o al igual que en Alta Gracia, lo que nos
hace suponer que la fuente de extracción de estas rocas
se encontraba en regiones volcánicas de la cordillera.
14.3 Los Araona y otras tribus
Los Araona, a comienzos de siglo, constituyeron una
numerosa población indígena de a p r o x i m a d a m e n t e
20.000 individuos divididos en fracciones localizadas
entre los ríos Manupare y Purus (Brasil). Fueron casi
totalmente exterminados en el tiempo de la extracción
del caucho o asimilados c o m p l e t a m e n t e como
siringueros.
Los Y a m i n a w a p o r el c o n t r a r i o , m a n t u v i e r o n una
población de hasta 1 5 0 i n d i v i d u o s , v i v i e n d o en
constantes migraciones dentro de su territorio, en la
región f r o n t e r i z a entre B o l i v i a , Brasil y Perú (Plaza
Martínez y Carvajal Carvajal 1985).
14.4 Investigaciones en curso y perspectivas
Se deberán promover investigaciones de prospecciones
arqueológicas sistemáticas y e x c a v a c i o n e s para el
desarrollo de la arqueología del Departamento de Pando.
14.5 Principales museos
La H. Alcaldía M u n i c i p a l de Cobija posee una pequeña
colección de museo que incluye algunos fragmentos
cerámicos y artefactos de donaciones.

14.6 BIBLIOGRAFÍA

A I K M A N , Sheila

1983 "Informe preliminar sobre los hallazgos arqueológicos del Río Karene (Río Colorado). Madre de D i o s " . En:
Amazonia Peruana. Vol IV. N ° 8. CAAAP. Lima.

CORDEPANDO

1992 Corporación de Desarrollo de Pando, 25 años de servicio. Ed. Edvil. La Paz.

MICHEL LÓPEZ, Marcos R.

1993 Informe sobre el reconocimiento arqueológico del sitio Alta Gracia. Provincia M a n u r i p i . Departamento de
Pando. Informe presentado al Instituto Nacional de Arqueología. La Paz.

N O R D E N S K I Ó L D , Erland

1924 "Find of Graves and Oíd D w e l l i n g Places on the Río Beni. Bolivia". Ymer. Stockholm.'

PLAZA M A R T Í N E Z , Pedro y CARVAJAL CARVAJAL, Juan

1985 Etnias y lenguas de Bolivia. INI. INA. I N E L IBC. La Paz.

PORTUGAL ORTÍZ, Max

1978 La arqueología de la región del Río Beni. Ed. Casa M u n i c i p a l de Cultura. La Paz.

163
15. SANTA CRUZ
15.1 Historia de la investigación arqueológica
La arqueología de la Chiquitanía es p o c o c o n o c i d a
debido a que las investigaciones de esta zona fueron
escasamente difundidas.
U n centro de singular importancia en el desarrollo de
la arqueología del o r i e n t e es Samaipata, q u e desde
c o m i e n z o s de siglo atrae a cientos de turistas por su
m o n u m e n t a l i d a d y también a muchos investigadores,
p o r la i m p o r t a n c i a de la información c u l t u r a l q u e
posee. El l l a m a d o "Fuerte de Samaipata" se l o c a l i z a
en un p u n t o estratégico entre las tierras de las alturas
y los llanos orientales, a una altura de 1 9 0 0 m.s.n.m,
en la p r o v i n c i a Florida del D e p a r t a m e n t o de Santa
Cruz.
El monumento arqueológico consta de una colosal roca
de arenisca (250 m x 5 0 m) con grabados de: figuras
zoomorfas, canales, sillas, piscinas, peldaños y nichos.
En la parte superior de la roca se observa un pasillo
circular con 18 sillas grabadas en el anillo exterior y 9
en el interior. La porción o r i e n t a l de la roca y los
alrededores presentan restos de estructuras. La zona
arqueológica es más extensa de lo supuesto y comprende
sectores c o m o : La Chinkana, un agujero de 12 mts. de
164
Fuerte de
Samaipata
Foto: Alvaro
Balderrama
p r o f u n d i d a d ; caminos de acceso cavados en la roca;
sitios c o n cimientos circulares posiblemente de silos
en cerro La Patria y cerro Paredones al noroeste del
cerro esculpido (Meyers 1998).
Las crónicas españolas sobre Samaipata son limitadas,
aunque el cronista Alcaya (1662) describió con claridad
el proceso de c o n q u i s t a de los valles de M i z q u e y
Samaipata por el Inka Yupanqui y la instalación de
Samaipata c o m o p u n t o de avanzada para las huestes
soldadescas de Guacane.
Las ruinas de Samaipata han sido m o t i v o de varias
síntesis descriptivas q u e i n c l u y e n mapas, c r o q u i s ,
fotografías y d e s d e los sesenta excavaciones
arqueológicas(D'Orbigny 1 8 3 5 - 1 8 4 7 , Nordenskióld
1 9 1 1 , Pucher 1 9 4 5 y b, Ryden 1 9 5 6 , Tapia 1 9 8 4 ,
a
Trinborn 1967, Meyers 1993,1998).
Tapia Pineda (1984) desarrolló excavaciones de área
en el sector habitacional de Samaipata, efectuando la
p r i m e r a descripción d e cerámica y c o n t e x t o s d e
excavación de las estructuras asociadas a la roca
esculpida.
En estos años el Seminario Vólkerkunde de la Universidad
de Bonn ha i m p l e m e n t a d o excavaciones sistemáticas
en zonas aledañas al monumento pétreo de Samaipata
con i m p o r t a n t e s r e s u l t a d o s d e las e x c a v a c i o n e s
ejecutadas en 1992 y en 1994.
I os restos arquitectónicos de Samaipata se encuentran
en el sector este del cerro esculpido, existe un conjunto
de murallas y " a r q u i t e c t u r a " natural c o m p u e s t o d e
plataformas artificiales construidas al lado de la roca
tallada, descritos c o m o un ante fuerte p o r T r i m b o r n y
16 sectores d e estructuras murarías y d e viviendas
excavados por el e q u i p o de La Universidad de Bonn,
l a cerámica encontrada en el lugar corresponde a un
amplio repertorio de tipos cerámicos amazónicos, de
los valles y de altura, q u e f o r m a n parte de un largo
proceso de ocupación y reocupación del lugar, iniciado
en f o r m a t e m p r a n a p o r t r a d i c i o n e s amazónicas y
f i n a l i z a d o p o r los Inka y los españoles (Meyers
1993,1998).
('orno un reconocimiento de la importancia y el valor
patrimonial que posee, el c o m p l e j o arqueológico de
Samaipata fue d e c l a r a d o Patrimonio Cultural de la
Humanidad por el Comité M u n d i a l de Patrimonio de
la UNESCO, en sesión de 2 de d i c i e m b r e de 1998 en
Kyoto, Japón. Este antecedente representa u n h i t o
importante para concretar futuros planes de desarrollo
en el área.
Si bien las primeras descripciones sobre Samaipata
fueron realizadas por el insigne investigador Thadeo
Hanke, corresponde a Erland Nordenskióld el papel de
p i o n e r o d e la investigación arqueológica d e la
Chiquitanía. A c o m i e n z o s d e l s i g l o XX realizó
importantes trabajos en S a m a i p a t a y estudios
comparativos en los sitios arqueológicos de la Provincia
Sara de Santa Cruz: Río Palacios, Santa Rosa y Santa
Bárbara (Nordenskióld 1 9 1 0 , 1910b, 1913, 1916).
a del lugar se desarrolló entre el 4 0 0 a.C. y 100 d.C. de
Las llanuras de la Chiquitanía presentan significativos
antecedentes del pasado precolombino, que se localizan
en todo el departamento de Santa Cruz y en la misma
c i u d a d c a p i t a l . El p r i m e r t r a b a j o d e s a l v a m e n t o
arqueológico en plena ciudad de Santa Cruz de la Sierra
fue l l e v a d o a c a b o p o r Bustos ( 1 9 7 6 ) , en el sitio
denominado Grigotá. Este yacimiento esta situado en
el barrio Los Angeles, en el cuadrante U V 19, entre la
avenida Cristóbal de M e n d o z a y la calle Tiluchis, a 2
k m s . al n o r t e d e la p l a z a p r i n c i p a l . El lugar f u e
descubierto por el pintor cruceñoTito Kuramoto, que
lo reportó al Instituto Nacional de Arqueología.
Bustos caracterizó Grigotá c o m o un gran basural d e
5 0 0 0 m 2 , p r o d u c t o del asentamiento p r o l o n g a d o e
interrumpido de grupos precolombinos. Se efectuaron
tres pozos de prueba y una trinchera e x p l o r a t o r i a ,
i d e n t i f i c a n d o material cerámico sin decoración, c o n
las siguientes formas: bordes modificados, divergentes,
formas triangulares con base pedestal, siendo escasa la
presencia de soportes; ésta también presenta grabados
y pintura roja, roja sobre blanco y viceversa. El material
lítico presenta lascas con retoque en areniscas, basaltos
y concreciones silícicas y cuarcitas (Bustos 1976).
Estas i n v e s t i g a c i o n e s p e r m i t i e r o n r e c o n o c e r u n
i m p o r t a n t e p r e c e d e n t e c u l t u r a l d e características
tempranas, que p o s i b i l i t a r o n a Prümers, del Instituto
Alemán de Arqueología KAVA, continuar c o n trabajos
de arqueología de salvamento en el sitio en el año de
1998. Las excavaciones de Prümers y su e q u i p o tienen
c o m o precedente los estudios efectuados en la región
de Pailón entre 1995 y 1997 (Prümers et al. 1 9 9 5 , 1 9 9 6 ,
1997) . En 1 9 9 8 las excavaciones efectuadas por la
Misión Alemana en Grigotá se limitaron a las plazas y
aceras, d e b i d o a que las calles del lugar habían sido
asfaltadas.
Estas actividades de mejora de las calles no l i m i t a r o n
los alcances del proyecto, ya q u e se i m p l e m e n t a r o n
cinco cortes de excavación con importantes resultados.
Una sola tradición cultural fue identificada en Grigotá,
compuesta de cerámica homogénea diferenciada de
otros componentes de las tierras bajas de Bolivia, posee
cuencos y ollas de borde engrosado y cortado; siendo
que los bordes reforzados poseen base pedestal y los
demás tienen base plana y redonda. La tradición cultural
acuerdo a las fechas de C 1 4 , siendo hasta el m o m e n t o
una d e las más antiguas del oriente (Prümers et a l .
1998) .
Corresponde a Riester (1981) la realización de la primera
síntesis sobre Arqueología y Arte Rupestre d e Santa
Cruz, e x p a n d i e n d o el c o n o c i m i e n t o de yacimientos
arqueológicos de este departamento hacia las provincias
Chiquitos, Velasco, Ñuílo de CViavez y Sandoval. Se
identificó en esta versión panorámica un significativo
165
legado precolombino de cerámicas y arte rupestre antes
d e s c o n o c i d o s . El e s t u d i o más q u e ser u n a o b r a
especializada en arqueología, es una relación sucinta
de hallazgos q u e p e r m i t e n v i s l u m b r a r importantes
posibilidades para investigaciones futuras.
Pía ( 1 9 8 6 ) realizó e x c a v a c i o n e s d e salvataje e n
Quimome, a 56 kms. al oeste de Santa Cruz de Chiquitos,
descubriendo un entierro c o n ofrendas parcialmente
destruido.
En la Provincia Chiquitos del Departamento de Santa
Cruz la empresa ORVANA/Raititi promocionó el estudio
de diagnóstico arqueológico en el área de concesión
m i n e r a D o n M a r i o , c o m o parte de prevención d e l
potencial impacto ambiental y de p a t r i m o n i o cultural
que podrían tener actividades mineras en la zona. El
diagnóstico arqueológico regional, realizado a nivel de
prospecciones y excavaciones sistemáticas, permitió
reconocer una larga tradición cultural en la región,
d e s a r r o l l a d a desde épocas tempranas. También se
lograron los primeros fechados radiocarbónicos para la
cronología del área (Michel y Rivera 1996, Michel 1996
a y b , Michel 1999).
H e i k o Prümers del Instituto Alemán de Arqueología
KAVA, en c o n v e n i o c o n el I n s t i t u t o N a c i o n a l de
Arqueología de Bolivia, efectuó excavaciones
arqueológicas en montículos cercanos a la población
de Pailón. Estos trabajos se desarrollaron entre 1995 y
1997 y c o m p r e n d i e r o n la excavación sistemática de
montículos d e arena sobre los q u e se e f e c t u a r o n
ocupaciones humanas. Los montículos ubicados al norte
de Pailón (1 y 2) fueron destruidos por labores agrícolas.
Los resultados más interesantes provienen de Pailón 3,
d o n d e la cerámica encontrada está representada p o r
ollas de forma redonda y cuello marcado, vasijas grandes
y abiertas t i p o urnas, cuencos y trípodes. Dos fases
cerámicas diferenciadas por su decoración caracterizan
a los montículos excavados: U n a fase temprana c o n
desgrasante de arena, en la que p r e d o m i n a n piezas
pintadas: R o j i o b s c u r o en gris, r o j i o s c u r o en beige,
fechada entre el 9 0 0 y 1100 d.C; y una fase tardía c o n
d i b u j o s i n c i s o s s o b r e c e r á m i c a semi-seca, c o n
antiplástico de cerámica desmenuzada, fechada hacia
el 1 1 0 0 a 1 3 0 0 d.C . Las síntesis de estos trabajos
i n c l u y e n u n análisis c o m p a r a t i v o de la cerámica
excavada c o n similares de la A m a z o n i a y noroeste
argentino (Prümers e t a l . 1 9 9 5 , 1996, 1997).
166
En el transcurso de 1997 y 1 9 9 8 se efectuaron
de prospección y salvamento arqueológico p,i
construcción del gasoducto Bolivia-Brasil, en un \f\
de aproximadamente 557 Kms. en dirección osle i
desde Santa Cruz de la Sierra hasta Puerto SuareZi
trabajos permitieron la ubicación y documental ion
sitios arqueológicos en el derecho de vía de construc
del gasoducto, además del rescate de la informac
arqueológica q u e podría ser destruida (Albarr.u
Michel 1997, en Dames And More 1997). Con el m i l
o b j e t i v o se ha d e s a r r o l l a d o u n reconocimií?
arqueológico en el d e r e c h o d e vía para la nu
construcción del gasoducto San Miguel-San Matífl
ramal del gasoducto Santa Cruz- Puerto Suarez q
parte de un desvío a la altura de la población de Ij>t
y continúa hacia San Matías en una extensión de t
kms. (Michel 1999, en ENTRIX 1999).
15.2 Historia cultural
a) Período Formativo (400 a.C a 100 d. C)
El Período Formativo del departamento de Santa Cru
ha sido identificado c o m o parte de tradiciones de larga
duración desde la aparición d e la cerámica y la
agricultura, hasta la llegada de los españoles, en el sitio
arqueológico de Grigotá en la ciudad de Santa Cruz y
en la región Chiquitana de D o n M a r i o .
b) Tradición cultural de Grigotá
La información que existe sobre el período Formativo
de la Chiquitanía se refiere principalmente a los hallazgos
efectuados en labores de excavación en el denominado
sitio Grigotá del barrio Los Angeles, a 2 kms. al norte
de la plaza principal de Santa Cruz de la Sierra.
Víctor Bustos (1976) efectuó las primeras excavaciones
arqueológicas de este s i t i o , describiéndolo c o m o
producto del asentamiento prolongado e ininterrumpido
de grupos precolombinos. Realizó cuatro cuadrículas
y tres pozos de sondeo, el p o z o 1 presentó 2 estratos
de ocupación hispánica y p r e s e n c i a d e cerámica
denominada "indígena" y un estrato prehispánico c o n
p o c o material. El pozo 2 fue completamente estéril y
el tercer pozo presentó una pieza cerámica c o m p l e t a
del contexto de una tumba. Las cuadrículas se ubicaron
en el sector central del sitio y tenían 3 x 3 mts., separadas
por testigos de 1 m. de a n c h o . D e las cuadrículas
alineadas se documentó un perfil de 11 m d e l a r g o ,
 identificándose 6 estratos, de los cuales; las capas 2 y
3 se distinguían solo en el primer cuadro y f o r m a r o n
en las demás cuadrículas una u n i d a d . La c u a r t a
cuadrícula ubicada al sur de las primeras fue destinada
para indagar sobre una pequeña elevación descubierta
en el desmonte del terreno (Heiko et al. 1998).
La cerámica descrita por Bustos en su mayoría carece
de decoración y presenta vasijas de bordes modificados
divergentes, ensanchados exteriormente y de formas
triangulares con base pedestal, siendo escasa la presencia
de soportes. Se identificaron dos unidades cerámicas
de acuerdo al antiplástico: La primera compuesta de
los antiplásticos denominados 1,2,3,6 y 7 de arena y
cuarzo y en algunos casos m i c a m o l i d a , cerámica
molida y rocas trituradas. La segunda unidad conformada
por los tipos 4 y 5 compuesta de antiplásticos de arena
y arena f i n a . La decoración encontrada en mínima
proporción tiene grabados de decoración geométrica
y punteada y existe cerámica pintada en rebordes rojos
en los labios, líneas horizontales rojas sobre engobe
blanco, piezas completamente pintadas de rojo y líneas
geométricas pintadas sobre b l a n c o . Por s i m i l i t u d e s
estilísticas de la cerámica, Bustos relacionó la cerámica
de Grigotá con componentes cerámicos correspondientes
.il 850 d.C. hasta la época Inka, aunque en la actualidad
conocemos q u e este sitio corresponde más b i e n al
período Formativo c o m o veremos adelante (Bustos
I976).
Prümers, del Instituto Alemán de Arqueología KAVA,
continuó c o n trabajos de arqueología de salvamento
en el sitio Grigotá en 1 9 9 8 , a m p l i a n d o un panorama
más completo sobre las características de este yacimiento
y d e f i n i e n d o una cronología absoluta (de fechados
radiocarbónicos) para el sitio. Se implementaron cinco
cortes de excavación en las plazas y aceras de la zona,
debido a que las calles del lugar habían sido asfaltadas.
El corte 1 de 2 x 4 mts. se localizó en frente del área
de estacionamiento de la iglesia Virgen de los Angeles,
el corte 2 de 2 x 2 mts. se ubicó a 100 mts. del corte
1, siendo lozalizados los cortes 3 (1,5 x 5 mts.) y 4 (1,5
x 5 mts.) en una acera angosta de la calle Curucusis,
separados por una distancia de 2,5 mts. en un área
donde Bustos había excavado anteriormente.
La estratigrafía del lugar muestra en el primer corte una
primera capa (I) d i s t u r b a d a de hasta 4 0 c m s . de
profundidad. La denominada capa II (por debajo de la
p r i m e r a ) presenta coloración o b s c u r a y muestra
abundantes fragmentos de cerámica y una superficie
de ocupación de hasta 30 cms. de profundidad, la capa
III estaba compuesta de tierra de c o l o r castaño de
contenido cultural estéril fechada por el método del C
14 entre 9 7 0 y 1 1 3 0 a.C. El corte 2 se excavó hasta
1,60 mts. de p r o f u n d i d a d , encontrándose un s o l o
fragmento cerámico.
Los cortes III y IV m o s t r a r o n una estratigrafía clara
compuesta de: un primer estrato color marrón obscuro
de 30 a 50 cms; un segundo estrato de 20 a 40 cms. de
profundidad color ocre de textura arenosa; y por debajo
la capa tercera, compuesta de a r c i l l a c o l o r castaño
correspondiente al s u e l o estéril e n vestigios
arqueológicos. El horizonte ocupacional correspondiente
a los asentamientos p r e c o l o m b i n o s se encontró en la
parte s u p e r i o r d e la capa II p o r el i n c r e m e n t o de
fragmentos cerámicos y presentaba rasgos de pozos
excavados c o m o producto de disturbios, un pozo relleno
de basura y restos orgánicos, se detectó también las
huellas de un pozo de excavación de Bustos.
El q u i n t o corte tenía una primera capa m u y delgada,
seguida de una segunda de hasta 1 m. de espesor y
finalmente la capa estéril de color castaño. El horizonte
de ocupación se situaba entre 60 y 70 cms., presentando
un p o z o de c o n t o r n o s irregulares de 4 0 c m s . de
p r o f u n d i d a d p o r d e b a j o d e l n i v e l de o c u p a c i ó n ,
conteniendo fragmentos grandes de cerámica y piedras.
En el sector A/4 trozos grandes de madera vegetal
carbonizada estaban asociados a cerámica, la fecha
obtenida de este material d i o un p r o m e d i o de 7 6 0 a
4 0 0 a.C. (Prümers e t a l . 1998).
Una sola tradición cultural fue identificada en Grigotá,
compuesta de cerámica homogénea, diferenciada de
otros componentes de las tierras bajas de Bolivia. Posee
cuencos y ollas de borde engrosado y cortado; siendo
que los bordes reforzados tienen base pedestal y los
demás tienen base plana y redonda. Pocos fragmentos
fueron confeccionados con arena como desgrasante, otro
antiplástico de mayor uso es de cerámica molida y arena.
El proceso de control de la cocción de la cerámica era
bajo, razón por la que las tonalidades de colores de la
cerámica cocida varían. La tradición cultural del lugar
se desarrolló entre el 4 0 0 a. C y 100 d.C, de acuerdo
a las fechas de C14, siendo hasta el momento una de las
más antiguas del oriente (Prümers et a l . 1998).
167
 c) Tradición cultural de Don Mario
D o n M a r i o es una región minera localizada en una de
las afloraciones pétreas del precámbrico, en el cantón
San Juan de la Provincia Chiquitos del Departamento
de Santa Cruz. ORVANA/PAITITI promocionó un estudio
de diagnóstico arqueológico en la región de D o n Mario
c o m o parte del trabajo de prevención de i m p a c t o
ambiental y de p a t r i m o n i o cultural que podrían tener
futuras actividades mineras en la zona. El diagnóstico
arqueológico r e g i o n a l , a n i v e l de prospección y
excavaciones, permitió reconocer una larga tradición
cultural desarrollada desde épocas tempranas (Michel
y Rivera 1996, M i c h e l 1996 a y M i c h e l 1996b, Michel
1999).
Fueron identificados más de 14 sitios arqueológicos en
los alrededores de cerro D o n Mario, los que mostraron
dos componentes culturales claramente diferenciados;
artefactos cerámicos y de fundición de época colonial
registrados en los sitios 1, 2 , 1 2 , 1 3 en las faldas noreste
y sureste de cerro D o n M a r i o , y sitios prehispánicos 3,
4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 1 1 , 14, Las Tojas, El Roble 1-2 y
C e r r o Katy l o c a l i z a d o s en patrón disperso en los
alrededores de D o n Mario, sobre elevaciones naturales
a lado de quebradas intermitentes.
El c o m p o n e n t e c o l o n i a l se encuentra d i r e c t a m e n t e
ligado a la explotación minera del cobre de D o n Mario;
son e v i d e n c i a s de estas actividades los hornos de
fundición de los sitios 1 y 12, áreas de desechos de
fundición en los sitios 2 (escoria) y 13 y las antiguas
galerías de extracción de Cerro D o n M a r i o . Por sus
características, los hornos en falsa bóveda
i m p l e m e n t a d o s para la fundición de metal en D o n
M a r i o p r o d u j e r o n bastante m i n e r a l , así se p u e d e
evidenciar en las amplias acumulaciones de desechos
de fundición en los sitios 12 y 13.
Los sitios pre-hispánicos f u e r o n i d e n t i f i c a d o s p o r
concentraciones de cerámica de diferentes magnitudes,
situados en las partes superiores y faldas medias de
colinas, siempre relacionados a quebradas grandes o
pequeñas de carácter estacional. Este patrón disperso
muestra un a m p l i o e s p e c t r o de m o v i l i d a d para el
aprovechamiento de un área con contrastes de sequías
y épocas lluviosas anuales.
Es probable q u e algunos sitios, c o m o el sitio 3, hayan
permitido el asentamiento de grandes agrupaciones por
_ 168
largos periodos de tiempo. La alta densidad y d l l |
del material arqueológico de este sitio son muertj
este t i p o d e asentamientos. Los demás s i l i o i
extensiones de una y media hectáreas, son de n
tamaño y f u e r o n u t i l i z a d o s c o m o camp.11110;
temporales (Michel 1996 b).
Se efectuaron excavaciones de sondeo en seis
arqueológicos de D o n M a r i o , revelando la natura
de la deposición estratigrafía y cultural del área. Ii
los sitios exhiben características deposicionales símil
r e p r e s e n t a d a s p o r tres estratos. El p r i m c i o 0
c o m p u e s t o p o r suelo húmico, c o n abundantes u«
orgánicos, es de color café oscuro y tiene alto conten
de arena. Su p r o f u n d i d a d alcanza los 25 cms |
debajo de la superficie. El material cerámico no es .1
en este estrato. Solamente en el sitio 14, la cer.nni
fue abundante. El segundo estrato se caracteri/a f
tener suelos arenolimosos de color café amarillento
En algunos sitios c o m o los sitios 6, 10 y 14, los suel
incluyen fragmentos de cuarzo. Numerosos arteíai l
y rasgos arqueológicos se encontraron en este deposito
La mayoría de los artefactos aparecen entre los 10 y »I0
cms. de p r o f u n d i d a d por debajo de la superficie.
En algunos rasgos arqueológicos de fogones o restos de
ellos se o b t u v i e r o n muestras de carbón para fechado*
radiocarbónicos. En todos los sitios las eviden< ¡ai
culturales desaparecen por debajo del segundo estrato,
El tercer estrato está constituido por una arcilla arenosa
con alto c o n t e n i d o de grava y cuarzo. Se trata de un
suelo c o m p a c t a d o l i b r e d e m a t e r i a l orgánico; su
coloración es café rojiza. Tres muestras de carbón vegetal
f u e r o n extraídas de los sitios 6, 3 y 7, para obtener
referentes cronológicos más precisos de la arqueología
de D o n M a r i o . U n a muestra fue extraída del sitio N o
6, U n i d a d 2, Estrato 2, Nivel 4 (40-50 cm), de un fogón
excavado en la antigua superficie del terreno del estrato
3. El fogón se encontraba a una p r o f u n d i d a d de entre
4 0 y 43 cms. por debajo del d a t u m . Cinco fragmentos
de cerámica y una herramienta lítica fueron obtenidos
cerca de este rasgo. El fechado de este contexto es de
551+- 3 9 A P .
Otra muestra se o b t u v o del sitio 3, Unidad 1, Estrato 2,
Nivel 3 (20-30 c m ) . La muestra de carbón correspondía
a u n a s u p e r f i c i e d e ocupación casi h o r i z o n t a l . La
superficie de ocupación se encontraba a una profundidad
p r o m e d i o d e 2 3 c m s . p o r debajo del d a t u m , varios
fragmentos de cerámica fueron registrados en posición
horizontal dentro de este contexto. La antigüedad de
la muestra recolectada fue fechada en 942 +- 39 AP.
Del sitio 7, Unidad 1, Estrato 3, Nivel 4 (50-55 c m ) , se
obtuvo una muestra de carbón del sector d e límite
inferior de los restos culturales y cercanos a la roca
madre. La muestra fue colectada a una profundidad de
51 c m , tres fragmentos de cerámica fueron obtenidos
del mismo nivel. El fechado radiocarbónico del contexto
fue de 3.426 +- 76 AP.
La c e r á m i c a de D o n M a r i o presenta muchas
características comunes en la región y que, de acuerdo
a los fechados radiocarbónicos, son parte de una larga
tradición regional. Las diferentes formas de la cerámica
fueron trabajadas mediante la técnica del m o d e l a d o
por rodete y acabado por alisado, logrando vasijas
irrestrictas y restrictas. En pocos casos existen vasijas
decoradas exteriormente por la técnica del escobado,
corrugado falso, d i g i t a d o e incisiones lineales y de
punteado.
D e n t r o d e l g r u p o d e las vasijas ¡rrestrictas son
características las jarras pequeñas de un diámetro
aproximado de entre 4 y 8 c m . Su forma es globular y
de l a b i o e v e r t i d o . Existen algunos casos de jarras
pequeñas con labios rectos. Esta forma es común en el
sitio El Roble 2.
Los cuencos varían de tamaño y poseen un diámetro
de entre 7 y 16 cm, por lo general presentan decoración
incisa de dos tipos; líneas acanaladas rectas que bajan
desde el borde del labio hasta la parte central del cuenco
y también incisiones triangulares hechas c o n un palo
fino debajo del labio, las que se repiten en forma alterna.
Otras formas comunes son: grandes ollas globulares
restrictas c o n diámetros de labio de 9-14 cms. de base
pedestal c i l i n d r i c a , a veces poseen un pequeño labio
vertical que puede llevar una línea incisa o no; fuentes
de labios rectos de 14 a 20 cms. de diámetro de labio
y urnas c o n diámetros de 15-20 cms. de apertura,
decoración corrugada desde el l a b i o hasta la parte
media del cuerpo y a veces decoración incisa debajo
del l a b i o . Existen también urnas grandes globulares
acabadas por alisado y decoradas finamente por apliqué.
Las bases son de t i p o pedestal c i r c u l a r , c o n u n a
concavidad en la parte central y un a n i l l o de apoyo
alrededor en todos los casos.
Los antiplásticos u t i l i z a d o s varían m u y p o c o ; por lo
general, el antiplástico es de cuarzo
m o l i d o en partículas medianas; está registrado en el
9 8 % de la muestra y está presente en todos los niveles
de excavación. Sólo en algunos sitios se identificó
c u a r z o m o l i d o en partículas f i n a s ( D M 3, 7, 12) y
grandes ( D M 3, 7) y se puede apreciar en superficie y
en los dos primeros niveles de excavación.
Ruecas de f o r m a r o m b o i d a l se c o n f e c c i o n a r o n en
cerámica; éstas presentan una perforación c e n t r a l
preccoción d o n d e se introducía el palo de la rueca.
Dentro de la colección, llaman la atención discos de
cerámica producidos mediante el desgaste de los lados
de un cuerpo de una vasija y fragmentos, también de
cuerpos, c o n marcas verticales incisas en los sectores
donde se rompió la pieza.
Son pocos los artefactos líticos en comparación con la
cerámica. Fueron encontrados c u c h i l l o s , raspadores,
raederas confeccionados en cuarzo, los que muestran
talla y retoque tosco d e b i d o a la inconsistencia del
material en q u e fueron trabajados. Dos discos de mica
confeccionados por técnica de desgaste son parte de
las herramientas líticas. N o se i d e n t i f i c a r o n restos
humanos ni de animales, p o s i b l e m e n t e d e b i d o a las
pésimas c o n d i c i o n e s m e d i o a m b i e n t a l e s para la
conservación de estos materiales.
En todos los casos los grupos q u e habitaron la región
de D o n M a r i o p r a c t i c a r o n la c a z a de animales q u e
existen en a b u n d a n c i a en el área, c o m o : el v e n a d o
(Blastocerus dichotomus), taitetú (Tayassu tajacu), pava
serere (Opisthocomus hoazin), monos c o m o el manechi
(Alouatta carayá); además de la recolección de raíces
y frutos y la agricultura. Las evidencias de la práctica
agrícola se encuentran p r i n c i p a l m e n t e en los restos de
ruecas para el h i l a d o de algodón (Michel 1999).
d) Tradiciones culturales tardías
d1) Río Palacios
Erland Nordenskióld (1913) excavó en Río Palacios
g r u p o s de urnas f u n e r a r i a s . Estas urnas estaban
decoradas c o n arrugas (corrugado) y franjas aplicadas,
similares a la decoración de cerámica del Paraná.
Posiblemente esta decoración reflejaba una penetración
Guaraní tardía en Bolivia procedente del sudeste. Este
169
investigador también recolectó cerámica de la zona de
Guarayos (Riester 1981:14).
62) Pailón
Heiko Prümers, efectuó excavaciones arqueológicas en
sitios cercanos a la población de Pailón al noreste de
Santa C r u z . El p r i m e r s i t i o e x c a v a d o se sitúa
aproximadamente a 1 k m . al sur de Pailón y se trata de
un montículo de 40 mts. x 60 mts. de extensión, donde
se efectuaron cuatro cortes en la primera temporada.
El segundo sitio denominado Pailón 3 se sitúa al sudoeste
de Pailón, a lado de un b a r r a n c o f o r m a d o p o r la
extracción de tierra para la construcción del terraplén
del ferrocarril. En este sitio se efectuaron 5 pozos de
excavación y se l i m p i a r o n perfiles de una quebrada
(Prümers e t a l . 1 9 9 5 , 1 9 9 6 , 1997).
De acuerdo a las excavaciones efectuadas se llegó a la
conclusión de que los montículos que quedan al sur
de Pailón son acumulaciones de arena formadas por la
acción del viento en la ribera este de un brazo antiguo
del río G r a n d e . Estas elevaciones s i r v i e r o n para la
ocupación habitacional. El montículo que queda a 700
mts. al norte de Pailón 1 , Pailón 2, sería parte de este
c o n j u n t o . Los sitios fueron destruidos por labores de
agricultura.
Los resultados más interesantes p r o v i e n e n del sitio
Pailón 3, en el que se registraron restos de una ocupación
que se encontraba entre -15 y -25 cms. de profundidad.
Varios tiestos de cerámica fueron recuperados y c o m o
rasgos fuera de lo común se encontraron conglomerados
de cerámica, los que fueron interpretados c o m o restos
de basureros. Se registraron también pozos utilizados
c o m o fogones. Solamente se encontró un artefacto de
piedra que fue usado en la manufactura de cerámica.
La cerámica se caracteriza por ollas de forma redonda
y c u e l l o marcado, vasijas grandes y abiertas, cuencos
y trípodes. La cocción es mala e irregular y la decoración
se limita a motivos geométricos simples hechos por
brochado. Una muestra de carbón de un fogón d i o un
fechado de 800-1000 d.C. Durante la segunda fase de
excavaciones efectuadas por Prümers (1995), se continuó
la excavación de los sitios 3, 5 y se i n i c i a r o n nuevas
excavaciones en los sitios 4 y 6. C o m o resultado de
estos trabajos se pudo reconocer dos fases de ocupación
a través de una estratigrafía h o r i z o n t a l . En una fase
primaria predominan piezas pintadas (rojo obscuro en
170
gris y beige) con desgrasante de arena, mientras
en la fase tardía se registran fragmentos ceráiH
decorados de incisiones y desgrasante de cera
m o l i d a . La primera fase sería fechada hacia el )( (
1000 d.C. y la fase tardía entre los años 1 1 0 0 a 1
d.C. Varios h a l l a z g o s cerámicos característl
presentarían un territorio de difusión "asombrosamefll
a m p l i o , c o m o los asideros en forma de " U " inverllí
los bordes doblados y decorados c o n impresione*
mazorca.
Durante la tercera temporada (1996), Prümers contiiu
la excavación de Pailón 5 y 6 en f o r m a extensH
r e c o n o c i e n d o las fases 1 y 2 propuestas en 1 ) )'> ( (
añadiendo una segunda fase intermedia, anterior a
fase más tardía de Pa-6. En Pa-5 se registraron ti
tumbas con nuevos tipos de entierros, con los siguient
elementos:
1 Entierro primario en fosa de profundidad variabli
2 El cuerpo del difunto en posición decúbito dorsal
sobre un lecho de cerámica fragmentada.
3 Los c o n t o r n o s de la t u m b a d e l i n e a d o s c o n
fragmentos de cerámica puestos verticalmente,
4 El cráneo del difunto descansa en la bóveda de
un cuenco trípode puesto de canto. A veces otros
cuencos trípodes son puestos boca abajo sobre
la cabeza y pecho del difunto.
5 El t r o n c o del m u e r t o y a m e n o r escala las
e x t r e m i d a d e s i n f e r i o r e s están densamente
cubiertos con fragmentos de cerámica.
Llama la atención en las excavaciones la t u m b a 2, de
un neonato enterrado con todas las atenciones brindadas
a los adultos, aspecto interpretado c o m o indicio de una
sociedad estratificada. También, el hallazgo de maíz en
la tumba 3, resultando la evidencia arqueológica directa
más temprana de maíz en las tierras bajas de Bolivia
(Prümers y W i n k l e r 1996, 1997).
d3) Norte de Santa Cruz, Provincia Velasco.
En el norte de Santa Cruz en los campos de plantación
de goma de la Provincia Velasco, Riester (1981), encontró
una serie de sitios arqueológicos localizados en terrenos
elevados a salvo de i n u n d a c i o n e s . Probablemente
corresponden a una misma unidad cultural, relacionados
a los Guaraní- Guarasug'we, que llegaron a esta región
 poco antes que los españoles. Los hallazgos de entierros 3 representaciones faciales, una en cada lado en la
primarios y secundarios en urnas encontrados en el parte superior.
«1rea representarían deidades míticas. Cerámica similar
ha sido descrita en la provincia Iténez del departamento e3) Nuevo Mundo
del Beni por la Misión Argentina de la Universidad de
La Plata (Dougherty y Clandra 1984-1985, Riester 1 9 8 1 ; Fragmento de cuello y fragmentos decorativos de vasijas

Ver Baures.). en forma de caras (Riester 1981:116-117).

Los sitios arqueológicos se u b i c a n desde Remanso - e4) Indeterminado.

Cafetal, sobre el Río Iténez, hasta M o n t e Cristo sobre

Recipiente con cara modelada por rebordes
el Río Paraguá. Fueron registrados por Riester entierros
superpuestos, en el b o r d e s u p e r i o r se e n c u e n t r a n
p r i m a r i o s y s e c u n d a r i o s , en grandes recipientes
o p u e s t o s dos a b u l t a m i e n t o s ahuecados (Riester
cerámicos utilizados c o m o urnas funerarias. Ofrendas
1981:117).
de vasijas g l o b u l a r e s pequeñas, decoradas y sin
decoración, se e n c o n t r a r o n j u n t o a las urnas c o m o
e5) El Espejo.
ofrendas. La mayoría de las piezas decoradas por incisión
poseen base plana, paredes rectas formando un cuenco
Recipiente con m o t i v o facial en el que se reconocen
de labios verticales, la decoración es geométrica lineal
un par de manos, en la parte superior existen dos huecos
y representa rostros humanos (ojos, nariz y boca) y otros
(Riester 1981:117).
motivos escalonados que formarían el cuerpo estilizado.
También son c o m u n e s a p l i c a c i o n e s en f o r m a de
e6) El Palmar.
serpientes con punteado intermitente en el c u e r p o y
una amplia variedad de líneas incisas anchas, delgadas, En la región de San Ignacio de Sara se encontraron dos
en formas geométricas y acompañadas de punteado
vasijas con representaciones faciales en las que caras
(Riester 1 9 8 1 : 2 8 - 9 0 ) .
fueron moldeadas por rebordes aplicados. Otra pieza
muestra la forma de un cuerpo masculino sentado con
c) Sitios arqueológicos de antigüedad indeterminada
las piernas abiertas (Riester 1 9 8 1 : 120). U n recipiente
en f o r m a de o l l a con dos asas verticales presenta un
De acuerdo a los trabajos de Riester (1981), resumimos
motivo serpenteado con incisiones de puntos y un seno
algunos hallazgos de i m p o r t a n c i a en Santa Cruz y
m o d e l a d o a un lado. U n fragmento de vasija muestra
provincias de este departamento, que sin d u d a son
una serpiente decorativa similar a la descrita.
referentes para futuras investigaciones.

U n jarrón con dos asas verticales cerca del b o r d e

e1) Santa Cruz de la Sierra y alrededores
presenta incisiones geométricas y p u n t e o en su parte
Piezas que se encuentran en la casa de la cultura en central y superior (Riester 1981:120). Existe otro jarrón
Santa Cruz de posible filiación cultural Chañé- Arawak sin decoración en forma de aríbalo, sin asas y un vaso
según Riester (1981). de forma compuesta parecido a un cáliz.

La cerámica se caracteriza, cerca de Santa Cruz, por e7) Km 3 a Cochabamba.

lener formas trípodes y globulares, la decoración tiene
motivos geométricos en líneas y puntos hechos mediante Se encontró un trípode en forma de tazón con asas, y

incisión. A l g u n o s m o t i v o s a p l i c a d o s son también otro trípode en forma de cuenco.

comunes.
e8) Chiquitanía
Recipientes trípodes con representaciones faciales que
proceden de: La cerámica de la Chiquitanía estudiada por Riester
corresponde a colecciones particulares y según este
c2) Alto Espejo antropólogo el material arqueológico sería escaso en
la mencionada provincia, debido a que no existen zonas
Una escudilla trípode de A l t o Espejo casi íntegra, con de inundación determinadas que redujeran los

171 _
asentamientos a ciertas zonas por encima del nivel de
i n u n d a c i ó n a n u a l , o t r a razón sería la f a l t a de
excavaciones sistemáticas y la falta de interés de los
arqueólogos en trabajar la región (Riester 1 9 8 1 : 17-
19). Los hallazgos de la Chiquitanía, aparentemente,
no muestran n i n g u n a u n i d a d c u l t u r a l , y éste es un
fenómeno que debe ser analizado en el futuro. Incluimos
en esta lista el sitio cerro Banquete excavado por Arellano
etal.
e9) Cerro Banquete
Se e n c u e n t r a d e n t r o de la serranía de Santiago
coordenadas 59 0' y 59 4 6 ' de longitud oeste y 18 0'
a 18 4 0 ' de latitud sur. La serranía de Santiago es uno
de los altos más notables de la zona, su elevación
alcanza los 9 0 0 mts. y forma los cerros denominados
San Martiana, Cruz Mariana y Banquete.
El sitio se encuentra en las faldas del cerro Banquete
a 795 m.s.n.m y dista 5 Kms. de la localidad de Santiago.
Las pinturas no sobrepasan el número de treinta y pocas
se encuentran en buen estado de conservación, fueron
hechas en color rojo púrpura de fragmentos de hematita
del área.
Cerro Banquete es un sitio con arte rupestre aledaño a
contextos arqueológicos en la zona, sus pinturas tienen
r e p r e s e n t a c i o n e s zoomórficas y antropomórficas,
también existen representaciones simbólicas, naturalistas
y abstractas. A r e l l a n o , Kuljis y K o r n i n f i e l d (1976)
excavaron este abrigo, encontrando restos cerámicos y
el material primario para las pinturas y motivos. Breves
episodios de ocupaciones fueron registrados en el sitio.
Durante las excavaciones se determinaron 12 estratos,
los estratos 5 y 6 contenían restos de cerámica y los
estratos 9 y 10 presentaban material carbonoso de leña.
La cerámica encontrada fue mínima, pero bastó para
d e t e r m i n a r que el antiplástico usado fue arena fina
(Ibid.) Otros sitios mencionados en la región son Motacú,
San Sabá y San Miserato.
e10) El Puente
D e este sitio se describe una Pieza obtenida de la región
de río Q u i z e r por el Párroco de El Puente en 1965. Se
trata de una vasija en forma de tazón que tiene un pico
para verter líquidos. La parte superior está decorada
por líneas horizontales incisas y una cara está dibujada
. 172
con líneas verticales, la base del recipiente enal
(Riester 1 9 8 1 : 20-108).
e11) Piedra Marcada
Q u e d a al sur de Concepción, capital de la l*rc
Ñuflo de Chávez, en el camino a Lomerío. En (-.li-
la gente entregó a Riester un pequeño recipiente
con grabados p u n t e a d o s y lineales, tiene dol
pequeñas y un fragmento de un asa. (Riester 1981;
e12) San Ignacio de Velasco
Se trata de un tazón con dos asas verticales y do< ora
aplicada que habría sido encontrado en
p r o x i m i d a d e s de San I g n a c i o de Velasco (Riei
1981:109).
e13) Río San Julián
Camino a San Ramón de Ñuflo de Chávez, Riester v
4 vasijas sin pintura (Riester 1 9 8 1 : 111).
f) Período Inka
Hasta el m o m e n t o no se han registrado sitios Inka e
las tierras bajas de la Chiquitanía, a u n q u e se han
r e p o r t a d o e l e m e n t o s a i s l a d o s y restos de m e t a l
posiblemente correspondientes a esta tradición.
La e v i d e n c i a Inka de m a y o r i m p o r t a n c i a en el
Departamento de Santa Cruz es el denominado "Fuerte
de Samaipata", p r o d u c t o de una serie de ocupaciones
c u l t u r a l e s q u e a n t e c e d i e r o n a la i n f l u e n c i a d e l
Tawantinsuyo en la región y de un puesto de avanzada
de los Inka.
Las primeras referencias sobre este notable monumento
pétreo vienen del cronista Diego Felipe de Alcaya, que
menciona la conquista de la región ordenada porTupac
Yupanqui y ejecutada p o r su h i j o Guacané (Alcaya
1622).
Guacane con sus hombres llegó a M i z q u e , y desde esta
región conquistó los valles de Pojo, Comarapa, Los
Sauces, P u l q u i n a , V a l l e Grande y Samaipata,
construyendo en este último lugar una fortaleza. Luego
poblaría los valles altos creando terrazas de c u l t i v o y
canales de irrigación para, a continuación, desde
Samaipata, llevar regalos de plata y c u m b i al Cacique
Grigotá señor de las etnias de las llanuras orientales.
Según Alcaya, Grigotá aceptó los regalos del Inka y se
unió a su i m p e r i o h a b i e n d o v i v i d o una v i d a sin
contratiempos, hasta los ataques v i c t o r i o s o s de los
Guaraní que en una serie de incursiones sangrientas
ocuparon la Cordillera (Ibid.).
Por otra parte el monumento pétreo de Samaipata atrajo
la atención de viajeros c o m o Tadeo Haenke, A l c i d e
d'Orbigny, Erland Nordenskióld, Leo Pucher de Kroll,
Hermánn Trimborn e investigadores como Carlos Ponce
Sanginés y O s w a l d o Rivera, quienes hicieron énfasis
en la descripción del monumento pétreo de unos 250
mts. de largo y 50 mts. de ancho y su filiación andina-
Inka. H a c e m o s m e n c i ó n de a l g u n a s de estas
observaciones.
Tadeo Haenke posiblemente fue el primer viajero que
visitó las ruinas hacia 1795, aunque las fuentes de este
viaje se consideran insuficientes (Ponce 1 9 7 4 , Tapia
1984). Posteriormente Erland Nordenskióld (1911)
efectuó una visita de una semana a Samaipata, en este
viaje describe la montaña esculpida c o m o una gran
loza de arenisca roja suelta, en la cual se c o r t a r o n
hileras de nichos en una s u p e r f i c i e de m i l metros
cuadrados, los q u e dan la impresión de puertas y
ventanas, similares a las encontradas cerca del Cusco.
Toda la montaña estaría "saturada" de figuras extrañas:
asientos labrados, escaleras, piscinas, etc. Desde el
punto de vista de este investigador el sitio correspondería
a un punto de avanzada de los Inka hacia las selvas, de
posición estratégica. Los habitantes de las planicies de
Santa Cruz, sin e m b a r g o , habrían v i v i d o fuera de la
influencia Inka .
Nordenskióld m e n c i o n a también que en la época de
su visita los buscadores de tesoros habrían dinamitado
la roca en busca de tesoros. El investigador sueco realizó
una inspección de los a l r e d e d o r e s i d e n t i f i c a n d o
cimientos de viviendas y e x p l o r a n d o un hoyo de 15
mts. de profundidad y de 1 a .3 mts. de ancho. En esta
expedición se a d q u i r i e r o n piezas de los campesinos:
cerámica, un hacha de cobre en forma deT, un broche
de plata, piedras de honda y una aurora de piedra
(Nordenskióld 1911:2-4).
El naturalista francés Alcides D'Orbigny visitó Samaipata
en 1830 por un breve período. Describió el monumento
pétreo c o m o un c o n j u n t o orientado de este a oeste en
p l a n o i n c l i n a d o de 2 7 mts. de alto entre el e x t r e m o
inferior y superior. Mencionó la existencia de restos de
casas circulares cerca de Samaipata y a un kilómetro
de las ruinas, además de recolectar material arqueológico
Inka. Para D ' O r b i g n y el lugar correspondía a un p u n t o
de avanzada Inka hacia las tierras bajas en los tiempos
del décimo Rey (Inca Yupanqui), de acuerdo a Garcilazo
de la Vega, para la c o n q u i s t a de los C h i r i g u a n o s
(D'Orbigny 1945). Aparte de las descripciones y croquis
efectuados en el lugar, el trabajo del naturalista francés
es el p r i m e r o en clasificar las areniscas de Samaipata
c o m o correspondientes al carbonífero, aspecto que
luego confirmaría Arellano (1974) en un estudio sobre
las areniscas de Samaipata. La interpretación del "Fuerte
de Samaipata" c o m o un lavadero de oro por parte de
D ' O r b i g n y carece de asidero y fue refutada por varios
investigadores (Ponce 1975).
En 1 9 3 7 Leo Pucher de K r o l l llegó a Samaipata
efectuando un plano de las ruinas e interpretando el
sitio c o m o un t e m p l o dedicado al c u l t o totémico del
jaguar, el p u m a , la serpiente, el suri del i m p e r i o Kolla
preinka (Pucher de Kroll 1950 a y b, Tapia 1984).
Se han m e n c i o n a d o las e x c a v a c i o n e s de Gunter
H o l z m a n y Germán C o i m b r a Sanz auspiciadas por la
Universidad Gabriel Rene Moreno efectuadas en 1964,
las que extrajeron piezas inkaicas, de las cuales no
conocemos mayor información (Tapia 1984).
Por su parte Ponce Sanjinés (1966) c o n f i r m a la data y
características Inka de Samaipata, o p i n a n d o en ese
momento que no existían elementos para considerar al
sitio c o m o p r e i n k a i c o . En posición contraria Rivera
Sundt interpretó los t a l l a d o s de Samaipata como
Tiwanaku, (pre inkas) e Inkas con fuerte influencia de
ambas culturas (Rivera 1979).
Jorge Arellano (1974) efectuó un trascendente estudio
sobre las areniscas de Samaipata, ejecutando exámenes
espectrográficos, sedimentológicos y de difracción de
rayos X en muestras extraídas de la roca esculpida. Los
antecedentes de este estudio se basan en los trabajos
e A h l f e l d y Branisa (1961), quienes caracterizaron la
región d e n t r o del período Carbonífero C o n t i n e n t a l
(Gondwana) y las areniscas a la formación Escarpment
que se extiende entre Samaipata y Santa Cruz.
La sedimentología de las areniscas de Samaipata se
clasifica t e x t u r a l m e n t e c o m o arenas compuestas de
173
cuarzo transparente, translúcido, feldespato y otros. El
aspecto morfoscópico de las areniscas es de granos
angulares a subredondeados y la petrografía muestra
areniscas rojizas deleznables al tacto. Estas areniscas
son puras y pertenecen al grupo de las arenitas líticas
subfeldespáticas c o m p u e s t a s p o r los
m a y o r i t a r i o s : S i l i c i o y h i e r r o ; y los
m i n o r i t a r i o s : Magnesio, titanio, manganeso, c a d m i o ,
cobre, z i r c o n i o y otros (Arellano 1974).
Las características deleznables de la roca hacen que el
proceso de conservación de la misma sean complejas,
y a u n q u e se había p r o p u e s t o la a p l i c a c i ó n
hidrofugantes de silicona para la protección contra la
erosión de la roca esculpida, este método no permitiría
la transpiración natural de la roca produciendo mayores
problemas a la larga.
D e s d e 1 9 7 3 el Instituto N a c i o n a l de Arqueología
trabajará en p o n e r al descubierto las características
decorativas de la gran arenisca esculpida de Samaipata,
responsabilidad encargada a los investigadores Cordero,
A r e l l a n o y A l f r e d o Mena Veliz.
Esta labor fue c o n t i n u a d a por Tapia Pineda en 1979
( 1 9 8 4 ) , i n v e s t i g a d o r q u e desarrolló excavaciones
arqueológicas en el sector habitacional de Samaipata,
haciendo una descripción de la roca esculpida, la que
por su importancia resumimos a continuación:
A.- Sector ceremonial, subdividido en:
1. Muros:
Restos de muros divisorios situados en la parte superior
de la roca esculpida, muros de contención y estructuras
habitacionales.
A l oeste, un m u r o de piedra (de piedras) en sentido
norte-sur q u e d i v i d e el t e m p l o abierto en un espacio
con diseños de felinos y rebajes en la roca; y un segundo
espacio caracterizado por canales de desagüe.
Al sureste del llamado "coro de sacerdotes" de Pucher,
existen varios muros, uno que alterna espacios de piedra
y adobe y al este un grupo de muros que conformaron
habitaciones.
Al sur de la mole lítica un muro cruza la roca en sentido
este-oeste, c o n s t r u i d o de b l o q u e s trabajados c o n
174
superficies almohadilladas. En este sector se ubica el
área habitacional (Tapia 1984:53).
2. Habitaciones:
Se encuentran en el sector sur y fueron parcialmente
elementos
trabajadas en la roca madre, en los laterales norte y sur,
elementos
se encontrarían asociados a muros hechos de rocas sin
trabajar. Los c o m p a r t i m i e n t o s son de dimensiones
diferentes, con puertas y ventanas trabajadas en la pared
posterior de las habitaciones (en relación al acceso).
Las puertas y las ventanas son trapezoidales y están
talladas en diferentes niveles de la roca. En el lado norte
de
existe un ambiente rectangular con puertas rectangulares
(Tapia 1984: 54).
3. Motivos decorativos:
La parte superior de la roca se encuentra cubierta de
los siguientes motivos:
De oeste a este: tres peldaños escalonados; diseños de
felinos en alto relieve bordeados por un canal circular,
dos hacia la parte delantera de la escalinata y uno al
interior de un espacio cuadrangular divididos por un
muro; un complejo de pozas y canales interconectados
por canales acabados en desagües. Hacia el este existe
una banda circular cavada en la roca, que tiene una
especie de asientos, triangulares (9) y rectangulares (9),
alternados en los bordes. Existen también ventanas
trapezoidales y sistemas de canales y pozas
interconectados hacia el noreste y este de este sector.
Hacia el sur se observan las huellas de un felino talladas
en a l t o r e l i e v e , escalinatas antes d e l c o n j u n t o de
estructuras habitacionales y 34 hoyos (Tapia 1984: 55).
B. Sector habitacional
En el m o m e n t o de las investigaciones de Tapia el sector
habitacional se encontraba cubierto de vegetación, pero
de igual manera se definieron los siguientes sectores:
1 Terrazas. Terrazas a m p l i a s y angostas en los
sectores sureste y sur.
2 M u r o s . Pequeños p r o m o n t o r i o s , restos de
conjuntos habitacionales.
3 La Chinkana. Hoyo cavado en la roca debajo de
la tercera terraza. Tiene laterales de forma espiral.
4 Otros. Construcciones subterráneas hechas de
pirca de piedra más allá de la Chinkana (Ibid.).
Las excavaciones de Tapia (1984) se realizaron en el
sector habitacional de las ruinas de Samaipata desde
la segunda terraza, e m p e z a n d o por la l i m p i e z a de
vegetación en un área de 1 0 0 0 mts2. Se u t i l i z a r o n
unidades de excavación de 3 x 3 mts., con testigos de
50 cms. en una superficie de 103 mts. y se procedió a
excavar por estratos naturales (Tapia 1984).
La estratigrafía de excavación mostró en los primeros
niveles restos desordenados de bloques de arenisca y
material de relleno. U n estrato inferior compuesto de
ceniza y material cultural fue registrado en los pozos
133, A 4 , B4, A 6 , B6 y B7, existiendo otros de mayores
profundidades en las unidades A 5 , B3 y B4 (Ibid: 56).
Ll área excavada por Tapia se define como un pequeño
basural, del que se recuperaron 2 6 6 0 fragmentos de
cerámica analizados en forma cuantitativa y descriptiva.
Predominan los fragmentos no decorados, el acabado
de superficie interior es alisado con estrías, toscamente
alisados y alisados lisos y a espátula; las superficies
externas fueron alisadas (con estrías) y alisadas a espátula.
Predominan los fragmentos engobados de r o j o de
aplicación externa, en relación a los de engobe negro
también presentes en la muestra. Pocos fragmentos
tienen aplicación de pintura blanca. Los antiplásticos
representativos son tres:
Arena en granulos mayores y piedra m o l i d a de
diferentes tamaños.
Antiplástico de arena y cuarzo.
Arena y mica.
La cocción es reducida en la mayoría de los casos,
pocos fragmentos muestran un color u n i f o r m e rojo
ladrillo. Aunque la decoración está presente en mínima
proporción de la muestra ( 2 . 2 5 % ) , es variada y tiene
p i n t u r a s o b r e e n g o b e además d e aplicaciones.
Predominan las decoraciones geométricas en colores
rojo, negro, blanco, castaño y naranja y los siguientes
motivos decorativos:
a Motivos dentados a partir de los bordes, espacios
triangulares con la inclusión interna de bandas
angostas.
b Bandas en línea recta, horizontales, verticales y
oblicuas.
c Reticulados, cuadriculados.
d De disposición rectangular.
e Heléchos.
f M o t i v o c i r c u l a r asociado a bandas angostas
(Resumido de Tapia 1984: 57-58).
La cerámica descrita se encontraría relacionada a la
tradición Inka, sin descartar una ocupación precedente
de cerámica rojo ladrillo detectada por debajo de la
capa de ceniza (nivel V), solo en la unidad B3. Tapia
sugiere que la decoración de motivos felinos y otros de
la roca esculpida de Samaipata deberían relacionarse
a la expansión de Tiwanaku, aunque sus excavaciones
no presentan evidencias de presencia de esta cultura
en la zona.
El Seminario Vólkerkunde de la Universidad de Bonn
ha implementado excavaciones sistemáticas en zonas
aledañas al m o n u m e n t o pétreo de S a m a i p a t a e
importantes trabajos de conservación y consolidación
a cargo de Albert Meyers (Meyers 1993).
Los restos arquitectónicos de Samaipata excavados se
encuentran en el sector este del cerro esculpido. C o m o
resultados i m p o r t a n t e s d e este t r a b a j o se p u e d e n
nombrar: la elaboración de un plano detallado de la
roca tallada y la documentación y excavación de un
complejo arqueológico que bordea la gran roca trabajada
de Samaipata.
Existieron en la región asentamientos en muchos años
anteriores a la época Inka, desde el Formativo (1000
a.C), c o n t i n u a n d o hasta t i e m p o s recientes. Los más
a n t i g u o s se r e l a c i o n a n a tradiciones culturales
p r o v e n i e n t e s de M o x o s , d e l noreste de Samaipata
posiblemente chañes- arawak. Estos asentamientos se
caracterizarían por chozas construidas de m a t e r i a l
orgánico, cerámica gris gruesa c o n i n c i s i o n e s y
decoración plástica. Contemporánea y posteriormente
se encuentran restos de una tradición cultural q u e se
expande hasta Sucre, posiblemente correspondiente a
los Chañé. El sitio es interpretado c o m o un centro ritual
y de i n t e r c a m b i o u t i l i z a d o por varias culturas desde
tiempos primigenios (Meyers 1998).
Seis fechados radiocarbónicos fueron o b t e n i d o s de
diferentes contextos, la mayoría de ellos inkaicos. Una
fecha obtenida de los huesos de jaguar de un canal de
una casa "amazónica", proporcionó una datación de
1266 a 1 4 0 4 d.C. Los fechados de contextos Inkaicos
fluctúan en un rango de 1400 a 1600 d.C (Ibid.).
175
I
Las excavaciones de contextos arqueológicos inkaicos
denotaron la existencia de dos pisos de ocupaciones,
separados por sectores disturbados conteniendo cerámica
proveniente de las tierras bajas. Destaca la existencia
de un centro religioso-administrativo Inka con varios
complejos de recintos de diferentes funciones, con una
plaza central de 100 x 150mts. flanqueada por un gran
edificio ("Kallanka") de 68 x 16 mts. de dimensión (Hoja
electrónica Proyecto PIAS).
Durante la conquista, después de la destrucción de los
e d i f i c i o s i n k a i c o s , los c o n q u i s t a d o r e s españoles
construyeron una casa de patio encima de las ruinas la
cual usaban c o m o presidio en la guerra contra los
Chiriguanos, por este m o t i v o se habría conservado el
término de "El Fuerte" c o m o nombre del lugar (Ibid.).
153 Etnohistoria
Documentos coloniales tempranos de los siglos XVI y
XVII permiten una aproximación al panorama étnico y
los acontecimientos históricos que tuvieron lugar en la
región Chiquitana.
Remontándonos al pasado de Chiquitos, la etnohistoria
del área de estudio se muestra confusa d e b i d o al gran
número de "naciones" y parcialidades mencionadas en
las crónicas c o l o n i a l e s del siglo XVI y a la escasa
información sobre las conexiones entre estos grupos (o
si su pertenencia correspondería a un solo grupo llamado
de distintas maneras). Esto se debe en gran parte a que
cada grupo era nombrado de diferente manera por sus
vecinos, creando confusiones en los españoles.
Los jesuítas m e n c i o n a r o n muchas naciones reducidas
en misiones, las que fueron divididas en dos grupos;
las que hablaban c h i q u i t a n o y otras. Estimaron en el
siglo XVII una población que oscilaba entre 12 y 14.000
i n d i v i d u o s ( A g u i r r e Achá 1 9 9 3 ) . En las p r i n c i p a l e s
misiones los grupos de lenguas chiquitanas f u e r o n :
C h i q u i t o s , Boroas, Piñocas, Q u i m e r a s , Punajicas,
Guapacas, Poojijocas, Taos, Jamanucas, Penoquicas,
Auruporecas,Boococas, Tubacicas, Cusicas, Cibacas,
Jurucarecas, Guimomecas,Tapacuras, Tabicas, Pequicas.
A q u e l l o s que h a b l a b a n otras lenguas eran los:
Quibiquicas, Raiconecas, Burecas, Itatines, Currucanecas,
Batasicas, V e j i p o n e c a s , Q u i d a b o n e c a s , Tapiquias,
Ugarones, M o r o t o c o s , Tomdenos, Panonos, Tieques,
Cucurates, Zeriventes, Onorebates, Caipotorades,
176
Zamucos, Paunacas, Quitemos, Napecas, Paicomecas,
Pisocas, Guarayos,Tarabacas.
Los contactos tempranos de los españoles c o n los
indígenas comenzaron en el s i g l o XVI c u a n d o l o s
españoles intentaban conquistar la región; desde 1545
y a lo largo de todo el siglo XVI y XVII se p r o d u j o una
serie de expediciones españolas h a c i a estas tierras
desconocidas, algunos grupos reaccionaron
pacíficamente y otros, como los Chiquitos, reaccionaron
defendiéndose y atacando a los intrusos (Finot 1 9 8 7 ) .
Los Xarayes al este de la Chiquitanía fueron u n o de los
grupos de mayor importancia (Parejas 1984). En 1 5 9 7
una expedición española p u d o observar 12 villas c o n
una población total de cerca de 2 0 . 0 0 0 i n d i v i d u o s , las
villas de mayor tamaño tenían barrios y una p l a z a e n
cada una de ellas. Otros textos tempranos m e n c i o n a n
q u e los Xarayes c u l t i v a b a n maíz y y u c a así c o m o
criaban patos y gallinas. Todos los grupos conocían la
cerámica y la fabricación de textiles. Tenían también
objetos de oro y plata que podían haber sido o b t e n i d o s
por intercambio con las tierras altas o por la explotación
de las minas de la región.
Según Parejas (1976) los chiquitanos vivían en sectores
defensivos, con grupos de casas en los b o s q u e s q u e
eran protegidas p o r espinas venenosas. Cultivaban
maíz, yuca, maní, p i n a y tabaco o c u p a n d o la región
central de Chiquitos.
Algunos grupos Arawak habitaban la porción n o r t e d e l
departamento de Santa Cruz, e incluso algunos pequeños
grupos vivían en la porción central y sur cerca d e las
elevaciones rocosas, a l o largo de los ríos. C u l t i v a b a n
maíz y vegetales, también cazaban y pescaban. Debido
a la falta de investigaciones arqueológicas es m u y difícil
i d e n t i f i c a r los g r u p o s locales y aún más d i f í c i l es
determinar su procedencia y origen.
Los grupos en las reducciones aprendían el C h i q u i t a n o
y recibían nuevos patrones culturales bajo la i n f l u e n c i a
de la evangelización. O t r o s grupos m a n t u v i e r o n su
tradicional m o d o de v i d a lejos de la gente b l a n c a o e
c o n s t a n t e c o n f l i c t o c o n ésta. Se d e s c o n o c e n la
características de contacto con los españoles e n e l s i g l
XVI de los Ayoreos,
o t r o g r u p o de suma i m p o r t a n c i
q u e según F i s c h e r m a n ( 1 9 8 8 ) h a b i t a b a e n l a z o n
transicional entre el C h a c o y las áreas de l o s b o s q u e
tropicales adyacentes, f u e r o n conocidos c o n d i f e r e n t e
nombres c o m o : Vanaíguas (Zamucos) y bárbaros en Presenta la más importante colección arqueológica de
general. Las salinas de Santiago, San José y San Miguel Santa Cruz de la Sierra.
formaron parte de su territorio central, como a 180 kms.
al sur de la laguna Concepción.
Samaipata.

15.4 Investigaciones en curso y perspectivas

Heiko Prümers continúa sus labores de investigación,
al igual que Albert Meyers en Samaipata.
15.5 Principales museos y atractivos arqueológicos
Museo Arqueológico de la casa de cultura Raúl Otero Reich.
El c o m p l e j o arqueológico de Samaipata, j u n t o a su
museo de s i t i o , es u n c e n t r o turístico d e c l a r a d o
Patrimonio Cultural de la H u m a n i d a d p o r el W o r l d
Heritage Committe de la UNESCO en Kyoto/Japón el 2
de diciembre de 1998 y en la actualidad es visitado por
miles de turistas.

15.6 BIBLIOGRAFÍA

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16. EL CHACO geológico y paleontológico en afloramientos terciarios

y cuaternarios, realizando nuevas consideraciones sobre
16.1 Historia de la investigación arqueológica los eventos d e p o s i c i o n a l e s d e l c u a t e r n a r i o tardío
(Arellano 1986:49).
La región de Ñuapua fue i d e n t i f i c a d a por A l h f e l d y
Branisa (1960) como una cuenca fosilífera En 1984 Arellano (1986), efectuó trabajos arqueológicos
correspondiente al cuaternario. Posteriores trabajos de en el área c o m o parte de un programa de investigación
Hffsteter (1968) y Vergnaud y Grazzini (1968) efectuaron geológica auspiciado por el Museo de Historia Natural
estudios preliminares sobre los fósiles del área. de Los Angeles.

En 1980 la Universidad de Florida y el County Museum A u n q u e con muy pocos referentes arqueológicos, son
de Los Angeles, en convenio con el Servicio Geológico de suma importancia para futuras investigaciones en la
de Bolivia, llevaron a cabo investigaciones de carácter región los trabajos etnográficos de Erland Nordenskióld

179
 (Von Rosen 1901-1902) y su p u p i l o A l f r e d Métraux,
q u i e n e s e f e c t u a r o n los estudios etnográficos más
completos conocidos sobre el área. En particular Métraux
realizó varias visitas a grupos Guaraníes y otros del
C h a c o , r e c o p i l a n d o información de primera m a n o y
material etnográfico que hoy se deposita en el Museo
Etnológico de la Universidad N a c i o n a l de Tucumán
(Museo Etnográfico de Ginebra, Suiza 1998).
16.2 Historia cultural
a) Precerámico
La c u e n c a del y a c i e n t o arqueológico de Ñuapua se
c a r a c t e r i z a por una geografía de colinas onduladas,
disectadas por quebradas temporales, en m e d i o de las
c u a l e s se e n c u e n t r a e n c e r r a d a . U n a p a l e o l a g u n a
pantanosa habría conformado la forma actual del terreno,
a e l l o se añade la constante erosión q u e f o r m a un
paisaje d e "bad lands".
El área se compone de dos momentos de sedimentación:
u n o de origen fluvial y el segundo podría corresponder
a sedimentos de un paleolago y paleopantanos. En la
p a r t e s u p e r i o r del área se i d e n t i f i c a r o n fragmentos
cerámicos y en el 5 estrato restos fósiles h u m a n o s
u b i c a d o s por la Misión de la Universidad de Florida,
además de los artefactos líticos aquí descritos (Arellano
1986).
Material lítico
El m a t e r i a l lítico de Ñuapua pertenece a sedimentos
de un paleolago conformado por un estrato limo-arcillo-
carbonoso de color negruzco (Estrato 5), correspondería
al p a l e o s u e l o del lugar. La asociación faunística del
m i s m o estaría representada por especies c o m o Equidae,
Mylodontoidea, Megalonichoidea, Capromyidae y
G l y p t o d o n t e , j u n t o a aves y reptiles en una asociación
faunística clara con materiales líticos trabajados (Arellano
1 9 8 6 , F a d d e n y W o l f 1981).
Los artefactos se encontraron dispersos a manera de un
s i t i o d e caza. Muchas de las piezas son desechos de
talla arrojados a la laguna. Los materiales de confección
de las lascas, c o n base en análisis petrográficos, son
cuarcitas metamórficas, calcedonia y c u a r z o . D e un
t o t a l d e 7 4 piezas 3 2 . 2 % corresponde a lascas c o n
huellas de talla y otras sin m o d i f i c a c i o n e s (Arellano
_ 180
1986).EI restante 6 0 . 8 % corresponde a artefactos tallados
y u t i l i z a d o s subdivididos en 4 clases:
1 G u i j a r r o s tallados. Los primeros son artefactos
t r a b a j a d o s c o n clastos r o d a d o s de c u a r c i t a
m e d i a n t e percusión. Presentan talla u n i f a c i a l
c o n b o r d e f i l o en un solo extremo y bifaciales
c o n f i l o bien d e f i n i d o .
2 Láminas. Derivan de lascas matrices con tallado
u n i f a c i a l de acabado imperfecto. Pueden haber
s i d o u t i l i z a d a s c o m o herramientas cortantes.
Presentan algunos ejemplares bifaciales.
3 Perforadores. Presentan un extremo agudo con
talla u n i f a c i a l .
4 Cuchillo-raederas. Artefactos de talla unifacial
con retoques marginales, tienen un borde curvo
p r o n u n c i a d o posiblemente usado para corte. Su
extremo opuesto tiene forma de raspador. Láminas
elaboradas en cuarzo y calcedonia corresponde-
rían a núcleos mayores no ubicados en la región,
también material de astillamiento secundario fue
r e u t i l i z a d o c o m o materia p r i m a d e b i d o a la
escasez d e material (Arellano 1986: 52).
Llama la atención la variedad y principalmente el origen
foráneo del material de confección de los artefactos. Es
característica de Ñuapua la talla unifacial (Ibid.).
Cronología
D e a c u e r d o c o n la datación radiocarbónica de
fragmentos d e huesos de mamíferos correspondientes
al estrato 5, M a c Fadden y W o l f (1981) asignan una
antigüedad d e 6 6 0 0 +-370 B.P para la deposición
litológica c o r r e s p o n d i e n t e a artefactos y paleofauna
extinta. Esta información da lugar a pensar en Ñuapua
c o m o un n i c h o ecológico en el que habrían sobrevivido
a l g u n o s i n d i v i d u o s del P l e i s t o c e n o p o r u n lapso
a p r o x i m a d o de 1 0 0 0 años, y posibles m i g r a c i o n e s
humanas en búsqueda de fauna migrante y mejores
c o n d i c i o n e s ambientales (Arellano 1 9 8 6 : 5 3 , Nuñez
1 9 8 3 : 136).
Restos humanos fósiles
Además de los restos ubicados por la Universidad de
Florida (cráneo h u m a n o de sexo f e m e n i n o ) , A r e l l a n o
m e n c i o n a los "restos fosilizados de o t r o homínido"
localizados en la posición central de la paleolaguna en
depósitos sedimentarios espesos (Arellano 1986).
b) Formativo
Cinco fragmentos de cerámica, dos fragmentos de
cuerpos de vasijas y tres bordes, ubicados en los niveles
inferiores del estrato 1, representan al período agro-
alfarero o Formativo de Ñuapua. .Pese a la l i m i t a d a
muestra se define la d e n o m i n a d a " U n i d a d cerámica
Chaco-Oriental" conformada por los tipos: Pulido tosco
y Decorado. La subvariante decorada presentaría las
variantes: Decorado inciso, con tres líneas horizontales
en grupos continuos de tres ubicados en forma continua
alrededor de la vasija y Decorado Puntuado. La cocción
de la cerámica es reductora y el antiplástico arena
mediana a gruesa. La p r i n c i p a l f o r m a es una vasija
g l o b u l a r d e base c ó n c a v a . D o s fases estarían
diferenciadas por las características cerámicas: La fase
temprana, con cerámica tosca con decoración puntuada
sobre superficie pulida y la tardía con cerámica decorada
en finas líneas incisas (Arellano 1986:54).
campos de la cultura, jamás un Ava se haría pasar por
un Izozeño ni éste por un Ava chiriguano, se trata de
una tradición y de un regionalismo que va perdiendo
significación a m e d i d a q u e se va e s t r e c h a n d o la
comunicación entre los Ava y los Izozeño como resultado
de una mejor infraestructura y de las relaciones laborales
entabladas fuera de la zona tradicional de residencia,
(zafra de caña de azúcar) [Riester et a l . 1979].
O t r o s g r u p o s también f u e r o n i d e n t i f i c a d o s p o r los
etnógrafos: los tapíete relacionados c o n los matacos,
c h o r o t i s y t o b a s . U n a m p l i o r e p e r t o r i o de t r i b u s
transhumantes c o m o los Tobas y otras agrupaciones
Guaycurú y los Ayoreode, que formaban parte también
de este c o m p l e j o panorama étnico (Métraux 1945). La
base p o b l a c i o n a l anterior a la tardía llegada de los
Chiriguanos al Chaco b o l i v i a n o hasta el día de hoy es
poco conocida.

Guaraníes Chiriguanos
c) Poblamiento del Chaco

lixiste poca información sobre el proceso de poblamiento

del C h a c o en t i e m p o s p r e c o l o m b i n o s . Resalta una
amplia diversidad cultural y lingüística que encuentran
los españoles, de grupos que vivían en guerras continuas
con los chiriguanos, o que habían sido esclavizados y
"guaranizados".

Una c a p a t e m p r a n a d e p o b l a m i e n t o a r a w a k f u e
identificada por los franciscanos del siglo XVI y los
primeros etnógrafos que visitaron el Chaco, asentada
en las últimas e s t r i b a c i o n e s d e l m a c i z o a n d i n o .
Domenico del Campana (1902), Cardus (1886) y Kersten
(1904) se refirieron a estas agrupaciones con los nombres
de tapietes, tapuyes y tapiis. Corresponde a Nordenskióld
(1917,1920) la identificación de este grupo c o m o una
tribu arawak guaranizada, dicho^ptor menciona también
grupos arawak en el río Irtiruyo al Norte de la Argentina,
Cerca de la misión de Itau, en Caipipendi y sobre todo
en el bajo Parapetí; también subraya que este substrato
correspondería a una población originaria c o n mayor
extensión e importancia que la q u e se cree.

Resulta interesante q u e h o y en día el p r o c e s o de

guaranizacion de los Chañé, en donde actualmente es
el Izozog apenas es perceptible. Los Izozeño y los Ava
Chiriguano, sólo se distinguen por su lengua en detalles
y lo mismo se percibe con su cultura espiritual. A pesar Vaso y tinajas de la cultura chiriguana
Foto: Marcos Michel
de la absoluta guaranizacion de los Chañé en todos los

181
Los guaraníes C h i r i g u a n o s d e B o l i v i a o c u p a n el 16.3 Investigaciones en curso y perspectivas
piedemonte entre el Chaco y los Andes y la región de
los bañados del Izozog en Santa Cruz. Resulta de suma importancia para el futuro el i m p u l f
de una arqueología de la región chaqueña, que fj
Las oleadas migratorias que constituyeron los actuales ayude a desentrañar la compleja trama del poblamlf

poblados Chiriguanos son todavía motivo de estudio, étnico anterior a la llegada de los Chiriguanos y

aunque existe consenso en q u e estos m o v i m i e n t o s
f u e r o n tardíos e i n c l u s o contemporáneos a las
e x p l o r a c i o n e s d e los españoles. A l e j o García,
descubridor del Paraguay, habría a r r i b a d o al p i e de
la c o r d i l l e r a A n d i n a h a c i a 1 5 2 6 acompañado de
guaraníes d e l Paraná (Melía 1988).
Ruy Díaz de Guzmán (1914 [1612]), señala tres posibles
rutas migratorias:
Un c a m i n o m e r i d i o n a l v e n i d o del Paraná medio, por
el Pilcomayo hasta Tarija.
Un camino central venido de Kaaguasú atravesando el
Chaco.EI c a m i n o septentrional q u e se iniciaba en el
puerto de San Fernando y llegaba hasta el Guapay. Esta
fue la ruta más seguida en tiempos históricos.
brinde pautas sobre las características de migrai i<>
y cultura Guaraníes en la región.
16.4 Principales museos y atractivos arqueológico*
U n atractivo de sumo interés en el Chaco es el Mu
de la Misión Sueca en Villamontes, d o n d e se puiL
apreciar una importante exposición etnográfica solí
los M a t a c o .
Una de las más importantes colecciones arqueólo}^
y etnográficas sobre los Guaraníes Chiriguanos e indígen
del Chaco boliviano se encuentra en el Museo EtnológH
deTucumán en la república Argentina, corresponde al
trabajo etnográfico de Alfred Métraux desarrollado p a f i
el Instituto de Etnología de la Universidad Nacional de
Tucumán f u n d a d o por este importante etnólogo y en
funcionamiento entre 1928 y 1936.

16.5 BIBLIOGRAFIA

ARELLANO, Jorge
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1997 " C o l o n i a l Perspectives on the Chiriguanía". En: María S. Cipoletti, ed., Resistencia y adaptación nativas en
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1946 Tribes of the Eastern Slopes of the Bolivian Andes. En: H a n d Book of South American Indians. Julián H.
Steward Ed. V o l u m e I. The Marginal Tribes. Govermenant Printing Office. Washington.

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Históricos y Geográficos. T. XXXI. Nos. 29 y 3 0 . Santa Cruz
1920 "¿Son los Tapíete una casta chaqueña guaranizada?" En: Revista Khana. Nos 36-37. La Paz.

RIESTER, Jurgüen, S C H U C H A R D , Bárbara y S I M Ó N , Brigitte s

1979 Los Chiriguano. APCOB. Santa Cruz

V O N ROSEN, Eric

Etnografical Research W o r k D u r i n g 1901 -1902 the Swidesh Chaco - Cordillera

Expedition. Sold by C E Fritze Ltd. Stockolm.