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FACULTAD DE DERECHO

DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO

Tema: La Controversia de Delimitación Marítima entre Chile y Perú

Docente: LUIS AUBERTO TELLO CABELLO

INTEGRANTES

Crisostomo Barrios, Brandon Smith U22246727

Miguel Ybañez Karina U20219168

Pérez peña, Antony junior U22237237

Rodriguez Gomez, Stefanny Yannira U22240202

Villalta Cárdenas Daniel Ángel U22318515

2023

ÍNDICE

1. La Controversia de Delimitación Marítima entre Chile y Perú


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1.1 Antecedentes a la Controversia de Delimitación Marítima entre Chile y Perú

1.1.1 La Guerra del Pacífico: un conflicto entre Chile, Perú y Bolivia

1.1.2 La Cuestión de Tacna y Arica

1.2 Los Recursos del Pacífico Sudeste y su Protección

1.2.1 Recursos Pesqueros del Pacífico Sudeste

1.2.2 Declaraciones de 1947 y la Declaración de Santiago de 1952

1.2.3 El Convenio de Zona Especial Fronteriza Marítima y Actas de 1968 y 1969

2. Las Relaciones Bilaterales y la Controversia de Delimitación Marítima entre Chile y

Perú

2.1 Relaciones Bilaterales Chile-Perú

2.2 El Surgimiento de la Controversia de Delimitación Marítima entre Chile y Perú

3. El Derecho Internacional Público y Marítimo

3.1 Derecho Internacional Público y los Tratados Internacionales

3.1.1 Tratado de Lima de 1929

3.1.2 Tratado de 1952 sobre la Delimitación Marítima

3.2 Derecho Internacional Marítimo y la Delimitación Marítima


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3.2.1 La CONVEMAR para Chile y Perú

3.2.2 La Delimitación Marítima según Chile

3.2.3 La Delimitación Marítima según Perú

4. La Controversia de Delimitación Marítima entre Chile y Perú ante la Corte

Internacional de Justicia y el Fallo Dictado en el Caso

4.1 La Corte frente al Caso de Delimitación Marítima entre Chile y Perú

4.2 La División Fronteriza Dictada por la Corte Internacional de Justicia en el Caso

de Delimitación Marítima entre Chile y Perú

5. Conclusiones

6. Referencias

La controversia de delimitación marítima entre Chile y Perú

La Guerra del Pacífico un conflicto entre Chile, Perú y Bolivia


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Según Pagliari y Benítez (2014) afirman que "La Guerra del Pacífico fue un conflicto

armado entre Chile, Perú y Bolivia que se desarrolló entre 1879 y 1884. El conflicto se originó a

raíz de la disputa por la explotación del salitre en la región de Antofagasta, que pertenecía a

Bolivia pero estaba administrada por Chile" (p. 4). Este enfrentamiento bélico tuvo su origen en

la disputa por la explotación del salitre en la región de Antofagasta, que inicialmente pertenecía a

Bolivia pero estaba bajo la administración de Chile. La guerra se desató con un ataque sorpresa

de la flota chilena a la armada peruana en el puerto de Iquique el 21 de mayo de 1879 y culminó

con la ocupación de Lima, la capital de Perú, por las fuerzas chilenas en 1881.

La posterior firma del Tratado de Ancón en 1883 entre Perú y Chile puso fin oficialmente

a la guerra, reconociendo la soberanía chilena sobre la región de Antofagasta y las islas del

archipiélago de Juan Fernández. Sin embargo, este tratado marcó también el inicio de tensiones

territoriales no resueltas, que se manifestaría en la Cuestión de Tacna y Arica.

El análisis detallado de Pagliari y Benítez arroja luz sobre la complejidad de este

conflicto, destacando la disputa por el salitre en Antofagasta como un elemento fundamental en

su desencadenamiento (Pagliari y Benítez, 2014, p. 4).

La Cuestión de Tacna y Arica

La Cuestión de Tacna y Arica, un conflicto territorial que enfrentó a Chile y Perú entre

1883 y 1929, ha dejado una huella indeleble en la controversia de delimitación marítima entre

ambos países. Según Pagliari y Benítez (2014), este conflicto territorial fue un elemento crucial

que contribuyó a la tensión y desconfianza que caracterizó las relaciones entre Chile y Perú

durante décadas. La disputa sobre la soberanía de Tacna y Arica, que se prolongó durante ese
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periodo, influyó significativamente en la interpretación que ambos países hicieron de los tratados

que delimitaban sus fronteras marítimas.

En particular, la divergencia en la interpretación de los tratados fue un factor clave en la

controversia marítima. Chile interpretó que los tratados le otorgaban una amplia soberanía sobre

las aguas costeras, incluyendo aquellas frente a Tacna y Arica. En contraste, Perú interpretó que

los tratados le conferían una soberanía más limitada sobre las aguas costeras, incluyendo las

adyacentes a Tacna y Arica. Esta disparidad interpretativa contribuyó sustancialmente a la

tensión y desconfianza que persistieron entre ambos países hasta la actualidad.

La sentencia de la Corte Internacional de Justicia en el caso de la controversia marítima

entre Chile y Perú, aunque resolvió la disputa, no logró eliminar completamente el legado de

tensión y desconfianza dejado por la Cuestión de Tacna y Arica.

Los recursos del Pacífico Sudeste y su protección

El Pacífico Sudeste es una región rica en recursos marinos que abarca una vasta

extensión de aguas compartidas por varios países, incluyendo a Chile y Perú. Esta zona alberga

una biodiversidad marina significativa y una variedad de recursos pesqueros importantes para la

economía y la seguridad alimentaria de la región. La protección de los recursos del Pacífico

Sudeste es fundamental para mantener la sostenibilidad de los ecosistemas marinos y garantizar

la explotación responsable de los recursos pesqueros.

La protección de esta región marina no solo implica la preservación de los recursos

naturales, sino también el equilibrio entre la explotación económica y la conservación a largo


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plazo. La colaboración internacional y los esfuerzos conjuntos son esenciales para garantizar un

uso responsable y sostenible de los recursos del Pacífico Sudeste.

Recursos pesqueros del Pacífico Sudeste

El Pacífico Sudeste es una región marina rica y diversa que alberga una amplia variedad

de recursos pesqueros. Sus aguas sustentan poblaciones importantes de especies como el atún, la

merluza, sardinas, anchoas, calamares y una gran cantidad de vida marina. Estos recursos son

fundamentales para la industria pesquera en países como Chile, Perú, Ecuador y Colombia,

proporcionando no solo alimento sino también ingresos económicos significativos. Sin embargo,

la explotación excesiva y la falta de gestión sostenible representan desafíos importantes para la

conservación de estos recursos en la región, lo que resalta la necesidad urgente de prácticas

pesqueras responsables y regulaciones efectivas para preservar este valioso ecosistema marino en

el Pacífico Sudeste.

Declaraciones de 1947 y la Declaración de Santiago de 1952

Declaración de Lima (1947)

Las Declaraciones de 1947, especialmente la Declaración de Lima, representaron

acuerdos multilaterales entre Chile, Perú y Ecuador para abordar disputas limítrofes y marítimas

en el Pacífico. Aunque sentaron las bases para futuras negociaciones, no resolvieron por

completo las tensiones fronterizas. Estos acuerdos fueron pasos iniciales significativos hacia la

búsqueda de soluciones diplomáticas y el establecimiento de límites marítimos en la región,

sentando un precedente para tratados y acuerdos posteriores que finalmente contribuyeron a una

mayor estabilidad en América Latina.


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Declaración de Santiago sobre Zona de Paz (1952)

Fue un acuerdo entre varios países de América Latina, firmado en Santiago de

Chile, que proclamó la región como una "zona de paz" donde se comprometían a no usar la

fuerza entre ellos y a resolver disputas mediante medios pacíficos. Esta declaración buscaba

promover la estabilidad y la cooperación entre las naciones de la región.

El Convenio de Zona Especial Fronteriza Marítima y Actas de 1968 y 1969

Las Actas de 1968 y 1969 representan acuerdos y disposiciones específicas entre

Chile y Perú sobre la delimitación de una zona especial en sus fronteras marítimas. Estos

acuerdos detallaron los límites territoriales y establecieron regulaciones para la explotación de

recursos en esta área acordada, marcando un avance significativo en las relaciones bilaterales

entre ambos países (Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, Ministerio de Relaciones

Exteriores del Perú, 1968-1969).

Las relaciones bilaterales y la controversia de delimitación marítima entre Chile y

Perú

Se conocen como relaciones bilaterales a los gobiernos de países con los cuales se tienen

vínculos de cooperación internacional, este tipo de relación se ejecutan de gobierno a gobierno,

mediante embajadas y las cancillerías.

En el caso de la relación bilateral de Perú de chile y Perú, tiene mayor importancia para la

política exterior de chile. El objeto de estas relaciones son el mantenimiento de la paz y

seguridad, la integración bilateral y la cooperación en el ámbito político y económico, tanto

bilateral como multilateral.


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Entre los años 2008 - 2014 se vivió entre el Perú y Chile un contencioso en la Corte

Internacional de Justicia. Si bien el fallo no dio todo lo que Perú solicitaba, nuestro país sí logró

la incorporación de un nuevo espacio marítimo en desmedro de Chile. En este lapso de seis años

surgió la propuesta de que el fallo de la Corte fuera un punto de inflexión que cambiaría una

relación que históricamente ha sido de confrontación e inconstancia integrista a una, más bien, de

base estructural cooperativa. La hipótesis no se aprobó, puesto que ocurrido el fallo

inmediatamente se levantó un nuevo conflicto, el denominado "triángulo terrestre", que eliminó

la propuesta del punto de inflexión.

Relaciones bilaterales Chile-Perú

Ambos países comparten los valores de la democracia y de la libertad económica y,

superando desencuentros históricos, trabajan en construir una relación que promueva el

desarrollo mutuo. Los dos Estados son parte de la Alianza del Pacífico y en su política exterior

coinciden en principios fundamentales.

En 1820, durante la fase emancipatoria de las naciones americanas, la relación bilateral

entre Chile y Perú estuvo marcada en el ámbito de la seguridad por la solidaridad frente a los

problemas planteados por la dominación española. Es así como ambos países hicieron causa

común para alcanzar su propia soberanía, destacando en este punto la Expedición Libertadora al

Perú, apoyada por Chile. El 8 de octubre de 1822, Chile reconoció al gobierno peruano, y envió

en su representación a un Ministro Plenipotenciario. Hacia fines de ese año, ambos países

suscribieron un tratado de Liga, Alianza y Confederación, el cual se complementó el 26 de abril


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de 1823 con un tratado de Auxilios, que reglamentaba el financiamiento de la campaña

libertadora.

Es asi que Chile y nuestro país en los últimos 20 años, han avanzado tanto a nivel

político, como económico y social.

· Ámbito político; ambos países han acordado consultas a nivel de Vicecancilleres y

consultas multilaterales, se Conforma la Comisión Binacional Permanente de

Cooperación a Nivel de Cancilleres.

· Ámbito Socioeconómico; firmaron una serie de acuerdos que entre los que más

destacan son los siguientes: Acuerdo de Complementación económico N° 38 (1998),

El Acuerdo para evitar la Doble Tributación (2001), El Acuerdo para el ingreso y

Tránsito de Nacionales chilenos y Peruanos en calidad de Turistas (2005) y el

Tratado de Libre comercio (2009)

· Ámbito multilateral: En el plano multilateral, ambos países forman parte de la

Alianza del Pacífico, con finalidad de convertirse en un área de integración,

permitiendo libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas.

El surgimiento de la controversia de delimitación marítima entre Chile y Perú

El Surgimiento de esta controversia fue planteado por Perú, sobre la soberanía

marítima de aproximadamente 37 000 km2 en el océano pacífico, donde Perú sostenía que la

delimitación marítima entre ellos estaba sin determinar ni firmado un tratado al respecto, y
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Chile sostenía que no había temas limítrofes pendientes, afirmando como respaldo la

existencia de los tratados internacionales vigentes suscritos en los años 1952 y 1954.

Esta controversia se remontaría a los años 1985 donde el Ministro de Relaciones

Externas de aquel entonces en Perú, Allan Wagner , siendo el primero en abordar de manera

formal este asunto, con el Ministro de Relaciones Exteriores de chile, el Señor Jaime del

Valle, trayendo como resultado una Nota Diplomática con fecha 23 de mayo del 1986

sostenida por Perú y entregada a la embajada de chile, en donde Perú manifiesta la

necesidad de suscribir un Tratados de Límites Marítimos y la respuesta de Chile fue que

iban a estudiar el caso. Posteriormente chile envía a las Naciones Unidas sus cartas náuticas,

donde indica el paralelo 18°21”00” como frontera marítima, mientras Perú en el 2001 envía

carta a las Naciones Unidas, no reconociendo el límite entre los dos países. Siendo que el

año 2005 este tema de discusión pública se reactiva, en mérito a que Perú da tramite a un

P.L, sobre determinación de las líneas de base de Dominio Marítimo, Ley Aprobada en 03

de noviembre del 2005.

El 16 de enero de 2008, el gobierno del presidente del Perú Alan García inició

formalmente ante la Corte Internacional de Justicia el "caso concerniente a la delimitación

marítima entre la República del Perú y la República de Chile", esta controversia implicó

tangencialmente a Ecuador, como firmante de los tratados de 1952 y 1954, al ser notificado

por la Corte de la existencia del caso sin que finalmente interviniere en este.

Finalmente, en fecha 27 de enero del 2014, La Corte da a conocer la Sentencia que

resuelve el presente caso.


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Tratado de Lima de 1929

Según Fernando de Trazegnies Granda (2009), el Tratado de Lima de 1929 y su

protocolo complementario fueron suscritos el 3 de junio de 1929 entre el ministro de Relaciones

Exteriores del Perú, Pedro José Rada y Gamio, y el plenipotenciario chileno, Emiliano Figueroa

Larraín. El tratado resolvió la controversia originada por el artículo tercero del Tratado de Paz,

Amistad y Límites de 1883, estableciendo la división de Tacna y Arica entre ambos países.

Tacna quedó bajo la soberanía peruana, mientras que Arica fue cedida a Chile. Se delimitó la

frontera, se acordó la construcción de un malecón en Arica para el servicio del Perú, y se

establecieron disposiciones sobre derechos privados, obras públicas y una compensación

económica.

El protocolo complementario abordó temas como la imposibilidad de ceder territorios a

terceras potencias sin acuerdo mutuo, el libre tránsito en las facilidades de puerto acordadas, y la

construcción de un monumento simbólico en el morro de Arica para conmemorar la

consolidación de las relaciones de amistad entre ambos países. En caso de desacuerdo sobre la

interpretación del tratado, se estableció que la controversia sería decidida por el presidente de

Estados Unidos.

La aprobación del tratado tuvo lugar en el Congreso peruano el 2 de julio de 1929, y el

canje de ratificaciones se realizó en Santiago el 28 de julio del mismo año. Aunque el tratado

generó diversas opiniones y emociones en ambos países, en Perú fue aceptado como una

solución realista y necesaria, poniendo fin a décadas de disputas territoriales con Chile. (cap. 59

– pag. 226)
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Tratado de 1952 sobre la Delimitación Marítima

Según John Ranson García (2014), se destaca el Tratado de 1952 sobre la Delimitación

Marítima, que es el primer instrumento internacional tripartito que establece soberanía y

jurisdicción sobre una zona de 200 millas náuticas desde la costa. Se argumenta que, aunque

Perú inicialmente lo consideró una declaración de política internacional marítima, su naturaleza

de tratado quedó clara al ser registrado en la Secretaría de Naciones Unidas. Se menciona el

Convenio de 1954 sobre Zona Especial Fronteriza, que facilita la acción de los Estados en caso

de violaciones a la frontera marítima.

Se enfatiza la consistencia y cumplimiento de los acuerdos a lo largo de más de 50 años,

incluyendo la utilización del paralelo como límite para diversos propósitos, como la autorización

de investigaciones científicas y la instalación de cables submarinos. Se argumenta que la práctica

y los acuerdos ulteriores respaldan la posición de Chile en la delimitación marítima.

Se menciona la reclamación de Perú sobre una porción de alta mar, presentada de manera

independiente, y se destaca que Chile siempre ha ejercido derechos y obligaciones en esa zona

conforme al derecho internacional. Se aborda la interpretación del "mar presencial" y se sostiene

que el análisis de Chile se basó en el valor de la delimitación marítima, independientemente de la

denominación de las zonas marítimas según el derecho interno de cada país. (pag. 57)

Derecho Internacional Marítimo y la delimitación marítima

Por Derecho Internacional se entiende, que son todos aquellos principios y normas que

regulan los espacios marinos y las relaciones entre los sujetos de Derecho Internacional en la

utilización del océano mundial, de su fondo y su subsuelo con fines diferentes.


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Los espacios marítimos reconocidos actualmente por el Derecho Internacional del Mar,

obedecen a las condiciones establecidas en las cuatro Convenciones de Ginebra de 1958, y

versan sobre: Mar Territorial y zona contigua, Plataforma Continental, Alta Mar y Pesca y

Conservación de los recursos vivos de la Alta Mar; y el Tratado del Derecho del Mar de 1982.

Los espacios marítimos son:

• El Mar Territorial

• Zona Contigua

• Aguas Interiores

• Plataforma Continentales

• Zona Económica Exclusiva

• Alta Mar

• Fondos Internacionales.

Los problemas que conciernen a la delimitación marítima, desde la perspectiva técnica se

podría decir que era fácil de resolver en la mayoría de casos.

La amplitud de las aguas territoriales no eran más que de unas cuantas millas; las líneas

de base que servían para su medición seguían generalmente la configuración de las costas; sin

embargo, hoy en día las delimitaciones comprenden grandes distancias que no sólo tienen una

frontera de 3 o 4 millas náuticas, sino de grandes extensiones de agua cubiertas por las zonas

económicas exclusivas y por las plataformas continentales o insulares.

Todas las negociaciones, ya sean bilaterales o multilaterales, presentan un conjunto único

de problemas, uno de ellos son las múltiples diferencias en la configuración de la línea de la


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costa, la presencia de islas, rocas o elevaciones que emergen en alta mar, la conformación del

lecho marino, la distribución de recursos vivos y no vivos, etc.

Las reglas generales sobre delimitación, entre dos o más Estados, están todavía

emergiendo y en proceso de evolución de forma gradual, debido especialmente a la obra de la

jurisprudencia internacional. Aun cuando son cada día más numerosos los casos sometidos al

arbitraje y a la judicatura internacional, sin embargo, aún no parece que haya un conjunto de

datos tan consistente como para consentir a la individualización de reglas generales

suficientemente precisas y consolidadas en la práctica internacional.

Por otro lado, es innegable que el derecho de la delimitación de la plataforma continental

ha sido vista como el modelo del derecho de toda delimitación marítima, aunque no resulte

evidente a primera vista que la delimitación del mar territorial, la plataforma y la zona

económica exclusiva deban obedecer a los mismos principios y reglas de derecho, ya que por su

mismo objeto se aplican a jurisdicciones de naturaleza jurídica diversa.

Desde 1969, la Corte ha considerado que la no aplicación de las disposiciones

convencionales de 1958 no demostraba una ausencia de reglas jurídicas, y desde entonces tanto

sentencias judiciales como fallos arbitrales no han dejado de insistir en la obligación impuesta al

juez internacional para dirimir las controversias sobre la base del derecho, sin otorgarle la

facultad de decidir en forma alguna un litigio “ex aequo et bono”.

El denominador común aplicable a toda delimitación marítima, y sobre el cual no hay

discusión en la jurisprudencia internacional es que la delimitación debe ser realizada por la

aplicación de criterios imparciales y por la utilización de métodos prácticos aptos a asegurar un


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resultado justo, teniendo en cuenta la configuración geográfica de la región y de otras

circunstancias al caso concreto.

Poco a poco, y a través de la sucesión de casos sometidos a la jurisprudencia

internacional, se puede sostener que ya el juez no puede cumplir con su misión con sólo declarar

sencillamente que un trazado de delimitación es el adecuado y justo, sino que, además es

necesario que el juez internacional sea capaz de justificar la línea de delimitación a la luz de

principios equitativos de contenido normativo.

Es por eso que uno de los graves problemas que presenta el derecho de la delimitación

marítima es el de encontrar ese equilibrio necesario entre un cierto grado de generalidad presente

en toda norma jurídica, pero con un vínculo estrecho con el criterio de equidad y teniendo en

cuenta no llevarlo hasta posiciones ilógicas de una individualización extrema de la regla misma

de derecho, ya que, perdería toda connotación de regla normativa.

La CONVEMAR para Chile y Perú

Los espacios marítimos que la Convención del Mar demarca se miden siempre desde las

líneas de base. A los efectos de aclarar este concepto la CONVEMAR establece de forma precisa

cómo se conforman esas líneas según el tipo de costa que el Estado ribereño tiene. Se entiende

por líneas de base normal, la línea de bajamar a lo largo de la costa, tal como aparece marcada

mediante el signo apropiado en cartas a gran escala reconocidas oficialmente por el Estado

ribereño. Pero en aquellos lugares en que la costa tenga profundas aberturas y escotaduras o en

los que haya una franja de islas a lo largo de la costa situada en su proximidad inmediata, puede

adoptarse, como método para trazar la línea de base desde la que ha de medirse el mar territorial,
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el de líneas de base rectas que unan los puntos apropiados. Partiendo de esas líneas de base, bien

normales o rectas, se computará la extensión de los diferentes espacios marítimos tal y como los

configura la CONVEMAR.

La CONVEMAR es en la actualidad una norma con una sólida aplicación desde que en

1994 alcanzó el número de adhesiones necesario para su entrada en vigor. Son ya casi 10 años de

uso y aplicación de esta convención internacional, que ha servido para solventar no pocos

conflictos, litigios o disputas en los que el mar ha sido el tema de fondo. En esas ocasiones la

Convención se ha mostrado como un instrumento de consenso, mérito que de un modo muy

directo se debe al proceso de codificación que se utilizó en la elaboración de esta norma

internacional; consenso fundamental que también ha calado en la legislación de la mayor parte

de los Estados que han ratificado la Convención.

Pero no es ese el caso del ordenamiento peruano, que mantiene sobre el Derecho del mar

una oscura posición que no ayuda en modo alguno a resolver sus problemas internos; entre los

cuales es posible incluir, la falta de control efectivo sobre esas 200 millas de dominio marítimo

que la Constitución atribuye al Estado, la falta de control en la pesca de especies protegidas, la

escasa o nula participación en las actividades de investigación oceánica que se está realizando en

el marco de la CONVEMAR, pero especialmente, sigue sin encontrar solución el diferendo que

mantiene el Perú con Chile por causa de la frontera marítima entre ambos países. Esta polémica

cuestión tiene ya un origen remoto.

La delimitación marítima según Chile


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La delimitación marítima según Chile se basa en varios factores, como la Convención de

las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) y acuerdos bilaterales con países

vecinos.

Chile tiene una extensa costa y reclama una amplia zona marítima, que incluye una Zona

Económica Exclusiva (ZEE) de 200 millas náuticas y una Plataforma Continental Extendida.

La delimitación marítima entre Chile y Perú ha sido un tema de disputa que ha sido

llevado ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya. Ambos países han buscado

resolver sus diferencias sobre la extensión de sus respectivas zonas marítimas y la delimitación

de sus fronteras marítimas.

En el caso específico de la delimitación marítima entre Chile y Perú, la CIJ emitió un

fallo en 2014 que estableció la frontera marítima entre ambos países. El fallo se basó en la

interpretación de los tratados y el derecho internacionales del mar.

El fallo de la CIJ estableció una línea de delimitación marítima que otorga a cada país

una porción de mar territorial y una zona económica exclusiva. Esta línea de delimitación se

extiende desde la costa hasta un punto en alta mar, y luego sigue una dirección determinada.

La delimitación marítima según Perú

La postura de Perú sobre la delimitación marítima ante la Corte Internacional de Justicia

(CIJ) se basa en varios puntos clave.

En primer lugar, Perú argumenta que la delimitación marítima entre Perú y Chile no ha

sido establecida de manera definitiva y equitativa. Perú sostiene que la línea de delimitación
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marítima actual, conocida como el paralelo, no refleja adecuadamente los principios del derecho

internacional y no tiene en cuenta las características geográficas y geológicas de la zona.

En segundo lugar, Perú argumenta que la delimitación marítima debe basarse en el

principio de la equidistancia modificada. Este principio busca establecer una línea equidistante

entre las costas de ambos países, teniendo en cuenta factores como la proyección de las costas y

las islas en la zona.

Además, Perú argumenta que la delimitación marítima debe tener en cuenta los derechos

de los pueblos indígenas que habitan en la zona marítima en disputa. Perú sostiene que estos

pueblos tienen derechos ancestrales sobre los recursos marinos y deben ser tomados en cuenta en

la delimitación marítima.

La controversia de delimitación marítima entre Chile y Perú ante la corte

internacional de justicia y el fallo dictado en el caso

La Corte frente al caso de delimitación marítima entre Chile y Perú

Según Francisco Antonio Aguilar Benitez (2016), el caso de delimitación marítima entre

Chile y Perú en la Corte Internacional de Justicia (CIJ). El proceso tiene fases escritas y orales, y

la CIJ está compuesta por quince jueces de diversas nacionalidades. Se destaca la heterogeneidad

de la CIJ, con diferencias en la interpretación legal debido a los sistemas de derecho anglosajón y

continental.

Los jueces encargados del caso fueron detallados, y se menciona que Christopher

Greenwood del Reino Unido no participó debido a su previa asesoría a Chile. Además, se

designaron jueces ad hoc representando a Perú y Chile.


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Se describen las fases del proceso, desde la presentación de la demanda hasta la fase oral,

que tuvo lugar en diciembre de 2012. Tras el proceso, la CIJ inicia la deliberación en privado y,

en caso de empate, el presidente emite el voto decisivo.

El texto enfatiza la metodología de la CIJ para la delimitación territorial, que implica

trazar una línea equidistante provisional, realizar ajustes y evaluar la desproporcionalidad.

Se aborda la interpretación de la CIJ sobre los tratados entre Chile y Perú. La Declaración

de Santiago de 1952 no se considera un acuerdo de delimitación, y la CIJ concluye que existe un

"Acuerdo Tácito" entre 1952 y 1954. Se analizan también el Convenio de 1954 y las Actas de

1968 y 1969, descartándolos como acuerdos de delimitación. La CIJ establece la existencia de un

acuerdo tácito y procede a determinar la extensión de la frontera marítima. Este caso marcó la

primera vez que la CIJ determinó la existencia de un acuerdo legal tácito. (pag.72)

La división fronteriza dictada por la Corte Internacional de Justicia en el caso de

delimitación marítima entre Chile y Perú.

La sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en el caso de la controversia marítima

entre Chile y Perú marca un hito crucial al poner fin a una larga disputa entre ambos países.

Esta sentencia establece una frontera marítima clara y definitiva desde el punto Concordia en

la costa del Pacífico hasta el punto de encuentro de las fronteras marítimas de Chile y Perú. La

división fronteriza dictada por la CIJ comprende tres secciones: la primera, con una anchura

de 80 millas náuticas, se extiende desde el punto Concordia hasta el punto de encuentro de las

fronteras marítimas de Chile y Perú; la segunda, delimitada por una línea equidistante, se

extiende desde el punto de encuentro de las fronteras marítimas de Chile y Perú hasta el punto
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de encuentro de las fronteras marítimas de Chile y Perú; la tercera, con una anchura de 200

millas náuticas, se extiende desde el punto de encuentro de las fronteras marítimas de Chile y

Perú hasta el punto de encuentro de las fronteras marítimas de Ecuador y Colombia.

La sentencia de la CIJ es reconocida como un resultado justo y equitativo, otorgando a

Chile una parte significativa de las aguas disputadas y, al mismo tiempo, concediendo a Perú una

porción importante de estas aguas. Este dictamen no solo proporciona claridad en los límites

marítimos, sino que también establece un marco para la cooperación marítima entre Chile y Perú,

lo que podría contribuir al desarrollo económico y sostenible de la región. La relevancia de esta

resolución va más allá de la delimitación geográfica, impactando positivamente en las relaciones

bilaterales y en el potencial crecimiento de la región, contribuyendo así a la paz y estabilidad en

el área.

Conclusiones

La controversia de delimitación marítima entre Chile y Perú, que se desarrolló a lo largo

de décadas y culminó en la histórica sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en

2014, representa un hito significativo en la resolución de conflictos entre naciones. Desde sus

orígenes en la década de 1980 hasta la conclusión legal en 2014, el conflicto ha pasado por

diversas etapas marcadas por disputas diplomáticas, argumentos legales complejos y la

aplicación de principios del Derecho Internacional Público y Marítimo.

Ambos países presentaron argumentos sólidos respaldados por interpretaciones

divergentes de tratados internacionales, como el Tratado de Lima de 1929 y el Tratado de 1952

sobre la Delimitación Marítima, así como por la Convención de las Naciones Unidas sobre el
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Derecho del Mar (CONVEMAR). La CIJ, al aplicar métodos imparciales y equitativos, emitió un

fallo que estableció una frontera marítima clara y equitativa entre Chile y Perú.

La génesis de la disputa, centrada en la falta de un tratado específico de límites

marítimos, subraya la importancia de la claridad y la precisión en los acuerdos bilaterales. En

este contexto, se pueden extraer lecciones valiosas para la prevención y gestión de futuros

conflictos limítrofes entre naciones.

Propuestas y Recomendaciones

Diálogo y Negociación Continua: Dada la complejidad de las delimitaciones marítimas y

la interpretación de tratados internacionales, se sugiere que los países vecinos mantengan un

diálogo continuo y negociaciones bilaterales para abordar cualquier disputa limítrofe antes de

que se intensifiquen.

Mecanismos de Resolución Alternativa: Considerar la implementación de mecanismos de

resolución alternativa de disputas, como la mediación o el arbitraje, antes de recurrir a instancias

judiciales internacionales. Estos enfoques pueden ofrecer soluciones más rápidas y flexibles.

Claridad en los Tratados: Al negociar tratados bilaterales, se debe buscar una redacción

clara y específica en lo que respecta a los límites territoriales y marítimos. La claridad en los

acuerdos puede prevenir malentendidos y disputas futuras.

Cooperación Marítima: Fomentar la cooperación marítima entre naciones vecinas para el

desarrollo conjunto de recursos, la preservación del medio ambiente marino y la seguridad en la


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navegación. Acuerdos sobre investigaciones científicas, pesca sostenible y respuesta a

emergencias pueden fortalecer las relaciones.

Educación y Concientización: Impulsar programas educativos y campañas de

concientización pública sobre cuestiones marítimas y limítrofes para promover la comprensión

de los ciudadanos sobre los acuerdos internacionales y la importancia de la resolución pacífica de

disputas.

Referencias

● Pagliari, A. S., & Benitez, O. C. Una nueva controversia sobre delimitación marítima y

las reglas de interpretación de los tratados. Revista de la Facultad de Derecho, 5(1).

● Aguilar, F. (2016), Análisis del derecho internacional en el caso de la controversia sobre

delimitación marítima entre Chile y Perú, Ecuador

● Ranson, J. (2014), El fallo de la corte internacional de justicia sobre el límite marítimo

entre Chile y Perú, Chile

● Aguayo Armijo, F. (2014). Reflexiones sobre el derecho internacional y la delimitación

marítima. Comentario del fallo de la Corte Internacional de Justicia en el caso de Perú c.

Chile. Revista Tribuna Internacional, 3(5), pp. 87–102.

● Cabrera Toledo, L. (2011) La controversia por la delimitación marítima entre Chile y

Perú: construcción y aplicación de un discurso geopolítico. Revista Scielo

● Mosquera, S. (2004) El Perú y la Convención del derecho del mar y las Naciones Unidas.

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