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¿Como Se Siente Dios Dentro De Ti?

Muchas veces hay en nuestras vidas algunas cosas que nos detienen
espiritualmente, que nos molestan en nuestra relación con Dios. Nosotros sabemos
que eso nos detiene pero nos cuesta dejar de hacerlo. Esto no quiere decir que
Dios no esté dentro de nosotros.

Joyce Meyer en su libro "Conozca a Dios íntimamente" lo explica así:


Imagine que va a visitar a un amigo de usted y este lo recibe diciendo: Qué bueno
que hayas venido! Ponte cómodo y siéntete como en tu casa. Usted se acomoda
en el sillón y su amigo de pronto comienza a discutir con su esposa, comienza a
gritarle y se arma una acalorada discusión entre ellos. ¿Tu cómo te sentirías?

, cómo crees que se siente Dios dentro de ti?


constrictar y apagr el espíritu ()

En 1 Corintios 6:19 dice: "¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del


Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios?
Ustedes no son sus propios dueños".

Pero es verdad que estas cosas que nos detienen y que hacen sentir incomodo al
Señor dentro de nosotros, muchas veces van más allá de nuestras fuerzas, pero
para eso lo tenemos a nuestro Dios Todopoderoso. Hay un episodio en el que
Jesús halló en el templo a comerciantes que habían convertido la casa de Dios en
un mercado. Entonces, haciendo un látigo de cuerdas, echó a todos del templo,
juntamente con sus ovejas y sus bueyes; regó por el suelo las monedas de los que
cambiaban dinero y derribó sus mesas.

Sus discípulos se acordaron de que está escrito: "El celo por tu casa me
consumirá". Dios nos ama tanto que tiene todo el deseo y la intención de entrar a
nuestras vidas y romper todo lo que nos aleja de Él. Él siente celo por
nosotros.

Hoy puedes permitir a Jesús que dentro de ti derribe todo lo que no honra a Dios,
Todo aquello que te está destruyendo y que te está robando el propósito de Dios
para tu vida. Deja que Jesús limpie tu corazón y prosigue a la meta! No permitas
que nada te detenga en el camino hacia una relación verdadera con Dios.
No siento a Dios cerca

 El lugar de los sentimientos en la vida de fe

«Parece que esté hablando solo», «es como si le orara a la pared», «Dios me
parece muy lejano». Esta dificultad para sentir a Dios es una de las quejas más
frecuentes en la vida cristiana y terreno propicio para las dudas e incluso las crisis
de fe si no se entiende bien el problema. Todos hemos sentido a Dios lejos en
algún momento.
Otras veces nos ocurre en el período devocional cuando buscamos la comunión
con el Señor o incluso estando en la iglesia. Descubrimos como una frialdad,
como si la oración fuera un monólogo con uno mismo o como si estuviéramos
totalmente solos.

 ¿A quién afecta este problema?

Empecemos por decir que esta experiencia es universal, afecta a todos los
creyentes, incluso a los más maduros. Por ejemplo, los salmistas nos han dejado
escrito el testimonio de momentos espirituales cuando Dios les parece un ser
lejano e irreal. Al estudiar los Salmos sorprende las veces en las que aparece el
adverbio «lejos» referido a Dios. «Por qué estás lejos, oh Jehová, y te escondes
en el tiempo de la tribulación?» ( Salmo 10:1). «¿Hasta cuándo, Señor, me
olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?» , inquiere
David en el Salmo 13:1. Un estudio detallado de los salmos es un filón para
conocer los altibajos espirituales de grandes hombres de Dios, en especial del rey
David. En los Salmos encontramos como un diario íntimo de su lucha por sentir a
Dios cerca y experimentar la misericordia y la presencia del Señor. Por ello este
libro de la Biblia se ha convertido en un libro de vigencia permanente para todos
los creyentes, porque en él vemos, como en un espejo, nuestras propias luchas
espirituales.
 ¿Cuáles son las causas?

. Su proximidad a nosotros no depende de si lo sentimos o no. (estado emocional)

Ilustración del sol y la nube es muy útil para entender esta realidad. ¿Brilla el sol
en un día nublado? La respuesta es sí. El sol está brillando, pero por encima de las
nubes. Se ha interpuesto una nube que me impide verlo y sentirlo, pero la
distancia entre el sol y nosotros no ha variado un ápice. La realidad subjetiva, tal
como la veo yo, es que el sol ha dejado de brillar. La realidad objetiva, no
obstante, es que el sol sigue brillando exactamente igual que siempre. Si
pudiéramos remontarnos hacia arriba, por encima de las nubes, nuestra visión
subjetiva cambiaría por completo.

¿Cuáles son estas nubes? ¿Qué causas producen la dificultad para sentir? A veces
son causas pasajeras, duran unas pocas horas o días y, luego, desaparecen. Entre
ellas destacan el:

El stress también afecta mucho la vida espiritual, sobre todo si se asocia con
depresión. Ello es así porque altera nuestra percepción de la realidad, nos hace ver
las cosas de forma distorsionada, como unas gafas mal graduadas.

Veamos dos ejemplos de la Biblia: Moisés, en un momento de su ministerio, estaba


profundamente deprimido ( Nm. 11:10-17). Incluso llega a tener ideas de
muerte: «yo te ruego que me des muerte» ( Nm. 11:15) le suplica a Dios. La
causa de esta depresión severa era su agotamiento emocional: «No puedo yo solo
soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía» ( Nm. 11:14).
Observemos que Dios no responde a Moisés con reprensión, no hay ni una sola
palabra de condena o rechazo. Por el contrario, le proporciona una salida:
«Reúneme setenta varones... y llevarán contigo la carga del pueblo, y no
la llevarás tú solo» ( Nm. 11:16-17

El otro ejemplo, en el Nuevo testamento, nos muestra a los apóstoles en una


situación emocionalmente parecida a la de Moisés: estaban luchando contra las
olas, «remando con gran fatiga», en medio de una fuerte tormenta en el mar de
Galilea ( Mt. 14:22-33). Era un momento de gran stress porque el oleaje les
impedía avanzar y sus vidas corrían peligro. Jesús, al verles en esta situación
límite, «vino a ellos andando sobre el mar» ( Mt. 14:25), pero ¡los apóstoles le
confunden con un fantasma! ¿Qué les había ocurrido para cometer este notable
error de percepción? ¿Por qué se equivocan y gritan «un fantasma»? La
abrumadora tensión del momento había distorsionado su visión. Cuán
consoladora la actitud de Jesús ante su fragilidad: «¡Tened ánimo; Yo soy; no
temáis!» El stress altera nuestra capacidad para percibir a Dios, y, como los
apóstoles, a veces somos incapaces de reconocer al Señor en medio de las
tormentas de la vida.
Así pues, nos costará a veces sentir a Dios cerca porque estamos muy tensos o
cansados.. Uno de sus síntomas principales es la dificultad para sentir placer. Los
sentimientos parecen anestesiados y la persona está desinteresada, apática. Por
ello, el deprimido puede confundir la causa de su problema -la depresión- con sus
consecuencias, la aridez espiritual. Es importante diferenciar entre ambos a fin de
no acumular falsos sentimientos de culpa.

Observamos, por tanto, cómo los sentimientos son frágiles y están expuestos a
oscilaciones frecuentes. Son como un fuego que se apaga o se enciende según las
condiciones del tiempo; basta un poco de lluvia para extinguirlo. Por ello no son un
termómetro fiable para medir la calidad de nuestra oración ni mucho menos la
profundidad de nuestra fe.

 ¿Qué importancia tienen realmente los sentimientos en la


vida cristiana?
 Tres consideraciones nos ayudarán a responder a esta pregunta como
conclusión al tema:

La fe es una experiencia global: ( «con todo tu corazón, y con toda tu alma, y


con toda tu mente»)

En primer lugar, la vida espiritual y la fe, implica a toda la personalidad


humana, no a una sola de sus dimensiones:
La voluntad. Que se manifiesta en decisiones;
La mente. Que se manifiesta en pensamientos,
El corazón( o las emociones) que se expresan en sentimientos.

Estas tres partes deben guardar un equilibrio armónico porque ninguna de


ellas es mejor o superior a las demás. La fe debe tener sentimientos; no
puede consistir en un ejercicio frío, intelectual. Pero no puede ser sólo
emocional porque ello sería como espuma que se desvanece y no
permanece. Lo mismo podríamos decir de la mente y de la voluntad. En la
vida de fe equilibrada toda la personalidad está en acción y no sólo una
parte de ella. Debemos acercarnos a Dios de la misma forma que se nos
pide que le amemos: «con todo tu corazón, con toda tu alma y con
toda tu mente» ( Mt. 22:37).

 Distinguiendo entre sentir a Dios y el sentido de Dios


Necesitamos cultivar la presencia de Dios en nuestra ViDa. Para ello hemos de
distinguir entre sentir a Dios y el sentido de Dios. Son realidades distintas.

 Sentir a Dios constantemente es imposible porque mientras siento no puedo


hacer otra cosa, requiere una atención exclusiva, de lo contrario el
sentimiento desaparece.

 En cambio, desarrollar el sentido de Dios en nuestra Vida es tomar


conciencia de la presencia continua del Señor en mí. Esto constituye una
actitud vital. Yo puedo estar inmerso en una tarea absorbente y, por tanto,
incapaz de sentir a Dios. Pero sé, soy consciente de que Dios está ahí,
conmigo y –a través de su Espíritu- dentro de mí

La Biblia describe esta hermosa realidad espiritual con expresiones como «ser
temeroso de Dios» o «vivir en el Espíritu». Dios es tan central en nuestra
vida, está tan presente que lo preside todo. Es «caminar con Dios» como hizo
Enoc ( Gn. 5:24). Es vivir «como viendo al Invisible» ( Hechos 11:27).
Es requerir la presencia del Señor en nuestro andar diario: «Si tu Presencia
no ha de ir conmigo…» ( Éxodo 33:15). Esta debe ser la meta primera de
nuestra fe: vivir con y para Dios, no tanto sentirle cerca. En el momento en
que dejes de obsesionarte con los sentimientos, éstos fluirán de manera
natural y paulatina.

Solo una vida

Ecle.12:1.

intoduccion

"demasiado joven para aceptar a Cristo".

Muchas personas en el mundo secular, piensan que el evangelio de


Cristo, es para la gente marginal (pobre) y de edad avanzada (viejos). Lo
cierto es que no existe edad requerida para creer en Jesús, ni un nivel
social especial y entre más temprano nos acerquemos a él, mucho mejor
será para nosotros mismos.

En la palabra de Dios encontramos muchos consejos de Dios para cada


etapa de nuestras vidas. La juventud no es la acepción. Eclesiastés 12:1
"Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud". Y aun mas
Eclesiastés 11:9 "Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu
corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu
corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas
te juzgará Dios".

Muchos jóvenes cumplen al pie de la letra el comienzo de estos


versículos, pero olvidan o no toman en cuenta y quizás por falta de
conocimiento el fin de el. "sobre todas estas cosas te juzgara Dios"

 Una sola vez en la vida

Sólo eres jóven una vez en la vida.Solo una vez en la vida tienes todas tus fuerzas,
todo tu tiempo, todas tus “ganas”,toda tu ilusión..... nunca más volveras a ser
como ahora. Nunca más tendrás posibilidades de hacer veinte cosas cada día, y
acostarte con las mismas fuerzas que al levantarte. Nunca más te sentirás libre de
problemas como ahora, con la determinación y la “ignorancia” de quien quiere
comerse el mundo. Solo eres joven una vez en la vida: Acuerdate de tu creador
ahora que eres joven.

 el espejismo del diablo.

Muchos han hablado con el mismo argumento;no tengo tiempo, más adelante ya
le dedicaré más días a Dios. Muchos han esperado ese “más adelante” que está a
la vuelta de la esquina, y nos es más que
Hoy, con sus vidas apunto de terminar lamentan el tiempo perdido: Lamentan no
haberse acordado de su Creador cuando eran más jóvenes.
Siempre dejamos a Dios para más adelante. Siempre caemos como tontos en la
misma trampa.....¿conoces las historia?

Cuando haya terminado mi carrera universitaria tendré más tiempo para servir al
Señor…
Cuando haya encontrado un trabajo digno, tendré más tiempo para...
En cuanto haya ganado un poco de dinero, podré establecerme para...
Voy a casarme y necesito trabajar para comprarme una casa, más tarde ya
serviré...
Ahora vamos a tener un hijo y ya sabes lo que eso representa de tiempo, dinero…
En cuanto los niños sean un poco mayores, ya estaremos libres para dedicarle
tiempo a Dios.
Cuando su vida esté un poco más asentada económicamente podremos dedicar
tiempo.
Ahora queda muy poco tiempo para jubilarnos, y entonces dedicaremos todos los
días al servicio del Señor.....
NO hermano... ahora estoy muy viejo y me canso demasiado rápido, que los
jóvenes se dediquen a esas cosas..............

Este es el mejor tiempo de nuestra vida para dedicarle al Señor, para trabajar en
su obra, para servirle y dedicarnos al El.

“SEÑOR QUIERO DEDICAR MIS DÍAS A TI. ENSEÑAME A TENERTE A TI SIEMPRE


COMO LO MÁS IMPORTANTE”

 Cuidado con los ‘rápidos’

¿Conoces los rápidos? Hay en Chile, a unos cien kilómetros de


Temuco, unos famosos rápidos, los rápidos del río Trancura. Muchos
turistas vienen de

todo el mundo a disfrutar la emoción de lanzarse en unas pequeñas


embarcaciones por una corriente avasalladora, evadiendo a duras
penas las

rocas y el peligro de volcamiento. La emoción es fuerte, y quienes las


buscan, sin duda que las encuentran allí. Sin embargo, estos rápidos
no

revisten mayor peligro, porque los participantes llevan puestos los


equipos de emergencia, y porque al final de la ruta están las aguas
del lago Villarrica, mansas y tibias, que reciben a los excitados
aventureros.

La corriente del mundo es –especialmente para ti que eres joven–


como un rápido. Te ofrece fuertes emociones y está muy ‘en la onda’.
Sin embargo, a diferencia de los rápidos del Trancura, la corriente del
mundo no tiene

resguardos para un cristiano, no hay allí chalecos salvavidas, ni hay


un remanso al final del camino. Los ‘rápidos’ de la corriente del
mundo tienen
un final abrupto y violento, más parecido al de las cataratas del
Niágara que a las del río Trancura.

Tú no caes como sobre una alfombra, sino ¡ay! te estrellas


violentamente sobre las rocas, en las puertas mismas del infierno.

El peligro de perder la vida

¿Por qué hemos dicho que si te apartas de Dios estás en peligro de


perder tu vida? La juventud es, amado joven creyente, la edad de las
grandes

decisiones. Lo que tú elijas ahora te seguirá para toda tu vida. Sea en


el plano sentimental, sea en el plano laboral. En casi todo lo que
hagas cuando

seas adulto, estarás determinado por lo que hiciste (o no hiciste)


cuando eras joven

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