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BISSON,
EYNA PASTOR, PIERRE GUICHARD,
J ...J-PIERRE POLY, GIOVANNI TABACCO,
VITO fvlAGALLI, GINA FASOLI, JEAN RICHARD,
TONIO CARILE, HÉLENE AHRWEILER,
CLAUDE CAHEN
3TRUCTURAS FEUDALES
y ::UDALISMO EN EL MUNDO
MEDITERRÁNEO
(SIGLOS X-XIII)
Estudio preliminar de
REYNA PASTOR
EDITORIAL CRfTICA
Grupo editorial Grijalbo
BARCELONA
,,. ~ ,__ . - - .u:a.. -==--
Pierre Guichard
- -- -~
118 FEUDALISMO EN EL MUNDO MEDITERRÁt"'IBO
- - ~~~- -
124 FEUDALISMO EN EL MUNDO MEDITERRÁNEO
bla, AHN, C6dices, n.º 542, ff. 24 t" - 26 t" (publicado, en especial, por M.
Ferrandis, en Homena;e a D. Francisco Codera, Zaragoza, 1904, pp. 25-33).
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128 FEUDALISMO EN EL MUNDO MEDITERRÁNEO
que habla un documento de 1280 (ACA, Reg. Canc. n.0 48, f. 193) e
que debe designar un conjunto de construcciones aún visibles en el l·
interior de la albacara de este castillo.
Sin embargo, no en todos los casos se produce la ausencia de un
auténtico «castillo señorial», residencia aristocrática y centro de po- I
der, al mismo tiempo, en los castra musulmanes, hipótesis que pa- s
rece la más plausible a la vista de los datos de los textos y de los l:
indicios arqueológicos. Por ejemplo, en Almenara el reducto central
aún existente aparece en la Crónica de Jaime I como ocupado por un r
alcaide musulmán, indicándose que se trataba de una residencia bas- e
tante confortable (el rey hizo acudir allí a la reina, que residía en- f
tonces en Burriana, para que estuviera más cómoda que en esa lo- r
calidad) (Crón., párr. 243-248). Por otra parte, este lujo relativo c
viene confirmado por el carácter excepcional de un lote de cerámica r
encontrado en lo que debió ser el vertedero del reducto central en D
la época musulmana, y que se conserva en la Biblioteca municipal
de Villarreal. 12 t
q
A cada castillo correspondía un vasto territorio. Uno y otro lle- u
vaban el mismo nombre (Chivert, Uxó, Corbeta, Luchente, Bairén, o
etc.), casi siempre un topónimo premusulmán. Este hecho es im- t1
portante. En ausencia de datos, que necesariamente deberían ser de 11
tipo arqueológico, 13 sobre la fecha de ocupación o de reocupación me- u
I
p
12. Estas ceramicas, encontradas por José María Doñate, director de la
y
Biblioteca y del archivo municipal de Villareal comprenden, en especial, ejem-
plares (muy raros en la Península) con decoraciones en reflejos metálicos, pro- A
bablemente de origen fatimita.
13. Los castillos de Corbera, Uxó, Cullera, Bairén, Luchente y Rugat, han d
sido visitados con André Bazzana, que trabaja de forma especifica en los pro- D
blemas de la arqueología medieval de la región valenciana. Nos limitamos aquí
a los datos inmediatamente accesibles para el historiador (planos ya publica-
dos por nosotros o por otros, fotos aéreas), y a la explotación de las infor-
maciones obtenidas en una primera prospección de los yacimientos, acom-
pañada de la realización de planos esquemáticos. No hay que decir que un es- la
tudio topográfico preciso y, sobre todo, las excavaciones, son competencia del ÍJi
arqueólogo. A mi juicio, las aportaciones de la arqueología podrían ser fun- Ja
damentales para aclarar dos problemas, sobre todo: la cronología de la ocu- 11
LA SOCIEDAD DE AL-ANDALUS 129
9.-JlEYNA PASTOR
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130 FEUDALISMO EN EL MUNDO MEDITERRÁNEO
dependencia de los que gozaron aun las zonas situadas al sur del
Júcar, y los alcaides musulmanes que subsistieron durante unos cin-
cuenta años en el reino cristiano, se sitúan en un marco demasiado
diferente al de la época anterior a la conquista como para que pue-
dan informarnos sobre ésta. La lista de los alcaides conocidos duran-
te la época islámica es bastante breve.
Ya hemos visto cómo en el año 12.33 los templarios se apodera-
ron del castillo de Chivert a raíz de un tratado firmado con los habi-
tantes. Los signatarios musulmanes fueron, por orden: el alfaquí (a!-
f achinus), el alcaide -que aparecía, pues, en segundo lugar- y el
sahib al-salá (fah(lfalanus), y luego otros once notables identificados
únicamente por su nombre. Los templarios concedieron (el verbo
utilizado es commendare) al alfaquí y al alcaide y confiaron a su
custodia las mezquitas principal y secundarias y una cisterna. Se pre-
cisaba, además, que el alfaquí, el alcaide y el fabafala quedarían
exentos de la fOfra. 14
En la primavera de 1238, el rey había iniciado las operaciones
militares decisivas para la conquista de Valencia, y se esforzó por
conseguir la rendición de los castillos, aún independientes, situados
al norte de la capital, en la actual provincia de Castellón. El alfaquí
de Almenara y otro notable de la localidad le hicieron una propuesta
en ese sentido, destacando --<:0n la esperanza de obtener una re-
compensa más importante-- la importancia de ese castillo, que era
tal que su rendición provocaría la de todas las tierras situadas entre
Teruel y Tortosa. A cambio de la promesa de importantes donacio-
nes de tierras y de cabezas de ganado a sus parientes y partidarios,
se comprometieron a convencer a la aljama de que entregara la lo-
calidad al rey. El día convenido, éste se dirigió a Almenara, donde
encontró reunidos a los musulmanes de la vila e del terme (territorio)
«excepto el alcaide, que custodiaba para <;aben (el rey de Valencia) el
castillo, donde tenía con él a una veintena de hombres extranjeros (a
la localidad)». A cambio de las donaciones prometidas, los habitantes
entregaron al rey la albacara y las dos torres exteriores y le ayudaron
a sitiar el castell propiamente dicho. El rey negoció, entonces, con el
senyor del castel!, que puso en evidencia su dependencia con respec-
to al rey de Valencia y su condición de caballero, y obtuvo finalmen-
14. Véase la carta puebla, citada en la nota 11, y sobre la fofra, cf. más
adelante, pp. 136-137.
LA SOCIEDAD DE AL-ANDALUS 13.3
---- ~
.34 FEUDALISMO EN EL MUNDO MEDITERRÁ.~EO
15. Johan Segura, Repas d'un manual notarial del temps del rey Jaume I ,
en I Congreso de Historia de la Corona de Arag6n, l.ª part, Barcelona, 1909 ,
pp. 300-326, doc. I {p. 310).
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136 FEUDALISMO EN EL MUNDO MEDITERRÁNEO
16. Sobre los aparceros aragoneses (exáricos, del árabe al-shar1g), d. Luis
3. de Valdeavellano, Curso de historia de las instituciones españolas de los
-:Jrígenes al final de la Edad Media, Madrid, 1970 2 , p. 352.
LA SOCIEDAD DE AL-ANDALUS 137
- - -- - -
138 FEUDALISMO EN EL MUNDO .MEDITEllRÁ.'IEO
P.
DISCUSIÓN
Pierre Bonnassie:
¿Hubo, en el caso de estos castra musulmanes, reocupación de los
antiguos oppida prerromanos (ibéricos) como ocurrió en la Cataluña cris-
tiana? Estas plataformas, con cisternas excavadas, de la región valenciana,
me recuerdan, por ejemplo, a Olérdola, ciudadela ibérica situada en el
suroeste de Barcelona, ocupada por los cristianos a comienzos del siglo x,
pero que antes estaba en manos de los musulmanes.
Pierre Guichard:
Efectivamente, algunos de esos lugares estuvieron ocupados en la época
ibérica y en ellos aparecen no sólo cerámica proto-histórica sino también
cisternas excavadas en la roca y no construidas (caso más frecuente). Uno
de los casos más interesantes, a este respecto, sería el de Penáguila, al
que ya me he referido en varias ocasiones. Ahora bien, hay otros casos
en los que la ocupación medieval no se superpone a una ocupación más
antigua. Y de todas formas, teniendo en cuenta la ausencia de núcleos de
altura en la época romana, habría que llegar a determinar la fecha de reo-
cupación o de nueva ocupación de los núcleos de los castra, Io cual no
puede conseguirse sino por medio de la arqueología.
ierre Bonnassie:
Una matización sobre vocabulario. Durante los siglos x y XI, la palabra
castrum designa, por lo general, en la Cataluña cristiana, una circunscrip-
ción territorial, un distrito. El castillo propiamente dicho recibía el nom-
re de castellum. ¿Aparece esta misma diferencia en la región valenciana?
Guichard:
No creo que los documentos valencianos permitan distinguir, en ver-
Ciad, categorías de fortificaciones. La parte central de los núcleos y el
njunto fortificado reciben, indistintamente, los nombres de castrum
castellum. Sin embargo, en el caso de una fortificación aislada y de
ilimensiones reducidas, sin un núcleo habitado anexo, o en el caso de
a fortificación puramente señorial (posterior a la conquista) parece
aber una cierta duda en los documentos en cuanto a utilizar solamente
140 FEUDALISMO EN EL MUNDO MEDITERRÁNEO
Reyna Pastor:
¿Es posible tener una idea acerca de la pres1on fiscal que sufría la
masa de la población rural en el reino de Val.encía, así como de sus efec-
tos sobre la organización de las comunidades?
Pierre Guíchard:
o
~
50km.
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FIGURA 1
Principales castillos mencionados en el texto
"Játiva
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FIGURA 2
O ~nf~!º:1:uerias
• auDADESY
• CASTRA
CIFRAS: l>esl>oblados
"' ta* : marjales
l-
o-
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FIGURA 3
.fi-
Dos e¡emplos de territorios de «castra» de época musulmana l
éo-
G.
Penáguila (el castillo está situado a 910 m y el pueblo actual a 686 m) y M.
Cerbera (pueblo actual a 10-40 m, castillo a 80 m). Una gran parte del terri- >CU- .
torio está ocupado por zonas bajas e inundables (actualmente arrozales); los ibia
municipios actuales corresponden a una parte de las antiguas alquerías, situa-
das sobre ligeras elevaciones (7 a 12 m) a lo largo del Júcar (Poliñá, Riola,
Portaleny) o al pie de las primeras elevaciones de los montes de Cerbera (Llau- Uier~
rí, Favareta). En 1, sobre el cerro aislado del monte San Miguel (66 m) se
estableció, sin duda, la primera iglesia cristiana inmediatamente después de la
oooquista.
144 FEUDALISMO EN EL MUNDO MEDITERRÁNEO
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3
A
5 8
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4
BAIRÉN
50
··......___.. 500m.
2fl
o 50 250m.
SUMACÁRCEL som.
CHIVERT
FIGURA 4
Estructuras de «castra» valencianos, según los restos visibles
+
ALMENARA
PERPUNCHENT
1.
~
l.
;-
n-
:o-
FIGURA 5 La
ifi-
Planos esquemáticos de los «castra» de Almenara, Perptmchent
y Corbera. léo-
G.
En Almenara aparece la misma estructura que en Bairén y Oúvert (C = M.
castillo propiamente dicho; B == albacara; C = aldea, con las cisternas corres- ocu-
~ondienti;s). En Perpunchen.t , ~a parte C corresponde a un conjunt? castra! muy abla
reconstruldo en la epoca cnsttana, y separado del resto de la antigua fortifica-
ción musulmana por un fuerte muro de piedra y una torre cuadrada Posterio-
res, sin duda, a la conquista (trazo doble). En Corbera, el trazado de los mu- :llier,
ros visibles en la fotografía aérea hace aparecer claramente el conjunto de las
construcciones de la antigua celoquia (en C), visibles también en la fotografía
de Ja figura 6 .
.•.•-. Rl!YNA
. . 10 .....PAST
. .O lllllll~
. R. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .