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T. J.

CORNELL

LOS ORÍGENES
DE ROMA
c. 1000-264 a.c.
Italia y Roma de la Edad del Bronce
a las guerras púnicas

Traducción castellana de
TEÓFILO DE LOZOYA

CRÍTICA
GRIJALBO MONDADOR!
BARCELONA
ción t.le las 111mbM mds importantes nos permiten vislumbrnr In ínbulosa ri-
'111e7.n de su da.'ie dirigente.: , . .
Lo11 cnlerrnmicn1os mns ostentosos con11enen neas JOyas y tesoro!'i en
rormn de 1rrpode.'i de bronce, calderos, armaduras y carros. También se .ha~
e11con1rndo fragmentos de platos de oro y plala. Entre los reslos de cerama-
cn de importnci611 te"nem~s testimonios de vasos p~oto corint~os, b11cc/1ero
etrusco y ñníorns fcnicills. Los enterramicnt?s ~l\s ricos hnn sic.Jo compara-
uus C410 las <1lu111bas principescas» (tombe ¡~r111c1¡ustl1e) de Prencs~e, ex~ov.a­
dns en el siglo x1x y expuestas en la aclu<iltdad en el museo de Villa G1uha,
4. EL NACIMIENTO en Rnmn (véase 111 figuro 10).1 •
DE LA CIUDAD-ESTADO l'uc.lc111os eíectunr unn hrcve tlcscripción de nlgunn de lns tumh:is mas I

notnhles de Decimo que'han sido publicadas en su totnlidnd o en parle. La l


tumhn XV es el enterramiento de un guerrero que dala de los ullimos años
oel siglo vú1.-EI diíunto era un hombre relativamente joven yue fue en1errn-
ilo con numerosos ornnmenlos personnlcs de pinta y hronce, <1tmns de hierro
Dur:inlc el siglo v111 n.C. lns com11nidnc.lcs del Lntium Vetus cxperi111c11- y un ~ rro. El tesoro que lo acompañaba constaba de dos trfpode:;, nume~o ­
tnron urui trnnsformnción grac.luaL Dur~ntc cnsi todn In fnse locial 111 (r. 770· i;u,. n:ciricnlc~ de hrnncc y unn imporlnn~c. colcccic).n de o~jctu11 e.Je ccr~1111C'n
730n2U n.C.) nu se produjo ninguno ruptura rndical en el nmdt:lo de vidu de importación, entre ellos un ánfora remera para vino y cinco vDSos gni::go~
(o muerte) cotidinnn. C:lhe hnhlnr de un incremen10 ·con11tnnte del vohunen Ln tumba CUU, en lo que estaba enterrada una mujer, es una de las más rt·
de In pohl11ci,'i11 y lle una consolid11ción de los <1s~n~~11nientos nucl~nre11 qúc cns que se han descubierto hasta la Cechn. Los artfculos de bronce ~ de ce~á­
hohfnn venido dcsnrrnllónclm;c en los lu¡;nrei; mas importantes n ímalcs de mica fino ascienden a cerca de noventa objetos, y entre ellos cabe c1tnr vanos
la ínsc ;mterior. El :iumento de In colid11d y la cn11tid11d de los materiales juegos oc bucc/luo sollilt, especialidnd de ccrá':'1ica. Íl~a de: barniz negro. El
cncuntr:iclos en IM 1wcr6polis Jd u1cio alude a unn mcjorn gcnernl de los rasgo mñs singular de esta tumba es la extraordmana nqueui de los adornos
niveles ele riquc1..1 y prospe1·iJncl. Debió oc darse u.n incremento d.e In rr~· personales que llevoba el cadáver. literalmente cubierto de pies a cabt!'.Za de
ductividnd, prov0C11do en parte al menos por la meJOr.l de l:is técnicas ;¡gn· joyas de oro, p'l:lta y •mbar.4 . .
colns. De e,;tc período dntnn los primeros vei;li~ios de policullura ~:11t1 Ln joven eolerrnJn en lo 1umb:1 Cl llcv:1ha unos ndomos del mismo esll]
es, el cullivo lle vides y olivos-. y tenemos tcs1i11111niu:; tic u11 incrcmcnlo lo. nunquc u11 poco menos ricos, y fue' enterradn)unto con un carro. Es es~e
J cl 1rnb;1ju c11pccializndo. A comienzos Je In fase IJ 1 hace:~" .n1~nrici611. 1wr uno de los múltiples ejemplos de tumbas de mujer encontradas en el L:ic10
vez primern In cerámica fnhricadu ni torno y, aunque ul pr111t:1p10 los e1em· que conlicnen carros. ~~!!9 scs1,1ll.a inl~rcsante por cuanto indica que
plnrcs son h<l!itnnle rnros, a ílnnlcs del !'iiglo v111 csln t~cnicn i;e hnhín con· el c:trm cm1 unn ,.ciinl tic rnngo. y no un mero 1nstrume1110 de guerrn. El urlc
vertido en la hnhihml. tlcl'plnz1111dn cu h11c1111 p:irtc :il f111¡>11.vr11 cnllcm. l'nn1 ctrü~c.o iiwcstr:i pmcesinnc.~ de cnrrns, que evit.lenlcmente tenían una run·
cn11111ccs 111 nlforcrfn i;c hahr;1 cunvcrlido en un oíido cspcci111izn<1< 1 lntlc· ci611 ceremonial. Th111hi~n en Romo los carros eran utiliz.nllos con int.>tivo de
pcntfü:ntc.1 la celchntcitin de los triunfos. Existen asimismo indicios e.le que el cnrro era
Lis últi111ar; <.lécndm; del sigln v 111 fueron tCl'ligos tic llll:I serie tle cnmhirn• una i:cnnl de renlc1..1 . Al hablar de la época de los reyes. lito Livio comcntn
rndicnlcs en In cstruct11rn socinl, que se hicieron nún mili; pro11unci1t<.l11s du· c1ue lM mujeres de l:i familia real recorrlan la ciu<.léld en carro (Livio, 1.48).
rnnlc el periodo uricntnliznnte (fose b.1cinl IV), L1 :iraricic'111 en esln épocn de M:\s 1nrde el uso del carro dentro de la ciudad se convirtió en un privilegio
mucstmc; de rique'Z.11 excepcionnl en nlgunns lumhns h:iblo de que estamos en reservndo exclusivamente a las vírgenes vestales, a las que Mommsen consi-
lc1s nlhorc!I tic unn estrnliricoción social permanenle y de l:i crcnción oe Untl dcrahn el sucedáneo republicano de las hijas de los reyes.s Oc ser asr, da la

l
urisl11cr;1cin diril!,Cnte. Eso!'i camhios nos los documentan, igunl que note.... los imprc11ión de que se verla confirmado el carácter regio de e_sta prerrogativa.
lt.'SlinH•nit•s procedentes de lns nccr6poli~. lni> nnis import:1111cs de lns culllcs Pnrliendo de este presupuesto, los arqueólogos han denom11u1do a la tumho
i:<111 ht!'i <le O!'il<:ri'1 dcll'Osn, Lo Rui;ticn, Lnurentinn, 111 necrópolis del Esqui· CI de Dccitnn •Tumha de la Princcsa11, Sea como fuere, lo imporlantc es que.
lim1 en llomn y, sohrc lot.lo, In de Cnstel di Decima , yncimle11lo descuhicrto 111 p11rcccr. lns mujcrc~ l!n:r.nhan de; un eslatuto rel~tivumentc alto en 111 !i~·
en IC)~J. p~l'o <111c 110 fue explorado i;istem~ licnmentc hn!!lll los niios sclenln, cicdnd nristocr~ticn de ci;le perfodo, hecho que deJarln ra!itros en lns trnll1·
c1rn 11clo fueron cxcnvntla'> denlos de tumhns correspum.licntcs al pcrfodu ciones y costumhre!i romanas tle época (lO!ilerior. . . ,,..
oric111nli7.:111rc (I". 7'.\ll·.'.'i~O u .C'~) . l...tL'I 111nlcrinles proccdcnlc~ de Dccimn toJn .
vrn lle\ han ~iil11 p11hlk:ul11<;,. pt•rn :1l~un11s iní11r111e.~ provi ...inunlc!'i y la puhlica·
En gencrnl. la J ocumenloción supone In formnc1ón e.le una nnslocrnc1a l
1111 -.
'.:;,
151, Ni\CIMl'ENTO DI! l.i\ CIUDAD-ESTADO 111
-
ricn que logrtí crmcentrnr en sus mnnos el excedente de la comuniclnd y P.er- ¡
pc!t~1-~-~~.11c~cí~10ñrñ a friívés de Inº ttereñ"ciñ: Uri"rñsgó cürfoso de 1á·il~crópi,.L
lííCle Dccinm e:i; que algunali tumbas e:;l:ín ngrupadns de una manera quepa-
--
- ~
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rece cldiherncJn. Se IJ.nn logratlo determinar siete grupos de ese estilo, CCJda
uno de loi; cunlcs contiene una media de tres tumbns. Resulta sorprendente
que entre !\lgunni; tumbns pertenecientes a un mismo grupo haya a veces una
cfo;tancin cronológicn de más de veinticinco años; esta ciTcuni;tanda parece
indicar que el recuerdo de los difuntos se perpetuaba en su tumba duTaote
un lnpi;o de tiempo hai;tnnle considerable, Una situación análoga podemos
observnr en Lnurenlimt. donde las tumbas apárecen dispue.c;tas en diferentes
grupo:;, form:rn<.lo :lproximaúamentc círculos, con uno o dos enterramientos
especialmente rico:; en el centro, roclendos de otros más modestos.~
E.c;toi; ejcmpJoi; pueden com;ideran;e precursoras de la tumba de falsa cú-
puln o de cfíniarn. especie de túmulo familiar en el que se depositaban suce-
-
~

liÍVC!s cnterrnmientoi;. Las tumbas de cómnrn se genernfürnron en Etrnrin du-


rante la st-gunda mlti1d del siglo v11. y ahora conocemos también varios casos
c11 el 1..m:io. p•1r tjumplo, en Oi;lcrin dcll'Os:1 y c11 'Jhrrino. ccrcn tJc L1111rcn-
ti11a: cu nmho~ lugnrci; :i;e han clcscuhicrto Lumbns cj,Ue contienen unoi; duce
enlcrrnmicntol\.7 Por lo menos se ha identificado una de esas tumbas de cá-
mara en l;J propín Romn (tu'Olba 125 de la necrópolis del Esquilino). y ort;1s
-
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v:i 1·im: en S::ítrico. entre l:ls que destnca la tu·mba ll (finales del siglo v11). Con-
tcnfo por lo menos cuatro enterramientos y se hnllaba ricamente provistµ de
nrmns. objetos e.le bronce y cerámica de importación, por lo que podrfn aña-
dirse n h1 serie de tumlins principescas del Latlum Vetus.ft
La finnlidad de las tumbns de cámara ern poner de relieve y perpetuar la
solidnric.lud fumilinr. y litt np:trición ha sido considerada como una prueba de
In imporlnncio lf\IC nlcnnrnron en esta 'épocn fns. fnmilíns· patriarcales en sen•
litio lato o estirpe:;. En época histórica la estirpe (gens) era un grupo familiar
de asccnc.lencia pntriline11J cuyo~ miembros (gentiles) nfirmaban c.lescender de
1111 nntcpasado cmmin. E:i;.c anlcpmmdo común, ya ruera real o Ciclicio, que·
dnhn rcílcjado en el !:Ístemn de nomenclatura. Cadn miembro de una gefls te-
nfo this nombres: el nomhre propio o praeT1nmc11 (por ejemplo. Marco, Tito,
Sc'.'<to. etc.) y un nomflrc de fnmilin o 1ro111e11 ¡¡enfilicium, que a veces ndop·
tnhn In forma de p:itron!mico (o sea. por ejemplo, Marcio, ·ncio, Sextío, etc.).
l'odcmoi; nsf compnrnrloli con los nombres de fos clanes escoceses: MacDo-
nnld. MntGrcgor. ele.''
Ln i111porta11cin de lns estirpes en la organización socinl de la lt'11ia pri-
mit iva es objeto de vivo dehate dei;de hace mucho tiempo. Se tr:ata ele uno de
c:ms lcrrcnllS en 'º" que el volumen de la bibliografía especialiuitla es des-
pn1porc:ionmlmnente mayor que los escasos testimonios con los que real-
nlentc contnmoi;. No es posible ni vale la pena analizar nquí en detalle los
mutlcrn:l5 teorfrls c~istcnlcs a este re:i;pecto: baste con bosquejnr brevemen-
te los puntos que rnzonablemente cabe considerar mejor fundados.
En primer lugnr. In instiludón de I& gm.r no era exclusiva de Roma, ni~
quicrn del Lncio. Mucho11 pueblos itálicos contaban también con 8e11te.r. en-
1 t .;.

lrc ellos los c1r1.1scus. cun111 tle111uestrno los inscripciones que prueh:in que In al sur, en Ponlecngnano. Los contenidos de estas tumbas son curiosamente
cosll1111hrc de los tlos nnmhrcs eslnba difundidn por lotlt1 In pcnínsul11. En se- muy parecidos, y deben considerarse parte de una misma serieY ¿Cómo po-
~undn lu~nr. el sislcnm ge111ilicio nbnrcnbn n lodns lns doses sociales. 'füdos demos justific¡¡r su aparición en una zona geográfica tan extensa?
~los ro1rn1110s tic condición lihrc. intlependien1cme111e de su rongn. poseínn un l!n olro 1iempo los arqueólogos estaban convencidos de que esas tumhas
" fic111ilicio. y parece que así cm desde el perí<\do nrcaico. Algunos especinlis- crnn 1lpicnmen1e etruscas. y de que los ejemplos del Lacio y de Campania re-
:ws1ie11L·11 1111e hahrí:1 h11hido u11a épucn en 111 (JUC stilo los pulricios h11- veluhan In presencia e.le i;eñores de la guerra o condotieros etruscos en estas
hrí;111 lc11itl11 estirpe. n l'll In que por lo menos no In lu1hrhl11 tc11ido lns plc- r~·!!.inucs: inch1su en In' ci11dt1<l griega e.Je Cumai;. el descubrimiento <.le una
hcyos: pcrn no existen pr11cl1ns tk ni11g.u11n lle l,lslns dos lesis (que 1111 sm1 .tumha principesca de tipo estnndard se consideró indicio de In presencia de
cx:1cti1111c11lc In miirnrn). E\1 l:1s nhrns m:ís recientes sole111os encontrnr frMes cmigrnnlcs elruscos. '~ Pero esla teoría. que en úhimo tfrmino se basa en la
del siguiente lenor: 1.t pleheii gentes non hahenl» («los plebeyos no lieneo es- iden e.Je que los etruscos eran originarios de Oriente, no sólo es dudosa en sí
1irpc11). pern dichns expresiones. n1111que npnre1.cnn en latín. so1\ clnhorncio- misma (véns;e .mpra. pp. 66-70). sino que además es innecesaria. Los dcseu-

r
ncs 11111dcm11s· y cmcce11 <.le tocln :iu1oridnd 11111i~ua.1 11 hrimientOS tic Decima y otros yacimientos han demostrado que las tumbas
En lcrci!r lugar. sabe111os tiuc la ge11s se cnnvirlió en un rnsgo hicn nrrni- de Preneste no constituyen un cnso singular en el Lecío, y para explícarlas no
l!allo do la csiruclura sodal etrusca a comien~os tlol siglo v11 a.c .. fcch11 <Je 111 hnce falln postulnr la presencia en estos lugares de señores de la guerra e1rus-
111e tluta11 lns primcrns inscripciones con tlos nombres que se hno conservn- cos.1:~ Por liltimo -y este argumen10 además es decisivo-. en la aclualid:-idl
l 1.h1: parn el Lacio, los testimonios tlireclos son un poco mós recientes, pero snhemos que el fenómeno orientnlizantc en Italia rue fruto de In influeucia
ipodemos estar rn1.011ahleme111e sep.uros tlc que la Rt'ns estnhn yn hil'n im~ gl'icp.n. Los ohjcl<ic; encon1nulos 011 lm> ttttnhn!i pri11cipei:c.1s tic F.trurin. el l .11-
_/ pla11lml11 cu 111 rcgitín antes dul aiio 6CKJ, aprw<i111ml;i111c111c. Lo 411c huy que cio y <..:m11p:111ia 1111 son t.li:üi11to!i t.le los que se hnn encontrado en yncimicn-
~ dcsl11cur es que el sistema onom¡ístico típico ele In ge.11.f. se difundió, al pnre- tos griegos de la misma. época. Al fin y al cabo, el fenómeno orienlalizante
\ cer, junio con el proceso de urhnniznci6n. Este te.stimunio se opone a la teo- afectó a Grecia no menos que a Jtalía.
: rh1 tll.!cimo111ínica, pero todavía hien arraigada, según In cual la gens surgió El arte y lil cultura griegas se vieron profundamente inOuidos desde fi-
j como unn orgnni7.aciún 11prcpolítícn,., que se vio tlehilitn<.h1 y ulteriormcnlc nnles del siglo vm por los contactos con Oriente Próximo. Los griegos im-
l eclipsada por 111 npariciún tlel estado. En re111itlatl. los testimonios de los que portnhan arlfculos de lujo de Egipto, Pale"stioa, Siria y Mesopotamin. Se ha
~ isponcmos implicéln juslamenlc lo conlrario. 11 llegado a la conclusión de que ese comercio se canalizaba en buena parte a
Vnle también In pena scñillar 4ue, en los relatos literarios que hablnn Je trnvés de Levante, donde los griegos de Eubea habían establecido una íacto-
In épocn tic R<lmulo. ludo.<; los grandes personiljes pn~een un snlo nomhrc rrn en Al Mina. a orillas del Orontes poco antes del año 80CI n.C. Esle co-
(Nlíinilor. Amulio, Fá11stulo. etc.) , mientras que a partir e.Je In H.t11tlaci611 de mercio ejerció unn iníluencia significa\iva sobre el arte griego, que empezó a
h1ciudnd e11cuu1rumos hahitunhne1\lc el sistema hiuominnl -N11mn Pompi- imitnr los molivos y estilos orientales. La decoración de la cerámica piolada
lin. l losto lfostllio. Metio Curcio. ele.-, por dtnr s6lo uno:\ pocos ejemplos helénica cmpe7.6 a incorporar diseños naturalistas aislados, especialmente
dt lhs 111:i:r; untir,uos. Este rns¡!<I de In 1rotlici1ín pnrccc rcílej11r clarumentc 1111 plrmlns y uninrnlcs CX(Íticos, en htgnr de utili7.nr lns viejos modcl11s gcon·létri-
pmtcso hisl1'11•ic1i ~cnuiiw. un hecho rcnl que tliflcilmcnle cahrín :1trihuir 111 cos. El mfü; i111pnrtn11te <.le los nuevos estilos cerámicos fue el protocorinlio,
i11mr: stílt1 puede signiílenr. como sostiene Jan Oremmcr. que los principnles cuy1111pnrición pode.nos dntar en torno ni año 725 o.C.16
L'lc111c111t1s ilc la ~cycnda de l:i Íllntfaci1\11 c.xistfan yn en In época nrcnicu, d11- En ltnlin el nsunlo se complica debido a que los pueblos nntivos se vie-
t1111d1111uiY.ti inclu"p de In pri111ern 111itnd del siglo v1. '2 roil expuestos ni mismo tiempo al influjo de la cultura orienlnl y al de In cul-
L.:1 ap:iricil>n tic las tumbns tic cámnm n rinnles del siglo v111. el desnrro- turn griega orientalizante. As{ pues. el orie11talizante itálico es una mezcla de
llt1 de lm: cstruclurns gC<nlilicins. y In concentración de la riqucw en mnnos de ínílucncias di recias e indirectas, que estimularon la imitación locnl de los es-
1111:1 d ust• tlirí~cnlc constiluycn el mllrco en el que se inscrihe un imporlnnlc lilos orieolRI ~griego orientali7.nnle (por ejemplo. con el tlesarrollo de las ce-
11111vi111limtn c11ll11rnl que los :ir4ueólugos hnn dadu en lln111ur ..orie111111i7.nn- rámicai; i.celrusco·corintla» e •Hnlo-corintia»).17 En cualquier caso, t\o hace
ll'I" Los ksli11w11ios m;Ís 1101ahlc¡; corresrontlcn a los ohjetos de lujo CllC(ll\- fnlla buscar una explicación del camhlo al margen de los propios griegos: el
lrndns l' ll las ll1111hns prlndpcscm; e.Je Prencsle. Decima y otros lugares del comercio que pu<.liera existir entre Italia y Oriente Próximo prohable1nen-
1.acio. 1~sl :tS r1111111sas l11mhas tienen sus equivnlentes en otros p1tolos de In te era llevo<lo n cnbo po'r mercaderes griegos, al menos en primera instancia.
llnlia lin•t nkil. pm 1.•jcmpln en Ve111lo11in. Tnrquinin y Cere. F.11 pnrricular Ln cuestitín de si existieron o no contactos directos entre la población itálíca
la fal11lh1i-::1 l11mha l~c¡toli11i- tialussi de Cere coutcnln uhjetos oricntnliznnles nnlivn y los fenicios durante el período orienlalizanle sigue siendo dudosa
llHIV si111ila1'1.'l\ a lrn; dt>st:11hic1·1os c111il 1uinhn Bcrnnr<.lini de Prcnesle. Tam· (vénsc .wprn. p. 95). Sea como Cuere, es evidente que la llegada de los grie- 1
bié.;1 1c111•mos a11.·i;tir..11atl:1~ lllmhui> principescas en C'nmrnnin. e incht~o nuís grn; a ltnlin íue decisivn y provocó toda una revolución cultural.
ll,l~ onfrmNf.S ''" ROMA í.L N1\CIMl!ZNTO DE Lt\ CIUDAD-ESTADO 115
.1

nristocrálico. No podemos tei:ier la seguridad de si el conlnclo con las co·-


L1\ l'Ol.tlNl7.1\tl!iN ctKIE(i,\ Y SUS CoNSF.CUí:NClAS lonim; griegns fue I;, cnma de In estratificación social y de la aparición de
In nrislocrncia en· ltnlia, o de si simplemente aceleró un proceso que habría
El primt•r nscntnn1ienlo griego en Jlnlin se cstahlccith:n l;i isln de lschin, ncnhndo por producir.;e de cualquier íormn.22 Deberlamos recordar, por
sil1tatla l'n el c~lrcmo Sl'pknlrie>nnl del ~olío e.le N:il'olcs. Los 11111 íguos In lla- ejemplo. que In estructurn gcntilicin de los arislócratns itálicos constituye un
nrnhan l'ilcrusa n Enarin. 1\l1f unos :1vcn1Urctus cllhl·os cstnhltdcron llil rm:gn que no compnrtfnn con 'loi; griegos. Sin embargo, no cnbc duda de que) -·~ G
:iscnll1111ic111ll pcr1m1ncnlc en hmm ni riño 7711 n.C'. llnn gcncrricitln ~lc:;p11és In inílucncia griegn fue muy importante a In hora de configurar In sodednd
lwhia :;ut~i<lo unn comuni<fo<l ílorccicnte. de<licm.la ni comercio con los puc- nristocrálicn de Italia. y de proporcionarle un modelo cultural con el que ~
hlos nnlivrn; úcl conlincnte. Los arqueólogos hM excavado millares úe tum- identificarse.
hm; pcrtenecif.'nlc:; íl c.<;e nsentnmiento. y han podido reconslruir un vivaz La aristocracia de la Grecia arcaica, como ha demostrado en particular
. E-
cm1dro de su \'ÍÚa cotidi:m;,.1K No cnhc dud;, de que el princip;,l motivo ue es- Oswyn Murrny. se cnrnclerizabn por sus manifestaciones culturales y su
li11,kn·r :illi la colonia Í\!l' In lnisqucdn de metnles. uc In~ cu:iles hahfn gr:in dc- modo de vida. L:i pertenencia a In clase noble era una cuestión de rango y de
11\tlllda en lodo el m\lntlo griego. Elruria era un importaolf11imo productor honor. e iba asociada a una serie de valores y actividades bien definidos. Los
de 1.:ohrc y ci;lniiu. que se onct1enlrn íiícilmenle en el monte Ami:iln. los mnn- aristócratas griegos alcnnzabnn su posición de honra porque la heredaban o
lcs lle In ·1¡11rn y. i;ohre lodo. en la comarca denominntln Colinns Mctalffcra:o;: porque ostentaban cierta preeminencia. especinlmente en la guerra. La sim-
por nlrn pof'lc. el hierro nh11nd11 en In ii;la de Elhn. LMi cxc:ivnciones reali7.é1- ple rlquc7.a (condición .~inc q11n mm. por supuesto) era menos importante
1h1s L'll l'ilL'l'ttsa 111111 l'C\'l'ladtt la c:di;tcnd:1 tk fnnclidnm::; ele ltit•rro y clc l'tli· l lllC fni< llH'llios fllll' lttS <f1IC Sl' 11lcnt1Y.:thll 11 C11 lns <lllC l;C ¡:?.llSlllha. ni f1/1n.t nris-
rid11~ dc:llkatl11:; a lu cluhor:td1i11 <le (ns t11e1nlcs. ''' 1\ICfiÍltcCl cxigfn un gaslu 11olal>le y un estilo <le vidn llamativo. El honor y el
f""" Lo~ historintlores se mucstrnn indecisos a In horn de.determinar si el po- prestigio se reafirmaban a través del mutuo reconocimiento y de una inte-
C hlodo <le Pilccusn <lche considcnm;e una colonia (apoikfa) ·o simplemente racción con::;lanle. Entre esos mecanismos de aíirmación ·ocupaban un pnpel
11110 fnclorfn (t!m¡ukirm) de Euhen: pero Dnvitl Ridgwny hn defendido tilli- primordíal el banquete. la hospilalidad y el inl«:rcambio de regalos.13
mamenle In lc:i;is tic 1p1c el :isc11lnmicnlo tiene rnsgm de una y de otra, y nd- Nucslrn princip11I fuente de informnción acerca de l11s arislocracins grie-
vicnc n sus leclorei; que nn llchcn preocupnr:;e demnsim.lo por establecer una gns ei; Homero. La /lírula y 111 Odisea. compuestas a Cínales del siglo vm a.C.,
disli11ci1í11 que pruhnhlemcnte llo importnha lo más mínimo n sus hnbilan- nos ofrecen una animada imagen de la vida colidí;,na de los héroes, basada
- ~ lci-.1 0 En cu;1lquicr cm;o. Pitecwm prepnt<Í el cnmino de In coloni7.adón ~rie- en pnrle ni menoi; en lo que constituía el mundo de la época, El ambiente so-
.r gn en el Mcditcrr;inco 11ccidc111:1I. prnccso que i;upuso nlp.o.nuis c¡uc h1 mern cinl de ltt:i. héroes quedn rclrntntlo con su~m nitide1., y ha proporcionado a los
nvcnt11r.i co111crcfol. Los griegos q11c pnrlicipnron en el 11im1imicnto colo11i- hlslmlndores nctunlcs In oportunid:id de efectunr un análisis sociológico bas·
utdur ht1m1hnn unn vi<ln mejor. Al igunl que los colonos grnnjcrm del si- tnnle nmplio.t~ Señafaremos aquí brevemente algunos de los descubrimien-
p.lo :<1:<. inh:111aro11 crcnr unn vcrsilin mcjornlln de la socie<lnd que hnhfnn dc- tos renli7..ido:i; por In:; modernas investigaciones que tienen importancia para
j;11in lrni; lle 11L en 1111111cdi11 en el que. la licrrn ern 11h1111d;inlc y en d l(llC pu- el lema que ahnrn nos ucup:1.
l t ~í:ln :ikí1117.ar un nivel de vitln inimnginahle c11 sus pníses <le origen. víclimM Los héroes de Homero vivfon en un mundo competitivo en el que la
\.:.!,;. 1:1 supcrpohlncil>n y l:i pohrcnn.1' homn per:i;o1rnl (limi) constilufa el principal objetivo. Esa honrn éitig(a del
Míis <• 111c1ms unn genetncil'ín tle,'lpués <le In llegndn de los prin1crus grie- indi\'iduo la continua oslenlnción de la propia generosidad a la hora de re-
p.rn; 11 l'itt:cusn. se hahfa estnhlccítlo unn cqlonin en tod;, regla en Cumas. en lncionnr!ie con sus igunles. El bnnquete entre' varones constituye una activJ-
111 1.'mla wdna del continente. Ln 11\ICVll rund:rdón ílurecitl y pronto i;upcr{¡ dnd importnnle úe los poemas épicos, que ocupaba buena p:irte del tiempo
a su prctlccl'st1rn; r:ípidnmcnlc siguieron i;us pllliOS lnt:i multitud de nuevai; de lc¡s héroes y consumía casi lodos los recursos que les proporcionaba su
colnnias. ~·i;1ahlccítlni; por totln In cosln (,)el sur úe lt;1lia y de Sidlin. En el :i;i-
J!ln v d sur tic Italia ¡;e den11minnhn yn Mng11n Grcci:i (Me.~ñlii Hellrís). Lm;
excedente. Pero a tr:ivés de esa generosidad oblen!an apoyos en la guerra
y en lns i11c11r.;iones prednlorias, que ll's permitían volver a llenar sus de-
........-....
col1111ias )!riegas ukani',aron una grnn proi;peridnu. y unn tic efü1s. Sfbnrii;. 11e posítos de riquer.a y reafirmar su estatus personal. Los héroes mantenían
l:\tnvirlití en si111inimo lle lujo y <1pulenciii. · ndcm:ís una amplia red de contactos y obligaciones. En el mundo homéri-
b1 ll c!~m la tic 111~ )!ricr.n~ n 1tnli<1 lUV('I prc•funúas rcrercusione~ i;obrc In co se dn un;i movili<lnd bai;tante considernble; Ulises no es el único que via-
villa -:orial. l'rnnt'1mic-a y-culturnl de los pi1chloi; n111ivo11. Ln hclcní7.nción de j;i. La movilidad ern posible gracias a In existencia de la hospitalidnd, que
Etntrin. d 1~ •do y ( ·:1111panh1 comcn¡r,lf en el siglo \'lfl y ejerció unn. inrluen- imponla ni héroe la obligación sagrada de ofrecer su hospi tallda~ a lodo in-
cin ruml;1111l·•1l ;1I i;ulm· loi; c11111hi11s cs1ructurnki; que :;;e produjeron clurnntc
el pctf11tlu uricnlnlírnnk. y en ei-pecinl :i;obre la íornmción del ordem1mientu
j. dividuo de su clase que [uera a visitarle. La red se reafüróaba a lravés del
intercambio de regalo:r>. que confería honra a una y otra parle. y suponfa ·
J
11 (l 1.os ORIC:F.NF.$ DE ROMJ\, EL f'IACIMIENTO OE LA CIUDAD·l!Sl'ADO 1JI

111111 cxprcsiti11 malerinl de 111 rclnci6n y In ohligación tlcrsonnl existente c:n- quiera que vnyan. independientemente de que sus Míltrlones sean griegos,
lrc lus individ uo.'i.:z.~ lroynoos. licic1s. sidunios o f.enicios. Las leyes de la hospitalidad son univer-
L.<.>s hicncs muebles. que 1>o<lfnn ndquirirse en la gucrrn o o lrnvés <lel ín- snlcs, Si hien es cierto 41ue son desohedecidas por el Cíclope, se trata de un
lcrcnmhio de re~:ilos. se componí~n en buem1 p:irtc Lle nrlfcul~1s de lujo y de pcrsonnje completnmente al margen del común de los mortales. que desde
prcsligio, espccinlmente objelos de metal. Oro y pinta. hierro y bronce: lo<los ruego desconocín tns normas más elementales de cornportamjen to. Es la ex-
estos mctnlcs llennhnn loi; nlmncenes de los hémc:; homéricos. y n ello:; rc- ccpcMn que coníimui In regla.n
currín11 cun11tlo nccciiilnhnn hacer rcgnlos. Por lo ,~cnern l. estntmn elnhorndos No c:i hé du<.ln de que ln!i redes de obligación y hospitalidad eran el nexo
en í11r111n Lle lrí¡m<.les, cuentos. cnlderos, nrmaduras o nrmns. Ellos ohjelos que unrn u los tíri.f toi de lns colonias griegas con sus iguales nativos, y que la
11pnrc11tcmcnte funcionnles no cstabnn hechos parn se.r usndos, sino pnra ser
cxhihidns. El valor si01h6lic11 y el prestigio de esos ohje1w: n11n1enlnhn cunn-
-1 circulnción de liienes de prestigio pot llalia hubo de producirse por medio
del il\lercnmhio de regaloi;. Esto conclusión parece verse corroborada por llls
Jn cra11 rnrns 11 lc11ian un uholcngu c¡uc los hudn iu•crcsunt cs. oin!icripciu11cs de rc:~ato .. que podemos ohscl'\lnr en numerosos objetos en-
e<1ntrucJos en lns lumhns etruscas del siglo vi.JA Aunque se ha puesto en tela
..¡oh 'lclé111nro! l1lin· llft11!'111ol 24:11)1, el ~poi;o h'11on1~ tlu l lcrn, tle juicio el valor de estos leiaimonios, podemos tener por segura la realidad
le ~ullCCÚ!I el regreso l(UC 111 tn tu.' ct1lfañ:l!l 111u;Jni¡; efectiva del intercnmbio de regalos en la sociedad aristocrática de la llalia ti-
11oy n t.lnrte l:i joyn 111ñ.~ l\clln y mÁs rica en1re 1ot.las rrcnn.
c:imnln.~ gu;1rt.lo y co11i1ervo en mi cosa. Será unn cratcra Igualmente seguro es que los bnnquetes y simposios constituían un ele-
,re c!l111crad11 lnlto r. lknc el CllCl'flil forjMltt di! plnl n mc1110 impurl:mtc ele la vitla i:uthlllum lle los crri:lllus 1111hiti111'ios. l .os ohjt..' -
111J 11 el y 1111 remole du hurJc!I Je lll'O. 'l ruhnjo los tic ccrl\micu que inundall tontos tumbos principescas jlálicas no son mera
ei; ucl lnclllo llcícslo; cntrcgomcla r:~Jiino el prócer,
41uincnllerfa vieja, sino que pertenecen a i.ln tipo específico de • ulensiJios
114uel rey t.lc Sldón que me tuvo nlbergndo 1e11 sus cosns
cunnt.lo vine t.le vuelta hncin nci\, pero tlMtela quiero,., simposfocos», er.tre los que se encuenlrnn numerosos recipientes ulilizados
en Jos banquetes y simposios. Dichas ceremonia'S se celebrnban no sólo en los
01/i.ft't1, XV.11 1-l lIJ r1111emles. como cnhrín ~ uponer por el contexto en que han sido descubiertos. ~·
También se han enconlrndo recie nlemente fragmentos de una vojilla deban-
Nn es preciso hacer hineapi~ en la retcvanc:ia de Homero pnra el tema que1e completn entre los escombros de una mansión aristocrática de Ficann
que 110~ ocurn. Si queremos cncontrnr un contexto socinl parn cxrticnr lns (figura 11). pruehil inequ(voca de que el banquete formnha parte de la vi<ln
1u111hns principescos tle In llnlio c:c11lral. no nccci;itnmos h11scnr rucrn tlcl cotii.linna t.lc In nohlczn tatinn.1" Respet;'to al origen <.le estn costumbre. se ha
11\untlíl du Uliscs. No se tr11111 sólo de unn comparnciéln perfcctnmente nde- señnlado que muchos pr~st amos griegos del etrusco son l~ r minos ttcnicos
c1111cJ11. sino que ntlcmñs co11stltuye el modelo que nlloptaron en lodo mo- que designnn recipientes y vasos (por ejemplo, o$k6s. kylí:r, 6/pi, /¿kyt/1os.
111c11t11 las nrislocrnciM itálicos. etc.). <¡uc vienen n confirmnr que el hnnquete. rasgo sohresnlicnte de In cul-
Ll•s tcsti!llonios son incqtt(vucm;. L11s lu111h: 1s prinripci;cus de Elruri:i, el
1
hsru etrusca del período 11rc11ico, se inspirt.'1 en moi.lclu.'i griogni;.•111
l. 11cio y Campnnín conllencn tesor<>s que no lmhrfn <lesrrccindo el más or- Por último. hoy din podemos níirmar que las propias tumbas pripcipe';':l
!lllllt1so héroe homérico. Los objetos en ellns gunrdiu.los son de 1111 lipo sor- cos fueron modcladns n pnrtir de prototipos griegos, y que la paradójica cos-
1wc11tlenlemf'-11le u11iío1·mc.11un4uc los enterru111ie111os se hnllnn tliseminmlos tumbre cJe hacér ostentnci6o tle lo propia riqueza en la poinpa de los rune-
¡'1111· 1111 :írcn v:lslísjma que ntroviesn diversos fronteros llngUfsticns y étnicas. rnles se inspiró en el ejemplo de los dristoi griegos. La rica tumba de Fondo
L11 pmccdcncin tHtinm de esos tesoros varía enormemente, pero codas las Arl¡aco, en Cumas. excavada a comienzos de este siglo. ha sido datada últi-
1L1111h:is pri11cipc:;cm; tienen Cll COO\ Ull el OlÍSnnO «eclecticismo jn1ernncio- mamente en e 720 a.c. y podemos decir con toda seguridad que es la más an-
lllll.,/1• l'mlc111os co11si<.lerur, r ues. que son In expresión mnteri11l tle una cul- tiguo de la numerosa serie de tumbas pñ ncipescas de h a.lía. O tras excava-
111r:1 coml111 (o koi11f. por cmple11r et término erudito). crentln por In fre· ciones llevn<.lns a cnho recientemente en Eretria, en In isla de Eubea, h:rn
cuc11lc i111crnccilín tlc inclivi<luoi; y grupos aristocráticos. sncado a ta luz. seis tumbas de un estilo muy parecido al de aq u ~lla, demo:_}
S:ihl'llll)!: que en Ja llalla cenlrnl existía en aquclln épocn una enorme trílndose nsf que sus orígenes <.lehemos buscarlos en Orecin ..ll
1novilidml en los cslrntos socinlcs mfü; elr!vn<.los (v&.1sc 111/m. p. 191). Los 1cs- Asl pues. la lleg11dn de los griegos provocó una setic de camhlos muy pro~
li111t1ni11s i111plirnn t¡uc e l rnng.o socinl gm:nlln die un rcco11ocimicnlo inlcrnn- íuncfos en los h1lhitos socintes de In llnlia tirrena a ítnalcs del siglo v111 11.C.
clon:il. y c¡11c 111.~ ;1ris1tkrntns pni.llun moverse lihremenlc de 11011 com nnidntl Pern eso no fue mfís que el iirincipio. En adelante, el helenismo se converti-
n olrn sin all: ndcr :1 \\arrcr:ii; étnicus o lin~Jlfsl i<:tis. Del mi~mo modo. los hé- rin en unn influencia que llegaría a todos los niveles, en el factor más impor-
1ncs 1lc 1lumeru cS('t·n111 gn't nt' tll4 In hnspilalitl:uJ y recibir los regnlos do- t:inte de los cambios y la evolución de líl historia de Roma (y Je Italia). De


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111n111c.:11111 yn hemos scilnlnt.lo sus repercusiones en el Cl'lilo Je viJn y el Mio.v 1


de In nrislocracin. Pero n I<' lnrg.o t.lcl período arcnico. l:is illens gricgns 11ícc-
t:1ríu11 n Indos los ni;pec1us vitnles en to<los los niveles de In 11ocied11t.I. El nrtc,
l:l nr<1uitcc1111n y In rcligic'in c111pc1..1ro11 yn n trn11i;fon11nrse durn111c el perfo- 1
cln urie111nli1.nole. Pero el c:1111hio mtís proínn<lo se prot.luciría en In c.~fcrn po·
Hlicn tl11r:1nlc In segun<ln 111i1nt.1 Llcl siglo v11. fae cnn1hio scrrn la íormacitin t.le
1
( 1
In ciudn<l-estnt.lo.
1

LA Ul!ll/\Nl7,/\CllÍN
ll1111 <le lo.~ sigmu; m1ls l1111mr1n111cs c..lel des:irrollo <le lns ciudat.lcs-cstntlo
tic la llalin ccnlntl ..:11 el c11111hi11 que pmlcmw; uh.-.crvar en el uspccln ílsicu lle
lrn; ui;c11la111ic11111s. Fue este 1111 proccim lar~o y pnulntinu que sc inicí<í 11 c1 1-
111ic117.11s <le la Ellncl tlcl Hierw (siglos 1x-v111 a.C.). cuant.lu el si:itemn cJe pc-
q11ci\11s pnhl:cdrn; sillmJos en tu cimn tle las colinas e111pe7.ó n uniflcnrse y dnr
pllSll 11 gn111de¡; llNCl110tl1ÍCtlllll' llllclCaíCS. El ÍCllllltlenll clClllllllillUliO upft1fll ·
urbano» se cncuenLrn c~pecinlmentc bien docunu:nt~1c..lo e11 lu Etruriu mc-
ridionnl. En Tnrc¡uinin, por ejemplo, unos cuantos pequeños pohlados de
chozns, scp11rndos unos e.Je otros por una distancia de unos pocos kilómetros.
provisto cndn 11110 de unn o vnrins necrópolis, dieron paso n lo largo Jet si- Pmu1v. 12. Cervcterl. necrópolis de 111 Bnnditaccia.
glo v111 11 un único centro nuclc:ir en In llnmac..la mcseln de Civitn; micntrns
lnnln, lus ccmc111erios nislnt.los de las nlLleas fueron reemplazados por una
únicn nccr(lpolis general sltundn en el vecino cerro de Monlerozzi. Y pode· lns proximit.lades de Siena, y la de Acquarossa, al sur del lago de Bolsena." El
mus ras1rcn r unn ev1lluci<'in pnrecit.ln en Ce re y Veyes.. Jl descuhrimiento de ei;tos lugares hnce unos 1rcin1a anos más o menos supuso
En l'I Lncio lu silUncit'ln nn csld t:m dnm. pero C.'\ prohuhlc que 111111hié11 Inda Ullil :mrprcsn. y IOtlavfn 110!1 rcsullu tliCfcit U('írecitlr plenu111c11le su signi-
ni111i se prudujcrn un proceso similar. con el de.<>arrullu de pul>l11t.los caneen· ficación. J\mhos complejos palaciales f~eron reconstruidos en el siglo v1 a.C.
traúos en luttnres ocu¡lndos hnsta enlonces por aldeas nislndni;. Así pnrcce y tlccornüos con hermosns lerrncotns ílrquitcctónicns; pero sus predeceso-
4111c ocurriti cu Ron111 n finnlcs cJc In fase l IR (comienwi; t.lel si1tlo v111 n.C.). rci; tlel si11.Jo vu, aunque c.~nsnmentc :\lesliguados, reprcl\enlnn los primeros
1111 poco c..IL'SflUés c11 { iuhíoi; (p1 uh:ih~cmcn tc t.lc:ipué.<1 lle 7511). y qui'IJÍ 1:1111- ejcmplni; lle 11r411ilccturn n1e11111111cnt:il rculií'Jttln cun mnlcrinlcs no pcrccctlc-
hién c11 otros centros como L:1vi11io. Ar<lea y Ando. aunque en estos lur.urcs ru.c; que hnn salido a la luz. en Etruria. Ambos lugares, podemos afirmar, íue-
11111111 el prnccsc1 en si comn In fcclw en que se produjo siguen siendo cc111jc- mu ilcstrnidos violcnlnmente t.lurnnte l:i.' llhlmns décallas t.lel siglo vi, vícti-
111rak~ 1.1 '.11 l'SlíllClllm t.lc l'StllS flllhlndos nucleares r('lllllta úiífcil t.lc lmngi- nms <le lu ngit11ci611 políticn c¡ue R11ol6 a la llolia centrnl en esta época (véase
11:11 : 111J1, 1•1111,• l''''"-·11111s arirmar es <1uc. :1 j111:!!ar por los ll'l'limunius <füp11- i11/rn, p. 341 ).
11ihles h;1sl11 el 111m11c111n, cs1ah11n formados por gr.lile.Je., concentrnciones úc En los príncipnles cc~trus de roblaciün el desarrollo cJc. una arquitectu-)
rah11íia~. i;i11 que cxistnn sil!.IUIS evidentes e.Je plnniricación u tlrgnniznción lor· ro monumental en matenales no perecederos y de una plan1ricoción urbana
111111 dd cspndu. se proc..lujo un poco más tnrdc, durante In segunda mitad del siglo vu a.c. Fue
l lnslu 111cdiudns del i<ig.lo v11 n.C. no empiezan a hacerse pal cn lc~ los cam· tnmhién por entonces cuando empezaron a aparecer las grandes necrópolis
1 hi11::. Hn ese 11111111cnl(1111 11ncic11te elite nristocrfílicn empez.ú n hnccr ostento·
chin <k· !W 1·i1111cr.n y s11 prestigio con In construcción de lumhns de c~nrnra
plnni~cnd~s. La má0nm<?~ª ~~ cll~s es In de Cere. cuyo ce menterio de
~·-~rn: ~_l gue m:ís se 9prgxJ!110 ~ !n ~e~1~i.~!~.n, d~...~~iµ~¡i~ ~e 1~~ m~~~­
191
111111111111c11lnlc~. ru111111atlas por lt'11m1lns gignntcscos y situn<las mnjci;1umn- tuii», cmp~!-<~ l!J~_van1;irs~ e.n tos nñ.o~ inmcd1olomen1e nnteriorc;s ¡¡f 600 ·a.C. 1
1m·11tl· h:jrn; de In:; 11cc1·1\poli~ g.cncni lcs, n mcnuún n In lnrgu de In pri11cip11l (ligurn 12). El otro ejemplo íamoRo úe necrópolis • urhnnizndn.. , el cemenle-
vf11 Lk t1l'C\'i<11 11l 111'c11tnmicnl11.·'• Una 1111vcdml 11ú11 mñs 11ntnhlc es 111 que su- rio cJe Croccfisso del Tufo, en Volsinii (le moderno Orvieto), data del siglo v1.
p111u• la 111m1·ki1í11 en l~ trurin lle p11l11ci11s 111onu111c11l:1lc.s o ..casn~ sulnrieg.n.~" Pero es en Roma donde tenemos los tcslimonios más claros y más aniil
1·11 d 1·11111p11, !:11 l1111rt1111lill11cl L'e11111cc111os dos ejc111pl11!{, l:i villu tic Murln. en guos t.le Jc.c;arrollo orhano dentro de la propia 2.0n11 habitRdn. Los tesrimo-
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122 EL NACI MIENTO DE t.A CIUOAD· ESTAOO 123 .-
nio:; nrc111c11lci~icu:; :;ig11c11 c:;tnntlu ha:;lnnte <lii;per.;o:;. pern en In nrlunlidnd
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lc11c111n!I 'ittlicicntc:; d11to:; rnro oírccc r unn imnp.cn c:;quc1111itico de la noln-
hle lrn11d11rmnción que liC produjo n finales del período oricntnli7.0lllC. El
~cr .:~i&"!' J:f'!.niJ~l ~~ !!~!'.i.it~ Jltflclujo n nJt;Jindu:< ilcl :;ir,ln v11 n.C.:
~ CJl!l,@\1. ~~~ c.:;t~aO.~~ ~1tun«:Jn;;_~1 lni; .•nmet.lincinr\c.c; ch! In lla111nt.ln Vln St1cr:i ~:
-H _...· el E.111111~ Do111llinni fueron tlcñtolídns y en su lugnr qucd6 un:> es¡iccic Je
w l:lr. 111 Ac ur C'ill1VO el l!!.$!~'.§J~· Unoi; :iiios m:l,; tordc. q11i1:i en lorno ni
fi3ñ:t'.. :;e rcmwc el pnvm1c11ln y en e:;tn ocac;iún i;c C:\tendiú h:>ciot el nnro-
c:-tc con el fin de dnr cobidn ni Comicio.)1 Apro:<imntlnmente de c:;n mismn
épocn t.lntnn los primeros le:;limonios que tenemos e.Je cnsn:; constnciiln,. con
n1ntcrinlc:; 110 perecedero:;. de piedm y con techumbre:; de lejn: lo.'i mntcrin-
l ~~ en cucMión hnn i'iido enco11trnt.lm en l:i Velin. Los edificio:; nnl\logoi; del
1
i..:.:lln1i1111 dntnn de comienwl'i del s,iglo v!· · ·--- .... •
El cdiricin púhlico mñs nntiguc> t111e se hn itJentificndo hni11n In fecho ei; In
l~e[tin . mÍ!ilerio11n co11!itrt1cci1ín :;itundn en el extremo oriental del Foro, CJUe
en épocn rc:puhlicnnn ern un snntunrio de Marte y Ops Conslvo, pem que en
tiempo:; e.le lo:i1 rcyc!i prohnhlc111enlc formorn pnrlc de un complejo mñs µrnn.
de en el llllc rcsidfo el tll(lnurc;1. Esln i11tcrprctnci1ío. m:ordc c1111 lo lrndicitin
li lcrnrin (por ejc111plo. el dicdnnnrio de Pnulo-Festo. en el nrtfculo i< Rcgln,.
dice:: .. rci;idencin t.lcl rcy11 ), i:c ve respaldada J10r In compnrnci,in cnn los pn·
lncin" Je Murln y Acqunro~"ª· con lo:; que l:i Regiíl presenta nlgunn!i i;imili-
1111.Jcs ( vénsc itrfl'fl. pp. 2~2-2~3 ).
l:n In ulrn puntíl del roro se levuntó nn edificio en el extremo norte del
Ct1111kiu. t111e llnln del :ulo (100 n.C.. nprmümadnmenlc: hn siclo ídentil'icndo
tic 111111lu hnc;tnntc rl:mlilhlr con In Curin Hmtilia. el primer pnlncio del Se-
1mdo. que lil lrailici1'111 :itrihuyc n ·n1111 Hui:lilio (de ahf "º nt1111hrcJ."' 1lncin
."XII n.C f11c r~c:;lruclurndo el Comicio. coni>troyénd<r.>e en !ill pnrle meridio-
1nl 11n snnt11nrio 111onumcntnl. En 1~99 Oincomo Ooni dcscuhrii."1 lo!i rc:;to~
tkl 1m111unrio si111nclo llchajo Je un pnvimento de mármol negro. que evide11-
tc11u.:11h: crn In "l'ic.:Jrn Nc{?r:i del Comido.. mencionndn en fni; fuente." nnti-
¡!llllli (Fcsto p. llW L; "nip.cr Lnpi~ in C"umitio•). El i;antunrio conlcnfn un nl-
lar. la parte: inferior tic unn cnlumnn (que or1r.innrinmcntc qui7.I\ so~luvicrn f'111u1M 13. Sontunrio del Nigcr Lnri~: inscripción 11rc1icn.
1111:1 l'st:itun ). y 1111 1rcwo th: 1111 hloquc de piccJrn con unn i11scripci1i11 en lnlfn
nrcaic:11 ( ri~urn IJ ). 1311 In étmcn de 1>U tlc!icubri111ic11h1 cnu~<i grnn 1ic11:;:ici1in
p11Hfl1l' en clln aparccín 111 pnlahrn r<'<'ri (= rcgi en lntín cl:t~ico. dativo de rC',I'. h:l nlgunn en dicho 1'ilio: n<lcm:ís Iris diversns leyendns dnn h entender que eJ
iocy-· ) v. pnr In tan In, vino n turhnr n h1i; tlcfcnsorei; tic In lcorín. ~n 1011ccl" cuerpo de Rúmulo dcsnpnreció y. por lo tnnto, no hobrfn pocJido existir nin-
11111\' \'JI h11!!,i1. tic que In 111011nrqur11 mm1111n cm un 111il11. ,., gunn tu111hn :rnyn.J1 Oui;lÍt lo que qui:;iern decir V11rró11 es que se trntnha de
l1 11l1·1•1·11.li1·1111·11w••lt• tl1· 1,, '""' 1liil•r:> ,.1 lr\'ll' r!•r '•' clc-"•:4~ !=''''!"f:!f"l:""I · un cenotafio o "heroon ... Otrn!i fuentes lo describen nn como su tumba, sino
I \' 111\111l:1d11 la p:u l e l·1111.;1:1·111du rcsultn summncnte cJiffdl J e interpretar. y como el lugM en el que Rómulo encontró Ja muerte.•1 En cul\nto a la famo-
C!I f'l'Slll N1'1f11 p11t•cl c l'CC'l lll~lru i r:;c tnctJinntc wnjclllríl:O:-. lo:o; e~t udiO!'í mn~ rC· i;a h1scripción. probablemenle son In n1lsmo mcncionodn por Dionisio de Ha-
dc:11l c!I lla111.:h11 lfkml11 el :;i~11 i fü:ncJo cJcl C<1ntcxt11 mnnumcn l nl.~' Se trntn cJcl lic.:nrnnso (1 L4.'.i.2). quien nfirmn que Rómulo dedicó una estatuo suya a He-
i;:111111:11 i11 qlll" 111~ n1111111111~ tlt-nnminnhnn Volcnnnl (esto cs. templo de Vulcn- íesto (esto es. Vulcnno) y que colocó unn inscripdón «Cn cnrncteres griegos"
11P), tl•l:1l·i1111acl. • I'"' dill·~1·~ cnmJuclns con In figurn de R6rnuln. AIL?un;i:o; (esto es, en ;'llíaheto arcnico) relntnndo sus gestns.
r\1c11f1,•<; Í\'11111; dl;io;, al pnrcctr. \'¡lír<lll) crdnn 411c crn ln lumhn del r1111dndor Un l.lepíisilo votivo cncontrnt.lo dehnjo del Nigcr L.ipis conliene male-
"'' In' imlad l·i.ll' hcd111 l l'"t11l:1 l•:1i-ta11lc nlraiio pcir rn1111l111111 c-;i~tc 111n1- ri:1lc.<; que i;c rcmontnn n In primcrn mitnt.I del :;iglo v1, y nos proporcionnn
prnchas de la funtfoción del culto. Tenemos nsí un fragmento de crnlera (gran pilban las árens céntricas <le la ciudad, que a medida que rue progresando, se
rcciric11te parn mc.-.clnr) á1i.c11 de figurns negras en el que npnrcce el dios vio ndornndn de edificios públicos cada vez mñs grandes y elegantes. Muchos
p.ricp.o l ldcsto de regreso éll Olimpo y que pertenecen c. 570-550 a.C. (vén· e.Je esos cc.Jificios pusnf<ln por diversas etapas de construcción a lo largo del
se i11fn1. p. 1<JR).~·' siglo v1 11.C. lfacin el nñt\ S(JO a.c. Roma debía de ser uno de los lugares más
Los dcr()i;itos votivos com;li tuyen un:i importa11lc fuente de iníormncili11 suntuosos del Mediterráneo occidentnl, una ciudad cuya apariencia ííslca e:i·
pura todo este perímlo, Nos proporcionnn testimonios. por ejemplo, de la nc- lnhn en consonnncia con su cnrácler Je eslado más poderoso de la Italia cen~
1ivitlml cullunl e:xii;tenlc en el emplnz.1111icnlo t.lcl templo de Vestn. rícrtos 1rnl ( vénsc i11(m. pp. 237-254).
objclos e11co111rnc.Jos en un p07.0 podrían relacionarse con la nctividnd cultual Este cuadro general se ha visto confirmado recientemente por las exca-
de l11s vcstnles. El primer edificio construido en este lugM dntn de c. 560 n.C.0 vnciones que vienen renlizándose desde mediados de los anos ochenta en la
L<is deptisito~ \'Olivos del Cnpitolio y el Quirinnl correspont.lien tes a esln lnc.Jern norte del Pnlatino. Los descubrimientos que se han hecho todavía no
épocn atestiguao asimismo la nclividnd cultual existente en estos dos lugn- hnn sic.Jo publicados, y los breves informes que han aparecido hasta la lecha
res.j-' En el roro Bourio íueron demolidas a rinules de! siglo v11 unas cabaiins sólo ofrecen wnn serie de indicaciones genéricas de lo que se ha descubier-
que datnh1111 del 'VIII y ell su lu ~tH f'uc fund odo un snn luilrio antes del aiio 6110. lo.j1 Parece seguro, i;in embargo, que a finales del siglo vi a.e esta parle de
A c.c;ta épocn pcrkncccn 11um1.wwms rc¡¡los sacrificialcs y 111111 grnn cnntitlntl In ciudm.l hnhfn sido rcorganiwdn y se habían construido uno serie de grnn·
de frngmcnlos e.Je cerámica e.Je ilnporlación, griego y etrusca. Entre cslos oh- des residencias pnrticulares. cuyas enlradas daban 11 la Vía Sacra. Por lo me-
jclns se encucutrnn además dos inscripciOlles e1ruscns. ~" En este lugar se nos hnn sido ic.Jentificadns cuatro de estas casas arcaicas de piedra. y se ha pu-
l'011str11~11í un 1cmpto en el i:c~umln cuartn del si¡tlu v1. 1leslruidn 11prnxi111a- hlie111t11 llll:t cli.:st·ripd1í11 :sumaria de 111111 1.lc dlns. 1.ns ptn1111s í11tlln1t1 1111t· i><'
dn111cnlc urw gcncrnción t.lcspués y pnslcrimmcnte n:L·tmslruillu, esta vct. tralaha de una ~nin l:mm prüvisH1 Je atrio, cu1110 lus 4ue luego serían huhi~
prnvist11 &.le Una decoración Je frisos <le ternicoto y eslatuns de t-leracles y luales en Pompcya. El edificio estaba compuesto por una serie de habitacio-
Atenea. n modo de ncroterns, Lle las cuales se han conservado ímportnntes nes en torno a un gran espacio central en forma de cruz, iluminndo por una
frngmenlns (vén~c i11fra. p. 18 1). 47 Resulta lógico relacio1rnr este edificio con vnn élhcl'tut'n central en el techo (co111pllt1•iu111), y con un pozo dehnjo para
el templo de lo Fortuno atrihuido 111 rey <lel sigl ~1 v1, Servio '(\Jlio. recoger el ngua de lluvia (i111pl11villm).

...... "fül.lnvfn son visibles los cimientos de un enorme templo arcaico en el


Capitolio. Se trntn del gran lemplo de Júpiler, Juno y Minerva erigido en la
L1 casa en cuestión era enorme y ocupaba la mayor parte de una parce-
la cuadrnngular que medfn 22 x 25 x 31 X 38_;i, cuyo exlremo oriental es·
époc11 ele los Tárquinos y M<licado el primer año de 1a repúhlica. Uis testi- taha ocupaJo por un jardín (véase la figura J.\). Una entrada eslrecha daba
mnnios 11n111cnló~icos, en forma de frngmcnto¡¡ <.le lcrr:ico1as :1n111itccl6nic:1!{. ;1l:ccso n una r.n111 ::nin (t11ri11111), ílnnquc~da por dos nlns n uno y otro lado t.lcl
c1111firnm11 la fcchn del edificio. y los restos corn;crvac.Jos t.lc los cimientos y su i111¡>l111'i11111. l>clnís de ~sic. hacia el sur; estaba la zona destinada a las visi-
inít:1cstruct11rn confirnmn lo que In trnllicié>n nus cuenta en torno a las cnor- lai; (tal>li1111111 ). que medía unos 7 x 9 m, sn1a enorme desde todos los pun·
1\lCS di1nc.11i1ínt11!S Jet edificio. Medin unos 61 mel ms e.Je lnrf.ll por 55 tic M- los de vista. Desde luego ero mucho más grande que la primitiva '<Casa del
d111. to t¡ut• lt· cH11wrlía l'll uno tk los i;antuarim: m1ís !!f:llltlt•s 1ld 1111111tlo nw· M.:dico.. tic 1'01111,L·ya (¡,siglo 1v n .C~'l), a In que por lo demñs se pnrccc en su
1li1crr;inl'1t S1.\\~1i11 los palr'lllll's tic In L(poca: 1 ~ dispnsici1ín.-'2
r ( •t111sí1kn11Jni; _i!,lllh:tlml'lllL'. 111~ li!'stimu11i11s lk 1.1uc disponcn10s nus tlfre- El tli rcclor de lns excnvaciones. AnJrea Carandi11i. ha señalado que n
1 ~·c 11 uu t 1111dr'' hn1;tnnlc dato del t.lesarrnllo Je llmnu a Onale-s c.Jcl l>íglo v11 fi11a lcs del período republicuno esta era la zona más elcganle de In ciudnd,
y t:umicnws 1.kl v1 n.C'.. que pn:;1.~ de ser un primitivo poblaJo de cab;-iñas a y que los arislócratas más conspicuos, enlre ellos Cicerón y Clodio, tenían
t"llJl\'l'rtirsc en unn C<111HmidnJ "crclndcramenle urha11n. Esle cundro nrqueo- su residencia urhnnn en ella. La casa que acabamos de describir probable-
lti~ko L'ntnju co n el que nos ofrecen lns fu entes literarias. que a menudo ha- mente ruern la precursora de la de L. Licinio Craso, cónsul en 95 a.c. Las
cen 1•cfcnmcin a los edificios púhlic()s construidos por los reyes. Por lo ge- cxcav¡¡ciones parecen confirmar que las casas arcaicas, daladas por Caran-
neral. sL' 1."~l:í Je H!."'l!!rdo en nllmilir In fínhilidnd e.Je In trnclicífü1 en lo relnli · c.Jini en torno a los año~ 530-520 a.C.. rueron posteriormente conservadas
vn n la f1mtlacili11 <.le lcmplos.~·1 Elln no significa que desnpnracíern cualquier en su forma original hasta finales del siglo m. cuando fueron destruidas por
' rnslrn del primi1ivo poblado de chozas: nntes bien. grupos desper<ligndos de el fuego (prob11blemen1e el incendio reseñado por nuestras fuentes y fe ·
cahaiiits tkhicron tic seguir ocupando huenn parle del emplazamjento e.Je In chado en el año 210 a.C.), y luego reconslruidas. Ello indica que los edi·
ciudad hn;~ t11 fiualcs del sir.to YI e incluso <lespués.·<0 Pero dese.Je medindos fidos en cuestión eran las C0$1lS solariegas de las principales familias de la
del sl~lu v11. lns cahaiins rueron dnndo progresivnmcnte pnso íl otros tipos de época arcaico. y que en los siglos 1v y 111 el prestigio de dichas familias se
co11111r1u·ti1;11 1111\s s11fisticnllos y n unn utiliwción mejor organi1.adn y plnniri- ncrecentó por el hech<l de habitar en mansiones que tenían varios siglos
cndn dt•I espacio 11rh:1110. LM pla1.as p1íhlicns y los snntunrios colectivos ocu- de nnligüedacJ.
~Un~;r•~r, ,L. t'' , • . • .
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l.OS OllÍf;EN
• ES DE. ROM/\ "' 127
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EL NACIM IENTO DE
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128 LOS ORl(';GNES DE ROM1\

. El prnceso de urhnn~7.11ción estñ en Roma mejor alest igundo que en cunl- merecedora <.le más crédito que las viejas leyendas de la fundación . La teo-1
'1.u_wr otro lugnr del Lat1um Vet us. Se hn prestado relativamente poca 11tcn- ría e.Je la •revolución urbana» ha sido sustituida por la idea de un proceso
cui11 :i las 1.onns. hnhita.dns ~e ~t.rns ciudades, aparte de Roma. y buena parte gradual <.le evolución espontánea, que se considera más acorde con los testi-
de la la.b~r realizada sigue inedtla. Entre los centros mejor conocidos, Sátri- mo11ios arqueológicos y más en consonancia con las ideas seculares del si-.
co, LaVm10 y Ficann nos proporcionan unos testimonios del desarrollo urhn- glo xx.~ La voz que más se ha hecho sentir en favor de este enfoque es la del
n? si111ilare11 ~ lo~ _que poseemos para Roma. E l rasgo principnl de ese cam- arqueólogo H. Milller-Karpe. que comparaba las viejas leyendas de la Stadt-
bio es la sust1tuc1on de las cabañas por edificios no perecederos de piedra a ¡:rii11tf1111g (= fun dación de la ciudad) con el moderno concepto de Stadtwer·
{ lo largo tlel siglo v1, y la aparición en varios luga res <.le santunrios monumen- d1111g (=desarrollo de la ciudad)~ Roma, sostenía, evolucionó gradualmente
tales. Esns urnns <.le culto Jicrñn analizndns con detalle mñs adelante. y pn!ió del núcleo habitado primigenio en lo alto del Palatino a extenderseª)
resto de las colinas a lo largo de la Edad del Hierro.ss Gjerslad, por otra par ·
te, había imaginado la existencia de diversos poblados-aldea independientes
L/\ CllJ0/\1)-l!S'f/\DO: t'ROl\LEM/\S Tí:ÓRICOS en lns c.Jiversas colinas, que se habrían reunido e n virlud de un acto de unifi
cación aproximadamente en 575 a.C.56
.En In sección anterior henH>s visto cómo el aspecto urbano de los asen- La pavimentación de! Foro y el desarrollo de la arquitectura monumen-
tanuentos fue trnnsformándose durante la última parte del siglo vu n.C., _ téll en Roma hncia finales del siglo vu son considerados por los partidarios de
c.unntlo empezaron n lomar la apariencia de centros urbanos. Este cnmbio ha In escuela de la •St:idtwerdung» un desarrollo importante, pero que respon-
suJo _interprctndo.com.o u1111 «revolución urhana>>, pun10 crucial <1ue morca el c.Jcrta sc'1lo a unn de !ns numerosas etapas por las que habría pasado el largo
com1enw de lit h1slona de Roma. Una acreditatla versión <.le esta teoría fue proceso de urhanizuci1ín, cuyos comic11~11s dchcrl:l11 situursc en el i;iglo v111.
cxpuestn por el arqueólogo- sueco E. Gjerstnd poco después de la segunda Decidir que una cualquiera de esas etapas marca la transición decisiva <.le
guerra mun<.linL'-' Gjerstac.J hncra hincapié en la neta división existente en una comunidad preurbana a otra urbana supone, según esta teoría, una acti-
"• ·t. e l ~c~n.rrollo histó_ri~o de Roma entre los períodos «preurbano» y uurbanoi., tud bastante arbitrarla: en definitiva, mera cuestión de definición terminoló-
\ El m1c1? de este ultm10 venía marcado, en su opinión. por la primera pnvi- gica. Lo que cuenta es reconstruir las principales etapas de ese proceso, no
J mcnlac1611 del Foro, novetlad que situaha en torno al año ~5 n,.~. Según In yn ca lificar a una de ellas en particular de •Urbana».
ronologí;i revisatln ac.Joptada en nuestrn obrn, lu fecha e.Jet primer Foro <.le- Esta es la ohjeción que podría ponerse al reciente estudio publicado por
ería alrn!iarse hasta el año 9_75 a,<;.• aproximntlnmente, aunque ello no nfec- R. Drews, que reacciona contra el evolucionismo dominante e inlenta susti-

U 1 pnrn 11ndt1 11 la (1ivisi611 fuíüla111cíl1nl de Gjcrstnd en período,~ prcttrhano y


rh~1110.
Gjcrntad sostenía que la historia de los reyes <.le Roma en su tntali<.lmJ
tuirlu por una visi1ín m~s «crcncionista».:0 A l defender la tesis de que una
ciudad puede definirse como «un asentamiento eompncto de calles y casas11,
Drcws ¡Jn a cntentlcr <1ue lns ciudades surgieron en la Italia central cuando
pc1~1e.11ccfo ~'.lo ép.oca urbnna; repudiando n RCimulo por considerarlo un las cllbnñas fueron sustituidas por las casas de mat~riales no perecederos con
cromm? m111co, af1rmnba que el primer monarca lwbfn sido Nunm 1>n111pilio,. cimientos de pictlra y techumbres de teja, ·transición que se produjo en el si-
cu,vc! rc111ado, pues, habría empezado más o menos en ~75 a .C. Más conlro- glo VII a.c. Esta actitud plantea varios problemas factuales: al sugerir que el
V('l't1da cm otra sugerencia suya, segtín la cual el período monárquico hnhrfn cnmbio se produjo de golpe y que provocó una «revolución urbana.. , Orews
durado hnsta mediados del siglo v, y el comienzo de In república coincic.Jirín omite los testimonios existeotes.~R Lo poco que conocemos sugiere más bien
co11 la puhlicncic!•~ e.Je lns _Doce Tablas en 450 a.C. Este esquemn cronológico que In sustitución de las cahoñas por las casas fue un proceso gradual, acor-
suponía u11:1 rcv1s1<í1.1 r~d1cal tic la datación del inicio del período repuhlica- e.Je en lodo caso con la teoría de la evolución paulatina. Además_ aunque
~lO. c1uc pocos espec1ahslas han aceptado. Después <.le ml\s e.Je veinte años de Orews opina que es simple cuestión de «sentido común», resulta dificil en-
111lc~1so c.Jchnle. la balanza de las opiniones cspeciali7.ndas se inclina en la ac- tender por qué un cambio en las técnicas de construcción deberla conside-
lunhdad clarnmcnlc n favor de la cronología tradicionnl para el inicio de ta rarse el rasgo que definiera lo que es la vida ciudadana.
n.:p1íhlic;i (\'énsc i11fm, pp. 262 ss.). Problemas semejantes suscitan los intentos de aplicar una definición uni-
). . Es1c es !i1ílt'. un elemento de la sensaci6n general de insatisfacción que versal o ,.autónoma» del urbanismo a los testimonios arqueológicos. Según
( P~ nv11c:111. ~us mctm~os y. los resultados de In escuela !meca. En cuan lo a la pn- MUller-l<arpe. Roma poseía ya los rasgos propios de un asentamiento urba-
{ v1~11e11t;1cm11 e.Jet pnmer Foro, la crítica no sólo ha revisado In fecha (trnsln- no en el siglo v111: un gran núcleo habitado, un cementerio «extraurbano» (en
} uantlula de "· 575 ar. 625), sino que además hn puesto en tela de 1'uicio la · • el Esquilino), una producción artesanal especializada, y una estructura social
\ .• 1 . m
¿ t.e r.prcta('1on que e llaha Gjersta<.I. u1 idea e.Je que In ciu<.l11d nnció en un estratificnc.Ja (todos estos desarrollos se encuentran atestiguados en la fase 111
u1111.:n momi:ntu 1fori~ivo ha si1lo <.lcscchatla y tildada e.Je ilusión romántica, no de la cullura lacial) .s~ El ejemplo clásico de este tipo de enfoque es el famo-
IJll !!l. Nl\CIMIENTO DE LI\ CIUDl\D·f.STl\00 't3l

i;o csl11tlio de la 1trevoluci6n mlmnn» rc;ili1.11cJu por V. GonJon C'hildc. que c.s- En Room los cultos cívicos más importantes eran el de Vesta y el de Jú-
pcdricahn hn:;ta <líe?; índices cuya concurrcncin en el conjunln ele los mnte- piter Cnpitolino.'•7 El cttllo de Ye:1tn y In constntcdün de un templo en el
rinle.s 1m1ucohíl!lc.:os pndrín consi<lernrsc scñ11l del udvc11i111ic11lo del ltrhuoi.s- foro vinculmlo n In ltegin est1in documentados con seguridad en el registro
nm."' En un reciente nrtrculo A. Guitli hn inlcnlndo nplicnr los dic1, crilerios nrqueolcígico dei;de la segunda mitad del siglo v11. Los testimonios proce- ..
de Childc a los nii1tcrinlcs t.•ncrn1lrndos en Rnnrn y el l..ncio.'' 1 Llcgn n In con-
clusi1'111 tle que en Rnnrn cxistftl yn un n.senlm11icnto «protourhnno" ;1 rinnles
dentes t.lcl C;1pitolio son mñs difíciles de interpretar. Un depósito votivo <;iel
Cnpilolio co11tien~ rnnlerialcs que pueden atribuirse a un lapso de tiempo
· ~ ..
tlct si¡!ln rx n.C . y lle que se úcsnrrolh) hnsln convertirse en 1111:i comunicfad que se rcmn11t:irf::1 hnsta lm últimos tiempos de. la culturn lacia!: los objetos
urhana n ll1 lnr(!ll del v111. tmís lart.líos <.lotnn del período lVB (630-580 a.C.), y proporcionnn una fecha
La diricultnd cstrihn 110 1:111111 en 111 i11lcrpretnci1í11 de los tcstin1011im íac- nproxinrndn del momento en el que lns ofrendas fue ron ritualmente coloca-
hrnlcs (:l\llllJlle prñc\Ícmnenle 110 cnhc <.JmJa cJc l¡llC la f~omél Ucl sigJn VIII no dns en un depósito sell:ido. Posteriormente, se levantó sobre él alg.1\n tipo de
cumple con los-tlic7. critcri11s).'•l sino en la vnlide1. te!lricn tic! 111étotlo. Ll1 que c!ilruclllrn monumental, prcsumihlemente un santunrio o incluso un templo.
pla1Ht'nha Childc era una serie de rnsgos que t·nrncleri7.;1lm11 un dcterr11i11;1do Su cn1pln;r.n111ie11to está a ciertn uii;t1111cin del del gran templo de Júpiter Ópti-
tipo lle c11mu11i1l:id urhunn. /\lg.onos no s1111 especflícm11c11tc ptoflÍ<•!: tic la:; mo Máximo erigido a íinalcs del siglo v1 (véase supra. p. 124), pero a pesar
ciudades en cuanto lnlcs. sino sin1ples condicionen nccesnrias tlel urbn11iim10 de todo hnbrfn podido ser su precursor.611 .-•
(ni>f. por ejemplo, l¡i conccntrnción del m:cnlnmiento o In ei;pcciali1.'1ció11 de Los datos nrqucológicos dan, por con!iiguicnte. te.c;timonio de unn clrfü;ti- l
los oric.:ios); otros no ~mn ni siquicrn eso. y no Lieneh por qué concurrir siem- ca r;Q¡:g3'rmiición- 'ue"Rorñn' <lurante . las últimas décJldns del sigl,9 vu .a.C.
pre (pllr ejemplo. el nrtc nalurnlii:tn). Ello supondrín c111e Cl1ildc nn c!:tnhn nrc·r~i':1<n;i 'éiiílíicn' tic .~Í,-l~ri.mw. término que. podrl~.mo~ .tr:~d~~ir,.p,or «un!-
cst;1hlcdc11dn una tlcrinici6n univers¡il ucl urh;rnistno. sino 1mis hicn cslm- iiC¡¡¡:¡1ííi",;''.'"..J\'f¡fúiicl~ ' lwn · vertlc.fo crrtic11s a esta idcn ~legando que no hay
7.<1 nth1 los rnsgos de ttn 1ll'k:rnii11ndo modelo o de un tipo idenl.''~ 111ucl1os testimonios de In existencia de nldeas distintas en las cimas de las '2;·
tlesulln evidente por el wntexlo general del 01rtrculo uc 'Chil<Jc, y por el diversas colimis de Roma, y que en cunlquier caso ya existía un gran asen- :/"' _
cnr:icter de los criterios que cstnhlece. que el modelo en el que pe11snha ern !amiento nuclenr, incluido el valle del Foro, mucho antes de que éste fuera ~- -·~ '?
el t.lcl tipo de ciudntl que se tlesnnollú en Mcsopotnmi<l n lo largo del tercer estnblecklo formalmente como espncio abierto pavimentado (véase supra,
milenio n.c.<•1 El rasgo mfü; cnrnetcrístico de f(ls ciuc.lndes del Oriente. Pr<'>xi- p. 129). No obstante, esas críticas están fuera de lugar, por cuanto no van di-
11111 nntiguo crn ln pres<?ncin de una ecn11omJa reclistributiva cenlrali;>.ndn bo- rigidas exactamente a la tesis que Gjerstad pretende establecer, y porque
snd:1 e n 1111 templo o palncio. y regulada por unn burocracin lc tr<it.ln: e n dcíi- ndemás no responden exactamente a la idea griega de si11ecismo. Gjerslad
niti"ª· un lipu de co111u11idad mhn11a que 110 cxísli<i nunca ryi cu (irecin ni en pc11s~lm r.1111d;11ncnt:ilrncnt~ en u1~n uniíi~ación polftícn de la comuníumry ei; t
1 llalh1 tlurnnlc lu épocn chísica. Pero, si at.lt1ptan1os el métotl11 gcnernl de Chil- ffifii.tbordinación de In <lUlonomfa local a una sola autoridad central.~9 ~
dc v llll sus tlt'scuhrimicntos especlricos. dehcrh1111os buscnr los criterios <.le lo ~A<lcrñ~s ese es el vc rdñdero signíricndo del término si11er:is1110. c~ncrctn- ~
qu~ snfa 1111 modelo cuHurnlmcntc npropiado. e11 ese cmm. cvitlcntetnentc. el mente la crención de una comunidad política uniricnda. Por lo que a la pólis J
de elírk1~ cjtlll;i~·cSW!.<:l. (P.!!lf..~.•C?•.C:f.vJ~'!;~)..gJS~ºI~CJ.íl.1.~ .~.~:. ~~.~-e!~!!-.~1.1,­ griega se refiere. la uniricnción Hsica o geográfica constitufn algo absoluta-) ~
-
tar11ns.. c111íml11 SC C("1Virli1i R'llllHI en ciutlad, UChl'rÍatnOS llllCnl;ir descubrir mente sccun<lnrio y ni siquiern ern necesaria. Esparta, por ejemplo, fue una ~
c_ííff,iíd~1..1.!.'~ .rnsg.~1s tlpicus de la··c~Útlad-ei;tado.~c híéicron visibles en Roma.:·~ p1i lis uniíicadn desde fechn muy tempntnn, pero incluso durnnle el período }
F.~l:t es la c11cslirí11 n ln tiuc inlcntaha d:ir rcspucslH Ujcrsllld. Ln fHIVI· cl•ísicn se cnr:ideril.lÍ geognifícnn1cnle por :m disper:;ión, al estar formada~.
mcnl:H:ilin del Í'<>rn y el Comicio con:o;tituyen clnpm; decisivas pnrn el desarro- por cinco nldcns cnrc11tes de murnllas. Jguolmente 'Sorprendente resulta la {
1111 dl· Jt11111:1 . 110 ya((> llll MÍ/o) porque c;in1hÍ<1ron el ;ispccto ÍÍSÍCIJ del ¡mhln- trndicilln rclntivn 111.fi/leci.~mo de Alcnns. que nos describe una autoridad del'

1 do. s i1111 pnrq11e si111holi7.;1rf:111 In ímm:ici<ín de.: unn cnnn111idncl polílic:i. Como
s11h1 :iy:irn rtrw y 01 ni ''l'i' ( ijcrslad . t•I Fon> na 1111 p1111111de rcuni(111 central que
; servia a ta \'CZ de mcrc:1dn v de centro cfvico."' Ln apmiri<ín de la c<1s:1 en Ju-
.,:_: i~ar de l:t t'ahaíía c1111stituyc. unn novedad 1éa1ic:i inipnrtnnte. per(l 111¡1yor sig-
In tnlla de Tuddil.le~ (2,15.2). Según esta versión, Teseo nbolió las mngistrn- \
turni; y eoni;cjo1; de la~ <.livcrsns ciudades del Áticn y obligó n sus habitantes (
a servirse ele t\lenn!i.• u1111q11e .~i~11iern11 viviendo e11 el mismo lugar que anre~)·
En Romn In rormnción de In ciudad-estado coincidió con Jni; grandes~~_. I
~ nil'ic:iri6n polílit:a tiem· In wn~tnrcci<in de edincil>S ptíhlicos 111on111nc11tnles novnciones introducidns en la organi7.nción del espacio urbano y en las !éc-
f dc.:slinadns :1111111s11 rnm1i11 '' dvic<>. Los ediricios relig.io~os tienen unn i111por- nica!i nrquitect611ica~. Todos esos cambios puet.len situnrse en un espacio t.le
{ t:111cia cspt· óal. l'.xislcn teslimonios de activitlnd cultunl en vnric'l,c; puntos t.lc tiempo relntivnmente breve (en lns déca.das inmedintamente anteriorei; y
~ Hn111:1 desde tic111111•s 11111y remotos. pcm por lo qui! conciernen la npnrición rmsteriores al aiio 625 a.C.), y debieron de ser llevadas a cabo deliberada-
¡ de la l'i11d:11l-cslml11 lo qnc impnrl n son los nrimcms lcstin11)11ios de activitlnt.1 mente. En mi opinión. tenemos perfecto derecho a referirnos a este proceso
"· cli¡~¡.,,:, ,.,,,,,,¡,, y el l''>t:-thkd111ic11to de cullo:o; ptihlico!:. cnlific:lndolo como ln fund¡icicín de Roma. nunque no podamos nombrara la

--
DZ 1..US ORIGBNl!S OE RUM/\

persono o per!'o11ns c1ue la fund11ro11. En esteJ]\001ento empieza In verdndc· portante tanto en la esfera pública como en la vida privada de la Roma ar-
J rn h.i.~~-ri;J_~C Rorna. cnica, y que era u1ilíz.ada ampliamente con fines sociales, administrativos y
comercio les. 711
Al comienzo de esta sección aíirmábar¡tos que el nacimiento de la ciu-
LA r:.'lCR1rv1t/\ v ~us usos: m, C/\LCND/\1110 DI! NuMA dad-estado y la aparición de la escritura cenfan una relación de causa-efecto.
Con ello 110 querfomos decir que la escritura constituya un requisito impres-
Ln ÍM11111cicin de In cl11tlnd·cst:1Jo viuo acomp:iiiada tic otros cn111hins Jln· cindihlc del urhaoismo, ni tampoco de In formación del estado; de hecho, po-
cialcs y collurnles que mnnticncn unn rch1ción de cnusn-decto C'1n clln. Una dcnws encnntrnr ejemplos de uno y olro proceso en sociedades analfabetas;
( por ejemplo, la de los incas. No obstante, tiene bastante sentido afirmar que
de esns 11oved11des fue el des11rmllo de In escriturn. El nlfnbeto occitfontnl fue
fnve nl:ldO, pninnblemenlc h:1cin el Al\O 800 Q.C.. por Ull genio desconocido In escritura hizo posihle la modnlidad particular de dudad-estado que se de·
que ndnp1c\ l(ls :;lguos fenicios a In rcpresentndón de 101> íonem11s g.riegos.11 snrroll6 en el mundo grecorromano. En particular, las instit uciones formales
En torno ni niio 700 n.C.• si no antes. el sistema alfohé lico se utilizaha ya en y artificiales del modelo grecorromano, que exigen una compleja organiza-
llali11 pnrn representnr los sonidos del etrusco; y las primeras inscripciones ción úcl tiempo y el espacio, parecen presuponer la existencia de una men-
lntinns podemos dntmlns e11 una íecha no muy poslerior.12 Como el nlínbeto tnlidad familiarizada con Ja escritura. Tal es la conclusión a la que llega una
e~ en sr u1111 modificnción griega de la escritura fen icia, los pueblos iL~licos íamnsn serie de estudios renlizndos por el ontropólogo de Cnmhridge, Jnck
debieron Je tomar In iden de los griegos; n:idie piensa en la actunlidnd que Goody. que. a pesar de las críticas de que ha sido objeto, sigue siendo bns-
los etruscos o lo!t lotinus crcnrnn un a lfnbc::l~l pnr su cuc11tn tom:tmJolo dircc· tnnte atrnctivn.77
t11111c11tc l.le los fenicio:;. Así lo cuníirmn el hech o de lJUC c:I a lfnhc th itiítich cs l .:1 cscrHu111 no xcílo 1H.1r111itc 1•cc11pllur grn11dci1 c111llid11dc11 de dntrn; L'Oll~
especi11lme11tC afln 11l ulili7.i1dO por los eubeos, que ÍU CfClll Jos prim~l'OS gric· piejos. sino que odcmás facilita In reorgnnl1.nclón y reclnsificnción de esos
gos que se establecieron con cnriícler permanen te en Italia. mismos datos, la recuperación, si se quiere, de algunos o incluso de la totali·
En rcmlidnd. uno de los primeros ejemplos ele escritura alfabética griega dnd de ellos. y su utilización para \Jna vaciedad ilimitada de finalidades dis-
que se conocen corresponden uno copa de oro descubierta en una tumba de tintas. Esta revolución en Ja tecnologfo de la información constituye un re-
Pitecusa. el primero de los usen lamientos helénicos en llalin.71 Se trata, sr. de qu!sito i~d i5pe nsa~le ~e J~ ciudnd -~st~do griega, que se caracterizaba por la
uno de los ml\s ejemplos nnliguos, pero desde luego no es el mñs antiguo en ex1stenc1a de unas mst1tuc1ones artificiales bastante complejas en las que Jos
nbsoluto. Ese f>Uesto lo ocupa en In actualidad una inscripción descubíerta ciudodnnos se dividían y subdividían en grupos funcionales de muy diverso
recientemen te en el Lucio. concrctnmcntc en In necrópolis Je Osterin dell 'O- lipo. EJ fu ncionnmicnto de esas instituciones dependía a<lemás de la división
sn. Se lr.itn de cuatro o cincn lctrns toscamente l r:i7..1d11s i;ohrc la superficie formnl y In organización pública del espacio y el tiempo. El censo y las re-
tic un vni>o glohulnr encon trndo en una tumba (Ja n.º 482) que dntn de ílna· í onnn~ de Servio 'JUiio (véuse i11fro. p. 209) serían impensables en una socle- t
les de In foi;i: UD (es decir, nnles de 770 a.C).74 Siguen sin redhir respuesta arurno fa miliarizada con la escritura. -
lns prc~untns rclntivns n su :o1i('.nific11do y origen, pero evitlcnlc01c11lc el ll~ - ... Otroe jemple> de rroducto de una mentnlidad fl\miliari:zadl\ con 11\ escri-
cu111c11111 no~ hnhln de IR existe ncia de eootactos con el mundo griego. Según 1urn es el clllcndario nrcnico, que lo tra()ición atribuye al rey Numa rompfüu.
In oplnlci n g('11ernl. los etrui;coi; lransmitieron el arte de la escritura n los In· NuesLro conocimiento del calendario romano antes de la reforma de Julio
tinos. pero hny huenos rozones, reforzadas ulteriormente por este úllilnn dcs.- Cés.1r se basa en fuentes literarias y en una inscripción de comienzos del si·
cuhdrnic111n. p<1ro pensnr que el proceso de transmisic\n fue m:1s complcjn. y glo t a.C. tJUe contiene un colendnrlo conservado parcialmente en una pared
c¡uc 1a11to etruscos como l11ti11os tomaron el nlfnhelo directamente de los tle unn c;-isa de Ancio. Este documento, denominado Pasti a111ia1es maiores,
AriepJt~. nu11c1uc se lníluycrnn mutu:imente.75 nos permite distinguir los elementos republicanos presentes en otros calen·
Se hn conservndo un número sorprendcntemcnle clcvndo de inserir· daríos de comienzos do la época imperial que han llegado a nuestras manos.
('iones en picilrn, hronce o cerñmicn provenientes de 111 Ital ia arcaicu. Po· Suele admitirse que 111 estructura básica del calendario prejuliano se remon·
. 1wcu1m: Cl'l'Cu tic 120 textos etruscos del siglo v 11 n.C.. y olros NOO o mi\i; pue· In al período orcnico, probnblemente a la época de los reyes. Esta datación
' dt•11 d11tllr1iC cu los siglos v1 y v. El Lndo no se encucnl ra tan hlen repre·
scntm.lu (en lu 11ctunlidnd pueden nsigu11rse a ese mismo perfodo de tiempo
se hasa en una observación de Mommscn, .según el cual los elementos más
antiguos están escritos en grandes mayúsculas, y que los aftfculos que apare-
111ws sclcnl:a lnscl'ipciones latlnns), pero ello se debe n unn serie de rn:io11cs cen escritos en mnyúsculas mas pequeñas representan adiciones de época
cspccialc:.. y scrfn crn\nco presumir CJUe el uso de In escriturn cstnbu menos pu!ilerior. Como los días festivos que llpnrecen en letras grandes no hacen re-
nrrul¡.tmlo 11 urn menos frecuen te en el Licio t¡ue en Etrurin. l)c hecho. le· Ccrencin ni ~uho de J1ípiter Óptimo Máx imo, iniilituido como principa l culto
11cmos hucnos n1oli\'n11 pnra creer que In escritura desempcfló un pnpcl im· cslatnl en ltempos de los Thrquinos, Mommsen sostenía que el calendario

?C
1.1·1 Gl. NACIMlliN'l'O OE l./\ CIU DAO·l:ST/\IJO )35

Pri(?itrn l (~n lclql~ gr;111dc::;) uchfn tlnlar de una Ícchn nntctfor. t\um111e !>ll IC- del Lncio tlci;npn rcccn 1micticaniente de In vista. Ello se debe a que los prin·
si5 110 gn7.;1 de u11n nccplncilin ohimluln . lodo parece indicnr que Mommscn cipitlcs y11cimientos de In Ednd del Hierro existentes en el Latium Vetus corres-
c.~ lnhn en In cierlo,1)! po11den n nccnípolis, y no hny ninguna que hayn suminislrndo materiales pos-
El cnlc11tl:1rio en sf mismo es hns1onlc complejo y 11frccc tliven;os lip~1s teriores n e, 5RO n.C. Esn lagunn en et inventnrio de los descubrimientos
<le inf11rm:ici1in ni mismo tiempo. /\parece llil;puc~lo en trece c11lumnn~. que fu11ernrin:; se extiende a In nrnyor parte de los siglos v1y v. ¿Cómo podemos
reprc!'cnlnn lns doce meses lrnhilualc::; y d mes "intctcullit" niintlith1 11n niio explicar csle ícnómeno trrn curioso?
.~I " ni rn 1111, En cndn columna npnrcce11 cnumcrnclns los díns. cndn uno con U11n p111'ihlc justilkndiln scrín que los lntlnos hubicrnn enconlrndo unn
t11in letra tic In /\ a la M 11uc rnrrcspondc a su siltll1ciün en el ciclo 111111tlinnl íormn tic i;epultar n sus muertos distinta del enterramiento. Otra poi;ibjljdad
to "sc11rn 1i;1" úe ocho tllns). junio con otrn lclrn o grupn de lctrns que imJlcnn lcórica scrfo q11e en el Lllcio de los siglos VI y v a.C. hubieran existido ce·
s11 cnr:íclcr. Ln f (f11m1.~) im.Jic.1ba que crn un cll:1 lnhnrahle nnrnrnl Y c(1- mcntcrios, que. por tle:;gracin , nún no han sido descubiertos. Amba::; explka-
rric11tc. y la e (1 •11111ifi11fi.~). que crn unn rcchn npln parn la cclchrncititl tic ci1111cs. sin ctnhnrgn, s1in extrc:m:icl:in1c11lc poco vcrosfmiles, sobre tal.lo si ie-
:1~a111bkn~. En lns días mnrc;iJos con N (11r[a.~111.~) csl;1h;i prohíhido ren li7.nr nemos en cucntn que en determinadas necrópolis, como las de Prenestc, La
dclennlnadns 11cgucios. Lm: lctrns EN (r:1tf7fllc:rd.m;r) imlicnbnn que el dfa cs- Ru~licn y el Esquilino de Roma, se hnn cncontrndo enlerramienlos del siglo 1v
lnhn dividido en tnrt.lc. que era F. y y nrnñnnn y noche. que crn11 N. Dos dlns junio alos lle 111 última época del período orientali7.nnle, sin que se vea el me-
(d 24 de mm7.t1 y el 24 de 111nyt1) cslnhnn mnrcndos QrtCF (q11n11~fo re.T rn· n(lt rni:;lro cJel período nm1ico inlermcdio.N'
111iticl1'il fas). que signifjcn 4uc el dín cm F 11nn vc1. que el rey cJ1solvla los La únicn ;illemnliva -que debería ser la verdadera explicación de esta{ •• 1

.c11111icios curindol'. Evitlc111cmcnlc esln tle1'ir.,nndt'm se rcmontn ni rcríod11 circ1111st:i11ci11- es que dcclivnmcnte pnsccmos 1u111hns de loi; ~iAlos vr y v, f
m11mi1·11uic1,1. pero no s:ihc.mos reco11occr que pertenecen n esa época. El motivo de 4ue no j
él cnlcndnrio scñn,ln a:;imiiimo los l.re:i: dlns fijCls de cndn mes. o :;en lu:; ca- pm.lnmos <lnlnrlns correctnmente es que con.tienen m11tcriales que no se pue- }
lenda~. lns 11on~1s. y los itlui;. que originalmente corrcspondfnn a l;is foses tle den datar. En lns excavaciones más recientes de las necrópolis del Lacio se i
In h111n. Pcir último lns lolrm; Nr (prohnblerncnte 1ref<Wt1.f p11'11ict1s) se apli· ha señalado la existencia de tumbas que no cohlenían ajuares funerarios y de ~
cnbnn n los 1..llas de ln!i grnmb íc.c;tivil.ladcs púhlicns. cuyo nombre se dc:thn hecho lian sido mendon:idns de pasílua en los iníormes publicados: pero l
mkm:ís en ahrcvinlurn, r11r ejemplo LUPERlcnlinl. FORDl!cidia], SA- c;ilie sospechar ciue en las excavaciones de épocas anteriores,. como, por \
rii.JRl n:1lin ¡. cte. Este cnlcmlario C(mstituye un documento runcJmnentnl rrira ejemplo. lns llevadns a cabo a finales del siglo x1x en el Esqu.ilino, fueran pa-
\ el e:;lmlio tic In rcli.gilin romnnn. pues In lista tic ílcstns ({e1·inle) que contie- sad ns por alto por no ser con:o;idemtJns dignns de una i;erin Hlención .'" -
ne cic rc11m11t;1 al periodo motHirquico. F.s impurtnntc nclcmfü; por otrns tlns
r:rmnl's. En primer ht!!Jlr. representa con m:is d:irkh1d qu~ 11i11~ú11 111 m d11-
l .11 wndusitín n In que i11c:<0rnhh:mcntc cJchcmos llcgnr c11 4\lc los rol
111:11\(lS y 1:1ti1111s UC lni; siglo::; VI y V ;i.C. cnterrnron a SUS muerto::; en lumbas 3
t\111 11:11tn el ru11citlll:1nlient(1 tic un:1 :iutorilJ;id pnlfllcil centrn.li7.ntla. Es lllHI i;cndll11s sin ncom¡miinmicnto tJe objetos artísticos o de valor. Pero ¿.por qué?. }
t'lll'Slilín cll'mcnt11l. pero que des<lc luego vale la pcnn suhrnynr. el hecho de L, pregur1ln nos parece normnl. nunque pens;índolo hien serfa In costumbre -:¡,
t JllC cslc calt:nd:itio, que ptitlcn111s dnt¡ir con tmln ccrtc7.n en el !il¡?.lo v1 n.C.. <.le enterrar objetos de vnlor con d cJlfunto. y no lo contrnrio, lo que más bien • -·
11 i11clt1.-.11 antes. es írutn tic unn ciudnd-cstni.lo org:ini7.ntln. En segundo lug_m. dchcrín pnreccrnoi; mm. Pruehn de hasta qué punto nos hemos acostum- "
In fmut:t tlcl rnlc11d:1rio, c1m los l.listi11tos tipos tJe iní('lrmacitín que oírcce re- lirmlo n la nrqueologín y n sus descubrimientos es el hecho de que !lupónga· .
cn~ith1s en un s11ln t.locumento. se encucnlrn ;i lodns luces relncionntl¡i c('ln el mosque lns tumbns anligum; contengnn objetos artísticos y que nos sorpren-
~armll11 de In cscrilttm~ de hecho. In dn por sup~csln.11 1 tln q11c 110 sen nsl.
En cunlquier cnso, loR testimonios apunlnn n que et Lncio experimentó!
Ull cm11oio rntlicnl tle lns costumbres funerorins a comienzos del siglo v1. La ;
cxplicnción CS casi COll locfo segu ridad <.Je orden cullurnl C itleológicn, y no es- r
lriclamcntc C'co111)rnic:1. L.1 dcsapnrición de los njuareli íunernrios es bastan- .
El \!St;ido Je los lcst in111nios nrqucol6gkos corrcsr1111díe11Cci¡ al U1ciu <lcl le poco pruhnble que se deb1t ni empeornmiento de las condiciones econó- ·
siglo ,., 11.C. es curi11snmenlc la nnlilc~is ~al q,ue lc~1lo111os hasta c~:i ícch~ . 111icns o a un empobrecimiento de la sociedad: no existe el menor indicio t.le
Los lt:tlln7.y.111: procedentes lle. lns nccmpuh!i oricntaltznnte!i tJcl Lacm (Oec1- ci¡n dccndencia en los demns te!itimonios que poseemos, sino más bien lo
11ta, L;n1rcnli1w. Lnvi11io. ele.) su11 mucho mfü; impre.~ionnntcs. lnnto en can- contrario. Eri cualquier caso. aunque las diíicultades económicas hubieran
litlnd co11111 c11 cnlidntl. qm• c1mh111icra de los que hnn apnrecitlo hnsln In íe- podido di,;untlir n la gente de enterrnr tesoros con los difuntos, no les habrían
dm en 1~11111 :1. Pcrc, aproxhumln111e11te :i p:1rlir del nfü1 600 n.C. In cimlnd de impet.lido incluir en lns lumbn!i otros nrtrculos más baratos, como, por ejem# ,
R11m;1 pns:I :1 ser d yadmit·11tn 11n1uenl6!!icfl múl' imp11rtnntc. y lns cirnfadcs phi. ohjctoi; de ccr<Ímicn. -
En un importante estudio. G. Colonna hn M•gerido In idea de que el cnm- más m0Jc11tas pm la que a lo riqueza de su contenido se refiere, y se produ-
hio tuvicrn nlgo que ver con nlgan tipo <.le restlricción legnl."1 Este nutor lln- ce unn oslcni;ihle disminución del número de ~bjetos depo5itados en ellas.
mnhn fa ntenclón sobre lns nom1ns incluit.lns c:n lus Doce Tablns que limitn- En olras palnbrns, el cambio de actitudes y creencias fue gradual. Existen,
hnn los gnstos eícclundos en los funernles (Tnbln X, 2-6. segiln Cicerón, D~ poe.~ muchas posíbilidades de que el cambio producido en las prácticas fu- ~
frgllws, 2.58~<l2). Dichas normns hnbrfan si<lo simllnres a lns previsiones Je nernrias diera pie a tas normas legislativas y no al revés. ..._l
l:is leyes de Sohfo y otros c6Jigos griegos nrcnicos. como scñnlnron los pro- Uno cue.c;lión imrortanle relacionada con las normas decretadas en la
pios romanos (Cicerón, ntf. locum). L1 tesis trnnotenidn por nuestras fuen- Tnhln X es que lieocn que ver con la conducta mantenida en los funerales, y
tci; ~le que loi; romanos enviaron en 454 n.C. unn emhnjnJo n Aler1ns con el no con el contenido, de los tumbas. Ninguno de Jos preceplos de la Tabla X
íln de csludinr Jns leyes de Solón ftnlcs de eln'bornr su propio código, lie en- hohrfa im~Jido a nadie ente~rar en su tumba to~os los tesoros que hubiera
cuentra cxpuesla n ln objeción de que en 454 11.C las leyes de Solón estnhon querido. 'f no cabe objetar que no poseemos la totalidad de la Tabla X¡ si hu-
yn dcsínMdns (vénsc iufrn p. 321 ). rero Colo111nn soi;tiene que lns re.o;lrkcio- hicrn habido en clln una nonna semejante, Cicerón lll habría mencionado en
nes impucstm; n In sunluoi;idnd en los funerales dcberfon dotar de comienzos su at1álisis del De legib1u. La mayoría de las leyes conocidas en torno a las
tlel siglo v1 (justamente In ~poca en la que ~:tuvo nclivo Salón) y que, por restricciones en maleria de funeralCSt tan&o griegas como romanas. &ratan de
consiguíenle. las Doce Tnhln!i serínn un código de leyes y co~lumbres yo exis- IR conducta que debe seguirs~ en ellos: ndmero de asistentes al cortejo fúne-
tenlcs, nlgunn!i de lm; cunles podrfon dntnrse mñs de un Niglo antes. hrc. rop:ls que. <lchcn llcvnr, c.1nlidad de comida y bebido que deben consu-
L:i teoría resulln bnsl;mte atractiva y es m:epluble hasta cierto punlo. Es mir, y el modo en que deben comportarse. Rara vez se hace alusión a los ob-
bnst:mlc prohahle que In décimn Tnhln codificnrn nonnns de compor101nien· jcln!i tlcpositnclo!i en tns tuinhm;.M
to i111plm1tndm. mucho nnlcs de 1ncdindos <lch:iglu v, y t¡uc tuviern nlgún lipo Lus e11pcdufülns cñ historia de In socieuacJ establecen una tllslindón en-}
de relución con el cambio en lns prácticas fuinernrias que se produjo a co- tre prácticas ÍUnerarias «prospectivas• y •retrospectivas•; esto e$, entre las 1
mien1.0s del período nrcaico. Pero sería erró¡neo hacer demasiado hincnpié prácticas que suponen un beneficio para lo~ vi_vos, y las que tienen que ver ~
en In prohlhici6n como cnusa de dicho cambio.lll Semejante plantenmiento con el difUnto.M El cambio que se produjo a finales del siglo VII podría re- t
comportn numerosos problemas. En primer liugar, la nuevn práctica funera- presentar el paso de unas prácticas retrospectivas a otras de signo contrario. l
rio fue ndortndn en lodo el L11ium Vetus y e1n uno ciudnd de la Elruria me- Los enlerrarnientos de finales del periodo orienlaliiante, ess)ec1alrnente f
ridional, Veyes (Runque el resto del mundo etrusco hose vio afectado). Esta aquellos relaci'onados con las tumbas de clmara, parecen reOejar el paso de ~
zona no estuvo bajo el control de una sola autoridad poUtica hnsta la con- 111 preponderancia dada a la conmemoración esencialmente privada del di- '-
quist-1\ rt>mnna de Veyes en 396 n.C, de modo que resu~tn dif(cil entender runlo n la celebración pública del rango y el prestigio de la famUia. Debemos ;
cómo habrf:i podido. imponerse en el ~iglo VI ningun tipo de restricción ge- imnginar que tos funerales aristocráticos eran un complicado acfo público, en ~
neral. En segundo lugar, la teoría es demasio1do optiinii;tp ni suponer In efi- el que se celebraban bnnquetes1 entretenimientos y se congregaban grandes ~
cncin de In legisfación. Ln experiencia sugier1: más bien que una legislaclón mull.itudes. El gaslo se centraba en ellos y no en los objetos enterrados con ~
mm vc7. IO{!r:t uhtcncr los 'rciouf.tndo~ q,uc i1u:; prnnmlnrc:; prclcllden. Y e:; nd el difunlo: y scrfn ci;tc n11pcclo el que. nlrnerfu fu atención <le los legialodurcs J
cspccinh11c11lc en el cmm de lai; lcgi:ll11cionci; 11oci11lcs; c!llo e!;. 011 el caso de lns y morulistn~ de é[>OC.1 posterior. Los riquezes enterradQs en la tumtia no Jue- J
~ leyes que prclenc.Jen cnmbior actitudes. comportnmieolos o háhito.c; de con- mn incfuidos en lni; leyes sunluarlas porque ya no formaban parle de los ri-/
sumo (lus lcyc." ..i:11nl11nrins11). Hci1ultn i;umnmcntc ftícil lrnns¡?rctlir dichn11 le- lu~ r1111crnri<i11 hnhilunlcs.116 ,
~ vc:;, invnri11hlcmcnlc llenas de trnmpM t¡ue p1!rmitcn su hurh1 y. pur lo gcnc- Esta hipotética Innovación coincide con un cambio fundamentai en la or·

l
;. ~nl. es nitay difícil po11crlas en vigor. Nos sentimo$ cnsi tentados de formular gunización de la sociedad. Dicho en pocas palabras, lo que ocurrió ~ue que
u11n n.·l?ln rmícticn pnra Jos historiRdores: In exrticación menos prohnble de lns nuevas (nmilins y gemes aristocráticas se convirtieron en elementos riva-
~ lo:; c:1mhi11s i111i·uducidos en .el comporlnmiernlo socinl es que hnynn sido de- lc:; de una comunidad cada vez más numerosa. Fruto de todo ello fue que las
scntlos rmr el guhicrno. nctividndes de In minoría se convirtieron en centro de atención de la colecti-
~ r lüiM1• cfcdlvumc.111c unn rcl::ición entre In ley r<\cogido en In Tabla X y el vidad, y que el excedente de riqueza pasó de emplearse en el ~nsumo p;i. {
~ l cnmhío ucurritlo c11 lns pr:íclicns funerarias R comienzos del siglo v1, pero es va.do de arHculos de lujo y de prestigio a ser gastado en un contexto público, \
111cnns tlircctn de lo que c.1hrín irnaginnr. Tengamos.en cuenln, en prJmcr lu.. cspecinlmente en ofrendas o los santuarios de (a colectividad. Este modelo {°
~ v,nr, quc tlkhn c:1111hi11 fue menos re11enti110 y rnJicnl·de lo ctUe Un n enlen<Jcr hipotélico implica una estrecha relación entre el cambfo de las prácticas fu- }
9 In cxp11:>ichín simplíílcnda que ;icahnmos de hncer. L'l ostentación e.n los en- nerarins ocurrido en torno al año 660 a.e y la aparición de una comunidad t,,
1cm1111ic111 ns nnhillnrios del Licio nlclllt?.Ó sw; cotn:; mfü¡ nhus n mediados del urlm11izndn en ei;~ mismo perfodo. Y desde luego no fue·una coincidencia. La /
~ pcríotlo 11ricnti1lit~1111l' (<'. 67.'\-M!) 11.C.). Las lumha!i Je épocn ptistcrior son orienlnci6n pública de los rilas fúnebres (y, de un modo más genérico, de las l}
~ <
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138 LOS OltÍOENES OE. RO~fA El. NACIMfENTO DE LA c::rUDAD-ESTA00 139 ~
Afi-;);x'.r~ i
9::.i;~z autas se uldas orla nebleza a la hora de astar sus ri uezas), la aparición ~
" : h/ , J.r de edificios públicos sagrados y pr anos, la organización del espacio urbano ~
l"' - •"'4 y (posiblemente) la imposición de unas normas de comportamiento por par-
1"""'-l te de una autoridad central, constituyen una serie de innovaciones quepo· ~
\ demos considerar otros tantos sfntomas de la condicíón patológica que he- p
mos diagnosticado como origen del estado.
e!!!!
~
. í) SANTUARIOS
~
s¡,;~;11 i~dicios J~ forma~ión ~iudad-es-
-
Uno de Jos más sorprendentes de de la ~
4 tado en este penodo es el desarrollo de san.tuano,uúl21tcos ccle~~ Aun-
j}¡Jf" - que muchos de esos lugares santos habtañ'Ve"nTdo s~o sede de. actividades
U fbl)'JJii cultuales desde épocas muy remotas, fue{en el siglo vrtcuando se produjo un
~
proceso de desarrollo monumental. que eñ afgunos casos condujo a Ja cons-
trucción de templos. El ejemplo más anliguo de templo que conocemos en e=
la Italia central es el del que se descubrió antes de la segunda gue.r ra mun-·
dial en el Foro Boario de Roma, en un lugar situado cerca de la iglesia de F
Sant'Omobono. Dicho templo data de antes del año 550 a.e e indudable- ~
mente podemos identificarlo con uno de los dos q ue existían en aquella zona
y que la tradición atrfüuía al tey Servio Tulio (véase infra., p. 179). e==
Entre otros ejemplos tempranos de la propia Roma estarían el templo de ~
Júpiter Capitolino (finaJe,s del siglo v1) y el de Cástor (comienzos del v). Las
fueptes literarias hablan de otros muchos templos arcaitos, por ejemplo, el ~
de Diana en el Aventino o el de Saturno en el Foro. En la mayorfa de los ca- ~
sos dichos templos fueron conslluidos eo el emplazamiento de santuarios ya
-existentes, formados por altares al aire ).íbre. }!o ocasiones, esos monumen- ;:!!
tos arcaicos fueron conservados junto ton las edificaciones de templos. Por
~
eíemplo, un altar arcaico situado en el extremo occidental del Foro, debajo
del Cfrvus Capitolínus, ha sido identificado de forma bastante plausible con o=!
el Altar de Saturno (Ara Satumí).!!'1 Otros lugares sagrados, como el Volea•
~
nal del Comicio o el Gran Altar de Hércules, siguierón siendo santuarios al
aire libre hasta finales del período republicano. ~
Las investigaciones arqueológicas han revelado un desarrollo similar en
~
la Etruria meridional y otros lugares del Lacio. Restos de templos arcaicos
(finales del siglo v1 y comienzos del v a.C.) han sido descubiertos en Veyes, 9:!l
Orvieto, lanuvio, Ardea y Sátrico, a menudo en concom.itancia con otros
testimonios de actividad cultual anterior. Algunos santuarios importantes oe
se ba]laban situadas fuera de las áreas habitadas de las ciudades. Esos~ pe
.!_ll~ constituyen un grupo importante. Uno de los
'Y~cimlenlos maslmpresiooantes es el de Pratica di Mare (la antigua Lavi· ~
nio), donde sé han encontrado varios de esoi; santuarios. En uno, situado ~
en la parte oriental de las murallas de In ciudad, se han descubierto gran
número de ofrendas de terracota en un depósito votivo que abarcaría los C!!!!
siglos v1-1v a.C., entre las que destacan más de sesenta estatuas de gran ta- Fmúu 15. L11vinio: escalua de Minerva. ~

~- --~~~~~~~~~~~~~~-f-~~~~~~~~~~~~~-'-~~~~~~~~~~~-~
Asi puc:1. los arq11eo1ogos llnn poc1100 1ocm111car ea 1ugnr. s111 uuua 11uenn-

j ~.
<lainc11tc. como ti snlllUnrio de Minervn mcncionndo por lns fuenle11 litern-
rins. Lus lcrrnco1ns nrquitecl(Jnicns hnlllon de In cxisrcncin de ecJilíclos de

-
'""'
culto."'~
Olro gran yncimienlo de Ln\'.Ínio es el del i;nnhrnrio ni nirc lihrc i;ituudu
ni s11r de lu cim.lud, que se hizo célebre por el dci;cul>rimlcnlu en c!I n co-
mienzos lle los nnos sesenta de unn serie de trece allntes de piedrn.1111 Proba-
blemente Jcbamos relacionar este complejo con el culto de los Penates (véa-
se .wpra. p. 91), común 1\ todos los pueblos del Lncio. Ln mejor explicndón
que cabe úM tic estos monumentos. que se diferencian unos de otros por su
e.o;tllo y por su fecha , e.i¡ que cada comunidad lalinn mantenin su propio nllnr,
del mismo modo que las distinlns ciudades griegos tenfnn su propio tesoro en

r:
Delfoi;. ·
Elilll inlerpret:1cíón nos ayuda a explícnr la función de los santuarios ex-
lrn11rhanos cn general. Aunque, según parece, todos 101> cenlroi; religiosos de
In 1lnlin nrcnicn eran ó1Í1tlcmacio11:1le111', en t!l i;cnlido tic tflh! rccihf1111 y cslu·
hn1t tfüpucstos n nceplnr ofrcndns de cunlquíem que ncuc.Jicsc n elloi. (sio
dudn con lo condición de que fuera gente. de dinero y/o de nito rango), da In
imprei;ión tle que: los 11a11tunrios extraurhnnos fueron estnblecidos con In ft-
ni:ilidod c11pccífica úe nlrner n los extranjeros, y de invitar notros comunidn-
dei; a participar en celebraciones conjuntas. Ello explicnrfa por qué Servía
JT\Jlio íundó su culto «federal• de Diana en el Avenlino, situado fuera del re-
nto s~grndo de In ciudad (véase i11fra, p. 346).
Otra de las funciones desempeiíndas por algunos snntuarios exlraurhn-
1no!í era el romcnto y la supervisión del comcr~io lntcrn11ciu1111l. Este ni;pcclu
hn sido recientemente puesto de manifiesto por lo!i de¡¡cuhrimientos dé Grn-
viscn y f'lrgo~. dos centros silundos en la cosLR de la Etrurlo meridionn1. En
Grnvii;cn, puerto de Tarquinia, se fUndó a comienzos del siglo VI un santun-
rin de Aírn<litn, Hcrn y Demétcr, t.líos11& gricgns muy qucridns por ltili numc-
rni:os mercaderes bclcuos <.iue .frccucntnbnn el lugnr. Loi; mmlhrc11 de csni;
lncrcn<.l<!rl!s, Jncumenlndos, grncius 11 lns ohundanlc.'> ofrcndni; depoi;lladns en
el linnlu11rio. <lc~rnestrnn que en su mayoría eran originnrios der Egeo orién· Í'IOUKA 16. Oravisca: el •ancla de Sóstralo•.
(:11. de Sa111os, EfcJ;o y Mileto. pero su visitante mns famoso fue Sóstroto de
Er,iun. lJUC dedicó un nnclo de piedra a Apelo (figlirn 1'6); el pcrsonnjc de
Séislrnlo lo conocemos n<lemñs por Heródoto (4.152), que lo describe como menor de.los cunles (el templo B) es un edificio periptero (de estilo griego),
d mcrcudcr ímís aíortunudo de todos los tiempos. Otros lestianonlos de sus de unos 20 X 30 m, aproximádamente, que data de finales del siglo v1 a.C El
nctividadci; nos los han proporci'onat.lo los numerosos vasos griegos del siglo olro, un poco más grande, el templo A {24 X '.35 m, aproximadnmenle), que
vi cnc<mtrnJos en yncimienlos etruscos que llevnn In morca SO en carocteres data de nlrededor del año 460 a.C., es un típico edificio ctrusco-ltélíco con
c¡tincln~ l'urccc mós <1uc prnhnble que los letras SO respoñcJan a lns inicin~ lres cellas. pero lns esculturas fragmentarias procedeoces de su frontón pos-
les de !lcísl ralo, y <¡uc s11s vn.c;os (¡,y tnmhién su contenido?) ruernn nlgunos de terior representan uno escena correspondiente al milo griego de los Siete
las nll'ri.-andas en lus 1¡uc tmlnha.'111 contra Tebas (figura 17). Sin embargo, .ta famosa inscripción bilingüe proce·
Olru p1H~r10 comcrcinl internncionnl (en griego. cmp1frim1) del mismo dente del mismo ¡¡antuario (véase infra, p. 253) está esorila en earusco y feni-
tipo se. h:1llahn en Pirgos. uno Lle los puertos de C.erc. Lmi excnvnciones han cio, e indica que en el puerco residían no sólo mercaderes griegos, sino tam-
sacndo nq11f 11 In hl7. 1111 1m111tmrio tiuc comprendía dos grandes templos, el bién fenicios, y que ocupaban una posición relativamente influyente en los
l.OS ORÍGfiNF.S DE ROMi\ EL NJ\CIMll!NTO D E LA CIUDAD-ESTADO 143

Ouvinl (Pm,us). constituía n lodos luces un buen reclamo para los merct1de-
rci; cxtrn1ticros,, muchos de cll<'ls residentes en In 7.onn.92
/\ 11111c.lo de conclusión, podemos estnhlecer brevemente dos principi; i
rclnclonndus con los i;nntunrim¡ arcaicos de In ltalii1 tirrena. En primer lugar,
los smllunrios extrn~rhnnos. especinlmente los t¡ue eslabon situac.los en la
costn o en sus inmcc.liaciones, explic<1n la ruta y los meca ni~ m os a través c.le
h•s cuulcs l11s pro<lt1c l o~ grit:gos y rcnlcios, as! como individuo." e ideas de esa
misma procedencin. lograron penetrar en las sociedades de Ja Italia central
con tnnla eficacia. y con unos resultados tan duraderos, n lo largo de los si-
glos vu y v1a.C Precisamente son esos santunrios.empórfo de Is costa los que
tl<'ll' hun ,.umini~tratlo todos los hallnzgos griegos y fenicios rnús llamativos e
1mportnntes durante los últimos treinta años más o menos. Dichos descubri-
micnlus lrnn revolucionado el estudio de la Roma y la cultura latina arcaicas.
En segundo lugar, merece lo pena repetir una vez más 4ue los santuarios no
sc\lo dnminnn los lclilimoniPli nrc1ueoló¡!.icoi; correspondie1\lc5 ni período de
los sigloi; v1 y v (al menos en su primera parte); constituyen ndemás un lema
de i111pm1nncin tlcslucadlsimn pnrn In tr:1tlicic5n lilcmrin. l .n cnnticlnd tic cs-
p:icio que 11ucslrns rucnlcs c.lcdicnn n la conslrucciún del templo de Júpiter
Cupilolino, a lo!i cullos «federales• de Diana, a los santuarios de Lavinio, y
al culto de .hipiter Laciar (entre otroi;) es, dadas las circunstancias, verdade-
rnmenle ootnble. No puede ser uno mera coincidencia y debe venir a corm-
bornr la tei;is c.le que la lrndición literaria se basa en hechos reales.
J 'i

l NS111 UCIONES ,
Ft•ll JIM 17. Pirgo'I: c~c11llurn" ucl rronlli n del tc111rl11 /\ ,
l lnslfl nhora nuei;tro e!!ludio de la' ciudad-estado se ha bnsado funda-
mentalmente en loi; testimonios arqueológicos y epigráfico!\, y, por lo tanto,
se hu ocupac.lo en buena parte c.lc los nspectos monumentnles del urbanismo
;11n1111t1i; de C'crc. Los templ11i; (orm:111 pnrlc de un gr:111 cnmplcjn mo111t1111:n-
l11I. tic! \'llal s1'1lu lt:tn sic.lo c xcnvndos nlgu11ns scctorc.c;, Uno lle l o~ C(liíicills 1111
y de lo5 dcsnrrollos culturnlcl\. Por su propio nn1urnle7.n, In 11rqucologín no .
p11ctle dnrnns dem:ish'ldos dclnlles i1cerca de la es1ructura social y las instit u-
..;ido idcnliricado como un hun.lcl: :scgiin csn hipúlcsiii. por lo i.Jenuti; plllusi- ciones: y los c.IClcllmenloli epigrMicos más nntiguoi; son mñs importantes
hlc. l'I ,•111¡ui11m1 ufrccfo lucr:ilivns oport1111 iundc:r; cnmcrcinlcs. In ucai;i<in <le como úoc11n1cnlo!! de la existencin de la escritura y de su utilización que por
cm11c1l·iar c 11 un c11 1orno protcgii.lo y privilegiado, y exóticas divcri;iom. '."S se~ In información 4ue puec.lan contener. Si queremos saber algo ecerca de lns
~unlt•i;; en una palnhta, IClc.lo tu CJllc hnhrí:l podic.ln tlcscnr un homhrc de nc- primcrni; instilucione!i del estndo romnno lenc.lremos que recurrir n las fuen-
¡.?.11ci11-i a 11lvl'1 inlcnwcin11111."1
Fs1c 11111tlcln «c111p1iricu•• P't<lrfn cxtentlcr.;c n n1rw1 grnndcs snnlunrios
te~ lilcr:iriui;.
LM íuentes nos dicen que In población e.le la Romn arcnicu estaba c.livi- ....

tic 1:1 c11s1a tirrena. In mnyorín tic los c11nlei; se lrnllnhan silu¡¡dus en pucrtoi;, ~lidn en tres trihus llnm11dns Ttcies, Ramnes y Lúceres, que a su vez esta-
ci-t11h1111 uctlic.::11.Jos en pnrtc ni mcno!i ni cultu lle divinic.lmlci; rclncionnt.lm; con hun cJ iviclicJns en lrcinln unidodei; menores llnmac.las curios, a rn-zón de diez
In sc:rna lid:1d ( t\írmli1.i/Vcnus. fortu1111. Mnlcr Mntuta). y crnn frccucnluc.los por cnda lrihu. J.;ns tribus constltohln In base de la primitiva organización
por mcrl'adl'rcs cxlrnnjcros. Enlrc cllCls poJrínmos cilar un centro situado en militar del estado: el ejército constaba de trescientos soldados de cnbaUe-
la tks1;111l)11l'nthtrn del 1.iris (111 í111urn Minlurnn). Ancin y Árd cn: pero en el tfo y Ir~ mil de inínn terfa, aportando cada tribu éien y mil hombres. res·
l,11ci11 111.; l'jl'111 plus 111;is i111pt1r1n11lci; scrínn indud11hlemcn1c Uiv inio y In pro- pcctivnmente.4 -'
¡~ia lt11111n . d1111tlc el Foro Uo~1rir), con sus culloi; helcni7.nntei>. su eCHplnzn- Sc~lin la tradición, los Ramnes hnblnn tomado su nombre de Rómulo, y
11tic11111 fuera tkl 11:d11111 i;a1!r:1cl11 do In ciudnd. y su mmcinci(>n con el rmerto los 1icici- de lito l acio. Menos seguridnd existe respecto a los Lúceres, pero
..
l!L Nl\CIM IENTO DE l.A CIUDAD-ESTADO 145

1:1 mnycHh• tic l:u; ruenles níirm;in que recibiercm su nombre tic Lucurnón, lución republicana que conservara los nombres de las tres tribus romúleas.
g11crrcro elru11co que lrnhfo nyudndo a Rómulo.'" Esln lrndición nos propor- No sabemos si los romanos de época posterior conocían el nombre de la tri-
cinnR ndemñs unn garantfa de In modernn tesis de que l;is tribus representnn bu :i In que pertenecfnn, nun conociendo cuál era su curia, pues tampoco te-
lrci; grupo~ étnicos distinto~ romnno!i, s11binoi1 y ctruscoli. que unklos hahrlnn nemos segnridnd de que supieran a qué tribu pertenecla cada curia. Esta es
formndo In primitivn poblnci<in de Rornn.'" unn de lns mllltiplc!i cue.-;tiones enigmáticas que plantean las curias, de las
Scgtill Vnrrón, lns trihus crnn divisiones de c:tr:ktcr locnl (U•. S.55). E.<1111 tiuc pnsnmos n ocupmnos inmedinlnmente.
-
" nfümncicín puede concilinr..e pcríectamente con la teorfn étnicn i;i rclncionn-
mos a los Rnmnes con el Pnlnlino (donde Rónmlo rund1> su poblndo), a los
Como yn hemos !leñnlndo, lall treinln curins eran sutidivisiones de las tres
trihus, n rm:ón tic diei por cada una. Pero a diíerenda tle las tribus, las curías
Ticies con el Quirinal (la colinn usabinn» ), y a los Lúceres con el Celio. que conservaron cierlas funciones residuales en la vida pública de la república ro-
lenía connotaciones etruscns (vénse i11frn, pp. 165-166).w. Pero estn t.llstribu- mnna. Formnbnn las unidades integrantes de una asamblea, los comicios cu-
ci6n geográíicn e,<; compler;imenle arbitraria y. haciendo un nnálisis más pnn- rindo:i;, que se reunía pera aprobar la ley que conforta el imperium (mando
derndo. da nuis bien In Impresión de que el carácter Jocnl de IRs tribus esta- mililar} a los rnagilltrados superiores (le:c atriara de imperio), y con otras ft-
rfo en contrndicción con In interpretación étnica. Oc hecho, ninguna fuente n111idndes de carácter formal, como la de dar testimonio de las adopciones y
:ifirmn explfcilnmente que h1s tribus fueran unid11des étnicos, ni siquiern que testamentos (aunque esle método arcaico de hacer testamento eslaba ya ob-
los Rnmnei; eran los seguidores de Rómulo, los Ticies los de Tito Tacio, y los soleto n finales del período repuhlicnno}. Estas asamblen~ tenfon unas fun -
Lúceres loi1 de Lucum(}n (lo cual en lodo oiso no sería ncce1;nriamente lo ciones puramente formales. y ni rinal de la república las curias estaban re-
mismo). Ln línic:i e:tccpción rmrdnl scrfn floro (2.Cí. I ). pern no po~cc unn nuln- prcscnl:ulns cadn nnn por nn lictor (usistcntc).'111
ridad i11llcpc11dicnte y se llmiln si111plc111ct1lt! n (1frcccrnus un11 dcducci(111 per- Las curins tlcsc111pcf111h1111 a<lcmñs un p:ipcl en In vi<ln religiosa del esta-
sonal suya. Se trnla, a totlns luces, de una deducción fácil , pero si tenemos en do. Determinadas fie!ilns anuales, en partiéular las Fornacales (que tenían lu-
cuenta que se basa ni más ni menos que en una supuesta derivación de los gnr en el mes de febrero), y las Fordicidias {15 de abril), ernn celebradas por
nomines de líls lribus de sui; respectivos héroes mllicos, no tenemos más re- lns curias. El último dia de las Fornacnles, el 17 de febrero, se llamaba Quiri-
metlio que reconocer h1 fn1gilidad de lodo el edificio. nnles. aunque popularmente era denominado «día de los locos•. pues en esa
Los invcstigatJorcs modernos se muestran escépticos. y con ratón. nnte ocnsión se congregaban todos las curias y los que no sablan a qué curia per-
cuhlquicr intento de interpretar lns divisiones sociales nrcnicas como grupos lenecían podfan participar en la reunión (Ovidio, Fnsros, 2.531-532). Esta tra-
de pnrentesco «na turales.. o preexistentes. y han llegíldo n l:i conclusión de dición indico que en época clásica la pertenencia a una determinada curia no
que suelen ser crenciunes nrtHicinlcs trpicns de cslndo:o; yn org1111i1.11do.o¡.'17 Por signHicnhn grun cosn p:irn In mnyorfo de los ciudadanos, pero implica lam -
bi~n que en teorln lns curins comprend lnn a la totalídnd de la ciudadanía, y
1
lo lnnto. In versión trndicíon11l <le In fundncióo de las lrihus por R<'imulo se
cnc11c11trn mtís cercn de In vcrdnd tiue lns lcnrfns élnicus llcl si(?ln XIX. 1ndc- <111e :i;c :i;uponfn que cntJn ciudndnno pertenecía a una curia, aunque no supie-
pc11tlic11tc111c"tc J e que tengo o no nlgo de rcnfüla<l el csqucnrn 1r;H.licic111al rn n cu1íl.
lll•c hncc de lm; trilms In hni;e de 11111 curios y del cjércitn, 110 l1!11c111115 m;is re- Er;tn 1lccl11td611 nos nyuda 11 res1lon<lcr a In prirncrn cueslitm que dchc-
111ctlin que 11dmi1ir que todns esas instituciones se hnllnhnn rclacinnmlns e11- mn!i plunri;urn(ls en torno n las curías: esto es, si en ellas estaba Integrada
1rc si y (1ue fueron crendns nrlificinlmenle con íines polfticos y ndntínislrnli- todo la comunidad, o sólo una parte. Por regla genernl, los testimonios con
V(I~ Lrt idea de que tres grupos élnicos distintos íormnrnn die7. curias cncfo los que contnmos son h11stanle dispersos. pero desde luego no respaldan se-
unn. y que el ejércilo conslar:t de una serie de unidades igunles de romMos, riamente la teoría de que el acceso a las curias estaba limitado a tos patricios,
sabinm y ct rt1sco~ es absurdn. Y la misma objeción cabe poner R la teoría de Estn teorln patrici_a es unn rorma como otra cualquiera de afirmar que los pa-
Dumczil, scg1in In cu:il lns tre~ tribus representan sendos grupos runcionnles tricios eran los primitivos ciudadanos de Roma; si la organización polllica y
de s:1L'Cnlutcs. ~ucrrcms y produclores (véase s11¡1rn, p. 103}. militar de In Romn primitiva hubiera dependido de las tribus y las curias, Jos
P11sterinrmcntc Jos nombres de las tres lrfüus romOlcns se crntservamn derechos y ohlignciones cívicos, en suma las funciones de In ciudadanía , ha-
pnrq11c seis de lns ccnturlns t.Jc cnhollerln de los comicios cenlurindos se ll:i- hrlnn eslnd<> limitados consecuentemente a los miembros de las curias. De-

-
..d
nmhun " Hnnmcs, 1icie.~ y Lúeeres nntcriores y po:r;terlores.- ( Rm11111!,t priore.r.
Rt111111r.t ¡111.vrt·rfort•,,; Tttir.~ priorr..v, etc.). Se dedn que esto curiosR duplicncion
fue ohra tlcl rey Tnrquíno Prisco. que tlohló el númern de unidndes de cnbn-
llcrín. pero :r;e nhstuvo de dnr nuevos nombres a las nuevas centuri11s por in-
dicncicín ele Ato Ní1"Ío (pnrn estn singulnr historia, véase infrn, p. 296 y n. 40),
bemos admitir que esta tesis ha conlado con el respaldo de dos autoridades
como Nichuhr y Mommsen,99 pero no con demasiado apoyo en las fuentes.
La pertencncin a una cu ria dependía de I~ filiación genlilicia; es decir,
una persona pertenecía a una determinada curia en virtud de haber nacido
en el seno de una determinada gens. Pero está no significa que para ello fue-
l
/\pnrtc de In~ i1cis cc11t11rins de cahallería , no conocemo!i ninguna otrn insti- ra preciso ser patricio. Es bien sabido que algunos especialistas sostienen que
1-l(l F.L N,+,ClMll!l'ffO DE LA CIUDl\D·ES1/\DO 147

1:1~ J:1•1111w ern11 e:<cluslvn111c111c pnlricins y que S(ilo tus pntricius lenfnn gl'lllrJ. de reunión. )' que i;e hnllnhn relocionadn con una tleterminada zona de In
f'C ' 11 pmhnhle111c11lc se t rntn lle una tcnrfn erró nen (v¿nsc J11(11tt. l"IP· 111-112): ciudnd. L? rcícrencin 4ue h11ce Plinio el Viejo (N. H .• 18.8) a la purific.,ción
l' ll i:1111lt1uicr C:ISO, ntl 1c11dl'inmos ror <¡tt~ llegar n In conclusic"111 de que lo:-; ti_~ lo~ rccmtos durnntc la.o; fomocnlc.s qui1.á indique que las curias emn divi-
cm ias eran cxclusivnmenle pn1rid:1s. pues no tenemos pruchas de <llle lns ro· siones locnlcs con lcrrilorios bien definidos (Dion. Hal., 2.7.4). Esta circuns-,
111:11111s que no pcnenccrnn n unn Kl'llS -:c;i es tiue habfa nlguicn tll csns co11- tancin no tiene por ClUé estor en contradicción con nucstrn anterior conclu-
dicin11es-- 1111 p11Jicrnn ser mic111hms de las curiui;. , i;ión de que la.e; curias ernn divii;iones del puehlo, la pertenencia a las cuales
C-mln cu1 in lcnfo un jcíc llmnndo c11riú11 (rnri11). que tlehí:i tener mm; de ern. herctlit:1ri~: _simpl~mcnte di\ n_ e~tender que cunndo fueron crendas la.o;
CillCUClll'1 ;\ílUS pnrn llllUCr lll:CCtlcr ni Cllr~ll, t¡Uc ndc1111ÍS ero vilnliciu. U.un de cunns, lns fatntlms residentes en distintos puntos de la ciudad se agrupnban 1
L'sn,; jcícs cm clc¡~.ido prcsitlc111c tle 1od:1s lns curins. con el lltulo Je cu~m mn· parn formnr lns curin:; (y n su vez lns curini; se agrupahan para formar tas 1
x /11111,{. f\ c11111ic111,11s del pcrim.Jn rcpuhlic11110 el p11csl11 fue ocupntlo siempre trihu!'). _
por 1111 pr11rici11. In cunl no 1ic11c nnt.111 lh.: st.1rp~cndc11lc: pcn_1 en 2Jl9 ª·~· fue C'ahrfa imaginor (IUI.! con el puso del tiempo el incremento y lfl movilidad
ch.:l!hln un curicin m:íximo piche yo. tu c1111l 111d1cn que en el i;1glu 111 hnhlll rtc-
hcyrn; en l;1i; c11rin1> y que. pmhuhlcmcntc. lns ltuhicrn hahitlo sic111prc.
¡,Uué cla)'C de cnrpornci1'111 eran lni; curl:ls'! Pilrece 1míctic3111c11tc sq~uro.
tic In pohl_nciún lcntli~ran a disolver los laios existentes entre residencia y
pcrtenc11c1n n un:\ e11nn. Los nombres de las curias, <.le los cunles conocemos
ocho, no no~ !iir"cn de gran ayuda: unos perecen estar relacionados con lu-
-
t

como v:i hcmM \listo. que In tli\!isión del pueblo en curios se hnsnbn en el no· f.M_cs (Velieni;e, f'Miensc). otro!> pnrecen tcliponder n nomhres de g1•111r.r
ci111ic1;10: un individuo pmillhn n pcr1enccer n unn curia porque h11bfa nndtlll (D1u11. 11111.• 2.47.4; Plutarco, /Mm., 20.3), nunque, de ser así, lns familias en
Cll ella. Eslll wnclwMm se in1p11nc ror el hecho de ClllC: dclcrminndns ge111e.f cue.o;\i(\11 :;erfnn hnslnntc oscurM (licin. Fnucin. Vclicin, /\culcya); mientrns
pcr1c11ccio11 a unn tlclerminn~tn curio, y por la dcíh~i<:=icin que du el <1ntic11a- lJUe otros :m11 .t1eíl11itivamcntc misteriosos ('llrota, H11pta). El hecho de que
ríi:10 Lelio r:étix. (n¡111tl Oeliu. N. A .. 15.27), que cnhftco a lns curias de «ge- una de las cuno.e; l\C llamara Rapta quizá diera lugar a una trndición. bastan-
nera hcin1i1111m" («géneros de hombres»). Se híl tlíscutitlo mucho el significa· te inic11un por lo demás. según la cual lns treinta curios recíbieron su nom-
do de esln ír:1se, pero como el término ge1111s imlic:i u1rn categorfn nnturnl. Y hrc tle !ns lreintél s11binas raptadas por Rómulo y sus hombres. un
Lclio Í'élix controponía los comicios curinllos. hasndus en los 0 géneros de Loli principios que cabe establecer a portir de este análisis son los si-
ho111hres... con lm• comicios ccnturiado.c;, bnsndos en l:i riquezn Yel eslnlu!i del guientes:
individuo. y con los comicios lrihutus, hnsndos en In rc:;idencin, nn existe unu 1) Lns lres tdhus y lns treintél curins constituyeron en un determinado
ulternntivn rcnlist n n In lntcrpretnción de In írnsc en el sentido de que l:u cu- ~10mento un elemento fundnme ntal de la vida política y la organil.llción mi-
1'i:l1> ernn {!ntpus n los que i;c ncce<lln por nacimicntu. lttnr de Rnm:i. En época histc\ricn i;iguicmn vivos nlgunos rastros rcsidunlcs
Nn obsl:lntc. tlc ello no se dcrivu <lUe la org:rni1.:1ció11 curindn cstuviern de cs\e ~i~temn primitivo en l11s costumbres religiosos, en las formalidatles <le
h11~11th1 en el rarc11lcsco. Aunque lns miembros tlc u11n cslirpe (.l?r11.{) eslu- lns comrcm.o; curiu<los y en cicrins reliquias fosilizadas como las seis centurias
\'1cr1111 u11itl11o; 1'11r lnzos rentes o supuestos <le pílrcntcscn. no c~istcn pruchno; tic cnhallr:ría. Tenemos aquf un magnffico ejemplo de la costumhre típica-
de t111c l:1s t1h·c 1 !'11~ c!\tirpcs n!trurndm; dc11tm de unn curin tlctcrmimrtla . )' mcnlc m111u11n de crnnhinnr innovación y cnnscrvntlurismri, en virtutl tlc In
111c111ls ;nin l11!i que cstnh:m mlscrit:1s dentro de h1s curios n una tlctcrmin11tl11 cual l:rs nueva~ imaituciones, en vez de reemplazar a lus ontiguns, eran senci-
1ril111. ncycrnn que crnn pnrientc~ No obstuntc. es posihle que n'll ruern, pero l~111ne11~e niint.111.Jas n In estructura ya existente. Lai; viejns Cormali no ernn abo-
h1 111:is p:i1t·dcl11 a unn pmehn cnn In que c11111nm11.'i ci; el hcchu tic que la lidas, :111111 que c11111i1111ahan cxir;Licndo junto con lns nuevns de una manera
pnlahra latina r11rh1 es 1rnducitla cu lns fuentes gric1t;is (por cjempln, Dion. fusili1alln y retlu11tln11tc (v~sc .tttprn, pp. 43-45).
1lnl.. 2.7.J) p11r 1pf11tTJ1ln ( = ahcrnrn11<lndn), que cm unn flp.rupncicin !it>cinl 2) Lns tres tribus y las treinta curias ernn unidndes nrliricinles instituí- }
1!J h:¡ta :11t·ak11; y nun :!!iÍ 1t1111poco rodcmo!i concluir nnd11, suhrc tod? tcnicn-
d" t•n c11l·nl:1 que oi ~iqui crn es !iC!!Urtl que lns hcn11nndntlcs c~luvrcrnn hn-
du11 tlcliberndnmcnlc con fines edminislrn fiv os y políticos. Lii tradición int- l
llllci111mc11tc reconoce este hecho cuando atribuye In creAcitin de l:is tribus 1
-
b
.!'nda'( en el p:1rc11lci;co.11 11 }' la.s cmins a Rómulo. No hnbrran potlido existir nnles de la fundoción <le !
l .:1 p11l:1h1·n curia se utlliw lnmhién pnra clcsi~unr un edificio _en. ~I que se la cit.• <~ad·e."tndo: ~de hecho la ~ormación de In ciudad-estado coincide con la l
n·lchrah:111 l'Clt1li1111cs. l .n ("urin l lo~tilin . por ejemplo, ruc In r nm1\1vn setlc npanctt\n de kili trrhus y lns currM. Si e.o;h1mos en lo cierto podemos datar su)
del ~·k n:ulo. suslil ui<la tksp11és en ticmpo!i de Cc!.c;nr por la Curin Julin. El uso inlrotluccicín hncin metliado!i del siglu v11 a.C.
de 1111 111ls11t0 1ér111i110 pnrn tlcsignnr unn divii;idn del puchlo y un lu~n r de Otro he~ho importante es. que In es1rue1 ura compleja y regular de las tri-
1c1111i1;11 11ni:ni vcn!ta n rcicpnltlnr In climnlogín 1rntlicinnnl. que hnce deriv11r hus y lns cunns pnrecc i;er un ra~go exclusivo de Romn. Aunque sabemos de
l:r 1111lahrn tic 1·11-1·irin. es tlL·cir nreuni6n de v:mrnc!i». 1111 Adcm~i; tene111us ni· la cxi~tencia de curins en otros eomunitlodes In tinas. y de una entitlnd seme-
j!llll<'" 1c:sfi1111111i11s th• qlll' ratla unn de lns lrcintn curiai; lcnín su propio lu(!nr jnnlt: c11 lguvium (In modernn Gubbio), en Umhrla.'11•1no se conoce en lo Ita-

1
148 LOS OKÍOENES DE ROMA

lia antigua ningún paralelismo de la triple división de las tribus y de su corres-


pondiente subdivisión en curias, que encontramos en Roma. En particular da
la impresii'.>n de que en las ciudades etruscas no había nada equivalente a las
lribus romanas, mientras que en Umbrfa, donde las Tablas lguvinas nos ofre-
cen un atisbo importante, aunque oscuro, de la organización religiosa de la
ciudad de Jguvium, el rérmino trí/11 (=.latín trib11s) hace referencia a toda
la comunidad, no a una parte de ella. Según parece, la tri/11 es una sola co-
munidad considerada como una división de un grupo élnico más amplio (el
pueblo ucnbro). •o.t 7. LAS REFORMAS DE SERVIO TULIO
En Roma, en cambio, la propia ciudad estaba dividida artificialmente en
rribus. Esta distinción es exactamente análoga a la que encontramos en el
mundo griego entre pólis (ciudad-estado) y ithnl (estados étnicos). Algunos LAS TRIBUS l'E.RRITORIALE.S
estudios recientes han demostrado que las divisiones tribales son trpicas de
las póleis, pero no de los étliné, y son [rulo de la «racionalidad arcaica.. que Al finnl <lel cnpftulo 4 señalábamos que la «constitución curiadai> sólo
representa la organización en pólis. 1115 La conclusión es inevitable: durante el <lejó algunos ve¡¡ligios en el sistema republicano de época posterior. Ello se
siglo VII a.C., Roma -y probablemente fuera un caso único entre las comu- debe a que fue suslituióa por nuevas formas de organización introducidas a
nidades nativos de la Italia central- empezó a adoptar algunos de los rasgos lo lar~o de la his111ri:1 de H1111rn. l .a rrlmcra y mñs c~lchrc tic c!ms reformas
propios de la pólis griega_ se alrihuh1 tnu.Jicion¡¡lmcnte ul rey Servio 'l\Jlio. Servio dividió al pueblo en~
nuevas tribus, que sustituyeron la antigua división tripartita, y efectuó el pri- ~
mer censo, inslitución ltpicamente romana por medio de la cual la población t
ciudadaña no sólo era computada, sino que además era dividida en grupos ~
definidos por su rango y su estatus en función de su riqueza y de su hacien- ~
da. En realidad, cabe afirmar, a la vista de Jos testimonios de nuestras fuen- :
les. que Servio Tulio fue el que inventó la idea de ciudadanía romana. !
Los medidas mfroducidas por Servio"so~-descritns con todo -detalle por
lm; fuentes, pero cusi loe.Jo el mundo rec9noce que sus noticias no pueden ser
3 <1cep1adns al pie e.Je la letra. Los datos que encontramos en Cicerón, Tito Li·
vio y Dionisio (por citar sólo nuestras tres fuentes principales) son versiones
3 del sistema exisiente a mediados de ~a época re.puhlicnna; y dicho sistema fue
3 frulo tic 1111 1111·!!.11 pr111:eso t.lu cambio y dcsnrrollo. A la horn de estudiar los
lcslimnnios co11 los que contamos c.Jebemos tener en cuenta tres cuesJiones:
1) ¡,Es posible reconstruir la fase mns antigua del sistema «Serviano»? 2) ¿Se
remonta esa fase mñs antigua a la época de Servio Tulio? De no ser así, ¿de
cuándo óatarfa? 3) ¿Cuál era la finalidad de la reforma?
Empecemos .por examinar la reforma de las tribus. En épocas posterio-
res lns trihus ernn divisiones lerriroriales del pueblo romano. y la perlenen-
cin de un ciudndano a una determinada tribu dependia de su lugar de resi-
dencia. Según cier111 tradición respecto a la cual nuestras fuentes muestran
total unanimit.lad, este sistema de tribus territoriales fue instaurado por Ser-
vio Tulio. en sustitución de las tres tribus ccromúleas» primitivas. El sistema
plcnnmentc desarrollado de tribus territoriales que existía a finales de la
época repuhlicana y que se conservó durante el principado, se basaba en la
división del territorio romano de Italia en treinta y cinco tribus, cuatro de l<ls
cunles se encontraban en la propia ciudad de Roma, mientras que las otrns
treintn y una constitufnn el resto del ager Roma1111s.'
~ '" 1 M,\ ; Of(ÍCil;~ 1::t; f)F ltCnl.\ LAS REFORMAS DE. SERVIO TULIO

1111:1 cosn que sahcn1rn; rnn t.:crlc7.a nccrcn de csk sistema que no se que se refiere Livio lrnblnndo del año 495 a.C., cuando las tribus \<pasaron )
1lflll'
pmd11.in de 111111 vez. sino que rue fru10 ck un cksarr11llo {!rndual. t\ mc<licl;i
lcrrilmÍn
d mm1111 ~1 fue Clilcn<liémlrn;c a
111 largo Jos siglos y <le
l'S

I\' 111, Ílle-


;i ser vcintiunn....4
Al menos otrn trihu pílrece ser de origen republicnno: se lrnta de la Clatl'C}
)

11111 l..'r~·1imlc1~..: m1cr:-is 1rit111i; que i11corporalm11 d tcrrilorin rcció1 n111q11ii;ta- din. que uiHcilme11lc rocJrrn cintar de nntes del nño 504 a.c., cunndo los Clau·\
d11. Sahcmos que :;e Instituyeron cn111rcc 1111cv:1s lrilms en 111111 scrk• de Íílscs dio~ emigrnron ;i Rom:i. Tanto Livio (2.16.5) como _Dionisia (5.40.5) afirman
~11n.·i;ivas cutre loi: ni111s )~7 y 2-11 n.C'.. ícchn n pn1•1lr de In cm1I sc decidid no que In íormndón ele In trihu Claudia fue consecuencia de la emigración de
aii:11fü 11inc1111a 111:is al lntnl. sii10 incluir !11!' n11c\·(1s tcrri111rin:r; en ln:r; trih11s vn lci:i; rlnuclin!'i. Es posible que l:i Ch1udfo se formarn al mi!'imo tiempo que la
, l'XÍ~t c11tcs.. l'1111m la rifrn (.klínili"a cm tk trcintn dnco lrihus cu lolal. dcl;c~ Cl u~tumi11n . y que ílnlhm; fueran añadid:is n In listn de tribus en 495 o.C Qui-
111os dcd11ci r que a111cs de JIU a.e hnhra vt:intiunn. Se trnln ele un hecho pcr- zá 110 sen sólo unn coincidencia que Apio Claudio, jefe de la familia emi-1
kd :rn1l·11te dc1c11me111ado y. por lo 1:111tn. histórl'c:i111enlé scgurn. Lns dificul- grnnte. fuera un0 de lo:; cónsules <le aquel nño. f"'
tadc·s Slll/;!Cll c·11:111tlo ¡1;1s;i11111s a cxa111i1mr los <ll'ígcm:s y 1::1 hi:;torin ele la:; Aparte <le la Claudin y In Clustuminn, en principio no hny razón para que
Ycinti1111a lri11u:; primitivas. nlguna:; o la totalidad de l;is diecinueve tribus restantes no pudieran haberse
l I::; pruhahle que c.c;M veintiuna tribu:; claten tic comienzo:; del siglo v. Po- íornrnclo en la época de los reyes. Pero tampoco es muy seguro que así fue~
dcm11:; <iíirmarhl ton hai;l;rnlc i;cgurillad por dos rnwnes. En primer lu!mr. :111- rn. y debemos afirmar :;in ambnges que con esto hemos llegado al límite de
lc~ de la cn11t111i:;la tic Vcyeli en Jl)(í n.C. (que úio lugnr ;i In CTcnción de cuatro lo que puede dnr de sí el método de trabajo que conduce de lo conocido n lo
1111cnis 11'ih11s en JR7). no :;e tienen notici:1:; de 11lng1i11 incrcmcnlo signilirnti- desconocido. Todo lo que se diga acerca de la historiíl de las tribus lerrit9-
q1 del tcrrilnrio l'rnll:mo clurnntc c;ic;i cien niio:;. Ó11rn11tc c:isi todo el :;ij!.ltl v ri:1 les :inlcs ele 49.'i a.C. ei; en huen;i pnrle mern conjeturo.·' 1,n :;itt1nci1)n :;e ve
R11111a c;t• tkfc111lici m;i:; hicn tic 111:; at:u111c:; tk :;us \'t'd1111i:. rn va. tic cnttr:lll· 11grnvad:i p11r el hedtn úc que lns vcr.;ionl's tradicionales. que coincitleti en
tlcct·r~c n cxrc11:;ns de ello~. En segundo htg:ir. seg1í11 unn import:111le 1101 icía rcmontM In inslnurndón de las tribus territoriales ol reinado de Servio Tulio,
rl'wgicln f!N 'fito Livio (2.21.7). en 49.'í n.C. ..se íormnron veintiuna tritiw;~> contienen discrepnncias sumamente enigmáticas en lomo a otros detalles de
( .. 1rih11~ una el vigi111i ítlclac»). ·1~1mhié n un p;isnje de Dionisio presupone In la reforma servinnn.
cxi.o;lc11da de vcinliunn lrihu:i; en tiempos de Coriohrno (e 490 a.C'.: 7.64 .ll). Aunque nlg1111ni; hislorins dicen que Servio creó fíls cuntro tribus «urbn-
l..a lrm;c tic Tilo Uvio .. ¡rihm; unn el vigint i í;ict:ic,,! es p11r dc.c;grncin hn:;- nn:;,o, otn1!i sostienen que instituyó también las n1sticns; un problema at.licio-
1:1111c amhiv,ua: fl1>drCn si!!niíicnr ~se fonnnnm lni; veintiunn tribu:;... lo cunl nal rel:icion::ido con este segundo grupo es que el número de tribus rústicas
i111plk:1rla qm.: íuc en es;i ép11cn. y no durnnle el reínndo d~ Servio Tulio nlrifluidn~ n Servio Tulio es excesivamente alto. Entre lns Cuentes dtndas por
--·l·m1111 t•l 11rnpi11 Titn l .ivio :;uslkne cn otro p:t~ajc --. c1m111h1 :;¡,• i11:;1ir11y1~ l'I lli11ni:;in.'' se 111 rilmyc :1 dc:rtn Ve111111i11 la opinic>n de 1111e Servio crc.:1\ lrcinla
SÍ'<lcl11:1 tll' tl'ibus lt•rrit111·ialcs. 1'111' otra pa11c. In frase l:m1fth:11 podría cr11cn:r y una trihui; nísticu!i, lo 411c dnríu un total de treinta y cinco.7 Como estíl eta
dedr .. 1ai; tribu:; pasnrclll ;i :;er veintiuna», el\ tlccir. !ic níindicrun una o tlm; In cifrn cl:isica alcanzndn en 241 a.c., debemos deducir que Venonio desco-
1111cvas trihus a lns ya exii;lenlC'I\. hn:;tn sumar vcinth1n;1 en lntnl. Esta l\egun- nocía el dcs:irrollo hii;tórico cJc las tribus, o bien que Dionisio lo entendió
d;t intl'l'ptt·taciún l'I\ en lér111in11:; ~encralc!' In rmíi; prnliuhlc. y e:; la que 11c- 111111 11 se l' quivc•C'<Í ni cilnrlo.
tu11l1t1l't1k adopta la 111nyc1ría ele los c!ipccinfütas:1 Mfü; prohlcm:ílica re:;ulta lo alusión de Dionis,io a Fabío Pfclor, a quien
Erlltc la:; vci111i1111a trih11:; primitiva:; ei;lnba11 In:; cuntro regionc!i urh:i- citn por(fue dcdn que Servio dividió el campo en veintiséis tribus. que ·hnrfon
nas -· .. las lrihus t>nlntinn , Colina, E!iq11ilinn y Suhurnrrn-. y dicci!iiclc tribn!i un totnl de treinta. Esto pnrece imposible, pues en 495 n.C. lrts tribus ernn sólo
1•1i-;1kas. \ln111atlm1 Cmnilia. ('hn11Jia. Clmiluminn. Cornl'lin. Emilia, Fahia. vcinliuu:1 . El propio Dio11isio d11 la impresión de ser consciente de la difícul-
f iakt ia. l lc•tada. l .l'm1111i:i. Menen in. Papiria. l'olin. l'upini:i . R<1111ilfo. Scr- t;itl. cu:inllo dice 11uc Vencmio y Fahio Pretor son menos ''dignos de crédito»
~ia. Vnllinia y V11t11ri:1. Pe esta!i dicci:i;ktc trihus rtíl>tic:n!i (que he cilntlo por que su tcrccrn íucnte. C\1ttíó el Censor. que no preci!ia el número (aunque
11nll·11 alf:ih:1íco) 111111 de clla!i ~altn n la \'i:;ta del 11hi;crvad<1r pcr,~pk:iz Dionisio da por i;upuesto que tombién Catón atribufo n Servio In formnción de
l'1•m11 1111:1 .. r;u'l'i'.a ... :i ~nhcr: In f'ht:i;luminri. Tocla:r; lns tlctmís tic11en nomhrc"' pnr lo n1cnos nl.~111111.t trihw; rústicas).
~1·11 tilíd11s. :11·:ihatlo:; en -in. y cícctivllmcntc la mayorl:i ele din:; (E111ili11. E:;to plnnlP.<l :;erim¡ diricultndes. pnrticulnrmenle por lo que concierne a
< '11nre1ia. F:ibia. etc.) corre~ponclcn n 1111tnhres ele fomilin!' pntricias célc- Fnhio Pktor. cuyo testimonio no puede ser descart:ido n la ligern. sobre lodo
hrcs. 1.:r Cl11stnmi11:r . en camhin. tiene un 1111111hrc tic cnnklcr gct1!!nHic:o. lo porque parece verse c0níirmm.lo por on írngmento de Vnrl'cín: "Dividió [Ser-
111is111c1 qlll' l:cs lrihu:; 11i~lic:a~ po~tcriorc:;. Atlem;í~. corrc:<>pntrdía ni nntlguo vio Tuliol l;is 7.onas rurnles situadas fuem de la ciudad en veintiséis regiones.
krrilc•rin ti<'< 'rust11me1i:\ que. sq~rín l.Mn (2.11)). fue n:i;olado pl1r los ro- rcp<1rliendo p<1rcelai; n loi; ciudndnnos Jibresri.8
111 i111os t'll .11>1> a.c. l ~sk tcstirnor1i11 intllc:i que l:i Clt11'ht111inn cm In nl:Ís re· Un:i po~ihlc explicación de csht diílcult..1d, propuesta en un principio por
cÍt'nll' tf.: 1:1-: ' 't:i11ti11n:1 lrih11s primilivn~. y que !'iU crcacicín e~ el hecho ni Niebuhr y de~pués m:itiz:idn por F. Cornelius.9 es que el territorio rom:1110
212 LOS ORfCiENllS 1)11 ROMA l./IS REFORMAS OE SElWIO TULlO 213

fuera m:ís amplio en 1iempos de Servio Tulio que n comienzos del siglo v, y los nombres de las tribus, que quizá tengan algo que ver con la cueslión de
que los reve~CS lllilitnres lo hicieran disminuir. ue modo que Cll 495 \:1s lrein- sus orígenes.. Die7. de las diecisiele primitivas tribus rústicas reciben su nom-
111 tribus originoles se vieran reducid;is n veintiuna. Sin emhnrgo, se ha de- bre de destncadns fami lias palricias, cuyos miembros aparecen representados
moslra<lo que los ingeniosos arr.umentos utili7.ados pnrn respaldar esla hipó- en los fas tos consulnrcs de los primeros tiempos de la república. Esto indica-
tesis lun poco verosímil son fíllsos y hoy día son rechnzndos por casi 1uuo el rfn nparenlemenle que las tribus rústicas no fueron creadas hasta esa época.
mondo. 111 Adem;~s. cnhrín pos1ular que las lfibus cuyo nombre derivaba del de las fa-
Unn lcorín mñs accp1ahlc soslíene que l11s veinliséis divisiones rurales de milias pa1ricias Jif(cilmente habrían podido surgir durante el período mo-
Servio no er:111 en realidad lrihus, sino unidades menores denominadas ¡111gi, niírquico, sohre todo si ndmilimos que los últimos reyes fueron caudillos po- '
que Pnhio Píclor hnhría idcnlificndo crrónenmenle con las lrihus. Dionisia pulares ("tiranos»). que inlentaron recortar el poder de la aristocracia. -
lrnln por cxtcnsn el lema <.le los pugi cn:mlos por Servio 1\tliu y el de las rics- Pero la teoría de que los nombres de las tribus apuntan a una fecha si-
tns rurales de las t>agnnales, <le unn fmmn que iinplh:n 11uc i!l l11nlhién illcn- luadn a comienzos del período republicano, plantea algunas dificultades se-
tiflcabn las tribus con los pngi: 11 por otrn parle, el fragmento <le Yarrón hn- rias. En primer 1ugar, cabe señalar que seis de las tribus llevan nombres de
hln sólo de «regiones», no de lrihus. lo que tal vez Indique que Varrón se familias que no aparecen representadas en los fastos. En segundo lugar,
limilaha a reproducir los misnios datos que ofrecía Fnbio Píctor, pero dándo- siempre según los faslos, parece que algunas de las estirpes «tribales», como
les otra interpret;ición. No ohstnnle, no podemos saber lo que pensahn Yarrón, In de loi: Emilios. los Fabios o los Cornelios, no alcanznron una posición do-
dado que sólo poseemos un fragmento aislndo. Ti1mpoco es seguro que su minante hnsta 480 a.C. o incluso después, mientras que otras, como la de los
afirmación tenga un vnlor de 1cs1imonio independiente; pue<lc que rnhio Píc- Ser~ios. los Romilios, y los Pnpirios, no npareccn en los fnstos hasln metli<1-
lor fuera In única fucnle en la que se bnsara o puede que 1H1. 12 dns del si~lo v. l'11r 11t f;i parle, algu1ms de las f11111ilins que dominaron los pri-
Ln mayorfn Je los hislorinJores moc.lcnws ptoh:ihlcmente ;i<.lmilirían meros añps de In república, entre ellas la de los Posturnios, los Sulpicios y so- .. .
que Servio 'I\Jlio dividió la totalidad del territorio romano simplemente en bre lodo los Valerios, no dieron su nombre a ninguna lribu_l7
cuatro tribus.1·' Oich:-ts tribus comprenderían las cuatro regiones de la ciudad,
cada una de las cuales incluirfo además un sec.tor de lo!! campos circundan-
Asf. pues, el argumento carece del requisito básico, esto es, la exíslencia
de una estrecha correlación entre las familias «tribales~ y los grupos polhi-
1
les.'4 Las zonas rurales estaban subdivididas a su vez en regiones (regiones carnente importantes durante las dos o tres primeras décadas del período re-
o pngi), que en total sumaban veinliséis. Un poco más tarde se produjo una publicano. En realidad, el testimonio de los fastos ha inducido a algunos his-
segunda rcformn, que coníinnbn las cuatro tribus originales n In ciudad y sus- toriadores escépticos, como Beloch y Alfüldi. a sugerír que algunas tribus
tituín las regiones servianns por una nueva división del c;impo en lrihus rús- fueron creadas más larde a lo largo del siglo v: la Romilia hncia 450, la Papi-
licns, que quizá esluviernn constituidas -o n lo mejor no- pur el agrupa- ria hacia 440, elc. 111 Sin embargo, este tipo de reconstrucción resulta absolu-
miento de las primitivas regiones.. En cunlquier c~1so. el número de las nuevas tamente inadmisible. pues implica abandonar los testimonios seguros en fa-
lrihus rústicas cm inferior ;il de las regiones. sumnndo n lo sumo diecisiete vor <le. ~onjclurai; eruditas. El punto de partida de toda teoría debe ser el
en total. hecho lle que en 41JS 11.C. cxislían veintiuna tribus. Nnturnlmentc, es posihlc
¡,CulÍttdo se llevó n caho esta scgundn rcl'ormn'! ¡,Po<lcmos prccisnr me- l¡Ue este dato no sea correcto (nunque esto no parece demasindo probable,
jor cmímlo y cíimo fueron ínstituitlns las trihus n1lltic.1s'/ Las posibles res- pues concuer<.la pcríectamenle con todo lo que sabemos acerca del desarro-
p11cs111s vnn tlcstlc los que consideran 11uc l;1s diecisiete trihus rüslicas primi- llo del cstndo romnno durante los siglc1s v1 y v a.C., y ci. perfectamente cohe-
livas rucron creadas todns de golpe en 495 a.C., 1 ~ n los que creen que el rente con los testimonios arqueológicos de época posterior), pero si no es
propio Servio Tulio, tras crear primero las cuntro tribus urhnoas, cnmhió de correcto, no tenemos ninguna base sobre la que levan1ar cualquier posible
idcn y en un censo poslerior inlrodujo las tribus rúslícns,11i al menos quince reconstrucción.
de ellas. pues, según cunlquiern de estn:; interpretaciones. las tribus Claudia Sigue en pie el hecho de que resulta de todo punto inverosfmil que las
y Ch1!>l1111ii11:1 dn1nría11 de tina fcchn posterior al niio 504 a.C'. Nnturnltne111e, tribus qrn! tienen nombres de familias aristocráticas se originaran en tiempos
tksdc el 111111nenlo en que se admite que lns diecisiete tríhus rústicns primiti- de los reyes; pero no es un argumento que podamos aprovechar, debido a
vas no tuvicron por qut: haher sido crenuas de unn vez. es posible pC1slular nuestro desconocimiento de las condiciones polrticas cxistenles durante ta
1111 númew i11dc1cr111i11nclo de rases intcrmedins: y dncJo el cstndo actunl de monarquía. Dnr a las !rlbus el nombre de estirpes aristocráticas quizá indi-
nucslrm; c(111ocimicntos. cunh1uier especulaci()n en estn línen serñ vann. que que los reyes que las crearon prelendían --0 se vieron obligados a ello-
¡¡- Sin i:mhargo. parece razonable preguntarse si nlgunn de !ns lrihus rústi- hacer concesiones a la nobleza; quizá fuera un gesto sin trascendencia, o(re-
i cu~ poJrfH da lar ele In época de los reyes o sí lodns cllns son de origen rcpu- cido a cambio de otras concesiones mayores arrancadas a la nobleza. Aun-
blíé11110. 1..lt'!!:ldns a e,<;IC'. punto, vnle In pena hnccr untl pnusn pnrn examinar que las familias que dieron su nombre a las tribus fueran los principales te-
1.AS Rí;FORMAS DE SERVIO TULIO 215

n-:iknlcntcs Je 11111 di111rilui; en cuc11tlún. lt' cunl e:; hnstnnle p111hnhlc. el hc- gco¡!r:Hico. Algunos loplinimo:o; mcúicvales y modernos, como íllo Galera o
ch11 llll lcmlrrn ror qué 11cr 1wH1iai111c111c ~igniricalivc.1 Cll !;f lllÍSllltl. Se ha <.li- Sanl:i Mnrin in G:1leria. nlcslil!undos en unn 7.onn :o;ilut1úo ni esle lle Roma.
dm. )' Cllll f;\7eÍll, t¡llC ,.CJ J!Clllilicio pnlrici11 llll llllpUnC tllln dn111lnnci1í11 pnr hnn :i;jtJo Uliliwc.los p(lr los CSflCCinlisln:i; para idenliricnr la locnliznción de la
p111 le ele.: 11111 pntric.:io~ llt'I 111is111u n1nc1e1 1111c c1 nomlirc cltp1Ítrit1n tic 1111 <.lc;-- 1rih11 Cinlcrin:21 pero nfirmnr n pnrlir e.le semejnntes teslimo11los que la Lrihu
11111 1ilirn 11(1 impntte 111111 <.111minnci1i11 lle dicho <.lcmn rnr p:ule de ln!I cura· (i:1lerin llevoha u11 nomine de cnrácter geogrMicol.' es de lodo punto nhsur-
trltlasu.1'' tlo. (;.-; illlludnhlc que l<l:oi lopó11imo!' derivan del nombre de In tribu, y no al
1\111 puc.o;, los n~mhrcs pt'f sf ~(ll11i; 1111 :ipu11tm1 hacin un origc11 1cp11hlic11- revé~ Ln 111ismn 11hjcci1i11 cnhc poner n l:t!i arirmaciones que npnrecen en las
m1 ele lns 11ihus rúslicn:o;: en lc1tl11 cnsn. 1\1!\ mr..moi- lt.!Slinu111ins prn.lrí:rn vnlcr htcntc.o; de carácter a111icunrislA en el senlido de que In lribu Lemonia lomó
J'-11:1 1111stc nc1 q11c i;c íurmnmn en ticmptis e.le lus rcyc~ Yn !•cmu.'I víc;tc~ que :i;u nmnhrc del ¡1n~1u tt'111rmi11.f (Paulu-Fcsto. p. lfl2 L). y úc que l;i Pupinia

r lt1'l pntt ici11o; cr.111 inic111hms J e ín111ili:i:o; 4uc hahf1111 m~t111lml11 111111 sene. de
1n ivik~h1s c11pcdnlei; ett In épocn tic los reyes. y f;1 •.uc¡or ronm1 de .c~phe;'lr
J. l11 c~is1c 11cia de lni- lrlhus llllC llcv:m nomines tic estirpe~ .,tJei;com1c1di1l"» (la
111 tu1111í t.lcl "~"r />11¡1i11/m ( l7e.<1lo. p. 264 L). E.c;tns nolicins han 11itln tnmacJm;
de•1111,..illll11 en serio pt'r lo:i; historindores modernos: poJemO!' nprccfor su
wrtlallcrn valor c11111p11r:íml11lo c11n 1:1 artlculo del propio Fcslo (Paulo),
l ('nt1111ia. hi p11lin. la Volli11ia. ele.) eo; peosnr tJUC c11 nlrn tie111p11 haltfa11 sil111 p. :n 1 L. dont.lc se nrin11n que In lrihu Romilia rccibi1\ i;u nnmbrc porque cs-
1
íot11ili;,.; p11lricins impn1tnnlcs11ue o bien ~e hnhían cxlin~Hid~ o hien hnhi.an lnhn íornrndn por ticrrns conttuii-tadns por Rtimulo (!).
cafd11 en el olvi1l11 nnlc~ de \JUe :m1lmrn el pc_ríodo mon~rquu:o: o puede 111- Hasta nhorn hemos nnaliz:rt.lu el origen de los tribus lcrrituriulcs como !iÍ
cl11x11 que C'nrernn \•k lirnni; lk 1,. rcvolucit1n que 11cnh1í con loi; reyei;. 211 fuera ;,, l'flrtlfl. sin hncer rcfcrcncio nl n :o;us funcione:-; en relación con otrm;
l>c:;,lc h;cµn csln t.·~plk11l'ití11 ci; m:li; ''erosimil ~1Hc l:i lc11rf11 11l1cn1111iv:i i11 ..lil 11d11111·s llÍ :il ln¡~:tl' !llll' Ot'llp:th:111 e11 el CSllllCll l:I l!CllC111l 1lc l:t rcfornltl.
:i;1,'J!-ti11 la c11a l l11i; 1111111hres lle tdh11s c1111111 1:1 . (;:ilcriu. la Lc111u11i11. In l'o!io~ . ¡,l'uru \tité i;crví:m 1;1:; trihus lcrr1iluriulcs'/ La euc:r;litin rci;ult11 muy f¡ícil <.le
l'lc .. 1111 1íc11c11 nmln que ver ctm 1ni11:1•11ttw. i;mo que !ion nomhrcs J!COgrnfl· pln11lenr. pero e:cl rcmndnmcute lliíkil de responder. Po rece seguro que le-
tn~ l'uhre n1é1111lo :o;errn pcnlinr tll•c el no n1hre <le un:i trihu licne <111c ~cr un ninn que ver cnn d c:cnso. que en ~pocn posterior y prohoblementc desde el
tnpi111inm o;c"iln porque lui; e~cn~11~ 1c~timt111irn1 <le tui; que <.li:i;pnnen1011 no 11:1- primer mumento. se bru;nho en lns trihu:r;; en cualquier cnso, dehieron de íor-
hlnn de nin¡!unn c11tirpe de c:i;c nomhre. La <lchilitL1<l del nrl!-u~ento queun 111111 p;irtc del mi5mo p;iquclc ue rcformils que produjeron In orgnniwción
p111cnlc en el caso de In trihu Rumili::1, que $tlhcnm:o; 11ue ~ccih1(1 ~~ ~oinhr~ ccnlurin<ln. como de hechll nrirma In lr0dición. Pero la nolurale1.a exacta de
tic 1111;1 í;1111llia. Pero :i;ciln In 11nhemo:i; porque uno <le 1111o; mrcmhro!'. 1. ílmm- In rcl:lcÍlin c.xistcntc entre ln5 trihu5 y lns centurias es rroblemnlicn y difícil
1111 lluc11 Va1icn1111. opnrccc en lo:o; fastos como cónsul del nño 455 u.C Ycomu de tlelcrminnr. En :i;e{!.1tilla nhordnremos In cuc11tión. ,
uno ele 11111 tlccc11viro11 t.•114:;1, ~e lrnta c.kl únicu llmnili<1 p11trici11 q11c c11n11- l>c 1110111cnlo hastc w11 i;elíalar el prjncipiu gcncrnl ílrmcmenle cstnhlf}
t:c In hio;111ria. Perc1 de 1111 hnhc r i-itlo por !'U tri1111f;1I cnrrcrn -:i;i huhicra dtlo por 11. Las l. :i;cg\ln el cu11l lt1 rcíormn lribal trnmíormú lns bn5cs úc hl
11 111crh1 sic11dn tud:1Vfa 11if1<1 n h\1hicrn cafc.111 co111hnticml11 conlrn 1011 vol:i;- ciutlallnnfn rnmnna " re<leílniú los \•lnculos que unlnn ni ciudndm10 rom:1110
coi; - . 111i; llo111ilini; hnhrlnn <lcsnpnrccicJ(l :i;;in c.Jcjnr rnslro. In lrihu Ru~11ilin e1111 In co1111111i<lad.: .-Concrclnmc11te. In refonml sustituyó n lns onliguns 1ri-
hult 1r:1sitio1:11lnl·:ula jt111h• c11n la Cn111ili:i. l:11.cmcmin .y11 1111~ pm el cs1tl11. Y h\1s rc11milcas y a la:-; nnia~ d11111i11mlas por las vicjn5 ramil in~ uristocr1ilie<1s y
.,¡ 11 l1111l:i al!!nnn su 1111111hrc se h:rhrf:l pc11sml11 t1~1c tc11r11 c~ r.ti~tcr 1tc11g1 ñfk~1, n lns que sülu se podfn pertenecer por nacimiento. En <1cJelnnlc In perl.enen-
A,lcm:í~ llcherlanms sciinlnr que utr:is tlns tnhus "l!cnllhc111s 0 • In Hmnc1¡i cin a unn tribu y. pur consiguiente, el derecho n poseer la ciu<lndanrn roma-
v la Mcnl'llÍ:t. llevan 11rn11hrc:o; de fomili:ii; (lél\rid¡is que n11 npnrccen rcpre.<1en- 1111. dcpcntlerfo lle l¡i resiuencin y <.le cstó'lr registraúo en el censo, que estab_a \
i11t111); en le~ f:tsltl~ n rnrtir 1k )7R y 37'1 n.C. respcctiva1111:11te. y (111c se hnbf:111 orgnrli7.ac.lo tcrritorinlmcnle n través <.le las tribus. Analizaremos estos aspe~
l''lli11u11i<lc' :1 riu:1le:o; c.lel perr11<10 rcpuhlicano. A In lu;r. cJc c:o;tus eje mplos. en tos mRs n<lelmrte.
1 pi irn:il'it' 1111 p11ctlc 1111ncri;c 11i111:!\lnn nhjccicín a lo hip1itc11i.c; e.le ~1ue In.e; lrlhu:o;
( ·a11111i11. ( i:ikria. 1.c.·mu11la. l'111ia, l'11pit1i:i y Volt in in to111am1111ui; nt1111hrcs <.le
un:i ~1· 1·1l• 1k fn111ili:is 1.•xli11p.11itl:is en 1icmp11s rcnmlm: ttlle. por e l 111111i \'t> 1¡ue L.\ l)IW.\NIZ/\('llÍN C'l~NT\1111¡\I)/\
•\ l'Hl.'• n. "'' h•cran111 c11lrnr c n lo:o; F11slCl!l Totlm; ellm; prcsenlt11111m11hre:o; que re- 1
. 1mfl11r l11 pcrr'l·cla111t•11lc plnusíhlc C(lt1sitkrnr ¡?cnlilkl~1s. y ,le h~cho :tl!!Ut.111s c~- Se dice c111c Scr\lio 1\rlin dividí•' ni pueblo en cln!le.'i i;egún ~u rique1~ Y\
r:i11 :1ll'"li,!.!.t1alll'-" rn1m• prc1111111hrc~ en época pt'l'.'ilcrmr: pm Cjcmplc1: ~ 1nlc.r~11 que ~uhcJivitli(1 cnun dn~e en un!tln<lei; menorc11 11nmntl:is centurms. Los cm- ,
~l· llm11al1a "" ni11s11l 1lcl niin (i.'( d.('. y tnrnhién un empcr:idur de :m~. 1:1111h1en <.ladnno11 e.o;t;ihan divitlidoi; mkmñs en grupos de cún<l con5istcntcs en un nú- ~
""" •·..111witlP< cn 1.: p11l':l i111pcrinl imlivitlut>ll llnmmlus Cnmiliu. Vnltinio. ele.?' mero igunl de ccnlut ins de i1111iarC's (hombres silun<.los e nlrc los 17 y los 45
l'1;Í('IÍl;:11111·oll' fiel C.'XiSt(' ll':i;IÍ1111111in :l l!!\1110 tic que nln!!llnil dé ln:i; rrinJi· 11íio11) y se11;nmt (fui; t¡uc lcnínn cnlrc 46 y 60 'niios). Se dice ndcmós que esta
liva< 11ih11i: r1io;tir.a ~ 1a11:11t1.· ck la ('h1:i;111111i11a) tcnJ!ll un n11111hrc Je cnr(lctc:r ..,,.,,,,,~ rrcnnnrtt~ ='-" ttnn r;,,,,¡;tlnrf .. v ,.,fírtf:tnu•tntl" "'il;t •\ t' 1 ('\e' ,.,,.,,, ..,.~ lrnÍ"\n
216 l.OS ORÍORN~S OC:. ROMA
LAS REFORMAS DE SERVIO TULIO 217

c.¡uc prcst¡¡r servicio como soldados de primer~ línen, y los seniores como no, y es razonnble suponer que, cuando fue Introducida, la centuria estaba
formndn realmente por cien hombres.
«guardia nncionah1 e ncargada de defender la c1uda<l. Los hombres tle ~adn
clnse ibun equipados (eviden temente a sus expensas) 2.~ con diferentes tiros Pero es eviuenle que en In jerarquía serviana las centurias de las clases·
de nrmas ofensivas y defensivas. que reflejaban el lugnr ~u~ ocupatinn e.n In más r icas hnbrfan sido mucho más pequeñas que las de las clases pobres, re-
jcnm1uh1. La mejor fo rma de exponer los detalles es el s1g.u1entc cuadro. lativamente más numerosni;. Cicerón (Rep., 2.39) y Dionisia ( 4.18.2) así lo di-
ce11 explrcilamente, pero. en cualquie r caso, es impensable que la proporción
11uméric;1 de lns ccnturlns de las tlistint ns clases pudiera re ílejnr la estructu ra
C11,\IJ1m 2. l.n mgm1l1J1ci1í11 cc11luri:uh1.
socia l de una comunidad real. De hecho., es razonable suponer que los nú-
meros de centurias de las tljversas clases estuvieran en re lación iov~rsa al
('(ase ei1paci<la<l A rma~ /Hmn.~ Número lle ccmurín~:
cccuu1micn tlcfcnsivn~ nfcnsivns i1111illm1 sruillrt'.~
nume ro real <le ciudadnnos. Otra anomalfa evidente es que habfa un oúme-
Í l'll ;IS('!')
ru ittuul tic centurias tic j1)vcncs y de hombres de ednd, aunque en rcnlidn<l
eslos ullimos tcnfnn que ser mucho menos numerosos que los primeros; la
80
1 ºº·ººº Cnsco, Lnnw, 40 40 proporción prohablemente se siluaría en torno a 3:1. La conclusión inevita-

,: ll 7~.!I()()
escudo rednodo,
grebas. COra7.a
C:iscu,
espnda

L1n:r.a, 1() J(l 20


ble es que l~s centurias de seniores eran invariablemente mucho más peque-
ñas que las de i1111inres.
Antes de seguir ndelnnle, convem;Jria echar una breve ojeada a nuestras
escudo nla rgndo. esrwh1 fuentes. 1.ns vcrsiuncs de l .ívio y de Oionii1io coinciden cxncl11mcn1c en ln-
~rcbas
llol\ lo!\ uspcclos c~ccpto en los t.lctallcs rclalívus al armnmc nlo ofensivo y de-
1\1 .'i!UJOO C:1sco, Lanza, 1() to 20
fensivo utili7.núo por lns dos clases inferiores, el censo exigido a. la quinta cla-
escudo al:irgad o elipada
IV 25.00() (E.~cudo Lanza, 11) IO 20 se, y la colocación dent ro del sistema de clases de las centurias de obreros.y
alargado) venablu nHlsicos.26 Estas d iscrepancias son de me nor importancia, pero resultan sig-
lespadn) nificativas por cunn to demuestran que Livío y Dionisia se basaban en ann-
V t 1.0()() Honda, IS 15 30 lislns distintos; por 01ra parie, la coincidencia básica en ledos los aspectos de
11 ZjOOj piedras mayor importancia demuestra que los distintos relatos analísticos se remon-
¡vc11ahloJ taba n e n último término a una misma fuente, que, como reconoció por vez
Tolnl t.lc lns htcn:n~ tic ioínntcrfn 170 primcrn Mom mscn. hntirín sido cosí con todo seguridad un documen10 oficial
Ccnl uri11.~ ~11pcr11u111crnrins: llamndo dt'.~criplin c/a.ui11111. mencionado por Festo (p. 290 L). 21
Eq11i1r..t (cahnllcrfa): 18: obreros: 2; ntúsicos: 2; prulclarius; 1 23 El hecho tle que Livio y Dionisia discrepen en el cnrácter del armamen·
Númcrf\ lnlnl de ccnlurins l9:l to ofensivo y tlefe 11sivo utilizado por las distintas clases significa casi con loda
scp,urilhttl t¡11c. el documento o ficinl en c uestión no hílcín mención de lns nr-
F111·.1ill:s: IJi·I" j A:I: Oioni~u uc J li11ic11r1111~0 IV, 111-l l<. Los d11~ 1111t1trc~ 11(n.:~c11 p nit:tk:1- nrns. y que csn discrcpn ncia es fruto de lns investigaciones y conjeturas eru-
n•c1111' la mi111n:i infurmndi\11. l..n~ llÍfcrcucia~ se ln<.lic11n c111rc corchclc~ 11· lJ'"' rnnhcni:11 111~ va- ditas lle nnticunristas y nnnlii;lns. De ser así. la descri pción del am1amento de
1ii111lc.& y h•l> 111lid11111:S" •h.: Dionisin rcspcclu tk l.i1:iu,
l:1s dislinlas clm;cs, ' llle tlcsclc luego pa.rcce i;er artificial e imnginaria, debe.ría
result ar m:ís que snspcchosn. Lo m:íxímo que podemos ad 1nitir sin reservas
( Casi todo d mundo eslñ de acuerdo en reconocer que e¡¡lt: sislcmn. 1111 ci; la tlisli11cii'111 cxisleotc entre In infantería pesada de las tres primeras cla-
1c1111w aparci;c nquí rcpmtluc-itlo, no puede rcmontn rse n In épocn de Ser- ses y lns tropas tle infantería ligera de Ja cuarta y la quinta. Estas conclusio-
( vi11 'l\1li11. Lo lllle Tito Livio y Dionisio de Hnlicarnaso nos º!recen es una nes. como veremos, son muy importantes.
l UC~CrÍpci1'111 UC UI\ SÍ!\lema exisle nle en Ull..1 ~pOC~ muy pOste rtOr, i:robable-
Es preciso hacer un hreve comentario acerca del método de apreciación
• mc n1c e n los siglos tv y 111 a.c.. cunntlo la centurw yn no dcsempcnnbrt u.nn de la capacidad económica. La perte nencia a una determinada clase depen-
1 f'unción mili ta r. sino c111e era uiia d ivisión del pueblo con carácter político
día de la estimnci6n del valor de los bienes de la familia; el pnterfnmilins y to-
c cxis!cnlc en los comicios ccntnrindo.s. El mo ti vn principnl de ll:gar ~ esta dos los varones tle condición libr~ que estaban bajo su potestad eran in-
l'otltlusil111 es q ue lns rc nlurias que nparecen e1' el eSt111eina ócscnlu mn!\ an- cluidos así e n la clase que les correspondiera. La apreciació n del valor de una
lcrion11cn1e s111t a tntlns litccs unidatles <le dimensiones muy dislintns; no po- hacienda se calculaba e n ases de bronce, y el as equiva lía a una libra de bron·
drían lwhcr f11 11cionnd11 como uniLlndcs militares. y tlcsllc luego no fH>tllfon ce. El hecho de que l11s cnnlid ndes se den e n ases no nos obliga a deducir q ue
~cr 1111id:tdt•s lit• den hntnhrrs. nunque ese es el sfgnificat.lo literal del lérmi· In orgnni7..nción cles·c rila por Livio y Dionisia date de una época posterior a
l llS ORÍ<mNf' li m ; llllM .\ l.1\li IU\ftlR MAS rJE S6RVJO 1'UUO 219

la i1111mlucd1;11 lle In 1111111ctla en Rmnn: loli pesm de 111ctol poúinn ser urili· En el c:1quenia "scrvinno" podemos oh!iervt:1r una división análogí\ en la
7.mfos cr t'l1 R1111rn es cnsi $Cj!llfll tf llC lo crnn ) (.'l)ITill 1111lclnllc$ de valor e in· tlistioci611 enlrc !ns trc11 primerns d ai;es. que llcvnh:m nrmndurn pesacln. y la
dus11 nimo nu:dio t.lc cn111hh1 en l:ls 1rn11:i;nccio11cs comcn:lnles nnlci; tic lJltc eun1•tn y In q11inl11 ct11sc, t¡uc constnbnn do tropas de infantería ligera sin ar-
lus rt•rmt1111i; <lccitlicr:m cmitir pic7.ll" <le 111ctn l acufü1<ln en rurnw tic 1110nec.ln . mnmcnto dcíeni;ivo y provii;tns llnicamenle de nrmas oícnllivas ligcrns y pro-
/\un :id. n l1?-t1! 11l~ c!: l1td il~11!: níir1n:111 quc In valllradlin en :l~C$ :ipun111 hn- ycctilci;)2 Frnccnm l'c dio cuenta tle que si se nplrcnba esta di~tin ción a las
cia 1111:1 kdi:t rl'111li\'m11c111c !ardía tkl sistcnm tic l'lm:cs ..~e rvh111m· 1lcscrih1 utti<lndc:i; tlcl cjén:iro 1..lc cnmpnña «scrvinno" -c:i;to e~. a In~ ccnturins ele it1·
p111 l.ivi" v l>ic111isic1. El :irJ!l•1t1cnlo 1tc hns:i en h1 hipt;lesi ~ lle que los v:1lmes 1ilrir1".~-- el rcimllillto ei; jUl'tnnicnte i;e.<;entn c;cnturi11s de i11fonterfa pesnda en
se cak11l:tÍm11 en los l1m11mlns a:-cs ··:;c:<lil11t11lcs». es tlcdr. n~s 11uc pl.':;nhnn lnr. tres p1i mcr:11i d:t!ic~ (40 ·• l O+ IO), npoyn t.ln~ por vcinlicinco ccnlurins de,.
tlos 1111zn:;. 11 111111 :i;cxl;1¡inrlc de In lihrn rm111111n. Este M scxtattlnl tlcvnhtntln inínntcrtn ligcm pcrtenecienlei; n lns clases IV y V ( 10 + 15}.
hlc Íllt f{11.ft1cido ttun1n1c 1:1 segunda g11t: rra rúnica. en lomo :11 211 n.C. Cll In Al n1i:-mo tiempu llnl!inbn la atención sohro clos curioso:> hechos rclncio-'-
111is111a CJlllC:I ljll l.!. el tlcnariu. ll11111Ctl:'I de rlatn equivnlcntc i\ tficT. ai;cs se'.'< ·
1
1Ji1d\1:; con el ejército romnno de In époc'1 rcpublic;inn. En primer lugar, aun- 1
luntalcs (111 1rnfnhm 1fr1111ri11.t signiricn lilcralmcnk 11quc v;111! Jkur.>•). A partir 11ue unn ccnluria signiíicél estrictamente UM unidnd de cien hombre!'. la le-
tic aquí :;e ha Jc<ludtlo t¡oc et "Íslcmn lle cl:lSCli úcscrito rmr U vio y Dionisio gión rcpuhlic:.1na lfpicn, rormnúa por sesen\11 centurias, constaba no de 6.000 1•
corn:spnmh: n 111111 época rosleriur :il nño 211 n.c:~ hmnhrcz11. :;iuo úc 3.000. complcmcn1ado11 por 1.200 (no 2.400) véli tes óe apo-
F...,1:1 c11m:l11shi11 dist 11 mucho de ser sc[!llr:l. En primer lu~ar. la tinicn rn- yo. q\tc sunmhnn un totnl de 4.200 homtircs. el m\mcro úe soldados que for-
1.1i11 parn 1wnimr <1t1c 111:- valores ecn11itnrios cstoh:ln cnlculndos en ases scx· mnhn11 11ormolmcn1c uno legión ~egú n Polibio (6.20.8). En iiegun<lo lugar.
11111t:1lt•s es \\UC Dltmisin. cuyn ohm c:i;tnhn csnita en Etril·J!.n e ih:'I dcs1i11nd;1 n dnr:1111c la éorncn rt'p11hlicnna el ejército rom:lno clllllvo comrrncr.to :-iemrre
1111 plihlkn /,!.rit.:!!H. t'onvirth'1 las canHtladcs rnrresp1111die11l cs en dr:1t·111as a rn- poi' m:li; di: 1111:i lq:i1i11 , t\ pnrlir de~ 11 11.C'.el 111l1uer11 lrnhi111:1I cru <le c1111 1n1
1(111 tic llicz asei. pur drnc111:1: y c.:110111 la tlrncnw 1ílka t•q11ivalf:1n un <lc11:1rio,
In co1m:cuenci11 es que lJinnisiu (o su fuente) utili7.ti el palr(í11 del as scxlon-
lctti1111cs.·1·1 pero anter-lorn1c11tc los cjérdtoi; romnnos estuvieron (ormnelos
nor"'nlmen le por dos legiones. Si se plantean AM los hechos. se impone auto·
-
~

1111. Pero p11urra lnitnti;c sc11cill:u11cntc e.Je \In error úc l)innisio u de su roen- mriticnmcolc una exrlknci1'11\ de amhas reculiMíc.lndcs. Un ejército íom1:ido
lc. 1 11 1i11ic:11 \.lllC leUelllllli ucrceho 11 deducir tic ese lcstimonio c..¡ f!llC los por do:o; lcl?ionci; tic :rnoo !loldnclo:; de infantería pcs<1dn (m:ís 1.200 véli tes)
c;11r1esp1111dlc11tci; ciír;1s í11crlm eonvcrtidns en dracmns <lcs¡més tic c. 211 :1.C.?1
l'cl'o n1111 i:lll' ',''icndo. sólo c11nt11 mcrn hipótesis. 11uc los cOrrl•sp1111dicntcs
no pucc.lc ser mái; que el resultnclo de In divi~ión en dos mitades de una sola
lc~ión úc 6.000 solthHJo:o; de infanterrn pesn<ln (más 2.400 vélil.es). cada una -
v;1lurci; esl\1,1it-r:111 exprcsmlns e n nscs scxlantnlc:o;,-11' 1111 :r> i{!nificil rf<t 11eccsnrin-
111cntl!$Íl1ll que l11s cHn1s lwhrf:111 i;idt1 :ic1u:ili1.nd:1:o; y c1mvcrllt.l11s ni nuevo i:is-
1c111a 1111111c111rit1 j11lrml11citlo c112 11 ;i.C:. Elh1 s\1pum.lrl:1ohicn11ue h1 prupi:i
de lnll eunlci; hahria m:mtenido nrtiíicialmente el número origin'11 de centu-
rini<. nun11uc con urin dismin11ció11 <le sus cíectiv(ls.
Ln hipl11esis de que orip.innlmcnte st\lo hnbfa un:l legión de 6.000 solda-
--
' e-
,_,..
._.
n\ki;crÍplÍn cl;1:o;~Í\liH» ÍUC ;icftm li'l.ntl;i por ltr.; CCll~Ore!t O 1'Íl'l1 lfUe lo!\ hiS\(I· tln:i; e.le i11fon tcrfa pesntln ~ hnsn no i;ólo en el signifíeaelo liternl de la pnlnhra
ri:idrn es l fllC 111111scrihieron el tlocur11c11111 trnd11jeru11 ln:o; ciírns tlcsfmrntln:i; 11 1·w 1urir1. sino t;1111hié11 en el hecho e.le que el término h:gín, que signiíic:l lite-
111111i; l l~rmi1111s 1111111t·tnrins l"tllt1f1rl.'lll"ihll's pnr:1 sus kl'lure~. Sen r1111111 s1:n. lo~ r.11111 ~·11 1,• ,.ll•vn ... 1ld•l'ría rcfc1·irsc t•strictwncnlL' n In 1t11:ilil111ll del cjércilu.
\':clnrcs cc11silariolí cilnihr.; pm U vln y Dionisio no 1ic111:11 11ad11 que ver c.:1111 Ath:11uíi1. tlurm 11c In rt·p1lhllc11 cudn lep.i(m eonst;1bn tic seis trihunos militares,
In kd1:1 de la m!!.n11i1,:1d1í11 "~crvinon .. pmpinmenlc dich n. y originolmente el trihu110 ern el coman(fante de un contingente tr:ibal de
l .llllO ltomtire:; (vénse .mpm}: c.~te signiCicndo origino! ~e ve renejodo en el

e 111/•:iiN1 s 111; ' ·" rnwAN11.Ac11iN t ' 1'1'1ruR1A11A: ·1F.0RÍI\ un FM<.'<'Mm


hecho e.le que en lns rucnle... griegns la palnbrn «tribuno.. e.i; tmducida por
Y.l ).ÍUQ1.0~ ( ::: "COOlnlldM IC de mil (hombrc!i]},
;,Por 'lllé se dividió In legión primitiva en dos legiones. cnda una de ellas
-
'4r-

--
l'.11 1111 i11ip1•1 tm11c e: i11rluyl'11lc nrtículn puhlic:1dt• en 11>:in. t%1i11 f-'rncc:1· ct111 In 111itntl ele efectivos'/ Fr::iccnro cncn11tró In rc~uesta en \!011 lcorfn qoe
,,. t1'1sc1 vaha 'l"c l:c t11')!a1ti'/,;1dt'111 cc11ttiriada descrit:1 p<1r 1.ivio y Diou i~io ~e
h:1s;1 en 111111 rs1r111:1ura que cnrrc~pcllldC'. cx11cln111e11lc n la tic In lc!!ii'm rontn·
yn hnhfa sido pmpltesl:l por hi:i;torindores clol ejército como H. DclhrUck y G.
Vcith,J' t\m lm.~ n~tlorcs sostenía n que seme,inn tc cnmbio en In estructura del
....
11 :1. 11 1\ '" lnruo 1lc t11tl:i "'ll dil:ctml:1 hi:i;t11rin. la le!!ÍtÍll C!illl\'Cl cnmpucst;i pm ejército. cuyo re!lult:ido hnbrfo sido la exlstencio de dos ejércitos idénticos en l fr-

~,·.,1· 111 :1 1·1·111t11 in~ 111· i11f:111h•1 (11 l'l'~:11ln . apoy:idnl' por 1111 111imer11 i1 ~rerior tic \'e7. de uno solo.. probnblemente se produjera a comienzos del período rcpu·
lmp11s clt: inímtt\'I ia lly.ern (vélite!'). 1\ mccJind11i; del rcrrcxlo repuhhc:'lnO. In$ hlicano. cunndo surgieron úos magistrados de igunl rnngo (los cónsules) que
\\;lite" asn·111llm1 al •lll por 1110 tlcf ll•tnl tic lo~ lcgiun:irioi; tic i11ínn1erfo pc:tn· comp:u1rn11 el mnndo que hnstn entonces habfa ostenlat.lo el rey. Fraccaro
,la. t·s tln·ir. ni c11nivnlcntc de "ein1ic11alni cen turias. nunque. en rcnlidntl. In!' ncept6 e~ l e argumento y llegó a In conclusión de que. como el nócleo de la
v1:ri11·.: 1111 •'!'1:11':111 orf'trni'lmlo:i; en ctnlurias. ore.nnlwci<ín ~rviann ero In divi1ii1Ín de los homhres en eclnd militar en nni-
220 l .(lS onfGl!NP.S l>E llOMI\ U\S ltEFOltM/\S DI! SERVIO 1 ULIO 221

tlm.Jcs c¡ue t1pt1redn11 reproJ11ciJns en 111 cslructura de In legión romnnR, hn- r¡ue contamos confinnan lo que ruzonablcinenll! cabría esperar respecto a las
hdn !cuido que !!Urgir en u1111 épocn en la que s<ilo huhicrn unn legió11. h11s11· necesicL1des militare:; tle Ronta Llurante In époco nrcnica, esto es. que el ohje-
_ Jn en 1111 co11tingente <le CUJC)(I i;oltlados de infantería pesado. divididos c11 tu fu11t.la111c111ul dd censo em regislrnr a lodos los hombres físicnmcnte aptos
• y económicnmenlc c.ipaccs de equiparse por su cuenta para el servicio mili-
" sc.c;enln cc111urins Por coni;iguiente. In organi7.adón scTVi11na htlhríll sido an-
terior 111 cnn!!Uln<lo: en otr:is palobrn~ tuvo que ser inlro<.lucidn dur:mte In tar. Dentro de este grupo sólo era preciso hoccr una distinción básica entre
.• 111onarqufo .
E..;1n hrillnnle in1uició11 ele f-r:icc:iro ha sit.ln ronsit.leradn 0011 tod:l justicin
los r¡ue podían servir como solúados de infan tería pes:lda y los que sólo po-
úínn servir como vélites. Los testimonios de una división hásica de este tipo
un vcrú:1th:m hilo e11 el cstut.lin úe este tema, y sus tesis runúainc111nlcs si· puúcmos c11co11trnrlos en lns fuentes de cankter anticuaris1a, que hacen re-
(!UCl1 rcsult1111tlt> convincentcs incluso hoy día. Según Frnccaro, podemos rc- fc.rencin n una úistinción entre uno solR clase, la c/ns.ri.r, y el resto de la po·
conc:tnai r In hii;toria primi1iv11 del ejército romano de la siguicnle in:incrn. .. hlnción, que ernn los ...que están por debajo de la clase• (i11fro clanem). El
m~s imporlnnte de esos 1cx1os C!i A . Gclio Vl.13:
01 il!it111h11c111c cstuhn fom111l1<1 por :l.INXl iwlt.lall<l.'i <.le inín111crfu. l .IMNI p111
cae.la u1111 lle IM cdl'tus romuleni;. a ruón de llKJ por cnda uno de lns trei11tu
curins. A lo lnrgo del periodo monárquico, el aumento del poderfCl de Romo Los llamados classici no eran lodos los hombres de las dnco clases.. sino
condujo n un Incre mento :11utlogo de sus fuerzas militares. En In trnúícic\n po· !iólo los <le la primera, que: posc:lan 125.000 ases o m6s. Por otra parte, se apli-
demos oh11ervor úivcrsos inúicios <.le que en un delerminnuo momcnt(l el no· ralla el rérmino infra d11su111 a los de la segunda ch1~e y 11 los de las demás da-
mero origiunl tlc soldndos fue doblnúo. Dionisio sugiere ttuc ese cumhio se ~c..;. 1¡11c p1l~cia11 una h:lcicnua ii1forior n 111 cn111idru.1cilnJo;11
produjo lrus In dcrrotn tJc R1'1 mulo en C'eninn (1.JS.6); Livin <1ui1.1\ 1>11po11p.11
ulgo purccido en el momcnlo t.lc In úcs1rurció11 de /\lhn Longo ( l.'.\0.1 ): y Eslll dislinciün s1.· rc1110111n n 1111:1 épuc11 011 111 que lo r/(/,\wi.1· constilu fn c-1
Fcslo (p. 461{ L) comento q11e en tiempos de Tnn.¡uino P(isco el rotnl del cuer· elemento vcrdaJernmente efeclivo tlel ejército. El término, derivado de ca-
po tic ciuduclnnoi;, y no 11ól11 In cnhnllerfo. dobló• i;u número y se <.llviúhí en lare(= 1ellam11r11, «Convocar»), nparecc: a veces en contextclS en los que sólo
rnmnes. tlcics y lúcere11 prinrt'.t y />O.ffcriurc.~. puede significar «ejé rcito».~ La interpretación más convi ncente de los testi-
1 Lo que l01plicn11 estos noticias, por lo demás dudosas. es que Servio Tu- mon~os ei; la de G. W. Botsíord, quien sostiene que la classis comprendfa a
lio heredó de In orgnniznción militar anterior no sólo lo centuria conc.el>idn los c1udaJnnos que podínn costearse su armadura pesada y a los que se exi-
/ con10 unidnd bfü1icn (recordemos que cada curia aportobn cien hombres). ~ra comhntir en filas apretadas al modo de los • hoplitas» griegos.n E:l hoplí-
j sino 1n111hién el mimcro de sesenln centurins, es decir. Lliez por cadR unn de tn griego era un soldado de infon1erfa pes.ado, armado con coraza de bronce.
.•
~

l:is secciones de los rnmne.c:. tlcics y lúe.eres prinres y 111wrrinrr.r. Su rcíurm:a Cll!lco Y¡trehali, y provisto de un Cl\cuúo circul:-ar de hroncc cnrncterístico (llñ-
con~ii;ti6. pues. en unn 11ucvn mnnern de íomta.r las sesenta centurias.. Pero 1>lo11). Sin embnrgo. la protección que le proporcionaba su pesado am1a-
estn n:eons1ruccit,11, au11que sustentnt.ln por Frnccaro. pnrece llhlclm 111c1111s mento, :;e vcfo eon1rnrres1ndR por In consiguiente p~rdídR de velocidad y de
-
2i
vcrosimil q1tc In posihilidncJ nllcrnntiva de: que fuern In concesión t.le los de-
1cch11.~ de ciudnd:mfn n loi; c::migrnnh..-s y notros grnptis cnrc::nlcs hnst:-a el 1110·
capacid:-ad de maniobra, úe suerte que el hoplita sólo ern verdaderamente
cíicn7. cunndn comhatra en formnci6n junio con otro<: hnplilns. l..1 nlincnción
n11.!11lc1 cJe clloJ> 'I"º renli1..ó Servio Tullc1, lo que condujo n un incrcmentu del t.lc lmplilm; llrum1d:1 lécniCDmente íalange, resullaha pnkticamente irrcs.isti-
nüniem de hu111hres con cnpncidnd cJe empuñar 1:-ai; nrmn~ Según estn teClrln. hle siempre y cuaot.lo los homhres que la formaban íuer;in lo bastante t.lisci-
C'mno cu el primer ccni;o S\.' cc1111pu1oro11 aprnximadmncntc seis mil Jtold:idos pli11:-ad11s p:irn mantener su puesto en In rormnción."' .
de i11í11111c1 In (\C!illdn. et número de ccnlurin!' quedó fijndu en sc.<;c111a. Cunndo c.c;tc tipo de nrmnmento y In 11\cticn nsncinda n él hicieron su npa-
ricíóu en el mundo griego. prohoblemenle en torno al afio 70() a.C., no tar-
daron en supl:1111ar a lodos los demás modelos de lucha. Hacia 075 a.C. la
ínlange hoplílica se había convertido en la formo habitual de organiza-
ción militar de los estados griegos. Lo importante pAra nosotros es el he-
1,·; Pnktica111c111c no cnlle dudíl tic que In reform:i originnl tuvo un car~cler cho t.le que este tipo de organíz.ación se difundió por l 1alia a lo largo del si-
1:lll11rtnd11111c11lc 111ili1nr. Sólo por ese motivo es probable que el primer censo glo vu a.c. Los testimonios arqueológicos, en particulnr 11quellos proceden-
1111 likicrn dis1lnci1'>11 nl(!unn entre scmion•s y i1111iort•s. sino que ~implcmcnl e tes de lns tumbas Je guerreros, demuestrnn que In panopl ia hopl!tíca había
co11tur11 n l11clos l11s homhrc~ en eúad militar. Existen auem~s huenns rnzo11ei; sido ntloptntln mayoril;1rinmenle en las comunidades de la Italia tirrena ha-
r11r:1 p t' 11s:1r q11r 11l pri11dpi(I In oqtnnizncitSn centurincln crn lnllt'hO más ~en· cin ñ25 n.C., y conocemos rcpresentRclones plt!s1icus de la fa lange desde an-
1.'ill:i q11.- L'l L'1't111'lk :1.1,, ~i<1t1 111a .k ,·in,·t• da>•'' t.:1,:ul.:i' .-n la c-;ir:1dd:id ~c-11· tes del año 600.~Y En vista del desarrollo precoz de noma durnnte este
''"·•:•:. •I''·· lh'' lk•:ui•,·n 1 '' r.• ~ P i,•ni•i,•. l ,•;< ~·.;.:.1<,•s 1~·~tim,,ni1.·~ l'•'ll ,,, , período. parece rn7.0nahle presumir que el armQmento hoplítico y el uso tác-

..
211 1 OS ORÍfiENE'S Or: RO~l 1\ LAS Rl!FORM"S 01! SllRVIO TULIO

til'o de l:i íaln11!!c c:;tuvicr:in y;i bien impl:rnl¡¡do:; en la eittd:id en el siglo v1. La !iegunda posible reconstrucción de los orígenes y desarrollo de la clas-
IJcsJc hace tiempo se reconoce llllC IM reformas scrviana:o; pre!luponcn ,{/s se llasarfn en In 1corfa de Fraccaro. según la cual la legión ~ervinna ha brin
la ru..lnpcit'm de l:i cstrntegia hnplllic;i en Rnn111. Lo!l 1illi1110s c~lt1dins tic los con!ila<ln de sesent11 ccnlurins y se idenlificarfn con In clnssis. Más tartle.. en
IC!iliru11nins :1n1 ucol~1gico:.; Llcmue!llr:rn que e.s ic t.krrnrrnllo !le llnhí:I pro<l11ci- un mo1ncnlo dctermirtndo. 111 doble división cla.~sis-iltfra dnsum ser(a susti-
t10 Cll el !>ÍP,1<1 VI y. r<>r lo ln11to. proporcinnnn l lll apoyo ~ig11Hk;1l ivo il In fe· tuidn por un .sistemn mñs complejo de cht!ies ordenadns según su capacid~d
- cha lr;iJicionol de In refornw original. Yn 110 cahc juslificnci1in nlguun pura In económlc;r, Ello supuso In división de la cfassis en tres grupos (doses 1-lll),
lc11rl:!. lt1n en ho!!n en olm 11111111cnto. de lflll' la i11ltnd11r;:di'l111k In t:íclle11 ltu- }'. lu tic l(ls iofra cfn.tm11 en otras dos (IV-Y). más loi; proletario~ Como a pnr- t
f!lrtic.:;1 C l1 Hnma -y. rwr consig.uicnlc. In reforma cc11t11ri:ula- wvicm11 lu- hr tic ese 1110111cnlo el término clnssfr pnsó n nplicnrse sólo a la primero cln-
g.ar de,o;pu~s de 111etliadus dd sigln· v;111 se.. y se lh1n1ó lufrn c:fn.urm n lns eu;itro inferiores. este camhio supuso en rca-
El ari11;1111crtl(• nfcm;'irn y tlckni;i\•11 ulifi7.:ith1 supuestamente por. l:is tres lic.la\I 1111c In dfl.tsi:r redujo su volumen, y c¡ue los grupos inscritoi; en las clases
pritncrns clases es rcrfcct:m11.:nte cuhcrcnlc con In c.xistencin tlc un cuerpo de 11 y 111 fueron relcg.1dos a la· condición de iltfrn c/omm1. 44
l11 íantcrrn pc:;ntla que comhatín en falnnge. Sin emb<1rg11. eiaricl<1menle ha• Sin embargo, e:¡ preciso tener en cuenta que este cambio no tuvo ningu-
hln11ú11. stílo los soldndrn; de In primera cl:isc uliliz;ihnn el armnmentn hnplf· na consecuencia parn J;i estructuro organizuliva del ejército. La legión siguió
tico. incluido el lf17ico escudo rctlon<ln. el c/ipm.t. c¡ue en Dil1nisin de Hnli- fn rmnd;i por se11cntn centurias de infantería pesada apoyadas por las Lropas
cJu·nnso es llnnmdo jusln111ci1tc ei;cndo ~argivo,.. esto e:;, el ei;cudo hoptrlicn e.le i11rnnlcrín ligera.. Pero In distinción enlre estos dos tipos de infnntcrfn ya
rur c,xcck11dn . Por olrn rmrtc. los inlegrnnles de lns clnses JI y 111 no sólo tie- no coincidía co11 l<t <lisfinción enlre dassi.t e iizfra clnssem. Esa oposición dejó
nen 111cnns :mnamcnto ddcni;ivo, sino que ndcmíls utili1,:rn 1111 cscudn ohl1111- de lcncr 11n01 :iplicncitín militnr y quedó conílnnda ni terreno socinjnrfdico. ,...
!tº (.trn/11111), que rc:;ultn mucho tnonos atlccundo para la t;ícticll hoplllka al Este astmtn resulta su11111111c111c courlictivo, y por eso so hncc necesario :1par- t
c:;tilo cl;ísicu.~ 1 lnrn<1s por un mllmehto del a:mnto principal, la reforma del siglo v1, y hacer
Los lc.o;li111011ios rJe los que dispooerqos permiten cíccluar dos posibles
retonslruccioncs Je In c/n,t.~i.t !ienriililn original y de su posterior de'imrrnllo.
una breve digre.c;ión para examinar la historia posterior de In organización
ccnturin<ln. Como luego veretnos, esa historia posterior tiene mucho que ver
con la nnturnlc7.a de la primitiva reforma.
-
1-

En primer lugnr. $e hn :'lll1terido In ideo d'c que la legión servi:rn:i primiti-


\'tl, es decir. In rltt.uis. cktierfa idenlificnrsc con In que luego fue In prime-
ra clase. formntl:i sdlo pnr cuarenln centurias. El rcslo tic lo~ ciullndnnos
cr:in i11.f,.,, dn.ur111.~2 Estn leorln cuenta con el respaldo de le)( tos como el 'NNOVllCIONr:.S roS"fl!RIORES
-
~

pasnjc de /\. Odio dl:nlo :1111crinr01en1c. 11011<.Jc se níirmn c:<pHcilnn1e111c


que In d11.t.ti.f indufn si'1ln n In primern dnsc; otro fntsnjc impnrtnnlc scrl;1 In l'arccc :i\111rnmc11te improb<tble que fn tlivisión del pueblo en clases según
1111tidn lle Fe!lttt en la qoc se nos cucntn que In primern dnsc se llumn- su capncitlad ecnn(imica se llevarn a cabo por motivos de fndole militar. Es
ha ramhién r/11.t.fÍ.t cli1wntn, es decir, que se cnrnclcriwha por el mm del di· cierto desde luego <1ue Lívio y Dionii;io adjudican a las distintas clases di-
¡wm. . verso!i tipos ele nrnrnmcnlo ofensivo y dcfcm;ivo, pero parece l!UC i;e trnln J e
l .11 cxislcncin <le un::i c:la.t.ti.{ scrvinnn tlc cunrcnla ccnlurins c1111ct11mln 011 detalle sumumcntc artificinl: por ejemplo, In iden de que IM clase-s 11 y 111
:tllcm:is fll' ríccl11mcnle con h1 lcmí:1 <le quu ~crvit1 sc'1lo en.:<) cuntru lrihus: fucrón crc:u1ns pnr.a c.liferenciar : 1 Jos hombres que pod<an cosletirse un par
l'llu si!'-11ifkarfo tJUC lns tres Hnligu:is lribus. enc:irgndni; de surninislrnr trein-
ta 1.Tnl11ri:1s de iní:illlerrn pcsndii. íucr<m susliluid:is por Jm; cunlro nuevas tri-
de grch:1s tlo lc11¡ c1uc no podían hacerlo es evidentemente nbsurda. Ello no
sig11iríc:1que todos los soluatlos de iofanterín pesada fueran armados exacla-
-
t
hos. q11c aporlnhnn c\l::irenln cc:nturias de inínnlerfo. Evitlentcmcnle. esto mc.nle de la mii;rn;i manera: es inevil11blc que existieran diferencias indivi-
a1nic1iv:1 hipt'1lcsis intplic:i que h::ihrí:t sitio necesario otro cnmbio cunn<l('I uunlcs entre lmi :;old:idos que tenían que procurarse $U propio equipo. Me-
lrn:ran intmtlucid;is h1s lrihus nls1icns: pero; de cualquier modo, es preci:r;11 ll<1S prohahle, sin emhargo, es que en el contexto de la estrategia hoplfticn
""f11111\"r ª'l!lÍll tirm de cambio p:irn C:<plicnr Ir. c~islcncin en unn épocn pos- c:<ililÍcrnn unidade.'i distintas de infonterfa :Provistas ue ui(erente tipo de ar-
terior tic la lcr.ifin tic scscnfn ccnltlrios, carente tic rclnción alguna con el lllÍ· 111nmc11tn. En nnrticulnr pnrcce dudo.so que en un;i determinada época hu-
llll'lf ' tk tril>us. El incrcmclllu 1lcl ntímcm lle cenlurins de cu::1rent:1 a sci;en- hicrn una pnrle t.Jd ejé:rcito romano que utilizaha escudos redondos (clipei),
f:t p11d1 í:r 1·.~ pl kn ri;c de In siguic11te nmncrn: c1• 1111detem1inntln111omc11tn los y 11tra que u1ili1.abn e.~cutlos oblongos (.mlfn).45 Cabrfo mñs hien interpretar
in/h1 dr1.v ,.,.,,, Í\1cro11 s11hdivi1litl11s en cuntro ~n•pos (clnses ll-V) y entonces el .tcll/11111 como una innovnción !ardía que condujo a la susliluclón del cli-
11 qniY,;l m:is tarde se tkci<liú niindir lc1s dos primeros. cn<ln uno de los cuales f'C'll.f, camhio que debió de protlucirse cuando la láctica hoplíticn dio pnso a
ap11rt:1b11 dil'i' Cl'llllll i:1):. :i In clu.v.~fa primitivíl. formfü1<lrn;e ns( In legi\111 de i<e- In orgnniwción meno~ riguros:i en m:infpulos que se impuso en el siglo IV.
i;cnla ttllhll r:is:11 Tnnto Livio como Diodoro relacionnn explícítnmentc el nuevo modo de
224 1.0S ORÍGENES DE ROMA LA!i RF_f.ORMAS DE SERVIO TULIO 225

comhntir con el cambio e.Jet escudo rec.Jonc.Jo por el alargado (Livio, !UU; Se produjo cuando el eslndo romano empezó a pagar sueldos a sus soldados,
Diotltml. 23.2. I). para compensarlos por la pérdida de ingresos que comportahnn pnra ellos las
· -,,.. En vistn de lodo ello, pnrece suma111enle improbnhlc que el sistemn de cnmpnñas c.Jemnsindo lnr¡_ins (Livio, 4.59.11-60.8; Diodoro, 14,16.5), y fue en-
l11s cinco clnscs fuero introducido para crear llllíl serie tle u11id11cles militares tnnces cunn<.lu se impuso por primera vei el trih11111111. La pag¡¡ <.le los solda-
distintns. LO/\ oiudntlnnrn¡ ruaron dislrihuidns cnt re tus tfü:tin lns clases de ror~ dos (.wi¡m11/i11111) y cl'lrih11to npnrece11 estrechamente vinculados en los rela-
ma t 1uc l:i pl'imern clul'ie de dullad1111us ricos, <tuc eran re lat~v:1111cnle poco~ Y los 1rndicio11alc.<s. qlle hocen conlinmis rcferencins a ellos a purtir del uño 406;
constilllfan sólo una minorín e.Je In población, aportnhn cns1 tantas cenlunas es muy improbable que se trate de una invención o de una coincídencín , y
como toc.Jas !ns demás clases Juntas. Al mhrnm tiempo, las clases estaban c.Ji- podemos c.Jeducir rnzooablemenle que la paga militar y la creación de un im-
vitlic.Jas en dos grupos de edad, los seniore.~ y Jos i1111inre.t, cnc.Jn uno de los puesto con el que sufragarla fueron instituidas precisamen le en esa época.411
cuales comprendía un número igual de centurias en cnda clase. Así pues. la Tendríamos as( un contexto idóneo para la introducción de las cinco clases,
distrjtiución numérica e.Je lns centurias entre lai¡ dislintns clases iba en contrn que distribuía las carga'> fiscales con ar.reglo a la riqueza de los ciudadanos y
tan lo tic In cstructurn social como del perfil c.Jemográllco de In comunic.Jnd. y los compensaha con los correspondientes privilegios políticos.
prohnblemcnte no tuviera una utilic.Jnd militar. Por el contrario. lu introduc- Por otra parte, es probahle que, a raíz de esta reforma, el sistema centu-
ci6n del nuevo sistema en lugar e.Je In simple dísllnci<'>n entre clnssi:. e i11frt1 riado dejnra de tener una relación integral con el reclutamiento y In orgnni-
, cln.ue111 alude a la c.Jecisión tle poner fin a In función mililnr del primitivo sis- 1.nción del ejército de campni\a. Por ejemplo. es bastan le inverosfmil que <los
r letlln serviano y de adaptarlo ¡¡ unos fines políticos y fisca les especfficos:4(¡ tercios e.Je las fuerzas de infantería pesada fueran reclutados en Ja primera
--- Desde el punto de vista poHlico, el ohjelivo ern a todas luces crenr una clnse. y q11c s1'1l11 tlns scxlns portes tic csns mismai; fucr:i'.as procctlicr:111 de la
nsamhlcn claramente sometida n los intcrc:;es de los clc111c11111s ricos y c.011· !\u~un<.la y la tcrce,ra cl11:;e.o;., mucho más numerosos.. Este argunu:nto se opo-
servndores. Lns centurias, que funcio11nbn11 como unidades clectornles en los ne además contundentemente a la tesis de Fraccaro, según el cunl la división
comicios cc11turiados, estnbnn distribuidas de íorma que se nsegurabn el ma· en cinco clases constituía un e!emenlo original del esquema de Servio 'fulio.
yor peso del voto c.Je los viejos frente al de los j1íve11es, y el de los ricos sohre Me atrevería a sugerir que el momento en el que el cuerpo de ciudada-
·\..el de los pohres. nos fue dividido en cinco cluses definidas por su capacidad económica, dife-
..,t''" Por otrn pnrte, el sistemn reformado tenfo ~nmbiéll uno din~ensión f!scal. renciadas a su. ve7. en i1111iores y seniores, fue también la época en la que la
• y<1 que el impuesto de propicdac.Jes, llamado tnlmt11111, que rue 1ntroduc1c.lo n orgnnización centuriactn rue apartada del ejército de compaña. En atlclante
..
~
finales del siglo v, grnvaha a los ciudadanos en una proporción varlnble se- J¡¡s legiones serfon reclutadas indiscriminadamente entre las cinco clases (ex
J gún la clo~e a In que pertenecieran.º No esta.mos muy bien iníornrndos rcs- 1'111ssi/>11s. como dice Snlustio, Del/. i11g.. 85). es de<?ir, entre todos los ciuc.Ja-
recto al modo en que se llevnbn a ciiho, pero la reconstrucción m1is prohnhle danos romanos que poseyeran como rnfnimo ' las propiedades exigidas para
es c¡ue se utili7.ahan li1s centurias como base del sistenrn tributnrio.-Es decir, pertenecer a la qui11 ta clase. Dentro de este grupo, las distinciones en lo con-
el gohiemo pndfa c.Jee:idir de nntemMo cuánto dinero necesitnbn recnudnr, cerniente ni nrmamento y a la función táctica se ba¡¡aron o partir de ese mo-
dividir In sumn entre el n1ímero de centurias. y tlecirlir nsf cuiíi1to debfnn pa- mcnlo en In ellatl. no en d cstutus econ<imicu del i11dividun (excepto los 1'01-
gar los ciudadanos lle catln clase. De este modo, los ciu<latlanos di; la primc- d:ldus de infanlc.rí:t ligern, los vélitc.s., que eran re.cJutados entre los mi\s
rn clase pn_!lmh1n un 80'/ 193. sicndc1 _r In suma lotnl ele dinero que úehin re- jtivcncs y lns más pnbrcs, según Polibio, 6.21.7). Este cambio coinci<le con la
caudarse. /\ la ~egu11dn clase se le cxigirfa pap.ur 20~/193. etc. Y no se trntn lle intrnducci(ln de unn nueva formo <le es1ra1egia, el sistema llamacJo manipu-
vanas c!;pcculnciones; preciimmcnle así es como se describe el sistema en un lar, que suslituy6 a In vicjn falange hoplíticu.
pnsajc lle Dionisio de Hnlicornns<1 (4.19) al que se ha prestn<lo muy poi.:n Así. pues, n finales del siglo v se produjo una reorganización decisiva tle
all'nci(m. Pero Oionisio comete ac.Jem¡\s úos errores importantes: en primer 111 eslructuru polílíca de In eomu11id11d, que coincidió con una reformii radi-
lup.ar. d~1 por supuesto que el sistema de lns cinco clases era utiliznd~1 .com~ cal del ejército. Di<.:hn reforina introdujo la paga ele los soldados, nuevos ti-
h:tsc parn d reclutamiento del ejército. de modo que el peso <lel scrv1c10 1111- pos de nrmas oícnsivns y defensivas, y también nuevos tácticas. lito Livio
lilll. osl conw el de las cnrgns riscales, recnrn especialmente sohre In clase m;ís confirma que esas innov:iciones se produjeron simultáneamente: ~1Los roma-
i1caudalada: y. en :;eg_undo lugar, atribuye el sistema de las cinco clase:; a Scr- nos primero utilizn hnn escudos pequeños [redonc.Jos}: después, cuando se
1 vio Tulio. convirtieron en estipendiarios, construyeron escudos grandes en lugar de los
~--· La vcr(lntl, ~in cmhnre.o. es que lns cinco clnses surgieron de llllll rdormn f>C(1ucños. y Ju que antes eran falanges del tipo e.Je las macedónícas, comenzó
~lcl iiisle111:1 uri!!inal t'rcntlo por Servio Tulio. ¿Es posible datar esa reforma? despuéi¡ n ser un írente estructurndo en manípulos...>>, etc. (Livio, 8.8.3).
Ln n~srm~sti1 m:ís probable es que tuvu lugnr n finales del si~lo v y que cstn- Si esta reconstrucción general es correcta, resultaría que las centurias de
,,,, hn rcf;1ci11nada w11 d1·rla ionovaci6n i111rod11citln. según ' litCI Uvio, en 4116 a.e;. lus comicios cenluriados ya no guardaban ninguna relación con las centurias
=
727 ~
22<• l.AS Rl!rORMAS DE SEllVl O TULIO
f
lle In lcgit"i11, lJUC' i;iguicro11 llcvnnt.lo u1m cxii;lcncin roa n1:il :iu114uc can el :i;i!i· n llllli oTCgcnes. fo:; argumenlos de FracC4lro para datnrln en In época de los re-
lenta Je mnnrpuhr.; y:i no tcnlnn ningun:i íunci<m 1ñc1ica. El ejérciln t.lc c;1n1- yc:; 11igt1cn siendo vnlidO!i: qui1..1 vnlgíl l:i penn tener en cuentn otra observ::i- ~
paii11 yn 110 crn unu vcr:;i1ít1 ;mnnt.ln t.le 1\111 comicios ccnturiat.111~ El rm1ccsn ci<in i;uy:i, en el :;cntido de que, si la organización centuri:ida hubiera surgitlo 1 ~
de rcclulnmícnto yn no C!ilnh:111r~nnin1dn por cl:i!iCI\ y por ccn1urins, i;lr111 por durnnle In época republicano. In tradición romana no hahrlll insistido en alri- ~ r
1rihu!' Lu!i humbrc:; en ct.lnc.1 ntilil:ir que po!ician In rnínimn cnpncltlnt.l cco- huíri;ela a un rey.JI · - : 'C
111\mic:i c:cigit.ln crnn conv1M.::1<ln'.'i n Rom:1 y av upal.11111 por lrihui;: lo!i lritiunos El ~i:aema servlMo original probablemente se centrara en una classi.~ de f
de ene.In lq:i!ln i;c lllrnnhnn cnlonce:; pnrn elegir :i los rcclulm; cnlrc lc1i; gru- :;ci•enln cen t urin~. No podcmo11 e:1tnr seguros e.Je ello, pero resulta relativa-
pos sckccir111:1dui; dentro de c11Jn trihu !iUccsivnmenlc. en un tire.len e:;lahlc- 111enlc mái; verosímil que ta reconstrucción allernntiva, que postula una clas-
dtlo Lle nnlcmano por i;urteo. E.<;lc si:;tcnm. tlc:;crito por Polihio. c.<;tnba en .{Í.t de cunrenla ccnturins. Ello :;ignirica que la Romo del siglo v1 estaba en
lu11d111111111ic111t1 :111tc:; de In :;e1wntln ~llCffl\ púnicn. y prohnhh:mcntc r11crn contlicic1ncio tlc movili1.ar a un ej~rcilo de 6.000 hopliln~ Según los paráme-
l111t11duciúu. j1111lr• c<m ln!i olra!i rcímrnai>. en lnrnn al 11il11 i1tK1 n.C'. 1'1 trui; tic In épocó'I nrcaic:i ~e lrntnhn tic una cifra íon11id:-1hlc; cualquier estado
\.:1 int n1d1tcci1í11 UC la llOIJ!.:( tic lo,; l'i1lltl:1tfos C(lll!itil Ufn 1111:1 iltrtoV:ICÍIÍll c1111 111111 capncid:ttl mitltnr lan grnntlc. lrnhrfa con11lituitlo un:-1 fuer7.a con
1i·11:!kn y nccc,;111 ia desde el 111c1111cu111 c11 que lni; rumano:; Jccil.lien~n rcclu- In 'l"c h;ibrki habido que contar en el mundo metlitcrránco. Sin embargo, la
t;ir In!' trnp11!' e.le i11ínnlcrr:1 pci;ndn indi~crimimul:imcn l c cnlrc lnori cmco cl~­ itlen de que en el siglo v1 Romn era In principal potencia de Jn Italia centrnl
xl'i;. y 110 i;\'>lo entre nquelloi; dm.lmfontii> (confinmJos nlwrn en l:i:; lrei; pn- e:i;t~ en wni;onnnci:i con mucho:; olro:; tci;timonios, entre ellos los que lll nr-
111crns ch1i1cs) llllc podlnn co!'lcnr:i;e por i;u cucnl:i el nrmnn1entn honlrtico. queologfíl nos propllrcion11. En conjun to, todas e!ilas consideraciones :o;e com-
lln :i:;pccto 11uc merece 1111ei1trn ntcnción en ci;tc contexto ci; el hecho tic hin:rn pnrn hnccrnn.ori pcmmr que In 1rntlici6n c:;tnba en lo cierto cun ntl11 ;1tri-
t111c <.le cstn mi!im:t époc11 díl l:ln loi; primcroi; ejemplo!> lle lu!i t¡11a lcncmoi; bufa In crcnción de In cln.Tsi,f a Servio Tulio.
nnllcin!i del png(l de indcmni7.ncioncli t.lc guerrn impuci;ln por lo!i romnnos Nuc:;trn reconstrucción del dcsnrrollo <.le la orgnnización cenluriada im:'\
n h11i c11e111ig.uli vcncilln~ í:I primer c:tlitl fue el tic loli ínliliCOli en 394 n.C. L:i pllc:1 que fue rntroducida.como un sistema meramente militar, y que sólo
i11tlcn111i1:icitin !ie c.:onvirlió en un rnligo lrnbitunl <.le In polltic;i militnr ro- de!:pUl.'i fue adaptado a unos ílncs de carácler potrtico. Sin embargo, seme- ,
111111111 del :o:ig.lu 1v.~ \lllC 11 menudo comportalm In co11ri~cncitin tic pertre- jnnte afirmación exige ciert11s mali7.aciones. aunque sólo sea porque resulta .
cho!' militurc~ cumo vcl'timentn11 y hienes tic equipo. c.Jei;(i11:1c.Jo11 ni ejército dudoso que un:i org;1ni'l.ación militar hubiera podido esl:ir en algún momeo- _ t;
lllm:rnu. Ello inc.Jic~ que los 11oltlndos rom:tnos yn no prcslnhan servicio a lo ni margen de la potrtica. Y este principio resulta especialmente válido en •. r
.;u" propini; cxpcn!'n11. i;ino que rccibr:m comida y am1:-1menlo. :u.Jcm:\s e.Je una el conle."tlo tle una ciudnd nntiguo. en In cual el :;ervicio militnr no ern privi- ·~
pnp.n, conw compenl':tcicín rc~ulnr por sus 11crvicios. Si c!'t:l cui;tumhrc ci;tnlm lcglo C.'lpcci:il lle un irtipo proícsion~I. sino que. por el contrario. constitUfa . ~
yn en vi~ur. i:uruo p:irecc pmhnhlc. hm:in 31Jtl a.e_ parccerlil r:mmahlc rcln- un:i íuncitín intcgrnl tle todos los ciutlodnnos; en tnles circunsloncias, cual-
cic1tu11 la nin lns 1cícmuns intmtlucidns en 406. E.-;ln conclush1n es pcríccl:i- quier enmbio introducido en In bni;e de la organiuición militar obliga(oria- . .. ~
mculc rnherenlc C\111 la hiptilc!iili tic q\lc n parlir <le ci;:1 érocn el i;ervicio mente hahrf:l tenido tenido tnmbién un caroictcr político.
p1ci:l:1tlu en l:ii; lcr.ionc:; ya no crn privilegio tic un J!rupo de humhrci1 n~o­ /\ menudo lo:; e:o;pecinlist:i5 hnn nrgumcnlm.lo que el principnl o incluso
llltlll;111o~ lf\IC pmH1111 cctlltcari;c !i\I propio nrmnmcnt11, lilno que hnbf:i sitio el ónico objetivo de h1 reforma de Servio Tulio fue crear un cjérci.to hopH-
11111pliml11 n tndn!i lrn; d11daJ1111os (1uc cumplf;m el re<1Ui'.'iih> de ptlliCC~ un:i. h:i- lico que utili7.ahn la tñctica de la falange. Según e:i;ta tesi3. el ejército exis-
l'•l·mla 1\·1:11i":mll'11tc 111\•\lc-<ta. E11trc dh'!i pruhahlc111c111c cstahnn 111dmtloi;
1:1 i111111: 11'< n mayml:l lle h1i; v:mtncli ndultns lle cnnllicicin llhrc: el 1l11ic11 ltru-
lll' C'ld11iJt1 l'r:t el prt1klnrindt1, <llle pr11hnhlcl11él1tC 110 ÍUCm 111111lÓÍC;1mcnlc
lcntc h;u;t;i cntoncc!i hílhrfa combalido de un modo de!:organi1.ado con ar
mns muy i;cncillns: i;e dice que en cs:i époc.1 primitiv11 In cstrnlcgin habrín
C\lll!li!ltitlo pri11cip:ilmentc en comh:ilcs singulnrc:o; entre lo5 caudillos nristo·
4

'
:<Í1:,11iricali\'t• hasln íin:ilci; llcl si~lo 1v. cnHicol\." Puede que fucrn nsr: pero no e:itistc nin~lln motivo que nos obli-
• l'rnll'llllls resumir l'slc amilisis t.licicntlo que la ímm:1 mñli nnllgun t.lc or- gue n creer que h1 cstrnlegia organizado de los hoplit:-1s no fu e introducid¡¡
µ:111i'11wÍl·111 cc11h1riad11 :o;e hnsnhn en u11:1 !IÍIHplc t.livl11icin t.le los ciudnc.Jnno!i en en Rom:i hasta l;i reform:1 de Servio Tulio. Los te~ t i111onio:; arqueológicos
llus µ1·up11s. la dir.~., ;.,. rormmln por nquellt1i; tjl.•c lcnính cnpnddntl pnrn cos- 1mgicren que el uso del armamento hoplftico en la Italia central se remon- e
11.:;ir~c i;11 pmpin 11n11n111cn l11 hoplfl ico. y lo~ i11fro d11.m•111. que i;ervlnn en In ln por lo 111cnos al nilo 600 n.C. y es posible, o incluso probnble, que los ro-
iuí:rntc rla littcra. IJichn 11rp.nni1.nchín :;e manlu"o h:-1111n •HJCí n.C.. c11:111du fue 111nnol'i :idnptarno la lécnicn de combate de los hoplitas formados en fnhm-
ll\lapt:11ln l'Clt 11111tiv11:1 polllk1•<; y fo;cnks y trnnsfotmndn en \111 ~istemn th! ¡tc Mlc:; de l:i época de Servio Tulio. Desde luego semejnnle conclusión es
d111:u dascc; tic .11·11i1•rr.t \' l1111fore'.t. lln comentario de 1110 l.hiio (.t.J-l.<1) :i nccc:;:iria $i queremos nclmitir que lns !trnndes conquisln:o; ntrihuiclni; n Tirlo
prc•l'cii:ih1 tic 1:1 1l•"·'i' q1;c ni:tuti co111rn fídena!i en 42'1 :i.C. i;ugiere que por • Ho~1 ili11 _ ,..-\11n1 ~ l:irdc> ít11.•r11n lk,•atl:i:< n rnltc1 lll•r l'I t°il~rdltl f''"\·~~·ryi:m1 1
fl tlllcl élll1111Ct·:i; lc~l!IVÍil e,•-.lah:l Cll Vi¡lor l:t nrr.anÍi';Ki(m pritnilivn , r11 ClllllllO l
.
1
22X l.US ORÍWlrlES DE l!OMA LAS Rl!FOltMAS OE SERVIO TULIO 229

Lc1 tiuc inlrodujo Servio fue unn nueva mnnern .d~- org.anlzn~ el ejér~i­ En segundo lugnr, un sistema basado en une relnción numérica fija cnlre
ln. que hnhrí:I itlo ncnmpnñ:idn de u11n nueva dclimcion de 111 c1uúndnn1n. lrihus y centurins no permitiría In inlroducción de cnmhios en el tnmnño o la
/\nlcriormentc el cj~rcilu se hn!inha en las tres tribus romükns. y cnn~ii;tla estructura del cuc1 pode ciud11unnus. Pnrn que Cuncionara con eficacia todas
en U11:1 Ícckt 11citi11 t.Jc ftrllpos :11•111nth1s dcpcndicnlcs de las fomihas nris1tterd- lns lrihus hnhrían dehido lener nproxin111dnmcnle el 01ismo número de 'ciuda-
tÍCOIS c111e dnmi1111h:in lns curiíls. Servio Tuli~ camhió 1odt1 c~tt1 ni inlrn- dnnns Y la mis1m1 es1ruc1ura social: en flllrtlcular, el número de personas aco-
ducir lns 1rihus 1crrilorinlcs romo hnse de In c1udndanln - mcd1dn (¡UC tuvn moclndns cnpnces de servir en la cltu·sis habffa tenido que ser más o menos el
cumn cun!lcc11c11cin lo incm porncicín tic cmigrnntcs y otro.<i inclivitlu<ll' que mismo.e_n cn~n 1rihu. E."° iguald_nd nproximndn se h11hrín visto perlurbada por
hnsln cnhmccs se hnhra11 visto excluidos de las curia."-. y al organi1~ir l:t lu mov1lrdad 1111crnn. lílnlo honzontal conlo vertical. y completamente soca-
('/11.\·.vi.t c11 ccnturins. Y Mí llcgnn1os ni meollo tic l:i cucstil1n: la relnción de IM vada siempre que se pro<.lujera un aumento a gran escala t.lel número de ciu-
1rihui¡ c<•n lns tcnlllrins, Se 1r:i1n ue un asunto sumamente peliagudo, que dadanos a consecuencia de los movimienlo& migratorios o de las conquistas.
ccmi;tituyc ndcml\s In clnvc flllrn enlcnder In flnalidnd de In reformn ~er- Los nuevos ciutlodanos habrían teniuo que incorporarse a una o a varias de las
- vi1111n. tri?us. ya existent~s, lo cual habría creado un desequilibrio general, o bien ha-
h~a .sido necesario cre~r una o varias lribus nuevas. circunstancia que habria
ex1g1do un replanteamiento lolnl del sistema. Como observaba acer1adamen-
CizN't 11111""' v nrnus: nL 11nonl.li M/\ 1c L. ~· T~~lor. 11ln coordinnción de lribus y cenl urins l111hrfn exigido una re-
'•
organ1zac1on lolnl de In nsnmblea cent urlnúa en cnda una de las cinco ocasio-
l'11Jrfa c1111sidcrnrsc 1111 hecho 11uc existía unn rdad1i11 cnlrc las l'1.' n ll1rl11s nes en In.~ 1111c se cn:urnn 11 11~v1111 1rlhui; cnt re '.'\R7 y 7,1)1),., '•
y las t rihuK. La dlflcullaJ radien 1:11 que nu :>l1hc tnos ctull l!l'il. Y el pr11hlc11111 l~11111a cm 111111 s11cíctl11d dh11ím ic11 cu11 unu pohlochín en coust¡mtc crcd-
se np.1·ov11 dchidu n I¡' coníwm de los testimonios co11cc1·nicntcs ni urigc11 de micnt_o y um1est~uct~r? so.cinl cnmblnn\e, por lo que es bas1nnle poco probable
lns ll'ihus 1crrih1rinlcs. especlnlmcnte lns rústicns. i.¡ue ~· Servio Tuho m ningun otro reíormador inl rodujeran un sistema que, para
Pero h:iy nlgo tic lo que podemos estnr seguros: las centurins no ernn func1onnr ndecuadamente, hobrfa requerido una población estática. En reali-
,. :;uhdivisio11es tle lns tribus y 110 existía ningunn cclnción 11uméricn direcln en- dncJ, esta consideración podría darnos la pista que andamos buscando. Es decir
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lrc ellns. Por lo gencrnl, l:i tesis lle que Servio Tulio creó sólo cunlro trihus. cnbría sospechar que lns insliluciones creadas por la reforma servia na tenían u~
junto con lo hip(itcsis de c.¡ue la d11ssi.r es1oha formndn por cunrentn centurins, e::mic1er ílexible y que su finalidad era preciso mente hncer frcn1e a los cambios
pcrmilirfn pn111l1lnr In idcn. por lo dcm.is hnstnnte conveniente. cJ.e que c~d:i c1ue pudicrnn producirse en la com(lOsición del colectivo de ciudadanos. El
.... 1rih11 cnnstnha de die7.. ccnlurins (idea qui7.ñ especialmente sugeSllvn en vista
de que cntln un:i de lns 1rcs trihus romúlens constnhn lamhién d': t.li.e7. ccnlu-
eje~p.lo mñsclaro.dcello ~el censo. El r:ns~o más cu1 ioso del censo romano, que
In ú1s1tnguede las '":"ltluc1ones análogas·ex1s1en1es en otrassociedades anliguas,
rias). Pero cstn solución sólo sirve pam po<iponcr el prohlem:i pntlClfllll, puc.<; es 1111e se repetfn a mlervalos frecuent~s y mh o menos regulares. Ouranle la
dchc11111s ndn1ltir llllC sCl\lcj:111lc sistema habría tcnidti que ser rccstruclum- ép11cn cl;isica de la rcpúhlicn el censo se eíecl ua ha más o menos cada cinco años.
'"' cunnt.lo se i11tmdujena11 111." lríhui: rt'1.<:lic-:1i;. El cc1L"u.e:~11Lo;l il11í:1 unn revish1n cnmplctn del cuerpo tic ciudadano!\. Scr-
/\1~111111~ cstuclio.o;ni> hnn i;nsh:11itl11 1;1 tesis de 1p1e el sislc:11m rc1sh:11111 <c víu para dcl1111r c:Hln vc7 su COmflusiciún efectuando un;i lisia tic todos Jos
h11sah:; 1:11 la L \i-i1c11ci:1 t.lc winlc 1rih11" 1crriturialc:;. y han p1t_.;11tlalln cmnplí·
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ciu~nt.ln11us Vtlrtlncl\ de et.lat.1 ouuha y asignñnt.lolos íl In tribu, la clnse y lacen-
l'ilU:tll rcr1111111ruccin11cs tic In rclnción c:xisJente cnlrc csns supuc.'ilns vcinlc lunn que cnrrt$(lnmlia n cndn u110. Al reretlr constn11temcntc ei;ta tarea el
trihus v In-. rc11 1uri11fu~ 1 l'crn111l cs lcorins ha11 lenitlo 11uc lwccr írentc n uhjc- estallo podín atlaptar!ie a los cnmhios introducit.los en el tamaño y la estr~c­
...' ri1111cs· i11s11pcmhtci;. turn de la pohlac1ón. En una ralnbra. en coda ceni;o la ciudad-estado volvfo
1:11 primer lu~111· ~y es nl~o que snlln n 111 vistn-. esas leorf:1s poi;lulnn n cons1ituirse. Al fina l del proceso. los íuncionarios encargados tle cfecluar
In cxislcncin uc 1111 pc:doc.lu en el que el número de. lrihus rue íijadti con en· el ceni;o (los mngislrndos llamados censores 110 se crearon has1a 443 a.C) re-
r:klcr pcmu1111.:11lc en veinte. C<•llll que 11610 puede hncersc si se rcclrn7.n In n11- nlizahnn un rilo purificntorio llomndo /11s1111111, en el que se celebraba un sa-
lil·i11 uc l .lvio necrcn de lns veintiunn lrihus exis1cn1es e n 495 o.C.. y si se 11u~ criíicio Y una procesión solemne en torno a los c.iududanos congregados en
p1111c que 111 viltéi:imn primen•. la Clll!\lumi nn. no ful! añnditln hnsln rinnlcs del el C:impo lle M11rle, Se decía que el que ejecutaba es111 ceremonin «fundaba»
si¡tlo v. Sc111cjn111c pmlurn es lolnhnenle nrhitrnrin. como hemoi; visltl. y n1> el h~i; lro ( ulustrum conde re"). curio~a expresión que, si queremos enlender-
p11ctll' c1111.~idcrnr11c 111c l tl(l ol<l~icnmen t c vñlidn. En renlidad, es prohnhle tiue ln lnen . prohahl~mente debamos considerar elíplicn, como si lo que signifi-
111111r11 l'Xi:<I icrn 111111 époc11 c11 In <1uc huhiern veinte trihus: mucho nuís vem- c:irn lo ceremoma fuera una refundación simbólica de la ciudad.~ No es nin-
i;ínii l p1m•cc que sC' pa~nrn ele lliccinueve n vein1iun:1 trns ln :iuición dt: IM dos 1t11nn coincidencia que nuestras fuentes prcsenlcn a Servio Tulio, el creador/
llllC\':I,, 11 ihu ~ (111 e'l:u1clia y In C'lus1umi1111) en 495. tlcl censo, como n un nuevo fund:1dor t.le Roma. f.
Lt\S RBffORMt\S DE SERVIO TVl.10 .. 23l

· l.ni; cc111Urini; l>Qll In chwc de l:i ílcxihiliúod tlcl :>i:i;tcma. Ln pertcncncin El ntismo principio básico hobrf:J podido valer par:i los infrn clnssem, si
lle 1111 indivitlun n unn cc111Urir1 crn nfirm:1dn cndn vc7. que ,_e tc:1li1.nh¡, un lnmhién este grnpo estnha dividido en centurfa:; (lo cual dista mucho de ser
• nuevo ccn:i;o. y In principnl tnrcn de lo:i; ccmmrci; (o !ill cquivnlcn tc) durm1- l'C~Uro ): y sin dmJn Ílle ex tendido lnmhién il Jns cinco cl:tSOS, y a los grupos
lc In époen nrcnicn er:-i n!:ignnr a cndn ciudnd:mo n In c:cnturlñ cyuc: le corre.e;- t.le i1111inr<'.f y sl'ninr t!s eu:i ntlo rueron introtluciclos a fin::iles del si glo v. En ese
, pontlln. Ln mejor íormn de entcnller In centurin e:i; que crn un medio de mo111e11lo, como hemos visto, el sisternn centurlado perdió su relnción direc-
c11mhl11nr unn división vertical úcl pueblo hn!inda en !ill lll{tM lle rc:i;iclcnci;i tn con el ejércim. que n partir de enl onces se reclutó directamente a partir
(ln:i; lrlhus) cnn ttn:i tlivisil'ln horl7.ontnl hn:imtln en l:i prnpic,la\I (r/11.~.,·i.~li11frn di! In~ trihus <lel modo ql1c nos cucntn Polibio. nunquc In ci;tructurn h;ísica de
d11,ue111 ). In legión form:illa por scsentn centurias siguió existiendo, al menos formal-
í;f punto de pnrlltln p:irn In ren1i7.acitíll <le! ccni;o crnn inJuJnlilcmente mente.
IM trihu~ \omo i;cñnlnhn L. R. 1'nylor. «In únicn hn~ prnctknhlc- de un cen- Ante:; de c..c;lo rcformn. sin emhargo. el reclutamiento se basaba en tas cen-
litt tiene l l'.IC lcncr 011 cnriictcr loc:1h..~ Ello liÍ~Uiíica t¡llC In rohlnd1in Cr:.t lllri:l~ Aunque en tiempos tic Servio Tulio Romn fuern capn1. de movilizm un
contnlln trihu por lrihu, y que dentro de e::ida trihu lm; ciudndnnos eran ai;ig- nuiximo tic 6.1100 hoplitns. es probable que esa cifra se mulliplicara rápida-
no<lo!i con nrrcglo í1 su c~pnddmJ económica a In da.t.T;.-r o n loi; lit[m rlt1.t.nmr. mente y que lns centurin:c; existentes en In cla.f#r tuvieran mi\s de cien hombres.
Ln fo rma míh 11cncilla t.le orgonír.nción 1nilitnr hnhrfrt sido. pues. C(lni1tltuir In No ohstnnle. es muy poco vero:r;fmil que IQs romanos echaran mano regular-
dt1.~si,f n pnrlir de los contingente:> triholes. Loi; que picn:;nn con Bcloch que mente de lodos los hoplitns disponi.ble:;; mñs bien t.ln In impre11iún de que los
lni; cunrcntn ccnturim; tic In prirncrn clnse estahnn constituklns por dos cen- ejércitos movili1.lltJos renlmcntc tcnínn una magnitud vnrioble, según las 11c-
turi:tli th.: cuda una de ln!i veinlc trihus. cvillcnlc111c111c creen que C!>ll es prc- cc:sitl11dc11 mililnrci; previi;t:i11. l..n le16ó11 de ll.000 (o. poi;tcri11rme11te, lns do!> le-
cis1m1c111c lo que ocurrfn. fiero, c:rnno licmu11 visto. cslc tipo tic rccun11truc- 1;ti1111cs Je J.l)(KIJ sold:1tJm; J e infnntcrfn pcimlla rcprc>ientoha sólo 111 fucnu tc6-
dc'in rc1mlla in;iccplahle por <livcrMs rar.011c1'. rur lo t;mlo.11i las ccnturin¡¡ no ricn ~el ejército. Lo que 110 cnmbinbn ern In cJivii;ión de la legión en sesenta
c.~tnhon coortllnndai; con 1:111 tribus. ¿cómo se íormnl>an? ¿Ct1n10 nsignobnn centurias, reílejo de In división de los ciudadanos ricos en sesenta centurias,
lc1s ccmmrc." (o sos equiv11lcntc11) n c;icfa ciudadano n In trihu qt1e le corrcs- que funcionalmn como unidodes de alistamiento o cundros mediante los cua-
JWntlfa. si no ern por i;u trllm? te.:; pudfn Cormnr.;e el ejército de campana.
Hemo!i liado por supuesto que la división en sesenta centurias se veía re-
prmJucida en todas las lribus territoriales. Esta circunstancia no sólo pennitra
C'i;N 1 tlltl.\li V 1 RIOUll; l'OSllllJ\ :;01.uc11\N n lus rornanos hncer uso de In orgnni1..ación tribal pnrn reclutar el ejército, sino

r- Loi; tcs,imonioi; de los <1ue úispooemos no nns permiten responder n e5tn


rrc1tt111tn co11 i;cgurid::id. y lo true se expone a cont inuación no pucúe i;cr méls
tnmhién dcctunr el rcclulamiento a pnrtir de las ccoturin:;. En rcnlidod, cs-
ln rccuni;trucción es lo t\nicn que dn' sentido a todos los leslimonios exis-
tente:;.
<1t1c 1111:1 hipfücsis: pero t1110 hlpc'ile~ii; que pnrccc :i;c11snt11 por cuan1u rci;ucl- Oúc la 1mtf!ni1uJ ül.!I ejército romnno de campafül vnrinhn en cndn mo-
vc 11111 dificullmJc.c; qoc hemos clrnntinndo y porque proporcionn uno mntiva- mento i;cgtín lai; ncccsidn<.lcs estrntégicos prcvistíl!'í es oigo que dicta el sentido
ch;11 pnlflírn clnrn de todn In rcfurmn 11crvi;111:i. La lei;i~ tlkc 11i111plc111cnlc 1111c c<'mtín, pcm ndcm~i; e!\ un hcch<> que se ve conírrmado por la pr6ctica hnbi-
111~ c:imlml:mn:; de C:tlln trihu crnn divitlido:; cqui1ntivan1cnlc entre rudali ln!i mal n íinalc!I de la épocn repuhlic:mn_ Polibio (6.20.8) dice que el. recluta-
l'ClllllrÍllS. l\i;f ruc:;, !'í i (cnmu r:m!ce pr•ohnhlc) 111 c'ftt.~.~i.t Clihthn f11nt1Hda por miento del ejercito se cfcct1111hn f(lrnsln llcgnr ni número dccrctndo• (to
i:l"!iClll;1 ecnl111i<1s. lodo!\ hll' mic111hro~ tic unn dctcnuinmln 1riht1 que poseían 11~oxPl111wuv nJs¡u;): el contingcnlc de In ll:gión podía nuctunr desde los 4.200
In h:u:icntlo nccc.'\nrin pnrn 11crvír en In c/n.T,fÍ.T cr.111 divitJilltlll en scsc11lu grn- hombre.e¡ lml>ilu:tlcs lrnstn In cifro cxccpcionnl deS.1100, pero en la épocn de Po·
1'''" tic 111 mismn 111ngni1t1tl. E:ms !\C.!'ícnl;i grupo:; :;eleccicmodos en lodns lns lihio el conjunto de lai; ruel7.n5 nrmadas roman as podía ser moditicat.lo vn-
trihu11 eran nf!rupa<los hnsln formn r lns sc:c;cnt:1. centurins. De c:o;e mo<.lo, la!I rlnnúo el número úc legiones y la cantidnd de tropas auxíli;ues aliadas. Sin
!it•s1.·111n c1:11lurim; hnhrfan tcnido !iiemprc In mísmn mo!!nitud. nunquc el tolnl cmbnrgo, durante In época nrc:iicn. cuando el ejército estnbn íormndo por unn
1k h11mhrc:; di:o;p1111ihle!'í vari:1.rn en runció11 de lns n11c111ndonc!i <.lcmogrcHÍCíl!'í i;oln legi1ín (o. ::t comion 7,o~ tic la república, por dos legiones), tuvo que existir
\ ' ;r tk~r1·r h11 '"" li·~ r:i111l1i11c l}ll<' r11clirr:tn rr('lcluri~<' t'n cl n1imC'r!l ele tritiu~ nlgún inecnnismo que permiliern vnriar el número de hombres llamados a fi-
11 l'tl In lt11: r1:i rdati1·a lk t.:~rtln tribu en p:rrticul;ir. l;1 mo,·ili<lnd inlernn en-· las en un tlcterminndo momento, o lo que es lo mismo modíficnr el !amaño
lrc lm: llihus o entre l;1 c/m.tiJ y los i11fm d11.ucm podía rc.~olvcn;e mccJinnle de ln(!i) legión (e.~ ).
111~ 11j11l'h's r1.•ali7..~11 lo~ en d c~n!'ío. y. ndcm:i!I. el !ii!'ílemo podín ntlnplnr!'íe n la El sislc111;¡ centuriado, tal como lo hemos reconstruido aquí, proporcio-
cnlrmla 1k 1111cvt1~ l'i11d:1<1n110:; en cunl11uicra lle IM lrrliu~ vn exl!'ílente!I. n.or;f nnhn el mecanismo necesnrio, pues el eslndo no tertfo m6s que dividi r el nú-
•·• 0 • 0 ~ •• f.,'". '-" "·~· ·v·t,~...: ·ttt uu ~ nfl\ci ,1,.1 fHl tnr-tn t f~ trihu~ .. mero totnl de tropas necesnrias por sesenta. y a continuación reclutar en ca-
r
2.12 t.OS ORÍGl!Nl'S Dll KOMI\ 1.AS REFORMAS DI! SERVIO TUl.10 2)3
...e
füi ccnlurin el número rcsulln11tc de soít.lndos. Tnl es el métodó que de¡¡cribe
... Dinnisio tle Hnlicnrnnso (4. 19), y no hny rn7.6n p:-\rn suponer que no esté re- ro1.í'nCAS
• CONSfüWl!NCIAS DE \.A REFORt.IA CENTURIADA
..• ílejnndu lo , 1uc. i;ucet.lía renlmenle en In Romn prin.1i1i_v_a.!l7 Pero es~ vers~~n
de Dio11lsio pnrece eslnr dircclnmcnte en conlrnihcc1on con In n(1rmnc1on Si se nceph1 In reconstrucción esbozada ·anteriormente, la verdadera fi~
que eícctüo un poco nntes (4,16), en el scnti~u de qu.c. S~rvio 1\11ío llev<~ .'' nnlitlnJ de lil rdormn servi11na resulta clara. Según esln hipótesis, la principal
..

c;ibo el reclut nmien to n pnrtir de lns nuevos tnhw; terntorrnles. Gnhho eicph-
cn cstn discrepnncin suponiendo que lo .c¡ne hnce Dionisia e~ reproduci~ dos
cQnsecuencin de líl reforma sería que la cenlUria. concebida como centro de
nllslamiento del que se sacaban las principales unidades lácticas del ejército,
infortnncioncs disti11tns: unn de ellas procederfn de un nnnllsta que atribuía constituía una especie de muestra representativa del conjunto de la comuol-
crr6nenmcntc a Servio Tulio el método de recl11tnmie11to por tribus que se Llnd. que. inclufn a hombres de todas las tribus. Ello supond1 ía que ni las di vi·
prncticnba a medindos del período republicnno, y que nos descril~e Po~ibio: sjones regionnles ni las lealtades de car:icler gentilicio habrían podido desin ·
In otrn versilin hasnda. 11egli11 Gnbbn. en «unn excelente íuenl c ~nl 1c1111r1s t n~, legrar el ejército. La consecuencia de una reforma semejante sería minimizar
descrihirín el rccluHrn1ienlo n pnrlir de las centurins r¡ue precedió ni que u.tt- el poder de lns rnmiliall aristocráticas que ejercían su dominio en la esfera te-
liznhu lus lrlbus como hnse pnrn llevnr a cnho el 11listnmien10. y que prnbn- -rritorial y maximi7.ar el poder central del estado. Cabe señalar, dicho sea de
bleme11te dntnrrn tlel 11iglo v1.~~ Otros especinlistns tlnn por supuesto qu~ ~I paso, que una medida como esta, destinada a poner colo al incremen10 del
redut:unienlo se bnsó siempre en lns lrihus y o hien pasnn por alto In noticia poder de la ari!llocrncin, difícilmente hnbrfa podido ser introducida durnnle
Lle Oiortlsio (4. 19). o bien In dcsdeiin11. Pero lodos coinduen en que, a menos In repüblic:i. eunnclo lo!; patricios controlaban el gohierno. 61
' 'I "" tns 1ri\ms y IM cent urins est uvk•rnn coortlitlndas n 1~11u~1·ic11111t't~11.· (co- l .ot n:l'11rn1a scrvi:11m seda l'omparnhle 11 lus Íl'111i111c1111s 111tc.: se llcsarr'o·
Sll qllé, como hemos visto, es ipsostcniblc). lns dos v.crsmncs :;on n·rci:on· lk1ro11 por esa 11¡is111a epocu en el mundo griego, que 4uizá le sfrvieran tle i.ns-
eilinhlcs. plración. Ln analogía más próxima, enlre los ejemplos que conocemos, es la
Sin embnrgo. In reconcitind<'in P.f posible según In Lcorfa que ocnbnmos reorg11ni1.nció11 de las tribus áticas que llevó a cabo Clístenes. Un elemento
Lle exponer. Si In división cenlurinda era reproducida en cada tribu, el recl u- Importante de su conslitución revisada fue la introducción de un nuevo mé-
.... tnmicnto podría a In ve7. hnhcr estado orgonizndo por trihus y hahcrsc bnsa- t<itlo t.le rccluinmlento del ejército, constituido por soldndos que las 1ribus se
=
do en lns centurias como uJJitlndcs tle nlistámiento. Potlria hnher íuncionmJo encargaban de aportar.62 Cnda una de las diez nuevas tribus estaba con1-
de unn de estus dos mnnerns: o bien el estndo exigía n todns lns tribus c¡ue puesta por tres secciones (las trittjes), una de la ciudad, olra del interior y
npnrtnrnn u11n determinot.ln cnnlidnd de hombres pnrn cndn cen lurin. mod,iíi- otrn de In costn, que formabnn de ese modo una especie de muestr!I repre-
ciintlo :;u número según cu:U fuera el volumén de lns fuerzns ci.uc se 11ecc~1 111- scnl11tiv11 de l0tJn el ·conjun10 de la comunidad. El objeto de esta medida, se-
rn11 en cutio n1omento: o bien 11eleccionaba un número detennmado de tribus gun Aristóteles. eri\ ¡icahu con tos vieJos centros de poder local "mezclan· j

-
..... y les ordennha que movlll7.nsen a los hombres de los que disponh111 . _Con este
!li~tc111a el cstndo podía reclulllr un número concreto de tropns nphcnndtl la
fi>1'n1uh1 F' = Nlt .~ s, siendo F el nú1ncro tle fuerzns nccesnrio pnrn una <le-
dth• n los ci11d11danos (Atll . poi., 21.2) .
Si lai; ccn1urii1s ernn unitl:ides de la misma m11gnilud y tle composici,)n
:1n1íl11g.a. habrían coni;tituido circunscripciones perfectamente convenientes
lcrminndn c:rn1pnfin. H el 101nl de hombres que tenía n su disposición el t!!i· pnrn In fm machin de unn asamblea política. Este hecho plan lea la cuesti611
rndo. se~(U1 los clilcnlos del censo, t el número lotnl de tribus. y,,. el númew de si el si~te1nn centurio<.lo tenía por objeto funcionar como 11samhlen políti-
lle trilllt!i sclccdouadns. cu d~11dc el momt!nto mismo de su puesta en vigor. Nuestrns fuentes dan por
J\llll(!UC pudicrn pnrecer inverosímil 11 primera vista, res1_illu que este lÍl- supuesto 1¡ue n11i fue/'-' pero muchos historiadores modernos rechazan esta
timo métnt.lo fue el que se utili:7.ó rcnlmente en la Ronrn 11rca1cn, ni ,ne nos en hipfüesis. en (111rte porque la finalidad de la reforma era mililar y. por lo lan-
d1:1cn11in11tl11s oc:1sio11cs. Una d(! esas ocnsioncs se produjo en el año 41 R n.C. to, In fun ch)n pollllca de las centurias hnbrfa tenido que ser un desorrollo
cu:mdn. según Livio. «SC ncnr<l6 que el rcctulnmiento no se hicic11e de c.111re posterior. y cu pnrte porque una asamblea polílica no habría lenido senlido
lut.hl d pueblo imlistintnmcn tc; fueron sncn<.lns n suerte d\c1, trih~s; de é~as en una monarquía.í"
f11c:n111 nllstndns los jtivenes li1111itire.~ ¡., (Livio, 4.46. 1). Este pasnje hn tr:u<lo Todns estas objeciones son triviales. Es.evidente que una reforma que in-
11 11ic111ttlo (.lt' c:tllc7.a n lo!l especialistas, que o hien hnn intentado juslifícnrlo troducín nuevas divisjones del pueblo habría tenido unos objetivos militares
.... de cu11h1uicr mnncrn.~'1 o bien ln hnn utili7.11tlo pnrn demostrar que el reclu- y polílicos a la vez. corno demuestra el ejemplo de Clíslenes: en reatidáJ, (
=
t:1111ic11l11 p111• trih11s. t:1l como 11us lo t.lescrihc Polihio. funci~rnnhn ~u en el si· co1110 hemos visto, en el conteX'to ele una ciudad arcnica la orgnnización mi-;
µlo v.1•1 l'cro no plnntcn ning1in problema 11i trihtt~ Y. cen! u!~as hub1Nan csln· litar no puede separarse de hecho de la polflica. Y si es cierto que el ejérci-
do inlcl!.ratlas liil ct 11110 nc:1h1: de ciqwm:r, y. t.1n 1111 op1n111n , se trutil lle un lll romano llllhfo utilizndo 11rmamento y lácricas hoplíliens antes <le Servio
1 cs1imo~1iP imp11rtanll· en í11v11r tic 111i lc::is. Tul.iu, como hemos sugerido nnteriormente, deberfamos entender que In nue-

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2.1'1 Lfl!'\ 111tÍ<aiNl1S Oí: RllM/\ IJ\S RF.FORMJ\S DE SERVIO TIJLIO

vn t1f(.!nni1..1ci<in r~prn~cJr~ .:i U1t<ls ohjcliv~ fun<ln111en1nlmcntc pnlrlicos. En to mñll diílcil de re."iolver cunndo recordamos un rasgo peculiar del funciona-
cu1111t11 ~ la ~c~undn oh1ccro11. C.'ito c:1. que hnjo 11nn m1111nrq11í:1 no h¡1hría :1idn miento <.le lo$ comicios centuriodos: n s:iber: el hecho de que las seis centu-
".ccelinr'.n ll1t11J.11na mm111hlc11 pnlrtlca. no lcncmo.'i mfü; que rcconfar los co111i- ri:l!; tic c:ihallcrla. com;lituidns rundamentafmenle. si no ei1dusivamente por
c1<1:1 cnriutlo~ que :ioin dut.ln nlE:unn e11ii1tfrm en la époc.1 tle lo:i; reyes. riatrlcios. votrtha n tle~pués de In primera clase. Ello signiílca que: en la pri-
• r.nrccc pcrfcct:11ncnlc rn?.ollnhlc .'iUpo11cr que Servio .llllio. llll llllllrf"IAtlor mitivn organizachSn ccnturintla, In cabnltcría se balloba subordinada a la in-
lk(tflllll(l cuyo rooer l>C hlll'nhll l"n el :lpoyo c.Jef ejército hoplílico. Crcnra Ulla fnntcrfn.''7
:tl'nnthlc;i rollttcn hmm<ln en un:i nuevo org:111izncilll1 mllilnr, c 11 h•gnr tic In Totlu!i estos problcmn !iC de.'ivanecen, en c~mbio. si admitimos que los co-
n:;n11.1l~lca c:<ii;tc~11e. bmmcln cu li1:1 curins. A lo largo de tocln i;u hilllorin. Jo:; micíoli ccnturincJos fueron creados por Servio Tulio precisamente para dcbi-
cun11cm:1 ccntunndru; con:-crvaron ciertns huclln:; de que crnn c11cnci:il111cnte litnr In inOuencfa de los pa1ricios, y que ya existían como institución en fon-
unu ni-n111hlcn tlcl ruchlo en nrom~ Se reuní:ln fuern e.Jet pt>111rri11m. en el cionanticnlo a finnlcs del período monárquico. Por mucho que les
(':'.'! '"'.' dé M:1r~c (Lelío Félix n111,,f /\. Gclio. l S.27.5 ): cr:111 lfnmndo:i; el Jci:ngrntfarn In orgnni1.nci<'1n scrvinna. los pnclres rundndores de (CI república
~CJ\:1 c 1~0 de In C1t1tln<h•: y ~rnn c,mvocndos ni son tic f;l,._ lrompcln:o;; durante no hnhrfnn po<lic.lo hnccr 4uc el reloj tliern marcl1a atrás y abolir los comicios
!'111'. :;c,;11111cs. en el Cap1h1ho y e n el Jn11fculo 011<lenha11 b:intlernli rojn:i; ¡rnrn cc11turiac.Jos o, ni menos. reducir su poder. Es de suponer que UM asamblea
l11d1c:1r que l111hí<1 guorclinir¡ npolilndos pnro vigilnr c¡uc no ,o;e riruduJern ningún fommt.ln por el riucblo en armas no habría estado dispuesta :i toler:ir una dis-
n~nquc Jcl c1~:migo. «E!;(:t pr:icllc<t ~e ohservabn -comcnln Dión C;1sio- minución de su iníluencin y que hnhrfa tenido el poder suficiente parn ímpo-
.~nln t1111 nca:mm _de lo:; co111icio:; cc11t11rim.lo~. que i;e celchrnhnn íL1ern t.lc lns ncr sus tlcscos.
11111r~ll:1i1 Ytodos"!~ hor!1h.rcs en cdntl de llcv;ir nrn1M tenrnn la 11hli!!nclc111 de F.slns con:o1idcrncionc~ qui7.~ pudieron aplicnr~e tnmhién ni pí!pol jurídico
n!'iis11~ " .ellos" (1>11111 ( ni;111, :l7.2:L1). Rci;ultn tmslnntc curioi;o que nlguno!'i de los comicios ccnl urim.lo~ L<i trt1dición rccucrc.Ju que en ul primer nflu de
cspccmh:o1ti1~ como H: Lnst hnynn cJcúucitló cJe estos testimonios que el obje- In repúl>licn los comicios cenlurindos se convirtieron en tribunal de apelación
to do In ref11rnl:I. i;crvrnn:i cm C:<clttliÍV<ilJlentc mililnr. y 1111e 1:1 función políli- pnrn lo,; cnsos que comportaban IR pena capital, como consecuencia de una
cn de l~s ccntur.m:; rue un tlc.."ílrrollu posterior.~' Es10 no sólo es uno incon- ley propuesta por P. Valerlo Puhlícola. uno de los primeros cónsules. Según
p.rucnctn: <lcl m1i;111n modú ~1tlrlnmos dcfcntler la tesis de que lu:> cC1micios Cicerón, la ley Vnlcrin fue el primer 3Cto legisfativo de tos comicios centu-
tc11rn11 un car:!~tcr inllitnr prcci~1111enle porque se re1nontnh1111 n In época de rindos (Rr¡1.. 253).
In rdnr111n 11rtit11inl Y te11fM1 ci;pccfficnmcnte por ohjcto rcprcsentnr ni «pUc· L-i historicitlatl de In ley Vnleria ha sido puesta en duda por diversos mo-
hfo c:n :trlll:t!'l',..'<- livus. nlguno:; de ellos de cnrñcler hipercrflico;113 In ohjcción mñl' serin es r¡ue
l~u é1t1t1th1a In:> pu:i;ihJc¡; íunciunc!i de ln!i crnnicioi; cc1t111rindos <lttrantc la 1:1111hié11 pnra lus aiio:o; 44\J y J!Ml :i.C. :-e t1ludc a otras leyes Vttlcri11s que olur-
111111111r1fuf:1. pmlrí?n nvcnturnr11e mucho.~ conjeturns plau:i;iblci;. /\lgunnli e.Je g:ihnn 111 nuchlo el derecho e.Je :ipelnción '(prnvncatin). Sólo una de ellas, la de
llllll ítt11cin11e:1 en cpCICa posterior. cumu lns lle oproh:ir lni; dccisionci; rclnli- JOO a.c.. se considero nuténlic11, mientras que las otnis dos se cree que son
vns n la llcclarnci<ln de guerrn o lll íirmn de In p;i7.. riodrlon hnhcr:;c originn- 11tlnhletcli" o ..nnticipncione.,.,.. Pero semejante argumento no resiste un naá-
cl'. 1 pcrícc~~m.cntc durnn lc In 1111111:in¡uf11. Tnmbién es po:i;lblc t¡uc el rey pi- füis dctnlltlclo, como veremos n llU debido momento (vénse ittfrn. p. 323),
'!•l.'nJ :11 CJ_cr~110. tttte n~mhnrn u los uficinleli tic rango superior clegido.'i por Desde el latlo positivo, debcrínmos recordar que las Doce Tal>las presu-
d . bH u Input~~'~ c.ncn1nrfn pcrícclmnentc con to teoría 1.Jr: que lo:; cón:;ufc.o; ponen In cifistencia de un tribunnl del pueblo (ltu!icium poprili) encargado de
cra11 en 1111 pr-mc1pt0 unos gcncr:ilci; tlcl cjérciln (111·111•tm•r .Y) <tUc :.e utlucnn- ju1-!tnr los recur~o~ en cnsos que comportnmn la peno cnpilnl. cunntlo nítrman
o.tn dd ci;1n.tlt1tras1~ c:<pulsi611 de lo:; rcyc!'i. En tnl casn. potlrC:1111oi; i;urioncr 11uc ese tirio de c.,i;u:i; ~íto pueden ser vistos por In n:i;amblcn supremn (nisé
'!"l"· ni l'll'J!.lr." lu:i; cm1:o;11Jcs. el cjértill' (esto es, los rnniicins ccnturint.los) liC 111n.i:i11w comititrr11).'~ Prohahlcmcnte en este campo. igual que en muchos
lit11IJ:.1ha /\c11nll:1111c11!c :1 ejercer ttn 1nivilcgio que yn pn$CÍ:I. 01m:o1. In:; Doce 1\lhl;ili no intmducrnn ningún principio nuevo, sino que sim-
1•$ 111 rt:c:~111st1·11n:11:1~ tms ayutln a rc:;11fvcr un prnhlct11a ~111c. de lo ct111lrn- plemente vc11fr111 a :i;:incionnr un11 ley ya existente. En rc:nlidnd, hay buenos
1iP, Ctlttslilttll'Í;t llllCI dtíu.:ultnd lttUy t.fc:<ic11nccrl:mfc: (,por qué fmt pnt.frc:; ÍUn- lllttllvos p:trn pemrnr que el derecho tic npclnción de los ciu,lnt.lanos rue ins-
d11rlo1·cN •le: la ~cptihlini ih11i1 n hahcr creado ln."i c:o111itirt r~11111rit1t1(! Cntidn tituido n comienms del período repuolicnno. Un estudio reciente sobre este
1:~·tt:.;'. "' tf'.'C ''.'S ."~lcrc:o;c:o; ."~In nri~tocrncin rntricín se hnhrrnn vi~1o mejor !!Cr- tcnrn aíirmn que, ..1rni; instituir In nueva magistraturn repuhlicon11 dotada im-
\ ll~U'i"º' los Vll'Jll~ Ctllll lC!OS c11nntlo:o;. ljUC. :i;cg1in In nrinitin ~Cttcrnl. eran In plícitnmcnte tic un~ po<.leres coercitivos enormes, resulta bostnnte poco ve-
1i111t·:i 11~111~1hka t•x1:o1tc11tc en tic111p11i; de loi; rcyc.c;. Si In finnlitlnd tic In rcíM· rosímil que n continunción la nristocrncin impusiern cut'llquler tipo de res-
11
1:1 \'Cttl llrt:t<la rr:i pm11.•r i:o111 al pmlcr de In nristocraci:i. nlrinc'1erndn en 11u:o1 tricción importnnte ol ejercicio de los mismos».111 Pero teniendo en cuenta lo
rcucJos ~(l~:tks. ;,scrfa pcll\ihlt- que ,,~ nri:o;tcl<:rnlns que dcrroc;iron n los rcyc:o;

-
tiuu hemos dicho nnteriormcnte ncerca de los orígenes de los comicios ten-
lntrntl11Jcr:111 mw :1:;:1111hlc:1 h11:o111du en lni; cc11turin:o1'! L'I cuc:i;tión re~ultn tnn- tu rindo~. in~:o; híen noi; verínmo:1 inclinat.los o afirmnr lo conlr<iño. Es decir, lo
236 LOS OR{GENES PE 11.0MA

urislocracin no sólo concedió a los comicios cenluriados el derecho de eleg¡r


n los cónsules, sino que además se vio obligada a poner en sus manos la úlli·
ma palabra en Jos casos que comportaban la pena capital.
El ejército centuriado fue una creación de los reyes y parecería razona·
ble pensar que los aristócralas que protagonizaron el golpe de estado de 509
no obtuvieron inmediatamente su apoyo. Tenían buenos motivos para sentir
recelo del ejército y para intentar ganarse su lealtad no sólo confirmando,
sino incluso ampliando los derechos y privilegios de los comicios centurindos.
La idea de que una asamblea popular pudiera actuar como tribunal de
apelación probablemente no surgiera ex 11ovo como consecuencia de una ley
votada en 509 a.C. En realidad, nuestras fuentes dan a entender que en oca·
-siones los reyes remilíeron al pueblo los recursos,11 tradiéión que no debe·
ríamos desechar sin más. Paralehtmenle, deberíamos recordar que, en tiem·
pos de la monarquía macedónica, eJ ejército se encargaba de juzgar los casos
de alta traición,n Cabría suponer, a modo de conjetura, que un rey no habría
tenido por qué·estar obligado a permilir el recurso,13 y que fue al comienzo
de la república cuando se co1lceclió por vez primera al pueblo eo armas el de-
recho u acluar como tribunal de apelación.
Seá como fuere, el examen que hemos reálízado deja bien sentado que la
orguniznción cc:nturinda podría haber funcionmlo como asamblea desde: el
momento de su creación por Servio Tulio; y la importancia de los comicios
ccnturiados en la constitución de la república romana indica que casi con
toda seguridad fue así.

4. F.l r1admltnto tle lo ciwlntl-tstotlo (pp. lOll-148)

1. Pna el US(I del lnmó y el Jesartollo de 11 cspeci1Uznclón en d campo de Ja. producción


de objdos de ccr,mica. Yfll!IC. ror cjcmrlo. A.·M'. Blctli Sesllcrl. en A. P. Anz:ldd et nl., Rn111n
e// útcio. 1985. pp. 190-191 y 21J·2t6. Para 11 producción ~r1es1n11I en general. Yfue G. Co-
lonn~ en Momigll1no y Schiavone. eds., SldR, l. 1988. flll· 291 ·316.
2. Cllslcl di Dccima. Hasli'l la fecha sólo ao hen publicado con dc111llc unos cuanlos en·
1arrft1nlcnln.. Vh•cT. J. Cornclt. /lr'é/1, Rrpnm. 26 (1979· 19fl0). p . 7, 11••11 una concord11ncia de
tmlnJ las p11hliC1cionc~ dis(l<ln hlcs. c.on 1111 rcfcrcnci11.• cnm11tct11.'\. Pnrn un e11tudl11 y nnllll,í!
NO'l'l\S (1'1'. 1111·1?.I) 47J
LOS ORÍGENES DE !IOMA
u,,..
·n . l) Murmy, 1!111/1• ,~. l'J~I. dt• ti1-.. Jli ss.; en 11/11 l.1m/11, 1'11i.l. p1•. 2.H ·!TI~ y~""
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( 198'2), pp. 2-4; existe gran caoti1bd de 1eorlu m'' el1hor1du, que 11ribuy1111 11 h1 ~tn.s un alto 11p, S-36.
grado cJe org11niuci6n y solldarid•d, especialmente en ~pocas primitivas. Vt4nsc, por ejemplo, JJ. M. Ouuiloli, PdP. 36 (llJlll), pp. 15?·173; llrd1, t.ui., 6 (19114), pp. Jt\4 ..)111.
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t1cn 1<nm11, Rum11. 1979, pp. Sl·74; O. Fraociosi, cd.. l<ktn•/1111111' or¡¡n11iu.11tiu11t 1tt11lilíciu ru· 1•1111sd1r 1/í 1lr1¡111iru.r.m , K1111111, llJ75: M. 'J\m:lli, CA//:, Vtl.2, flf'I· 3\1·41!; y co Mumigli11nu y
11111110, l•l. Nápoles, 1984-llJ88; una c-xposidón b1St101c equilibrada en Richurd. Orl¡tiua, llJ711, Sdiillvum.·, .:ds., S1.tH, 1(1\11111), pp. 2-19 ss.; S. SLuppuni. ccJ., Üir( e ¡111f11uJ J'EJmriu, Mil:\n. IVISS,
pp. 181 ss.. Entre los cs1udioJ mb antiguos cxi11ei11cs en ingl~s, v~ose espccialmmle a. W. DulS· pp. 41 >.s. )' 6-1 u.
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no, StoriQ, 11. t9n. pp. 17·79; y A. Guarino, Lll rívul1uion~ 1/c/111 pltbt, N•poles. 1117.s. pp. 158· tenor (Oj.:nml, E111/y Romr, 1.7:5) hiuillo pui:.s111 c.n duda por A. Antn11:.1mann, AJA., !J.¡ (lll'XJ).
16U. Estos :sutorcs suclCI\ citar 10.8.IJ, aunque lo que en realid11d dice euc: testo ts algo muy dis- pp. 627-646, <tultn opina.que los mo1erl11IC$ situados dchujo dd primur puvimi:otu son un rcllt:·
tinto. CI. Richard, Ori1inu, 19111.11. 18'2, n. 172; A. Momlgliano, CMP, Vll.2, 1989, p. 9'J. 110 inllullui:if.lu puñ. l.:vanlar el nivel l)cl v11lli: del foro.
11. Las lcor(as de f\lstcl de Coulaogcs. Bun(11r11e y con1p11/1Ca ( vtaseiupru, n. 9) fuo:ro11 Ob· 37. C. Amrolo, D1M. n. "· '2 (1\lllO), pp. 16(H67; Oíerm11, E11rly Ru111c, 111, 1%0, pp. 7'J·
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¡llollucldo con pos1eñuliL11d • ,. rundaci6n del cslado. 1, llJMl. pp. 122 y 121·130.
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... . - --· ... .- . ,-j... - · .... ·---··-J• -·· ••. ...... -v• ••• "ºº''r-•••h•í) v . •••
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p. lfi6; L. Vcnditclli. en GnT, 1990. p. 62: Hculo de Whc.11lley (pp. 001-1\JJ) consliluye un import1mtc estudio general de cueslinncs lcórica~
-15. Gjm,all, f.11r/y l (nn1c, 1\1. l9fll, PI'· 190-201 y 145-165¡ A. $o~mell~ Muri1. en CLT'. M . Asf se ¡xinc claramente de manifiesto en \a upos\d6n más detallada. de \os OllgcnCll
\91<1, l?l'· l4S-\46; C. f\mpOl!l. Dtll\. n. 11.. 2 (1980), p. 161; M. l\lbe1lom, en Cifff, 1990, {IP· 73- dd urhanismo que hace Chlltlc en Ntw Ug/1f on thr MoJ/ /\11rír1H East, Londres. \952, cap. 7, y
74. rara lo$ llc~iloti vo1lvo~ en ¡tcnerl\11 véanle C. J. Lowc. en H. M.cK. ~lakc et ?'·. ~d~, l'o· en 111t Prthístory of E11rnpta11 Socitty, l...ondrc.1, 1958, cap. 6 (•The urban revolution In lhe
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Jl'i. P. Vlr¡tili. en ti vil'rr q1m/idim10 i11 Romn tlTetllt:n (e11táln¡to de la el(flo.'ldón. Rama D. Papc11Cuss y V. M. Stroaa. cd.ot.. f'olasl 11nd HIJ//e, Magunda, 1982. pp. 319·:t24; et uimismo
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inmipcioncs.. G. Colonn11, en l!imri11 e l.Atio nrcnic(I, 1987, pp. 58-59. . ·66. VEase. por ejemplo, Ltgtndi- ancl Facu, 1962. p. l3; mAs rdc~nci;is en n. 5J (111pm) •.
47. P;im fas \crracnla~ A. Se>mmell:i Mura, RoJl~ttino M11.tti Comlli111l1 Ji Ro11rn. 2J (1917), 67. La runtlad~n de un S&ntuario •polijdic:o• ~lo a, dedicado 1111 divinidad palrona tic
pp. 3-15: PdP. 32 (1977). pp. 69-128; 36 (1981). pp. 59-64; M. Ctisloíani, A reir. un.. 10 (1990). la ciudad- es considcr~da con toda ru.ón rundamcnlal por A. M. Snodgr.a!.~ Ardt11tol<1gy anrl
pp. Jl -37: Ross Hullow1<y. Arclum1/og_y. 1994. PP. 7.~-RO. . . • . . . 1l1t Ri.Jt of 1f1t Gttt.lc S1111t. ümbridgc. 1977, p, 24: )' vtase F. de Polignac. lts ori11ines tlt lo po•
41\. Gjer.;lall. f:flrly Rnmc, 111. 1960. pp. lflll-11{9. LAs d1mcns1one$ lle lo~ c1m1cntoscoine1· lis Rrtcqut, París. 1984. pp. 86-89.
Jen cnn 111 Jtscripdt\n reali1,aJ;i Jl()r Dioni~io de Halia1rmun. 4.61. Dioni~in describe clílr~m_cn­ lí8. Plita este dcpósilo volivo -11\ llamntla/n~f.ssn cnpltofínn-. vtansc lilS rdctencia~ cita•
tc el tcmph~. no In pl;itníomui ~ohre l:t que c5ll11li1 ct1n$lruillo•.ci1cun~tanc.i11 q~c echa cíccUYn· tlas en n. 45. Pan1 el precursor del lcmplo de Júpiter. vtnsc J. Marlfnez.rinna. Arclr. Lat,. 4
mente ¡uu tierra los argumento~ cm~pticos de F. Castal(noli. St11d1 Un"'""''• 21 ( 1974). PP. (1981 ). Pf'· 249-252.
4JJ-4.\4: rosn.S2 ( 19R4). pp.1·9; vénnlle Colnnn11. en 6/rw/11 e l.atío qrc;nica. t987. P• <>4, n. fi~; 69. Gjerstad. úgrnds Rrttl Facts, 1962: •el slncclsmo polftico tic las aldeas huta convertir·
y Ro~~ ..lnlloway. Arc/t{l(:.nlr>~J', 1994, p. ff, Pero la tcsi~ de Hollowar de que el templo ~ue dcdr· :<e en una $(!la tomunitlad• (la cuniva es mfa).
cado en J7R ¡¡.C (cí. AHOltli. T:arly nmnc. 19h5. pp. 3:23-329) cons111uyc un" e.~pcculac1ón arhl· 70. cr. los romentarios de M. Moggi. ASNP. ser. 111. SJ (1915). 111'· 915 ss.
trnria. 71 . Se ha di~culldo mucho la importancia de la inraovacl~n introdudda por los grlein-.
49. l lm1la los mis cscérticns cst~n rfüpuc~lus a admitirlo asf: por ejemplo, A. Drummonll, consislente en ullliiar algunl!~ lelra!í knicias para reprcscnlu l.as vocale." La opinión m;iyorila·
Ci\111• Vll.2. \ CJR9. p. 22. ri~ es que eso n.re lo que supuso 1l! creación del vcrdsdcro alfabeto, que. por c:onsiguienlc. pue·
~O. CC. J. D. W~rJ l'crkinf, rnsn. 19 (19hl ). pp. 27·211. comcntAndo I" pcrvivcncia de las de consillerarsc una invención helfnioa. Otros sostienen que la lnlroducción de lar; vocalu su-
c:thaíi~s de atlnbc en Veycs hHla J96 ~.e ruso iólo una modincación menor. y que el alfabeto lcníit ye tras de sí una l11rga tracJicíó11 en el
.51. /\. CornnJinC en GRT, 1990. pp. 97-99: ll(l/I. Ardi., 2 (1990), pp. 159·165. Oricnlc Pró•imo que se remontaba al aegundo milenio a.e Semejante debate.. intrln1ecamcn11=o
51. M. \omnl. Citil'' nf lft.1111•i1r,i, Ln111lrc!l 197~, p. 111: ehsurdn. ha pasado a ser algo m~s que 11011 sutileza ecad~miu, aimo podt' comprender cu;il-
5:\. L.1 tcur(:\ en cuc~tirin fue r~h01.1dn pur Yc7. fltÍmcrn en ílCntn. 7J (1947-19S0). pp. 15 quicn1 que h;iya lddo M. Dernal. Dlnck ¡\1/1cun, Londres. 1987. Enlrc (0$ csludios h'5lcos tic lo~
s,11,. y pMtcri11t111c11lc en much\1~ 111rn~ 1111Mlc"donc11. por i.;jcmplo. l .••1:i-111la 11111/ Nrrl.f u/ lforl,v n1fgcncs Jcl al111hc10 (griego) csuln: L H. JcHc()'. Tlit Lo.col Scripti of Arclrnlc Grccce, Odord.
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SS. 11. MU1lcr-K:11pc. z,,, S111rl111·wl11111: Ro11u, HeiJelbcrg. 1962. ct, C1mh1idgc, 1992, p. 53.
56. Li itlc:i tic In nni!ic:idtln e~ muy anterior 11 Gjcutad y pucllc encontrarse.. por cjcmrlo. 72. He llnalitado lodo este asunto con rn•s tlclallc en M. Bcard ti ni.• Li1tr11cy ill 1/1t /lo·
00 Q _ Pin1.a, A101111111c11ti (lrimílivi 1fi Rr111111 "del Lnzio (Monumcntí Antichi XV, Roma. 1905). 11rn11 \Vnrld. 1991. pp. 7-ll.
Polllillino (lin/y hr/llfe 1/1<• R1m1111u. 1Q79. p. 210) comen la que las tlo~ lel'!rl11s no se eircl11yco mu• 73. rara la íamma •Copa de N6.~lofll. Yfanse Jcr<cry, Lncol Sc:ripl$, 1990, PI'· 2.15-2.16; '/
tu¡imcnlc. puc.~ In oxrnMilín del "núcleo Pah1tino-Foro• hahrf;i ¡10ditln llcv¡1r cnm1igo l;1 abso1 • Rid¡tway. First Waltm Gmb, 199!, pp. 5S-57.
ci<in dc ntros 11.scnlnmicntns menores e~l~hlecill05 en 111~ demás colinas. 74. A. La Rcgina. Sc:icnzt dtl/'onticllitd. J-4 ( 1989-1990), pp. 83-88: Bietli S~ticri, /ron Agt
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1) 1~ oonccn\fación tic un gran ndmcro Je pcn;onAs en una 'lona lhnil;11la: 2) la C$flcclali1.ación 61 (1988), pp. 761-772. quienes sostienen que: la escritura era muy poco conocida y c.~caumen·
tic fo~ olido~: 3) flpropi¡¡cion por pllrlc de um. aulorill~d tenlral del cxoc!lcnte cconc'imico; 4) 11r- te usada en la lt11lia ucaica.
qui1cc1urn pllhlic.1 mnnumcntol; 5) atratiric:ición social llc~utoll~da: 6) uso tic In cseri111ra: 71. J. Goody e l. W!ilt, CSSH, S (1962-1963), pp. J04..J4.5 • Ooody, et!., lirer11cy lri Trndl·
7) :iparie,i(ln tic l:ll; ciencias CXllCln~ y de prc<liccit1n; 8) arre ni1l ur11lrsla; 9) comercio exterior: y ti1111a/ Sociuio, Cambridge, 1961t. pp. 27-fí8; v~aosc lamhién Goody, Tlrt Dome.Jticoti1Jn of lflt
IO) pcrlcncnci¡¡ del h1')lYlduo ni r,rupo ba~11di1 en la residencia y no en c.I parcnlc5CO. Srm111e Mind, O.mhrit.lgc, 19n; T7te Loglr: o{ Wririhg 11nd tflc OrgnnltoJlon of Socfe1y, C11m·
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rmrort:intc. Yproíundo de estos tem11s, con un examen crflico de las ohras m~s reciente~ v~asc
~u nrlkulo. vé:insc In~ lli~cu~h1nc.<> np;ireci<li1s en 01111.v. 2 ( llJ!l:l). pp. 42.'í-42(1. con la réplica Je
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a e~lc lema desde Mumans.:n l1Bsta ouesiros dfas puelle lcer.iC en el libro de: la proíesora A. K. IJH. Enlrc l11s ~slutlios tic: las curias cubc cilar lus Je llutsínrd, Rm111111 /\ st1m1blifl, l!IO'J, 11p.
Michels, 'flie Calt!mlnr uf 1/1t .Ro1111111 R~pnblic, Prine1:1on, 1967, pp. 107-220. 4uc es una de los 152-200; Momigliano, J US, 53 ( 1963}, ¡ip. lll8-1l7 ,. 1i-rw <'tJ111fil11111J, pp. 571-590: l'ulmer, 11 r·
poco~ cspccie!istas que tlísc rcpan de Motnm~en y da\:in el calendario des¡iul!~ de la abolii:ión tic c!mic Cu111111111iity. 11170; y ~ichartl. Origl11es, 1!>78. pp. 197-222.
lo munorqufB. Para un csiudio gencrel m's recien1c:, cf. Scullurd, Ftstiv11/s unil Cerviw11in, 1981 . 'JI). Nic:buhr, l/ist. Ruin., 18371 , 1, pp. 306 ss..; Mo1111nscn. S111111.s1., 111.1. 18K7. 9 n.. \IO n.
esp. pp. 41 ss. IOO. Q , Murru~. en 1'ht Gruir. Ci1y, 19')0, pp. 14-16.
79. Para el C'.ilcndario como producio de una mcnlalidad familiarizada con el uso de la c~­ 101. P. Krcischmtr, Glutt11, IO (1920), pp. 145-157; l'almcr.l\1c/111it· Co1111/1i111/1y. 1970. p. 67.
cri1ur11, vi!~sc R. l,.. Guri.lon, c11 M. lleurd y J. Nor1h, ei.l:i., P11g1111 Prit!sts, Londres, 19Ytl, pp. l!S<l- IU2. l'il ru los 11u1111'n:s e.le las L'Urins. cf. l'ul1111: r. Arrlmic C11111111w1i(v. l'J70, flJI. 75-79;
l\J l. Rid1artl, Origi11c.r, 19711, pp. 207·2011, cun ludas la!l rderc11cias a l~s fucnlcs y hiblio¡:ru rfo .
80. Esle cambio en las cosiumbres funerarias es analizado por G. Colon na, P1/P, 32 (19n), 103. J. W. Pouhney, '/'he Brunt.t Tables o/ lg1w/11111, Filutltlfia, 195\1; p11ra un csludiu di: su
pp. lll-16'5; Arcl1. i.JJi., 4 (191!1}, pp. 229-232: C. Ampolo, AION, 6 (1984), pp. 71-102; A. Naso, relación con lus curias rumanas. véase 1mh: codo MomiglÍQno, JHS. 53 ( 1%3). pp. 115· l 17 Trr · =
en GRT, 1990, pp. 24\1-251; Ross Holloway, Arcl1aec;fogy, 1994, pp. 168-170. W t'Dlt1rib11to, pp. 585-590.
81. 1'11ra un curioso ejemplo cfo cUo, vtuS<l K. Hopkius º'"'''' ami llr11rwa/, Cumbritlgc, 104. El curdclcr singular tl.:1 sislc11u1 trihal rumano hu sidu tlcslacacJo acctl:itlumcnte por
11183, pp. 209-210, y esp. n. 10. C. Ampulo, en Munligliuno "j Schiavunc:, ci.k, St1/H, 1 (191111), pp. J()':).172.
11.2. Colunn11, Pt/P, 32 (l!n7), pp. 1.58 ss. 105. Par.i la •rucioílalitlud src11iC11•, O. Murroy, c:n Tllc Guek Ci1y, 19\Kl. pfl. 1-25. y PDSU.
113. ltoss Holluwuy, Ardmr,,/ugy, 1994. pp. 1611-171. 46 (l'Nl), p11. l·ll.
114. Vl!asc el impur11nlc c:sludio tic M. Tuher, en llllaílaub, ed., Sucia/ Sm1¡¡¡¡lü, 19116, 11p.
301-326, C)fl. pp. 322 ~
115. M,.. l. fínlcy, Asprcts uf A111i1¡11i1y, Londres, 19611, p. 111.
86, A~j lo afirm• opom¡namcnte Ross Holloway, Arc/1u¡,u/ogy, 1994, p. 171.
87. Coarclli, Furo romu 110, 1, 1983, pp. 1911-210. ·
88. Para el san1uario de Minerva, véanse mis comentuios .:n Arcl1. Repurrs, 26 ( 1979-
l!lllO),p. 86; 32 ( 19115-1986), p. 1211; f. Cas1agnoll, 11culto1/; Mi11ervu u Laviniwn (Ouotlernu Lin-
cci, n:• 246, Romu, l 979); /1Crm1 'JO ( 19115), Jll'· 7-12; y M. !'cnclli ti 11/., en E11cu 11rl L11t/11, 1\IKI ,
pp. 1117-271: M. Turclli, Lavi11iu t Rumu, Run1a, l9K4;y ROSll Hulloway.Ard111t!ulu¡¡y, IW4, Jlp.
138-141.
89. F. Ciislag11oli t!I al., Luvi11/u111 //: L;: ttrclici art, Roma, 1974; Ro5:5 Hollow~y. llrd1utu·
/ugy, 11194, pp. 129-135.
90. Par1 Gravisca, vtans.: M. Torclli, PdP, 32 (1977), pp. 398-458; y G. Colonne, ed., San·
f11ari d'Etrtrria, Milán, 1985, pp. 141 · 1~; para las •ánforas de Sóstr110•, cf. A. W. Johnsion,PdP,
27 (1972), pp. 416-423; M. Torelli, PJP, 37 (1982), pp. 304-325. En forl'!W sumaria, Spivcy y Stutl·
darl, E1rmcan /111/y, 1990, p. 1l4.
91. Para Pirgps, vtarue los inlonnes publicados en NSc. 13 (1959), pp. 143-263; 24 (1970).
Suppl. ll; M. Pallottino ti al., Arc/1. Class., 16 (1964), pp. 49-117; G. Colonna, ed., Santuur/ J'E·
tmría, Milln, 19115, pp. 127- ~ 41; y Co;1relll, Foro Huurio, 191!8, pp. 328-363. Para Jos bunleles:
Coarelli, Foro 8011rio, 1988, p. JSJ; y Spivey y Stodtlart, Etrriscun Ita/y , 199!1, pp. 12J-125.
"2. Coarclli, Foro Boa,•io, 19&1, pp. llJ-127 y p1mim: en Momigliano y Schi~vunc, l!tls..,
StdR, J ( 19118), pp. 127-151; c:n forma sumaria, Torelli, CAH'. VIJ .2, 19119, pp. 411-51.
93. Para un cs iudio exhaustivo, ain las referencias completas a las fuentes, vfanse Po.ucet,
Ugt!ndt sabint, 1967., pp. )))-410; Palmer, Arcllaic Cotnn111ni1y, l!nO, pp. 5·2S; y Richard. Ori-
gina, 19711, pp. 195-222.
94. Así Cicerón, Rtp., 2.14; Vanón, LL, 5,55, ci111ndo a. Junio Congo Gracano (sobre el
cual, vtasc supra, p. 37). Cuas fucn1csd!!ri\lab1n Lücercs de Lüccro, rey de Árdea (P;iulo-Fes·
to, p. 106 L), o del bosquecillo (lat. /ucw) en el que Rómulo estableció su asilo (Plutarco, R6111.,
10); Livio (l. 11.8) se reserv1 su opinión.
95. P. Willcms, l.e sino/ de la ripub/iqut ro111ai11e, 1, Lovaina, 11185, p. 22; G. Oevulo,
A1henat11111, ll (195J), pp. )J~).343; U. van LUblow, Dus riJmischt Vu/k, Frankíurl, 1955, pp. )IJ.
40; A. 'Bemartll, Numt11 La1inum, Pavla, 1973, pp. 17-18.
96. Nicbuhr, Hist. Ror~ .• 18J7l, l. pp. '289 ss..; A. Piganiul, Essui sur /es ori&inu 1/t Rolut,
Parls, 1917, pp. 244-246.
\17. D. Roussel, Tribu •I ci¡,, lles1rn~oR, 1976: F. Bourrio1 , Rtchtrdies sur la nulllre 1/11 IW
t1Ql', Parls, 1976. De forma s11maria: M. l. Finlcy, ¡'\11cknt //iswry: tvidmce a11d n1u1/rls, Londres,
1, u ... 1n .. .,...,.,., aouv~ •d1111J1c11 en tas perioe11s y co111c1ac con ta prop11 1llrmación de Livio (6S.8)
rn el senlido de que lil 1dicil\n de cuatroJrlbus en '.lR7 1.C. uroj1b1 un lota! de vclnlicinco.
J . La principal uccpción e• Gjersu1d, Lt.gend1 011d Fncu, 1962, p. 57; Early Romt, V, 197J,
f1. 120. •1uien utilit11 1~ primera de estas inlerprelacinnes p~r• rcsp1h.l111 su tcorfa de que Servio
Tulio rcinnb11 en el 11!10 495· 1.C. Semcj;mle letb no ha ClOnseguido muchos 1dcptos..
4. Algunos cs1udiosos. en e•peciel Beloch. Rom. Gt.fclt .. 1926, l'P. 175 n., han pualo en
rlud11 tsla fecha. aduciendo que Cruslumerio no pudo caer en manos de Roma hula la con-
qui 111 de Fidcnas en 426 1-C. Pero semej1n1e 1rgumenlo carece de peso, (lUC$ fidenas era sólo
un ene.l ave que controlaba el vado del rlo. del mismo modo que las tlerru controlad~• (lOr Roma
en 11 margen derecha del Tlber cons1itul1n una cabu.a de puenle en el territorio veyc::ote. Así
Ogilvie, Co111nr., 1965, p. 292.
S. Bolsford. Ron1a11 Aucmbfk1. J909, pp. •B-65; Taylor, Vollng Dis1ric11, 1960, pp. l-7.
6. Oion. Hal., • .l5. E.sic capllulo parece conlradccir lo que d propio Oionblo afirma en
•.ic. donde se 11tihuyen a Servio sc\lo la.s cuatro tribus urbanu
7. Por lo tlemás Venonio es mencionado entre otros 1nalist11 por Cicerón, u1.. t.l.6 (cf.
Att., 12.J.I) y diado, junto oon r.. bio Pldor, como fucnlc para un detalle de 11 leyenda de Ró-
mulo en la Origo &or1is Rnnrana~. 20.1 (v~ase 11 no11 de J.-C Richard).
R. Nonio, p. 62 Undsay"' O. Riposati, M. Ttrt11tl Vorronis dt vita pop11/i Roma11i, l939,
f\ 104.
9. Niebuhr, His1. Rolflr, P. 1837, pp. 418-419; f. Cornelius, U111crrucJ111ngcn, 19<10,
PP. 106 $.
IO. us principarcs objeciones son pl1ntcadu porTaylor, Vo1ú1g Districu, 19fi0, p. S, n. 9.
Par11 una refulación detallada. v~ase Thom1Cn, Kin1Strviu.r,1980, pp. 119-121.
,11 . Tamhii!n implie11 una uod11ción de los pttgi con las tribus un fragmento di; p;iplro lati-
no. POxy 20ll8. ciledo con un anilisiJ y la corresponrJicnto bibliograff1 en Thomsen, King Su-
~lt11. 19RO, pp. 14 n. Pero el leillo es demasiado fragmenluio 111r1 permilirnos reconslruir su
scnlid(l, y en las acluale.' circunslandas no arroj;i dem1Si1d1 lu~ sohrc el problema.
12. De S1nc1is. S1dR, ffl. 1960. p. 19. n. SR, Ootdord. Rnman Ammh/(t,,t (1909), 53, y
Tho~cn, King Strvius, 19RO, pp. 122-123, son dem11.,i11d(l oudo111 1rtrm11r que V11rrón tomó
C.\lll informnciún c•clu.,ivamentc de FRbio Plclor. ¿Cómo ('Wcmos cslar 51:gun1.1 cJc 11na co~
·~17
1J . Dejo • un lado • los hislori1dores e1eiplic1» que niegan la ublcncia tic cu11lquia re·
l~ción t:nlre Servio Tulio y lu lribus lerrilori11lcs. y que en a lgun c;a505 lr1l•n al propio Servio
como si ruera una figura 11bsolu1amenle legendaria: Pais. S1nri11 di Rm1111, I, IR98, p. 320: &loc:h.
RiJn1. Gadi.• 1926. pp. 270 s.: U. Coli. Scrilli di tlirilln ro11111nn , Mitin, lm, p. 5R6; G. V. Sum-
m. IRS. 60 (1970). pp. 76 s.
14. T•I era la tl:lis de Mommsen en Dit rl1mlfcl1t Trib11.r, IR4<1. pp. 17 y 215, aunque luego
la rcpudfara (Rain. fonch., l, 11164, p. 151 ; Sraaúr.. lll.l . 1887. p. 16J, n. J), 1leganlloquc lascua-
lro lrihus urbanas estuvieron siempre limlladas a 111 dudad: lis tribus rúsliau lodavla no se ha·
lil~o íormado. porque en liempos de Servio las tlerraa situ1d111 fuera de la ciudad tocfavfa no
eran de 11ropied11d privilda, sino propiedad colecliva de las familiRS palrÍ~IS. Scmcjanle ICOff<t
es huio~lenible porque lu lribus eran d lvisionea del pueblo ba11du en au domicilio, no divisio·
ne.'\ del lcnilorio q_ue nlorgaban 111 clud•d11nfa c•clush•1menle 11 sus propietuios. Vtansc lai
correspondientes reíutlcioncs en P. Fracearo, A1l11macum, 21 (1933), pp. 150-172 (• Opu.rcu/a·
11. pp. 149- 170); H. LA.,1,JR.t 35 (1945). pp. 4Ml. 1
7. Liu rrfnnuns dr Srrvfn Tu/in (pp. 20'>·2.Vi)
15. A. Magdclain, REL. 49 (1972). rp. 103 u.; Thom5cn, Kiug Servlrr1, 19HO, pp. 141-143,
l. En 111 biMin¡m,(ln h~~ica nccrca de fa• lrilms p<>tlemo.• incluir 111 ohn1 de Juvcnlud de 16. Se dice que Servio Tulio realb1ó en 10111 cu111ro cen~ot (Vaterio Mbimo, 3.4.3), míen.
Ml'mmscn. /)ic rtl 111f.,d1t' Tri/111" i11 ndmi11istrn1i.,cr Dczitl11111g, Allana. 18:14. superad~ en bucn11 tras que Tarquino el Sobcrhio no llevó a cabo ninguno (Dion. H11I., 5.20). Lo que c.~lo impliCl\
e.~ que 1~1 trilms nlsllca~ rueron crudas o bien en liempos de Servio 111lio o bien trRS h1 calda
p3rlc pm et c~h•<lin que incnrrora en"' .\'tnnl.lr., 111.1 . IRR7, pp. 161 !..~.aunque 1ndavra merece
In pcn~ con•ullnr ni!!"'"'' c~pf111l11~ Vénrm:. n•imi•mo W. Kuhilschck. O~ llo111m111n111r 1ril1111"11 de 1~ momuqufn. Vf11nse Taylor. Voti11g Dutricl.t, 1960. r . 6; L Ca(lO¡tros.~i Cnlognt.sl, Dnlla trif11t
t1ri.~i11~ ne prn1rn¡:11tln11r. Vlcnn. IK!l2: /U:;, VI/\ (1917). flfl· 2.492 ·2-~lll •.t ~. •lribu••· El t•IUcJio
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Vutlflg D1ítrltlJ, 11J60, p. 7, n. 6! Ogilvie, Co111m. , 1%1. p. 2~. 52 ~; G. V. Su11111.:r. JHS. 60 (llJ7U), pp. 67 >í- 1!1 un k ulu, ¡klr t.1 d c cllll• has1U11h: i11ct111.Si>tc1\lc1
• • 21. Cam!lio: W. Schul'e: ~,,, Cud11t-htt latt i11üti1u Eigcn110111cn, llc1Hn, 190-4, p. HO; 1\¡. du M. P. Nilsson, J/lS. !IJ (t<J29), pp.1 · 11. hu l!j crtillu unu i11Clu.:nc1;i e11r.iurJí1111 ri11 por nau11d
ho. M~ rcú'.1, E.p., 1. 113..5; l'up1mo: CIL. V, 7USS: Yoltinio: Cll... XI, J20¡t, y Schulie, p. 2511, que 110 ale;i1rL01uus a cmnpremlcr.
22. 111ylor, Vut/111 Olstricts, 11160, p. J 9. 41. Hanwn, //11¡1/j1rs, llJIJI , PP• 70·71.
23. l\sf, pur t.jc1njlJo, AlfQhJí, Euíty Homt, 1%5, JlP· Jl6-317; Thomscn Ki11" Strvl111 llJ"" ~2. llótsford, Ri,1111111 An~mbllts, ICJll'J, pp. 76 i1>.
p. 130. • .. • ""· 43. D. Kii:ruast, /Ju1111u l1tlirbllcl1tt. 11.S (11175), ¡>p. 93 u.
'24. 11. lasi. 11(,t 3.S (l!l4S), pp J0-48. 4'4. Momigtiano. Tcno ro111ri butu, p. S\16,
25, .Spivey y Sloddun, ~tr11srilft /tu/y, 1990, p. 127. se equivocan al afirmar t¡ue l~s rdur~ 45. Vo!as.: Kicoas1, IJv1m~r Julubiir:/1cr, 175 (11175), p. 'J4. lt nws•ln , JRS. 71(llJl!;l). 1\-180.
mas serv111n&s arectB1on tamb1tn •I •rma1nen10 de losáudodrmos. sc:ñlllo i¡uc tdgulllls reprtknt1ciui1a fitur111lv¡~ cnronl r11 i.l:u .:11 d nurk tk h11Ji:i llll.IC!str:.n, 111
26. 1lto Uvio dice •1uc los ubre ros y los mllsic:os p.:rtcnedan • ftt p(iil\er• y a 1~ i¡uintD cl~­ t)1•c<:ccr, ,.olUuJus 1.k W\ nlismo c:j émtu que Jk!\IUll ll>CUUo s rc1li111'5c1) y uh1rg0Jos 11 uu tic111¡>0.
st!, r~spcc1ivo111cnte, y Oioni.sio olirma lfU~ corn:spontlfan a lo segunda y 11 la cuu11. El censo 46. Asi, por .:jt:ni(lhl, W. Kunkl.'f, l11lr<1ifr1<·t1'u111u H 1m11111 Lt¡;11/ 11111/ C.1mli1111t(J111il l/lstury,
exigido a la Cf•se !Ms b1f1 cambió a tu h11go del periodo republicano (Gabba. R~p 11b/ic1111 flomc, 01ru,.1, 1966, p. 11.
1976, l'P• 1· 19), '/puede true las dlsllntas cií"1 que uan LMo (11.000 usei) y Oionislo (12.Slk)) 41. De: Sundis. S11lR. 111. 11160. p. 198; Nicul;H, Trib11111111, llJ76. 111~ !7 )'li.
se rctitron a períodos d1íe1cnlcs. 48. Cr11wíurd, Culm11t 11mf Mu11ey, llJllS, pp. 22-23.
27, Mo1n1ruicn, S111n1u .. 111.1 , 11!87, p. 24S, n. I; 'i~aie ll1onisen, Ki111 Sr1vi11s, f !n!O, p. IS'.l, 4?. l\>libiu, 6.19.5, junto ron el wmc1111uio Lle W11fb11nlt. Guhha, Utµ11M/t'1111 l<umr . 1916.
con nuls n:fcrenciu flt>· 53-56, .sus1ic:n~ que el rccftltumientu trll.>ul Jota Lle: cumii:n~u~ Lid ~i11f., 111, p.:ru su~ 11r¡:u-
2ll, 111omscn, Xt1111 St1v(11s. 19llO, pp. ISl -152. menlo$ no son concluyentes.
21J. Ad, IX>' ejcmpli>, J, l lcurgun, 71tr· Livt, libro l. P:1rí~ 1963: Cofti:ction • Etus111.:•, 50. Crawíurd. Cui1111g~ ami Monq. 11185, 11. 23.
n, 11 1.4), SI. Frucc:Jru, Op11sc11/a, 11, p. 292.
JO. Si si: tral&r6 d.i asew .llbr.ilcs• (esto es:, iucs que pi:sublln una llbru) pure~ que el ~a· 52. Par:. la estral~gi;, pn:hoplílicu en fluliu. v.:usi: S111ry. z,,, tfrt'lltcit/ld1r11 /Je11111/fl11111g ,
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PP. 287-'21J2!. Frncwro íuc blanco de 101 Olll<tUcS t.I.: O.: St111c.lis. HFIC. 61 (1~3;1), r1~ 21111·1\ltl .~4. T11yl11r. Al Pli, 111 ( l IJ57), t'o 1,11),
(: Srrlf1{ 11111101/, .S, PP. 2JIJ·247), pero r.:spont.lió en A1/i~111c11111, 12 (l'.134), pp. S7-71 ¡.. lJ¡tu.t- 55. M11111ms..:n, .'if1111Ur., 111. 1111<7, 1'• lJ2, 11. l.
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32. Esca imponante tlisfin ción enlre el armamento de lu dues 1·111 y el de la IV y li V S7. Gabha, R~publicnn llli111t, 1'176, pp. SJ _.,
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34. H. OefhrUclt, H~tory of thc A r1 o/Wor, lrad. ingl.. W.:s1po11. Conn., l~S. p. '263; G. t·iu : Ogilvic.. Co111111. , 196.5. p. 604, con una e1pfiai tión 1b11 invc:rnsimil roma ingc:nius11.
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~~. Es d11fcil s11ber por qud A. Oello da una cifra m•s ali• l 12S.IXlJ ucs) para et ceiuo tic 61. CC. Momigfianll, Q11i1110 to111d b11to, p. :117,
la ptlmcra elusc que 11 que dun Liv!o y Dionisia (10.000 ases), Fcsto (p. 100 L) lla 120.000, míen· 62.. H. Ylln Efícnlcm:. ~EG, 841 (lln6),pp. 1 · 17~ r. Sicwurl, f)rc7(1'11~11 Alli'lms Ullll dfr 11.:-
tras que 011yo (2.27'1) colnclt.le con LM o y Diunisio. Proboblcmentc K refieren a q>ocu d~l in­ f!r~fft{Ollll tlt1 /(/iJJ1/ot,1ftJ. Munic:h. l!llf2; G. R. S11&111ú11, C/11rf!11. I~ (19114), pp. l-41 ; F. J. Fr<>st..
lns (tí. n. 26, supru). ~61c;c Uc paso que el uso del tdrmino clas1ic11s pan dCSigl\llr ¡¡Ja pc:l'$011J1 llistu r111. ll (llJl\4), Jlll· 2!0-2'1.:{.
•t¡uc pcrtc;i1cc.c a h1 ¡mme ra d'"'Cit es el origc:11de11ueslro adjetivo ccl45ic0• {cf. A. Gclio. llJ.11.S, 6J . Dion. 1lnl., 4.2.ll.2. Aunque Liviu no cllu ningiln 111:10 uc h1s t11micius cunturlut.lw; un1c.
patb el prin1c1 ejemplo de csll lmposiC'ión de significados). riur 11 lu ch:cción de his primeros cónsuh:s (1.60.4). no se puct.lc \k:ár. cunlo h11cc Uo1síunl (llo-
36. 'íllomscn, Kln& Smlus, 1980, pp. 176-117. •min A.1Jt111bl1u, J909, ¡-,. 201) que par~ los histurladort:S run11nos l11 u11mbfc11 por ccn1u1ias sur-
• 3.7· Bo11fort.I, Ru111011 As.st.mbllu, l\IO'J, pp. 76 ss., Beluch, Ram. Ourlt., 19'26, p.191, y Mo- ~ió al comitm:o Je In rcp\lblica.
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38. LI cs1rcchu relación ezim~n•e cntn: el armamento hoplllico y 11 ratangc es sub111y11 du 65. 11. L;is1. JRS. 3S ( l lJ~S). p. 3.5; Thón1scn. Kf11g Smius. lllllO, pp. 156·1 .57.
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Sr1vcy y Sto1hJu11, G11u;cu11 /111/y, lll'JO, pp. 127· 13Y; y B. D'AgOlftjno, en Murn1y y f'rlcc.', clls,, Publicutu (r11is. Storiu ili Ru111u, 1, J61J!I, p. 4!f9); otroi dut.liln lle 111 uutc111icid11d u.: toúos Jos
7'ht Gratlt City, 1llllO, pp. 59-lll, 11cu111.:clniient1>~ rclaclonatlos con los Valcrios. que \lututllcr.i11 uru1 mycnciOn llcf 1111Ulis1u y¡¡.
~O. Di: Sanc1ii:, Sttllf, 11'. 1960, pp. 1111 u.; lfF/C. 61 ( 1\133), pp. t811 ss.: flcloeh, Hom. lcriu AncU.tc. Ya he crllii:ado CJ111 pos1w11 en l. S. MulOll él 111•• elk., Patl l'mpcdÍl'<S, 19K6.
l'fl 77.7¡¡,
69. Tabla X.l. Vd<1~e Cic.. Rrp.. 2.S4. u expre.sión 1110.rimo co111/1in111 suele interprct11rse
cnmn •en la as11mblca mlh imporlan te • . esto cs. los comicios centurfados. y como si ~opusiera 111
c~ístencia d e una uamhlea de menor ra ngo (asf. por ejemplo. Taylor. Va1i111 Di.!tricu. 1960. p.
9): pero vúse E. Gi1bl>1. Atl1cnnm111, 1S (1987). pp. 203-21\S, defendiendo pcrsua-'ivamente la
tcsi~ de que signifíca •en unll as1mblea muy concurrida•.
70. A. Orummonll. C/\111, Vll.2. 1989, p. 220.
71. Occmn es quien lo afirma ( Rcp., 2.54), citando prueh"~ documentales en su aroyo (los
liliri pn11tificii y los lihrl n11t:11roll'.r). cr. Uvio. 1.26.S: 8.33.8: Ck.. Mil.. J7; ñ:sto. p. 297 L ( lodos
11ludiendo 1 la supuc~t • 11pcl11ción de Hor;icio, durante el rcim1do de Tulo Hostílío).
72. Curcio. 6.8.2!1: Arriano. J .21\.2. Véa~ f . Gmnier. Dit 111n.lct do11i.cd1t: llurvvuso1111t1·
l11n¡:. Munich, 19J l.
73. Momm~cn. Stnnl$r., 11'. 11\117, J'I. 11; Strnfr.. 1899, p. 474.

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