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que pensábamos
Un nuevo estudio de los minerales lunares ha
captado la última etapa de solidificación de la Luna
en roca.
POR SHI EN KIM
PUBLICADO 24 OCT 2023, 10:41 CEST
(Relacionado: Esta imagen ofrece una ojeada inédita a los misteriosos rincones
más oscuros de la Luna)
Izquierda:
Vista al microscopio electrónico de barrido de un grano de circón lunar.
FOTOGRAFÍA DE NASA
Cuando el sistema solar era joven, la Tierra no tenía luna y era un planeta solitario
que giraba alrededor del sol primigenio. Pero los primeros días de la Tierra fueron
todo menos tranquilos. Los científicos creen que al principio de la historia de
nuestro planeta, un objeto del tamaño de Marte chocó contra la proto-Tierra y
alteró ambos mundos.
El calor del impacto lo licuó todo (la joven Tierra y el destructor planetario),
fusionando los dos cuerpos en uno solo. De esta masa salió volando una bola más
pequeña de roca fundida, que cayó en una órbita estable y acabó enfriándose para
formar la Luna.
Los autores del estudio sondearon los circones incrustados en una muestra de roca
lunar recogida durante el Apolo 17 en 1972, y construyeron un mapa tridimensional
de los átomos. El recuento de los isótopos de plomo dio como resultado una edad
de 4460 millones de años, la más antigua hasta la fecha para la formación de la
corteza lunar.
Esta edad ya había sido determinada por los colaboradores de Greer dirigidos por
Bidong Zhang y Audrey Bouvier en 2021, pero el informe suscitó escepticismo. Los
críticos señalaron el hecho de que los átomos de plomo tienden a migrar para
formar bolsas de altas o bajas concentraciones en toda la roca. Dependiendo de
dónde se mirara, existía la posibilidad de toparse con estos focos de plomo
desigualmente distribuidos y calcular erróneamente la edad del circón.
Para disipar estas dudas, Bouvier se puso en contacto con el equipo de Greer para
volver a contar los átomos, esta vez con una sonda de iones que pudiera muestrear
la roca con una resolución espacial mucho mayor que la utilizada en el estudio
anterior. Una sonda más fina permitiría al equipo identificar regiones
nanométricas de átomos de plomo enriquecidos o empobrecidos, en caso de que los
hubiera. Pero no encontraron ninguna.
"En este circón, todo era homogéneo, así que ni siquiera tuvimos que preocuparnos
por eso", afirma Philipp Heck, autor del estudio y cosmoquímico del Museo Field y
la Universidad de Chicago (EE. UU.). El resultado confirmó que la edad medida
anteriormente de 4460 millones de años era exacta.
Los científicos pueden observar las pruebas lunares para deducir lo que podría
haber ocurrido en la Tierra en la misma época. Por ejemplo, en esa fatídica colisión
que formó la Luna, la Tierra quedó inhabitable (nada podría haber sobrevivido a un
acontecimiento tan catastrófico) y toda su agua podría haberse evaporado, afirma
Greer. De ser así, el agua debió volver a nuestro planeta en algún momento, tal vez
a través del impacto de asteroides, que también habrían dejado huellas en la Luna.
Se están preparando varias misiones para traer muestras lunares de donde nadie
ha ido antes. En 2024, China lanzará una misión robótica que devolverá
muestras de la cara oculta de la Luna, y la misión Artemis III de la NASA tiene
como objetivo el aterrizaje de humanos en el polo sur lunar en diciembre de 2025.
Las nuevas rocas recogidas en estos lugares podrían ayudar a perfeccionar la
historia de los orígenes de la Luna.