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Jesús y los Abrazos

Federico Eduardo Infante Lembcke Ph. D.


feinfante@yahoo.com
La salud e tal e pieza o el pri er a razo . OM“;

Se analizó los cuatro evangelios seleccionando dos pasajes del Evangelio de Marcos, donde Jesús
expresa sentimientos y emociones a través de abrazos. Se examina los abrazos en tanto lenguaje
corporal, como manifestación objetiva de emociones y sentimientos. Se valora la actitud de
sencillez, acogida, respeto, solidaridad, reciprocidad y amor ágape hacia los demás y, en particular,
hacia los niños.

Los cuatro evangelios ⎼que con las Epístolas, los Hechos de los Apóstoles y el Apocalipsis ⎼
componen el Nuevo Testa e to, versa so re la pala ra de Dios i spirada e la vida, uerte
resurrección de Jesús. Proponemos analizar los abrazos desde el lenguaje no verbal, como
manifestación corporal de la subjetividad y expresión de emociones y sentimientos de Jesú s, en
clave de ciencia psicológica.

¿Es realmente tan importante abrazar y ser abrazado para lograr el bienestar?

El abrazo es una muestra de amor, realizada al rodear con los brazos (ya sea por encima de los
hombros, por debajo de las axilas o de manera mixta) a la persona que le es brindado, realizando
una constricción con estos de intensidad y duración variable. El abrazo indica afecto hacia la
persona que lo recibe y puede generar la misma respuesta en el receptor. Es un soporte afectivo
que expresa nuestro sentimiento hacia esa persona en particular, procurando comunicarle que
para nosotros es especial, importante, apreciada.

Los abrazos (darlos y recibirlos) ayudan a sentirnos bien, favorecen el desarrollo de la inteligencia
en los niños, son un factor antienvejecimiento; regulan el apetito, el sueño, la tensión; fortalecen
la función cardiaca, mejoran la autoestima y promueven el altruismo. El contacto físico del abrazo
promueve la energía tanto del que abraza como del que recibe el abrazo (Keating, 2013).

David Spiegel (Universidad de Stanford, California), demostró que el abrazo como soporte afectivo
mejoraba la calidad de vida y disminuía el dolor en el 50% de las pacientes que padecían cáncer de
mama. Las mujeres que recibieron esta terapia de apoyo, vivieron el doble que las que no lo
recibieron: 36,6 meses en comparación con las otras mujeres que vivieron un promedio de 18,9
meses.

Tres estudios de la Universidad de Carolina del Norte presentan las siguientes evidencias:

En la primera investigación, se halló que físicamente los abrazos ayudan a liberar la oxitocina y las
endorfinas que producen sensación de bienestar. También se activa en el cerebro la liberación de
la serotonina, que reduce la agresividad, y dopamina que mejora el humor. La hormona oxitocina
contrarresta el riesgo de sufrir infecciones o enfermedades y estimula la producción de
anticuerpos que combaten virus y bacterias. Cuando otras personas nos abrazan se incrementa los
niveles de oxitocina en la sangre.

La segunda investigación mostró que debido a los abrazos la sangre recibe más oxígeno y el
corazón mantiene una actividad normal. Las personas que no reciben abrazos desarrollan un ritmo
cardiaco de 10 latidos más por minuto en comparación con quienes expe rimentan esta muestra de
afecto frecuentemente, equilibrando el ritmo cardiaco hasta en 5 latidos por minuto.

Por último, en una tercera investigación se encontró que las parejas que duermen abrazadas
tendrían una menor probabilidad de exponerse a una infidelidad, pues al abrazar el cerebro libera
oxitocina. Esta hormona fomenta una sensación de comodidad y vinculación en la pareja, por lo
que el cerebro actúa como si todo fluyera bien, lo cual impide que la pareja sienta la necesidad de
buscar otra fuente de afecto.

Cuando otras personas nos tocan o abrazan se reduce la presión arterial, toda vez que se activan
unos receptores de presión, corpúsculos de Pacini (terminaciones nerviosas dérmicas) que a través
del nervio vago, envían impulsos electro-químicos al área del cerebro responsable de regular el
ritmo cardíaco y la presión arterial, la información es procesada como regulación de la
homeostasis (Universidad de Columbia).

Cuando abrazamos o somos abrazados, el cerebro reduciría la producción de la ho rmona del


cortisol, generadora de estrés, con lo cual se libera la tensión y se envía señales de tranquilidad al
cerebro (Centro para la Investigación Cerebral de la Universidad Médica de Viena).

Según un estudio de la Universidad Vrije Universiteit (VU) de Amsterdam, los abrazos reducen la
preocupación, los temores y brindan confort y tranquilidad. Incluso las breves e insignificantes
formas de contacto interpersonal ayudarían a las personas a enfrentar sus miedos (Koole, 2006).

De acuerdo con Dolores Krieger (Universidad de Nueva York), experta en el campo de la terapia de
contacto, cuando las personas se abrazan se fortalecería su cuerpo incrementando el nivel de
hemoglobina, transportadora de oxígeno a los tejidos.

La falta de abrazos y su contenido afectivo durante los primeros años de vida puede causar muerte
neuronal, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Duke (USA) que destaca que el contacto
físico es indispensable para el desarrollo de las neuronas. Los autores del trabajo advierten que el
cerebro de un bebé que no recibe abrazos es aproximadamente 20% más pequeño y, según
estudios (1945) del psicoanalista René Spitz, el alejamiento prolongado (más de tres meses) de la
madre puede producir una depresión anaclítica en niños menores de un año.

Los niños abrazados constantemente tienden a ser adultos menos estresados, de acuerdo a un
estudio longitudinal de la Universidad Emory, pues existe una correlación positiva entre contacto y
alivio del dolor y el estrés, en especial en las etapas más tempranas de la vida.

Fue importante para Marcos, el evangelista, dar a conocer los abrazos de Jesús. Hacer notar que
para Jesús, los abrazos eran relevantes. Hay dos textos del Evangelio de Marcos que lo registran.

El primer texto de Marcos (9: 35-37) que analizaremos expresa lo siguiente:

E to es se se tó, lla ó a los Do e, y les dijo: “i u o uie e se el p i e o, sea el últi o de todos


y el servidor de todos. Y tomando un niño, les puso en medio de ellos, le estrechó entre sus brazos y
les dijo: El que reciba un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe, y el que me recibe a mí, no
e e i e a í si o a A uel ue e ha e viado .
El que recibe a un niño con un abrazo recibe a Jesús y al Padre. Jesús, al tomar un niño y ponerlo
en medio de los discípulos para luego abrazarlo, y después decirles que de esa manera se le acoge
a Él, lo convierte en un modelo de comportamiento cristiano. Este gesto explícito de Jesús
abrazando, está fundamentado científicamente en el alto poder terapéutico del abrazo y brinda la
pauta y el modelaje de las conductas recomendadas por Jesús a sus seguidores.

Abrazar sería como la huella manifiesta de la conducta de la madre que acoge a su hijo desde el
alumbramiento, en el amamantamiento, etc., en el cual su cerebro segrega oxitocina, conocida
como la hormona del "apego". Gracias a ella, los bebés se sienten vinculados a su madre, seguros,
resguardados de todo peligro. En el acto del abrazo, además de la oxitocina, se activa en el
cerebro la liberación de serotonina y dopamina, que genera en los niños y adultos una maravillosa
sensación de bienestar, sedación, armonía y plenitud.

Los abrazos, como modelo de acogida propuesto por Jesús, son una herramienta fundamental
para establecer vínculos armoniosos y el preámbulo sensibilizador para abrirse al mensaje del
amor ágape del Evangelio.

El segundo texto de Marcos (10: 13-16) que analizaremos expresa lo siguiente:

Le p ese ta a u os iños pa a ue los to a a; pe o los dis ípulos les eñía . Mas Jesús, al ve
esto, se e fadó y les dijo: Dejad ue los iños ve ga a í, o se lo i pidáis, po ue de los ue
son como éstos es el Reino de Dios. Yo os aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no
entrará en él. Y abrazaba a los niños, y los e de ía po ie do las a os so e ellos .

El abrazo es un gesto natural de Jesús hacia los niños. Expresa gran enfado al percatarse que le
impiden que lleguen a él. Acoge a los niños con un abrazo, haciéndoles sentir a través del mismo la
acogida y protección paterna para luego expresar verbalmente y con ademanes una bendición. De
los que son como niños, afirma, es el Reino de Dios; la recepción del Reino de Dios se da en actitud
inocente, cándida e inofensiva característica de la niñez; actitud que es reforzada con los abrazos y
reafirmada con la bendición de Jesús.

La emoción del abrazo es de calidad irremplazable. Es la proximidad del otro en un acto recíproco
de afe to, de soste er al otro e toda su hu a idad , de asu irlo espiritual orporal e te. El
abrazo, en el texto de Marcos, posee un matiz afectivo y trascendente, pues alude a la fraternidad,
a la comunión generosa, a los dones espirituales. Es decir, tiene su fuente en la conciencia de
perte e er a u a her a dad u iversal , de ser partí ipes del Rei o de Dios. El a razo es el edio
supremo de percibir al otro, como prójimo, como un semejante. Mediante el abrazo es posible
alcanzar el trance de fusión de dos identidades en una identidad mayor (Toro, 2005).

A través del abrazo manifestamos sencillez, acogida, respeto, reciprocidad, solidaridad y amor
ágape a los demás; en particular; hacia los niños y al niño que todos llevamos dentro.

Se propone incorporar los abrazos de Jesús a un estilo de vida saludable, como plantea Lía Barbery
(2008), terapeuta uruguaya creadora del Sistema Abrazoterapia autora del li ro El le guaje de
los a razos , al desarrollar la a razoterapia o o u a i ovadora té i a de regula ió físi o -
emocional que utiliza los abrazos como instrumento terapéutico y que permite la aproximación a
la persona como un ser total, pues tiende a integrar su cuerpo, mente y emociones de forma
armónica y equilibrada.
Propongo incorporar los abrazos de Jesús como un modelo ejemplar de estilo de vida saludable y
una manera de aproximarnos al bienestar.

Bibliografía:

1. Barbery, Lía : A razoterapia, el le guaje de los a razos ; Madrid, pp.


2. http://www.mamanatural.com.mx/2014/04/te-faltan-razones-conoce-7-increibles-
pretextos-para-abrazar-a-tus-seres-queridos/. 04.08.14
3. http://ensegundos.net/2014/06/18/razones-para-dar-un-abrazo/. 04.08.14
4. Keating, Kathleen (2013): La terapia del a razo ; Revista DejaTver,
http://dejatver.com/abrazoterapia. 04.08.14
5. Koole, S. L., Greenberg, J., & Pyszczynski, T. (2006): “Introducing science to the psychology
of the soul: E peri e tal e iste tial ps holog . Psychological Science, 15, 212-216.
6. Pelaéz, J. (1999): "Un largo viaje hacia el Jesús de la historia";
http://www.servicioskoinonia.org/relat/244.htm. 23.09.13
7. Pere ra, Mario: E o io es positivas egativas de Jesús .
http://www.contestandotupregunta.org/Emociones_Positivas_Negativas.html; 23.09.13
8. Ta a o, J. : pala ras lave so re Jesús de Nazaret , Ver o Divi o, Estella.
http://www.antropo.es/laicos/biblia-y-libros/Tamayo.JuanJose-y-otros_10-palabras-clave-
sobre-Jesus-de-Nazaret.1999.pdf. 23.09.13
9. http://www.pastoral-biblica.org/BIBLIA%20JERUSALEN/indexbibliaconlibros.html .
04.08.14
10. Toro, R. : Bioda za , “ao Paulo, Editorial Olavo ras, 2da. Edición, 157 pp.

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