Está en la página 1de 66

Juana Paula Manso nace en Buenos Aires, en el barrio de Monserrat, el 26 de

junio de 1819.Su padre, José María Manso, nacido en Málaga, arribó al Plata
en 1799. Ingeniero civil y agrimensor, ejerció su profesión en ambas márgenes
del Plata. De convicciones liberales, adhirió a la Revolución de Mayo. Unitario y
colaborador en el gobierno de Rivadavia, interesado por la educación, impulsó
la creación de la Sociedad de Beneficencia Educativa, que fundó las escuelas
de las Catalinas y de Monserrat, en esta última, estudiará luego Juana
Paula.Hay pocas referencias de su madre, Teodora Cuenca, algunas biógrafas
afirman que era porteña de linaje hispano. Su hermano D. Luciano Cuenca, fue
servidor en la Cuarta Compañía del Segundo Batallón del Cuerpo de Infantería
Voluntarios Patricios que recibió del Virrey Liniers el grado de Sub-teniente, por
su destacada participación en las Invasiones Inglesas.Juana se destaca desde
pequeña por su inteligencia y curiosidad, escribe en una carta a Sarmiento en
1868: “Aprendí a leer por mi misma preguntando una letra y otra, combinando
los sonidos y empecé a leer a los seis años de edad.» (…) «Muy pequeña
ejerciteme en ese arte, mi única y sola diversión de la infancia, puesto que las
demás me aburrían (…) La lectura es un arte precioso…”

Concurre a la escuela Monserrat que en 1824 se convierte en la primera


Escuela Normal del país. No se adapta fácilmente a la rutina escolar, en el
artículo Escuelas Jardines que publica en los Anales de la Educación
Común en 1867, refiere:

Recordando mis propias impresiones de niña, reconozco que “el cambio de


temperatura” que sufre la infancia es casi insoportable. Un niño (…) habituado
a los besos de la madre, a ser el objeto de atención de los amigos y de los
parientes, un bello día se le dice: -´Vas a ir a la escuela!´ Le ponen su mejor
vestido, le compran una bolsa de cuero, un lápiz, una pizarra y una cartilla y,
ahora, amiguito, ´¡a la escuela!´.

Se aburre y siente rechazo por los métodos de enseñanza. Lee a la perfección,


pero es aplazada al no poder memorizar el alfabeto. Las lecturas escolares son
poco atractivas, así lo refiere a Sarmiento en la carta citada:
…en la escuela, donde me sujetaban al aprendizaje sistemado del alfabeto, no
pasaba del “Cristo”, porque no podía comprender su valor alfabético y como
‘empacaba’ allí, no iba adelante.

… Despues de leer en mi casa Anastacia ó la Recompensa de la hospitalidad,


Alejo ó la Casita en los bosques, Luisa ó la Cabaña, el Quijote, El Solitario, Las
Veladas de la Quinta, Tardes de la Granja, Eusebio ó el Cestero de Filadelfia, y
que sé yo cuantas mas, acabé recien á duras penas la Cartilla en la Escuela,
obteniendo el pase á Caton. No sabía yo lo que era, y cuando me pusieron en
la mano aquel libro impreso en papel pambazo con tapas de pergamino, me
eché á llorar amargamente, y declaré que no lo quería. Mi buen padre, riendo á
banderas desplegadas condescendió, y de acuerdo con la maestra, me dieron
las Obligaciones del hombre. Aquí fué otra batalla, lo declaré tonto y estúpido.
Nueva condescendencia de mi padre que no quería tiranizarme. Me dieron La
Creacion, un librito de la casa de Ackerman, era bien impreso, tenía lindas
tapas. Declaré que no me divertía su lectura, y entonces me dieron Isabel ó los
desterrados de Siberia. Lo devoré no sin regar sus páginas con frecuentes
lágrimas. Véa V., ya queria emociones! En adelante, los Consejos á mi Hija,
Cuentos á mi Hija, Accidentes de la Infancia, Fábulas de Samaniego,
decidieron de mi vocacion literaria.

Su padre la guía, estimula su curiosidad. Concurren a tertulias y conciertos,


recita poemas para amigos y familiares. Así lo recuerda en su novela Guerras
civiles del Río de la Plata:

Me gustaba ir al café de la Victoria cuando lo tenía Munilla, y mi padre, porque


echase una relación u oda patriótica, me pagaba el codiciado chocolate.

También lo acompaña en sus viajes de agrimensor, que le permiten conocer


costumbres y paisajes que luego describirá en sus obras.

Estudia piano con el maestro Pedro Esnaola y canto en la Academia de


Antonio Picazzarri. Escribe poemas.

En 1827 nace su hermana Isabel.


Ávida lectora, muestra interés por el estudio de idiomas, aprende francés con
facilidad, luego sumará italiano e inglés.

En 1829 asume la gobernación Juan Manuel de Rosas. Inestabilidad, intrigas y


sospechas van desarrollando su imaginación y conciencia sobre el destino de
la patria y el inevitable exilio que se avecina.

Escribe Liliana Zucotti:

Creció entre la cruenta sucesión de guerras civiles de los años veinte, las
polémicas ruidosas alrededor de la política rivadaviana, asesinatos políticos —
el más insigne, el de Manuel Dorrego—, revoluciones, contrarrevoluciones y la
paulatina emergencia del poder rosista. (…)
Se adivina a una niña solitaria, testigo perplejo, también, de las riñas entre su
madre y su padre, quienes, según testimonios orales, vivían separados,
aunque resguardaban las apariencias, como solía hacerse en esos años,
detrás de los viajes permanentes de don José María. Este, durante años, fue y
vino entre Buenos Aires y Montevideo, en su trabajo como topógrafo o profesor
de matemáticas. La niña, suponemos, porque sólo recuerda su infancia a
través de la figura de su padre, esperaba con ansia esos regresos. Doña
Teodora, su madre, en cambio, es un personaje oscuro, al que nunca
menciona.

(…) La niña comparte con su padre no sólo las charlas infantiles de la


intimidad, lo acompaña, también, en sus recorridos urbanos, es testigo de sus
arrebatadas discusiones políticas, comparte con él sus primeros berrinches
ante las tediosas cartillas de lectura, solicita su apoyo para que le permitan leer
en la escuela novelas. Crece entre el impulso rivadaviano a la educación de las
mujeres y el aliento paterno hacia la actividad intelectual, el estudio de idiomas,
la práctica de la traducción, la escritura, el trabajo como maestra.

Las disposiciones y persecuciones del gobierno se intensifican, su casa es


vigilada. Juana se refugia en la lectura, se identifica con el movimiento literario
romántico.
A los trece años traduce del francés El egoísmo y la amistad o los defectos del
orgullo su padre lo publica en Montevideo en 1834 en la Imprenta De los
Amigos, la dedica a las mujeres porteñas:

Vosotras sois, queridas compatriotas, el objeto a quien dedico el débil ensayo


de mis estudios; porque fue cerca de vosotras que gusté de esta útil e inocente
distracción de la imaginación que al paso que contribuía a formar nuestra razón
nos inspira sentimientos tan nobles y generosos. Nací como vosotras, en las
riberas del Majestuoso Plata donde mamé con el sustento el amor a la libertad,
y como vosotras tengo un corazón que palpita el nombre de Buenos-Aires;
aunque ausente del Sol Argentino no puedo olvidar la tierra querida donde
nací, donde fui educada, donde la voz de un tierno Padre grabó las máximas
de moral, el amor a la Patria! … perdonadme, me he extendido demasiado;
pero los recuerdos de la infancia ejercen mucho imperio en nuestro corazón. La
pequeña obra literaria que os dedico es, sin duda, bien escasa de mérito; pero
me lisonjeo que la recibiréis con indulgencia; cuando sepáis que quien os la
dedica, la tradujo a los ocho meses de estudio, y a los catorce años de su
edad. Vuestra compatriota. Juana Manso».

Para esta fecha, es probable que toda la familia estuviera exiliada en


Montevideo.

En 1836, publica en Montevideo Mavrogenia o la heroína de Grecia, traducción


de la obra de Jean François Ginouvier: Mavrogénie ou l’héroïne de la Grèce,
nouvelle historique et contemporaine. Suivie d’une lettre de l’héroïne aux
dames parisiennes, París, 1825. Recientes estudios revelan una edición en
Buenos Aires, en el mismo año. Esta obra la dedica a Doña Pascuala
Beláustegui de Arana, consejera de la Sociedad de Beneficencia de Buenos
Aires, y alude a la reciente creación del Colegio de Castas:

Benemérita Compatriota:

Vuestros nobles esfuerzos por la ilustración de las hijas del Plata, grabando en
mi pecho un recuerdo eterno del buen desempeño del destino de Presidenta de
la Sociedad de Beneficencia que tan dignamente llenasteis, me han inspirado
el deseo de daros un testimonio público de admiración y aprecio dedicándoos
la traducción de la presente obrita.

Ella encierra los hechos de una Griega tan ilustre como heróica.

Vuestra educación y principios tal vez no aprueben los de la interesante


Modena, y sin embargo, apesar de la notable variedad de vuestros caractéres,
os asemejáis.

Mavrogenia ofreció á su patria trofeos y laureles; vos ofrecéis á la nuestra


excelentes madres de familias á quienes sin dejar de inspirar un desinteresado
patriotismo, enseñáis los límites que nos prescribieron nuestra naturaleza y la
sociedad. En fin, la habitante del Peloponeso célebre en la carrera de las
virtudes cívicas, será el estímulo de los hombres libres, miéntras vuestro
nombre menos público, pero quizas mas querido, se recordará con
enternecimiento, tanto por aquellas á quienes la fortuna siempre caprichosa
condenó á la miseria, como por esa clase que la ambición de los hombres ha
creado y de las que nuestras sábias leyes ha prohibido el tráfico.

Concluyo deseando admitáis indulgente á mi Mavrogenia, y no dudéis del


afectuoso respeto con que se firma vuestra S. S.

V. M. B. JUANA MANSO

Así le escribe a Sarmiento en carta de 1868:

Hice mis primeras armas en la literatura con dos traducciones del francés, una
á los 13 y otra á los 14 años. Mi padre las hizo imprimir á su costa—eran sus
títulos: 1° El Egoismo y la Amistad, 1833—2º Mavrogenia ó la Heroina de la
Grecia, 1834. Esta novelita dedicada á la Sociedad de Beneficencia, llevaba al
frente una carta original mia en felicitacion del Colegio de Castas, establecido
en San Miguel. Ya vé V. que debutaba por la Educacion y me declaraba anti-
esclavista y negrófila.

El pintor y músico francés Amadeo Grass pinta su retrato. No hay demasiada


información, pudo haber sido en Montevideo o Buenos Aires, así lo refiere M. F.
Garrido en su libro El Arte en Argentina: «Gracias al apoyo del cónsul francés
el señor Mendeville pinta sus primeros retratos: Juana Manso, el general
Joaquín Hornos y del cónsul portugués Melle.». No hay registro de la obra.

Hacia finales del 30 la familia está instalada en Montevideo.

Juana se presenta como autodidacta, de vocación literaria, interesada por la


educación, la emancipación de la mujer y su derecho a participar en los
asuntos de la vida pública.

La casa de la familia en Buenos Aires es confiscada y vendida en subasta


pública, ingresando el importe en la Caja de Depósito.

Participa en las actividades que promueven los exiliados, herederos directos


del pensamiento revolucionario de Mayo: asociación, progreso, fraternidad,
igualdad sigue siendo el programa desde el exilio. Siembran ideas
renovadoras, fundan escuelas, institutos, crean periódicos, escriben libros. Su
amigo José Mármol, los describirá así en una carta a Juana Manso de 1842:

La mitad de una generación de héroes de cuyos labios salió el grito de la


libertad americana, y cuyos brazos completaron la primera parte en el campo
de batalla: toda una generación joven y entusiasta, por completar la obra de
sus padres, lejos la una y la otra de su patria, por no inclinar su frente a la
reacción del despotismo, trayendo consigo las creencias, las ideas, los deseos,
y la fe y los colores que proclamó su patria cuando proclamó su libertad; y
pasar su vida compartiendo estos elementos de una revolución inmensa para
ahogar con ellos el último aliento de un despotismo inveterado; no porque nada
nos deslumbra ni humilla de cuanto vemos en el extranjero; por que existe en
nosotros la conciencia de una misión sagrada que debemos cumplir para dejar
sin rival la gloria de nuestra patria; como también los recuerdos de su pasado
hermoso.

Escribe Zucotti:

Juana Manso es de algún modo la única escritora que podría ser imaginada en
el interior de esta generación, porque comparte con ella preocupaciones,
lecturas, modelos estéticos, tesis políticas, prácticas de escritura. Es esta
pertenencia, sin embargo, la que resultará intensamente sospechosa para
todos sus contemporáneos.

Más que un inventario de aprendizajes y lecturas, más que el fervoroso


antirrosismo o el largo exilio uruguayo y brasileño, más que los tópicos políticos
liberales, Manso adoptó y mantuvo a lo largo de varias décadas algo que la
reunirá definitivamente con estos escritores: el tono militante e irónico de
confrontación, la audacia verbal, el ejercicio polémico.

Promueve la confección de una bandera argentina que bordan en su casa


niñas porteñas y que secretamente llega al General Lavalle y a los expatriados
en Montevideo.

Todas eramos costureras de la nación, el pago de esos trabajos era la


esperanza de volver a la patria y la conciencia del cumplimiento del
deber, escribe Juana en Páginas da mocidade: memórias das guerras civis do
Rio da Prata de 1838 a 1841 publicado en en Brasil en 1858 .
El general Lavalle le envía una carta de agradecimiento que transcribe en la
obra mencionada. El joven oficial Bartolomé Mitre dedica unos versos a la
señorita Manso -Lily Sosa de Newton. Por esta acción patriótica recibe un
anónimo y habladurías. Mariquita Sánchez escribe en su Diario a Esteban
Echeverría 1839-1840:

Esta bandera la inició la joven Juana Manso e invitó por una circular a las
damas argentinas a contribuir con sus talentos y sus dineros. Así lo han hecho,
y en poco tiempo fue concluida una rica bandera bien bordada en oro, con el
sol, nuestro padre. Recibió esta pobre joven, después de mil murmuraciones y
habladurías, un anónimo amargo, y pasó aviso a los contribuyentes para que
se reunieran en su casa para decidir cómo y a quién debía presentarse.

Y nuevamente Zucotti:

El relato epistolar evoca las habladurías y murmuraciones que debió afrontar la


organizadora, la recepción de un anónimo, la inmediata convocatoria a las
damas a una asamblea en su casa, los acalorados debates de las mujeres
respecto de quién debía recibir la bandera y de qué modo.

El episodio deja asomar una estampa menos rígida de la emigración en


general; pero también esboza un perfil más complejo de estas mujeres
exiliadas, quienes confrontan políticamente, tienen sus debates internos y sus
enfrentamientos tumultuosos, además de practicar las labores tradicionales del
bordado y participar en la elaboración de los símbolos patrios.

Escribe poemas, lee a los románticos franceses, admira a Echeverría. En O


Jornal das Senhoras, evoca en tono jocoso:

Siempre recuerdo que era una apasionada hasta el frenesí de las poesías de
Esteban Echeverría, a quien Alejandro Dumas llamó -Lamartine americano-,
ese mozo cuyas rimas dulces y sonoras penetraban como una música
melodiosa hasta el fondo de mi corazón, yo lo imaginaba pálido y hermoso,
medio hombre y medio arcángel; sobre todo segura de encontrar en él ojos
grandes y azules, de mirar profundo y sereno. Ay Desgraciada! Un día me
presentaron a Echeverría. Era moreno, picado de viruelas, feo y tenía ojos
pequeños y bizcos. Y con un grito involuntario exclame: Pues este!… es
Echeverría! Este-, según la intención de mi voz, era lo mismo que decir- Este
monstruo! Fue un dolor mortal el que sentí viendo mi ideal despedazado. En
cuanto el pobre mozo se detuvo en mi casa, me guardé mucho de mirarlo por
segunda vez. Después cuando hubo desaparecido y en la soledad de mi
pensamiento evocaba la imagen del poeta de mis sueños, siempre se
interponía el espectro bizco de tenebrosa viruela. Nunca más leí las Rimas de
Echeverría.

En 1841 publica sus primeros poemas en El Nacional de


Montevideo: Recuerdos de la infancia, El Rosario, La mujer poeta, El ciprés, A
la muerte de la Srta. Mercedes Antuña, A la muerte del joven poeta Adolfo
Berro, Un preludio de dolor, de éste último citamos los siguientes versos:

Ah! después de ese momento

He visto siempre un sudario


Donde antes era el santuario

Del ídolo de mi amor.

Y en vez de perlas y aroma

De perfumes y ventura

He visto una sepultura

Donde se estrella el dolor.

Y en vez de suaves cantares

He oído la voz de truenos

Que retumban de horror llenos,

Cual funesta predicción.

He visto espectros y cráneos

Donde antes soñé con flores,

Y de amistad y de amores

También perdí la ilusión.

La guerra es un vil oficio,

La gloria es un humo vano,

Y todo lo que es humano

Es ruina, es prostitución.

Estudia italiano e inglés, refiere en un artículo sobre Elías O’Donell publicado


en la Revista Argentina en 1869:
En esa época en mi tenaz propósito de aprender el inglés, Elias quiso
estudiarlo tambien y pagabamos el maestro á escote entre los dos. Pobre Mr.
D!… era tuerto y solíamos olvidar la seriedad del acto, porque los pocos años
se dejaban tentar por la risa.

En 1841 crea el Ateneo de Señoritas, escuela para niñas, que instala en dos
habitaciones de su casa, situada en la calle San Pedro 246.

Los primeros días de abril sale un aviso en El Nacional de Montevideo,


promocionando la escuela:

«A los Padres de Familia»

Bajo la respetabilidad del nombre de mi señora madre, tengo el honor de


anunciar a las madres de familia, que en todo este mes de Abril se abrirá una
casa de educación en mi casa, calle de San Pedro N.° 246. La enseñanza no
será común, y las personas que gusten pueden venir a revisar el método
arreglado por las mismas bases que el método ensayado en París por varios
colegios y pensionatos (el método a que me refiero es el llamado
Politecnicográfico) y que en corto tiempo ha mostrado su utilidad por los
adelantos de los niños. La escritura es el medio principal para el resto de la
enseñanza puesto que en vez de una plana insignificante de palabras
incoherentes, las niñas copiarán lecciones que en un principio serán de ciertas
cosas al parecer triviales, pero que poco a poco las va habituando a raciocinar
y facilitando el estudio de Geografía, Historia Sagrada y profana, y otros
conocimientos propios para embellecer el espíritu de las señoritas, y que son el
objeto primero del método enciclopédico que es el que anuncio. Siempre he
considerado que el conducir la naciente y fácil inteligencia de las criaturas, era
una misión grande y laudable, bajo este principio no he trepidado en ofrecer a
la juventud mis conocimientos; feliz de mí si logro inspirar la confianza que mis
buenos deseos por el adelanto de la juventud, merecen! – La enseñanza
general será, después de las nociones ya enunciadas: lectura, aritmética,
doctrina cristiana, labores de manos de todas clases y un gran cuidado en las
maneras de las señoritas, y lecciones de moral.- Todos los sábados llevarán
las niñas a sus casas el trabajo de la semana, para que sus padres juzguen por
él, tanto del método que se seguirá como de la aplicación de las niñas; la plana
de ese día contendrá máximas morales sacadas del célebre libro de los niños
del señor Martínez de la Rosa. Conociendo cuán necesario es el estímulo para
el adelanto de la juventud, las niñas obtendrán todos los días puntos buenos o
malos según su conducta, y los sábados, habrá revista general de todo cuanto
se aprenda y se distinguirá el método por “tarjetas” que señalarán cuál es la
clase de adelanto y que se darán también por cierto número de cedulas
repartidas en la semana.

Cada tres meses habrá una especie de premios privados, y cada año en el 18
de Julio (Fecha patriótica uruguaya), un examen público. Las niñas no tienen
que llevar ni papel ni plumas, pues todo lo da la casa. El precio de las niñas
que estén en estado de empezar el método enciclopédico, será de cuatro
patacones y el de las que entren a primeras letras será de dos, advirtiendo que
la lectura y escritura se empezarán por estas a un tiempo, como igualmente la
tabla, la doctrina y la costura. La entrada en verano será por la mañana a las 8
para salir a las 11 y media y a tarde a las tres para salir a las seis. En invierno:
por la malsana a las 9 para salir a las 12. En la tarde a las dos para salir a las
cinco.

Habrá reglamento para el interior de la escuela cuyo examen harán las madres
de familia que se dignen fiarme la educación de sus hijas, por él valorarán el
orden que reinará en la escuela y el verdadero interés que tomo por la
educación de las niñas. La falta de local me priva por ahora recibir pupilas y me
limito a externas y medias pupilas. Si logro mi objeto que es la confianza de las
madres creo que el establecimiento se mejorará y tomará la forma de un
colegio. A mi cargo estará una clase de gramática castellana y otra del idioma
francés. También se enseñará inglés, piano, canto, y dibujo. Estas clases se
pagarán aparte, pero sus precios serán muy módicos. Los límites de un
prospecto nunca serán suficientes a desarrollar perfectamente un plan tan
vasto de educación como el que me propongo y sólo dará una breve idea de él.
Pero como ya lo he dicho, las personas que quieran distinguirme con su
confianza pueden por ellas mismas examinar lo que hay escrito del método y
algunas otras frioleras de las que se enseñarán. Por mi señora madre — Juana
Paula Manso.

Escribe su amigo Adolfo Van Gelderen en su Curso de Pedagogía


Familiar (1875):

Fue este el primer establecimiento femenil montevideano en que se enseñó


geografía y un breve cursillo enciclopédico…los diarios de la época hacen a su
fundadora los mayores elogios.

José Mármol y el poeta uruguayo Alejandro Magariños Cervantes alientan su


vocación literaria. Publica en El Nacional A Corrientes vencedora, por la victoria
del General Paz en Caagazú y otros poemas en El Constitucional.

Para la importante celebración del 25 de Mayo realizada en el Teatro de


Comercio, envía un poema que será leído junto a poemas de Acuña de
Figueroa, Rivera Indarte, Dominguez, Echeverría, Mitre, Cantilo y Magariños
Cervantes. Es difícil ser reconocida dentro de este grupo de exiliados, con
perseverancia Juana logra hacerse un lugar. Escribirá luego en el Diario a su
hija, sobre su estadía en Estados Unidos:

La casualidad me hizo nacer entre esa clase escogida de la sociedad y más


tarde mi aplicación e inteligencia natural me conquistaron el primer lugar entre
las jóvenes argentinas.

La persecución de Rosas llega a Montevideo a través de Oribe, la familia


Manso, como otros expatriados, debe refugiarse en Río de Janeiro.

Así describe los acontecimientos en su novela Guerras Civiles del Río de la


Plata:

Desde entonces se entronizó Rosas. Algunos muchachos como Gutiérrez,


Echeverría, Alberdi, etc, escribían artículos de literatura y versos. Rosas no
decía palabra, solo la parte política no la tocaba nadie. Bacle (o Bucle)
emprendía la publicación del “ Museo de las familias” , Echeverría daba a luz
sus “Consuelos” , Alberdi su “ Figarillo” . Vino la complicación francesa y el
bloqueo de los años 36 y 37, creo. Mientras tanto, en Montevideo, Oribe había
subido a la presidencia y el general Rivera se había sublevado no queriendo
entregar la comandancia de la campaña, presidencia más real que la de la
República. En ese movimiento de Rivera, Oribe había buscado la alianza de
Rosas, y los porteños emigrados, encontrándose perseguidos, se plegaron a
Rivera, con la esperanza o la condición de: terminada allá la campaña contra
Oribe, venir sobre Buenos Aires, contra Rosas. No sé hasta que grado estarían
en ese compromiso los abogados y comerciantes porteños avecindados en
Montevideo, lo que sé de cierto, es que una mañana, Oribe los mandó prender
en globo para transportarlos al Brasil. Una noche la cárcel de Montevideo
albergaba dentro de sus muros, lo más selecto de la emigración de Buenos
Aires. Aquel mártir, y santo Rivadavia y el Dr. Agüero su inseparable amigo,
caían los primeros. De esa vez, tres- o cuatro Várelas, Alsina, Gallardo,
Valencia, era una bendición de Dios, hombres que como Juan Cruz Varela no
tenían un ochavo, se les mandaba ir a Santa Catalina. El Dr. Navarro que
apenas había logrado reunirse a su joven esposa. Era un cuadro bien doloroso
aquel. ¡Cuántas lágrimas! En 1838, año en que van a desarrollarse los sucesos
que voy a dibujar, Buenos Aires estaba bloqueado por los franceses. En la
campaña oriental triunfaba Rivera y Oribe concentraba sus fuerzas en
Montevideo y el Salto a las órdenes del coronel Garzón. La agitación cundía
por todas partes y en Buenos Aires la producía Rosas creando la Soc. Pop.
Restauradora, gritando contra los franceses, contra las barbas cerradas, el
color celeste, el peinado de pico, los atacados, las gorras, los fraques, etc. Esto
era una algarabía de mueras y vivas de borracheras y orgías. Tal es el
panorama político del Rio de la Plata en los momentos en que lo presento a
mis lectores.

En Río de Janeiro ofrece clases particulares de español y francés. Le es difícil


adaptarse a la nueva sociedad. José Mármol la consuela:

… Así no me sorprendo que se halle V. disgustada en el Brasil. Usted hallará


en los brasileros un carácter superficial y degradado por su misma molicie;
pues todavía no ha sentido las grandes necesidades que desenvuelven la
inteligencia para satisfacerse. Dos pasos indispensables tiene que dar el Brasil
para que el Espíritu de sus hijos sea más sólido y profundo. El primero
emanciparse de la Corona, porque ella y él no pueden existir juntos en
América. Segundo llenarse de las necesidades republicanas para dar una
tendencia americana a su pensamiento y a sus habitantes. Hasta entonces
vivirá como hasta aquí, sin ser un pueblo Americano ni Europeo, joven ni viejo,
Aristócrata ni demócrata, adelantado ni ignorante. En una palabra, será un
pueblo que tiene en su seno una aglomeración de ricos elementos para ser
mucho y que no sabiendo aprovecharse de ellos, se entretiene con pobres
niñerías. Y, sin embargo, quisiera hallarme en lugar de V., amiga mía, y
conocer más a fondo ese Imperio de Papel con su Emperador de paja.

Pronto aprende portugués, lee a Basilio de Gama, Claudio Miguel da Costa,


Goncalves de Magalhaes, Goncalves Días y a las poetisas Clorinda y Narcisa
Amalia da Costa Siqueira. Brasil, con toda su belleza comienza a ser amigable.

Reciben en su casa al anciano Rivadavia, también exiliado, por quien siente un


profundo respeto y admiración.

En 1842 abre en su casa el Colegio Santa Clara, situado en la calle de Arcos


Nº 8. Aparece un aviso en el Jornal do Commercio, de Río de Janeiro,
detallando el programa. Las materias generales son: lectura, escritura,
aritmética, gramática, trabajo manual, moral y principios religiosos. En clases
aparte ofrece: geografía, cosmografía, historia, dibujo, idiomas extranjeros,
danza, piano y canto.

El 9 de enero de 1843, la escuela se traslada y nuevamente un simpático aviso


en el Diário do Rio de Janeiro informa la nueva dirección cerca del mar y el
programa de estudio.

En 1843 El Nacional de Montevideo publica con el título Varias composiciones


inéditas desde Río de Janeiro sus poemas Una tumba y Una lágrima para ella.

En 1844 la familia regresa a Montevideo. La nombran directora de una escuela


para niñas. Redacta un Manual para la educación de niñas. Así lo refiere en el
Álbum de Señoritas:
En 1844 emitimos esa misma opinión al señor general D. Melchor Pacheco y
Obes, cuando era ministro de la guerra en Montevideo, y tuvimos el gusto de
oír su aprobación; empezamos a escribir una tablas de lectura y el mismo
señor Pacheco y Obes nos facilitó la imprenta del gobierno para imprimir gratis.

Entabla amistad con Juan Bautista Cuneo, militante mazziniano de la Joven


Italia y editor del periódico L’ Italiano, que la pone en contacto con la colonia de
italianos. Conoce a José Garibaldi y a su esposa Anita Ribeiro, adhiere a su
causa.

Publica en Montevideo, en 1844, Armonía. Homenaje de amistad al Sr. Don


Juan Bautista Cuneo. La oda se compone de 298 versos que exaltan la lucha
por la unidad y la libertad del pueblo italiano:

Pobre Poeta, sin nombre

Con un Mundo en mi cabeza,

Sueño Italia con tus artes

Y me embriaga tu grandeza.

Y mirar creo en mis sueños

Tus ciudades, tus pinturas

Tus poetas, tus guerreros

Y tus bellas esculturas.

Y perdida la mente en sus delirios,

Centenares de siglos ve pasando

Y todos de tu gala y tu riqueza

La huella poderosa van dejando.

Y yo á tí cantarte Italia!
A tí que de grandes hombres

Mas que el Atlántico arenas

Tienes sobre tí los nombres!

Yo que soy en este suelo

Pobre flor de la llanura,

Que nació en la inculta pampa.

Sin perfume ni hermosura!

Mas, ¿por qué no he cantarte

Puede mi canto ofenderte?

El morirá en el desierto

y no es ofensa quererte.

Hija de un suelo lejano

Te he mirado con amor:

Porqué no puedo ofrecerte

De la América una flor?…»

Probablemente la inestabilidad económica obliga a la familia a regresar


nuevamente a Río de Janeiro.

Retoma las clases particulares de idiomas. Estudia, traduce del francés obras
teatrales , escribe poemas.

En el Teatro San Pedro Alcántara conoce al violinista y músico portugués


Francisco de Sá Noronha, se enamoran y a los pocos meses se casan.
Escribe en un borrador inédito encontrado por su primera biógrafa, María
Velasco y Arias:

Sólo, excéntrico y retirado algunos años en la Corte del imperio Brasileño, este
joven ha trillado, a ejemplo de Paganini, su camino artístico sin guía o escuela,
guiado por la fuerza de su sola inspiración y de su genio musical… Un año
hace solamente que el señor Norhonha se ha lanzado en la arena donde ya
fueron coronados los otros violinistas sus colegas y cada paso que ha dado se
señala por un triunfo y por la tácita y general admiración que causan su
originalidad y el atrevimiento de su ejecución y composiciones musicales.

Tal vez en la novela La familia del Comendador, en el amor de Ernesto de


Souza y la joven Gabriela recrea su propia historia.

El músico interpreta y compone, Juana se consagra al artista. Inmediatamente


emprenden una gira artística por el norte de Brasil.

En el viaje pierde un hijo. Refiriéndose a este niño y su padre fallecido más


tarde escribirá en la novela La Familia del Comendador:

Brasil, estás ligado a mi corazón y a mi pensamiento por un altar y dos tumbas!


A principio de 1846, con muchas ilusiones, emprenden una gira artística por
Estados Unidos. Llevan cartas de recomendación y confían en el éxito.

El 29 de abril el periódico New York Daily Tribune, publica la traducción al


inglés de una reseña biográfica de Noronha escrita por Juana, la admiración y
devoción que siente por su esposo es infinita.

Los ahorros se van esfumando. Con dificultades logran concretar conciertos en


Nueva York, las funciones despiertan interés, reciben buenas críticas, pero no
recaudan dinero suficiente para subsistir, sufren penurias y humillaciones.

En un concierto de Nueva York Juana debe suplir de improviso en el piano a


los músicos que abandonan el concierto por falta de pago. Relata el hecho en
el Manuscrito de la madre :
El público aprobó con un aplauso y N… presentándome la mano, me dijo: “Ven,
acompáñame”. Sin comprender lo que él me decía, le di la mano y guiada sólo
por el instinto del cariño que le profeso, subí al tablado donde estaba el piano,
en medio de ruidosos aplausos! Pasábase en mi interior algo de tan extraño, de
tan profundamente amargo, que no puedo descifrarlo! Sin preparación alguna,
en medio de aquella crisis tan horrorosa para nosotros, en medio a un mundo
extranjero y sin suficientes conocimientos músicos, yo no sé lo que hacía ni lo
que tocaba!… y para colmo de conflicto, N… a pesar de su delicadeza natural,
irritado como estaba, me decía mil palabras fuertes que hicieron bañar de
lágrimas mis ojos porque él no consideraba el sacrificio que yo hacía y mi
turbación natural en aquel caso y mucho más con la conciencia de mi poco
saber musical!… Margaret Fuller, periodista y activista por los derechos de la
mujer, publica un artículo favorable sobre la actuación de la pareja. (Barry
Velleman-Karina Belleti).

En Filadefia, comienza la redacción de su novela Misterios del Plata.

Para paliar la miseria se dirigen al Balneario de Cap May, allí durante cinco
semanas el músico debió tocar para los turistas. Juana disfruta la estadía, su
espíritu libre y curioso le permite conocer más a fondo la idiosincrasia del país y
sus mujeres, con las que comparte actividades y juegos.

La fría acogida, la barrera del idioma y la vertiginosa vida mercantil le generan


un fuerte rechazo hacia el país, sin embargo, Juana aprende. Se relaciona con
intelectuales y conoce la prédica de las primeras feministas norteamericanas,
advierte el lugar de la mujer, su libertad y acceso al trabajo, a la prensa. Visita
instituciones educativas para ciegos y sordomudos, la Casa de Refugio del
estado de Pensilvania y una penitenciaria. Toma contacto con las ideas
abolicionistas que refuerzan sus convicciones contrarias a la esclavitud y el
racismo. Deja sus impresiones en un diario que escribe a su hija Eulalia,
el Manuscrito de la madre. Luego publicará artículos para diarios de Brasil y
Argentina, o en su periódico Álbum de Señoritas y en el Jornal Das
Senhoras: Los baños de Cap May, La Casa Refugio del estado de Pensilvana,
Al cruzar la Equinoccial.
El 13 de octubre de 1846, en medio de la pobreza, nace su hija Eulalia, le
escribe en el Diario:

Tu ajuar se compuso, recuérdalo siempre, hija mía, de cuatro camisitas viejas


pero blanditas; doce cuadros de algodón para pañales y dos vestiditos con
cuatro ombligueros. Nunca olvides esto; si eres pobre, para recordar que lo
fuiste desde la cuna; si llegas a ser rica, para que trayendo a la memoria los
sufrimientos de tu madre tengas lástima de los infelices y sacrifiques tu lujo a la
caridad del pobre no envileciéndote los pasajeros bienes de la fortuna.

Noronha viaja a Wahington para probar suerte, Juana queda sola durante un
mes en medio de la pobreza, diariamente se envían cartas.

Compone la letra en verso para el oratorio Cristóbal Colón, con música de


Noronha que se estrena en la Sociedad Alemana de Nueva York y se edita en
inglés en 1847.

Desalentados y sin recursos, el 6 de diciembre parten hacia La Habana en el


buque mercante «Elizabeth».

En 1847 llegan a Cuba, son bien recibidos, la lengua y amabilidad de los


habitantes de la isla, su música y baile la enamoran:

Es música ya arrebatadora y festiva, ya voluptuosa y ardiente, ya triste como


un primer amor malogrado, ya llena de las lágrimas de la pasión, ya risueña
como la esperanza que nos halaga el corazón en la primera juventud.

Entabla amistad con la condesa de O’ Reilly. Recorren diversas ciudades de la


isla, participan en fiestas y celebraciones. No deja de advertir los rigores de la
dominación española, cuya economía está basada en el trabajo esclavo de las
plantaciones de azúcar. Años después, Emilia Casanova, la heroína cubana, le
enviará una carta a Juana Manso, solicitando su apoyo por la causa de la
independencia de su país.

…La Isla de Cuba sujeta al dominio español, gobernada por el más absoluto y
adusto despotismo militar, abriga empero gérmenes generosos en el seno de
su sociedad y existen teorías de su civilización que allí son verdades recibidas
y de uso establecido. Con tales antecedentes nuestros lectores no deben
admirarse que personas de posición, señoras de la alta aristocracia de aquellos
lugares sean las primeras en cooperar y ayudar a un artista con sus talentos,
presentándose en el teatro público a cantar. Y esa protección es dispensada
con tanta gracia y amabilidad que no es posible olvidar el obsequio. – Escribe
en sus Recuerdos de Cuba, que luego publicará en Prensa de Rio Grande en
1849 y en La Ilustración Argentina en 1853.

Noronha da conciertos, recoge aplausos y dinero, recuperan ánimos y alegría.


Redacta el Manuscrito de la madre, Abril de 1846, sobre las desdichas y
miserias en su gira por Estados Unidos.

Eulalia enferma gravemente, felizmente se recupera y en marzo de 1848 nace


su hija Herminia.

Compone un drama en verso titulado El huérfano, El Avisador de Comercio de


La Habana, lo anuncia en sus páginas. –Luisa Cymbron.

Deciden retornar a Brasil, regresan a Estados Unidos para partir desde allí, a
fines de 1848 en una fragata americana hacia Río de Janeiro. En su relato Al
cruzar la equinoccial lo menciona y en Las Consolaciones refiere la presencia
de sus dos hijas en un hotel de Estados Unidos.

Escribe Liliana Zucotti:

La expectativa de aventuras exóticas en lejanos países, de interminables


veladas entre artistas famosos o del goce de una vida consagrada a la música
y la literatura se va desvaneciendo a lo largo de esos casi cinco años. La
miseria los arrastra al exotismo inesperado de pensiones cada vez más
lóbregas, interminables regateos con los dueños de hoteles y casas de
empeño, un itinerario «humillante», marcado por cartas de recomendación,
consejos extravagantes y un aislamiento creciente. Los conciertos de Noronha
despiertan interés y aplausos pero el dinero se esfuma entre los gastos de
publicidad, el contrato de músicos y el pago de comisiones.
Sobre pequeños cuadernos ahora, encerrada en cuartos oscuros y opresivos,
la joven esposa registra los ambiguos y dramáticos «recuerdos de viaje» que
rodean su primer embarazo. Eulalia, su hija, es señalada como la destinataria
de esa escritura obsesiva, que recuenta dinero, se resiente ante pequeñas
estafas, promesas incumplidas y con contenida discreción comienza a esbozar
su desilusión ante el maltrato de su marido.

El matrimonio regresa fortalecido por las adversidades y se integra a la intensa


actividad teatral y musical de Río de Janeiro.

Juana deja su lugar de tibia partenaire. Escribe libretos para las obras
dramático musicales de Noronha, hoy considerado el precursor del teatro
musical portugués en ambos lados del Atlántico.

Vive en Niteroi, en la fortaleza de Gragoatá, finaliza los Misterios del Plata, y


termina su drama Rosas. En Recuerdos de Brasil escribe:

En aquella casita blanca, abrigada en una cavidad de la montaña, suspendida


entre el cielo y el mar, ahí viví con mi madre y mis dos angelitos… cinco meses
de paz, acaso los únicos de toda mi vida! ,… allí acabé mi drama “ Rosas” . La
fiebre amarilla nos arrojó de aquel asilo agreste y pacífico… Dios me
prolongaba la vida para sus designios! Cada paso en esta playa me trae un
recuerdo — Allí hice enterrar el cuerpo de una infeliz esclava: debía partir para
la ciudad, la separaban de un amante que idolatraba y se arrojó al mar
terminando en una hora el romance de su amor y la desgracia de su esclavitud;
el mar arrojó su cadáver a mis puertas y yo la hice sepultar. Ese episodio me
entristeció sobremanera, porque fué en el primero de año de 1851, y soy
supersticiosa, ¿para qué negarlo?

Es posible que en esos meses haya estado separada de Noronha.

En 1850 se estrena en Bahía La Familia Morel, drama-vaudeville, adaptación


de Los misterios de París de Eugène Sue, luego presentada en otros
importantes teatros.

En 1851, se estrena Esmeralda, obra inspirada en personajes de la


novela Notre Dame de Paris de Victor Hugo.
El 4 de enero de 1852 funda con otras colaboradoras, el periódico semanal
para mujeres O Jornal das Senhoras. Modas, Litteratura, Bellas-Artes, Theatros
e Critica, uno de los primeros periódicos feministas de Brasil. Según Zahidé
Lupinacci Muzart el primer periódico fundado por una mujer en Brasil
fue Belona Irada contra os Sectarios de Momo, fundado por Maria Josefa
Barreto (1786-1837), en Porto Alegre, que circuló entre noviembre de 1833 y
enero de 1834. Juana Manso firmará con el seudónimo “Bellona” algunos de
sus artículos del Jornal.

El periódico contiene artículos sobre la emancipación y educación de la mujer,


críticas de teatro y música, partituras de su esposo y otros compositores,
figurines, poemas, crónicas de viaje y como folletín la traducción de su
novela Misterios del Plata. Desde el 4 de enero hasta el 4 de julio de 1852.
Bajo su dirección se publican 26 números. El periódico continúa bajo la
dirección de su amiga Violante Atabalipa Ximenes de Bivar e Velasco desde
julio de 1852 hasta mayo de 1853 y Gervasia Nunezia Pires dos Santos Neves,
desde junio de 1853 hasta diciembre de 1855.

Celebra el arribo desde Europa, de la escritora feminista Nissia Floresta, con la


que entabla amistad:

Sentimos vivo prazer em anunciar às nossas Assinantes a chegada da Sra D.


Nísia Augusta Floresta, brasileira, tão conhecida entre nós pela sua inteligência
e ilustração […] escribe en el Jornal Das Senhoras.

En 1852 estrena A Saloia, obra hasta ahora perdida pero con numerosa
documentación sobre sus presentaciones.

Escribe Zucotti:

Antes y después de la separación, el nombre de Noronha y el de Manso


aparecen contiguos a través de la prensa y el Jornal publica, semana tras
semana, las partituras del músico para que las lectoras las ejecuten en sus
hogares durante las tertulias. La pareja romántica es, además, una asociación
creativa y una suerte de empresa familiar.
En octubre publica como folletín A mulher do artista, diez capítulos en el
periódico A Imprensa, del 17 de octubre hasta el 24 de diciembre de 1852.

Toma ciudadanía brasileña, para inscribirse en la Escuela de Medicina en la


carrera de Obstetricia, pero es rechazada por ser mujer.

María Velasco de Arias, asigna a este período la muerte de su padre, su


amado mentor del que recibía no solo apoyo moral sino también ayuda
económica. La fecha es incierta, en 1864 en el periódico La Siempre-viva
Juana escribe:

Ay! tambien una noche despues de tres años de ausencia, anclaba una fragata
que venía de lejanas riberas, en el puerto de Janeiro; también yo me preparaba
á volver [a] abrazar á los mios y desde la borda de la embarcacion al mirar las
luces de la tierra, mis ojos querian adivinar cual alumbraria la pobre morada de
mi familia… y cuando pisé tierra uno de mis viejos ya habia partido! sus huesos
y su cruz duermen sobre la tierra extrangera!

En febrero de 1853 publica en portugués en el periódico A Imprensa, cuatro


capítulos de su novela La familia del Comendador, desde el 15 de enero hasta
el 27 de febrero de 1853, Año 1, N°18, N°20, N°21, N°22, N° 23 (2da. parte del
Capítulo IV).

En 1853, sorteando numerosas dificultades por la censura, estrena O ditador


Rosas e a Mashorca, dedicado a la caída de Rosas.

El 8 de octubre, estrena el Teatro de S. Pedro de Alcántara de Rio de


Janeiro, As manias do Século, ou os rapazes de agora, comedia-vaudeville en
dos actos con intervalos musicales a cargo de Francisco de Sá Noronha. Se
realiza una función «Em beneficio de Joanna Paula Manso de Norohna,
dignissima autora dos dramas», se representa con mucho éxito su obra O
Ditador Rosas e a Mazorca y As manias do Século, asiste la pareja real.

Norhona la abandona y regresa a Portugal con su amante. Los chismes y


comentarios se multiplican.
Humillada, sola a cargo de sus hijas, decide regresar a Buenos Aires. La caída
de Rosas, abre una esperanza para servir a la Patria y conseguir los medios
para mantener a la familia.

A fines de 1853 llegan a Buenos Aires desde Montevideo. El país está agitado,
en plena organización y controversia de facciones. Buenos Aires y las
provincias no logran los acuerdos necesarios para unificar a la sociedad.
Después de 20 años de exilio su experiencia en el campo de las letras, la
educación y el periodismo, la animan a poder contribuir a su pais. Los ahorros
son escasos, quiere ejercer la docencia:

Antes de haber visto alguna cosa, cuando mi razón era apenas la de una niña
de diez y ocho años, creo que aun existen recuerdos agradables del
establecimiento que formé en Montevideo el año de 1841. Después, estudios
más extensos, razón más madura y el viajar, creo que me dan el derecho de
ofrecer lo poco que sé sin que esta oferta pueda tacharse de presuntuosa o de
inmodestia; las personas que me conozcan de cerca no podrán juzgarlo así,
porque es defecto de que no padezco. Mi oferta es hija del deseo que siempre
me anima el de ser útil a los otros. -Álbum de Señoritas. 1854-

La Sociedad de Beneficencia no la acepta, una mujer sin marido con dos hijas,
pobre y sin una familia que la respalde no es de fiar para educar a las niñas.

Publica en El Plata Científico y Literario y en La Ilustración Argentina un artículo


titulado Emancipación moral de la mujer y Recuerdos de viaje, de su estadía en
Cuba:

Los trabajos literarios de esta señora, tanto en Montevideo como en Río de


Janeiro, donde muy joven aún dió muestras de su avanzada inteligencia, la
colocan en el corto número de nuestras celebridades femeninas en la carrera
literaria. Sus publicaciones anteriores resaltan por la pureza de su estilo y la
belleza de su coordinación . De vuelta a su país natal después de un largo viaje
por la Europa empieza ahora a rendir a su patria los frutos de su inteligencia,
como en otra hora los ofrecía desde el suelo extraño, a donde la llevaron las
vicisitudes políticas y su noble corazón por no presenciar de cerca la
degradación en que yacía sumida nuestra madre común. La Ilustración
Argentina. N° 2; 19 de diciembre de 1853.

No hay datos que confirmen su viaje a Europa. Lo cierto es que las


colaboraciones no alcanzan para vivir y el apoyo esperado no llega. Decide
crear su propio periódico.

El 1 de enero de 1854, funda el semanario Álbum de Señoritas. Periódico de


Literatura, Modas, Bellas Artes y Teatros. Contiene artículos sobre
emancipación y educación de la mujer, educación popular, filosofía,
homeopatía, relatos de viajes, avances científicos, críticas a la Iglesia, defensa
a los indios y comentarios irónicos sobre modas. También críticas de teatro y
música; y como folletín su novela antiesclavista ambientada en Brasil La familia
del Comendador. Así inicia el primer editorial:

Todos mis esfuerzos serán consagrados a la ilustración de mis compatriotas, y


tenderán, a un único propósito: emanciparlas de las preocupaciones torpes y
añejas que les prohibían hasta hoy hacer uso de su inteligencia, enajenando su
libertad y hasta su conciencia, a autoridades arbitrarias, en oposición a la
naturaleza misma de las cosas, quiero, y he de probar que la inteligencia de la
mujer, lejos de ser un absurdo, o un defecto, un crimen, o un desatino, es su
mejor adorno, es la verdadera fuente de su virtud y de la felicidad doméstica,
porque Dios no es contradictorio en sus obras, y cuando formó el alma
humana, no le dio sexo. La hizo igual en su esencia, y la adornó de facultades
idénticas. Si la aplicación de unas y de otras facultades difiere, eso no abona
para que la mujer sea condenada, al embrutecimiento, en cuanto que el
hombre es dueño de ilustrar y engrandecer su inteligencia; desproporción fatal
que solo contribuye a la infelicidad de ambos y a alejar más y más nuestro
porvenir. Y no se crea que la familia no es de un gran peso en la balanza de los
pueblos, ni que la desmoralización y el atraso parcial de los individuos no
influye en bien o en mal de la sociedad colectiva.

Un mensaje tan radical por la educación y los derechos de la mujer y el niño,


disgusta. Su crítica al sistema educativo, sus propuestas innovadoras en
programas, libros, edificios, recursos, incluso llega a poponer la recaudación de
fondos a través de la lotería:

Hay un medio fácil: es verdad que no es


estrictamente moral, pero ya que lo permitís como industria en el país, cuando
a la verdad no
pasa de vicio, ejercedlo en pro del bien público.
Hablo de las loterías. Cread una lotería pública, cuyo objeto sea aplicar sus
productos a
levantar la 1ra. casa de refugio para albergar la niñez indefensa contra la
acción venenosa y
roedora, del vicio y de la ignorancia.

Sus ideas irritan, despiertan sospechas, calumnias. ¿Promover la


emancipación de la mujer? Un escándalo. Sin temor escribe:

Por qué? si, por qué ese largo martirio que empieza y acaba con la vida de la
mujer?
Por qué se condena su inteligencia a la noche densa y perpetua de la
ignorancia?
Por qué se ahoga en su corazón desde los mas tiernos años, la conciencia de
su individualismo, de su dignidad como ser, que piensa, y siente? repitiéndole:
no te
perteneces a ti misma, eres cosa y no mujer?
Por qué reducirla al estado de la hembra cuya, única misión es perpetuar la
raza?….
Por qué cerrarles, las veredas de la ciencia, de las artes, de la industria, y así
hasta la
del trabajo, no dejándole otro pan que el de la miseria, o el otro mil veces
horrible de la infamia?

También en artículos artículos sobre la hipocresía política o religiosa


manifiesta:
De todos los materialismos, el de la religión es el más funesto, porque el
hombre rudo que cree en las indulgencias y en la virtud de los escapularios,
deja crecer en su corazón la planta venenosa del rencor y de las venganzas; se
cree
protegido por los amuletos y no sabe que las prácticas exteriores son solo
para engañar los ojos del mundo.
El ojo de Dios ve los arcanos de la conciencia y allí no hay disfraz posible.
Si la devoción es aparente, si el perdón está en los labios, si la fe es
interesada, si la esperanza es egoísta, a los ojos del mundo seremos virtuosos,
pero el reino de
los cielos no será para nosotros.

Sus sólidas críticas de teatro y música; la difusión de la medicina homeopática,


su mirada progresista alumbra en todos los temas. Esa pretensión de ser una
escritora- editora es ridiculizada. Pocas mujeres la comprenden y acompañan.
Entreviendo la derrota escribe en el 5° número:

Ningún sacrificio he ahorrado para darle vida y consistencia… Toda mi


ambición era fundar un periódico dedicado enteramente a las señoras, y cuya
única misión fuese ilustrar; lo había conseguido así en el Río Janeiro donde «El
Jornal das Senhoras» está en el tercer año de su publicación. Las simpatías
que merecí en aquella corte, los testimonios todos de deferencia y de apoyo,
con que me favorecieron, me indujeron a esperar otro tanto en mi
país…..Infelizmente mis esperanzas fueron flores pasajeras, que el viento del
desengaño deshojó al querer abrir… Es el Álbum una planta exótica, que se
marchita rápidamente, porque la tierra donde se quiere hacer germinar es dura
como la roca, y no hay un rayo de sol benéfico y amigo que la abrigue y le dé
vida y calor… El Álbum está destinado a una muerte prematura…. si algún
milagro extraordinario no lo salva de la terrible enfermedad de la nostalgia que
se va apoderando de él…. y de mí!…. Como os lo digo, queridas subscriptoras,
no he ahorrado sacrificios ni buena voluntad; pero antes que escritora yo soy
madre de familia, es este un cargo que trae inmensa responsabilidad, y que me
impone deberes muy serios!…. Escribir para no ganar, bien, eso me era
indiferente, si pudiese, tener pretensiones, diría como Camoens: «Aquella cuja
lyra sonorosa. Será mais afamada que ditosa». Y sacrificaría el dinero a la
gloria como lo he hecho tantas veces en mi vida! Mi ambición no es de plata.
No tengo fortuna, pero tampoco abrigo deseos dispendiosos. Tengo fe en la
Providencia y cuando me inquieto no es personalmente por mí, y sí por
aquellos a quienes soy necesaria. Con todo, si puedo conformarme con no
ganar, y si nunca he considerado la fundación de este periódico como un medio
de especulación, tampoco ha podido nunca entrar en mis cálculos de
presupuesto mensual y de economía doméstica, gastar una fuerte suma por
mes en imprimir papel, cuyo destino más próximo será ir para alguna taberna a
envolver azúcar y arroz.

Conté siempre con obtener la protección de la clase ilustrada y del círculo


abastado de Buenos Aires… Nada he conseguido!

Con todo, haré el sacrificio un mes más, y si en este tiempo no se reuniese una
suscripción suficiente a cubrir los gastos de la publicación, no tendré otro
remedio que despedirme de mis lectoras, agradeciéndoles su protección y
deseando que otra más feliz que yo sea mejor sucedida.

No hubo nuevas suscripciones y el semanario cerró definitivamente en el


octavo número:

Concluyen con este número mis tareas, y con el derecho del amor maternal,
labro aquí el epitafio de este mi querido hijo, cuya muerte prematura es para su
madre una decepción de más en la vida, una gota más de acíbar en el cáliz,
una espina de más en el alma!

Vivió y murió desconocido como su madre lo fue siempre en la región del Plata;
no bastaron ni cuidados ni sacrificios a robustecerle una vida minada por la
consunción desde que nació en el desamparo y en el páramo de la indiferencia:
ahí quedas hijo mío, página de mi alma, que encierras más de un misterio de
dolor: en tu fosa solitaria, ¿quién depondrá una flor? ¡Nadie! Adiós pues,
lectoras, perdonad si acostumbrada a escribir en otro idioma, no usé un
lenguaje puro y castizo; si mi corta inteligencia nada creó que os fuere útil, y si
mi estilo no tiene la fluidez y la frescura de otros. No fue la voluntad la que me
faltó, pero cada uno es lo que es y no lo que deberia ser. LA REDACTORA.

Publica La familia del Comendador, novela original, en la Imprenta J.A.


Bernheim. Se promociona en la sección de la Librería de La Victoria, en el
Anuario General del Comercio, de la Industria, de la Magistratura y de la
Administración de Buenos Ayres 1854-1855, del mismo editor J. A. Bernheim.

Las clases particulares de inglés, francés o italiano, no son suficientes para


mantenerse, su artículos en la prensa no dan de comer. Decide regresar a
Brasil, su segunda patria. En el primer número del Álbum había profetizado:

Alzar el bordón del peregrino, e ir a buscar una Patria en alguna parte del
mundo, donde la inteligencia de la mujer no sea un delito. Donde su
pensamiento no se considere un crimen; y donde la carrera literaria no sea
clasificada de pretensiones ridículas.

En 1855 llega a Rio, amante del teatro y conocedora del ambiente como
autora, encuentra en la actuación el medio más rentable para poder sostener a
la familia.

Toma clases de declamación:

Una vez en Río de Janeiro, hace doce años delante de un maestro del
conservatorio de París, aquél buen señor se puso a arremedarme (sic)
probándome que todas mis inflexiones eran como él decía: estrambóticas! No
hubo más; sujéteme a nuevo aprendizaje y a pesar de que mi maestro solía
«rudoyer» un poco, acabó por quedar vencido por mi extrema docilidad y
habilidad con que progresaba. – le escribe a Sarmiento en 1868.

Integra la compañía del Teatro Ginásio Dramático creado por María Velluti que
renueva el teatro con piezas del realismo francés.

En 1856 integra la Compañía de Teatro São Pedro, recibiendo críticas


favorables por su desempeño en diversos papeles: “La Sra. Noronha se revela
como una actriz de talento, que con alguna perfección más en la pronunciación,
podrá aspirar a un lisonjero futuro en la carrera artística a la que se ha
dedicado”. Sus hijas también actúan. Comparte escenario con el gran actor
João Caetano dos Santos del que luego se distancia por malentendidos y
maltrato.

Francisco de Sá Noronha regresa de Europa, la pareja se reconcilia. Ahora la


familia realiza giras por Bahia. Eulalia revela su talento para el teatro y recibe
numerosos elogios en la prensa. Diez años después le escribe a Sarmiento:

Pues creerá Vd. que mi pobre hija pasó por una «niña desenvuelta»? Nacida
en Norte América, detesta las gazmoñerías, pero tiene el espíritu yankee y si
me hubieran dejado quieta por allá como yo lo deseé, acaso esta hija sería hoy
algo de muy distinguido, porque es artista en el alma y en la organización. Si
aquí hubiese de poner su talento al servicio de la escasez de su fortuna, ay!
qué disgustos no le esperarían! Para contenerla, en los inviernos, hacemos
comedias de sociedad; el Sr. Higginson su recomendado (hoy rector del colegio
del Uruguay) asistió a la última función y me dijo que era la primera hora
agradable que pasaba, desde que había dejado su país y sus afecciones;
calcule Ud. qué satisfacción experimenté con tal confesión! ¡Qué buenos ratos
pasaríamos por aquí si fuesen posibles estas diversiones inocentes!

En 1856 publica en Río de Janeiro, As Consolações, en la Imprenta Douz


Decembro de Paula Brito, su amigo. Lo dedica a su amiga, la gran actriz
Gabriela da Cuhna De Vecchy:

¿Qué pensará el mundo de este libro escrito por una actriz? ¿Por una cómica?
Tristes anomalías que se encuentran en los acontecimientos imprevistos de
este mundo por donde caminamos a tientas. Felizmente la excomunión fue
levantada –y las vestes teatrales fueron quitadas. Aún soy una madre de
familia y no perdí el derecho de elevar la voz desde el rincón oscuro y solitario
donde la desgracia me colocó.

El Theatro de São Pedro la contrata para la preparación y montaje de su


obra O Dictador Rosas e a Mas-horca. Se promociona la escena del combate
de Caseros que será ejecutado por la tropa de línea con banda de música
militar.
Las disputas con el actor João Caetano dos Santos llegan a la justicia, es
sentenciada a dos meses de prisión por injurias, ella apela y finalmente no se
cumple la orden.

En 1858 publica como folletín en el Diário do Rio de Janeiro, Páginas da


mocidade: memórias das guerras civis do Rio da Prata de 1838 a 1841.
Evocación de sus vivencias de juventud durante el primer exilio en Montevideo:

Tu sabes, mi Dios, la felicidad que yo ambicionaba en aquel tiempo en que no


traspasaba el círculo de lo doméstico, las fortunas me sonreían en esa vida
indolente, serena, indiferente de la mujer que tiene un brazo de hombre en que
apoyarse, un brazo que la defienda, un corazón que la ame, un nombre que
ella lleve con amor y que el mundo respete… No tenía otras aspiraciones: los
versos que escribía y que no mostraba a nadie, no los juzgaba un crimen,
ignoraba todavía que es un delito en la mujer, pensar, decir, hacer! Las horas
de fiebre que a veces me agitaba, no podía comprender en mi ignorancia
absoluta del mundo y de mi misma que era un síntoma peligroso de dolencia
moral que se llama inteligencia, espíritu, como quieran denominarlo, para mi no
pasa de una cruz de hierro.

Publica diversos artículos y poemas en lmprensa do Rio Grande do Sul y otros


periódicos de Río de Janeiro.

Da un discurso en la apertura del Lyceu de Artes e Officios, instituto


administrado por la Sociedad Propagadora das Bellas-Artes do Río de Janeiro.

Este período en Brasil: la reconciliación con Noronha, la publicación de Las


Consolaciones y otras obras en la prensa y su desempeño como actriz ha
sido omitido por las primeras biógrafas. Recientes hallazgos y estudios,
facilitados por la digitalización de periódicos de la época aportan nuevos datos.

Son años difíciles, las giras, intrigas, sospechas y padecimientos económicos,


deterioran nuevamente la relación. Se separa de Noronha y se prepara para
regresar definitivamente a Buenos Aires.
Con profunda tristeza se despide de sus amigos, de su hermosa Río, sabe que
no volverá. Escribirá luego en Recuerdo de Brasil:

Esa imagen inolvidable es la tuya, mi bello Río Janeiro, linda princesa de los
valles! Soy pobre, te diré como Fidias, sólo poseo mi corazón, de él arranco
esta página, antes que la antorcha se extinga, antes que la voz se apague,
antes que la fuerza del brazo se embote, antes que la mente se ofusque y no
pueda vaciar del dolor que rebosa del alma, estas gotas perdidas sobre una
página deleznable.

No volveré a verte, pero he cantado tu belleza y dejádote algo de mí misma


como el solo recuerdo de mi peregrinación sobre tu suelo! Todavía tengo
amigos allá, y todavía en mis horas de amargura, se reposa el alma en la
contemplación de tus paisajes divinos!

Recibe ayuda económica de José Mármol y Bartolomé Mitre para poder


regresar a Buenos Aires, le agradece a Mármol en una conmovedora carta:

Mi buen amigo: es en mi poder su carta fda. 24 de diciembre y la carta-orden


que la acompaña de la casa Lavallol e hijos sobre la de Echegaray de esta
plaza, en la importancia (sic) de ocho onzas de oro selladas destinadas a mi
pasaje y al de mi familia. Como ha dicho Bonald los sentimientos se sienten, no
se pintan con palabras; si Vd. hubiera podido verme en ese momento, con mis
dos hijitas abrazadas de mi y llorando las tres, tal vez comprendería entonces
todo el precio de su bella acción. Dejemos esto al dominio de la conciencia, yo
agradezco en primer lugar a Dios y después a mis amigos que no me reniegan
en mi infortunio.

[…]. Le agradezco el cuidado que ya toma por mi bagaje y me aprovecharé de


su oferta porque juzgo que no nadaré en la abundancia a mi llegada.

He vivido durante tres años y medio entre el insulto y la miseria, entre la


resignación cristiana y las compensaciones de consideración social que el
mundo da muchas veces sin pedirla por un espíritu de justicia; […] me pongo
en las manos de la Providencia y en las de Vd y en las de Mitre, sean mis
hermanos, con tanto que yo tenga en qué ganar el pan de mi familia sin ser
pesada a nadie y gozando de la consideración y del respeto que son los
alimentos del alma. Rio de Janeiro el 7 de enero de 1859.

En la prensa promociona funciones en su beneficio en el Theatro do Gymnasio


Dramático:

Por ser este el último beneficio que cierra mi carrera dramática, espero la
protección del ilustrado público de esta corte, de cuya bondad e indulgencia
guardaré un eterno recuerdo y la más profunda gratitud.

Y también en beneficio de su hija Eulalia:

quien se despide del público, retirándose con su madre para la tierra natal,
donde va a seguir otros destinos. Esta inteligente niña, que tantas veces fue
aplaudida por los frecuentadores del Gymnasio, merece la aceptación y el
apoyo de todos. El espectáculo consiste en el excelente drama Pedro, la
comedia Chiquinha presa y de un monólogo compuesto y recitado por la
Señora Joanna de Noronha.

A mediados de año llega con sus hijas a Buenos Aires.

Mármol le presenta a Sarmiento, en ese momento Director del Departamento


General de Escuelas. Inmediatamente se comprenden y admiran. Con su
apoyo y estímulo, Juana Manso se consagra apasionadamente a la educación.

Sarmiento encuentra en ella una aliada para llevar adelante las reformas
educativas que quiere implementar, coinciden plenamente: educación común
como base para el desarrollo de la República y fuera de la órbita de la Iglesia;
educación de la mujer; promoción de la lectura; aulas, materiales y libros
adecuados; renovación de métodos y programas de estudio, creación de leyes,
asociaciones; responsabilidad civil y apoyo estatal; formación y jerarquización
de la docencia. No temen copiar experiencias o modelos exitosos, combaten la
rutina, el aburrimiento y las tradiciones añejas. De convicciones profundas y
sentido amor por la Patria, conciben la educación como una herramienta
fundamental para igualar oportunidades, para desarrollar bases sólidas para la
República.
Con Bartolomé Mitre, la nombran directora de la primera Escuela Mixta N°1, en
la Parroquia de Monserrat, Calle del Buen Orden 123. Sarmiento escribe en
una carta desde Lima en 1865:

Cuando leo á esta distancia sus escritos sobre educacion, inspirados por un
sentimiento ardiente de obtener su mejora y difusion, recuerdo el dia en que la
poetiza de las márjenes del Plata, la escritora que representa en nuestras letras
el pensamiento de nuestro bello sexo, pedia un modesto rincon en la
enseñanza pública; y á fin de no dar á la muger instruida y desgraciada con las
puertas de la patria en el rostro se lo inventamos Mitre y yo, en la creacion de
la Escuela N°1 para ambos sexos.

En su primer informe de la Escuela Mixta a fines de 1859 detalla:

Las familias no se prestan a una mejora radical, y la insistencia del aseo ha


sido suficiente a disgustar algunas, aunque en honor de la verdad, la
generalidad de las madres se ha penetrado de las incuestionables ventajas que
promete un cambio exterior del individuo, siempre que este sea acompañado
de una mejora progresiva en los sentimientos y conducta, y sobre este punto,
señor, son indecibles mis desvelos, asi como los resultados alcanzados en tan
corto espacio de tiempo, sobre criaturitas casi montaraces, sin cultura, sin la
mas remota nocion del bien y por el contrario plagados de los defectos mas
repugnantes que pueden macular la infancia. Como V, comprende
perfectamente; para educar he alcanzado establecer entre mis discípulos, una
preponderancia moral, hija del cariño y de la conviccion que solo se les desea
su bien: noto generalmente amor por la escuela, y al cerrar la clase el dia 20,
han habido niños que han instado para quedar hasta el 24 y ser llama dos
antes del dia prefijado por la disposicion superior, a lo que yo he accedido
gustosa y llena de placer, porque considero ese deseo de un corazon tierno,
como la mejor revelacion de una gran mejoria moral. Yo ruego a V, que en el
exámen del progreso material de esta escuela, no pierda de vista la edad de
los niños que la componen, y la ignorancia absoluta de toda nocion que los
acompañaba al recibirme de la escuela.

Y entro párrafo:
El estudio de idiomas agrada generalmente a los niños, y es admirable la
facilidad y buena pronunciación con que han aprendido hasta la 7° lección de
Francés y la 6° de Inglés.

La Escuela Mixta gana un puesto de honor. El 27 de noviembre de 1860, en el


acto para la entrega de Premios para los niños, pronuncia un discurso
promoviendo la creación de asociaciones parroquiales de beneficencia,
Sarmiento lo publica en los Anales de la Educación Común.

Durante seis años y dos meses dirige la Escuela Nº1, desarrollando planes y
programas modernos: lecciones orales de gramática y geografía, dibujo,
educación física, música, baile, enseñanza de inglés y francés, elimina los
castigos físicos, establece los recreos y promueve la enseñanza moral no
dogmática a través del ejemplo y el amor. Así define su labor en la Escuela:

Mis ideas sobre la educacion han estado siempre por fortuna mia en oposicion
con la manera de conducir y de examinar las escuelas aqui, y digo por fortuna
mia, porque tengo á lo ménos el consuelo de verlas confirmadas por los
maestros de la ciencia.

Yo atendia á cultivar en el niño la espontaneidad individual, la conciencia del


deber, la obediencia al principio de autoridad, la atencion, la observacion, la
comparacion, la refleccion. A pesar de no tener libertad y ser responsable de la
enseñanza, me ingeniaba en cultivar los sentimientos y desarrollar las
facultades intelectuales.

(…) En la Escuela núm.1, en momentos dados al recreo, yo hacia marchar y


pequeñas evoluciones que ellos modelaban al compás de sus canciones; por
esto fuí criticada y creo que es una de las tremendas acusaciones que pesan
sobre mi cabeza; (…) Qué escándalo! enseñar á bailar los niños si yo hubiese
llevado tan lejos mi osadía me acusan de . . . de qué? Dios lo sabe! Lo que es
la ignorancia! Decian que solo enseñaba los niños á cantar y marchar! Cuan
justificada estaré un dia ante la posteridad. Anales, Vol. V, 1866.

En dos ocasiones debe costear los gastos de mudanza de la Escuela Mixta con
su escaso sueldo. Primero a la calle Estados-Unidos 314 y luego a
Independencia 307. No recibe apoyo, la hostigan con inspecciones. Las
condiciones precarias, la población numerosa, a veces sola al frente de más de
cien alumnos, viviendo en un cuarto húmedo de la misma escuela, no logran
abatirla: era su oportunidad para poner en práctica y confirmar sus ideas
pedagógicas:

La Escuela núm. 1 se habia emancipado en lo posible del grosero empirismo


de las demas de su clase, y si bien no podia quebrantar la argolla férrea del
Horario y del Reglamento sabia aprovechar las ocasiones para interrumpir la
monotonía de la rutina. Cada media hora la cancion ó la marcha al piano, venia
á regular el movimiento y expandir el alma. Esto se me criticaba pero yo tenia
razon. Anales 1866.

En 1867 publica en los Anales la Historia de la Escuela Mixta y termina con


estas palabras:

Las escuelas deberian ser todas de ambos sexos, no importa la edad. Lo que
se precisa son maestros y maestras competentes.

Colabora en los Anales de Educación Común, revista creada por Sarmiento en


1858 para difundir y propagar la educación popular en todo el país.

En 1860 en la fiesta de inauguración de la Escuela Modelo de Buenos Aires,


Catedral al Norte, reparte entre los asistentes sus poemas Al propagador de
Escuelas, homenaje a Domingo Faustino Sarmiento y Bernardino Rivadavia.

Figura como empleada en la Escuela de Ambos Sexos N°2 en el barrio Piedad,


en la calle Victoria 469. No hay información sobre su actuación en esta
escuela.

En 1862 publica el Compendio de la Historia de las Provincias Unidas del Río


de la Plata, «Destinado para el uso de las Escuelas de la República Argentina,
basado en la Historia de Belgrano y de la Independencia Argentina del Gral.
Bartolomé Mitre y en el Ensayo Histórico del Deán Funes. En la siguiente
edición la obra llega hasta 1874. En 1881 hay una nueva edición a cargo de
sus hijas. Es el primer Manual de Historia Argentina para escuelas. La obra la
dedica a Bartolomé Mitre, que apoya y promueve su impresión y distribución.
Luego de sortear muchas dificultades es aprobado por el Consejo de
Profesores del Colegio Nacional de Buenos Aires en 1863 y por el Consejo de
Instrucción Pública de la Pcia. de Buenos Aires en 1869.

Escribe en 1863 a Sarmiento, entonces Gobernador en San Juan:

La publicación del Compendio, me ha conquistado el odio del Sr. Inspector, y el


departamento se halla en serios embarazos para dictaminar en el expediente
de adopción; esto a pesar de la carta del General Mitre, y de haberse
subscripto el gobierno por quinientos ejemplares.

Juana está sola para defender las reformas y rechazar los ataques:

Decía Ud. en uno de sus poéticos artículos sobre la educación, que los
maestros de Escuela éramos «los obscuros obreros del porvenir» y yo le
aseguro que apenas somos unos autómatas relegados en los últimos círculos
del purgatorio social!

El edificio se derrumba; todos se interesan por las escuelas, aman de veras la


educación pero es necesario la energía de una alma como la suya, y una
cabeza como la suya para llevar a cabo esta grande obra de colocar el edificio
de la instrucción, sobre bases sólidas e inconmovibles. Carta a Sarmiento,
1863.

En 1864 funda La Flor del Aire, periódico literario ilustrado dedicado al bello
sexo, junto con Lope del Río su Director. Recientes estudios (Marina L.Guidotti)
ponen en duda la participación de Eduarda Mansilla con el seudónimo Daniel
ya que se encontraba fuera del país para poder realizar las críticas de las obras
teatrales en cartel. Juana escribe con el seudónimo Dolores, y se encarga de
la sección de «Modas» y una sección de noticias biográficas e históricas
sobre Mujeres ilustres de América del Sud. En él rescata la vida de mujeres
que lucharon por la independencia y libertad, como Encarnación Sanguinet de
Varela:
Antes de todo, es preciso entendernos sobre un punto capital. Nosotros no
contamos las Sevigné, las Cottin, las Genlis, las Stael, las Roland, las Girardin
por docenas; en la esfera del pensamiento y de la ciencia, no busqueis la
muger en la América del Sud. Nuestra sociedad, ó antes la preocupacion añeja,
la costumbre rancia, ha multiplicado la muger no cultivando su inteligencia. […]
No espereis pues, lectoras, que os vaya á desentrañar por ahí mugeres
filósofos, poetisas, políticas, diplomáticas, artistas, etc. No tenemos pues, sino
como escepcion, alguna poetisa, perdida entre las sombras del arcano;
nuestras mugeres ilustres son madres, esposas, hijas ó amantes; es decir, la
muger sentimental, que por la sola riqueza de su organizacion se ha mostrado
superior á la vulgaridad.

Publica el drama La Revolución de mayo de 1810 en la Imprenta de Mayo.

Pronuncia un discurso en la apertura del Círculo Literario fundado por Lucio V.


Mansilla y José Manuel Estrada. La asociación concretaría el anhelo de
quienes habían sufrido los años de marginación y exilio, retomando el sueño
del Salón Literario.

Crea el periódico La Siempre-viva, continuación de La Flor del Aire. La prédica


por la emancipación de la mujer y su educación ocupan gran parte de las
páginas, también continúa la sección Mujeres ilustres de la América del Sud, la
primera figura que se estudia es la de Luisa Díaz Vélez de Lamadrid. Escribe
en el periódico:
«No vengo sólo a contraerme a sostener el órgano de la Moda que es la cultura
exterior, sino a crear un órgano de los intereses morales e intelectuales de la
mujer, que la instruya en su verdadero destino, la consuele en sus secretas
penas y armonice sus tareas domésticas.»

Colabora en diversas publicaciones. Es socia fundadora honoraria de La


Revista de Buenos Aires.

Se cartea con Sarmiento, en ese momento ministro plenipotenciario de la


Argentina en los EE.UU. Es su corresponsal, él la suscribe a periódicos
educacionales del país.
Escribe el artículo La escuela de Flores, en el que defiende su postura crítica a
los gobiernos por no destinar fondos suficientes para la educación y el deterioro
que conlleva. Sarmiento le escribe desde Lima en 1865:

Escriba, combata, resista. Ajite las olas de ese mar muerto, cuya superficie
tiende á endurecerse con la costra de impurezas que se escapan de su fondo.
La colonia española, la tradicion de Rosas, vacas, vacas, vacas. Hombres,
pueblo, nacion, república, porvenir. Todo está en los bancos humildes de la
escuela. Trabaje y el pueblo le ayudará.

Desde 1865 hasta su muerte, en 1875, dirige la Revista Anales de la Educación


Común en su Segunda Época. Siguiendo un método de seminario infiltra el
espíritu de la escuela norteamericana, presentándola por sus obras, sus
doctrinas y sus hombres más preeminentes: Horace Mann, Norman A. Calkins,
E. E. White, Wikersham, John Lalor, F. Lieber, entre otros.

En editoriales, prólogos, informes, conferencias, cartas y ensayos plasma su


visión política, social y espiritual de la educación. Con pluma mordaz y
franqueza inusual denuncia los males que anidan en el pueblo y sus
gobernantes: desidia, individualismo, pereza, hipocresía, vanidad,
materialismo; cree que esta ignorancia solo podrá ser combatida con
educación, pero una educación que contemple la naturaleza material y
espiritual del hombre y su sentido de propósito individual y colectivo.

Centenares de futuras generaciones vendrán á educarse por la huella luminosa


que vienen dejando los Anales, escribe en uno de sus números en 1866.

En 1865 renuncia al cargo de Directora de la Escuela Mixta Nº1 porque la


obligan a despedir a sus alumnos varones:

Tengo y tendré siempre presente ese triste momento, llamados por lista los
alumnos se formaron en ala á la derecha de la tribuna donde se sentó el Sr.
Estrada. Treinta y dos niños varones, mucha parte seccion primera, se les
notificó la órden de pasar á otra escuela. Un silencio glacial reinaba en el salon
donde habia noventa alumnos (96 era el personal de la escuela.) Tuve un
momento de honda afliccion, y de intima gloria al ver la manera como mis
pobrecitos alumnos recibieron la noticia de su expulsion, de mi lado; entónces
pude medir que grande era mi obra y cuanto habia conseguido en bien de
aquellas almas que yo dirigia para el bien. Cuando el Sr. Estrada les significó
que iban á pasar á otra escuela, los niños bajaron la cabecita y lágrimas
silenciosas cuanto amargas fué su respuesta. Dirigiles entónces la palabra, ó
mas bien intenté dirigirsela, pero el llanto la anudó en mi garganta y fuí
abrazando uno por uno aquellos pobrecitos que la fuerza ciega y bruta
arrebataba de mi lado. Por algunos minutos solo se oyeron sollozos
comprimidos y dolorosos, el Sr. Inspector Estrada pagó su tributo y no pudo
resistir al peligroso contagio de tan sincera afliccion—lloró! Mi escuela era una
familia, de modo que aquella fué la separacion de los hijos y de la madre…
Conozco demasiado á fondo las cosas y los hombres de mi país para no
comprender la persecucion en el fondo de aquella estúpida medida que
deshacia una Escuela por el solo placer de deshacer la obra de otro. Supe todo
lo que habia pasado en las demas escuelas, y supe que la Escuela predilecta
habia salvado á poca costa; el sacrificio se habia limitado á la mia y otras tan
pobres y sin protecciones como yo. Anales, 1867.

Escribe el poema Tributo a Abran Lincoln por el asesinato del héroe. Se lo


envía a Sarmiento. Al año siguiente éste lo agrega en la segunda edición de
su Vida de Lincoln y solicita al poeta Langfellow que realice una traducción de
sus versos:

Muda de espanto el alma dolorida

Tu destino contempla con pavor,

Te asesinó la rebelión vencida

De su furia en el último estertor!

Tu sangre apagó al fin la esclavitud

Del código inmoral de tu nación!

Te llora a sus designios la virtud


La democracia pierde su campeón!

Se inclina ante tu polvo, reverente

América, mas no –la humanidad

Luto viste, uno y otro continente

De ambos mundos –el alma libertad!

Vengar las afrentosas tropelías

A la ley natural fue tu misión

Porque en tu rectitud no comprendías

Un pacto entre el derecho y la ambición!

Dejas a las naciones por ejemplo

Como alto funcionario tu carrera,

Tu sepulcro de mártir para templo,

Tu palabra de apóstol por lumbrera!

Dejas libre una raza conculcada

De una guerra titánica la gloria

La iniquidad de siglos estirpada,

Triunfante la moral –pura la historia.

Mi voz humilde, débil y doliente

Traspasan con la daga de Caín.

Buenos Aires, 27 de mayo de 1865


Entabla amistad con el Reverendo Willermo D. Junor, director del Colegio
inglés donde dicta clases. Conmovida por la sincera espiritualidad del pastor y
su renovada visión del cristianismo se convierte a la fe protestante, hecho que
aumenta los hostigamientos que recibe de católicos fanáticos.

Publica en los Anales una gramática, Dedicado a la juventud de Ambos Sexos


de la República Argentina: Primeras Lecciones de composición. Βajo las reglas
gramaticales con numerosos ejercicios. Imitado de Quackenbos.
Traduce del francés y publica en Anales La Educación Popular en el siglo
XIX por Eduardo Laveleye.
Sarmiento publica artículos de Juana en el periódico Ambas Américas.
Su discurso para la inauguración de la Escuela de Artes y Oficios, genera
polémica y se difunde en la prensa, publica descargos en La Tribuna.

El 12 de Αbril inaugura sus Lecturas Públicas en la Escuela Catedral al Norte,


le otorgan el peor salón, el tema es «Sobre la historia de los Εstados-Unidos».
Sobre la reforma religiosa. Debe suspenderla por los ataques que recibe.
Desde el periódico La Tribuna hace sus descargos, reclama justicia. Escribe a
Sarmiento y le envía el discurso.

Sarmiento envía a Mary Mann el discurso y ésta queda impactada por el


mensaje y comprensión de Juana Manso por su país. Sarmiento también envía
una carta de Desagravio al Director del Correo del Domingo para que la
publique:

…Hay hoy sobre la tierra como trescientos millones de hombres con cierto
grado de cultura; y el sentimiento de la dignidad humana dice por la boca de
cada uno de esos trescientos millones, que no hay uno sólo entre ellos que en
una reunión pacífica con fines inocentes, en presencia de señoras, una señora,
avanzada de edad, haya sido insultada en el acto de pronunciar un discurso,
sobre materia que ninguna pasión rencorosa puede excitar.

¡Bien! he aquí el juicio que de la lectura de ese discurso, hace otra mujer en los
Estados Unidos, habituada como está á oir las elocuentes palabras de los
primeros oradores del mundo cuales son algunos de su propio país, cuales
eran Webster y Horacio Mann su esposo, y cuyas estatuas decoran el frontis
del Consistorio de Boston, llamada la Atenas americana.

Dice asi: «He estado muy enferma desde que le escribí la última vez, que no
hace mucho; pero me he arrastrado hasta mi escritorio para decirle que el
discurso de Juana Manso es de hacer llorar á un norte-americano lágrimas de
sangre… Es un milagro que una mujer creada en la América del Sud pueda
escribir tales cosas. Es de hacer llorar á un norte-americano, porque cuando la
teoría de nuestro gobierno es pintada con formas tan bellas, da pena ver que
aquí entre nosotros mismos, entre nuestros prohombres, hay tantos que no
tienen fe en el principio mismo, que cuando puesto en práctica, tantos prodigios
obra en favor de la libertad humana y el progreso…

Sólo la justicia puede salvar a una nación, y la nuestra la obtendrá poco á poco,
por esa misma difusión del saber que Vd. y mi esposo, y Juana Manso
aprecian en su verdadero valor. ¡Qué asombrosa mujer es esta! y cuán cierto
es que nada importa el país en que uno nace y las influencias que lo rodean…

El 11 de septiembre de 1866 realiza su primer viaje a Chivilcoy invitada para la


inauguración del Ferrocarril, propone la fundación de una biblioteca pública.

En octubre regresa a Chivilcoy e inaugura la primera Biblioteca Pública de la


Provincia de Buenos Aires, propone el nombre: «Domingo Faustino
Sarmiento», lleva en donación el libro de Sarmiento Las Escuelas y 144 libros
de su biblioteca, también entrega la traducción del Reglamento de Bibliotecas
de Nueva York. Realiza una memorable conferencia pública para recaudar
fondos para la Biblioteca e inaugura con un discurso la estatua de Duteil
emplazada en el frente de la Escuela. En diciembre debía regresar, de
acuerdo a lo pactado, pero debe suspender el viaje porque habían programado
otra actividad.

Ofrece a la Sociedad de Beneficencia un ejemplar de los Anales de la


Educación Común:

Dirigí un oficio a la Sociedad acompañado de un ejemplar de los Anales sabía


que le iban a rechazar pero quería divertirme con las viejas. De allí a días lo
devolvieron y que no se subscribían faltas de dinero. Les contesto con otra nota
y les regalo 50 ejemplares mensuales para sus escuelas a nombre de
Rivadavia que, extendió a la mujer los beneficios de la educación. Mi nota hizo
el efecto de una bomba, casi les da un tabardillo de rabia, así es que
devolvieron los 250 ejemplares eran cinco meses de los Anales! -Carta a
Sarmiento, Mayo de 1866.

Continúa las lecturas públicas, ahora con los Viajes de Sarmiento en 1847.

Luego de su visita y participación en los exámenes de la Escuela del Carmen,


escuela para negros y mulatos, es nombrada Socia Honoraria de la Sociedad
Fraternal:

Al salir Vd. de la puerta del Colegio, la Comision creyó un deber de rigurosa


justicia, manifestar á Vd. de algun modo, su eterna, gratitud por el importante
servicio que acababa de prestarle.

Para este fin, creyó conveniente ofertar á V. el diploma de Sócia honoraria


como un testimonio de nuestro agradecimiento, y al mismo tiempo, hacerle
presente, que si algun dia ha tenido feliz en doce años de lucha constante, y en
medio de todas las tempestades y borrascas políticas por que ha pasado
nuestro pais, ha sido aquel en que ha visto en su seno y con tanta familiaridad,
á una de las primeras notabilidades del pais. Su notable y democrático discurso
nos ha revelado que tiene V. una alma y un corazon bien templado, para
ponerlo siempre al servicio de la humanidad. Carta de José C. Gutierrez,
Dic.1866.

Ella responde:

Nada mas he hecho que cumplir con el deber que me imponen mis
convicciones, y si esa ternura derramada sobre corazones hondamente
ulcerados por renitentes injusticias, ha causado á esa Sociedad el placer que
me manifiesta su nota, crea V. que esa manifestacion sencilla y espontánea no
me ha con movido menos. Acepto, pues, con suma gratitud el honor que Vds.
quieren dispensarme, y espero que mi presencia en el seno de esa Sociedad,
no será inútil ni á los propósitos de la Asociacion, ni á la revindicacion de los
derechos, cuya garantia es una bien dirijida educacion.

En 1867 registra el periódico La Tribuna su viaje a Montevideo para inaugurar


en el Salón de la Universidad una Lectura Comunitaria dedicada a la juventud.

La epidemia de cólera recrudece en Buenos Aires, las pérdidas son inmensas,


denuncia el estado deplorable de la higiene y educación, las escasas o erradas
medidas para paliar la tragedia, la incompetencia de la medicina, ella simpatiza
con la medicina homeopática del Dr. Samuel Hahnemann:

Aquí en la ciudad, insolaciones, indigestiones, cualquier indisposición ha sido


curada por cólera, dos terceras partes han muerto de los remedios: figúrese
Ud. lo que habrá sido la peste en el campo, donde las madres han abandonado
a sus hijos, y los hijos a las madres!… Ha sido preciso incendiar ranchos
porque nadie quería enterrar los muertos: otros los han sacado a lazo
arrojándolos a un pozo. Centenares de niños huérfanos y otros han perecido
faltos de alimentos. Qué horrible es la barbarie! El flagelo ha servido para
presentarla con toda su desnudez!…

El pánico ha sido tal que él también ha hecho centenares de víctimas. Chivilcoy


fue invadido por el flagelo; de tres a cinco docenas diarias de muertos.

Perdimos a Villarino, el apoyo de la educación en Chivilcoy! Acaba de morir


Pacheco que era un honrado vecino y propicio a las Escuelas. Qué
desgraciado país! Cuántos sufrimientos! En medio a la estación de las frutas y
legumbres el miedo los tiene a carne nada más, y qué carne! Como Tántalo,
con los dones del Creador a las manos, y todo les parece veneno Ya no hay
corazón para resistir las pérdidas; es una hecatombe sin fin! La debilidad del
organismo por falta de la educación física, es incapaz de resistir el mal que en
breves horas los lleva al sepulcro. No saben tampoco resistir al pánico, porque
falta la fuerza moral, que solo da la educación moral. No saben definir lo que
sienten porque nadie recuerda que las nociones de higiene y la fisiología son
esenciales, no sólo a la preservación de la vida, sino a saber definir esos
desacuerdos dinámicos del organismo que se llaman enfermedades; y nuestros
médicos, sea dicho sin ofensa de su talento, parece que están a oscuras como
la generalidad. Así es que toda enfermedad ha sido calificada de cólera y la
prisa que se han dado en tomar antídotos o remedios contra coléricas ha
ocasionado un sinnúmero de muertos. –Carta a Sarmiento. 1868.

Publica en el Inválido Argentino un artículo sobre medicina homeopática del Dr.


Hanneman Las dos escuelas, también La educación de la muerte sobre la
epidemia de cólera. Juana tiene una postura crítica sobre el modo que se
practica la medicina y entiende que la educación y la prevención son
fundamentales para la salud:

Todo hombre —dice— debe ser el médico de sí mismo, y sólo la ignorancia en


que vivimos sumidos, ha podido hasta hoy hacer que miremos la vida con tal
desprecio, que no nos acerquemos a examinar por nosotros mismos, esa vieja
armazón llamada medicina, ciencia médica, arte de curar. Lo que se quiera. El
acrecentamiento de la mortalidad nos impele de grado o por fuerza a aprender
a preservarse.

A través de Sarmiento, inicia amistad epistolar con Mary Mann, comunicación


que se extenderá hasta 1872. No teme sincerarse amargamente:

El mismo Dr. Thayre me ha favorecido regalándome el segundo tomo de las


Lecturas y Reports de Mr. Mann, poniendo a mi disposición otros Reports muy
interesantes. Esta clase de lecturas, me consolarán en el completo naufragio
de mis ilusiones y de mis esperanzas, lo que no debo ocultar a V., puesto que
en mi modo de ser y de pensar la sinceridad está arriba de toda otra
concideración (sic), y este amor inalterable de la verdad y de la justicia, son los
laureles de mi derrota, puesto que hay derrotas que son un triunfo. El Sr.
Sarmiento creo que más bien trata de engañarse a sí mismo que no suponer
cede a ilusiones cuando conoce tan bien el modo de ser de su país y mío. Yo
he luchado con una osadía y un arrojo de que sólo mis numerosos artículos en
los diarios podrían dar a V. una idea, y solo enmudeceré para combatir la
injusticia, cuando deje de existir o la fuerza me lo vede. Nada he conseguido;
ese movimiento de la prensa es un falso síntoma, es una apariencia del
Jesuitismo para desnostarme (sic) a mí. Se ha hecho mucha bulla con la Ley
de Escuelas, fui llamada por el gobno. de este Estado para trazar el proyecto, y
cuando pedí tierras para constituir el Fondo permanente del Estado, no sólo me
las han negado, sino que en una consulta de dos horas con el Ministro, pude
apreciar que no hay intención seria de organizar la Educación como es debido.
Quisieron que les hiciera un reglamento fofo que a nada conducía y decliné el
honor que se me ofrecía, prefiriendo quedar con mis convicciones y mi
sinceridad, antes que sacrificar mi conciencia. El estado del país, por otra
parte, es horrible; es el desquicio universal, el desplome de la sociedad que
falta de las bases de la moral y de la inteligencia cultivada, rueda en el vacío a
precipitarse en el abismo. La guerra, como un vasto incendio, nos envuelve por
todas partes, no hay «un hombre» que domine la situación, y yo no sé qué fin
llevaremos todos. –Carta del 11 de agosto de 1867.

En diciembre de 1866 pronuncia una conferencia sobre educación en


Quilmes: La escuela es el secreto de la prosperidad de los pueblos jóvenes –
frase de Rivadavia. Propone la formación de una Sociedad de Escuelas y una
Biblioteca Pública. La noticia se anuncia en la Sección de Correspondencia del
primer número de la Revista Ambas Américas (1867) que dirige Sarmiento en
Nueva York:

Mi lectura en Quilmes, aquí paso desapercibida, y me ha sorprendido muy


agradablemente la aprobacion que V. le dispensa. Por supuesto, que todas las
promesas que se me hicieron entonces quedaron en el estado de promesas.
Como V. es uno de los grandes maestros en filosofia de la Historia, debe
comprender que por mayor que sea la fuerza del motor en nuestra estática
situacion, el obstáculo no cederá y solo tremendas y sangrientas revoluciones
que devoren nuestra raza harán lugar á otra capa geognostica de hombres,
capaces de trabajar en su perfeccion y desarrollo intelectual. Las oligarquías
pasadas han dejado en pos de si una huella tan honda en los anales de la
humanidad que es imposible rehusarse a su triste y salutar experiencia. Véo el
naufragio de mi raza y no puedo cerrar los ojos para engañarme á mi misma;
pueda mi perseverancia servir de algo, ya que en el pensar del poéta Juan
Carlos Gomez. Inútil los dolores. / Jamas son de la mujer! Me tocó ser sola
en mi época, así habrá convenido. La emancipacion moral e intelectual de la
muger está muy lejana aun cuando existan en esta época mugeres que me
escriban sobre este punto. -Carta a Sarmiento, 1867

El 29 de diciembre Avellaneda le envía un lote de libros que el Gobierno


contribuye para la Biblioteca Popular de Chivilcoy. También colaboran con
donaciones C. Mariño, Juan María Gutierrez, el presbítero Carlos Boeri y
Dominga Ramayón, entre otros.

Escribe a Sarmiento por la muerte de Dominguito, él le responde y esboza la


idea de escribir su biografía, publica en La Tribuna del 30 de enero de 1867 sus
impresiones y párrafos de la carta a los Varela:

Tuve el coraje de escribirle, acaso la primera, temiendo por mi patria y por la


humanidad entera, la impresión que pudiera recibir aquel corazon y aquel
espíritu tan fuera de lo vulgar; veníaseme á la memoria la muerte de Goethe
ocasionada por la de su hijo y he estado esperando con ansiedad la primer
palabra del señor Sarmiento.

Ay! No valoramos este hombre, nosotros los Argentinos: sus obras que algún
día traducirán todas las naciones del globo, revelara tarde á los venideros, el
tesoro de conocimientos y de sabiduría que no supimos apreciar nosotros por
mediocridades, incapaces de curar la llaga que nos devora.-La Tribuna, Nº3904

En Abril de 1867 regresa a Chivilcoy para recaudar fondos para la Biblioteca


Popular. La primera conferencia sobre Escuelas Comunes logra darla, pero la
segunda, la lectura de su drama Rosas, debe ser suspendida por los insultos y
cascotazos que recibe de un grupo de vecinos, le tiran asafétida en la ropa:

He sabido despues que unos han dicho «Si queremos biblioteca no


necesitamos que la Sra. Manso nos la dé. Otros han dicho: ¿por qué veinte ó
treinta vecinos del pueblo hemos de costear biblioteca para diez ó doce mil
vecinos que tiene este partido?» – escribe a Sarmiento.

En la reseña sobre las Bibliotecas Populares que envía a Sarmiento en 1867 se


desahoga:
Mi amigo D. Juan Bautista Cuneo me escribió desde Brescia (en Italia) el año
pasado felicitándome por mis lecturas, él sabe que es el medio mas directo de
llegar al corazon y á la mente de las masas; no he tenido ánimo de contestarle!
Qué voy á decirle? que me echan asafétida en la ropa? que me dán el salon
peor de la Catedral al Norte y antes de comenzar una conferencia sobre la
Reforma Religiosa en Europa, se me dá con aire misterioso una carta oficiosa,
en que se me suplica el silencio sobre materias religiosas, anunciándome allí la
aparicion de un sacerdote para coartarme la palabra y delatarme al Obispo por
hereje? Es una heregía la historia?

Le diré que un populacho grosero soportando el frio venía á apiñarse á las


ventanas para proferir obsenidades dirigidas á las damas que asistian á mis
lecturas, porque se les hace un delito en las mugeres hasta que deseen
ilustrarse, y peor que delito es ridiculo todavia en nuestro país que la muger
haga uso de su inteligencia; voy á decirle esto tambien? Le diré que allí donde
existe una Biblioteca fundada por mi ha terminado á ladrillazos contra las
paredes del edificio, una lectura cuyo producto era destinado á esa misma
Biblioteca? No fué el vecindario; pero el hecho ha quedado impune, porque la
autoridad local no ha sabido que era un riguroso deber suyo descubrir los
autores del atentado y castigarlos, no solo en nombre de la moral pública
ultrajada torpemente, sino como desafrenta de aquel pueblo. Pero entre
nosotros la autoridad no se entromete sino cuando es solicitada.

No he tenido ánimo de contestar al Sr. Cuneo porque no sé que decirle. Con


cuanto placer haria este invierno una série de lecturas de su magnifico libro
“Las Escuelas”, pero francamente sin ser medrosa, creo que hay temeridad en
esponer el pellejo sin resultado inmediato ó lejano. Oyen, oyen, no hacen mas
que oir, el interior no se les cambia un ápice!

Escribe Zucotti:

Entre las violencias de que es objeto Juana Manso, ninguna quizá tan
agraviante como la carta que se publica el 29 de agosto de 1866, firmada por
Enrique M. de Santa Olalla (maestro español que ha ejercido diferentes cargos
en el Departamento de Escuelas) Como muestra, el primer párrafo de esta
carta pública dará una idea del tono.
A la Sra. Juana Manso, ´Da. Juana
Hace algún tiempo que inspiran temores entre sus amigos las muestras visibles
de desorganización cerebral que tan gravemente afectan sus facultades
intelectuales, y parece que ha llegado el caso de poner algún remedio a tan
triste dolencia. Créame, Da. Juanita, sería muy sensible para las personas que
la estiman el ver un día en la Residencia á la «mas preciosa joya» de la Nación
Argentina -Tome señora, tome por Dios algunos calmantes…’

Con poco éxito, la escritora será llamada a silencio de diversos modos: unos le
recomiendan tomar calmantes, la amenazan con amarrarla o recluirla, ajustarle
la horma de sus zapatos; otros, le hacen llegar anónimos a sus conferencias
públicas prometiendo acusarla ante el obispo de hereje; el mismo Sarmiento le
recomienda con tono didáctico aplicar el método que, entre los niños, emplean
los maestros para ser escuchados: Baje Ud., pues, la voz en sus discursos y en
sus escritos.
Lo notable es que, pese a las quejas ocasionales, Manso no acata nunca este
mandato de silencio: inicia juicios por calumnias e injurias, responde a los
escritos con escritos, publica cartas privadas —manteniendo incluso frases
que, por expreso pedido, le solicitan que no difunda—, reclama el
reconocimiento de la autoría de sus ideas, exige espacios y cargos oficiales.

El 2 de mayo publica un artículo en el periódico La Tribuna denunciando los


ataques de Chivilcoy.

Entabla amistad con el doctor Foster Thayer y con Storrow Higginson, dos
maestros del círculo de Mary Mann que no fueron bien acogidos en Buenos
Aires:

El Dr Thayre, muy entendido en la materia, muy inteligente, ha encontrado


colocacion en el Ejército como cirujano; como educacionista, bien sabe V. que
es lo que sobran por aqui. Mr. Higginson, ha tomado a su cargo una escuela
inglesa establecida en la Capilla Americana de la calle de Cangallo frente al
Hotel de Provenza; es muy corta la escuela, permanecerá en una esfera
estraña a nuestro progreso. Carta a Sarmiento sept.1867.
Apoya desde los Anales y la prensa la iniciativa del gobernador de Santa Fe,
Nicasio Oroño, de expropiar el Convento de San Lorenzo para crear una
escuela agraria.

En 1867 trabaja activamente en la campaña presidencial de Sarmiento. En


1866 en los Anales había profetizado:

… si los Αrgentinos no saben comprenderlo y elevarlo a la primera dignidad de


la magistratιra como su génio y su patriotismo lo merecen, que Dios le dé
resignación para conformarse con el atraso de la patria y la ingratitud de los
hombres.»

Y en una carta a Sarmiento fechada el 5 de febrero de 1868:

La primera vez que me atreví a insinuarle esta idea, me respondió Ud. hace
dos años: «Sólo en una cabeza como la suya puede entrar la idea de que un
hombre que se ocupa de escuelas llegue a ser presidente.

Es su corresponsal mientras él permanece en Estados Unidos:

Algo muy original está pasando a este respecto: donde se lanza algún
manifiesto proclamando su candidatura, recibo yo de los primeros un ejemplar
o varios. De Chile escriben sus «rasgos biográficos», y me mandan un paquete
por el correo, con algunas líneas manuscritas para que los haga circular. La
comisión nombrada por el pueblo de San Juan, me dirige con varios ejemplares
del manifiesto, la circular que se ha pasado a las «entidades políticas» con
cargo de corresponder cada quince días con la comisión. Tucumán levanta el
Club Sarmiento, y bajo sobreescrito se me envía el manifiesto honroso de ese
pueblo. Ahí tiene Vd. pues, los pueblos de la República Argentina, provocando
espontáneamente el advenimiento de los «derechos de la mujer» a la vida
pública sin solicitarlo ella! -Carta a Sarmiento arriba citada.

Publica Los derechos de la humanidad en el periódico El Inválido Argentino. En


el mismo periódico publica Recuerdo de Brasil, un sentido homenaje a su
segunda Patria, con nostalgia recuerda:
Allí, en la montaña de San Antonio, duerme mi padre su último sueño… mi
madre está hoy en la Recoleta; la tempestad del destino separó sus huesos en
la tierra; Dios habrá reunido sus almas en el cielo! Volvía de la ventana al lecho
donde dormían mis hijitas, besaba sus frentes y volvía a escribir.

Tal vez su madre haya regresado al país con su hermana Isabel, no hay datos
precisos al respecto.

Desde el 29 de diciembre de 1867 publica como folletín, en el periódico El


Inválido Argentino, la versión de Misterios del Plata, con el título Guerras
Civiles del Río de la Plata. Primera Parte: Una mujer heroica, firmado con el
seudónimo Violeta. El 11 de marzo de 1868 con el cierre del periódico la
edición queda interrumpida. La novela aparece en formato libro en 1899 con su
título original Los Misterios del Plata y el subtítulo Episodios históricos de la
época de Rosas escritos en 1846.

Sarmiento es electo presidente de la República, en octubre de 1868, lo


acompaña con su comitiva a Chivilcoy, donde es invitado antes de asumir y
pronuncia su programa de gobierno: «Les prometo hacer cien Chivilcoy». La
Tribuna, publica el martes 6 de octubre de 1868. la carta que Juana envía a
Mary Mann relatando detalles del evento. Aquí los párrafos finales de la carta:

Casi toda la vuelta, el Sr. Sarmiento, vino recostado a una ventanilla del tren, y
la posición de los asientos paralelos a los costados del carro, solo le permitían
mantenerse de rodillas, para guardar esa posición. Silencioso, meditabundo, la
mirada que V. le conoce, perdida en estos campos de ásperos cardales, parece
que estuviese haciendo una vista retrospectiva de su vida entera, y que como
el Cristo, se preparase por la oración del Huerto a
subir al Calvario de donde bajó Rivadavia, no para descansar en la tumba, sino
para sufrir la prolongada agonía de la expatriación!

Resistencias obstinadas lo esperan, ambiciones personales sin número lo


rodean, pero no le faltan hondas simpatías, y amigos que le han de prestar el
concurso de su brazo.
Al bajar del tren, hallamos las calles de la ciudad convertidas en ríos y la noticia
que ha habido algunos ahogados. (…)

Nuestra última sorpresa del camino a la vuelta, fue todavía el Caballito.

Destacándose del fondo oscuro de la noche se divisaba la blanca sábana de


sus paredes iluminarse el reflejo de una espléndida diadema de luces. El tren
paró, pues recién regresaba el señor Negroto y al silvato de la locomotora en el
silencio del campo, respondió desde el Seminario un hurrah! prolongado y
repetido por cien bocas infantiles. Hurrah! al padre que regresaba al hogar,
hurrah al amigo de los niños, que pasaba!

Oh! Si los tiranos, si los perversos, pudieran convencerse cuán dulce es ser
amado por los humildes, por los niños y por los labradores ¡cuán de prisa se
arrepentirían!

Las batallas de Sarmiento han sido las de la razón contra la ceguera, las de la
civilización contra la barbarie, sus triunfos son los de la tribuna, su gloria, las
escuelas, y toda su ambición hacer el bien y la felicidad de su patria! Dios lo
proteja. A Dios, mi querida amiga.

Juana realiza una lectura en el teatro de Krausse para recaudar fondos para la
Biblioteca de Chivilcoy. Lo publica luego en la Revista Argentina recientemente
creada por José Manuel Estrada: Lectura Miscelánea para beneficio de los
fondos de la Biblioteca de Chivilcoy, 1868.

El triunfo de Sarmiento como presidente, le permite llevar adelante una intensa


labor educativa que deja plasmada en las páginas de los Anales de la
Educación Común y le permiten mejorar su situación económica: realiza
traducciones encargadas por el gobierno. Así aconseja al amigo:

Comprendo que los cuidados de su administración han de absorber su


preferente atención pero no eche mi amigo al olvido que se gobierna con los
hombres; que por consecuencia, los intereses individuales y las pasiones de
cada hombre suelen pesar en la balanza de las resoluciones íntimas más que
el deber y la abnegación; así como que, las pequeñas causas producen
grandes efectos. Bueno es tender la vista y dilatar el alma por los horizontes
del infinito, pero en el poder es donde más debemos recordar a los que sufren
y los amigos desgraciados. Carta a Sarmiento Diciembre de 1868.

Publica en los Anales de la Educación Común, Vol. IV su traducción de


las Lecturas sobre la educación por Horace Mann con comentarios.

El 19 de agosto la nombran vocal del Departamento de Escuelas. Promueve la


formación de docentes e inspecciona escuelas. Realiza lecturas y conferencias
destinadas a la formación, profesionalización y asociación de las maestras.
Estas no son bien vistas, recibe calumnias que terminan en un petitorio elevado
por las maestras a la autoridad educativa pidiendo su suspensión, acusando
entre otras cosas de inmorales las clases de gimnasia que buscaba introducir.

Frente a los embates se refugia en la lectura:

Durante esta época de presentaciones de maestras en mi daño, de


excomuniones municipales, de enjuiciamientos a manera de pugilato en la
prensa, por Cantimplas de carácter independiente cuando el adversario es
inerme; injurias en público y en privado, lloviendo sobre mis espaldas a manera
de granizo, entendí que nada podía hacer más acertado que encerrarme en el
recinto de mi hogar, dejando a mis gratuitos y poco galantes adversarios
batallar contra los Molinos de viento, y entablar yo estrecha relación con el
alma profunda y el genio fecundo, de aquel, cuyos restos inanimados duermen
hoy el sueño sin mañana, bajo las bóvedas graníticas de Westminster. Compré
las obras de Dickens, y comencé a leer con aquel candor de los primeros años
de la vida, llena de fe en el médico del alma, al que confiaba la serenidad de mi
espíritu y la guarda de la sensibilidad de mi corazón, que deseo baje a la tumba
exento de la hiel amarga de las malas pasiones. -Anales 1870.

El gobierno le encarga la traducción del libro Sobre la libertad civil y el propio


gobierno de Francisco Lieber, se edita en la Imprenta Americana y el Curso
graduado de instrucción en las escuelas públicas de Chicago para servir de
modelo a las de la República Argentina, en su prólogo Á los maestros sugiere
las adaptaciones necesarias a nuestra realidad, edición de los «Anales de la
Educación», Imprenta Americana.

Traduce Las leyes de la Naturaleza. Discurso en la Asociación Nacional


Nacional de Maestros en Cincinati, por el profesor Jhon Young de Indiana, el
12 de agosto de 1858, lo publica en Anales.

Frente a las críticas que recibe por sus traducciones le escribe a Sarmiento:

No olvido que estos libros serán acaso criticados con acrimonia, pero creo a la
vez que el gobierno como, dueño de imponer sus condiciones habría hecho
bien en poner a su decreto de traducción la cláusula de censura previa antes
de abonar el trabajo. Esto era lícito aun cuando acusase poca confianza en la
elección de los traductores, los que por su parte hubieran tenido toda la libertad
de aceptar o no las contriciones de su nombramiento, mientras que con el
proceder actual no sólo gravita sobre ellos una responsabilidad sino que para
algunos es mortificante, y una humillación gratuita que acusa en los «literatos»
de este país la última de las miserias humanas: no saber su propia lengua.-
Sepbre.1869

Acompaña a Mary Gorman, la primera maestra norteamericana que llega al


país y se rehusa a viajar a San Juan por cuestiones de seguridad.

La Sta. María E. Gorman, noble joven, llena de entusiasmo por la causa de la


educación pública llegó a Buenos Aires a fines de 1869, recomendada por la
Sra. viuda de Horacio Mann y por el Ministro Argentino en Estados Unidos. Ella
venía como la primera misionera de este Evangelio de la República, la escuela,
a ofrecer sus servicios al nuevo apostolado. Especialidad en los ramos
Superiores de la Enseñanza, al llegar entre nosotros rehusó ofertas para
escuelas particulares creyendo que aquí eran lo que en su país las escuelas
públicas. La Sta. Gorman posee como todos los de su nación la pasión del bien
público y aquel alto sentido humanitario que torna el pueblo Americano de los
Estados el gran centro de la fundición de las tribus en una gran nación.-Anales,
1870.
Relata a Mary Mann su visión sobre la situación de Gorman y logra que la
nombren directora de la Escuela Primaria Nº12. Durante cinco meses no cobra
su sueldo, por lo que debe renunciar:

Me dijeron que las razones que aducía para no pagar a la Sta. Gorman eran: 1°
que no le pagaba por ser gringa; 2°, porque esa gringa son los ojos de D.
Juana Manso, esa mujer que para oprobio del país está en el Consejo de
lnstrucción Pública.

… Muchas veces hemos visto a la pobre Sta. Gorman, pálida y abatida a pesar
de su resignación angelical, traicionando ese mudo pesar la tristeza de su
corazón, al verse maltratada y desconocida, sin darse cuenta a si misma de
este vergonzoso proceder de la corporación municipal de la Ciudad de Buenos
Aires! -Anales, 1870.

Meses después llegan las hermanas Isabelle y Anne Dudley junto con Fanny
Wood. Visitan a Juana Manso asiduamente y ella les da clases de castellano.
Juana no considera oportuno que estas niñas viajen al interior, la situación
política y social era alarmante, no podía enfrentarse a Sarmiento, pero hizo lo
posible por cuidarlas y protegerlas, seguramente estas diferencias tuvieron
consecuencias en su relación con el Presidente.

En 1870 elabora un Informe para el Consejo de Instrucción Pública,


fundamentado en la visita de Inspección que realizó a 26 escuelas. Lo publica
en los Anales de la Educación Común.

Su labor como vocal en el Departamento de Escuelas genera malestar, debe


pagar el precio por ser mujer con pensamiento propio, sus críticas son
enérgicas, es violentamente hostigada pero no calla.

Es Miembro Honorario de la Sociedad Círculo Literario que preside Alejo


Avelleyra.

Publica artículos en defensa del Proyecto de Matrimonio Civil en El Inválido


Argentino: Las teorías del Dr. Frías y el espíritu republicano y en la Revista
Argentina.
Es Socia Corresponsal de la Sociedad Amigos de la Educación Popular de
Montevideo.

El 29 de mayo, Avellaneda la nombra, miembro del Consejo de Instrucción


Pública, siendo la primera mujer en ocupar un cargo público. Debe padecer las
consecuencias por la crudeza de sus informes y la franqueza de sus críticas y
denuncias, no soporta la hipocresía de las instituciones y la intromisión de la
iglesia. En los Anales fundamenta su pensamiento y publica las sesiones del
Consejo.

Su filiación a la masonería queda registrada: figura en la lista de protectores de


la revista masónica El progreso, Revista filosófico-social contra las sociedades
jesuíticas y vicentinas y propagandista de las doctrinas del racionalismo y de la
francmasonería, publicada con la colaboración de las respetables é ilustrados
escritores de América y Europa por Luis Ricardo Fors, en Buenos Aires, por la
Imprenta del Porvenir, Bs.As. 1869.

Es Miembro Honorario de la Asociación Amigos de la Instrucción Popular de


Mendoza.

Publica en los Anales el Reglamento de las Escuelas Infantiles de la Ciudad de


Buenos Aires dado por el Consejo de Instrucción Pública para el año 1870 y el
Programa para el Concurso de Oposición de Señoras a la Escuela de Ambos
Sexos N°7 de Buenos Aires. Años de prédica dieron sus frutos.

Traduce y publica en Anales Lecciones sobre objetos para los maestros y los
padres por N.A. Calkins.

En los primeros meses de 1871 el cólera azota Buenos Aires, describe los
dramáticos acontecimientos en los Anales:

Hacen tres meses que la muerte reina soberana sobre esta poblacion, y un
mes hace que la vida intelectual cesó con el curso de escuelas y colegios,
cerrados y desiertos. La desolacion como una sombra glacial se desliza sobre
la juventud; aquí la arroja temprano á la fosa comun; allí la deja huérfana y
dolorida, arrebatándole parientes y amigos. En toda la provincia le ha cerrado
la rutinera escuela, dejando los niños inertes, contemplar los estragos de la
inexorable epidemia que nivela todos los rangos sociales!

Los millones que se han negado á la cultura intelectual del pueblo, se han
gastado hoy en enterrarlo! El secreto de las epidemias escapa á la mente del
pensador y en vano seria querer señalarlo con precision matemática, pero
puede decirse sin exajeracion, que la ignorancia agrava el mal, asi como la
inteligencia lo combate y minora. La ilustracion trae de suyo el conocimiento de
la higiene y de la fisiología, de las leyes naturales y la manera, ya de obedecer
esas leyes, ya de precaverse de los resultados de la infraccion.

En esta epidemia es donde mas en descubierto se ha presentado la ignorancia


del pueblo y aun de las autoridades. Si fuésemos á pasar en revista todas las
medidas llamadas higiénicas, no encontrariamos una sola que mereciese tal
nombre; ni aun una larguísima constitucion de la Junta de Higiene dividida en
innumerables artículos y dirigida al público. Al público que no sabe leer en su
casi totalidad! Tiempo mal gastado señores Doctores, si ese público es capaz
de deletrear, no lo es de raciocinar, ni menos de comprender lo que lee. No
está educado, no sabe lo que le dicen, deslie los ungüentos y los hace beber;
mientras frota con los vomitivos !

Puede decirse, que esta ciudad ha pagado el pecado de la ignorancia con su


vida, y acaso con su porvenir, porque ha llegado el dia en que las cartas están
jugadas; ó se pone esta ciudad en el estado higiénico de las grandes
poblaciones ó decrece su importancia comercial, y otros centros le disputarán
la supremacia de que gozó hasta aquí. –Anales 1871.

La nombran vicedirectora interina de la Escuela Graduada Nº1. Es considerada


la primera escuela laica, ya que decide eliminar la enseñanza del
libro Catecismo de Astete. Recibe severas críticas en los informes de los
inspectores, no se amilana y los denuncia en los Anales.

Es corresponsal del periódico América Ilustrada, Redactor Juan Ignacio de


Armas, Ed. J.C. Rodrigues & Co, New York ,1872. Escribe en la Sección
Correo del Plata, sus cartas giran entorno a diversos temas: la independencia
de Cuba, la libertad religiosa, la Exposición Nacional de Córdoba de 1871, las
ferias en la Recoleta y temas de educación. Expresa libremente su visión
política sobre el país y América.

Es cofundadora de la Sociedad Pestalozzi, originalmente conocida con el


nombre de Sociedad de Educación, cuyos miembros crean el
periódico Educación moderna.

Nuevamente Zucotti:

Esta labor extensa y heterogénea tropieza con la mirada recelosa u hostil de


diferentes sectores: las damas de la Sociedad de Beneficencia no le perdonan
su defensa de las escuelas mixtas ni el control oficial que la maestra solicita
para las escuelas de niñas; los adversarios de Sarmiento ridiculizan su
fervorosa y altisonante defensa de la escuela pública; las maestras reaccionan
en contra del perfil profesional que Manso quiere imprimir a la enseñanza o
tachan de inmorales las clases de gimnasia que quiere incluir en el currículo; la
Iglesia la ataca por sus artículos proselitistas en favor de un Estado laico.

Cada uno de estos enfrentamientos reserva anécdotas singulares. Las


mujeres del siglo XIX, dirigidas en parte hacia una dulce reclusión en la esfera
doméstica, reciben -—por lo menos en las clases altas— un tratamiento
ceremonioso, galante y concesivo: en canje de la docilidad y la palabra
recatada disfrutan de la primacía simbólica de ser damas, un privilegio del que
sin duda no gozará Juana Manso. La emergencia de esta voz solitaria y
singular en el espacio público del siglo XIX constituye por sí misma una
historia.

En 1873, los Anales son retirados de circulación durante cinco meses,


provocando la violenta reacción de Juana frente a semejante acto de censura.
Denuncia la medida del Consejo de Instrucción Pública que aprovechando su
ausencia tomó la decisión sin respetar el quorum establecido por ley.

En septiembre escribe un Editorial rechazando enfáticamente el pedido del


Obispo que vuelvan las clases de catecismo los días jueves por la mañana,
que luego se decrete asueto y sean las maestras las encargadas de llevar los
niños a la Iglesia, logra que no se apruebe.

Publica en los Anales un análisis crítico y riguroso del Proyecto de Ley


Orgánica del Dr. Malaver, uno de sus más violentos adversarios en el
Consejo. Sus editoriales son implacables.

Traduce y publica en los Anales una selección propia de los Informes de


Horace Mann.

Cansada, enferma de hidropesía, se recluye en su casa de Belgrano. La


amistad con su talentosa y joven alumna, Carmen V. Campero, mitiga su
soledad. Publica una traducción de Carmen en los Anales de noviembre de
1874: El valor de media corona (Evening at home). Le escribe en una carta:

Querida China: la resignación es una virtud, pero ella, como toda virtud, sólo se
adquiere a costa de sacrificio, también yo estoy resignada, pero nuestra súbita
separación, me ha producido una crisis moral, que a mi edad, puede
determinar un cambio radical. Estoy triste, taciturna, callada y tengo una
indiferencia por todo, que solo cede a irritaciones de humor pasajero pero que
no son de mi carácter. La ausencia puede y suele consumar cambios
inopinados y sin retorno pasajero. Velasco y Arias, María, Cartas inéditas de
Juana Manso, Buenos Aires, 1938.

En su últimos editoriales escribe sobre la educación de la mujer y la primera


infancia. En diciembre de 1874 a partir de la presentación de un folleto de José
Pedro Varela «La educación del pueblo», reflexiona sobre la educación de la
mujer y su derecho al trabajo:

«..¿Es posible concebir la felicidad del hogar con mujeres ignorantes,


mezquinas en sus acciones, egoistas, sin más Dios que la moda, i sin otro
pasto de conversacion que la vida ajena?…

La mujer tiene necesidad de aprender muchas cosas mas que el hombre,


porque este basta con que aprenda una carrera; pero ella tiene necesidad de
prepararse tanto para hacer el viaje sola, como acompañada. En el primer caso
tiene que ganarse la subsitencia sinó es rica; en el segundo caso ella es el
Ministro de Hacienda de su marido, por que la economía de una casa es su
renta mas segura; ella es el médico de sus hijos, la providencia de la familia i
debe poseer todas la habilidades que comienzan en el salon i terminan en la
cocina, i en el arreglo de la despensa. (…) Si el marido se arruina, si cae
postrado en una cama, quien sinó ella está destinada á tomar sobre sus débiles
hombros la pesada carga de la subsitencia de todos? Esto lo vemos todos los
días, son dramas domesticos que se repiten á cada paso, i entonces la pobre
mujer por falta de mejores habilidades tiene que recurrir á el trabajo manual por
falta de una mejor preparación intelectual.

En su lecho de enferma recibe la visita de la escritora Juana Manuela Gorriti.

En febrero de 1875 transcribe un fragmento del libro «La Alemania


Contemporánea» del Sr. Bourleton sobre las Escuelas Jardines y reflexiona
amargamente sobre lo que se había logrado y perdido por indiferencia o
ignorancia de los gobernantes. Señala:

«No es el objeto primordial de la instruccion enseñar á leer i escribir en la edad


mas temprana, sinó desarrollar la planta llamada niñez; desarrollarla de manera
que la sávia vital circule en sus tegidos sin embarazo alguno, i adiestrando sus
facultades mentales no á recibir, sino á asimilarse los conocimientos que
imparte la escuela moderna, compendio de todas las materias científicas que
impelen al hombre en el camino de la observacion de los hechos, i de la
investigacion de las causa»

En abril, ya no puede trabajar, Augusto Krause alivia su trabajo en los Anales.

Muere el 24 de abril a las cuatro de la tarde. El mismo día Augusto Krausse,


anunciaba a los alumnos de la escuela normal, que quedaban desterrados la
pena y el castigo físico, una causa por la que Juana había luchado
incansablemente.

A pesar de haber sido advertida que se le negaría sepultura en los cementerios


de Chacarita y Recoleta si no aceptaba recibir los últimos sacramentos por un
sacerdote católico, no declinó de su fe. Fue enterrada en el cementerio
británico, como extranjera.

Juana Manuela Gorriti, acompañó sus restos y dijo en su discurso:

Juana Manso gloria de la educación. Sin ella, nosotras seríamos sumisas,


analfabetas, postergadas, desairadas. Ella es el ejemplo, la virtud y el honor
que ensalza la valentía de la mujer. Ella es, sin duda, una mujer.

Su amigo, el pastor W. D. Junor recuerda en su discurso de despedida una de


sus últimas conversaciones que refirió:

Viendo los progresos que hace el jesuitismo en mi patria, no puedo menos que
temer, que tendré antes de mucho, que buscar lugar en otra tierra donde dar
descanso a mis huesos. Si hasta ahora tantas persecuciones y aflicciones he
experimentado, ¿qué suerte será la que me reserva el porvenir? Los hombres
son indiferentes y las señoras fanatizadas y regimentadas por los jesuitas.

Y propone el siguiente epitafio:

Aquí yace una argentina que en medio de la noche de indeferentismo que


envolvía a su patria, prefirió ser enterrada entre extranjeros, antes que dejar
profanar el santuario de su conciencia por los impostores de sotana. Anales,
1875, Nº IX.

El 2 de mayo de 1875 La Ondina del Plata publica:

Juana Manso

Una ley ineludible acaba de cumplirse: la muerte nos ha arrebatado una


existencia querida, una obrera del progreso. Juana Manso no existe! La
escritora fecunda, la inteligencia privilegiada, la maestra cariñosa, ha
abandonado la tierra. Pero, si su cuerpo ha perecido, si ha dejado de ser para
nuestros sentidos, no asi su memoria, que será venerada, como la veneramos
nosotros, por las generaciones que se sucedan. La señora de Manso desde
temprana edad fué un austero apóstol de la enseñanza. La patria le debe la
educacion de dos generaciones. De corazon sensible y de sentimientos
elevados prodigaba el bien al hermano en desgracia, practicaba la caridad y la
virtud; de alma grande, profesando acrisolado amor á su patria, quiso servir de
barrera al fanatismo que trata de sepultarla en la abyeccion del espíritu. Llena
de fé, se lanzó á predicar ora en la tribuna, ora en la prensa ó en el libro, la
libertad de conciencia – siendo escuchada su voz con sincero respeto. Mas, los
que esplotan su preponderancia en la familia y en la sociedad, temieron
perderla si la señora Manso continuaba en su mision sublime, y le salieron al
encuentro – pero ¡ay! con la mentira infame, con la negra calumnia. La vida
antes risueña para la ilustrada mujer tórnose sombría. Sin valor bastante para
enrostrar la mentira y la calumnia lloró amargamente – y sus días fueron – un
lento martirio. Hasta su postrer suspiro arráncolo al sufrimiento. Ha muerto
como santa cristina: con la mano sobre la Biblia, sobre ese libro inmortal tan
profanado por los malos Ministros de Dios. Ante la tumba que se abre, ante el
silencio imponente del sepulcro, seamos justos, que lo perturbe sino los
acentos puros de la verdad. Mujer ilustre! Tu nombre es de la historia. Obrera
del progreso! El premio de tus vigilas le recibireis en el Cielo.

A la semana de su fallecimiento, El Nacional, anuncia que se proyecta construir


un monumento a la memoria de esta ilustre argentina invitando a una reunión.
El 30 del mismo mes se hizo un acto público en su memoria. Se constituyó una
comisión encargada de fundar una escuela para niños que llevaría su nombre y
erigir un monumento a su memoria.

La comisión se reorganizó y en 1881 la presidió Sarmiento, en cuya casa


sesionaba. Se creó el Fondo Juana Manso con las donaciones recibidas y se
creó el «Premio Juana Manso» A la niña o señora que mejor lea en un
concurso anual, un trozo que será de antemano designado, y otro que se le
designará en el acto, por la comisión nombrada al efecto:

…El caso de mandarse de Montevideo una suma de dinero que allí se colectó
para honrar la memoria de Dña. Juana Manso por su consagración a la
educación, sugirió la buena idea de fundar con ella un premio a una dama de
origen francés; pues vino pequeñuela a ser americana en colonia que debía
formar su padre en el Paraguay, donde padre, hermanos y esposo murieron,
andando el tiempo, a manos, o a causa del tirano López, de cuyo recuerdo, y
una inteligencia clara, le viene el sentimiento del bien público. A ella se le
ocurrió primero la idea de fundar un premio que rememorase el nombre de
Juana Manso y le hiciese continuar con su memoria la idea de mejorar y
difundir la instrucción a que consagró su vida.

Otra forma tenía su idea; pero sometida a discusión y medidas las dificultades,
adoptóse la modificación que establece un premio a la niña o señora que a
juicio de una comisión nombrada al efecto lea con más propiedad el trozo que
le fuese señalado aun con anticipación.

Las razones que se hicieron valer tienen tal importancia y trascendencia que no
está de más enumerarlas sucintamente. Sarmiento

En 1882 se realizó el importante acto en la Escuela de Huérfanos de la Merced:

… en el centro del salón se hallaba el retrato de Doña Juana Manso la


excomulgada a guisa de Santa, rodeada de las damas de la Sociedad de
Beneficencia y de una concurrencia muy selecta. Era la apoteosis de nuestra
primera educacionista cristiana. ¿Quién lo hubiera dicho siete años
atrás? Carta de W.D. Junor a Madame Pechieu.

En 1915 sus restos fueron trasladados al Panteón de la Sociedad “El


Magisterio” del Cementerio de Chacarita, cedido ante la amenaza de que
fueran arrojados a la fosa común.

En un emotivo homenaje despidieron sus restos autoridades educativas,


maestras y niñas de la Escuela Juana Manso y sus descendientes. El
Monitor publica los discursos en enero de 1916:

Y si estadistas eminentes y guerreros gloriosos, esperan todavía la hora de la


justicia póstuma, no extrañemos, señores, que sobre los despojos de Juana
Manso, humilde colaboradora de la grandeza nacional, haya soplado el frio
glacial de la indiferencia hasta que Ia amenaza de arrojarlos a la fosa común de
los desheredados, conmovió el espíritu público que se puso de pie para llegar a
su tumba e impedir tamaña profanación. Y ha llegado, en hora propicia para
sus manes de maestro, cuando el pequeño árbol de la escuela primaria, que
ella contribuyera a colocar en el nuevo surco, se ha convertido en roble
gigantesco a cuya sombra, millares de argentinos y extranjeros, en las
desoladas altiplanicies del territorio de los Andes, en las selvas misioneras y
chaqueñas, en Ia Pampa inmensa y solitaria como en las numerosas ciudades
de la Republica, se libertan de la ignorancia y aprenden, sin odios ni
sectarismos a amar las ciencias, las artes, el trabajo, la paz, a Dios y a Ia
Patria. -Palabras del Dr. Lorenzo E. Lucena.

Sus restos ya no se encuentran allí, hay sólo placas, pero sigue siendo un lugar
simbólico para honrar su memoria.

En 1967 se erigió una estampilla con su efigie.

Durante mucho tiempo la figura de Juana Manso fue velada. A partir del estudio
académico de escritoras del siglo XIX, comenzamos a conocer más detalles
sobre su vida y obra. Gracias a la digitalización de los Anales de la Educación
Común, accedemos a su pensamiento educativo y social, a sus luchas y
reveses. El trabajo silencioso de investigadores, entre los que se destacan
Barry Velleman y Karina Belletti y la digitalización de publicaciones periódicas
de la época, facilitan nuevos hallazgos.

Escuelas, jardines e institutos llevan su nombre en todo el país. Calles,


certámenes e instituciones diversas le rinden homenaje.

En 2020 el Ministerio de Educación de la Nación puso su nombre a la


plataforma educativa federal. Miles de estudiantes llevan su nombre en la
computadora, ¡nada la haría más feliz!

Juana Manso trasciende fronteras, se la considera precursora del feminismo en


Latinoamérica y se la estudia por sus importantes aportes a la cultura. Brasil,
su amada Brasil, lentamente la va reconociendo como propia y publica por
primera vez sus novelas completas en portugués.

En el 2008 iniciamos la tarea de reunir material para su estudio y creamos este


sitio que desde 2010 honra su memoria. Gracias a la maravilla de la ciencia y
los milagros de la tecnología podemos brindarlo en forma libre, universal y
gratuita. Sin educación nada de esto sería posible.

María De Giorgio

Textos de Liliana Zucotti de su artículo Entre la pose y la palabra. En Mujeres


argentinas. El lado femenino de nuestra historia. Ed. Esther de Miguel. Buenos
Aires, Extra Alfaguara, 1998.

También podría gustarte