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La capitalización simple es una operación financiera que sirve

para calcular la sustitución de un capital presente por el


equivalente de un capital posterior.
Para su cálculo se aplica la llamada ley financiera del régimen
simple. Es decir, la capitalización simple solamente se va a
emplear con capitales con un corto plazo (igual o menos de 1
año), ya que para tiempos más largos se emplea la capitalización
compuesta.

I=Co x i x t

Pero, antes, con el objeto de comprender esta fórmula, es


necesario saber cuáles son sus variables:

 “I” responde a los intereses generados.


 “Co” se trata del capital inicial.
 “i” significa la tasa de interés aplicada.
 “t”, el tiempo que dura la inversión.

En otras palabras: para conocer los intereses del capital, hay que
saber cuál es el capital inicial, su tasa de interés y el tiempo que
dura toda la inversión. Estos factores esenciales tendrán que
multiplicarse entre sí para obtener el resultado.

Para calcular la capitalización compuesta se emplea la siguiente fórmula (las variables son las
mismas que antes, lo único que ”^” significa “elevar a”):

I = Co * ((( 1 + i) ^ t ) – 1 )

De este modo, para calcular el capital final a través de la capitalización compuesta se lleva
adelante la siguiente operación:

Cf= Co + I
En un capital inicial de 1.000 euros con una tasa de interés del 5%
al año, habrá que realizar la siguiente operación:

1.000 x 0,05 x 1

(Mil euros por su cinco por ciento por el año que dura el préstamo)

Esto nos dirá que cada año se generan 50 euros de intereses.


Entonces, para obtener el capital final, habrá que sumar el capital
inicial (los 1.000 euros) a los 50€ de intereses, lo que dará un
resultado de 1.050 euros.

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