CATRINA

La Catrina es una parte de nuestra identidad, una forma de rendirle culto a nuestros muertos y
saber que, tarde o temprano, todos seremos llevados por ella, según cuentan nuestras
leyendas.

En esta ocasion rendimos culto a Beatriz Gonzáles Ortega Feniza(1873-1965) quien durante la
Toma de Zacatecas le correspondió protagonizar un acto de valentía sobresaliente:
En 1914, al saber que la ciudad capital de Zacatecas, sería tomada a sangre y fuego por la
División del Norte que comandaba el General Francisco Villa, la Maestra González Ortega,
poseedora de una gran visión y de un alto espíritu altruista tuvo la excelente idea de integrar un
grupo neutral de voluntarios que participaría salvando la vida de los heridos que pudiera arrojar
el enfrentamiento entre las fuerzas federales y las revolucionarias.

Los villistas se iban aproximando a la ciudad, por su parte, el grupo de voluntarios -coordinado
por la Maestra Beatriz, el Médico Guillermo López de Lara y el Maestro Francisco Aguilar y
Urízar-, llamado Cruz Blanca Neutral. Es importante señalar que este grupo de voluntarios
actuaría con plena neutralidad, es decir, que no les importaría que se tratara de heridos de un
bando o de otro.
La ciudad fue tomada el 23 de junio de 1914. En pleno fragor del enfrentamiento armado, los
voluntarios anduvieron recogiendo a los heridos para llevarlos al edificio de la Escuela Normal
(actual sede de la Escuela Primaria para Niñas Valentín Gómez Farias), que se convirtió en
improvisado hospital.
Al día siguiente (el 24 de Junio), consumada la derrota de los federales, el General Francisco
Villa acudió al edificio (hospital), tras enterarse de que ahí había soldados federales heridos. La
Maestra lo encaró y se resistió a entregárselos. Ante tan temeraria y desafiante actitud, el
general Villa ordenó que le propinaran unos cintarazos con un sable para luego ser fusilada.
También fueron conducidos el doctor Guillermo López de Lara y el Maestro Francisco Aguilar y
Urízar

Después de que el General Francisco Villa había dado la orden de su fusilamiento, no faltó
quién interviniera para abogar por ellos. Don Eulalio Robles fue uno de ellos, le explicó que
estos personajes eran muy apreciados en Zacatecas, en particular, la Maestra Beatriz, quien
era sobrina de aquel afamado General Jesús González Ortega.
Ante tales argumentos, el General cedió a tal petición y dio la contraorden. Pidió que se
apresuraran para ver si alcanzaban al pelotón de fusilamiento, lo cual ocurrió a la altura de la
actual Escuela de Minas de la UAZ y le pidieron a la Maestra y a sus dos acompañantes que
regresaran a seguir curando a los heridos.

Después fue reconocida en el año:

● 1944. Ciudad de México, obteniendo el premio de enseñanza de la lengua castellana y
la medalla "Ignacio Manuel Altamirano", por sus 50 años de docencia y en ese mismo
año, se le entrega la medalla al "Mérito Revolucionario" que el gobierno de México le
impuso por su heroica participación en la Revolución Mexicana.