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Las Enfermedades No Infecciosas
Las Enfermedades No Infecciosas
Metabólicas:
Están
causadas
por
alteraciones
metabólicas.
Un
ejemplo
sería
la
diabetes.
Esta
es
consecuencia
de
un
aumento
de
la
glucosa
en
sangre
por
una
producción
insuficiente
de
insulina.
Genéticas:
Se
deben
a
una
alteración
del
material
genético
que
puede
dar
lugar
a
una
malformación
o
a
un
mal
funcionamiento
de
un
órgano
o
sistema.
La
hemofilia
sería
un
ejemplo
de
una
enfermedad
genética
hereditaria.
Degenerativas:
Están
causadas
por
un
deterioro
progresivo
de
los
tejidos
que
con
el
paso
del
tiempo
produce
alteraciones
en
los
órganos
afectados.
Un
ejemplo
es
la
enfermedad
del
Alzheimer,
en
la
que
se
produce
una
destrucción
paulatina
de
las
neuronas
de
la
corteza
cerebral.
Autoinmunes:
Se
deben
a
que
el
sistema
inmunitario
no
funciona
de
manera
correcta
y
reacciona
contra
las
células
del
propio
organismo
destruyéndolas.
Neoplásicas:
Se
producen
cuando
una
célula
de
un
tejido
sufre
alteraciones
y
se
reproduce
de
forma
incontrolada
formando
un
tumor
o
neoplasia.
Si
el
tumor
está
localizado
y
no
causa
la
muerte
de
células
colindantes,
es
benigno.
Pero
si
invade
y
destruye
órganos
es
maligno,
hablamos
de
cáncer.
Las
dietas
desequilibradas:
Son
aquellas
que
no
aportan
los
nutrientes
necesarios
ni
las
cantidades
apropiadas
para
que
el
organismo
se
desarrolle
con
normalidad.
La
carencia
o
el
exceso
de
ciertos
nutrientes
puede
favorecer
la
aparición
de
enfermedades.
Los
factores
ambientales:
Su
capacidad
para
producir
una
enfermedad
depende
de
aspectos
como
la
intensidad
y
el
tiempo
de
exposición.
Por
ejemplo,
la
exposición
en
el
trabajo
a
productos
industriales
como
metales
o
gases
irritantes
puede
producir
enfermedades
respiratorias.
Las
prácticas
de
riesgo:
Actos
como
el
consumo
de
drogas
o
no
respetar
las
normas
de
tráfico
son
factores
de
riesgo
importantes
de
enfermedad.
5.1.2.
HÁBITOS
DE
VIDA
SALUDABLES:
Los
hábitos
saludables
son
los
que
permiten
desarrollar
nuestras
actividades
cotidianas
de
forma
satisfactoria
y
mejorar
nuestra
salud.
Algunos
de
estos
hábitos
son:
Proteger
los
ojos
y
la
piel
de
la
radiación
solar:
Conviene
utilizar
gafas
de
sol
en
días
soleados,
especialmente
en
la
nieve,
y
protegernos
la
piel
con
cremas
solares
o
con
ropa.
Realizar
ejercicio
físico:
El
ejercicio
físico
moderado
aporta
beneficios
al
sistema
circulatorio
y
el
corazón,
el
aparato
locomotor,
el
metabolismo
y
nuestra
salud
mental.
Además,
aumenta
la
vitalidad
y
favorece
el
descanso.
Descansar
el
tiempo
necesario:
En
la
adolescencia
nuestro
cuerpo
necesita
entre
ocho
y
diez
horas
de
sueño
al
día.
Para
rendir
más,
es
mejor
estudiar
durante
periodos
de
una
hora,
con
diez
o
quince
minutos
de
descanso
entre
horas.
ACTIVIDADES:
1) ¿Es
correcto
decir
que
el
alcohol
y
el
tabaco
son
drogas?
¿Consideras
que
son
un
factor
de
riesgo
de
enfermedades?
¿Por
qué?
2) ¿Por
qué
realizar
ejercicio
físico
es
un
hábito
de
vida
saludable?