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CIANURO
Introducción
El cianuro es considerado en la actualidad uno de los tóxicos más
potentes y de acción más rápida. Suele relacionárselo con episodios de muerte
intencional, ya sean ejecuciones en las llamadas cámaras de gases, homicidios
como los ocurridos en Chicago en 1982, por consumo de comprimidos de
paracetamol adulterados, o suicidios, como las 900 muertes de tipo religioso
que ocurrieron en Guyana en 1978.
Sin embargo, el cianuro también ha originado algunas de las catástrofes
toxicológicas más resonantes del siglo XX. Incendios en aeronaves en vuelo
mataron a 119 pasajeros en París, en 1973, y a 303 peregrinos en Arabia
Saudita en 1980, debido a la combustión de material plástico. En 1984, un
escape del gas isocianato de metilo (ICM) en una factoría de Bhopal (India),
provocó Alrededor de 3000 muertes. A fines de 2004 en Buenos Aires un
incendio en una discoteca provocó la muerte por cianuro y monóxido de
carbono de más de 190 personas.
Debido a su potencia y velocidad de acción, la letalidad del cianuro es
muy elevada, lo que hace aún más importante que el médico sepa reconocer
esta intoxicación e implementar con urgencia las medidas necesarias.
Características
El ácido cianhídrico (HCN, cianuro de hidrógeno o ácido prúsico) es un
líquido volátil incoloro o blanco azulado, cuyo punto de ebullición es 27,7ºC.
Como gas, es incoloro, explosivo y muy irritante.
En estado sólido, se encuentra al cianuro como sales, principalmente de
sodio, potasio o calcio. La mezcla de estas sales con diversos ácidos minerales
(por ejemplo el ácido clorhídrico) o con agua genera grandes cantidades de
HCN gaseoso.
Todos estos compuestos poseen un olor que ha sido descrito como
“agridulce”, “metálico” o “a almendras amargas”.
Entre las diversas formas en que se encuentra al cianuro tenemos:
cloruro de cianógeno, cianacetamida, cianacetonitrilo, cianacrilonitrilos,
compuestos de mercurio, cianometilacetato, cianoetilacrilato, cianamida,
cianatos, cianodietilamida , glucósidos cianogénicos y amigdalina.
Fuentes
El cianuro es utilizado como reactivo en procesos químicos industriales
debido a su capacidad de formar complejos con metales. Se lo utiliza en
galvanoplastia, galvanostegia, limpieza de metales, metalurgia, análisis de
laboratorio, fotografía (como ferrocianuros), producción de caucho (como
acetonitrilos, acrilonitrilos), pesticidas, rodenticidas, síntesis de plásticos y
refinado de petróleo.
Existen fuentes botánicas de cianuro, en las que existe como amigdalina
o como glucósidos cianogénicos. Entre ellas tenemos las semillas de
albaricoques, duraznos, manzanas, peras, ciruelas y cerezas. Se lo encuentra
también en brotes de bambú, yuca (tapioca o mandioca), nueces y, por
supuesto, las almendras amargas, de las que es responsable del olor.
Toxicocinética
Absorción: La absorción inhalatoria (hasta un 77%) es extremadamente
rápida, apareciendo los síntomas en segundos con altas dosis. Por vía oral
(aproximadamente 50 %) el ácido clorhídrico del estómago provoca liberación
de HCN, que es absorbido como ion cianuro (CN -), generando síntomas en
minutos. Tanto las mucosas como la piel intacta poseen también rápida
absorción, dependiendo la aparición de sintomatología principalmente del área
expuesta.
Distribución: El cianuro se une en un 60% a las proteínas plasmáticas,
encontrándose el resto concentrado en los glóbulos rojos o como cianuro libre.
Su Volumen de Distribución es de 1,5 L/kg de peso.
Metabolismo: El principal mecanismo de metabolización del cianuro
(80%) es su transformación por las enzimas rodanasa mitocondrial (localizada
principalmente en hígado, riñones y músculo esquelético) y mercaptopiruvato
sulfurtransferasa (en hígado, riñones y eritrocitos). Ambas enzimas median la
transferencia de azufre desde el tiosulfato hacia el cianuro, formando así
tiocianato, un compuesto marcadamente menos tóxico que el cianuro. El paso
limitante de esta reacción es la presencia del tiosulfato como dador de azufre.
Otras vías metabólicas incluyen la combinación con hidroxicobalamina
para formar cianocobalamina (Vitamina B12), la oxidación a ácido fórmico o a
CO2, o la incorporación a la cistina.
La vida media del cianuro es de 0,7 a 2,1 hs.
Existen pequeñas cantidades de cianuro endógeno, y sólo cuando estos
sistemas se saturan por agregado de cianuro exógeno es que aparecen los
síntomas.
Excreción: El tiocianato se excreta en la orina, y la hidroxicobalamina en
la orina y la bilis. Pequeñas cantidades de cianuro se excretan por vía
pulmonar y por el sudor, dando olor a almendras amargas.
Toxicodinamia
El cianuro posee la capacidad de unirse a diversas proteínas como la
mioglobina o las enzimas nitrato reductasa, anhidrasa carbónica, catalasa y
diversas metaloenzimas. También afecta el metabolismo de lípidos y el
transporte de calcio. Sin embargo, su toxicidad radica principalmente en su
capacidad para inhibir la enzima citocromo oxidasa, última enzima en la cadena
de transporte de electrones.
Debido a su alta afinidad por el hierro en estado férrico (Fe3+), el cianuro
se une casi inmediatamente al hierro presente en el grupo hemo del complejo
2 Juan Martín Giorgi
Carlos Damin
PRIMERA CATEDRA DE TOXICOLOGIA – FACULTAD DE MEDICINA - UBA
Clínica
Intoxicación aguda
Se verán afectados en primer lugar los órganos más sensibles a la
deprivación de energía (cerebro, corazón), en los que también se observa una
mayor concentración de cianuro al momento de la muerte.
En el SNC se observa en un principio una estimulación que provoca
cefalea, confusión y agitación debido a niveles relativamente bajos de cianuro.
Posteriormente sobrevienen convulsiones hipóxicas, opistótonos, trismo,
parálisis y coma. La estimulación inicial de receptores del cuerpo carotídeo se
asocia a taquipnea, para luego progresar a depresión respiratoria y apnea. Es
de destacar que con altas dosis de cianuro, el período inicial de estimulación
puede estar ausente.
En cuanto al sistema cardiovascular, suele observarse inicialmente
taquicardia, que progresa luego a bradicardia con aparición de hipotensión,
arritmias y finalmente colapso circulatorio. El ECG mostrará imágenes de
arritmia e infartos. Debe notarse que los pacientes geriátricos con historia de
patología cardiovascular pueden estar más predispuestos al desarrollo de
lesiones cerebrales y cardíacas.
En el tracto respiratorio, el cianuro causa sensación de quemazón en
boca y garganta, dando el característico olor a almendras amargas. También
puede generar edema pulmonar.
En lo que respecta a la visión, esta puede presentarse borrosa, con una
marcada midriasis. El contacto del cianuro con la mucosa ocular (y todas las
mucosas en general) es muy corrosivo.
La piel se observa fría y diaforética, pudiendo presentar abrasiones en
las zonas de contacto. La cianosis suele ser un hallazgo tardío.
La ingestión provoca náuseas y vómitos, así como dolor abdominal.
Otros efectos del cianuro podrán ser la rabdomiólisis, la insuficiencia
renal, la necrosis hepática y el síndrome de distress respiratorio del adulto.
Los síntomas se presentarán casi inmediatamente si la vía de absorción
es inhalatoria, o en forma retrasada por vía oral o cutánea. Los niveles
plasmáticos de cianuro se han relacionado a la sintomatología de manera tal
que concentraciones de menos de 20 µg% se presentan asintomáticas, de 50 a
100 µg% se observa taquicardia, de 100 a 250 µg% hay disminución del nivel
3 Juan Martín Giorgi
Carlos Damin
PRIMERA CATEDRA DE TOXICOLOGIA – FACULTAD DE MEDICINA - UBA
Diagnóstico
Los niveles de cianuro en sangre superiores a 50 µg% se consideran
tóxicos, y marcan el diagnóstico de certeza. Sin embargo, en la práctica clínica,
rara vez se dispone de los niveles de cianuro a tiempo para favorecer el
diagnóstico y tratamiento de un caso sospechoso. Por lo tanto, la decisión
suele depender de otros factores.
El característico olor a almendras amargas puede desencadenar la
sospecha, pero se ha comprobado que un 20 a 40% de la población carece
genéticamente de la capacidad para reconocer este olor.
La medición de las presiones arterial y venosa de oxígeno revelan una
mínima diferencia, debido a la incapacidad de los tejidos de extraer oxígeno de
la sangre. Esta diferencia de presión de oxígeno arterio-venosa disminuida, con
una presión venosa de oxígeno aumentada es la base de la llamada
“arteriolización de la sangre venosa”. Por esto mismo la sangre venosa recién
extraída del paciente suele tener un color rojo más intenso, y en el examen de
fondo de ojo las venas de la retina se observarán del mismo color.
Por último, en la intoxicación por cianuro se observa siempre una
acidosis de tipo metabólica con anión gap aumentado.
Diagnóstico Diferencial
Toda intoxicación caracterizada por la aparición repentina de
convulsiones puede estar acompañada de hipotensión, hipoxia y acidosis
metabólica, por lo que los diagnósticos diferenciales pueden ser muchos (por
Tratamiento
Ante la sospecha de intoxicación por exposición a cianuro, lo más
importante para aquellos individuos aún no afectados es protegerse y
abandonar el área. El rescate de una víctima incapacitada debe ser efectuado
únicamente por personal equipado con trajes protectores, respiradores e
instrumental capaz de medir la concentración de cianuro en el aire. Una vez
que el paciente se encuentra en un sitio seguro, es de primera necesidad
establecer una vía aérea y asegurar una ventilación adecuada, preferiblemente
con oxígeno al 100%, ya que, a pesar del mecanismo de acción del cianuro,
esta medida aumenta la liberación de oxígeno a los tejidos y puede reactivar
citocromos inhibidos, además de aumentar la efectividad del tiosulfato (uno de
los antídotos en este tipo de cuadros). De ser necesario, se intubará al
paciente, pero nunca se realizará respiración boca a boca, debido al pequeño
porcentaje de cianuro que se libera por la vía respiratoria. Deberá asegurarse
un acceso intravenoso, manteniendo la tensión arterial según necesidad y se
realizará tratamiento sintomático en caso de convulsiones o arritmias.
La decontaminación consistirá en retirar las ropas contaminadas y lavar
la piel y mucosas afectadas con agua, debido a la solubilidad del cianuro. El
lavado gástrico se realizará en caso de sospecha de ingestión de cianuro en
las 2 horas previas, agregando carbón activado (siendo suficientes 80 gramos
para adsorber una dosis potencialmente letal de 200 mg de cianuro). Puede
administrarse un catártico junto con el carbón activado, pero la administración
de eméticos está contraindicada debido a la rapidez con que sobreviene la
pérdida de conciencia y el riesgo subsiguiente de aspiración.
Existen diversos antídotos para la intoxicación por cianuro, siendo una
característica común a todos ellos la necesidad de instaurarlos en forma
inmediata.
El tratamiento específico más conocido y universalmente usado es el
ideado por los toxicólogos argentinos Buzzo y Hugh, llamado también Estuche
de Lilly, que ejerce su efecto en dos etapas. La primera etapa consiste en la
cesión de nitritos con el objetivo de inducir metahemoglobinemia. Debido a su
afinidad por el hierro en estado férrico, el cianuro se une en forma preferencial
al hierro de la metahemoglobina, formando el compuesto
cianmetahemoglobina y liberando así las enzimas citocromo oxidasa afectadas
y permitiendo la reanudación de la fosforilación oxidativa. Para esto, el estuche
cuenta con perlas de nitrito de amilo, que deben aplastarse en cantidad de 1 o
2 entre 2 gasas y colocarse debajo de la nariz del paciente, en una mascarilla
Manejo
Todo paciente que haya estado expuesto al cianuro por vía inhalatoria y
no desarrolle síntomas inmediatamente, o aquellos que lo hayan ingerido y no
presenten sintomatología a las 3 o 4 horas, pueden ser dados de alta luego de
un breve período de observación. Si el paciente ha ingerido una sustancia que
requiere su conversión a cianuro, el período de observación debería ser
extendido hasta 12 horas.
Los pacientes que desarrollen sintomatología deberían ser internados en
una unidad de terapia intensiva por 24 a 48 horas. Deberá controlarse el nivel
de metahemoglobinemia durante el tratamiento con nitritos o cuando exista
cianosis. La acidosis metabólica requiere del uso de bicarbonato cuando el pH
sanguíneo desciende por debajo de 7,20, debiendo corregirse también las
alteraciones de los electrólitos. También debe considerarse el desarrollo de
edema pulmonar, y la neumonía aspirativa en pacientes comatosos. Hay que
recordar que varios pacientes sobreviven con medidas de sostén vital
adecuadas.
Los pacientes debieran ser dados de alta del hospital solamente cuando
todos los signos, síntomas y alteraciones de laboratorio hayan desaparecido,
continuando con control médico ambulatorio.
Bibliografía