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BIENES Y SERVICIOS

Se llama en economía bienes y servicios al conjunto de los procesos y esfuerzos humanos que
tienen como fin último satisfacer las necesidades de un individuo, una colectividad o de
la especie entera. Por ejemplo: infraestructura vial, electricidad, fondos públicos.

Suelen manejarse como una categoría conjunta en términos macroeconómicos o de


planificación social, pero representan dos segmentos distintos aunque no desconectados del
quehacer humano en las sociedades.

Diferencia entre los bienes y servicios públicos y los privados


Los bienes y servicios públicos son aquellos que no pertenecen a ningún ente
u organización particular de la sociedad, sino que pueden ser disfrutados por todos los
ciudadanos y son, por lo tanto, administrados por el Estado, ya que forman parte de
la res publica.

En esto principalmente se distinguen de los bienes y servicios privados, que son patrimonio de
entidades y asociaciones privadas o individuos, o bien, en el caso de los servicios, son ofrecidos
por éstos.

De hecho, los bienes públicos no son enajenables, excepto por decisiones políticas
consensuadas por los organismos del Estado (privatización). Y aun así suele ser algo de difícil
aceptación por el pueblo.

Es normal que los servicios públicos, por ejemplo, tengan tarifas de acceso sociales o
establecidas no en base a la acumulación de capital (lucro), sino a la mera sostenibilidad del
servicio, para hacerlo más accesible a todo el mundo. En algunos países dichos servicios incluso
son gratis. En cambio, los servicios privados tienen la finalidad de ser rentables
económicamente: enriquecer a quienes los ejercen y permitirles acumular capital individual.

Tipos de servicios públicos


Se distingue entre dos tipos de bienes y servicios públicos, a saber:

 Divisibles. Aquellos que pueden repartirse entre la población, es decir, que cada individuo o
grupo puede consumir una cantidad determinada y mensurable, por ejemplo, los impuestos a la
renta.
 Indivisibles. Aquellos servicios que se prestan a toda la población por igual y que su consumo
no agota el stock disponible del mismo. Un ejemplo de ello son los servicios consulares.

Ejemplos de bienes públicos

1. Infraestructura vial. Las carreteras, autopistas y demás infraestructura pública que conecta
los distintos rincones de un país suele ser propiedad del Estado, incluso cuando la
administración y mantenimiento se le cede a una empresa privada. Pero al ser bienes
inmuebles, que no pueden ser removidos, son propiedad pública y suele haber ministerios
encargados de ello.
2. Espectro radioeléctrico. El espectro radioeléctrico de un país, a través del cual se emiten
las diversas ondas de radio y televisión, es un bien irrevocablemente púbico, cuya
explotación ocurre cuando el Estado entrega concesiones a empresas privadas para
transmitir sus programaciones respectivas.
3. Material bélico. Los vehículos, armamento de guerra, uniformes y demás insumos que
requiere la institución militar, encargada de defender la soberanía territorial, son bienes
inajenables del Estado.
4. Patrullas de policía y vehículos de bomberos. Así como estos organismos forman parte de
los servicios públicos normalmente, sus implementos de trabajo y vehículos especiales
forman parte de los bienes del Estado.
5. Espacio aéreo nacional. Nadie en ningún país puede comprar el aire ni los cielos, que son
bienes, por llamarlos de alguna manera, pertenecientes únicamente al Estado. Por eso
cuando un avión ingresa a los cielos de otro país, se encuentra sujeto a las leyes de ése
territorio.
6. Espacios públicos. Los sitios memoriales, las plazas, la casa presidencial, los parques
públicos y todos los bienes de la colectividad nacional son propiedad pública.
7. Reservas naturales. Las reservas forestales y los grandes bosques protegidos, los Parques
Nacionales y toda su extensión de tierra son propiedad del Estado y no suelen estar nunca
en venta, pues en muchos casos son incluso Patrimonio de la Humanidad.
8. Patrimonio de las empresas públicas. Todo lo que sea patrimonio de alguna empresa del
Estado será, necesariamente, propiedad pública también. Así, todos los escritorios de un
Ministerio suelen ser del Estado y no le pertenecen a ningún individuo aislado.
9. Fondos públicos. El dinero (los billetes y monedas en físico) de un país, si bien representa
riquezas públicas y privadas sin distinción, es propiedad material del Estado exclusiva. Por
eso uno no puede emitir sus propios billetes, ya que no nos pertenecen únicamente a
nosotros sino a toda la colectividad del país.
10. Derechos de autor. Una vez pasado cierto lapso de tiempo cuya extensión varía de acuerdo
a la legislación de los países, los derechos autorales de obras de arte, literatura, música o de
cualquier género pasan a formar parte del patrimonio nacional y, por extensión, de la
humanidad.

Ejemplos de servicios públicos

1. Electricidad. En muchos países es normal que la empresa de electricidad sea de propiedad


exclusiva o mayoritaria del estado. Así, pueden ofrecerse tarifas eléctricas más amables a la
población y puede controlarse políticamente este servicio básico indispensable para la vida
contemporánea.
2. Identificación y extranjería. La emisión de pasaportes, billetes de identidad, carnés y todo
tipo de documentos de identificación para los ciudadanos nacionales o extranjeros
residiendo o en tránsito en el territorio de un país, es un servicio exclusivamente público del
que se ocupan las oficinas estatales apropiadas.
3. Representación consular. A todos los ciudadanos de un país que habitan en una nación
extranjera, los representa legal y logísticamente una embajada, un consulado y diversas
instancias diplomáticas que les ofrecen servicios públicos burocráticos, legales e, incluso,
auxilio ante una emergencia nacional.
4. Legalización de documentación. La certificación de la originalidad de ciertos documentos
legales, como contratos, títulos académicos, etc., toman lugar bajo la mirada del Estado.
Diversas entidades públicas se encargan de dar fe por escrito de la originalidad de dichos
documentos o certificar la firma de los mismos, actuando como garante de la ecuanimidad.
5. Labores judiciales. Los procesos judiciales tanto civiles, penales, constitucionales o de
cualquier índole son responsabilidad exclusiva del Estado, por lo que se trata de un servicio
que brinda a sus ciudadanos, en resguardo del cumplimiento de sus derechos y deberes, para
velar por el marco jurídico y las reglas de juego legales.
6. Agua corriente. Este servicio también suele ser público en muchos países, excepto aquellos
que han sufrido oleadas privatizadoras. Esto se debe a que los servicios indispensables para
la vida urbana, como la luz eléctrica o el agua, inciden directamente en el bienestar mínimo
de la población y sus derechos humanos, por lo que no deberían estar en manos de
organizaciones privadas.
7. Correo postal. Todos los países poseen un correo postal en manos del Estado, es decir,
público, así como oficinas de correos privados que compiten con éste. El correo estatal, a
pesar de estar en franco desuso, a menudo es considerado también un servicio de
primera necesidad.
8. Salud pública. Un tema álgido en algunos países, ya que a menudo se debate si los recursos
del Estado bastan para atender a todos los habitantes que tengan una emergencia de salud
sin cobrarles o cobrándoles tarifas sociales. En todo caso, este servicio se activa cuando hay
emergencias de salud pública, como epidemias, y forma parte de los mecanismos del Estado
para contenerla.
9. Policía. Los veladores por la seguridad pública casi nunca forman parte de empresas
privadas, si bien existen también algunas dedicadas al ramo. Pero los cuerpos policiales del
Estado forman parte de un servicio prestado a la población para garantizar su seguridad.
10. Bomberos. Igual que la policía, los bomberos forman parte del servicio de emergencia
pública y extinción de fuegos que toda nación requiere para velar por la vida de sus
ciudadanos.

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