Internacional de psicólog@s navegantes. Disponible en: http://www.conductitlan.net/notas.boletin.investigación/105_acoso_mediatico.pdf
Marina parés Soliva es diplomada en Trabajo social y perito Social Jurídico.
Experta en acoso laboral (mobbing) propietaria de la web Acoso Moral y ex administradora de la plataforma Afectados por Mobbing. Colabora con diversas asociaciones y es miembro de The international Associati on Bullyng and Harassment on the Workplace de la asociación Mexicana de Antropología Biológica (AMAB).Es miembro de Honor de la Asociación Balear contra el Mobbing -(ANAMIB),coordinadora General del Observatorio Internacional del Mobbing (OIM).Actualmente preside el Servicio Europeo de Información sobre el Mobbing(SEDISEM). El acoso mediático ,es una conferencia del ámbito académico que tiene como “columna vertebral” lo que su título anticipa y se inscribe en la polémica que representa el accionar de gran porcentaje de los medios de comunicación con respecto a su función de servicio público. El punto de vista de Parés acerca de la temática abordada desde un marco psicológico, social y jurídico, es que los medios de comunicación son manipulados por el poder económico y político, razón por la cual deja de prestar un servicio a la comunidad y se transformaron en una herramienta de los poderosos para “contaminar la opinión pública” lo que da origen al concepto de “acoso mediático” como factor principal para llevar a cabo esto. El texto fue creado en un contexto de crisis económica de los países desarrollados , ajustes fiscales en la Eurozona ,guerra de divisas y en pleno proceso de adaptación de los medios de comunicación tradicionales, debido al surgimiento de nuevos espacios impulsados por el desarrollo de las nuevas tecnologías ,como por ejemplo: redes sociales ,portales web, Smartphones, etc. E intenta generar un aporte al campo jurídico y de las Ciencias Sociales. El propósito de la autora es demostrar la importancia de tener un periodismo que respete los derechos de las personas, como también del acceso a la información sin deformaciones para lo que es necesario el compromiso ciudadano y las leyes que lo protejan. Es evidente que la hipótesis de parés es realista, y fácil de comprobar ya que alcanza solo con encender la TV y recorrer los noticieros con una perspectiva crítica, para identificar algún ejemplo que pueda reflejar la visión de la autora. Para demostrar su hipótesis, comienza exponiendo la relación de intereses entre los medios de comunicación, el poder político, económico y el control que estos últimos tienen, por ser los “patrocinadores de la información”, sobre los medios, para de esta manera moldear campañas mediáticas conformes a sus intereses particulares, lo que permite como consecuencia la creación de un instrumento para tal fin: el acoso mediático. Por otra parte resalta los resultados negativos que genera este sistema de manipulación, “ilegítimo” e indica la legislación vigente que permitía la única defensa de la víctima ante esta situación, pero la cual no era aplicaba a las redes virtuales. Luego enumera las fases que componen este sistema, en primer lugar: la que expone a sus víctimas al juicio social, mediante mentiras y falsedades creadas por quienes se autoproclaman como los “salvadores”. En segundo lugar la que masifica una opinión negativa incentivada por una conducta ficticia de la víctima guionada por los medios.
Otro aspecto para considerar es que cita a la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)que determina que los periodistas se deben regir por normas enmarcadas dentro de los derechos individuales de las personas como también ,de las leyes dictaminadas que los defiendan. En el texto, la autora se opone a la manipulación a la que es sometida la sociedad, también defiende el derecho y la necesidad de que las personas se involucren para que el “cuarto poder” no los aplaste al llegar su turno como dijo Ramonet. Sin lugar a dudas parés describe una situación muy real que perjudica a las sociedades democráticas. A modo de ejemplo se puede mencionar a Marcelo Pereyra quien sostiene la idea de que, desde hace varios años los medios relacionan a los llamados “piqueteros”, con el delito y no con una expresión de lucha legítima, esta intención de criminalizar a los manifestantes sin tratar las razones por las que existen, deja ver los “hilos del títere”, ya que responde a intereses políticos, y busca empatizar con la opinión de sus consumidores mostrando una visión parcial de la problemática. Se puede decir que los medios son como las cartas en una mesa de póker y el acoso mediático el “as en la manga” de un jugador, con las habilidades de un prestidigitador: el poder económico, que lo usara cuando crea necesario. Un detalle a tener en cuenta es que, menciona a los medios de comunicación tradicionales, pero no incluye a las radios, que muchas veces son propiedad del mismo grupo de empresas que los canales de televisión y medios de prensa, y aunque no tengan la misma eficacia son funcionales a este sistema, tampoco analiza los aspectos positivos de las redes virtuales, que mediante las redes sociales colaboran con la defensa de los derechos personales ya que en estas no existe solo un emisor que propone sus ideas sin recibir refutación alguna, sino que existe una interacción mucho más fluida de los interlocutores en la cual se pueden expresar los diferente puntos de vista. En conclusión, es importante destacar que las ideas expuestas en el texto siguen sólidamente vigentes en la actualidad y que el punto de vista de parés contribuye a la madurez de la sociedad, para que sus ciudadanos logren discernir para mirar más allá de lo que les muestran los medios con su “arsenal de colores”, tan embelesador, y que a veces abusa del amarillo.