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Colombia: Preocupan las denuncias de

desapariciones y violencia sexual contra


manifestantes
A pesar de la creciente condena nacional e internacional, la respuesta militarizada y la
represión policial de manifestaciones, en su gran mayoría pacíficas, continua en diferentes
ciudades de Colombia. La policía ha hecho uso de la fuerza de manera indiscriminada y
desproporcionada, y se reportan alarmantes cifras de violencia sexual y de personas dadas
por desaparecidas, denunció Amnistía Internacional hoy. La desaparición forzada y la
violencia sexual perpetrada por autoridades son crímenes de derecho internacional que
cualquier Estado está facultado a investigar y perseguir.

“Las autoridades colombianas deben garantizar el derecho a la reunión pacífica y


abstenerse de estigmatizar y reprimir las manifestaciones que se mantienen en todo el país
desde el 28 de abril. La garantía de los derechos a la vida y a la integridad de las personas
que se manifiestan pacíficamente debe ser el eje central de la actuación de las autoridades,
conforme a los estándares internacionales de derechos humanos,” dijo Erika Guevara
Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.

Amnistía Internacional ya ha denunciado incidentes en los que las fuerzas de seguridad


hacen uso de armas letales y menos letales de forma indiscriminada, y a pesar de las
múltiples condenas internacionales frente a esta evidencia, la organización continúa
documentando graves casos de uso excesivo de la fuerza contra personas manifestantes. A
través del análisis y verificación de imágenes audiovisuales, la organización ha
comprobado, por ejemplo, el uso de lanzagranadas de gas lacrimógeno, disparadas por
oficiales del ESMAD a una corta distancia de manifestantes en Cali. En otro incidente que
Amnistía Internacional pudo verificar en Bogotá, la policía utilizó un arma de fuego contra
una persona que huía. La organización recibió también denuncias que la noche del 4 de
mayo en el barrio Siloé de Cali hubo disparos directos a manifestantes, amenazas y
torturas.
Las autoridades colombianas deben garantizar el derecho a la reunión pacífica y
abstenerse de estigmatizar y reprimir las manifestaciones que se mantienen en todo el
país desde el 28 de abril.
Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
Víctimas de la violencia en Colombia

La Defensoría agregó que en el Registro Único de Víctimas se


reportaron 305 eventos de abuso sexual, hechos victimizantes
que también se clasifican como actos de tortura, reportados
por 71 hombres, 219 mujeres y 15 personas con Orientación
Sexual e Identidad de Género Diversas (OSIGD).

Defensoría del Pueblo de Colombia ha recibió 47 casos de tortura


en Colombia - EFE/Juan Ignacio Roncoroni/ARchivo
De acuerdo con el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, “la
tortura es uno de los crímenes que mayor repudio provoca en
todos los escenarios”.
“El derecho a no ser sometido a torturas constituye una norma
imperativa del Derecho Internacional, de la cual ningún Estado
puede sustraerse. No existe razón legítima para restringir este
derecho. Desde la Defensoría del Pueblo trabajamos decididamente
para que la erradicación la tortura sea una realidad”, añadió
Camargo

El funcionario afirmó que acompaña a las víctimas de “este acto


inhumano y denigrante, por el cual se infringe a una persona
dolores o sufrimientos graves, físicos o mentales” y añadió que
de esta manera busca aportar a una reparación integral del daño,
cumpliendo con el Derecho Internacional Humanitario.
Casos de violencia contra las mujeres el último mes:

La Defensoría del Pueblo dio a conocer que ha recibido 87


reportes de violencia basada en género contra mujeres y
personas con orientación sexual e de identidad de género
diversas, entre el pasado 28 de abril, cuando iniciaron las
manifestaciones en el marco del paro nacional y el 14 de mayo.
Los casos presuntamente habrían sido cometidos por miembros de
la fuerza pública.

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