Cortes Cruz Mariana Guadalupe

Ejercicio 8
Tercer semestre / Grupo 12 / LNCI

OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE AGENDA

2030
Primeramente comencemos describiendo qué son los Objetivos de Desarrollo Sostenible —por
sus siglas ODS— cuál es su importancia dentro del plano internacional. Si bien, estos
constituyen un llamamiento universal a la acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta
y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas en todo el mundo. En 2015, todos los
Estados Miembros de las Naciones Unidas aprobaron 17 Objetivos como parte de la Agenda
2030 para el Desarrollo Sostenible, en la cual se establece un plan para alcanzar los Objetivos
en 15 años (Organización de las Naciones Unidas, s.f.).

Si bien, se ha comenzado esta propaganda para formar parte del movimiento que se haga estos
objetivos realidad, pero, en general, las medidas encaminadas a lograr los Objetivos todavía no
avanzan a la velocidad ni en la escala necesarias.

La ONU se ha encargado de llamar a esta etapa “el inicio de una década de acción ambiciosa”
a fin de alcanzar los Objetivos para 2030. Pero, desde mi perspectiva, más que objetivos yo los
denominaría “sueños”, especialmente bajo el plazo de tiempo en que planean sean cumplidos.

Me gustaría resaltar y mostrar mi punto de vista, específicamente de dos de estos objetivos.

Comencemos por el objetivo 2 “Poner fin al hambre”. Primeramente, con el simple hecho de
leerlo así tan general y exacto me parece un acto bastante temerario, ya que, incluso las propias
cifras otorgadas por la ONU en el apartado de este objetivo indican que en los últimos años, en
lugar de descender vamos a la alza, y que incluso, el pronóstico indica —dada la situación
sanitaria actual— que se espera hasta la duplicación de la cifra actual de personas que padecen
hambre severa, más unos 130 millones de personas más que estarían en riesgo de padecer
hambre severa.

Como segundo punto, está la otra cara de la moneda, en dónde la sobreproducción de alimentos
genera un desperdicio enorme de comida. Según el Índice de Desperdicio de Alimentos 2021,
publicado por la ONU, el mundo produce 931 millones de toneladas de desperdicios de
alimentos cada año, de las cuales 569 toneladas provienen de los hogares. La cantidad restante
se atribuye al sector de servicios de alimentación (244 millones de toneladas) y al por menor
(118 millones de toneladas. De igual manera, se concluyó que el hogar global promedio produce
74 kg de desperdicio de alimentos per cápita al año. (Ekos, 2021).

Habiendo expuesto lo anterior, se pueden notar los grandes contrastes que existen en nuestra
actualidad, por un parte, 135 millones —de las posibles contabilizadas— sufriendo de hambre
extrema, por otra, una familia promedio desperdiciando hasta 74 kg de alimentos al año. Es
verdaderamente utópico creer que en 9 años se puede lograr tal objetivo, especialmente
cuando las metas propuestas para cumplirlo son de igual manera, demasiadas apuntadas ala
estrellas, pareciese como si no se estuviera tomando en cuenta de forma real los contextos bajo
los que vivimos cada uno de los seres humanos existentes en el planeta.

Ahora bien, el segundo objetivo que me gustaría exponer es el 4: “Garantizar una educación
inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida
para todos”; específicamente el punto 4.3 y 4.c. El primero, que literalmente enuncia “De aquí
a 2030, asegurar el acceso igualitario de todos los hombres y las mujeres a una formación
técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria”, me parece otro
golpe duro para esa falta de realidad.

Me parece sumamente importante invertir en educación y estoy de acuerdo con que puede ser
uno de los pilares más importantes para poder convertirnos en buenos ciudadanos, sin
embargo, querer erradicar el hambre y la pobreza, al mismo tiempo que se busca el impulso de
esta área no me parece lo más adecuado. Hay que asegurase de que las necesidades básicas
estén primero cubiertas completamente para después dar paso a lo demás. Ya que, desde mi
opinión, un niño puede tener acceso a la mejor educación, pero si en el salón de clases lo único
que hace es pensar en “¿cómo le voy a hacer para comer hoy?, ¿con qué voy a comprar este
material?” de nada va a servir y su rezago, a comparación de con quienes si cuentan con esa
necesidad cubierta, va a ser sumamente evidente.

En cuanto al punto 4.c, el cual nos expone “De aquí a 2030, aumentar considerablemente la
oferta de docentes calificados, incluso mediante la cooperación internacional para la formación
de docentes en los países en desarrollo, especialmente los países menos adelantados y los
pequeños Estados insulares en desarrollo”, me parece una meta bastante increíble, porque al
final del día son los profesores quienes forman a las generaciones venideras, son quienes nos
dan las bases para ir construyendo nuestro propio criterio; el problema, por lo menos en México,
y otros tantos países en vías de desarrollo, es la falta de incentivos para ese sector laboral,
dedican y otorgan a veces incluso más de lo que deberían sin recibir nada a cambio como
apoyo, e incluso, hay quienes ni siquiera cuentan con un sueldo digno para el nivel de labor que
realizan día con día. Entonces, es desde ahí, que todo se viene abajo, porque es preferible
otorgar presupuesto para infraestructura turística que para los educadores. Y eso, simplemente
hablando desde la perspectiva México, no imagino como debe ser la situación para los docentes
en países como Argelia, Haití, Malawi.

Hay que ser conscientes y tomar en cuenta verdaderamente que existen restricciones en cada
país acorde a sus contextos, en los que son casi imposibles sino que incluso imposibles la
aplicación y por ende el cumplimiento de estos objetivos.

Y con esto no quiero parecer fatalista, pero si no se estipulan objetivos verdaderamente capaces
de ser cumplidos y bajo el tiempo que se ha estipulado, simplemente seguiremos viendo pasar
toda una vida de decepciones y cero avance por ponernos metas meramente políticamente
correctas pero sin ninguna verdadera convicción por que sean cumplid
 Referencias

 Ekos. (2021). Los países que más desperdician comida en el mundo. Ekos Negocios.

Recuperado 14 de noviembre de 2021, de https://www.ekosnegocios.com/articulo/los-

paises-que-mas-desperdician-comida-en-el-mundo

 Morales, A. M., Chamba, L. A., Moreno, J., & Morales, G. V. (2020, marzo). El nuevo

modelo económico establecido en el Ecuador. Visionario Digital. Recuperado 4 de

noviembre de 2021, de

https://www.cienciadigital.org/revistacienciadigital2/index.php/VisionarioDigital/article/do

wnload/1107/2663#:~:text=El%20sistema%20econ%C3%B3mico%20social%20y,establ

e%20para%20toda%20la%20poblaci%C3%B3n.

 Moran, M. (s. f.). Educación. Desarrollo Sostenible. Recuperado 14 de noviembre de

2021, de https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/education/

 UNEP. (s. f.). Índice de desperdicio de alimentos 2021. UNEP. Recuperado 14 de

noviembre de 2021, de https://www.unep.org/es/resources/informe/indice-de-

desperdicio-de-alimentos-2021