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Capítulo 2

Tipos de cimentación y sus procedimientos constructivos

2.3.2 Cimentaciones piloteadas

Pilotes hincados, de concreto reforzado convencional

Los pilotes son elementos de concreto reforzado, típicamente prismáticos, que se


prefabrican fuera del terreno con diferentes longitudes y secciones (Figura 2.13),
para luego hincarse en él (ya sea verticales o inclinados, utilizando por lo común
técnicas de impacto). Se utilizan principalmente para transmitir carga axial al
terreno. Antiguamente se fabricaban de madera y, actualmente los pilotes de este
material sólo se utilizan en obras provisionales debido a su corta vida útil.

Fig. 2.13. Secciones comunes de pilotes de concreto

Es conveniente y ventajosa la utilización de pilotes mixtos, utilizando concreto y


acero, ya que según algunos reportes constructivos, el uso de pilotes de concreto
con una punta de acero de 1 ó 2 m de longitud y de sección H (o de riel) ha dado
resultados satisfactorios durante su hincado en terrenos duros o compactos
(Figura 2.14). Las profundidades máximas que pueden alcanzarse con este tipo
de pilotes son del orden de 60 m.

Una de las ventajas de la utilización de estos pilotes precolados es que pueden


ser fabricados con la anticipación requerida y con las condiciones convenientes.
Fig. 2.14. Pilote de concreto para suelos blandos y duros

Los pilotes prefabricados de concreto reforzado o bien, los de concreto


presforzado, con f ’c = 250 a 300 kg/cm2, con sección máxima del orden de 60 x
60 cm, se cuelan de una sola pieza o en segmentos de acuerdo con las
necesidades de longitud del pilote y del equipo de hincado que se vaya a utilizar.
En caso de ser fabricados en segmentos, pueden unirse en obra mediante juntas
de diversos tipos, o bien, mediante la soldadura de las placas ancladas en cada
extremo de los tramos a unir (con las cuales se ha obtenido rapidez y facilidad de
ejecución), siendo común su utilización para recimentaciones limitadas de espacio
vertical.

El acero de refuerzo de los pilotes se calcula para resistir los esfuerzos


provocados durante las operaciones de maniobra e hincado (son típicamente
mayores que los ocasionados por su funcionamiento estructural). Así, el refuerzo
principal se coloca en los extremos, ya que ahí se concentran los esfuerzos
generados durante el hincado y en donde se recibe el impacto, por ser las zonas
de contacto con el terreno que lo rompen (o fallan). Los pilotes prefabricados se
hincan en el terreno verticalmente, o bien inclinados (cuando las cargas
horizontales que soportarán son considerables).

En casos en que sea conveniente combinar el concreto reforzado con tubos de


acero para su uso como pilotes, es común que las secciones transversales más
comunes en estos elementos de acero sean las de tipo circular, las cuales pueden
dejarse huecas o rellenarse de concreto simple o reforzado después del hincado.
Así, los pilotes metálicos tienen gran facilidad de manejo y se pueden alargar o
acortar según se requiera; su desventaja es que son susceptibles a la corrosión,
por lo que para su utilización es recomendable protegerlos apropiadamente. El uso
de los pilotes metálicos suele recomendarse en suelos con boleos o con rocas
alteradas.

Los métodos que se pueden utilizar para hincar pilotes, son: por presión, por
percusión o por vibración.

♦ El hincado a presión rara vez se utiliza para proyectos de puentes, dadas las
dificultades prácticas que presenta (tardanza y disposición de grandes presiones)
y sólo en algunas ocasiones se utiliza en reparaciones o recimentaciones.

♦ El hincado por percusión (o impacto) es el más usual en México; éste se ejecuta


mediante un equipo conocido como martillo de impacto (Fotos 2.18 a 2.20),
sostenido con una draga, o bien con un malacate con plumas, guiándolo con una
estructura que se conoce como “resbaladera” acoplada verticalmente a la pluma (o
dándole la inclinación necesaria) por medio de tirantes (o puntales) para asegurar
el soporte apropiado del pilote, debiendo permitir libremente el movimiento del
martillo de impacto. Para hincar pilotes en lugares donde no es factible apoyar la
resbaladera se usa una colgante suelta, y en cauces con tirantes de agua es
necesaria la colocación de escantillones fijos para dar al pilote la colocación e
inclinación correcta (Figura 2.15). Durante el proceso de hincado es necesario
proteger la cabeza de los pilotes con un capuchón monolítico de acero para no
dañarlas; este capuchón cuenta, en su parte inferior en contacto con el pilote, con
una sección conocida como “sufridera” en la que se coloca un bloque
amortiguador de madera, material plástico, trozos de cable de acero, etc., y sobre
el mismo una placa metálica que recibe el impacto, la cual tiene que estar en un
plano completamente normal al eje del pilote para evitar concentraciones de
esfuerzos.
Foto 2.18 Hincado de pilotes por impacto

Fotos 2.19 Hincado de pilotes desde un chalán


Fotos 2.20 Hincado de pilotes desde un chalán

Fig. 2.15. Escantilloón utilizado para colocar pilotes en el agua


El hincado por percusión puede ejecutarse utilizando:

• Martillos de caída libre (que ya sólo se usan para obras provisionales) los
cuales consisten en un bloque golpeador metálico sujetado por un cable de
acero accionado con un malacate que lo levanta y lo deja caer libremente
hasta impactar con el capuchón del pilote.

• Martillos de aire comprimido, o bien de vapor (de simple o doble acción,


desarrollándose con los segundos una mayor energía por golpe). Los
martillos de vapor presentan muchas dificultades para su transporte y
maniobras por las grandes dimensiones y peso de las calderas requeridas.

• Martillos diesel de combustión interna, los cuales son de mayor eficiencia


y facilidad de maniobra comparados con los anteriores.

Notas: Para determinar el tipo, el tamaño y la capacidad del martillo de impacto se


deben tomar en consideración las características de los suelos que se
atravesarán, las de los equipos (tales como la energía desarrollada y la relación
entre el peso del pilote y de las partes golpeantes) en virtud de que el golpe no
sólo debe tener la energía necesaria para vencer la resistencia que presentan al
hincado, sino contar además con el peso suficiente para reducirla al mínimo
(puesto que cuando se golpea demasiado esta energía se convierte en trabajo
destructivo provocándole al pilote fisuras, agrietamientos y fracturas). No es
recomendable por ningún motivo utilizar martillos con una relación mayor de 4
entre el peso del pilote y el de las partes golpeantes. Los resultados más
favorables, de acuerdo con la experiencia de los cimentadores, se obtienen con un
martillo cuyas partes golpeantes tengan un peso sensiblemente igual al peso del
pilote.

♦ El procedimiento de hincado por vibración consiste en excitar al pilote utilizando


un vibrador pesado de frecuencia controlada formado por una masa estática con
un par de contrapesos excéntricos de rotación contraria. Su uso requiere de
cuidados y precauciones especiales para no afectar estructuras contiguas (ya que
puede ocasionar fenómenos de resonancia en el terreno). Este procedimiento de
hincado se utiliza en suelos granulares, pero normalmente no se usa en pilotes de
concreto puesto que transmite altos esfuerzos de tensión, quedando por tanto
restringida su utilización al hincado de pilotes de acero y tablestacas o para
extracción de pilotes antiguos o desviados.

Antes del inicio del hincado es preciso colocar el pilote en la posición correcta,
alinearlo con las guías y el martillo, colocarle el capuchón protector y marcarlo a
cada metro para facilitar el control del número de golpes en relación con la
penetración obtenida durante el proceso, y registrar cualquier comportamiento
irregular que se presente.
Existen además las técnicas auxiliares de perforación previa y chifloneo
desarrolladas para facilitar los hincados.

La perforación previa se utiliza para disminuir el volumen de suelo movilizado por


el hincado del pilote, aumentando así la eficiencia de la hinca. En pilotes de
concreto se recomienda en la mayoría de los casos que la perforación previa se
haga con una dimensión transversal ligeramente menor que la del pilote, sobre
todo si se espera un trabajo importante de la fricción lateral. También se
recomienda, cuando el número de pilotes es grande, y por lo tanto pueden
provocar desplazamiento del suelo con levantamiento del terreno superficial y el
consecuente arrastre de los ya hincados. Es necesario suspenderla a 2 ó 3 m
arriba del nivel de desplante de los pilotes para evitar alteraciones importantes en
las propiedades del material profundo. Muchas veces la perforación previa resulta
difícil porque la naturaleza de los estratos del subsuelo no permite hacerlas, como
los pilotes que se pretende instalar en suelos granulares con poca o nula cohesión
y localizados por abajo del nivel freático.

El chifloneo consiste en inyección de agua a presión en la punta del pilote, que


erosiona el material y transporta una parte del mismo a la superficie, a la vez que
lubrica las caras laterales de los pilotes reduciendo la fricción. Antes de iniciarlo,
se requiere un hincado mínimo previo, del orden de un tercio de la longitud total y
es preciso suspenderlo de 1 a 2 m arriba del nivel de desplante de proyecto para
evitar dañar sensiblemente al material de apoyo. La tubería puede dejarse
ahogada en el cuerpo o por fuera del pilote (adosada a las caras), y no conviene
una sola salida en el centro, para evitar desplomes. Se aplica generalmente en
arenas y materiales granulares friccionantes para disminuir el volumen de suelo
desplazado durante el hincado, pero no es aconsejable en arcillas blandas ya que
se cierran en torno al pilote y no permiten la salida del agua. Con pilotes de
concreto se han alcanzado profundidades del orden de 50 m y con tubos de acero
se ha llegado hasta 70 m, trabajándose ininterrumpidamente para impedir que el
material circundante se recupere y evite su penetración por fricción.

Independientemente del método utilizado, es de suma importancia que se elabore


un registro de hincado para cada pilote, en el cual se describan las características
geométricas del elemento, los materiales utilizados en su fabricación, así como el
equipo de hincado y los detalles del procedimiento de instalación (incluyendo, por
ejemplo, el desplazamiento obtenido por cada cierto número de golpes, los
problemas observados, el ángulo de inclinación respecto a la vertical que se haya
especificado para el elemento, entre otros); este registro de hincado tiene
propósitos de comprobar hasta qué punto se cumplieron las especificaciones de
hincado indicadas en el diseño, así como constituir información técnica que sea de
utilidad en la revisión de su desempeño mecánico real (quizá con propósitos
adicionales de retroalimentación de los métodos de diseño y de construcción, así
como con fines de antecedente y referencia ante una eventual recimentación de la
obra implicada).
En el Capítulo 3 se describen los puentes: G, Isla Aguada y H, Línea 4 del Sistema
de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México, en los que se utilizaron
pilotes precolados como elemento estructural de la cimentación.

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