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LECCIÓN 2 Concepto de pilotes y clasificaciones

Figura 1. Armado de encepado de pilotes.

El pilotaje se utiliza cuando no es posible realizar una cimentación


superficial; por ejemplo, cuando se deben transmitir cargas a gran
profundidad (más de 6 m o bien más de 8 diámetros del pilote). Se
trata de una solución constructiva que se remonta a los palafitos,
siendo práctica habitual en los puertos o en ciudades como Murcia,
donde se han usado los prefabricados de madera como cimentación.
Sin embargo, el cálculo de pilotes no se desarrolla hasta
prácticamente el siglo XX, con el nacimiento de la Mecánica del Suelo,
exceptuando fórmulas de hinca del siglo XIX y ciertas reglas de buena
práctica. A continuación se describen los conceptos fundamentales
sobre los pilotes, cómo se pueden clasificar y construir.

En efecto, los pilotes son piezas largas, a modo de pilares


enclavados en el terreno, que alcanzan una profundidad suficiente
para trasmitir las cargas de la estructura. Se denomina fuste a la parte
del pilote en contacto con el suelo, mientras que altura libre es la
longitud de la parte que emerge del suelo. La base es el plano inferior
del pilote o proyección en planta de toda o parte de la punta, y que
habitualmente se denomina “punta”. El encepado transmite los
esfuerzos de la estructura a los pilotes (Figura 1). En cuanto a
tamaños, habitualmente se consideran pilotes de gran diámetro si éste
supera el metro; en cambio los micropilotes son aquellos con
diámetros inferiores a 30 cm. En cuanto a profundidad, se consideran
pilotes cortos hasta 10 – 12 m, y pilotes largos a partir de los 30 – 35
m, aunque los límites son discutibles. Los pilotes pueden clasificarse
de muchas formas, algunas son las siguientes.

Según la forma de trabajo (ver Figura 2) los pilotes pueden ser:

 Pilotes por punta: alcanzan el estrato resistente, transmitiéndose las


cargas por punta, comprimiéndose el pilote. El terreno circundante
dificulta el pandeo. La deformación del pilote es muy pequeña por su
rigidez, de forma que el movimiento relativo con el terreno no es
significativa. También se llaman pilotes columna.
 Pilotes por fuste: no alcanzan un estrato resistente, transmitiendo la
carga al terreno circundante por rozamiento a través del fuste. Se
llaman también pilotes flotantes o de fricción.

Figura 2. Esquema de cimentaciones profundas (pilotajes) según el


Código Técnico de Edificación SE-C

Sin embargo, los pilotes trabajan de forma combinada, tanto en


punta como en fuste. En realidad, el reparto de cargas entre la punta y
el fuste depende de las rigideces relativas del pilote y del terreno. Es
por ello que, aunque muchos proyectistas descansan la
responsabilidad del trabajo del pilote a su punta, la realidad es que
estos pilotes trabajan de forma mixta. Además, pueden estar
sometidos a tracción cuando existe subpresión que tiende a levantar la
estructura por encontrarse total o parcialmente por debajo del nivel
freático, es decir “flota”. En rellenos en proceso de consolidación, el
pilote se ve arrastrado por el terreno que asienta, denominándose este
fenómeno “rozamiento negativo”. Si la estructura recibe esfuerzos
horizontales, algunos pilotes pueden trabajar a tracción y otros a
compresión. También trabajan a flexión si están empotrados y resisten
el empuje de las tierras al excavar. Asimismo, se podría hablar aquí de
los pilotes de mejora del terreno, que corresponden a técnicas
generales que normalmente se realizan previamente.

Por tanto, los pilotes resultan muy apropiados en casos como los
siguientes:

1. Cuando se disponga de un terreno competente a poca profundidad


(5-6 m).

2. Las cargas de la estructura sean importantes y concentradas.

3. La estructura sea sensible a movimientos absolutos o diferenciales.

4. El nivel freático se encuentre muy alto y sea difícil ejecutar losas.

5. Para limitar el efecto de las cargas en estructuras próximas.

6. Como elemento de contención formando pantallas de pilotes.

7. Para contener movimientos de ladera.

8. Para resistir cargas horizontales (normalmente combinado con otros


y con inclinación).

9. Para compensar tracciones (subpresiones).


El Código Técnico de Edificación clasifica los pilotes en los siguientes
tipos:

 Pilote aislado: es un pilote alejado suficientemente de otros para no


interactuar con aquellos. Si los pilotes se hormigonan “in situ”, no se
permiten pilotes aislados para diámetros menores a 450 mm, mientras
que entre 450 y 1000 mm de diámetro se pueden utilizar si se
arriostran lateralmente. Si los pilotes son prefabricados hincados se
podrán construir aislados siempre que se arriostren en dos direcciones
ortogonales y se demuestre que los momentos resultantes en dichas
direcciones se anulan o se absorben por la armadura del pilote o por
las vigas riostras.

 Grupo de pilotes: conjunto de pilotes suficientemente próximos para


interactuar entre sí o unidos mediante elementos estructurales.

 Zonas pilotadas: son pilotes de escasa capacidad portante individual,


regularmente especiados o situados en puntos estratégicos, que
sirven para reducir asientos o mejorar la seguridad frente a
hundimiento de las cimentaciones.

 Micropilotes: son aquellos compuestos por una armadura metálica


formada por tubos, barras o perfiles que se introducen en un taladro
de pequeño diámetro, y que pueden estar inyectados con una lechada
de mortero.
El Código Técnico de Edificación también distingue los pilotes por
el material:

 Hormigón “in situ”: se pueden ejecutar mediante excavación previa del


terreno o por desplazamiento de éste. Hormigón prefabricado: armado
(hormigones de alta resistencia) u hormigón pretensado o postensado.

 Acero: secciones tubulares o perfiles en doble U o en H. Se hincan


con protecciones en la punta (azuches).

 Madera: para pilotar zonas blandas ampliar y como apoyo de


estructuras con losa o terraplenes.

 Mixtos: acero tubular rodeados y rellenos de mortero.

Por la forma de ejecución, este Código Técnico los clasifica en:

 Pilotes prefabricados hincados: donde se desplaza el terreno, sin


hacer excavaciones.

 Pilotes hormigonados “in situ”: donde se excava el terreno antes de


hormigonar.

Sin embargo, existen casos mixtos, con perforación e hinca, como


pilotes de desplazamiento hormigonados “in situ”, la perforación más
hinca, la perforación más vibración, hinca más inyección u otros. La
tipología condiciona la alteración del terreno en el entorno del pilote y
por tanto, la resistencia y deformabilidad.
Se consideran pilotes de gran diámetro los comprendidos entre
850 y 3000 mm. Se utilizan para grandes cargas, ahorran encepado y
se pueden inspeccionar desde el interior. Sin embargo no son
adecuados cuando se requiere resistencia importante por fuste, pues
en ese caso tenemos más perímetro si tenemos más pilotes de menor
diámetro. Lo habitual es que estos pilotes se construyan mediante
lodos estabilizadores, camisa recuperable o sin entubación.

Otra posibilidad es ejecutar pilotes acampanados por su base,


utilizando para ello un balde de quijadas. El ensanche de la base del
pilote, al doble del diámetro del fuste, permite aumentar mucho la
resistencia por punta en arcillas firmes. Con esta tipología se pueden
construir pilotes de hasta 20000 kN.

Como los pilotes aislados no resisten bien los esfuerzos


horizontales ni los momentos, se emplean grupos de pilotes unidos
mediante un encepado en cabeza. El encepado reparte las cargas y
se predimensionan como rígidos, con un canto de 1,5 veces el
diámetro de los pilotes. No se debería colocar un pilar importante
sobre menos de tres pilotes y tampoco se debería colocar un muro
importante sobre menos de dos filas de pilotes. Por otra parte, cuando
una serie de pilotes están cerca unos de otros, se produce una
reducción de la resistencia global por interacción mutua. En general,
no se considera el efecto de grupo para una separación entre ejes de
pilotes igual o mayor a 3 diámetros.
En lo que sigue, dividiremos los pilotes en pilotes de
desplazamiento, pilotes de perforación, pilotes inyectados y
micropilotes.

No es posible afirmar, de forma categórica, que un procedimiento


constructivo de un pilote sea mejor a otro. La elección es un arte
complejo, pues supone balancear las ventajas e inconvenientes para
cada uno de los casos. A veces, varias técnicas son válidas y la
elección final es un problema económico o de plazo. Pero otras veces
hay soluciones malas, incluso algunas buenas mal ejecutadas.
Siempre hay que vigilar la construcción y realizar pruebas de carga sin
no hay experiencia directa para controlar la carga admisible.

El profesor Celma (2014) nos sugiere los siguientes criterios para


la elección del tipo de pilote (Tabla 1):
En la Tabla 2 se recogen algunas de las características de los
pilotes más frecuentes. Algunas de estas características se
comentarán más adelante durante el curso.

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