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¿El Estado Impotente?

Manuel Castells
Valeria Mora Lopez
Las crisis del estado son inevitables, pero hay que estar preparado para eso, por ello, los estados
intentan controlar los problemas a toda costa, e incluso usan medidas extremas para hacerlo. No
obstante, el hacerlo en plena era de la información e innovación tecnológica es un autentico
infierno para los estados, ya que no poseen todo el control que desean, y agregando el hecho de
la globalización, se reduce a una impotencia total de tomar el control absoluto de un estado.
Empezamos hablando de como el estado capitalista está perdiendo el poder gracias a los flujos
globales de de capital, bienes, servicios, tecnología, comunicación y poder. Esto conlleva a los
esfuerzos inminentes del estado, en su desesperación plena, por recuperar y reafirmar el poder,
anhelando que la información sea controlada y estatificada, para centralizar el poder, para poder
prosperar como una nación soberana y poderosa.
Profundizamos en una idea de economía criminal, se cometen actos delictivos por la jugosa
rentabilidad que ofrece el blanqueamiento de dinero por su parte. La globalización de esta
subvierte el estado-nación, por supuesto, al impactar de manera directa con esta, y ser afectado
por las consecuencias de ello al ser vinculado con el estado de manera directa.
Además, enfatiza que es más difícil para el estado controlar la economía con los mercados siendo
globales, ya que crea una dependencia a la cooperación entre estados y obliga a conectarse a una
red global de producción y comercio, forzando el enfoque la deuda externa. Los estados-nación
individuales son los que pierden con esta premisa.
En otro ámbito, un factor sumamente importante para el control y regulación estatal son los
medios de comunicación. Antes de la globalización, estos medios eran usados por el estado para
expandir su propaganda, sostener el poder del estado y modificar la opinión pública a su favor.
Al llegar la globalización junto con los avances tecnológicos, los medios de comunicación
evolucionan y van tomando matices más independientes y alejados del estado. Esto perjudica
mucho al poder estatal, que veía como los medios eran más diversos y abogaban por la libertad
de información para la población. A pesar de la privatización de estos medios de comunicación,
el estado no se rindió para intentar conseguir a los medios de comunicación, así que se creo una
especie de mercado por la información que estos dieran. El estado negociaba con los medios para
publicar a su conveniencia, así que, en parte, la información sigue siendo de ellos, pero con un
costo mucho más elevado e incluso con el riesgo de que se sigan publicando cosas que no
favorecen al estado, pues la cantidad de medios que abarca el estado es solo una porción de los
medios totales.
Volviendo al tema de la economía criminal, esta toma una relevancia sumamente crucial en la
globalización, pues ahora penetra directamente en los estados y condicionan las relaciones
internacionales, además de alimentar el mercado financiero internacional. Esto ha ocasionado
que economías enteras se vean afectadas en incluso derrumbadas, también las relaciones se dan
siguiendo que tanto se lucha contra la economía criminal, o que tanta influencia tenga esta en las
altas esferas de poder en el estado.
Ahora, la globalización tiene un efecto de cooperación entre distintas naciones, pongamos el ojo
en los tratados y alianzas comerciales como el TLC, o los grupos de regiones como la Unión
Europea, MERCOSUR, ASEAN, Unidad Africana. Esto instiga a la creación de entes globales
de distinta índole, como puede ser de vigilancia (ONU), comercio (OMC), protección (OTAN), o
economía (FMI) que van más allá de ser instituciones regionales y empiezan a ser globales que
rigen ciertas normas y leyes para tratarse entre todos los países (involucrados, claro), pero que ya
no dependen de tener algo en común. Algo así se denomina como un gobierno global, ya que la
soberanía sobre temas económicos, ambientales, de gestión o de protección es compartida entre
todos, a pesar de tener que acoger el termino con pinzas, pues los estados-nación son celosos con
sus privilegios y beneficios y no estarán de acuerdo sobre el compartir una soberanía que no les
favorece. Pues sigue presente el gen de ser el super estado-nación que dirija la globalización y se
haga todo en beneficio a favorecer dicha nación.
El estado debe tener una identidad definida y decidir que pasa con aquellos que serán excluidos,
según Castells, deben tomar dos posiciones: ser una sociedad inclusiva que incite a aquellos
excluidos a formar parte de la identidad nacional, o ser una sociedad que excluya aún más a los
excluidos, en este caso, los excluidos crean su propia identidad que sería minoritaria y lucharían
por el ingreso a la identidad nacional. Esa presión social sólo debilitará el estado, pues amenaza
el equilibrio del estado, distribuyendo el poder y descentralizándolo. Sin embargo, en una
sociedad que excluye completamente a los que son distintos de su identidad, logra controlar y
meter medidas exclusivas que ayudan a mantener férreo el poder que se maneja allí.
Después se nos especifica un ejemplo dado en el México del siglo XX. Previo a la globalización,
México era un país envidiable: tenía una economía muy estable y bien posicionada, un orden
político y estatal envidiable, una identidad muy puesta a punto y una relación con EEUU muy
buena pero que se vino abajo después de empezar la globalización, surgieron problemas que
pusieron en jaque a su economía y a su orden político, su moneda se devaluó tanto que tuvieron
problemas de deudas con EEUU. Todo gracias a la corrupción y amaño de elecciones, que fueron
la semilla de todo un problema que iría a peor, incluso con la matanza de un candidato casi
elegido, se gestaba una época de fraccionamiento y violencia en un país que venía en auge.
Además, se creaba una de las economías del crimen más grandes en el mundo globalizado.

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